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Educación superior: un proyecto que necesita rehacerse íntegramente

Chile / 17 de septiembre de 2017 / Autor: José Joaquín Brunner / Fuente: El Líbero

El mayor problema de la reforma de la educación superior impulsada por el gobierno es la inexistencia de un diagnóstico serio del sistema que considere todos los elementos indispensables, y la ausencia por ende de una agenda de problemas necesarios de abordar. Hasta ahora, la reforma anunciada, y el proyecto de ley enviado al Congreso para materializarla, carecen de una fundamentación racional.

Ante todo, deseo llamar la atención sobre el carácter y desempeño de nuestra educación terciaria (ET), cuya legislación más fundamental estamos tratando de cambiar. En efecto, cualquiera modificación de la legislación que la rige, sobre todo si pretende ser de fondo, debe partir por un conocimiento fundado del sistema que se busca cambiar.

 

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Carácter. Dentro de la clasificación de regímenes de economía política de los sistemas nacionales según el carácter público/privado de la provisión y el financiamiento del sistema, el de Chile se caracteriza —en comparación con el promedio de los países de la OCDE— por tener en ambas dimensiones una presencia preponderante de matrícula y recursos privados. En esta misma categoría, aunque con perfiles diferentes de preponderancia privada, se encuentran además Brasil, Corea, Gran Bretaña, Israel, Indonesia, Japón, Perú y otros.

Un tipo diametralmente opuesto de economía política es aquel donde predominan la provisión y el financiamiento estatales, como ocurre —en diversos grados— en la mayoría de los países de Europa Occidental y también en Argentina, Cuba y Uruguay, por ejemplo.

Un tercer tipo de régimen es aquel en que predomina la provisión estatal, pero con financiamiento mayoritariamente privado (economía política estatal de costos compartidos), como poseen Australia, Canadá y Estados Unidos, entre otros.

Por último, hay sistemas cuyo régimen combina provisión mayoritaria por instituciones privadas (“de vocación pública”) con gestión independiente y financiamiento predominantemente fiscal (economía política de tercer sector), como ocurre en Bélgica, Finlandia, Estonia y Honduras, por ejemplo.

Nótese que si bien Chile se sitúa en el cuadrante de provisión y financiamiento predominantemente privados, sin embargo posee universidades que corresponden a  tres de los tipos de regímenes de economía política descritos: universidades estales financiadas mayormente con recursos privados agrupadas en el CUECH;  universidades privadas cofinanciadas con aportes directos del Estado (las del G9); y universidades privadas cuyo financiamiento principal —aunque no exclusivo— proviene de fuentes privadas.

 

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Desempeño. ¿Qué rendimiento posee nuestro sistema de ET en las dimensiones básicas de su desempeño? A continuación se presentan resumidamente los datos más relevantes (con base en OECD, Education at a Glance 2016, a menos que se indique una fuente diferente).

