La iniciativa busca acercar la conversación a todas las personas, de manera amable, educativa y cercana, intentando derribar mitos y superar los temores que existen en la ciudadanía.
El pasado 14 de julio, Fundación Niñas Valientes lanzó su nueva campaña comunicacional “D(ESI)DIR: la educación sexual que queremos”.
La iniciativa se estará publicando a través de sus redes sociales (@ninasvalientes), estando compuesta por gráficas educativas, informativas y emotivas, que se complementan con videos a personas famosas como Francisco Melo, Francisca Imboden, María José Castro (Lady Ganga) y Belén Soto además de personas no famosas, quienes nos cuentan cómo fue su educación sexual y cuáles son sus sueños en la materia para nuestro país.
Igualmente, tendrá relatos de personas expertas que señalan la importancia de implementar esta educación desde la niñez, buscando terminar con mitos y desinformación.
“En tiempos de desinformación, la información de calidad es más necesaria”
En la instancia, desarrollada en Fundación Prodemu, la organización presentó los resultados de la consulta ciudadana desarrollada sobre la educación sexual en Chile, los que fueron la base para la construcción de la campaña.
Daniela Tejada, coordinadora de la participación adolescente UNICEF, fue una de las panelistas invitadas a comentar los datos de la consulta ciudadana, donde señaló: “En tiempos de desinformación, la información de calidad es mucho más necesaria para poder tomar decisiones y poder hacer políticas públicas, basadas en evidencia, que apunten realmente a resolver los problemas que tenemos como sociedad. Me alegra mucho contar con esta información para movilizarla y generar incidencia”.
Además, aprovechó la instancia para valorar los datos levantados por la organización: “Los datos muestran que la Educación Sexual Integral no está llegando, o está llegando muy tarde. Hay distintos grados de cómo la falta de educación sexual puede impactar en la niñez. Tenemos que llegar con información adecuada para que cada persona pueda tomar esas decisiones de una forma adecuada y las razones para formar una familia sean las correctas”.
La campaña busca acercar la conversación a todas las personas, de manera amable, educativa y cercana, intentando derribar mitos y superar los temores que existen en la ciudadanía.
En esa línea, Carla Ljubetic, directora ejecutiva de la fundación, afirmó: “No podemos seguir postergando una conversación que es sumamente urgente. Para avanzar hacia una educación en afectividad y sexualidad en Chile, necesitamos conversar y escuchar desde la apertura y el diálogo real, para entender cuáles son los miedos y a qué nos referimos cuando hablamos de ESI”.
“Necesitamos amplificar el mensaje para llegar a todas las personas y que, como país, podamos D(ESI)DIR la educación sexual y afectiva que queremos tener, porque, si no lo hacemos hoy día, vamos a seguir llegando tarde”, concluyó.
El evento fue un espacio de encuentro y conversación acerca de la realidad que se vive sin educación sexual, donde también participaron representantes de otras organizaciones y espacios vinculados con las niñeces y juventudes como UNICEF, Prodemu, INJUV, Fundación para la Confianza, la Red Niñez Valiente y Secundarias Chile.
La República Dominicana se sitúa en el segundo país donde más violencia se ejerce contra la mujer en América Latina, seguida de Honduras, por lo que se requiere una educación para la convivencia pacífica e igualdad desde la primaria hasta las universidades.
Según las estadísticas del 2021, del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Cepal, las mayores tasas de femicidio o feminicidio se registraron en Honduras (4,6 casos por cada 100.000 mujeres), República Dominicana con 2,7 casos, y El Salvador con 2,4 casos.
Las estadísticas locales indican que en lo que va de año, 41 mujeres han sido asesinadas, y el mes de julio se inició con la muerte de una mujer de mano de su expareja y un filicidio, donde un padre mató a su hija de 14 años. Hace falta educar desde básica hasta la universidad en la igualdad, según coincidieron, al ser entrevistadas por Listín Diario, de forma separada, Syra Taveras, directora Ejecutiva del Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) y Virtudes de la Rosa, del Centro de Género de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Para Syra Taveras hay que ir a la raíz del problema que es educar para la igualdad desde la primaria.
“Mientras no integremos la perspectiva de igualdad de género, haciendo visible la igualdad de hombres y mujeres desde la escuela y deconstruir los estereotipos sexistas para poner fin a los roles de género, educar a la ciudadanía en igualdad, promoviendo la participación de distribución del poder, esto no va a cambiar. Porque este es un problema cultural y de cómo el patriarcado ha trabajado nuestras sociedades y ha normalizado esa distribución del poder donde las mujeres están limitadas a lo privado y los hombres a lo público, y esa relaciones de poder se están viendo contradichas en este momento”, expresó.
Considera que en el país hay muchas políticas públicas correctas, como enfrentar la violencia de género, donde los ministerios, sobre todo el de la Mujer, hace un gran trabajo para mejorar las condiciones para las denuncias, las casas de acogida, hace campaña para tratar de eliminar la violencia, tener líneas de denuncia, pero se requiere abordar el problema desde la educación, donde se erradiquen los mitos culturales de roles asignados a uno y otro género.
Igual refirió que esa educación para la igualdad, debe incluir la educación sexual integral, que no solamente tiene que ver con conocer su cuerpo y que tiene muchas ventajas como tomar decisiones más correctas y responsables, tener más tolerancia y respecto.
La posición de la UASD
Virtudes de la Rosa, del centro de Estudios de Género de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), también valora los esfuerzos desde el Ministerio de la Mujer, pero entiende que el abordaje no se está haciendo desde las universidades, sobre todo con los que egresan de las carreras de Derecho y Medicina.
El currículo de las carreras Derecho y Medicina no tienen integrados, como una asignatura a ser estudiado, el tema de la violencia, “a pesar de que el primer paso por donde entra al Estado el tema de la violencia son los hospitales”, ya que las mujeres llegan golpeadas, a veces por los propios maltratadores, sin embargo, en la formación de médicos y médicas de este país no está como abordar el tema de la violencia contra la mujer.
Explicó que “las políticas públicas se mide por el resultados de las mismas y el crecimiento de la violencia contra la mujer en el país, que se evidencia con que solo en los últimos 10 días del mes de junio 13 mujeres fueron asesinadas por sus parejas y exparejas, y que en tres días del mes de julio tenemos una mujer asesinada por su expareja y un caso filicidio, donde un padre asesina a su propia hija con el fin de que le duela a la madre, eso demuestra que está siendo deficiente la política públicas a pesar de que el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de la Mujer está haciendo grandes esfuerzos en inversiones , programas y planes en ejecución, no tenemos resultados esperados”.
