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Bolivia cierra año escolar por falla en educación virtual

América del Sur/ Bolivia/ 04.08.2020/ Fuente: www.prensa.com.

El gobierno boliviano dispuso ayer la clausura anticipada del año escolar, que debía extenderse hasta diciembre, principalmente porque los estudiantes de las áreas rurales carecen de acceso adecuado a internet, lo que les impide tener acceso a la educación virtual.

“Hemos visto por conveniente clausurar el año escolar. Se clausura precisamente porque la gran mayoría del área rural no cuenta con internet”, anunció Yerko Núñez, ministro de la Presidencia en conferencia de prensa.

“El sistema de fibra óptica, lamentablemente, solo llega a las ciudades”, añadió. En Bolivia, 40% de la población vive en áreas rurales.

La medida, que entra en vigencia desde este lunes, supone la promoción automática de los estudiantes al nivel superior y garantiza el pago regular de salarios a los maestros del sector público.

La disposición alcanza a los niveles inicial, primario y secundario tanto de educación pública como privada.

Las clases escolares habían quedado suspendidas desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado. Desde entonces, se había tratado de incorporar, con muchas dificultades, la educación virtual, costosa en el área urbana y sin suficiente cobertura de internet en el área rural.

Semanas atrás, el ministro de Educación boliviano, Víctor Hugo Cárdenas, hoy en cuarentena por la Covid-19, anunció que, por la pandemia, este año no habría estudiantes reprobados.

Fuente de la noticia: https://www.prensa.com/impresa/economia/bolivia-cierra-ano-escolar-por-falla-eneducacion-virtual/

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Covid-19 y una brutal neoprivatización educativa en América Latina

Desde el año 2015 venimos denunciando el riesgo que ocurriera un Apagón pedagógico Global (APG), que tendría una expresión concreta en la virtualización y la relocalización de una parte importante de los procesos de enseñanza-aprendizaje en la casa. Esta tendencia al APG había sido anunciada en varios documentos de las Bancas de Desarrollo y de los organismos multilaterales.

Escalamiento del Apagón Pedagógico Global

Sin embargo, buena parte de la izquierda pedagógica desestimó este escenario al considerarlo improbable. Comprender esta realidad implicaba reconocer que estamos ante un reseteo planetario de la cultura educativa, lo cual desafiaba muchas de las certezas construidas en el campo de las alternativas pedagógicas. La más reciente publicación del Foro Económico Mundial de Davos “Covid-19: el Gran Reseteo” (julio, 2020) confirma las valoraciones y análisis prospectivos que hacíamos hace años.

Siempre señalamos responsablemente, que no sabíamos cuál sería el evento o el mecanismo para ello, pero que la tendencia del capitalismo cognitivo de la tercera revolución industrial apuntaba en esa dirección. El Covid-19 se convirtió en el evento que construyó las condiciones de posibilidad para el desarrollo a escala planetario del Apagón Pedagógico Global.

La transición entre la tercera revolución industrial a la cuarta revolución industrial hizo inminente este acontecimiento. Esta transición comportaba la consideración, por parte del capital, de la obsolescencia de la máquina ducativa newtoniana de la primera y segunda revolución industrial. Obsolescencia determinada por el impacto de la aceleración de la innovación en los procesos educativos.

La cuarentena sanitaria por la pandemia del Covid-19 obligó a generar respuestas en materia de escolaridad y educación. Las medidas educativas elaboradas por las burocracias de los ministerios de educación, fueron construidas a partir de la apelación al concepto de “emergencia”. La real emergencia sanitaria, fue usada para desarrollar un giro inusitado, dramático y excluyente en la educación.

La llamada emergencia educativa sirvió de pretexto para que en la mayoría de países se intentara dar continuidad a las labores escolares, ya no en las escuelas, liceos y universidades sino “en casa” y por mecanismos remotos, en su mayoría codificados al público bajo las expresiones de “educación virtual en casa” y “universidad en casa”.

El paradigma neoliberal de la sociedad educadora

Esta “nueva Realidad” nos obliga a revalorar el paradigma educativo neoliberal de la “sociedad educadora”, que desembarcó con fuerza en la región en la década de los ochenta del siglo XX.  Esta iniciativa, en la era de la transnacionalización del capital y de la mundialización cultural contemplaba la intención de ir transfiriendo a las familias, docentes y estudiantes, las condiciones mínimas para el cumplimiento al derecho a la educación.

El fortalecimiento de los mecanismos para garantizar el pago de las matrículas y “colaboraciones para las sociedades de padres y representantes” en las escuelas públicas, sirvieron como caballo de Troya para intentar recargar en las familias los costes del mantenimiento de los planteles escolares, las actividades extraordinarias, los docentes suplentes, etc., en la ruta para que las madres y los padres fueron asumiendo la responsabilidad educativa que correspondía a los Estados.

Cada vez más se le fue transfiriendo a las familias muchas de las responsabilidades que otrora habían asumido los Estados. Esta intención pudo concretarse solo parcialmente y de manera desigual en los países de la región, gracias a la movilización del magisterio, los profes universitarios y los estudiantes; las familias lo hicieron en menor medida, atrapadas porla cultura evaluativa de la calidad educativa..

