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10 Técnicas de autocontrol para niños

Por: Jennifer Delgado Suárez

Enseñar técnicas de autocontrol a los niños es uno de los mayores regalos que podemos hacerle. De hecho, el autocontrol es una de las habilidades más importantes en la vida y un predictor del éxito que podremos tener. Así lo demostró un experimento clásico de la Psicología desarrollado a finales de 1960 en la Universidad de Stanford.

El experimento que demostró la importancia del autocontrol en los niños

Walter Mischel reclutó a niños de 4 años para realizar su experimento. Cuando los pequeños entraban a la habitación encontraban una mesa en la que había un malvavisco y una campana. Este psicólogo les dijo que tenía que salir de la habitación durante unos minutos, pero que si lograban resistir la tentación y no comerse la golosina, cuando regresara les daría dos malvaviscos en vez de uno. También les explicó que podían tocar la campana para llamarle, pero que en ese caso solo podrían comer el malvavisco que estaba encima de la mesa. En práctica, los niños comprendieron que si esperaban pacientemente y reprimían sus impulsos, la recompensa sería mayor.
Como era de esperar, un tercio de los niños decidieron comerse el malvavisco de inmediato y otro tercio esperó un poco antes de sonar la campana. Sin embargo, hubo un grupo de niños que esperó pacientemente para obtener la mayor recompensa.
Diez años más tarde, este psicólogo se puso en contacto con los padres de los niños que participaron en el experimento. Comprobó que los niños más autocontrolados se habían convertido en adolescentes independientes, con una motivación intrínseca, capaces de afrontar las dificultades y lidiar bien con los fracasos. Al contrario, los niños que se dieron por vencidos rápidamente y cedieron a sus impulsos se convirtieron en adolescentes con menos tolerancia a la frustración, más desorganizados y con una motivación predominantemente extrínseca.
Estos resultados, que después han sido replicados en otros experimentos, sugieren que el autocontrol se forma a edades muy tempranas y que es una piedra angular en la personalidad y la manera de responder ante los retos de la vida. La buena noticia es que existen diferentes técnicas de autocontrol para niños, de manera que estos aprendan a controlar sus impulsos y gestionar sus emociones desde pequeños.

3 componentes fundamentales del autocontrol

Ante todo, es fundamental comprender que el autocontrol es la capacidad para regular las emociones, pensamientos y comportamiento frente a las tentaciones e impulsos. Es una función ejecutiva que nos ayuda a regular nuestras primeras respuestas en aras de alcanzar otros objetivos o adaptar mejor nuestro comportamiento el medio.
Sin embargo, el autocontrol es una capacidad compleja en la que intervienen otras habilidades:
1. Introspección. Para ejercer el autocontrol primero es necesario ser capaces de reconocer los estados emocionales y detenernos antes de llegar al punto de no retorno. Esto significa que es fundamental desarrollar habilidades de autoobservación o introspección.
2. Bloqueo del impulso. En un segundo momento es necesario bloquear los impulsos, de manera que podamos pensar en una respuesta mejor. La capacidad para bloquear las primeras reacciones no se desarrolla por completo hasta los 7 años, cuando los lóbulos prefrontales han madurado lo suficiente, pero se puede ir estimulando desde edades más tempranas.
3. Autorrefuerzo. Por último, es importante comprender que el autocontrol no es una capacidad inagotable, es necesario que vaya de la mano de la capacidad para automotivarse. Significa que el niño debe sentirse contento con sus resultados, que debe percibir que está avanzando en la dirección correcta, para lo cual es necesario recompensarle y felicitarle por sus logros.

Técnicas para desarrollar la introspección y la capacidad para bloquear los impulsos

1. Juego de las estatuas
Es una técnica divertida y muy eficaz para desarrollar el autocontrol en los niños más pequeños. Se trata de que el niño se quede inmóvil cuando escucha la palabra “estatua”. Para complejizar aún más el juego, se pueden incluir muecas o movimientos raros para intentar que el niño se ría.
El objetivo de esta técnica es que el niño aprenda a controlar sus impulsos, lo cual estimula el desarrollo de las áreas prefrontales del cerebro, las cuales no terminan de madurar hasta los 7 años, aproximadamente.
 
2. Parte meteorológico
El objetivo de esta técnica es promover la conciencia emocional del niño, haciendo que desarrolle la introspección. Al inicio habrá que guiarlo, por lo que es importante sentarse a su lado y preguntarle cómo se siente en ese momento. Se le puede preguntar: «¿Qué tiempo está haciendo allí dentro?»
Si se siente relajado y tranquilo puede decir que brilla el sol, si está preocupado puede indicar que hay nubes y si se siente muy tenso, que está a punto de caer un chaparrón. La idea de esta técnica es que observe el «tiempo» que hace en su interior pero sin apegarse a esos estados de ánimo.
Así aprenderá a detectar rápidamente las señales de ira y enfado, a la vez que ampliará su conciencia emocional.
3. El volcán
Es una técnica de autocontrol para niños muy eficaz, sobre todo en esos momentos en los que el pequeño parece a punto de explotar. La idea es recurrir a las imágenes para concientizar el comportamiento, de manera que el pequeño pueda detectar cuándo está a punto de comportarse de manera inadecuada y se detenga antes de llegar al punto de no retorno.
Le pedimos que imagine su interior como si fuera un volcán, el cual contiene toda su fuerza y energía. Hay que explicarle que, al igual que los volcanes, su volcán interior también se descontrola y entra en erupción, haciendo que exploten sus emociones. De esta forma aprenderá a distinguir la ira, el enfado, la irritabilidad o la frustración.