Igual citó al Congreso Nacional que Congreso Dominicano que tiene “engavetado” el proyecto de ley que crea el sistema integral de atención, prevención y sanción y reparación de la violencia contra la mujer, y que aún no aprueba el Código Penal que tipifica el feminicidio.
Los medios de comunicación
La catedrática universitaria también reprocha la forma en que algunos medios de comunicación abordan los temas de violencia y feminicidio.
“No podemos seguir abordando el tema como si fuera un espectáculo. Los medios también tienen una gran responsabilidad para educar a la población, no de manera sensacionalista… ni re victimizando”.
Marcelo Trivelli
Presidente de Fundación Semilla y Miembro de la Red Regional de Educación para la Ciudadanía Mundial de América Latina y el Caribe.
El miedo a la educación sexual integral (ESI), como todo miedo, paraliza y, por ahora, la sociedad ha preferido no innovar en el currículum nacional al rechazar la Cámara de Diputados y Diputadas su inclusión en los planes de estudios. Aún siendo votada favorablemente por la mayoría, no alcanzó el quorum requerido en la Ley Orgánica Constitucional.
En Chile, nos estamos acostumbrando al inmovilismo por miedo al cambio y eso puede tener nefastas consecuencias para nuestra sociedad. Tal es el caso de la necesidad y beneficios de la educación sexual integral. Por eso es tanto o más importante saber qué NO es la ESI, para que no se preste para desinformación o manipulación político-ideológica, como lo sucedido en el caso de la escuela Villa Centinela de Talcahuano.
Inmediatamente después de que Radio Bío Bío informara con el siguiente titular que: “Niños quedaron llorando: denuncian charla sexual sin consentimiento a menores en escuela de Talcahuano”, hubo una categórica declaración en redes sociales en el perfil de @chilenecesitaesi de lo que no es la educación sexual integral y que es bueno repasar.
En primer lugar, lo ocurrido tal y como señalan los apoderados, “no es ESI, es delito” y debe ser denunciado e investigado por la justicia y prestar el apoyo a la comunidad escolar, como ha sido la pronta reacción del ministro de Educación Marco Ávila y de la SEREMI de la región, Elizabeth Chávez.
En segundo lugar, cualquier actividad extraescolar, ya sea al interior o exterior del establecimiento educacional, debe ser comunicado a las y los apoderados y por ello, “si no es junto a la comunidad educativa, no es ESI”.
En tercer lugar, se informó que, durante la actividad, los estudiantes fueron expuestos a material inapropiado. Toda actividad educativa “si no es con pertinencia etaria y pedagógica, no es ESI”.
Y, por último, el medio de comunicación informó que, en lo referido a los hechos acusados, los padres de los menores afirmaron que sufrieron tocaciones en sus genitales. Ante esta situación, @chileneceitaesi concluye: “si no es respetando la intimidad y el cuerpo, no es ESI”.
La educación sexual integral no va a eliminar totalmente la violencia en contextos escolares, pero si la puede reducir de manera significativa, al asumir un rol determinante en la prevención y promoción del respeto, el consentimiento y una comprensión adecuada de la afectividad y la sexualidad.
Es importante informarnos de lo que no es y lo que sí es la educación sexual integral para que el miedo no nos paralice. Por sobre todo, la educación sexual integral es una herramienta de autoprotección fundamental para que niñas y niños se puedan defender de agresiones sexuales y de la manipulación afectiva considerando que la mayoría de los delitos sexuales en contra de menores ocurren en el ámbito de la familia.
Algunas organizaciones de padres y madres de familia han decidido rechazar la nueva malla curricular educativa que, bajo interpretación libre, interesada e ideologizada -tal como se analiza en este artículo-, está siendo demonizada a través de las redes sociales en lo que toca a la “educación sexual integral”. De esa forma, respaldan al magisterio que inicia movilizaciones con una serie de demandas añadidas.
“Rezo todos los días para que a mi niña de cinco años no le muestren imágenes pornográficas en el colegio”, dice una mujer representante de padres y madres de familia en la ciudad de Santa Cruz. No se refiere a imágenes que corren por internet entre el alumnado, no. Se refiere a imágenes que el profesorado podría enseñar a ese alumnado gracias a la nueva malla curricular que enseña “la ideología de género”, “la despatricarcalización y la descolonización”.
Así, con confusión de conceptos, juntos y revueltos, este discurso se difunde por las redes y no es el único: también se explica cómo se cambiará la lógica “natural” de la división sexual entre hombres y mujeres, incluyendo una serie de variantes “aberrantes” y llaman a la movilización en defensa de la infancia y la juventud sana. Por ello, se suman a la protesta del magisterio. Aquí se intentará desmenuzar y analizar uno de los discursos, el de esta madre (a quien no mencionamos porque lo relevante es su discurso), que circulan, además, en un momento clave.
Esas instituciones naturales
“La familia es la institución por naturaleza que ha estado mucho antes incluso de la política”
La familia es evidentemente una institución y eso quiere decir que es algo socialmente creado, instituido y que tiene una relevancia en la sociedad porque permite que ésta funcione tal como está consolidada; sin embargo, no es por naturaleza. Esa idea viene fundamentalmente del pensamiento religioso judeocristiano y asentado en la Modernidad y el mundo occidental. La Antropología tiene una rama enorme de estudios del parentesco que demuestran que en distintas sociedades puede haber distintas formas de organización parental (y maternal), donde el padre, la madre y su descendencia no es el centro. Por otra parte, actualmente, la familia tradicional está dejando paso a la familia diversa y extendida a más personas que la incluyen.
Respecto de la política, ésta forma parte de la vida de las sociedades humanas desde que nuestra especie apareció porque tiene que ver con la forma de gestionar el poder.
Pérdida de la patria potestad
“El Ministerio de Educación está cimentado sobre la idea de que van a despatriarcalizar y descolonizar a toda la sociedad y eso es un atentado en contra de la patria potestad”.
“Por lo tanto, estamos en contra de que se apliquen este tipo de políticas de prevención porque están invadiendo incluso la vida privada de las familias. Somos las familias las que debemos educar a nuestros hijos en los valores y no el Estado”.
