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Año escolar 2020-2021, encanto y esperanza

Por:  Dinorah García Romero

La República Dominicana tiene experiencia sobrada de enfrentar dificultades de diversa índole; tiene conocimiento de lo que supone luchar contra naciones colonizadoras. Recuerda con dolor todo lo que le ha supuesto combatir la tiranía trujillista y los 12 años letales de Joaquín Balaguer. Asimismo, sabe muy bien lo que supone lidiar contra la fuerza devastadora de la colonización interna; así como la potencia destructiva de la impunidad, de la corrupción y de la sindemia que nos afectan actualmente. Es una nación formada, sin querer, para vivir y actuar creativamente en tiempos difíciles. Nuestro país puede darle lecciones a otros de lo que implica intervenir las dificultades y cómo sobrevivir, por encima de precariedades fundamentales y sistémicas. Por ello, hoy, que inicia el año escolar 2020-2021, nos encontramos frente a un acontecimiento más que requiere esfuerzos nuevos, corresponsabilidad nacional y puesta en acción del mayor potencial creativo que pueda existir en los dominicanos. Es así una ocasión nueva para aterrizar en el contexto educativo toda la capacidad emprendedora y de transformación que exige este momento.

La acogida del nuevo año escolar ha de alejarse del pánico, aunque tengamos presente que nos movemos en un terreno poco consistente y vertebrado por la incertidumbre. Ha de distanciarse del pesimismo, sin dejar de tener presente que nuestras emociones y sentimientos están afectados, por lo cual somos pasibles de angustia creciente y miedo exponencial. Pero es ocasión singular, la que nos ofrece la COVID-19: asumir y acoger el año escolar con encanto y esperanza. De todas las acepciones del concepto encanto, la que más encaja es la de gracia. Sí, el año escolar necesita que lo recibamos con elegancia, con una apostura que le abra espacio a la capacidad personal y colectiva de reaprender y desaprender.

Todos iniciamos el año escolar. Desde donde estemos, hemos de prepararnos para aprender lecciones diferentes y nuevas. Pero, también, hemos de estar dispuestos a prestar servicio, ideas y propuestas que contribuyan con una educación que, cada vez más, se acerque a la inclusión y a la calidad, dos dimensiones con anemia estructural en el país. Es necesario mirar y vivir este año escolar con la gracia natural y espontánea que brota del encanto. Sin duda, esta postura no puede obviar la dura realidad en la que se va a desarrollar el curso escolar, pero es lo más saludable para la joven generación que está convocada. El desarrollo del curso puede disminuir el atraso en la República Dominicana. Puede contribuir para que algún día podamos sacudirnos de tanta pobreza; y hasta de la indigencia intelectual, cultural y social que palpamos. Apelamos a vivir un encanto situado y comprometido. Se nos brinda una nueva oportunidad para convertir la sociedad dominicana en una escuela viviente, en un tejido abierto al trabajo conjunto para que el curso fluya.

El encanto ha de estar unido a la esperanza; y esta, a su vez, ha de estar mediada por la confianza y por una actitud de alerta. La confianza que necesitamos se ha de alejar de una actuación acrítica. No. El Ministerio de Educación, el gobierno y las familias requieren que nos mantengamos en estado de alerta. La capacidad crítica para interpretar discursos, para identificar eslogan y para desmontar prácticas institucionales y educativas obsoletas, no se puede esconder. Es tiempo de activarla. Al mismo tiempo se ha de poner en acción una actitud proactiva. La esperanza no es un producto de ciencia ficción, es una dimensión del ser humano. Ser esperanzado no es una fórmula coyuntural, es un elemento constitutivo de los humanos. Hoy más que nunca necesitamos robustecer la esperanza y comunicarles esa energía transformadora a las madres, a los estudiantes; y a los docentes que hoy enfrentan desafíos importantes y comprometedores. Este curso escolar se ha de inscribir en la cultura de lo posible. No se hará magia, pero se han de desplegar todos los esfuerzos necesarios para que los niños dominicanos continúen desarrollándose; y, sobre todo, para que puedan ejercer, con el cuidado requerido, el derecho a la educación. Es su derecho; y ningún poder ni ningún sector puede limitarles este derecho. El Ministerio de Educación de la República Dominicana ha de clarificar y consensuar más sus políticas educativas en este año escolar. De igual manera, la sociedad no puede dormir siesta. Se requiere de ella una posición de colaboración y de seguimiento crítico y sistemático a las disposiciones y acciones del MINERD. Esta criticidad ha de estar vinculada estrechamente a propuestas innovadoras, útiles y articuladas a la realidad educativa y social del país. La Asociación Dominicana de Profesores ha de presentarle a la sociedad su programa para fortalecer el ser y el hacer de los docentes en este curso escolar que se inicia. No caben ya las reacciones coyunturales. Es necesaria la planificación racional, actualizada y comprometida. No olvidemos, a partir de hoy, que el hilo dinamizador de la sociedad y de la educación ha de ser el encanto y la esperanza que despierta este curso escolar, 2020-2021.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/ano-escolar-2020-2021-encanto-y-esperanza-8878283.html

