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CLADE: La lucha por el derecho a la educación en América Latina y el Caribe en el 2019

Por: CLADE.

¡Recuerda cómo fue 2019 en nuestra retrospectiva!

El aniversario de 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, manifestaciones para defender la educación pública y gratuita, riesgos de retroceso para los derechos humanos, diálogos sobre el derecho a la educación en los diferentes países, entre otros hechos y luchas, caracterizaron el año de 2019.

Fue un año más, en que la CLADE y sus miembros dedicaron acciones, esfuerzos y proyectos para defender el derecho humano a una educación transformadora, pública, laica y gratuita para todos y todas, a lo largo de la vida y como responsabilidad del Estado.

En esta retrospectiva, retomamos las principales actividades y reflexiones de la CLADE y sus miembros durante este año. ¡Buena lectura!

 

Fuente de la reseña: https://redclade.org/especiais/retrospectiva-2019/

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La educación en la cuarta revolución industrial

Por: Víctor Muñoz.

Las industrias, sin excepción, se han estado transformado de forma radical en los últimos 10 años. Google cambió el negocio de las páginas amarillas, Netflix el de renta de películas, las Fintech el negocio de los bancos, los asistentes virtuales (chatbots) a los call centers, cloud computing el de la infraestructura tecnológica, Airbnb el de renta de habitaciones, Uber y Didi el del servicio de taxi, Rappi el de los domicilios, y las redes sociales la forma de informarse en el mundo. Es así como Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat, Wechat y Tik Tok son en muchos casos la fuente predilecta por los usuarios para informarse, pese a que en la mayoría de ellas el contenido nunca ha sido verificado.

A hoy existen más de dos millones de apps disponibles solo en iOS y Android. Estos desarrollos irán aumentando por las disrupciones de la industria con la llegada de la cuarta revolución y sus tecnologías IoT, impresión 3D, realidad aumentada, computación cuántica, inteligencia artificial, blockchain, entre otras.

El sector educativo no es ajeno a este proceso de transformación, y desde hace ya algún tiempo los países han adoptado coding en etapa temprana, STEM en educación básica y secundaria, y el uso de plataformas MOOC como Udacity, Coursera, EDX o Platzi, con enfoque en modelos de certificación de habilidades, sustituyendo los tradicionales grados y posgrados. Incluso muchas empresas han iniciado sus propios campus de formación creando modelos de universidades corporativas.

Colombia, al igual que los demás países, necesita avanzar y no perder el tren de la cuarta revolución industrial, garantizando competitividad y un crecimiento económico continuo. Para poderlo lograr es fundamental una mejora radical en la calidad de la educación. Los resultados en las pruebas PISA de los últimos años muestran que tenemos falencias muy importantes. Solo un 7 % del país es bilingüe y aún seguimos en discusiones conceptuales de proyectos con enfoque STEM y su relación con las humanidades y las artes que no se han implementado. Las matrículas para las instituciones de educación superior han decrecido en los últimos tres años, y las industrias se quejan de la desconexión entre la oferta educativa y los requerimientos del mercado.

El principal cambio que necesitamos en la educación es el del cambio de chip, el cultural, el de mentalidad, esa que no nos permite modificar los modelos actuales de aprendizaje, en donde un ajuste curricular toma décadas, certificar un programa académico varios años, donde no se permite evaluar la calidad porque no es considerado algo pertinente. La política pública de transformación digital e inteligencia artificial, la política de tecnologías para aprender, el informe de la Comisión Nacional de Sabios y el Plan Decenal de Educación son elementos valiosos para ejecutar este proceso de transformación que requiere el país. Se necesita la participación de todos para poder avanzar, del Gobierno nacional y el regional, de maestros, padres de familia, estudiantes, universidades y el Sena, entre otros, dado que el propósito máximo debe ser la mejora en calidad y la pertinencia en la educación.

El Ministerio de Educación ha dado pasos en el camino correcto: el decreto 1330 de 2019, los Nova Camp de innovación, los pilotos en STEM, la nueva política de acreditación y en pocos días el lanzamiento del laboratorio de innovación son muestra de ello; sin embargo, necesitamos mayor velocidad en la implementación y esto requiere la cooperación de todos los sectores para lograrlo; debemos pasar a la definición de orientaciones pedagógicas que permitan incorporar STEM en los colegios, cerrar la brecha de bilingüismo en por lo menos 10 puntos porcentuales, en el nuevo ministerio de ciencia y tecnología modificar los modelos de puntajes por papers a investigación aplicada, trabajar en esquemas de reconversión laboral a través de la formación y, fundamental, crear un sandbox regulatorio para la certificación de nuevos programas de las instituciones de educación superior.

