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Pandemia y oportunidades

Por: Pedro Miguel

El ala más recalcitrante de la oligarquía que perdió el control del poder presidencial y sus voceros oficiosos han pretendido convertir la crisis sanitaria y económica del momento en una oportunidad para descarrilar a la Cuarta Transformación. Pero, como se ha dicho, para que este designio pudiera tener una mínima perspectiva de éxito tendrían que concretarse escenarios de catástrofe epidémica de enormes proporciones y de demolición de la economía. El plan ha sido concebido desde una tremenda incapacidad para entender las lógicas del actual gobierno y las que operan en el grueso de la sociedad mexicana desde hace algunos años y sus probabilidades de triunfo son, por ello, muy escasas. En realidad, la epidemia de Covid-19 –y los quebrantos que conlleva en la producción, el comercio, el empleo y las finanzas– representa para ese sector de la casta desplazada una gran oportunidad para empezar a comprender lo que ocurre en el país desde el derrumbe del programa neoliberal en adelante.

Es claro, por ejemplo, que desde diciembre de 2018 esta vertiente de la reacción oligárquica dio por hecho que, en lo sustancial, y por intolerable que le resulte la toma de Palacio Nacional por los plebeyos, el gobierno de López Obrador era una sucesión presidencial más, que el programa político del tabasqueño era mera demagogia y que en lo sustancial la vida pública del país habría de seguir en el rumbo impuesto en el tramo Salinas-Peña, en el que las instituciones fueron convertidas en instrumentos de enriquecimiento personal y corporativo. En consecuencia, la crisis del coronavirus era para ella una doble bendición: por un lado representaba el ataúd de la Cuarta Transformación y por el otro, la astronómica oportunidad que cualquier crisis ofrecía, en los tiempos previos, para detonar un nuevo ciclo de concentración de riqueza, depauperación de las mayorías y saqueo de las arcas públicas. Y como daba por hecho que la diferencia entre López Obrador y sus antecesores es sólo de modales, discurso y símbolos, esa reacción oligárquica fue corriendo al Palacio a pedir un plan de rescate, es decir, una nueva transferencia multimillonaria de recursos públicos a bolsillos privados.

El error de cálculo se hizo evidente de inmediato: este gobierno no tiene la menor intención de seguir las reglas del régimen oligárquico y entre sus objetivos coyunturales no está el de crear condiciones para que unos cuantos multipliquen su riqueza; sus propósitos son, en cambio, cuidar la salud pública del embate del virus y aliviar hasta donde sea posible la penuria que se cierne sobre las mayorías. Tales son las orientaciones prioritarias del presupuesto en la presente circunstancia y el poder presidencial no va a doblarse ante la presión empresarial. El desconcierto y el berrinche de algunos de los dueños del dinero ante esta respuesta dice mucho de lo equivocados que estaban sobre la naturaleza de este gobierno. Ellos y sus voceros en los medios y las redes sociales –tanto los de carne y hueso como las hordas de cuentas falsas que siembran odio y mentiras en Twitter y Facebook– se debaten entre la rabia y la incredulidad y buscan desesperadamente amplificar su propio descontento y contagiarlo, con cierto éxito, hacia las clases medias.

En el ámbito de la salud pública y en el de la economía, los desplazados del poder y el privilegio llegan a extremos como calificar de ocurrencia o simulación el sistema de vigilancia epidemiológica centinela –adoptado por la Organización Mundial de la Salud y sus países miembros– o de tuitear con afán pontificador de verdades evidentes: El Presidente cree que los empleos los crea el gobierno. Como si el sector público en su conjunto, y el gobierno federal en particular, no hubiese sido, no sea y no habrá de seguir siendo, por mucho, el mayor empleador del país.

Para mayor enojo de este grupo, la Presidencia sigue siendo la Presidencia, es decir, la jefatura del Estado y la institución que establece los lineamientos generales de política pública, y los empresarios más prominentes de México –o para decirlo abiertamente: los más acaudalados– aceptaron los lineamientos del plan lopezobradorista para hacer frente a la emergencia económica: demandar el pago puntual de impuestos y exhortar a que no se despida a nadie y se preserven los salarios; por su parte, el gobierno redujo significativamente los precios de los combustibles, comprometió 25 mil millones de pesos para apoyar a un millón de micro y pequeñas empresas, extendió algunos de los programas sociales para beneficiar a cientos de miles y dio una nueva y severa vuelta de tuerca al gasto de las oficinas públicas.