La exigencia de mayores aportes a los sistemas escolares por parte de las familias se encubría con el discurso funcional de la co-responsabilidad para alcanzar una educación inclusiva de calidad, algo que se convertía en un chantaje funcional para la desmovilización de las familias.

Esa “noción” de la co-responsabilidad comporto un salto en la construcción de hegemonía, sobre la necesidad que los Estados “compartieran” con las familias los costes de la educación pública. Esta operación de propaganda, abrió las puertas a reformas en las constituciones nacionales y las leyes de educación que implicaron un abandono drástico de las responsabilidades del Estado, encubiertas con discursos progresistas.

La obligación de los Estados en garantizar el derecho a la educación

Desde una perspectiva emancipadora y de Estado Docente, la responsabilidad de garantizar el derecho a la educación es de los Estados Nacionales. Es decir, los Estados entre otras cosas, deben garantizar que:

  1. a)el presupuesto destinado a la educación no sea inferior al 6% del Producto Interno Bruto o menor del 20% presupuesto público;
  2. b)exista unalegislación educativa que garantice el acceso universal a la escolaridad y en igualdad de condiciones, por lo menos, a los estudiantes de educación inicial y primaria. En algunos países esta obligación se extiende al bachillerato;
  3. c)elaborar los planes de estudio y los modelos de enseñanza-aprendizaje que garanticen un aprendizaje contextualizado a cada realidad,desafíos epocales y necesidades de la población;
  4. d)construir lainfraestructura necesaria (escuela, liceos, preescolares, universidades) para garantizar la igualdad de condiciones de aprendizaje;
  5. e)dotar las escuelas, liceos y universidades de loselementos, equipos y contenidos inherentes a la aceleración de la innovación y garantizar que todes los y las estudiantes tengan las mismas condiciones de acceso a estas tecnología y conocimientos;
  6. f)desarrollar unacontinua actualización de la formación inicial y permanente de los y las docentes que permita  garantizar el papel de la escuela como institución democratizadora del conocimiento entre los sectores populares.

Previo a la pandemia muchas de estas condiciones mínimas de partida no eran cubiertas por los Estados nacionales, lo cual generaba resistencias, movilizaciones y denuncias del movimiento magisterial y estudiantil. La desinversión en educación y la precarización de las condiciones de trabajo de los y las docentes actuaban como disparadores de la premisa neoliberal de abandonar la responsabilidad de los Estados con la educación pública, dando paso al modelo de sociedad educadora.

Debemos tener cuidado que el logro del 6% del PIB como piso mínimo no sea usado en buena medida para la firma de contratos con las grandes transnacionales tecnológicas en materia de contenidos educativos digitales y virtuales, ni para construir la infraestructura base para la transición a la cuarta revolución industria.

Continuando recargando en las familias, estudiantes y docentes el grueso de la inversión en equipamiento tecnológico básico (computadores, laptops, celulares) y la conectividad al internet. Subrayar siempre que esto es y sería privatización educativa y triunfo del paradigma neoliberal de sociedad educadora.

En el plano internacional el neoliberalismo educativo cada vez más se aseguraba que en muchos de los protocolos de los organismos multilaterales, el derecho a la educación apareciera sin sus apellidos sustantivos de gratuita, popular, científica y laica. Cada vez más en estos protocolos aparece el compromiso de vincular el sector privado al cumplimiento del derecho a la educación, que no es otra cosa que la transición a la construcción de hegemonía respecto a la educación como una mercancía.

El tránsito abrupto de un modelo de educación presencial en las escuelas, al modelo de “educación virtual en casa”, de “universidad en casa” y, el temor del contagio mortal, posibilitó un acelerado abandono de estas premisas de responsabilidad de los Estados Nacionales de garantizar las condiciones mínimas para el desarrollo del derecho a la educación.

La neoprivatización educativa en el marco de la pandemia

El Coronavirus aceleró y escaló a una dimensión impensable solo meses atrás, las tendencias privatizadoras de la educación. El modelo de “educación virtual en casa”, de “universidad en casa” que han impulsado los sistemas educativos en América Latina ha comportado una privatización de hecho. Las responsabilidades de los Estados de garantizar las condiciones mínimas para desarrollar los procesos de enseñanza y aprendizaje han sido abandonadas y se ha entrado en la lógica del neoliberalismo educativo.

Ahora, en el marco de la pandemia del Covid-19 son las familias, les estudiantes y los y las docentes, quienes deben asumir los costes del pago del internet, la suscripción a plataformas privativas para poder dar clases, la compra o reparación de sus computadoras para dar clases. Los Estados se desentienden usando el acostumbrado lenguaje de la “vocación docente”, de la “mística de los educadores”, para desentenderse de su responsabilidad.

Muchos de los contenidos educativos en este contexto de “virtualidad en casa” son los que están disponibles en las plataformas privativas. Los y las docentes no fueron formadas y no están siendo formados adecuadamente para trabajar en entornos digitales, lo cual ha implicado una serie de déficits y problemas derivados del ensayo y error, de “como va viniendo vamos viendo”.

Se pretende culpabilizar de los errores a los docentes, convirtiéndose el Estado en un evaluador, en expresión de la cultura evaluativa sobre los docentes, escondiendo con ello que se está produciendo una brutal privatización educativa.

