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Los peligros de la educación online para la privacidad de los alumnos

Por: Educación 3.0

Estos son los principales peligros que pueden surgir por el uso inadecuado de Internet y aplicaciones gratuitas en el aula y en el ámbito educativo. Nos lo explica Juan Quintanilla, director general de Syntonize.

La situación que vivimos en el sector educativo desde marzo del año pasado ha supuesto importantes desafíos para padres (conciliando en casa), maestros (transformando los métodos de enseñanza) y escolares (aprendiendo y experimentando sin compañeros). Pero, sin duda, uno de los factores más controvertidos en este tiempo ha sido el excesivo peso que se está dando a la tecnología en este modelo.

Se ha hablado mucho durante estos meses del teletrabajo y sobre los desafíos que comporta para la productividad y la ciberseguridad, pero la realidad es que la mayoría de las empresas, cada una en su medida, está preparada para afrontar este reto sin problemas. Sin embargo, cuando miramos a los colegios, la realidad es muy diferente. No sólo porque como instituciones no cuenten con las infraestructuras necesarias sino, y sobre todo, porque los más jóvenes no son del todo conscientes de los peligros que entraña un uso inadecuado de la tecnología.

Normativa de la Unión Europea en privacidad de los alumnos

En primer lugar, es importante ser consciente de las aplicaciones que proponen los colegios para la educación remota. No todas las herramientas cumplen con las regulaciones de seguridad necesarias para salvaguardar la privacidad de los alumnos; por ello, es importante confiar solamente en fabricantes conocidos. Muchos centros han elegido plataformas gratuitas, como pueden ser Google, Microsoft o Zoom, aunque esto también puede suponer un problema.

El Tribunal de Justicia de la UE, en sentencia del 16 de julio, advierte a los centros educativos de que deben abstenerse de utilizar aplicaciones cuyo prestador de servicios tenga su sede social en EEUU al menos hasta que se garantice la protección adecuada de los datos de los alumnos. De hecho, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha prohibido expresamente el uso de estas aplicaciones en los colegios públicos y concertados de la región.

privacidad de los alumnos en Internet

Aplicaciones seguras en el aula

Antes de elegir otras aplicaciones más concretas, es importante también que desde la escuela se lean los términos de servicio y las políticas de seguridad y que se compruebe si están admitidas o recomendadas por las autoridades. En este sentido, precisamente la legislación estadounidense se encuentra bastante avanzada que la europea, y leyes como FERPA o COPPA suelen certificar a las aplicaciones más comunes y que cumplen los criterios de privacidad de los alumnos y protección de la infancia.

Una vez elegidas las aplicaciones idóneas para el trabajo con el alumnado, es importante que el propio colegio establezca sus propias reglas de protección de datos, tanto para almacenar documentos (incluidos exámenes o expedientes), como para permitir las conexiones hacia las infraestructuras de la institución, ya sea a través de VPN o mediante capas adicionales de seguridad. En este momento, es fundamental también la formación del profesorado para que conozcan perfectamente cómo utilizar todas las herramientas y evitar fugas de datos o acceso de intrusos.

Involucrar a las familias

Y ya que hablamos de formación, es un buen momento también para educar a los estudiantes, pero también a los padres, para que puedan disfrutar de una Internet segura y respetuosa. Muchas veces los más jóvenes consideran Internet como un amigo más y no son conscientes de los peligros que acechan si no se toman las precauciones necesarias o si pasamos por alto comportamientos inadecuados. No hablamos solamente del ciberbullying sino de la simple ‘netiqueta’ o educación a la hora de hablar con otras personas en redes o foros.

En definitiva, la educación remota ha llegado para quedarse y, en realidad, es importante que se haya dado este paso, ya que puede ayudar en el futuro a muchos niños que no puedan asistir a clase por cualquier motivo, pero es fundamental que pensemos más allá del mero sistema y seamos conscientes de que, además de un gran habilitador, puede suponer muchos perjuicios si no se hace un uso adecuado de la misma.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/privacidad-de-los-alumnos/

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Educación y computadoras

Por Óscar Picardo Joao

Las computadoras son un medio y no un fin; influyen, pero no determinan; el factor determinante es el docente.

Desde mediados de los 90, con el surgimiento de internet, se ha estado discutiendo el rol y la importancia de la informática en los sistemas educativos; en 2003, en el Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) publicamos uno de los artículos más leídos y plagiados: “Pedagogía Informacional: Enseñar a aprender en la sociedad del conocimiento”, inspirado en las ideas del destacado profesor Manuel Castells.

El debate se centró durante muchos años en la paradoja de la informática: ¿Cómo medio o fin?, ¿Cómo contenido curricular o como eje transversal? La mayoría de académicos y científicos serios optó por la informática como medio, como herramienta, como eje.

Hoy que ingresamos al escenario de la economía digital (más el impulso forzado de la pandemia de COVID-19) y, que observamos a muchos sistemas educativos preocupados por lograr la relación “uno a uno” (alumno-computadora), bajo el modelo OLPC (One Laptop Per Child) que inspiró, por ejemplo, el Plan Ceibal de Uruguay o el intento fallido de “Una computadora-un niño-una niña”, reaparece el debate sobre su viabilidad, costo-beneficio y relevancia.

