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Balance 2025: estos son los avances del Gobierno del cambio para la educación superior pública en Colombia

Con un presupuesto histórico y la vinculación de casi 250 mil nuevos estudiantes, el Gobierno consolida su apuesta por ampliar el acceso a la educación superior pública como derecho, fortalecer la infraestructura universitaria y dignificar las condiciones laborales del sector educativo.

El Ministerio de Educación Nacional presentó este lunes los avances del Plan Estratégico de Educación Superior ante el Grupo de Designados de Presidente y Delegados del Ministro, revelando cifras que marcan un giro significativo en la política de educación superior del país. La inversión para 2025 asciende a $10,3 billones, incluyendo $1,2 billones destinados a la política de gratuidad a la base. Adicionalmente, la incorporación de 245.821 nuevos estudiantes representa uno de los esfuerzos más ambiciosos de las últimas décadas para democratizar el acceso a la universidad pública.

El presupuesto para el sector se distribuye entre recursos recurrentes y más de 1,4 billones de pesos en recursos adicionales, de los cuales 778.000 millones se orientan al fortalecimiento de la base presupuestal y a la ampliación de cobertura. Durante los últimos tres años, el Gobierno ha destinado más de 1,8 billones de pesos a infraestructura educativa.

«El programa de gobierno nos indica ampliar la garantía del derecho en todo el país y el objetivo principal es que todos los niños, niñas y jóvenes de Colombia tengan la garantía del derecho a la educación. Debemos pensar, sobre todo, en los jóvenes que están por fuera del sistema», aseguró el ministro Daniel Rojas Medellín en el espacio.

Cobertura sin precedentes

A través de los Planes Integrales de Cobertura se logró una expansión del derecho educativo que alcanzó los 32 departamentos de país; además, las estrategias de regionalización de la educación superior del Gobierno del Cambio ha priorizado municipios con baja cobertura en la tasa de Tránsito Inmediato a la Educación Superior mediante el programa de tránsito inmediato a la educación superior PTIES.

Infraestructura y bienestar estudiantil

El Ministerio avanza con 123 intervenciones de infraestructura en educación superior en 25 departamentos, respaldadas por 6,7 billones de pesos de inversión declarada de importancia estratégica que permitirán que se garanticen las obras con vigencias futuras hasta el año 2038. Actualmente, 27 proyectos están en formulación y 39 en ejecución, incluyendo 62 de infraestructura convencional y 32 de ambientes modulares. Para el bienestar estudiantil se destinaron 63.517 millones de pesos en 2025, de los cuales ya se giraron 49.237 millones a las universidades para programas de bienestar físico, emocional, social y académico, con enfoque inclusivo e intercultural.

Gratuidad y tránsito inmediato

La política de gratuidad «Puedo Estudiar» está presente en los 32 departamentos y 1.122 municipios a través de las 67 instituciones de educación superior públicas del país. El 78,6% de beneficiarios proviene de población vulnerable, incluyendo víctimas del conflicto, población étnica y comunidades rurales.
Además, el Programa de Tránsito Inmediato a la Educación Superior (PTIES) facilitó el ingreso directo de 4.108 jóvenes a través de convenios por 21.947 millones de pesos en 28 municipios de 17 departamentos. La meta es llegar a 27 mil jóvenes de las regiones más apartadas en los próximos cinco años.

Educación Superior en tu Colegio

La estrategia busca ofrecer formación superior en articulación con las instituciones educativas o colegios, articulada desde los grados 10º y 11º o dirigida a bachilleres recientes de territorios focalizados. Su objetivo es facilitar un tránsito inmediato a la educación superior, complementando las trayectorias educativas completas y garantizando el derecho fundamental a la educación sin que los beneficiarios deban abandonar sus regiones. Esto fomenta el arraigo territorial e impulsa proyectos de vida vinculados al desarrollo social, comunitario y productivo local, comprometiendo a las Instituciones de Educación Superior con procesos de nivelación, fortalecimiento socioemocional y orientación socio-ocupacional.

La iniciativa permite a los estudiantes obtener un título técnico profesional mientras cursan la educación media, homologar créditos para adelantar asignaturas de programas superiores y articularse con la Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano (ETDH), reconociendo aprendizajes previos. Esta estrategia se despliega en municipios priorizados como zonas rurales, PDET, ZOMAC e intermedios, aprovechando la agilización del sistema de aseguramiento de la calidad para aprobar nuevos programas y ampliar su desarrollo en estos territorios. Como respuesta, las Instituciones de Educación Superior han fortalecido sus equipos y conformado áreas especializadas para la regionalización de su oferta académica y misional.