Técnicas de relajación infantil

4. Tocar agua o arena
Es una técnica de autocontrol de carácter holístico que recurre a los estímulos sensoriales, perfecta para los niños que se calman a través de los sentidos. Solo es necesario encontrar los estímulos más relajantes para cada pequeño.
Algunos pueden calmarse jugando con el agua, agregándole un poco de jabón para que haga espuma o burbujas. Otros se relajan jugando con una caja de arena. La clave radica en que los niños más sensibles disfrutan mucho con las diferentes texturas y aromas, por lo que pueden utilizarse para calmar sus emociones.
5. Soplar burbujas
Está técnica de autocontrol infantil persigue el objetivo de lograr la calma regulando la respiración. Sin embargo, como es difícil que los niños pequeños practiquen técnicas de respiración diafragmática pensadas para los adultos, esta es una versión divertida.
Consiste en imaginar que se hacen burbujas, para lo cual el niño tendrá que controlar su respiración. Debe soplar suavemente para que las burbujas se formen. Al inicio podemos acompañarle para demostrarle cómo se hace.
Lo interesante es que a través del control de la respiración se logran equilibrar muchas otras funciones del organismo, como el ritmo cardiaco, por lo que poco a poco la ira y la ansiedad van desapareciendo.
6. La rana
El objetivo de esta técnica es lograr que el niño aprenda a respirar profundamente y pueda darle una salida positiva a sus estados emocionales. Se le explica que puede imitar a una rana, un animal capaz de dar grandes saltos pero también de quedarse muy quieto, observando lo que sucede a su alrededor, sin reaccionar de inmediato.
Entonces se le pide que respire como la rana, tomando lentamente el aire por la nariz mientras infla la barriga y soltándolo muy suavemente por la boca, mientras se desinfla. Mientras respira como la rana, a su mente pueden acudir muchos pensamientos, le enseñamos a notarlos y dejarlos ir, mientras se centra únicamente en su respiración y el movimiento de la barriga.
 
7. Pelota antiestrés
Esta técnica de autocontrol para los adultos también funciona para los niños. De hecho, podemos ayudarles a contruir su propia pelota antiestrés, una tarea sencilla y divertida.
Hay que tener un globo grueso, o colocar uno dentro de otro para hacerlo más resistente y rellenarlo de arros o alpiste. Es importante que la pelota no sea demasiado grande ya que debe caber en la palma de la mano del niño. También puede pintarle una carita o personalizarla como prefiera.
Luego, cuando se sienta tenso, ansioso, frustrado o irrritado, solo tiene que coger su pelota antiestrés y jugar con ella.
 
8. Frasco de la calma
Esta técnica debería formar parte del arsenal de recursos educativos de todos los padres ya que funciona de la misma manera que el yoga, la meditación o la relajación, ayudando a despejar la mente. El secreto radica en que los movimientos de la purpurina dentro del frasco tienen un efecto casi hipnótico que captura la atención y ayuda al niño a limpiar la mente de todos esos pensamientos que alimentan la ira o la ansiedad.
Para preparar el frasco de la calma hay que llenar un frasco de plástico transparente hasta la mitad con agua caliente y luego añadir un poco de pegamento líquido transparente y glicerina, el pegamento hará que el agua se vuelva más densa, por lo que mientras más contenga, más lento será el movimiento de los pequeños granos de purpurina. Luego se añade la purpurina y otro poco de agua, dejando aproximadamente un dedo de aire para que el contenido tenga espacio para moverse. Cuando el niño lo necesite, puede agitar el frasco de la calma y relajarse.

Técnicas de autocontrol para niños mayorcitos

9. El semáforo
Es una técnica de autocontrol para que los niños aprendan a regular sus comportamientos impulsivos y arranques de ira. Para aplicarla, es necesario que el pequeño aprenda a identificar las señales que indican que se está enfadando o irritando. Cuando las perciba, debe “actuar” como si fuera un semáforo.
El rojo indica que debe detenerse; es decir, quedarse quieto hasta que se calme. El amarillo indica que necesita pensar sobre lo que está ocurriendo y buscar soluciones más asertivas. El verde indica que puede actuar para llevar a la práctica las soluciones.
Al inicio es conveniente guiar al niño, enseñándole a detectar las señales de ira o irritación y aplicar junto a él los colores del semáforo.
10. Rueda de opciones
Es una técnica de autocontrol que consiste en crear junto al niño una rueda con opciones de actividades que puede hacer para calmarse cuando se siente enojado frustrado. La rueda tendrá forma de pastel y se dibuja sobre una cartulina, haciendo pequeñas porciones en las que se escriben las actividades o, si el niño es pequeño, se le pide que las dibuje o que pegue una imagen que las represente.
Algunos ejemplos de actividades alternativas a la ira pueden ser: dibujar, contar hasta diez, saltar, escuchar su música preferida… Cualquier actividad que le ayude a relajarse es válida, siempre y cuando no comprometa la integridad del niño o de las personas que le rodean.
Es importante que el pequeño se comprometa en proponer actividades que le relajen. Luego, cuando sienta que está frustrado o enojado, solo tendrá que darle la vuelta a la rueda de opciones y realizar la actividad que corresponda.

Fuente: https://www.rinconpsicologia.com/2017/08/tecnicas-de-autocontrol-para-ninos.html

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9 claves para establecer un estilo democrático en el aula

Por: Haydee Mesa

Aunque no existe una receta mágica que te garantice el estilo perfecto de relacionarte con tu alumno, hoy por hoy, sabemos que estilo educativo que más favorece el desarrollo cognitivo es el democrático: aquél que a través del diálogo hace al alumno protagonista de su propia educación.

