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Colombia: Estatizar no mejora la educación ni preserva la cultura

América del Sur/Colombia/14.10.2017/Fuente: es.panampost.com

Hay que mirar más allá de lo obvio. Esta tendría que ser una máxima de vida, de debate y de análisis, pero la mayoría de veces se queda en una mera intención. Parece que, para nosotros los humanos, es muy difícil ir más allá de lo evidente, de lo obvio. Un ejemplo es el de los discursos: las personas se quedan con lo que escuchan (con lo superficial) y no van más allá. Por esto es que muchas veces se considera como pacíficos a aquellos que solo creen en la guerra y como revolucionarios a los que solo quieren mantener el statu quo.

Esta premisa tan básica, pero tan importante, es la que resume el aporte de uno de los pensadores que aún es de los más innovadores desde el siglo XIX: Frédéric Bastiat.

Fuera del discurso, en los demás ámbitos también se suele hacer análisis sobre lo evidente y no ir más allá. Muchos pregonan su interés por defender fines loables sin darse cuenta que, en realidad, lo que hacen es trabajar por evitarlos o, peor, por impedirlos. Es más, pasan a la posteridad como defensores de lo que, mirando más allá de la superficie, son meros verdugos.

De esto último hay dos ejemplos recientes en Colombia.

La semana pasada, algunos estudiantes hicieron una manifestación, supuestamente, en defensa de la educación. Lo de menos es que, por los destrozos que ocasionaron, ponen en duda la calidad de la poca o mucha educación que han recibido.

Lo más importante es reconocer que, contrario a lo que dicen defender, ellos no están preocupados por la educación en el país (la cobertura o la calidad), sino en que esta sea prestada por centros educativos estatales (que, además, confunden llamándolos públicos). Además, toda la concentración de energía –y de manifestaciones– se centra en la obsesión para que esos centros educativos reciban más recursos por parte del Estado.

La confusión se encuentra en que asumen que la educación es un servicio que solo puede ser proveído por el Estado o que esta organización es la que mejor puede hacerlo. Pero esto habría que demostrarse. Como si fuera poco, tendría que demostrarse que cualquier otra forma de prestación del servicio o no es viable o no es deseable. Es compartido por amplios sectores de la población que, por ejemplo, no es positivo que existan organizaciones con ánimo de lucro que presten servicios de educación, pero la justificación de tal creencia no es clara. ¿Cómo el ánimo de lucro impide una mayor cobertura o mejoras en calidad? Si este fuera el caso, ninguna mejora se podría presentar en ningún sector en el que impere la iniciativa privada. De lo contrario, tendría que demostrarse que la educación, en su naturaleza, no en sus supuestos objetivos, funciona diferente a cualquier otra actividad humana.

Otro ejemplo es el de la cultura. Algunos intelectuales dicen estar interesados en su preservación y difusión, pero en realidad lo que les interesa es mantener financiados sus proyectos personales. Así confunden lo que ellos creen es cultura y la forma de preservarla con que esto sea función del Estado y, por lo tanto, que para proteger las expresiones culturales es necesaria la financiación por parte de todos, a través de nuestros impuestos, de manera coercitiva.

Sin embargo, en ambos casos, el énfasis que se pone en la financiación y provisión estatal de las actividades es una forma de evitar el cumplimiento del objetivo inicialmente planteado. Si la cuestión es, por ejemplo, de más cupos en la educación, es evidente que una forma como esto se puede lograr es permitiendo que existan muchas alternativas. Pero, para ello, no puede considerarse el Estado como la única opción.

Del lado de ciertas expresiones culturales, el argumento es un poco más complejo, pero puede reducirse de manera semejante. Si se considera que los proyectos deben ser financiados por el Estado, es evidente que los recursos, siempre escasos, no alcanzarán sino para financiar unos pocos proyectos. Nadie garantiza que sean los mejores. Nadie garantiza que sean los que realmente (¿cómo determinarlo?) reflejen la cultura. Lo más seguro es que los financiados serán unos pocos proyectos, cuyos líderes sean solo quiénes tienen cercanía con el poder político.