El impacto territorial de la estrategia ha crecido de manera progresiva y decisiva. Mientras en 2023 se benefició a 8.221 estudiantes en 209 colegios con 59 programas, para 2024 la cobertura ascendió a 19.772 beneficiarios en 371 colegios con 134 programas. En 2025, bajo el liderazgo del Ministerio de Educación Nacional y en el marco de los Planes Integrales de Cobertura (PIC) y la política de gratuidad, la implementación se ha ampliado sustancialmente. Actualmente, más de 650 colegios en más de 250 municipios ofrecen 343 programas, beneficiando a un acumulado de 48.962 estudiantes (con 20.969 nuevos en 2025) gracias al trabajo articulado de 56 instituciones públicas. La oferta para 2025 hace énfasis en desarrollo rural integral, artes y cultura, educación, transformación y paz, tecnologías convergentes, y ambiente y desarrollo sostenible.


Acuerdos laborales históricos
En abril de 2025 se expidió el Decreto 391 de Formalización Laboral, complementando el marco normativo del sector. El Pliego Unificado radicado el 14 de abril derivó en 25 acuerdos alcanzados entre abril y julio con organizaciones sindicales, incluyendo comisiones de formalización laboral, carrera administrativa, análisis salarial, garantías a la protesta, subsidio habitacional y reformas al sistema educativo.

Más plata para la U pública
El fortalecimiento de la base presupuestal para IES públicas crece sostenidamente. En 2025 alcanzó un 11,0%, frente al 7,0% de 2023, y se proyecta un 13,0% para 2026. Asimismo, los Planes de Fomento a la Calidad han financiado 2.231 proyectos en 63 instituciones de educación superior, con ejecuciones superiores al 93%.

Con estas cifras, el Ministerio de Educación Nacional evidencia que la educación superior pública atraviesa una transformación estructural sin precedentes. La combinación de inversión récord, ampliación de cobertura territorial, modernización de infraestructura y conquistas laborales configura un nuevo modelo educativo que prioriza la equidad, la calidad y la inclusión para garantizar el derecho a la educación en todo el territorio Nacional.

https://www.mineducacion.gov.co/portal/salaprensa/Comunicados/426818:Balance-2025-estos-son-los-avances-del-Gobierno-del-cambio-para-la-educacion-superior-publica-en-Colombia

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La profesora Sonia Díez llama a la sociedad civil a «salvar» la educación en su nuevo libro

Salvador Ruiz
La profesora y empresaria Sonia Díez, reconocida como una de las 25 personas más influyentes de España en la educación y en el ‘Top 100 mujeres líderes’, llama a la sociedad civil a «salvar» la educación, sector al que considera en situación de emergencia, en su nuevo libro.

El fin de la educación tal y como la conocemos es el contundente título de ese libro, que ya en la portada se presenta como ‘Manifiesto por la educAcción que nuestros hijos merecen’ y cuya autora ocupa cargos en diversas entidades y está implicada en numerosos proyectos de variada índole.

Defiende que se está «ante un escenario de reconversión» educativa, «igual que en otro momento lo fue la siderurgia o la banca», ante lo que considera, en una entrevista con EFE, que hay que establecer prioridades porque el mundo «no se parece en nada» al que había cuando se diseñó la educación.

Sostiene que hay una emergencia educativa y alude al primer Barómetro EducAcción, elaborado por Metroscopia con la Cátedra EducAcción de la Universidad Autónoma de Madrid y apoyado por la Fundación Unicaja, que revela un consenso muy elevado en los asuntos que preocupan a los españoles.

Un cambio educativo urgente

Se ha referido al manifiesto EducAcción, coincidente con sus ideas sobre la educación y que recoge la voluntad que refleja el barómetro de que el 90 % de la población española, independientemente de la comunidad autónoma donde se resida y del colegio al que envíen a los hijos -público, privado o concertado-, piensa que «la educación necesita un cambio urgente y profundo».

Propone firmar ese manifiesto, impulsado por el movimiento ciudadano o ‘ecosistema de cambio educativo’ EducaAcción y la Fundación Cultura de Paz, que fundó Federico Mayor Zaragoza, quien defendía -según recuerda- que «el momento de la acción era ahora».

