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¿Dónde colocamos el debate educativo actual?

Por: Miguel Ángel Pérez

La sociedad mexicana en estos momentos se encuentra en movimiento, entre las perdidas incalculables, la indignación por corrupción y otras negligencias y la cultura solidaria que nos mueve. En el calendario cívico alternativo hay fechas emblemáticas por ejemplo el 2 de octubre de 1968, el 26 de septiembre de 2014, y ahora el 19 de septiembre con dos versiones distintas 1985, 2017, dichas fechas sirven como parteaguas en donde hay un antes y un después y casi todas ellas están asociadas a ellos trágicos, a confrontaciones y tensiones sociales por un lado junto a la emergencia social que le da cobijo, identidad y razón de ser.

Hoy vivimos bajo el cobijo de una etapa atípica de desarrollo social: el reciente sismo en la ciudad de México ha cimbrado mucho más que casas y edificios, ha movido a buena parte de nuestra realidad social, la corrupción e ineficiencia gubernamental que  por un lado contrasta, con la movilización organizada de buena parte de la sociedad civil, que sin intermediarios sale a las calles una vez más para hacer sentir su voz y su presencia en la ayuda solidaria a favor de los iguales.

Ante este clima el debate educativo debe ordenarse bajo una nueva agenda pública que nos ocupa y no nos distraiga. El debate que antes estuvo copado por la oleada mediática de la SEP y el Gobierno en torno a la imposición con todas sus letras de la Reforma Educativa y del Modelo Educativo, hoy el sismo ha servido para desdibujar la imposición mediática en la que descansa la propuesta sexenal en educación.

Sin embrago el debate tampoco puede consumirse en los términos de discutir o analizar asuntos de coyuntura, la sociedad al lado de las universidades junto a docentes y padres de familia debemos de ir más allá, y pensar en un escenario para todos los mexicanos que compartimos este territorio en términos de presente – futuro.

El debate educativo del presente tiene su origen en las diversas y complejas asimetrías bajo las cuales nos movemos todos los días, compartimos la misma ciudad, el mismo territorio incluso la misma universidad pero muchas veces con visiones diferentes.

No se trata de comenzar a pensar igual de aquí para delante, se trata de comenzar a pensar en torno a un proyecto nuevo, caracterizado por sus rasgos de: incluyente, plural, que sume las propuestas que se gesten y que respete a los y las personas que piensen o actúen diferente. De cierta manera la propuesta gubernamental se excedió de hegemonista, le apostaron todas las canicas a imponer un modelo único y el sismo del pasado 19 de septiembre les derrumbo su hechura y la hizo añicos.

Las escuelas dañadas es una muestra simbólica de la vulnerabilidad del sistema y de que todo cae por su propio peso, hasta las reformas educativas mal estructuradas.

El debate del presente debe ser capaz de mirar el pasado críticamente pero dirigirse al futuro que ya vivimos, un futuro de contrastes y terribles vulnerabilidades.

México vuelve a ser otro desde el 19 de septiembre del presente año, este otro México nuevo deberá ocuparnos de tiempo completo, y para ser congruentes con los antiguos aztecas, debemos pensar en el rostro y el corazón que debemos moldear para los nuevos mexicanos.

La generación post – sismo es otra es una generación más crítica, cuya lenguaje es de la acción solidaria y comprometida, es una generación a la que le estorban todos los gobiernos, y sus burocracias. Esta generación ya llegó educada pero requiere educarse, y bajo esta dialéctica es a partir de la cual que debemos trazar esta nueva agenda que propongo de la educación pública en nuestro país, para los niños, niñas y jóvenes de estos nuevos años del tercer milenio.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/donde-colocamos-el-debate-educativo-actual/

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Una movilización en defensa de la educación pública

Por: Julián de Zubiría

¿Por qué estamos enviando a los ‘pilos’ principalmente a las universidades privadas, si las públicas son más baratas para el Estado y tienen mayor calidad? Estos son los argumentos para marchar este 4 de octubre.

Hay una triste y preocupante realidad en la educación colombiana: si tomamos como punto de partida el año 2000, fecha en la cual el Icfes elaboró las pruebas para evaluar la consolidación de las competencias en la educación básica, la brecha entre los estudiantes de los colegios privados y de los colegios oficiales viene en aumento. Esta es mayor aún si la comparación se hace entre colegios oficiales rurales y privados. Si involucramos el grado noveno, la brecha es todavía más elevada que en quinto y, si se hace al culminar la educación media, sigue creciendo. Esto significa que, hasta el momento, en Colombia la educación oficial básica y media no está cumpliendo la función para la cual se diseñó: disminuir las brechas y fortalecer la movilidad social.

