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Fruta fea para los niños de los suburbios de Nairobi

Redacción: Pablo L. Orosa/El País

En Kenia, cada día 75 toneladas de alimentos acaban en el basurero solo por razones estéticas. Parte de ellos se están sirviendo en los menús escolares de los barrios más desfavorecidos del país.

Faith tiene hambre. Desde que se levantó, a las cuatro y media de la madrugada, no ha probado bocado. Y ha hecho muchas cosas. Ha caminado dos horas para llegar a la escuela. Ha correteado por el descampado y ha atendido en clase. En la de matemáticas. Y en la de inglés. Faith, 12 años y unas ganas enormes por sonreír, quiere ser una buena estudiante. Pero tiene hambre. Y así no hay quien se concentre en la pizarra. Lo que le dan en la escuela de Mcedo, en los subirbios de Nairobi, la capital de Kenia, es a menudo lo único que come en el día.

“Sí, muchos días es lo único que como”, reconoce mientras espera, con su jersey raído en el pecho, a que le llegue su ración. Hoy, como casi siempre, toca githeri, una mezcla de maíz y alubias hervidas. También hay naranjas. Y a Faith le encantan las naranjas. “Mucho. Mucho”, farfulla en inglés. A su espalda, una veintena de chicos, todos menores de 14 años, aguardan en la fila su plato de githeri. A algunos, como a Morientos Avugwi, el mayor de cinco hermanos, se les escapa una de esas barrigas hinchadas con las que ironiza la desnutrición. Mientras espera por su cuenco azul, infla los carrillos. Como si así pudiese engañar al hambre. Morientos Avugwi tiene hambre.

“Estamos hartas del githeri, es todos los días lo mismo. Queremos algo más. Queremos pollo”, se escucha desde el otro lado del patio. Es una voz que en realidad son cuatro, la de Lucy, la de Cynthia, la de Violet y la de Lydia, que es la que habla por todas. Son las compañeras de clase de Faith. Ellas también tienen hambre.

Mathare, una sucesión de slums en la periferia de Nairobi, es desde hace tiempo una de esas ciudades de sombra en las que familias llegadas desde las zonas rurales tratan de conquistar un futuro. “Nosotros llegamos hace 10 años desde una aldea de Kisumu”, en la ribera del lago Victoria, a este lado de la frontera con Uganda. Lo dice Milicent, la madre de Lydia. Pensaban que en Nairobi habría más oportunidades, pero a día de hoy apenas tienen que llevarse a la boca. “El padre está intentando ganar algo de dinero, pero no siempre lo consigue”. Trabajos precarios, en la construcción o en lo que salga, que no dan para los seis miembros de la familia. En Mathare es lo que hay: hambre.

Las sonrisas en Mathare cuestan 0,016 euros

A la escuela de Mcedo acuden a diario 485 chicos de la barriada. Más de 300 comen aquí gracias al programa de menús escolares apoyado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) desde 1980. En 2009, el Gobierno de Kenia se hizo cargo del grueso del proyecto, del que se benefician 1,2 millones estudiantes, mientras el PMA se mantiene como responsable de los complementos alimentarios de las zonas más complicadas: los cuatro condados afectados por la sequía, Garissa, Mandera, Turkana y Wajir, y los barrios chabolistas de Nairobi. En total, 393.904 alumnos que reciben su ración diaria de cereales, legumbres, verduras y, desde mediados de 2016, fruta fresca.

“Los menús escolares son una red de seguridad muy efectiva: atraen y retienen a los alumnos en la escuela, contribuyen a aliviar el hambre a corto plazo y para muchos niños suponen una parte importante de su ingesta diaria de energía y nutrientes», destaca el PMA. En la práctica se trata que los alumnos de Mcedo no piensen en otra cosa que seguir estudiando. Y que cada vez obtengan mejores resultados. “Antes se enfermaban más, tenían menos fuerzas. Ahora se les ve con energía. Además, ayuda a luchar contra el abandono escolar: si no vienen al colegio, no les damos comida”, asegura Mark Okwiri, el jefe de estudios.

Al otro lado de la cocina, una estancia coloreada por el humo negro que emana de la lumbre, Milicent asiente con la cabeza. “Es verdad, los niños se sienten mejor desde que está en marcha el programa”. Ella es una de las madres voluntarias que acude cada día al centro escolar a preparar el menú para para los más de 300 alumnos. Entre ellos, dos de sus hijas.

Incorporar fruta fresca ayuda a aumentar el valor nutricional de los menús escolares, a menudo la única comida diaria de muchos chicos

Llenar de sonrisas Mathere cuesta dos chelines. 0,016 euros al cambio. Es el precio que tiene incorporar las frutas frescas al programa. En total, cada menú cuesta 11 chelines al día (0,08 euros). Una vez al trimestre, Okwiri organiza un concurso entre los proveedores locales para adquirir, con los fondos del PMA, sal, aceite, alubias y maíz. “Las verduras las compramos cada semana, también en el mercado local”, señala. Esta fórmula, de la que se sirven 88 de las 91 escuelas con 80.000 estudiantes en total adheridas a la iniciativa en los suburbios de Nairobi, sirve además de catalizador para la economía vecinal, pues son los productores locales los que venden sus cultivos a la escuela.

El problema, apuntan los técnicos de la agencia internacional, es la fluctuación de los precios y las limitaciones de muchos centros para guardar los alimentos y prepararlos cada día. No en todas las escuelas hay personas como Milicent, dispuestas a pasar la mañana cocinando para los niños del barrio.

75 toneladas de frutas tiradas a diario

En un país donde casi la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y uno de cada cuatro niños sufre problemas de crecimiento retardado a causa de la malnutrición, cada día se rechazan 75 toneladas de frutas y verduras cultivadas para su exportación por no cumplir los estándares estéticos. Esa cantidad equivale a, por ejemplo, 600.000 tomates.