Díez, que fue directora de varios centros de enseñanza, ha explicado que se requiere «que la ciudadanía se ponga en pie de acción, no en plan beligerante, no desde un punto de vista partidista y politizado; sino de propuesta, acción y coparticipación en ese cambio para buscar soluciones conjuntas«. Ve «muy difícil» un pacto de Estado de educación con el actual «ambiente político y social polarizado».

Ocho leyes educativas en la democracia

«Hemos tenido ocho leyes educativas en lo que llevamos de democracia, cada cuatro años ha cambiado la ley, más o menos esa es la media. Un partido llega al poder, genera una ley y el partido contrario se opone y lucha en contra», ha indicado.

«Hemos aprendido que eso no funciona. El cambio educativo que implica a nuestros niños, profesores y sociedades es mucho más urgente que este juego bastardo de a ver quién le dobla el bíceps al contrario», ha añadido.

«Activamos la potencialidad de la sociedad civil para poner énfasis en las cosas que se pueden cambiar», ha precisado.

A partir del próximo año iniciarán proyectos piloto para evidenciar prácticas que pueden ayudar a tomar mejores decisiones y pedir al poder legislativo que actúe.

«Nuestros niños y jóvenes están perdiendo la motivación, perdiendo la sensación de anclaje a sus comunidades y participan cada vez menos en asuntos sociales. Queremos invitarles a formar parte y con esperanza de las soluciones, no solamente ser víctimas de nuestras decisiones como adultos», afirma.

Flexibilización y empoderamiento

Sonia Díez analizó la situación en varios países y comprobó en la educación «una flexibilización, no solamente de contenidos curriculares, sino de modelos organizativos».

«Más allá de las modificaciones incluidas como innovaciones en el aula, pedagógicas, metodológicas; surgen modelos de cambio mucho más radicales en la flexibilización, aprovechando lo que traen las inteligencias artificiales, pero también en la organización y estructura del sistema», ha manifestado.

Menciona modelos de promoción entre cursos académicos o la elección de áreas de interés del alumno para avanzar, independientemente de un currículum estandarizado; su ventaja es que «conecta de forma más natural con el interés de los alumnos y es un incentivo al empoderamiento de su toma de decisiones».

«Supone una reconversión del modelo, tanto la figura del profesor como el contenido académico o la acreditación de credenciales cambian radicalmente. Solo aquellos que no quieran mirar un poquito más allá de su ombligo podrán defender que la educación seguirá siendo como venía siendo», asevera.

«Está terminando un ciclo y empieza otro completamente nuevo, es normal porque también nuestro mundo está cambiando», ha asegurado.

Ante este panorama cree que «no hay recetas», pero sostiene que «todos» tienen que apoyar: «No puedes dejar abandonado un sector productivo porque sea víctima de una concatenación de cambios que no eran esperados».

La profesora Sonia Díez llama a la sociedad civil a «salvar» la educación en su nuevo libro

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Educación y naturaleza

Quiero dirigir unas palabras a los jóvenes, a esos que son el futuro de la humanidad.
Vivimos en una época en la que las pantallas se han convertido en la ventana principal al mundo, pero en esa pequeña ventana no entra el olor del bosque, ni el canto de los pájaros, ni el murmullo del agua al rozar las piedras de un río. En esas pantallas no hay raíces, ni tierra, ni vida real.

Muchos jóvenes han perdido el contacto con la naturaleza, y no por culpa suya, sino por un sistema educativo que ha olvidado enseñarnos que somos parte del planeta, no sus dueños. En los institutos y universidades apenas se pisa el campo, apenas se estudia cómo late un bosque, cómo las plantas se comunican entre sí, cómo los árboles se ayudan unos a otros enviando nutrientes bajo tierra, o cómo cada especie, por pequeña que parezca, sostiene el equilibrio del todo.

La educación actual forma técnicos, economistas, ingenieros… pero no forma guardianes de la vidaY eso es lo que necesitamos con urgencia: jóvenes que amen la naturaleza, que comprendan que cada respiración depende de un árbol, que cada gota de agua es un milagro, y que sin biodiversidad no hay futuro.