La cuarta revolución cierra brechas y permite el acceso en igualdad de condiciones a todos los ciudadanos, pero esto dependerá del esfuerzo conjunto del ecosistema de innovación y transformación digital, desde donde se promueva el desarrollo de competencias para el pensamiento computacional, crítico y creativo y el desarrollo del talento digital necesario para ser jugadores principales.

Fuente de articulo: https://www.elespectador.com/opinion/la-educacion-en-la-cuarta-revolucion-industrial-columna-897938

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Estas serán las habilidades profesionales más demandadas en 2020

Por: Nacho Meneses.

Saber trabajar en equipo, resolver conflictos o tener capacidad de liderazgo figuran entre las competencias más buscadas por los empleadores. La formación, clave en el futuro laboral

No todo lo que tiene que ver con la innovación y las nuevas tecnologías es necesariamente causa de optimismo, y así lo confirman estudios recientes. El pasado mes de abril, la OCDE advertía que un 22 % de los trabajadores españolescorre el riesgo de ser reemplazado por una máquina (un porcentaje hasta ocho puntos mayor que el de la media europea), y alertaba de una especial vulnerabilidad debida al elevado número de empleos temporales existentes en España. Una percepción aún más acentuada entre los propios trabajadores, el 40 % de los cuales teme que su trabajo pueda desaparecer en los próximos cinco años debido a la automatización o la inteligencia artificial, según el informeCarencias de capacidades, realizado por Udemy a finales de 2018. Y en medio de este panorama, la formación en soft skills (o habilidades blandas) se antoja fundamental para mantener la competitividad y la relevancia dentro de una empresa.

Parece seguro afirmar que las oportunidades abiertas por los continuos avances tecnológicos son casi tan innegables como los desafíos que representan, si bien para algunos no necesariamente constituyen una amenaza: “La Inteligencia Artificial y la automatización de procesos están pensadas para ayudar a los trabajadores a realizar sus labores de forma más eficaz, reduciendo tiempos y aumentando su productividad, pero en ningún caso para sustituirlos”, sostiene Llibert Argerich, vicepresidente de Marketing de Udemy. De hecho, el informe de la OCDE pone también en duda que la automatización cause una merma significativa en el nivel de empleo, porque surgirán nuevos trabajos, y en ese mismo sentido se expresa Alberto Gavilán, director de Recursos Humanos de Adecco España: “Aunque los puestos manuales irán desapareciendo, surgirán necesidades de puestos técnicos, generando empleos que aún no conocemos y que supondrán cambios importantes en el mercado de trabajo”.

La formación, elemento clave

En opinión de los expertos, la formación se ha convertido ya en el aspecto clave y diferenciador en los procesos de selección laborales, sobre todo cuando se trata de garantizar una transición serena entre los empleos que surgen y los que desaparecen: “En general, la mayor amenaza para los trabajadores es quedarse atrás en cuanto a conocimientos; dejar de ser competitivos en términos de aportación a las empresas”, afirma Gavilán. Aquí, las llamadas habilidades blandas (aquellas que tienen que ver con el aspecto más social del trabajo) son especialmente relevantes para los responsables de aprendizaje y desarrollo de las empresas: aspectos como la capacidad de innovación, la inteligencia emocional, la gestión del cambio y las competencias comunicativas (a todos los niveles: presencial, online y remota), según el informe Tendencias en el entorno laboral 2020: las habilidades del futuro, de Udemy for Business. Habilidades como el trabajo en equipo, la capacidad de liderazgo o de resolución conflictos son percibidas por los trabajadores como las más difíciles de aprender, por encima incluso de conocimientos técnicos como la programación o la analítica de datos.

Pero ¿qué es lo que hace que estas competencias sean tan relevantes? En primer lugar, porque se trata de habilidades que no caducan con el tiempo, y que se podrán utilizar a lo largo de toda la vida profesional, independientemente del sector en el que se trabaje. “Hasta hace poco, los procesos de reclutamiento se centraban exclusivamente en los conocimientos técnicos y la experiencia profesional, pero hoy en día, los profesionales más demandados por las empresas son los que poseen soft skills, habilidades que van más allá del conocimiento”, asegura Roel Koppens, director general en España de la empresa de e-learningGoodhabitz. “El candidato que posea estas habilidades tiene muchas más posibilidades de desarrollar una exitosa carrera profesional, y de ser promocionado a puestos de liderazgo”. Pero, además, facilitarán la adaptabilidad del trabajador, “que podrá escoger dónde, cuándo, cómo y con quién trabajar”, añade.

