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Chile: Educación ambiental, inclusión de las comunidades y bosque nativo: las claves para disminuir los riesgos de incendio

Por:  Emilia Aparicio/elmostrador

En Chile existen más de tres millones de hectáreas de plantaciones forestales, principalmente de pino y eucalipto. Estas especies exóticas son altamente inflamables y constituyen uno de los factores de riesgo de los megaincendios que están afectando a la zona centro-sur del país. En 2020, el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 publicó el informe «Incendios en Chile: causas, impactos y resiliencia», donde afirma que «se hace necesario establecer políticas y acciones de manejo destinadas al control de las especies exóticas y la restauración de ecosistemas nativos para disminuir la probabilidad de eventos catastróficos». La recuperación de bosques nativos surge como un factor esencial en la prevención de incendios de gran magnitud y, en tal sentido, por ejemplo, la Fundación Núcleo Nativo trabaja desde 2014 en educación ambiental, así como en el fortalecimiento y conservación de la biodiversidad, a través de la promoción tanto de viveros locales como reforestación al sur del país.

Los incendios que afectan a la zona centro-sur del país ya han dejado 26 fallecidos, según el balance del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred). También, el organismo informó de 1.559 viviendas destruidas, 3.276 personas damnificadas y 1.383 albergadas.

Ante esta dramática situación, la alcaldesa de Santa Juana –una de las zonas más afectadas por las llamas–, Ana Albornoz,  manifestó en el matinal de Chilevisión la urgencia que han vivido los habitantes de la comuna. “No hay un plan para el monocultivo, necesitamos que se regule y eso no lo hizo el Estado. La legislación que tenemos es horrible, no nos protege”, acusó.

“La Región del Biobío está entera plantada de monocultivos. A veces parece que solo importara Providencia, Las Condes y grandes ciudades, pero no las comunas que alimentan a nuestro país”, agregó.

Según datos de la Conaf, las plantaciones forestales cubren una superficie aproximada de 3,11 millones de hectáreas, equivalentes al 17,27% del total de bosques de Chile.

Según la actualización del Catastro de los Recursos Vegetacionales Nativos de Chile, aproximadamente el 60% de la superficie de plantaciones forestales corresponde a pino radiata, el 33% a especies del género Eucalyptus y el resto a otras especies, tales como Atriplex, tamarugo y pino oregón.

Los debates sobre las plantaciones de especies exóticas han estado al centro de la discusión en estos últimos días y es que especies como el pino y el eucalipto tienen características que las hacen potencialmente inflamables, sobre todo cuando existen otros factores determinantes, como los monocultivos, las sequías, las olas de calor y otras consecuencias de la crisis climática.

Plantaciones forestales, sequía y densidad poblacional

En 2020, el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 publicó el informe «Incendios en Chile: causas, impactos y resiliencia», donde explica que la presencia de plantaciones forestales, la megasequía que afecta a Chile hace más de una década y los territorios donde conviven comunidades humanas con ecosistemas vegetales sin planificación territorial son algunos de los factores que incrementan el riesgo de incendios.

«En Chile, en un escenario de cambio climático donde las condiciones de temperatura y humedad aumentarán la frecuencia, extensión e intensidad de los incendios forestales, la expansión de la vegetación exótica puede exacerbar los impactos de estos sobre los ecosistemas naturales y en el bienestar humano, aumentando el riesgo de incendios en áreas pobladas o zonas de cultivos», explica el documento.

Relacionado con estos factores que menciona el informe, es que en 2014 surge la Fundación Núcleo Nativo.

«La fundación surge como una necesidad de aportar al ecosistema desde un trabajo comunitario con árboles nativos. La idea nació hace más de 10 años, de la sequía de las norias (POZOS) en el sector norte de Chiloé a causa de la sustitución de bosque nativo por eucaliptus. Esta observación nos llevó a ejecutar acciones en conjunto con la comunidad para compartir experiencias sobre cómo funcionan los ecosistemas locales y cómo podemos cuidarlos», sostuvo el director de la fundación, Humberto Ulloa.