  1. Participación. La participación neta, sobre el grupo de edad de 20 a 29 años, alcanza en Chile a un 27%, mientras que en el promedio de la OCDE se sitúa en torno a un 22%. La participación bruta medida por la UNESCO en relación a la cohorte de edad pertinente es de 89%, trece puntos porcentuales por encima de los países de Europa Occidental y América del Norte y casi el doble de la tasa promedio de América Latina (46,3%). En breve, Chile cuenta con un sistema de ET de amplia cobertura, con acceso casi universal, lo que representa un logro notable, pero crea nuevos y más complejos desafíos, como veremos más adelante.
  2. Acceso. La tasa de primer ingreso a la ET (proporción de personas que puede esperarse ingresará a algún programa de ET en el curso de su vida), índice que ofrece una idea general sobre la accesibilidad a este nivel, es de 87% en Chile, frente a un 68% en el promedio de la OCDE. La ET dejó, pues, de ser un privilegio y hoy es un derecho que las familias reconocen frecuentemente como una obligación para sus hijos.
  3. Matrícula por niveles. La distribución de la matrícula por niveles de la Clasificación Internacional Normalizada de Educación (CINE 2011) es la siguiente en Chile: Nivel 5 (carreras de ciclo corto), 29%; Nivel 6 (programas de licenciatura o equivalentes), 63,1%; Nivel 7 (programas de maestría o equivalentes), 7,1%; y Nivel 8 (programas de doctorado o equivalentes), 0,4%. En los países de Europa Occidental y América del a Norte, las cifras correspondientes son: 24,2%; 53,5%; 19,4%; 2,8%, respectivamente (UNESCO Institute for Statistics, 2017).
  4. Equidad de la matrícula. En América Latina,Chile posee la mayor tasa de participación neta del quintil 1 (más pobre), que alcanza a un 27,4%. Asimismo, tiene el segundo índice más bajo de desigualdad 20:20 después de Bolivia; el valor para Chile es 2,3, el de Bolivia 1,8 y el índice 20:20 promedio para América Latina es 7,0. (SEDLAC, 2017). Un reciente estudio del Banco Mundial destaca que Chile ha sido uno de los países más exitosos en términos de reducir la desigualdad en el acceso a la educación superior” (The World Bank, At a Crossroads: Higher Education in Latin America and the Caribbean, 2017, p. 88).
  5. Eficiencia interna. Hay dos maneras de medir el grado de eficiencia interna del sistema de ET. (A) La tasa de 1a graduación de la ET (sin incluir estudiantes extranjeros) —que estima el porcentaje de una cohorte de edad que se espera se gradúe durante el largo de su vida— es 51% en Chile, mientras en el promedio de la OCDE es 45%. En las carreras de ciclo corto las cifras correspondientes son 22% y 11%; en el nivel de licenciatura o equivalente, 34% y 38%; en el nivel de maestría o equivalente, 9% y 18%; y en el de doctorado o equivalente, 0,2% y 1,7%, respectivamente. De modo que no sólo ha aumentado notablemente la cobertura, sino también las expectativas de graduación, calculadas en base al patrón actual de titulación en la ET. (B) La tasa de conclusión de estudios universitarios por cohorte ingresada en un determinado año no cuenta en Chile con datos confiables que pudiesen ser comparados internacionalmente. Para el promedio de los países de la OCDE es 45% de graduación en tiempo oportuno y 69% medida dentro de los tres años siguientes a la duración nominal de los correspondientes programas. Suele estimarse que en Chile esta última cifra sería significativamente inferior, existiendo además una demora para graduarse en relación con la duración nominal de los estudios.
  6. Eficiencia externa, vinculada con el empleo y la remuneración de las personas con ET. (A) La tasa de empleo de personas con ET por área de educacional, hombres y mujeres, aparece como altamente satisfactoria en la comparación internacional. Para el año 2015, se situó en Chile en un 90% en el promedio de todas las áreas. Los países de la OCDE, para los años 2012 a 2015, alcanzan una tasa algo inferior, de 85% en el promedio de los países miembros. (OECD, Survey of Adult Skills, PIAAC). (B) El diferencial del ingreso recibido por las personas con ET en relación con el ingreso promedio de las personas con educación secundaria superior (=100) es en general alto comparado con el promedio OCDE, en todos los niveles. En el nivel 6 asciende a 282 frente a 148 en la OCDE. Y en el Nivel 7, la comparación es de 444 versus 191, respectivamente. Sin embargo, se observa en Chile una creciente dispersión de las remuneraciones de los graduados; por ejemplo, en el caso de Derecho, durante el primer año después de la graduación, el 10% superior tiene una remuneración alrededor de 10 veces mayor al 10% inferior ($3,4 millones versus $344 mil pesos) (Mi Futuro, 2017). Asimismo, un reciente estudio del Banco Mundial estima que un 7% de los estudiantes que comenzó sus estudios de ET en 2012 podría haberse matriculado en programas que tendrían tasas negativas de retorno (The World Bank, At a Crossroads: Higher Education in Latin America and the Caribbean, 2017, cap. 3 de Sergion Urzúa).
  7. Calidad. Es la dimensión más difícil de medir cuantitativamente. A continuación presentamos tres indicadores.
    • Según el porcentaje de estudiantes en universidades acreditadas, menos de un 10% de los estudiantes se halla matriculado durante los últimos años en universidades no-acreditadas. Un 31% de la matrícula total de las universidades se encuentra en instituciones con el máximo de las cinco áreas acreditadas, mientras que un 14% de los estudiantes de pregrado está matriculado en universidades con acreditación solo en las dos áreas obligatorias. Considerando la matrícula de los IP y CFT, un 87,3% de la matrícula del sector técnico profesional corresponde a instituciones con dos o más áreas de acreditación y un 13% a instituciones sin acreditación. En breve, la gran mayoría de los estudiantes cursa sus estudios en instituciones que la agencia oficial del Estado califica como de un nivel satisfactorio.
    • Según el número universidades de excelencia registradas entre las mil universidades top del ranking global del Times Higher Education aparecido hace pocos días, el sistema chileno cuenta con 13 universidades de calidad internacional, una por cada 1,4 millón de habitantes, seguido de Costa Rica con una x cada 4,9 millones de habitantes, Brasil, una x cada 9,2 millón y Colombia una x 9,8 millones. Más atrás aparecen Venezuela, Perú, México y Argentina. Nótese que las mil primeras universidades corresponden a menos del 4% del total mundial de universidades registradas por Webometrics (26.368 en 2017).
    • Según el desempeño de las personas con ET en el examen PIACC de comprensión lectora (literacy), Chile muestra una baja calidad de resultados: 240 puntos en promedio, que representa un nivel elemental de literacy, frente a un promedio de 275 puntos para los países de la OCDE. La puntuación obtenida por las personas con ET en Chile es menor que el puntaje alcanzado por las personas con educación secundaria superior de la OCDE (260) y supera apenas por cinco puntos el puntaje promedio OCDE de las personas con educación inferior al nivel secundario superior (235 puntos).

Una hipótesis plausible es suponer que la baja puntuación obtenida en Chile por las personas con ET, se debe a los bajísimos niveles alcanzados previamente por las personas con menos que educación secundaria superior (186 puntos) y con educación secundaria superior (219 puntos). Dicho en otras palabras, el pobre desempeño de la ET en literacy, sería el resultado acumulativo de las desventajas de la cuna y de la pobre calidad de la educación primaria y secundaria que recibe una mayoría de los niños y jóvenes provenientes de los hogares correspondientes a los deciles de menor ingreso.

  1. Financiamiento. El gasto en ET (incluyendo I&D) medido como porcentaje del PIB —indicador del esfuerzo relativo que los países realizan en este ámbito— es en Chile netamente superior al promedio de la OCDE; de hecho, es uno de los mayores del mundo. Se caracteriza además por una fuerte participación de la financiación privada.