Otro motivo que las convierte en relevantes es la propia transformación del mundo empresarial en los últimos años, “la dispersión geográfica de las plantillas, que se conforman para cada proyecto; los cambios constantes de empresa; la desaparición de las jerarquías; las necesidades cada vez mayores de flexibilidad y las nuevas formas de compromiso”, añade Gavilán.

Unas habilidades blandas que pueden mejorarse, principalmente, a través de la formación. Cada día más empresas son conscientes de ello y cuentan con programas que les permiten formar a sus empleados en estas nuevas habilidades. “De hecho, según el estudio Carencia de Capacidades, casi un 82% de los trabajadores ha tenido que adquirir habilidades adicionales para realizar su trabajo de forma eficaz, y más de un 52% de ellos estaría dispuesto a dejar su trabajo si su empleador no les proporcionara la formación necesaria para ayudarles a avanzar en su carrera profesional”, revela Argerich.

Las habilidades blandas de 2020

La importancia de este tipo de competencias no solo es abstracta, sino que tiene efectos concretos claramente visibles, según los expertos. “Aquellas empresas que cuenten con profesionales que dominen estas habilidades tendrán más productividad y alcanzarán una mayor cuota de mercado; serán más eficientes y gozarán de un buen clima laboral y un alto nivel de compromiso por parte de sus empleados”, augura Koppens. De acuerdo con el informe de Udemy for Business, diez son las soft skills que marcarán la diferencia en 2020:

  • Mentalidad de desarrollo. La actitud de querer crecer y superarse constantemente es un valor muy importante dentro de una organización. Desarrollar el ámbito de la motivación y la autoestima mejora nuestro rendimiento y productividad en el trabajo, así como el ambiente en la empresa.
  • Creatividad. Aportar un toque creativo, original y diferencial en cada acción que realizamos en el día a día es fundamental para diferenciarnos del resto. La creatividad es lo que permite que cualquier proyecto no quede en el olvido.
  • Capacidad de concentración. Las redes sociales, las conversaciones entre compañeros o los mensajes de WhatsApp son tan solo algunas de las posibles distracciones que ponen a prueba la capacidad de concentración y de gestión del tiempo de los empleados.
  • Innovación. El poder contar con ideas nuevas, desarrolladas de una manera original y que supongan un avance con lo ya establecido, es una ventaja para cualquier equipo de trabajo.
  • Dotes de comunicación. No solo es importante contar con una buena idea, también es igual de importante la capacidad de comunicarlo de una forma correcta y saber destacar los puntos fuertes de cualquier campaña o actividad que realizamos.
  • Storytelling. Poder contar una historia de una forma atractiva, apoyándonos en diferentes recursos audiovisuales y que mantenga al público enganchado de principio a fin es una cualidad fundamental.
  • Concienciación de las diferentes culturas. Al vivir en un mundo cada vez más global, es frecuente que cada vez más organizaciones cuenten con empleados de diferentes nacionalidades, con orígenes y circunstancias distintas. Saber trabajar de una manera eficiente entre todos puede marcar la diferencia.
  • Pensamiento crítico. Tener la capacidad de analizar, entender y evaluar cada campaña, con sus diferentes fases y resultados, es lo que hace que cualquier persona tenga la posibilidad de seguir mejorando y avanzando en su carrera.
  • Liderazgo. En cualquier equipo debe existir la figura de un líder que sea el encargado de llevar a buen puerto cualquier proyecto o actividad que se lleva a cabo en una empresa.
  • Inteligencia emocional. Los empleados con don de gentes, empatía y dotes de comunicación tienen más probabilidades de tener éxito, especialmente en campos como las ventas, el servicio al cliente o la gestión.

¿Cuánto cuesta la formación?

El coste de la formación para las empresas españolas supone, según Eurostat, cerca del 1 % del total de costes laborales, en línea con la media de la Europa comunitaria. Sin embargo, “las empresas destinan el 80 % de su presupuesto en formación al 20 % de la plantilla (managers y directivos), por lo que el reto fundamental es reinvertir el 20 % restante en el 80 % de los trabajadores”, sostiene Koppens. Entre los más de dos millones de alumnos de Goodhabitz, cuyo foco principal descansa precisamente en las soft skills, los cursos más demandados son aquellos que tienen que ver con el bienestar personal (gestión del estrés y motivación), la productividad, el trabajo en equipo, las habilidades de negociación y una mejor comunicación. Según sus propios datos, desarrollar este tipo de competencias es importante para tres de cada cuatro trabajadores, y el 46 % de ellos ha realizado uno o más cursos de formación centrados en este campo a lo largo de los últimos 12 meses.