Todavía es tan baja la calidad de la educación oficial ofrecida, que no logramos impulsar el ascenso social de la población menos favorecida. Los niños y jóvenes, modifican muy poco sus estructuras profundas durante su tránsito por la escuela; debido a ello, casi no aprehenden a pensar, leer, escribir o comunicarse. Esto significa, ni más ni menos, que, contrario a lo que se dice con tanta frecuencia, el sistema educativo colombiano no solo no reduce, sino que está aumentando la inequidad social. Es decir que quien ingresa a la educación oficial, tiene menos probabilidades de ascender socialmente que quien lo hace en el sector privado. Sabiendo esto, es muy común que los docentes oficiales matriculen a sus hijos en la educación privada.

Dado lo anterior, necesitaríamos un aumento significativo en la inversión y medidas pedagógicas más estructurales en selección, evaluación y formación de docentes, en educación inicial y en currículo, entre otros, para comenzar a revertir la tendencia que se evidenció en el país en las dos últimas décadas en lo que tiene que ver con el aumento de la inequidad en educación. Para poder sacar a la gente de la pobreza con la educación, tendremos que sacar previamente a la educación oficial de la pobreza pedagógica y financiera en la que la tenemos. Con la educación oficial actual, no lo lograremos.

El Ministerio de Educación Nacional (MEN) ha hecho todo lo posible por ocultar y matizar la información anterior, pero la realidad es abrumadora: la educación oficial básica, hoy por hoy, no logra favorecer el ascenso social, ya que es de muy baja calidad. La situación es especialmente grave para la educación oficial rural. Cada vez los niños campesinos están más lejos de lo alcanzado en lectura, competencias y razonamiento numérico por parte de los niños que viven en las ciudades.

Sin embargo, la situación descrita se revierte por completo cuando revisamos el proceso en la universidad. Lo anterior lo podemos comprender desde que utilizamos las pruebas Saber Once al culminar la educación media y Saber Pro, al culminar la educación superior. La diferencia entre estos dos resultados es lo que permite estimar el valor agregado por la universidad. Hoy, ambas pruebas están emparejadas y por ello podemos afirmar que de dos universidades que alcancen el mismo Saber Pro, tendrá mayor valor agregado, aquella que haya iniciado con estudiantes que estaban en un nivel más bajo al ingresar a la universidad.

Teniendo en cuenta el criterio anterior, se puede concluir que en Colombia existen excelentes universidades públicas, ya que, en promedio, agregan más valor que las universidades privadas más reconocidas. Es así que, en lectura crítica, tres de las cinco universidades que agregan más valor son oficiales. Esto quiere decir que son mejores universidades porque logran que sus estudiantes consoliden en mayor medida sus procesos lectores. Esto no es visible utilizando las pruebas Saber Pro, porque ellas ocultan que los estudiantes que ingresan a las universidades privadas tienden a iniciar con un nivel muy superior en las pruebas Saber once. Dicho de otra manera, los excelentes resultados que alcanzan algunas universidades muy prestigiosas en las pruebas Saber Pro se deben, en buena parte, a que recibieron estudiantes con muy altos niveles iniciales de razonamiento numérico, lectura crítica y argumentación.

En el caso de la lectura crítica se destacan especialmente la Universidad de Antioquia, la Nacional y la Pedagógica. Son universidades en las que se observa mayor avance frente al nivel que tenían sus estudiantes en el momento de ser admitidos. En el caso de razonamiento cuantitativo, a la par con las dos primeras anteriormente nombradas, también se destacan la Industrial de Santander y la del Valle.

Si el criterio de valoración no fueran las pruebas de valor agregado sino la investigación, también hay que resaltar que las tres universidades con más grupos de investigación reconocidos por Colciencias son oficiales: la Nacional, la de Antioquia y la del Valle.

De otro lado, el exrector de la Universidad Nacional, el profesor Moisés Wasserman, ha estimado en 11 millones el valor anual que el Estado le transfiere a la Universidad Nacional, en promedio, por estudiante regular, mientras que un estudiante ‘pilo’ le cuesta hoy en día al país, también en promedio, el doble de ese valor.

Si tenemos en cuenta los dos criterios anteriores, la muy alta calidad de algunas de las universidades oficiales y el costo por estudiante, la pregunta es evidente: ¿Por qué estamos llevando a los estudiantes de Sisbén 1 y 2 a universidades más costosas y de menor calidad que las principales universidades oficiales del país? ¿Por qué tenemos tan solo 4 estudiantes ‘pilos’ en la Universidad Pedagógica Nacional y 1.869 en la Universidad de los Andes, aunque la Pedagógica agrega más valor en lectura que la prestigiosa universidad privada?

Es incomprensible que, teniendo universidades oficiales de tan alta calidad, hayamos creado un programa para transferir significativos recursos hacia las principales universidades privadas del país. También lo es que, de los recursos CREE que se destinaban el 100 por ciento a las universidades oficiales hasta el año 2015, para el año 2017, el 66 por ciento de estos recursos se esté transfiriendo al Icetex y al programa Ser Pilo. Quien conozca esto puede concluir que, contrario a lo que afirman sus defensores, el programa bandera de la actual administración, claramente, está desfinanciando la educación pública.