Pero lo peor es que los preocupados por ambas actividades parecen no reconocer la gravedad de lo que desean. Financiación y prestación estatal de la educación suena muy bien. En abstracto. Pero ¿qué pensarían esos mismos defensores si el Estado es el que decide lo que se enseña y cómo se enseña? Lo mismo sucede del lado de la cultura. Así como financiará proyectos, tendrá que seleccionarlos. Este poder de selección también implica la definición de criterios para establecer qué es cultura y cuáles expresiones son dignas de difusión.

En últimas, los que promueven la estatización de estas actividades están abriendo la puerta a la propaganda, al adoctrinamiento y a la censura. Al final, ni educación ni cultura. ¿Alguien puede pensar en una mejor forma de impedir la obtención de lo que supuestamente tanto se desea?

Fuente de la noticia: https://es.panampost.com/javier-leonardo-garay-vargas/2017/10/14/estatizar-no-mejora-la-educacio

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El fracaso de la educación pública en Argentina: sin responsabilidad no hay calidad

América del Sur/Argentina/14.10.2017/Fuente: es.panampost.com.

Empiezo esta columna con una frase muy antipática o, como dicen ahora, políticamente incorrecta.

“Dime cuántas escuelas públicas tiene un país y te diré cuánto ha fracasado y continuará fracasando su sistema.

En Argentina, la escuela pública siempre es noticia, no por sus cualidades, sino como protagonista de algún hecho conflictivo. Demandas, protestas en las calles, huelgas de docentes, alumnos sin clases durante medio año, adolescentes tomando las escuelas.  El historial que tiene sobre sus hombros es largo y su reputación ha venido decayendo en las últimas décadas a pasos agigantados.

¿Cuántas veces los colegios privados son protagonistas de este tipo de noticias?  Dejo al lector para que recorra su memoria.

Si bien en Argentina ni siquiera las instituciones educativas privadas están fuera del dominio de la agenda educativa estatal (la cual les impone impartir determinados contenidos y textos), son, al menos, mucho más eficientes por una simple razón: están obligadas a competir para atraer a sus clientes y para poder mantenerse en el mercado. Por ello, necesitan ofrecer un producto con cierto atractivo y calidad. ¿Qué padre estaría dispuesto a pagar por un colegio en donde no sabe cuándo su hijo tendrá clases?

Nada de eso ocurre con las escuelas públicas.  Su supervivencia en el mercado está asegurada porque están los mecenas anónimos (alias, los pagadores de impuestos), quienes están obligados a mantenerlas bajo pena de transformarse en delincuentes si se negaran a hacerlo.

¿Cuál es la solución entonces?  ¿Hay alguna salida decorosa?

corto plazo, una buena solución es hacer competir a las escuelas públicas con las privadas por ganar el voto de los padres que actualmente envían a sus hijos a instituciones estatales. ¿Cómo?

El Estado de Nevada en Estados Unidos parece haber encontrado un buen programa para lograr esto. Se trata del “Nevada’s Education Savings Account Program” (Programa de Cuenta de Ahorros Educativos de Nevada), que consiste básicamente en abrir a los padres una cuenta en el banco, donde el Estado deposita la suma que un estudiante le cuesta anualmente en materia de educación pública.  Con ese dinero, los padres pueden elegir qué tipo de educación ofrecer a sus hijos, abriendo un gran abanico de opciones.  Los padres pueden optar por continuar enviando a sus hijos a la escuela pública, o pueden elegir una escuela privada, o un programa de educación a distancia, o educarse en sus casas (homeschooling) con alguno de sus padres o con tutores.  Si el monto anual depositado no se utiliza completamente, el joven puede acumular ese dinero y sumarlo al monto del siguiente año. Vale aclarar que ese dinero no puede ser utilizado con otros fines.

¿Qué es lo más probable que suceda con la implementación de un programa de este tipo?

Que los padres opten por la mejor educación que puedan obtener para sus hijos por el dinero que ahora tienen en sus cuentas. Al contar los padres ahora con varias alternativas, el único modo que tendrá la escuela pública de obtener esos fondos, será convenciendo a los padres de ser la mejor opción, y no podrán hacerlo al menos que ofrezcan un producto de calidad.

