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El horror de la mutilación genital en Kenia

Kenia/30 octubre 2017/Fuente: Página Siete

«Cuando tenía 5 años me llevaron a casa de mi abuela, en Kenia. Era el día de purificación. Yo era una niña feliz y creí que algo importante iba a pasar en mi vida. La noche de antes estaba nerviosa, no podía dormir. Mi madre me levantó temprano, me bañó, me puso un vestido muy corto y me dijo que cuando abrieran la tienda fuese a comprar una cuchilla». Al volver, la madre de Asha Ismail, su abuela y una señora desconocida estaban esperándola alrededor de un agujero cavado en el suelo. «Me entró pánico. Me quitaron la ropa interior, mi abuela me agarró y separó mis piernas». Lo recuerda la mujer keniana durante una entrevista en el documental La manzana de Eva, del director José Manuel Colón, ganador de varios premios y candidato al Goya, que pronto podrá verse en la plataforma Netflix.

Normalmente, la mutiladora practica un corte a lo largo del labio menor y luego elimina, raspando, la carne del interior del labio mayor. La operación se repite al otro lado de la vulva. La madre, así como las otras mujeres, verifican el trabajo, algunas veces introduciendo los dedos. La cantidad de carne raspada depende de la habilidad de la cortadora. En ocasiones, como le ocurrió a Fátima Djarra en Guinea Bissau, la operación ha de realizarse rápido, «porque éramos 300 niñas en el bosque, 25 de mi propia familia. Mientras seis mujeres me sujetaban, otras bailaban y cantaban alrededor. Yo gritaba, llamaba a mi papá». Dos niñas fallecieron «y las escondieron para que no nos enterásemos. Yo, que era muy curiosa, las vi. Los mayores me dijeron que lo que pasaba en el bosque no salía del bosque, que si las niñas habían muerto era porque Dios así lo había querido».

Según un informe de Amnistía Internacional hay 120 millones de mujeres mutiladas en el mundo, y tres millones de niñas cada año son sometidas a esta práctica. Los motivos son peregrinos, pero fielmente seguidos por miles de tribus no solo en África. La movilidad humana ha logrado exportar esta tortura y ya en España hay 57.000 mujeres sometidas a la ablación genital. «La creencia firme es que si tiene clítoris, tiene placer, querrá estar con más hombres y terminará siendo una prostituta. Además, es una ceremonia de paso para que la niña sea casadera, porque un hombre –normalmente 40 o 50 años mayor– no quiere casarse con una chica que no está cortada, y por consiguiente, esa familia no tendrá la dote de una vaca o una cabra, algo que supone en muchas ocasiones la diferencia entre dar o no de comer a los hijos», explica desde Kenia Mónica Batán, de la ONG Mundo Cooperante, en el documental.

«La primera vez que tuve que atender a una niña mutilada vino en un estado irreversible. Tenía 3 añitos y lo que vi fue tan terrible que me asusté. Le hicieron un corte increíble, no se veía nada del órgano genital, tan solo había un hueco», recuerda Gelson Reyes, ginecólogo cubano que trabaja en Gambia. No pudieron salvarla. «Ejecutan los cortes con elementos muchas veces infectados, no suturan con aguja estéril e hilo, sino que utilizan espinas de matas y luego aplican una pasta hecha con hojas de plantas», añade Yamisel Mejías, médico y profesora universitaria.

Las niñas que sobreviven a las infecciones no tienen un horizonte muy halagüeño. «Durante mucho tiempo intentar orinar era terrible. Me hacía pis encima porque no quería pasar por aquel dolor», explica Asha Ismail. «Pero la noche de bodas fue, sin duda, el recuerdo más aterrador. A los 20 años me casaron con un señor que no había visto nunca. Tras la ceremonia tenía que cumplir como marido, pero como mi cicatriz era muy cerrada, no podía hacer nada. Las familias habían preparado a una señora, que esperaba fuera, por si él no podía consumar. La señora entró y me cortó, y él terminó su labor. Había escuchado historias de chicas que se habían quemado vivas con bidones de gasolina durante la noche de bodas, nunca había entendido el porqué hasta entonces. Y mientras todo el mundo bailando fuera, feliz».

Hace escasos años que en Gambia son conscientes de que las muertes durante el parto y los problemas de infertilidad por los que pasan muchas mujeres están relacionados con la mutilación genital femenina. Las infecciones afectan en muchas ocasiones al aparato reproductor; además, «las mujeres no logran retener el semen porque aquello es un orificio abierto. Y aquí, si la mujer no pare, es discriminada y el hombre se busca otra», recalca el ginecólogo Gelson Reyes.

