América del Sur/Argentina/19-03-2021/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar
El encuentro contó con empresarios, referentes y personalidades destacadas de toda la región.
El gobernador de San Juan, Sergio Uñac, participó este miércoles de un importante foro organizado por el Instituto Iberoamericano para la Educación y la Productividad (IIEYP) que forma parte de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).
El evento tuvo lugar en la sede de la OEI ubicada en Capital Federal. Durante la disertación brindada por Sergio Uñac participaron empresarios, referentes y personalidades destacadas.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Luis Scasso, director de la Oficina de OEI en Argentina, quien compartió la misión del instituto de mejorar la competitividad y la productividad en el Espacio Iberoamericano, desde la educación y la ciencia a través de la cooperación. Recordó que, en el último año, el instituto organizó encuentros con empresarios y personalidades destacadas, como Julio Sanguinetti, expresidente de Uruguay, y Martín Guzmán, ministro de Economía de Argentina.
A continuación, Luis Enrique García, miembro del Consejo Rector del Instituto Iberoamericano, brindó unas palabras sobre la importancia de la creación del Instituto en el 2019 para la región. García ha sido presidente de CAF- Banco de Desarrollo de América Latina entre 1991 y 2017, y fue Ministro de Planeamiento y Coordinación de Bolivia y jefe del gabinete económico y social, entre otros cargos.
Para completar la apertura, José Urtubey, el dirigente industrial del interior y miembro del Consejo Asesor del Instituto en Argentina, compartió algunas reflexiones sobre la importancia del espacio y que el gobernador Uñac y empresarios de todo el país puedan compartir ideas y propuestas.
Tras brindar un detallado panorama sobre la provincia de San Juan en cuanto a su ubicación en la región, población y características geográficas, el gobernador destacó la diversificación de la economía local, desde la vitivinicultura y la agroindustrial, la minería, apostando por el turismo, las energías alternativas, los sectores textil, farmacéutico y ganadero, entre otros, con la meta de consolidar un modelo de desarrollo económico provincial diversificado, competitivo, dinámico y sustentable.
Al momento de hacer referencia sobre la educación, uno de los pilares del encuentro, el mandatario sanjuanino hizo referencia al maestro de América, Domingo Faustino Sarmiento, destacando su figura y señalando que la educación es generadora de identidad nacional y de igualdad de oportunidades.
En ese ámbito, pidió que el sistema educativo argentino y de la región vuelva a tener un rol de promotor social para reducir la pobreza y generar movilidad ascendente.
Tras ese análisis, Uñac indicó que San Juan trabaja la inversión en infraestructura, la innovación en métodos de enseñanza-aprendizaje y la inclusión, con el fin de alcanzar ciudadanos comprometidos con su comunidad y con capacidades para incorporarse al mundo del trabajo. El gobernador, unió la educación con la empleabilidad y ponderó la creación del Programa de Trabajo en el marco del Acuerdo San Juan.
«Entendemos que la educación tiene un nexo con el sistema productivo que está definido por este concepto de empleabilidad», agregó.
Promediando el cierre, y con la mira puesta en la pospandemia, el gobernador sanjuanino se mostró expectante sobre la economía, puntualizando sobre la apuesta por el proyecto minero Josemaría, haciendo eje en la reinserción de Argentina mediante la innovación, fortaleciendo el sistema científico tecnológico, articulando con otros sectores de la producción y las industrias.
Pidió además mayores esfuerzos para el diálogo y el consenso y enfatizó que la provincia de San Juan continuará aportando para un proyecto colectivo nacional.
«Los países sudamericanos debemos reconstruir un ámbito que represente los intereses de la región de manera adecuada, y definir políticas comunes que permitan un desarrollo armónico e inclusivo», concluyó.
Al concluir la disertación, hubo un intercambio de preguntas y propuestas entre los invitados, empresarios y miembros del Consejo Asesor del Instituto en Argentina, entre ellos: Christian Asinelli, subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales para el Desarrollo de la Presidencia de la Nación; Juan Usandivaras, presidente de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional; Gerardo Alberto Martínez, secretario general de la UOCRA; Lorena Basso, presidente de la Asociación de Semilleros de las Américas; Lourdes Puente, directora de la Escuela de Política y Gobierno en Pontificia Universidad Católica Argentina; Alejandro Simón, CEO de Sancor Seguros; Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond; Daniel Herrero, presidente Toyota Argentina; Rodrigo Pérez Graziano, presidente de PSA GROUPE – Peugeot-Citroen Argentina; Pablo Peralta, vicepresidente BST/ ORIGENES; Mara Bettiol, presidenta de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART); Martin Cabrales, vicepresidente Cabrales SA; Facundo Prado, CEO y presidente de Supercanal Arlink; Néstor Pan, presidente de CONEAU; Steven Chen Shiqing, CEO de Huawei Argentina; Mauricio Mazzón, director de Fundación Gestar; y Manuel Santos de Uribelarrea, cofundador y presidente de MSU Energy SA.
Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/politica/Unac-hizo-foco-en-la-educacion-y-destaco-la-figura-de-Sarmiento-al-disertar-en-OEI-Argentina-20210317-0081.html
Europa/España/19-03-2021/Autor(a) y Fuente: www.elcomercio.es
El centro educativo ha publicado un vídeo en el que muestra las instalaciones y explica su proyecto, así como los protocolos sanitarios.
El colegio público de Las Vegas abre sus puertas de manera virtual para que las familias interesadas en matricular a sus hijos en el centro el próximo curso puedan conocer la instalación y el proyecto educativo que siguen. Desde el colegio han elaborado un vídeo de presentación que han colgado en su canal de Youtube, en el que se realiza una visita por el centro y al que se accede a través de un código QR que se ha difundido en un cartel informativo.
En el vídeo, que para hacerlo más atractivo a los pequeños cuenta con un juego protagonizado por un pollito, además de presentar el proyecto educativo de la etapa infantil, se explican los protocolos sanitarios que se cumplen en el centro para evitar la propagación de la covid-19. Con esta visita virtual, el centro pretende dar a conocer su metodología de trabajo a las nuevas familias que tengan que escolarizar a sus hijos el próximo curso y que quieran saber cómo funciona el colegio corverano.
Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/mas-concejos/colegio-vegas-presenta-20210316001803-ntvo.html
En los «Cuadernos de la cárcel» Antonio Gramsci diferenciaba entre la gran política y la pequeña política. La primera se concentra en las funciones que desempeñan los Estados y en las estructuras económico-sociales. La segunda aborda la política del día, parlamentaria, de corredores, de intriga.
La gran política es necesariamente creativa. La pequeña es conservadora y apenas busca mantener los equilibrios prexistentes. En el mundo actual, la alta política la definen las grandes multinacionales, las fuerzas armadas y sus think tanks estratégicos, y grupos de presión y de poder como el deep State en Estados Unidos.
De la pequeña política se ocupan los gobiernos, en particular los progresistas que no tienen posibilidades de influir en la gran política, ya que no se proponen cambios estructurales y, por tanto, se limitan a cuestiones de maquillaje y estética políticas, sobre todo utilizando los medios de comunicación de masas.
Lo más común es que propongan como gran política cuestiones que no pasan de ser políticas de lo cotidiano, a menudo rescatadas de fracasos anteriores. La represa Belo Monte que promovió el gobierno de Lula en Brasil fracasó casi medio siglo antes por la oposición de los pueblos amazónicos a la obra faraónica que propuso la dictadura militar. El Tren Maya entra en la misma categoría de la política de intriga, que se quiere hacer pasar como obra estratégica.
El desarrollo digital forma parte de la gran política que los gobiernos, en general, tratan con los modos de la pequeña política. Se limitan a bendecirla como si fuera un proceso inevitable en la vida humana, como el nacimiento y la muerte, como el amanecer y el crepúsculo.
Sin embargo, la digitalización es considerada como la tercera revolución antropológica, luego de la creación del lenguaje articulado y la invención de la escritura, como estima el sicoanalista y epistemólogo franco-argentino Miguel Benasayag en La tiranía del algoritmo, aún inédito en castellano.
Miguel es un compañero cuyos análisis son agudos y penetrantes. Pertenece a la generación de 1968, estuvo tres años en las cárceles de la dictadura por pertenecer al Ejército Revolucionario del Pueblo y ahora participa en el colectivo francés Malgré tout (A pesar de todo). Sigue comprometido con causas colectivas y se ha focalizado en estudiar las consecuencias de las nuevas tecnologías en la sociedad.
Su libro anterior, El cerebro aumentado, el hombre disminuido (Paidós, 2015), señala que, a diferencia de los inventos anteriores, desde la rueda a los antibióticos, la digitalización no termina de producir un nuevo modo de ser en el mundo para el hombre, sino que aleja al hombre del mundo y su poder de actuar, a pesar de que desencadene un poder muy fuerte en lo tecnológico (p. 116).