Este despliegue de confianza en el potencial del niño lo lleva a asumir responsabilidades adaptadas a su desarrollo y contando siempre con el apoyo de un “amoroso educador que por experiencia propia sabe que las cosas no se pueden hacer perfectas”. El resultado es una plantilla de alumnos con menor inseguridad y mayor autoestima.

He aquí algunas  claves  en las  que apoyarte para  ejercer  un estilo  democrático basado  en  la confianza y el diálogo, que, por obvias que parezcan, no siempre son aplicadas:

1. Establecer normas de comportamiento claras con una sencilla y corta explicación sobre tus motivos. De este modo, tendrán claro lo que pueden y lo que no pueden hacer.

2. Sé empático con cualquier respuesta emocional que manifiesten tus alumnos frente al límite, mostrando tu cariño y aceptación. Respeta su llanto de frustración o su enfado si esa es su reacción. Hazle un hueco a su emoción sin ignorarlo, sin frialdad ni mala cara. Realmente tiene derecho a enfadarse o manifestar su enfado ante un límite. Si respetas su emoción, cuando haya pasado estarás ahí para abrazarlo y repetirle con cariño y firmeza la norma. Así, habrás mantenido tu límite con cariño y respeto. Ser empático no te resta firmeza.

3. Escucha su punto de vista sobre el tema. Quizá su perspectiva pueda aportarte algo para reestructurar o enriquecer la norma o hasta para suprimirla si realmente no es tan necesaria como creíste en un principio. Si realmente es necesaria así, mantenla con firmeza, no con enfado. Básate en el dialogo y la comprensión.

4. No enjuicies al niño, sino a su acción ayudándolo a ver las consecuencias que ésta tiene. No digas “eres malo”, sino “esto que hiciste no está bien”, por esto y por lo otro. Haced una lista de consecuencias juntos.

5. Apóyalo a que tome decisiones por sí mismo. En función de su edad ayudándolo a asumir.

6. Ayúdalo a asumir la responsabilidad de sus decisiones. Con mucho cariño y respeto ayúdalo a ver, cuando algo no salió como él quiso, todas las cosas que aprendió con esta nueva experiencia y que ahora puede aplicar a la próxima. Enséñale que los “supuestos errores” son grandes maestros.

7. Limítate a estar siempre presente para guiarlos y orientarlos dejando que actúe por sí mismo. Evita la tentación de intervenir a menos que él te lo pida.

8. Ofrécele las herramientas para solucionar sus conflictos pero no intervengas en ellos en la medida de lo posible.

9. Demuéstrale siempre tu cariño. Esto es lo que verdaderamente le va hacer confiar en la norma e infundirle fuerza para aceptarla.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/9-claves-establecer-estilo-democratico-aula/42713.html

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España: El TC tumba la «vía Wert» para escolarizar en castellano con fondos públicos

Por: abc.es/21-02-2018

Estaba condenada al fracaso, llevaba casi un año en punto muerto y ahora el Tribunal Constitucional (TC) le ha dado la estocada definitiva. El alto tribunal ha anulado por «insconstitucional» la conocida como «vía Wert», que ofrecía a los padres la posibilidad de escolarizar a sus hijos en castellano en Cataluña con fondos públicos y sin tener que litigar durante años en los tribunales. La sentencia, aprobada por unanimidad, llega en un momento de máxima sensibilidad en Cataluña después de que hace unos días el Gobierno, que en virtud del 155 tiene competencias en la Consejería de Enseñanza, anunciara que estudia mover hilos para que el castellano recupere el papel de lengua vehicular en esta comumidad.

Una vía muerta

La «vía Wert» o «vía Lomce», habilitada en 2013 por el entonces ministro de Educación José Ignacio Wert , ofrecía 6.000 euros de ayuda –luego la cantidad se rebajó– a las familias para sufragar la enseñanza bilingüe de sus hijos, dinero que después el Gobierno descontaba a la Generalitat. En la práctica, la propuesta embarrancó, ya que no habían centros públicos que ofrecieran escolarización en castellano, lo que obligó a los padres a matricular a sus hijos en centros de élite privados con matrículas inaccesibles. Desde un principio, los padres –medio centenar han accedido a las ayudas– entendieron que era una vía muerta.

La sentencia del TC, hecha pública ayer y que responde a un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la Generalitat en 2014, considera que esta vía para garantizar el castellano es «inconstitucional» y no respeta el reparto de competencias entre el Estado y la Comunidad Autónoma.

El fallo del alto tribunal, aprobado por unanimidad, se refiere, en concreto, «a la capacidad del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de la Alta Inspección de Educación, para decidir sobre la escolarización de esos alumnos en centros privados y a su financiación».

Según el TC, «la alta inspección constituye una competencia estatal de vigilancia, pero no un control genérico e indeterminado que implique dependencia jerárquica de las Comunidades Autónomasrespecto a la Administración del Estado». De igual modo, la sentencia rechaza que, «a través de la alta inspección, el Estado asuma competencias que corresponden a las comunidades autónomas».

«Corresponde al Estado velar por el respeto de los derechos lingüísticos en el sistema educativo, pero también que tal función ha de desplegarse sin desbordar las competencias que constitucionalmente le están reservadas», señala el fallo.

