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El Salvador: Más de 80,000 alumnos se someten a prueba PAES

El Salvador / 15 de octubre de 2017 / Autor: Jonathan Laguán y  Susana Peñate / Fuente: La Prensa Gráfica

La Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media (PAES) será realizada este día por más de 85,000 alumnos en los 335 centros educativos designados como sedes para dicha prueba en todo El Salvador, según informó el Ministerio de Educación (MINED).

De los alumnos a realizar dicho examen, 64,953 pertenecen a escuelas públicas y 19,962 a colegios privados, además de tener inscritos a 16,429 estudiantes de modalidades flexibles. Las autoridades del MINED estuvieron verificando la realización de la prueba en el Instituto Nacional de Comercio, en San Jacinto, San Salvador.

Carlos Canjura, ministro de Educación, explicó que para hoy se realizarán las pruebas correspondientes a las asignaturas de Matemática, Sociales y el cuestionario socioemocional. Mañana jueves serán evaluadas las materias de Ciencias Naturales y Lenguaje y literatura.

Dentro de las novedades para este año está la incorporación de 25 alumnos quienes harán la PAES en su modalidad virtual, a través de los consulados salvadoreños en 11 países en todo el mundo.

El promedio nacional del año pasado en la prueba PAES fue de 5.26, representando una disminución en comparación a 2015, que fue de 5.30, promedio que, según Canjura, espera se mejore para este 2017.

 

Fuente de la Noticia: 

https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Mas-de-80000-alumnos-se-someten-a-prueba-PAES-20171011-0014.html

 

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European University at St Petersburg faces research-only future

Rusia/Octubre de 2017/Fuente: The World University Ranking

Resumen:

La universidad «europea» de Rusia está contemplando un futuro como institución de investigación exclusiva después del último giro en una larga batalla con las autoridades del país, cuando se rechazó su solicitud de una nueva licencia de enseñanza.

La Universidad Europea de San Petersburgo, una institución de posgrado privada, ha estado discutiendo con el gobierno desde el año pasado, cuando sufrió una serie de inspecciones rápidas por parte de las autoridades y se suspendió su licencia de enseñanza.

Los funcionarios afirmaron que EUSP, que tiene solo 250 estudiantes y ofrece cursos en ciencias sociales y humanidades, había violado hasta 120 normas y reglamentos. Las infracciones incluyeron no poseer su propio gimnasio (la universidad alquila una en un edificio diferente) y carecen de stands que muestren mensajes anti-alcohol.

Russia’s “European” university is contemplating a future as a research-only institution after the latest twist in a long-running battle with the country’s authorities saw its application for a new teaching licence rejected.

The European University at St Petersburg, a private postgraduate institution, has been wrangling with the government since last year, when it endured a series of snap inspections by authorities and had its teaching licence suspended.

Officials claimed that EUSP, which has just 250 students and offers courses in the social sciences and humanities, had violated up to 120 rules and regulations. Infractions included not possessing its own gym (the university rents one in a different building) and lacking stands displaying anti-alcohol messages.

However, the university said that the inspections were instigated by an official complaint from Vitaly Milonov, a member of the Russian parliament for Vladimir Putin’s United Russia Party, who expressed concern about the teaching of gender studies at the institution.

“I personally find that disgusting, it’s fake studies, and it may well be illegal,” Mr Milonov told the Christian Science Monitor.

Since then, the university has been attempting to obtain a new licence, but its latest application was rejected at the end of September. In a statement on its website, EUSP said that “the results of the [building] inspection are divorced from reality and do not elaborate on the substance of the violations”. It added that the university was preparing a new licence application.

But Oleg Kharkhordin, professor in the department of political science and sociology, who stepped down as the institution’s rector in June, told Times Higher Education that it was now “highly unlikely” that EUSP would be able to teach current students or admit new ones during the 2017-18 academic year. Universities are required by law to begin the new term by 1 November.

“It means that we would just be reduced to a function of a research institution; we can do public outreach lectures but we cannot teach regular students,” he said. “The main people who will suffer are the current students who were in their second year of study for a PhD.”

However, the removal of the teaching licence is already causing issues around research funding.