Despatriarcalizar tiene que ver con un proceso de eliminación del patriarcado donde, a su vez, expresa que el patriarcado es un sistema de opresión en el que toda la sociedad, sus instituciones, símbolos y organización de poder están constituidos para favorecer a lo masculino. Descolonizar se refiere al proceso de eliminación de rastros del poder colonial o de romper la influencia neocolonial en los territorios y pueblos invadidos y colonizados por las potencias europeas. Tiene que ver con la valorización de lo local en todos los aspectos.
Desde el gobierno actual se difunde los conceptos de “despatriarcalización y descolonización”, aunque hay sectores que ven que lo que lleva adelante es insuficiente, tanto en la lucha contra el patriarcado y sus violencias como en el enfoque de la descolonización. En todo caso la relación que se hace con la pérdida de la patria potestad está agarrada por los pelos.
Antes de la Modernidad, en Europa que es el referente para la cultura occidental y clases altas de pueblos conquistados, la patria potestad era total del padre (no la madre) respecto de hijos e hijas. Él era quien decidía el destino de su descendencia, tanto con quién se casaría o la actividad laboral que realizaría. La Modernidad da derechos a las personas y concretamente al individuo y es lo que hoy tenemos. Derechos que no son iguales para las mujeres, pero que adquiere fundamentalmente el hijo varón, y es por eso con la Modernidad nace el movimiento feminista que pide los mismos derechos que tienen los hombres.
Las leyes regulan los derechos y, principalmente en los estados de bienestar europeos y también en estados socialistas, el Estado asume mayor relevancia para el cuidado de sus ciudadanos, siendo así que norma un mínimo de cuidados para niños, niñas y adolescentes, como la obligatoriedad de su escolarización. En Bolivia esto no es estricto por sus limitaciones como Estado. También se establece que la paternidad o maternidad no da derecho a hacer lo que sea sobre la descendencia, la patria potestad da fundamentalmente responsabilidades sobre quienes la tienen y quien no es responsable la puede perder. Los niños y niñas son personas, no propiedad de nadie ni siquiera de sus padres, por el ello el Estado les debe proteger.
En todas las sociedades, todo Estado imprime los valores sociales hegemónicos y las personas se mueven en ese marco. La vida privada de las familias es algo relativo porque forman parte de una sociedad y las diferentes formas de pensar al interior se mueven dentro de un marco posible de esa sociedad. Puede haber disidencias y ello puede crear conflictos, lo que es normal en una sociedad viva.
Educación sexual, “esa aberración”
“La educación sexual integral es la aberración más fuerte que podemos tener en la malla curricular, detrás de las políticas que nos plantean de que vamos a poder solucionar los temas de los abusos en niños y adolescentes vienen una mucho peor, que al final el remedio es peor que la enfermedad”.
“Lo que queremos es dejar en claro que la violencia no es estructural, es circunstancial, dejar en claro es que la educación sexual integral viene a corromper la inocencia de nuestros hijos y les dejará un daño en su mente y su educación que será irreparable”.
Antes de entrar en este tema, habría que preguntarse: ¿Qué sentido tiene que desde el Estado se pretenda “pervertir” a la niñez? La respuesta es que simplemente es una idea absurda.
Nos guste o no, los tiempos cambian y la forma de relacionarse en el aspecto afectivo también: las familias hoy son diversas, las relaciones son “fluidas”, la sexualidad es más abierta, las opciones sexuales aparecen en todas las series de televisión ¿Es posible, entonces, encerrar a hijos e hijas en casa y taparles los ojos y oídos? Todo eso les llegará y el problema está en cómo lo hará. Por eso, el hecho que desde la escuela se enseñe de manera correcta y cuidadosa, evidentemente, es una necesidad y una gran ventaja. Lo que habría que pedir y vigilar es que lo hagan con parámetros de calidad.
Los maestros no necesitan mostrar al alumnado imágenes pornográficas, ya que gran parte de niños y niñas de 12 años ya han visto pornografía por internet, entonces hay que guiarles. Esa visión de pornografía, de la que no se escabullirá prácticamente ningún hijo o hija, con seguridad, enseña formas violentas de relación sexual y normaliza las violaciones. Por otra parte, a partir de esa edad son especialmente vulnerables para ser captados por pederastas o redes prostituyentes a través de internet. Deben estar advertidos y saber actuar.
La falta de educación sexual se observa en el alto índice de los embarazos adolescentes en Bolivia, muchos de ellos producto de violaciones. La prevención, la enseñanza es necesaria. Finalmente, el acoso y discriminación a quienes tienen otras opciones sexuales se inicia desde muy temprano, es algo que también hay que evitar.
Todas estas violencias son estructurales y son parte del patriarcado porque las producen personas, fundamentalmente hombres, que responden a esas condiciones favorables para que las cometan.
Las fuentes científicas
“Los padres hemos investigado y analizado esta situación en varios países y nos hemos dado cuenta que esta filosofía nace con Alfred Kinsey, sexólogo en boga, que ha lanzado la Tabla 15, que nos dice el nivel de sexualidad u orientación sexual que ellos se pueden encontrar, si son heterosexuales, homosexuales, bisexuales, etc”.
“Esta educación sexual integral que viene cimentada por Alfred Kinsey y que viene abalada por medio de un experimento que hizo este señor, en el libro ‘El desarrollo sexual del ser humano”, la persona que lo leyó puede constatarlo. Hizo experimentos para constatar que los seres humanos disfrutamos de los orgasmos desde que nacemos. Tiene unas tablas en sus libros en que se estimulaban a menores de edad desde los cinco meses. Se puede apreciar también que hay un niño de 4 años que fue estimulado durante 24 horas”.
“Dice Judith Reisman, una escritora y activista en contra de la pornografía y de la educación sexual integral que vive peleando por estos derechos que nos corresponden a los padres esta enseñanza, que ‘toda educación sexual es pornografía progresiva’”.