Fátima Djarra estuvo 15 años sin poder tener hijos. «Me decían que era como una calabaza seca; otros, que era mala y por eso no quería quedarme embarazada. Yo amaba a mi marido, y mientras estaba en Bélgica estudiando una beca, él falleció en un accidente de coche. No pude ir a despedirme de mi amor, no me esperaron para el funeral. Su familia dijo que no teníamos hijos, así que yo no podía estar allí». Fátima nunca relacionó su infertilidad con la mutilación. Hasta que llegó a España. «Mi principal objetivo ahora es que ninguna niña esté desinformada sobre la ablación, que ninguna más muera», cuenta en la película.

Las estadísticas señalan que en 2030 podría haber 90 millones de niñas en riesgo de sufrir esta mutilación. Aunque en diciembre de 2012 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución unánime sobre su eliminación, algo que supone «un tremendo avance que ha logrado que haya una caída importante en varios países», como reconoce en el documental Michelle Bachelet, presidenta de Chile y primera directora de la ONU Mujeres, «es una lacra que aún persiste. Se necesita a mucha gente que escudriñe la raíz cultural de cada pueblo y vea cuáles son las medidas y argumentos que generen el cambio».

Guinea Conakri fue el primer país que prohibió la mutilación genital femenina en 1984. Pero «han pasado 33 años y todavía hay un 92 % de mujeres mutiladas. Solo ha descendido un 4 %. Para llegar a cero mutilaciones tendrían que pasar 1.000 años», afirma José Manuel Colón, director del documental. «En Kenia, por ejemplo, hay una pena de diez años para los mutiladores, pero ¿cuántos son encarcelados? Hay prohibiciones que están escritas, pero no se aplican».

La unanimidad de la Unión Africana contra esta práctica, desde 2016, ha supuesto un antes y un después. Omar Sey, ministro de Sanidad de Gambia, reconoce ante las cámaras que «con conocimientos, hemos aprobado la ley contra la mutilación; ahora hay que ejecutarla». Esta ley, añade Adriana Kaplan, de la Fundación Wassu, «no va a cambiar la realidad, pero es un marco jurídico importantísimo».

El ministro gambiano ha dado en el clavo. La formación que se imparte en el país a enfermeras, médicos y comadronas ha supuesto un cambio. La educación es el motor del desarrollo. Lo saben las 40 de Tasaru, un centro keniano donde estas 40 niñas, que huyeron de noche, corriendo solas por la sabana para no ser mutiladas, reciben educación. «Voy a probar que no es cierto lo que dicen, que las chicas podemos hacer cosas importantes, que somos fuertes», sostiene Silvia. Su padre la amenazó de muerte y la echó de casa cuando se negó a ser cortada.

Fuente: http://paginasiete.bo/miradas/2017/10/27/horror-mutilacion-genital-kenia-157313.html

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Uno de cada cuatro partos en Venezuela son de una madre adolescente

Venezuela/30 octubre 2017/Fuente: El Nacional

Varias iniciativas se están comenzando a promover en Venezuela para prevenir el embarazo en adolescentes, pues según el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa por sus siglas en inglés), uno de cada cuatro partos que registra el país se produce de una madre menor de 19 años.

“Entre 20 y 25 % de los nacimientos son de una madre adolescente. Podemos decirlo de otra manera, decimos que cada tres minutos nace un niño de una madre adolescente”, explicó a Efe el representante auxiliar del Unfpa en Venezuela, Jorge González Caro, con motivo del Día Nacional de la Prevención del Embarazo en Adolescentes.

Detalló que la tasa de fecundidad en adolescentes en Venezuela se encuentra entre 98 y 101 embarazadas por cada 1.000 adolescentes “entre 15 y 19 años”, una cifra que se encuentra muy por encima del promedio de América Latina; 76 por cada 1.000.

González Caro indicó que aunque durante los últimos 30 años las tasas de fecundidad en la adolescencia se han mantenido “casi intactas”, señaló que lo que hace importante atacar el tema ahora es que “la situación demográfica del país” señala que en este momento se “necesita aprovechar el máximo” a la población adolescente.