As a private institution, the university is funded largely by “major private donations from Russian businessmen”, some of whom are now questioning the value of donating to a university that cannot teach, according to Professor Kharkhordin.

“Some private donors are saying that they were funding the students rather than anything else, that they would like to see young people develop into top leaders in science,” he said. “Some donors have suspended their funding until we are reinstated with our licence.”

Professor Kharkhordin said that he was not aware that any scholars had left the university because of the licence revocation, adding that he thought some academics might “even rejoice” at the prospect of a year spent solely on research.

But he admitted that teaching allows professors to hone their studies.

“With public outreach lectures, we will hopefully not suffer major setbacks [before we regain] a teaching licence and hopefully get our students back next fall,” he said.

Grigorii Golosov, professor of comparative politics at EUSP, said that he was concerned that the government would also try to “stop the research projects” at the institution, although how it might do so is unclear given that universities in Russia are not required to have a research licence.

During the summer, the university was removed from its premises in the Small Marble Palace, one of the most iconic buildings in St Petersburg, but it has since purchased another building for its home.

“The European University was inspected by no less than 10 different government agencies. It was the educational agency that was finally selected by someone to in effect close the educational activities of the European university,” Professor Golosov said.

“But the very systematic and apparently coordinated character of this move suggests that there was something wider beyond this well-organised and efficient attack. So the question is: ‘what was the ultimate purpose?’”

The “ultimate goal”, he said, might be “simply to close down any kind of activities of the European university”.

Despite the concerns, both academics expressed confidence that new students would still apply to the institution if it regains a teaching licence before next September.

Prospective students “understand that if you want to do modern social sciences, which the country needs, there is hardly a better place to do it than at our university”, said Professor Kharkhordin.

Fuente: https://www.timeshighereducation.com/news/european-university-st-petersburg-faces-research-only-future

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Series: La educación en el ojo del huracán

Por: Juan Pablo Russo

Entre la diversidad temática que rige los contenidos del cine y las series se encuentran las “High School” o de colegios, género que nació a mediados de la década del 50 y cuyo abordaje fue mutando a lo largo del tiempo. Los éxitos televisivos más recientes de este género corresponden sin duda a la edulcorada comedia musical Glee, que reunía en un coro a todos los losers de un secundario de Ohio, y 13 Reason Why, centrada a partir del suicidio de una adolescente víctima de bullying y cuyos padres responsabilizan a las autoridades del colegio que asistía.

Para el escritor y crítico literario español Jorge Carrión, autor del libro Teleshakespeare (Interzona), “desde que The Wire retratara con gran realismo los problemas de la educación pública de Baltimore, no hemos dejado de ver en las series esas instituciones, emblemáticas de los Estados Unidos, más de sus sombras que de sus luces, y por tanto interesantes para las series (que quieren retratar los EEUU y que siempre con más sombrías que luminosas)”. Pero para Carrión la educación pública es tan representativa como la privada. “Recordemos, entre los ejemplos recientes, la última temporada de The Killing, la segunda temporada deAmerican Crime y The OA que si no me equivoco, también es privado”, sostiene.

Pero más allá de la hegemonía estadounidense, series de diferentes latitudes supieron captar el interés masivo de la audiencia, La comedia negra danesa Rita, la española Merlí y el drama policial australiano The Principal (todas disponibles en Netflix) son tres ejemplos de cómo la educación pública supo meterse en la TV y darle una vuelta de tuerca al género.

Rita da un giro total a lo visto en las “High School” exponiendo los diferentes problemas que enfrenta en la actualidad la educación pública danesa, que aunque trabajada en un tono de comedia en ocasiones transita por numerosas situaciones dramáticas hiperrealistas.

Mientas Rita representa el alejado, pulcro, aunque también contradictorio, modelo de los países nórdicos, The Principal se sumerge en el suroeste de Sydney, para mostrar situaciones un poco más cercanas a la educación tercermundista. La serie, de cuatro episodios, narra la historia de un director de escuela obsesionado en cambiar la vida de sus alumnos, todos varones, habitantes de un barrio multiétnico dominado por pandillas de narcotraficantes de poca monta.