A la hora de afrontar este tipo de aprendizaje, señala el modelo 70/20/10 como el más efectivo: 10 % en el aula, 20 % por intercambio de conocimiento con colegas profesionales y 70 % a través de la experiencia. Se trata, en resumen, de nunca perder de vista las necesidades formativas, para así evitar el riesgo de quedarse obsoleto: “Hace 30 años, un ingeniero podía vivir toda su carrera profesional con los conocimientos adquiridos en la universidad. Pero actualmente, el reciclaje y el aprendizaje ha de ser continuo”, sostiene Gavilán. “De no ser así, en un periodo breve el profesional se encontrará fuera del mercado laboral, lo que pasará factura no solo al trabajador, sino también a las empresas”.

Fuente de articulo: https://elpais.com/economia/2019/12/26/actualidad/1577364486_808223.html?rel=mas

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Amor, ternura y docencia

Por: Fernando García.

“La  vida se disfruta más cuando amas lo que haces”. Con esta frase concluyó una  reflexión mi estimado estudiante Javier Alejandro Morales Silvano en el trabajo final de la materia comunicación y dinámicas de grupo, en la maestría de Ciencias de la Educación y, realmente es así, amar lo que uno hace o hacer lo que uno ama  da sentido a nuestras vidas y no es un hacer por hacer, sino es un hacer por amar, pero también un amar haciendo. “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”, dijo alguna vez Confucio y, en verdad poco se nota el transcurrir del tiempo cuando en lo que hacemos hay pasión, hay entrega, hay un dar buscando un bien en el  destinatario, no es un dar cualquiera, ni un dar que busque beneficiar al dador, es un dar con toda la intención de hacer crecer al que recibe, el beneficio del dador llega en el acto mismo como un efecto colateral, pero no como fin de la acción. “El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito”, alguna vez nos dijo Facundo Cabral y, me gusta más esta relación entre amor y éxito, en vez de la relación que muchas personas encuentran en dinero y éxito, para estos últimos, quien tiene dinero es exitoso, pero es perder el rumbo y entender al éxito, en términos neoliberales, capitalistas, que lo ven sólo en la acumulación de bienes materiales, es decir, en la lógica del consumismo y posesión de objetos, se han ido moldeando las subjetividades de los seres humanos con una idea de éxito que beneficia a la lógica  capitalista. Por el contrario, pensar al éxito en relación con el amor a lo que uno hace, es pensarlo, desde la trasformación y el bienestar que estimula en sus destinatarios y dadores.

Del mismo modo, en la hermosa labor de la docencia, educar con amor está muy lejos de aquellos que entienden al trabajo reducido a un mero compromiso y, es que, en estos últimos  hay  enajenación y una pérdida de sentido de su labor, de tal manera que sus prácticas educativas son pensadas desde un programa y no desde sus destinatarios, las acciones no están pensadas para transformar vidas, sino para cumplir estándares y planes de estudios. Contrario a ello, está educar con amor y, como dice el gran Biólogo Humberto Maturana: “cuando hablamos del amor en el acto educativo […], hablamos de acoger y dejar aparecer  al otro, […] a través de un espacio donde se escucha a  los estudiantes,  sin negar sus voces desde un prejuicio, supuesto, o teoría” (EligeEducar, 2017) .   Sin duda, aquel que ama, tiene oídos abiertos que saben escuchar, porque ¿cómo es posible buscar el bien para los educandos, si desconocemos a los destinatarios y no damos voz a los y las estudiantes? En el hecho educativo de un o una docente que ama lo que hace, el amor va acompañado de algo más, según Maturana: “Para que el amar eduque hay que amar y tener ternura. El amar es dejar aparecer. Darle espacio al otro, para que tengan presencia nuestros niños, amigos y nuestros mayores” (EligeEducar, 2017). Cuando leo o escucho la palabra ternura, inevitablemente viene a mi pensamiento la imagen de una madre cuidando a su bebé, eso es quizás, porque yo asocio, ternura y cuidado, pero en el blog de reflexiones de un filósofo cotidiano encontré que la ternura, hace surgir dentro nuestro el sentimiento hacia los demás, que hila el delicado tejido de la confianza y la intimidad” (Cyrano, 2007) y, entonces, es ir más allá del cuidado,  es generar confianza, intimidad y yo agregaría, empatía por el otro o la otra.