Kinsey no es cualquiera y no es que esté en boga, es un biólogo considerado el padre de la sexología y a partir de él estos estudios se han desarrollado. Plantea que casi nadie tiene una orientación sexual 100% definida y para ello utiliza un escala. Esta afirmación levantó mucho revuelo. Para sus estudios hizo miles de entrevistas, incluidos pedófilos lo que generó una serie de cuestionamientos (en su tiempo, hoy sería algo normal y necesario para un estudio de ese tipo) y entre las personas que más lo criticaron está Judith Reisman, quien luego de que él muriera lo denunció, pero ante una demanda legal lo retiró. En todo caso, ella es una de las fuentes científicas de los movimientos del fanatismo religioso. A quien le interese este tema con seriedad, puede buscar en Google académico: “Janssen, Diederik F. Kinsey, el ‘desarrollo sexual’ y la angustia americana por la infancia. Anuario, 2008, p. 59” u otros.
Reisman también es conocida por su postura anti-pornografía, aunque el fondo de su postura no es compartido por las feministas que rechazan también esta actividad. Ellas no centran la crítica en la moralidad, sino que señalan que se trata de explotación sexual de mujeres, adolescentes y niñas y niños; que se les trata como objetos y se les degrada, humilla y violenta; que los vídeos e imágenes están dirigidas a un público masculino; y que el contenido normaliza prácticas de dominación y cosificación hacia las mujeres en el acto sexual, lo que puede conducir a ejercer violencias hacia las mujeres. Existe una parte del feminismo que no rechaza la pornografía siempre que ésta trasmita otro tipo de condición, de igualdad y desde los deseos femeninos, en las relaciones.
El uso de estas fuentes en el discurso que se analiza muestra que detrás hay una ideología (evidentemente siempre hay alguna) que está relacionada con los movimientos considerados de fanatismo religioso cristiano, ya que son en éstos donde circula dicho discurso y se dan por ciertas aseveraciones no siempre bien contrastadas científicamente.
El contexto y la oportunidad
Este tipo de discursos se dan cuando la Confederación de Trabajadores de la Educación Urbana de Bolivia plantea al gobierno lo que llama “cinco puntos fundamentales”, que son: presupuesto para el sector de educación, ítems nuevos, y reducción del déficit histórico (de los primeros dos puntos), nivelación de horas, un congreso nacional de educación para participar en las decisiones y rechazo a la nueva malla curricular 2023. Al no llegar a un acuerdo con el Ministerio de Educación, este sector determinó empezar una huelga de hambre este martes 28 de marzo y realizar un paro nacional de 48 horas este 30 y 31 de marzo. Además, los dirigentes agradecen el respaldo de grupos de padres y madres, con el simple criterio de cuantos más seamos, mejor.
Las razones del magisterio tienen que ver con las condiciones laborales, fundamentalmente, a las que se añade en uno de los puntos el contenido de la malla curricular, al que consideran “improvisado”. En lo práctico, todo docente se molesta porque le cambien los contenidos que debe enseñar, ya que implica que lo que tenía preparado ya no sirve y debe volver a elaborarlo y, en ese caso, a formarse para poder enseñar. En este sentido, posiblemente sea necesario un tiempo de adaptación. Además, demandan condiciones adecuadas para implementar los cambios.
En este contexto de movilización de maestros y maestras, surge el discurso (que se analiza) que se atribuye la representación de padres y madres de familia y que propone:
“¿Entonces qué podemos hacer los padres de familia? ¿Reunirnos en la Asamblea Legislativa y sólo pelear por los padres cruceños?, no me parece correcto. Nuestra lucha es a nivel nacional, estamos hablando con todos los padres de Bolivia”.
“Que sean los padres quienes, por ejemplo, salgan el día jueves a la rotonda y se manifiesten en contra de la malla curricular”.
Por un lado, estos grupos aprovechan la protesta del magisterio urbano nacional para mostrarse y difundir sus posturas conservadoras, que esperan sean a nivel nacional; por otro, al magisterio, que enarbola el conocimiento y la ciencia como bandera, al parecer, no le interesa el discurso con bastante fundamentalismo cristiano incorporado que hay detrás de ciertos grupos de padres y madres de familia con tal de que les respalden en sus demandas. Tendrían que marcar la diferencia.
La experta en Ciencias de la Educación, Mónica Olmos, en una entrevista en un medio de comunicación, señala que “cuando se leen los nuevos contenidos se puede advertir que se trata de una propuesta reflexionada que, en gran medida, intenta atender las recomendaciones del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019 (que mide los logros de aprendizaje de estudiantes de sistemas educativos de América Latina y el Caribe). Varias de las observaciones y sugerencias de este estudio regional del currículo, llevado a cabo por el Laboratorio Latinoamericano de la Evaluación de la Calidad de la Educación (Llece) con sede en Santiago de Chile, que es parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), están reflejadas en estos aproximadamente 60 nuevos contenidos”.
Olmos, que es enfática en aclarar en las redes sociales que no es militante ni simpatizante del partido de gobierno, a quien más bien rechaza, señala que esta nueva malla curricular no es de ninguna manera improvisada.
El gobierno asegura que la nueva malla curricular, que de manera resumida se ha difundido en algunos medios, ha sido consensuada con 75 instituciones.
Para la autora, conductas como la de los asesinos de Fernando Báez Sosa se construyen. Sobre las relaciones de poder que impregnaron la escena del crimen y el rol que puede jugar la Educación Sexual Integral para “interpelar una masculinidad hegemónica” y construir nuevos modelos de ser.
El crimen de Fernando Báez Sosa y el juicio a los rugbiers, ocupa desde hace un tiempo, un lugar preponderante en la tapa de diarios y revistas, en los medios, en las redes. Ocupa nuestros pensamientos y nuestros sentires. Ocupa un espacio central en la charla entre personas amigas o en la mesa familiar. Y bienvenida esta ocupación, si no se transforma solo en pre-ocupación, sino también en un motor para pensar y revisar en qué mundo estamos. En qué mundo queremos vivir y cómo nos queremos vincular. Y, especialmente, si nos impulsa a actuar para modificar aquello que nos duele y molesta. Motor para encender hoy, pero especialmente cuando esta noticia deje de estar en primera plana.
Para encarar esta revisión, contamos con una herramienta muy potente: la Educación Sexual Integral, que por Ley Nacional 26150 del 2006 es obligatoria en todas las escuelas del país, en todos sus niveles y modalidades, tanto laicas como religiosas, públicas como privadas
Voy a enfocarme en sus aportes, reconociendo que es una mirada posible entre otras, desde donde analizar esta tragedia.
En tanto ley, es un derecho y una obligación. Pero también es una ética y una política de cuidados y especialmente, podemos pensarla como oportunidad.
