Page 740 of 2587
1 738 739 740 741 742 2.587

Hablemos de educación

Por: Antonio Argandoña.

«Mal momento para hablar de educación -me dice el lector-, ahora que todos estamos de vacaciones…» Bueno, yo diría que siempre es un buen momento para hablar de educación, porque hay muchas cosas en juego en este tema: el bienestar presente y futuro de unos cuantos millones de personas, el crecimiento futuro del país, nuestra capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos y demográficos, el futuro de las pensiones o, más en general, del Estado del bienestar, o sea, pensiones, salud, educación, dependencia y otras muchas cosas.

Mezclo dos noticias de la prensa de hace pocas semanas. Una: la tasa de abandono escolar temprano es, en España, mucho mayor que la media europea, lo mismo que la tasa de paro juvenil y el porcentaje de ninis, que no estudian ni trabajan. Otra: el mercado laboral tendrá un déficit de más de 100.000 empleos de jóvenes cualificados en el plazo de 10 años. Y añado dos detalles más, estos de mi cosecha. Una: la culpa es nuestra. Dos: la solución es posible.

Empiezo por la tecnología. Cuando un estudiante salga al mercado laboral se encontrará con demandas bien pagadas, contratos a largo plazo y buenas expectativas de futuro. No sé si esas demandas serán muchas o pocas: solo sé que los expertos dicen que unas 100.000 se quedarán sin cubrir. Y después nos quejaremos de que los inmigrantes nos roban los buenos puestos de trabajo, o de que las empresas españolas se llevan sus departamentos innovadores a otros países, porque aquí no tienen trabajadores cualificados suficientes.

Y luego quedan los empleos basura, con sueldos bajos, contratos temporales y muy pocas expectativas de futuro, a los que aspirarán los jóvenes que no estudian (no labran su futuro) ni trabajan (no siguen aprendiendo, que esto es lo más importante cuando se tiene un empleo en esas edades); y tampoco podrán aspirar a ese puesto los que están en el paro y los que han abandonado sus estudios prematuramente. Y a nadie se le oculta que regalarles el diploma de la enseñanza secundaria no es la solución, aunque resulta atractiva para los políticos. O sea: hacer trampas puede dar una satisfacción inmediata al joven sin futuro, pero no le resolverá su problema.

Este no es el lugar para explicar cuáles son las soluciones. Pero se me ocurren algunas ideas. Una: movilicemos a la sociedad civil, es decir, a empresas, sindicatos, universidades, centros escolares y asociaciones de padres y madres, para que, dos, pongan a trabajar a los expertos, a los que saben de esto, que son muchos, para que, tres, hagan planteamientos magnánimos, casi utópicos, de lo que habría que hacer, de modo que, cuatro, esos planes vuelvan a los lugares donde se reúnen escuelas, universidades, familias y empleadores, para que ayuden a los expertos a bajar a la realidad, que no quiere decir devaluar aquellos planes, sino hacerlos viables, con números, plazos y recursos necesarios, que, cinco, llevarán a los políticos para decirles: «La sociedad civil propone esto; ustedes, los responsables de que esto salga adelante, ¿qué piensan hacer?». Y si, como hasta ahora, no dicen nada serio, hacer presión hasta que lo hagan.

HABRÁ QUE hacer planes parciales. Por ejemplo, para reducir el paro juvenil, los salarios de miseria y los contratos basura, que son tres patas del mismo problema, porque contratar a un chico o una chica joven, no preparado y mal estudiante sale muy caro a las empresas, cuando se suma el salario mínimo, más la seguridad social, más los costes de acabar el contrato y de buscar otro trabajador. Claro que se les puede obligar a hacer un contrato caro, pero entonces seguiremos sin resolver el problema del paro juvenil.

Otro plan será para los estudiantes que necesitaremos para aquellos empleos relacionados con las tecnologías nuevas. Aquí hay que poner a trabajar a las empresas con las escuelas y los expertos: qué necesitan saber, cómo pueden hacer prácticas en esos temas de futuro, cómo se puede organizar el reciclaje frecuente que necesitarán…

No basta saber cómo funciona internet: hay que enseñarles a desarrollar la tecnología que mueve todo eso. Y eso es caro. Por eso hace falta que las empresas se involucren, poniendo tiempo de sus expertos y dinero, con la esperanza de encontrar mañana los trabajadores que necesitarán, y desarrollando también una colaboración fructífera con las escuelas y las universidades. Y todos saldremos ganando.

Fuente del artículo: https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/opinion/hablemos-educacion_1380383.html

Comparte este contenido:

Vernos como un ecosistema

Por: Flor María Ramírez. 