(A) Según niveles de la CINE 2011 alcanza en Chile a un 0.4% en el Nivel 5; a un 2.0% en los Niveles 6 a 8; en total, 2.3% del PIB. En el promedio de la OCDE, las cifras correspondientes son 0.2%, 1.4% y 1.6%, respectivamente.

(B) Según el carácter estatal o privado de las fuentes de recursos, en Chile la composición del gasto es: 1.0% estatal; 1.4% privado; total, 2.3%, respectivamente. En el caso de la OECD: 1.1% estatal; 0.5% privado; total, 1.6%.

(C) Según el monto del gasto por estudiante, la distribución en Chile  es la siguiente (expresada en USD ppc,  incluyendo gasto en I&D): Nivel 5, USD 4.079; Niveles 6 a 8, USD 9.084; total, USD 7.642 (USD 364 en I&D). En comparación, el gasto promedio de la OCDE es USD10.107, USD 16.199, 15.772 (USD  4.837 en I&D), respectivamente. En suma, Chile realiza un significativo esfuerzo de gasto en la ET en relación con el PIB, pero sostiene este esfuerzo mediante un esquema de gasto compartido. Aun así, el gasto en el Nivel 5 es comparativamente bajo para el gasto en los niveles superiores, y el gasto en I&D es ínfimo.

  1. Evaluación de sistemas nacionales. El único ranking de sistemas nacionales de universidades, realizado por Universitas 21, ubica a Chile en el lugar 34 entre 50 países, el primero de los cuatro sistemas latinoamericanos evaluados, seguido de Argentina, Brasil y México. Este ranking considera recursos, ambiente académico, conectividad y output de investigación y docencia.

 

En suma, una visión respaldada por datos sobre el desempeño comparado del sistema chileno arroja un balance positivo con una sólida performance en el contexto no sólo latinoamericano, sino también —en varias dimensiones— en relación con el promedio de la OCDE. Además, revela dónde se hallan los principales desafíos que el sistema enfrenta en la actual etapa de su desarrollo: (i) baja calidad del logro en la adquisición de competencias fundamentales; (ii) necesidad de focalizar los esfuerzos de la instancia de acreditación en cubrir a todas las instituciones, exigiendo y fomentando una mayor efectividad de los procesos de enseñanza y aprendizaje; (iii) necesidad de un constante monitoreo de la empleabilidad de los graduados, especialmente la evolución de la franja de personas con tasa negativa de retorno; (iv) preocupación por la deserción y duración tanto nominal como real de las carreras universitarias y necesidad de apoyar a los estudiantes vulnerables; (v) reducido gasto en I&D y en la enseñanza técnica de ciclo corto.

 

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Visto el positivo desarrollo de nuestra educación superior y su estado actual, cualquier cambio que se desee introducir —sobre todo si es de cierta magnitud— debe ser seriamente fundado y técnicamente bien diseñado. El mayor problema de la reforma de la educación superior impulsada por el gobierno es la inexistencia de un diagnóstico serio del sistema que considere todos los elementos resumidos más arriba, y la ausencia por ende de una agenda de problemas necesarios de abordar. Hasta ahora, la reforma anunciada, y el proyecto de ley enviado al Congreso para materializarla, carecen de una fundamentación racional.

Tampoco ha definido los principios axiales que deberían orientar la reforma, en relación con aspectos cruciales tales como la naturaleza del sistema y su  economía política; el balance estatal/privado respecto de la provisión y el financiamiento; la mantención o no de un esquema de costos compartidos; la definición y el carácter de las instituciones; cómo ha de entenderse lo público de acuerdo a la evolución histórica del sistema y su institucionalidad; vínculo de las instituciones con el Estado (igualdad de trato o diferenciación, cuándo, cómo, en qué aspectos, etc.); la autonomía de las universidades; la identidad de sus proyectos educacionales; los esquemas de apoyo para los estudiantes, etc. En breve, la reforma carece de norte; no explícita sus objetivos ni aparece dotada de una racionalidad de valores.

Tampoco propone una estrategia sustentable de desarrollo de la ET que sirva como marco para las modificaciones legislativas y que responda a un diagnóstico fundado, incorpore los principios axiales y defina metas y medios para su implementación. Discutimos en el aire, lo que dificulta la comprensión de los asuntos discutidos e inhibe una deliberación racional.

En cuanto a la gobernanza del sistema propuesta en el proyecto, ella es orgánicamente débil y confusa en el vértice superior. En efecto, se discute en paralelo crear una Subsecretaría de Educación Superior y un Ministerio de Ciencia y Tecnología. Esta dualidad no se justifica y debilita a ambas partes en vez de fortalecerlas.

Funcionalmente, el esquema propuesto es centralizado, controlista, excesivamente burocrática y parece obedecer a un generalizado sentimiento de desconfianza de las autoridades hacia las instituciones. Establece un control estatal panóptico a través del manejo de la admisión; la determinación de vacantes; la definición de estándares y la regulación curricular a través de un marco nacional de cualificaciones rígidamente concebido; el trato preferente a un grupo de universidades que recibirían el monopolio sobre el carácter público de la ET; una categorización y segmentación de las universidades; la supervisión concebida con criterios de mera contabilidad de la gestión y uso de recursos; la fijación del precio de los aranceles; y, en última instancia, la dependencia de todas las instituciones de la voluntad oficial una vez que el financiamiento del sistema se halle exclusivamente en manos del Estado.

