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Docentes y estudiantes de Ecuador marchan a favor de la educación

Miembros de la Unión Nacional de Educadores (UNE) y organizaciones estudiantiles culminaron hoy en esta capital una marcha para exigir al Gobierno que declare en emergencia la educación, debido a los problemas del sector.

Los docentes partieron el pasado 6 de abril de la provincia de Santo Domingo de Tsáchilas y este martes ingresaron al Centro Histórico de la capital, donde se encuentra la sede del Ejecutivo.

El presidente de la UNE, Andrés Quishpe, anunció que esta tarde una delegación del Gobierno los recibirá para escuchar sus propuestas.

En esencia, los profesores y estudiantes buscan la declaratoria de emergencia porque así podrían garantizar la asignación de los recursos necesarios para la implementación efectiva de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI).

Esa normativa contempla un plan integral para abordar diversas problemáticas, como la violencia en entornos escolares, la seguridad en las instituciones educativas, la mejora de la infraestructura, entre otras.

La educación necesita de recursos, es necesario reemplazar a los 25 mil maestros que salieron de las aulas en los últimos cinco años, afirmó Quishpe.

También expresó que no hay educación de calidad donde haya violencia, “y por eso también marchamos, por los niños reclutados por el narcotráfico”.

De igual manera, el líder de la UNE se pronunció contra la consulta popular que impulsa el presidente Daniel Noboa, la cual de ser aprobada perjudicaría los derechos laborales.

Por su parte, Nery Padilla, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, advirtió que el Gobierno debe 708 millones de dólares a la educación superior pública.

npg/avr

Docentes y estudiantes de Ecuador marchan a favor de la educación

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Declaración sobre Gaza de la Campaña Mundial sobre Educación

Hasta el 27 de febrero se habían reportado 29 878 palestinos muertos y 70 215 heridos, siendo la gran mayoría mujeres y niños.
De los 2,2 millones de habitantes de Gaza, más de 1,9 millones han sido desplazados, entre ellos muchos que han huido varias veces. Actualmente hay 1,5 millones de palestinos refugiados en Rafah, de los cuales 610 000 son niños que no tienen adónde ir.
Aproximadamente 378 escuelas han sido destruidas o dañadas. El Ministerio de Educación palestino ha reportado la muerte de más de 4 327 estudiantes, 231 maestros y 94 profesores. Todas o parte de las 12 universidades de Gaza han sido bombardeadas y en su mayoría destruidas.
Miles de niños se han quedado huérfanos y cientos de miles de niños necesitan ahora apoyo en materia de salud mental.
Por tanto, la Campaña Mundial sobre Educación pide:
• Exigir un alto el fuego inmediato en Gaza.
• Exigir el restablecimiento inmediato y completo del acceso a alimentos, agua, electricidad y medicinas para los ciudadanos de Gaza.
• Insistir en que los donantes restablezcan urgentemente la financiación de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés).
• Exigir a todas las partes que se adhieran al principio de que las instituciones educativas deben ser un espacio protegido para que los estudiantes aprendan y desarrollen su potencial, incluso durante la guerra.
• Apoyar el derecho de los palestinos a regresar inmediatamente al norte de Gaza, sobre todo para los niños y jóvenes que necesitan volver a sus escuelas y colegios para acceder a su derecho a la
educación.

Otras resoluciones:
1. Que la CME envíe una carta al fiscal de la Corte Penal Internacional para animarle a considerar, de forma total y rápida, si se han cometido crímenes de guerra y/o crímenes contra la humanidad durante la guerra.

2. Emprender una consulta completa con las organizaciones miembro para desarrollar una respuesta política global a la guerra de Gaza y a la recuperación.

Declaración sobre Gaza de la Campaña Mundial sobre Educación

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Panamá: Movilidad humana y educación: “oportunidades y Desafíos para el Trabajo en Red”

Se identificaron desafíos inherentes a la realidad de la migración, así como oportunidades y retos que surgen al trabajar en red para abordar la educación en un contexto marcado por el impacto de la movilidad humana en el acceso al derecho a la educación.

El pasado 21 de marzo, se llevó a cabo un conversatorio bajo el título “Educación y Movilidad Humana: Oportunidades y Desafíos para el Trabajo en Red”. Este evento tuvo lugar dentro de la XXXIX Asamblea General de Fe y Alegría, celebrada en la Ciudad del Saber de Panamá.

La diversidad de participantes fue notable, incluyendo directores y delegados de las distintas entidades de Fe y Alegría que conforman la Federación, así como representantes de instituciones especializadas en migración de la Compañía de Jesús, autoridades gubernamentales panameñas, socios, aliados estratégicos, organismos internacionales y cooperantes.

La jornada se inició con la inspiradora ponencia de Oliver Bush, Coordinador País de HIAS en Panamá, quien abordó la complejidad de la migración desde una perspectiva centrada en el derecho a la educación. Su intervención marcó el inicio de un panel en el que participaron destacadas figuras como Javier Cortegoso, Coordinador de la Red Jesuita con Migrantes de Latinoamérica y El Caribe (RJM LAC), Óscar Calderón, Coordinador del Servicio Jesuita para Refugiados de Latinoamérica (JRS-LAC), Blanca Gutiérrez, Lideresa de la Iniciativa de Migraciones de Fe y Alegría Internacional, y Elías Cornejo, Colíder de la Iniciativa de Migraciones y Coordinador de Servicio a Migrantes de Fe y Alegría en Panamá.

