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Colombia: Cursos y certificados de Coursera serán completamente gratuitos por la pandemia

América del sur/Colombia/04 Junio 2020/semana.com

Los estudiantes tendrán acceso a más de 3.800 cursos, 150 proyectos guiados, 400 especializaciones y 11 certificados profesionales de universidades de alta calidad de todo el mundo.

Aunque en algunos países ya se ha comenzado con la reapertura de colegios y universidades bajo estrictas medidas de bioseguridad, datos de la Unesco indican que aún el 70 % de los estudiantes nivel internacional siguen afectados por el cierre de las instituciones debido a la covid.19.

Bajo la incertidumbre de cuándo podrán regresar completamente a las clases presenciales, y ante la cancelación de programas de verano, muchos estudiantes están enfrentando ansiedad por el impacto que una interrupción prolongada en sus estudios. A pesar de este panorama, todo el sector educativo en el mundo coincide en un aspecto, el aprendizaje debe continuar.

Teniendo en cuenta la preocupación de millones de estudiantes, la plataforma de educación virtual, Coursera, anunció que a partir de hoy, los estudiantes universitarios de todo el mundo pueden aprender y obtener certificados de los cursos que allí se ofrecen de forma gratuita.

Los estudiantes que estén cursando actualmente la universidad, un postgrado o que sean recién graduados, solamente necesitan contar con un correo electrónico escolar verificado para inscribirse y obtener acceso gratuito a más de 3.800 cursos, 150 Proyectos Guiados, 400 Programas Especializados y 11 Certificados Profesionales.

La inscripción estará abierta hasta el 31 de julio, sin necesidad de una tarjeta de crédito, y una vez inscritos tendrán hasta el 30 de septiembre de 2020 para completar los programas.

Durante este período, los estudiantes podrán aprender de algunos de los mejores profesores del mundo y obtener credenciales de las universidades con mayor prestigio a nivel internacional, incluyendo la Universidad de Michigan, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Yale, el Tec de Monterrey y la Universidad de Duke.

Los certificados profesionales de algunos de los principales educadores de la industria entre los que se encuentran Google, IBM y SAS ayudarán a los estudiantes a prepararse para el mundo laboral con habilidades de gran demanda.

Los cursos más tomados por los colombianos

  1. Fundamentos de Finanzas Empresariales (Universidad de los Andes)
  2. Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) (Universitat Autònoma de Barcelona)
  3. The Science of Well-Being (Yale University)
  4. Aprendiendo a aprender (Learning How to Learn) (McMaster University, University of California San Diego)
  5. English for Career Development (University of Pennsylvania)
  6. Sexualidad…mucho más que sexo (Universidad de los Andes)
  7. Marketing Verde (Universidad de los Andes)
  8. Bienestar, equidad y derechos humanos (Universidad de los Andes)
  9. Objetivos de desarrollo sostenible para América Latina y el Caribe (Universidad de los Andes)
  10. Fundamentos de la escritura (Tecnológico de Monterrey)

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/cursos-y-certificados-de-coursera-seran-completamente-gratuitos-por-la-pandemia/675568

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Bulos y educación crítica

Por: Leonardo Díaz 

 

En mi artículo de la semana pasada, “Gatopardismo educativo”, me referí al problema de la resistencia a una transformación real de la educación a partir de las posibilidades proporcionadas por la educación virtual.

La transformación no es meramente formal, ni se reduce a la posibilidad de encontrar herramientas más didácticas para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se trata de una oportunidad única de fomentar una educación crítica, un entrenamiento para desarrollar el discernimiento en la era de los bulos, o las noticias falsas que circulan como fidedignas.

Desde la emergencia de las redes sociales, se ha incrementado la velocidad y la cantidad de los bulos hasta formar parte de la circulación informativa cotidiana a nivel global. ¿Cómo discernir la información falsa de la fidedigna, especialmente si la primera se disfraza de la segunda?