Los costos de equipo y conectividad representan un desafío para los países en vías de desarrollo o pobres, ya que es el gobierno el que debe subsidiar no menos de US$ 1,000 anuales; esta cifra la debemos multiplicar por la matrícula (en nuestro caso 1.2 millones de estudiantes) y por el plantel docente (en nuestro caso cerca de 50,000).
A esto debemos sumar otros factores no menos importantes: a) La geografía y las sombras de conectividad; b) La alfabetización digital docente y la bilateralidad; c) Los flujos de estudiantes anuales de ingreso y egreso del sistema; d) La reposición y reparación de equipos; e) El modelo educativo online; f) El currículo para una educación online; g) Los materiales didácticos multimedia; h) Las plataformas educativas; entre muchos otros aspectos.

El gobierno de El Salvador se ha propuesto todo esto en un año, buscando cerrar la brecha digital, tarea que NO será posible en el tiempo propuesto, sino que representará un costo mucho mayor que lo presupuestado y proyectado. No obstante, es un reto indelegable.

Todos los estudiantes, tarde o temprano se enfrentarán a circunstancias digitales laborales, ya no hay sector que no esté articulado en la economía digital y en la trasformación digital. Para saber más sobre esto puede buscar en Google: Informática Social aplicada: Caso El Salvador.

Antes de iniciar una entrega masiva de computadoras el gobierno debería asegurarse que todos los docentes poseen las capacidades y habilidades digitales; y no basta con un cursito de Google Clasroom, se necesita un trabajo más profundo dado que se requiere un cambio cultural y de paradigma hacia el modelo computacional pedagógico y didáctico; sobre todo, en aquellos docentes que no son nativos digitales y que enseñan como ellos fueron formados y, en dónde habrá mucha resistencia al cambio.

Una primera medida inteligente sería dividir a los docentes en dos grandes grupos, los formados antes de 1995 (que demandarán más capacitación) y el resto, que sólo necesitarán actualizaciones menores.

Otro tema de debate y discusión científica es: a qué edad (en qué grado) y qué tipo de equipo se debe entregar. Esto va más allá del análisis costo-beneficio que debería hacerse de modo responsable y no se ha hecho y que tampoco es un tema de “olfato”; consideremos las preocupaciones psicopedagógicas de individualismo y falta de socialización actual; también el impacto a nivel neurológico en la formación del símbolo, en los procesos de codificación y decodificación y en la dimensión sensomotora.

Lo anterior no debe interpretarse como una negación postmodernista cargada de humanismo, sino como una preocupación pedagógica saludable para pensar e investigar sobre la formación de los ciudadanos del futuro. No hay discusión ni vuelta atrás, estamos en la sociedad del conocimiento, en la economía de la información y digital, en la era de automatización, robótica, Big data, IoT, bockchain, nanotecnologías, etcétera. Pero no olvidemos que estamos formando seres humanos, no máquinas productivas y competitivas. Equilibrio es la clave: Humanismo y tecnologías.

Un último consejo: Revisen las conclusiones del “Plan Ceibal” publicado por IberTic de la Organización de Estados Iberoamericanos para la educación, la Ciencia y la Cultura (OEI): “Hay tres posiciones discursivas que representan las percepciones de los docentes sobre el plan y que condicionan el modo y grado de apropiación de este. Son caracterizadas como de apoyo importante, apoyo crítico y de resistencia. Resulta de importancia trabajar sobre el sentido pedagógico del plan en relación al cuerpo docente: hace falta una narrativa que articule los diferentes significados que los agentes le otorgan a la experiencia”.

Las computadoras son un medio y no un fin; influyen, pero no determinan; el factor determinante es el docente.

Investigador Educativo/ opicardo@asu.edu

Fuente: https://www.elsalvador.com/opinion/editoriales/educacion/810619/2021/#link

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China mejorará significativamente sistema de educación en línea para 2025

Asia/China/12-02-2021/Autor(a) Fuente:  Spanish. xinhuanet. com

China planea mejorar significativamente su sistema de educación en línea para 2025, según un documento emitido conjuntamente por el Ministerio de Educación y otros cuatro departamentos gubernamentales.

Para 2025, China habrá establecido un sistema interconectado de plataformas de educación en línea y un grupo de recursos completo de cursos en línea, que cubrirá todos los temas y todas las versiones de los libros de texto, señaló el documento.

Además, China tendrá un conjunto completo de políticas implementadas para 2025 con el objetivo de apoyar el funcionamiento y desarrollo de la educación en línea, agregó el documento.

El texto también hace hincapié en la creación de plataformas de educación en línea desde el nivel nacional hasta el nivel escolar, a fin de garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a los recursos de educación en línea.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2021-02/08/c_139730431.htm

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Educación a distancia: ayer y hoy

Por: Emilio Vargas Santiago 

Educación en línea o clases online. Tiene todas las ventajas de la modalidad virtual pero con una característica extra, es sincrónica, es decir, profesores y alumnos coinciden en el horario.

La pandemia provocada por la COVID-19 tomó por sorpresa al sector educativo en todo el mundo y las instituciones no sabían cómo actuar ante la crisis. Para evitar el contagio masivo fue necesaria la suspensión de la docencia en escuelas, universidades y otras instituciones por tiempo indeterminado. La educación tuvo que apelar a otras estrategias en un plazo muy corto de tiempo para reiniciar la docencia.

El proceso enseñanza-aprendizaje tradicional por años permaneció invariable, sin embargo, las condiciones exigieron nuevos medios para facilitar la transmisión masiva de conocimientos a los estudiantes. El uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC), facilitaron el reinicio de la docencia online donde llegara la Internet y la educación a distancia (EAD) en las posibilidades que presenta hoy a la población estudiantil restante.