“Cuando tienes un fragmento muy importante de la población adolescente que se embaraza” y a consecuencia de ello queda excluida del sistema educativo, productivo y de un “trabajo digno entonces se reproducen los ciclos” de pobreza, violencia “y el embarazo adolescente termina poniéndole un ancla a las posibilidades de desarrollo del país”, explicó.

En este sentido, la oficial nacional del UNFPA en Venezuela, Andrea Pereira, señaló que son diversas las iniciativas que se están promoviendo y aseguró que existe “todo un trabajo alrededor de lo que es la educación integral de la sexualidad”.

También están unos acuerdos “curriculares” que plantean que desde la educación inicial hasta la universitaria se debe impartir “la educación integral de la sexualidad según el ciclo de vida de la población”, dijo.

Pereira destacó que el Ministerio de Salud está abordando el tema con unos modelos de servicios de atención a los adolescentes de acuerdo a su edad, además, dijo que “el país cuenta con un plan nacional para la promoción de derechos sexuales y reproductivos”.

Asimismo, el UNFPA se encuentra trabajando en conjunto con la empresa privada Propulso en la localidad Soledad del municipio Independencia del estado de Anzoátegui (este) en un programa para prevenir el embarazado en adolescentes en ese sector, luego de que la compañía identificara esto como un reto para promover el desarrollo económico.

Es un modelo de trabajo completamente financiado por Propulso y que mantiene alianza con la Alcaldía, sus direcciones de Salud y Educación y la comunidad en general, indicó Pereira.

“Estamos abordando distintos componentes”, como lo es “el de la educación integral de la sexualidad donde se da formación al personal docente en este tema”, y están los “grupos de pares promotores, que son adolescentes de tercer y cuarto año de bachillerato” que trabajan en sus comunidades promoviendo la prevención del embarazo a temprana edad.

El proyecto, que arrancó en 2015, ya muestra “resultados intermedios”, pues hay adolescentes asistiendo al “servicio diferenciado para la atención del adolescente”, un sistema de ayuda para orientar sobre la responsabilidad en la sexualidad, aseguró González Caro.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/sociedad/uno-cada-cuatro-partos-venezuela-son-una-madre-adolescente_209760

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La educación sexual tiene debilidades en Ecuador

Ecuador/30 octubre 2017/Fuente: El Universo

Especialistas dicen que todo empieza con padres que expliquen desde los primeros años. En casa y en colegios se debe llamar a los genitales por su nombre. Docentes fiscales confiesan que les cuesta responder preguntas.

Kevin (nombre protegido), de 7 años, es una de las víctimas del presunto caso de abuso sexual en la Unidad Educativa Aguirre Abad (réplica), en Guayaquil. Él fue criado por sus abuelos porque su madre migró a España. Sus familiares dicen que le habían aconsejado que nadie debe tocar sus partes íntimas. Pero afirman que también aprendió a cuidarse en el barrio donde juega fútbol con adolescentes, entre palabras soeces.

Este es el antecedente de la reacción que tuvo el menor cuando este mes fue al baño del plantel. Una fuente de la familia cuenta que el niño le dijo: “A mí me querían hacer m… Escuchaba que los profesores decían bájale el pantalón, yo nunca me dejé”. El hecho fue descubierto por otro alumno que entró a los urinarios y alertó al resto.

Dentro del pénsum escolar, la educación sexual está incluida en los contenidos de la materia de Ciencias Naturales. ¿Puede esta ser una herramienta de prevención contra pedófilos –adultos que tienen una inclinación erótica hacia los menores de edad–?

Aunque la guía del entorno de Kevin lo ayudó a evitar una posible violación, especialistas coinciden en que una educación sexual mejor orientada y una sociedad menos prejuiciosa alertaría a los menores de peligros y de cómo reaccionar.

El sistema educativo trata la educación sexual desde el punto de vista anatómico, dice el sexólogo Rodolfo Rodríguez Castelo, quien cree que se debe tocar abiertamente estos temas.

El Ministerio de Educación tiene que emprender una política agresiva
de escuela para padres en temas como el de la educación sexual”.
José Torres, especialista en Derecho

Alba Burgos, coordinadora del Departamento de Consejería Estudiantil de la Unidad Educativa Mariscal Sucre (UEMS), afirma que la educación sexual empieza en el hogar con los padres diciéndoles que nadie puede tocar sus partes íntimas: “Esto cuando tienen 2, 3 años y notamos que tienen más facilidades de comprender lo que está a su alrededor”.

