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El sistema educativo no funciona

Por: Anel Guadalupe Montero Díaz

«Mientras los docentes estemos entretenidos buscando resolver los problemas de nuestras escuelas, el SNTE y la SEP se sientan (otra vez) a la mesa del banquete a repartir el pastel, los votos, las candidaturas, las posiciones de liderazgo…»

El sistema educativo no funciona. No es una metáfora, es un hecho. Valgan los siguientes ejemplos para evidenciar lo anterior

I

Luis es un docente de nuevo ingreso de nivel primaria en Veracruz que debe escoger su lugar de adscripción conforme a una lista de prelación en la que aparecen los lugares disponibles y al margen la leyenda de cada uno, aparece la leyenda “clave definitiva” o “clave temporal”.

Al preguntar de qué se trata el asunto, los responsables del proceso le explican que las claves temporales son eso, espacios a ocupar por tiempo limitado derivados de interinatos que, según la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) deben ser cubiertos por docentes evaluados conforme a listas de prelación.

Luis observa varias escuelas en su ciudad, incluso una de ellas está a una cuadra de su casa, pero todas ellas tienen la leyenda “temporal”, por lo que piensa -con toda razón- que no tiene caso comenzar su tarea docente en un centro de trabajo que no es el definitivo y del que -de todas formas- tendrá que moverse a donde se encuentre el plantel que pueda proveerle la anhelada “clave definitiva”.

Luis es de Poza Rica, al final de la lista aparece una escuela de Las Choapas con la leyenda “definitiva”, pero ya ha sido elegida por otro aspirante con mejor lugar que él en la lista de prelación. La normatividad de la USICAMM permite a Luis pasar de largo este proceso, en espera de que más adelante le oferten un lugar que a criterio del prelado, sí le convenga.

Mientras tanto, nadie pregunta a dónde va el presupuesto destinado a cubrir esos espacios, porque las escuelas, las zonas escolares y las Jefaturas de Sector realizan los trámites de licencias prejubilatorias, permisos sin goce de sueldo y demás en tiempo y forma.

La respuesta de la Secretaría a las escuelas es “Esperen. Ya se ofertó el espacio” y es verdad, pero no explican jamás a detalle en qué consiste el proceso de selección de claves de los docentes de nuevo ingreso

II

María es directora de la Escuela Primaria “El Progreso”, ubicada en el centro de Orizaba, Veracruz. La excelente ubicación geográfica del plantel tiene pros y contras, pues da servicio a 542 alumnos y en este momento tiene 3 docentes en periodo prejubilatorio, por lo que aunque el reglamento establece que la directora debe cubrir el grupo, es materialmente imposible que la maestra María cumpla con lo anterior en el contexto del acuerdo 23/08/21 que tiene como objeto

“Establecer disposiciones para el ciclo escolar 2021-2022 y reanudar las actividades del servicio público educativo de forma presencial, responsable y ordenada, así como dar cumplimiento a los planes y programas de estudio de educación básica (preescolar, primaria y secundaria), normal y demás para la formación de maestros de educación básica aplicables a toda la República”[1]

A pesar de ya no percibir los recursos del Programa de Escuelas de Tiempo Completo, que pasaron a formar parte de la bolsa presupuestal del programa La Escuela es Nuestra, la directora invierte gran parte del tiempo en gestiones para dar servicio de alimentación a sus alumnos, pues casi todos son hijos de madres trabajadoras que saben que en su escuela están atendidos con actividades extracurriculares que apoyan a sus hijos en el aspecto socioemocional, principalmente.

Sin embargo, la directora no sabe que los tres recursos humanos necesarios para cubrir el periodo de los prejubilatorios en su escuela, no solamente no llegarán porque la Secretaría de Educación (por instrucciones de la USICAMM) los oferta en carácter de “temporales” y por ende, son poco atractivos para los prelados de nuevo ingreso, sino que (como siempre) la escuela a su cargo debe resolver el problema.

Mientras tanto, los titulares de las Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Educación de su Entidad afirman en el discurso oficial: “los niños son primero”, “el derecho a la educación no se negocia”, “la prioridad es abatir el rezago”, “nunca antes una maestra había sido Secretaria de Educación”.

La maestra María se siente sola, sobreexplotada y desvalorizada. Es ella quien resuelve los problemas de su escuela, de la mano con el colectivo escolar. Sabe que están solos en la gestión y en la intervención pedagógica, pero esto le está pasando factura, pues tiene todos los síntomas del burnout o síndrome de las cabezas quemadas: le cuesta trabajo dormir, se le cae el cabello, tiene un tic nervioso y otros síntomas visibles que indignan a su familia, por lo que ella prefiere esconder su estrés antes que relajarse, como indica la guía de la primera y segunda sesión de Consejo Técnico Escolar o acudir a un especialista, según establece el Diplomado en Vida Saludable.

III

Los padres de familia de la escuela “Bienestar y Progreso”, han tomado la Secretaría de Educación de Veracruz como una forma de protesta ante la falta de maestro. La escuela tiene director efectivo, seis docentes y una población escolar de 60 alumnos, lo que da un promedio de 10 alumnos por grupo.

La normatividad establece que el director debe cubrir el espacio, pero también hay otras estrategias tomando en cuenta el RAM (Relación alumno-maestro) del plantel.