La sentencia también dirime otras cuestiones sobre la Lomce y, así, declara inconstitucional que el Gobierno pueda establecer, vía reglamento, las bases de la educación plurilingüe (impartición de asignaturas no lingüísticas en lenguas extranjeras) desde el segundo ciclo de Educación Infantil hasta Bachillerato, previa consulta a las Comunidades Autónomas.

El Tribunal sostiene que la ley no especifica el criterio legal que da cobertura a esta competencia del Gobierno para el desarrollo reglamentario básico. Tampoco puede justificarse en que la educación plurilingüe tenga un carácter excepcional, pues, todo lo contrario, abarca prácticamente a todas las enseñanzas no universitarias.

Por otro lado, el Tribunal sí considera conformes a la Constitución los preceptos que atribuyen al Ministerio de Educación la competencia para regular las pruebas de evaluación finales de ESO y Bachillerato, cuya superación es necesaria para la obtención de los títulos académicos, incluyendo la de establecer los criterios de evaluación y las características de las pruebas para cada convocatoria.

Se trata del ejercicio de la competencia estatal para regular las «condiciones de obtención, expedición y homologación de títulos académicos y profesionales». Asimismo, recuerda que compete al Gobierno el fijar «las llamdas enseñanzas mínimas».

*Fuente: http://www.abc.es/sociedad/abci-constitucional-anula-sistema-lomce-para-garantizar-escolarizacion-castellano-cataluna-201802201344_noticia.html

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España: Educación dará más puntos por tener hermanos en el mismo centro educativo

España/ 20 de febrero de 2018/Por: Marta Palacio/Fuente: https://www.larazon.es

Ya se están manteniendo reuniones técnicas con el departamento de Íñigo Méndez de Vigo.

La Asociación de Familias Numerosas de Madrid ya se ha reunido tanto con el Ministerio como con la Consejería del Gobierno regional con el objetivo de que el primero permita que el reagrupamiento de hermanos esté por encima de las ratios de alumnos por clase, y con los segundos para que lo apruebe de manera excepcional o urgente.

Aunque llevan en esta lucha más de un año, en el último mes han conseguido que el Ministerio lo apruebe para las ciudades de Ceuta y Melilla, de cuya educación es competente. Ahora esperan que desde la Consejería se busque la fórmula para seguir a Méndez de Vigo, que de hecho ha instado a las autonomías a hacerlo así, aunque sin dar las claves de cómo articularlo.

En lo que se soluciona, la Consejería de Educación, que dirige Rafael Van Grieken, ya ha iniciado un proceso de revisión del Decreto 29/2013, de 11 de abril del Consejo de Gobierno de libertad de elección de centro escolar en la Comunidad de Madrid que, entre otros objetivos, incluirá facilitar el agrupamiento en un mismo centro educativo a los hermanos pertenecientes a familias numerosas. Además de estudiar la fórmula para conseguir este reagrupamiento «excepcional», la Comunidad de Madrid ya ha remitido una consulta al Ministerio para ver qué solución dan ante la situación de un centro donde no hay vacante y tienen al máximo legal las ratios.

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Fuentes de la Consejería añadieron a este periódico que ya se están manteniendo reuniones técnicas con el departamento de Íñigo Méndez de Vigo y el consejero Van Grieken ha pedido cita al Secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, para estudiar soluciones ante estos casos excepcionales. «Nuestro objetivo es seguir potenciando y favoreciendo la escolarización de las familias numerosas», añaden. Pero mientras se alcanza este objetivo, la Consejería ha decidido dar otros pasos en favor de la agrupación de hermanos. Así, según ha informado el departamento regional, se ha remitido una circular a los centros escolares públicos y concertados de la región para que valoren «en el ámbito de su autonomía» la posibilidad de dar el punto que cada centro tiene «de libre disposición» a los alumnos solicitantes que pertenezcan a familias numerosas.

Este punto extra sí que pone por delante del resto a los niños que están en la lista de espera para entrar en un centro, pero sigue sin solucionar el problema para aquellos que quieren entrar en un colegio a mitad de su vida escolar y aunque tienen hermanos dentro no pueden entrar en un colegio porque las clases ya están llenas.

Segunda opción

Fuentes de la Consejería de Educación explican que «siempre» se ofrece una opción de cambiar a todos los hermanos a otro centro con plazas para todos en su mismo distrito. Sin embargo, «se puede dar la circunstancia» de que ese centro no es el que lo padres han elegido en primera opción. «Se supone que existe la libertad de elección de centro y una normativa estatal que contempla la singularidad de las familias numerosas y el agrupamiento de hermanos en el mismo centro. Por eso creemos que estamos siendo penalizados si por el hecho de tener más de tres hijos no podemos elegir centro como la mayoría de los madrileños», se quejan los afectados.

Se debe señalar que en el proceso de admisión de alumnos en centros públicos o concertados de la Comunidad de Madrid en el curso 2017-2018, el 94% de los alumnos que solicitaron plaza escolar para iniciar el segundo ciclo de Educación Infantil, momento en el que se produce la incorporación generalizada de los niños a los colegios, obtuvo plaza en el centro elegido en primera opción.

Las familias numerosas han emprendido una campaña de recogida de firmas en Change.org para ser escuchadas y atendidas, además de denunciar su situación ante la Consejería de Educación y el Defensor del Pueblo.

Fuente de la Noticia:

https://www.larazon.es/local/madrid/educacion-dara-mas-puntos-por-hermanos-en-el-centro-OA17711429

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Resignificación de la afectividad infantil en la educación como base de sustentación y expansión de la socialidad empática

Por: Iliana Lo Priore.