Ese grupo oligárquico político-empresarial y los comunicadores a su servicio bien podrían aprovechar la reclusión para empezar a entender en qué país viven. Ojalá.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/04/10/opinion/021a2pol

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/covid-19-coronavirus-4964287/

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¿Cómo afecta a Puerto Rico ser una colonia de EE.UU.?

América/Puerto Rico/15/04/2020/Autor y fuente: telesurtv.net

Puerto Rico ha sido catalogado como «la colonia económica de EE.UU.» Porque gran parte de negocios son de ese país.

Puerto Rico es un «Estado Libre Asociado» (ELA) y las decisiones en temas fiscales, financieros, políticos, económicos, defensa y de migración son tomadas por EE.UU.

Tras 121 años de haber pasado de un imperio a otro, en Puerto Rico aún se mantienen voces que reclaman la independencia total de Estados Unidos (EE.UU.), para ejercer el control de sus recursos y decidir lo mejor para su población.

En un día como hoy, pero de 1899, Puerto Rico fue cedido por España a Estados Unidos, y en 1952 fue declarado como un «Estado Libre Asociado» (ELA), lo que significa que las decisiones en temas fiscales, financieros, políticos, económicos, defensa y de migración son tomadas por EE.UU.

Aunque el Gobierno estadounidense no lo considera una colonia, se encuentra bajo su jurisdicción sin realmente formar parte integral de ese país, por lo que los boricuas no cuentan con ciertos derechos que otros estados, que forman parte de su territorio, sí tienen.

Sin derecho a voto

Ser un ELA no se traduce en que Puerto Rico pueda tener sus propios representantes ante el Congreso de EE.UU. Según el profesor puertorriqueño Luis Díaz, solo tienen un «comisionado residente» en Washington.

«Se trata de un representante de Puerto Rico que tiene derecho a hablar en el Congreso pero que no puede votar, ni siquiera por su propias propuestas», aclaró.

Además, refirió que los ciudadanos podían elegir un Gobierno limitado en la isla, pero desde 2016 fue establecida por EE.UU. Una Junta de Control Fiscal que rige por encima de sus autoridades.

En marzo de 2019 fue presentado un proyecto de ley para que Puerto Rico pueda convertirse en el estado 51 de EE.UU., lo que legitimaría el estatus de colonia y adquirir poderes soberanos para la toma de decisiones.

Economía en manos estadounidenses

Puerto Rico ha sido catalogado como «la colonia económica de EE.UU.» Porque gran parte de negocios, por no decir todos, son de ese país, ya que la competencia es muy grande para que los empresarios nacionales los superen.

Para el analista internacional y miembro del Instituto de Relaciones Internacionales de Puerto Rico, Lajos Szaszdi León Borjas, este territorio «está colonizado por productos norteamericanos y esta es una de las razones por las cuales a EE.UU. No le conviene la independencia de la isla, porque reduciría la posición privilegiada de sus compañías”.

Recursos para el pueblo

Luego del huracán María, que dejó más de 3.000 fallecidos en Puerto Rico entre septiembre y octubre de 2017, la población quedó seriamente afectada y sin recursos suficientes para reparar los daños provocados.

Después de 100 días del terrible evento, el servicio eléctrico no llegaba al 70 por ciento, miles de viviendas quedaron destruidas, una crisis económica afectó a la población y los recursos de EE.UU. Para solucionar diversas problemáticas se demoraron en llegar.

