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La conciencia moral del niño

Europa/España/Fuente:http://infocatolica.com/

Por: Pedro Trevijano.

La niñez es por tanto una etapa de preparación lenta y progresiva hacia la maduración de la conciencia moral. Hay que ir educando al niño en el ejercicio de su libertad cristiana.

No hay que pensar que el recién nacido carece totalmente de conciencia personal, aunque hasta después de los dos años parece más sensible a la presencia e imitación de los demás que a la afirmación de sí mismo. Hasta los tres años, más o menos, la moralidad existe casi exclusivamente en forma de imposiciones negativas por parte de los adultos, que van creando una serie de reflejos condicionados en el niño, aunque poco a poco empieza a darse cuenta él mismo de que hace el mal.

El ser humano es esencialmente un ser a educar. Lo que ha recibido en su herencia biológica no le prepara inmediatamente para sus tareas específicamente humanas. Necesitamos muchos años de aprendizaje, siéndonos necesarios unos educadores que sepan sacar a la luz nuestras potencialidades para que lleguemos así a nuestra madurez. Podemos, por tanto, bajo ciertas condiciones, inmiscuirnos en la personalidad que se desarrolla para configu­rarla de manera determinada. En el período de educación es, incluso, necesario hacerlo.

El niño es bueno y malo al mismo tiempo. Todos sabemos que el niño es un ser profundamente egoísta y que reacciona, actúa y se comporta impulsado por las necesidades cercanas que busca satisfacer; necesita por supuesto ser educado, especialmente en lo que se considera bueno y positivo, como los valores religiosos y morales, a los que, por cierto, es bastante receptivo. Dejar al niño en una situación neutra, para que opte luego con mayor libertad, es una idiotez semejante al que no lleva al niño a la escuela a fin que pueda escoger libremente su futuro, ya que lo único que se consigue es cerrar puertas a su libertad. La educación no es posible sin una dosis de sacrificio, pero para aceptar éste el niño necesita encontrar una acogida benévola que lo llene de cariño y seguri­dad, siendo la ausencia de cariño un obstáculo muy grave para su evolución y desarrollo.

La educación familiar debe llevar al niño, naturalmente indisciplinado, al dominio de sí, que es la condición de la libertad e independencia personal. La obediencia a los padres debe permitir al niño hacer triunfar poco a poco su razón sobre sus pulsiones instintivas, pues el niño conoce sus primeros deberes a consecuencia de la presión moral de los adultos. Por eso lo que hay que hacer es encauzar sus cosas buenas y evitar al mismo tiempo sus posibles desviaciones. Aprende a base de premios y castigos lo que puede y no puede hacer, debiéndose evitar los extremos de un exceso de castigos que le amedrentarían e inhibirían, y de una excesiva benevolencia, que no haría consciente al niño de los límites de su libertad ni de los derechos de los demás.

La educación de la conciencia infantil ha de ser explícita­mente religiosa. Tan pronto como el niño sea capaz hay que hablarle de la voluntad de Dios, que es verdaderamente Padre, de la amistad con Jesús, de la necesidad de vivir y crecer en edad, sabiduría y gracia (Lc 1,40 y 52). Su conciencia moral es una conciencia incipiente y frágil, caracterizada por el predominio del objeto sobre el sujeto e instalada en el momento presente. Pero el niño que no se forme en esta conciencia realista y heterónoma propia de la infancia, no logrará llegar a la verdadera autonomía propia de la edad adulta.

Ya desde los dos años los niños saben que deben obedecer a su madre y que eso es bueno, apareciendo a los cinco años el legalismo objetivo o realismo moral, en el que las normas se juzgan como absolutas y sin excepciones y su violación con igual absolutez, no apreciándose todavía el valor de la intención. En pocas palabras la moralidad de la primera niñez es extrínseca, simplista y totalmente orientada por la autoridad de los padres.

Entre los siete y los nueve años los niños van adquiriendo la disciplina del trabajo intelectual y son bastante dóciles, por lo que a esta edad se le llama también edad de la obediencia. Desde los siete años conocen relativamente bien sus responsabili­dades y a los nueve fácilmente tienen remordimientos de sus malas acciones, aunque sus pecados son simplementepecadillos, por no haber suficiente conocimiento, advertencia y consentimiento para el pecado grave, que tampoco parece puede darse en la época posterior entre los nueve y los doce años. En esta época posterior la intención del que actúa va asumiendo su lugar apropiado en contraste con la anterior manera objetivista. Se supera la primitiva moralidad que confundía lo bueno y lo malo con lo mandado y prohibido y aparecen el Bien y el Mal como entidades independientes, siendo en esta época cuando el niño aprende a autojuzgarse y a preguntar por su conciencia.

La pedagogía moral debe tratar de pasar poco a poco de una protección absoluta al recién nacido a una autonomía cada vez más plena que hay que conceder al joven, al traspasar el umbral de la edad adulta. La educación ha de formar la personalidad y hacer del individuo un ser inteligente y libre, capaz de dirigirse por sí mismo, suscitando un sujeto consciente y responsable. Además ha de integrar al educando en el proceso de transformación de su región, de su país, de su continente, preparándole para ejercer una función crítica con vistas a la creación de una sociedad más justa y más fraternal, no existiendo una acción pedagógica no directiva y totalmente libre. La cuestión no es la de influir o no, sino cómo influir y en qué dirección hacerlo.

La conciencia propia y auténtica no nace instantáneamente en el ser humano, sino que necesita preparación tanteos, crecimiento, ayuda, elementos exteriores que la iluminen y guíen, pero todo en vistas a desarrollar su innata capacidad personal de autodeterminación y a consolidarla en la práctica firme del bien. Podemos decir que si la noción objetiva de responsabilidad y la noción subjetiva no constituyen propiamente dos estadios sucesivos, responden sin embargo a dos procesos distintos, de los que uno suele preceder al otro, aunque ambos se encuentran involucra­dos en la evolución moral del niño por un sincronismo parcial.