Se considera que al continuar los aprendizajes utilizando la EAD, la crisis se  convirtió en una oportunidad para romper algunos prejuicios y mostrar que esta modalidad de educación puede ser tan efectiva en el aprendizaje de los estudiantes como la enseñanza presencial, si se aplica correctamente. Además, si bien ha sido un momento propicio para la expansión de las técnicas de EAD, las clases remotas ofrecidas para reemplazar la presencial, en general, no deben verse como aprendizaje a distancia, porque se estaría trasladando el aula presencial para un entorno virtual y afirma Rodrigo Capelatoque la «EAD no es simplemente salir a dar la clase presencial a través de una plataforma. El ritmo es otro».

Algunos autores afirman que no hay ninguna evidencia para sostener que la instrucción cara a cara es el método perfecto de enseñar. La instrucción a distancia puede ser tan eficaz en el aprendizaje o más aún, como la instrucción en el aula. De ahí que Lana Paula Crivelaro, señala: «Vivimos hoy en un modelo de educación muy tradicional. Ahora es el momento de comprobar el potencial de la educación a distancia». Pero, la EAD no es enseñanza por correspondencia, como creen muchos, así fue su inicio. Hoy es solo uno de los múltiples medios que se utilizan, y es muy diferente debido al  desarrollo y auge de la globalización y la Internet.

Ante las posibilidades, impartir docencia no presencial para continuar los aprendizajes, evidentemente que serían educación a distancia, educación virtual y educación en línea. Estos conceptos aunque suelen utilizarse como sinónimos, cada uno tiene características particulares, como se verá a continuación.

Educación a distancia. Es un sistema de enseñanza-aprendizaje que se desarrolla parcial o totalmente a través de las TIC, bajo un esquema bidireccional entre profesores y alumnos. Sustituye el modelo de interacción personal en el aula por uno de tutoría que responsabiliza al estudiante de su propia formación. Es una modalidad que permite el acto educativo mediante diferentes métodos, técnicas, estrategias y medios, en una situación en que estudiantes y profesores se encuentran separados físicamente, aunque podrían relacionarse de manera presencial ocasionalmente.

En esta modalidad los alumnos tienen control sobre el tiempo, espacio y ritmo del aprendizaje. Los materiales a utilizar pueden ser físicos como cuadernillos y libros, o multimedia mediante memorias USB o CD, material que puede ser entregado de manera presencial, por correspondencia o correo electrónico. El acompañamiento y la retroalimentación entre profesores y alumnos se llevan a cabo por teléfono, o mensajes de texto. En algunos sistemas educativos, esta modalidad se apoya en la radio y la televisión para llegar a contextos en los que no es posible la conexión telefónica.

Para que el aprendizaje a distancia funcione, la planificación debe anteponerse a la tecnología, es decir, seleccionar una metodología, organizar paso a paso el proceso educativo y pensar en cómo los estudiantes administrarán su autonomía. Por eso, en lugar de utilizar extensos videos expositivos, se recomienda dividir la clase en  partes o módulos de corta duración e intercambiar las actividades.

En cuanto a la separación física entre alumnos y profesores en el momento del desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje, si bien las interacciones cara a cara desaparecen, debe decirse que en todos los sistemas de EAD no se produce realmente una separación absoluta entre ellos, porque siempre existirá, de manera obligada y necesaria, la realización de tutorías y reuniones de interacción biunívoca, mediadas tecnológicamente. Así, se establece una comunicación bidireccional controlada para el proceso de retroalimentación.

Educación virtual. Esta modalidad del proceso enseñanza-aprendizaje y el e-learning o aprendizaje por medios electrónicos, es una forma de la EAD que emplea internet, plataformas virtuales, teléfono, entre otros, para su desarrollo.  Lara (2002) la define como la modalidad educativa que eleva la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje, debido a que respeta su flexibilidad o disponibilidad, es decir, se puede canalizar para tiempos y espacios variables. Logra su mayor reconocimiento con la tecnología, a través de los métodos asincrónico, sincrónico y autoformación. En ese sentido, los sistemas virtuales pueden brindar oportunidades diferentes para que múltiples participantes puedan actuar en el mismo ambiente audiovisual, así la interacción puede darse en tiempo real simultáneamente (síncrona) o en forma diferida (asíncrona).

Algunos autores señalan que a partir del año 2000 se desarrollan cursos a distancia y ambientes de aprendizajes virtuales relativamente abiertos, que permiten la interacción de los participantes y proveen acceso a un amplio rango de recursos. Asimismo, distinguen entre el ambiente de aprendizaje tradicional, definido por las dimensiones lugar, tiempo y espacio y el aprendizaje virtual, que amplía estas tres dimensiones a tres más: la interactividad, la tecnología y el control. En cuanto a la dimensión tiempo, la educación virtual depende del participante, quien logrará sus objetivos de aprendizaje en el tiempo que disponga. En cuanto al lugar y al espacio, el alumno es quien los fija para estudiar.

En esta modalidad el contacto con el profesor es mediante una plataforma multimedia en la que los alumnos revisan y descargan materiales como documentos, presentaciones en diapositivas o videos. No es necesario que los docentes y los estudiantes coincidan en el horario, es asincrónica. Sus plataformas cuentan con un foro para que los alumnos expresen dudas o inquietudes, y el profesor al asignar las actividades establece una fecha de entrega. Al evaluarlas incluye una retroalimentación para que cada uno verifique sus avances.