Fuente e imagen: https://www.telesurtv.net/news/puerto-rico-colonia-eeuu-consecuencias-20190410-0044.html?utm_campaign=shareaholic&utm_medium=whatsapp&utm_source=im

 

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Coronavirus, llave de la Caja de Pandora

Por: Rodolfo Bueno

Como traídas por el aguaje, llegaron las consecuencias del coronavirus: en todo el mundo hubo cierre de fábricas y empresas; se vio afectado el transporte y el turismo, así como los mercados bursátiles y de materias primas; se cerraron las fronteras, los lugares de esparcimiento y estudio; los hospitales se abarrotaron y es patética la escasez de instrumentos médicos y medicinas. La Organización Mundial de la Salud pronostica que esta epidemia traerá consecuencias desastrosas para la economía mundial, porque perturbará el comercio y el turismo, principales motores económicos del planeta, algo para lo que nadie se ha preparado. Es que este mal golpea no sólo a la salud pública sino también a todo el sector productivo, impidiéndole cualquier crecimiento y elevando las pérdidas globales a muchos billones de dólares.

Moody’s Analytics publicó que la propagación del coronavirus podría convertirse en un ‘cisne negro’, peor que el de la crisis financiera del 2008. Kristalina Georgieva, Directora del FMI, informó que el coronavirus es un grave riesgo para el crecimiento económico mundial. Expertos del Banco Alemán estiman que el PIB de EEUU podría caer un 13% y el banco de inversión Goldman Sachs advierte que la economía estadounidense se podría contraer en un 24% para el segundo trimestre del 2020.

La situación se semeja a una guerra mundial sin visos de un final cercano. Están en juego millones de vidas de seres humanos y para enfrentar el problema se hace evidente la desorganización y la falta de coordinación de algunos estados, que más bien han decretado un zafarrancho de tipo, sálvese como puedan.

Pasa que la globalización funciona de maravillas y es factor de expansión cuando todo es lindo y hay paz, entonces la economía crece y entre las empresas y los países existe una conexión profunda, pero ante la actual situación, cuando el coronavirus golpea la economía mundial, cuando se paraliza la circulación de bienes y personas, cuando se vive bajo un estado de sitio universal, todo falla y se vislumbra un colapso global cargado de problemas irresolubles, lo que es el fin de la globalización, tal como se la conoce.

La pandemia no se hubiera convertido en este duro golpe de no ser por las condiciones sociales reinantes antes de su llegada, cuando en el sistema económico, generado por la globalización, se había acumulado los grandes desbalances que provocaron la actual inestabilidad social y política, pues la fase capitalista neoliberal había tocado fondo; en otras palabras, de no ser el coronavirus, la crisis hubiera estallado por algún otro pretexto. Falta por saber si en este mundo habrá un núcleo humano capaz de imponer una sociedad superior a la actual, que instaure el principio de equidad natural.

Noam Chomsky sostiene que el modelo capitalista neoliberal colapsa necesariamente porque no tiene medios ni valores morales para afrontar los problemas que conlleva la crisis, lo que se comprueba cuando no puede sustentar un sistema de salud endeble. No hay todavía un análisis profundo de las consecuencias de esta crisis, aunque es evidente que por su magnitud supera ya a la crisis financiera del 2008. Tampoco es posible prever los cambios sociales que se den cuando se apacigüen los males actuales, por lo que todo lo que se diga es mera especulación basada más en la intuición y en los buenos deseos que en la ciencia.

Se vaticina que el mundo financiero de la zona euro se verá profundamente afectado en las áreas de importaciones y exportaciones, además, por una fuerte caída del sector industrial. Esta zona, que desde antes crecía débilmente, se encamina ahora hacía una recesión más profunda y se evidencia que la Unión Europea, UE, modelo de una integración ideal, está condenada a desaparecer si no se sustenta en nuevos principios solidarios, que den paso a una colaboración mutua que permita superar problemas, no como ahora, cuando son incapaces de la asistencia común, porque es un bochorno que Italia debiera ser auxiliada por Rusia, China, Cuba y Venezuela -países que ellos, junto con EEUU, sancionaron-, pues la UE no respondió a sus peticiones de ayuda. La UE debe morir, ya sus dirigentes no cogen el toro por los cuernos y su existencia no tiene sentido si no cambia sus oxidadas y arcaicas estructuras. ¿Qué pensar si Alemania prohíbe vender mascarillas a Italia? Que olvidó lo que le pasó hace 75 años, cuando quedó arruinada por la guerra y el mundo la ayudó.