¿Qué ocurrirá si las escuelas públicas no logran atraer alumnos y los padres optan por alguna de las otras alternativas? Deberán cerrar sus puertas; del mismo modo que cualquier empresa, cuyos productos nadie desea comprar, termina cerrando sus puertas. Pero los estudiantes no quedarán sin educación, sino con la educación que ellos eligieron.

Algunos presienten que esto podría ser el fin de la escuela pública y lo ven como un verdadero drama. Pero hay varias consideraciones a tener en cuenta.

Primero, algo desaparece del mercado cuando ya nadie lo quiere.  Si nadie lo quiere, para que mantenerlo por la fuerza agobiando a los ciudadanos con impuestos para lograrlo?

Segundo y más importante aún. Sostener que la escuela pública debe existir o desear que continúe existiendo, es lo mismo que desear que la pobreza continúe existiendo. La escuela pública es sólo un producto de la imposibilidad de algunos de pagar por un servicio educativo que desearía adquirir pero que no cuenta con los medios para hacerlo. Cuando la gente puede pagar por educación, del mismo modo que puede pagar por otros productos o servicios que desean para su vida, la educación pública ya no tiene razón de existir.

La educación pública es, hoy en día, consecuencia y síntoma de un fracaso: el de no haber implementado un sistema capaz de generar las condiciones necesarias para que la gente pueda hacerse cargo de su vida y de adquirir aquello que valora con el fruto de su propio trabajo.

Más aún. No sólo es síntoma y consecuencia de un fracaso, sino que también se ha transformado en causa, al perpetuar una educación deficiente, politizada, colectivizada que poco prepara a los jóvenes para transformarse en individuos independientes y responsables de su propia vida y más los prepara para continuar bajo el ala del Estado de bienestar.

Nevada ha dado un paso hacia delante, al hace competir a la escuela pública con otras opciones educativas.  Es un primer paso que podríamos analizar y reproducir en Argentina y el resto de los países de América Latina que sufren la misma problemática.

A largo plazo, y con las medidas políticas y económicas acertadas, la escuela pública tenderá a desaparecer y sólo existirán opciones privadas entre las cuales la gente podrá elegir y pagar con el sudor de su propia frente.  Y para los casos puntuales donde haya verdadera imposibilidad de pagar por este servicio, siempre existirán alternativas de becas, colaboración voluntaria, o un sistema como el de Nevada que podrá atender las excepciones que merezcan ser consideradas.

Fuentes de la noticia: https://es.panampost.com/maria-marty/2017/09/25/el-fracaso-de-la-educacion-publica-en-argentina-sin-responsabilidad-no-hay-calidad

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El pueblo contra Ser Pilo Paga

Por: Germán Manga

Entregar los recursos oficiales que necesita la universidad pública a un club de universidades privadas, equivale a sacrificar los derechos de la mayoría de los estudiantes más pobres, para que la minoría estudie como si fueran ricos.

Hacen muy bien los alumnos, profesores y rectores de las universidades públicas en salir a las calles a protestar porque el gobierno esté transfiriendo miles de millones de pesos -vitales para fortalecer la educación oficial- a un club de universidades privadas.

Ese original desatino –llamado Ser Pilo Paga- que permite hoy que 30.000 colombianos pobres bien calificados en las pruebas de Estado, estudien donde y como estudian los ricos, es impresentable en un país donde la elitización de la sociedad comienza, se desarrolla y se consuma en el sistema educativo.

Aunque el artículo 67 de la Constitución la consagra como un derecho, el gobierno y el sector privado no han logrado y están lejos de garantizar el acceso de todos los colombianos a la educación de calidad.

El sistema educativo colombiano es inequitativo y elitista, su operación es inmoral, ilegal e impulsa tradiciones que rayan en lo tragicómico. La consagración de los privilegios comienza en preescolar. Los más ricos matriculan a sus hijos en los jardines infantiles que garantizan la entrada a los mejores colegios (y que cobran más que una universidad de elite). A su vez esos colegios realizan exigentes procesos de selección, agregan filtros ilegales como el ‘bono‘ que en algunas entidades pasa de 40 millones por alumno y cobran matrículas y pensiones fuera del alcance de las mayorías. Como en el fútbol hay la A y la B. Educación excelsa para el 4 por ciento de la población -las élites que pagan- y mala para la enorme mayoría de los colombianos, a merced de una educación pública, deficiente, burocratizada y menesterosa.