Las condiciones en las cuales se están desarrollando los procesos de enseñanza aprendizaje son desiguales y estratificadoras. Muchos estudiantes no cuentan siquiera con una casa donde estudiar de manera estable, otros no poseen familia que les apoye, la mayoría no tienen textos o acceso a internet, ni computadoras.

La escuela, con sus programas alimentarios procuraba garantizar que toes comieran por lo menos una vez al día, precisamente para igualar las condiciones de partida para aprender a aprender. Las medidas tomadas por los ministerios de educación. han roto en solo meses, la conquista social de asociar el derecho a la educación con garantías de igualdad de condiciones para desarrollar los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Esa “nueva normalidad” está siendo poco denunciada, por el contrario, en muchos casos está ocurriendo con el silencio cómplice de importantes sectores de la academia y los sindicatos burocráticos patronales.  Como en todo proceso de opresión, las resistencias marcan la diferencia y hoy casi un centenar de organizaciones del magisterio en la región, educadores populares y pedagogos críticos han comenzado a denunciar y movilizarse en contra de esta realidad.

Educación de primera para incluidos en la tecnología

Para colmo, con el pretexto de la emergencia sanitaria se está produciendo una estratificación de la educación. Los que tienen acceso a computadores e internet, cuyo porcentaje no excede el 50% de la población en América Latina y el Caribe, tienen la posibilidad de participar en la educación remota que intenta darle continuidad a los procesos de escolarización, accediendo a información actualizada derivada en gran medida de su capacidad de navegación conducida por la red de internet.

Los otros y otras, la mayoría de estudiantes, que no tiene acceso a computadora e internet están recibiendo enseñanza por televisión o radio, con contenidos y metodologías de la televisión educativa de los sesenta del siglo XX, transitando el aprendizaje con una mirada desde el retrovisor, no hacia el presente y el futuro.   Esto redundará en nuevas formas de exclusión.

Por otra parte, quienes viven en zonas de difícil acceso y precaria conectividad, con limitadas posibilidades incluso de acceder a una señal de radio, están recibiendo una educación por módulos, educación de tercera, que trata de ocultar que les están dejando en los bordes de la marginalidad intelectual.

La apelación a la contingencia y la emergencia no tiene justificación alguna, cuando las autoridades educativas desoyeron las advertencias que hicimos desde cinco años sobre un inminente Apagón Pedagógico Global (APG) y la obligación que tenían los Estados para prepararse para escenarios como estos, con la mirada pensada en la inclusión educativa y la justicia social.

La escuela no volverá a ser lo que era

Esta realidad no puede hacer que nos refugiemos de manera conservadora en intentar volver a las condiciones existentes antes de la pandemia. La escuela, liceo y universidad que teníamos en febrero del 2020 tampoco representaban la aspiración de los sectores populares y críticos respecto a lo que debería ser una educación liberadora y emancipadora.

Se trata entonces de comprender y trabajar de manera renovada por una nueva escuela gratuita, popular, democrática, laica, científica y presencial, que reivindique la tradición y el saber pedagógico acumulado por décadas, pero que sea también sea capaz de empalmar con lo nuevo, lo emergente en clave de resistencia anticapitalista.

Alternativas

Ciertamente lo peor que puede pasar es que un niño, niña o adolescente quede desconectado del sistema escolar. El hecho que consideremos que es necesario como remedial urgente, la educación por televisión, radio o módulos, no nos impide advertir que ello está comportando una nueva estratificación, con un claro sentido de clase.

Son los pobres, las mujeres trabajadoras, la clase obrera, los campesinos, quienes viven en condiciones de marginalidad en los barrios quien están resultando más afectados por la neo privatización educativa en marcha y la estratificación de la escolarización determinadas por el acceso a computadores y conexión a internet.

Las alternativas están en el plano epistémico y en la organización para la resistencia.  En el primer plano, la sorpresa y la sensación de vértigo que esta situación de la cuarentena por el Covid-19 ha causado en amplios sectores progresistas nos lleva a afirmar que lo urgente es clarificar lo que está pasando y el horizonte inmediato de la opresión neoliberal.

Lo segundo, reivindicar que las experiencias de colectivos pedagógicos en las escuelas, liceos y universidades emerge con fuerza como una práctica muy potente para avanzar de manera colectiva, desde abajo en la comprensión de lo ocurre y la elaboración de resistencias anticapitalistas.

Tercero, fortalecer la unidad de los sindicatos y gremios docentes combativos, con los movimientos de educadores populares y pedagogos críticos para de manera conjunta elaborar una ruta de acciones coyunturales y estratégicas.  Es momento de inventar para no errar.

 

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España: La ministra de Educación responde:| “Para que avance la educación no sirve dar más al que más tiene”

Isabel Celaá responde a las preguntas de alumnos, profesores y familias en un programa organizado por EL PAÍS. “Los menores contagian menos de lo imaginado”, afirma la política ante el regreso a las aulas.