Y siempre, dice Burgos, usando las palabras adecuadas: “Como pene, vagina, busto, porque no existen otros términos que definan los órganos sexuales. Al ponerles otros nombres se forma un significado algo errado de este tema y allí es que se van creando ciertos prejuicios sobre la sexualidad”.

José Torres Rodríguez, exfuncionario del Ministerio de Educación y experto en legislación educativa, afirma que los padres de familia ven a las escuelas y colegios como instituciones que de cierta manera tienen que suplir la función de ellos: “Hay ciertos aspectos en el desarrollo del menor hacia la adolescencia y la mayoría de edad en los que el colegio se vuelve complementario”.

El Ministerio de Educación informó la noche del viernes vía WhatsApp que a través del Programa Educando en Familia se busca afianzar los vínculos de los padres con las instituciones educativas: “En el módulo de sexualidad se ha sensibilizado a 4.431 docentes y 99.998 familias”. La entidad refiere también que 11.480 docentes de planteles fiscales se han capacitado por el convenio entre Unicef y la Fundación para la Infancia y Comunidad, lo que representa el 7,2% de los 159.475 profesores con nombramientos y contratos que habían hasta el 2 de febrero último.

Sin embargo, hay maestros fiscales a quienes se les dificulta la asignatura. Una profesora de sexto y séptimo año confiesa: “Eso sí me costó” e indica que los niños llegan al aula con ideas preconcebidas. “Cuando di las partes genitales del hombre y la mujer, los chicos decían yo no quiero ver porque mi mamá me ha dicho que yo no puedo conocer las partes de la niña”.

Tras la renovación de los libros del Ministerio de Educación realizada en 2016, la menstruación, los cambios por la pubertad y el embarazo aparecen en el de quinto grado, contenido que se profundiza en los textos de los cursos siguientes.

Hay un temor de los padres a hablarles con crudeza a los hijos…
Desde los 2 años hay que decirles que el cuerpo humano es nuestro y nadie puede tocarlo”.
Marcia Reyes, docente de UEMS

Una docente de séptimo año de una escuela fiscal del sur de la ciudad cuenta que decidió realizar dos clases para tratar el tema del embarazo porque se le “hacía muy difícil que los niños escucharan…”.

Reconoce que no fue lo adecuado. “Por eso luego hice una tercera clase para sacar ideas en conjunto”, agrega. Fue cuando llegaron preguntas como la de una pequeña: “Señorita, pero ahora ya no hay peligro porque puedo tener relaciones y hay anticonceptivos”. Y ella respondió: “Sí, pero eso es prevención, tú tienes 11, 12 años y tienes que estudiar”. Y un alumno siguió: “Señorita, mi mamá me ha dicho que ellas son las que deben tomarse las pastillas porque son las que deben cuidarse, como mujeres”. Y ella añadió: “Ambos deben hacerlo”.

Otra profesora de un colegio fiscal asegura que los profesores públicos no reciben capacitación sobre educación sexual: “Recibimos talleres de docencia… nos guiamos por el libro de Ciencias Naturales…”.

Para Marcia Reyes, jefa del área de Ciencias Naturales de la UEMS, la clave está en que padres y maestros hagan hincapié en el tema de que cada uno es dueño de su cuerpo y que nadie puede tocarlo.

Álison López, profesora de Ciencias Naturales de la Unidad Educativa Lemas, dice que los padres y maestros deben despejar las dudas de los niños, porque de lo contrario acuden a internet o a los amigos en busca de respuestas no apropiadas. “Una compañera me contaba que tiene a su hijo en sexto de básica y que el libro decía que la vagina es donde se aloja el pene, tenemos que como maestros también estar preparados para poder hablar con naturalidad con los niños”, indica.

Hace cuatro años, agrega López, cuando era docente de quinto año de básica y se tocó el tema de la menstruación, una niña preguntó que si cuando se menstrúa ya pueden tener bebés. La docente recuerda que respondió: “Físicamente el cuerpo se está preparando, pero mentalmente no estamos preparados. Todavía no has terminado la educación”.