El país africano es uno de los grandes suministradores de frutas y hortalizas al mercado europeo. El 43,6% de los repollos importados por la Unión Europea proceden de Kenia. El sector hortofrutícola supone el 23% del PIB y da empleo, directa e indirectamente, a ocho millones de personas. Sin embargo, casi la mitad de los cultivos, el 44,5% según un informe de Feedback Global, son rechazados para su exportación por su aspecto: por ser demasiado grandes o pequeños, por tener manchas, imperfecciones, porque su color no es el deseado o, simplemente, porque su forma no resulta atractiva.

El programa de menús escolares es una herramienta contra la desnutrición y contra el abandono escolar

Sin embargo, “son perfectamente aptos para el consumo”. Feos pero nutritivos. Hasta ahora, continúa Dina Aburmishan, nutricionista del PMA, algunos de estos excedentes eran enviados a orfanatos o utilizados para alimentar animales, aunque la mayoría acababan inevitablemente en los vertederos.

El pasado curso, la agencia puso en marcha una iniciativa piloto bautizada como Transformers para aprovechar estos cultivos rechazados por su aspecto. Varias empresas exportadoras pusieron a disposición sus productos, que eran enviados a una empresa de catering encargada de elaborar los menús escolares para tres escuelas de Nairobi con 2.200 alumnos.

Está previsto que este verano el Gobierno keniano se haga cargo de la alimentación de las 1.095 escuelas que todavía están bajo el mandato del PMA. A Faith poco le importa quien se encargue de la comida mientras sigan trayendo naranjas. “Me gustan mucho”, insiste. El timbre de la tarde ha sonado ya y los estudiantes de Mcedo salen a la carrera. Algunos juegan al fútbol en el descampado, mientras otros se entretienen con el pilla-pilla entre pequeñas montañas de basura.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/07/04/planeta_futuro/1530715477_282442.html

 

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Otras miradas al racismo en Cuba a 10 años de documental pionero

Redacción: Portal Rebelión

Intelectuales y activistas reclaman acciones más concretas contra manifestaciones de discriminación racial

 

El argumento de que el debate racial podría dividir la nación cubana, aun cuando la crisis económica ha ahondado las brechas sociales, mantiene a la saga la lucha contra este tipo de discriminación con respecto al activismo para frenar otras segregaciones.Esa conclusión fue vertida por especialistas y activistas, en un debate realizado, el 10 de julio, en la sala Villena de la sede capitalina de la no gubernamental Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

Durante tres horas, los presentes enriquecieron el intercambio con anécdotas, argumentos y propuestas para enfrentar este problema luego de la exhibición del documental Raza (2008), del realizador Eric Corvalán (La Habana, 1972).

La propuesta audiovisual, estrenada hace una década, reúne reflexiones de artistas, intelectuales, investigadores, activistas y funcionarios de la isla caribeña, quienes coincidieron en la persistencia de un racismo antinegro, que muchas veces adopta formas sutiles y no tan fáciles de identificar.

Si bien la Revolución Cubana de 1959 implementó importantes políticas para el avance y empoderamiento de las personas negras, hoy perviven claras expresiones de discriminación por el color de la piel en las prácticas culturales, educativas y realidades económicas.

Algunos de los participantes lamentaron la ausencia en el debate de algún representante de la Comisión José Antonio Aponte de la propia Uneac, creada en 2009 para debatir y enfrentar el racismo y la discriminación racial desde el ámbito de la cultura.

Por su parte, Corvalán exhortó a debatir su obra en las comunidades.

“Olvidamos muchas veces a África, que es parte de nuestra identidad. He puesto el material en varias universidades y muchas veces los estudiantes no saben dónde queda África ni nada de su historia, religión y cultura”, refirió.

Con casi una decena de propuestas audiovisuales, este realizador sobresale por poner el foco en asuntos espinosos de la realidad nacional como es el caso de No es el camino (2012), relacionado con la violencia infantil, y Detrás del mostrador (2017), donde reflexiona sobre la calidad de los servicios en Cuba.

A continuación, la Redacción IPS Cuba comparte algunas ideas y propuestas suscitadas en el debate:

Gisela Arandia, investigadora: Un 10 de julio nació nuestro poeta nacional Nicolás Guillén (1902-1989). Muchos de sus textos e ideas, al igual que su paradigma como hombre negro, no fueron aceptados y muy criticados. Esa crítica a Guillén y su lenguaje era una expresión de racismo y hay aspectos que sobreviven.

Tato Quiñones, investigador: En el ámbito intelectual ha habido avances significativos, con más investigaciones y ponencias sobre el asunto. No hay cifras, pero es evidente que las desigualdades sociales se han profundizado en los últimos 10 años. Cada vez es más nítida la nueva clase de ricos y también otra hacia abajo –sobre todo de negras y negros- que sigue profundizándose en la pobreza.

Gerardo Alfonso, cantautor: Nuestra sociedad sigue siendo racista. Veo la segregación, discriminación y el racismo de manera sutil. Siento que el documental es superado por la realidad. La pobreza no es negra, es multicolor, pero la diferencia de clases entre blancos y negros se acentúa cada vez más.

Alden Knight, actor: Es difícil ser negro en Cuba, muy difícil, pero hay que serlo. De esto (el racismo) sí debe hablarse públicamente, porque la enfermedad que no se conoce no se cura.

Pedro Pérez Sarduy, escritor: Los cubanos no estamos tan mal como creemos. En la región y el mundo hay una reemergencia del racismo. Aquí hay elementos, argumentos, compañeros haciendo investigaciones formidables. Tienen la forma y el poder para que la TV aborde este tema con los especialistas. Ustedes tienen la palabra, aprovechen eso.