El presente texto recoge una propuesta de investigación y difusión colectiva e institucional que desde la necesidad de problematizar la noción de afectividad que ha predominado hasta ahora en el medio educativo escolar de la niñez, de la adolescencia y de la juventud, busca  reconsiderarla como afectación al  tratar de trascender  lo emotivo como límite de su significado, ya que la replantea como capacidad de los cuerpos de afectar y de ser afectados por su tipo de relacionamiento con los otros seres y entes con los que interactúa en el mundo.  De aquí que propongamos el término afectualidad en vez de afectividad, ya que no se trata de algo tan solo inmanente o inherente a cada cuerpo y no trascendente, su capacidad afectiva, sino que planteamos hacer trascendente  esa inmanencia afectiva como potencia relacional, de afectación de los cuerpos, o corporeidad.  Renombrar la emoción afectiva, en tanto cualidad adjetiva o predicativa, como sustantivo-sujeto, la afectualidad, es imprescindible para referir y resaltar una significación-otra. La  problematización  deviene de los cambios que ha experimentado el contexto sociocultural e institucional moderno de nuestros países latinoamericanos, así como  los de otras regiones en el mundo, producto de una dilatada crisis estructural profunda por la que atravesamos a nivel planetario, y que repercute  en la experiencia vital de las relaciones y encuentros que forman a la corporeidad.

Son numerosos los investigadores sociales y de otros campos que,  pese a sus diferencias,  concuerdan en que la crisis general que asola al modo civilizacional que prevalece en el mundo , y que conocemos como época Moderna, obedece al agotamiento o “fin” de dicho modo de producir y reproducir la vida-muerte en el planeta, y que el tránsito epocal  convulsivo en todos los planos que en consecuencia vivimos de crisis civilizacional en lo económico, social, ecológico, político, educativo, en las racionalidades, en el conocimiento, etcétera, se  debe denominar Posmodernidad, aunque algunos opten por nombrarlo “modernidad tardía o tardomodernidad”, “sobremodernidad”, “transmodernidad” , etcétera. Crisis que nos obliga éticamente a buscar alternativas a ese “modo civilizatorio” que por sobradas  razones ha sido calificado como depredador de la naturaleza y de la humanidad.

Entre los efectos culturales del agotamiento de la Modernidad destaca la deriva semiótica, por falta de correspondencia o anclaje en la realidad de los signos como lo tuvieron imaginaria o simbólicamente en el pasado, de los significantes o ideas-fuerza de progreso, desarrollo, igualdad, justicia social, evolución histórica, humanización, educabilidad, etcétera (Lanz, 1998).  Ideas-fuerza que alimentaron, principalmente desde el siglo XVIII con el movimiento ideológico-cultural de la Ilustración europea, la esperanza de millones de seres que guiados por aquellas promovieron los ideales sociales del capitalismo liberal y del socialismo o capitalismo de Estado, así como las conflagraciones de las dos guerras mundiales del siglo XX que condujeron a la muerte de millones de seres humanos y a un reparto geopolítico del mundo entre las potencias guerreras.  Geopolítica de las potencias que nos mantiene en vilo ante una siempre amenazante tercera conflagración mundial.

Es de resaltar para nuestros efectos, que el concepto de Posmodernidad ha sido usado por destacados investigadores educativos en la región para aproximarse a la comprensión de la repercusión de la crisis de la Modernidad en la educación, por ejemplo, Peralta (2017), lo ha usado parcialmente, –sin las implicaciones que aquí apuntamos en función de la educación de niños y niñas–, y considerar su incidencia en la elaboración de lo que denomina currículos posmodernos para la infancia.

No obstante esa disolución de los fundamentos de la Modernidad y sus realizaciones prometidas, y que han dejado un gran manto de incertidumbre por el derrumbe de las grandes teorías, relatos y narraciones o  presuntas verdades generales establecidas (Morin, 1995), hay investigadores de la Posmodernidad que paralelamente han evidenciado el surgimiento de un nuevo tipo de relacionamiento sociocultural como efecto inverso posmoderno, que han denominado socialidad en tanto nueva forma de sociedad o de agregación entre los hombres y mujeres, que despunta desde fines del siglo pasado (Maffesoli, 1990).  Una socialidad de tipo empática que se traduce en la sensibilidad de una comunidad emocional, que llama Maffesoli por sus formas de agregación por empatía, neotribalización o nuevas tribus.  Noción ésta que ha resultado muy productiva en las investigaciones en torno a los nuevos comportamientos y tendencias que manifiestan los adolescentes y jóvenes en los diferentes países latinoamericanos. Esta socialidad empática, que actúa como una “nebulosa afectual” permea  diversos ámbitos de la vida cultural que propicia nuevas sensibilidades por proximidad afectiva y gustos compartidos desde el deporte,  la música, la estética, etcétera, hasta la ética y la política, llegando incluso a transfigurar a ésta última en el ámbito de lo público: “la política como antipolítica” por el rechazo a las formas tradicionales burocráticas de participación en los asuntos de interés general, por ejemplo, los partidos políticos; así como el rechazo ético-corporal a las instituciones gubernamentales o estatales que son consideradas administradoras parcializadas de políticas del poder o dominio de unos grupos o intereses sobre los demás, como ha sido el caso manifestado por los movimientos de los “indignados” en Europa.  Incluso la prevalencia  de la imagen, no se debe tan solo a su mediatización tecnológica digitalizada, sino a la recuperación sinérgica  que ésta favoreció  por su existencia previa como tendencia cultural posmoderna.