Las situaciones más críticas se presentan en los dos extremos del proceso. En Colombia solo 48 por ciento de los niños de 3 años están matriculados en una institución educativa, – el promedio es 70 por ciento en los países de la Ocde-. Y en nuestro país apenas ingresan a la universidad 9 por ciento de los estudiantes de las familias más pobres, en contraste con 53 por ciento de los de las familias más ricas.

En definitiva, el problema se concreta en que entre nosotros, ser pobre o ser rico determina qué tipo de educación se recibe y crea diferencias abismales e irrecuperables en el destino de los ciudadanos. Ser pilo paga alimenta y fortalece ese club de los privilegios pues engorda las economías boyantes de las universidades de elite al transferirles los millonarios recursos que necesita la universidad pública para vincular y educar a muchos más de los 500.000 estudiantes de los estratos 1, 2 y 3 que se gradúan cada año.

Por eso se deberían unir a las protestas los jóvenes que no pudieron terminar sus estudios o ingresar a la universidad, los que entraron, pero tuvieron que desertar, o los que terminaron, pero tuvieron que salir al mercado laboral en condiciones de inferioridad en formación con sus coetáneos, por no pertenecer al grupo que puede pagar “la buena educación”. La Colombia de verdad no la de los “pilos afortunados” que publicita el gobierno.

 La prioridad en Colombia no es fortalecer las universidades privadas sino tener una educación pública de cobertura universal y de alta calidad y muy especialmente garantizar a los más pobres el derecho a la educación inicial y a la universitaria.

La educación es uno de los sectores que experimenta con mayor impacto las transformaciones que impulsa la tecnología. Desde ese punto de vista no parece sensato invertir tantos recursos en modelos educativos que comienzan a ser desuetos frente al auge de la educación, la formación para el trabajo y la educación continuada en internet. Con presupuestos como los que se están llevando las privadas, universidades públicas harían maravillas para crear programas online de calidad excelsa, que sí permitirían saltos enormes de cobertura y calidad para vincular a miles de los jóvenes que se están quedando sin educación.

En 2018 el gobierno destinará un billón de pesos a la educación de 40.000 estudiantes del programa Ser Pilo Paga, la misma suma que transferirá a las 32 universidades públicas nacionales y regionales, a cargo de formar a más de 600.000 estudiantes. Mientras muchas de esas universidades oficiales enfrentan dificultades, carencias, insolvencia y grave deterioro de su infraestructura -el déficit del sector se acerca a 500.000 millones de pesos- pocas y las más prósperas universidades privadas reciben con Ser pilo paga una gran cuota de estudiantes de estratos populares, bien calificados, a tarifa plena -como quedó diseñado el programa no ofrecen ni becas, ni descuentos, ni cofinanciación-. Esta es una irritante injusticia y convertirla en política de Estado, como pretende el Ministerio de Educación, sería una monstruosidad salvo que Ser Pilo Paga se convirtiera en un programa exclusivo para universidades públicas, que sería la forma más sencilla y rápida de revertir la insensatez de hoy y sus cuestionables resultados.

Nota: Inquietante el conjunto de falsedades y argumentos amañados con los que Gustavo Petro respondió a mi columna ‘Las basuras de Petro‘ así como la agresividad de sus barras bravas en las redes sociales para apoyarlo, con abundancia de insultos, ofensas y calumnias. No sé si el exalcalde tenga futuro en la política. Lo tendría asegurado, sin duda, como campeón nacional de la posverdad.

Fuente: http://www.semana.com/opinion/articulo/el-pueblo-contra-ser-pilo-paga/543544

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Alistan en Ecuador campaña de alfabetización y educación básica

América del sur/Ecuador/14 Octubre 2017/Fuente: Prensa latina

Autoridades del sector de Educación de Ecuador trabajan hoy en los preparativos finales de la campaña de alfabetización y educación básica Todos ABC, prevista para comenzar el venidero 21 de octubre.
La iniciativa prevé beneficiar a ciudadanos mayores de 15 años iletrados o que no vencieron la enseñanza básica, por diversas razones, pero con interés en continuar estudios.