Durante este diálogo, se identificaron desafíos inherentes a la realidad de la migración, así como oportunidades y retos que surgen al trabajar en red para abordar la educación en un contexto marcado por el impacto de la movilidad humana en el acceso al derecho a la educación.

Conclusiones del conservatorio Movilidad humana y educación

El reto principal: Atender las necesidades educativas y emocionales de la niñez migrante. Es fundamental comprender que, según el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, los niños y niñas migrantes son aquellos menores de 18 años que se encuentran fuera de su país de origen con la intención o necesidad de residir en otro lugar.

La realidad de estos miles de niños, niñas y adolescentes migrantes implica enfrentarse a violencias estructurales en sus países de origen, así como a la violencia criminal y xenofóbica en su tránsito y destino. La migración conlleva la ruptura de lazos familiares y sociales, así como la interrupción de la vida cotidiana de estos niños, niñas y adolescentes, quienes muchas veces se ven privados de acceso a la educación tanto durante su tránsito como en su lugar de destino.

Por otro lado, los niños, niñas y adolescentes que son familiares de migrantes también experimentan el impacto emocional de la migración debido a la separación de sus familias, lo cual afecta directamente su desempeño educativo y el acompañamiento que reciben en este ámbito.

Para abordar estos desafíos, se proponen las siguientes acciones:

  • PROTEGER a través de la educación: El acceso a la educación es fundamental para proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes migrantes. La educación no solo contribuye al desarrollo humano, sino que también ayuda a mitigar los efectos negativos de la movilidad forzada en la salud mental de la niñez migrante, proporcionando un sentido de normalidad en un entorno marcado por la ruptura y la incertidumbre.
  • PROMOVER la investigación y sistematización de experiencias, que son herramientas poderosas para generar propuestas que mejoren la atención socioeducativa de la niñez migrante y promuevan su acceso efectivo al derecho a la educación. Esta labor debe ser colaborativa e incluir la participación de distintos actores para garantizar la pertinencia y efectividad de las propuestas.
  • INTEGRAR la voz de las y los migrantes en la construcción de soluciones: Es fundamental que las propuestas socioeducativas y de incidencia incluyan la participación activa de la niñez y juventud migrante. Su experiencia y perspectiva son fundamentales para diseñar intervenciones que respondan de manera efectiva a sus necesidades y realidades.
  • El trabajo en red emerge como la estrategia clave para enfrentar este desafío. La colaboración entre instituciones especializadas en migración y organizaciones educativas como Fe y Alegría es fundamental para garantizar una atención integral y efectiva a la niñez migrante. La complementariedad de conocimientos y recursos enriquece los procesos y amplía el impacto de las intervenciones. Es importante destacar que el trabajo en red requiere de humildad, escucha activa y reconocimiento de la diversidad de perspectivas para lograr resultados significativos.

¿Hacia dónde nos dirigimos a partir de este proceso?

Es crucial recordar nuestras raíces y compromisos como organización:

  • Nacimos en las periferias con la misión de educar a los pobres y excluidos.
  • Nuestro origen está marcado por la búsqueda de justicia social y transformación.
  • Somos agentes de cambio que se comprometen con la historia y el bienestar de nuestro pueblo.
  • Estamos abiertos al espíritu y la historia, en constante proceso de conversión y empoderamiento.
  • Nos comprometemos políticamente con los más vulnerables, respondiendo a las exigencias de los tiempos.
  • Somos portadores del evangelio en un mundo necesitado de esperanza.
  • Nuestra labor educativa trasciende las aulas, promoviendo la integración personal y social.
  • Nuestro crecimiento y transformación se sustentan en el trabajo en red, colaborando con otras entidades para ampliar nuestro impacto y alcance.

En resumen, Fe y Alegría es más que una organización educativa: es un movimiento que se compromete en la construcción de un mundo más justo, solidario y equitativo.

Nuestro trabajo en red nos permite ampliar nuestra capacidad de acción y promover un cambio real en las vidas de aquellos que más lo necesitan. Juntos, podemos hacer la diferencia y construir un futuro mejor para todos y todas.

Por: Blanca Gutiérrez, lideresa de la iniciativa de Migraciones y Elías Cornejo, colíder de la Iniciativa de Migraciones y Coordinador de Servicio al Migrante en Fe y Alegría  Panamá.

Fuente: https://www.radiofeyalegrianoticias.com/movilidad-humana-y-educacion-oportunidades-y-desafios-para-el-trabajo-en-red/

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CII-OVE: Ciclos de seminarios sobre el pensamiento descolonial (Videos)

CII-OVE/Luz Palomino 

Desde el 14 de noviembre se iniciaron los ciclos de seminarios sobre el pensamiento descolonial, el cual  propone un cambio en la geografía de la razón, propone un proceso de resignificación, tanto en la elaboración de una comprensión crítica de la diferencia epistémica colonial, como en la formación y transformación del sistema- mundo moderno/colonial en zonas “periféricas”, como América Latina, lo cual respondería a la necesidad de elaborar una crítica al eurocentrismo más allá de la cartografía geohistórica de la modernidad occidental, vale decir, elaborar una perspectiva desde el exterior de la propia modernidad.

Estos ciclos tendremos seis grandes investigadores sobre el pensamiento descolonial y se realizan en alianza con la Universidad Federal de Sergipe y CAPES. Pueden acceder a ellos totalmente gratuito a través de nuestro canal de YouTube

Les dejamos por acá los link de los encuentros realizados hasta ahora:

  1. Katya Colmenares: Pensamiento decolonial y universidad
  2. Abdiel Rodrigues: Aproximación al pensamiento descolonial e Enrique Dussel

El próximo 16 de abril estará en estos ciclos la profesora descolonial  Karina Ochoa.