Justamente el documento del (CR)2 sostiene que «se hace necesario establecer políticas y acciones de manejo destinadas al control de las especies exóticas y la restauración de ecosistemas nativos para disminuir la probabilidad de eventos catastróficos».

«Las especies nativas se han ido adaptando a la par de los cambios de las condiciones climáticas, por esto poseen una mejor respuesta ante eventos extremos. Además, son las responsables de proteger las quebradas, lugares donde es posible encontrar pequeños afloramientos de agua, vitales para la supervivencia de fauna silvestre y comunidades. Además, disminuyen la radiación directa a los suelos y son un aporte nutricional permanente. En relación con los incendios forestales, los bosques nativos poseen una gran riqueza de biodiversidad, esto se traduce en distintos hábitos de crecimiento y propagación. Gracias a esto muchas especies tienen la capacidad de rebrotar rápidamente después de un incendio, facilitando el crecimiento de otras especies que requieren de sombra o protección para su desarrollo», explicó Humberto Ulloa.

Bosques nativos e inclusión de las comunidades

Uno de los ejes de Núcleo Nativo es la educación ambiental y el desarrollo de una transformación cultural, es por eso que los proyectos que realizan los hacen directamente junto a las comunidades.

«En el tiempo, el desafío ha sido propagar árboles nativos en viveros familiares a cargo de mujeres de zonas rurales, por lo que lo más relevante se ha centrado en el ámbito social, no solo entregando un aporte económico a familias vulnerables, sino también dando un nuevo y relevante propósito a esas mujeres adultas mayores. Además actualmente se han sumado a esta iniciativa viveros de árboles nativos que son cuidados por personas privadas de libertad, las que han propagado y donado miles de árboles para proyectos de restauración, arborización o educación ambiental del centro y sur del país», manifestó Ulloa.

Créditos Imagen: Fundación Núcleo Nativo

En ese sentido, el director de la fundación afirmó que, para generar procesos de restauración exitosos, es fundamental incluir a los territorios involucrados en los procesos de conservación, restauración y fortalecimiento de biodiversidad.

«Parte de los objetivos es restaurar el tejido social, recomponiendo las confianzas, visibilizando la importancia del ecosistema para esa comunidad. No vemos un cambio posible sin el relevante aporte de los ciudadanos, las comunidades, organizaciones, empresas, escuelas y Estado», señaló.

Créditos Imagen: Fundación Núcleo Nativo

Si bien espacios como Núcleo Nativo tienen un impacto a escala local, el modelo de trabajo promueve la restauración de la biodiversidad nativa junto al trabajo de las comunidades involucradas. Sin duda, es un ejemplo donde la educación ambiental se hace cargo de la gigantesca tarea de restaurar los ecosistemas del futuro.

Humberto Ulloa sostuvo que para eso es fundamental la «educación desde la escuela y una legislación comprometida no solo con el medio ambiente, como simplemente se habla, sino que con la ciudadanía y su entorno, en donde las empresas también deben contribuir para producir con sostenibilidad. No hay restauración posible si seguimos sobreexplotando recursos y destruyendo el entorno de quienes habitamos y DEPENDEMOS de él».

Educación ambiental, inclusión de las comunidades y bosque nativo: las claves para disminuir los riesgos de incendio

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Natalia Rebolledo: la mujer que promueve la educación ambiental y combate la crisis hídrica en el norte de Chile

Según el Informe Anual de Medio Ambiente del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), se proyecta que durante los próximos años la crisis hídrica irá en aumento a lo largo del territorio. De hecho, en las zonas centro y norte del país ya se produjo una caída de entre 13% y 37% de disponibilidad de agua en las últimas tres décadas y se estima podría llegar hasta un 50%.

Esta preocupante situación fue la que motivó hace diez años a Natalia Rebolledo a impulsar causas de acción para combatir y mitigar la crisis hídrica en el norte del país. La activista, que es administradora pública de profesión, actualmente es directora ejecutiva de la Fundación Un alto en el desierto.