Al entender el hecho educativo desde la perspectiva de Maturana:

 “Educar es un fenómeno biológico fundamental que envuelve todas las dimensiones del vivir humano, en total integración del cuerpo con el espíritu, recordando que cuando esto no ocurre se produce alienación y pérdida del sentido social e individual en el vivir” (citado en Moraes, 2001).

En ese sentido, es pensar al ser humano de manera holística, que integra emociones, espíritu y mente (senti-pensante). Por tanto, alguien que ama lo que hace, trasmite ese amor a través de la expresión de sus emociones, no solo en lo que dice, sino en cómo lo dice. Un maestro o una maestra que ama a su trabajo, no solo enseña lo que libros y programas de estudios le indican, también enseña a vivir en armonía con lo que hace. En relación a esto, Moraes (2001, pág. 1) menciona que “es a partir de la convivencia que las dimensiones del SER y del HACER se van moldeando mutuamente, junto con el emocionar y, a cada momento, influyen en las acciones, los comportamientos y las conductas de los aprendices”. Por ello, amar la docencia, significa una búsqueda constante del bienestar de los y las estudiantes y eso, sólo se logra, conociéndolos, escuchándolos y permitiéndoles ser y estar de manera auténtica.

Referencias

Cyrano. (10 de enero de 2007). Filosofía Contracorriente. Recuperado el 22 de diciembre de 2019, de Reflexiones de un filósofo cotidiano: https://blog.nueva-acropolis.es

EligeEducar. (27 de Julio de 2017). EligeEducar. Recuperado el 22 de Diciembre de 2019, de https://eligeeducar.cl/

Moraes, M. C. (2001). Educar y aprender en la biología del amor. PUC/SP/BRASIL, 5.

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Ahora sí la educación, ¿no?

Por: Ricardo Braginski.

A pesar de contar con más recursos por coparticipación, los gobiernos provinciales cada vez invierten menos en educación. ¿Llegó el momento de la solidaridad?

Entre las leyes sobre educación que no se cumplen en el país -y que seguramente contribuyen a los malos resultados en las pruebas internacionales- está la Ley de Financiamiento Educativo. Ya fue dicho y repetido muchas veces: es el mismo Estado el que hoy no está cumpliendo con esa norma -del año 2006- que establecía que desde 2010 el gasto consolidado en educación de todo el país debe llegar al 6% del PBI. Sólo en un año (el 2015) se llegó a esa cifra. Desde entonces el financiamiento educativo -que a grandes rasgos venía subiendo- empezó a bajar. Hoy está en 5,1%.

La primera reacción de cualquier ciudadano suele ser la indignación. ¿Cómo es que no cuidamos la educación? ¿Cómo pensamos proyectarnos hacia el futuro, sobre todo en esta era del conocimiento?

Pero la cosa se pone más espesa cuando se trata de encontrar a los responsables.

Desde los noventa son las provincias quienes administran las escuelas y, por lo tanto, las encargadas de financiar salarios docentes e infraestructura, el grueso de la inversión educativa. Un trabajo del especialista Agustín Claus, de septiembre, mostraba que 3 de cada 4 pesos que van a las aulas argentinas hoy parten de los gobiernos provinciales.

Y allí se sumaba un dato inquietante: que si bien desde 2016 esos gobiernos disponen de más recursos a raíz de una ampliación en la coparticipación federal de impuestos, en realidad están invirtiendo cada vez menos en educación -en porcentaje del PBI- que antes: del 4,5% al que llegaron en 2015 bajaron a 3,8% en 2018.

Ahora, un nuevo informe -elaborado por el Observatorio Argentinos por la Educación- suma nuevos datos a esta situación insólita, deprovincias cada vez más financiadas pero desinteresadas por la educación.

Muestra que, entre 2015 y 2018, los gobiernos provinciales recibieron 10 puntos porcentuales más en la proporción de fondos tributarios disponibles; sin embargo, ajustaron en 15,6% el gasto educativo. No todas las provincias por igual, claro, y eso está reflejado en el informe. Pero en el conjunto, esta fue la actitud de las provincias hacia la educación. De ajuste.

Pero, a juzgar por los títulos de las nuevas leyes, es de esperar que haya buenas noticias pronto. Ahora que la ley de “solidaridad social” salió como por un tubo y el impuestazo empieza a sumar pesos al Estado; y ahora que la suspensión del pacto fiscal les dará más recursos a los gobernadores, ahora sí tendremos garantizados el 6% del PBI en educación para todos los alumnos del país. ¿O no?