Sin embargo, debido a la protesta de treinta minutos frente a la Secretaría de Educación de la Entidad, el departamento de Recursos Humanos envía un docente a la escuela justificando la acción con base en las “necesidades del servicio educativo” y la “problemática social” que la falta de un docente detona en una comunidad.

El mensaje que esta acción envía a alumnos, maestros y sociedad en general, no pasa desapercibido. El círculo perverso “protesta de padres de familia – Recursos Humanos envía el docente -la ley se aplica a discreción” es infalible.

IV

En el podcast del Faro Educativo[2], Arcelia Martínez le plantea a Margarita Zorrilla una pregunta pertinente: “¿Por qué o para qué es importante observar las políticas en materia educativa?”.

Frente al desempeño desastroso de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, la austeridad republicana, la revalorización magisterial en el discurso oficial, pero inexistente en la práctica, hoy parece más pertinente que nunca la explicación de Zorrilla.

 “(…) Hacia la década de los 90 empezó a aparecer en el medio la necesidad de la famosa rendición de cuentas ¿por qué? Porque el Sistema Educativo Mexicano funciona con fondos públicos, pero estos tienen un carácter privado, porque se originan de los impuestos de quienes trabajamos y pagamos impuestos (…)lo más importante es qué se hace con nuestros impuestos. En otros países la gente es muy cuidadosa y muy atenta sobre lo que está pasando con los recursos públicos (…) nos estamos refiriendo a las políticas públicas, es decir, aquellas que tratan de resolver asuntos y problemas que son públicos, es decir, que atañen a todos. Si no entendemos esta parte de lo que atañe a todos, pues ya no entendimos nada, la verdad. Y creo que en nuestro país, es un tema que nos cuesta mucho trabajo porque aquí parece que lo que funciona es esta idea de que lo que es de todos, no es de nadie, entonces no hay que cuidarlo”.

En concreto: El departamento Técnico-Pedagógico de cada Secretaría comienza en la oficina de Recursos Humanos.

En algunas Entidades, las reuniones de carácter pedagógico se llevan a cabo vía zoom con micrófonos apagados, sin permitir a los participantes externar su inconformidad ante las iniciativas desfasadas de programas, propuestas de intervención y “diagnostitis”: “Esta es una reunión pedagógica, aquí no atendemos la falta de recursos materiales y humanos en las escuelas” dicen, como si fuera posible aterrizar cualquier iniciativa pedagógica en el aula sin un maestro frente a grupo que la trabaje y le de sentido en el contexto real.

V

En la coyuntura, el SNTE no duerme. Pretenden construir con saliva lo que perdieron con la Reforma Educativa de 2013 que ellos avalaron garantizando “paz social” y “gobernabilidad” a costa de los derechos laborales de los maestros mexicanos.

Un ejercicio pertinente en cada Jefatura de Sector es hacer un mapeo de casos de Recursos Humanos por zona escolar. Los descubrimientos pueden ser muy reveladores, pues mientras la indicación puntual de la Secretaría de Educación es que todos los trámites sean vía oficial, responsabilizando estratégicamente a los supervisores y jefes de sector del éxito o fracaso de la gestión a favor de las escuelas, por otro lado pareciera que sólo las gestiones sindicales tienen éxito.

Los números son fríos y también son argumentos de peso. Nos cuentan otras historias.

Mientras que por un lado los líderes sindicales afirman que “los trámites son responsabilidad exclusiva de la Secretaría de Educación que por ley tiene que atender el servicio educativo con calidad y pertinencia”, por otro indican que “lo primero que tienen que hacer cuando necesiten un recurso es acudir a la parte sindical y luego a su nivel correspondiente” (¿?)

En un afán por construir un liderazgo sindical, siempre a la venta al mejor postor, la estrategia ahora parece ir en contra de supervisores y jefes de sector que atienden la orden de la Secretaría de Educación (y de la Ley) de realizar los trámites directamente “vía oficial”

“No les hagan caso a los Jefes de Sector y Supervisores que no toman en cuenta a la parte sindical”. Este sofisma busca dividir y distraer con la trillada estrategia “conmigo o contra mi”, “héroes y villanos”“buenos y malos” , es utilizado con frecuencia para contar historias elaboradas de difamación en contra de todo liderazgo real, construido con base en la aplicación de la ley que amenace sus posiciones gremiales pírricamente construidas.

Desde hace mucho tiempo, el SNTE opera como un partido político más que como una organización gremial que defiende los derechos de los trabajadores de la educación. Cada profesor que valida un liderazgo sindical, es un voto, por eso la saliva invertida en una narrativa distractora y polarizante es tan importante.

Mientras los docentes estemos entretenidos buscando resolver los problemas de nuestras escuelas, el SNTE y la SEP se sientan (otra vez) a la mesa del banquete a repartir el pastel, los votos, las candidaturas, las posiciones de liderazgo. Lo mismo de siempre.

VI

Ojalá el Presidente López Obrador promueva la Revocación de Mandato en Veracruz

¿Usted qué opina, estimado lector?

[1] https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5627244&fecha=20/08/2021

[2] https://www.youtube.com/watch?v=8KGcttC3bMI

Fuente: https://profelandia.com/el-sistema-educativo-no-funciona/

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China autoriza primer programa de doctorado en ciencia cuántica

Asia/China/03-12-2021/Autor(a) y Fuente: Spanish.xinhuanet.com 

La Universidad de Ciencia y Tecnología de China (USTC, por sus siglas en inglés) anunció que fue autorizada para otorgar doctorados en ciencia y tecnología cuánticas, el primer programa doctoral del país en este campo.