En breve, parece haberse diseñado una gobernanza para el control del sistema, no para guiarlo en beneficio del interés común. Más que estimular la iniciativa de las instituciones, parece que la opción es sujetarlas a una administración jerárquica que operaría por medio de reglas y controles.

Tampoco se prevé  una adecuada coordinación entre los varios componentes de la gobernanza, como ministerios, agencias públicas relevantes, los actores del sistema y las partes interesadas externas de la sociedad civil. La interlocución del gobierno con los actores internos del sistema se mantiene bloqueada a favor del CRUCH, organismo que se ha vuelto disfuncional y cada vez menos representativo del conjunto de universidades acreditadas. Igualmente, se excluye la participación institucionalizada de partes interesadas externas en la formulación de las políticas para el sector, salvo en el caso de las instituciones no-universitarias.

 

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Por último, conviene anotar que toda esta discusión sobre una reforma de la ET se lleva a cabo sin atender a los desafíos que el sistema deberá enfrentar durante las próximas décadas. Menciono, por vía de ejemplo, tres órdenes de estos desafíos.

  1. Perspectivas de desarrollo de la docencia, su arquitectura, homologación con las tendencias internacionales a nivel de pregrado y posgrado, el aprendizaje de competencias claves para este siglo, el uso intensivo de las nuevas tecnologías digitales, etc. No hay una efectiva preocupación por los temas de deserción y titulación oportuna; la contención de la espiral de costos docentes; el financiamiento de los estudiantes y las instituciones; la administración de la gratuidad parcial y focalizada que se ha instaurado por medio de glosas del presupuesto de la nación; el mejoramiento continuo de los programas; el financiamiento del esquema de becas y créditos, etc.
  2. La investigación en los diferentes campos del saber y las áreas interdisciplinarias de especial interés para Chile; la concentración o dispersión de la inversión en ciencia y tecnología; cómo combinar las dimensiones global-nacional-locales; el financiamiento de I&D; los nuevos modos de producción de conocimiento; la triple hélice entre universidades, empresas y gobierno, etc; la vinculación de la ET con el desarrollo regional y las comunidades; la forma de estimular la investigación en las nuevas universidades más meritorias.
  3. Gobierno de las instituciones. Hay una escasa reflexión sobre esta crucial materia, como queda en evidencia con la discusión sobre el gobierno de las universidades estatales, asunto que se trata separadamente en otro proyecto de ley. No nos formulamos la pregunta clave, cual es, ¿cómo han de organizarse gobiernos de universidades que posean a la vez legitimidad académica, eficacia de conducción y liderazgo de cambio? Tampoco aparecen en el horizonte del debate cómo fortalecer el pluralismo dentro del sistema, la diversidad de instituciones y un trato igualitario de ellas basado en criterios de desempeño, mérito y sujeción a un marco público de regulaciones.

En suma, el actual proyecto de reforma de la ET no está a la altura de la complejidad ni de los desafíos que enfrenta nuestro sistema. Requiere ser repensado desde la base y rediseñado con criterios más contemporáneos, aprovechando sus numerosas fortalezas y ventajas, e identificando correctamente los problemas que se deben abordar.

 

José Joaquín Brunner, #ForoLíbero

 

(Versión revisada de la presentación realizada ante la Comisión de Educación y Cultura del Hon. Senado, 11 de septiembre de 2017)

 

Fuente del Artículo:

Educación superior: un proyecto que necesita rehacerse íntegramente

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Perú: Tras diez años de reforma educativa, el 55% no percibe ningún resultado

Perú / 10 de septiembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Entorno Inteligente

Cae percepción de que enseñanza en colegios privados es buena. Sin embargo, el 74% de peruanos señala que en estos se ofrece una mejor educación respecto de los públicos, donde el 14% cree que la enseñanza es buena.

La huelga de maestros de educación básica hizo que muchos padres de familia quieran cambiar a sus hijos de un colegio público a uno privado. La última encuesta de Pulso Perú revela que el 54% del segmento E elegiría un colegio privado antes que uno público. Esta preferencia se hace más fuerte en el A/B con el 90%.

¿Qué ha pasado con la educación pública? Tras 10 años de reforma educativa en el Perú, el 55% de peruanos siente que no ha habido ningún avance. Esta sensación se hace más fuerte en el A/B (59%) y en Lima y Callao (60.4%). Por su parte, el 24% del segmento E y el 30% en el sur piensa que la reforma ha traído resultados negativos. Apenas el 20% del A/B cree que se han dado mejoras; el menor apoyo a las reformas implementadas proviene del oriente con el 11.2%.

Calidad educativa Con estos resultados, se podría pensar que la educación privada es la mejor opción; sin embargo, solo el 58% de peruanos la califica como buena.

Esta cifra muestra un deterioro en esta percepción, pues hace siete meses eran más los padres que confiaban en que se daba una buena enseñanza (60%) en estos colegios. Hoy, el 36.3% del A/B cree que la educación es regular y un 5% la considera mala.

No obstante, a la vez, la percepción de que se ofrece una mejor educación en los colegios privados respecto de los públicos aumentó en siete puntos porcentuales en el último año.

La región más convencida de ello es Lima y Callao, con el 88.1%; a la que le sigue el norte del país con el 75%. En tanto, el oriente aún confía en la educación pública con el 20%.