La niñez es por tanto una etapa de preparación lenta y progresiva hacia la maduración de la conciencia moral. Hay que ir educando al niño en el ejercicio de su libertad cristiana enseñándole el sentido del pecado y sobre todo del perdón de un Dios que ama y es misericordioso. Estas primeras experiencias de perdón suelen ser determinantes en su vida, dejándole un poso que aunque se aleje durante años le hará más fácil la vuelta, aunque sólo cuando el ser humano deja de ser niño y toma plena concien­cia de su existencia tanto a nivel de sexualidad como de persona integral, sólo entonces podemos llegar a ser nosotros mismos y decidir qué hacemos con nuestra existencia. Es a partir de ese momento cuando se hace posible la opciónfundamental, que no sólo es posible, sino también necesaria. De un modo explícito o, por lo menos, implícito, el hombre consciente y responsable tiene que decidir lo que va a hacer en la vida y, sobre todo, lo que va a ser.

Fuente: http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=26961

Imagen: http://gerant05.files.wordpress.com/2011/09/nincc83o-pensando.jpg

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Escocia: Consejos advierten sobre las reformas escolares precipitadas.

Consejos han advertido John Swinney que «precipitadas» cambios en el sistema educativo del país «podría hacer un daño irreparable para las generaciones futuras».

Europa/Escocia/14.06.2016/Autor y Fuente:http://www.bbc.com/

El órgano de gobierno local Cosla instó a la secretaria de educación a «proceder con cautela».Llegó antes de la cumbre del miércoles gobierno escocés sobre la reforma escolar y elevar el logro.El SNP ha dicho que quiere «animar a grupos de escuelas y crear nuevas regiones educativas».

Su manifiesto por la reciente elección de Holyrood también se comprometió a «extender a responsabilidades de las escuelas individuales que actualmente se sientan exclusivamente con las autoridades locales, asignar más recursos directamente a los directores y permitirles tomar decisiones en base a las circunstancias locales».

La portavoz de la educación cosla, consejero Stephanie Primrose, defendió el servicio de la educación entregada por los consejos.

Generaciones Futuras:

Ella dijo: «El objetivo del gobierno central, los gobiernos locales y todos aquellos que tengan un interés en los jóvenes es el mismo, todos tenemos aspiraciones similares, todos queremos que tengan éxito.

«Hay muchas cosas que se celebra dentro del sistema educativo escocés y proceder de una manera precipitada podría hacer un daño irreparable para las generaciones futuras.»

Ella dijo que las autoridades locales de Escocia estaban dispuestos a hacer su parte para hacer frente al «margen de mejora en el sistema» y advirtieron en contra de tratar «cualquier aspecto del desarrollo del niño en forma aislada».

Y agregó: «En este momento, si un niño necesita ayuda adicional, el consejo está ahí para ellos con todos los servicios y la experiencia que se requiere para hacer una diferencia real.

«Vamos a mejorar los logros de los niños en la pobreza sólo mediante el apoyo a toda la familia.

«Consejos están colocados de manera exclusiva y para apoyar a todas las necesidades del niño, debido, en gran parte, a la experiencia y profesionalismo de todos sus empleados que marcan la diferencia para las familias todos los días.»

La mejor oportunidad posible:

Sr. Swinney dijo que el gobierno escocés está «comprometida a trabajar con socios en todos los ámbitos y basándose en su experiencia para dar a los niños de Escocia la mejor oportunidad posible en la vida».

Y añadió: «Damos la bienvenida al reconocimiento por parte de Cosla que hay margen de mejora en el sistema y estamos dibujando a partir del conocimiento de los profesores, alumnos, autoridades locales, expertos en educación, líderes políticos y otros para ver cómo podemos avanzar juntos .

«La cumbre también analizará cómo podemos colaborar con las comunidades y trabajar con los padres, grupos comunitarios y otros hacia el objetivo común de incrementar los resultados y cerrar la brecha de logros relacionados con la pobreza.

«Debemos ir más lejos y más rápido para hacer el progreso sustancial que se requiere en esta legislatura para poner en práctica el mandato recibido del gobierno en la elección.»

Sr. Swinney se comprometió en el fin de semana para reducir las carga de trabajo de los docentes después de la enseñanza sindicato más grande del país, el EIA,se acerco un paso mas cerca de la huelga sobre cambios en el sistema de examen del país.

Fuente: http://www.bbc.com/news/uk-scotland-scotland-politics-36517720

Imagen:

http://ichef-1.bbci.co.uk/news/660/cpsprodpb/8DDC/production/_89961363_schoolgirlsthinkstock.jpg

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Entrevista a Carmen Pérez Saussol: “Es posible educar sin gritar”

12 Junio 2016/Fuente y Autor: Educaciontrespuntocero

Una filosofía de la educación basada en el sentido común, aportando la fuerza y energía necesarias para educar a nuestros hijos sin perder la sonrisa. Este es el mensaje que la psicóloga Carmen Pérez Saussol, con formación en psicología clínica y educativa, propone en su obra ‘Educar con una sonrisa’.

Según su experiencia, ¿la manera en la que educamos a nuestros hijos ha cambiado respecto a cómo lo hacían nuestros padres y abuelos?

