En la escala mundial, un 30% de las nuevas infecciones sexuales se reportan en adolescentes y jóvenes; y un 60 % de la población mayor de 16 años ya tiene una vida sexual.
Y es que, según la representante regional de Onusida en América Latina y el Caribe, Alejandra Corao, la población debe perder el miedo a hablar de sexualidad, debido a que los adolescentes deben tener información adecuada de fuentes confiables y no a través de otros medios.
Por su parte Rossana Uribe, miembro de la junta directiva de la Asociación Panameña para el Planeamiento de la Familia Aplafa, hizo énfasis en que esta ley de educación sexual se necesita a gritos en Panamá, sobre todo cuando se ha visto que los casos de sífilis han aumentado en el país, y la mayoría son en menores de edad.
Según la psicóloga Dennis Aneth Domínguez, los niños oirán hablar de sexo en el patio del colegio, en internet, en los medios de comunicación, así que no hacerlo es absurdo en estos tiempos.
Según la experta, dentro de todo es importante enseñarles a los chicos a respetar su cuerpo, a cuidarlo, que tomen conciencia de que el cuerpo que tienen les pertenece y que nadie puede obligarlos a compartirlo.
Representantes de los ministerios de Salud y Educación de Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay acordaron hoy en Asunción un marco regional estratégico para reducir el embarazo adolescente, dado que dos de cada tres nacimientos de madres adolescentes en América Latina se registran en el Cono Sur.
Representantes de los ministerios de Salud y Educación de Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay acordaron hoy en Asunción un marco regional estratégico para reducir el embarazo adolescente, dado que dos de cada tres nacimientos de madres adolescentes en América Latina se registran en el Cono Sur.
Los cinco países del Cono Sur suscribieron este martes, con apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), ese marco regional, que se basa en estrategias que han demostrado ser efectivas, como garantizar el acceso a anticonceptivos de larga duración.
Otra estrategia es reforzar la educación integral de la sexualidad, no solo a través de las instituciones educativas, sino también en otros espacios, ya que la mayor parte de las adolescentes que quedan embarazadas lo hacen después de haber abandonado la escuela.
«La escuela es un factor protector frente al embarazo, pero tenemos que garantizar la calidad educativa. En muchos países no hay educación de calidad, y las adolescentes no ven en la escuela su proyecto de vida, y prefieren abandonarla y trabajar», declaró a Efe Alma Virginia Camacho, asesora regional de salud sexual y reproductiva de UNFPA, que estuvo presente en la presentación.
La tasa de fecundidad adolescente en el Cono Sur, donde una de cada cinco adolescentes es madre, duplica al promedio mundial, y es la segunda mayor del mundo, solo superada por la de África subsahariana, según datos del UNFPA.
El UNFPA alerta además de los embarazos en niñas de menos de 15 años, que son alrededor de 180 al año en Uruguay, 674 en Paraguay, 900 en Chile, 3.000 en Argentina, y 21.000 en Brasil, y en su mayoría son producto de abuso o explotación sexual.
El embarazo en niñas y adolescentes multiplica el riesgo de enfermedades y mortalidad, tanto de la madre como del bebé, y tiene impactos negativos en la continuidad educativa, que pueden llevar a menores oportunidades laborales y una situación de pobreza, según el UNFPA.
Además, están ligados a factores sociales y económicos que evidencian desigualdades en el acceso a servicios, las condiciones de vida o el nivel económico, dijo Camacho.
«Las adolescentes del quintil (20 %) de la población con menores ingresos tienen 3 o 4 veces más posibilidades de quedarse embarazadas que las del quintil de más ingresos. También hay más embarazos adolescentes en el área rural que en la urbana, y en poblaciones indígenas o afrodescendientes», expresó.
Otro factor de riesgo de embarazo es el matrimonio o unión precoz, especialmente en algunas culturas donde la reproducción es muy importante, y la mujer tiene que demostrar su fertilidad una vez casada, agregó la asesora de UNFPA.
De hecho, según datos de UNFPA, entre el 35 y el 44 % de las niñas que son madres antes de los 14 años vive en pareja al momento del parto, y el porcentaje asciende a entre un 50 y un 62 % en el caso de las adolescentes de 15 a 19 años.
La experta puntualizó que, si bien los países del Cono Sur han suscrito la Convención de Derechos del Niño, que establece que la edad mínima para el matrimonio son los 18 años, en muchos Estados están vigentes «excepciones» que permiten matrimonios adolescentes, y que la ONU está tratando de erradicar.