La breve consideración hecha sobre la condición posmoderna nos ha servido para resaltar una de sus tendencias: su socialidad empática que promueve comunidades o tribus por afinidad afectiva de duración efímera, según Maffesoli.  Una tendencia que contrarresta al prevaleciente narcisismo individualista  disolvente de vínculos sociales orgánicos cohesionadores, producido por el modo civilizatorio moderno depredador-competitivo, sin que por ello la tribalización deje de  expresar como potencia afirmativa  la individuación de modo colectivo que busca la realización o satisfacción  personal de cada quien de manera conjunta, por más efímeras que estas experiencias asociativas puedan ser.  Experiencias que deseamos estudiar o investigar, repotenciar institucionalmente y dar mayor afirmación sociocultural a través de la educación de los niños y niñas para fortalecer los relacionamientos sociales por medio de la afectualidad para provecho de una mejor sociedad o una sociedad-otra.

Cabe aquí, por consiguiente, aproximarnos  a lo que se ha entendido por afectividad, sin que ello escamotee lo que debe ser investigado colectiva e institucionalmente al respecto. Lo hacemos para evidenciar con una comparación crítica la inconsistencia de seguir sustentando una representación de la afectividad desactualizada para dar cuenta de las nuevas realidades socioculturales que la implican.

Aunque existen diversas conceptualizaciones sobre la afectividad que responden principalmente a enfoques disciplinarios (psicológicos, antropológicos, sociológicos, etcétera), queremos recuperar resumidamente la perspectiva filosófica de Baruch de Spinoza (1980).  Para él no existe una sola clase de afecto, sino varias, o una afectividad múltiple: afectio y afectus. El afectio es el estado de un cuerpo cuando afecta a otro o es afectado por otro, mientras que el afectus consiste en la modificación continua o intensiva que sufre el cuerpo como aumento o disminución de su capacidad o poder de acción.  Para él el afecto es inmanencia concreta y abstracta o virtualidad potencial realizable de los cuerpos.  Por ello, para otro filosofo que lo comenta, Gilles Deleuze (1984), el afecto es inmanencia de la inmanencia, o inmanencia del poder puro, poder de afectar otros cuerpos. No obstante, reiteramos que para nosotros el afecto en tanto afectualidad, es una inmanencia de la corporeidad que se puede manifestar de manera trascendente en la transformación de las relaciones sociales y sus instituciones para que sea también poder emancipador de los cuerpos por sí mismos.  Trascendencia que nos es muy cara a los educadores para reconsiderarla como potencialidad manifiesta en una socialidad que la expresa posmodernamente para refundar o cambiar la sociedad desde su reconfiguración educativa, particularmente en la formación de la infancia.

Por ello creemos que es relevante y urgente acometer la tarea de investigar colectivamente las posibilidades que encierra la afectualidad al superar las limitaciones que la representación de la afectividad prevaleciente obstaculiza e impide, y, por otra parte, registrar y  potenciar las experiencias educativas en distintos planos y aspectos que desde esta nueva perspectiva acometan los educadores por su proyección sobre la afirmación de una socialidad empática transformadora de la sociedad.

Para desarrollar esa tarea indagativa y experimental es necesario articularnos con base en proyectos de investigación, seminarios itinerantes, conferencias, encuentros, conversatorios, talleres, etcétera.  En esta dirección estratégica destacan los educadores de la infancia por cuanto es parte de su acervo pedagógico-educativo la valoración de la afectividad en el desarrollo socioemocional y cognitivo del niño para su desenvolvimiento social presente y futuro. De aquí que la revisión crítica y experimental o práctica de esa valoración para adecuarla a los nuevos tiempos y al “espíritu de la época”, no sea extraña u ajena a su quehacer profesional. Centrándose para ello, en la revisión del tipo de agenciamiento pedagógico de  encuentros relacionales empáticos densos o  intensos que subjetiven  las experiencias relacionales de afectualidad, su  composición u organización para desarrollar la capacidad o poder de afectar y ser afectados individual y  colectivamente por esa clase de socialidad.

Con base en lo planteado, y por la dimensión y exigencias que se desprenden, vemos como un requerimiento encontrar una forma de articulación entre quienes compartan esta propuesta para facilitar su promoción y realización.  Para efectos de las temáticas a ser abordadas desde las diferentes formas señaladas, sugerimos las siguientes, sin que ello implique un orden agotado y cerrado:

– Contexto sociocultural de crisis de la Modernidad y advenimiento de la socialidad posmoderna, y sus derivaciones para la infancia principalmente.

– Implicaciones epistémicas y epistemológicas de una racionalidad sensible o empática ante las racionalidades modernas, particularmente para la “racionalidad educativa moderna”.

– Surgimiento de nuevos dispositivos de subjetivación de los cuerpos: sujeción y des-sujeción en los niños y niñas.

– Antecedentes teóricos sobre la afectividad y nuevos desarrollos: la afectualidad.

– Derivaciones educativas del “fin de la Modernidad” y crisis escolar para reconsiderar la función pedagógica de los docentes.

– Consideraciones, acciones y experiencias educativas orientadas en función  del agenciamiento  de la afectualidad infantil o de su potencia relacional.