No recuerdo cómo pero llegó a mí hace más de 20 años la primera versión del libro de Leonardo Boff ‘Ecología: grito de la tierra, grito de los pobres’. En ella invitaba a una valoración de la ecología desde un cambio de paradigma; decía Boff en este libro que la “singularidad del saber ecológico reside en su transversalidad, es decir, en el relacionar hacia los lados (comunidad ecológica), hacia adelante (futuro), hacia atrás (pasado) y hacia dentro (complejidad) todas las experiencias y todas las formas de comprensión como complementarias y útiles para nuestro conocimiento del universo, nuestra funcionalidad dentro de él, y para la solidaridad cósmica que nos une a todos. De este procedimiento resulta el holismo (halos en griego significa totalidad). Él no significa la suma de los saberes o de las diversas perspectivas de análisis. Eso sería una cantidad. Traduce, más bien, la captación de la totalidad orgánica y abierta de la realidad y del saber acerca de esa totalidad. Eso representa una cualidad nueva”.

Creados para situarnos a lado de la naturaleza no por encima

Boff planteaba que era necesaria una nueva mirada a la ecología de los años 90’s; proponía una nueva alianza con la creación, alianza de veneración y de fraternidad. Las personas según Boff, no hemos sido creadas para situarnos por encima de la naturaleza como quien domina, sino para estar a su lado como quien convive como hermano y hermana. Hoy han surgido movimientos como la ecopedagogía inspirados en aquellas primeras aportaciones para intentar cambiar el paradigma de relación con los otros siendo conscientes que somos parte del ecosistema. Las aportaciones de Boff reflejan la observación de lo que él llamaba la “crisis de la Tierra”.

Recientemente ocurrió en México un derrame de ácido sulfúrico en el mar de Cortés, responsabilidad de una empresa Metalúrgica de Cobre. Todavía se debate si hubieron daños ambientales considerables y de qué magnitud. Algunos medios reportan que varias especies yacían muertas, mientras la empresa implicada aminora y descarta cualquier impacto. Esta situación es cada vez más frecuente y típica cuando suceden este tipo de incidentes, siempre las implicaciones de asumir responsabilidades juegan desfavorablemente en el prestigio o la reputación de los protagonistas.

La dimensión ecológica en todo ser humano es un componente imprescriptible de la responsabilidad de cada persona y de cada país. La activista Polly Higgins miembro de la Fundación Desertec, define el “ecocidio” como: “la destrucción, daño o pérdida de los ecosistemas en un territorio determinado, ya sea por la acción humana o por otras causas, llegando a tal punto que el disfrute pacífico de los habitantes de ese territorio se ha visto seriamente disminuida”. Greenpeace ha señalado para México incidentes recientes como: las 300 tortugas en peligro de extinción atrapadas en una red en costas de Oaxaca (1), la muerte masiva de manatíes en Tabasco (2), la muerte de millones de abejas en territorio nacional (3), la afectación a la zona de desove en la Isla Salmedina, que forma parte del Área Natural Protegida Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano por una fiesta de particulares (4) y hasta la pérdida de ejemplares de la casi extinta Vaquita Marina tienen un común denominador: negligencia, falta de vigilancia o displicencia de las autoridades que no hacen cumplir la legislación ambiental en nuestro país.

Tomar conciencia de los “pecados contra el medio ambiente”

Cada vez hay un esfuerzo importante por impulsar marcos regulatorios que permitan  mejorar el cuidado del ecosistema del que somos parte. Un ejemplo claro es la prohibición para usar artículos desechables que reduzcan el consumo de plástico e impulsen el consumo de biodegradables. Aún así es claro que la falta de conciencia personal y colectiva está muy lejos de generar un cambio de paradigma como planteado por Boff en su momento.

El papa Francisco en reiteradas ocasiones ha exhortado a los fieles a tomar conciencia de los “pecados contra el medio ambiente. Todavía no tenemos conciencia de este tipo de pecados” se lamenta, y alude al “grito de la tierra, violada y herida de mil maneras por una egoísta explotación”. La conciencia de ecosistema emerge desde las acciones más sencillas y responsables, revisar nuestros patrones de autoconsumo puede ser un primer paso.

Fuente del artículo: https://www.vidanuevadigital.com/blog/vernos-como-un-ecosistema-flor-maria-ramirez/

Comparte este contenido:

ESI: rompiendo los mitos

Por: Emiliana Lilloy.

Bajo el lema “con mis hijos no te metas” se ha articulado una campaña que se propone que no se implemente la ley de educación sexual integral en Argentina. ¿Por qué hay tanta resistencia a su aplicación?

En la Argentina, la Ley 26.150 estableció la Educación sexual integral como un derecho de los/as niños/as y adolescentes ¿De qué se trata la Esi y cuáles son los mitos asociados a ella que asustan a nuestras familias?