Para Camacho, un factor preocupante es el segundo embarazo, que se produce en cerca del 20% de las madres adolescentes en la región, y que considera como «un fallo de los sistemas de salud», en los que las menores embarazadas «ingresan para el control prenatal, tienen el parto, y salen sin ningún método anticonceptivo ni información».
Señaló que otro pilar importante, además de la educación o la salud es el acceso a la justicia, especialmente en los casos de embarazo infantil, que se relacionan con vulneración de derechos de las niñas y adolescentes.
Cada año, alrededor de 14 millones de partos en el mundo son de madres adolescentes, unos dos millones se producen en América Latina y el Caribe y, de ellos, cerca de 1,25 millones se registra en países del Cono Sur, según UNFPA.
Cinco países latinoamericanos buscan estrategias ante la ola de nacimientos de niños de madres menores de 15 años.
Representantes de los ministerios de Salud y Educación de Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay acordaron ayer en Asunción un marco regional estratégico para reducir el embarazo adolescente, dado que dos de cada tres nacimientos de madres adolescentes en América Latina se registran en el Cono Sur.
Los cinco países del Cono Sur suscribieron ayer, con apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), ese marco regional, que se basa en estrategias que han demostrado ser efectivas, como garantizar el acceso a anticonceptivos de larga duración.
Otra estrategia es reforzar la educación integral de la sexualidad, no sólo a través de las instituciones educativas, sino también en otros espacios, ya que la mayor parte de las adolescentes que quedan embarazadas lo hacen después de haber abandonado la escuela.
«La escuela es un factor protector frente al embarazo, pero tenemos que garantizar la calidad educativa. En muchos países no hay educación de calidad, y las adolescentes no ven en la escuela su proyecto de vida, y prefieren abandonarla y trabajar», declaró Alma Virginia Camacho, asesora regional de salud sexual y reproductiva de UNFPA, que estuvo presente en la presentación.
La tasa de fecundidad adolescente en el Cono Sur, donde 1 de cada 5 es madre, duplica al promedio mundial, y es la segunda mayor del mundo, sólo superada por la de África subsahariana.
El embarazo en niñas y adolescentes multiplica el riesgo de enfermedades y mortalidad, tanto de la madre como del bebé, y tiene impactos negativos en la continuidad educativa, que pueden llevar a menores oportunidades laborales y una situación de pobreza. Además, están ligados a factores sociales y económicos que evidencian desigualdades en el acceso a servicios, las condiciones de vida o el nivel económico, dijo Camacho.
«Las adolescentes del quintil (20%) de la población con menores ingresos tienen 3 o 4 veces más posibilidades de quedarse embarazadas que las del quintil de más ingresos. También hay más embarazos adolescentes en el área rural que en la urbana, y en poblaciones indígenas o afrodescendientes», expresó.
De hecho, entre el 35% y el 44 % de las niñas que son madres antes de los 14 años vive en pareja al momento del parto.
«Sabía que venían de la barriga, pero no sabía cómo se hacían», dijo entrevistada en su vivienda, a unos 20 kilómetros de la capital.
Como Margarita, muchas niñas y mujeres en Guatemala tienen embarazos no deseados debido a la falta de información sobre salud sexual y reproductiva combinada con una violencia endémica contra la mujer, según activistas para la salud femenina.
Guatemala tiene una de las tasas de embarazo adolescente más altas de América Latina, lo que pone a las niñas en la senda de la pobreza y la dependencia, en vez de camino a la escuela o de un trabajo decente.
Estadísticas gubernamentales citadas por la Federación de Paternidad Planeada apuntan a más de 5 mil embarazos en niñas menores de 14 años en 2014 y cuatro de cada cinco casos el asaltante sexual fue un familiar como el padre, tío o abuelo.
Un 25 por ciento de los niños guatemaltecos tienen madres adolescentes, según los datos.
La ignorancia sobre la reproducción está profundamente arraigada en las tradiciones culturales y las enseñanzas de las iglesias Católica y evangélicas, donde las niñas aprenden que el sexo es blasfemo y prohibido, dijeron voluntarios del programa Abriendo Oportunidades.
Las madres a menudo no saben cómo explicarles a sus hijas el ciclo menstrual y el secretismo aumenta porque la mayoría de los embarazos son causados por violencia sexual dentro de las propias familias, dijeron activistas.