Sostiene que la revolución de la digitalización ha llevado a que 95 por ciento del conocimiento que tenemos sobre el mundo sea indirecto. Pero ese conocimiento indirecto no se suma al conocimiento que nace de la experiencia corporal, sino que lo remplaza y lo cancela. Por eso considera la digitalización como violencia, porque niega y suprime la diferencia (y a los diferentes) y las identidades singulares.
La rapidez y la omnipresencia caracterizan la revolución digital, estima Benasayag. En el mundo del algoritmo no existe la alteridad, pero la delegación de las decisiones políticas en los algoritmos suspende el conflicto, lo bloquea y lo inhibe. La negación del conflicto puede producir la barbarie, sostiene en Elogio del conflicto, escrito con su compañera Angélique del Rey (Brueghel, 2018).
La tiranía del algoritmo coloniza la vida, al eliminar la singularidad de los seres y, en consecuencia, suprimir el conflicto. De ese modo nos deja inermes, nos desmaterializa y descorporiza, convertidos apenas en datos binarios inscritos en chips, lo que nos inmoviliza al enrejarnos en lo individual.
Para evadir esta tiranía, sostiene Benasayag, debemos resistir la supresión de la diferencia y del conflicto, algo que parecen estar deseando los gobiernos, en general, y los progresistas en particular. Por eso se engalanan con las prendas de los pueblos originarios y esgrimen sus bastones de mando haciendo creer que todo es lo mismo, que es igual arriba que abajo. Las diferencias y los diferentes son sentidos como amenazas por un sistema incapaz de procesar los conflictos, como hizo la humanidad en su historia.
La pequeña política gubernamental se muestra impotente ante la gran política de las grandes empresas de la información, esas que pueden hasta bloquear y cancelar las cuentas de los presidentes del imperio. Lo peor que podemos hacer es ignorar la potencia de esta tiranía, su capacidad de anular a los seres humanos.
Aún no hemos encontrado los modos de actuar capaces de enfrentar la revolución digital, no para negarla, sino para evitar que destruya la vida. Lo que vamos aprendiendo es que nada puede cambiar si nos limitamos a la pequeña política de palacio.
La bauhaus antes que cualquier otra cosa fue una escuela, una revolución en las formas de aprender. En este artículo vamos a proporcionar las claves esenciales para bauhausizar nuestra educación, proporcionando a las instituciones educativas una hoja de ruta para que puedan transformarse en Centros Educativos de la Nueva Bauhaus Europea.
La Nueva Bauhaus nos ofrece una hoja de ruta para transformar nuestro mundo, poniendo en nuestras manos las herramientas para resignificar nuestras actividades desde su espíritu, conceptos y prácticas. Adoptar su agenda no consiste en destruir lo existente, sino adaptarlo a su filosofía y funcionalidad, “bauhausizando” todos nuestros espacios y actividades para construir un mundo mejor.
Fundamentos para convertir nuestras escuelas en Escuelas de la Nueva Bauhaus.
La adopción del ideario bauhaus para transformar nuestros centros educativos (escuelas, institutos, universidades, centros de formación, instituciones educativas…). Reformular y resignificar la educación en torno a los principios de la Nueva Bauhaus.
Cambio de paradigma educativo.
Adopción de una nueva mirada de la educación desde la ruptura con el academicismo, apertura al cambio, disposición a experimentar cosas nuevas desde una nueva forma de pensar y ver el mundo, aprendizaje práctico para la vida desde una base sólida del conocimiento de la historia, el arte, la antropología, el espacio, la naturaleza, los materiales, las técnicas… y su relación con las experiencias, la capacidad mental y las emociones. Una formación integral preparatoria para dirigirse luego a una capacitación práctica desde el cultivo de la vocación y la pasión. Una visión integral del individuo que balancea la visión global con la especialización, en equilibrio entre funciones biológicas, intelectuales y emocionales.
Rediseñar nuestro mundo desde la escuela.
Reformular, resignificar y rediseñar la educación en torno a los principios de la Nueva Bauhaus. Profesores y estudiantes trabajando juntos con el objetivo central de construir el futuro; operando con objetos, productos y servicios, espacios, hábitats, soluciones sostenibles…. desde la búsqueda de la belleza, la utilidad, la simplicidad, la artesanía y el arte.
Todo ser humano es un creador en potencia.
Un genio que hay que cultivar, una llama que encender, una rareza que guiar y acompañar para que eclosione, donde el fin último es que cada persona alcance la mejor versión de sí misma para el desarrollo personal y social. Y todo esto se alcanza desde la experiencia y la experimentación.
Aprender prototipando.