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Federico Velázquez: «Los niños deben ser líderes del cambio en sus familias en buenos hábitos ambientales»

Por: Nieves Mira

No forma parte del currículo escolar, pero la educación ambiental está presente en casi todos los colegios de la geografía española, en parte por los hábitos adquiridos durante la LOGSE. Sin embargo, ha surgido una generación de adolescentes preocupados por el futuro del planeta, que sin prejuicios observan los desafíos del futuro y luchan por cambiar una realidad que parece imparable: el cambio climático. Desde la Asociación Española de Educación Ambiental, su presidente Federico Velázquez cuenta a ABC cómo será posible crear conciencia, tanto en los más pequeños como entre sus mayores.

¿En qué debe consistir esa educación ambiental en la que hay que formar a las futuras generaciones?

Debe tener un enfoque transversal. Damos por sentado que debe llegar a todos los sectores sociales. A veces solo se señala a los niños, pero quien hace el daño son los adultos y de ellos aprenden los niños. Deben tener a su nivel una formación ambiental. Por una parte porque es parte de su proceso formativo y por otra porque se pueden convertir en agentes dentro de sus familias para incorporar buenos hábitos ambientales.

¿Y en la escuela?

Debe incluirse también de forma transversal: que no haya asignaturas separadas sobre todo que son para la vida, porque si se cayese en esa tentación se vería como una asignatura de segundo orden y la gente lo tomaría como otra cosa. Estas enseñanzas tienen más fuerza cuando vienen a través de una figura cercana, sin necesidad de que sean unos expertos los profesores, que a través de sus materias deben ponerles en contacto con el medio. La clave será que sean figuras cercanas como padres, familiares o profesores los que le acerquen al niño al medio.

¿Cómo se les está formando actualmente en los colegios?

Al no estar regulada queda en el buen criterio de cada centro. De aquella Logse que la incluía ha quedado cierta huella y generalmente los planes suelen incorporar algo que tiene que ver con la naturaleza y el medio ambiente. La manera de desarrollarlo va a quedar a criterio de cada profesor. Una de las formas en las que la hemos visto presente es a través de actividades extraescolares y de las ciencias naturales, donde aparecen temas que tienen que ver con lo ambiental.

¿Es más fácil educar a los niños que a los mayores?

En parte sí porque el mayor puede tener ya unos hábitos. Es un desafío, porque una persona solo cambia de hábitos cuando descubre que hay un mayor interés en el cambio que lo que venía haciendo hasta ahora. El niño parte de una mente más abierta y es fácil que comprenda que no hay que maltratar a un animal o que hay que cuidar el entorno. Luego se convertirá en su círculo en un transmisor y en un vigilante para que todo eso se lleve a la práctica.

¿Cómo se crea conciencia?

Para generar conciencia hay varias vías. La educación ambiental no es saber medio ambiente sino generar conciencia, y eso ocurre solo cuando estamos ante situaciones delicadas. Viene por dos o tres vías esenciales. La primera es la participación: cuando hablamos sobre la contaminación del agua la conciencia surge cuando vas al río o al lugar y lo ves, lo analizas y confirmas lo que ahí ocurre. Cuando una persona participa a través de la práctica es cuando una conciencia puede surgir. Conviene estar atento, porque también puede venir a través de una película o una novela.

En segundo lugar tendríamos el debate. Mientras se queda en pensamiento, no dejan de ser ideas pero si se promueve también un ámbito donde la persona debate se genera conciencia porque en la medida que sale de ti algo te compromete. Y el tercer método sería una derivación del anterior y es cuando uno enseña a otros. En colegios solemos recomendar que los alumnos más mayores den charlas a los de un curso inferior. Los que se conciencian son los que las dan.