El asunto es complejo, porque no existe un conjunto de reglas que puedan aprenderse de manera mecánica para el discernimiento crítico. Ni siquiera las personas entrenadas en lógica y en razonamiento crítico están inmunizadas contra el virus de los patrones de razonamiento incorrectos, los bulos, los sesgos cognitivos, o las falacias.

Por supuesto, lo que sí tienen las personas que poseen el entrenamiento señalado es un mejor posicionamiento para contrarrestar la desinformación, porque sus áreas de especialidad los habitúan a cuestionar, a discernir y analizar las afirmaciones o enunciados.

Los bulos y los patrones de razonamiento incorrecto adquieren muchas formas: un texto académico, una carta, un meme, un video, un documental o una noticia periodística. Y es aquí donde la educación virtual puede ser muy efectiva en desarrollar las capacidades críticas.

El discernimiento crítico se relaciona con hábitos y estos, a su vez, con la práctica, con la exposición frecuente a situaciones que reten a nuestro cerebro.

En esto es semejante a la educación artística.

Imaginen que deseo enseñar a un joven sobre lo que significa el montaje paralelo, un recurso cinematográfico donde se intercalan escenas relacionadas con situaciones distintas que acontecen en momentos y lugares diferentes para producir asociaciones conceptuales en el espectador. Por ejemplo, se muestra una escena donde aparece un banquero negociando con un trabajador, a la que sucede una segunda escena donde un tiburón se abalanza sobre un pez; le sigue una tercera escena donde el banquero hace firmar un contrato al trabajador, y a esta escena, le sigue la imagen de un tiburón devorando a su presa. Al terminar las secuencias, el espectador habrá realizado la asociación que el director de la película ha querido transmitirle: en la sociedad moderna, el banquero es un depredador que se nutre de los trabajadores.

Está claro que el ejemplo anterior puede exponerse de manera verbal o escrita, como lo acabo de realizar. Pero el hecho de que la persona que me escucha o me lea entienda el ejemplo, no lo entrena de manera inmediata para identificar montajes paralelos, ni mucho menos, para captar los significados subyacentes a los mismos en las siguientes películas que vea. Para ello, necesitará entrenamiento práctico, desarrollar hábitos de la mirada. Para incorporar estos hábitos no necesita conferencias sobre cine, requiere ver cine. Leer mucho para dotarse de marcos conceptuales que le posibiliten interpretar lo que ve, pero, sobre todo, entrenar su experiencia visual de tal modo que, con dificultad al comienzo, pero con eficacia y mayor facilidad despueś, identifique el recurso cinematográfico y pueda realizar una lectura plausible del mismo.

Una experiencia similar a la que acabo de describir acontece con la identificación de errores de razonamiento, las falacias y los bulos. El estudiante puede recibir la conferencia de un docente sobre los temas señalados. Pero el aprendizaje real de la identificación de los mismos se adquiere por verse expuesto a ellos, no solo en un texto o en una conferencia, sino también, mirando diversos video clips, comerciales, memes, e informaciones pseudoperiodísticas.

La educación virtual  proporciona la posibilidad de exponer al estudiantado a todas estas situaciones generadas en el mundo virtual. Exponiendo al estudiantado a videos, documentales, programas de influencers en You Tube, memes y películas donde se cometan falacias, sesgos, o se transmitan fake news; y luego, recurriendo a foros de debate e incentivando al estudiantado a realizar videos donde pueda producir situaciones similares a las que está tratando de identificar, el profesorado puede potencializar el discernimiento crítico situacional.