Con ese fin, aunque las clases comenzarán el 21 de este mes, el período de inscripción en los distritos, cuya fecha tope era el 30 de septiembre, se extendió hasta el día 27, según constató el Ministerio de Educación.

La campaña lleva el nombre de Leonidas Proaño en homenaje al sacerdote dedicado a la lucha por los más pobres en este país sudamericano.

De acuerdo con las precisiones de la cartera encargada de la docencia, la alfabetización durará 40 semanas y al finalizar ese período los estudiantes alcanzarán el tercer grado de enseñanza general.

La iniciativa cuenta con el apoyo de un profesor, quien servirá como tutor, mientras los alumnos podrán realizar además actividades extracurriculares en temas de derechos, salud, nutrición, cultura, deportes, proyectos productivos y emprendimientos, con la ayuda de voluntarios e instituciones públicas.

Según adelantó el ministro de Educación, Fander Falconí, durante la presentación de la campaña, en el caso de los analfabetos, la idea es llegar a unos 200 mil ecuatorianos.

Todos ABC se inserta en la lógica de que la educación no es una mercancía, sino un derecho, lo cual implica generar desde el estado y el sector público, posibilidades de articulación para un proceso exitoso.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=122853&SEO=alistan-en-ecuador-campana-de-alfabetizacion-y-educacion-basica
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La Reforma silenciosa para las Normales

Por:

De unos meses para acá, quienes tenemos un conocimiento sobre los distintos acontecimientos que en el medio educativo suceden, particularmente, los relacionados con la educación normal que se brinda en las más de 200 escuelas normales públicas del país; hemos escuchado o leído, sobre la propuesta que se está diseñando con la intención de fortalecer el subsistema normalista.

Muchos, me incluyo, hemos hecho una crítica sobre las posibilidades que tal diseño implica. Sobre todo, porque como reiteradamente lo he señalado en este y otros espacios, por años el normalismo mexicano estuvo olvidado. Ciertamente con el paso del tiempo, algunos esfuerzos se han hecho para “mejorar” lo que podía mejorarse, como por ejemplo, los que a partir de 1984 se implementaron y que llevaron a las escuelas normales, a formar parte de las Instituciones de Educación Superior (IES); pese a lo anterior, ningún otro esfuerzo ha cuajado por completo dadas las lagunas jurídicas y administrativas que existen en varias entidades del país y en el propio centro.

Dese cuenta, mientras las reformas al nivel básico de enseñanza van “tomando forma”, y los docentes hacen “magia” para ajustar su ejercicio profesional a las “realidades” que les son impuestas; las normales, han tenido y tienen, que ajustarse a las dinámicas que este nivel educativo trae consigo. No hay más.

Ahora bien, qué tanto ha sido bueno o malo el que, hasta este momento, se haya dado dicho tránsito de esta manera. La lógica o el sentido común, nos dice que tal situación no es nada buena, y es cierto.

Y es que mire usted, me consta, que las escuelas normales se han ajustado a lo que las políticas educativas han dictado desde hace mucho tiempo en educación básica, y bueno, los resultados, aunque no han sido sobresalientes en la formación de sus egresados, han demostrado que estas escuelas, siguen formando profesionales de la educación, con los conocimientos y habilidades para desarrollarse en el ámbito de su competencia.

¿Por qué asegurar o implementar una reforma al medio normalista para que éste vaya a la par de lo que acontece en educación básica? Si coincidimos con el planteamiento anterior, alinear esos procesos parece lógico y harto pertinente. Lo malo del asunto es que, mientras no haya una claridad jurídico-administrativa al respecto, esa supuesta reforma no verá los resultados esperados.

¿A qué me refiero con ello? A que la misma Dirección de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE), se encuentra en la disyuntiva de considerar al subsistema normalista como parte de esa educación básica que refiero o, seguir bajo el esquema que plantea las IES en el país.

Con seguridad pensará que esta situación es sencilla y que puede subsanarse rápidamente. Le pido que vayamos con calma y analicemos la siguiente situación.

