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Entrevista a Atilio Pizarro, responsable planificación y gestión de UNESCO América Latina: “En educación es difícil avanzar si no se tiene una visión a largo plazo, de país, más allá de los ciclos políticos”

América Latina/22 Febrero 2018/Autor: Meritxell Freixas Martorell/Fuente: El diario la educación

Desigualdad, calidad de la educación, mejores condiciones docentes y mayor inversión pública,son desafíos de América Latina para mejorar su educación.

En septiembre de 2015, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un programa ambicioso para erradicar la pobreza. En educación, el objetivo número 4 pretende “garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”.

Hace poco más de un año los países de América Latina y el Caribe, a través de la Declaración de Buenos Aires, plasmaron varios acuerdos sobre las prioridades educativas para el 2030. Una de las personas que supervisa el cumplimiento de los compromisos de los gobiernos latinoamericanos es Atilio Pizarro, jefe del área de planificación, gestión y evaluación en educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO.

Graduado en Administración Pública por la Universidad de Chile y con una amplia experiencia en el sector educativo, principalmente a través de su trabajo en el Ministerio de Educación chileno, se encarga de analizar datos e indicadores procedentes de todos los países de la región y hacer propuestas para mejorarlos, siempre con la vista puesta a la agenda que desde la ONU se acordó para las próximas décadas.

¿En qué países encontramos mayores dificultades para avanzar en materia educativa a causa de la desigualdad?

América Latina es muy heterogénea y existe una gran desigualdad y diferencia entre los países y también al interior de ellos. Dentro de la región, Colombia, Brasil, Panamá y Chile son los más desiguales, de acuerdo al índice de Gini. Por otra parte, Uruguay y Argentina serían los que tienen más igualdad respecto al ingreso. Por ejemplo, Argentina muestra una situación bastante favorable en las escuelas rurales, que presentan mayor equidad en los resultados de aprendizaje que los estudiantes de escuelas urbanas. Uruguay, por su lado, es de los que presenta histórica y sistemáticamente mejores resultados en las pruebas de la UNESCO.

¿Cuáles son los principales factores que generan desigualdad en el ámbito educativo?

Las desigualdades se expresan en la distribución del ingreso, pero también en el acceso a bienes y servicios, comoa la educación, y en las posibilidades de movilidad social de una generación a la otra. Claramente, se reflejan en el sistema educativo y tienden a reproducirse. Uno de sus reflejos tiene que ver con la alta segregación social de los estudiantes. En nuestros países son escasas las posibilidades de que niños y niñas de distinto nivel socioeconómico sean compañeros en una misma escuela. Eso afecta a la mixtura social y a una distribución más equitativa para los estudiantes, lo que hace que para los sectores más pobres sea más difícil alcanzar mayor nivel educativo.

Otro factor tiene que ver con concluir exitosamente la escolaridad. Las personas con menos recursos suelen cursar 8 o menos años de estudio y, en general, de acuerdo a estudios de la CEPAL y de la propia UNESCO, no superan la condición de obrero u operario. En cambio, aquellos que tienen más recursos suelen cursar 12 o más años  y se desempeñan como profesionales técnicos o directivos.

En 2016, Andreas Schleicher, director de educación de la OCDE, ponía sobre la mesa distintas prácticas para mejorar la desigualdad. ¿Qué medidas podrían implementarse, más allá de lo que pueden hacer los gobiernos estatales?

Existe una fuerte relación entre los resultados de aprendizaje y el nivel socio-económico de las familias. Según los resultados de un estudio de la UNESCO de 2015, aplicado en 3º y 6º grado de primaria, en matemáticas, lenguaje y ciencias, ha habido un aumento de las diferencias de aprendizaje entre los estudiantes de un mismo centro educativo. Eso tiene que ver con la segregación que existe al interior de las escuelas, las prácticas pedagógicas de los docentes y su preparación para atender estudiantes altamente vulnerables, la mayor diversidad en las escuelas, las expectativas de los docentes, los patrones culturales, los materiales, etc. Están más asociadas al tema docente y es ahí donde hay que trabajar. No sólo hay que prepararlos para las áreas que van a enseñar, sino también para atender una mayor diversidad en las escuelas.

¿Cómo ha avanzado la situación de los docentes latinoamericanos (laboral, condiciones para desarrollar su trabajo, preparación y capacitación, etc.)?