Los pueblos originarios nos han dado una lección que no hemos querido escuchar: el respeto. Para ellos, el sol es el padre que da la luz, el agua es la sangre de la Tierra, y cada ser vivo —desde el más pequeño insecto hasta el más grande de los animales— tiene un propósito y un valor. Ellos no destruyen para vivir; viven agradeciendo. Esa sabiduría ancestral debería ser parte de nuestros programas educativos, enseñada no como una curiosidad antropológica, sino como un modelo de convivencia y respeto.

Jóvenes, el planeta os necesita. No para ser espectadores, sino protagonistas.
Salid al campo, tocad la tierra con las manos, escuchad el silencio del bosque, observad cómo la vida coopera en cada rincón. Descubriréis que la naturaleza no compite, sino que colabora. Que las plantas se comunican, que los animales sienten, que el agua canta cuando la dejamos fluir libre. Y  cuando comprendáis eso, cuando lo sintáis de verdad, no podréis volver a mirar el mundo igual.

La educación debe volver a sus raíces: la Tierra. Porque educar sin naturaleza es criar generaciones que ignoran de dónde viene la vida y cómo mantenerla.
La verdadera inteligencia no está solo en las aulas, sino en la capacidad de mirar una flor y entender que ahí, en su aparente fragilidad, late la fuerza de la existencia.

Se necesita solicitar a los gobiernos para que incluyan en sus programas educativos el contacto directo con la naturaleza. A los educadores, para que enseñen no solo con libros, sino con experiencias vivas. Y a los jóvenes, para que despierten, para que comprendan que sin bosques, sin mares, sin ríos, no hay futuro posible.

Amad lo natural, defendedlo, sentidlo como parte de vosotros. Porque quien ama la vida, ama la Tierra. Y quien ama la Tierra, jamás permitirá que muera.

Fuente de la información:  https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: Pedro Pozas Terrados

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La moderación como sinónimo de educación

En el ensayo Moderaditos,el filósofo y profesor Diego S. Garrocho sostiene que la moderación es un acto de valentía. Este coraje se debe al momento epocal en el que la palabra pública está polarizada y el lenguaje propende a la insolencia y la malsonancia. El autor aduce que desde posicionamientos de izquierdas la moderación se califica de impureza ideológica, y desde la derecha se tilda de debilidad. En ambos espectros se denuncia que es un modo de conceder ventaja al partido rival. De ahí que a quienes practican la moderación se les señale con ese diminutivo claramente despectivo para indicar tibieza, equidistancia, cobardía o neutralidad maquiavélica. Creo que la moderación es una disposición deliberativa que alberga repercusiones más sustantivas que la de la valentía cívica. Quizá en vez de referirnos a la peyorativa moderación sea más prudente hablar de una deliberación esgrimida con el concurso de la palabra educada, ponderada y predispuesta a poner su atención al servicio de quien piensa de un modo distinto. Podemos definir moderación como la práctica de deliberar con una amistad cívica sin la cual no es posible construir ciudadanía.

La deliberación expresada a su vez con un paralenguaje amable es un ejercicio de atrevimiento democrático, que es la tesis medular del ensayo de Garrocho, pero sobre todo es la condición de posibilidad para que el diálogo pueda desplegarse como proyecto cooperativo en el que los argumentos provenientes de perspectivas distintas e incluso agonales puedan confluir y polinizarse para ofrecer un argumento mejor. Dicho con palabras de Garrocho, la concurrencia del diálogo solo es posible al «conceder cierta probabilidad al error propio y al acierto ajeno». El pluralismo solo emerge en espacios políticos sosegados en los que la exaltación, la belicosidad verbal y la mendacidad sean reprendidas socialmente. El disenso se degrada en animosidad cuando no está preludiado de civismo ni buenos sentimientos de apertura al otro. Quizá en vez de vindicar moderación bastaría con reclamar educación.

En el recomendable ensayo El fin del mundo común, su autora, Mariam Martínez-Bascuñán, postula con cristalina evidencia que «cuando el lenguaje político ya no sirve para compartir, sino para generar resonancias; cuando las palabras dejan de ser puentes entre perspectivas para convertirse en tambores que marcan el ritmo de las tribus enfrentadas, tenemos un problema». En conflictología el criterio regulativo más sagaz pauta que todo conflicto se puede solucionar cuando los actores se fijan en aquello en donde sus intereses convergen y desplazan a un lugar más secundario los intereses que divergen. Las personas dialogamos precisamente para que nuestros argumentos admitan matices gracias a la participación de otros argumentos. Esta inercia deliberativa solo es posible si partimos de que todo argumento es susceptible de ser refutado o mejorado, y de que el dogma, la afirmación monolítica y fanatizada o «discutir por puro reflejo defensivo» (como señala atinadamente Garrocho) invalidan la construcción de buenos juicios deliberativos. Admitir que los argumentos albergan la capacidad de crear argumentos mejor confeccionados cuando los argumentos se encuentran, nos hace personas más cívicas, más educadas, con una mayor sensibilidad relacional. El argumento granítico e impermeable no es solo un error discursivo, es una forma de empeorar nuestra condición ciudadana.