 

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Una revolución educativa necesaria y posible

Francis Vergne
El interés mostrado por la revista viento sur hacia nuestra última obra, Éducation démocratique. La révolution scolaire à venir[Educación democrática. La próxima revolución escolar][1], ha sido para Christian Laval y para mí un valioso estímulo para proseguir la reflexión y continuar un combate en todos los frentes: universitario, sindical, político, en una perspectiva altermundista[2].

¿Qué pautas de lectura para comprender las transformaciones de la escuela?
Éducation démocratique prolonga una reflexión que se viene haciendo desde hace una veintena de años en conexión con el Instituto de Investigación de la FSU, principal sindicato de la enseñanza, la investigación y la cultura en Francia. En un principio, trataba de comprender en toda su dimensión la amplitud y el carácter sistémico de la revolución neoliberal y sus consecuencias en el terreno educativo, demasiadas veces subestimadas o malinterpretadas.

Hemos querido ofrecer una pauta de lectura más política y más global a aquellos colegas y camaradas desconcertados por el desencadenamiento de medidas neoliberales presentadas como ineluctables: la entrada simultánea en una nueva era del capitalismo y en una nueva era de la escuela. Así lo hacen diversas obras publicadas, como el libro de Christian Laval, L’école n’est pas une enterprise. Le Néolibéralisme à l’assaut de l’enseignement public [La escuela no es una empresa. El Neoliberalismo al asalto de la enseñanza pública], y sobre todo Nouvelle école capitaliste [Nueva escuela capitalista] publicada en 2011. La tesis central[3] es la puesta en marcha de un nuevo orden educativo mundial difundido e instrumentalizado por las instituciones de la Unión Europea. Por decirlo de forma resumida, la finalidad de la escuela no sería tanto transmitir saberes, que tienen valor por sí mismos y por su potencial emancipador, como fabricar personas aptas para incorporarse a la maquinaria económica del capitalismo neoliberal. O, expresado en términos más cercanos a los requerimientos de la Unión Europea, las escuelas deberían transformarse en empresas productoras de capital humano al servicio de la economía del conocimiento. El alineamiento con las hojas de ruta de laEstrategia de Lisboa y del Proceso de Bolonia, como hilo conductor de la mutación de las instituciones de enseñanza a escala europea, forma parte de un consenso general en el que apenas se diferencian gobiernos de derecha y gobiernos de izquierda, apuntados todos a la concurrencia libre y no falseada y al espíritu de empresa. Lo cual empuja a una despolitización, al menos aparente, de la cuestión escolar. La búsqueda de la eficacia de las buenas prácticas prima sobre la ideología. La tecnificación de los problemas y de las soluciones legitima la ignorancia de la cuestión social.

La sociología crítica de la escuela había insistido en la función reproductora de la escuela, pero con su transformación neoliberal está en juego algo más: la subordinación del conocimiento y de los saberes al valor mercantil y a las exigencias de la competencia económica. Esta lógica se convierte en la única ley: la escuela se ve formateada por la racionalidad neoliberal hasta el punto de confundirse con el movimiento del capital. Cada establecimiento del sistema escolar y universitario debe adoptar nuevas formas de organización más eficaces, posicionarse en el gran mercado de la formación y redefinir sus contenidos y prácticas pedagógicas. Cada persona enseñante o investigadora debe aprender a evolucionar en un entorno de competencia y selección, debe responder y adaptarse a las nuevas exigencias delalumnado/estudiantado cliente. Y cada alumno o alumna/estudiante debe pensar en su formación y orientación como responsable de su empleabilidad. La escuela, centrada en la gestión del capital humano, se vuelve en cierto modo intrínsecamente capitalista. ¡Lo humano es capital! se convierte en signo de adhesión.

Mecanismos, gramáticas y prácticas de la escuela neoliberal
Para mostrar esta evolución, propuse la siguiente comparación en un librito más ligero y de vocación paródica[4]: ¿qué ocurriría si las reformas neoliberales fueran aplicadas a las orquestas sinfónicas? Una primera conclusión sería el carácter superado de algunos principios musicales que no han sido revisados desde hace siglos. ¿No se podría, a partir de una auditoría compartida, racionalizar el funcionamiento y modificar la gestión de la orquesta? Imaginemos el diagnóstico: varios instrumentos y músicos resultan inútiles, por idénticos (es el caso de los violines). Tecnologías innovadoras permitirían obtener el mismo volumen a partir de un solo instrumento. Algunos otros –baratos y de fácil mantenimiento– están en cambio subempleados (triángulo, timbales). En la sinfonía hay trozos repetitivos que no aportan nada nuevo: ¿por qué no suprimir las redundancias y reducir el tiempo de concierto, sin perjuicio para los clientes y para la calidad del producto? Además, la dirección de la orquesta podría efectuarse por teleconferencia: un solo jefe de orquesta, con criterio de excelencia y acreditado en buenas prácticas, dirigiría varias orquestas a la vez. En fin, la remuneración de los músicos se ajustaría a la rentabilidad y a su implicación personal en llenar las salas de conciertos. Exageración o ficción, se me dijo entonces. ¿También hoy?