REFERENCIAS

Deleuze, M.  (1984)  Spinoza: filosofía práctica.  Tusquets editores: Barcelona

Lanz, R.  (1998)  Temas posmodernos. Crítica de la razón formal. Fondo Editorial de la Asamblea  Legislativa del Estado Miranda: Caracas

Maffesoli, M.  (1990)  El tiempo de las tribus.  Editorial Icaria: Barcelona

Morin, E.  (1995)  Introducción al pensamiento complejo. Editorial Gedisa: Barcelona

Peralta, M.V.  (2017)  Construyendo currículos posmodernos en la Educación Inicial Latinoamericana.  Homo Sapiens Ediciones: Rosario

Spinoza, B.  (1980)  Ética demostrada según el orden geométrico. Editorial Orbis: Madrid

 

  • Correo: ilianalopriore11@gmail.com

 

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Educación y calidad: agenda de una multipartidaria educativa

Por Luciano Sanguinetti

Hace más de 10 años que en materia educativa se discuten sólo salarios, mientras a nuestro alrededor cambian de forma incesante las formas de producción.

Prestemos atención a dos noticias en apariencia desconectada, una del año pasado. Según los resultados de la evaluación Aprender 2016 presentados por el Ministerio de Educación de la Nación en mayo de 2017, el 40% de los alumnos del secundario tiene un rendimiento por debajo del nivel básico en matemática y esta cifra crece al 81% en los alumnos con alta vulnerabilidad social. La otra noticia es más reciente: se inauguró una planta automotriz en Córdoba, con una inversión de US$ 500 millones, de la empresa Fiat. El 85% de cada auto lo arman robots. Evidentemente estamos en problemas. El futuro de la economía mundial pasa por el conocimiento y nosotros sólo discutimos nuestro sistema educativo en el marco de las paritarias docentes, en las cuales la pregunta excluyente es cuándo empiezan las clases y no qué vamos a enseñar, cómo, ni mucho menos para qué.

Hace más de 10 años que en materia educativa se discuten sólo salarios, mientras a nuestro alrededor cambian de forma incesante las formas de producción, las tecnologías de comunicación, las prácticas culturales, en fin, todas las formas de estar juntos con el vértigo de todo proceso civilizatorio. Cuando en 1988 concluyó el Congreso Pedagógico todavía existía la empresa estatal de telecomunicaciones, Entel, y conseguir un teléfono nuevo era literalmente un misterio; la ley Federal de Educación se sancionó en 1993 en un contexto en el que Internet sólo alcanzaba a las élites gubernamentales y científicas y faltaba bastante para que se convirtiera en la revolución de las comunicaciones. La Ley de Financiamiento Educativo que promovió la inversión del 6% del PBI en la educación se sancionó en 2006 cuando todavía no existía facebook en español y las redes sociales no habían alterado definitivamente el tiempo y el espacio, achicando el mundo de una manera irremediable.

Es evidente que en la carrera del conocimiento venimos rezagados y al parecer cada vez más cansados. Y esta sensación frustrante se incrementa por la esterilidad de unos debates en los que los actores, sean estos políticos, técnicos o gremiales, parecieran estar más enfocados en ver quién gana la pulseada, que por resolver el problema de fondo. Un problema que para resolverlo necesitamos partir de denominadores comunes sobre los cuales deberíamos dejar de discutir de forma crónica. Señalemos algunos.

Los salarios son bajos, no los de todos en el sistema educativo, pero sí el de la mayoría. Pero a su vez tenemos un promedio de docentes por alumno injustificado: 12 alumnos por docente en la provincia de Buenos Aires, una de las medias más bajas de la región. Tenemos ausentismo crónico en secundaria y una carrera docente que no privilegia la función directiva.

La infraestructura de las escuelas está deteriorada por años de desinversión, sólo el 35% de las escuelas primarias estatales tiene conectividad y la mitad de los docentes dice no usar ningún instrumento tecnológico para la enseñanza. En muchos casos las escuelas las sostienen las cooperadoras, con ayuda de docentes y familias que hacen lo imposible para darles condiciones a sus hijos. También es un dato crítico la falta de escuelas y vacantes, especialmente en el nivel inicial.

Otro aspecto clave es la formación docente. Hay consenso en que debe ser revisada. En un mundo hiperinformado no alcanza con los institutos de formación terciaria y el testimonio de los docentes habla de la necesidad de una formación más actualizada y exigente, ante los múltiples desafíos que implica entrar a un aula. Las aulas demandan hoy a los docentes más conocimientos, nuevas metodologías y otras competencias.

Los datos duros sobre pobreza e indigencia son incontrastables. La escuela se enfrenta a contextos de alta vulnerabilidad. Más del 47% de los niños entre 0 y 15 años son pobres y muchos de ellos van a la escuela estimulados por un plato de comida. Más de un tercio de la población escolar desayuna, almuerza y/o merienda en la escuela.

La agenda de una multipartidaria educativa

Si compartimos las dimensiones centrales de este diagnóstico, no sería muy complejo diseñar un plan que contemple:

a) reformular la formación docente pasándola integralmente a las Universidades Nacionales donde está la máxima jerarquía académica que la Argentina puede ofrecer. Toda la diversidad del conocimiento está allí, y el mayor capital humano y tecnológico del país. Es un despropósito no vincularlos en la formación de los formadores y darles la alta misión de acreditar a nuestros docentes.

b) definir un plan de infraestructura escolar de cercanía, que garantice ejecutividad, como es el caso del Fondo Educativo en la Provincia de Buenos Aires, que transfiere hoy cerca de 7.000 millones de pesos a los municipios. Si la ley estableció una prioridad del 50% en materia de infraestructura escolar, bien podría avanzar hasta el 100% en los próximos años, dejando la posibilidad que sean, en el futuro, los mismos municipios los que revisen estos porcentajes para luego poder invertirlos en insumos pedagógicos, en la capacitación o programas especiales determinados por las demandas y el contexto de las escuelas.