Entender el aprendizaje como un proceso práctico de construcción y mejora permanente. Adopción de una metodología práctica para crear el mundo, los objetos y las realidades desde un continuum de prototipos (design thinking, lean startup…). Poniendo en juego el trabajo práctico con los conceptos y el uso de los materiales desde la utilidad y el sentido de valor (mercadotecnia) enfocado a la satisfacción de necesidades.
Del conocimiento fracturado a una visión holística del mundo.
Un ejercicio para la vuelta a un aprendizaje integral del mundo y las disciplinas. El sistema educativo actual con la parcelación del conocimiento en cajones estanco nos ha llevado a una visión reduccionista y parcial de la realidad. Bauhausizar la educación supone la adopción de la integralidad y la Interdisciplinariedad, cómo se trabajaba en la escuela de Weimar.
Potenciar la destreza manual para aprender haciendo.
Aprendemos cuando hacemos y nos emocionamos, una máxima que se aplica de manera transversal a todas las actividades formativas en la Nueva Bauhaus.
El planteamiento educativo de la Bauhaus implicaba aprender haciendo, trabajando para dar respuesta a las necesidades de la sociedad mediante la producción de proyectos y objetos que podían ser vendidos.
Los aprendices (estudiantes) a semejanza de la Bauhaus, deberán dominar diferentes técnicas y disciplinas artísticas para que sus creaciones sean útiles a la sociedad, un aprendizaje integral de disciplinas para fabricar cosas que sirvan a la sociedad.
Del aula al taller.
Donde las personas experimentan haciendo cosas prácticas con diversas tecnologías y materiales (vidrio, metales, madera, tejidos…), igual que hacía la Bauhaus en Weimar en 1919, solo que incorporando nuevos materiales y tecnologías disruptivas de la Cuarta Revolución Industrial (supermateriales de la nueva industria, big data, algoritmos, blockchain, machine learning, robótica, programación, inteligencia artificial, realidad aumentada, impresión aditiva, corte láser…).
Del aprendizaje individual al trabajo en equipo y la cultura CO.
Tomando directamente el modelo educativo de la Bauhaus basado en el trabajo en equipo con carácter multidisciplinar, con base en talleres que trabajan la artesanía y el arte, para conseguir una estética que busca conjugar los criterios de utilidad, funcionalidad, belleza y economía. Todo ello desde una lógica cooperativa de cocreación y codiseño.
Reinvención de los espacios de aprendizaje.
Del aula como espacio inerte de clases magistrales, al taller y el laboratorio. Un trabajo que se inicia en 1923 en la exposición “arte y tecnología: una nueva unidad”, donde se hace un énfasis en la tecnología. A partir de esta fecha los talleres se convirtieron en laboratorios en los que los prototipos industriales se creaban y mejoraban permanentemente, concebidos como productos de valor destinados a su venta.
La Nueva Bauhaus en la Cuarta Revolución Industrial.
Desde el salto dado por los pioneros de la Bauhaus, ahora solo nos queda producir otro exponencial a partir de las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial concretadas en laboratorios tipo Fab Lab que ya están repartidos por todo el mundo, convirtiendo la fabricación de todo tipo de objetos y realidades (producción personalizada, piezas, objetos, creaciones artísticas con todo tipo de materiales, alimentos, nuevos seres, órganos humanos…) en un proceso cercano a la ciencia ficción que haría morir de envidia a Gropius y su equipo.
El diseño de la nueva escuela Bauhaus incorpora la cultura del trabajo del movimiento maker y sus herramientas digitales, el trabajo cooperativo (coworking) y los medios digitales colaborativos (crowdfunding), desde el aprendizaje y la investigación a través de la experimentación.
La Cuarta Revolución Industrial supone la automatización total, la capacidad de hacer cosas con las manos pasa del dominio analógico al digital, cuestión que obliga de manera acelerada al desarrollo de competencias tecnológicas.
El aula del futuro, del Fab Lab al Skill Fab lab.
La transformación física del aula para su bauhausización consiste en “derribar sus muros” y abrirse al exterior. En esencia, la nueva aula es el mundo, el universo entero que es el lugar donde todos aprendemos. El espacio físico del aula tradicional se convertirá en un laboratorio que cuente con las herramientas y tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial (laboratorios tipo Fab Lab). No obstante las competencias clave de los profesores y estudiantes neobauhausianos serán las soft skills para el desarrollo de la creatividad, la innovación, el emprendimiento y el liderazgo. Las nuevas aulas responden al concepto de Skill Fab Lab.
Cambio radical en el concepto del conocimiento.