Se espera que la medida promueva el desarrollo de las disciplinas de la ciencia y la tecnología cuánticas y eleve la calidad y la cantidad de innovadores en este sector de vanguardia, manifestó la USTC en Hefei, capital de la provincia oriental de Anhui.

La ciencia y la tecnología cuánticas se han desarrollado a pasos agigantados en los últimos años y se han convertido en la vanguardia de la ciencia y la tecnología y la transformación industrial.

La USTC ha llevado a cabo estudios en ciencia de la información cuántica desde comienzos de los años 90 y ha establecido centros de investigación relacionados, para prestar apoyo al cultivo de talentos.

En los últimos años, China ha logrado una serie de avances en tecnología cuántica, incluido el primer satélite cuántico del mundo, una línea de comunicación cuántica de 2.000 kilómetros entre Beijing y Shanghai, y el primer prototipo de máquina de computación cuántica óptica del mundo.

En Hefei, centro de la tecnología cuántica de China, se ubican más de 20 empresas de tecnología cuántica, y en 2020 se consiguió un valor de producción de unos 430 millones de yuanes (67,3 millones de dólares).

Fuente e Imagen: http://spanish.news.cn/2021-11/29/c_1310340403.htm

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Selección de cuentos de la Guía ‘Cuentos por la diversidad LGTBIQ+’

Por:

Publicado en eldiariodelaeducacion.com

  • La guía Cuentos por la diversidad LGTBIQ+ es una recopilación de títulos que pretende hacer más accesible la realidad de las personas de este colectivo para que puedan tener referentes diversos. Se divide en varias temáticas: “diversidad familiar”, “todas somos diversas”, “rompiendo estereotipos”, “perspectiva de género”, “amor libre” y “por un mundo mejor”. En esta selección de 10 de los cuentos podréis ver algunos títulos que aparecen en la guía.

Familias

Autora: @oh.mamiblue | Ilustradora: Marina Mayor | Editorial: Somos libros (2018)

Las ilustraciones, acompañadas de textos en rima, nos acercan la diversidad familiar y nos plantean a las familias como un espacio de amor y de cuidado. Incluye todos los tipos de familias que podemos encontrar en nuestro entorno reunidas en una cama como escenario principal.

La niña que tenía dos papás

Autor i ilustrador: Mel Elliot | Editorial: Baula (2019)

La historia de una niña que llega nueva a la escuela y conoce a una nueva amiga: Matilda. Pronto su nueva amiga conocerá a sus dos padres y descubrirá, que no son una familia tan distinta a la suya.

Mamo

Autoras: Alejandra Castelló y Babeth Ripoll | Ilustradora: Marisa Morea | Editorial: Estrella Polar (2020)

Kai está a punto de conocer a su madrastra, la pareja de su madre. Siempre le han hablado mal de las madrastras, pero descubrirá que a él le ha tocado una MAMO, ¡una MAdrastra-MOlona!

Ahora me llamo Luisa

Autora: Jessica Walton | Ilustrador: Dougal Macpherson | Editorial: Algar (2017)

Una historia que relata el proceso de tránsito en la transexualidad del personaje protagonista. Un osito, amigo de Martín, está triste y Martín le acompañará en este cambio hacia su felicidad: ser Luisa.

Por cuatro esquinitas de nada

Autor y ilustrador: Jerome Ruillier | Editorial: Juventud (2004)

Una historia muy sencilla que nos explica el concepto de inclusión. El pequeño cuadrado no puede pasar por la puerta redonda… y los círculos le propondrán que se corte cuatro pequeñas esquinas de nada para poder pasar. Pero el pequeño cuadrado no quiere dejar de ser quien es…

Princesa Kevin

Autor: Michaël Escoffier | Ilustrador: Roland Garrigue | Editorial: Edelvives (2019)

Un cuento que nos ayuda a romper estereotipos alrededor de los disfraces de niños y niñas. Kevin quiere disfrazarse de princesa y le dará igual que otros lo entiendan o no. Eso sí, ¡descubrirá también que no es fácil ser una princesa!

Vivan las uñas de colores

Autoras: Alicia Costa i Luís Amavisca | Ilustrador: Gusti | Editorial: Nubeocho (2019)

A Juan le gusta pintarse las uñas y cuando se ríen de él en la escuela, su familia le apoya y se las pintan también. Desgraciadamente no será tan fácil y este tema traerá un buen debate en su entorno…

Rosa Caramelo

Autora: Adela Turin | Ilustradora: Nella Bosnia | Editorial: Kalandraka (2019)

Un cuento para trabajar la perspectiva de género. En este rebaño, las elefantas son de color rosa y sólo pueden realizar algunas actividades. Excepto Guillermina, que no aceptará esta tradición y empezará a generar cambios en su sociedad…

La boda

Autora y ilustradora: Jessica Love | Editorial: Kókinos (2020)

Una historia de pocas palabras que logra decir mucho. En una boda, Julián y su amiga se sumergen en el juego y un pequeño accidente se transformará en creatividad e ingenio. En paralelo, dos chicas celebran su boda rodeadas de amor y diversidad.