Oportunidad para promover comunidades que alojen la diversidad en sus múltiples sentidos. La diversidad sexo-genérica, pero también cultural, de lenguas, de espacios de pertenencia y procedencia. Nos invita a celebrar que ese otro, esa otra esté ahí, pensando distinto para armar un buen lugar. Nos invita a desarmar y cuestionar las relaciones de poder por género, clase, raza o etnia, entre otras variables posibles. Relaciones de poder que tiñeron la escena del crimen a Fernando. Todavía resuena y nos duele ese “negro de mierda, me lo voy a llevar de trofeo.”
La diversidad es constitutiva de la vida en común y no característica de un grupo o de una persona. Las diferencias nos enriquecen y en un contexto epocal que promueve la exclusión del diferente y el individualismo exacerbado, en una sociedad que nos inunda con el discurso del odio, trabajar por el respeto y el cuidado colectivo, deviene una tarea urgente y central.
Para lograrlo, no alcanza con enunciar “está mal” frente a un insulto o discriminación, necesitamos entender al servicio de qué o de quiénes está la búsqueda de un chivo expiatorio, al que solo se puede segregar y odiar. Necesitamos tener claves de lectura para comprender este fenómeno histórico que nos llevó a considerar, por ejemplo, que la blanca es una raza superior. Necesitamos, primero visibilizar cómo esta idea todavía impregna los vínculos, para poder barajar y dar de nuevo.
“La ESI abraza y valora las identidades históricamente vulneradas y discriminadas y al mismo tiempo ofrece la posibilidad de reflexionar y abrir preguntas tales como: ¿qué nos distingue y qué nos iguala? ¿Cómo equilibrar la supervaloración de algunas identidades con la subvaloración social de otras? ”Encontrar las respuestas a estas preguntas no es algo sencillo, pero las articulamos con algunos principios como el respeto, el diálogo y la inclusión. De este modo, estaremos más cerca de encontrar un camino común, habitado por un gran nos-otrxs“. De: Identidades. Colección Derechos Humanos, Género y ESI en la escuela. M. de Educación Argentina (2021)
Por otro lado, es una oportunidad para interpelar lo que hasta ayer considerábamos como naturaleza, como algo inmodificable, para entenderlo como construcción y visibilizar las relaciones de poder ocultas. Ideas que fuimos mamando en esta cultura patriarcal, como por ejemplo, en todo lo referido al género.
La filósofa francesa Simone de Beauvoir, allá por el 1949 escribía “No se nace mujer, se llega a serlo” para explicar que lo que entendemos por mujer es una construcción social que fue variando a lo largo de la historia y que lo que nos hace mujeres no son las características biológicas, sino nuestras conductas, roles, atributos, expectativas que vamos aprendiendo en determinado contexto, en determinada cultura y época.
Pues bien, esto vale también para los varones. No se nace varón. Es decir: no se nace fuerte, valiente, agresivo, ni con el sello de ser el proveedor, procreador, y protector del “género débil.” Ni se nace con el deseo de adueñarse del cuerpo de alguien más débil ni con la necesidad de gratificarse ostentando frente a otros pares el uso y abuso de poder. No se nace con el deseo de patearle la cabeza a otro hasta matarlo: estas conductas se construyen. Nuevamente, el patriarcado hace lo suyo y con esto no minimizo ni saco responsabilidad a los asesinos ni al peso de la educación recibida en un marco familiar, educativo y deportivo. Y aclaro, además (no se ofendan los varones) que estoy realizando una generalización que puede resultar injusta a los efectos de simplificar y explicar estos conceptos.
Entonces, con la perspectiva de género como lente, podemos interpelar esta masculinidad hegemónica para promover y construir otros modelos, otras formas de ser varón, o mujer o ser por fuera de cualquier binomio.
Finalmente, el asesinato de Fernando está teñido de una crueldad que nos espanta. Fernando devenido en cosa, totalmente deshumanizado. ¿Y qué entendemos por crueldad?
La antropóloga Rita Segato nos recuerda que “La pedagogía de la crueldad es un conjunto de actos y prácticas que enseñan, habitúan y programan a los sujetos a transformar lo vivo en cosas”. ¿Y cómo se transforman en cosas? “Si retiro la ternura”. “El mundo de los dueños que habitamos necesita de personalidades no empáticas, de sujetos incapaces de ponerse en el lugar del otro”… (para)…“Matar sin que sea muerte, muerte humana” Y queremos, necesitamos, que la muerte de Fernando se humanice.
Por eso, deviene hoy como tarea central promover la ternura, la empatía, el cuidado y respeto por quienes nos rodean ya que, en la voz de Segato, “solo un mundo vincular y comunitario pone límites a la cosificación de la vida”.
Nuestro desafío de cada día será trabajar para que en cada espacio la vida y la muerte sean vidas y muertes humanas. Para promover otros vínculos más solidarios, otras comunidades que alojen las diversidades en todos los sentidos y en las que circule el cuidado colectivo. Es cierto, es ir contra el discurso dominante, pero es por ahí y es con a ESI.
A principios de 2021, Helen había estado comiendo más de lo habitual.
La joven que pronto cumpliría 15 años no podía explicar por qué su apetito parecía crecer tanto.
«¿Esto es normal?», le preguntó a su hermana mayor. «Podría ser», contestó ella.
Helen también había estado de mal humor y buscaba peleas con familiares y amigos. Entonces su período se retrasó.
En su cumpleaños, se enteró de que estaba embarazada. «No podía creerlo», dijo.
Sus amigas la rechazaron, acusándola de usar su embarazo para «conseguir chicos». El padre de su hijo, un compañero de clase, dejó de hablarle.
«No quería pelear con ellos», afirmó Helen. Finalmente, cerca del final de su embarazo, decidió cambiar de escuela.
Desde el exterior, la escuela secundaria Lincoln Park se parece a cualquier otra de Estados Unidos: ladrillos arenosos, autobuses escolares estacionados en la puerta y la bandera estadounidense ondeando con el viento.
Sin embargo, junto con los sonidos de las adolescentes que van a clase en sus aulas, se escuchan los llantos y balbuceos de los bebés.
En sus paredes, los carteles que animan a ir a la universidad comparten espacio con los que promueven servicios de embarazo y clases para padres.