El tema docente es una de las variables donde contamos con menos información estadística, pero un indicador muy importante tiene que ver con la certificación para ejercer el grado ya sea en primaria o en secundaria. Cuando hablamos de producir certificados hablamos de pasar por un proceso de formación que permita desarrollar los conocimientos, competencias y valores éticos. En este sentido, Latinoamérica está en deuda. Según nuestra información, de 2011 a 2016, un 83% de los docentes que ejercen en primaria y un 78% de los de la secundaria cuentan con formación docente certificada, es decir, aún hay un alto porcentaje de docentes que están ejerciendo y no cuenta con la certificación. El nivel preescolar es donde los porcentajes de certificación son más bajos, con sólo un 63% de personal formado para atender a los niños más pequeños. En Cuba, por ejemplo, el 100% de docentes están certificados, en todos los niveles.

La educación superior es una de las que ha aumentado más su demanda en la región. Sin embargo, los gobiernos no disponen de recursos suficientes para costearla. ¿Cuáles son los pendientes de los estados latinoamericanos?

América Latina es una de las regiones del mundo que ha avanzado más en el acceso a la educación superior: desde el 2000 a la fecha ha llegado cerca del 50%, mientras que son pocos los países del mundo que alcanzan un umbral de tasa de matrícula que sea superior al 40%. Junto con eso, también ha crecido de forma importante la cantidad de matrículas en instituciones privadas. A excepción de Colombia, donde se ha reducido fuertemente desde el año 2000, El Salvador, Brasil o Chile aparecen entre los países, incluso del mundo, donde más se ha expandido la matrícula privada. Sin embargo, hay que poner atención en que las mujeres siguen siendo una minoría en sectores que tienen que ver con ciencias, matemáticas o tecnología. Ahí hay un desafío importante. El otro desafío de esta expansión tiene que ver con la desigualdad por nivel socio-económico. Esto es un problema en Panamá, Colombia, Costa Rica, Perú, El Salvador, República, Brasil o Honduras, que aparecen con altas tasas de matrícula para la población más rica, entre el 40 y el 75%, y muy bajas para la más pobre, que aparece entre el 1 y el 10%.

¿Cómo avanza la agenda 2030 para América Latina?

Estamos en una situación de avance, sin embargo, estamos lejos de las aspiraciones que tenemos como región hacia el futuro. Aun cuando en Latinoamérica ha habido grandes logros en materia de acceso a la educación, la calidad es un desafío y afecta a los grupos más vulnerables. Hubo avances en materia de aprendizaje, pero todavía es muy alto el porcentaje de estudiantes que se concentran en los niveles más bajos de desempeño. Según el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo, en el que participaron 15 países, cerca de un 71% en tercer grado de primaria y casi un 80% en sexto también de primaria se desempeñan en los niveles más bajos, sobre todo en matemáticas y lectura. Más allá de eso, la agenda 2030 pone especial énfasis en el aprendizaje relevante, que es aquel que habilita a las personas para desarrollarse plenamente y a lo largo de la vida, y eso tiene que ver con aspectos no cognitivos relacionados con la ciudadanía, la aceptación de la diversidad, habilidades para trabajar con otros, etc.

Hemos visto otras iniciativas similares como los Objetivos del Milenio, que tenían que alcanzarse en 2015, los de Dakar (Educación para todos) también para 2015, y ahora La Agenda para el Desarrollo Sostenible para 2030. Todas plantean objetivos muy ambiciosos y no llegan a alcanzarse. ¿Qué nivel de compromiso tienen los gobiernos con este tipo de iniciativas?

La UNESCO está llamada a jugar un rol importante sobre la apropiación de estos compromisos internacionales. Nuestras autoridades, presidentes, ministros, son parte de los foros mundiales en los que se acuerdan los compromisos, pero luego hay una brecha y un desafío en términos de bajar estos acuerdos y que los ministerios de Educación consideren, en sus planes y programas, estrategias que apunten a cumplir con ellos, que se apropien de esta agenda. Ahí nosotros tenemos un papel muy importante en la promoción de la agenda 2030 junto con nuestros socios principales, que son ONU Mujeres, la OIT y Unicef. Es fundamental ir hacia estrategias de largo plazo, más allá de los gobiernos de turno, tener una mirada de país que comprometa recursos, esfuerzo y que pueda tensionar las agendas educativas de la región para avanzar paulatinamente.