Desde la organización, Rebolledo se dedica a crear y difundir entre las personas herramientas concretas y efectivas para el reciclaje del agua. Esto, a la vez que se encarga de acercar la educación ambiental a todos y todas.

Por esto, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, visibilizamos el impacto de la activista por el agua, Natalia Rebolledo, por su aporte a la concientización sobre la crisis hídrica y la creación de herramientas para enfrentar tal problemática.

Natalia durante al menos diez años se desarrolló en el sector público, allí trabajó en el Ministerio de Vivienda y el Fondo Nacional de Salud. Durante ese tiempo también desarrolló experiencia sobre la gestión y uso de agua.

Sin embargo, el año 2013 se acercó a la realidad del norte de Chile, conociendo así la crisis hídrica que afecta a la comunidad. En ese viaje, se dio cuenta de la ausencia de soluciones y herramientas concretas para mitigar esta problemática.

De esa forma, junto a un proyecto de recicladores de agua de la ciudad de Ovalle, formó la fundación Un alto en el desierto, organización sin fines de lucro que tiene como fin apoyar a personas, organizaciones y comunidades para desarrollar estrategias y adaptarse a la escasez hídrica.

Los principales ejes de la fundación son la educación ambiental, la innovación y el desarrollo de soluciones hídricas de bajo presupuesto adaptadas a los territorios.

“Nuestro mayor desafío es impactar en los hábitos de las personas. Cambiarlos en torno a la eficiencia hídrica, que sean duraderos y se vaya innovando de forma práctica y sencilla. Es increíble, pero en comunas donde existen decretos de escasez, se sigue regando a las tres de la tarde con agua potable e invirtiendo mucho dinero en camiones aljibe. Queremos incidir en soluciones de más largo plazo”, señaló Rebolledo a Mujer Impacta.

Entre las principales acciones de la fundación que preside Natalia, se encuentra el Programa de Educación Hídrico Ambiental, destinado a desarrollar aprendizajes sobre la escasez de agua y preparar a comunidades escolares de la Región de Coquimbo para que las y los estudiantes conozcan sobre esta temática.

A finales de 2019, el programa logró instalar sistemas de cosecha de aguas lluvias y reciclaje de aguas grises en más de 25 escuelas de la cuarta región. Además, realizaron más de 300 talleres hídricos ambientales donde los y las alumnas pudieron desarrollar investigaciones científicas.

Estos avances en relación con la preservación y reciclaje del agua, llevó a Natalia a ser reconocida por la Fundación Mujer Impacta el año 2020, debido a su iniciativa que se calcula ha ayudado a más de 20.000 personas.

La fundación también fue parte de la discusión de la Ley 21.075, de reutilización de aguas grises, que se promulgó el año 2018. Aunque Rebolledo valoró la legislación, la activista recalcó la urgencia de que se agilice el reglamento, la norma para que se incentive a la población a reciclar el agua. “Estamos en momentos claves, si no tomamos las riendas ahora, las consecuencias pueden ser fatales”, dijo a Mujer Impacta.

Natalia Rebolledo: la mujer que promueve la educación ambiental y combate la crisis hídrica en el norte de Chile

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15 puntos clave a considerar en 2023 para la conservación de la Tierra

Por Daia Florios

Desde 2009, científicos y conservacionistas de todo el mundo se han unido bajo la dirección de investigadores de la Universidad de Cambridge, para plantear los principales temas relacionados con el medio ambiente , la ecología, la biodiversidad, la conservación, la crisis climática y similares, con el fin de ayudar a la sociedad ya los políticos a tomar acciones y decisiones que contribuyan a la sostenibilidad ambiental mitigando las amenazas climáticas.

Bueno, este año el grupo presentó 15 preguntas que se dividen en cuatro categorías principales :

  • el uso de recursos
  • Perturbación de organismos y hábitats.
  • innovaciones tecnológicas
  • políticas y leyes.