En ese mismo libro, contaba una anécdota sobre uno de los rasgos característicos del neoliberalismo educativo que tiene que ver con el frenesí evaluador y la política de cuantificación impuesta. En este contexto, el mundo de la investigación descubrió a un nuevo genio, un tal Ile Antkare, uno de los diez primeros investigadores en ciencias informáticas que figuraba, por delante de Albert Einstein, entre los cien científicos más famosos del mundo. Desde su supuesto trabajo en el International Institute of Technology United Slates of Earth, este pequeño genio había publicado, según Google Scholar, 102 artículos, reproducidos y citados en muchas ocasiones en la red. El único problema era que este investigador modelo, cuyo índice H [que mide tanto la productividad como el impacto de las citas de las publicaciones del autor] y evaluación bibliométrica alcanzaban semejantes cimas, no existía. Había sido inventado desde la nada por un enseñante utilizando un simple generador de textos que creaba artículos combinando frases de manera aleatoria. El resultado se parecía a un verdadero artículo científico. Fue referenciado por Google Scholar, aunque en rigor no tenía ningún sentido. Hicieron falta varios meses para descubrir la superchería. Pero si reflexionamos sobre ello, tiene algo que ver con PISA, ese ineludible conjunto de estudios realizados por la OCDE para medir, comparar y, sobre todo, clasificar los resultados de los sistemas educativos.

PISA se ha convertido en la biblia para justificar todas las reformas educativas en curso en nombre de las comparaciones cuantificadas. Mientras los diseñadores de PISA confiesan no saber muy bien lo que están midiendo (ni el nivel escolar, ni el potencial, ni las competencias, sino un bricolaje mezcla de todo ello), van cayendo las conclusiones perentorias. A partir de muy discutibles indicadores de resultados que se repiten cada tres años, PISA eleva sus pretensiones cada vez más arriba, recomienda, prescribe, enuncia doctamente cómo afrontar los logros escolares, reducir las desigualdades, mejorar la motivación del alumnado y la calidad de la enseñanza; y, sobre todo, invita a cada persona a mantener su categoría y a ganar puestos en la competición que conducirá a la próxima clasificación.

Es cierto que desde entonces las políticas neoliberales han evolucionado, pero a peor, en el sentido de que se han vuelto infinitamente más radicales y más represivas. Es la marca de fábrica del neoliberalismo versión 2: utilizar métodos autoritarios para detener la crisis de la escuela, con la recuperación de las temáticas de la derecha más reaccionaria: neomalthusianismo escolar, segmentación de lo público y de la formación, referencias patrióticas, disciplina a la vieja usanza, etc. El discurso dominante no es más modernizador, sino más conservador y guerrero a la hora de designar los chivos expiatorios y su denuncia del enemigo interior que amenaza los fundamentos de nuestra civilización. Los mismos discursos y las mismas prácticas antidemocráticas en todas partes. Hoy día se asume una nueva guerra escolar ligada a la guerra social llevada a cabo por el neoliberalismo. Esto no contradice los diseños fundamentales del neoliberalismo antes mencionados. La novedad reside en la manera de realizar estos objetivos: la imposición de la fuerza bruta, las repetidas mentiras de la neolengua, la negación de la democracia en la escuela.

Articular movilizaciones defensivas y propuestas ofensivas
La cuestión que nos decidió a escribir nuestro último libro fue la siguiente: ¿basta con analizar y criticar las transformaciones capitalistas de la educación para detener el proceso? Tenemos que constatar que no. La reflexión crítica y la oposición práctica son indispensables, pero no bastan.

Pensamos que ya era el momento de pasar de las movilizaciones defensivas a las propuestas ofensivas. Los movimientos de resistencia a las reformas neoliberales en el ámbito escolar y universitario, numerosas en todo el mundo desde hace al menos dos décadas, han planteado en sí mismas el principio básico de una alternativa a la privatización y a la sumisión a los imperativos capitalistas: si el conocimiento es un bien común, no debe estar reservado a una élite, ni ser objeto de ninguna forma de enclosure (cercado) por dinero, clase social o lugar de residencia. Más allá de los motivos iniciales de las movilizaciones, el sentido de todos estos movimientos se basa en el principio de que la educación es un bien común, no una mercancía.

La cuestión que queremos plantear en este trabajo es precisamente saber cuáles son sus implicaciones concretas en contenidos escolares, en pedagogía y en arquitectura institucional. Hacer de la educación, de la cultura o de la salud, y de muchos otros ámbitos de la vida humana y social, un bien común nos lleva a una visión política directamente contraria a la concepción neoliberal, basada en la mercantilización, la privatización y la financiarización del conjunto de las actividades humanas. Decir que la educación es un bien común es tanto como decir que es inapropiable, que ningún individuo, ningún grupo, ningún Estado puede considerarse o hacerse propietario de ella. Por principio, pertenece a todos y todas. Pero ese bien común educativo debe encontrar consistencia en una institución que esté concebida como común, es decir como un espacio institucional autogobernado por las y los coparticipantes en la actividad educativa y regida por el derecho de uso ejercido sobre los recursos educativos producidos, mantenidos y puestos a disposición por esta institución. En otras palabras, ¿qué se puede hacer hoy para mover la educación hacia la democracia social y ecológica?

En este libro insistimos mucho sobre la finalidad de la educación. En contra de las múltiples formas de despolitización, desde la tecnificación pedagógica hasta el objetivo económico de la empleabilidad, hay que asumir que la cuestión escolar es fundamentalmente política. Está íntimamente ligada a la sociedad deseada. ¿Qué educación se necesita para plantearse un futuro deseable y una tierra habitable? Con vistas a dicha sociedad, la educación tendría como función formar personas creativas y cooperativas en condiciones de compartir saberes, transmitir conocimiento, cuidar de las otras y de los medios de vida, y producir conocimientos.