¿Conoce usted la normatividad que regula la contratación, permanencia y promoción de los maestros para las escuelas normales? Supongo, que muy pocos la conocen, y los que tenemos algún conocimiento sobre ello, difícilmente llegamos a tener una certeza en cuanto a ese ingreso, permanencia y promoción que se vive en el medio en los distintos estados del país. ¿Por qué sucede esto? Porque cada entidad federativa, ha ajustado a “su medida” dicho reglamento y, en complicidad con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), han sedimentado prácticas que le han permitido hacer y deshacer lo que se les venga en gana. ¿Desea usted un ejemplo? Bueno, volteemos a ver lo que en el Estado de Morelos acontece. Las escuelas normales están adscritas al Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), específicamente, a la Dirección de Educación Secundaria, mientras que en el Estado de Tlaxcala, se hayan integradas a la Dirección de Educación Terminal de la Secretaría de Educación Pública del Estado. ¿Es lógico esto?, es decir, ¿es lógico que el subsistema normalista que, en teoría debería ser una entidad perteneciente a las IES, dependa de dos estructuras organizacionales diferentes entre sí? No, no es lógico, ni administrativamente viable. Caray, no imagino la complejidad que debe representar para el personal directivo y docente de las normales, comprender el “limbo” jurídico-administrativo que esto representa, y luego, para acabarla de amolar, los subsistemas de estas entidades, deben y tienen que atender las políticas educativas que se desprenden de la propia DGESPE. ¿Alcanza a dimensionar tal embrollo?

Pues bien, me parece importante señalar en este momento – aunque será un tema que abordaré en otra ocasión – que la reforma curricular es necesaria por lo que sucede, insisto, en educación básica. No obstante, el reto es mayor, y no me refiero precisamente a contar con un nuevo reglamento de ingreso, permanencia y promoción para las escuelas y los docentes normalistas, sino de lidiar con todas esas prácticas institucionalizadas donde el SNTE y muchas autoridades locales, vuelvo a insistir, han hecho lo que se les venga en gana. ¿Por qué si la DGESPE está encabezando una modificación reglamentaria de lo que hasta estos días ha permeado en las escuelas normales el SNTE no hace lo propio y modifica sus estatutos? No sé si usted lo sepa pero hasta el día de hoy, esa organización sindical, no ha realizado algún ajuste en este sentido y, por ello, se mantienen aquellos esquemas de representación sindical (por el número de maestros integrados un centro de trabajo) que se denominan “Delegaciones Sindicales”. Delegaciones que para acabar pronto, en las normales, poco o nada hacen para apoyar a cientos de profesores que continúan preparándose y/o profesionalizándose.

Tengo claro que generalizar es malo, y le ofrezco una sincera disculpa por ello. Sin embargo, es menester reconocer una problemática latente y que no ha sido atendida como debiera por las autoridades educativas oficiales y sindicales, sencillamente, porque los “cotos” de poder, generan votos y esos votos, se canalizan a través de un partido pequeño (Nueva Alianza) que, al final de cuentas, termina cual rémora hambrienta, viviendo del mejor postor.

En suma mi estimado lector, propongo que exista una reforma a la educación normal, pero ésta debe partir de los órganos rectores que conducen la vida normalista: SEP-SNTE, y los “acuerdos” que en lo oscurito hasta la fecha se han firmado. Obviamente, definiendo en primer lugar, a qué nivel educativo deben pertenecer, para después, definir cuáles serán sus formas de contratación. Del asunto pedagógico, repito, le dedicaré otro espacio en otro momento. No obstante, y sin temor a equivocarme – sobre este rubro –, considero que los normalistas han podido y podrán con lo que se les ponga enfrente.

Su carácter aguerrido, combativo y académico, está más que demostrado.

Fuente del Artículo:

La Reforma silenciosa para las Normales

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‘Colombia está lista para una nueva reforma educativa’: Mineducación

Colombia/ 10 de octubre de 2017/Por: Simón Granja Matias/Fuente: http://www.eltiempo.com

Yaneth Giha asegura que este gobierno hace grandes esfuerzos por la educación superior.