¿Cómo afectarán a la educación regional los cambios políticos de los últimos años (Argentina, Brasil, Chile…) y los que pueden llegar este 2018 (México, Colombia, Brasil…) que posiblemente puede dar lugar a cambio de ciclo político en América Latina?

No me corresponde, en mi rol de funcionario de la UNESCO, expresarme sobre los giros políticos, pero sí insistiría en la importancia de que los países puedan tener continuidad en las políticas. En nuestra región hay una alta tasa de rotación de los ministros de educación, entonces es muy difícil avanzar si no se tiene una visión de largo plazo, una visión compartida, de país, más allá de los ciclos políticos. Pensar en estrategias graduales y sistemáticas, con miradas más holísticas, desde la educación preescolar hasta el mundo del trabajo. Nuestro trabajo con los países que actualmente están teniendo cambios de gobierno se enfoca en dar a conocer lo que plantea la agenda de aquí al 2030.

¿Qué país de la región podría ser un referente en materia educativa?

El concepto de calidad es muy amplio y multidimensional. Hay cuestiones que van desde el marco educativo, hasta los recursos o el trabajo con los docentes. Es difícil hablar de un sólo país. Brasil, por ejemplo, ha tenido un trabajo muy importante en materia de alfabetización y formación de adultos. Las políticas de carrera docente que están implementando Chile y México también son fundamentales y se tienen que mirar. En Educación para la Paz, son muy llamativos los avances de Colombia, en las reformas curriculares para trabajar conocimientos sobre ciudadanía, cultura de paz y derechos humanos.

¿Cuál es el mayor logro que la región ha alcanzado en los últimos años? ¿Y el mayor desafío pendiente para el próximo período?

La región ha tenido un aumento muy significativo en cobertura: primaria, secundaria, preescolar e, incluso, la educación superior. La inversión también ha pasado a ser un tema prioritario. Estos son avances muy significativos, sin embargo, persisten los desafíos en calidad y equidad de la educación. Pero para mí, calidad y equidad están muy relacionadas. No basta con que los niños accedan, sino que es importante que tengan una trayectoria adecuada a través de los distintos ciclos educativos y que adquieran los conocimientos adecuados y las habilidades básicas. Tenemos que avanzar en los aprendizajes a favor de la convivencia, el desarrollo de los países y de un mundo cada vez más plural y diverso.

Imagen: https://www.flickr.com/photos/unescosantiago/5039710089

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/02/19/en-educacion-es-dificil-avanzar-si-no-se-tiene-una-vision-a-largo-plazo-de-pais-mas-alla-de-ciclos-politicos/

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Puerto Rico: Detectan lagunas en la reforma educativa

Puerto Rico/17 de Febrero 2018/Maricarmen Rivera Sánchez/El Vovero

La reforma educativa que presentó el gobernador Ricardo Rosselló no especifica cómo se escogerán a los estudiantes que podrán beneficiarse de los vales para ir a escuelas privadas, ni cuántos fondos se destinarán para estos o cómo se garantizará que no se vacíen los planteles públicos.

El inicio de las vistas públicas en la Cámara sobre la reforma educativa sacó a la luz las preocupaciones de los legisladores de mayoría, quienes dieron diez días a la secretaria del Departamento de Educación (DE), Julia Keleher, para contestar estas preguntas y otras sobre las “escuelas alianza” o chárter.

Durante la vista de ayer, la secretaria insistió en que estos asuntos no están especificados en la ley porque estarían en un reglamento lo que, dijo, le daría “flexibilidad” a Educación.

“Me preocupa esa parte de los vales de quiénes van a participar y cómo. Voy a estar buscando las palabras adecuadas para insertarlo en la ley porque entiendo que es necesario que se defina eso”, expresó Miranda.

“Tiene que estar establecido porque estamos hablando de fondos públicos”, sostuvo.

Durante la vista, Keleher manifestó que actualmente la Ley Orgánica de Educación es específica, pero no se cumple con ella. “Estaría por reglamentación. En la Ley 149 se escriben un montón de cosas que se detallan al cansancio y, a mi juicio, está escrito en la ley, pero no se está cumpliendo. Se puede trabajar a través de reglamento. Es un componente para balancear el presupuesto y eso se puede cambiar año tras año”, afirmó.

Rodríguez Aguiló cuestionó otros aspectos de los vales educativos, como los criterios que se usarían para evitar que los padres y madres que ahora pagan escuelas privadas cambien a sus hijos al sistema público para garantizar un vale.