Myrna Padrón, activista: Con el espacio autónomo e independiente de creación artística y cultural Casa Tomada MirArte, en el capitalino municipio de Marianao, empezamos a dialogar sobre el tema de la racialidad y todas las discriminaciones mediante acciones interseccionales, con la ayuda de artistas plásticos y visuales que tocan en su obra la influencia de África y su diáspora. Es el hacer desde la autoaceptación.

Lázara Menéndez, investigadora: El problema de la raza anda ligado a la pobreza, la marginalidad, las exclusiones sociales y culturales, la religión. Es importante buscar alianzas y construir nuevas sensibilidades. Ver el fenómeno de manera interdisciplinar y no solo como “un asunto de los negros”, sino de toda la sociedad.

Mildred Cabrejas, publicista: Antonio Maceo (líder independentista, 1845-1896) tuvo un pensamiento… ¿Por qué no lo estudiamos? ¿Es que los negros de este país no hemos pensado? ¿Por qué no se estudia eso en las escuelas? El Censo de Población y Viviendas (2012) dijo que los negros éramos minoría en Cuba. Si vamos a visibilizar el problema, el Censo debe mostrar nuestra realidad porque de lo contrario no hay representatividad.

Rosalía Arnáez, locutora: La educación en Cuba debe transformarse desde la primaria, donde no se toca el tema de la racialidad.

Irene Ester, especialista en medios de comunicación: Hay deficiencia en la promoción de actrices y actores negros en las escuelas de artes para que puedan encarar papeles fundamentales en los dramatizados, y no asumir roles estereotipados.

Elvira Eduardo, investigadora: ¿Qué vamos a hacer, cuáles son nuestras expectativas, donde debemos estar dentro de cinco años? ¿Dónde estará situada la comunidad negra en Cuba en 2030 en el orden educativo, político, integración, medios de comunicación, en la economía? ¿Habrá menos negros en las cárceles que hoy, cuando son mayoría?

Esteban Morales, politólogo: Nuestra sociedad fue construida para que el negro esté siempre debajo. Además, llevamos la desventaja de la poca conciencia racial que tenemos los negros. Debemos ir a más, empezar a hacer, no le tenemos que pedir permiso a nadie, porque como miembros de la sociedad civil cubana tenemos derecho a que se nos atienda y entienda, que se nos den los canales para decir las cosas, debatir y discutir.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=244327
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Elitismo educativo: ¿Escuela pública o privada?

Autor: José Serur

En una ecléctica y, de principio, medio sospechosa cena, a la que fui amablemente invitado en un excéntrico piso de la calle de Ámsterdam en la colonia Condesa, conocí a un grupo de educadores de México y de otras partes del mundo que en realidad no tenía ni la menor idea que encontraría. Mis anfitriones, viejos colegas universitarios, habían dispuesto con absoluto detalle una mesa redonda de tal forma que todos pudiéramos interactuar magistralmente. La suntuosa mesa estaba pletórica de deliciosos y delicados platillos mexicanos que, a la vista de los comensales, sin duda aseguraba una espléndida cena de gran deleite gastronómico.

En cuanto a los invitados (20 personas), puedo decirles que eran una mezcla casi surrealista entre intelectuales mexicanos, algunos empresarios, un distinguido funcionario de la Secretaría de Educación Pública, y un exótico grupo de extranjeros de muy diversos orígenes, en su mayoría académicos de bachillerato y universitarios, procedentes de Hamburgo (Alemania), París (Francia), Hertzelia (Israel), y una inimaginable pareja de Denver, Colorado, que recién había llegado a México para asistir en los próximos días a un congreso sobre “Desarrollo de Tecnologías y su impacto en la Educación” y que, de primera impresión, he de confesar que me pareció un tema insufriblemente aburrido. Sin embargo, ante mi incredulidad al momento de presentarse cada asistente, la velada prometía una plática interesante y mucha diversión. Como es de imaginarse, en un encuentro como estos, la conversación siempre comienza haciendo alusión a trivialidades climáticas, seguido del automático tema referente al “problema de la inseguridad” en México ‒aseverando uno de los presentes que “¡nuestro país estaba al nivel de Irak y Siria!”‒, la victoria del “TRI” ante Alemania, el “mentado muro fronterizo” del repudiado Trump y su nuevo amiguito Kim Jong-Un.

Así, ya roto el protocolo, entre chalupas poblanas, yendo y viniendo de un tema a otro, se destacó la participación de uno de los honorables invitados y que refería a las sistemáticas transformaciones en la educación pública que se han obligado a implementar muchos países desarrollados, en virtud de los tiempos modernos, considerando que la educación más que enfocarse en las ocupaciones prácticas y tecnocráticas, debe poner atención en el desarrollo de las potencialidades psíquicas y cognitivas de cada joven, y la felicidad como único objetivo importante, aunque en México nos parezca sorprendente. Asimismo, comentaban que en sus países ser maestro es la profesión más valorada, respetada y casi venerada por la sociedad. Los académicos universitarios se encuentran en el pico de la pirámide del reconocimiento social; el aprendizaje y el conocimiento son de las políticas de Estado más esenciales; y qué decir de las prestaciones económicas que les permiten vidas muy dignas a los ciudadanos. Como padres de familia de cualquier sector socioeconómico, sin duda prefieren la educación pública por su calidad y alto nivel competitivo, razón por la cual se pugnan por asegurar un lugar. Como dijo uno de los invitados, “es más, en Israel ni siquiera existen escuelas y bachilleres privados, todos los jóvenes son educados por el sistema público sin excepciones”.