El 4 de octubre, miles de estudiantes saldrán a la calle para exigir mayor financiación para las universidades oficiales del país. Una de las consignas exigirá que el billón de pesos que costará el programa Ser Pilo Paga en 2018 sea destinado, a partir de la fecha, exclusivamente a las universidades oficiales. Sin la menor duda, así debería ser. Eso lo sabe hasta el propio MEN, que ha realizado los estudios de valor agregado que evidencian la alta calidad y el menor costo de las principales universidades oficiales del país. En cualquier caso, los recursos públicos deben destinarse exclusivamente a apoyar las universidades oficiales. Eso lo sabe cualquier demócrata. Pero lo que no sabían los ciudadanos es que las universidades privadas cuestan más, aunque agregan menor valor que las principales universidades oficiales del país. Cuando lo sepan, espero que también salgan a marchar en defensa de la educación oficial. La fecha es el 4 de octubre y el motivo es aumentar la financiación de la educación oficial e impedir que los recursos públicos terminen mejorando las instalaciones de las universidades privadas. Desde el punto de vista económico, social y político, es inconcebible que los recursos de todos se estén transfiriendo a las principales universidades privadas del país, mientras las universidades oficiales se están cayendo.

El mejor regalo, en sus 150 años, es garantizarle larga vida a la Universidad Nacional. Ahora sabemos que también sería el mejor regalo para el país y para la democracia.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/ser-pilo-paga–marcha-de-universidades-publicas-contra-ser-pilo-paga/542436

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La lucha y reivindicación de los profesores en América Latina

Por: Telesur
Este 5 de octubre se celebra el Día Mundial de los Docentes, con el objetivo de reivindicar la importante labor que tienen en la sociedad. ¿Cómo valoramos a nuestros maestros en Latinoamérica?
Los profesores tienen un importante rol en la sociedad: son ellos, los responsables de formar integralmente no sólo a niños y jóvenes, sino a todos aquellos que deseen aprender. Algunas veces, incluso, su dedicación puede llegar a significar más que el propio entorno familiar.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoce la importancia de los maestros en el mundo, no sólo porque su trabajo consiste en que las personas adquieran conocimientos, sino también porque estos mismos aprendizajes implican formarlos como seres humanos en diferentes ámbitos de la vida.

En la historia latinoamericana, los profesores han debido enfrentar constantes luchas, no sólo para ejercer su labor, sino también en defensa de sus derechos. Hoy la región está al debe con sus docentes.

Situación de los docentes en América Latina

En la actualidad, en países como Argentina, Chile, México, Perú, Colombia y Paraguay, el gremio educativo se ha visto afectado no sólo por una historia de demandas docentes, sino también por las políticas que estos gobiernos consideran respecto a su labor.

Chile

Chile mantiene una deuda salarial con el gremio docente desde 1981, cuando debieron reajustar el sueldo hasta en un 90 por ciento, luego del traspaso de las escuelas y liceos públicos del Estado a los municipios, como parte de los profundos cambios realizados por la dictadura de Augusto Pinochet en la educación chilena, que incluyó también la privatización de las universidades estatales.

La «desmunicipalización» significó grandes retrocesos para los docentes; al ser administrados por distintas entidades, los liceos públicos comenzaron a diferenciarse entre ellos: dependiendo de los ingresos económicos de cada municipio, dilatando las brechas sociales y salariales y creando estudiantes de primera y segunda categoría. Asimismo, la deuda histórica que el Estado quedó debiendo a los profesores en esos años, se arrastra hasta el día de hoy como la gran demanda de los docentes.

Los cambios educaciones hechos en dictadura, y sus consecuencias, son los que empujan a los maestros y estudiantes a unirse en múltiples marchas contra el Estado chileno, exigiendo una nueva Constitución que garantice el regreso de la educación gratuita, pública y de calidad en toda la educación superior, la desmunicipalización y el pago de la deuda histórica.

Actualmente, existe en curso una reforma impulsada por el segundo gobierno de Michelle Bachelet. Sin embargo, esta no ha sido suficiente para el mundo educativo, ya que no cumple ninguna de las exigencias de la comunidad. Recientemente, el rector de la Universidad de Chile y presidente del Consorcio de Universidades del Estado de Chile, Ennio Vivaldi, declaró que la reforma educativa es “insatisfactoria”. “Las propuestas que se hacen en el mensaje de la ley son muy buenas, pero cuando se llega al articulado hay tergiversaciones groseras”, agregó.

 Argentina

Los docentes argentinos mantuvieron por seis meses una serie de protestas contra el Gobierno de Mauricio Macri, en las que exigían un aumento salarial para poder recuperar lo perdido con la inflación del año 2016.

En el marco de la campaña electoral de las elecciones legislativas, el Gobierno argentino logró en julio de este año un acuerdo con los sindicatos en el que se firmó el aumento salarial del 27,4 por ciento.