En conclusión, todo indica que una vez pasada esta pandemia, la EAD será apoyo y complemento de la educación presencial, dando lugar a una metodología de enseñanza híbrida, pues junta ambas modalidades educativas.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/educacion-a-distancia-ayer-y-hoy-8903180.html

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¿Somos o no ciudadanos digitales? La realidad de la conectividad en la pandemia

Por:

Con la llegada de la pandemia por COVID-19 el trabajo, la enseñanza y gran parte de nuestras vidas se han mudado al entorno virtual. ¿Esto nos convierte en ciudadanos digitales?

Ante la situación ocasionada por la pandemia, la mayoría de las personas se han visto con la necesidad de adaptarse a trabajar y estudiar desde sus casas. Este escenario podría implicar que, poco a poco, la gente conectada se está convirtiendo en ciudadanos digitales pero, la realidad es más complicada.

En América Latina, sólo el 23 % de la fuerza laboral puede trabajar a distancia. Esta situación es muy similar en España, donde se estima que tan solo el  22.3 % de los trabajadores pudieron aprovechar esta modalidad. Debido a que actualmente muchas personas pasan su tiempo en línea, la sociedad se ha tenido que digitalizar y los usuarios se han convertido en ciudadanos digitales pero, ¿esto qué significa?

¿Qué implica la “ciudadanía digital”?

Para poder distinguir si por adaptarse al teletrabajo o a la educación en línea significa que alguien es un ciudadano digital, es necesario entender qué significa este concepto, lo cual es complicado porque varía mucho según quien lo defina.

El libro “Digital Citizenship. The Internet, Society, and Participation” define la ciudadanía digital con una simple frase, “la capacidad de participar en la sociedad en línea”. Pero, ¿qué implica esta participación en línea? La profesora Sofia Ranchordas de la Universidad de Groningen, define la ciudadanía digital como “la capacidad de utilizar Internet con regularidad de forma competente, crítica y segura”. Por su parte, Neelie Kroes, ex vicepresidenta de la Comisión Europea, dijo que los ciudadanos digitales son “personas con mayor acceso a la información, personas empoderadas para dar forma al mundo que los rodea. Más capaz de aprender y participar”, durante su participación en la conferencia Science 2.0 de Hamburgo, el 26 de marzo de 2014.

De acuerdo con la UNESCO, “la ciudadanía digital es un conjunto de habilidades que permite a los ciudadanos acceder, recuperar, comprender, evaluar y utilizar, crear y compartir información y medios en todos los formatos, utilizando varias herramientas, de manera crítica, ética y forma eficaz de participar y comprometerse en actividades personales, profesionales y sociales”.

Estos distintos significados demuestran que ser ciudadanos digitales no es solo implica estar conectados, también se requieren habilidades para saber navegar. Lamentablemente, el hecho de que una persona tenga acceso a internet no lo convierte en un experto en su uso, mucho menos un “nativo”. Un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) descubrió que sólo el 39.8 % de los participantes con internet tenían habilidades avanzadas.

De inmigrantes digitales a nativos digitales

Marc Prensky es conocido por “adueñarse” de los términos nativo e inmigrante digital. El primero se refiere a aquellos que están inmersos en la tecnología y que nacieron con ella, y los inmigrantes son aquellas personas a las  que les cuesta más adaptarse al mundo digital.

Incluso antes de la pandemia muchos “inmigrantes digitales” se veían obligados a digitalizarse ya sea para utilizar las redes sociales, los teléfonos inteligentes, la banca electrónica o en su ambiente laboral. Aún así, la adaptación puede ser similar a aprender un nuevo idioma, lo que explica por qué muchos maestros batallan tanto con adaptarse a plataformas de aprendizaje en línea. Pero la llamada brecha generacional va más allá de la edad, también se puede dar por falta de recursos o acceso a internet.

Aunque el acceso a internet es un bien común y se busca que sea reconocido como un derecho básico para los humanos, al igual que en el caso de la ciudadanía de un país, este no siempre es garantizado. El acceso a internet tiene valores como la seguridad, la transparencia, la legalidad, la inclusión, entre otros. En este sentido, la seguridad y legalidad son fundamentales ya que uno de los mayores riesgos que sufren los ciudadanos digitales es la ciberseguridad. Debido a que el usuario sube y almacena información sensible a internet, la protección de datos es sumamente importante, de lo contrario, los pone en situaciones vulnerables y propensas a ser hackeados o chantajeados por cibercriminales.

Para ser ciudadanos digitales hay que estar conectados

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reportó que un 56 % de los latinos y caribeños usan el internet y de estos, un 45 % cuenta con internet en sus hogares, mientras que sólo el 45.5 % tiene acceso a una conexión de banda ancha. El panorama no cambia mucho al hablar de banda ancha móvil ya que sólo el 54 % de la población tiene acceso a esta, aunque la tecnología móvil en sí alcanza al 90 % de las personas.

En un reporte del 2017, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT por sus siglas en inglés) encontró que más de 200 millones de personas en Latinoamérica en edad de trabajar están digitalmente excluidos, demostrando que existe una brecha digital gigante.

En esta época de pandemia, el internet ayuda a que se garantice la continuidad de los trabajos, la educación y vida social, por lo que es urgente que se garantice el acceso a todas las personas. Para lograrlo, la UNESCO sugiere incorporar como reconocer las barreras críticas de accesibilidad, habilidades digitales y su relevancia, y crear normas en la planificación de proyectos de inclusión digital. En este último punto, incluir políticas públicas que promuevan la conectividad en las escuelas, el desarrollo de plataformas para apoyar a aquellos con poco acceso a las nuevas tecnologías, como los adultos mayores y poblaciones indígenas, además de otorgar subsidios de conectividad.