Fuente de la Noticia:

http://www.entornointeligente.com/articulo/80218/PERU-Tras-diez-anos-de-reforma-educativa-el-55-no-percibe-ningun-resultado-08092017

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Chile: La educación y con recursos del Estado no puede ser un negocio

Chile/ 05 de septiembre de 2017/Fuente: http://www.diariolaregion.cl

Sin duda la nueva reforma educacional ha sido un tema polémico que ha generado diversas reacciones, en especial entre padres y apoderados de colegios particulares subvencionados, quienes mediante la creación del movimiento Elqui Despierta, se organizaron para protestar contra la reforma y solicitar el aplazamiento de la Ley de Inclusión con el fin de poder tener más tiempo para el proceso de reubicar a los menores en los establecimientos educacionales.
Es por eso que en su visita a la Región de Coquimbo la Ministra de Educación, Adriana Delpiano, defendió el modelo educativo que se intenta formar con la nueva reforma y se refirió a los principales aspectos de esta ley y como beneficia a la educación pública con el propósito de dar fin de la segregación y el lucro.
«La ley de Inclusión fue una de las primeras leyes que se tramitó en este Gobierno y que tiene que ver en síntesis que los colegios reciben subvención estatal vayan terminando con varias prácticas que segregaban muchísimo, una es el copago y eso se termina a medida que va subiendo la subvención, o sea que al colegio nunca tenga menos recursos que tenía y eso es una garantía» indicó a LA REGION.
Asimismo aseguró que los establecimientos educacionales que ingresen a la Ley SEP recibirán más subvención finalmente que con el actual sistema y enfatizó la importancia de que se constituyan instituciones sin fines de lucro, en especial cuando se está haciendo de fondos estatales.
«Nosotros no creemos que la educación pueda ser un negocio que uno pone igual que un restorán o una fábrica, por ejemplo. La educación, y con recursos del Estado, no puede ser un negocio para las empresas».
Un tema que es conveniente para los sostenedores, asegura, quienes luego de conocer en detalle cómo opera esta reforma, se han dado cuenta que existe un mecanismo para que se pague el valor del establecimiento.
En tanto agregó que producto de la angustia de los apoderados por los altos aranceles que deberán pagar con el cambio, son varios los colegios que se han retractado de pasar a ser particulares pagados a nivel nacional. En el caso de la región de los 13 que confirmaron el traspaso a particular pagado, dos ya se han retractado de dicha decisión, colegio Francis School y Tamelcura, los que pasarán a ser corporaciones sin fines de lucro.

«Esperamos que de aquí a fin de año podamos convencer a varios más porque explicando bien el mecanismo por el cual pueden trabajar y recuperar la inversión que hicieron es lo que ha bajado esta demanda».
Con respecto a quienes prefieren mantener a sus hijos en establecimientos particulares pagados señaló que «el Estado ha entregado una cantidad de recursos a lo que los apoderados pagaban, eso es lo que los colegios deberían cobrar, no más que eso y no es la realidad que vemos nosotros, sino que se amenaza un alza de costos muy alta».
Asimismo explicó que el alza de los colegios que escogieron pasar a ser particulares pagados no debe ser superior a la subvención que recibían del Estado como colegios particulares subvencionados, por los que hizo un llamado a los mismo padres y apoderados a conversar con los sostenedores para ver cuáles son las reales ventajas de que el colegio cambie a particular pagado siendo que con la propia subvención puede pagarse el valor del establecimiento.
«Nosotros no queremos que se cierren colegios subvencionados, el sistema es mixto y lo que queremos es que no hay lucro, que no se haga un negocio de la educación y el mecanismo está establecido y de verdad que están los tiempo bien para estos» finalizó.

Fuente de las Noticia:

«La educación y con recursos del Estado no puede ser un negocio»

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Estados Unidos: La financiación de la educación pública en Chicago sigue en el limbo

Estados Unidos – Chicago / 27 de agosto de 2017 / Autor: Belhú Sanabria / Fuente: La Raza

El sistema escolar público de Chicago necesita $269 millones en dinero adicional del gobierno para superar la brecha presupuestaria.

Aún está por definirse de dónde provendrán esos fondos para equilibrar el presupuesto de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS), el tercer distrito escolar más grande del país.

En los próximos días, la Cámara de Representantes de Illinois estará en sesión y podría votar sobre la anulación del veto del gobernador de Illinois Bruce Rauner a un proyecto de ley que busca reformar la financiación escolar y daría unos $300 millones más para las CPS.

El Senado de Illinois ya votó para anular el veto de Rauner, mientras que la Cámara de Representantes estatal tenía previsto hacerlo este miércoles, pero Mike Madigan, presidente de la Cámara de Representantes de Illinois, canceló la sesión especial.

Según reportó CBS, Madigan canceló el voto porque los líderes de ambos partidos dijeron que se lograron avances significativos en las reuniones a puerta cerrada celebradas el martes.

La iniciativa de ley SB1 es un proyecto de reforma de la financiación escolar que alteraría la forma en el que dinero se distribuye a las escuelas en todo el estado.

Rauner vetó la medida porque según él da demasiado dinero a las escuelas públicas de Chicago y demasiado poco a los planteles de los suburbios.

Para el alcalde de Chicago Rahm Emanuel, el proyecto de ley de educación del Senado es adecuado para los niños de Illinois y el veto del gobernador Rauner es erróneo. “El voto del Senado es un rechazo bipartidista a la política de división del gobernador [Rauner] y de sus repetidos intentos de enfrentar a niños con diferentes orígenes y de diferentes partes del estado unos contra otros”.

Por ley estatal, el plan de gasto de CPS debe ser aprobado antes del próximo 1 de septiembre.