Las principales ciudades del país vivieron el pasado miércoles 4 de octubre movilizaciones universitarias para exigirle al Gobierno el uso efectivo de los recursos destinados a la educación superior pública y rechazar el desvío de este presupuesto a las universidades privadas a través del Icetex.

Frente a esta situación, la ministra de Educación, Yaneth Giha, le explicó a EL TIEMPO qué está pasando en las universidades públicas y le respondió a los principales reclamos que le han hecho

¿Qué está pasando con las instituciones de educación superior públicas (IES)?

Si hay algo que este gobierno ha considerado importante es potencializar la educación superior pública. Es un mensaje reiterado del Presidente y algo en lo que hemos puesto esfuerzo y muchos recursos. Hemos incrementado sistemáticamente la financiación desde el 2010.

Uno de los reclamos de las IES públicas es por falta de recursos para funcionamiento…

Sí, es que su rubro más importante es el pago de docentes, el cual crece por encima de la inflación. Sin embargo, la Ley 30 nos tiene una restricción en eso. De ahí que cuando se dio la adición presupuestal por reforma tributaria, esos recursos se fueron para funcionamiento. Este año aumentamos la inversión en esa área un 11,75 por ciento frente al año pasado, es el crecimiento más grande que ha tenido el rubro desde 1992. Además, ya quedó en la base presupuestal; es decir, de ahora en adelante lo que suban de inversión para funcionamiento será por encima de la cifra de este año.

Tenemos que ser más eficientes: poder dar más resultados con menos, y eso es parte de la tarea de los rectores

¿Están o no desfinanciadas las IES públicas?

Hay que mirar caso por caso, porque hay unas que no están desfinanciadas. O sea, ¿cuántas han salido a protestar? No son todas. Hay tres casos identificados, las del Atlántico, Nariño y Magdalena que incrementaron su matrícula por encima de 60 por ciento. Yo siempre he creído que hay que hacer dos esfuerzos. Por un lado, mirar el caso de cada IES y ver cómo desde el Gobierno podemos apoyar. Pero también es importante la gerencia interna. Tenemos que ser más eficientes: poder dar más resultados con menos, y eso es parte de la tarea de los rectores.

Un punto de la reforma tributaria dice que el 40 por ciento del IVA se destinará a educación superior pública, pero al final del documento dice que esos recursos se pueden destinar para financiar el Icetex, lo cual no tiene contento a los rectores…

Ese 40 por ciento va para educación superior pública. Todo.

Sí, pero entonces el Icetex también se puede entender como educación superior…

Exacto, ahora, en ese primer artículo de la Reforma se habla de educación superior pública. Y hay otro artículo que dice que el Fondo de Financiación Contingente al Ingreso puede nutrirse de esos recursos. Unos para las IES públicas y otros para el Icetex, que financia a los jóvenes. Me dicen que estos recursos van para financiar a las privadas, y yo les digo no, es para financiar a los jóvenes.

¿Por qué esa adición presupuestal no se entrega solo a las IES públicas?

Cualquier país que quiere un sistema de educación superior público sólido tiene que generar diferentes estrategias para poder aumentar la cobertura. Por eso no puede centrarse solo en las públicas, hay que hacerlo en los otros mecanismos para financiar a los jóvenes que quieran acceder. El Icetex, además de Ser Pilo Paga y de los créditos educativos, tiene otros que ayudan a poblaciones como afros, indígenas y víctimas.

El programa Ser Pilo Paga es una de las quejas de algunos de los rectores. Dicen que se están desviando recursos de la educación pública a la privada.

Queremos romper esa idea de que ni el estrato ni la ubicación geográfica definen el futuro del joven; por eso, Ser Pilo Paga es una estrategia transformadora. Entonces insisto en que un país con un sistema de educación robusto tiene que tener diferentes estrategias que puedan abarcar las diferentes necesidades. Lo segundo, en cuanto al presupuesto de educación superior, lo que ha pasado en los últimos años es que la bolsa se agrandó. Creció la plata de IES públicas, creció la plata de Ser Pilo Paga, todo creció.

¿Es sostenible el programa Ser Pilo Paga?