Como puede apreciarse, estamos ante una posibilidad extraordinaria de aprovechar un recurso extraordinario para el cambio de mentalidades. Pocas veces como hoy tiene tanto sentido recuperar el significado etimológico de la palabra crisis, proveniente del griego “κρίση”separar, juzgar. Podemos permitir que la situación educativa continúe empeorando mientras intentamos solucionarla empleando los mismos medios, o empleando nuevos recursos pensando de la misma manera. Pero también, podemos tomar la decisión de precipitar el punto de inflexión que la pandemia y las redes sociales nos proporcionan para que, en vez de mirar del mismo modo en escenarios distintos, observemos de distinta manera en los espacios comunes.

Fuente:     https://acento.com.do/2020/opinion/8822421-bulos-y-educacion-critica/

Imagen: pixabay.com

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Gatopardismo educativo

Por: Leonardo Díaz

La tendencia a anclarnos en nuestras creencias hace difícil el cambio de nuestras perspectivas y esto dificulta aprovechar las oportunidades que pueden presentarse como las que emergen de la crisis actual.

Pensemos en el caso de la educación, donde muchos burócratas, encargados de políticas educativas, autoridades universitarias y profesores se resistían a la educación virtual desde antes de la pandemia. La educación presencial, consistente en cátedras magistrales, es su único referente de la educación posible, su zona de confort epistémico. La pandemia los ha forzado a aceptar a regañadientes otro modelo educativo, pero solo lo ven como el medicamento amargo que se toma por un periodo establecido de tiempo hasta que todo vuelva a la normalidad.

El anclaje es tan poderoso que, aún muchos que supuestamente han asumido el modelo de educación virtual, no comprenden sus supuestos, creyendo realmente en un modelo de educación presencial sincrónico por INTERNET. Cuando las clases no se dan de esta manera, una parte importante de la burocracia educativa, del profesorado y del estudiantado piensan que no se han impartido las clases.

No es casualidad entonces creer que un curso de educación virtual consiste en el monólogo de un profesor por Google Clasroom o Google Meet durante tres horas todas las semanas de un cuatrimestre y no un modelo caracterizado por la flexibilidad y la diversidad de recursos de aprendizaje, los cuales pueden ir desde conectar al estudiantado con la entrevista a un académico de otro país y cultura con una mirada distinta del mundo, pasando por presenciar un video de YOU TUBE que incite a la reflexión, presenciar el conversatorio de un académico en el auditorio de una universidad lejana, o discutir en un foro sobre una situación problemática, entre otras múltiples herramientas.

Todos estos recursos pueden ser usados de modo intercalado en distintos módulos y sobre todo, en las sesiones de clase sincrónicas, porque la actual investigación cognitiva nos enseña que el cerebro humano tiende a perder la atención en una disertación después de una cantidad de minutos muy limitada. Entonces, ¿Por qué seguimos insistiendo en monólogos de tres horas consecutivas como el modelo paradigmático del proceso enseñanza-aprendizaje?

Anclados a este modelo, desaprovechamos las oportunidades que nos proporciona la crisis para transformar la educación y hacerla más acorde con lo que sabemos hoy sobre la naturaleza del cerebro y del aprendizaje. No cambiamos, o asumimos el gatopardismo político como filosofía educativa: «Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie».

Fuente:  https://acento.com.do/2020/opinion/8820061-gatopardismo-educativo/

Imagen:  https://pixabay.com

 

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Panamá: Pandemia muestra las desigualdades del acceso a la educación virtual

Centro América/ Panamá/ 26.05.2020/ Fuente: m.panamaamerica.com.pa.

Ante el inesperado avance del COVID-19 y su contagio a nivel mundial, una de las primeras medidas recae directamente en los salones de clases. 

De un día para otro, los aproximadamente 800,000 estudiantes que hay en Panamá, según datos del Ministerio de Educación, se quedaban en casa.

Y junto a ese cerco educativo surgen dudas, y algunos miedos, sobre cómo dar respuesta a los alumnos y continuar con el proceso de enseñanza – aprendizaje sin su presencia en las aulas.