c) con las cifras de pobreza que hoy tenemos es impensable que una parte de la población escolar no reciba alimentos en la escuela; por el contrario, esto puede ser un beneficio en materia de nutrición y de buenas prácticas alimentarias, además de inscribirse en la lógica de la extensión de la jornada con actividades complementarias en el segundo turno. Lo que no podemos seguir sosteniendo es que esa alimentación no sea de calidad.

d) la escuela es una unidad de conocimiento, el centro del sistema, no el final de un proceso. Allí interactúan todas las partes del sistema: los niños y sus familias, los docentes y directivos, el Estado en sus diferentes niveles y competencias, la sociedad civil y sus organizaciones (clubes, cooperadoras, empresas). Necesitamos un sistema de evaluación y seguimiento de esa unidad en forma continua. El viejo sistema de inspección ha quedado obsoleto y hoy los dispositivos tecnológicos facilitan la posibilidad de que cada escuela sea monitoreada. Debemos crear una agencia de evaluación integral y permanente de las escuelas.

Pero además, lo que más necesitamos es que la escuela deje de ser un botín de guerra de la clase política. Nadie va a ganar o perder una elección por un paro o un examen. Lo que necesitamos es devolver el debate educativo a sus ámbitos específicos: sin descartar la televisión ni la paritaria, la agenda educativa debe ingresar al parlamento.

Fuente del Artículo:

http://www.lapoliticaonline.com/nota/111236/

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Para mejorar la educación, debemos levantar la voz

Por: Manuel Alvarez Trongé

“Lo más absurdo del ser humano es querer que una cosa cambie y seguir haciendo lo mismo”. Albert Einstein

Todos los años, llegado esta altura del verano, sobreviene la duda sobre el inicio de clases. Gobierno y gremios son los protagonistas esenciales de esta incertidumbre. Los resultados de estas tensas negociaciones a lo largo de nuestro extenso territorio los conocemos todos: las conversaciones se demoran, el conflicto escala, se pierden días de clase y los más perjudicados son los alumnos más vulnerables.

Efectivamente, las familias más necesitadas de nuestra Argentina sufren en primera línea las consecuencias de este círculo vicioso. Es que este daño no se negocia, ocurre siempre. Esto de por si es muy grave, pero más grave es el contexto general de la educación en que se dan estas negociaciones. Hace muchos años que lo sabemos pero lo negamos: la mayoría de los alumnos argentinos están mal educados. Tenemos información contundente (de pruebas e investigaciones nacionales e internacionales) que nos informa que más del 50 % no termina la educación obligatoria; que, de la masa de alumnos que sí la terminan, el cincuenta por ciento no puede leer un texto sencillo, ni resolver un ejercicio simple de ciencia ni de matemática y que la desigualdad e inequidad educativa en el territorio es mayúscula, es decir, que los más pobres reciben la peor educación y que, dependiendo de la jurisdicción donde el alumno estudie, su aprendizaje puede ser peor o mejor (es decir, no hay igualdad educativa). Pero esto no es todo.

El problema no repara en clases sociales: las escuelas de mejor nivel de Argentina (según surge de PISA) están al nivel de las peores escuelas del mundo desarrollado. Es en este contexto de mala educación donde el Gobierno y los Gremios se reúnen a discutir. Es importante tomar conciencia del contexto para comprender la trascendencia de sus consecuencias.¿Qué hacer frente a esta emergencia?

En primer lugar, todos como ciudadanos responsables, debiéramos tomar conciencia, informarnos de la educación de nuestros seres queridos y estar atentos. No podemos permanecer indiferentes. Se juega aquí el futuro de nuestro país. En segundo término, tenemos también que entender que como miembros de la sociedad civil debemos participar. Ni el Estado, ni los Maestros solos tienen la potencia suficiente para resolver esta crisis. El filósofo español José Antonio Marina sostiene: “Para educar al niño hace falta la tribu entera”. Obviamente la responsabilidad educativa es un deber de los padres y no puede tercerizarse en ninguna escuela ni en ningún docente, pero con el concepto de “tribu”, Marina apunta a la relevancia de la participación de cada uno de nosotros en su barrio, en su comunidad.

Todos educamos. Y en tercer lugar, reclamemos. Si no hay demanda por mejor educación no habrá cambios. Pidamos al Presidente y al Ministro nacional que la educación sea verdadera “prioridad nacional” como la ley lo exige. Reclamemos a los Ministros de Educación de cada jurisdicción y a los sindicatos que hagan todos los esfuerzos que correspondan para que la educación mejore y que por tanto la pérdida de días de clase no sea una alternativa más. En el estado de situación de la educación argentina antes referido, la confrontación y la escalada del conflicto causaría un daño muy difícil de remediar. Se debe discutir el fondo del problema educativo argentino, no la superficie.

Todos los años “chocamos frente a masas de hielo” que flotan por el mar. Pues es hora que entendamos que la grave crisis educativa argentina es un “enorme témpano” que merece una discusión seria y profunda para arribar a consensos con todos los sectores implicados. Todo está cambiando en la educación mundial. Defendamos el derecho constitucional y humano de aprender. Hagamos algo distinto por la educación de nuestro país: levantemos la voz.

Fuente del Artículo:

https://www.clarin.com/opinion/mejorar-educacion-debemos-levantar-voz_0_BkkGkXGPf.html

 

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