¿Podemos hacer algo los ciudadanos si las empresas y gobiernos no se involucran?

Lo ambiental compromete a todos. Todo el mundo tiene parte de responsabilidad y si hay alguna gente que no la cumple, hay algo que se queda sin cumplir. Lo ambiental tiene que haber también una respuesta política, administrativa. La educación es importante pero las obras también lo son. Si hay alguien que no cumple el papel que le corresponde el daño está hecho. La educación independientemente de lo que hagan los demás debe de tener su autonomía, sobre todo hoy donde el ciudadano es víctima y verdugo porque él mismo contribuye a generar los daños que luego sufre.

¿Cómo estamos en España respecto a otros países?

Un poco más atrasados, porque la educación ambiental parte de la educación cívica. Pero la satisfacción es ver que se va avanzando y hay aspectos en los que ya tenemos una cierta conducta, como con el reciclaje, porque ya más del 50% de la población recicla. Ahora vienen retos más difíciles y cada vez los compromisos que se van a pedir van a ser mayores, y es ahí donde la educación ambiental debe plantear otro nivel de compromisos, que tienen que ver con la movilidad, el ocio, la alimentación… Lo ambiental viene a darte una vida digna, mucho más saludable, y el desafío de los educadores es hacer ver a la población que detrás de ese cambio de hábitos se encontrarán con prácticas que beneficiarán a todos.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-ninos-deben-lideres-cambio-familias-buenos-habitos-ambientales-202011040023_noticia.html

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La evaluación del primer periodo en educación preescolar

 Abelardo Carro Nava

El tránsito del hogar a la escuela, es uno de los momentos más importantes en la vida de los seres humanos. Indiscutiblemente, este periodo influye de manera significativa en cada uno de los niños que, de un instante a otro, se desprenden de su entorno inmediato para integrarse a uno que es prácticamente desconocido para ellos: la escuela. Sí, la escuela, ese espacio donde, a diferencia del hogar, todo ocurre de otra manera porque en ella descubre: nuevas relaciones, nuevas expresiones, nuevas sensaciones, nuevas emociones; en fin, todo un cúmulo de sucesos que, indudablemente, repito, son parte importante del crecimiento y desarrollo de los pequeños.

¿Cómo olvidar las incontables expresiones que se observan en los rostros de los chicos cuando llegan a su primer día de clases en el jardín de niños? Llanto, incertidumbre, desconfianza, indiferencia, ansiedad, miedo, angustia, desesperación, entre otras tantas más, son parte de ese proceso que les significa el desapego del hogar y, por el cual, comienzan un camino diferente, lleno de experiencias que solamente la socialización puede favorecer e impulsar. ¿Acaso no es por medio de esa socialización que el pequeño se descubre a sí mismo en razón de los demás? Desde luego, la concurrencia en el preescolar es trascendental en la vida de los pequeños porque en éste, aprende a vivir socialmente con sus compañeros, lo cual tiende a incrementar, su participación en actividades de grupo con una gran cantidad y variedad de contactos sociales que van más allá de lo que, Linguido y Zorriano (1981), denominan ser “espectadores”.

En este sentido es importante hacer notar, que el enfoque de la educación preescolar ha cambiado conforme ha pasado el tiempo; de un enfoque pedagógico centrado en los cantos y en los juegos en los que el desarrollo de la motricidad fina y gruesa eran su piedra angular, se modificó para dar paso a una formación integral a través del desarrollo de los aspectos cognitivos y emocionales de los alumnos (SEP, 2018); ello no significa que dichos cantos y juegos que, como sabemos, favorecen esos aspectos motrices hayan sido eliminados; por el contrario, siguen siendo parte de un proceso que, de manera integral, forma al educando.