De pronto, el académico alemán que estaba sentado a unos lugares continuos del mío, preguntó en voz alta y en tono de inocente duda si “alguno de nosotros teníamos a nuestros hijos estudiando en una escuela pública del sistema mexicano”. Los rostros de los presentes se transformaron cual exorcismo y se hizo un silencio sepulcral. Bajé la cuchara con sopa de hongos que empezaban a convertirse en alucinógenos por lo que vi venir, de modo que para no regarla, instintivamente giré mi vista al alto funcionario de la SEP, quien sólo desvió la mirada como harían la mayoría de los políticos mexicanos de elevado rango y que, desde luego, me atrevería asegurar que ninguno inscribirá a sus hijos en escuelas públicas, porque en México estamos lejos de poner el ejemplo.

Nuestro incrédulo amigo alemán sorprendido ante la falta de alguna respuesta positiva, reaccionó con extrañeza al no comprender cuál era la razón de que nadie de los ahí presentes, mexicanos, teníamos a nuestros hijos en las escuelas públicas, a lo que contestamos con la frase típica de que “su nivel académico es muy bajo”, “la mala calidad de los maestros”, y frases necias como esas. El académico con cierta incomodidad en su rostro interrumpió y comentó lo siguiente: ”Ahora entiendo. En México hay educación de primera clase y otra de segunda clase, la de primera es para quienes pueden pagarla y la segunda para aquellos que no pueden. Vaya, en conclusión, la educación es un tema de estatus y clases sociales” (…). He de confesar que me quedé helado, y luego añadió que en la mayoría de los países europeos resultaría inimaginable una situación de esas dimensiones, algo que ni siquiera la misma sociedad permitiría. ”Si le dieran la mejor educación a los que menos tienen quizás México tendría otro destino”, concluyó al final. Mi amigo alemán no volvió a abrir la boca en toda la cena. En la incomodidad del momento de pronto recordé una conferencia sobre “la adolescencia”, organizada por una ONG para padres de familia y a la que había ido unos meses antes en un centro educativo privado, donde los asistentes al presentarse con el público debíamos mencionar en cuál colegio estaban inscritos nuestros hijos, a lo que todos, sin excepción, mencionaron diversos nombres de escuelas particulares, y ante tanta pedantería (incluyéndome por supuesto) por un instante pensé en tono irónico hacer la broma intencionada de que mis hijas estudiaban en la Escuela Benito Juárez en el horario nocturno, y me imaginé claramente cómo las miradas de vergüenza social se clavaban en mí, condenado a la exclusión. Luego, reconocí que ¡jamás hubiera sido una opción para ellas!, por lo que asumo que yo también participo de esa complicidad arrogante al formar parte de una clase privilegiada.

Pero analicemos el problema, ¿por qué en México una selecta minoría tiene la oportunidad de recibir una formación de alta calidad académica, mientras que gran parte de la población es víctima de una educación masiva mediocre? ¿Por qué rechazamos de manera automática la educación pública y damos tanta importancia al estatus? En México la calidad de la educación siempre ha sido desigual y fragmentada, de manera que elegir una escuela para nuestros hijos se orienta a lo que económicamente la familia es capaz de pagar. Pareciera, absurdamente, que entre mayor prestigio o cara sea una institución, mayor nivel educativo nos ofrecerá.

Quizás, querido lector, opinar sobre el tema educativo resulta algo trillado, pero necesitamos comprender bien la importancia de la calidad de la educación, y cuáles son los patrones de socialización que nos han impuesto, cuáles los diversos contextos de relación entre dominados y dominantes, que sólo acentúan la desintegración social.

Hemos escuchado como cliché que la educación es base fundamental del progreso, la igualdad, el bienestar, la libertad, la identidad e integridad del ser humano, para la convivencia en sociedad. La mayoría de los pensadores y los filósofos a través de los siglos han abarcado ampliamente la problemática de la educación de las masas, y los sociólogos más reconocidos en la actualidad reconocen que la escuela es el espacio clave y absoluto de la integración social y la amalgama de las clases sociales, así como de los valores de ética y moralidad cívica de una sociedad preocupada por la cooperación y el concepto del bien común. Aquí quizás se encuentra el principio del quiebre social de nuestro país, pues por más que usemos la misma camiseta verde en el Ángel de la Independencia cuando gana “nuestra” Selección, somos una sociedad elitista llena de racismo y resentimiento. Produce un escalofrío inquietante pensar que exista una absoluta desintegración social sólo por el hecho de ser pobre, sólo por haber nacido “morenito”. Aun cuando vivamos en una sociedad con diversos matices y diferencias culturales que, precisamente son las que enriquecen una sociedad, es intolerable una condena social automática por parte de la gente y el mismo gobierno, el cual divide y segrega dejando a la deriva, desprotegido y vulnerable, a quien menos tiene.

Por las razones que sean, muchos de nosotros tenemos un estatus al que no estamos dispuestos a renunciar. Y aquí no juzgo a nadie. Todos queremos darle lo mejor a nuestros hijos. En México, quizás, lo grave no son las diferencias, porque eso es parte fundamental de los grupos sociales y los seres humanos; ése no es el verdadero motivo de desigualdad, opresión, ni la falta de libertades y oportunidades, sino que el gobierno sea incapaz de dar una educación “de calidad”. En nuestra sociedad encontramos muchos méxicos, muchas realidades heterogéneas, muchos estilos de vida, y así con esas características, tenemos un gobierno que sólo gobierna para unos cuantos.

Con todo lo expuesto hasta ahora, pareciera que nacer siendo mexicano y pobre, estás condenado a la tragedia. ¿Por qué México si es de las primeras economías del mundo, junto con Francia, Alemania, Japón, y generamos una cantidad brutal de dinero, no puede garantizarle a nuestros hijos (por el simple hecho de nacer mexicanos) una educación y salud gratuita y de calidad? La educación de calidad no debe estar en manos de quienes sólo tienden a ocupar posiciones privilegiadas ni mucho menos en las lógicas del mercado. De ahí que el futuro de la educación en México dependa en que ésta sea incluyente; es una realidad que las brechas sociales no van a desaparecer, pero la educación pública debería ser un contrapeso para aminorar el elitismo, la exclusividad, y la desigualdad, imperantes en nuestro país. ¿Queremos cambiar la perspectiva? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a involucrarnos en este gran desafío social?