Sin embargo, en la actualidad la lucha de los docentes recurre a la reforma educativa que emitió la ministra de Educación, Soledad Acuña, la que establece que las pasantías deben ser gratuitas desde el año 2018 en todos los quintos años de la secundaria.

Por su parte, los estudiantes también rechazan la obligatoriedad a realizar las prácticas laborales no remuneradas, al tiempo que critican la reforma por representar un modelo educativo contra las escuelas públicas.

México 

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto también impulsó una reforma educativa, la que ha recibido críticas desde el año 2013, por ser considerada por los profesores como un “atropello” y no como un mecanismo para garantizar la educación.

La evaluación obligatoria a los docentes es utilizada para comprobar si están capacitados para ejercer su trabajo, obtener alguna promoción de cargo o aspirar a un aumento salarial.

Según el ejecutivo, permitiría esclarecer el panorama en beneficio de una mejor implementación de nuevas políticas públicas en la materia. Sin embargo, el profesorado considera que esta prueba a los maestros, contemplada en la reforma, tiene como objetivo facilitar los despidos de los docentes peor evaluados y no fortalecerlos para mejorar sus habilidades.

Perú 

Más de setenta días duró el paro docente en Perú. ¿Los motivos? En diez años, los profesores no habían tenido un aumento salarial.

La situación estalló en junio de 2017, cuando los maestros exigieron al Gobierno elevar sus sueldos mínimos paulatinamente bajo una escala exigida, además de un plan que garantice un ingreso basal en el año 2021 con un monto específico.

Pero el Gobierno hizo caso omiso y no atendió los requirimientos, creyendo que el movimiento mermaría con el tiempo. Sin embargo, los maestros se consolidaron, y lo que comenzó en una región, se expandió a todo el país.

La huelga que finalizó de manera temporal el pasado 2 de septiembre, tras 75 días y luego de un acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos, podría volver a iniciarse este 25 de octubre en contra de la evaluación magistral del ministerio de Educación.

Aunque el ministerio ha asegurado que la evaluación se va a mantener, tal como lo establece la ley de reforma magisterial.

Paraguay 

Los maestros paraguayos también han luchado por la reivindicación de sus derechos al exigir un aumento salarial, al igual que los estudiantes le exigen al Gobierno mejoras en las infraestructuras de los colegios, en los programas de complemento nutricional y en el suministro de útiles escolares como lo establece la Constitución.

Asimismo, demandan el cumplimiento del 7% del producto interno bruto (PIB) en inversión en educación, un presupuesto para la educación técnica y la implementación de la tecnología en el ámbito.

Ante estas exigencias, los maestros iniciaron una serie de manifestaciones y huelgas, pero ante la desidia del Gobierno, los docentes informaron que radicalizarán las protestas e iniciaron una convocatoria a asambleas masivas para organizar sus próximas movilizaciones.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/La-lucha-y-reivindicacion-de-los-profesores-en-America-Latina-20171004-0048.html

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La escuela de educación básica después del sismo: A dónde vamos.

                                                                                           Por: Miguel Ángel Gallegos Cárdenas

En México se nos está cayendo la letra “e”, de escuela y de esperanza. Se ha teñido de rojo sangre. El pasado 19 de septiembre del presente año dejó marcada a la sociedad mexicana, sobre todo a la capitalina. Una vez más sucedió la tragedia, después de treinta y dos años volvió a pasar. ¡No aprendimos la lección!

Pareciera ser que los simulacros que se habían realizado aquella mañana de septiembre, no habían servido de mucho. Justo al momento del terremoto la gente había olvidado las indicaciones repetidas por más de treinta años. Muchos jóvenes y niños sólo llevaban algunos años de repetición ¿Acaso los protocolos de seguridad no han sido los correctos?

Parece que en México los simulacros son solo eso, simulacros que sirven para fingir que se hace algo, que permiten justificar mediante avisos y comunicados banales de que se está cumpliendo con las recomendaciones.  Hoy la burocracia administrativa pide informes y evidencias de todo, pero cuando la realidad nos alcanza, esas informaciones escritas difícilmente sirven de algo ¿Acaso estos métodos informativos son adecuados para algo?

Lo que importa a la mayoría de las autoridades educativas son los informes, mientras más fotos y evidencias mejor, es lo que decía un distinguido directivo de una escuela para la que trabajé durante algunos años. Eso le pedían a él, eso le exigían sus superiores. Estimo que a la burocracia no le importan los procesos, las vivencias, los sentimientos, las emociones y la seguridad de la gente.

Vislumbro que a las administraciones de gobierno lo único que les interesa es tener informes de todo –aunque en muchos casos, estos no sean revisados por nadie–. Desafortunadamente cuando nos alcanza la realidad, las cosas cambian, como hemos visto, en ella salen a relucir negligencias, carencias, pendientes, complicidades, abusos de autoridad e incluso fallas administrativas. Los anhelados sellos de recibido, plasmados en los formatos de evidencias, en poco ayudan cuando la realidad pone a prueba a la sociedad y sus instituciones.