El mundo está tan plagado de personas faltosas y proclives a la vehemencia maleducada que, cuando compartamos pareceres y argumentos, deberíamos exigirnos una ritualidad enteramente opuesta. Ser personas respetuosas, atentas, afables, asertivas y cariñosas. Ser veraces, diligentes, mesuradas, solícitas y conciliadoras. Frente a la dejadez ética, que debilita el nexo político con los demás, proponer cuidado cívico, que considera a la otredad un correlato de nuestra propia vida. Sólo con hábitos afectivos cordiales podemos levantar espacios deliberativos en donde se festeje lo mejor de la argumentación y el diálogo. La base de cualquier sociedad próspera.

Fuente de la información e imagen: https://espaciosumanocero.blogspot.com

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Los estudiantes latinoamericanos con discapacidad tienen un acceso limitado y desigual a la educación

Millones de estudiantes con discapacidad en América Latina y el Caribe continúan afrontando acceso insuficiente, participación desigual y brechas de género y permanencia en el sistema educativo, alertó este miércoles la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Un nuevo informe regional reveló que 2,3 millones de estudiantes con discapacidad están escolarizados en 16 países que participaron en una pesquisa de esa agencia.

Según el estudio, la trayectoria de esos niños y jóvenes está marcada por múltiples obstáculos. Su presencia es baja en las edades de preprimaria, con incremento gradual hasta los doce años, cuando alcanza un máximo de 33 estudiantes con discapacidad por cada mil. A partir de esa edad, la participación comienza a caer y, a los 17 años, la cifra desciende a 24 por cada mil.

Más estudiantes hombres que mujeres

La UNESCO también destacó brechas de género significativas: la participación masculina es mayor en todos los niveles, con diferencias especialmente marcadas en primaria y secundaria, donde la cantidad de varones casi duplica a la de mujeres con discapacidad.

En materia de infraestructura, aunque el 94% de los países cuenta con normas para rampas o escaleras con pasamanos en los centros educativos, la accesibilidad sigue siendo parcial. Solo uno de cada cuatro países incluye texturas en paredes para personas ciegas, y apenas la mitad contempla señalización visual para estudiantes sordos, evidenciando barreras aún presentes para la participación plena de esos estudiantes en la vida escolar.

Escuelas regulares y escuelas especiales

La distribución entre escuelas regulares y especiales también revela desigualdades. En promedio, el 81% de los alumnos con discapacidad está matriculado en escuelas regulares y el 19% en escuelas especiales. No obstante, menos de la mitad de los centros educativos regulares recibe efectivamente a este colectivo. A esto se suman diferencias entre sectores: en escuelas públicas de primaria, el 82% de los estudiantes con discapacidad asiste a educación regular, mientras que en el sector privado la proporción baja a 56%.

El informe analiza además las transiciones entre modalidades. Los datos muestran que el 4,5% de los estudiantes pasa de escuelas especiales a regulares, frente a solo el 0,6% que realiza el recorrido inverso. Sin embargo, los desafíos de permanencia son poco alentadores: el 37% abandona la escuela en secundaria, una etapa crítica para el acceso a la educación superior y los mercados de trabajo.

Repeticiones de grado

La edad mayor al promedio de sus compañeros actúa como un indicador temprano de exclusión: casi un tercio presenta rezago ya en el primer año de primaria, un factor que afecta más a las niñas.

La repetición de grado, del 10% en primaria, también golpea con mayor fuerza a las estudiantes mujeres (11%) que a los hombres (9%).

Las brechas se agravan en la finalización de estudios: mientras el 99% de los alumnos sin discapacidad termina la primaria, solo el 76% de quienes tienen discapacidad lo logra. En secundaria superior, la diferencia es de 82% frente a 61%.

La inclusión, obligación de los Estados

Tras conocer los datos del informe, la directora regional de la UNESCO recordó que la inclusión es una obligación de los Estados.