Al lado del edificio principal hay una guardería.
La escuela situada en Brownsville, Texas, un pueblo en la frontera entre Estados Unidos y México, es uno de los pocos proveedores de un servicio educativo específico: educar a madres adolescentes.
Las tasas de natalidad entre adolescentes en Estados Unidos han disminuido en las últimas tres décadas, pero entre las jóvenes hispanas siguen siendo más altas que en el resto de la población.
De hecho, las comunidades latinas registran las tasas de embarazo adolescente más altas que cualquier grupo en Estados Unidos, y los expertos advierten que luego de la decisión de la Corte Suprema de anular la protección federal al aborto en 2022, es probable que las cifras aumenten.
Casi todas las estudiantes de Lincoln Park, que ha atendido exclusivamente a madres adolescentes desde 2005, tienen entre 14 y 19 años. Todas son latinas, un reflejo del 94% de la población hispana de la ciudad, así como de sus tasas más altas de embarazos adolescentes.
La mayoría son de bajos ingresos y unas pocas son residentes mexicanas nacidas en Estados Unidos, que cruzan la frontera todos los días desde Matamoros, Tamaulipas, para asistir a clases.
En un año en el que la maternidad se ha instalado en el corazón del debate cultural y político de Estados Unidos, Lincoln Park ofrece un vistazo de cómo da forma a las vidas de las mujeres jóvenes que ya enfrentan los desafíos de este cambio de vida inesperado y monumental.
«Ahora tengo que pensar en mí y en mi bebé»
Lo que convenció a Helen de cambiarse a Lincoln Park fue que podía llevar a su bebé a la escuela, dijo.
Mientras conversaba con la BBC entre una clase y otra en junio, Helen todavía lucía como una adolescente tímida y de ojos oscuros, con su camiseta negra y sus pantalones cortos de color rosa pálido.
Pero en su mochila, junto a sus libros y diarios, había pañales y ropa de bebé para su hija, Jenine, que ahora tiene ocho meses.
«Solía ser solo yo, ahora tengo que pensar en mí y en mi bebé», aseguró.
Unas 70 estudiantes están matriculadas en la escuela, aunque ese número oscila a lo largo del año a medida que se unen estudiantes recién embarazadas, y algunas madres jóvenes optan por regresar a sus escuelas anteriores después del parto.
En el momento de la visita de la BBC a Lincoln Park, se inscribieron siete estudiantes de secundaria menores de 14 años, así como tres estudiantes que tienen tres hijos cada una.
El plan de estudios es exactamente el mismo que el de otras escuelas del distrito, yse espera que las estudiantes aprueben sus clases. Pero las diferencias están en los detalles.
Los autobuses escolares que transportan a algunas de las estudiantes tienen asientos de seguridad para sus bebés. Por las mañanas, pueden recoger el desayuno para ellas y sus hijas. Sus bebés pueden asistir a la guardería de la escuela de forma gratuita.
A las estudiantes se les permiten ausencias justificadas para las citas médicas de sus hijos. En un salón de clases, la maestra de Ciencias tiene un armario alto en la esquina del salón con ropa de bebé para las madres que puedan necesitarla.
Intimidad, camaradería, dolor y vida
Alexis, como Helen, tenía 15 años cuando supo que estaba embarazada. Usó tres pruebas de embarazo caseras y todas dieron positivo. Todavía en negación, vio a un médico, quien confirmó que tendría un bebé.
«Fue muy duro para mí», dijo Alexis. «No quería abandonar porque sabía que no era la forma correcta de manejarlo».
Pero luego encontró Lincoln Park. Su hijo tiene ahora casi un año.
Dentro de las aulas, hay una profunda sensación de camaradería e intimidad que puede resultar incómoda para un extraño, aunque claramente muy natural para las estudiantes y el personal.
Sentada en una clase de Matemáticas un martes por la mañana, Alexis se giró para decirle al profesor Arredondo que ya se había registrado para el próximo año escolar.
«Estoy al día», dijo con un pulgar hacia arriba.
Alexis y sus compañeros se volvieron hacia la puerta, cuando una estudiante llegó tarde a clase. Acercándose al final de su embarazo, caminaba lentamente, con un ligero balanceo. Todas las chicas sonrieron y Alexis extendió el brazo cuando su compañera se acercó.
«Quiero tocar tu vientre», dijo.
Arredondo es el más inexperto de la clase en Maternidad, al menos en términos de experiencia de primera mano. Pero ha enseñado a suficientes alumnas embarazadas como para saber un par de cosas.
«Cuando las chicas te dicen que vas a necesitar una epidural, ¿qué piensas?», preguntó.
«Creo que la voy a necesitar», respondió la estudiante embarazada entre risas.
«Cuando no lo entiendes, oh Dios mío, duele tanto», dijo Alexis, riéndose.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), de cada 1.000 mujeres jóvenes de entre 15 y 19 años, 15 dieron a luz en el año 2020. Los datos no incluyen las tasas de natalidad de las adolescentes menores de 15 años.
Incluso con el declive nacional general, Texas se mantiene por encima del promedio nacional y se encuentra constantemente entre los 10 primeros estados con altas tasas de natalidad entre adolescentes.
En Brownsville, los embarazos de adolescentes representan el 12%, más de uno de cada 10 nacimientos en la ciudad.
Educación sexual
Hay una gran cantidad de factores que juegan un papel en las tasas de embarazo adolescente, pero en Texas, algunos expertos citan las estrictas leyes de aborto del estado y el hecho de que la educación sexual no es obligatoria en las escuelas.
Hasta el 58% de las escuelas públicas de Texas enseñan educación sexual basada únicamente en la abstinencia, y el 25% no la enseñan en absoluto, según la Texas Freedom Network, un grupo de líderes religiosos y comunitarios.
«Mientras no compartamos esa información con ellos, no recibirán educación», dijo Cynthia Cárdenas, directora de la Escuela Secundaria Lincoln Park. «No se les da la oportunidad de elegir si quieren las consecuencias o no».
Las adolescentes en Texas que quedan embarazadas deben navegar por un complejo sistema de salud pública para acceder a la atención o, de lo contrario, tienen que enfrentar algunas de las leyes de aborto más estrictas del país si deciden interrumpir un embarazo.
Viajar fuera del estado para recibir servicios de aborto a menudo no es una opción para las mujeres de bajos ingresos, especialmente cuando son menores de edad.