Resurge el uso de internet como alternativa en las plataformas virtuales a la educación presencial, anunciado por el Ministerio de Educación, credibilidad que durante muchos años se le ha negado como medio de formación pedagógica y tecnológica en el ámbito educativo y cuyo uso se debía limitar a escasas actividades en línea.

El campo del internet abre un sinfín de posibilidades para un desarrollo pleno del proceso educativo de los estudiantes, pero se logrará muy poco, ya que desde 1992 existe una ley 2, que dice en uno de sus artículos que debe enseñarse la informática como una asignatura y además el año pasado, 2019, se objetó la 749, que mejoraba la ley 2.

No se ha prestado atención a la asignatura de informática como materia en los planes de estudioNo existe.

En tales circunstancias del COVID-19, los docentes panameños iniciaron las primeras clases ‘online’, contando con su interés y su creatividad, queriendo hacer las cosas bien, a pesar de que nunca habían trabajado en la docencia con un entorno fuera del presencial.

Ante el cambio de paradigma, anunciado por el Ministerio de Educación, surgen nuevas dudas razonables donde lo académico pasa a un segundo plano y toma importancia las desigualdades que esta nueva crisis está provocando.

Cada centro educativo ha establecido su propio plan de actuación, y que limitan su proceso de adaptación.

Los centros educativos con más recursos logran adaptarse a la nueva crisis y mantener, aunque sea de una manera distinta a la habitual, un ritmo aparente de clases, tareas y exámenes, mientras otros esperan el retorno de clases presenciales, quedándose atrás.

Aparece la primera desigualdad que impide el avance de la misma manera y al mismo ritmo.

¿Qué van a hacer los estudiantes que no tienen acceso a plataformas en línea o internet?

Ante esta realidad, tienen un muro difícil de derribar porque si miramos la situación económica, tecnológica y características individuales, se hace imposible la educación virtual.

No sabemos con estadísticas exactas si los hogares panameños tienen acceso a internet, y se le priva a los más desfavorecidos poder continuar con el aprendizaje curricular.

A nivel tecnológico, no todos los hogares cuentan con computadoras adecuadas o suficientes (muchos tienen una para toda la familia, incluso ninguna), ni con equipos de impresión, escáneres para poder realizar todas las tareas que se pueden exigir.

Se agrava más aún donde no ha existido la enseñanza de la informática en las escuelas, con formación científica y tecnológica, y donde los padres no tienen experiencia alguna para ayudar en casa a sus hijos.

Hay que tener en cuenta que muchos docentes se han tenido que poner al día, en tiempo récord, en el manejo de herramientas educativas para la enseñanza virtual.

La brecha tecnológica se ha hecho más evidente que nunca.

Aun así, podemos encontrar una oportunidad para fomentar la tan deseada y necesaria competencia de aprender a aprender, de ser autónomos en sus tareas y de ser responsables de su propio proceso de aprendizaje.

Y después del virus, ¿qué?

A partir de ahora hay un cambio social y educativo mucho más profundo.

El mundo de la conectividad digital seguirá adquiriendo su posición para no irse de nuestras vidas.

La educación en línea no consiste en adaptar de forma improvisada el contenido educativo a plataformas virtuales para que los alumnos puedan enviar sus tareas y exámenes.

La enseñanza virtual requiere de un conjunto de diseños instruccionales, pedagógicos, de recursos tecnológicos para asegurar que el estudiante esté acompañado en todo su proceso de aprendizaje, que cuente con los apoyos adecuados, con la experiencia y preparación necesarias para ofrecerle recursos de calidad, trabajo en equipo entre docentes y estudiantes con un sólido modelo educativo y pedagógico para que cada familia acepte continuar con el aprendizaje en otro entorno educativo.

Fuente de la noticia: https://m.panamaamerica.com.pa/opinion/pandemia-muestra-las-desigualdades-del-acceso-la-educacion-virtual-1164098

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¿Qué huella psicológica dejará el encierro en los niños?