Fuente del articulo: https://www.clarin.com/opinion/ahora-educacion-_0_NGqdADwQ.html

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Feminicidio, un mal que siguió creciendo en Perú en 2019

Por: Manuel Robles Sosa.

Cuando faltan muy pocos días para terminar el año, nadie en Perú se atreve a dar por cerrada la cuenta anual de 164 mujeres víctimas de feminicidio, pues los asesinatos de mujeres ocurren casi a diario.
El problema es de tal magnitud que el presidente Martín Vizcarra, que tiene a una ministra en observación por cuestionadas declaraciones sobre uno de los casos, volvió a ocuparse del tema y señaló que a diario hay noticias sobre los niveles que alcanzan la violencia y los feminicidios.

En una visita a la sureña ciudad de Arequipa, dijo que los autores deben ser castigados, pero anotó que una de las principales tareas del Estado es formar, mediante la educación, ‘buenos ciudadanos para evitar conductas y comportamientos violentos’.

El mandatario tiene bajo análisis la situación de su ministra de Justicia, Ana Revilla, quien el 25 de diciembre, preguntada sobre derivaciones del horrendo asesinato de una madre y tres de sus hijos, se negó a responder, alegando que ‘en este momento no, estoy en Navidad’.

Vizcarra consideró inaceptables las palabras de la ministra, que volvió a motivar pedidos de su retiro del cargo, al lamentar que sus palabras hubieran sido ‘malinterpretadas’, aunque después pidió disculpas por no responder como debía.

Las críticas a Revilla la acusan de indolencia ante una gran tragedia y hasta de frivolidad y consideran que debe dejar el gobierno, sin que el mandatario se haya pronunciado al respecto.

El horrendo crimen que motivó la pregunta del reportero pudo ser impedido por los agentes de una estación policial ubicada a menos de 200 metros del lugar de la tragedia, pero los policías no actuaron como debían, de inmediato.

Los vecinos, al escuchar una discusión a gritos y notar que la violencia era inminente, acudieron a la comisaría a pedir ayuda pero los agentes solo acudieron casi una hora después, cuando el homicida había ya prendido fuego a la casa con las víctimas dentro.

Debido a ello, seis oficiales y tres agentes que estaban en la estación, han sido acusados ante la fiscalía por el procurador del Ministerio del Interior, Enrique Benites, por el delito de denegación o deficiente apoyo policial.

La indolencia policial, que contiene una buena dosis de machismo, es otro de los factores que propician la violencia contra las mujeres y el feminicidio sigan en aumento, pese a sistemas de alerta, refugios para mujeres golpeadas, teléfonos de emergencia y otras medidas preventivas aplicadas sin éxito por el Estado.

Son numerosos los casos de víctimas de feminicidio que antes de ser asesinadas acudieron a la policía tras una golpiza y solo recibieron consejos de volver a casa y solucionar el problema hablando con el agresor; y hasta sugerencias de que el ataque podía ser merecido.

Por eso las organizaciones feministas y los organismos de derechos humanos demandan mayor preparación de los policías en la igualdad de género, para erradicar de sus filas el machismo.

El presidente Vizcarra fue más allá y señaló que la educación no solo debe forjar buenos estudiantes con capacidad para los números o las letras, sino hacer que tengan calidad humana y sean respetuosos y tolerantes.

Los expertos en educación, sociólogos, psicólogos y otros profesionales consideran también que se debe formar a las nuevas generaciones en el enfoque de género establecido en el programa escolar, que inculca valores contra el machismo que considera a la mujer un objeto sobre el que el varón tiene derechos patrimoniales.

El comentarista de televisión Nicolás Lúcar apuntó que de ese machismo proviene la frase emblemática de los feminicidas: ‘Mía o de nadie’, que llega al extremo de que incluso la unión de pareja se ha roto mucho tiempo atrás, muchos varones machistas pretenden que la expareja no tenga otro compañero.

Sin embargo sectores religiosos conservadores y fundamentalista, con el apoyo de empresarios y políticos neoliberales, pretenden eliminar el enfoque de género alegando que es una especie de demoníaca ideología que apunta a ‘homosexualizar’ a los niños.

Esos sectores poco o nada dicen sobre el feminicidio y las constantes agresiones y violaciones a mujeres.