«Las madres no están informadas y sienten tal vergüenza que no pueden ni siquiera mencionar los nombres de las partes del cuerpo», dijo Marta Alicia Caz Macz, trabajadora de 22 años de la fundación Abriendo en Chisec, en la frontera con México.
Educación Sexual
Aunque en las escuelas se enseña educación sexual en las escuelas, activistas aseguran que a menudo es incompleta o irrelevante, dado que menos de la mitad de las niñas en Guatemala asiste a la escuela.
Los servicios de salud materna y reproductiva son costosos y a menudo inaccesibles para aquellos que viven lejos de las ciudades en el vasto interior del país.
Dicen que los altos niveles de violencia sexual contra mujeres y niñas provienen del bajo nivel social de las mujeres, especialmente las indígenas de origen maya, en una sociedad patriarcal y machista como la guatemalteca.
Guatemala tiene una de las tasas más altas de muertes violentas de mujeres, con dos asesinatos al día, según ONU Mujeres, que cita estadísticas oficiales de 2013.
El país destina un 15 por ciento de los ingresos fiscales de las bebidas alcohólicas para financiar programas de salud sexual y planificación familiar, lo que supuso unos siete millones de dólares en 2015, según la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés).
Las leyes se endurecieron en 2015 cuando la edad mínima para el matrimonio fue subida a 18 años para mujeres y 16 para hombres, desde 14 años; pero todavía niñas de 16 años pueden contraer matrimonio con permiso de un juez.
Además, desde 2014 los embarazos en niñas menores de 14 años son reportados por ley como violaciones.
Interrumpir el embarazo está prohibido a menos que la vida de la madre corra peligro y activistas calculan que se practican 66 mil abortos al año en el país.
«Una buena ley»
Margarita, que ahora tiene 15 años, dijo que el padre de su hija era su profesor en la escuela primaria. Aunque le llevaba siete años, se casó con él y tuvo que dejar la escuela durante un tiempo. Luego regresó.
Por ley, su boda sería ahora ilegal y su embarazo habría sido juzgado como una violación.
«Creo que es una buena ley», dijo la entrevistada. «Cuando piensas que hay una ley ahí, a lo mejor no lo haces».
El rostro aniñado de la adolescente se ilumina cuando describe a su hija de 15 meses. Dice es gordita y «le gusta romper cosas».
Margarita ya no quiere tener más hijos y obtuvo unos implantes anticonceptivos de WINGS, una organización de derechos reproductivos. Quiere ser panadera cuando crezca, «porque me gusta comer pasteles», contó entre risas.
Violencia contra la mujer
A los 19 años, la mayoría de las mujeres en Guatemala ya tienen dos hijos, dijo Alma Odeth Chacon de la organización Tierra Viva. «Se convierte en un círculo vicioso de pobreza y violencia del que no somos capaces de escapar», dijo.
Dejar a las mujeres a merced de embarazos tempranos y no deseados es un medio eficaz de poder y control, dijo Justin Sitron, profesor del Centro para Estudios Sexuales Humanos de la Widener University en Pensilvania.
«Si las mujeres siguen siendo oprimidas y marginadas por las estructuras de poder no tendrán tiempo ni energía para defenderse a sí mismas y tratar de arrebatar el poder que monopolizan los hombres», dijo en una entrevista.
Con la esperanza de romper este ciclo, otra joven de 19 años, está recibiendo inyecciones anticonceptivas en una clínica de la Asociación Pro-Bienestar de la Familia de Guatemala (Aprofam).
Tiene un bebé de tres meses y dijo que ella y su esposo no pueden permitirse más hijos por el momento. Ella cocina rellenitos, un postre típico guatemalteco, y su marido vende raspaditos helados en la calle.
«Quiero una familia pequeña. Las familias grandes tienen más problemas y más pobreza», dijo Pérez, que será la primera mujer en su familia que usa anticonceptivos.
Elvira Cuc Cho, mentora de 24 años en la asociación Abriendo en Chisec, dijo que demasiadas mujeres y niñas permanecen en la ignorancia y lo ilustra rememorando una historia de su prima, quien quedó embarazada a los 17 años.
«No sabía lo que estaba pasando. Hasta que su cuerpo comenzó a cambiar y su madre le dijo: ‘estás embarazada'».
Fue forzada a casarse con el padre y acabó en un matrimonio violento, como atestiguan sus golpes y moratones.
«Está muy avergonzada y no quiere hablar de ello. Solo quiere hacerse daño a sí misma», contó Cuc Cho.