Según el Sistema Económico de Latinoamérica y del Caribe (SELA), el esquema de políticas para atacar este problema consiste en infraestructura tecnológica; infraestructura de conectividad y alfabetización tecnológica o digital. Estos tres puntos aseguran que la población podrá convertirse en una sociedad en la red, además de que promueve el desarrollo individual y social debido a su inclusión digital. De desarrollarse estas políticas, permitiría a los ciudadanos no sólo acceder a internet y contar con conexión, sino a que entiendan el lenguaje digital y dominen las nuevas tecnologías.

El ecosistema digital: ¿está lista Latinoamérica para sus ciudadanos digitales?

El reporte El estado de la digitalización de América Latina frente a la pandemia del COVID-19, de Telecom Advisory Services para el CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), califica a la región en un desarrollo intermedio en cuanto a su ecosistema digital, pero esto no significa que tiene lo que se necesita para mitigar los efectos de la pandemia.

Debido a que a raíz de las medidas de contingencia sanitaria por la pandemia, ahora muchas personas  trabajan desde casa, el tiempo que estas pasan conectadas a internet ha aumentado. Por ejemplo, en el mes de marzo, en pleno inicio de la pandemia, en México el tiempo que una persona pasa en internet incrementó un 7.4 %, en Chile un 19 % y un 11. 8 % en Ecuador.

El reporte del CAF ayuda a entender la importancia de la conectividad, más en tiempos de pandemia. El reporte indica que la velocidad de la banca ancha impacta el PIB 0,73 % cuando la velocidad se incrementa en 100 %, lo que implica una influencia negativa en la economía. Parte del problema viene de que el internet de los hogares no está preparado para el incremento del 80 % del tráfico de subida de datos, ni de las videoconferencias.

Por otra parte, aunque según este reporte el 78.78 % de América Latina está proyectada a digitalizarse este año, esto no significa que la conectividad mejorará ya que esto puede incrementar la brecha digital. Es importante considerar no sólo el acceso al internet sino también el acceso a los dispositivos y tecnología si queremos lograr realmente que la población se convierta en verdaderos ciudadanos digitales. En la región, un 44.89 % de las personas cuenta con una computadora en su hogar, lo cual se puede leer como algo positivo pero, debido a la situación de la pandemia, este porcentaje podría no ser suficiente para garantizar el acceso al teletrabajo y a la educación en línea, especialmente si se trata de familias con hijos en distintos grados escolares.

El uso que se le da al internet en el hogar dice mucho sobre lo preparadas que están las personas para ser ciudadanos digitales. Según datos del reporte del CAF, en promedio, 30.3 % de la población latinoamericana se limita a navegar en redes sociales y utiliza el internet para comunicarse, mostrando resiliencia a herramientas de tipo educativas o de comercio.

Esto no sólo se ve a nivel personal, sino también en las empresas. El 85 % de todos los países en la región tienen acceso a la red, pero este acceso varía mucho cuando se analiza el uso de herramientas para realizar actividades como la  compra de insumos por internet. En Perú, por ejemplo, sólo el 15.20 % lo hace en línea, a diferencia de Brasil donde el 66 % de las personas realizan compras por internet.

¿El COVID-19 nos convierte en ciudadanos digitales?

Ser un ciudadano digital significa tener acceso a internet, contar con una conexión de banda ancha, con el equipo necesario para conectarse y, sobre todo, contar con las habilidades básicas para navegar. Sobre este tema, la profesora Sofia Ranchordas señala que un dispositivo móvil no es suficiente ya que no permite al usuario tomar cursos en línea o trabajar plenamente.

En el caso de los maestros, aunque muchos han logrado adaptar sus clases presenciales al entorno digital, esto no los convierte necesariamente en ciudadanos digitales. Muchas escuelas y universidades no tuvieron el tiempo o los recursos para prepararse para la educación en línea, ni cuentan con una base de datos sobre cuántos de sus empleados o alumnos tienen o no las herramientas necesarias para continuar el ciclo escolar de manera virtual.

La COVID-19 llegó a poner fin a las dudas sobre cómo se vería la educación y el trabajo en un entorno en línea. Aunque muchas escuelas y trabajos buscaban maneras de digitalizarse o ya lo estaban haciendo, nadie estaba preparado para la cuarentena y los cambios que trajo la pandemia. Sin embargo, esta es una situación que sólo beneficia a los verdaderos ciudadanos digitales, aquellos que no sólo tienen acceso a internet, sino también a  las herramientas y el conocimiento necesarios para continuar con sus trabajos, su  educación y sus vidas a pesar de todo. Ojalá esta época sirva de aprendizaje sobre la urgencia de garantizar el acceso a internet como un derecho básico universal y de darle a los ciudadanos las herramientas necesarias para convertirse en verdaderos ciudadanos digitales.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ciudadania-digital-pandemia
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Educación en línea, Virtual, a Distancia y Remota de Emergencia, ¿cuáles son sus características y diferencias?

Por: Fernanda Ibáñez

Aunque en ocasiones son utilizados como sinónimos, es importante conocer las diferencias entre la educación en línea, la virtual, a distancia y la educación remota de emergencia.