Estos son los 15 puntos principales a considerar en 2023 para la conservación de la Tierra. Este es un resumen de los puntos tomados de The Guardian.

Quitina extraída de conchas

Para reemplazar el plástico y otros artículos problemáticos para el medio ambiente, se ha incrementado la búsqueda de quitina, una molécula que se encuentra en moluscos, insectos y hongos, y que amenaza la biodiversidad al aumentar la cosecha de organismos marinos. Las estrategias proactivas, como la recolección de quitina de insectos alimentados con basura orgánica, podrían ayudar a maximizar los beneficios y minimizar los daños.

El lado oscuro del litio

La demanda de litio, un metal utilizado en la fabricación de baterías de automóviles eléctricos y dispositivos electrónicos, puede aumentar la minería o incluso formas más peligrosas de extracción, como hemos visto, la minería de aguas profundas .

Pero hay soluciones sostenibles, las revolucionarias baterías súper económicas hechas de sal marina.

Producción y eliminación de pilas y baterías.

La producción y disposición de baterías genera impactos ambientales porque involucran metales tóxicos y es un problema por resolver. Existen alternativas, por ejemplo, es posible crear baterías de base biológica que produzcan electricidad mediante el uso de moléculas biológicas para romper otras moléculas biológicas, liberando electrones en el proceso.

Reciclaje de orina

La orina puede reducir la necesidad de producir y transportar fertilizantes artificiales, que requieren energía durante todo el proceso de producción y dejan residuos en el medio ambiente.

Fertilizante natural

Los fertilizantes artificiales son fundamentales en la agricultura a gran escala pero tienen sus costos ambientales: requieren de combustibles fósiles para su fabricación, producen gases de efecto invernadero que calientan el planeta y contaminan el agua y el aire, causando daños a plantas y animales salvajes.

La solución de bricolaje es plantar cultivos que obtengan nitrógeno de las bacterias que viven en sus raíces o cerca de ellas, lo que literalmente puede extraer la sustancia del aire, un proceso conocido como ” fijación de nitrógeno “. Con una mayor inversión, esta tecnología se puede escalar para ser aplicada a mayor escala.

Calentamiento de agua de mar

El agua de los mares y océanos ayuda a equilibrar el clima de la Tierra además de distribuir nutrientes al propio ecosistema. Pero a medida que la atmósfera y la superficie del océano se calientan, el ciclo natural del agua salada que a través de su capa superior logra este equilibrio se ve comprometido.

Iluminación profunda

El uso de luz artificial para pescar en aguas profundas se ha incrementado, y puede poner en peligro una delicada biodiversidad, que se ha adaptado en la oscuridad de las profundidades.

Preservar los humedales

Los humedales que se encuentran a lo largo de las costas oceánicas, como manglares, lagunas, etc., además de albergar una gran variedad de plantas y animales, también benefician a los humanos al proteger la tierra de las tormentas y evitar el aumento del nivel del mar. Como los humedales están bajo constante amenaza, puede que sea demasiado tarde para contar con esta ayuda natural . La conservación es para ayer.

Conservando microcomunidades

La biodiversidad no es solo plantas y animales. Los microorganismos invisibles también forman parte de ella y también están siendo modificados por el hombre, con todas las implicaciones científicas y políticas que esto pueda tener.

Anfibios enfermos

Perkinsea, un protista que mata a los renacuajos, parece estar extendiéndose desde América del Norte a otras partes del mundo. El comercio de anfibios y el cambio climático están fomentando la aparición de enfermedades que pueden propagarse rápidamente y poner en riesgo la biodiversidad, con grandes problemas para todos. Recordando que los anfibios son comedores de insectos… ¿has pensado?

Soluciones personalizadas

Así como los medicamentos se pueden personalizar, ya sea en términos de curación o reacciones adversas, para los conservacionistas se podría estudiar un enfoque similar, con el fin de reducir los daños y las amenazas a las especies y los ecosistemas, causados ​​por productos químicos como los pesticidas, antes de que se aprueben para usar.

Almacenar energía en forma de calor.