Por tanto, la tarea de la educación democrática es enseñar a toda persona a convertirse en una participante activa en la vida social y cultural, en su renovación, en su creatividad. Y se podría añadir: un ser plenamente responsable del mundo en el que va a vivir. La originalidad de una educación democrática es permitir hacer la experiencia de la autonomía individual y del autogobierno colectivo a las y los alumnos y estudiantes.

Una sociedad democrática presupone personas preparadas para la deliberación y la decisión colectiva, armadas con la indispensable cultura común, deseosas de comprometerse en la actividad colectiva y cuidadoras del bien común. La educación debe ser concebida como el lugar de dicho aprendizaje y experiencia preparatoria. Las y los enseñantes tienen que formar a los ciudadanos y ciudadanas del mañana que tendrán que afrontar problemas de una amplitud y una gravedad tal vez nunca antes alcanzados en la historia de la humanidad.

En nuestra idea, la institución democrática de la educación no se proclama, se realiza prácticamente en las luchas y las experimentaciones. Pero debe tener una perspectiva global y sistémica, ya que las condiciones de transformación progresista de la escuela son interdependientes. Esta transformación debe afectar de manera simultánea a las relaciones entre las instituciones educativas y los poderes en la sociedad, las relaciones pedagógicas, los contenidos culturales y la organización de los poderes internos.

Por tanto, sometemos a discusión cinco principios que en nuestra opinión pueden preparar la educación democrática del mañana.

Cinco principios para preparar la educación democrática de mañana

I. La libertad de pensamiento
El primero se refiere a la condición primordial de la educación democrática: la libertad de pensamiento. La escuela debe estar enteramente emancipada de los poderes que querrían someterla e instrumentalizarla, ya sean religiosos, gubernamentales o de empresas capitalistas. En este sentido, toda la educación, desde la preescolar hasta la universitaria, debe estar regida por la regla absoluta de la libertad de pensamiento, condición de todo conocimiento racional. Y para ello debe estar integrada en una institución independiente de los poderes que llamamos la Universidad Democrática. Esto nos remite a la herencia de la Ilustración y a la alianza entre la ciudadanía y el espíritu científico. Una preocupación importante de Condorcet, y más tarde de Jaurès y Gramsci (que compartieron la idea de que un gobierno democrático supone la extensión a todos de aquellos conocimientos establecidos como verdad en una determinada época, pero también la universalización de la capacidad de contribuir al progreso de los conocimientos), fue cómo dotar a los alumnos y alumnas de las formas de reflexión y de los contenidos de saberes que les permitieran ejercer su autonomía como ciudadanos y ciudadanas. Al objetivo de la independencia individual, al que aspiraba el republicanismo de Condorcet, el socialismo añadió el autogobierno en el campo del trabajo. Y con la ecología se está operando hoy un desplazamiento suplementario, de manera que el conjunto de relaciones que la especie humana mantiene con el mundo físico, vegetal y animal debe ser objeto de una gran interrogación por medio del acceso a nuevos saberes fundamentales.

II. La igualdad en educación
El segundo principio es la búsqueda de la igualdad en el acceso a la cultura y al conocimiento. Es sabido que las desigualdades son multidimensionales y acumulativas. Multidimensionales, porque son a la vez sociales, territoriales, de género, de origen, etc. Acumulativas, porque suelen ser las mismas personas las que se encuentran en posición de inferioridad en el orden del tener, del saber o del poder. ¿Cómo no sólo reducir las desigualdades, sino producir la igualdad? Actuar sobre las condiciones del aprendizaje supone actuar sobre el marco económico, social y cultural de las familias, en la medida en que la precariedad de la vida y la precariedad escolar están vinculadas y se alimentan recíprocamente. Sólo una poderosa igualación de las condiciones sociales y económicas podría disminuir las desigualdades escolares al disminuir la brecha de las condiciones materiales y culturales entre las clases. En concreto, se trata de que lo que procuran las familias pedagógicas de las clases medias y superiores para su progenitura, estructuras con personal cualificado y de alto nivel, pueda ser aportado de forma gratuita a toda la juventud. Esto concierne al acompañamiento escolar del alumnado que lo necesita, pero también al entorno cultural, lúdico y deportivo de los niños y niñas como condición para su apertura a otros horizontes sociales.

Uno de nuestros planteamientos es considerar la situación de los alumnos y alumnas con grandes dificultades desde el punto de vista de lo que podría denominarse desafiliación escolar, retomando el concepto de desafiliación socialdesarrollado por el sociólogo Robert Castel sobre los procesos de ruptura de los diferentes vínculos susceptibles de conectar a la persona con la sociedad: lazos de parentesco, de trabajo, de vida asociativa, de amistades, de actividades deportivas y culturales, etc. Por analogía, la desafiliación escolar es un proceso social de erosión de los vínculos con la institución y de las identidades que se constituyen en la experiencia de la escolarización. La afiliación escolar o la reafiliación escolar, por el contrario, se producirá por la recomposición de múltiples lazos con la institución escolar (reglas, cultura, lenguaje, enseñantes, compañeros, saberes enseñados) que en ese momento pueden sostener una adhesión a valores comunes y mantener una esperanza de resultados. Se trata de crear solidaridades positivas y desarrollar prácticas cooperativas entre los alumnos y alumnas. Se trata también de articular dos luchas por la igualdad: la lucha interna en las instituciones y la lucha externa que afecta a toda la sociedad. Se puede pensar, asimismo, en el desarrollo de actividades colectivas en el marco de la educación popular, bajo múltiples formas. Algunos movimientos sociales en América Latina, muy inspirados en la pedagogía del oprimido de Paulo Freire, como el Movimiento de los sin tierrade Brasil, Barrios en pie en Argentina o las Caravanas pedagógicas en Colombia, asocian educación, convivencia social y capacidad autónoma de las y los participantes, y muestran cómo grupos de ciudadanos y ciudadanas y asambleas de trabajadores y trabajadoras pueden instituirse como sujetos de su propia historia fuera del Estado y del mercado.