Nosotros también hemos considerado el tema. Vamos a llegar a los 40.000 ‘pilos’. Los próximos 10.000 van a tener las mismas condiciones de los anteriores, nada cambia para ellos. Pero, en donde vamos a hacer la diferencia es en el proyecto de ley para convertirlo en política de Estado. Creamos una comisión con rectores de seis universidades: tres públicas y tres privadas. El proyecto ya está listo. Entraría a regir el año entrante.

¿Qué cambiaría?

Unos artículos ayudan a equiparar cuántos estudiantes van a las públicas y cuántos a las privadas. Además, se incentiva más entrar en las primeras. En cuanto a la sostenibilidad, ponemos un tope en el pago de matrículas y los incrementos solo se pueden hacer con base en el índice del crecimiento de las universidades.

¿Se requiere una reforma de la Ley 30?

Yo creo que Colombia, después de 25 años de la Ley 30, está lista para una nueva generación de reformas. Y son las que merece un sistema cuando tiene unos años como los que tiene, pero aún más con los retos que se vienen los próximos años; por ejemplo, llegar a cobertura del 75 por ciento, como la de países desarrollados. Por eso, sí creemos que es importante dejar un paquete de reformas que deberían ser parte de las discusiones de los candidatos presidenciales.

Yo creo que Colombia, después de 25 años de la Ley 30, está lista para una nueva generación de reformas

¿Cómo qué reformas?

Primero, hay que aclarar que no es reformar toda la Ley 30. Por lo pronto, son los artículos 86 y 87, los que abarcan el financiamiento de las universidades públicas. Otro tiene que ver con la financiación del sistema, y yo creo que la ley que está cursando en el Congreso, que es la de financiación contingente al ingreso, es muy importante para la financiación de los jóvenes que quieren estudia

SIMÓN GRANJA MATIAS
Redactor de Vida
Twitter: @simongrma

Fuente:

http://www.eltiempo.com/vida/educacion/yaneth-giha-habla-sobre-desfinanciacion-de-universidades-publicas-en-colombia-139090

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España: Plataforma Escuela Pública se movilizará si sigue inactividad en educación

España/ 10 de octubre de 2017/ Fuente: http://www.elperiodico.com

La Plataforma por la Escuela Pública ha anunciado hoy movilizaciones «si continúa la inactividad del Gobierno en materia educativa», y ha exigido que se derogue la Lomce, se reviertan los recortes y se ponga en marcha una hoja de ruta por un pacto social por la educación.

 Así lo ha manifestado, Paco García, de la Federación de Educación de CCOO, quien ha acusado al ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, de «parapetarse en el pacto educativo para aplicar las mismas políticas con menos ruido».

«La Plataforma sigue existiendo, vamos a poner encima de la mesa iniciativas. Por el momento no hay calendario, pero lo habrá», ha asegurado García, que ha advertido de que la «comunidad educativa no aceptará un pacto sin consenso social».

En este sentido, Maribel Loranca, responsable de enseñanza de UGT, ha lamentado que el Gobierno siga aplicando las políticas regresivas y los recortes, mientras la Subcomisión del congreso encargada del pacto educativo «eterniza sus trabajos para no abordar con los sindicatos, los estudiantes y las familias los problemas reales».

Loranca ha criticado que Méndez de Vigo «sólo ejerza de portavoz», al asegurar que «tiene absolutamente abandonada la educación».

Por ello, ha calificado de «absolutamente normal que las comunidades autónomas estén tomando sus iniciativas» para resolver los problemas pendientes, como el que afecta a los «100.000 trabajadores de la enseñanza en precario» o la necesidad de modificar el sistema de becas, «como se comprometió el ministro el pasado mes de julio tras una protesta de los estudiantes».

Las críticas al trabajo de los grupos parlamentarios en la Subcomisión de Educación han sido unánimes por parte de los todos los integrantes de la Plataforma.

Para Jesús Aguayo, de STEC, la Subcomisión «sólo sirve para dar apariencia de un diálogo que no existe» y ha insistido en que para el «Ministerio supone ganar tiempo y para la Plataforma perderlo».

Fuente de la Noticia:

http://www.elperiodico.com/es/sociedad/20171009/plataforma-escuela-publica-se-movilizara-si-sigue-inactividad-en-educacion-6341025

 

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