Visto de esta forma, si consideramos que la socialización es fundamental para que el niño, progresivamente, vaya desarrollando sus facultades naturales y, si sabemos que el nuevo enfoque pedagógico de la educación preescolar pretende la formación integral del educando, ¿de qué manera se han visto afectadas tales cuestiones con la pandemia y confinamiento que ha provocado el Covid19? Como parece obvio, la primera ha tenido un giro importante, puesto que las actividades escolares que propiciaban esa socialización y de manera presencial se desarrollaban en cada uno de los jardines de niños, se trasladaron, en el mejor de los casos, a la casa, mediante el empleo de una computadora o celular. ¿Esto generó nuevas formas de interacción? De eso hablaré un poco más adelante. Por lo que respecta a la segunda, el de la formación, también se ha visto alterada porque, como sabemos, el hecho de quedarse en casa dejó al descubierto las grandes desigualdades existentes en cada uno de los hogares mexicanos, motivo por el cual, las educadoras y educadores, implementaron una serie de estrategias para que sus alumnos iniciaran o continuaran con su proceso formativo. Al respecto es de destacarse, la entrega de guías o cuadernillos en las casas o escuelas de los pequeños y el envío de correos electrónicos, o a través de WhatsApp, con las actividades que tendrían que hacer los chicos en casa, con el apoyo de sus familiares; esto, a partir de los contenidos que están marcados en el documento Aprendizajes Clave para la Educación Integral y, desde luego, contemplando lo que a través de la televisión se trasmite para este nivel educativo.

¿El abordaje de estos contenidos, a través de una educación a distancia, ha favorecido el aprendizaje de los alumnos que cursan el preescolar? Pienso que no del todo; porque el trabajo que realizan las educadoras y educadores en cada uno de los jardines de niños: es insustituible y transcendental para el desarrollo integral de los pequeños.

¿De qué manera la educadora o educador propicia que el niño entienda preguntas que le permitan identificar objetos en el aula?, ¿de qué manera la educadora o educador propicia que su alumno resuelva problemas a través del conteo y con acciones sobre las colecciones?, ¿de qué manera la educadora o educador logra que su educando escuche cuentos para asociarlos con sus sentimientos? Si, ¿de qué manera se logra todo ello? Desde luego, la formación inicial que pudieron haber obtenido las maestras y maestros en su escuela normal colabora con este propósito, pero también, la experiencia que día a día se va dando en la escuela, en el aula. Si, ese espacio lleno de experiencias enriquecedoras y de un enorme significado que, con el paso de los años, se van sedimentando.

Luego entonces, sigo sosteniendo que evaluar el primer periodo (ver el artículo que publiqué la semana pasada en este y otros espacios y que lleva por nombre “Los dilemas de la evaluación del primer periodo”) considerando como unidad de medida los aprendizajes esperados, tal y como lo propone el Secretario de Educación, es una gran equivocación. Ya lo he dicho y lo vuelvo a repetir: la casa no es la escuela y la escuela no es la casa.

Tengo claro que nadie estaba preparado para todo lo que se desprendió de la contingencia sanitaria por la pandemia mundial que estamos viviendo; también tengo claro, que los momentos educativos que vivimos son totalmente diferentes de los que ocurren en el aula, entonces, ¿qué le lleva a pensar a este funcionario que los chicos están aprendiendo conforme a los aprendizajes esperados?, ¿sabrá todo lo que implica y significa trabajar con niños cuya edad oscila entre los 4 y 5 años?, ¿acaso pensará que todos los padres de familia tienen el conocimiento didáctico-pedagógico que se requiere para trabajar con los niños los contenidos de un plan de estudios?

Ciertamente, como padres de familia tenemos una responsabilidad y obligación importante en la educación de nuestros hijos. Eso no lo dudo. Sin embargo, este hecho no es ni por un tantito, idéntico al acto educativo que se vive en un salón de clases de un jardín de niños.

Obviamente, resultado de una planeación y del desarrollo de cada una de las sesiones en las que se organizó el trimestre, la educadora o educador, tienen la posibilidad de evaluar o, mejor dicho, de valorar el desempeño de sus alumnos. En tal ejercicio, cobra sentido, un elemento que me parece fundamental para comprender que, en estos momentos, evaluar mediante el logro de los aprendizajes esperados, es un gravísimo error. Me refiero pues a la observación; si, esa observación que en el día a día le permite al docente dar seguimiento y continuidad (a través del registro) al desempeño de sus educandos. Situación que, como parece bastante obvia, no puede hacerse en estos momentos.

¿Qué otros elementos, tiene la educadora o educador, para valorar los logros de sus chicos en términos de los aprendizajes esperados? Las tareas, trabajos, carpetas o portafolios, entre otros; actividades que, desde mi perspectiva son complementarias de lo que se realiza en el aula; esto, porque como sabemos, cuando se encomienda una actividad en casa suelen suceder algunas cosas: a) que los padres de familia supervisen el trabajo y estén atentos u orienten el desarrollo de la actividad que hace el niño; b) que no estén atentos ni supervisen el trabajo porque desconocen sobre el tema, aunque puede ser que reciba orientación por parte de un adulto o hermano; c) que dichos padres terminen haciendo el trabajo que les fue dejado a los pequeños; d) o que simplemente no lo hagan ni lo entregan (Carro, 2020).