La forma de educar a nuestros hijos claro que ha cambiado, la sociedad es distinta y con ella la manera en la que nos relacionamos con ellos. Han variado en gran medida los valores, los principios que nos rodean y la forma en la que imponemos los límites. Actualmente la mayoría de las familias nos organizamos de manera diferente a como lo hacían nuestros padres o abuelos, existe otra forma de relacionarnos, realizamos otro tipo de actividades y aprendemos de forma distinta, pero esto no significa que sea ni mejor ni peor, simplemente es diferente. Muchos padres echan de menos que los niños de hoy en día tengan un mayor respeto por los mayores, sean más solidarios, trabajadores o estén más motivados por el aprendizaje, pero esa falta de valores no está en todos los hogares así que no podemos generalizar. Los educadores deberíamos contar con una filosofía de la educación incluso antes de ser padres, pues así nos aseguraríamos haber reflexionado sobre el tipo de enseñanzas, valores, principios y límites que queremos trasmitir a nuestros futuros hijos.

¿Cuáles son las principales dudas y miedos que manifiestan los padres a la hora educar a sus hijos?

Estas dudas están relacionadas con las redes sociales, el fracaso escolar, el consumo de drogas y el bullying. En el caso de las redes sociales existe una parte de información reservada a su intimidad que debemos respetar, pero la supervisión y el seguimiento son necesarios, conocer claves, poner horarios y limitar accesos. Mientras, en relación al fracaso escolar, hay saber que detrás de un bajo rendimiento intelectual se esconde la causa que lo está provocando y su detección es necesaria para resolver el problema. Un buen psicodiagnóstico revelará si la dificultad es provocada por un déficit de atención, falta de base, baja motivación, problemas en la lectoescritura, dificultades personales o una baja capacidad intelectual, y así poder intervenir lo más rápido posible. En el tema drogas, es importante actuar desde la primera sospecha y si se intuye algún problema acudir a un especialista.

Ante el bullying, lo primero es observar a nuestros hijos frecuentemente para detectar si están contentos. Tanto los niños como los adolescentes deben ir tranquilos al colegio.

En el momento en que muestran reticencia a ir a clase o salir a la calle, describen continuos dolores de cabeza o de barriga, vomitan de forma continuada o se observan cambios de comportamiento, debemos estar alerta. Cuando un menor recibe malos tratos por parte de sus iguales, estos provocan importantes problemas en su estructura de personalidad (miedos, inseguridades, baja autoestima, problemas de relación… ).

¿Son necesarios los límites en la educación?, ¿cuáles son y cómo se pueden aplicar de forma adecuada?

Los límites son necesarios e imprescindibles. Cuando un niño actúa de una manera que no beneficia su estado de salud -y que por tanto conlleva peligro-los adultos debemos enseñarle la forma adecuada de actuar, ya que nuestras orientaciones harán que consiga sus objetivos sin dañar su persona. Enseñar  a nuestros hijos lo que es adecuado y lo que no lo es forma parte de nuestra labor como educadores, y enseñarles también a ‘limitarse’ es algo que les beneficiará de por vida. Considero que los conflictos que surgen en torno a este tema se encuentran en la palabra límite, pues está vinculada a castigo, represión o autoritarismo, y esto ha hecho mucho daño. Cuando marcamos un límite a un niño le estamos enseñando a dosificar sus fuerzas, sus descansos, a planificarse, a organizar sus recursos, a conocerse…  Los padres guiamos las conductas de nuestros hijos para favorecer su crecimiento, no para molestar. Pero para limitar de una forma adecuada es fundamental tener despierto el sentido común. La fuerza física no es aceptable en una educación adecuada.

En su libro habla sobre aquellas herramientas que ayudan a resolver dificultades relacionadas con problemas de comportamiento, adolescencia, alimentación… ¿En qué consisten estas herramientas?

Partimos de la base de que cada niño es único. Nacemos con una carga genética particular, vivimos experiencias afectivas y relacionales que nada tienen que ver con aquellas que experimentan otras personas, por tanto es ridículo pesar que hay recetas únicas para cada problema. Si aplicamos el sentido común, al que tanto hago referencia, y tenemos en cuenta que cada niño, cada padre y cada madre y cada contexto son diferentes, tendremos la respuesta a porqué hay casos en los que una intervención determinada funciona y otros en los que no. Herramientas son estrategias, soluciones que proponemos, alternativas de comportamiento, trucos, cambios de perspectiva o de pensamiento que proponemos para resolver posibles dificultades que podemos encontrarnos en nuestra labor como padres.

¿Es posible educar con una sonrisa permanente?

Estar con una sonrisa permanentemente por supuesto que no, pero una filosofía de la educación donde el buen humor y el optimismo estén presentes claro que puede acompañar nuestras actuaciones. Ojala fuésemos conscientes de la importancia que tiene contar con un modelo educativo ’sonriente’ que guíe la forma de intervención con nuestros hijos y nos ayude a marcar los límites. Tener presente qué versión de padre o de madre quiero ser, como ya indiqué anteriormente, nos ayudará a retomarnos en los momentos de tensión e incertidumbre. Pero si su pregunta es si se puede educar sin gritar o sin gruñir, yo digo que sí es posible.

Fuente de la entrevista: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/carmen-perez-saussol-educar-sin-gritar/32824.html

Fuente de la imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2016/02/carmen-p%C3%A9rez-saussol-500×333.jpg

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Botswana: Parents, teachers partnership essential for learning

África/Botswana/03 Junio 2016/Fuente: Dailynews/Autor: Booster Mogapi

Resumen:El Viceministro de Educación y Desarrollo de Habilidades Sr. Fidelis Molao ha implorado a los padres a participar en la educación de sus hijos. Durante una reunión en Mochudi, el Sr. Molao dijo que la educación era una olla de tres patas que requieren esfuerzos concertados de todas las partes interesadas, incluyendo al niño, los padres y maestros para obtener mejores resultados en el rendimiento académico.

Mochudi — The Assistant Minister of Education and Skills Development Mr Fidelis Molao has implored parents to take part in their children’s education.