Pero es el dramaturgo Héctor Lozano quien propone en Merlí una acida mirada sobre la relación entre alumnos y profesores pero sin que los tópicos -que los hay- sean el motor de las tramas y de los personajes. Lo atractivo de Merlí es, por un lado, su protagonista Merlí Bergeron, un profesor de filosofía que basa sus clases en situaciones reales que transitan los alumnos; pero por otro, la óptica desde la que se mira a los adolescentes. Mostrándolos como seres pensantes, capaces de resolver conflictos y alejados de toda estigmatización.

Las tres propuestas, además de construir “héroes”, se mueven en la búsqueda de un proceso educativo más justo, que incluya a pesar de las circunstancias y la realidad social de cada individuo. La educación es un derecho y los tres protagonistas harán lo imposible para que se cumpla.

En Argentina hubo algunas experiencias en este sentido como Entre horas, de la cineasta Daniela Goggirealizada para la TDA, pero es el género documental el que más retrató la educación pública a partir de series como Motivados por la historia (TV Pública), un docu-reality en el que un profesor de historia y cuatro jóvenes se proponen revivir el mítico cruce de la epopeya libertadora del General José de San Martín en 1817, o Queremos saber (Encuentro), que indaga en los cambios que ocurren durante la adolescencia. Ambas series se forjan a través de contenidos educativos y no sobre las problemáticas.

Ante la ausencia de series es el cine nacional quien se ha propuesto incursionar sobre estos vínculos como la reciente El corral (2017), de Sebastián Caulier, que se inmiscuye en el interior de un colegio de Formosa en pleno años 90 para desarrollar una historia de acoso y sus consecuencias.

Para Caulier este es un universo rico tanto para series como para el cine porque en los colegios públicos siempre hubo una diversidad de clases sociales, con todo lo que eso conlleva. “Por los pasillos de los principales colegios públicos se cruzaban hijos de empresarios o políticos poderosos con hijos de familias muy humildes. Es muy común que en los recreos convivieran, por ejemplo, el hijo de un conocido dueño de supermercados con el hijo de un repositor que trabajaba para uno de los locales del padre de aquél. En esos cruces de relaciones de poder en el mismo colegio se fundía el germen que da vida a una historia”.

Fuente: http://www.escribiendocine.com/articulo/0014005-series-la-educacion-en-el-ojo-del-huracan/

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Series: La educación en el ojo del huracán

Argentina / 8 de octubre de 2017  / Autor: Juan Pablo Russo / Fuente: Escribiendocine

Entre la diversidad temática que rige los contenidos del cine y las series se encuentran las “High School” o de colegios, género que nació a mediados de la década del 50 y cuyo abordaje fue mutando a lo largo del tiempo. Los éxitos televisivos más recientes de este género corresponden sin duda a la edulcorada comedia musical Glee, que reunía en un coro a todos los losers de un secundario de Ohio, y 13 Reason Why, centrada a partir del suicidio de una adolescente víctima de bullying y cuyos padres responsabilizan a las autoridades del colegio que asistía.

Para el escritor y crítico literario español Jorge Carrión, autor del libro Teleshakespeare (Interzona), “desde que The Wire retratara con gran realismo los problemas de la educación pública de Baltimore, no hemos dejado de ver en las series esas instituciones, emblemáticas de los Estados Unidos, más de sus sombras que de sus luces, y por tanto interesantes para las series (que quieren retratar los EEUU y que siempre con más sombrías que luminosas)”. Pero para Carrión la educación pública es tan representativa como la privada. “Recordemos, entre los ejemplos recientes, la última temporada de The Killing, la segunda temporada de American Crime y The OA que si no me equivoco, también es privado”, sostiene.

Pero más allá de la hegemonía estadounidense, series de diferentes latitudes supieron captar el interés masivo de la audiencia, La comedia negra danesa Rita, la española Merlí y el drama policial australiano The Principal (todas disponibles en Netflix) son tres ejemplos de cómo la educación pública supo meterse en la TV y darle una vuelta de tuerca al género.

Rita da un giro total a lo visto en las “High School” exponiendo los diferentes problemas que enfrenta en la actualidad la educación pública danesa, que aunque trabajada en un tono de comedia en ocasiones transita por numerosas situaciones dramáticas hiperrealistas.