Por: Semana Educación

Los colegios han empezado la educación virtual, sin embargo esta metodología no termina de funcionar en los más pequeños, que apenas empiezan a interactuar con el mundo y anhelan estar en un parque, jugando con el sol en la cara.

Los primeros días, Martín* —hijo único— supo asimilar que por algún tiempo no volvería a su colegio. Había empezado con entusiasmo en Transición dos meses atrás, había encontrado amigos con los que hablaba de Pokemon, Los Jóvenes Titanes y otras caricaturas de moda. Su padre, enterado por lo que sucedía en otras partes del mundo, le dijo que serían un par de meses de estar en casa jugando, repasando las letras, los números, viendo televisión. El niño ha esperado paciente, pero en los últimos días añora salir, caminar, ver a sus primos, comer helado y entonces hay que repetirle que los científicos aún no han encontrado la vacuna contra el coronavirus.

En el colegio de Martín empezaron las clases hace dos semanas y sus padres creyeron que así recuperaría algo de su rutina, pero todo es distinto. Los profesores suelen conectarse media hora por Microsoft Teams mientras los estudiantes son un murmullo molesto desde cada uno de sus computadores; entonces explican dos o tres cosas y dejan actividades que hay que realizar muy rápido, antes de que empiece la siguiente clase. Los días de Martín pasan entre tareas frente a la pantalla del computador, un poco de juego con sus padres, televisión y videojuegos. Es difícil saber qué huellas le dejará el encierro. Su timidez se ha acentuado, no se anima a hablar durante las clases virtuales y le cuesta expresar sus sentimientos. Además, los profesores suelen recordar solo algunos nombres, o solo interactúan directamente con los más extrovertidos, lo que termina relegando a los diferentes.

Este es un momento en el que los padres deben ser más padres que nunca. El viejo rol del acompañamiento en todo momento, en el que la madre educaba y enseñaba a leer, escribir, sumar y restar, reaparece ya sin el molde machista —en algunos casos— que solo delegaba en la mujer; ahora todo sucede en el hogar: la identificación de letras, el juego, la vida. Pero hay un cambio superior: los padres no están preparados; ahora les toca ser profesores, cocineros y empleados —mientras logran demostrar que aún son importantes en sus empresas—. La realidad encierra a todos en sus propios miedos: el miedo de los adultos a no encontrar trabajo después de haberlo perdido, o el miedo a perderlo; y por otro lado está el miedo de los niños a no salir a jugar nuevamente, a perderse el mundo porque el corrían.

Parece un chiste todo esto, piensa el padre de Martín, porque justo esta es la generación que más parece aborrecer a los niños: los ven como un estorbo para cumplir metas y sueños, un estorbo para ser más productivos, los equiparan a las mascotas a las que llaman hijos, se quejan en redes sociales cuando en el cine, en un avión o en el transporte público están al lado de un niñito que pregunta o lloriquea o babea. Ahora esos niños —han dicho medios, presidentes, científicos, comentadores de todas las horas— son transmisores letales del coronavirus, supuestamente pocas veces enferman y por eso mismo pueden ser fatales para los demás: para los productivos. Pero nada de eso está comprobado, nada de eso es una certeza.

La madre de Martín ha recordado un personaje de Ciudad de Cristal, la novela de Paul Auster, en que un hombre habla como un robot, no tiene sentimientos definidos, parece un androide de los últimos tiempos. Ese hombre fue encerrado desde pequeño por alguien que quiso comprobar cómo surgía el lenguaje en un incomunicado, quien solo interactuara con el mundo por la experiencia. La madre ha temido el encierro de su hijo y de los niños, nadie sabe muy bien qué huella quedará.