Un foro sobre el polémico asunto de la legislación y educación en salud sexual y reproductiva reunirá mañana en Panamá a expertos nacionales e internacionales convocados por una fundación no gubernamental con apoyo del Estado.
La Fundación Global de Salud Masculina celebrará el foro de un día: «Legislación y Educación en Salud Sexual y Reproductiva: Cuándo, Dónde, Cómo, Cuánto y Quién?», con el auspicio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, entre otros. La doctora Suzanne Serruya, en representación de la Organización OPS/OMS, expondrá sobre «Salud sexual y reproductiva y la educación: recomendaciones técnicas». «ITSs e inicio de la vida sexual en adolescentes de 14-19 años en Panamá» será el tema desarrollado por el subdirector del Instituto Gorgas, el médico Juan Pascale.
Los ministerios panameños de Salud (MINSA) y Educación (MEDUCA), la Asamblea Nacional de Panamá se encargarán de exponer sobre «Situación de la salud sexual y reproductiva del adolescente», «Educando sexualidad responsable, atendiendo la Tridimensionalidad del ser humano», y el proyecto de ley que adopta políticas públicas en educación integral serán expuestos, respectivamente, por esas instituciones.
La polémica entre quienes apoyan y quienes rechazan incluir la educación sexual en la escuela ha provocado que se pospusiera indefinidamente el proyecto de ley sobre el asunto presentado hace casi dos años por el diputado y médico Crispiano Adames. Una serie de expertos de la salud, abogados de familia, representantes de las principales iglesias y de organizaciones no gubernamentales compartirán su visión sobre el polémico tema.
Representantes de varios medios de comunicación, incluido Acan-Efe, colaborarán como moderadores durante las diferentes ponencias y la difusión de los debates por internet.
La presidenta de la Fundación y uróloga, Ingrid Perscky, declaró que «busca congregar a todos los sectores involucrados con esta temática, y facilitar el acceso al público a nivel nacional e internacional, para lo cual el evento será transmitido ‘streaming’, a través de www.gmhsummit.org».
Expondrán el viceministro de Educación, Carlos Staff; el diputado Crispiano Adames; el medico Raúl Bravo, coordinador del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del MINSA; la ginecóloga y escritora Rosa María Britton; y la activista de Derechos Humanos de la ong Fundagénero Mery Alfaro de Villageliu, entre otros. El presidente de la Asamblea Nacional, Rubén De León, inaugurará el foro, mientras que la doctora Perscky expondrá sobre «Ciencia, religión y salud: Una causa común, dos enfoques complementarios».
El próximo 19 de abril se realizará el “Gran Foro Nacional en Legislación y Educación en Salud Sexual y Reproductiva: cuándo, dónde, cómo, cuánto y quién”, en un hotel de la ciudad de Panamá, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m; organizado por la Fundación Global de Salud Masculina.
Esta fundación promueve la práctica de la medicina de género y personalizada como herramienta para entender y prevenir las enfermedades, a través de campañas educativas que divulgen información científica, certera, oportuna y accesible a toda la población, complementada por cursos de actualización y el impulso de leyes cuyo contenido facilite el acceso universal a la atención médica.
Cuba/Marzo de 2017/Autora: Lisandra Fariñas Acosta/Fuente: Granma
El UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas y el Gobierno del Reino de los Países Bajos, Holanda firmaron este miércoles un acuerdo para la implementación de la fase II del proyecto «Educación de la Sexualidad, Salud Sexual, y Derechos Humanos», del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
El documento –suscrito por el señor Rafael Cuestas Bocanegra, coordinador internacional de programa de la oficina de UNFPA en Cuba, y la señora Alexandra Valkenburg, embajadora del Reino de los Países Bajos en Cuba– tiene el propósito de impulsar, fundamentalmente en el Caribe, el mencionado proyecto, cuyo objetivo es reducir el estigma y la discriminación de las poblaciones vulnerables, a través del acceso a la Educación Integral de la Sexualidad (EIS) y la salud sexual, y con las garantías de los derechos sexuales y reproductivos.
Asimismo, la actividad de firma del acuerdo incluyó un encuentro entre la doctora Mariela Castro Espín, directora del Cenesex, y la señora Mariette Bussemaker, ministra de Educación, Cultura y Ciencias de los Países Bajos; así como un breve intercambio con representantes y activistas de las redes comunitarias del Cenesex, donde participó también el asesor político principal de Enseñanzas Secundaria y Superior de Aruba, James Alexander van der Linde.