En este sentido, si coincidimos en que lo descrito en el párrafo anterior es parte de esa realidad que está muy presente en este nivel educativo, ¿de qué manera podrán evaluar las educadoras y educadores este primer periodo?

Pienso que, independientemente de que la SEP emita un nuevo Acuerdo o ciertos aspectos que modifiquen el 12/06/2020 (DOF, 2020), los colectivos docentes podrían fijar esos criterios de evaluación mismos que les permitan realizar una valoración del avance logrado por sus alumnos. Una valoración que se acerque a la realidad de los pequeños. Esto, porque considero, que hay una diferencia muy importante entre aquellos niños cuyos padres, durante estos meses, han tenido la posibilidad de estar prácticamente al 100 por ciento con sus hijos al tener un trabajo estable, bien remunerado y con las mejores condiciones que cualquier niño podría tener para trabajar desde casa; de otros cuyos padres han tenido que salir a buscar el sustento fuera del hogar, o bien, que los hayan acompañado en esas labores con la idea de tener algo que comer en casa.

Visto desde esta forma: no, no es buena idea tomar en cuenta la opinión de un funcionario que nunca ha estado frente a un salón de clases en un jardín de niños. Los colectivos docentes, con su experiencia y conocimiento, seguro estoy que habrán de tomar las mejores decisiones porque, más allá del reporte burocrático que tienen que entregar a sus directivos en próximas fechas, no debe perderse de vista que, una evaluación, tiende a brindar una serie de elementos que permiten tomar decisiones para mejorar el quehacer docente en razón de los aprendizajes de sus alumnos.

Con negritas:

¿Se imagina usted el significado que reviste el que un niño comience su un proceso educativo a través de una computadora, celular o televisor?, ¿de qué manera explicar esta nueva interacción?, ¿estaremos en la antesala de una nueva socialización en este nivel educativo? Digo, los niños que en este ciclo escolar se incorporaron al Sistema Educativo solo han conocido, en el mejor de los casos, a su maestra y a sus compañeros mediante un aparato electrónico.

Al tiempo.


Referencias:

SEP. (2017). Aprendizajes Clave para la Educación Integral. Plan y Programas de Estudio para la Educación Básica. Ciudad de México.

DOF. (12/06/2020). Por el que se establecen diversas disposiciones para evaluar el ciclo escolar 2019-2020 y cumplir con los planes y programas de estudio de educación básica (preescolar, primaria y secundaria), Normal y demás para la formación de maestros de educación básica aplicables a toda la República Mexicana, al igual que aquellos planes y programas de estudio del tipo medio superior que la Secretaría de Educación Pública haya emitido, en beneficio de los educandos. Recuperado de: https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5594561&fecha=05/06/2020

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Mi filosofía de la educación

Por: Víctor A. Henry

Estoy convencido, que el papel de los docentes como actores principales en las instituciones educativas, es el de enseñar a los estudiantes más allá de lo que necesitarán dentro del aula; es dar respuesta a los dos propósitos principales de la educación que mencioné antes, creando pensadores críticos y entidades sociales que permitan el desarrollo del individuo, y la mejora de la sociedad misma.

La educación es un proceso donde un individuo adquiere conocimientos de forma consciente o inconsciente. El concepto educación ha sido discutido y consensuado; así como las diversas formas de clasificar los procesos de adquisición de conocimiento en la educación formal y no formal. En el caso de la educación formal, igualmente existen diferentes enfoques sobre cuál debería ser su propósito, que desde mi punto de vista tiene dos objetivos principales.