“Debemos derribar las barreras físicas, pedagógicas, culturales y sociales que todavía impiden que millones de niñas, niños y jóvenes con discapacidad aprendan y participen plenamente”, subrayó Esther Kuisch Laroche.

Para avanzar hacia una educación verdaderamente inclusiva y sin barreras, la UNESCO instó a los países latinoamericanos y caribeños a acelerar la transformación de sus sistemas educativos mediante una mayor formación docente, mejoras en accesibilidad, fortalecimiento de los sistemas de información y políticas que garanticen trayectorias educativas sin interrupciones evitables.

https://news.un.org/es/story/2025/12/1540845

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Destacan la educación en el país donde «no hay ganadores ni perdedores, sino niños que crecen de manera diferente»

La idea es que la escuela se adapte al niño, no al revés.

Sandra Hernández Jiménez

La educación finlandesa se ha convertido en un referente mundial por su enfoque humano y su capacidad para desafiar los modelos tradicionales basados en la competencia y las calificaciones. Lejos de concebir la escuela como un escenario de rivalidad, Finlandia apuesta por un sistema que prioriza el bienestar, la autonomía y el desarrollo integral del alumno. Cada niño aprende a su propio ritmo y merece un entorno donde crecer sin miedo a equivocarse.

Esa filosofía, compartida por docentes y familias, se traduce en prácticas y derechos que garantizan igualdad de oportunidades y menos estrés para los alumnos. Para Marianna Tolvanen, profesora de inglés con más de una década de experiencia en el norte de Europa, la clave está en el respeto y la confianza: “El éxito se mide en si los niños llegan felices a clase y en su capacidad de reflexionar sobre lo aprendido”, asegura en declaraciones a Ziarul de Gardă.

Según explica, en las escuelas finlandesas los alumnos llaman por su nombre a los docentes, se abrazan con naturalidad, y se valora más el diálogo que la presión por una nota. “El sistema educativo finlandés me impresionó por su humanidad. Aquí, al niño no se le compara, se le presiona ni se le juzga, sino que se le comprende”, relata Marianna. Para ella, esta cercanía genera un clima de confianza donde los estudiantes se sienten seguros para preguntar, equivocarse y aprender sin miedo.

Un modelo a seguir

Otro rasgo distintivo es que la evaluación se realiza dos veces al año y no solo se centra en el rendimiento académico, sino también en el bienestar social y emocional. Para ello, se mantienen reuniones semestrales entre el estudiante, sus padres y los maestros. La política finlandesa prioriza la confianza en el profesorado para diseñar métodos de enseñanza y evaluación en lugar de someter a las escuelas a inspecciones y pruebas constantes.

Este es el enfoque que Marianna Tolvanen quisiera ver en la República de Moldavia. La integración de alumnos con necesidades especiales en aulas regulares y el apoyo personalizado son prácticas habituales: la expectativa es que la escuela se adapte al niño, no al revés. “Cada alumno tiene derecho a aprender a su ritmo. No hay ganadores ni perdedores, sino niños que crecen de manera diferente”, resume Tolvanen.

La transparencia entre familia y escuela es cotidiana y tecnológica, ya que los profesores registran avances y observaciones en plataformas electrónicas accesibles a los padres, de modo que la información fluye sin dramatismos ni juicios. En definitiva, el éxito de la docencia finlandesa se debe a una combinación de cultura cívica, sistemas de bienestar, alta formación docente y políticas públicas que sostienen la igualdad.

https://www.huffingtonpost.es/sociedad/destacan-educacion-pais-no-hay-ganadores-perdedoresnos-crecen-manera-diferente.html

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Los grandes retos de la IA en la educación de América Latina

María Santacecilia

La humanidad se adentra en el abismo de la inteligencia artificial. La rapidez vertiginosa de sus avancesarroja numerosas cuestiones prácticas y éticas, a las que el mundo educativo no es ajeno.  Uno de los aspectos primordiales es qué lugar debe ocupar el ser humano frente a la nueva tecnología.

«La IA está haciendo profundos y paradigmáticos cambios en la forma de relacionarnos, en la forma de crear conocimiento, de relacionar datos, de crear narrativas», dice a DW Eugenio Severín, director ejecutivo de la organización chilena sin ánimo de lucro TuClase.  «No sabemos el potencial que va a alcanzar y, por lo tanto, hay que poner mucha atención para cuidar que prevalezca el dominio humano, es decir, que la última decisión responsable respecto a su uso sea siempre ejercida por los humanos», prosigue Severín.