António Costa, Primer Ministro de Portugal, rechaza la postura de Holanda sobre las medidas que se deben tomar para superar la crisis económica y social, creada por el coronavirus, y la califica de repugnante. Para Pedro Sánchez, Presidente de España, la UE no está a la altura de las circunstancias y es inexistente como sujeto, porque le falta el sentimiento de solidaridad y ha tomado medidas muy tibias, lo que genera dudas de su legitimidad y demuestra que esa entidad, como tal, no existe y es sólo un conglomerado de gobiernos que ante una situación tan difícil como la actual no tiene capacidad para dar respuesta y plantea, lo que es muy lamentable, que cada país resuelva sus problemas como pueda.

Dice: “Hay dos bloques dentro de la UE: uno liderado por España, Francia e Italia, que pide medidas contundentes y conjuntas para afrontar la crisis, y otro, en el que están Alemania, Holanda y Austria, que insiste en un sálvese quien pueda. Europa debe ponerse en pie, si me permiten la expresión, una suerte de economía de guerra y promover la resistencia, y luego la reconstrucción y la recuperación europea”.

Esta pandemia plantea a los gobiernos de Occidente un enorme dilema: ¿para resolver este tipo de problemas se debe o no revisar las bases del sistema político por el que se rigen en la actualidad? -pues China, Rusia y Cuba demostraron tener un mecanismo de seguridad social más efectivo sin que necesariamente comulguen con los principios de la pseudo democracia europea-, más que nada porque, tal como van las cosas, los gobiernos de la UE y EEUU se enfrentarán a la disminución del consumo y las exportaciones, a la ruina de los servicios públicos y a un incremento gigantesco del desempleo, prácticamente, a un inevitable colapso económico, por lo que, en el plano social se podría dar un cambio ideológico del paradigma político, pragmático y total.

Soluciones reales hay, podrían la UE y EEUU, por ejemplo, eliminar el rearme de la OTAN, para con esos 400 mil millones de dólares incrementar los sueldos de los profesionales de la salud y de los sectores menos favorecidos de la sociedad, pero ¿quién le pone la cascabel al gato? La actual crisis debería abrir una oportunidad para el cambio, todo depende de cómo se desarrollen los acontecimientos y eso depende de lo bien que se organicen los sectores populares de la sociedad; caso contrario, la respuesta la da Pompeo con su oratoria belicosa de palo y más palo y mayor represión para los pobres y débiles.

Pese a que el Presidente Trump pretende ocultar los conflictos antagónicos que vive la sociedad de Estados Unidos, el coronavirus le obligará bajar del pedestal, enfrentar las graves dificultades de su país y tratar del inmenso desnivel en los ingresos, la inseguridad social, la pobreza, el abandono de la vejez, para que su sociedad no se sumerja en un verdadero caos. Sus habitantes, preocupados por la posible escasez de mercancías, empezaron desordenadamente a adquirir productos no perecederos y de primera necesidad, inclusive oro, armas y municiones, como si se prepararan para el peor escenario posible.

Por ahora, el gobierno de Trump, para paliar los estragos de la pandemia, promulgó la ley CARES, “que aportará un alivio muy necesario a las personas, las familias y las empresas”, y que consiste en la emisión de dos billones de dólares, un poco más del 10% de PIB de EEUU, para ser invertidos en hospitales y servidores de la salud; en la distribución de suministros esenciales; en el desarrollo de vacunas; en asistencia a comunidades estatales, locales y tribales y en ayudas a las empresas afectadas por la pandemia; además, establece la suspensión del pago de impuestos.