La educación pública “es el eje vertebrador del sistema, no solo por su mayor implantación, sino porque es la obligación del poder público para atender el derecho fundamental de la persona”, pero la escuela concertada “está perfectamente contemplada, perfectamente respetada y perfectamente acreditada” en la nueva ley escolar que se está tramitando en el Congreso, ha asegurado este jueves la ministra de Educación, Isabel Celaá, para añadir después: “No hay ningún problema ideológico”. Durante un programa especial en vídeo organizado y emitido por EL PAÍS, en el que Celaá ha respondido durante algo más de una hora a preguntas de alumnos, profesores y padres, la ministra ha salido así al paso de una antigua polémica educativa y que esta semana ha estado de actualidad por la discusión en el Congreso sobre si los fondos extra para la reconstrucción tras la covid deben ir a la enseñanza pública o también a la concertada, es decir, la privada subvencionada.

En cualquier caso, entre los temores por la seguridad de la vuelta a las clases en septiembre, la forma de recuperar el tiempo perdido y de mejorar la calidad de la educación, la conversación de este jueves de Celaá con la comunidad educativa ha dado para mucho más. En el vídeo que encabeza este texto puede ver el programa completo. Lo siguiente es un resumen de lo más destacado:

Confianza en los grupos aislados. “Definitivamente las burbujas pueden funcionar, ya lo están usando otros países como Noruega, ya lo han observado los epidemiólogos como los pediatras: el virus no se transmite de forma tan rápida como pensábamos entre los menores. En estas burbujas estables tiene que haber niños que se relacionen entre sí y no con otros grupos y que sean atendidos por uno o dos profesores”. La OMS y la asociación de pediatría ya afirmaban el 8 de junio con claridad que los niños no son tan superdiseminadores del virus como pensábamos. Eso nos ha permitido acercarnos a fórmulas distintas y saber que podemos atender a los niños más pequeños a través de burbujas habida cuenta de que a determinadas edades no se observan las distancias físicas.

Cómo actuar si hay rebrote. Gema Duque, médico de la Comunidad de Madrid como su marido, ha querido saber cómo actuaría Educación ante un rebrote de la epidemia. Le gustaría que se actuase como en Francia donde se priorizó el regreso de los hijos del personal sanitario. La ministra, sin embargo, ha antepuesto a los más pequeños de la escuela. “Si algo hemos aprendido en este trimestre es que los cursos superiores han avanzado muy bien en su enseñanza a distancia, no así con los más pequeños a los que les resulta más difícil sentarse ante un ordenador o una tableta durante unas horas. Por lo tanto, aspiramos primero a tener un curso con unas normas parecidas a las de los otros cursos (…) Pero sí, en algún momento, hemos de priorizar presencia, los niños más pequeños, los niños de primaria, aquellos que se sujetan peor a la silla ante una cámara obviamente serán los primeros en ocupar los espacios físicos de los centros educativos”.

Uso de mascarilla. Gabriele, de ocho años, le ha preguntado a la ministra si tendría que asistir a clase con mascarilla y Celaá ha tratado de ser didáctica. “Si el centro opta por tener grupos de convivencia estables no necesitaréis mascarilla, porque os relacionaréis a modo de familia en vuestro grupo con uno o dos docentes. Pero si salís al patio o vais por un pasillo, a partir de los seis años sí podréis usar mascarilla”.

Isabel Celaá, vista desde la sala de control de realización. | Álvaro García
Isabel Celaá, vista desde la sala de control de realización. | Álvaro García

Los estudiantes sin voz. Andrea Henry, presidenta de la confederación estatal de asociaciones de estudiantes (Canae) ha lamentado que el ministerio se haya reunido con profesores y padres, pero no con ellos para afrontar este cambio en el sistema educativo. “Os escuchamos en el Consejo Escolar del Estado y en el Observatorio de Becas”, ha contestado Celaá que se ha mostrado dispuesta a escucharles más.

Educar al aire libre. Bibiana Marful, miembro de la Asociación Nacional de Educación en la Naturaleza, ha propuesto a la ministra que a corto plazo se apostase en España por colegios al aire libre, pues funcionan con éxito en otros países y ya abogaba por esta práctica la Institución Libre de Enseñanza a principios del siglo XX. Celaá se ha mostrado abierta a estudiar la posibilidad: “Es una reflexión muy oportuna, al caso, porque si algo necesitamos en estos tiempos de gran incertidumbre en la salud o la educación, es esta apertura a la ventilación, al aire libre, a la vuelta a la naturaleza. Fue un concepto romántico, de los poetas clásicos y de los británicos. Como Shelley, que en todos sus poemas observaban la naturaleza”. Porque, como muchos pedagogos, la ministra considera que al aire libre se aprende “no solo el contenido de la materia sino del contacto con la naturaleza”.

De aire libre ha preguntado también la Asociación Patios Habitables: ¿Cuáles son las propuestas para la mejora y acondicionamiento de los patios escolares? Celaá ha recordado que es una competencia autonómica, pero ha animado a hacer una reflexión conjunta con los gobiernos regionales y ha concluido: “Con la utilización de escasos recursos se pueden obtener grandes beneficios en los términos que planteas”.

Regresión en las pedagogías. Beatriz Martínez, profesora de infantil en el municipio de Requena (Valencia), teme que la pandemia eche por tierra “todas las metodologías de trabajo participativo que favorecen el desarrollo de las inteligencias múltiples y la cohesión” y así se lo ha hecho saber a la ministra. “¿Regresamos atrás, a un trabajo individualizado sentando a los niños en su pupitre”. Celaá ha sido tajante: “En absoluto, vas a poder seguir haciéndolo”.