El proyecto de reforma educativa crea el programa de libre selección para que los padres y madres puedan escoger la escuela pública o privada de su preferencia. Para esto, se creará la Oficina del Programa de Libre Selección de Escuelas y el secretario establecerá reglamentación “para establecer un procedimiento objetivo y equitativo para hacer las adjudicaciones correspondientes”. Establece, en varias ocasiones, que los vales estarán sujetos “a la disponibilidad de fondos”.

A la vista compareció también la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, quien dijo que han cambiado las condiciones para que estos vales pasen ahora el crisol constitucional. Esto, porque en 1993 el Tribunal Supremo de Puerto Rico los declaró inconstitucionales.

“Es nuestro criterio que con la decisión de la mayoría del Tribunal Supremo se descartó la oportunidad de adelantar una alternativa educativa viable para los estudiantes de Puerto Rico”, indicó Vázquez. A su entender, el alto foro judicial prohibió que el Estado mantenga a las instituciones privadas (en aquel entonces mediante un sistema de vales), mientras que ahora no sería mantenimiento “el hecho de que el Estado otorgue becas y vales a estudiantes para que tengan la opción de seleccionar escuelas privadas, siempre y cuando esas ayudas no vayan dirigidas a sustituir el sistema público”.

La titular de Justicia mencionó que en 44 estados de Estados Unidos hay un sistema de escuelas chárter, sin que esto implique una quiebra constitucional.

El representante popular Luis Vega Ramos dijo, por su parte, que “lo único que ha cambiado es la composición del Tribunal Supremo”.

Maestros darán la pelea

En tanto, la presidenta de la Asociación de Maestros, Aida Díaz, sostuvo que las constituciones de esos 44 estados son más laxas en el lenguaje de que la educación debe ser pública y no descartó que el tema llegue nuevamente a las puertas del Tribunal Supremo local.

“Lo están sacando de contexto. Están hablando de unos casos que establecieron la separación de Iglesia y Estado y esto se trata de enviar a entidades sin fines de lucro los fondos de Educación”, precisó Díaz.

“Cada estado tiene su Constitución y no son tan estrictas ni tan determinantes como la nuestra en el tema de educación y eso lo vamos a ver en los tribunales”, puntualizó la líder magisterial.

Fuente: http://www.elvocero.com/educacion/detectan-lagunas-en-la-reforma-educativa/article_44651f08-11e8-11e8-8b37-4fe94e06df12.html

 

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Lecciones de la evaluación docente

Por: Juan Carlos Yáñez

Evaluación para el desarrollo docente, formación entre iguales, colaboración y cooperación son parte de los sistemas con mejores resultados.

En Chihuahua (México), en noviembre de 2015, escuché a Juan Carlos Tedesco afirmar que en educación no existen las balas de plata: soluciones mágicas para resolver de inmediato, de una vez y para siempre los problemas. Al mismo artefacto yo le llamaba, tiempo atrás, el bálsamo de Fierabrás en educación, el remedio eficaz para todos nuestros problemas. Advertidos de la imposibilidad del milagro, queda entonces el estudio minucioso, el diagnóstico preciso y comprensivo como base para las alternativas; y en ese ejercicio, revisar casos ilustra siempre.

En el libro La evaluación docente en el mundo (México, 2016), coordinado por Gilberto Guevara Niebla y publicado por el Fondo de Cultura Económica, la Organización de Estados Iberoamericanos y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, encontramos ejemplos para el examen riguroso de experiencias en el tema.

Los casos relatados son útiles para derivar reflexiones y valorar su pertinencia en otros contextos. Algunas muestras: en Shanghái, los profesores tienen la obligación de observar a otros y analizar su desempeño en el aula. El trabajo colegiado en Japón tiene coincidencias: en pequeños grupos planean una lección, se observan al impartirla y luego de analizarla, afinan. En Inglaterra los profesores destacados tienen horario reducido en su centro escolar y el restante lo destinan a ayudar a otras escuelas.

En los ejemplos hay elementos comunes en mayor o menor grado: trabajo colegiado antes de la intervención docente, actuación en el salón de clases (como docente o como observador) y análisis posterior para sugerencias y ajustes.