Una de sus representantes más furibundas, Beatriz Mejía, planteó recientemente en una polémica electoral, su rechazo a la propuesta progresista de legalizar el aborto en casos de violación.

Alegó que ‘las violadas no son tantas’ (se estima que son diez por día) como para adoptar esa despenalización y que en vez de autorizarlas a interrumpir la gestación resultante de una violación, a las mujeres debería enseñárseles a cuidarse ‘con métodos naturales’ para no resultar embarazadas.

Fuente de la reseña: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=330725&SEO=feminicidio-un-mal-que-siguio-creciendo-en-peru-en-2019
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Christian Matamoros: ¿Qué fue y en qué están las organizaciones docentes de Sudamérica?

Por: Guillermo Cotal y Jean Paul Retamal.

El historiador y profesor de la Universidad de Santiago, Christian Matamoros (Coquimbo 1982), presenta el libro “Sindicalismo Docente en Sudamérica. Política y Organizaciones de Izquierda en Sudamérica”, el que reúne diversos artículos de profesores–escritores que participan de organizaciones docentes  y que reflexionan en torno a la actividad gremial y los procesos políticos de las últimas décadas. El texto inaugura la colección “Política y Sociedad” de Ediciones Escaparate.  Dialogamos sobre el estado de las organizaciones docentes, su relación con la cultura de izquierda y los efectos de la avanzada neoliberal en las prácticas docentes de Sudamérica.

–¿Cuál es el estado de la sindicalización de las organizaciones docentes en América Latina?

–En términos generales los docentes son un sector altamente organizado, especialmente los del sector público, que en la mayoría de los países, salvo Chile, son los mayoritarios. Por lo general, no existen organizaciones únicas, sino un par de organizaciones de carácter nacional y en algunos casos sindicatos base, provinciales o comunales, que se agrupan en entidades superiores, como el caso de la FECODE en Colombia. Los docentes, al ser un sector masivo de los trabajadores, logran mediante sus organizaciones incidir de forma importante en los respectivos movimientos sindicales de cada país, siendo en la mayoría las organizaciones más grandes y con importancia en las centrales sindicales.

Las organizaciones docentes lograron resistir de buena forma la crisis del sindicalismo y de los metarelatos, que fue hegemónica durante la década de los 90. No obstante, por lo general siguen siendo organizaciones excluidas dentro de los estudios sindicales, los que siguen poniendo el foco en sectores estratégicos de la producción, como el sindicalismo del cobre o los portuarios. Por lo general, la mayor potencialidad de los sindicatos docentes radica en su presencia a nivel nacional, su relación con la población, especialmente la juventud, y su rapidez para politizar sus demandas. En todos los países latinoamericanos los sindicatos docentes son actores políticos de primer orden.

–¿Cuál es la relación entre la izquierda y la sindicalización docente?

–Durante gran parte del siglo XX, las organizaciones docentes se vincularon políticamente con partidos de centro, liberales, radicales, demócratas, etc. Si bien alrededor de la década de 1920 existieron experiencias interesantes de sindicatos identificados con posiciones de izquierda, en general esa no fue la norma. La vinculación con el liberalismo y el radicalismo provenía del “normalismo”. Domingo Sarmiento, padre de las escuelas normales en Sudamérica, marcó hasta hoy gran parte de las experiencias formativas de los maestros, quienes se consideraban así mismos como apóstoles laicos de la civilización, agentes que combatían la barbarie mediante la educación, principalmente valórica. Las antiguas profesoras normalistas chilenas son un ejemplo de eso. No obstante, la radicalización política vivida a nivel general a fines de los años 60 también emergió en los docentes. En esos años se fundaron organizaciones explícitamente sindicales, con un pretendido carácter único, se realizaron masivas huelgas, y las organizaciones de la izquierda no armada, armada, marxista y no marxista, fueron ganando cada vez más peso. En casi todos los países las fuerzas de izquierda con mayor importancia en los profesores fueron los partidos socialistas y comunistas. Pero desde los 60 también emergieron con fuerza las agrupaciones docentes identificadas con el maoísmo, ex maoístas y trotskistas, especialmente en los países del mundo andino. Por lo general, los países del Cono Sur estuvieron más identificados con los partidos de la izquierda tradicional, donde las ideas de Sarmiento podían convivir mediante un socialismo más conservador.