Luego, dice López, una madre reclamó que por qué le enseña al hijo que no tengan bebés: “Le respondí que los niños deben saber cómo funciona el cuerpo de una mujer, porque habrá hombres que tengan hijas y no tengan a su esposa en el futuro que los acompañe. Los padres deben quitarse esos paradigmas de que los niños no deben saber ciertas cosas”.(I)

Fuente: http://www.eluniverso.com/noticias/2017/10/29/nota/6455173/educacion-sexual-tiene-debilidades-ecuador

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Trabajan en la implementación de Educación Sexual en Argentina

América del Sur/ Argentina/ 28.10.2017/ Fuente: www.elesquiu.com

Días pasados, la dirección provincial de Programas Educativos se reunió para continuar trabajando en el relanzamiento del programa de Educación Sexual Integral (ESI) en la provincia.
Por primera vez, el ESI se encontrará bajo la órbita de esta dirección, pretendiendo abarcar todos los niveles educativos conforme lo que instituye la ley nacional 26.150.

La normativa, vigente desde el año 2016, “establece la responsabilidad del Estado en hacer cumplir el derechos de los niños, niñas y adolescentes a recibir Educación Sexual Integral (ESI) en todos los establecimientos educativos públicos de gestión estatal y privada, desde los niveles de educación inicial hasta la formación docente”.

El equipo jurisdiccional del programa se encuentra en pleno proceso de actualización de contenidos del programa y en reuniones sistemáticas con las diversas autoridades del ministerio de Educación.
Ana Liz Ahumada Cisternas, directora provincial de Programas Educativos, explicó que se trabaja para “la inminente implementación en las aulas del programa educativo ESI”.

“Aspiramos a que se implemente en todas las escuelas de la provincia, a través de proyectos institucionales transversales que contengan los objetivos centrales del programa nacional en un enfoque integral, en el que la sexualidad abarque aspectos biológicos, psicológicos, sociales, culturales, afectivos, éticos y jurídicos”.

En idéntico sentido, la funcionaria explicó: “Se desarrollan tareas en dos líneas de acción que ameritan un primer abordaje para romper ciertos mitos y prejuicios que existen respecto al programa, realizando acciones concretas en las escuelas, con las familias, docentes y alumnos. Los jóvenes están ávidos de recibir información sobre el programa y estamos trabajando para convocar en breve a representantes de todas las escuelas secundarias para una primera aproximación del programa”.

Fuente de la noticia: http://www.elesquiu.com/sociedad/2017/10/28/trabajan-implementacion-educacion-sexual-265136.html

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Gender inequality, lack of information fuel teen pregnancies in Timor-Leste

Timor Oriental/Octubre de 2017/Fuente: UNFPA

Resumen:

«Sabía un poco sobre cómo se hace un bebé, pero no demasiado», dijo Natalia, de 19 años, en Alieu, las tierras altas rocosas de Timor-Leste. Su hija de 1 año, Afeena, dormía cerca. «No tenía educación sobre esto en la escuela. No hay lecciones relacionadas con este tema. Nada.»

La vida de Natalia comenzó a deshacerse después de quedar embarazada. Su novio la abandonó.

«Dejé la escuela y nunca fui a ver a un médico ni tuve ninguna consulta», explicó. «Incluso logré esconderlo de mi familia. Cuando comencé el trabajo de parto, le dije a mi padre que tenía dolor de espalda, pero pronto descubrió que iba a tener un bebé «.

Natalia fue llevada a una clínica local. Estaba aterrorizada por su vida; su madre había muerto durante el nacimiento de un hermano menor.

Afortunadamente, Afeena fue entregada de manera segura.

Debido a la desigualdad de género, las niñas y las mujeres tienen muy poca opinión sobre su propia fertilidad. También tienden a tener un acceso deficiente a información y servicios de salud reproductiva.

“I knew a little bit about how a baby is made, but not too much,” said Natalia, 19, in Alieu, the rocky highlands of Timor-Leste. Her 1-year-old daughter, Afeena, was sleeping nearby. “I had no education about this at school. No lessons at all related to this topic. Nothing.”

Natalia’s life began to unravel after she became pregnant. Her boyfriend abandoned her.

“I dropped out of school and never went to see a doctor or had any consultation,” she explained. “I even managed to hide it from my family. When I went into labour, I told my father I had back pain, but he soon discovered I was having a baby.”

Natalia was rushed to a local clinic. She was terrified for her life; her mother had died during the birth of a younger sibling.

Fortunately, Afeena was delivered safely.

Because of gender inequality, girls and women have very little say over their own fertility. They also tend to have poor access to reproductive health information and services. © UNFPA/Ruth Carr

Still, there is plenty to worry about. Natalia will most likely have to raise her daughter alone.

Deck stacked against girls

Early pregnancy is a major concern in Timor-Leste. And almost one quarter of women in the country have a baby by the time they are 20. Early pregnancies are often swiftly followed by marriages; 19 per cent of girls are married by the time they are 18.