En la Nueva Bauhaus, el conocimiento no son datos e información memorizados para ser repetidos en un examen. El conocimiento es práctica y emoción, acción e innovación.
La identidad de los estudiantes neobauhasinaos no son los conocimientos que tienen, sino las cosas útiles, bellas y buenas que saben hacer con su conocimiento. Una revolución copernicana que entierra la tradición ilustrada y nos abre a un nuevo mundo. Y todo esto solo se puede lograr formando a personas críticas, autónomas, emprendedoras y capaces de crear valor por sí mismas.
Reinvención del aprendizaje. De la educación basada en la enseñanza a la educación centrada en el aprendizaje.
El foco tradicional de la educación ha estado en el docente. La Bauhaus comenzó a romper esa tiranía, una deriva que ha de completarse con la Nueva Bauhaus, un modelo que pone su foco en el estudiante y su aprendizaje.
Reinvención del rol del profesor y el alumno.
Del profesor y el alumno al maestro y el aprendiz, del profesor que dicta lecciones al instructor y mentor que muestra mundos, del profesor que lanza contenidos teóricos para que el alumno los memorice y los repita, al profesor práctico, que domina la técnica, inspirador, guía y mentor.
Reinvención del propósito del aprendizaje en torno a un proyecto.
Aprender haciendo mientras se construye un proyecto o se aborda un reto. Un propósito que rompe la lógica del aprendizaje en torno a temarios cerrados y clases aburridas. Las personas aprenden mientras fabrican sus creaciones, inventan sus empleos o llevan a cabo sus emprendimientos; un aprendizaje invisible desde la educación basada en proyectos que se completa con las siguientes técnicas: aprendizaje activo, auténtico, basado en la investigación, solución de problemas, retos, colaborativo, flexible, invertido, experiencial-vivencial, para el servicio, construccionismo, conectivismo, aprendizaje autoorganizado, espacios makers, gamificación, mentorización, entre pares, basado en casos, etc.
Una educación desde el compromiso para el servicio a la sociedad.
El fin último de la educación tiene un fin social para construir un mundo mejor. Desde esta lógica cada estudiante se hace cargo de un desafío global (cambio climático, salud, alimentación…), desarrollando proyectos y soluciones que se concretan en productos o servicios.
El objetivo final de la nueva educación es que cada estudiante desarrolle su proyecto vital (una persona / un proyecto vital que levantar).
Rediseño del currículo al modelo educativo Bauhaus.
Para implantar el ideario de la Nueva Bauhaus es necesario una adaptación del currículo educativo, un proceso que necesita liderazgo político y voluntad por parte de la comunidad educativa desde el diálogo (familias, centros esucativos, profesores, estudiantes, sindicatos, empresas…).
El nuevo currículo ha de inspirarse en los fundamentos actualizados de la Bauhaus y sus concepciones socio antropológicas, epistemológicas, pedagógicas y psicológicas, para determinar los objetivos de la educación, es decir, recuperar los aspectos centrales de la filosofía de la Nueva Bauhaus a través de un plan de acción adecuado para la consecución de esos objetivos. A partir de aquí se da respuesta a las siguientes preguntas desde los planteamientos de la Bauhaus: ¿Qué enseñar? ¿Cómo enseñar? ¿Cuándo enseñar? ¿Qué, cómo y cuándo evaluar? De aquí surgen las actividades académicas y a partir de aquí se definen los planes y programas, elección de contenidos y adaptación de los mismos a las necesidades de la sociedad y la tecnología disponible.
Requisitos para convertir una escuela tradicional en una escuela de la Nueva Bauhaus.
Movilización de la voluntad política e institucional.
Alianza con la comunidad educativa local (dirección del centro, familias, profesores, estudiantes…).
Nuevo desarrollo normativo.
Cambios en los programas y planes de estudios adaptados al modelo Bauhaus.
Capacitación del profesorado.
Adaptación física de las aulas y los espacios, dotación de tecnologías y recursos materiales.
Cambio en el sistema de evaluación.
Sacar a los estudiantes del aula para una educación abierta.
Aprendizaje basado en proyectos.
Enfoque de la educación con los problemas de la comunidad local.
La Nueva Bauhaus es una esperanza para el desarrollo de una nueva sociedad, la base de un gran acuerdo social por la educación que nos ayude a bauhausizar la realidad y construir un mundo mejor.
Hoy han pasado a segundo plano los distintos modelos educativos para dar paso y protagonismo al único valor que siempre ha estado presente, aunque oculto: el carácter ritual de la comunidad escolar.