Fuente: https://www.enlacejudio.com/2018/07/11/elitismo-educativo-escuela-publica-o-privada/

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El freno educativo de Trump que polariza aún más a EE. UU. por raza

Redacción: El Colombiano

Los ecos políticos de la acción tomada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para derogar 24 normas de su antecesor, Barack Obama, que garantizaban la presencia de minorías raciales en las universidades del país, continúan retumbando en Washington.

Tras una campaña presidencial en 2016 marcada por la promesa que hizo el magnate ante su electorado blanco de “frenar esos privilegios” de hispanos y negros para acceder a oportunidades de estudio, el elemento racial vuelve a primera plana. Mientras que sectores progresistas critican la medida que destruye las políticas de “discriminación positiva”, que la anterior administración diseñó para combatir la desigualdad y su relación en Estados Unidos con la raza, bases de apoyo republicanas celebraron. ¿Qué hace tan relevante este debate en el país? ¿De qué trata este freno del Ejecutivo y qué efectos dejará?

Justificación y críticas

El encargado de anunciar la noticia el martes, el fiscal general de EE. UU, Jeff Sessions, quien encabeza el Departamento de Justicia, aseguró que las normativas proclamadas y ejecutadas por el gobierno Obama entre 2009 y 2016 eran “innecesarias, desactualizadas, inconsistentes con la ley e inapropiadas”, y que su eliminación es consecuencia del decreto de febrero de 2017 en el que Trump ordena crear comités para identificar leyes problemáticas.

Poca oposición republicana ha suscitado esto teniendo en cuenta que, a pesar de crecientes fracturas en otros temas, en este Trump apeló al principio partidista de “minimizar las regulaciones para no restringir la libertad individual”, como argumento para convencer a las facciones conservadoras.

En cambio, sectores liberales y progresistas agrupados en el Partido Demócrata ven las políticas que implementó Obama, en su momento, como necesarias, en un país en que las cifras de pobreza corresponden con la raza y donde está demostrado que las minorías negra e hispana deben conformarse con educación pública de baja calidad mientras que blancos y asiáticos acceden a las mejores universidades.

Para expertos consultados por EL COLOMBIANO, se trata de uno de los debates más difíciles de la actualidad estadounidense, dado que hay una fina línea entre el deber de preservar la meritocracia en la educación y la necesidad de combatir con el acceso a ella las raíces de la desigualdad y la falta de oportunidades en Estados Unidos.

“En muchos casos los blancos se quejan de que sus hijos no pueden entrar a las universidades en su estado, así tengan buenas notas, porque dichas políticas bloquean su ingreso para dárselo a las minorías. Cuando la Constitución establece el trato igual para todos. Pero por otro lado el argumento es que las minorías no han recibido las mismas oportunidades y se debe equilibrar ese aspecto para reducir la desigualdad. El trato igual no vale si el uno tiene un Lamborghini y el otro va en bicicleta. Es un debate difícil”, opinó Emilio Viano, politólogo y docente de la Universidad Americana de Washington.

Política educativa y urnas

Por su parte, Patricio Navia, docente de política internacional de la Universidad de Nueva York (NYU), auguró que este nuevo suceso en torno al tema del acceso de las minorías a la educación de alta calidad en Estados Unidos va a generar mayor polarización en un país que, desde los últimos años de la era Obama y durante la elección de Trump, evidenció ya una división racial que aún marca su política.

“Esto envía una señal de que al gobierno no le interesa promover la inclusión. Esta medida tiene un efecto sobre las tensiones raciales que ya existían y las puede agravar”, consideró.

No obstante, Navia es escéptico de que lo realizado por Trump vaya a tener carácter vinculante en todo el país, puesto que el sistema federal estadounidense también da muchas prerrogativas a los estados y las localidades.

“Podría terminar siendo más simbólico que real. Al final los estados que son manejados por demócratas van a seguir teniendo políticas afirmativas, y los community college que son de ciudades demócratas, o incluso donde hay republicanos de matiz liberal, van a seguir promoviendo la inclusión”, agregó.

Respecto a la cita en las urnas que tendrán los estadounidenses en noviembre (legislativas), ¿qué tanto influirá este debate?

Para Viano, sin duda Trump ya está pensando en alinear las bases de apoyo que le dieron el triunfo en 2016, para así intentar mantener la hegemonía: “él solo piensa en su base, y eso lo ha reiterado durante lo que va de su gobierno. Se trata de mantener esa retórica y mostrar que está enfrentando lo que sus votantes ven como una injusticia”.

Entretanto, del lado demócrata, Navia vaticinó que “el gran tema será el proceso de nominación del noveno juez de la Corte Suprema –tras el retiro del liberal Anthony Kennedy–, un asunto del que dependerán numerosas cuestiones, entre las que estará sin duda las políticas de inclusión en las universidades. Lo hecho ahora por Trump une sus bases, pero tendrán que estar realmente pendientes de lo que ocurra con la justicia” .

Fuente: http://www.elcolombiano.com/internacional/eeuu/el-freno-educativo-de-trump-que-polariza-aun-mas-a-ee-uu-por-raza-YM8952760

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Paraguay vota por una educación inclusiva

Redacción: Prensa Latina

El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) de Paraguay presentará hoy los lineamientos para un Sistema Educativo Inclusivo, un ambicioso proyecto que pretende darle un vuelco a la enseñanza en el país, argumentaron fuentes de esa cartera.