En México, una gran cantidad de entidades, municipios, localidades, calles y domicilios sufrieron las consecuencias del sismo del pasado 19 de septiembre, en el que por desgracia se perdieron muchas vidas. Respetuosamente pido un momento de silencio, en particular para una institución educativa que desafortunadamente vio vencer su infraestructura en uno de sus edificios, hecho que lamentablemente arrebató la vida de personas adultas e infantes. Un hecho que, a partir de ello marcará el futuro de la vida en las escuelas, particularmente en la educación básica.

La escuela a lo largo de las últimas décadas ha sido la institución más sólida y segura que el Estado puede brindar a la ciudadanía. La sociedad en general confía plenamente en ella, al grado de dejar a sus hijos –desde sus primeros años de vida– por varias horas durante el día. Hoy las jornadas escolares en este nivel educativo, que contempla el preescolar, la primaria y la secundaria, van desde las tres horas en escuelas con horario normal, hasta las ocho horas en las llamadas de jornada ampliada o tiempo completo.

Desde el día del sismo, y hasta nuevo aviso el regreso a algunas escuelas depende de las indicaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Por lo tanto, los padres de familia están atentos a los reportes institucionales que emitan las autoridades estatales como las federales. La pregunta es, ¿la vida en las escuelas volverá a ser la misma después de la tragedia sucedida en el Colegio Enrique Rébsamen?

Los padres de familia dejarán a sus hijos cada día con la misma confianza de siempre, en este colegio o en cualquier otra institución educativa, o habrá que tomar nuevas medidas para los nuevos escenarios que los fenómenos naturales en cualquier momento nos puedan sorprender.

Me pregunto: ¿qué dará certeza a los padres de familia para llevar a sus hijos a sus respectivas escuelas?, ¿que brindará certeza a los administrativos, docentes y estudiantes para continuar su vida normal en los centros escolares?, un informe o un dictamen con sus respectivos sellos, será lo que brindara la tranquilidad, o serán obras y acciones las que devuelvan la “e” de la esperanza a nuestro México.

Tengo la fortuna de conocer a muchos docentes de educación básica en la Ciudad de México, quienes me hicieron llegar –vía electrónica- un documento en formato PDF, el cual circuló entre una gran cantidad de docentes de este nivel educativo. Este es un reporte de afectaciones por el sismo, el cual presenta un listado de las 209 escuelas de educación básica, las cuales sufrieron algún daño, que va desde fisuras en paredes, grietas en escaleras hasta bardas caídas.

Puedo mencionar de dicho reporte de escuelas públicas de educación básica dañadas en la Ciudad de México, los siguientes números: preescolar 81; primaria 85; secundaria 41; especial 2, lo que da un total de 209 escuelas dañadas en menor o mayor grado, esto nada más en la capital del país. Habrá que ver si a nivel nacional se tiene algún reporte, tanto de escuelas particulares como de públicas. Es necesario.

Del anterior listado pude corroborar lo que el describe en relación a los daños señalados en algunos planteles. Por ello, mencionó esta información con la seguridad de que la SEP la difundirá de manera oficial, no para alarmar a los padres de familia, sino para hacer sinergia con ellos y tomar las medidas necesarias, las cuales atañen a los cuatro actores escolares: alumnos, docentes, padres de familia y autoridades educativas.

Hoy más que nunca se debe hacer equipo para recuperar la “e” de escuela en nuestro querido México. Debemos aprender de esta mala experiencia y pensar si estamos actuando bien en lo individual, en lo general y si nuestras autoridades educativas están respondiendo a las necesidades que los tiempos demandan.

Cabe preguntarnos ¿por qué algunas escuelas están dañadas y otras no? Dónde queda la inversión en Certificados de Infraestructura Educativa Nacional (CIEN) del Programa del Gobierno de la República para garantizar que los Planteles Educativos sean de calidad “Escuelas al 100”, puesto en marcha en el año 2015, en el cual prometió invertir 50 mil millones de pesos para mejorar las escuelas en todo el país. No vaya a resultar solo un certificado, documento o informe más, que en nada ayuda cuando la realidad nos alcanza.

Finalmente, mencionar que la SEP ha venido evaluando a los docentes en los últimos años; parece que hoy los papeles se invierten, ahora los docentes y la sociedad en general evaluarán el desempeño de esta Secretaría que tiene en sus manos la responsabilidad de las escuelas públicas y particulares incorporadas al Sistema Educativo Nacional, así como de verificar la situación que guarda cada uno de estos planteles para declarar el regreso a clases en condiciones normales o no. Seguiremos atentos.

 

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Entrevista a Adriana Puiggrós: “El mercado de la educación va hacia la desescolarización”

Argentina/05 octubre 2017/Fuente: Página12 

A partir de la figura de Sarmiento y los debates aún vigentes en torno de sus ideas, Puiggrós analiza los cambios del sistema educativo y sus principales actores. Advierte sobre el avance de la mercantilización de la educación en el país y sus consecuencias sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje.