El reto básico de la infraestructura

Y si hay un sector en cuyo núcleo está presente el elemento humano, ese es el de la transmisión de conocimiento, la educación. ¿Qué retos implica el uso de una herramienta con tanta capacidad transformadora? «El gran desafío para América Latina es asegurar las condiciones tecnológicas que permitan aprovechar el potencial de la IA, porque sin conectividad adecuada, la brecha se amplía y no todos los establecimientos podrán acceder a estos beneficios», comenta a DW Soledad Ortúzar, directora ejecutiva del Centro de Innovación en Liderazgo Educativo de la Universidad del Desarrollo, en Chile.

El tema de la infraestructura no solo se limita a la conectividad, sino también al acceso igualitario a dispositivos y a personal capacitado. «Hablar de IA sin resolver lo básico es ilusorio», subraya, por su parte, a DW Marcela Tenorio, profesora investigadora del Centro de Investigación de Mejora de los Aprendizajes de la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo. «Es importante recordar que la IA no se limita a los modelos generativos como ChatGPT, incluye sistemas de recomendación, análisis de datos, detección automática de patrones y plataformas adaptativas, todas ellas con requisitos técnicos y regulatorios distintos», prosigue Tenorio.

Preparación docente, desigualdad e influencers

La IA en el mundo educativo arroja otros retos no menores, como la dispar preparación docente. «La mayoría de los programas de formación inicial no incluyen contenidos sustantivos sobre datos, algoritmos o ética digital; asumir lo contrario sería engañoso», apunta Marcela Tenorio.

Manos infantiles sobre el teclado de un ordenador portátil.
La IA tiene una enorme capacidad transformadora, también en el sector de la educación.Imagen: Dominic Lipinski/PA Wire/picture alliance

Además, podrían profundizarse las desigualdades educativas en una región como América Latina, que ya de por sí tiene una enorme desigualdad económica. «Si solo algunos establecimientos acceden a herramientas avanzadas, la distancia entre estudiantes aumentará en vez de disminuir», señala Tenorio, que también alude al riesgo que implica la presencia en redes sociales de influencers sin formación necesaria y sin conocimiento basado en evidencia, que promueven acciones que llegan incluso a concretarse en acuerdos o leyes.

Carga administrativa y diversidad

No solo los procesos de enseñanza y aprendizaje pueden beneficiarse de la IA, sino también las labores puramente administrativas que hoy recaen en docentes y directivos. «Si logramos que estas tecnologías asuman tareas de gestión —desde sistematizar información hasta agilizar procesos internos— liberaremos tiempo valioso para el liderazgo pedagógico y el acompañamiento a los estudiantes”, explica Soledad Ortúzar, de la Universidad del Desarrollo.

La experta menciona asimismo el gran potencial en la atención a la diversidad en las aulas, «con contenidos pedagógicos más individualizados de acuerdo con las necesidades y motivaciones de los estudiantes», apunta Ortúzar.

Reflexión y regulación

Ante los retos que plantea la IA en la educación, los expertos recomiendan reflexión y la elaboración de regulaciones para el uso de esta poderosa herramienta: «La mayoría de los países todavía tienen un marco regulatorio incompleto, lo que deja vacíos relevantes en transparencia, protección de datos y responsabilidad», subraya Marcela Tenorio.

En ese sentido, Chile es pionero en América Latina, tras aprobar un Marco Orientador de Competencias Digitales Docentes, un instrumento de política pública para guiar —no imponer— el desarrollo profesional de los docentes frente a la transformación digital.

«Lo interesante de este marco, es que lo que manda son las prácticas de enseñanza que promueven el buen aprendizaje y cómo las tecnologías contribuyen a la buena docencia», valora Eugenio Severín, de TuClase.  Y lo esencial es que el elemento humano siga siendo preponderante: «Lo importante es cómo abordamos la IA desde el pensamiento crítico, sabiendo y teniendo conciencia de que, en última instancia, son nuestras decisiones humanas las que tienen que prevalecer y que la IA es un instrumento de apoyo».

(cp)

https://www.dw.com/es/los-grandes-retos-de-la-ia-en-la-educaci%C3%B3n-de-am%C3%A9rica-latina/a-75041367

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