La ministra ha confiado en que será así a la vista de lo que comunican los epidemiólogos internacionales: “Se va a poder trabajar en grupos estables a modo de módulos, de personas que se relacionan con su profesor. La educación va hacia eso, no a un sistema cerrado por materias. Estamos en espacios móviles, aquel que pueda hacer una pequeña obra que la haga. Buscamos que los profesores trabajen colegiadamente”.

Conocimientos esenciales. A Elena González, vicepresidenta de la asociación de padres del colegio público Ramiro de Maeztu de Madrid, le preocupa que no se programen actividades extraescolares en las escuelas, pues son una fuente de conocimiento y facilitan a los padres la conciliación con la vida laboral. Celaá, en esta ocasión, ha pedido paciencia a la madre. La ministra ha dado una de cal: “Todas las medidas que estamos tomando para tener un entorno escolar seguro son temporales, tenemos la esperanza de tener un remedio o una vacuna pronto y desde luego hay que mantener las actividades extraescolares”. Y otra de arena: “Estamos en un momento muy anómalo. Un tiempo en el que debemos adaptarnos lo más posible para que se prioricen las competencias fundamentales, los aprendizajes esenciales. Esto no quiere decir que las actividades extraescolares tengan que desaparecer, pero sí que adaptarse a que primero tenemos que trabajar esas competencias esenciales”. Porque no duda que habrá que reforzar los conocimientos cuando lleguen los alumnos en septiembre. “Observaremos que hay deficiencias en el desarrollo de sus capacidades cognitivas que hemos de reforzar. Habrán desarrollado muchas destrezas emocionales, pero a lo mejor tenemos que profundizar en sus capacidades cognitivas. Al menos el primer trimestre, y probablemente hemos de acomodar aquellos contenidos que nos llegan del final de curso 19-20”.

Primer día de clase tras el confinamiento en el colegio público El Vallés, en Terrassa.
Primer día de clase tras el confinamiento en el colegio público El Vallés, en Terrassa.CRISTOBAL CASTRO

La polémica de las dos redes. Sobre la polémica de los últimos días en la comisión de reconstrucción del Congreso, cuyas conclusiones provisionales dejan fuera a la escuela concertada de los fondos extra que se puedan aprobar, la ministra ha querido dejar claro que ese debate parlamentario no tiene nada que ver con el proyecto de reforma educativa. Y que esta respeta perfectamente a la escuela concertada. “Está perfectamente contemplada, respetada y acreditada, por lo tanto, ahí no hay ningún problema ideológico ni de falta de consideración. Esa es la realidad”, ha dicho en su respuesta a Luis Centeno, secretario general adjunto de la patronal de colegios católicos FERE.

Financiación a la concertada. La ministra ha asegurado que los 2.000 millones que el Gobierno va a conceder a las comunidades para inversión extra educativa se repartirán “de forma equitativa en todo caso, dándole a cada uno lo que le corresponde”. Sin diferencias entre escuela pública y privada. “El fin ha de ser compensar las desigualdades y satisfacer las necesidades de los más vulnerables. Porque si queremos que el sistema educativo avance, de nada sirve dar más a quien ya tiene más. Por lo tanto, nosotros no hablamos de titularidad sino de los más vulnerables”.

Celaá cree que “todos los centros que se sostienen con recursos públicos tienen que arrimar el hombro para tratar aquellas mayores dificultades educativas que tiene el sistema”, es decir, un mejor reparto de los alumnos más desfavorecidos. El 79% de los hijos de inmigrantes se concentran en la pública y siete de cada 10 alumnos con menos recursos.

Becas. José Montalbán, profesor en Estocolmo, ha reprochado a la ministra que las becas terminen de cobrarse terminado el primer trimestre y está ha asegurado que se han hecho pequeños avances. “Hemos conseguido acortar las becas como dos meses con respecto al curso anterior. Las becas se conceden tras haber conocido la declaración de la renta de las familias del curso anterior, estamos cambiando el sistema”, ha respondido.

Necesidades especiales. “Nosotros buscamos una escuela inclusiva, en la que todos los y las docentes estén preparados para tratar la diversidad, porque cada talento es diferente al otro y tienen que tratarse de manera individualizada, esa es la escuela que buscamos, que compense las desigualdades”, dijo la ministra. El tratamiento de las necesidades educativas especiales y con diversidad funcional apareció en el debate de la mano de Maria Belén Ouviña, maestra de audición y lenguaje en un instituto madrileño, que planteó su preocupación por la dificultad de enseñar a distancia a chavales con dificultades.

También hubo espacio para hablar de las protestas promovidas en los últimos meses por algunas asociaciones que temen que la nueva ley educativa suponga el cierre de los centros específicos de educación especial. Sobre ello, Celaá fue tajante: “Estamos comprometidos […] con la mejora de la dotación de recursos para la educación especial en los centros ordinarios, pero respetamos absolutamente los centros de educación especial, los reconocemos y además vamos a continuar apoyándolos […] de ninguna manera vamos a cerrar los centros de educación especial. Pero obviamente tenemos muchísimas familias que quieren ir a centros ordinarios, muchísimas”.