Speaking during a kgotla meeting in Mochudi on Wednesday, Mr Molao said education was a three legged pot that needed concerted efforts from all stakeholders including the child, parent and teacher for better results in academic performance.

He said his ministry was worried about the low performance results in schools and they had found out that it was mainly due to lack of participation by parents in their children’s education.

The Assistant Minister said drugs and substance abuse continue to have a major impact on students’ performance.

He advised parents to always check their children’s bags to find out what they have inside because some of them do drugs.

Mr Molao further said children usually took advantage of parents who neglected their studies.

Mr Molao also urged parents to check their children’s school work so that the child got used to being checked on hence they get serious with their school work.

He said parents should visit schools and meet with teachers to see how they could help and address the needs of their children.

The Assistant Minister further said his ministry was challenged with shortage of resources which had to be distributed among the departments in the ministry.

Mr Molao said they are taking care of 626 000 students in government schools with the highest number at primary school level standing at 418 000 with each student costing around P3970 per year, junior school level 119512 with each student costing P17 342 per year and senior school level at 53000, each student costing P17 278 per year.

He added that a university or college student costs government P64 000 per year and those doing medicine cost P80 000 per student per year.

The Assistant Minister said the money went into the school materials, food and others that were needed for school administration.

He said «this shows how much government spends on students and how expensive it is hence they must take their education very seriously.»

Mr Molao emphasised how important it was for parents to take part in their child’s education because if students failed they would have wasted government money and parents would now be forced to pay for them to progress in their education.

Fuente de la noticia:http://www.dailynews.gov.bw/news-details.php?nid=28799

Fuente de la imagen:http://www.edutopia.org/sites/default/files/styles/latest_recommended_image/public/cover_media/heick-19quesaskchildstchr-redux.jpg?itok=dWFgcmw4

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Javier Urra: “La violencia de género va a más; no es una opinión, es un diagnóstico”

ENTREVISTA | Diario.es

Javier Urra, Psilólogo forense

iaAna Mato, la mujer de Urdangarían o Ferrusola. ¿Dónde está la sociedad de mujeres para decir que esas no las representan?», censura el exdefensor del Menor y psicólogo forense, Javier Urra

«Lo que no se puede hacer es crear unas expectativas que no se pueden cumplir. No puedes educar a tu hijo en el concepto del amor Disney, felices para siempre», apunta

«Yo lo llamo sanciones y sí, por supuesto, la sanción es parte de la educación. Las normas sociales tienen un componente pedagógico», defiende Urra

A Javier Urra (Estella, 1957) se le conoce sobre todo por su etapa al frente del Defensor del Menor, pero es psícólogo forense de la Fiscalía de los juzgados de menores de Madrid en excedencia y actualmente lidera un amplio equipo de especialistas que trabaja con jóvenes agresivos con sus padres. Recientemente ha pronunciado una conferencia en el Parlamento de Navarra en la que recomendaba educar a los niños en la frustración. Aquí lo explica.

El mundo no es Disney. Es una advertencia suya. ¿A quién va dirigida?

 Hay muchos padres que piensan que el mundo es Disney, que le piden a la vida lo que la vida no puede dar. Por supuesto, hay gente que está viviendo situaciones terribles, desahucios, pobreza extrema, exclusión social. La vida no es justa, así que pongámonos a hacer cosas. Lo que no se puede hacer es crear unas expectativas que no se pueden cumplir. No puedes educar a tu hijo en el concepto del amor Disney, felices para siempre. ¿Qué pasará con él si un día su relación se rompe ¿Cómo podrá seguir adelante? Hay que ser realista, aprender a disfrutar de las cosas más insignificantes y a afrontar el dolor, porque la vida está llena de ambos.

¿Cómo prescindir de modelos tan presentes en la sociedad?

Ahora hemos abierto la piscina en el centro. Las chicas, jovencísimas y monísimas en la mayoría, vienen rechistando: “Urra, no quiero ir a la piscina”. Tengo cartucheras, tengo pelos, tengo estrías… Esto es un verdadero problema en nuestra sociedad. No estamos avanzando nada en esto. Y no me refiero solo al aspecto físico. Lo que quiero decir es que, después de tanto tiempo, ¿cuántos alumnos varones tiene la Escuela de Enfermería de Navarra? Poquísimos. ¿Cuántos profesores varones trabajan en el ciclo de educación de cero a tres? Poquísimos. Seguimos teniendo una sociedad en la que la mujer educa más y la mujer se ocupa más del dependiente, por poner dos ejemplos. La mujer ha dado un giro, porque trabaja fuera de casa y es más independiente, pero no ha dejado de ejercer el papel tradicional, ahora abarca los dos ámbitos, se desdobla, hace el doble. ¿Por qué? Porque en este país la mujer aún no ha hecho una verdadera revolución. Y las jóvenes están viviendo esa dualidad, siguen esclavas del modelo físico imperante y aspiran al mismo tiempo a ser mujeres libres e independientes. Pero tampoco es fácil para ellas encontrar un modelo social que cumpla esos parámetros.

¿En quién está pensando?

Podemos dar varios nombres: Ana Mato, que baja un día al garaje de casa, se encuentra un Jaguar allí y ni se da cuenta. La mujer de Urdangarín, que firmaba todo lo que le ponían y no se enteraba de nada. O la Ferrusola, que a mí me tiene enamorado, que su hijo compraba Ferraris a plazos y ella dice que no tienen ni cinco. ¿Pero dónde está esa sociedad de mujeres para decir que estas señoras no las representan? ¿Cómo aguantan la sociedad de mujeres sin explotar contra estos mensajes?

¿Quiere decir que la propia mujer es corresponsable de la existencia del machismo?