Hay virtudes o principios encomiables: colegialidad, generosidad, voluntad política, solidaridad pedagógica, tejido institucional. Todos ellos, en las antípodas de las prácticas individualistas o egoístas, a veces hostiles, en que discurre la vida escolar en muchos de nuestros centros, especialmente cuando las prácticas de evaluación docente se ligan a prestaciones salariales u otro tipo de incentivos materiales.

Desarrollar prácticas como las descritas implica esquemas de organización central y políticas para la puesta en marcha, desde el más alto nivel ministerial hasta la organización escolar, pero no es suficiente si tales pretensiones no se instalan en los recintos áulicos; esto es, la disposición y apertura de los maestros para compartir y aprender.

En su capítulo sobre un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en México, Peter Matthews recoge ejemplos de prácticas de colaboración relativamente sencillas de aplicar: escuelas que organizan reuniones de investigación, se observan clases y retroalimentan con videos, se preparan nuevas y se realizan tutorías, en donde reflexión y evaluación son el centro del desarrollo de la escuela e individual; escuelas donde los profesores se reúnen para compartir cada uno un artículo y promover su debate; escuelas grandes donde los profesores más extraordinarios imparten clases magistrales extraescolares acerca de cómo enseñar un contenido, abiertas a otras escuelas; escuelas donde los profesores tienen que visitar otras y trabajar durante un día con algún colega, incluyendo la reflexión (Shanghái e Inglaterra); los tríos de aprendizaje (Inglaterra), que se forman entre profesores o escuelas, en este caso, reuniendo dos escuelas con una de resultados o prácticas excelentes, que acompañarán a las otras; hay variantes, como grupos de 3 a 6 profesores, trabajando juntos en prácticas de colaboración, entre otras.

La práctica de los “tríos de escuelas” resulta atractiva de aplicarse en contextos tan heterogéneos como los de países latinoamericanos, marcados por terribles asimetrías entre las escuelas a las que acceden los hijos de los pobres y de clases altas. Sin descuidar las tareas de supervisión y acompañamiento, se colocaría la atención en aquellas que demandan apoyos para superar las adversidades propias y de sus contextos, así como actuaciones ineficaces en su interior.

En el capítulo de Dylan Wiliam (La evaluación formativa del desempeño de la enseñanza), hay un repaso prolífico de investigaciones sobre la evaluación del desempeño de la enseñanza. Concluye que reclutar a los mejores profesores o despedir a los ineficientes no son garantía de una mejora consistente en la calidad de la enseñanza. La calidad de los maestros no es sinónimo de la calidad de su enseñanza, por las variables en juego, pero sin calidad en los maestros, alcanzar estándares elevados es imposible.

Por otro lado, reemplazar a los profesores de nuestros sistemas educativos es inviable políticamente y demasiado largo en el tiempo. La clave, a juicio de Wiliam, es el desarrollo profesional de los docentes, que se encuentran laborando en las escuelas, lo cual requiere invertir más y de forma distinta, lejos de cursos y cursos, diseminados en línea o en cascada.

Javier Murillo Torrecilla introduce un elemento crítico de los sistemas de evaluación docente en América Latina. A diferencia de Europa central, especialmente de los países nórdicos, en donde la evaluación docente se realizada dentro de la escuela, porque es ella el escenario de la actuación magisterial, los países latinoamericanos que tienen sistemas de evaluación docente lo plantean al revés. Un tema toral para su examen en nuestros contextos.

Son estas algunas lecciones que podrían estudiarse, ensayarse cuidadosamente, con regulaciones mínimas pero claras, con acompañamientos sensibles pero firmes, con la decidida voluntad de avanzar en la más sustancial de las tareas pedagógicas: la que sucede cada mañana y cada tarde en los salones de clase.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/02/09/lecciones-la-evaluacion-docente/

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Puerto Rico: Maestros se manifiestan contra la reforma educativa

Centro América/Puerto Rico/16 Febrero 2018/Fuente: El vocero

La Local Sindical de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR), realizó hoy una manifestación pasiva en los predios del Capitolio, en San Juan, para expresar su oposición al Proyecto del Senado 825, que establecería la “Ley de Reforma Educativa de Puerto Rico”, así como también las escuelas alianzas o chárter.

“El proyecto legislativo pretende privatizar las escuelas públicas del País. Hemos comenzado una campaña de orientación a nuestros maestros, a la comunidad, porque este proyecto afecta a los estudiantes y a la comunidad en general”, dijo la secretaria general de la Local Sindical de la AMPR, Grichelle Toledo, a EL VOCERO.