Por su parte, el Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) indicó en una  declaración  que el presupuesto de ese distrito escolar se basa en “dinero fantasma de la ciudad y el estado”.

Según Karen Lewis, presidenta del CTU, el plan de vales escolares que el gobernador Rauner ha promocionado durante mucho tiempo y el alcalde Emanuel ahora está considerando “no hará nada para la sustentabilidad a largo plazo de los presupuestos de las Escuelas Públicas de Chicago, sino que drenará los recursos de las escuelas y empujará a los estudiantes fuera del distrito”.

“Rahm no ha logrado obtener ingresos tanto a nivel de la ciudad como del estado y ahora está apoyando un plan que dará dinero a escuelas privadas que podrían ser dirigido a nuestras aulas de las escuelas públicas”, indicó Lewis. Y agregó: “Los vales son un doble golpe dirigido al corazón de la educación pública, y para ser franca equivale a robar de los mismos niños [de minorías] a los que afirma estar proporcionando santuario y equidad”.

Buscan equidad en el financiamiento

En medio de esta crisis de fondos, las Escuelas Públicas de Chicago anunciaron a principios de agosto, que planeaba despedir al menos a 950 empleados, de los cuales 350 son maestros y 600 miembros de personal de apoyo.

“Queremos dinero de los fondos TIF, dinero de impuestos que ha colectado Rahm Emanuel que él le está dando a sus amigos ricos que usan para construir renovaciones en el centro y construir condominios, no necesitamos más de eso, necesitamos más dinero para las escuelas públicas”, mencionó Andrea Ortiz, organizadora comunitaria de Brighton Park Neighborhood Council.

Ortiz, quien aboga por la equidad en el financiamiento de las escuelas locales, dice que de ocurrir recortes en el presupuesto escolar planteles en barrios de minorías podrían verse afectados. “En caso de no haber dinero ni recursos vamos a ver más estudiantes en las calles, vamos a ver más aumento en la violencia, lo que queremos es prevenir esto, hay que decirle a los concejales y al alcalde Emanuel que traigan más dinero para las escuelas públicas sin pedir prestado”.

En materia de presupuesto, Byron Sigcho, director ejecutivo de la organización Alianza de Pilsen, dijo que las Escuelas Públicas de Chicago no deben depender enteramente De lo que haga el estado sino que la ciudad debe tener un plan para poder mantener el funcionamiento de sus escuelas. “A la medida que nosotros seguimos insistiendo en que las Escuelas Públicas de Chicago tengan el mismo tipo de financiamiento que en todo el estado, tenemos que comenzar a ser responsables en cómo financiar consistentemente el dinero TIF, es un dinero que debe ir a las escuelas públicas”, destacó.

Sigcho es de la idea de que hay que buscar más equidad en el tipo de financiamiento. “La desigualdad que existe no solo entre los suburbios y la ciudad, pero en escuelas dentro de la ciudad, donde tenemos escuelas que tienen buen financiamiento y otras escuelas que reciben poco o no lo suficiente o el financiamiento por estudiante no es el mismo que en los suburbios, yo creo que esas reformas a nivel estatal pero también a nivel local son muy necesarias, debemos buscar fórmulas donde el financiamiento presupuestario sea equitativo”.

Regreso a clase 

Las clases en las Escuelas Públicas de Chicago iniciarán el próximo martes 5 de septiembre.

 

Fuente de la Noticia:

La financiación de la educación pública en Chicago sigue en el limbo

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Panamá: Nadie frena aumento en las privadas

Panamá/17 agosto 2017/Fuente: Día a Día

Sigue la incertidumbre por el futuro de la educación particular en Panamá, desde ya los padres están ahorrando a ver si logran mantener a sus hijos matriculados en estas escuelas con tal de no ingresarlos al sistema público de educación.

El monitoreo de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia con respecto al alza de la matrícula en escuelas particulares mostró para el 2017 que entre el 44% y el 49% de los centros de enseñanza de la muestra presentaron incrementos en sus costos de inscripción, cifra que podría aumentar considerablemente en el 2018.

«El presidente se lavó las mano en este asunto y no debió ser así, se deben buscar alternativas», dijo.

Sumado a eso, otro tema que podría encender la luz del debate entre los dueños de escuelas particulares y el Gobierno es un anteproyecto que reposa en la Asamblea Nacional y que pretende prohibir que se retengan los boletines o que no se permita al estudiante realizar exámenes trimestrales si el acudiente está moroso.

Katya Echeverría, representante de la Federación de Colegios Particulares, reiteró que el sector de la educación particular atiende a cuatro segmentos de la sociedad, dentro de una población de 152 mil estudiantes, hay colegios que tienen un costo de 500 dólares mensuales o más, fragmento que representa la minoría, que atiende a 8,000 estudiantes aproximadamente.

Sobre el tema de los boletines y demás acciones con el anteproyecto nuevo, dijo que les preocupa la situación porque el tema de educación está pendiente y se deben es buscar alternativas para mejorar todo el sistema educativo.

La última palabra de la ministra de Educación, Marcela Paredes, fue que las solicitudes de subsidios que realizan los colegios privados no son viables y que ellos deben hacer los ajustes necesarios para poder sobrellevar la situación.

A pesar de esto, se han dado varias reuniones sobre el tema con ambas partes, pero sin resultados.