Los científicos están trabajando para crear un nuevo tipo de batería que utilice calor para generar electricidad. Estos son los llamados sistemas termofotovoltaicos , y pueden ayudar a reducir la necesidad de combustibles fósiles, baterías convencionales y otros sistemas de generación de electricidad actuales, que causan daños ambientales. ¿Es posible una energía 100% limpia ?

Plástico rico en microorganismos

El plástico que se acumula en grandes cúmulos en los mares y océanos se denominan “parches de basura”. A pesar de ser dañinos para la vida marina, son ricos en organismos que viven en la interfaz del aire y el agua. Aunque no son naturales, estos organismos pueden servir como alimento para peces, tortugas y otros animales. Según los conservacionistas, los esfuerzos para eliminar los desechos del océano deben considerar cómo proteger a estos organismos del proceso.

Plantar árboles sí, pero…

Para secuestrar carbono y cultivar biomasa para combustible, los gobiernos están plantando grandes extensiones de árboles de una sola especie en tierras no boscosas . Obviamente, esto es peligroso ya que existe el riesgo de que se propaguen especies invasoras y no nativas a los bosques nativos, destruyendo los ecosistemas locales. Editar el genoma de estos árboles para esterilizarlos y evitar invasiones tampoco es una acción inocua. Plantar árboles es bueno, pero no siempre es genial o la mejor solución.

Conservación en aumento

Cada vez más personas y gobiernos están interesados ​​en invertir en la conservación del medio ambiente. Esta es una tendencia de 2023 que tiende a aumentar, por el bien de todos. ¡Esperanza y feliz año nuevo!

 Artículo en portugués

https://www.ecoportal.net/paises/conservacion-de-la-tierra/

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El cambio climático es una amenaza para la educación

Por: Paulette Delgado

Los efectos del cambio climático se sienten alrededor del mundo, sin embargo, en la mayoría de las discusiones se ignora el impacto que tiene en la educación.

Los estragos del cambio climático se están sintiendo en todo el mundo. Desde olas de calor y sequías hasta grandes incendios, ciclones y aumento del nivel del mar, es imposible negar que el futuro ya está aquí. Según un nuevo Reporte del Estado del Clima en América Latina y El Caribe 2020 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), tan sólo en América Latina y el Caribe, se perdieron más de 312,000 vidas y más de 277 millones de personas se vieron afectadas entre 1998 y el 2020.

Muchos de los impactos del calentamiento global ya son irreversibles, y aunque se habla mucho de cómo el cambio climático ha afectado sectores como la agricultura, un tema igual de importante es el de la educación. No sólo porque es importante enseñar cómo atenuar y remediar sus efectos, y sensibilizar a las personas sobre las cuestiones relativas al desarrollo sostenible, sino también porque es una área que se ha visto gravemente afectada por estos cambios.

Los impactos del cambio climático en la educación

Cuando se trata de cambio climático, las necesidades educativas son invisibles en la mayoría de las discusiones. Los países normalmente no incluyen temas educativos al hablar de las acciones a tomar, no consideran cómo éste puede interrumpir el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Muchas escuelas han sido destruidas o han tenido que cerrar en respuesta a incendios, calor extremo, inundaciones y otros desastres naturales que son cada vez más frecuentes. Además de destruir los caminos hacia las escuelas al tumbar puentes o carreteras y materiales de aprendizaje. Estas pausas han afectado el aprendizaje y la salud física y mental de los estudiantes. En otros casos, personal académico, estudiantes y familias se han lesionado o incluso fallecido como consecuencia de estos fenómenos naturales, lo que podría tener consecuencias devastadoras para la educación a largo plazo.

La crisis climática afecta la calidad del aire, el acceso a agua potable, la producción de alimentos y una vivienda segura, lo que sólo aumenta el ausentismo, la deserción y amenazan el aprendizaje, además que impactan negativamente en el bienestar y la seguridad de los estudiantes. Con este contexto, los sistemas educativos deben adaptarse para proteger a los estudiantes de tales casos, especialmente a los más vulnerables. Todos estos impactos, directos o indirectos, deben ser considerados en las discusiones del cambio climático y buscar cómo brindar acciones efectivas y preventivas.