La crisis que vivieron todas las organizaciones de izquierda con la caída del muro de Berlín y el fin de la Unión Soviética no repercutió de la misma forma en los docentes. Es más, me atrevería a decir que las organizaciones del magisterio fueron trincheras que permitieron mantenerse con vida a estas corrientes de izquierda, en tiempos en que su representación parlamentaria disminuyó o simplemente desapareció. Así por ejemplo, en países como Ecuador o Colombia las organizaciones de izquierda tienen a sus militantes docentes como sus principales portavoces

–Con relación a la violencia política en las dictaduras del Cono Sur y las Democracias Post Dictatoriales. ¿Qué análisis haces sobre los derechos humanos y las organizaciones sindicales docentes?

–Las organizaciones docentes fueron severamente golpeadas durante las dictaduras. En Argentina hubo 600 maestros asesinados o desaparecidos. En Chile más de cien. En Paraguay algunos debieron sufrir largas condenas de prisión. El SUTE que se había formado durante el gobierno de Salvador Allende fue clausurado por ley y sus inmuebles existentes a lo largo de todo el país fueron confiscados. No obstante, salvo en el caso chileno, en la mayoría de los casos las organizaciones lograron resistir a la represión y a los intentos de imponer un tipo específico de organización sindical, como fue acá el Colegio de Profesores.

Ahora bien, la represión no es exclusiva de las dictaduras. En Neuquén, Argentina, en 2007 fue asesinado el profesor Carlos Fuentealba en una combativa huelga. En Perú, el conflicto entre el Estado y los comunistas de Sendero Luminoso dejó a cerca de 2 mil maestros asesinados y un número mayor de presos con largas condenadas, especialmente tras el autogolpe de Fujimori (1992). En Colombia la cifra de sindicalistas asesinados es la más alta del mundo, donde los maestros están entre los más afectados. En Ecuador durante el Gobierno de Correa fue asesinado un docente en una huelga, mientras que la Unión Nacional de Educadores, claramente identificada con la izquierda, fue ilegalizada y sus sedes allanadas.

En general, los gobiernos posdictatoriales han tenido una inicial cercanía con las organizaciones docentes, pero al no dar cuenta de las aspiraciones del profesorado se fueron generando distanciamientos, los que si no fueron conducidos por los dirigentes estas terminaron siendo desplazados bajo la acusación de “traición”. Eso fue lo que pasó en Chile con Osvaldo Verdugo (DC) durante el Gobierno de Aylwin, con Jorge Pavez (ex PC) en el Gobierno de Lagos y con Jaime Gajardo (PC) en el segundo Gobierno de Bachelet.

–¿Qué efectos ha tenido la avanzada del neoliberalismo sobre las organizaciones docentes?

–Los efectos del neoliberalismo provocaron mayores grados de fragmentación estructural en el sistema educativo lo que repercutió en las organizaciones docentes. En Chile esto se demuestra en el sector de la educación particular, donde existen miles de sindicatos de empresa, conformados en los establecimientos, pero que no logran mayores grados de articulación y unidad sindical. En los últimos años, el sector educación es el que más huelgas legales registra. Existe disposición a organizarse y luchar, pero estas batallas fragmentadas, descentralizadas quedan invisibilizadas en el profundo mar de la lucha de clases. Allí radica una de las principales tareas del sindicalismo docente.

–Desde una perspectiva histórica, observas diferencias entre sindicalización y gremialización de las organizaciones docentes del Cono Sur. ¿Puedes explicar?

–Es un tema bastante discutido, durante bastantes años. Por lo general se comprende que un sindicato no responde a una agrupación por oficio o por gremio, sino por clase, por grupos de trabajadores, ya sea por rama de la producción, por empresa (como en Chile), etc. Mientras tanto, los gremios provienen de las antiguas organizaciones de artesanos: carpinteros, ebanistas, estucadores, etc. En este sentido, la mayoría de las organizaciones en Sudamérica son gremiales a pesar de que tengan vocación sindical. Por ejemplo, en Perú y Argentina las organizaciones sindicales son de “trabajadores de la educación”, pero agrupan básicamente a docentes. Por lo general, el carácter gremial se caracteriza por aspiraciones profesionales, de la especificidad del oficio, etc. En cambio, los sindicatos se centran mayoritariamente en las reivindicaciones económicas. Estas últimas están entre las principales motivaciones de acción de las organizaciones docentes sudamericanas, las que de todas formas combinan estas prácticas sindicales, típicas del mundo obrero, con otras gremiales como exigencias de estatutos docentes, regulaciones educativas, políticas educativas, etc.

Fuente de la entrevista: https://www.cronicadigital.cl/2019/12/28/que-fue-y-en-que-estan-las-organizaciones-docentes-de-sudamerica/

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