III. ¿Qué cultura común?
El tercer principio se refiere a la puesta en práctica de una cultura común. ¿A qué cultura común deberían acceder las y los jóvenes en una democracia social y ecológica, y qué lugar ocupa en ello la escuela? ¿En base a qué criterios se puede hacer una elección entre los conocimientos a transmitir? Para las y los conservadores, la institución escolar debería preparar esencialmente en un espíritu individualista y utilitarista para carreras profesionales y para posiciones sociales muy diferenciadas. En este sentido, el neoliberalismo escolar define la base mínima común de competencias, entendida en un sentido a la vez cognitivo y conductivo. Pero, aunque haya que combatir este modelo impuesto, la cultura común democrática y ecológica no puede limitarse a la simple reafirmación de la cultura general en el sentido que le daba el viejo humanismo.

El ideal de la cultura general ha estado asociado a una cultura desinteresada, una especie de adorno que reflejaría elbuen gusto de las clases cultas. Lo que conduce a compartimentaciones culturales y cerrazones intelectuales –como lo muestra el ejemplo de la marginación de la cultura del cuerpo–, cerrazones dañinas para una verdadera formación general. Con la misma preocupación de apertura, planteamos que la cultura común no podría ser una cultura únicamente nacional, sino una cultura plural y cosmopolita. Proponemos que la formación debería traducirse en la complementariedad de la cultura científica y técnica, de la cultura humanista tradicional y también de segmentos enteros de cultura popular relegados. En este sentido, Gramsci defendió el ideal de una “escuela única inicial de cultura general, humanista, formadora, que articula justamente el desarrollo de la capacidad de trabajar manualmente (técnica, industrialmente) y el desarrollo de la capacitación de reflexión intelectual”. El principio que nos guía implica, a la vez, una cierta jerarquización de los saberes y la búsqueda de una nueva coherencia antropológica[5]. Esta perspectiva es inseparable de una refundación de la organización de la producción, del papel del trabajo intelectual y de la participación popular en la vida política.

IV. Hacia una pedagogía de la cooperación
En cuanto al campo pedagógico propiamente dicho, planteamos asociar educación democrática y pedagogía de la cooperación. Lo que se quiere designar con pedagogía de la cooperación es un conjunto de pedagogías que han intentado desarrollar en el alumnado conductas de cooperación en lugar de conductas competitivas, relaciones de solidaridad y actitudes de responsabilidad colectiva en lugar de la búsqueda del simple éxito individual, una autonomía individual y una participación colectiva en la deliberación en lugar de la pasividad y la obediencia a la autoridad del maestro o la maestra y a la jerarquía administrativa. Estas pedagogías presentan un doble carácter: son sociales, en el sentido de que pretenden desarrollar una responsabilidad hacia el grupo y, más allá, hacia la sociedad, con espíritu de reciprocidad; son democráticas, en el sentido de que desarrollan la participación efectiva de los alumnos y alumnas en la elaboración de la regla colectiva que interiorizan y que les socializa. También se puede adoptar, como hemos hecho en nuestro trabajo, la denominación de pedagogía instituyente, entendiendo por ello el conjunto de pedagogías que hacen de la democracia un principio de funcionamiento de la institución escolar y de formación del alumnado.

Es sabido que estas pedagogías son objeto de críticas particularmente violentas por parte de los gobiernos y de los partidos del orden neoliberal. Pero, aunque haya que denunciar con toda razón el discurso conservador que alega la desaparición de la autoridad como el peor peligro para la educación, la respuesta no puede ser el simétrico discurso antiautoritario que niega la necesidad de reglas colectivas. Si para alguna gente la autoridad es un aspecto natural de la transmisión de los saberes, para otra lo natural sería la ausencia de autoridad por el hecho de la espontaneidad del desarrollo de la infancia. Hay que oponerse y proponer alternativas tanto a la escuela-cuartel, heredera de las grandes instituciones disciplinarias, eclesiásticas y militares, como a la escuela sin ley que constituyó una tentación tras el 68 y que dio paso después a la ley del mercado con ocasión del vuelco neoliberal de los años 80.

Esto nos lleva a precisar la relación con otras pedagogías, que no se trata de recusar sino de integrar en la doble perspectiva pedagógica y social[6]. Podemos pensar en algunos aspectos de las llamadas pedagogías nuevas o alternativas. Podrían calificarse, con más cercanía, como populares o proletarias, a la manera de Célestin Freinet, para expresar su intención igualitaria y su contenido de clase. En fin, se podría hablar de pedagogías críticas, retomando una expresión de Paulo Freire, para destacar su dimensión de contestación de las formas de opresión y su voluntad de deconstrucción de las evidencias de la ideología dominante. Lo que queremos destacar es la relación entre la práctica de la democracia en la propia formación y la requerida por una sociedad cuyo funcionamiento procedería por autogobierno.