En parte, sí. A la mujer le falta el último paso de su revolución. Existe una gran lucha de poder entre hombres y mujeres, también entre los jóvenes. A veces, las mujeres son profundamente agresivas en lo verbal y los hombres son profundamente agresivos en lo físico. Y esto no se está corrigiendo. La violencia de género entre los jóvenes va a mas. Y esto no es una opinión, es un diagnóstico.

¿Cuáles son las causas?

Varias. Para empezar, ha desaparecido el inhibidor que era el pecado. La sensación de culpa se ha diluido, lo cual no está ni bien ni mal, salvo porque tienes que tener otros complementos, llámese moral, conciencia, ética… Y hay muchos jóvenes que no han adquirido estos complementos. Eso por una parte. Por otra parte, el problemón radica en qué es amar. Amar es volcarte en otra persona para que sea feliz la otra persona. Pero muchos jóvenes piensan que si quieren a una chica, ella tiene que quererles en reciprocidad. Muchas jóvenes me dicen que se acuestan con su pareja pero sin querer hacerlo, y explican que es porque, si no es con ellas, su pareja se acostará con otras personas. La violencia de género es un planteamiento vital, el producto de una educación, no un estado mental transitorio.

Autoridad, competencia y confianza son los tres pilares básicos de la educación, según sus libros. ¿Cómo asentarse en esos tres pilares?

Primero, siendo adulto. Los padres, a veces, lo quieren hacer tan bien, tan bien, que se hiperexcitan. Un niño tiene temperamento, que se hereda, carácter (improntas) y personalidad (que se elabora). Los padres deben tener autoridad, y ese concepto hoy se ha diluido. En una manifestación, los policías temen a los manifestantes. En una clase, el profesor teme al alumno. Los padres deben tener autoridad, y ese concepto hoy se ha diluido. En una manifestación, los policías temen a los manifestantes. En una clase, el profesor teme al alumno.

Según este planteamiento, ¿cree que hay que recuperar el antiguo concepto de la autoridad paterna?

Hay que recuperar el concepto de autoridad. No el antiguo concepto de autoridad paterna, que tiene muchas connotaciones negativas. No. Pongo un ejemplo. Yo doy muchas clases a jóvenes. Soy consciente del afecto que me tienen y de la relación de complicidad que se establece. Pero, por ejemplo, no me hablan mientras tienen las manos en los bolsillos. ¿A mí me importa que me hablen con las manos en los bolsillos? No, pero es significativo si lo hacen o no. Yo soy el profesor y ellos los alumnos. Ni se come chicle, ni se sientan mal, ni hablan durante la clase. Tiene que haber una distancia entre profesor y alumno, lo mismo que entre padres e hijos. Los padres no son amigos de sus hijos. Cuando todo falle, ahí encontrará el hijo a sus padres. Si eso es amistad, perfecto, pero si yo tengo que decirle a un hijo que algo no se lo voy a admitir, se lo digo y no se lo admito. ¿Qué voy a generarle un disgusto y un conflicto? Sin duda. Como cuando le llevé a vacunar. ¿Le gustó? No. Pero le va bien. El adulto tiene un criterio, unas formas y una actitud que conforman su auctóritas. Eso es lo que hay que recuperar.

¿Quiere decir que el criterio del padre debe imponerse siempre al del hijo?

No. Quiero decir que el padre tiene su criterio, lo expone y abre el debate. Quiero decir que hay que educar a los hijos en la duda, en la incertidumbre, en el cuestionamiento de las verdades que hasta hace un tiempo se tomaban por absolutas. Hay que educar a los hijos en la frustración, por supuesto.

¿Dónde queda entonces la tendencia de educación para el éxito que está tan de moda?

Lo primero que hay que preguntarse es qué es el éxito. Yo creo que el éxito es decir “mereció la pena” en el momento en que vas a morir y miras hacia atrás, hacia lo que has hecho en la vida. El problema es que muchos padres tienen otro concepto de éxito, un concepto encontrado con el de la frustración. Hay muchos padres que quieren ganarse el afecto de sus hijos y terminan siendo chantajeados por ellos. Sin embargo, yo defiendo que un padre tiene perfecto derecho a llegar a casa un día y pedirle a su hijo que le traiga las zapatillas. Y eso no significa que le esté tratando como a un esclavo. Un padre tiene que decirle a un niño que, de los cinco euros que le dan de paga a la semana, cuántos quiere dedicar a otros niños que no tienen lo que él sí disfruta. Y el niño dirá: ninguno. Vale, pero, el padre le estará dando la opción de ser generoso. Yo creo que a un niño hay que llevarle al hospital a ver a un familiar enfermo, o a visitar a la abuela con Alzheimer. Todo esto es educar en el éxito, educar en el tú, no en el yo. Esto es decirle a un hijo, tú eres importante, pero todo lo demás también. Con este tipo de educación se consiguen grandes avances sociales.

¿Por ejemplo?

Por ejemplo, cuando un niño observa en su clase un maltrato, ¿cómo reacciona? Si está recibiendo una educación basada en el yo, seguramente permanecerá ajeno a la situación de maltrato, indiferente. Sin embargo, un niño educado en el tú se sentirá cómplice del maltrato si no interviene para detenerlo, porque le importará lo que le está ocurriendo al niño maltratado.

¿Es partidario de castigar a los niños como parte de su educación?