Mientas Rita representa el alejado, pulcro, aunque también contradictorio, modelo de los países nórdicos, The Principal se sumerge en el suroeste de Sydney, para mostrar situaciones un poco más cercanas a la educación tercermundista. La serie, de cuatro episodios, narra la historia de un director de escuela obsesionado en cambiar la vida de sus alumnos, todos varones, habitantes de un barrio multiétnico dominado por pandillas de narcotraficantes de poca monta.

Pero es el dramaturgo Héctor Lozano quien propone en Merlí una acida mirada sobre la relación entre alumnos y profesores pero sin que los tópicos -que los hay- sean el motor de las tramas y de los personajes. Lo atractivo de Merlí es, por un lado, su protagonista Merlí Bergeron, un profesor de filosofía que basa sus clases en situaciones reales que transitan los alumnos; pero por otro, la óptica desde la que se mira a los adolescentes. Mostrándolos como seres pensantes, capaces de resolver conflictos y alejados de toda estigmatización.

Las tres propuestas, además de construir “héroes”, se mueven en la búsqueda de un proceso educativo más justo, que incluya a pesar de las circunstancias y la realidad social de cada individuo. La educación es un derecho y los tres protagonistas harán lo imposible para que se cumpla.

En Argentina hubo algunas experiencias en este sentido como Entre horas, de la cineasta Daniela Goggirealizada para la TDA, pero es el género documental el que más retrató la educación pública a partir de series como Motivados por la historia (TV Pública), un docu-reality en el que un profesor de historia y cuatro jóvenes se proponen revivir el mítico cruce de la epopeya libertadora del General José de San Martín en 1817, o Queremos saber (Encuentro), que indaga en los cambios que ocurren durante la adolescencia. Ambas series se forjan a través de contenidos educativos y no sobre las problemáticas.

Ante la ausencia de series es el cine nacional quien se ha propuesto incursionar sobre estos vínculos como la reciente El corral (2017), de Sebastián Caulier, que se inmiscuye en el interior de un colegio de Formosa en pleno años 90 para desarrollar una historia de acoso y sus consecuencias.

Para Caulier este es un universo rico tanto para series como para el cine porque en los colegios públicos siempre hubo una diversidad de clases sociales, con todo lo que eso conlleva. “Por los pasillos de los principales colegios públicos se cruzaban hijos de empresarios o políticos poderosos con hijos de familias muy humildes. Es muy común que en los recreos convivieran, por ejemplo, el hijo de un conocido dueño de supermercados con el hijo de un repositor que trabajaba para uno de los locales del padre de aquél. En esos cruces de relaciones de poder en el mismo colegio se fundía el germen que da vida a una historia”.

Fuente del Artículo:

http://www.escribiendocine.com/articulo/0014005-series-la-educacion-en-el-ojo-del-huracan/

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Guillem Ferrer: «El sistema educativo está colapsado y hay que dejar que vaya muriendo»

España / 8 de octubre de 2017 / Autor: Lola Sampedro / Fuente: El  

Guillem Ferrer lleva desde 1998 intentando cambiar el mundo poco a poco, como se llama el movimiento activista que él mismo fundó ese año, Poc a Poc. Despacio pero sin pausa, dedica sus días a trabajar para mejorar la educación, la base de todo para él. Los días 14 y 15 de octubre, su fundación Educació per la Vida, celebrará la 13ª edición del encuentro Terra, ànima y societat, en Pollença, un espacio donde aprender y compartir esa nueva forma de aprender, esa nueva educación a la que algunos llaman holística.

P. ¿Cómo ha cambiado en estos años el sector educativo?
R. Hay mucha diferencia. Podemos decir que en Mallorca se está viviendo una revolución; no sólo lo digo yo, sino gente que viene de todo el mundo. Los profesores se han implicacdo. En las escuelas hay una revolucón, en las familias aún no, ahí es más lento, pero los padres que llevan a sus hijos a las escuelas holísticas sí se implican. El Govern también, sobre todo en estos últimos años, pero muy lentamente.

P. ¿Ve una apuesta del Govern por este tipo de educación?
R. No totalmente, no como yo creo que debería ser. El sistema educativo está colapsado y sólo hay que dejar que poco a poco vaya muriendo, no hay que ponerle más energía. Ahora ya sabemos que una mejor educación es posible. Sabemos leer, escribir y aritmética, pero no sabemos quiénes somos.