Recuerdo que al principio de la pandemia circulaban por el mundo mil ideas sobre las diferentes alternativas escolares que se podían tomar en el nuevo contexto. Unas proponían que los niños abandonaran los estudios y dedicaran su tiempo a aprender sobre las labores del hogar y la convivencia familiar. Los que por un momento coqueteamos con esa idea pronto fuimos rebasados por la iniciativa de las instituciones, que por fortuna reabrieron cursos y convocaron a la comunidad estudiantil a concluir el año escolar.
La sociedad entera se aprestó a continuar con la enseñanza regular. Sorteando la tentación de subvertirlo todo para mimetizarse con el caos de la pandemia, las instituciones educativas se aferraron a lo que venían haciendo, sobreponiéndose primero al imperativo de la sana distancia y después a la falta de herramientas técnicas y a las fallas continuas de aquellas con las que si contaban. Por televisión, radio, Zoom, Email y todo tipo de mensajería virtual, e incluso llevando personalmente a casa de los alumnos los materiales necesarios para continuar los cursos, millones de educadores sostuvieron sobre sus hombros la institución escolar, inspirados creo yo, en la intuición de cierto valor profundo al que podían y debían asirse en la crisis.
A mí me llevó tiempo identificar y dar nombre a ese valor profundo que flotaba en el ambiente; hoy creo poder referirme a él como “esencia ritual de la educación”, esencia que se remonta a la aparición misma de lo humano y que sigue presente hoy, debajo de la alta pila de “innovaciones” que la han venido cubriendo a lo largo de la historia. Como la princesa del cuento, que percibe el guisante debajo de decenas de colchones, los educadores del 2020 fueron capaces de distinguir ese elemento esencial para, como he dicho, asirse a él y sobreponerse al sismo mundial.
Fueron ciertos fragmentos del libro “La desaparición de los rituales”, del filósofo surcoreano Byung-Chul Han, lo que me permitió identificar la poderosa fuerza educativa que hay en el mero hecho de que como comunidad hayamos conseguido preservar eso que llamamos “la escuela”. Hoy han pasado a segundo plano los distintos modelos educativos de cada institución y se ha evidenciado el protagonismo del único valor que siempre ha estado presente, aunque oculto: el carácter ritual de la comunidad escolar.
Son los rituales, nos dice Han, los que configuran las transiciones de las fases de la vida, abriendo umbrales mágicos que nos llevan a lugares desconocidos (de la infancia a la juventud, de la juventud a la madurez, y así…). De igual forma, me parece, el ritual escolar permite a los estudiantes y en buena medida a sus familias, ordenar lo que ocurre en el día a día y crear una narrativa de la vida diaria, sin la cual los días se volverían iguales y el tiempo pasaría sin que lo advirtiéramos. Por fortuna para nosotros, están ahí los horarios de clases, las diferentes materias, los recreos, las ceremonias, la celebración de las fiestas, los fines de semana, las vacaciones, las temporadas de exámenes y la tensión por aprobarlos, pasar de año y transitar a la siguiente etapa. “Magia de los umbrales” por la cual los seres humanos ―mágicamente, en efecto― nos vamos haciendo distintos: acaba el ciclo escolar y de un día a otro los niños ya son mayores; algunos se vuelven adolescentes; otros se ponen serios pues saben que han empezado a prepararse para la edad adulta, y unos más ingresan en ella por la puerta académica hacia una profesión. Mientras tanto, los docentes, como un ejército de virgilios, los van acompañando y soltando a la salida de las diferentes puertas llegado el momento.
Más allá de aspectos comerciales o de simple inercia, es el carácter ritual ―a mi parecer― lo que ha permitido que la institución escolar perdure bajo la tormenta. Por sobre las estrategias específicas que ha implementado cada institución, se impone el recuerdo de aquellas legendarias escenas en que uno de los sabios de la tribu reúne a los niños y jóvenes alrededor de una hoguera para contarles la historia de las pasadas generaciones, contagiándolos (o más bien, inmunizándolos) con la narración de las vicisitudes y hazañas que han permitido a su comunidad sobrevivir a los siglos. Nuestro ritual es así: está sustentado en cosas sencillas y profundas: asistir a clases, sentarse cerca de otros compañeros, calentarse con la llama del objetivo común (aunque esté apenas tibia en horas muy mañaneras), y mantenerse alerta y “presente” para escuchar y preguntar al maestro.