La pequeña intolerancia

Autora: Mar Pavón | Ilustradora: Virginia García | Editorial: Tramuntana (2018)

Una historia que hará reflexionar a pequeños y mayores. La pequeña intolerancia va haciendo acto de presencia en los hogares y los niños y niñas las transportarán a sus vidas. Una historia que habla la importancia de los referentes familiares y de cómo las actitudes de los adultos se materializan en los niños.

En Cuentos por la diversidad LGTBIQ+ encontrará muchos más títulos, cada uno de ellos con unas propuestas sobre cuestiones que se pueden trabajar en el aula.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/11/29/seleccion-de-cuentos-de-la-guia-cuentos-por-la-diversidad-lgtbiq/

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Las construcciones escolares en sala de espera

Por: Dinorah García Romero

La construcción deficiente de un edificio escolar se convierte en un acto de violencia contra los estudiantes y contra todas las personas que trabajan en estas instalaciones. También, es un acto de insensibilidad humana y ciudadana.

Las construcciones escolares se asumen en la República Dominicana como tarea exclusiva de los administradores de la educación y de los ingenieros contratados. La información sobre los criterios y procesos que se desarrollan en torno a la construcción de un edificio escolar son desconocidos por las comunidades en las que se insertan. Más desinformación tiene, todavía, la sociedad. Generalmente, se informa la cantidad de edificios escolares que se van a construir y los lugares afortunados. Cuando los resultados de las construcciones son deficientes y hasta peligrosos para los habitantes de estos edificios, entonces suenan las alarmas.  Las informaciones sobre los vicios de construcción y la distancia existente entre el centro educativo construido y las necesidades de la comunidad las aportan fenómenos naturales. Gracias a los huracanes, los sismos y las tormentas, la sociedad se entera del riesgo que constituye el mayor porcentaje de las construcciones escolares del país. Por ello consideramos que estas edificaciones están en sala de espera. Este espacio casi hay que cambiarlo para una sala de urgencia. Las condiciones por las que esperan son críticas. Los informantes clave, que son -hasta la fecha- los fenómenos naturales señalados, testifican que muchos centros educativos se edifican con materiales de baja calidad y en terrenos inconsistentes. De igual manera, tienen déficit de luminosidad, de ventilación y de adecuación al medio.  Esto provoca inseguridad sistémica en las familias, en las comunidades y en los actores escolares.

La realidad que planteamos genera interrogantes que debieran tener respuestas concretas de las instancias implicadas en las construcciones escolares: ¿Qué seguimiento les da el Ministerio de Educación a las construcciones de los centros educativos? ¿Qué hace el CODIA para que sus miembros actúen con la ética y la responsabilidad requeridas? ¿Los gestores de los centros educativos contemplan o actúan ante los riesgos que afrontan?  ¿Las comunidades están conscientes del peligro que suponen estas edificaciones?  Estos interrogantes tienen cientos de años abiertos en este país. Quizás llegó el momento de actuar para que las respuestas no continúen en el vacío y, sobre todo, para anticiparse a problemas que comprometan la vida de los estudiantes y de todos los demás actores de los centros educativos.

Diversos medios de comunicación, redes sociales y personas denuncian la gravedad de la situación de los edificios escolares ante fenómenos de la naturaleza. Éstos son cada vez más frecuentes y agresivos en la región. Por tal motivo, lo recomendable es que el gobierno actual coloque este problema en las prioridades de su agenda. Le proponemos que revise las políticas que rigen para la ubicación y edificación de los centros educativos. Se debe revisar y poner atención a la arquitectura de estos centros para que no establezcan ruptura con la naturaleza y con la cultura de las comunidades; asimismo, para que la edificación garantice la vida y la seguridad de los que las habitan. Las edificaciones escolares han de destacarse por la interrelación armónica entre factores medioambientales, de salud, estéticos y de seguridad. Han de ser edificios que motiven el deseo de aprender y de enseñar. La COVID-19, que se mantiene en acción y no sabemos hasta cuándo, tiene que ser tomada en cuenta. Las edificaciones escolares han de responder a necesidades sentidas y no al capricho económico de administradores y contratistas. La permanencia de las construcciones escolares en la sala de espera es cada vez más duradera. Prácticas vinculadas a la corrupción y a la ignorancia de las necesidades y demandas de una educación de calidad generan esta situación.

La construcción deficiente de un edificio escolar se convierte en un acto de violencia contra los estudiantes y contra todas las personas que trabajan en estas instalaciones. También, es un acto de insensibilidad humana y ciudadana. Los estudiantes tienen derecho a estar informados de este problema. Ellos tienen que aprender a cumplir con sus deberes y a defender sus derechos. No más sala de espera. Sí, a la atención gubernamental, ministerial y social, a las construcciones escolares para que preserven la vida humana; y para que contribuyan al fortalecimiento de la calidad de la educación y de los aprendizajes personales, sociales e institucionales.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/las-construcciones-escolares-en-salda-de-espera-9010586.html

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Colombia: El impacto negativo de la pandemia sobre los programas de formación técnica

América del Sur/Colombia/03-12-2021/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Entre el 2019 y el 2020 las matrículas en este sector se redujeron casi en un 50%. A la espera de los datos de este año, observadores señalan que la tendencia negativa podría continuar.