Tampoco las opciones sobre qué hacer son claras o fáciles.
Helen había considerado al principio de su embarazo abortar o dar a su hija en adopción. Su madre dijo que la apoyaría en cualquier decisión que tomara.
Finalmente, una vez que dio a luz y vio a su bebé, Helen decidió quedarse con ella.
«Mi bebé es lo mejor que me ha pasado. Tengo en mis manos al amor de mi vida, ella lo es todo para mí», dijo Helen.
Jenine es una bebé activa a la que cuidan en la guardería. Usa un lazo grande de diferentes colores alrededor de la cabeza, que todos los días combina con su atuendo.
Helen está a solo un año de graduarse de la escuela secundaria. Sueña con ir a la universidad y poder mantener a su hija.
Solo alrededor de la mitad de las madres adolescentes terminan la escuela secundaria, y aún menos obtienen un título superior, según los CDC.
Cuando se le preguntó dónde cree que estaría si no fuera en Lincoln Park, Helen dijo: «Honestamente, no tengo idea. Es probable que estuviera en mi casa luchando con mi bebé».
Plantando la semilla de ir a la universidad
Las luchas de la maternidad son duras, especialmente al principio. Los estudios muestran que convertirse en madre adolescente es un factor de riesgo para la depresión. Las mujeres que quedaron embarazadas en la adolescencia representan más de la mitad de todas las madres que reciben asistencia social.
El estrés de la pobreza y la juventud que enfrentan las madres en Lincoln Park hace que algunas pierdan interés en la escuela o piensen que será imposible continuar la educación con un niño.
A la hora del almuerzo, Alexis y otras tres estudiantes se turnan para compartir fotos de sus hijos pequeños. Uno acababa de empezar a caminar y a otro le han cortado el pelo.
«Aww, qué lindo», dijeron en español, casi al unísono.
Cárdenas, que se une a las niñas en el almuerzo la mayoría de los días, se acercó al grupo. Dado que la mayoría está a un año de graduarse, les pregunta si han tomado sus exámenes de ingreso a la universidad.
«Ya me aceptaron en una escuela, pero no creo que quiera ir a la universidad«, dijo Angela, una estudiante nacida en los Estados Unidos que vive en México. Ella cruza la frontera todos los días para ir a Lincoln Park, empujando a su bebé en un cochecito por el puente peatonal que separa Brownsville de Matamoros. Sus días comienzan a las 5:00 de la mañana cuando hace cola al sur de la frontera.
Algunos días falta a clase porque trabaja como limpiadora para ayudar a mantener a su pequeña familia.
Pero Alexis interviene para contarle a Angela lo que aprendió en una reciente sesión informativa sobre la universidad. «Tienen una guardería allí y si tus hijos están tranquilos, tu bebé puede ir a clase contigo», dijo.
«A veces puedes conseguir un dormitorio para toda tu familia, como un apartamento pequeño», agregó Alexis.
Los ojos de Ángela se agrandaron. «¡Ahora me tengo que ir! ¡Me tengo que ir!». Todos se rieron.
Por mucho que las probabilidades estén en su contra, uno de los objetivos en Lincoln Park es tratar de «plantar esa semilla de ir a la universidad» para los estudiantes, dijo Cárdenas. «Y tener éxito y enseñar a sus bebés que ellos también tienen un camino».
Las estudiantes se han acercado a ella para pedirle consejos sobre relaciones y crianza, o ayuda con la vivienda y con pañales y alimentos para bebés.
Ha tenido estudiantes que han sido expulsadas de sus hogares y otras que sugirieron querer abandonar la escuela para trabajar a tiempo completo y mantener a sus hijos.
«A veces no saben cómo criar a un bebé», dijo Cárdenas. «Tenemos su futuro en nuestras manos como educadores. Tenemos que hacer esto de la manera correcta».
«Cosecharás las recompensas»
Cárdenas piensa que es necesario apoyar a escuelas como Lincoln Park en medio del cambiante panorama político y social que siguió a la decisión sobre el aborto de la Corte Suprema.
Se espera que la decisión afecte de manera única y desproporcionada a las adolescentes, según Child Trends, un grupo de investigación estadounidense centrado en el bienestar de los niños. Las adolescentes son más propensas a buscar abortos, se enteran de los embarazos más tarde y luchan por obtener apoyo.
«He estado pensando en las implicaciones de la reversión de Roe vs Wade», dijo Cárdenas, y señaló que las mujeres hispanas son uno de los grupos más grandes que requieren abortos en Estados Unidos.
«Mi esperanza es que promovamos la educación sexual en la escuela intermedia y secundaria y que nosotros, los educadores, diseñemos un plan de acción que se seguirá si tenemos más adolescentes que tienen bebés como resultado de la decisión de la Corte Suprema», dijo.
«No muchos distritos escolares ofrecen escuelas como esta», agregó. «Si me preguntas, ¿es necesario? Sí. Incluso si podemos hacer una diferencia en la vida de 10 niñas, sí. Estas son niñas que no sobrevivirían a un campus regular».
Vitrinas de vidrio transparente en los pasillos de la escuela muestran imágenes sonrientes de clases anteriores de estudiantes que se graduaron. Cada semana, un profesional local viene a hacer una presentación a las estudiantes como parte de una serie de oradores invitados.
«Lo que estás haciendo al venir a la escuela, ser madre y tener hijos, es difícil», les dice la oradora, una mujer joven.
«Tienes que saber que de todo lo que siembres ahora, cosecharás sus recompensas».
La semana pasada trascendió en Neuquén la noticia sobre el cuestionamiento a la novela «Cometierra» de la autora Dolores Reyes. El hecho sucedió a partir de la denuncia de un grupo de familias del colegio Pablo VI de esa provincia quienes se mostraron en desacuerdo con la elección de dicha novela por contener «escenas sexuales» y un «lenguaje inadecuado». El intento de censura proviene de grupos conservadores pertenecientes a la Democracia Cristiana de Neuquén. En sus redes sociales la concejal Nadia Márquez, la denominó como «material de lectura pornográfico». A raíz de las repercusiones, dialogamos con Hernán Ocantos docente de literatura quien tomó la decisión pedagógica de utilizar Cometierra en sus clases, para abordar sobre algunos ejes de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI). «Les pasé la noticia a mis alumnos, comenté la situación y pregunté: ¿creen que leímos una novela pornográfica? Casi que se burlaron de mi pregunta. Les parecía totalmente fuera de contexto considerar a este libro de semejante manera. Entonces me pareció que ahí quedó el asunto zanjado: la declaración de los propios estudiantes calificando como una broma esta acusación sobre la novela en cuestión» . Por ANRed
«Allí donde se comienza quemando libros,se termina quemando hombres»
(Heinrich Heine)
En la literatura existen millones de historias que a pesar de ser ficción, sus tramas funcionan como un espejo de las descarnadas realidades vividas y experimentadas por todes. Es por eso que a lo largo de la historia la censura ha operado como un mecanismo de prohibicción de aquellas obras cuyo contenido potencial podía ser interpretado como «peligroso».