–¿Cuál es la actualidad de la disputa por la interpretación de Sarmiento? Su figura es reivindicada tanto por quienes defienden la educación pública como por sectores reaccionarios…

–Sarmiento es aún un significante fuerte de diversos problemas no resueltos de la sociedad argentina. En el propio Sarmiento había un conflicto que él nunca resolvió entre, por un lado, su mirada racista sobre la población americana y los inmigrantes del sur de Europa, y por otro lado, su idea de la educación común. A fines del siglo XIX, Sarmiento asume una defensa muy fuerte de la educación pública, obligatoria y gratuita, del papel principal del Estado, y de otro objetivo en el que fracasa, que es el de la educación laica –porque la Ley 1420, pese al mito instalado, no incluía a la educación laica, al contrario, habilitaba la enseñanza religiosa en el espacio escolar–. Por todo eso, Sarmiento se convierte en un símbolo de la educación pública argentina, de la educación para todos. Pero ¿qué pasa cuando asume como ministro de Educación Esteban Bullrich, se fotografía con la imagen de Sarmiento y habla de reivindicar su figura? ¿De cuál Sarmiento habla? Lo respondió el mismo Bullrich poco tiempo después, cuando dijo que hacía falta emprender una nueva campaña del desierto. Al Sarmiento que quieren reivindicar no es al que abre ideas y que piensa en modernizar la cultura argentina, sino al que simboliza la negatividad de la sociedad argentina. Por eso, cuando hoy se apela a su figura desde posturas decididamente discriminadoras, racistas respecto a los grupos aborígenes, desde posturas que buscan la desarticulación de la educación pública, tenemos que plantarnos y no dejar que le digan good bye a Sarmiento, y sí rescatar al Sarmiento de la educación pública y popular.

–Ese “adiós a Sarmiento” va asociado, según describe en el libro, a la creciente incidencia del neoliberalismo en el campo educativo: ¿cómo lo caracteriza?

–¿Qué diferencias observa entre ese proceso neoliberal de los 90 y la actualidad?

–Hoy en el campo de la educación están entrando directamente las corporaciones. Por ejemplo, el Gobierno de la Ciudad hizo un convenio con la Fundación Cimientos –que preside un miembro de la familia Blaquier, del Ingenio Ledesma–, que va a tener mucha vinculación con la nueva secundaria que están promoviendo. En Corrientes, hace muy poco, el Ministerio de Educación inauguró en una escuela secundaria las actividades de Gems, la organización de Sunny Varkey. Hay muchísimas fundaciones operando en el campo de la educación: con la máscara de la filantropía no sólo buscan evasión impositiva, sino fundamentalmente hacer negocios. Muchas están desde hace años, no es que llegaron a la Argentina cuando asumió Macri. Ahí nos cabe hacer una autocrítica a quienes participamos de los gobiernos kirchneristas, no alcanzamos a advertir el peligro que estas corporaciones implicaban para la educación pública. Tampoco nos imaginábamos que un nuevo gobierno iba a convocar expresamente a las empresas privadas, sobre todo a las internacionales, a invertir en la educación argentina. El modelo que están introduciendo es el de la internacionalización.

–¿Qué consecuencias tiene la inclusión de la educación entre los servicios comerciales?

– Desde fines de los 90 la OCDE viene exigiendo a los Estados miembros no pongan ningún tipo de barrera, ni nacional ni internacional, a la libre compra–venta de educación. Con lo cual, el concepto de educación pública queda destruido. Pero no es sólo un problema para la educación pública, sino también para la educación privada tradicional. Si vemos las modalidades hacia las cuales avanza el mercado libre de la educación, son modalidades que tienden a ser desescolarizadas. En lugar de educadores tienen líderes, animadores: las fundaciones los forman en pocos meses y después los ofrecen para “mejorar la calidad de la educación”. En algunos distritos del conurbano ya están en las escuelas. De esa manera, muestran que puede haber un educador que no es docente, que es contratado como monotributista y con un sueldo muy inferior. El gobierno bonaerense está haciendo un trabajo de convencimiento sobre las autoridades del sistema educativo para que permitan el ingreso de las fundaciones en las escuelas. Este es uno de los dos grandes reguladores del mercado: mostrar que se pueden bajar los salarios docentes, que se los puede contratar libremente, que la capacitación docente la puede hacer cualquier empresa privada, como de hecho ya se empezó a tercerizar. Además de que hace año y medio que el Gobierno no cumple con los acuerdos paritarios respecto de la formación docente. De los programas de postítulo sacaron los contenidos latinoamericanistas, están modificando los contenidos de derechos humanos y de educación sexual integral…

–¿Cuál sería el otro “regulador” del mercado?