Los efectos ya se están sintiendo. Según una encuesta representativa a nivel nacional de educadores estadounidenses realizada por el EdWeek Research Center, uno de cada cuatro maestros, directores y líderes distritales de Estados Unidos confirman que el cambio climático ha afectado su escuela o distrito hasta cierto punto. Un 18 % respondió que, si bien, aún no han sido afectados, ven los impactos como una amenaza inminente. Aún así, la mayoría de los distritos escolares de Estados Unidos no han tomado ninguna medida para prepararse ante cualquier desastre natural o golpes de calor. La respuesta más popular sobre el motivo de esta inacción es que el 36 % de los líderes escolares y distritales consideran que sus instalaciones están ubicadas en áreas que no esperan que sean afectadas por el cambio climático en el futuro cercano.

Creer que el cambio climático sólo afecta ciertas áreas geográficas sólo demuestra el malentendido sobre cómo los cambios en los patrones climáticos afectan y afectarán a todos. Panmao Zhai, copresidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) dijo a la ONU que “el cambio climático está afectando cada rincón del planeta de múltiples formas. Los cambios que experimentamos aumentarán con el incremento del calentamiento”.

Uno de los primeros ejemplos de cómo ningún lugar está exento fue el famoso “día cero” en la Ciudad del Cabo, Sudáfrica. A finales del 2017, la capital de Sudáfrica enfrentó una escasez de agua a tal punto que se amenazaba que llegarían al “día cero” donde su población de cuatro millones de personas se quedarían sin agua. Más allá de ser un inconveniente, esta situación se volvió una amenaza para la salud, higiene y el funcionamiento de la ciudad.

Durante esta época, se decidió que las escuelas debían permanecer abiertas ya que, para los gobernantes que tomaron esta decisión, los estudiantes deben poder aprender a pesar de las circunstancias. Incluso, la entonces primera ministra del Cabo Occidental, Helen Zille, declaró que su trabajo “es asegurarnos de que las escuelas permanezcan abiertas y operativas, con un suministro de agua alternativo adecuado para hacerlo”.

El Departamento de Educación de Western Cape (WCED) pensó en el peor de los casos y analizaron la capacidad de cada escuela de obtener y almacenar suministros de agua para poder satisfacer lo que ellos consideraron las tres necesidades principales: higiene, seguridad contra incendios y agua potable. Aún así, gran parte de la carga la tenían las madres, padres y familiares, ya que se les pedía que enviaran a sus hijos a la escuela con agua.

Un artículo de Daniella Cheslow publicado en 2018 por National Public Radio (NPR), reunió la opinión de varios ciudadanos enfrentando la situación, entre ellos Yoliswa Qomoyi, directora de una escuela primaria. Ella compartió que colocó cubiertas y candados sobre grifos exteriores y cerró todos los lavamanos menos uno en cada uno de los baños para cumplir con las restricciones, además de pedir a las familias que mandaran a los niños con agua.

La ciudad también respondió mandando camiones cargados con galones de agua así que cuando era el turno de la escuela de Qomoyim, los estudiantes formaban una cadena para pasar envases llenos de agua a sus compañeros, quienes lo llevaban a donde la almacenaban. El artículo también mencionó los casos de Hlomla Myendeki, de 12 años, quien tenía que caminar más de una milla para llegar a la escuela cargando agua desde su casa. Por su parte, Awonke Matinise, de la misma edad, confesó que la escasez de agua dificulta su aprendizaje. «A veces tengo sed y me doy cuenta de que no hay agua en nuestra escuela», dijo para NPR. «Así que solo tengo que quedarme allí y escribir».