La incertidumbre general en la que el mundo se encuentra hoy en día nos ha obligado a a hacer cambios radicales en muchos sectores de nuestro país. Uno de ellos es la educación, la cual fue sometida a actualizarse de la noche a la mañana en estado de emergencia mundial. Se han visto diferentes métodos aplicados a las clases, como la educación en línea, la virtual, a distancia, y remota de emergencia, por mencionar algunos. Pero, ¿existen diferencias entre ellos? Yo personalmente descubrí que la educación virtual y la educación en línea son dos tipos de enseñanzas diferentes, pero fácilmente podríamos pensar que son sinónimos. Considero beneficioso informarnos acerca de sus diferencias, descubrir qué tipo de educación estamos llevando a cabo o recibiendo nosotros actualmente, qué tipo de educación reciben nuestros hijos o familiares y descubrir sus ventajas y desventajas para rescatar de cada una lo mejor.

Educación en línea

Se define como aquella en donde los docentes y estudiantes participan e interactúan en un entorno digital, a través de recursos tecnológicos haciendo uso de las facilidades que proporciona el internet y las redes de computadoras de manera sincrónica, es decir, que estos deben de coincidir con sus horarios para la sesión. Este método suele tener como área de oportunidad la dimensión social, ya que puede que el docente tenga que hacer un esfuerzo extra para lograr una unión grupal, ya que se tendrá que llegar a un clima de libertad y confianza entre el estudiantado para lograr sus metas pedagógicas. Para la educación en línea podemos tomar como ejemplo a las clases que se imparten mediante sesiones de Zoom, y posteriormente las actividades se suben a plataformas como Canvas o Blackboard para revisión.

Rol del docente: Los docentes que participan en la educación en línea suelen recibir el nombre de “tutores”, porque a diferencia de en un aula física, el rol de ellos dentro del aula virtual es acompañar y asistir al alumno en su proceso de aprendizaje.

Herramientas: Schoology, Edmodo, Blackboard, Zoom, Google Hangouts y Google Scholar, etc.

 Ventajas

  • Apertura: Se amplía el acceso a la información al mismo tiempo que este método reduce las barreras geográficas, ya que cualquier persona independientemente de su ubicación, puede unirse a los cursos.

  • Flexibilidad: Favorece la autogestión de los tiempos de dedicación.

  • Eficacia: Este método promueve el desarrollo de la autonomía personal, para que el alumno pueda gestionarse.

  • Acompañamiento personalizado: La educación en línea se distingue por hacer un acompañamiento personalizado al alumno, aún con trabajos grupales.

  • Economía: Se reducen los gastos de uso de espacios físicos, además de traslados.

  • Comunidad: Se promueve más el debate y el diálogo, además de una comunidad vinculada a los conocimientos académicos.


Educación virtual

Este modelo requiere recursos tecnológicos obligatorios, como una computadora o tableta, conexión a internet y el uso de una plataforma multimedia. Este método, a diferencia de la educación en línea, funciona de manera asincrónica, es decir, que los docentes no tienen que coincidir en horarios con los alumnos para las sesiones. Este método es parecido a la educación a distancia, pero estrictamente con recursos tecnológicos solamente. Los materiales del curso o documentos se subirán a la plataforma elegida para que los alumnos puedan revisarlos, y normalmente se discuten dudas en foros públicos para todo el grupo.

Rol del docente: Se comparten materiales de consulta y trabajo mediante plataformas, donde los estudiantes podrán subir sus actividades para revisión y posteriormente podrán recibir retroalimentación para ver sus áreas de oportunidad.

Herramientas: Plataformas como Canvas, Blackboard, Edmodo, Schoology o por correo electrónico.

Ventajas

  • Flexible: Gracias a que el método se puede manejar de manera asincrónica, los alumnos tienen más espacio personal para tener horarios flexibles y manejar su tiempo personal y profesional como prefieran.

  • Eficacia: Se maneja de manera sesión-retroalimentación, por lo que esto ayuda a que los temas avancen con rapidez, se eviten distracciones y los alumnos vayan al mismo ritmo.


Educación a distancia

A diferencia de la educación virtual, la educación a distancia puede tener un porcentaje de presencialidad y otro virtual, sin embargo, esto puede variar dependiendo de la institución en donde se imparta. Los alumnos tienen control sobre el tiempo, el espacio y el ritmo de su aprendizaje, porque no se requiere una conexión a internet o recursos computacionales, como en otros métodos. Los materiales que se utilizan son normalmente físicos, como cuadernos, plumas, colores, o memorias USB, CD, entre otros. Incluso, muchos programas envían el material educativo y las lecciones por correo postal. Un ejemplo que podemos ver de esta modalidad en la actualidad es la educación a distancia por canales de televisión abierta que se ha estado aplicado por parte de la Secretaría de Educación Pública en México, al principio de la cuarentena y también en otros casos se puede apoyar con la radio.

Rol del docente: Cuando se entregan los recursos de aprendizaje como actividades, USB, o CD, los docentes tienen la responsabilidad de calificarlos y acreditarlos, al igual que dar retroalimentación. Esta puede ser de manera telefónica, por correo electrónico o mensaje de texto. De igual manera, algunos docentes tienen el rol de grabar la sesión o clase que se vaya a pasar por televisión o radio.

Herramientas: Televisión, radio, correo electrónico, correo postal, recursos físicos como cuadernos, libros, libretas, lápices, etc.

Ventajas

  • Flexibilidad: Para los tiempos personales del estudiantado ya que ellos mismos gestionan su tiempo y organización escolar y personal.

  • Accesibilidad: Los programas educativos a distancia tienen más alcance y llegan a personas de todos los niveles socioeconómicos gracias a la sencillez de los recursos tecnológicos que se requieren para las clases.