El plan busca aumentar mediante las prácticas educativas, culturales y políticas, el acceso y el aprendizaje de todas las personas sin discriminación.

Los lineamientos -aseguran las fuentes-, condensan conceptos, normativas, procedimientos y estrategias que facilitan la implementación efectiva de la Ley Nº 5136/13 de Educación Inclusiva.

El documento aborda tres ejes fundamentales: política, cultura y prácticas educativas, bases de la realidad social de toda la comunidad educativa.

Esas tendencias son el resultado de un proceso de creación en el que se acoplaron maestros, directores, alumnos, supervisores y técnicos de diferentes dependencias del MEC; referentes de organizaciones relacionadas a personas con discapacidad, educación y niñez, entre otros.

Con los lineamientos las autoridades de Educación se proponen echar abajo el mito de que la inclusión es solo garantizar la participación y aprendizaje de las personas con discapacidad.

Reafirman además, que la inclusión supone transformar el sistema educativo, eliminando barreras y brindando los apoyos necesarios para facilitar el acceso y el aprendizaje de todas las personas sin discriminación.

Es importante destacar -recalcan desde el MEC-, que el material fue elabortado en el marco de la implementación de experiencias piloto, iniciadas en octubre del 2016 y que finalizan en diciembre del 2018.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=193073&SEO=paraguay-vota-por-una-educacion-inclusiva
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7 duras críticas a EE UU por la pobreza extrema que hay en el país más rico

Autor: BBC Mundo

En un polémico informe presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el relator sobre pobreza extrema de esa organización hace un cuestionamiento descarnado de la sociedad estadounidense

«Su enorme riqueza y conocimiento contrastan de forma chocante con las condiciones en las que viven grandes cantidades de sus ciudadanos. Unos 40 millones viven en pobreza, 18.5 millones en pobreza extrema y 5.3 millones viven en condiciones de pobreza extrema propias del tercer mundo».

Con estas palabras el relator sobre pobreza extrema y derechos humanos de la ONU, Philip G. Alston, se refiere a Estados Unidos en un informe en el que da cuenta de una gira de 15 días de investigación que realizó en ese país a finales de 2017.

El texto es una crítica descarnada a la primera potencia del mundo, en la que se apuntan problemas como la creciente desigualdad, la persistencia del racismo o la existencia de un sesgo entre los sectores en el poder hacia los más pobres y desfavorecidos.

«En un país rico como Estados Unidos, la persistencia de la pobreza extrema es una decisión política adoptada por quienes están en el poder. Con voluntad política podría ser fácilmente eliminada», señala Alston.

Indica que hay una serie de ingredientes indispensables en una política para eliminar la pobreza, entre los que incluye cuestiones como las políticas de pleno empleo, la protección social para los más vulnerables, un sistema de justicia justo y efectivo; o la igualdad racial y de género.

El informe de Alston fue presentado la semana pasada ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y recibió grandes críticas del gobierno de Donald Trump.

El Ejecutivo estadounidense sostiene que el texto contiene cifras «exageradas» pues afirma que el número de personas en pobreza extrema en ese país no es de 18.5 millones sino de unas 250.000.

La embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, dijo que el informe es engañoso y está «motivado por razones políticas» y acusó al relator de «desperdiciar» los recursos de la ONU al investigar la pobreza «en el país más rico y libre del mundo» en lugar de centrarse en países donde los gobiernos causan el sufrimiento de su propia población como Burundi y la República Democrática del Congo.

BBC Mundo te cuenta cuáles son algunos de los cuestionamientos más duros que hace el informe de Alston.

1. El sueño es una ilusión

«Los defensores del status quo señalan a Estados Unidos como una tierra de oportunidades y un lugar donde el sueño americano puede hacerse realidad porque los más pobres pueden aspirar a llegar al grupo de los ricos».

«Pero la realidad actual es muy distinta. Estados Unidos tiene ahora una de las tasas más bajas de movilidad social intergeneracional de los países ricos», señala Alston a propósito de uno de los elementos clave de la sociedad estadounidense.

«Las altas tasas de pobreza infantil y juvenil perpetúan muy efectivamente la transmisión de la pobreza intergeneracional y aseguran que el sueño americano rápidamente se convierta en la ilusión americana. La igualdad de oportunidades, que es tan valorada en teoría, en la práctica es un mito, especialmente para las minorías y las mujeres, pero también para muchas familias de trabajadores blancos de clase media», agrega.

2. Pobres malos, ricos buenos

El informe critica el peso que al hablar sobre la pobreza se le da a la imagen «caricaturizada» sobre las supuestas diferencias entre ricos y pobres que son difundidas «por algunos políticos y medios estadounidenses».

«Los ricos son trabajadores, emprendedores, patriotas e impulsores del éxito económico. Los pobres son vagos, perdedores y tramposos. Como consecuencia de ello, (se considera que) el dinero que se gaste en bienestar social es dinero tirado a las cañerías», critica Alston.

«La realidad, sin embargo, es muy diferente. Muchos de los más ricos no pagan sus impuestos a las mismas tasas que lo hacen otros, acumulan gran parte de sus fortunas en paraísos fiscales y obtienen sus ganancias solamente de la especulación, en lugar de contribuir a la riqueza general de la comunidad estadounidense», apunta.

«En toda sociedad hay quienes abusan del sistema, tanto en los niveles superiores como en los inferiores. Pero, en realidad, los pobres son mayoritariamente aquellos que nacieron en la pobreza, o quienes cayeron allí por circunstancias que en gran medida se hayan fuera de su control, como las enfermedades mentales y físicas».

Estos prejuicios sobre ricos y pobres se reflejan en la formulación de políticas.