Actualmente, la ciudad de Monterrey, en Nuevo León, México (donde se ubica el Observatorio y de donde es originario el Tec de Monterrey) está enfrentando una situación similar a la vivida en Ciudad del Cabo. La escasez de agua es tan grave que este pasado lunes 20 de junio, Sofialeticia Morales, Secretaría de Educación de Nuevo León dijo que “no se podrá garantizar el abastecimiento de agua potable en las escuelas” por lo que la asistencia no fue obligatoria. El pasado 3 de junio, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey anunció que sólo habrá agua de 4:00 a. m. a 10:00 a. m. todos los días, lo que obligó a las escuelas a modificar sus horarios para adaptarse.

La UNESCO reconoce que la educación es crucial para atender la crisis climática ya que “ayuda a las personas a comprender y abordar los impactos de la crisis climática, brindándoles el conocimiento, las habilidades, los valores y las actitudes necesarias para actuar como agentes de cambio”. Y organismos como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Acuerdo de París y la agenda de Acción para el Empoderamiento Climático (ACE), coinciden y reconocen la importancia de la educación y la formación para hacer frente al cambio climático. Sin embargo, ignoran que esta área también está siendo afectada fuertemente por el cambio climático y los desastres naturales. Tan sólo en la región de América Latina y el Caribe 277 millones de personas se vieron afectadas por el cambio climático en los últimos 22 años. Y se espera que si la crisis climática continúa empeorando, será una de las regiones más afectadas.

Es momento de hablar de educación no sólo como una manera de hacer frente al cambio climático, sino también como un área fuertemente afectada.

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Mundo: La ONU entra en la campaña para proteger los humedales

Las Naciones Unidas conmemoraron por primera vez el miércoles 2 el Día Mundial de los Humedales, sumándose a las campañas para proteger esos ecosistemas en los que viven o se reproducen 40 % de las especies vivas.

“Los humedales sanos son fundamentales para la mitigación del cambio climático, la adaptación, la biodiversidad y la salud y prosperidad humanas”, expuso Leticia Carvalho, coordinadora de asuntos marinos y de agua dulce del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

Martha Rojas Urrego, secretaria general de la Convención sobre los Humedales (Convenio Ramsar, en vigor desde 1975) dijo que esos ecosistemas “aportan servicios por valor de 47 billones (millones de millones) de dólares al año, incluida casi toda nuestra agua dulce, alimentos, materias primas y medicinas vitales”.

“Pero a pesar de estos beneficios críticos, estamos perdiendo humedales tres veces más rápido que bosques”, apuntó.

Alrededor de 85 % de los humedales existentes para el año 1700 se habían perdido en el 2000, muchos de ellos drenados para convertirlos en zonas urbanizadas, agrícolas o para otros usos considerados productivos.

Su desaparición supone una amenaza existencial para cientos de miles de especies animales y vegetales, pues las existentes en los humedales se extinguen más rápido que las terrestres o marinas.

La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió el año pasado que el 2 de febrero, fecha de la suscripción en 1971 de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, en la ciudad de Ramsar (Irán), se observase como Día Mundial de los Humedales.

Cubren aproximadamente seis por ciento de la superficie terrestre y, además de ser vitales para gran cantidad de especies animales, vegetales y conservación de aguas, se estima que unos 1000 millones de personas, uno de cada ocho habitantes de la Tierra, dependen de ellos para su subsistencia.

Además filtran la contaminación y son importantes depósitos de carbono.

“Almacenan más carbono que cualquier otro ecosistema, y sólo las turberas almacenan el doble que todos los bosques del mundo. Los ecosistemas de humedales interiores también absorben el exceso de agua y ayudan a prevenir las inundaciones y las sequías”, indicó Carvalho.

El Pnuma aprovechó este día para destacar cinco tipos de humedales prácticamente desconocidos como tales, el primero de los cuales es el de los artificiales, como los embalses y estanques de peces, que ayudan a enfriar el planeta y a absorber carbono.

Esas instalaciones aprovechan los procesos naturales de depuración de la vegetación, los suelos y los microbios para eliminar los contaminantes de las aguas residuales, y pueden servir como puntos de biodiversidad y escalas de migración.