Educación remota de emergencia

Este concepto nació a raíz de la crisis mundial en marzo de este año gracias a la COVID-19. La educación se vio ante una situación de extrema dificultad ya que tuvo que adaptar sus métodos en un plazo de tiempo muy corto para poder seguir impartiendo clases a todos sus estudiantes. El objetivo principal de este tipo de educación es trasladar los cursos que se habían estado impartiendo presencialmente a un aula remota, virtual, a distancia o en línea. En un reporte publicado por The Learning Factor en Perú titulado “Enseñanza Remota de Emergencia”, se describe que diferentes países al igual que instituciones respondieron diferente al cambio educativo, y cómo este término de educación remota de emergencia es completamente nuevo, ya que los roles y las herramientas no se encuentran definidos. En Estados Unidos, por ejemplo, unas instituciones educativas están trabajando de manera presencial con restricciones, y otras con el método descrito anteriormente como “en línea”. Por lo que depende de cómo el país o la institución haya decidido manejar la crisis es cómo se definiría su tipo de educación remota de emergencia.

Rol del Docente: Puede variar dependiendo del método que se utilice.

Herramientas: Varían dependiendo del método.

Ventajas

  • Este método prioriza la situación de emergencia y ve por el bienestar de sus estudiantes.

  • Este nuevo término agrupa a todas las acciones provenientes de los gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y personas para encontrar soluciones y mantenerse actualizado constantemente, por lo que puede cambiar repentinamente si la situación de emergencia cambia.

Nuestro mundo se encuentra en una etapa de reconstrucción donde cualquier tipo de aprendizaje es bienvenido, es por eso por lo que temas como estos son relevantes para todas las personas, porque afectarán el futuro de las generaciones actuales. La educación a distancia se ha vuelto muy relevante y las nuevas tecnologías se han convertido en nuestra mano derecha en el proceso, ya que nos ayudan a mantenernos conectados sin tener interacciones físicas. Este nuevo capítulo para la educación quedará recordado para futuras generaciones, es por eso por lo que es importante ser doblemente conscientes de las decisiones que tomamos y de cómo abordaremos los retos que se nos presenten en un futuro.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/diferencias-educacion-online-virtual-a-distancia-remota

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5 maneras de evaluar el aprendizaje en línea

Por: Helen Colman*

“Las evaluaciones en línea ofrecen métodos nuevos y atractivos que podemos implementar en nuestras clases para que los alumnos demuestren su aprendizaje”.

La COVID-19 provocó el cierre de escuelas y universidades en todo el mundo, las cuales se vieron prácticamente forzadas a adoptar un modelo de aprendizaje remoto. Los maestros tuvieron poco tiempo para adaptarse al aprendizaje en línea y continuar las clases desde casa. Aunque la tecnología ha evolucionado rápidamente facilitándonos hacer varias cosas de nuestro día a día, el cambio a una educación en línea no ha ocurrido de manera fluida como quisiéramos. En este artículo discutiremos los desafíos de la evaluación para el aprendizaje y cómo implementarla en un ambiente en línea.

Las evaluaciones son usadas para determinar el conocimiento de los estudiantes y su dominio en un tema, así como también para identificar áreas de mejora. Las evaluaciones se agrupan típicamente en dos categorías generales:

  • Las evaluaciones formativas son revisiones informales sobre el conocimiento o desempeño de los estudiantes a lo largo del curso. Sirven para ajustar la instrucción y los procesos educativos con el fin de alcanzar los objetivos de aprendizaje, dando a los estudiantes la oportunidad de demostrar lo aprendido. La retroalimentación del maestro sirve para que los aprendices tengan la oportunidad de hacer cambios o mejoras en ciertas áreas.

  • Las evaluaciones sumativas son más formales y son usadas como puntos de chequeo al final del año o del curso para evaluar cuánto del contenido los estudiantes aprendieron en general. Estas evaluaciones cubren todo lo que los estudiantes han estudiado durante el año o el curso. Se pueden proveer comentarios de retroalimentación, pero los aprendices pueden no tener otra oportunidad para hacer los cambios.

Ambas evaluaciones, formativa y sumativa pueden ser usadas en cursos presenciales o en línea. Para este último, existen formatos más atractivos que podemos utilizar para evaluar de forma innovadora dando oportunidad a los estudiantes para que se desempeñen, apliquen el contenido que han aprendido, y que realmente demuestren su conocimiento en formas que no son posibles con una prueba tradicional de opción múltiple.

Las herramientas de autor tales como iSpring Suite Max permiten a diseñadores instruccionales y profesionales en educación crear cursos online y evaluaciones en cuestión de minutos. A través de plantillas preconstruidas y métodos de evaluación es fácil personalizar cursos con contenido de tu elección. A continuación, te presento 5 prácticas para evaluar el aprendizaje en línea.

5 prácticas para evaluar el aprendizaje en línea

1. Cuestionarios en línea

Una característica única de los cuestionarios en línea es que, el orden de las preguntas y las opciones de respuestas se pueden presentar de forma aleatoria, para que los estudiantes no reciban el mismo cuestionario. Cualquier cuestionario usado en una clase tradicional puede ser fácilmente adaptado en un cuestionario en línea. Las actividades de calificar los cuestionarios y comparar el desempeño de los estudiantes son muy fáciles de hacer, ya que se llevan a cabo de forma automática por el sistema. También se pueden incluir preguntas de “práctica sin puntaje” así como agregar comentarios personalizados para cada pregunta u opción de respuesta. Algunos tipos de preguntas son: opción múltiple, rellenar el espacio en blanco, correlación y secuencias, entre otros.