Yo lo llamo sanciones y sí, por supuesto, la sanción es parte de la educación. Las normas sociales tienen un componente pedagógico. En este país, sin embargo, tenemos miedo a establecer normas de autoridad porque venimos de años de imposición y de autoritarismo. Pero yo creo que tenemos que quitarnos de encima esos complejos. Hay que enseñar el respeto a las normas desde la autóritas: yo no puedo decirle a un chaval que no haga botellón mientras voy puesto de coca, no puedo decirle que no robe si yo soy un corrupto. Hay que saber respetar la autoridad, sin duda. Y esto no significa que los chicos tengan que aprender a respetar al jefe porque es jefe. Al revés, tienen que aprender a respetar a quien merece ese respeto. Yo tuve chicos en la Fiscalía que me decían “yo creo que a mis padres no les importo nada, porque nunca me riñen, haga lo que haga”. Eso sí es el problema. Los hijos, aunque lo nieguen y se enfrenten a ello, necesitan que el adulto les ponga los límites y las normas. La idea del prohibido prohibir de mayo del 68 no funciona. Hay que inculcar normas, y eso no significa que no se eduque a los hijos en libertad y en autonomía.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/navarra/violencia-genero-opinion-diagnostico-educacion-menores_0_520748229.html

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Cuando el enfado se hace habitual

Por: EducaBolivia

Es sabido que hay padres o madres que se encuentran en un estado constante de enojo o enfado. Recurren a él para conseguir sus propósitos. Han llegado a esta situación sin darse cuenta e incluso no son conscientes de que ese estado de enfado permanente se manifiesta y crea en los demás de su círculo social y familiar más inmediato un estado de nerviosismo y más en los hijos que suelen recibir, por desgracia, improperios, mensajes inadecuados que producen desorientación.

También suele ocurrir que los padres que recurren con frecuencia al enfado hacen propósitos para no llegar a él y aguantan una situación problemática pero no logran su objetivo y terminan por caer en lo más fácil y casi lo único que saben hacer que es aplicar la fuerza, gritar, insultar, etc. Esto supone una frustración más porque han caído como siempre en la misma situación y les crea malestar interno. Todo esto porque ven que si no recurren al enfado los demás no la toman en serio, los hijos no le obedecen y es una forma de autoafirmarse, adquirir autoridad ante los demás.

En lugar de distanciarse o afrontar las cuestiones y los conflictos en su etapa inicial y aguantar a que el hijo sepa reaccionar y así evitar la reprimenda, recurren a enfadarse para exigir una respuesta. El resultado es el constante enfado.

Lo peor viene cuando deben incrementar constantemente el nivel de enfado para seguir obteniendo autoridad y los resultados deseados. Esto es un peligro porque en algún momento está el límite y por otro lado también es difícil discernir en qué medida hay que enfadarse ante un problema presentado por un hijo.

Los hijos deben aprender a reaccionar ante un enfado

Lo que ocurre es que el enfado en sí no es malo, al contrario, los hijos deben aprender a reaccionar ante un enfado y asumir el malestar que causa en el otro una situación problemática generada por ellos. En algunas ocasiones, el enfado es la única respuesta razonable ante determinadas situaciones como por ejemplo poner en peligro la integridad física de un hermano; cuando se es desconsiderado con los sentimientos de los demás; o cuando el hijo se niega a atenerse a las decisiones de la familia respecto a cuestiones importantes.

En cierto momento se llegó a decir que era negativo enfadarse y podía herir la sensibilidad del menor. Esta idea provocó que hoy día haya muchos padres teman mostrar enfado. Esta actitud se da en situaciones en que el padre o madre está muy nervioso, «explotaría» de buena gana y no lo hace y ofrecen como respuesta al niño una sonrisa que en muchas ocasiones resulta irónica o burlona con lo que confunde aún más al niño y puede que el resultado obtenido sea más negativo todavía. Si por el contrario los padres no consiguen controlar sus instintos y llegan a mostrar su ira el «terremoto» que se produce es nefasto.

En las situaciones descritas anteriormente, el hijo va controlando su comportamiento y mide o pone a prueba el nivel de tolerancia de los padres. Los padres sensatos se reservan el enfado para cuestiones y comportamientos que realmente lo merecen.

No abusar del enfado

Como en toda reacción humana, si se abusa del enfado llega a perder efectividad. Es como esa alabanza constante que hacemos hacia el hijo cuando realmente no se la merece, en realidad, no se consigue el efecto esperado de aliviar y reforzar al niño. Con el enfado ocurre algo parecido. El enfado habitual se convierte en rutinario y deja de ser eficaz para conseguir propósitos.

Cuando los padres caen en el enfado habitual y quieren cambiar deben empezar por preguntarse en cada situación vivida si merece la pena que se enfaden. Hubo una vez alguien que dijo que para controlar los comportamientos irascibles de los padres es mejor contar hasta 10 antes de responder ante una situación problemática generada por un hijo. Así que ya saben, podría ser una buena forma de comenzar.

El enfado consume una gran cantidad de energía que es mejor utilizar para establecer comportamientos aceptables y evitar los conflictos y así se evita la situación de enfado. Y es que el enfado se puede predecir.

Resentimientos acumulados de los padres

Ocurre frecuentemente que los padres sometidos a una situación en que tienen que estar largos ratos con los hijos, satisfaciendo sus necesidades, cediendo ante sus peticiones, aguantando sus discusiones, llegan a acumular «resentimiento» en su interior hasta que por algo trivial, sin importancia, que supone la gota que rebosa el vaso, reaccionan de forma enérgica y por tanto negativa. Y realmente lo que colma el vaso puede ser cualquier respuesta, acto, actitud del niño que no requiere un enfado tan contundente por parte de los padres. La reacción resulta desproporcionada.

Para evitar situaciones como las descritas en el párrafo anterior es necesario que los padres se planteen desde el principio expresar sus sentimientos en cuanto empiezan a observar que las cosas no salen como ellos esperan. De esta forma están evitando llenar innecesariamente el vaso de frustraciones y por tanto previenen la explosión desproporcionada en la que, por norma general, se pierden los papeles y no se sabe lo que se dice. Ni que decir tiene que el malestar posterior que se genera en el adulto le llena de congoja y remordimiento que se transmite sin querer a todos los miembros de la familia.