Formación Profesional. Además se abordó el tema de la FP. Un ámbito que Celaá calificó de prioritario para el ministerio. A la docente Bárbara Higuera Pérez, de Getafe, que reclamó esfuerzos para dar prestigio a la FP, le aseguró que ya está ocurriendo y que es la propia realidad laboral la que la impulsa: “Hay muchos egresados de la Universidad que quieren después pasar por la FP para conseguir un puesto de trabajo”, aseguró la ministra. A Ángel Cabezuelo, de Castellón, que preguntó cuándo se iban a equiparar por fin las condiciones de trabajo de los profesores técnicos de FP con las del resto de docentes de secundaria, Celaá le respondió: “Encontrarás una respuesta satisfactoria a esta cuestión en el proyecto de ley”.

Religión. No podía faltar en el programa una pregunta sobre otra eterna polémica en el ámbito educativo: la presencia de la asignatura de Religión en la escuela. Algunos sectores la defienden y otras la rechazan. Pablo Blanco, profesor en un pueblecito de Cantabria, es de los segundos. “¿Para cuándo la Religión fuera de las aulas?”, preguntó. Y la ministra respondió: “Observamos el respeto debido a los Acuerdos entre la Santa Sede y el Gobierno de España [de 1979, que establecen la existencia de la asignatura de Religión]. Por ello, la propuesta que hacemos es que sea de oferta obligada para los centros y de asunción voluntaria por parte del alumnado. No puede valer para una nota media”.

Fuente: https://elpais.com/educacion/2020-07-02/la-concertada-esta-perfectamente-contemplada-y-respetada-en-la-ley.html

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Educación Alternativa Popular en tiempos de emergencia: ¡Un desafío cooperativo!

Por: Herman Van de Velde

Articulación por la Educación Pública. ABACOenRed. FUPECG.

En contextos de emergencia, tal como lo vivimos con el COVID-19, concretar una educación alternativa popular, como educación pública, se hace aún más necesario. Al asumir este desafío como una responsabilidad compartida y ejerciendo nuestro poder compartido, este mismo desafío podemos convertirlo en una oportunidad a construir cooperativamente.

12 pautas que caracterizan este desafío que apunta a mantener CALIDAD en el aprender:

  1. Garantizar la INCLUSIÓN motivadora: nadie puede quedar excluida/o, es decir aislada/o del acompañamiento profesional (trabajo educativo docente) en su aprender.
  • Garantizar el SENTIDO (un significado positivo para quien aprende) del acompañamiento en el aprender: esto implica partir de lo que vivimos, de lo que experienciamos desde nuestra co-vivencia diaria en nuestro hogar, en la comunidad / barrio, municipio, país y el mundo.
  • Ejercer el arte de ESCUCHARNOS antes de imponer tareas desde contextos curriculares ajenos a nuestro diario vivir. Escucharnos, no para juzgar, ni para responder de inmediato, sino para comprendernos primero, para identificar y comprender tantos diferentes contextos singulares y particulares. Y esto implica: aprender a preguntar, tal que preguntemos para aprender. La escucha activa es el primer paso en el ejercicio de una solidaridad genuina.
  • Antes de pensar en el desarrollo curricular, más bien trabajar participativamente una construcción curricular compartida y promover esta CONCRECIÓN CURRICULAR desde una visión holística (identidad EcoPerSocial), promoviendo el aporte creativo como AUTORAS/ES de nuevos escenarios de aprendizaje (y no solo siendo actoras/es de escenarios impuestos por otras/os). El emprendimiento personal o colectivo, socio-afectivo, comunitario y/o económico será una expresión interesante de lo mismo.
  • Fomentar el PENSAMIENTO CRÍTICO, ya que, con la abundancia de las noticias con datos, muchas veces no confiables, es indispensable que aprendamos a identificar los datos falsos y a construir informaciones veraces que nos ayuden a comprender nuestros contextos y a tomar decisiones adecuadas.
  • Saber INTERPRETAR desde diferentes ángulos, saber diferenciar entre datos e información y con la debida transparencia (objetividad subjetiva) saber comunicar sobre los hechos.
  • Co-construir un ambiente de aprendizaje que nos invite a un DISFRUTE Compartido Vivencial Auténtico (DiCo_VivA). Esto implica no limitarnos a la promoción de un respeto por la diversidad, sino ir construyendo nuestra capacidad del disfrute de la diversidad. Ya no habrá un solo currículum, sino habrá currículo diferenciados según contextos singulares, tal que todas/os podamos disfrutar el aprender, como condición indispensable para su calidad.
  • Acompañarnos implica FLEXIBILIDAD responsable, especialmente en ‘modalidades de acompañamiento’, también en cuanto a la exigencia (flexibilidad exigente – exigencia flexible – exigencia significativa). Esto solo será posible si al mismo tiempo garanticemos un ambiente, aún en lo virtual, de confianza profunda entre todas las personas que tenemos que ver con nuestro aprender.
  • Practicar el PODER COMPARTIDO. Y esto significa ejercer, con la debida responsabilidad, también compartida, la auto- y co-evaluación.
  1. Apuntar a una VISIÓN POSITIVA de nuestro futuro, es decir estar conscientes que hoy, en el presente, construimos nuestro pasado y vamos edificando, siempre juntas/os nuestro futuro, día a día. Se trata de vivir / disfrutar ambientes de esperanza, compartiendo sueños.
  1. Disponernos a COMPARTIRNOS.  Nos referimos a la entrega personal en cada acción educativa, es decir: nuestra comunicación interpersonal debe caracterizarse profundamente por una actitud de ternura.
  1. Concretar nuestra voluntad a INTEGRARNOS, estando conscientes que sola/o no somos. Estar consciente de que nos necesitamos porque cada quien de nosotras/os es un SER “EcoPerSocial”, siempre siendo.