En el 2019 el país contaba con cerca de 673.000 estudiantes matriculados a programas de formación técnica. Un año después, en medio de la pandemia por coronavirus, esa cifra se redujo a 355.000, lo que supone una disminución de casi la mitad (47,25% para ser exactos) de estudiantes para los programas de este tipo.

Estas cifras las dio a conocer el Observatorio de la Universidad Colombiana, una iniciativa privada del Instituto Latinoamericano de Liderazgo, que también señaló que el mayor impacto de esta reducción lo percibieron los programas de formación para el trabajo y el desarrollo humano ya que pasaron de 592.000 estudiantes en el 2019 a 298.000 en el 2020, una disminución del 49,66%. Por su parte, en los programas técnicos profesionales, ofertados por Instituciones de Educación Superior (IES), la reducción en el mismo periodo de tiempo fue de casi el 30%.

Entre las razones que pueden explicar la caída en el número de estudiantes en los programas de formación para el trabajo y el desarrollo humano, destaca el hecho de que, por naturaleza, son asuntos que requieren interacción física con equipos y prácticas y el tránsito a la virtualidad no fue fácil de hacer. Además, resalta el Observatorio, los jóvenes de estratos medios y bajos, que son quienes en mayor medida acceden a este tipo de programas, debieron priorizar el trabajo antes que el estudio con la llegada de la pandemia.

Miguel Ángel Sandoval, Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Entidades de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano, señaló que otra de las posibles causas está en que “los subsidios y ayudas siempre llegan a la educación superior, nunca a la educación para el trabajo y el desarrollo humano”. Esto, sumado a que el Observatorio apunta que es un sector que no cuenta con el reconocimiento político y mediático, confluyó para que no se recibieran los apoyos necesarios para enfrentar los impactos de la pandemia.

Mientras esperan que las cifras del 2021 estén disponibles para analizar la tendencia del sector durante este último año, el Observatorio señala como otra de las posibles causas “los programas de gratuidad del Estado y los municipios que están impulsando un movimiento de la demanda hacia las instituciones públicas y programas universitarios, con lo que se ayuda al estudio de los jóvenes, pero se está dando un golpe de gracia a la formación técnica”.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/educacion/el-impacto-negativo-de-la-pandemia-sobre-los-programas-de-formacion-tecnica/

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Pensamiento crítico para una segunda emancipación

Por: Abdiel Rodríguez Reyes

Profesor de Filosofía en la Universidad de Panamá

En esta coyuntura de reflexión sobre el Bicentenario de algunos de nuestros países, el pensamiento crítico y segunda emancipación (también podríamos llamarla “otra emancipación”), cobran especial relevancia. Por lo primero entendemos también “discurso crítico” como lo plantea Bolívar Echeverría, lo cual se traduce en “transformación” a la buena usanza de la tradición marxista. Asumimos este discurso crítico y de transformación siguiendo también el planteamiento de Enrique Dussel en el capítulo sexto de su Ética de la liberación, donde nos habló del “Principio-Liberación”. Este pensamiento crítico en permanente movimiento es una crítica al orden vigente capitalista, misógino, racista, extractivista y eurocéntrico al menos. Ese orden no es natural, es histórico y por tanto puede ser transformado.

En cuanto a la “segunda emancipación”, la entendemos como algunas tareas irresueltas cuando nuestros países se independizaron de España, desde la perspectiva de la filosofía de la liberación, de Arturo Andrés Roig y Enrique Dussel. Tales tareas pendientes son de corto, mediano y largo plazo. No se trata de partir de cero, como dice Horacio Cerruti: hay doscientos años de pensamiento filosófico nuestroamericano, como consta en uno de sus libros.

La crítica de filosofía de la liberación está arraigada en quinientos años de exclusión y resistencia. Es en ese medio milenio donde adquiere pleno sentido reflexionar sobre el Bicentenario. Es decir, ya contamos con un pensamiento, con experiencias políticas concretas y de resistencias, entonces, no se trata de empezar de cero. Como dice Cerutti en el libro citado, siguiendo a Roig, se trata de “re- comienzos”. Esto es importante porque cierto pensamiento a veces cae en la ingenuidad de lo nuevo, como si aquí no se hubiese pensado. Es una posición ética reconocer la trayectoria y las prácticas revolucionarias, alimento del pensamiento crítico hoy.

Gran parte de nuestros países conmemoran este año la Independencia de España y si hacemos un examen nos percatamos de nuestras falencias y ataduras del viejo modelo monárquico. En un conversatorio organizado por la Asociación Afrodescendientes Panameños Unidos, Leonardo “Rey” Sidnez, espetó la crítica de que, como negro cimarrón no podría conmemorar la fecha cuando aún existan promesas incumplidas ante este sector importante de la sociedad. En Haití, por ejemplo, cuando triunfó la Revolución Francesa no se les dio ni libertad, ni igualdad, ni fraternidad a los negros. Por eso hicieron su propia Revolución, como lo evidencia CLR James en Los jacobinos negros, libro fundamental. En fin, como dice Sidnez, en Panamá hay racismo porque se ha invisibilizado a los negros, cuya rica experiencia y resistencia son muy importantes para otra emancipación.