–El más fuerte es la evaluación. Los pedagogos decimos que nos expropiaron la evaluación. La Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, México, los grandes sistemas educativos latinoamericanos siempre incluyeron a la evaluación, es una tradición latinoamericana, pero como parte del proceso de enseñanza–aprendizaje. Ahora nos acusan de que no hay evaluación, y establecen que para hacerla es necesaria una evaluación externa internacional… Más allá de si un test como el PISA es bueno o malo, es preciso saber quién lo hace: es la empresa Pearson Education, un desprendimiento de la gran editorial Pearson, la que era dueña el diario conservador inglés The Financial Times. Este test producido por Pearson Education fue adoptado por la OCDE para aplicarlo en muchos países y Argentina paga para usarlo. La evaluación es el rubro más redituable en el comercio de la educación. Y el comercio de la educación está entre los cinco primeros rubros del comercio internacional. Ahí vemos un cambio enorme entre la idea liberal democrática de la educación pública, luego tomada y modificada por el nacionalismo popular, y la idea neoliberal que empieza como un control de los sistemas educativos para producir endeudamiento y después se va deslizando hacia un gran mercado libre. Y ahí hay un paso más, que es el de la desescolarización, que daña a la escuela como institución. En ese sentido digo que hay que reivindicar a Sarmiento. Lo central de estas experiencias desescolarizantes que se están multiplicando en todo el mundo es demostrar que no hace falta la institución escolar, que no hace falta compartir nada en la educación, que la educación puede ser individual y por vía de medios de comunicación.

–La idea de que la escuela es solo un instrumento de transmisión de conocimiento, dejando de lado su rol como espacio de socialización y construcción de una comunidad.

–Claro, porque lo que se saca o reduce es el aspecto humano, el docente, los compañeros de clase… En el momento en que la educación –pública o privada– se convierte en otro espacio del mercado desaparecen todos los elementos sociales y políticos del proceso educativo, desaparece la idea pedagógica de que la transmisión de la cultura a las nuevas generaciones implica un proceso de enseñanza–aprendizaje que enriquece a la cultura, desaparece esa vinculación fuerte entre educación y democracia.

–¿Hay alguna diferencia en la incidencia de la mercantilización entre los distintos niveles educativos?

–Creo que el proceso empezó por el nivel inicial y por la educación superior. En el nivel inicial porque todavía falta bastante para completar la obligatoriedad. Y en la educación superior ya hace tiempo que hay grandes iniciativas globales de comercialización. Un lugar central por donde entran las corporaciones en las universidades es el gran negocio de la tecnología. Por ejemplo, tenemos a Microsoft o a Google poniendo aulas informáticas en nuestras universidades públicas. Esto también está vinculado a normativas que vienen de los 90, que son disciplinadoras de docentes e investigadores, y obligan a la utilización de determinados equipos y tecnologías. Otra cuestión es que se volvió natural que las cuentas sueldo de las universidades públicas las manejen los grandes bancos. Salvo honrosas excepciones, como la Universidad de La Plata, a la que los bancos le ofrecieron planes de becas a cambio de manejar los sueldos, pero la universidad resolvió que los maneje el Banco Nación.

–¿Qué cambios en las subjetividades de la comunidad educativa se vinculan, y de alguna manera hacen posible, a la mercantilización?

–Creo que este es un punto central, hay cambios importantísimos en las subjetividades. Nuestros discursos, los de mi generación, creo que están fuera del imaginario y del universo de lenguaje de las generaciones más jóvenes, que piensan el mundo de otra manera. Y no es sólo la tecnología lo que cambió, cambiaron muchas más cosas. Hay una desarticulación de la cultura moderna que nos exige un esfuerzo intelectual al conjunto de los sectores que aspiramos a una sociedad más digna y democrática. Una categoría que usamos mucho, como la de inclusión, es un buen ejemplo del tipo de concepto que hay que deconstruir y problematizar. En general, el nacionalismo popular incluye, pero hoy lo que necesitamos es una inclusión que sea desarticuladora de la alienación de las nuevas subjetividades, una inclusión que pueda aportar al imaginario de esas nuevas subjetividades la idea de emancipación. La idea de emancipación quedó borrada, reprimida, y hoy necesitamos que emerja, pero de un modo distinto a como la pensábamos hace algunas décadas.

–¿Cómo fue cambiando, en el contexto de estos procesos, el lugar de los docentes?

–Cuando se dictan las leyes fundantes del sistema educativo argentino, en la década de 1880, se produce un pasaje entre quienes eran los legítimos transmisores del saber desde la época de la colonia y los primeros años de la independencia, básicamente los sacerdotes, a una figura que es un civil y que comienza siendo “un apóstol del saber”, alguien que conserva algo del orden religioso. De alguna manera, el discurso religioso pasa a ser moral. Pero un siglo después, hacia 1973, cuando se termina de constituir la más sólida organización gremial de los docentes –me refiero a Ctera–, se termina de asumir también la figura del docente como trabajador de la educación, y esto es bastante insoportable para algunos sectores conservadores –y también liberales– de la sociedad. El docente ya no es el depositario de la sagrada palabra de esos sectores. Ese lugar del docente como trabajador es especialmente molesto para el avance de las empresas sobre la educación. El docente resulta un obstáculo porque tiene palabra propia. Y no quiero decir que los docentes argentinos antes habían repetido siempre lo que decían los sectores conservadores, no es así, hubo otras corrientes de pensamiento, pero el perfil dominante, la figura instalada en el imaginario social era la del apóstol. Cuando se abandona esa figura, tenemos un docente con opinión que, además, lucha por sus derechos.