El relator especial señala, por ejemplo, que uno de los principales argumentos para impulsar los recortes en los beneficios sociales son las acusaciones sobre la existencia de un fraude generalizado en el uso de los mismos y que muchos de los funcionarios con los que habló le advirtieron que había personas que estaban buscando todo el tiempo formas de sacar provecho del sistema.

«El contraste con la reforma fiscal es ilustrativo. En el contexto de los impuestos, se pone una fe inmensa en la buena voluntad y el altruismo de los beneficiarios corporativos, mientras que en la reforma del estado de bienestar se aplican los supuestos contrarios», asegura.

3. Empleados pobres

Alston destaca que uno de los argumentos utilizados en Estados Unidos por quienes abogan por recortes en los beneficios sociales es que los pobres deben dejar de depender de las ayudas y ponerse a trabajar.

«Se asume, especialmente en una economía que progresa, que hay muchos empleos esperando a ser ocupados por individuos con poca educación, que con frecuencia tienen una discapacidad de un tipo u otro, a veces cargados con un historial criminal (con frecuencia relacionado con la pobreza) sin mucho acceso al sistema de salud y sin entrenamiento ni ayuda efectiva para conseguir un trabajo», señala.

«En realidad, el mercado laboral para estas personas es extraordinariamente limitado y, más aún, para aquellos que carecen de las formas básicas de apoyo y protección social», añade.

Para ilustrar la insuficiencia de la estrategia de combatir la pobreza apostando por el trabajo pero sin el apoyo de las políticas sociales, Alston pone como ejemplo el caso de los trabajadores de Walmart, el mayor empleador de Estados Unidos.

«Muchos de sus trabajadores no pueden sobrevivir, teniendo un trabajo a tiempo completo, si no reciben cupones de alimentación. Esto encaja en una tendencia más amplia: el porcentaje de hogares que, mientras tenían ingresos, también recibían asistencia para alimentación aumentó de 19,6% en 1989 a 31,8% en 2015», asegura.

4. La justicia, una fuente de ingresos

Alston señala que uno de los mecanismos que dificultan el progreso de los más pobres son la gran cantidad de multas y tasas que se aplican a quienes cometen pequeñas infracciones y que se acumulan hasta convertirse en una enorme carga para ellos.

Pone como ejemplo el hecho de que los permisos de conducir son suspendidos por una gran cantidad de faltas no relacionadas con el tráfico, como el no pagar una multa.

«Esa es una forma perfecta para asegurarse de que los pobres, que viven en comunidades que se han negado a invertir seriamente en sistema de transporte público, sean incapaces de ganarse un dinero que les habría ayudado a pagar la deuda pendiente», refiere.

En ese sentido, el relator de la ONU critica como una práctica extendida en todo el país el uso del sistema legal para recaudar ingresos y no para promover la justicia.

Asegura que esto se ha convertido en un mecanismo «para mantener a los pobres en la pobreza mientras generan ingresos para financiar no solo el sistema de justicia sino muchos otros programas».

5. La criminalización de los pobres

Entre las fallas del sistema legal, el informe también cuestiona que en muchas ciudades las personas sin hogar son criminalizadas simplemente por la situación en la que se encuentran.

«Dormir al descampado, sentarse en lugares públicos, mendigar, orinar en público y una infinidad de otras infracciones han sido concebidas para atacar ‘la plaga’ de los sin techo», indica.

Alston señala que, según cifras oficiales, en 2017 había en Estados Unidos unas 553.742 personas sin techo pero asegura que hay muchas evidencias de que la cantidad verdadera es mucho mayor.

Afirma que solo en la zona de Skid Row, en el centro de Los Ángeles, hay unos 1.800 sin techo que disponen de apenas 9 baños públicos, una cifra que ni siquiera cumple con los estándares de la ONU para los campos de refugiados sirios y para situaciones de emergencia.

«Que haya tantas personas sin techo no es algo ni remotamente inevitable y refleja la decisión política de ver la solución en la aplicación de la justicia en lugar de en proveer viviendas adecuadas y accesibles, servicios médicos, asesoría psicológica y formación laboral», apunta.

«Castigar y apresar a los pobres es la respuesta típicamente estadounidense a la pobreza en el siglo XXI», indica Alston en las conclusiones. «El encarcelamiento masivo es usado para hacer invisibles de forma temporal los problemas sociales y crear la ilusión de que se ha hecho algo».

6. Desigualdad extrema

Según el informe de la ONU, Estados Unidos es el país rico con mayores niveles de desigualdad de ingreso y de riqueza.

Señala que 1% más rico pasó de obtener 10% de todos los ingresos nacionales en 1980 a conseguir 20% en 2017. En el caso de Europa, ese indicador pasó de 10% a 12% en el mismo lapso.

Alston hace referencia expresa al hecho de que la fortuna de los miembros iniciales del gabinete de Trump alcanzaba a 4.300 millones de dólares.

«Lo que la desigualdad extrema significa es la transferencia de poder económico y político a un puñado selecto de personas, quienes inevitablemente lo usarán para avanzar sus propios intereses», asegura.

«La alta desigualdad debilita al crecimiento económico sostenido. Se manifiesta en bajo niveles educativos, un sistema de salud inadecuado y la ausencia de protección social para la clase media y los pobres, lo que a su vez limita sus oportunidades económicas e inhibe el crecimiento general», advierte.

7. El legado de la esclavitud

«Al pensar en los pobres, los estereotipos raciales usualmente no están lejos de la superficie. Se asume que los pobres son mayoritariamente personas de color, afroestadounidenses o ‘inmigrantes’ hispanos».

«La realidad es que hay ocho millones más de pobres blancos que de pobres negros. El rostro de la pobreza en Estados Unidos no solamente es negro o hispano, sino también blanco, asiático y de muchos otros orígenes», afirma Alston.

El relator de la ONU considera que la estadounidense sigue siendo una sociedad crónicamente segregada.