Deeply entrenched gender inequalities – including high rates of violence against women and barriers to reproductive health care – play a role in these grim figures.

“We currently have an intimate partner violence rate of around 60 per cent in Timor-Leste,” said Candie Cassabalian, a UNFPA youth specialist.

And because of restrictive social norms, contraception is often accessible only with a husband’s consent. “Married women, no matter their age, have very little control over their own body and their own fertility, so very quickly young women end up with multiple children, limited opportunities and even less choice,” Ms. Cassabalian said.

Contributing to this problem is the limited availability of comprehensive sexuality education.

Natalia is raising her daughter Afeena alone. © UNFPA/Ruth Carr

“Even though some sexuality education curriculum is there in schools, often the teacher is not confident to deliver the information, and it is not something they feel comfortable to talk about,” said Lala Soares, a gender expert with Plan International in Timor-Leste.

“They tell me when they get to this topic, they rip the pages of the textbook out,” she added.

Violence, motherhood and a child marriage

Lucia*, now 18, faced all of these issues.

As a teenager, she became involved with her teacher, a much older man.

“When my parents found out I had a boyfriend, they were very angry. They told me they wanted to beat me to death,” she said, sharing her story at a girls’ empowerment workshop held by Plan International, a close partner of UNFPA.

Her family beat her so viciously she ended up in the hospital. Still, she and her boyfriend remained together, and Lucia became pregnant.

“I didn’t know you could get pregnant from having sex,” she said.

The families hastily arranged a marriage between Lucia and her teacher.

Such efforts are designed to preserve a family’s honour – but they do little to protect the girls affected. Child marriage actually increases girls’ vulnerability. Pregnancy and marriage also keep young mothers from returning to school.

“The perception is that school is only a place for children and children don’t have sex – or even romantic involvement. So even if the girl is married off quickly, she would not normally be allowed to re-enter school,” explained Ms. Cassabalian.

More must be done

UNFPA is working with the government and partners to better understand the issues surrounding teen pregnancy. UNFPA, together with Plan International and the government’s Secretariat of State for Youth and Sports, recently released a report about these issues, which could help policymakers better address them.

UNFPA also advocates for young people’s right to sexual and reproductive healthand information. For example, UNFPA is helping to assess and develop comprehensive sexuality education curricula and trainings, and is supporting efforts to make health services more youth-friendly.

In one positive move, the government recently approved an education policy that promotes the rights of pregnant teens.

But more must be done.

“As a country, we need to pay attention to the issue of equity, and we need gender equality if we want to have a good future,” Ms. Soares said.

Fuente: http://www.unfpa.org/es/news/gender-inequality-lack-information-fuel-teen-pregnancies-timor-leste

 

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Religión y cultura evitan la educación sexual en Panamá

Panamá/26 octubre 2017/Fuente: Laicismo

8 de cada 10 menores de edad utiliza la Internet como principal fuente para la educación sexual
220 millones de mujeres en el mundo no tienen acceso a anticonceptivos modernos ONU.
Cuando una adolescente queda embarazada o tiene un hijo, su salud, educación, potencial de obtener ingresos y todo su futuro pueden estar en peligro, y puede quedar atrapada en una vida sumida en la pobreza, la exclusión y la impotencia

De acuerdo con el último informe del reporte global del Fondo de Población de las Naciones Unidas Unfpa, Latinoamérica reporta una tasa de 64 partos por cada 1,000 mujeres entre los 15 y 19 años, cifra solo superada por África.

“Nunca ha habido mucha educación sexual en la región, pero ahora la poca que hay genera más controversia y polarización que antes. Las Iglesias y el pensamiento que tienen varias de ellas influye mucho en la opinión pública, así lo confirmó en días pasados Esteban Caballero, encargado de la Unfpa en Panamá.

La última vez que el tema fue tocado en Panamá fue en abril de este año, mientras que el diputado Gabriel Soto, presidente de la Comisión de Salud, aseguró que es un tema que debe ser abordado con cautela, aún no se ha olvidado.

Este mismo año, Néstor Sosa, director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, aseguró que se han hecho estudios y el 60% de los jóvenes entre 14 y 19 años ya ha experimentado relaciones sexuales.