Por ahora, los expertos recomiendan que a los niños se les debe mantener una rutina de horarios establecidos “para levantarse, desayunar, tomar sus clases, acostarse, así como tiempo de esparcimiento, ocio y de compartir en familia, comunicarse con sus amiguitos, vecinos o familiares que están lejanos, igualmente es importante que los niños participen en las actividades de la vida diaria en casa, colaboren en actividades de organización, aseo tengan pequeñas responsabilidades en casa según sus edades”, dicen desde el Centro Terapéutico Aprehender, de Bucaramanga.

Pero no es tan fácil mantener ese orden cuando los padres tienen varias reuniones digitales al día, entregan informes y también lidian el encierro. Muchos han tenido que ceder a las pantallas: que los hijos vean Netflix y YouTube más horas de lo acostumbrado, justo lo que desde el Centro recomiendan controlar: “Se sugiere combinar el uso de las pantallas con juegos creativos que puedan realizar solos o en compañía. Es necesario en familia hacer actividades que nos produzcan alegría como cantar, bailar, disfrazarse, hacer retos, circuitos motores, yoga o meditación”. Además, es raro, pero algunos padres dicen que son incapaces del juego creativo en el que se sumergen en roles e imitan la voz de juguetes nacidos en la imaginación de algún japonés; nunca entretener fue tan difícil.

Todo ha terminado en un giro de tuerca: los padres ahora demandan ayuda de los psicólogos, pues no sabían que era tan difícil mantener a los niños concentrados en el aprendizaje “Los padres nos han solicitado mayormente orientación y apoyo frente al manejo de procesos atencionales durante las clases virtuales, control de la inquietud motora, regulación, comportamiento y el seguimiento de instrucciones. Por esto, ofrecemos teleterapia y orientación a padres con estrategias directas frente a las necesidades puntuales del niño, lo cual implica un análisis de la actividad que desarrolla el niño, las exigencias de la misma, los estímulos que le está ofreciendo esta actividad y las características particulares del niño y su entorno, con el fin de realizar los ajustes necesarios”.

Pero este puede ser el panorama más benévolo: padres con algún acomodamiento —clase media que aún conserva su trabajo— que no encuentran tiempo para dedicarle a sus hijos y que por otro lado ven el fracaso de la educación virtual. Hay otras familias que mientras entretienen a sus hijos, buscan la manera de darles de comer.

Maryi —una mujer con dos hijas de 7 y 5 años— vive en el barrio Manrique de Medellín y ha tenido días en que se inventa juegos para que sus niñas olviden que tienen hambre. Los últimos días han sido más fáciles porque ha recibido ayudas de familiares y de la Alcaldía de Medellín, pero no deja de pensar que su marido no encuentra trabajos en construcción, porque aunque algunas empresas iniciaron labores, a él no lo han llamado. No le queda mucho tiempo para pensar en la educación, solo quiere que sus niñas jueguen, se entretengan. Por suerte, dice, son dos y pueden jugar la una con la otra. Además, han contado con el acompañamiento psicológico de la Fundación Carla Cristina, que acompaña a 2.260 familias de los estratos uno y dos que tienen niños menores de 5 años en Medellín.

“Hemos alcanzando una comunicación efectiva con el 97 por ciento de familias a través de diferentes medios (chat, llamada telefónica, correo electrónico). Por otro lado encontramos un 2% de familias que debido a diferentes barreras, como falta de teléfono e internet, no ha sido posible establecer contacto, pero son familias con las que se han llevado a cabo otras estrategias no virtuales o tecnológicas para orientar y acompañar el proceso como la entrega física de un plan de experiencias para desarrollar en el hogar con los niños, resultando solo un 1 por ciento de las familias que se han mostrado reacias a recibir el acompañamiento aludiendo diferentes razones.  En consecuencia, el reto de los diferentes profesionales de la Fundación Carla Cristina se enfoca no solo en potenciar el desarrollo de los niños y fortalecer su vínculo con los adultos significativos, también significa pensar y llevar a cabo estrategias que mantengan a las familias motivadas y activas en el proceso”.