Señala que los negros tienen 2,5 más probabilidades que los blancos de vivir en la pobreza, una tasa de mortalidad infantil 2,3 veces superior.

Su nivel de desempleo duplica el de los blancos y usualmente ganan solo 82,5 centavos para cada dólar que obtienen estos. Además su tasa de encarcelamiento es 6,4 veces mayor.

«Estas vergonzosas estadísticas solo pueden ser explicadas por la duradera discriminación estructural basada en la raza, lo que refleja el legado duradero de la esclavitud», concluye Alston.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/duras-criticas-por-pobreza-extrema-que-hay-pais-mas-rico_241838

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Bangladesh: El estigma y la discriminación, el dolor de los niños nacidos de la guerra (Audio)

Bangladesh / 24 de junio de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Radio ONU

 

 

Aunque todas estén unidas por el sufrimiento, el horror de las guerras deja diferentes tipos de víctimas. Los hijos nacidos de la violencia sexual son uno de ellos. A lo largo de su vida, afrontan el estigma y la discriminación. Intentar concienciar y mitigar los daños constituyen los principales objetivos del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos.

Los campos de refugiados en Bangladesh ven nacer 60 rohinyás al día. Muchos nacen de las violacionesque sufrieron sus madres cuando estalló la violencia en el estado birmano de Rakhine. Es uno de los últimos ejemplos de la violencia sexual que se produce durante los conflictos.

Madres e hijos son víctimas de la guerra. Este año, para conmemorar del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos que se celebra cada 17 de junio, el foco de atención se centra en los niños.

“Los niños y niñas concebidos por violación en tiempo de guerra suelen tener problemas de identidad y pertenenciadécadas después de que se han callado las armas”, asegura el Secretario General en un mensaje difundido con motivo de este día.

António Guterres señala que pueden quedar en un limbo jurídico o correr el riesgo de ser apátridas y caer presa del reclutamiento, la trata o la explotación, lo que trae consecuencias funestas para la paz y la seguridad, así como para los derechos humanos.

En una entrevista con Noticias ONU, el embajador de Argentina ante la ONU nos explica que los desafíos a los que se enfrentan estos niños nacidos de la guerra son “desgraciadamente, muchos”.

«Los niños y niñas concebidos por violación en tiempo de guerra suelen tener problemas de identidad y pertenencia décadas después de que se han callado las armas.»

“Los principales retos que afrontan son el estigma y la discriminación, y la falta de reconocimiento ante la ley y en sus comunidades. Los chicos nacidos en circunstancias de violencia sexual en conflictos armados también son víctimas. Usualmente son estigmatizados y marginalizados por sus propias familias y comunidades quienes muchas veces los consideran hijos del enemigo o ´mala sangre´”, explica Martín García Moritán.

El embajador, que preside uno de los actos que este año se celebran en la sede de la ONU como parte de la conmemoración del Día, señala que estos niños son alienados, lo que “se traduce frecuentemente en una falta de reconocimiento de la ley y en la negación de su identidad. Esto a su vez puede tener consecuencias nefastas e incluso letales.”

Mitigar y eliminar el estigma

Los estados pueden implementar varias medidas para eliminar este estigma o al menos reducirlo.

García Moritán reconoce que “no existen fórmulas únicas ni mágicas”. Pero algunas de las políticas deben empezar por reconocer a los niños nacidos de la guerra como víctimas.

“Promover la solidaridad con ellos y permitirles acceder a medidas de reparación y a servicios de apoyo y de reintegración multidisplicinarios y multifacéticos que apunten a reducir el estigma y reparar el tejido social”, son algunas de las medidas que los estados pueden adoptar.

UNICEF/Brian Sokol

 

¿Para qué sirve el Día Internacional?

El objetivo del Día Internacional es crear conciencia y visibilidad de estos temas. Las Naciones Unidas son una plataforma de discusión para abordar estos temas y para escuchar a las víctimas, lo que generar un mayor compromiso de la comunidad internacional para abordar tales desafíos.

También sirve para compartir informaciones e investigaciones recientes y experiencias de primera mano de chicos que han nacido de la guerra y que han tenido que convivir con el aislamiento y el ostracismo en sociedades de postconflicto altamente polarizadas.

“Los testimonios son desgarradores” afirma el diplomático argentino.

«Las violaciones masivas siguen siendo enfrentadas con una masiva impunidad.»

Recientemente, la representante especial del Secretario General sobre violencia sexual en conflicto, Parmila Patten, ha señalado que se han registrado avances en los últimos años, como la adopción de planes de acción conjuntos y esfuerzos para prevenir y castigar la violencia sexual.

Del mismo modo, la justicia de género está siendo progresivamente incorporada en los procesos de paz.

Sin embargo, “las violaciones masivas siguen siendo enfrentadas con una masiva impunidad, y el círculo vicioso de violencia, impunidad y venganza continúa siendo imbatibles en muchos países devastados por la guerra”.

Situación de los rohinyás

La situación en los campamentos de Cox’s Bazar, en Bangladesh, necesita una acción urgente. Patten y la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, Natalia Karem, han pedido a la comunidad internacional que afronten este desafío.

“Estamos profundamente preocupadas por las denuncias de mujeres y niñas, que ya han sido víctimas de penurias, violencia y abusos inimaginables, y que ahora enfrentan crecientes riesgos de matrimonio infantil, trata y violencia de género”, afirman en una declaración conjunta.

Ambas exigen que se ponga fin de inmediato a la violencia sexual durante y después del conflicto e indican que “las supervivientes de la violación y otras formas de violencia sexual continúan sufriendo traumas físicos y psicológicos agudos, lo que a menudo se ve agravado por el estigma social y el embarazo no deseado”.

Fuente de la Noticia:

https://news.un.org/es/story/2018/06/1436202

ove/mahv

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