Si pensamos en la palabra censura, ésta nos remite a la última dictadura cívico militar acontecida en nuestro país. Sin embargo han pasado mas de 40 años y el intento de prohibicción de una obra de arte se hace tiempo presente. Ésto fue lo que sucedió con la novela de la autora Dolores Reyes, titulada «Cometierra» que fue recientemente cuestionada en la provincia de Nequén por considerarla «material de lectura pornográfico».
El hecho sucedió a partir de la denuncia de un grupo de familias del colegio Pablo VI de esa provincia quienes se mostraron en desacuerdo con la elección de dicha novela por contener «escenas sexuales» y un «lenguaje inadecuado». El intento de censura de la obra proviene de grupos conservadores pertenecientes a la Democracia Cristiana de Neuquén, impulsado desde su posición detractora de la ESI. En la red social Twitter, Nadia Judith Márquez, concejal neuquina integrante de la Democracia Cristiana viralizó un video dónde decía: “Padres de segundo año de un colegio de Neuquén sumamente disgustados por el material pornográfico que les dieron de lectura a sus hijos totalmente inadecuado para la edad que tienen”.
Dadas las repercusiones que trascendieron a los medios de comunicación, ANRed dialogó con Hernán Ocantos Docente de Literatura en Escuelas Secundarias del conurbano bonaerense, quien tomó la decisión pedagógica de utilizar Cometierra en sus clases para abordar algunos ejes de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI).
ANRed: ¿Por qué tomaste la decisión pedagógica de abordar ésta obra en tus clases?
Hernán Ocantos: En primer lugar porque desde mi basto recorrido comod docente de literatura siempre me propuse pensar y repensar el canon escolar. Esa es una zona que me interesa como hacedor artesanal del curriculum. Llegó este verano a mis manos Cometierra y me pareció que podía andar muy bien en los sextos años en particular. Y así fue. Por otro lado me parecía que la obra iba muy bien con algunos ejes de la ESI con los que vengo trabajando incluso desde antes de la existencia de la ley tales como los vínculos familiares, la violencia de género, las sexualidades, las infancias y las adolescencias a partir de la experiencia de la protagonista, entre tantos otros. Además Cometierra nos permite trazar una serie de intertextualidades y de conexiones con otros textos vinculados a la literatura argentina, tanto la más tradicional y recorrida como la contemporánea. Por ejemplo, me cae simpática la idea de Carlos Gamerro acerca de los nacimientos y renacimientos de nuestra literatura. Él realiza un trazado a partir del tópico de la violencia y me parece que Cometierra dialoga muy bien con esa propuesta. A su vez pudimos también asociarla con las leyendas urbanas, a partir de esta especie de pitonisa del conurbano capaz de ver mucho más allá de lo que otros ven, por el simple hecho de comer tierra. En definitiva, todo este universo me pareció que podría andar bien en el aula y así resultó.
ANRed: ¿Qué repercusiones tuvo la novela en les alumnes?
H.O: El texto tuvo una gran repercusión. La primera que me gustaría destacar es que cuando planteé en uno de mis cursos la idea de trabajarla una chica de unas de mis escuelas en Villa Albertina dijo: ¡Ah profe, mi papá nos volvió locos con esa novela en el verano!. Entonces le pregunté si el padre se dedicaba a la literatura o era lector asiduo y me respondió que no que era camionero y que no había terminado el secundario. Me comentó también que su padre supo de la existencia del libro producto de haber escuchado la lectura de unos fragmentos en la radio en el programa de la Negra Vernacci. Entonces le propuse si quería invitarlo a su papá a presentarnos la novela antes de comenzar a leerlo en el aula, ¡y vino! Habló del libro, con su ejemplar en la mano, y dijo algo así como: en este libro van a encontrar un pedacito de cada uno de ustedes. Defendió la elección que hice de ese libro diciendo eso. En un momento uno de los chicos le dijo: ¿te animás a leer un fragmento? y lo hizo. Con dificultades como alguien no habituado a leer en voz alta. Sin embargo, se generó un clima amable y literario. Lo ayudé un poco en la lectura y leímos la introducción y un párrafo del primer capítulo. Antes de retirarse nos recomendó otra lectura: Las malas de Camila Sosa Villada. Insisto, la recepción que tuvo la novela ha sido brutal, lapidaria. Quisiera destacar los momentos vinculados a la violencia de género. Tanto durante la clase como en la evaluación que les propuse al final del cuatrimestre, podría decir grosso modo que un 90% de los chicos y las chicas de 6to (tengo cuatro) confiesa haber sido testigos en sus casas de situaciones de violencia de este tipo.
De manera que el planteo que se está haciendo a partir de las repercusiones de lo que sucedió en la escuela en Neuquén, sobre el por qué trabajar literatura pornográfica (que por supuesto no es así) parece obedecer a cierta ceguera, a cierto conservadurismo, a cierta ignorancia que aún preservan algunas instituciones. Está claro que lo que se puede extraer de la lectura de Cometierra es mucho más relevante que el hecho de que en dos pasajes del texto haya dos escenas de sexo y se use la palabra “pija”, hecho que parecería ser lo «controvertido del texto» en relación con su inclusión en una clase escolar.
Les pasé la noticia a mis alumnos y les comenté la situación y la pregunta que les hice fue ¿creen que leímos una novela pornográfica? Casi que se burlaron de mi pregunta, les parecía totalmente fuera de contexto considerar a este libro de semejante manera. Entonces me pareció que ahí quedó el asunto zanjado: la declaración de los propios estudiantes calificando como una broma esta acusación sobre la novela en cuestión.
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