Justo mientras en los estratos cuatro y cinco hay miedo por las huellas psicológicas que el encierro dejará en los niños, en los estratos uno y dos el miedo está en dejar de comer, en ver a los niños en enfermar por problemas de nutrición, por esto la Fundación entrega asistencia alimentaria con ayuda de entidades aliadas, pues se han encontrado que el 8 por ciento de los niños que atienden en los barrios más pobres de Medellín tienen desnutrición aguda o riesgo nutricional por déficit.

Esta semana empiezan a salir los niños mayores de 6 tres veces a la semana, parece una medida de misericordia por parte de la Presidencia, que no se ha encargado enteramente de los niños en estas semanas. No hay un estudio serio que diga cuáles son las consecuencias que el encierro tendrá en ellos, mientras tanto los padres tratan de encontrar una manera de entretenerlos, de darles alimento, de hacerlos olvidar que afuera el sol aún brilla.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/consecuencias-del-encierro-en-los-ninos-durante-cuarentena-por-coronavirus/669718

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Educación virtual se extendería por un año: MinEducación de Colombia

Redacción: MSN

La ministra participó en la Comisión III del Senado, en la que recibió reparos y propuestas para los estudiantes.

La ministra de Educación María Victoria Angulo afirmó este martes que el Gobierno Nacional prepara directriz las clases virtuales que se extenderían por un año

Así lo señaló ante la Comisión Tercera del Senado en donde aseguró que hoy que el sistema educativo se tiene que preparar para todo un año de estudio en casa.

“Dependerá de la fecha en la que el Ministerio de Salud indique en la que se pueda generar esquemas de reencuentro en las aulas. Habrá momentos presenciales, según sea la dinámica de la pandemia en las regiones, pero seguirán estando las herramientas virtuales, radio y televisión para la formación”, manifestó la ministra Angulo.

Por lo que indicó que espera que la próxima semana esté listo el protocolo para realizar dichas clases para implementar en todas las regiones del país, teniendo en cuenta las ordenes que dé el ministerio de Salud para el regreso a los colegios.

Aseguró que para las clases virtuales se han girado, junto a ministerio de las TIC, $93 mil millones durante el proceso y el Ministerio está sacando un anexo para dar más flexibilidad al uso de este dinero para poder atender la compra de plan de datos y de algunos equipos, así como apoyar la dinámica en espacios de conectividad.

“Son 291 municipios con 750 sedes educativas que permitirá beneficiar a 79.345 estudiantes y 4 mil docentes”, dijo sobre el programa del Gobierno Nacional ‘Computadores para educar’ que ya está comenzando su distribución.

Alivios económicos para los estudiantes

Asimismo, los senadores solicitaron una serie de alivio financiero para los estudiantes que hacen parte del ICETEX. Por su parte, Gustavo Bolívar hizo una serie de reparos a la entidad señalando que esta no ha brindado los suficientes apoyos.

“Tienen cuatro veces más rentabilidad que los bancos. Es una entidad muy bien manejada desde el punto de vista financiero, pero totalmente desalmada en lo humano”, indicó.

Asimismo, el senador Richard Aguilar propuso a la ministra de Educación, María Victoria Angulo, y al director del ICETEX, Manuel Acevedo Jaramillo, los siguientes puntos para ayudar a los estudiantes durante la crisis del coronavirus para los distintos estratos.

  • Financiar semestre de 250mil estudiantes estratos 1 y 2.
  • Destinar $100 mil millones para financiar un % del semestre de 150mil estudiantes estrato 3.
  • Destinar $50mil millones para financiar % del semestre de 100mil estudiantes  de estrato 4.

Fuente: https://www.msn.com/es-co/noticias/colombia/educaci%C3%B3n-virtual-se-extender%C3%ADa-por-un-a%C3%B1o-mineducaci%C3%B3n/ar-BB13H4jG

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Enfoques cooperativos; Hoy: La pedagogía cooperativa escolar y universitaria no están confinadas, están activas.