Fuente: http://www.diaadia.com.pa/el-pais/nadie-frena-aumento-en-las-privadas-322402

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España: Las familias gastan un 30% más para la educación de sus hijos ante la caída de la financiación pública

España/07 agosto 2017/Fuente: El Diario 

  • En 2015 se invirtió 46.649 millones de euros, el mismo nivel que en 2007 a pesar de que las partidas subieron un poco.
  • Los hogares compensan la bajada: su aportación ascendió a 11.863 millones, cuando, al inicio de los recortes, estaba en 8.753.
  • La educación concertada ha visto blindada su financiación, que experimentó una subida en el bienio 2007-2009.

Casi diez años de decisiones políticas escudadas en la crisis han hecho su mella. La inversión en Educación está en España en niveles de 2007, según datos hechos públicos por el Ministerio de Educación. ¿Cómo se ha compensado este estancamiento? Trasladando el gasto a las familias, que en ese mismo periodo han tenido que dedicar un 35,5% más de recursos a educar a sus hijos.

Lo que no ha caído durante estos años es el gasto público en la educación privada, los colegios concertados.

El  informe anual del Sistema de Estatal de Indicadores de la Educación realiza una detallada radiografía de la evolución del sistema educativo durante los años de la crisis. Así, se observa cómo el gasto público total en el sector estaba en ascenso desde 2005 hasta 2009, año en el que tocó su tope con 53.895 millones de euros invertidos por todas las administraciones. A partir del año siguiente, 2010, cuando aún gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero, empezó a caer.

Gasto público y de las familias en Educación.

Gasto público y de las familias en Educación. Fuente: Ministerio de Educación.

La caída fue vertiginosa. La educación perdió 9.000 millones de euros en cuatro ejercicios, hasta 2013, para quedarse en 44.975 millones de euros (un 16,6% menos). Ese año se estabilizó y en 2015, último dato disponible, volvió a subir un 3,7% hasta alcanzar los 46.649 millones, el 4,34% del PIB, una cifra lejana al 7%, que se considera el ideal de inversión en educación pero que prácticamente ningún país en el mundo alcanza. Esta cantidad es ligeramente inferior al que había hace ahora exactamente diez años.

La concertada sí sube

Sin embargo, pese al estancamiento en el gasto público, ha habido al menos una partida que sí ha subido durante este periodo. El montante dedicado a financiar los conciertos educativos ha pasado de los 4.968 millones de euros en 2007 a los 5.768 de 2014, último año con datos disponibles, cifra que supone el 14,7% del total del gasto en Educación.

Las escuelas privadas financiadas con dinero público vieron cómo subían sus presupuestos, sobre todo, en el bienio 2007 y 2009 (5.891 millones), pero se ha mantenido bastante inmune a los recortes de la crisis. Su partida se queda casi intacta.

Más dinero no ha significado ni ha sido consecuencia de que esas escuelas o institutos escolarizaran a un mayor porcentajes de alumnos durante estos años. Los estudiantes en la concertada se han mantenido bastante estables en proporción. La patronal de estos centros reclama un aumento todavía mayor de las partidas porque, explican, alojan un cuarto de los alumnos y alumnas y reciben un 14% de los recursos.

Las familias gastan más

Este estancamiento en el gasto público en Educación lo han tenido que compensar las familias de su propio bolsillo. Así, mientras las administraciones gastaban menos o lo mismo, la inversión privada se ha disparado en el periodo analizado, siempre según los datos ofrecidos por el Ministerio. Entre 2007 y 2015 el gasto familiar ha pasado de 8.753 millones de euros anuales a 11.863, un aumento del 35,5%.

Esta subida es, porcentualmente, la más alta de todas las partidas estudiadas, y da la razón a las asociaciones como la Ceapa (la confederación de AMPAS de la escuela pública), que denuncian que  la educación no solo no es gratuita como establece la Constitución sino que cada curso es más cara. Por cada cuatro euros que gasta la Administración en educación, los padres ponen otro.

Madrid, reina de la educación privada

Por último, entre todos los indicadores que aporta el informe, el Ministerio muestra la distribución del alumnado según la financiación del centro donde está matriculado (público, privado concertado o privado sin concertar) y comunidad autónoma.

España es uno de los países de Europa que menos alumnos tiene en la escuela pública. En las etapas obligatorias, de media hay un 67,7% de los alumnos en Primaria y un 65,8% en Secundaria escolarizados en centros públicos. El 28,5% y el 30,7% están en centros concertados, respectivamente, y el 3,8% y el 3,5% cursan sus estudios en colegios privados.

Pero esto son medias y, en este caso, poco representativas, porque se nutren de extremos. Mirando el desglose por comunidades autónomas, la presencia de la concertada oscila entre el 20% de las que menos tienen (Castilla La Mancha, Extremadura y Andalucía o Canarias, en ambas etapas educativas) y por encima del 30% en las que más (Madrid, Baleares o Navarra).

El caso de la escuela privada es más extremo aún. En la mayoría de las regiones o no existe directamente o es muy testimonial. Los centros privados se concentran básicamente en Andalucía, Canarias, Asturias, Aragón, Comunidad Valenciana, un poco Cataluña y sobre todo Madrid.

La Comunidad presidida por Cristina Cifuentes duplica en porcentaje de alumnos en centros privados a la segunda que más tiene. El 10% de los estudiantes madrileños acude a colegios particulares.

Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/publico-Educacion-niveles-familias-gastar_0_671582936.html

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La educación privada afecta la equidad

02 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Luz Amparo Martínez

La disyuntiva entre educación pública y privada en Colombia simboliza la fragilidad de una educación de calidad para todos.