El desafío está planteado, ahora ¡cooperemos genuinamente para concretarlo!

¿Comentarios, dudas o preguntas? Escríbenos: herman@abacoenred.com

Fuente e imagen: https://insurgenciamagisterial.com/herman-van-de-velde-educacion-alternativa-popular-en-tiempos-de-emergencia-un-desafio-cooperativo/

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Educación a distancia y vida saludable

Por: Carlos Ornelas.

El nuevo eje abordará temas de nutrición, higiene, limpieza, activación física, prevención de adicciones, salud mental y determinantes sociales y comerciales de la salud. Las secretaría de Salud y del Medio Ambiente, el IMSS, la Profeco y el Instituto Nacional de Salud Pública acompañarán a la SEP en el diseño de esta innovación curricular

26 de Julio de 2020

El covid-19 trastocó todo, acabó con rutinas instituidas hace décadas en el sector escolar. Es casi seguro que no regresará la normalidad a la que estábamos acostumbrados. El fastidio es que no sabemos cómo le vamos a hacer, si bien experimentamos con ciertas innovaciones.

Las tecnologías de la información y comunicación y la educación a distancia estaban presentes antes de la pandemia, pero se usaban de manera marginal, con pocas excepciones. Hoy parecen ser pertrechos insustituibles para enfrentar lo que viene. Claro, con la experiencia acumulada en los meses anteriores.

El miércoles 22, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, encabezó una sesión del Consejo Nacional de Autoridades Educativas, la Conaedu. Se acordaron dos asuntos y el secretario refrendó sus creencias y apuestas.

El primer concierto corrobora que no hay una fecha segura para el regreso a las escuelas y que en el futuro se ensanchará el modelo híbrido —presencial y a distancia—, pero no será homogéneo. Los estados hicieron valer sus particularidades.

El segundo es la emergencia de una nueva materia en el currículo (el secretario dijo currícula) oficial, “vida saludable”. Se integrará en los programas de humanidades como eje articulador, no como una asignatura adicional.

El punto no es despreciable, responde a la emergencia y a problemas de salud de larga data. Diabetes, hipertensión y otros males degenerativos no nacieron con la pandemia y, no obstante que en planes y programas de estudio había nociones de higiene y salubridad, eran insuficientes.

El nuevo eje abordará temas de nutrición, higiene, limpieza, activación física, prevención de adicciones, salud mental y determinantes sociales y comerciales de la salud. Las secretarías de Salud y del Medio Ambiente, el IMSS, la Profeco y el Instituto Nacional de Salud Pública acompañarán a la SEP en el diseño de esta innovación curricular.

¡Qué bien que se tome la iniciativa!, aunque sea en respuesta a la contingencia, no producto de un diagnóstico previo. Sin embargo, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación señaló hace semanas que el currículo de la educación básica está sobrecargado. Será un cargamento más y otra faena para los maestros, que demandarán la capacitación apropiada.

En su arenga, el secretario Moctezuma porfió en que la mayor parte del alumnado continuó y terminó con su aprendizaje y que el cierre del calendario fue un éxito. Dudo que haya evidencia de ello; tal vez haya más pruebas de las insuficiencias. Empero, insisto, la SEP hizo lo que pudo.

Moctezuma también reiteró en que el gobierno central y los estatales aplicarán nueve intervenciones con el ánimo de proteger la salud de alumnos y maestros en el eventual regreso a clases. Son operaciones indispensables, pero que costarán mucho dinero, no dijo de dónde saldrá.

*

Moraleja: una narrativa de esta naturaleza, que pinta a la educación color de rosa, le resta valor a los que sí son logros.

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/educacion-a-distancia-y-vida-saludable/1396088

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Declaración del Foro Venezolano por el Derecho a la Educación sobre desalojo de Residencia Estudiantil

Caracas, 25 de julio de 2020

 

Foro Venezolano por el Derecho a la Educación:

Repudio al desalojo de las residencias Estudiantes Livia Gouverneur. Solicitamos una explicación pública del Gobierno Nacional

 

El Foro Venezolano por el derecho a la Educación (FOVEDE), Integrante de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) observa con especial preocupación el desalojo que está afectando a les jóvenes que habitan las residencias estudiantiles Livia Gouverneur, ubicada en el centro de Caracas.

Es el pueblo estudiantil más humilde quien requiere del apoyo de estas residencias para poder estudiar y ser parte de la inclusión en los procesos educativos. En una situación nacional en la cual el criminal bloqueo norteamericano ha deteriorado de manera dramática la situación del pueblo trabajador, este desalojo se convierte en un despropósito.  Es momento de la unidad del pueblo trabajador y esta acción actúa en una dirección contraria.