En la era del coronavirus la desigualdad neutraliza la posibilidad de aprender de los educandos, entonces, todo sigue igual o peor, surgió, la brecha digital”

Por: José Yorg, el cooperario

“El niño, guiado por un maestro interior trabaja infatigablemente con alegría para construir al hombre. Nosotros educadores, solo podemos ayudar… Así daremos testimonio del nacimiento del hombre nuevo”. María Montessori

“El problema de la enseñanza no puede ser bien comprendido en nuestro tiempo, si no es considerado como un problema económico y como un problema social. El error de muchos reformadores ha estado en su método abstractamente idealista, en su doctrina exclusivamente pedagógica. Sus proyectos han ignorado el íntimo engranaje que hay entre la economía y la enseñanza y han pretendido modificar ésta, sin conocer las leyes de aquélla. Por ende, no han acertado a reformar nada sino en la medida que las menospreciadas, o simplemente ignoradas leyes económico-sociales, les han consentido.” José Carlos Mariátegui

Queremos que las pedagogías estén siempre en acción social porque la tecnología, la educación a distancia evidenció también las grandes diferencias de posibilidades: La desigualdad  neutraliza la posibilidad de aprender de los educandos, entonces, todo sigue igual o peor, surgió, la brecha digital.

La cuestión pedagógica en contexto de la pandemia trajo aparejada, entre muchas cosas,  el proceso de aprender y des-aprender para los docentes, educandos y padres, todos,  a arreglarnos como podamos, sin embargo, aprendimos, erramos y superamos.

Hoy, en esta fecha de lo recorrido en este proceso educativo a distancia, está más claro, y entonces se empiezan a abrir posibilidades, pero surgen otros interrogantes, otras inquietudes.

Ya nos habíamos pronunciado sobre estas cuestiones técnicas de contacto y vínculo con los educandos y de ellos hacia nosotros, en ese recorrido aprendimos, lo repetimos, porque somos motivados/as a repensar la educación digitalizada en el marco de la pandemia.

TECNICOOP, como organización cooperativa, orientada a contribuir-modestamente, claro-con el mejoramiento humano a partir de la pedagogía cooperativa, saber que compartimos socialmente, este medio periodístico es un gran aliado estratégico de esa noble tarea.

En verdad, las aportaciones y los debates que llevamos adelante los docentes en las redes sociales de todo el mundo nos enriquecen, sin embargo, surge con claridad el deseo común, de los docentes, de que los organismo oficiales educativos acompañen y apoyen estos esfuerzos, es imperativo construir canales de intercambio y que se acopien esas experiencias.

¿Quiénes o qué organismo oficial se encarga de colectar, seleccionar y sistematizar estas experiencias educativas?

De nuestra parte,  logramos construir escenarios educativos cooperativos digitales y logramos presencia de esta modalidad pedagógica, pero sobre todo, comprendimos muy profundamente que la educación virtual no debe despojarnos del calor humano, al contrario, ello implica encuentro, vínculo, diálogo y eso es vital.

Pedagogía cooperativa abierta al mundo

Entonces, la educación cooperativa escolar y universitaria, en modo alguno están confinadas, están activas y abiertas al mundo gracias a las tecnologías, y en caso especial, a la plataforma educativa Magnaplus.

Ponemos énfasis al decir que la sociedad civil, el pueblo, las personalidades, las organizaciones libres del pueblo, deberían encontrar espacios de participación que les permitan expandir sus virtudes y de tal modo fortalecer la democracia educativa.

Podemos, entonces, exclamar a los cuatros vientos que la pedagogía cooperativa escolar y universitaria no están confinadas, están activas, están en proceso de avance porque los docentes cooperativos asumimos plenamente que nuestra responsabilidad se agiganta.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!           

Fuente: Enviado por el autor a OVE

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