Suena bonito y por lo fácil parecería ser la solución ideal para todo el mundo. Sin embargo, surgen preguntas: ¿Por qué los demás países no siguen el buen ejemplo? Así, Colombia, Brasil, Rusia, la UE… con problemas similares, los podrían resolver de un sólo toque, emitiendo dinero por la libre, para luego bailar la sandunga. ¿Quién les impide aplicar un remedio sacado del arte de birlibirloque? ¿Será que tal vez el FMI lo prohíbe con el cuento de que podría desatarse una hiperinflación como la que por llevar a cabo actos semejantes se dio en la República de Weimar? ¿Por qué no se lo impide a EEUU? ¿Es que acaso estos dos billones de dólares, emitidos por EEUU, se disuelven taimadamente dentro de la economía mundial? En este caso, hasta los muertos de hambre de cualquier país miserable estarían subsidiando a la economía más poderosa del planeta, que, con razón, llama parasitaria el Presidente Putin.

¡Cuídanos Dios de EEUU!, que del coronavirus me cuido yo.

Fuente: https://rebelion.org/coronavirus-llave-de-la-caja-de-pandora-2/

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Libro (PDF) Deslegitimar el capitalismo. Reconstruir la esperanza

Reseña: CLACSO

Los actuales responsables de la economía mundial legitiman al capitalismo como sistema económico, como fundamento de la organización política y como cultural del progreso. Sostienen que globalizar los intercambios en el marco del libre mercado permitirá trascender la pobreza y entrar en un equilibrio y emancipación humana. Sin embargo, luego de tres siglos, amén de una enorme producción de riqueza, y de espectaculares progresos científicos y técnicos, la cantidad de pobres y las distancias sociales alcanzan su cumbre. Puede hablarse de una progresiva destrucción de la naturaleza, de los pueblos y naciones, y del individuo.

El presente libro ilustra estos fenómenos y la riqueza de la convergencia de los movimientos alternativos contemporáneos, quienes movilizan fuerzas sociales ante la necesidad de una visión estratégica a largo plazo, deslegitiman el capitalismo y abren la perspectiva poscapitalista.

 

Autor/a:          Houtart, François

Editorial/Editor:  CLACSO

Año de publicación: 2009

País (es): Argentina

Idioma: Español.

ISBN :    978-9962-645-23-8

 

Descarga:   Deslegitimar el capitalismo. Reconstruir la esperanza

 

Fuente  e Imagen:   http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?a=q&r=1&hs=1&t=1&q=Sistema+educativo&j=dl&c=general&fqf=TX&Submit=buscar+en+CLACSO

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Libro(PDF): «El Estado está de vuelta: desigualdad, diversidad y democracia»

Reseña: 

Desigualdad, diversidad cultural y democracia son los temas con los que el IEP se ha sentido comprometido en sus cuarenta años de trabajo. De una u otra manera, quienes aquí trabajamos intentamos integrarlos para construir una visión del país que sume perspectivas y que sea consciente de los diferentes lugares desde donde se puede analizar la realidad social. Los ensayos que presentamos en este libro proponen nuevos debates, abren ángulos de investigación y regresan a viejos temas con el objetivo de colocarlos en la agenda contemporánea.

La serie Perú Problema que el Instituto iniciara casi desde su fundación fue una manera de intervenir políticamente desde la producción de conocimiento. A lo largo de estos años, el Instituto ha intentado contribuir a los debates nacionales teniendo como respaldo su compromiso con el trabajo académico y con una voluntad de diálogo que se ha venido manifestando de muchas maneras. Interpretar la realidad peruana, desafiarla desde el descontento que ella misma suscita y abrir algunas posibilidades de cambio social han marcado la identidad de nuestras investigaciones y de una labor editorial que insiste en llegar a lectores diversos: estudiantes, profesores, periodistas, políticos, público en general.

Autores (as): Vich, Víctor – Autor/aGrompone, Romeo – Autor/aAmes, Patricia – Autor/aMeléndez, Carlos – Autor/aHernández Asensio, Raúl – Autor/aRemy, María Isabel – Autor/aTanaka, Martín – Autor/aBarrantes, Roxana – Autor/aGonzáles de Olarte, Efraín – Autor/aVich, Víctor – Compilador/a o Editor/aRostworowski de Diez Canseco, María – Autor/a

Editorial/Editor: IEP

Año de publicación: 2005

País (es): Perú

Idioma: Español.