A continuación, un ejemplo, cuando selecciona una respuesta incorrecta, aparece un mensaje de retroalimentación donde muestra el procedimiento correcto que debe seguir para determinar la dosis correcta.

Imagen 1: Cuestionario de opción múltiple con retroalimentación automática.

Imagen 1: Cuestionario de opción múltiple con retroalimentación automática.

2. Preguntas tipo ensayo

Las preguntas de tipo ensayo dan a los estudiantes la oportunidad de demostrar un dominio más profundo de un tema, crear respuestas únicas bien pensadas, así como escribir reflexiones personales. Esta participación requiere de ellos un grado más alto de pensamiento que otro tipo de preguntas. Este tipo de evaluación cualitativa es posible en el aprendizaje en línea con el uso de campos de entrada de texto. Las respuestas no pueden ser calificadas por la herramienta de autor o el sistema de gestión de aprendizaje, así que los instructores deben calificarlas manualmente. En la Imagen 2 podemos ver el siguiente ejemplo:

Imagen 2: Pregunta tipo ensayo de un cuestionario sobre la metodología de investigación.

Imagen 2: Pregunta tipo ensayo de un cuestionario sobre la metodología de investigación.

3. Actividades de arrastrar y soltar

Este formato es particular del aprendizaje en línea. Da a los estudiantes un método práctico para demostrar su conocimiento. En este tipo de evaluación, se le pide a los aprendices que clasifiquen elementos en categorías, arrastrándolos a través de la pantalla y soltándolos en un lugar indicado. Esto se puede realizar con imágenes o texto. Es una manera excelente de evaluar cómo los estudiantes manejarían escenarios de la vida real, fuera del curso.

Las herramientas de autor típicamente proveen plantillas que te permiten crear evaluaciones de arrastrar y soltar sin requerir código. Simplemente necesitas subir tus imágenes, introducir tu texto, y definir cuáles objetos son arrastrados y a dónde. En la imagen 3 podemos ver el siguiente ejemplo:

Imagen 3: Cuestionario sobre clasificación y reciclaje de residuos.

Imagen 3: Cuestionario sobre clasificación y reciclaje de residuos.

4. Simulaciones de diálogo

Las simulaciones de diálogo permiten a los aprendices practicar conversaciones. Los personajes en el escenario pueden incluir clientes, compañeros de trabajo, entre otros. El desempeño de los aprendices puede ser calificado basado en cuán exitosamente ellos pueden navegar la conversación y llegar al resultado ideal. Este tipo de evaluación provee un espacio seguro para practicar antes de intentar estas conversaciones en la vida real.

Una herramienta de diálogo simulado usualmente funciona de la siguiente manera: primero necesitas subir tu personaje(s) y fondos o elegirlos de la librería de contenido, luego introducir el diálogo y los comentarios de retroalimentación que los aprendices recibirán por sus respuestas correctas e incorrectas. En la imagen 4 podemos encontrar el siguiente ejemplo:

Imagen 4: Juego de roles sobre una entrevista de trabajo en línea.

Imagen 4: Juego de roles sobre una entrevista de trabajo en línea.

5. Encuestas en línea

Las encuestas son evaluaciones formativas maravillosas, permiten a los instructores modificar la instrucción basada en los comentarios de los aprendices. Durante las presentaciones en vivo en línea, las encuestas son una manera rápida y efectiva de dividir la clase y mantener la atención de la audiencia. Este tipo de evaluación informal permite capturar comentarios de los estudiantes instantáneamente. Típicamente son usadas para registrar reacciones. Las encuestas pueden ofrecer información sobre lo que los aprendices piensan o por qué toman ciertas decisiones.

Si realizas conferencias en línea, puedes incorporar herramientas para conducir encuestas. Existen plataformas especializadas en línea que permiten crear, enviar, y analizar encuestas. También puedes crear una encuesta con herramientas de autor de eLearning, por ejemplo, crear una escala Likert que ayudará a los aprendices a reflejar mejor su opinión sobre una oración. En la imagen 5 podrás ver un ejemplo:

Imagen 5: Encuesta a estudiantes al finalizar un curso de matemáticas.

Imagen 5: Encuesta a estudiantes al finalizar un curso de matemáticas.

En Resumen

La evaluación es una práctica necesaria en el proceso de aprendizaje ya que muestra si los aprendices han ganado o no dominio del contenido y si los objetivos educativos se han cumplido. Las evaluaciones en línea ofrecen métodos nuevos y atractivos que podemos implementar en nuestras clases, tales como encuestas en tiempo real, interacciones de arrastrar y soltar, simulaciones de diálogos con ramificaciones que permiten a los aprendices navegar múltiples caminos a través de una conversación, etc.

Con el uso de herramientas de autor rápidas, la creación de cuestionarios en línea puede hacerse en cuestión de minutos simplemente subiendo y pegando el contenido. La actividad de calificar se realiza de manera sencilla, ahorrando horas de calificaciones manuales para la mayoría de los tipos de evaluaciones. Con las opciones que te presento en este artículo, te invito a cumplir el reto de implementar métodos de evaluación innovadoras que hacen posible el aprendizaje en línea.

Acerca de la autora

Helen Colman (helen.colman@ispringsolutions.com) es Editora y Estratega de Contenido en iSpring. Disfruta de combinar la investigación rigurosa con su experiencia en la industria de eLearning.

Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Observatorio de Innovación Educativa

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-bits-blog/cinco-maneras-de-evaluar-el-aprendizaje-en-linea

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