Los procesos de independencia de esa primera emancipación de inicios del siglo XIX están en un mundo de transición del feudalismo al capitalismo, cuyo inicio encuentra en el encubrimiento de nuestro continente tres siglos antes. En esos grises se va ponderando el rol de las elites criollas, mientras que las grandes mayorías del arrabal pasan a un segundo plano. Tan pronto se independizaron, las elites se adaptaron a los estados nacionales y estos a su vez estaban en armonía con el afianzamiento del capitalismo. De este modo, si bien había un avance en las independencias no bastaba para amplios sectores de las sociedades republicanas nacientes.

No había contradicción entre los intereses de nuestras elites y el espíritu de este modo social de producción sustentado en la explotación. La teoría de la dependencia lo explicó muy bien: afianzamos nuestra condición de proveedores de metales preciosos y luego de materias primas y alimentos. Así el subdesarrollo no era una etapa sino una condición en sí misma: de allí el carácter subdesarrolante de Europa como diría Walter Rodney. Nuestras relaciones desiguales con los países desarrollados definen nuestra condición de subdesarrollo. Para cambiar esa realidad es necesario cambiar esas relaciones. La segunda emancipación u otra emancipación debe plantearse ese cambio, pues ya no podemos confiar en el desarrollo como elemento transformador de las dinámicas de las relaciones entre países.

Bolívar Echeverría, en El discurso crítico de Marx, plantea un tema de suma relevancia aquí y ahora. En el segundo epígrafe de la primera parte, Definición del discurso crítico nos advierte que, a la hora de pensar, es decir, de estructurar una reflexión supuestamente crítica, se asumen posiciones positivistas sin advertir lo respetuoso de este con respecto al “orden establecido”. Con todo lo revolucionario del positivismo con respecto a la escolástica, ni el positivismo ni la burguesía son revolucionarias con respecto a la transformación del orden vigente. La revolución de la burguesía abre paso a la acumulación infinita del capital y el positivismo es consustancial a esta tarea.

No se puede hacer una imbricación pensando imparcialmente, sin tomar partido por un pensamiento revolucionario. El pensamiento burgués positivista, en los términos de Echeverría, sobreviene como un manto encubridor de las contradicciones supuestas en el modo de producción capitalista. De este modo, Echeverria nos invita a interiorizar en la tradición marxista la realización de la teoría de la revolución. Se trata de la participación de la teoría en la revolución y la “teoría sobre la revolución” cuyo sujeto histórico sea anticapitalista, revolucionario y proletario. Así, Echeverría nos señaló las disyuntivas que operan cuando el discurso crítico se desvía hacía el “reformismo” o hacía el “utopismo”. Lograr “independencia organizativa y de radicalidad programática” se constituye, así, en la segunda emancipación a la cual apuntamos.

En el “principio-liberación”, Dussel propone unos componentes de singular importancia para el contenido del pensamiento crítico. Como sabemos, la Ética de la liberación es una propuesta para la reproducción de la vida, es decir, una ética de la vida. A esto añade Dussel que “son las víctimas, cuando irrumpen en la historia, las que crean lo nuevo”. No fueron las elites criollas que participaron de la independencia y se beneficiaron de ella, sino las victimas excluidas del campo y el arrabal quienes crearan lo nuevo: la otra emancipación. Esas víctimas no riñen con el ideal de los procesos de democratización supuesto en la nueva aventura republicana, sino con sus limitaciones, en las que persisten hasta hoy la discriminación y exclusión de negros y negras e indígenas.

La mujer, en el caso panameño, debió esperar hasta mediados del siglo pasado XX para dar los primeros pasos de su emancipación de las estructuras patriarcales aún persistentes las cuales se deben afianzar más aún en otra emancipación, en la cual pueda tener las mismas oportunidades y decidir sobre sus cuerpos. Así, la liberación de las victimas sigue vigente. Tanto el movimiento afro como el feminista han dado pasos importantes, pero en esta coyuntura histórica también es importante seguir bregando en la dirección correcta, sin conformarse con lo dado ni tampoco con lo menos peor.

Dussel también piensa el principio-liberación como praxis, desde una “razón material”. Este es un Dussel marxista, el cual plantea desde la materialidad “la factibilidad del horizonte de la vida”. Así, en su Ética de la Liberación nos habla de la vida humana, lo cual supone un problema, pues si la abordamos desde cierto antropocentrismo le restaríamos importancia al entorno natural y las demás especies. Si bien en Dussel no hay un antropocentrismo moderno, una lectura ingenua podría sugerirlo. Aquí, las mismas relaciones sociales y el modo de producción que genera la modernidad capitalista implican exclusión y discriminación en lo social, destruye nuestra Madre Tierra en lo ecológico, como lo vienen advirtiendo desde hace décadas organismos y activistas internacionales.

Ha sido en ese marco donde emergió el discurso de la sostenibilidad y donde se sigue instrumentando a la naturaleza como un valor de cambio. No se trata de que seamos consumistas “por naturaleza”. Esto modo de consumo es histórico y por tanto está abierto a otras alternativas ya existentes o por crear, no es eterno.

Aprender de aquellas experiencias en que se respete a la naturaleza y plantearnos un proceso de transición hacia otra racionalidad ya no es una opción sino un imperativo. Al margen de esa nueva racionalidad, todos los caminos nos conducen al lugar común de los daños irreversibles, a buscar incluso alternativas en otros planetas como lo hace Jeff Bezos, quien tras un viaje al espacio en el cohete New Shepard avizoró al planeta Tierra como un parque en el cual no se podrá vivir.