En un aparte con la prensa, la doctora Castro Espín explicó que a través del UNFPA, «una agencia con quien tenemos estrechos vínculos y cuyo apoyo ha sido muy importante para el desarrollo del Programa cubano de Educación Sexual», se reciben los fondos para llevar adelante este proyecto que se ejecuta desde el 2014 y se desplegará por tres años más en esta segunda fase.
«Desde el respeto queremos propiciar espacios de diálogo y sensibilización para presentar a los países caribeños, fundamentalmente los que forman parte del Reino de los Países Bajos: Aruba, San Martin y Curazao, nuestro trabajo, las fórmulas y estrategias que hemos ido encontrando, los programas desarrollados para trabajar las problemáticas de población que afectan la vida y la salud de las personas en el campo de la salud sexual y reproductiva, la EIS y los derechos sexuales y reproductivos, donde se incluyen entre otros, los derechos de la población LGBTI; y en el caso de que lo soliciten ayudarlos a actuar», refirió la directora del Cenesex.
Se trata, dijo, de ponerles a su disposición el conocimiento para que reflexionen sobre un grupo de problemáticas que existen en todos los países, con énfasis en la región, para que cada participante se sienta motivado a llevar esa reflexión a su realidad y buscar herramientas propias que permitan actuar dentro de la misma.
Para el señor Rafael Cuestas, «Cuba es un referente en la región», y en ese sentido manifestó que los avances que el país ha tenido en términos de la incorporación de la educación sexual en los diferentes niveles de enseñanza son un ejemplo. «El Cenesex es un actor que puede impulsar el cambio en la región», consideró.
A diez años de iniciadas las Jornadas cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, lo cual nos «lleva a hacer un recuento de cómo empezamos, cuáles eran nuestros propósitos, cuáles hemos logrado y cuáles nos van quedando pendientes», la doctora Castro Espín indicó que «entre las metas priorizadas se encuentra el avanzar en el paquete legislativo que tenemos preparado, tan pronto se realicen los cambios constitucionales que están anunciados, y entre los cuales se deben incluir un grupo importante de propuestas que han llegado a través de la Asamblea Nacional y otras vías, entre ellas el propio Congreso del Partido, con políticas y objetivos que deben ser reflejados en cambios constitucionales y legislativos en general».
Mencionó que «tenemos muchas aspiraciones y a veces no van acompañadas de tener los grupos de trabajo suficientes ni el dominio suficiente del efecto que pueden tener determinados cambios», y que dichas propuestas se estudian y analizan para no hacer las cosas de forma superficial. Pero, subrayó, «hemos avanzado, se están viendo resultados, y el cambio más importante se ve en la propia población».
En otro orden, agregó que Cuba ha venido también perfeccionando su programa de educación sexual, –implementado oficialmente en 1996, aunque desde la década del 70 se venían trabajando los temas relacionados– hoy más fortalecido e identificadas sus debilidades y fortalezas. Justamente las jornadas de este y el próximo año estarán dedicadas a los espacios escolares y que bajo el lema Por escuelas sin homofobia ni transfobia. ¡Me incluyo!; abordarán en estrecho vínculo con el Ministerio de Educación y el programa de educación sexual en las escuelas, este tema, para seguir fortaleciendo el programa de manera integral pero también de manera particular la formación del personal educativo.
El objetivo es desarrollar acciones específicas dentro de las escuelas, y dentro de las escuelas formadoras de maestros y maestras contra el bullying homofóbico y transfóbico, para visibilizar que existe, y crear conciencia tanto en el personal de las instituciones educativas como en las familias y el estudiantado de las distintas edades, para que aprendan a respetar a los demás y el daño psicológico que hace a las víctimas, explicó la directora del Cenesex.
La implementación de la primera fase del proyecto «Educación de la Sexualidad, Salud Sexual, y Derechos Humanos», dejó importantes logros relacionados con la misión del Cenesex –en tanto le permitió sistematizar, fortalecer y extender su experiencia e impacto en materia de Educación de la sexualidad, salud sexual y derechos humanos, a nivel nacional e internacional– y la agenda de trabajo del UNFPA en Cuba.
Con la firma de la segunda fase del proyecto, se busca continuar fortaleciendo las capacidades institucionales del Cenesex para la EIS con enfoque de derechos humanos en Cuba y la región; así como aumentar la abogacía en estos mismos temas, en el caribe insular.
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