Hay que tener cuidado con los mensajes que transmitimos a los niños en un estado de cólera y enfado grave. Estos malos tratos verbales llegar a crear sentimientos duraderos y profundamente enraizados de inseguridad y falta de confianza en uno mismo, e incluso de odio contra uno mismo y autodesprecio por pensar que son ellos mismos los culpables de haber generado la situación que ha llevado al enfado del adulto. Los padres deben plantear los límites a sus enfados.

Esto es posible. Ya hemos afirmado que es adecuado que un padre muestre su enfado pero hay una serie de reglas que hay que conocer y cumplir. En primer lugar hay que saber que atacar al niño en lugar de al comportamiento es destructivo.

Los enfados inadecuados

En casa se le ha repetido hasta la saciedad a Eva que coloque su habitación. La niña, un día más ha hecho caso omiso a la norma y la madre cansada de tanta despreocupación y desobediencia se ensaña con la niña: «eres insoportable, estoy cansada de repetirte las cosas», «te estás malcriando porque eres una consentida», «no vas a conseguir nada con esta actitud de desprecio a los demás»

La consecuencia es que la niña termina llorando, dolida, la casa se llena de silencio tenso y Eva no comprende esa reacción tan desproporcionada por parte de su madre cuando encima otros días ha hecho lo mismo y la madre no le ha hablado de esa manera para terminar como en otras ocasiones que además la madre coloca la habitación lo que le supone un gasto de energía innecesario.

Realmente, la madre ha utilizado su enfado de una manera inadecuada porque ha atacado a Eva en lugar de a su comportamiento. Por eso una respuesta más eficaz y adecuada hubiera sido centrarse en la conducta y actitud en lugar de atacar a la niña: «hoy no quedas con tus amigas», «esta situación no debe repetirse», «puede que mañana consigas cumplir la norma»

Resentimientos de los niños

Otra regla a tener en cuenta y que surte efecto es limitar la cantidad de tiempo utilizado para tratar un comportamiento específico. Todos aquellos regaños que duren más de un minuto pierden efectividad y son contraproducentes, porque los niños se desconectan a partir de ese tiempo y empiezan a acumular resentimiento. Para colmo los padres no terminan con el regaño sino que siguen refunfuñando en voz alta con lo que la transmisión de malestar y enfado perdura en el tiempo casi de forma inmemorial.

En ocasiones, hemos podido escuchar a un niño comentar que no le hacía caso, por ejemplo, a su madre porque siempre estaba enfadada, y sin embargo su padre se enfada muy pocas veces por lo que cuando lo hace hay que tener mucho cuidado y además lo hace de una forma controlada, sin alzar la voz.

Por otro lado ya sabemos que los niños aprenden fundamentalmente por imitación de lo que ven en los que le rodean, los adultos, sus padres. Quiero decir que debemos tener en cuenta que el enfado de los padres genera enfado en los niños. Y si conocemos el principio de que a un enfado se reacciona con otro enfado, es preciso limitar el mismo a las cuestiones que realmente lo merecen.

Causas del caracter agresivo de los niños y adolescentes

Muchas investigaciones han llegado a la conclusión de que el carácter agresivo y violento que aparece en los niños y adolescentes se debe a diversas causas conocidas -la mayoría de ellas relacionadas con la familia- como son, entre otras:

Exposición a la violencia en el hogar.
Factores genéticos (hereditarios de la familia).
Exposición a la violencia en los medios de comunicación (televisión, internet, juegos de video, etc.).
Combinación de factores de estrés socioeconómicos de la familia (pobreza, carencia de medios, etc.).
Separación matrimonial, divorcio, desempleo, falta de apoyo por parte de la familia, etc.

De entre las causas citadas encontramos una que destaca y que tiene estrecha relación con lo que venimos describiendo en este artículo y es la exposición a la violencia en el hogar que se manifiesta a través de esas inadecuadas maneras en la familia que denunciamos desde aquí.

Por esta razón debemos defender la siguiente conclusión: no se debe reaccionar de forma enérgica ante problemas de escasa importancia. Si esta recomendación no la cumplimos corremos el riesgo de que los hijos terminen siendo agresivos habitualmente en la familia y expresen esa actitud y manera de ser con sus amigos y en definitiva fuera del hogar. Esta situación evidentemente recaería sobre nuestra responsabilidad y conciencia y nos pesaría si realmente somos padres responsables.
Por último hay que decir que en este tipo de familias el enfado se convierte en la forma habitual de comunicarse. Cualquier mensaje por trivial que sea se transmite con malas maneras y no son conscientes de que existen otras formas alternativas de comunicación que seguro potencian el bienestar y las buenas relaciones. Y llama la atención en estas familias que sean educados con personas fuera del núcleo familiar y sin embargo no son capaces de comprender que también tienen una obligación con los suyos. No olvidemos que vivir en una situación constante de enfado genera mucho desgaste emocional.

Publicado originalmente en:

http://www.educabolivia.bo/index.php/comunidad/desarrollo-y-crecimiento/4630-cuando-el-enfado-se-hace-habitual

Fuente de la Foto:

http://mejoratubasquet.seleccionmexicanadebaloncesto.com/2015/01/el-enojosacale-provecho.html

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¡Me gustaría cuidar al triste Said! Historia de un compromiso con sentido

Grecia- Suiza/12 abril 2016/ Autora: Gaby Ochsenbein/ Fuente: http://www.swissinfo.ch/

Los refugiados menores no acompañados son miles en Grecia y necesitan una ayuda especial. Lisa Hamuzopulos, una suiza que vive desde hace muchos años en Atenas, trabaja de manera voluntaria en un alojamiento para ese grupo particularmente vulnerable. Es una gota en el océano, pero una gota significativa.