Dussel, siguiendo a Marx, señaló la importancia de la “claridad táctica” en los pasos a dar a corta y mediana duración, en esta segunda emancipación. Así lo hace también en cuanto a la “precisión teórica” del pensamiento crítico en su compromiso político. Ambos elementos se requieren para no caer en lo que Dussel llama “marañas de posiciones ambiguas”. Para ello, partir de lo concreto sigue siendo el camino correcto. El Principio-Liberación propuesto por Dussel se define como la “acción posible que transforma la realidad subjetiva y social” desde la “comunidad de las victimas que toman conciencia de las vejaciones del orden vigente.”

Nuestras elites criollas, compuestas en su mayor parte de blancos, no se preocuparon por las mujeres, los negros ni por la naturaleza, pues sus intereses eran más crematísticos. Por lo mismo, no debemos confundir esos intereses con el de todos y todas. Es más, en el caso de los istmeños, es decir, de lo que conocemos hoy como Panamá, tener riqueza fue identificado como una condición para hacer la “revolución”, pero en los términos criollos de esa elite letrada.

La intervención de los negros y los indígenas se fundamenta en su reclamo por el reconocimiento intercultural. La segunda emancipación implica un proceso de democratización real de los procesos políticos formales, para la constitución de algo nuevo, forjado al calor de las contradicciones presentes en el seno de nuestra sociedad. Este proceso solo puede ser llevado a cabo con la participación de la comunidad de víctimas de estos doscientes años. En el marco de la modernidad capitalista, esto implica una revolución en el pensar como en el hacer, para profundizar en forma y contenido los procesos de transformación en curso.

De la misma clase criolla elitista solo cabe esperar, en el mejor de los casos, cierto gatopardismo, de cambiar para quedar en lo mismo. La segunda emancipación no se puede permitirse estas licencias. La clave de su éxito está en la organización de los sectores de la población dispersos, cuyos intereses emancipatorios los constituyen en comunidad de víctimas, que en sus luchas han logrado avances significativos.

No conozco sectores organizados de la comunidad afro o de feministas e indígenas conformes con el orden vigente. El compañero de los pueblos aurorales, Artinelio Hernández, por ejemplo, en una reciente intervención en un Seminario sobre el Bicentenario en la Universidad de Panamá nos habló de la discriminación de estos pueblos y de la construcción del indio con “otro” negado.

En suma, la segunda emancipación demanda romper con las cadenas de la colonialidad, del patriarcado y del extractivismo. Asumir el discurso crítico, el principio liberación y plantearnos su factibilidad más allá de la oleada de la primera emancipación con sus claroscuros y sus límites. Lo cual se reafirma en comunidad con mayor participación real de nuestra diversidad y nunca más bajo la égida de un solo sector. 

 

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#LaCentena: Ser maestra en medio de la guerra

A partir de la declaración de la “Guerra contra las Drogas” y de la continuidad de políticas de militarización en los gobiernos federales, las comunidades educativascomunidades educativas han tenido que adaptarse a condiciones extremas de violencia. Los docentes, en su mayoría mujeres, han tenido que desarrollar estrategias para cuidar y proteger la vida de sus estudiantes. ¿Cómo se sumerge la violencia estructural en el espacio escolar? ¿Cómo se relaciona la violencia de la “Guerra contra las Drogas” con otras violencias que afectan a las docentes y a sus estudiantes?

Por Atenea Rosado* Tw: @atenea_rv / MUxED

A partir de la declaración de la “Guerra contra las Drogas” en el sexenio de Felipe Calderón, y de la continuidad de políticas de militarización en los últimos gobiernos federales, hemos sido testigos de cómo la violencia afecta a las escuelas y a quienes las habitan en México. Hemos visto videos de maestras tratando de calmar a estudiantes de preescolar, docentes dando clases en regiones afectadas por el narcotráfico y adolescentes siendo reclutados por los cárteles. La guerra ha dejado más de 350,000 personas asesinadas y más de 72,000 continúan desaparecidas —según cifras oficiales de enero de 2006 a mayo de 2021.

Sin embargo, el conocimiento público sobre los efectos de la violencia asociada a la “Guerra contra las Drogas” en la educación es insuficiente. Pese a que hay varios estudios sobre cómo la violencia ha impactado los resultados académicos se sabe poco acerca de cómo las estrategias de seguridad del Estado han afectado las prácticas cotidianas de la escuela. Con más de 500 ataques físicos y amenazas a maestros, estudiantes e infraestructura escolar desde 2009, México es uno de los 55 países donde la Coalición Global para Proteger la Educación bajo Ataque ha identificado amenazas al campo educativo.

La situación es tal que recientemente se ha comenzado a hablar de educación en situaciones de emergencias y conflicto en México. Sobre este panorama de violencia por la militarización y las políticas de seguridad en relación con la escuela, la categoría de género es central para entender la articulación de las violencias. Al final, el campo de la educación en México es altamente feminizado, donde el 71% de las docentes de educación básica son mujeres. La violencia específica contra niñas y mujeres es sistémica: la negligencia, la burocracia inaccesible, la falta de interés político y acciones concretas, son cómplices del sistema patriarcal, influyendo en la educación.