Luego están las turberas del Ártico, pues el área alrededor del Polo Norte alberga casi la mitad del carbono orgánico del suelo del mundo, en gran parte en forma de turba permanentemente congelada.

Como en el Ártico se registra el mayor ritmo de calentamiento global, el gran temor es que, a medida que se derrita el hielo que las rodea, las turberas se degraden y emitan masas de dióxido de carbono (CO2) almacenado, así como metano, lo que podría provocar un punto de inflexión catastrófico en el cambio climático.

Luego están los “lagos de soda”, como el lago Van en Turquía y el Bogoria en Kenia, fuertemente alcalinos y que contienen agua no potable pero proporcionan valiosos servicios ecosistémicos, entre ellos codiciados minerales y enzimas.

Las marismas de agua salada o de marea, que se encuentran en las regiones costeras, son hábitats importantes para la vida silvestre, la reproducción de peces, el almacenamiento de carbono y la protección de las costas.

También están amenazados, y un estudio del Pnuma considera que “dependiendo de la cantidad de aumento del nivel del mar, entre 20 y 90 % de los actuales humedales costeros podrían desaparecer a finales de siglo”.

Finalmente están los bosques pantanosos, o ecosistemas forestales de tierras bajas, formados en suelos de turba, y se encuentran principalmente en Indonesia y Malasia.

Muchos de ellos han sido deforestados y desecados para dar paso a las plantaciones de aceite de palma, pero cada vez se reconoce más su valor como puntos calientes de vida silvestre y sumideros de carbono.

La buena noticia es que mejorar la gestión de los humedales aporta beneficios para la salud, la alimentación y la seguridad del agua, algo fundamental para la salud y el sustento de 4000 millones de personas que dependen de sus servicios.

Prácticamente todos los países del globo se han comprometido formalmente con la protección de los humedales, lo que recogen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2030.

En el ODS 6, garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, la meta 6.6 establece “proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos”.

Fuente: https://rebelion.org/la-onu-entra-en-la-campana-para-proteger-los-humedales/

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Libro(PDF): Política, gestión y evaluación de la investigación y la vinculación en América Latina y el Caribe

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Este libro reúne un conjunto de debates y reflexiones actuales en torno a las políticas y la diversidad de formas en las que se produce, circula, gestiona y evalúa el conocimiento en las universidades de América Latina y el Caribe. Sus veintinueve contribuciones escritas por investigadoras/es de Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Perú y Uruguay dan cuenta de los desafíos y las reconfiguraciones que atraviesan las funciones de investigación, vinculación y/o extensión en diálogo con la docencia, y las actividades de gestión del conocimiento y evaluación de la investigación. El libro ofrece un aporte colectivo que busca fortalecer la apertura en la producción y circulación del conocimiento entendido como bien público y común, gestionado por las comunidades académicas de manera no comercial, contextualizado en las universidades latinoamericanas y robustecido por una diversidad de enfoques.

Autora:

Liliana Córdoba. Laura Rovelli. Pablo A. Vommaro. [Editores]

Editorial/Edición: CLACSO. Universidad Nacional de Córdoba.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-076-7

Idioma: Español

Descarga: Política, gestión y evaluación de la investigación y la vinculación en América Latina y el Caribe

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2432&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1598

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No es sequía ¡Es saqueo!: Magisterio y organizaciones impulsan red por el derecho al agua y a la educación en Chile

«El año 2022 será crucial en la lucha por el Derecho a la Educación y también al Agua; no podemos permitir que nuestras niñas, niños y adolescentes se queden sin clases por el saqueo del agua por parte de los grandes empresarios», plantea Carlos Díaz Marchant, Presidente del Colegio de Profesoras y Profesores de Chile anunciado la articulación, este año, de la Red por el Derecho al Agua y la Educación.

Fuente: https://www.colegiodeprofesores.cl/2022/01/07/no-es-sequia-es-saqueo-magisterio-y-organizaciones-impulsan-red-por-el-derecho-al-agua-y-la-educacion/

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