Según la socióloga Esther Olivares, el tema seguirá siendo preocupante, pero a la vez ajeno a las autoridades que se fijan mucho en la opinión pública y no en lo que realmente necesitan los jóvenes. “Seguirán pariendo más niñas, mientras ellos esperan más opiniones”, concluyó, Olivares.

Fuente: https://laicismo.org/2017/religion-y-cultura-evitan-la-educacion-sexual-en-panama/168877

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En Kenia se enseña sexo por la radio

Kenia / www.elpais.com / 25 de Octubre de 2017

Desde hace casi dos años, ‘The Spread’ es la principal guía para la educación sexual de miles de jóvenes en Kenia, un país donde cada año se registran más de 77.000 nuevos casos de VIH

El porno se ha convertido en el profesor de sexo para muchos jóvenes en Kenia. Y no hay peor profesor”. A Karen Kaz Lucas, que ha sido cantante, poeta y actriz, le encanta el porno. “A mí me gusta verlo con mis parejas”, proclama públicamente a través de la radio en Internet. Porque puede ser excitante, pero también deformador para quien no entiende lo que ve. Y en Kenia, pese a ser uno de los países más abiertos de África, el sexo sigue siendo un tabú. Un ejercicio de virilidad masculina. Una obligación conyugal para las mujeres. Alejado de las escuelas por influencia religiosa, miles de jóvenes pagan en forma de VIH y embarazos no deseados la falta de educación sexual.

Entre los encargos de su modesto negocio de moda, sus compromisos con Dios y la vorágine de preguntas de su pequeña de tres años, poco tiempo le queda a Marianne para charlar con sus amigas. Por eso, cuando encuentran un rato no dejan de reír escuchando a Kaz Lucas. No paran de bromear sobre las locuras de una juventud que todavía les pertenece, pero que hace tiempo han tenido que abandonar. “Pensaba que si tenía el hijo se enamoraría más de mí”, cuenta. Ocurrió que el chico se marchó y a Marianne, por entonces solo una chiquilla de 21 años por mucho que los años en este lado del mundo valgan doble, su padre la echó de casa. “Pude volver al cabo de tres meses, gracias a que mi madre le convenció”.

¿Pero qué lleva a una joven estudiante a quedarse embarazada? “Se debe a cómo hemos sido educadas”, interrumpe Mel. Mientras apura un trago de vino blanco, la joven, tres años menor que su amiga, dibuja con sonrisas y aspavientos el relato de género más allá de los barrios altos de Nairobi: el de la Kenia donde el 15% de las mujeres de entre 15 y 19 años ya han dado a luz y un 3% más están embarazadasdonde el matrimonio infantil supera el 25% y la mutilación genital, el 27%.

“Aquí las mujeres parece que solo nacemos para cocinar y limpiar”, traduce la joven empeñada en rebelarse contra una época y una forma anquilosada de entender el mundo. “Si conoces a un chico una noche y te vas con él eres una zorra a ojos de tus amigas. ¿Por qué?”

“Incluso para mí. Yo lo he llegado a decir —de alguna amiga—”, reconoce Marianne, perdida en ese debate interno entre la moral cristiana que su familia le inculca cada domingo y las ganas de mirar la vida con otros ojos.

Pese a la libertad de culto y la convivencia de múltiples creencias, es la comunidad cristiana, mayoritaria en el país, la que conforma las fronteras de la vida pública: la que persigue con cárcel las relaciones homosexuales, la que impide abortar a la víctima de una violación, la que entiende que repartir preservativos incita a la promiscuidad. “La religión juega el mayor papel en la actitud de la sociedad acerca del sexo”, resume Kaz Lucas.

En este estrato de Kenia que es mayoritario pero no único, el sexo está enfocado hacia la procreación: solo el hombre, en el ejercicio de lo que las activistas han bautizado como la «exaltación de la virilidad africana», tiene derecho a disfrutar:

-“Los chicos no nos preguntan qué necesitamos. Si lo pasamos bien o no”.

-“La mayoría además no quieren usar condones”, asegura Mel.

-“Incluso los pinchan”, bromea, entre risas que esconden verdades, su amiga Marianne.