–¿Cómo interpreta, en ese sentido, la tensión entre el actual gobierno y los gremios docentes, expresada por ejemplo en la negativa oficial a convocar la paritaria nacional, en el llamado a “voluntarios” para suplir a los docentes en huelga, o en el rechazo a pensar la desaparición de Santiago Maldonado en el sistema educativo?

–La reacción oficial frente a la iniciativa de los maestros de llevar a las escuelas la discusión del caso Maldonado desnuda el carácter prejuicioso de quienes están en el Gobierno, y su desconocimiento de la escuela y de los docentes. Los principales funcionarios de este Gobierno se han formado en un circuito de escuelas primarias y secundarias de elite, universidades privadas en Argentina y posgrados en universidades privadas de Estados Unidos. Por eso desconocen cómo funciona la escuela pública. Desconocen, por ejemplo, que los derechos humanos se enseñan desde la época de Alfonsín. Es elemental, es una obligación que en ese espacio se piense el caso Maldonado, así como es una obligación de toda la sociedad preguntar ¿dónde está Santiago Maldonado? Y, por otro lado, creo que en particular entre los funcionarios de Educación hay también falta de formación para trabajar con jóvenes y adolescentes. Solamente con leer algo de bibliografía del siglo XX se debería entender que a los adolescentes no hay que provocarlos: en escuelas de la Ciudad de Buenos Aires donde no había centro de estudiantes ahora hay, a raíz del rechazo que provocó la propuesta inconsulta de la nueva escuela secundaria.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/66454-el-mercado-de-la-educacion-va-hacia-la-desescolarizacion

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Los centros vascos contarán este curso con 170 auxiliares de conversación en lengua extranjera

País Vasco/05 octubre 2017/Fuente: La Vanguardia

Los centros vascos de Primaria, ESO y Bachillerato, así como las Escuelas Oficiales de Idiomas, contarán este curso con 170 auxiliares de conversación en lengua extranjera, según ha informado el Departamento de Educación del Gobierno Vasco.

 Los auxiliares de conversación comenzarán a incorporarse a las aulas a lo largo de esta semana en 143 centros públicos de Euskadi. De manera previa, asisten esta semana a unas jornadas de formación en las Escuelas Oficiales de Idiomas de Vitoria, Barakaldo y San Sebastián, donde «reciben orientación para la planificación y preparación de sus clases de conversación, y se les proporcionan las nociones metodológicas básicas para desempeñar su labor con éxito».

De los 170 auxiliares de conversación que trabajarán este curso en Euskadi, 160 los financia el Departamento de Educación del Gobierno Vasco, 45 más que en cursos anteriores, y los 10 restantes el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Un total de 147 personas serán auxiliares de conversación de inglés, 14 de francés, siete de alemán, una de italiano y otra de ruso. Se trata de graduados recientes o estudiantes universitarios de último curso en su país de origen que asisten al profesorado titular en clase de lengua extranjera y que se dedican a reforzar «las destrezas orales del alumnado». Para ello, imparten clases durante 12 horas semanales acompañados por el profesor titular.

Fuente noticia: http://www.lavanguardia.com/local/paisvasco/20171004/431790864706/los-centros-vascos-contaran-este-curso-con-170-auxiliares-de-conversacion-en-lengua-extranjera.html

Fuente imagen: http://cdn.20m.es/img2/recortes/2017/10/04/554401-620-282.jpg?v=20171004152658

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Chile: Ley de desmunicipalización fue aprobada hoy por la Cámara y el Senado, y entrará en vigencia en 2018

Chile/05 octubre 2017/Fuente: La Tercera

La Presidenta Bachelet se refirió esta noche a la aprobación de la ley de desmunicipalización, que fue aprobada hoy por la Cámara y el Senado, y entrará en vigencia en 2018.

En su cuenta de Twitter, la Mandataria dijo que “desmunicipalizar la educación pública es garantizar su calidad para todos. Agradezco al Congreso la aprobación del Nuevo Sistema”.

La ley permitirá que los 5.200 colegios que actualmente dependen de los municipios pasen a manos del Estado y sean administrados en red por 70 Servicios Locales de Educación.

El sistema de la educación municipal duró 37 años y según el gobierno terminará en 2025, con la posibilidad de extensión en casos puntuales hasta 2030, cuando los municipios que hayan hecho una buena gestión administrando sus colegios soliciten postergar su entrada al sistema.

Fuente: http://www.latercera.com/noticia/bachelet-desmunicipalizar-la-educacion-publica-garantizar-calidad-todos/

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