V. El autogobierno de las instituciones del saber
Este principio de organización de los establecimientos escolares no es en el fondo más que el traspaso al campo educativo de propuestas válidas en todas las actividades. Las y los individuos deben poder autogobernarse en el seno de sus colectivos de trabajo y de vida; es decir, codeterminar las reglas que rigen sus relaciones y los objetivos que se plantean.

Hay que concebir modos de autogobierno de los establecimientos educativos implicando a las y los enseñantes, pero también a los alumnos, alumnas y a las familias. Desear una sociedad donde el autogobierno constituya el principio general de las instituciones es querer una educación que prepare para este tipo de organización social, que forme ciudadanos y ciudadanas activas, críticas, capaces de autorreflexión colectiva, deseosas de todas las formas de participación social.

Podemos referirnos a la autogestión. Constatar su escasa práctica dentro de los sistemas educativos no es un insulto a las experiencias autogestionarias. El principio de la autogestión aplicado a la escuela ha tenido el mérito de mostrar de forma concreta que la mayor parte de las cuestiones fundamentales que se plantean a las instituciones educativas pueden ser debatidas abiertamente por todos y todas, y tratados en disposiciones pedagógicas elaboradas colectivamente y validadas democráticamente, sin depender de una tutela jerárquica y de un mando burocrático.

Estas experimentaciones pueden convertirse en fuente de inspiración y punto de apoyo para un gobierno democrático más amplio de la escuela. Pero el problema político que surge muy pronto es el del límite de una democracia confinada sólo al espacio del establecimiento educativo. ¿Cómo pensar a la vez la democracia interna en un establecimiento concreto y la intregración del mismo en un sistema educativo democrático? La solución no se encuentra simplemente en el enfoque de la autonomía escolar o de la autogestión pedagógica de los años 60 y 70.

Una de las grandes cuestiones de orden institucional y práctico consiste en encontrar puntos de equilibrio entre la indispensable libertad de las y los actores que trabajan directamente en el marco de establecimientos autogobernado y la ley general que pretende la igualdad real de las condiciones de enseñanza y de aprendizaje. Hoy día, el poder efectivo pertenece al Estado central y a su gobierno que, de hecho, dispone de los medios de coacción burocrática para imponer una escuela de mercado. La falta de responsabilidad política, la ausencia de participación y la sumisión, siguen siendo la norma. Proponemos otro modelo organizativo diferente al de la burocracia de Estado y desde luego al del mercado, un modelo en el que la educación sería asumida por un verdadero servicio público democrático, un servicio común de la sociedad, en cuyo gobierno tanto las y los enseñantes como los alumnos y alumnas, padres y madres y la ciudadanía estarían directamente implicados. Un modelo federativo que permita definir una ley general sin abolir las autonomías locales y profesionales nos parece el mejor que pueda existir, a condición, desde luego, de que las instancias delautogobierno sean a su vez responsables, a todos los niveles, ante la ciudadanía y sus asambleas en materia de respeto de los principios de una educación democrática. O sea, una organización en Federación de los establecimientos y de todas las instituciones del saber.

Para no concluir
Estos principios sólo tienen sentido si no sólo conducen a discusiones, sino a la puesta en marcha y a la confrontación de prácticas que participan de un nuevo experimentalismo educativo, en la perspectiva de una revolución democrática capaz de producir un cambio radical en las maneras de vivir, de actuar y de educar.

Traducción: viento sur

Notas
[1] Laval, Christian y Vergne, Francis (2021) Éducation démocratique. La révolution scolaire à venir. Paris: La Découverte

[2] En esta óptica se han podido establecer contactos e intercambios, por ejemplo, con nuestros amigos italianos y brasileños, contactos que han permitido traducir y publicar en su lengua Éducation démocratique

[3] Laval, Christian; Vergne, Francis; Clément, Pierre y Dreux, Guy (2011) La nouvelle école capitaliste. Paris: La Découverte.

[4]  Vergne, Francis (2011) Mots et maux de l’école, un petit lexique impertinent et critique. Paris: Armand Colin.

[5] Por precisar nuestra posición sobre este punto, no se trata de oponer, como ha podido ser la tentación en el seno del movimiento obrero, una cultura proletaria y una cultura burguesa. La verdadera revolución cultural no implica el sacrificio de los tesoros de las humanidades, sino su plena integración en una cultura para todas y todos y más allá de las especialidades.

[6] Con esta intención hemos releído y puesto en perspectiva pedagogías como la de Dewey, de Ferrer, de Freinet, de Oury o de Freire.

https://vientosur.info/una-revolucion-educativa-necesaria-y-posible/

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Psicólogo revela cuál es la edad adecuada para enseñar educación sexual

Un polémico debate se ha generado en las redes sociales tras las revelaciones de un psicólogo sobre la edad idónea para iniciar la educación sexual. Descubre las pautas brindadas en relación a la crianza de los niños.

En una entrevista para el canal de YouTube Plus 51, el psicólogo y sexólogo Pedro Rondón sugirió que la educación sexual debe comenzar a una edad mucho más temprana de lo que comúnmente se cree.

En la era digital, los debates sobre la educación sexual infantil están más vigentes que nunca. El clip de esta entrevista se volvió viral en TikTok, generando opiniones encontradas y destacando la necesidad de abordarlo de manera responsable y efectiva desde una edad temprana.

Derrumbando mitos

El psicólogo Rondón ofreció revelaciones que han capturado la atención de millones de personas. Según sus declaraciones, a la pronta edad de los 2 o 3 años, los niños deben comenzar a recibir información básica sobre su cuerpo, diferencias de género y límites personales.