P. ¿Los que fuimos a escuelas tradicionales somos un desastre?
R. Por lo general, esta educación espiritual y ecológica no es tan habitual en la escuela tradicional. No hablo de la religión, sino de la espiritualidad. Eso se ha obviado, igual que la educación ecológica. Por eso tenemos este desastre ecológico, porque la gente que está en el poder no tiene en cuenta la ecología, no la entiende. Enviar a tu hijo a una de estas escuelas ayuda mucho. Yo impulsé la escuela Sa Llavor en mi pueblo, en Mancor, y nos hemos dado cuenta de que los propios niños están cambiando a los padres.

P. ¿Es difícil ser coherente con ese estilo de vida las 24 horas del día todos los días del año?
R. Ahora mismo es difícil, porque no nos han educado así. La educación tiene que empezar desde el mismo momento en que el niño está en el vientre materno.

P. ¿Los padres que recibimos educación tradicional estamos preparados para criar a niños desde la educación holística?
R.  No. Hay que recuperar el espíritu, cada uno tiene que buscarse y la meditación es el camino. Cuando entras en el silencio empiezas a entender algo, hay una voz que te dice que no puedes escuchar estudiando matemáticas o geometría o viendo una película. Necesitas el silencio. Y la meditación ayuda en ese camino, para descubrir qué pasa en tu mundo interior.

P.  La mayoría de esas escuelas son privadas, hay que pagar mucho dinero para llevar a tus hijos a una. ¿Existe el riesgo de que se conviertan en colegios elitistas?
R. Todas estas escuelas quieren ser públicas, pero no pueden. Tienen que ser independientes porque no les dejarían hacer la educación holística. En Mallorca hay una pública en Sóller, Ses Marjades.

P. ¿Qué cambios tienen que darse en la escuela pública?
R.  Lo más importante es la formación de profesores y la creación de escuelas experimentales públicas. Dicho así, escuelas experimentales, parece que estemos usando a esos niños como conejillos de indias. En sentido positivo. Ya sabemos desde hacemos muchos años que este tipo de educación sale bien. Nosotros vamos atrasados, pero en otros países como Finlandia o Bután hace muchos años que implantaron la educación holística. También tenemos el ejemplo de Finlandia.

P. Allí los profesores cobran más y gozan de mucho prestigio.
R. Claro, pero no se trata de que tengan que cobrar más. Tenemos que valorarlos más, creer en ellos. Hay que entender que no podemos dejar que la educación recaiga por completo en los maestros. Es un error, la clave es la familia y se tiene que acompañar de los maestros y de los «grandes maestros», los animales, los ríos, los árboles… La naturaleza es el gran libro del que tenemos que aprender, no en un aula cerrada. Por eso en Sa Llavor cada día van al huerto y allí aprenden geometría, geografía, matemáticas, relaciones, astronomía… Y cada día van al bosque y en los 12 años nunca se ha caído un niño de un árbol. Las escuelas llenas de cemento, en las que quitaron los árboles para que no se cayeran los niños, son inhumanas. Eso tiene que cambiar.

P. ¿Con ese discurso no cree que demoniza a las escuelas tradicionales?
R. No. No quiero que suene a que me quejo, yo no me quejo de nada. Esa educación es la que tenemos y la respetamos, pero ya sabemos que hay una mejor, hay que caminar en ese sentido, no ir en contra de lo que hay.

P. Habla de que en Mallorca se está viviendo una revolución. ¿Por qué surge?
R. Porque los profesores se han implicado, ahora falta que se impliquen las familias y el Govern. Es un proceso lento, pero las semillas que se están sembrando son muy poderosas, están basadas en algo profundo. Hemos entendido que necesitamos el autoconocimiento, que no es suficiente con la aritmética o la escritura.

P. ¿Esa semilla se siembra igual sea cual sea el color político del Govern balear?
R. En la nueva educación no hay colores, no hay separación; unimos. Pasamos del competir al compartir. Tú no eres mi enemigo, eres mi amigo porque somos una gran familia.