Todes les jóvenes que habitan las residencias estudiantiles Livia Gouverneur son hijes de hombres y mujeres del pueblo. La precaria situación salarial de los y las trabajadoras hace imposible que puedan pagar un lugar de residencia para que sus hijes puedan estudiar. Por ello, el desalojo tiene el agravante de ser una medida contra los hijos de los y las trabajadoras.

Las residencias estudiantiles forman parte de las conquistas vinculadas al derecho a la educación. Durante la Cuarta República la crueldad, insensibilidad y autoritarismo de los gobiernos generó muertes en los desalojos de las residencia estudiantiles existentes en ese momento, acciones que eran “justificadas” por esos gobernantes, bajo la etiqueta de “razones políticas”. Todos fuimos testigos de cómo bajo el pretexto de sacar a los “revolucionarios” e “izquierdistas” de las residencias estudiantiles, se vejaba a jóvenes y en muchos casos se les asesinaba. El presidente Chávez siempre recordaba esa dramática situación como expresión del neoliberalismo en la educación.

Hasta la presente ningún funcionario del alto gobierno, a quienes les corresponde garantizar el derecho a la educación, se ha pronunciado al respecto. Por ello, respetuosamente solicitamos al Presidente Nicolás Maduro Moros una aclaratoria al respecto, y una clara directriz para que cese este atropello contra los y las jóvenes estudiantes.

 

 

Por el Foro Venezolano por el derecho a la educación

 

Luis Bonilla-Molina                           Lourdes Urbáez                     Rose Mary Hernández

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Estados Unidos: Demandan al Departamento de Educación por desviar fondos de familias pobres

La demanda fue presentada en conjunto por 18 padres, tres distritos escolares (Denver, Colorado; Pasadena, California, y Stamford, Connecticut), y la NAACP

Organizaciones, dirigentes y educadores de todo el país presentaron este miércoles una demanda en una corte federal de Washington D.C. pidiendo la anulación de una regla del Departamento de Educación que obliga a los distritos escolares a usar fondos destinados para familias desfavorecidas en beneficio de estudiantes blancos acaudalados.

La demanda (técnicamente una medida cautelar) fue presentada en conjunto por 18 padres, tres distritos escolares (Denver, Colorado; Pasadena, California, y Stamford, Connecticut), y la Asociación Nacional para el Avance de Personas de Color (NAACP).

CAMBIO ILEGAL

Según explicó en rueda de prensa la abogada Tamerlin Godley (una de las firmantes del documento), la regla emitida el pasado 1 de julio por la secretaria de Educación de Estados Unidos, Betsy DeVos, modifica ilegalmente el uso de fondos aprobados por el Congreso para las escuelas públicas de Estados Unidos.

Específicamente, la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus (Ley CARES), aprobada por el Congreso federal y firmada por el presidente Donald Trump el pasado 27 de marzo, adjudica unos 13.500 millones de dólares para que las escuelas públicas ayuden a estudiantes de bajos recursos y sus familias.

Dicha ley estipula que, mientras dure la pandemia de COVID-19, esos fondos deben usarse para proteger la “educación, salud y seguridad” de los alumnos de familias con bajos ingresos.

Sin embargo, una regla emitida el 1 de julio por el Departamento de Educación federal requiere que los fondos se usen solo en escuelas públicas con más de 40% de estudiantes desfavorecidos y únicamente para ciertos gastos, excluyendo así a estudiantes sin recursos que asisten a otras escuelas y excluyendo otros gastos (como facilitar el acceso a internet o a computadoras).

Además, la regla requiere que los fondos se compartan con las escuelas privadas ubicadas dentro de los distritos que reciben la ayuda federal y que, para determinar el monto que les correspondería a las instituciones privadas, se cuente a todos sus estudiantes como “desfavorecidos”, destinando así millones de dólares públicos a establecimientos privados.

BENEFICIA ADINERADOS

Godley calificó la medida de “ilegal” y “arbitraria”, afirmando que infringe varios artículos de la Constitución estadounidense relacionados con la separación de poderes, el gasto público y los procedimientos administrativos de agencias federales.

“Es una medida para beneficiar a los estudiantes con más dinero”, declaró la abogada.

Por eso, la demanda pide no solo que se anule la regla, sino que se prohíban reglas similares en el futuro.

Por su parte, en la misma rueda de prensa, Susana Cordova, superintendente de las Escuelas Públicas de Denver, expresó que “las gestiones de la secretaria DeVos y del Departamento de Educación causarán daños irreparables para los estudiantes desfavorecidos y sus familias”.

“La regla debe ser detenida. Adjudicar fondos para las familias desfavorecidas y para las escuelas que sirven al público es algo correcto en cualquier momento. Pero es especialmente necesario durante la emergencia de salud pública por la COVID-19”, aseveró.

Y Derrick Johnson, presidente de la NAACP, enfatizó que “durante esta pandemia debemos proteger juntos los recursos vitales para los niños de las escuelas públicas y para las poblaciones de estudiantes históricamente desfavorecidos”.

Fuente: https://www.excelsiorcalifornia.com/2020/07/22/demandan-al-departamento-de-educacion-por-desviar-fondos-de-familias-pobres/

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