Con esta afirmación, sugiere que la educación sexual se fundamenta en mucho más que la simple comprensión del acto sexual. Implica la enseñanza de valores, el respeto a la intimidad y los límites personales, así como la promoción de las relaciones sanas. Es un proceso integral que busca empoderar a los individuos para tomar decisiones informadas y responsables sobre su sexualidad en todas las etapas de la vida.

Rondón enfatizó la importancia de establecer una base sólida para la comprensión de la sexualidaddesde la infancia, argumentando que esto fomenta una relación más saludable y respetuosa con el cuerpo y la sexualidad en la vida adulta.

Sus declaraciones han desatado un intenso debate sobre la idoneidad y la efectividad de enseñar educación sexual a tan temprana edad.

El rol de los padres

Otro punto destacado en las afirmaciones de Rondón fue el papel crítico de los padres en este proceso educativo.

Recomendó que los padres se involucren activamente en el baño de sus hijos hasta los 4 años, proporcionándoles orientación sobre el cuidado de sus genitales y promoviendo la autonomía gradualmente. Además, enfatizó la importancia de establecer normas claras y enseñar a los niños sobre la privacidad y el respeto a su cuerpo desde una edad temprana.

Estas sugerencias han suscitado reflexiones sobre el papel de los padres en la educación sexual de sus hijos y la necesidad de una comunicación abierta y honesta sobre temas delicados pero fundamentales.

Promoviendo el diálogo

La entrevista de Rondón también abordó la necesidad de aclarar dudas y promover la comprensión adecuada de la sexualidad a medida que los niños crecen.

Desde los 6 años en adelante, es común que los niños comiencen a tener preguntas sobre cómo se hacen los bebés y otros aspectos relacionados con la sexualidad.

Rondón instó a los padres a asumir el desafío de proporcionar respuestas claras y apropiadas a estas preguntas, abordando conceptos como la reproducción, la anatomía y los límites personales.

En efecto, las revelaciones de Pedro Rondón han desencadenado un debate crucial en las redes socialessobre la educación sexual infantil, destacando la necesidad de una educación integral, sensible y basada en la edad desde una edad temprana. Este video viral ha abierto un espacio para una discusión significativa sobre un tema que continúa siendo de gran importancia en la crianza y educación de los niños en la sociedad moderna.

https://www.exitosanoticias.pe/virales/polemico-psicologo-revela-edad-adecuada-ensenar-educacion-sexual-n124070

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El ascensor social en África: funciona en educación, pero no en ingresos ni empleo

La movilidad social es la capacidad que tiene un individuo para mejorar su situación socioeconómica respecto a la de sus padres. En este sentido, la igualdad de oportunidades defiende que todo el mundo debería tener acceso a las mismas herramientas y oportunidades, independientemente de su clase social, raza, género u origen.

En Europa y Estados Unidos hace años que se estudia la movilidad social y la transmisión del estatus de padres a hijos. Sin embargo, en otras regiones con problemáticas más complejas y variadas no se ha prestado la atención necesaria, principalmente debido a limitaciones en la disponibilidad de datos.

La movilidad social en África

En este contexto surge nuestra investigación, en la cual analizamos la movilidad social en cinco países africanos: Etiopía, Ghana, Uganda, Malawi y Nigeria.

A partir de encuestas de condiciones de vida y hogares, todas ellas realizadas entre 2017 y 2019, hemos construido una completa base de datos que nos ha permitido identificar a padres e hijos que conviven en el hogar y obtener información sobre su nivel educativo, ocupación e ingresos.

Nuestro principal objetivo ha sido utilizar los datos correspondientes a estas tres variables para analizar el grado de transmisión entre padres o madres y sus hijos, o, dicho de otra forma, el grado de movilidad social entre ambas generaciones.

Mejor educados, igual de pobres

La investigación revela patrones interesantes aunque, en ocasiones, bastante preocupantes. En general, la educación es el ámbito con los niveles más altos de movilidad.

Aunque esto podría parecer alentador, la realidad es que una gran parte de los padres en estos países tiene niveles de educación extremadamente bajos. Así que, aunque los hijos puedan superar a sus padres en términos de educación, muchos reciben una educación muy básica.

Nivel de estudios (básica, secundaria, grado universitario, posgrado) de padres y madres (en %).Fuente: elaboración propia

Los resultados más desalentadores están en la movilidad de ingresos: es la más baja de los tres ámbitos analizados. Esto sugiere que las mejoras en el nivel de vida en términos de más ingresos son las menos comunes.

Este hallazgo resalta la dificultad de romper los ciclos de pobreza y la necesidad de políticas enfocadas no sólo en la educación y la formación laboral, sino también en la creación de empleos de calidad y bien remunerados.

Movilidad desigual

También se analizó la movilidad en relación a los padres y las madres.

Los resultados muestran que la movilidad tiende a ser más alta cuando se compara con las madres. Ello se debe a que las mujeres tienen una posición especialmente desventajosa en las sociedades africanas. De ahí la importancia de abordar las desigualdades de género como parte de la lucha contra la pobreza y a favor de una mayor movilidad social. no sólo se centren en la educación, sino también en el empleo de calidad.

Sólo a través de un enfoque integral podremos aspirar a un futuro donde el ascensor social realmente funcione.

https://theconversation.com/el-ascensor-social-en-africa-funciona-en-educacion-pero-no-en-ingresos-ni-empleo-225376

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