Mel y Marianne son dos jóvenes keniatas que han encontrado en 'The Spread' la respuesta a sus dudas sobre sexo.
Mel y Marianne son dos jóvenes keniatas que han encontrado en ‘The Spread’ la respuesta a sus dudas sobre sexo. PABLO L. OROSA

Criadas en la idea de que “el sexo es una abominación”, muchas chicas llegan a la pubertad sin conocer su cuerpo, sus necesidades, ni cómo hacer frente a una sociedad en la que el hombre siempre va primero. “Muchos jóvenes están teniendo sexo sin saber lo que están haciendo o en lo que se están metiendo porque en sus hogares no se están teniendo estas conversaciones sobre sexo”, advierte Kaz. “Es cierto, nunca hablamos de sexo en casa”, coinciden las dos chicas. Este modelo patriarcal está detrás de las escandalosas cifras de violaciones: el 33% de las niñas en Kenia han sido violadas cuando cumplen los 18 años y el 22% de las chicas entre 15 y 19 años fueron forzadas a tener su primer encuentro sexual También detrás de una pandemia de VIH que multiplica hasta por seis la probabilidad de contraer la enfermedad entre las mujeres menores de 24 años: este colectivo representa ya el 21% de las más de 77.000 nuevas infecciones registradas cada año.

Sexo en positivo

Más allá de la Kenia del libro sagrado existe otro país repleto de americanas de colores, champán caro y ritmos carnales que celebra la vida cada noche en los locales del Westlands de Nairobi. Esta Kenia, con sus locales de ambiente y sus fiestas privadas, sí habla de sexo. De un sexo en positivo. Habla de masturbarse, de condones y de relaciones homosexuales. “Se trata de disfrutar del sexo de manera segura. Mientras sea seguro y consentido, el resto depende de ti. Lo que a ti guste no le tiene por qué gustar a otro”, subraya ‘Kaz’ Lucas.

Fue esta joven artista, quien ya había formado parte de la versión keniana de los Monólogos de la Vagina y participado en un documental sobre mujeres supervivientes, la que decidió llevar esta idea del sexo en positivo al otro lado de la burbuja de lujo de Nairobi. Junto a su compañera Nina Wacera ideó en 2015 The Spread, un programa de radio que aclara dudas sobre salud reproductiva y métodos anticonceptivos al tiempo que reflexiona sobre la monogamia o el sexo después de una ruptura amorosa. “La idea del podcast es que los chicos aprendan a hablar de sexo y también cambiar la mentalidad de los adultos que han sido criados en esa atmósfera en la que el sexo es visto como algo malo”.

El sexo es visto como una abominación en Kenia

Convertida en el foco de todas las miradas mientras disfruta de un café bajo el sol reconfortante de la mañana en una terraza del Arboretum de Nairobi, ‘Kaz’ Lucas mantiene invariable su hoja de ruta: poco importan las críticas, los hombres que se sobrepasan ni las voces que las tachan de lesbianas. Ni siquiera el Gobierno ha logrado silenciar su programa – “amenazaron con cerrarnos, pero no hacíamos nada contra la ley así que no pudieron”-. Su objetivo: «Reintroducir la educación sexual en la escuela”.

“Hay que empezar por enseñarles a conocer su propio cuerpo, llamándolo como corresponde: esto es una vagina, esto un pene”, para después educar a los jóvenes en el sexo seguro. Solo así Kenia podrá frenar la expansión del VIH, una pandemia que afecta a más de 1,5 millones de personas —es el cuarto país del mundo por población afectada— y que está detrás de alrededor del 29% de las muertes anuales de adultos. “La epidemia afecta además a la economía del país reduciendo su producción per cápita un 4,1%”, advierte un informe del Instituto Nacional de Control del Sida (NACC).

Kaz Lucas y Nina Wacera son la voz de este programa radiofónico de educación sexual 'The Spread'.
Kaz Lucas y Nina Wacera son la voz de este programa radiofónico de educación sexual ‘The Spread’. THE SPREAD

Es la educación, continúa Kaz Lucas, el único camino para transformar el país. “Se trata de enseñar a la gente a desaprender las cosas tal y como se las han enseñado”. Hacerles entender que las mujeres también tienen derecho a disfrutar, que no deben abandonar la escuela al quedarse embarazadas y convencerlos del uso de preservativos para prevenir el contagio de enfermedades. Tres ideas que “lo son todo” y que deberían explicarse en casa y en el colegio.

Mientras esto no ocurra, The Spreadcontinuará en la red, bramando contra el silencio, para que chicas como Mel y Marianne encuentren una respuesta a lo que no entienden.

“Cuando mi hija crezca”, asegura Marianne, “tengo una cosa clara: hablaré con ella sobre sexo”.

Fuente:https://elpais.com/elpais/2017/10/20/planeta_futuro/1508507852_127157.html

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