Los impulsores de las políticas de privatización de la educación, año 1955, apuntaban a la reconversión de los sistemas escolares estatales en sistemas de oferta privada en un entorno competitivo. Sin embargo, en la práctica, la privatización se ha manifestado más bien en la constitución de sistemas educativos híbridos en los que el sector público y el privado interaccionan y se distribuyen responsabilidades de forma compleja y a veces contradictoria.

En el mundo existen actualmente diversas iniciativas de privatización, por nombrar solo algunas están las escuelas charter norteamericanas o los colegios en concesión en Colombia (instituciones públicas gestionadas por entidades privadas con financiamiento estatal); vouchers (bonos educativos  que se trasladan a las familias para que elijan la escuela privada o pública que mejor se adapte a sus necesidades); subvenciones, convenios, contratación externa, de escuelas privadas por parte de los gobiernos (como las escuelas públicas de gestión privada en Argentina o las escuelas concertadas en España o los colegios por convenio en Colombia), entre otras.

Un reciente estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona La privatización educativa en América Latina identifica trayectorias muy distintas de los procesos de privatización en los países, que responden a causas y orígenes diversos.

El caso colombiano dice el estudio, obedece a la adopción de cambios más bien graduales que se originaron a nivel regional o distrital y que luego se diseminaron a escala nacional. “No obstante, la acumulación de dichos cambios parciales acaba por alterar significativamente la constitución y la gobernanza del sistema de educación pública”.

Y es que la legislación colombiana considera simultáneamente la educación como un derecho y como un servicio, permite que la gratuidad de la educación sea compatible con “el cobro de derechos académicos (sólo) a quienes puedan sufragarlos” (Art. 67, Ley General de Educación). Esto ha sido muy criticado por organismos internacionales como Naciones Unidas o el mismo Banco Mundial.

La investigación académica de las últimas décadas muestra con mucha más frecuencia efectos negativos que positivos de la privatización educativa, especialmente en relación con  aspectos como la equidad educativa, la inclusión y la diversidad en la composición de las escuelas.

Sin embargo, el Estado asume la obligación de cofinanciar los costos de las familias que matriculen a sus hijos en el sector privado, en caso de escasez de oferta pública, a través de subsidios a establecimientos privados con carácter solidario, comunitario, cooperativo, y sin ánimo de lucro (Art. 103 y 181).

En Colombia, las principales formas de sub-contratación son los colegios en concesión y los colegios en convenio. En el año 2014, según el estudio, el sector privado representaba el 18,7% de la matrícula en primaria y el 20,3% en secundaria, aunque estas cifras son mucho más elevadas para las áreas rurales.

A esta información de niveles altos de privatización, se suma otra problemática y es, en general, la mala calidad de los colegios que atienden a la población de estratos económicos pobres. No en vano este tipo de contratos se han venido restringiendo recientemente en ciudades como Bogotá. Datos de 2016 de la Secretaría de Educación de Bogotá muestran que en el año 2011 los colegios en convenio matriculaban a 127.178 estudiantes, y en el año 2015 únicamente a 49.474.

Desde luego hay excepciones como es el caso de los Colegios de la Fundación Compartir, administrados desde 1997 en convenio con la Secretaría de Educación de Bogotá, con resultados reconocidos por el gobierno distrital, las familias y sus más de 5.800 egresados, de los cuales el 65% ha ingresado a la educación superior a adelantar carreras como medicina, ingenierías, economía, antropología, diseño industrial, microbiología, en muchos casos con becas en la Universidad de Los Andes, el Rosario o Ser Pilo Paga; esta es una demostración de la pertinencia y calidad del modelo educativo Compartir.

No hay duda que las políticas de privatización suelen generar fuertes controversias sociales y políticas en todos los países. Es más, la misma OCDE en un Documento de Trabajo en 2010 advirtió que “dichas políticas promueven mayores niveles de segregación escolar y de desigualdad educativa, mientras que los efectos sobre las mejoras en el aprendizaje no son para nada significativos”.

Sus defensores insisten en que es una vía para ampliar la libertad de elección de las familias, tornar más eficiente el sistema educativo, o incluso incrementar la equidad en educación.  Sus detractores, sostienen que es un desafío a la concepción de la educación como un derecho humano y un bien social.

Pero quizás lo más interesante es lo que dice la investigación académica de las últimas décadas; muestra con mucha más frecuencia efectos negativos que positivos de la privatización educativa, especialmente en relación con  aspectos como la equidad educativa, la inclusión y la diversidad en la composición de las escuelas.

En definitiva, no han sido demostrados los supuestos beneficios de la privatización educativa en términos de eficiencia y mejoras en el rendimiento educativo y más bien pone de relieve que la privatización tiende a socavar la equidad educativa y la función de cohesión social que debería desempeñar la escuela, en la medida que amplía las brechas educativas entre los más ricos y los más pobres y en ese sentido, las desigualdades aumentan.

Ahora, mientras las políticas públicas demuestren una verdadera comprensión del fenómeno de la privatización y de cómo esta afecta, o no, a la equidad, la Fundación Compartir seguirá en la búsqueda de fuentes de financiación que le permitan seguir prestando un servicio educativo de calidad para seguir beneficiando a muchas más familias, niños y jóvenes del país que puedan desenvolverse con éxito en la educación superior o en el mercado laboral.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-educacion-privada-afecta-la-equidad

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