Hoy, la comunidad mundial erosionada por el miedo tiene la oportunidad de reparar sus contornos con el simple acto de repetir algo que el ser humano fraguó desde sus orígenes. Alrededor de esa especie de hoguera que es “la escuela” (virtual, desarticulada, como sea) se vuelven a reunir día a día los niños y jóvenes estudiantes, para preservar, aún en condiciones tan difíciles, uno de los ejes de nuestro mundo (lo mismo que una tribu que conserva su fuego ritual en situación de absoluta pobreza, con escasas ramas, bajo el frío y el viento).
Los rituales ―nos recuerda Byung-Chul Han― nos permiten percibir lo duradero y liberarnos de la contingencia. Curiosamente, esta palabra que él utiliza en sentido filosófico (lo contingente es lo accidental, lo accesorio), nosotros la aplicamos como sinónimo de la pandemia. Y es cierto: con toda su tragedia, está no deja de ser algo pasajero frente a lo esencial y permanente que los rituales nos permiten preservar. Entre ellos ocupa un lugar preeminente el ritual escolar.
Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ritual-educativo-pandemia
Mundo/América Latina/14-03-2021/Autor: Carlos A. Reyes*/Fuente: OVE
Este lunes 01 de marzo tuvo lugar un nuevo encuentro en el Seminario Internacional el ciclo de debate denominado «La Otra Educación Posible». Estos Seminarios son posibles gracias al trabajo de la Alianza Pedagógica Social Internacional CEIP-Histórica de Argentina, MAEEC-CLACSO de México; KAVILANDO de Colombia; MASA CRÍTICA de Panamá; RED GLOBAL GLOCAL por la Calidad Educativa de América Latina; SAVIA de Paraguay; Universidad de Panamá; CIPCAL de América Latina; KAICHUK MAT DHA de México; EMANCIPACIÓN de Chile; Organización Social, Feminista, Pedagógica Mujer-Pueblo-Magisterio CNTE Durango, el Centro Martin Luther King de Uruguay y CII-OVE de Venezuela
En esta oportunidad la exposición estuvo a cargo de Fernando Buen Abad sobre «Semiótica de la Semiótica». La moderación de la actividad estuvo a cargo de Tomás Paredes Duque y Elpidio Gónzalez del colectivo Masa Crítica.
Para Freire (2013), la pregunta es una forma de construir nuestra realidad, pues permite edificar a partir de la pregunta, proponer ideas, alternativas y posibilidades de dialogo, sin embargo, también es la pregunta, una posibilidad de romper los esquemas hegemónicos que gobiernan en una realidad incuestionable, de lo que se nos ha dado y dicho como parte de esa realidad. Así entonces, estamos frente a un ejercicio dialéctico, entre el sujeto y el objeto, donde los significados y significantes de tal relación, permite asociar múltiples lecturas de esa realidad. En este sentido, Fernando Buen Abad nos exhorta a pensar el campo de la semiótica como un campo de estudio propio de sí, es decir, a cuestionar la semiótica de la semiótica.
Pero, ¿qué es la semiótica? Buen Abad nos propone en inicio, diferenciar entre semiótica y semiología. La primera, nos dice que dada su origen en la Escuela Norteamericana con Peirce (considerado el padre de la semiótica), alude a una cuestión de estudio teórico metodológico, orientado a las relaciones lógico matemáticas y, la segunda, desde una tradición francófona, con un estudio más particular en la lingüística, sin embargo, ambas aluden al estudio de los signos: de su conocimiento, las experiencias y expresiones cotidianas.
El estudio de los signos a partir de su conocimiento, las experiencias y expresiones cotidianas, derivan en la forma de comunicar, comunicar para “sí” y para el “otro”, lo que ha establecido que todo objeto sea objeto de un significado y significante, pues la comprensión e interpretación del mismo objeto por el sujeto, está determinado por un contexto que responde a las esferas de lo político, lo económico, lo social, lo cultural… Por tanto, el signo, es una forma de comunicación que establece dominios de pensamiento y que son arraigados sin que eso conlleve a preguntarse el ¿por qué? Y el ¿para qué? Pues ese signo, es y forma parte de ese contexto normalizado históricamente.
Así entonces, el signo se articula por su significado y significante, atributos que el hombre le da a través de la historia. En este sentido, el hombre todo el tiempo trata de nombrar al objeto, buscándole un sentido de ser, de existir, de pertenencia para comunicar(se). De modo que el hombre, en todo momento comunica a través del signo, pero también, sigue produciendo signos en la medida de encontrar históricamente vida a lo que le rodea. Entender esto en la propia historia del hombre, nos advierte que lo que hoy somos, no es más que el producto de la manera de comunicar. Y esta advertencia, hoy en día forma parte para establecer una hegemonía y dominio en la individualidad y la colectividad del sujeto social.