En primer lugar, la educación debe proporcionar a los individuos los métodos y herramientas para construir su propio conocimiento y encontrar su verdad. Creo que los actores que gestionan los sistemas educativos en la sociedad deben brindar los instrumentos necesarios que siembren en los individuos la capacidad de pensar críticamente, preguntar y desear encontrar sus propias respuestas. Por ejemplo, Eugenio María de Hostos, educador, filósofo e intelectual, con una enorme incidencia en la educación en América Latina defendió el derecho del niño a buscar la verdad por sí mismo.(1)

En segundo lugar, aunque los individuos necesitan ser capaces de encontrar su verdad, hacer conciencia interna y sensibilizar el aprendizaje, también necesitan saber que son una unidad en el conjunto y que son los motores que impulsan los cambios en la sociedad. En mi opinión, aquí radica el segundo propósito de la educación. Por tanto, la educación debe preparar a los individuos haciéndolos conscientes de que son el pilar de la sociedad. De hecho, pensadores como Martin Luther King, Eugenio María de Hostos, John Dewey y Paulo Freire se refieren en su filosofía sobre la educación a la importancia de educar y desarrollar al ser humano como entidad social. Estos dos propósitos de la educación son definitivamente los más importantes y ambos deben estar presentes al mismo tiempo, ninguno puede superar al otro.(2)

Así pues, la educación debe proporcionar y facilitar la transferencia del conocimiento científico y social que se ha ido acumulando a lo largo del tiempo. Este conocimiento, que se ha desarrollado, servirá de base a la sociedad actual donde se encuentra el individuo y ayudará a crear nuevos conocimientos que serán de utilidad para las generaciones futuras.

Por tanto, considerando los propósitos de la educación para el desarrollo del individuo y la sociedad; considero a las instituciones educativas como uno de los principales soportes para cumplir con los propósitos educativos. Los otros pilares están formados por la familia, la comunidad y el propio individuo. Sin embargo, con el estilo de vida de nuestras sociedades hoy en día, las escuelas, colegios, institutos y universidades han tomado un papel preponderante en el proceso educativo; principalmente, por el tiempo que desde temprana edad pasamos en ellas. De ahí que, las instituciones educativas deben ser el vínculo que una la comunidad, los estudiantes y el conocimiento. Por ello, las instituciones educativas deben ser un agente activo y receptivo, maleable a las realidades y contexto de cada individuo y de cada sociedad, que ha dado a las casas de estudios la responsabilidad de formar a sus ciudadanos.

Por esta responsabilidad es que Martin Luther King (3) advierte de los peligros si las instituciones educativas y los actores que trabajan en ella no cumplen con su rol, produciendo un grupo de propagandistas ilógicos, acientíficos y de mente cerrada, consumidos por actos inmorales. Por lo que, todo centro educativo y sus docentes deben brindar al alumno todas las herramientas, métodos y antecedentes básicos, que le permitan concientizar sobre su entorno y así fortalecer los conocimientos adquiridos y crear nuevos conocimientos a partir de su propia experiencia como ser humano.

Estoy convencido, que el papel de los docentes como actores principales en las instituciones educativas, es el de enseñar a los estudiantes más allá de lo que necesitarán dentro del aula; es dar respuesta a los dos propósitos principales de la educación que mencioné antes, creando pensadores críticos y entidades sociales que permitan el desarrollo del individuo, y la mejora de la sociedad misma.

En suma, la educación es un proceso inherente a nuestro carácter como seres humanos. Opino que en cada uno de nosotros reside el deseo de adquirir conocimientos, mediante la búsqueda de la verdad. Es en cada uno de los que formamos parte de una sociedad donde radica la responsabilidad de educar para la vida. Pero no para la vida como individuo, sino para la vida en todo el sentido de la palabra, como un ser humano integral, consciente de nuestras fortalezas y debilidades, respetuoso con nuestro entorno, la diversidad y nuestro mundo.

Notas

  1. Villarini, A. R. (2010). El pensamiento vivo de Eugenio María de Hostos en torno a la educación ética, cívica e intelectual. (J. R. Villalon, Ed.) Santo Domingo, Republica Dominicana: Biblioteca del Pensamiento Crítico
  2. Dewey, J. (1897) ‘My pedagogic creed’, The School Journal, Volume LIV, Number 3 (January 16, 1897), pages 77-80. [Also available in the informal education archives, http://infed.org/mobi/john-dewey-my-pedagogical-creed/. Retrieved: insert date].
  3. The purpose of education. (n.d.). Dr. Martin Luther King Jr Retrieved from http://www.drmartinlutherkingjr.com/thepurposeofeducation.htm

Fuente: https://acento.com.do/opinion/mi-filosofia-de-la-educacion-8878460.html

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Minedu: retorno a clases presenciales será seguro, gradual, flexible y voluntario. Perú

América del Sur/ Perú/08-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

Martín Benavides informó que van a iniciar un debate más formal sobre dicho tema.