“Nosotros tenemos hoy aquí una subasta pública porque entendemos que eso es lo que va a suceder con nuestra educación pública. Este proyecto abre las puertas a que no solo empiecen a privatizar unas pocas (escuelas), sino que se siga privatizando el resto del sistema de educación pública. Este proyecto tiene muchas incongruencias”, agregó.

Añadió que el proyecto de ley no tiene nada definido sobre los derechos de los maestros, no tiene parámetros para establecer cómo se va a escoger a los maestros y no tiene definiciones concretas.

“Es un proyecto que es ambiguo que lo deja todo abierto y ayer mismo mientras se realizaba la vista pública se expresó abiertamente que este era el principio para seguir aumentando las escuelas charter en Puerto Rico”, añadió.

Además, anunció que mañana habrá una Asamblea de Delegados y habrá un foro con investigadores de Estados Unidos que han sido partícipes de las escuelas chárter. También habrá una marcha desde el Teatro Tapia en el Viejo San Juan hacia La Fortaleza.

En el foro, que será de 1:00 p.m. a 3:00 p.m., estará participando, Jeremy Mohler de la organización «In the Public Interest”, un grupo de investigación y promoción de política pública sobre el tema de la privatización y contratación, entre otros.

Fuente: http://www.elvocero.com/educacion/maestros-se-manifiestan-contra-la-reforma-educativa/article_8c1c0d04-1259-11e8-b535-df8983211d04.html

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La evaluación de los sistemas educativos ¿un discurso amenazante para el profesorado?

Por: Carmen Rodríguez, José Gimeno y Francisco Imbernón

La reticencia no es oposición, solo hacer evidente que otras prácticas de evaluación son posibles. Sencillamente consideramos que se puede hacer de otra manera.

Quienes nos dedicamos a la educación no estamos en contra de la evaluación, de todo tipo y cualquiera que fuera el aspecto: agentes, centros y sistema educativo. De este último vamos a ocuparnos.

Lo que nos inquieta son las derivaciones, no siempre visibles ni benignas, de algunas prácticas que van instalándose y consolidándose en el sentido sin percatarse de que pueden tener consecuencias graves para el profesorado y también para el alumnado. La reticencia no es oposición, solo hacer evidente que otras prácticas de evaluación son posibles. Sencillamente consideramos que se puede hacer de otra manera.

Evaluar cualquier aspecto, componente o agente del sistema educativo, per se y en principio, no es algo positivo o negativo. Depende de si: a) el objetivo para realizarla es pertinente y relevante, en orden a alcanzar los grandes fines de la educación. Todo lo que podría ser evaluable de alguna manera y en alguna medida, no tiene que ser evaluado necesariamente. Esta es una prevención especialmente significativa por el clima positivista que predomina en la investigación y en el pensamiento sobre la educación. b) Los métodos para la indagación y la crítica elegidos tienen que ser idóneos y capaces para proporcionarnos la información pertinente que se precisa. c) Valorar si esa información nos proporciona el conocimiento que nos permite tomar decisiones acertadas y mejorar nuestras instituciones, la educación y, en general, la sociedad. Estos principios actúan de mecanismos de “vigilancia” que detectan perversiones y desnaturalizaciones de las prácticas evaluativas, de manera fortuita o intencionadamente que pudieran producirse.

Un ejemplo de desnaturalización de la evaluación, en principio voluntaria, se puede apreciar en el caso de las evaluaciones del sistema educativo que se han legitimado (como PISA) haciendo creer que son necesarias para la mejora de la educación, para la democratización de las relaciones sociales y para la petición de la responsabilidad que le quepa a cada uno y, particularmente a los poderes públicos. En verdad, a lo que están sirviendo estas prácticas de evaluación externa es a la imposición de un proyecto bien delimitado de currículum que anula lo que se supone que es el sentido común.

Nadie debería oponerse a que se evaluara el sistema educativo como servicio público al que se demandan ambiciosas metas definidas socialmente y en el que se invierten muchos recursos. Las evaluaciones sirven para conocer su estado en el que se encuentra lo evaluado recogiendo evidencias y para que sus conclusiones informen sobre procedimientos democráticos de decisión y mejora. Su principal objetivo sería vigilar que no se relajen los principios rectores de un sistema educativo democrático: la responsabilidad educativa, el aprendizaje del alumnado, la solidaridad, la igualdad, la libertad de pensamiento, así como la inclusión y el fomento de la convivencia, entre otros valores propios de una sociedad democrática y se mejoren progresivamente.