P. ¿Cuál es el papel de la religión en la educación holística?
R. Creo que hay una confusión entre la religión y la espiritualidad. La espiritualidad es conocerte, saber
quién eres. Una vez te conoces, puedes necesitar o no la religión, eso es opcional, complementario. Esa es una de las grandes diferencias entre la educación actual y la nueva: la actual enseña conocimiento y la holística te conecta con la sabiduría.

P. ¿Cree que se corre el peligro de que muchos padres escépticos recelen porque ven en el discurso de esa nueva educación una pátina new age?
R. Debes tener fe, si no la tienes, no entiendes nada. La fe es lo innombrable en acción. Los que venimos de la educación tradicional asociamos estudiar con hincar los codos, con el éxito académico. Nos cuesta entender que existe otra manera de aprender. ¿Cómo se supera ese miedo, cómo podemos dejar de recelar? Tienes que tener fe.

P. ¿Esos niños entrarán con normalidad en la universidad una vez hayan terminado la escuela holística?
R. Es de sentido común. Esos niños aprenden que primero somos y luego hacemos. Cuando te conoces, tienes confianza en ti mismo y no tienes miedo a nada. En la escuela holística pasa eso. Una vez terminas, vas a buscar trabajo y tienes confianza en ti mismo, no te preocupas. Una de las claves es hacer la transición del miedo a la confianza. Estos niños sabrán relacionarse.

P. ¿Qué les diría a los que aseguran que esos niños salen raritos?
R. Eso son formaciones mentales equivocadas. Cada vez que me encuentro a una persona sabia y le pregunto por qué no somos felices, por qué el mundo no funciona, todos coinciden en que es un problema de relaciones. No sabemos relacionarnos con nosotros mismos, porque no sabemos quiénes somos. Tampoco sabemos hacerlo con los demás, por eso tenemos problemas en casa, en el trabajo y en la sociedad. Ni con el medio que nos sustenta. Contaminamos. Si tú comprendes esa relación, entiendes que la vida es sagrada y dejas de contaminar, de hacer daño.

P. ¿Dónde entra la disciplina en esta nueva educación?
R. A través de la sabiduría, de la espiritualidad. Es una disciplina con armonía.

P. ¿Cómo se aprende a hacer una ecuación de tercer grado con espiritualidad?
R. En la educación holística aprendes a leer, a escribir y también a resolver ecuaciones. Y aprendes algo más que no adquieres en la tradicional. No elimina nada sino que añade.

P. ¿Cree que estamos criando una generación blandiblú, como muchos afirman?
R. Me hablas del pasado, de una educación que no funciona. Ahora está emergiendo un campo con biodiversidad en medio de un desierto; un oasis en una sociedad acostumbrada a educar a los niños para que tengan éxito, dinero y riqueza. En esta educación ya sabemos que la verdadera riqueza es saber quién eres, los bosques, los mares y las montañas. Nada tiene que ver con acumular dinero. El dinero es un medio, nunca un fin.

P. Pero necesitamos mucho dinero para poder enviar a nuestros hijos a esos colegios privados
holísticos.
R. Te voy a poner un ejemplo. Yo era una persona con un buen sueldo, pero dejé mi trabajo, cambié de vida. Te puedo decir que hoy soy muchísimo más feliz. Ahora vivo con un mínimo de dinero. El dinero importa, pero no es lo más importante. Algunas familias montan la escuela en casa; otras llevan a sus hijos a una pública y los educan de forma holística en el hogar. Esa es la clave, hay que educar en casa, la escuela es un complemento. Justificamos lo de ganar dinero para hacer cosas que igual no son necesarias. Consumir es destruir, estamos dando un mal ejemplo a nuestros hijos. En Sa Llavor hay algunos padres que no pagan, hacen trueque, por ejemplo. Sin dinero, la imaginación es más poderosa.

P. ¿Cuál es el papel de los padres en esas escuelas?
R. En la nueva educación se va más lejos que en los otros colegios. Son comunidades educativas. Se unen a las familia, a los profesores, a los niños y al pueblo. Para mí, ese es el futuro.

P. ¿Hay que trasladar ese tipo de educación a la universidad?
R. Sin duda. En el momento en que esté infantil, primaria y secundaria, tendrá que estar en la universidad, si no, no querrán ir.

P. ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en la nueva educación?
R. Yo no tengo móvil y estoy vivo. Tampoco veo la televisión y estoy bien. Hay que educar en su uso, en equilibrio y armonía.

P. Antes de dedicarse al activismo desde el movimiento Poc a Poc, trabajaba como jefe de diseño en Camper. ¿Cuál fue su formación?
R. ¡Yo soy un caso muy curioso, no he tenido educación, he tenido inspiración. A los 11 años le dije a mi padre que no quería estudiar más. No he ido a la universidad ni terminé el Bachillerato. Mi educación es una educación del saber, de la calle, de conectar con personas, un camino hacia el interior. Yo nunca he tenido que desaprender. Nunca me entró nada en el tiempo que fui al colegio, por eso yo estoy limpio y he podido volar.

P. ¿Tiene hijos?
R. No, pero mi pareja tiene tres. Yo no he tenido por diversas circunstancias, pero eso no es importante. Además, con la superpoblación mundial que sufrimos, no está claro que es mejor si tenerlos o no tenerlos. Yo no tengo, pero pongo toda mi energía en la educación y además gratis, porque estoy en una época de servicio, sin expectativas, sin esperar nada a cambio. Lo hago desde el amor y la libertad. El gran cambio vendrá del corazón, no de la mente.

P. ¿Hay una parte evangelizadora en su trabajo?
R. No, yo no soy un predicador. Esa es una percepción equivocada. Mi labor es espiritual, sale de mi verdadero ser, de mi interior. Yo hablo desde la humildad, no tengo nada que vender.

Fuente de la Entrevista:

http://www.elmundo.es/baleares/2017/10/01/59d0c33ae5fdea37738b461b.html

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Un dolor que deja enseñanzas.

Por: Fanny Pollarolo.

La reciente tragedia ocurrida en  la institución educativa privada Alianza Francesa, nos empuja a  reflexionar  sobre los  distancias e incomprensiones que pueden existir en las relaciones entre los adultos que integran las instituciones educativas y sus estudiantes, especialmente los que se encuentran  en etapa adolescente. Uno de los factores que parece estar a la base de estas dificultades es el que se relaciona  con vacíos en la capacidad de empatizar y acceder a la subjetividad de cada joven, lo que, por una parte,  convierte la escuela  en un espacio desprovisto de un adecuado manejo de la dimensión emocional  de los estudiantes y de sus impactos en el aprendizaje y la conducta, al mismo tiempo que   pone en tensión las habilidades emocionales de los propios adultos a cargo.

Vacíos de este tipo son los que se muestran en una situación como la producida en dicha institución, desencadenada ante el hallazgo de unas, al parecer, pequeñas dosis de mariguana trasportada por uno de sus alumnos. Ausente el manejo de las dimensiones emocionales, el relato solo destaca  la existencia de la droga en la mochila revisada. Nada aparece  en cuanto una mirada  integral del sujeto cuya conducta se evalúa. Lo visible para el observador parece no ser el estudiante en tanto persona,  con una forma de ser y una historia que le son propias  y cuyo conocimiento facilitaría nuestra comprensión y evaluación del la conducta que se investiga. Para  los  enjuiciadores  ha desaparecido la   identidad que se perfila en ese estudiante y que podríamos conocer. Ella está ausente y solo es visible en él su  acto de portar marihuana.

No es sencillo hablar públicamente de lo ocurrido. Entendemos que varios otros factores deben haber jugado en esa dramática decisión del joven estudiante. Y, muy especialmente, entendemos el difícil duelo que vive su familia y entorno inmediato, ese que fue su colegio, sus compañeros y todos los estudiantes, autoridades, maestros, funcionarios, apoderados, todos ellos se encuentran sobrellevando una experiencia en extremo difícil, seguramente con enorme tristeza.

Y son, entonces, las consecuencias de ese acto, las que parecen alinear  las decisiones y las conductas de las autoridades. Y quizás si fueron las  emociones que acompañaron esas ideas las que cerraron el paso   a un tiempo de reflexión y empatía, empujando a iniciar un camino que no permitía   marcha atrás.