La violencia contra las mujeres (especialmente las mujeres transexuales) y niñas, lejos de ser una interrupción de lo ordinario, se incorpora a lo ordinario. La categoría de género es fundamental para entender cómo la violencia estructural se entrelaza y conecta con la violencia de lo doméstico y de los espacios cotidianos. La centralidad del género en la comprensión de la violencia ayuda a entender las profundas conexiones entre lo que a veces en los periódicos se lee como “espectacular” y lo cotidiano; entre los espacios macro, como los de la política, y los “micro”, como el aula.

Uno de los primeros acercamientos públicos a la violencia de la “Guerra contra las Drogas” y su impacto en las escuelas fue el video de Martha Rivera, docente de preescolar, tranquilizando a sus estudiantes en medio de una balacera. La docente, cantando una canción de juego, trata de que las balas no les lleguen a sus alumnos. A ella y a sus alumnos, no sólo les impacta la violencia de la militarización y la lucha entre cárteles, sino la violencia patriarcal que la coloca como la principal cuidadora de este grupo de niños: el estado, mediante su inacción, la desprotege a ella y a los suyos. ¿Quién debería cuidar a los niños en medio de una guerra?

Hay autores que han compilado los testimonios de docentes en el contexto afectado por la violencia del narcotráfico en Guerrero. Una de ellas, Bertha (pseudónimo), profesora de primer grado de secundaria, dice sobre la comunidad en la que trabaja: “Como que siguen teniendo un poquito mentalidad machista, solamente como que los hombres tienen un poquito más de oportunidad de seguir estudiando, a las niñas se les relega o se les encierra todavía en sus casas”.

La profesora, con un sentimiento de insatisfacción, explica su contexto de enseñanza: un lugar precarizado, sin acceso a oportunidades más allá de la economía ilícita. Relegar a niñas y mujeres al espacio doméstico puede entenderse en relación con la violencia generalizada. Pese a que sobran retratos del hogar como un lugar de bienestar, el hogar no es necesariamente un ambiente homogéneo. El hogar puede ser un espacio de dominio masculino en el que se espera el trabajo doméstico por parte de mujeres, de niñas y de niños.

La alta incidencia de violencia doméstica y abusos en todas las clases sociales y en todas las geografías en México, prueba que el hogar puede ser un espacio de terror para las mujeres, niñas y adultas mayores. Bertha no sólo vive la violencia de intentar dar clases en medio de la militarización, sino la violencia económica que reproduce las desigualdades en México, la violencia machista que impide que las niñas vayan a la escuela, la violencia de saberse mujer en un espacio hostil. ¿Qué puede hacer Bertha en tal espacio? ¿De quién es la responsabilidad de compartirle herramientas de actualización docente para identificar e irrumpir ciclos de violencia?

 Maclovio (pseudónimo), docente egresado de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, narra su experiencia como docente indígena de telesecundaria en Guerrero, donde la violencia armada ha interrumpido su práctica escolar, llevándole a solicitar el traslado de su plaza a otra ubicación geográfica. “Recuerdo que en la comunidad era importante manejarse con respeto y evitar inmiscuirse en temas de seguridad […] Los maestros coincidíamos que nuestra seguridad estaba expuesta ante los posibles enfrentamientos armados que en cualquier momento podían ocurrir. Todos vivíamos en la casa del maestro, donde vertíamos las diferentes versiones de los que lográbamos enterarnos.”

Crédito: fizkes @Adobe Stock

A Maclovio no sólo le ha impactado la violencia de la guerra contra el narcotráfico, sino la violencia de la burocracia estatal que es prácticamente inaccesible y que retrasó su proceso de traslado, la violencia de la desigualdad entre los recursos y atención a las escuelas rurales en comparación con las urbanas, la violencia de vivir en uno de los estados más pobres del país, la violencia racista y clasista que abandona a quienes son indígenas, practican labores de cuidado en los municipios indígenas y más pobres del país, la violencia que no reconoce el contexto en el que los docentes enseñan y tampoco les garantiza la mínima seguridad.

La declaración de la “̈Guerra contra las Drogas” y la subsecuente militarización de México introdujo nuevas formas de violencia a las vidas escolares. Las comunidades educativas no estaban ni están preparadas para lidiar con las consecuencias que tal violencia directa ha traído a su cotidianidad. No obstante, escuelas y docentes, sobre todo mujeres, en todo el país han protegido la vida de alumnos y comunidades enteras: hay vida en las aulas y en los patios escolares. La docencia, una profesión feminizada, suele ser trabajo de cuidado, de atención a los sentimientos y saberes de los estudiantes, de construcción de comunidad: quizás sea tiempo de voltear a ver más a las maestras y a las escuelas y menos a los cuarteles.

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Atenea Rosado es Integrante de MUxED. Es candidata al doctorado en Educación y Antropología en la Universidad de Pensilvania, donde actualmente estudia temas relacionados con las infancias migrantes y educación en situaciones de emergencia. Miembro del Colectivo de Educación, Decolonialidad y Emergencias, cuyo objetivo es repensar las violencias, el sistema de ayuda humanitario global y la educación. Es maestra en Desarrollo Internacional de la Educación por la Universidad de Columbia y licenciada en Pedagogía de la UNAM. Ha trabajado en escuelas, sociedad civil y gobierno. Correo: atenearv@upenn.edu

Referencias:

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