El interés por la evaluación ha cambiado a lo largo del tiempo, aunque siempre buscando la “mejora” de los sistemas educativos. En los años sesenta se justificaba por la importancia que tenía analizar la igualdad de oportunidades. En los ochenta empieza a aparecer el discurso sobre la calidad de los sistemas educativos y a partir de los noventa se vincula la calidad educativa con la incorporación de la evaluación como un instrumento para la eficiencia de la economía y para la competitividad entre países y regiones.

En esta última etapa, cuando los procesos de evaluación del rendimiento de los estudiantes a gran escala cobran una notable relevancia en el discurso relativo a la educación, se introduce la evaluación como dispositivo de medición, con la novedad de que los malos resultados de ser considerados como una responsabilidad del alumnado o del contexto pasan a ser explicados como una responsabilidad del mal desempeño docente, al que se le acusa de tener una mala preparación. Aparece un discurso amenazante para el profesorado que se pone en el punto de mira de la sociedad. Se vuelve a un enfoque de caja negra, donde desaparece el análisis del proceso educativo fijándose más en los productos, desarrollando una política apoyada en la búsqueda de buenos resultados.

Se está afianzando con fuerza una tendencia de los sistemas de evaluación que interpreta “la calidad educativa” como una mejora de los productos o resultados de aprendizaje del alumnado y de su rentabilidad social; un lenguaje que resulta muy atractivo a los gestores educativos, administradores y políticas neoliberales que siempre han considerado que los malos resultados son responsabilidad del profesorado, aprovechando ese discurso para establecer mecanismos de control y de competitividad. A partir de este momento adquieren una gran centralidad las evaluaciones externas de los logros de los alumnos y alumnas que se identifican con el rendimiento de las instituciones educativas y con el desempeño docente. Se establecen por tanto evaluaciones parciales que no tienen en cuenta la complejidad de factores que influyen en la enseñanza, confundiendo evaluar con aplicar pruebas basadas en competencias que miden el capital cultural del alumnado y no lo que se enseña en las escuelas o reducen el conocimiento a aprendizajes memorísticos y tareas sencillas. Y suelen tener la finalidad de conducir a sistemas de rendición de cuentas (accontability), donde premian, castigan y clasifican a los centros docentes y al profesorado según los resultados obtenidos en esas evaluaciones parciales.

Se introduce en el imaginario educativo y social como algo normal que evaluar sea un instrumento central y útil para organismos gubernamentales, como la OCDE o el Consejo de la Unión Europea, que basan sus prácticas globales en mecanismos de evaluación comparativa e indicadores, y suponen un cambio a un enfoque cuantitativo, dibujando un escenario que podríamos denominar “el gobierno de los datos” que tiene cada vez más incidencia en las nuevas reformas y en las políticas educativas en general.

Siempre la evaluación tiene que servir para apoyar a la mejora de los programas educativos, puesto que han de estar al servicio de las necesidades y derechos de los alumnos y alumnas. Por supuesto, que también tienen que servir para analizar la actuación del profesorado, la idoneidad de las propuestas didácticas y el funcionamiento de las instituciones educativas. Y estamos de acuerdo en que estas evaluaciones tienen que ser contextualizadas y periódicas. El problema no es, pues, la evaluación, sino qué evaluación y con qué fin la realizamos. Los mecanismos de alarma han saltado.

Nos encontramos, por tanto, dentro de un proceso neoliberal que entiende que la mejora educativa se propicia a través de un estado vigilante del principio de competitividad entre alumnos, profesorado e instituciones educativas, que se desarrolla través de evaluaciones, rankings, financiación y elección de centro, porque desconfían de la eficiencia de la enseñanza que realiza el profesorado. Sin embargo, solo consiguen devaluar la enseñanza, causar un mayor estrés en el profesorado y hacer que muchas instituciones educativas queden estigmatizadas, generando desigualdades según el nivel socioeconómico de la población que tengan. Los resultados de esas evaluaciones son, además, utilizadas por los medios de comunicación para crear una sensación de crisis y fracaso de la educación, olvidando la trayectoria e historia de los sistemas educativos.