El ministro de Educación, Martín Benavides, informó que su sector evalúa un plan especial para iniciar el retorno gradual, seguro y flexible a las clases escolares presenciales, y señaló que dicho plan será previamente socializado y adecuado a cada realidad con el fin de controlar los efectos de la pandemia.

Benavides indicó que el plan toma como base un documento elaborado por instituciones internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización de Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que establece algunos lineamientos para un retorno seguro a las escuelas.
Para su implementación, las autoridades locales deben ayudar en la evaluación de algunos elementos como el porcentaje de contagios en cada zona, las medidas de bioseguridad y el estado de salud de docentes y alumnos, tal como ocurre en algunas zonas rurales del país donde actualmente se han reabierto escuelas, explicó el ministro.
“Tenemos un plan y vamos a iniciar un debate más formal para el retorno a las clases; no vamos a obligar a nadie, será voluntario y se ejecutará cumpliendo estrictamente los protocolos sanitarios pues todos tenemos que seguir cuidando nuestra salud y no podemos bajar la guardia ante el covid19”, afirmó.
De otro lado, dijo que desde octubre el Ministerio de Educación está distribuyendo en diversas regiones el primer lote de tablets con contenidos pedagógicos, acceso a conectividad mediante un plan de datos y cargadores solares e indicó que la meta es distribuir el 70 % de las tabletas hasta diciembre.
Benavides destacó el apoyo de los gobiernos regionales y municipales para que el programa “Aprendo en casa” llegue a más escolares de zonas rurales, así como la colaboración de las direcciones regionales de Educación, que buscan complementar los aprendizajes de acuerdo a la realidad de cada región.
Al referirse al debate sobre la creación de nuevas universidades en la Comisión de Educación del Congreso, Benavides comentó que hasta el momento dicha instancia no tiene un plan claro y objetivo para fortalecer la educación universitaria.
“El Ejecutivo se ha propuesto consolidar el proceso de Reforma Universitaria considerando que el país está en un nivel adecuado de universidades, no necesitamos crear más universidades, al contrario, tenemos que reforzar las licenciadas para potenciarlas y alcanzar la calidad y eficiencia en el sistema universitario”, aseguró.
Al respecto, hizo un llamado al Congreso para fortalecer las reformas y no perforarlas con iniciativas que no tienen como sustento la mejora de la calidad de la educación universitaria.
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-minedu-retorno-a-clases-presenciales-sera-seguro-gradual-flexible-y-voluntario-820430.aspx
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América Latina: Invertir en que niñas acaben la educación secundaria aumenta el PIB un 10 %

Así lo señala un informe elaborado por la ONG Plan International y Citi Global Insights.

Las inversiones que permitan a las niñas y adolescentes finalizar la educación secundaria podrían impactar positivamente en el Producto Interno Bruto (PIB) de los países con economías emergentes e incrementarlo en un 10 % hacia el 2030.

Así lo señaló en una entrevista con Efe la gerente regional de programas transformadores de género e influencia de Plan International en América Latina y el Caribe, Amalia Alarcón, fundamentándose en datos del informe “El Caso de la Inversión Holística en las Niñas – Mejorando Vidas, Realizando Potencial, Beneficiando a todos”, elaborado por la ONG y la institución financiera Citi Global Insights.

“En este estudio hay un enfoque holístico en el que se deja ver que si se combinan todos los enfoques el beneficio para la economía es mucho mayor como, por ejemplo, el incremento del 10 % del PIB en economías emergentes en 2030”, declaró Alarcón.

FACTOR CLAVE: INVERTIR EN TODOS LOS ELEMENTOS

De acuerdo con las conclusiones principales del documento, una inversión de 1,53 dólares diarios por cada niña en las economías emergentes tendría un “enorme impacto” en el potencial económico de los países.

La clave se encontraría en invertir en todos los elementos “multicausales” que “enfrentan las niñas durante este tiempo” y les impiden culminar su educación, resaltó Alarcón.

“Hemos visto los distintos problemas y hemos tratado de invertir en acceso en educación sin analizar otros aspectos”, añadió.

Indicó, por ejemplo, que “si un embarazo a temprana edad afecta a la educación hay que invertir en salud reproductiva” o en caso de que sufra violencia de género “hay que invertir en políticas públicas que prevengan esa violencia”.

Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) señalan que unas 132 millones de niñas en todo el mundo no están escolarizadas.

Esto incluye a casi 100 millones en edad de asistir a la escuela secundaria y más del 85 % de niñas de los países de bajos ingresos no terminan la escuela secundaria.

Además, 15 millones de niñas en edad de asistir a la escuela primaria nunca entrarán en un aula, según los datos de la Unesco.

“No es solo invertir en becas para que acaben (la secundaria), es invertir en todo (contra) esas barreras que les impiden acabar su educación”, explicó Alarcón.

¿QUÉ EXCLUYE A LAS NIÑAS DE LA ESCUELA?

La mayoría de las niñas “no consiguen culminar la educación secundaria por los embarazos a temprana edad”, señaló Alarcón.

Explicó que esas gestaciones a edades prematuras “están relacionados con el mal acceso a la salud y la falta de una educación sexual integral”, mientras que otros factores están vinculados a la “violencia sexual, por lo que toda la prevención basada en género es fundamental para garantizar su condición educativa”.

Consideró que los roles de género son una causa fundamental, pues “las van relegando a tareas del hogar no remuneradas, en sus casas se ven forzadas en las tareas de cuidado” y el matrimonio temprano.

“Aquí en la región (Latinoamérica) hay un 25 % de niñas que se casan antes de los 18 años, lo que significa 1 de cada 4”, agregó la gerente.

Destacó que entre las consecuencias de no completar los estudios de secundaria está la informalidad laboral, los trabajos con poca remuneración o la falta de la seguridad social.

“Cuando abordamos la informalidad laboral de las mujeres mucho se debe a un embarazo a temprana edad: una joven quiere trabajar y no tiene un sistema de cuidado que le permita dejar a su bebé en un lugar seguro y trabaja (entonces) con el bebé en brazos”, explicó.

“Si invertimos (en ellas) estamos contribuyendo a que en un futuro puedan incorporarse a una fuerza laboral en igualdad de condiciones, en trabajos formales”, remarcó Alarcón, que recomienda emprender estas acciones “desde la primera adolescencia, a los 10 años” para “no llegar tarde”.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/invertir-en-que-ninas-acaben-la-educacion-secundaria-aumenta-el-pib-un-10/

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De Los Ríos: «San Juan planea comenzar las clases en marzo y en todos los niveles». Argentina

América del Sur/Argentina/08-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

De todas maneras, indicó que «todo va a depender de cómo evolucionen los contagios de Covid19 y el estado sanitario que tenga la provincia en ese momento».

Luego de que ayer el Consejo Federal de Educación determinara que cada provincia decidirá la fecha de inicio del nuevo ciclo lectivo, De Los Ríos afirmó a Télam (a diferencia de los medios locales a los que no atiende) que «en San Juan consideramos que para marzo podemos comenzar en todos los niveles y modalidades de enseñanza».

No obstante, indico que «todo va a depender de cómo evolucionen los contagios de Covid19 y el estado sanitario que tenga San Juan en ese momento».

La provincia fue «la primera en volver a clases presenciales en agosto, cuando San Juan estaba en Fase 3 y las condiciones sanitarias lo permitían», recordó el ministro.

«Tenemos protocolos actualizados para hacerlo» sostuvo sobre el regreso a clases presenciales y agregó que «en algunos casos podrá ser con el sistema bimodal que ya aplicamos», haciendo que la mitad del curso tenga clases presenciales una semana, mientras que la otra mitad lo haga online y a la semana siguiente invertir los roles.

El titular de la cartera educativa sanjuanina informó que «vamos a hacer un esfuerzo por alcanzar una nivelación tanto en la primaria como en la secundaria, para igualar a todos los alumnos con la cantidad de contenidos abordados en este año tan irregular».

Para eso dijo que «habrá evaluaciones de aquí al 18 de diciembre» y detalló que «algunos aprobarán y los que no aprueben tendrán una promoción acompañada con docentes designados».

Con respecto a 2021, De Los Ríos dijo que «hemos programado que en dos años se vayan dando intercaladamente los contenidos de ese año y los que quedan pendientes de 2020» y aseguró que «para eso en la primaria los chicos van a tener el mismo docente en todo el ciclo».

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/De-Los-Rios-San-Juan-planea-comenzar-las-clases-en-marzo-y-en-todos-los-niveles-20201105-0050.html
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