En términos históricos, el hombre, siempre ha producido signos y seguirá produciendo: esta producción de signos ha sido por la inmediatez de encontrar el sentido a todo lo que nos rodea. Desde la búsqueda de un origen de la existencia de la humanidad, hasta la conceptualización de su devenir como animal en sociedad. Esta producción de signos, viene acompañado de conceptos de orden global, como el consumismo, la manipulación y la (de)formación de identidades de apropiación. Desde esta lectura, el signo conlleva a situar un dominio por lo que es y no lo que debería de ser, en sentido estricto, si somos un producto cultural de los signos, ¿qué signos gobiernan nuestra cultura?
Atender y ocupar el estudio del signo en nuestra cultura, conllevaría a pensar no solo el signo, sino las prácticas determinadas de ese signo, de su estrategia y su dinamización social. Pues un signo, puede estar en contextos ricos de diversidad pero pobres de autenticidad, significando y siendo significante plural para los sujetos sociales pertenecientes a esos grandes sistemas hegemónicos. De modo que, la semiótica, responde a una idea propia de estudio, un análisis que no puede ser fuera de la semiótica, sino todo lo contrario, desde dentro de la misma, generando así, su propia edificación epistémica.
El signo entonces, tiene un sitio abstracto, pero también indeterminado, que no solo tiene idea de figura, forma y fondo, pero sí de representación simbólica. Por tanto, la semiótica de la semiótica, conlleva a una resistencia cognitiva y conductual, de asumir esquemas de los que históricamente el hombre ha sido parte. Preguntarse por el signo y su coproducción, es hasta cierto punto una forma de ir en contra de la historia misma. Ejemplo de esto, es la definición conceptual de sujetos, procesos, contenidos y que recientemente ha derivado en expresiones simbólicas, teniendo como objetivo transitar “nuevas formas de pensamiento”.
Finalmente, los ejemplos que Buen Abad nos pone en la mesa de debate, alude a cuestiones propias de cotidianeidad, de ese momento tan común, de aceptación y de participación, pues pensar la forma en que pensamos y del porqué pensamos esa forma de pensar, es un ejercicio que quizá supera nuestras propias condiciones de sujetos sociales; Giroux (1999) llamaría a lo anterior, como el pensamiento dialectico, el pensamiento de pensar la forma en que pensamos, aunque, estamos dispuesto a ¿pensar la forma en que pensamos nuestro pensamiento?
A continuación, el video completo del debate:
Referencias:
Freire, P. y Faundez, A. (2013). Por una Pedagogía de la Pregunta. México: Siglo XXI Editores.
Giroux, H. (1999). Teoría y resistencia en educación: una pedagogía para la oposición. Ed. en español. México: Siglo XXI Editores.
América del Sur/Argentina/14-03-2021/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar
La Ley 25.864 establece que las jornadas educativas deben ser 180 por año, pero hay casos en los que no se cumple.
Con sistema dual (clases presenciales y virtuales intercaladas), la mayoría de las provincias adaptaron el sistema educativo a la pandemia en el inicio del ciclo lectivo 2021. Sin embargo, hay algunos distritos en los que los chicos no tendrán los 180 de jornadas educativas establecidas por la Ley 25.864 que rige desde 2003.
Según los datos surgidos del informe “¿Los calendarios escolares provinciales prevén 180 días de clase en 2021?”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, que fue publicado por el medio TN y analiza los días de clase programados oficialmente por los ministerios de cada jurisdicción; los alumnos de las escuelas primarias de Catamarca, La Rioja, La Pampa, Santiago del Estero y Chaco tendrán menos días de clases que los obligatorios.
De acuerdo con el relevamiento, la suma de feriados nacionales, provinciales y vacaciones les impide a esas cinco provincias alcanzar el objetivo que exige la normativa vigente.
En este contexto, cuál es la situación de San Juan. El informe indica que en la provincia superaría las jornadas previstas, ya que alcanzará 184 jornadas con dictado de clases. Esto la ubica en el medio de la tabla nacional.
Las provincias con menos y más días de clases
El informe determinó que, los alumnos de Catamarca tendrán 178 días de clase; los de La Rioja y La Pampa, 177; los de Santiago del Estero 173 y los de Chaco 171.
Del otro lado de la balanza se ubican los distritos que prevén una cantidad de jornadas educativas superior al mínimo establecido por ley. La lista la encabeza la Ciudad de Buenos Aires, con 196 días de clase, y le siguen Jujuy, con 190; Tierra del Fuego, con 189; la provincia de Buenos Aires, con 188; y San Luis, con 187.
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