Porque, la celeridad para decidir el llamado a carabineros pidiendo su orientación  y la opción tan directa de afirmarse en la ley y en el control, ¿no muestra acaso que se está reaccionando a un efecto que se teme y que debe ser acallado antes de que surja? ¿Habrá sido  el peso  que puede tener el rol de autoridad cuando le preocupa  el  prestigio del colegio; la relación con apoderados  que demandan mayor efectividad en el tema de la droga;  inseguridad respecto a  tener éxito  en un  tema que hoy pareciera ser  inmanejable? Puede entonces que el formato de la ley y el control que implica poner al estudiante  “en manos de la justicia”, sea percibido como  la salida más rápida, que  frena la crisis antes de que se inicie y evita procesos que se perciben largos e inciertos.

No es sencillo hablar públicamente de lo ocurrido. Entendemos que varios otros factores deben haber jugado en esa dramática decisión del joven estudiante. Y, muy especialmente, entendemos el difícil duelo que vive su familia y entorno inmediato,  ese que fue su colegio, sus compañeros y todos los estudiantes, autoridades, maestros, funcionarios, apoderados, todos ellos se encuentran sobrellevando una experiencia en extremo difícil, seguramente con enorme tristeza.

Si lo hacemos es porque el intentar comprender el proceso interno y subjetivo de lo ocurrido puede permitir visualizar con mayor claridad las carencias que nuestras instituciones educativas tienen en el plano de lo afectivo,  las que aún no se nutren suficientemente de las necesarias dimensiones emocionales y contextuales que marcan a cada uno de sus estudiantes, y en las que el necesario  diálogo entre lo pedagógico y lo psicosocial es aún incipiente. Igualmente lo hacemos recordando las palabras del  Director, dadas  en una entrevista,  sobre la reflexión que ellos deberán hacer, incorporando el  “dar espacio a las emociones de los alumnos y no considerando solo el desempeño académico”.

Hoy día conocer a un adolescente exige también apreciar las condiciones externas en las que se desarrolla, no solo familiares sino también los pares y el barrio, así como también los propios rasgos de su temperamento y de la personalidad que se perfila. Todos ellos son  factores que marcan con mucho mayor fuerza las necesidades y deseos propios de  esta etapa del desarrollo humano, y son también los que empujan la aparición  de aquellas conductas denominadas de riesgo, fácilmente visibles cuando  se trata de  violencia, impulsividad, resistencia a la autoridad y, por el contrario, mucho más  difíciles  de detectar cuando la inseguridad y el miedo que acompaña a un adolescente están ocultos en un comportamiento silencioso, un pasar “desapercibido”.

Llegar a la emocionalidad que está expresándose en el comportamiento de un adolescente demanda del adulto una mirada absolutamente personalizada y desprejuiciada  de él, pero también le  exige  la capacidad de estar abierto a reconocer sus propias emociones en esa relación. Esa posibilidad de sentir al estudiante, no solo de evaluarlo en sus conductas o en sus capacidades de aprendiz,  y su disposición a tolerar con tranquilidad el tiempo y el espacio que requiere el apreciarlo en  sus necesidades y sus sentimientos, es  lo que para algunos constituye la base de una: “escuela emocional”.

Todos ellos  son aspectos que se vienen impulsando desde el Ministerio de Educación, desde experiencias comunales y regionales que buscan innovar; desde el interés de otros Ministerios que aprecian la importancia  del espacio escolar en aspectos preventivos; ligado todo esto con la mirada sistémica e integradora de la Reforma de la Infancia y Adolescencia impulsada por la presidenta Bachelet. Y es también la necesidad de hacer efectiva la mirada integral que alimenta la gran Reforma de la Nueva Educación Pública, la ley de desmunicipalización que concibe la escuela  como espacio en el que se percibe y apoya al estudiante  en el despliegue de todas sus capacidades y en la efectividad de  sus derechos. Es la pedagogía que hace unidad con la integralidad  del  desarrollo humano, para toda la infancia y la adolescencia de nuestro país.

Y en relación a esta gran tarea es que sentimos la necesidad de que tragedias como la vivida sean una exigencia y un aprendizaje, para escucharnos más, para trabajar juntos y  colaborar.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2017/09/22/un-dolor-que-deja-ensenanzas/?v=desktop

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