ISBN: 9972-51-129-4

Descarga: El Estado está de vuelta: desigualdad, diversidad y democracia 

Fuente e Imagen: http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?a=q&r=1&hs=1&t=1&q=La+formacion+de+docentes&j=dl&c=general&fqf=TX&Submit=buscar+en+CLACSO

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Covid-19: Brasil a contramano de la ciencia

Redacción: RCINET

Critica el cierre de las escuelas y comercios. Se opone a la prohibición del transporte y al aislamiento de las personas. Enfrenta a los gobernadores que adoptan medidas de cuarentena para la población. Dijo una frase que todavía resuena: “No hay por qué cerrar escuelas, cuando en el mundo los más afectados por la pandemia son las personas mayores de 60 años”.

Se trata del presidente Jair Bolsonaro quien se toma muy a la ligera el avance de la pandemia del coronavirus en su país.

En las últimas 24 horas hubo 23 muertes por la COVID-19 llevando su total a 159 personas según informes del Ministerio de salud de Brasil, con 4.579 casos positivos.

Su posición preocupa tanto que hasta sus propios seguidores empiezan a darle la espalda, destaca Jean-Michel Leprince, corresponsal de Radio Canadá en América Latina.

El presidente de Brasil enfrentado a sus propios ministros por coronavirus

A los ministros y otras autoridades les preocupa que su presidente califique al coronavirus de gripecita. Porque eso tiene repercusión en la manera de abordar el problema.

“El ministerio de Salud tiene una posición ante el coronavirus. El presidente otra. Uno defiende el aislamiento social como forma principal de intentar contener la expansión del coronavirus en el país. El otro está a favor de un aislamiento vertical, o sea, restringido a los mayores de sesenta años”.

-Jean-Michel Leprince

Bolsonaro se posiciona contra los postulados y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuando pide a los brasileños que regresen a trabajar.

Según informan diversos medios en América latina Bolsonaro había dijo que el director de la Organización Mundial de Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus, coincidía con él en estar en contra del aislamiento social horizontal. Lo que fue desmentido inmediatamente por el propio Gebreyesus según información de OGlobo.

El Dr. Luiz Henrique Mandetta Ministro de Salud, el Ministro de Justicia Sergio Moro y el Ministro de Economía Paulo Guedes, considerados como cargos clave del gobierno de Bolsonaro ya manifestaron su desacuerdo públicamente con el jefe de Estado concerniente a la falta de medidas para luchar contra la pandemia.

26 de los 27 gobernadores advirtieron ya que seguirán fieles a las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS).

Brasil va por mal camino dicen expertos

La mayoría de expertos en temas de pandemia lo repiten: hay que aislar y aislar. Poco importa las edades.

El Imperial College de Londres estima que si hoy Brasil toma medidas más restrictivas para combatir el coronavirus el número de muertes no pasaría de los 50 000.

Si solo se aplica el postulado de Bolsonaro de aislar a los mayores solamente, esta cifra podría superar los 500.000.

Las autoridades canadienses en todos los niveles gubernamentales siguen los preceptos de los expertos en salud. Salud Canadá  afirma que las medidas de distanciamiento social tienen por objetivo reducir al mínimo el contacto estrecho con otros miembros de la comunidad.

Por eso son importantes respetar las consignas de cuarentena y aislamiento a nivel individual, así como social. Para el organismo de salud pública, es crucial respetar esas medidas.

El primer ministro de Canadá Justin Trudeau lo dice y lo repite en cada una de sus conferencias de prensa cotidianas.

Váyanse a sus casas y quédense en sus casas”.

Además, los estudios de referencia muestran que el distanciamiento social no sólo ayuda a evitar la sobrecarga del sistema de salud, sino que también facilita la recuperación económica después de la pandemia.

La última decisión del presidente Bolsonaro fue eximir de la cuarentena a los cultos religiosos y casas de venta de lotería.

Este lunes, los líderes de la izquierda en Brasil pidieron la renuncia del presidente, considerando su manejo de la crisis sanitaria como algo irresponsable y criminal.

Fuente: https://www.rcinet.ca/es/2020/04/01/covid-19-brasil-a-contramano-de-la-ciencia/

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