De 13 años, Said viene de Homs, Siria. Desde hace tres meses vive en ‘Mellon’, que significa ‘futuro’ en francés. Este establecimiento, situado entre Atenas y El Pireo, tiene espacio para 60 niños y adolescentes que viajaron sin sus padres.

Hoy, Said regresa de la escuela. No se encuentra bien; tiene un esguince y está a punto de llorar. Lisa Hamuzopulos lo atiende rápidamente. Le habla, le levanta el ánimo. Lo escucha. En una hoja de papel, el chico anota las palabras que le gustaría aprender en griego. Con esmero, los dos buscan en un diccionario árabe-griego.

Un compromiso con sentido

Esta ciudadana griega y suiza de 63 años es originaria de Toggenburg, en el cantón de San Gall, y se casó con un abogado griego. Desde diciembre de 2015, acude al menos una vez por semana al ‘Mellon’ a jugar a las cartas con los jóvenes refugiados, enseñarles griego e inglés o simplemente para escucharlos.

Lisa Hamuzopulos dirigió durante 16 años el café del Instituto Goethe de Atenas. Dejó ese trabajo cuando se le hizo demasiado pesado y ahora encuentra en la ayuda voluntaria a los refugiados una actividad con mucho sentido. En el futuro le gustaría ayudar también a un grupo de la Iglesia Evangélica en lengua alemana que cocina todos los jueves para los refugiados. “También puedo cocinar y organizar, eso me gusta”, comenta.

No siempre es fácil motivar a los niños, los cuales suelen quedarse simplemente en su habitación. Por ello, a veces, viene para nada, lo cual es frustrante. Ahora ya no acude a ‘Mellon’ antes del mediodía, sino los jueves por la tarde porque espera encontrar entonces a los niños y adolescentes -incluidas siete niñas- durante su descanso.

Solos por los caminos

Said, sin embargo, muestra sed de aprendizaje, lo que alegra mucho a Lisa Hamuzopulos, aun cuando los tristes ojos del pequeño se pierden en la distancia cuando tal vez piensa en su madre y en sus hermanas que se quedaron en Siria.

También se encuentran solos Youssef, de 15 años, de Egipto, y Arman, 12, Chiraz, Irán. Este último está aquí desde hace dos semanas y todavía no va a la escuela. Tiene cuatro hermanos; su padre ya no vive. También Ali, de Kabul, capital afgana, quien llegó hace un mes y que prefiere jugar al fútbol a ir a la escuela. El niño más pequeño que vive en ‘Mellon’ sin sus padres tiene cuatro años, está con dos hermanos mayores. Es imposible saber dónde están los padres y si todavía viven.

Hay niños que dejaron solos su país y que realizaron un viaje largo y con frecuencia difícil con compañeros de infortunio. Otros perdieron a familiares durante el trayecto. El Centro Nacional de Solidaridad Social (EKKA) coloca a esos jóvenes solicitantes de asilo en una de las cuatro instituciones que se ocupan de los menores refugiados en los suburbios de Atenas.

“Somos un equipo”

Los niños y los adolescentes que están aquí desde hace algún tiempo acuden en autobús a una escuela intercultural. A los menores de 15 años no se les permite salir solos. Los mayores de 15 deben volver al ‘Mellon’ a las 21:00 horas. “En general, funciona”, indica la directora del proyecto, Tomasina Tsaliki.

En el refugio, como designan el alojamiento, los jóvenes reciben apoyo educativo, médico y psicológico. “Trabajamos intencionadamente en grupos donde se mezclan varias nacionalidades, con el fin de desarrollar la comprensión y el respeto mutuos. Somos un equipo”, declara con orgullo la joven trabajadora social. Naturalmente, a veces hay conflictos y fricciones, pero hasta ahora no ha habido problemas mayores.

Como si comprendiera de lo que hablamos, Youssef, el joven egipcio, se planta demostrativamente ante una bandera afgana y una bandera siria colgadas de la pared y dice: “No good” (no es bueno). Lisa Hamuzopulos lo reprende.

¿Qué será de ellos?

En el ‘Mellon’, con sus 20 colaboradores permanentes y sus 40 plazas adicionales para madres con niños pequeños, aprecian la labor de voluntarios como Lisa Hamuzopulos. “Nos apoyan en el curso de idioma, en la recepción, la limpieza y en muchas otras cosas”, indica la directora.

Los jóvenes permanecen entre uno y seis meses en el refugio, rara vez un año completo, antes de que se defina su estatuto.

No puede saberse cuánto tiempo permanecerán aquí Said, Youssef, Arman y Alí, ni qué les depara el destino.

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Los refugiados en Grecia

En febrero de 2016, 2 645 menores no acompañados solicitaron asilo en Grecia (2,4% del total). Entre ellos, 36% eran de Afganistán, 11% de Siria y 8% de Irak.

Desde principios de 2015, más de un millón de personas han entrado a Grecia, la mayor parte son refugiados de Siria, Irak o Afganistán.

Del 1º de enero al 23 de marzo de 2016, más de 160 000 pasaron de Turquía a Grecia, de los cuales un 35% eran niños.

Este año, 448 personas han desaparecido en el mar; 3 771 el año pasado.

(Fuente: ACNUR)

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Los menores no acompañados en Suiza

En Suiza, en 2016, hay 2 776 menores solicitantes de asilo no acompañados. Tres veces más que hace un año y ocho veces más que en 2013.

En 2015 representaron el 6,92% de todas las solicitudes de asilo. El 17,9% eran niñas.

(Fuente: Secretaría de Estado de Migración).

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Traducido del francés por Marcela Águila Rubín

Fuente de la Noticia:

http://www.swissinfo.ch/spa/crisis-migratoria-en-grecia_-me-gustar%C3%ADa-cuidar-al-triste-said-/42080950

Información de la Foto:

Said y Lisa Hamuzopulos durante su curso de griego.

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