Somos conscientes que las instituciones educativas tienen que estar abiertas y ser transparentes, ante la sociedad que las sostiene. Todo el mundo tiene derecho a ser informado de cómo es la educación que tenemos. Esta apertura no tendría sentido si no es para mejorar la política educativa, las instituciones escolares y para entender qué aprenden realmente los alumnos. Cómo en cualquier otro fenómeno, situación o acción, la evaluación es consustancial a toda actividad educativa. Pero se ha de utilizar la evaluación como instrumento necesario para mejorar los procesos educativos, proponiendo las medidas necesarias para atender a la singularidad y a las necesidades del alumnado según sea el contexto en el que se desenvuelve y se desarrolla.

Creemos que la evaluación en tanto que la consideremos valiosa para la mejora de los procesos educativos tendría que tener un lugar prioritario en el centro, que es donde se desarrollan las prácticas educativas: el currículo, las tareas académicas, la organización de los centros, las condiciones escolares y del profesorado. Las instituciones educativas tienen que ser la plataforma desde donde arrancar la reflexión y la toma de decisiones de mejora. Necesitamos profesores y profesoras que tengan un proyecto educativo que se justifique en los objetivos generales del sistema educativo y tengan autonomía para adaptar su enseñanza a las necesidades del alumnado y del contexto social, pero no a pruebas estandarizadas. Se debe de confiar en los docentes y ellos, a su vez, en sus estudiantes. Es necesario una cultura de la evaluación, porque en ella se encuentran algunas de las raíces del éxito y del fracaso escolar y la mejora social, pero tenemos que confiar en el profesorado que es el que sabe mejor cómo va el proceso de aprendizaje del alumnado.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/23/la-evaluacion-de-los-sistemas-educativos-un-discurso-amenazante-para-el-profesorado/

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República dominicana: Comienza paro en escuelas de la capital dominicana

Centro América/República Dominicana/16 Febrero 2018/Fuente: Prensa Latina

Un paro convocado por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en rechazo a la elección mediante concurso de los directores de centros de enseñanza del sector público, comienza hoy en la capital dominicana.
La convocatoria efectuada por la ADP es para este jueves y el viernes, lo que ha traído serios cuestionamientos de los padres de los estudiantes por las afectaciones que eso trae aparejado.

Las demandas de la asociación, aunque centradas en la elección de los directores, incluye además otras reivindicaciones, entre las que destacan la legitimidad del proceso de evaluación docente por desempeño efectuado por el Ministerio de Educación en noviembre del año pasado, del que afirman que los resultados no han sido conocidos.

También reclaman que los incentivos por postgrado y especializaciones son ‘pírricos’, ante el costo de una maestría la cual puede llegar a costar entre 300 y 400 mil pesos (seis mil y ocho mil dólares).

Otra queja tiene que ver con los recursos entregados a las escuelas para material gastable y mantenimiento, los cuales consideran llegan tarde y son insuficientes para mantener los planteles.

Los representantes del gremio aseguraron que la huelga es la única opción dejada por las autoridades ante la negativa a dialogar.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=152724&SEO=comienza-paro-en-escuelas-de-la-capital-dominicana
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Profesores en Eslovenia realizan huelga para reclamar mejores sueldos

Europa/Eslovenia/16 Febrero 2018/Fuente: Prensa Latina

La mayor parte de las escuelas eslovenas permanecieron cerradas hoy por una huelga de un día organizada por unos 38 mil profesores para reclamar contra los bajos salario en este sector, indicaron medios locales.
La información divulgada este miércoles indicó que de los profesores, unos 15 mil participarán en otra manifestación en el centro de Liubliana para exigirle al Gobierno una mayor valoración del trabajo de los educadores.

Un portavoz del Sindicato de Educación, Ciencia y Cultura de Eslovenia declaró que se exige un aumento del 10 por ciento en el salario medio de los maestros, cuyo sueldo actual es menor al de otros colectivos de trabajadores con niveles educativos similares.

Recientemente, varios sindicatos del sector público demandaron subidas de los salarios, por ejemplo los agentes de policía, quienes salieron este lunes a las calles, mientras el martes los enfermeros detuvieron su trabajo durante dos horas.

Asimismo, en enero más de 30 mil funcionarios realizaron una huelga de un día con los mismos reclamos.

Medios de prensa citaron diversos análisis, los cuales indicaron que estas exigencias reflejan la esperanza de obtener respuestas por parte del Ejecutivo ante las elecciones generales previstas para junio.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=152556&SEO=profesores-en-eslovenia-realizan-huelga-para-reclamar-mejores-sueldos
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