Algunas aclaraciones previas para que podamos analizar los mitos y resistencias:

1-La ESI aborda cinco ejes conceptuales definidos a partir de los lineamientos curriculares: cuidado del cuerpo y la salud, género, derechos, diversidad y afectividad.

2-La educación se plantea de manera progresiva teniendo en cuenta el desarrollo y la edad de niños, niñas y adolescentes.

3- La ESI es acorde con el marco de los derechos humanos receptado por la argentina y es válida para todas las escuelas del país, sean de gestión estatal o privada, confesionales o laicas.

La demanda de que nuestra educación quedó obsoleta con la nueva sociedad en que vivimos y la sensación de que a nuestras generaciones la escuela nos brindó sólo información o herramientas técnicas pero que no nos enseñó a lidiar con nuestras emociones, a saber estar en el mundo, a construir relaciones sanas y sobre todo a ser felices, es algo en que todas las personas coincidimos.

¿Por qué ahora que hemos legislado sobre esta nueva forma de abordar la educación nos resistimos?

Una posibilidad es que lo hagamos porque no la entendemos. No sólo por no haber investigado a fondo de qué se trata la ESI, sino porque al no haber recibido esta formación nosotras/os mismas/os, nos asusta y da miedo lo que pueda surgir de ella en nuestros hijas/os.

El caso es paradójico: queremos un cambio porque sabemos que lo anterior no funciona, pero no queremos hacerlo por miedo a lo desconocido.

¿A qué tenemos miedo?

1-El nombre: Educación sexual integral

Si bien el nombre de la ley puede conducirnos a confusión, la ESI no es sólo “hablar de relaciones sexuales”. Esta educación se propone enseñarnos a expresar emociones y sentimientos, a reconocer y respetar valores como la solidaridad, el amor, la amistad, la intimidad propia y ajena y a cuidarnos y cuidar a los demás. En ella se habla de los derechos de las personas: a ser bien tratados/as, a no sufrir presiones para tener relaciones sexuales si es que no queremos, a que se trate de igual manera a varones y a mujeres, a ser respetados no importa cuál sea la orientación sexual, a detectar y evitar las relaciones de pareja violentas, entre otras cosas

2-La ESI dice que no existen varones ni mujeres.

Falso. La ESI explica a niñas y niños (proporcionalmente a su edad) justamente cuáles son sus diferencias corporales, su constitución, sus órganos y sobre todo (en la infancia) se hace especial hincapié en explicar la principal característica de sus órganos sexuales: la intimidad. La ESI plantea abandonar los tabúes y ficciones al respecto porque constituyen un terreno fértil para abusadores de todo tipo. Así, desde la infancia niños y niñas aprenden a identificar con nombres reales sus partes íntimas y de esta manera comprenden que ninguna persona extraña puede acceder a ellas. Al nombrarlas (abandonando denominaciones lúdicas como pajarito, chuchita) y darles el valor de la intimidad, se evitan confusiones (“mi pajarito quiere ver tu pajarita”) y logran identificar los hechos para poder avisar a maestras/os y familias.

Se trabajan además conceptos como el secreto, visibilizando que ellos/as pueden hablar con su familia sobre estos temas y que no deben guardarle ningún secreto a nadie respecto de estas partes.

Lejos de alertarnos porque a nuestras/os hijos/as les hablen de su constitución física y sus órganos sexuales, debemos comprender que esta es la forma de prevenir que sean engañadas/os; y sabiendo lo que realmente sucede, puedan comunicarlo.

3-La ESI promueve la ideología de género.

Falso. Lo que en realidad se busca es eliminar toda esas diferenciaciones que hacemos con nuestras/os hijas/os según hayan nacido con uno u otros sexo para evitar la reproducción de las desigualdades. Así, niñas y niños son tratados como iguales y pueden acceder a actividades y juguetes independientemente de su sexo.

Cuando hablamos de género queremos decir algo muy simple: que hemos naturalizado que los varones jueguen con autitos, no llores, de defiendan físicamente para hacerse valer etc. A la inversa, que las niñas sean sensibles, jueguen con muñecas y no reaccionen físicamente ante las agresiones sino que lloren o acusen con la maestra. Esta simplificación de la cosa, por ser simple no deja de ser real. La ESI propone cosas tan básicas a este respecto, como que en los manuales de estudio en vez de poner “mi mama cocina y cuelga la ropa”, pondremos “Quiero a mi mamá porque sale a trabajar cada día al estudio contable”. Y como los ejemplos nunca sobran, agreguemos este: “Quiero mucho a mi papá porque me cuida en casa y me lleva todos los días al cole”

Se propone construir un mundo simbólico-educativo en donde por ejemplo, ser mujer no signifique estar en el hogar y cuidar niños/as y ser padre estar fuera del mismo y ganar dinero, sino que cada una de estas actividades sean llevadas a cabo los las personas de manera pactada y electiva sin tener en cuenta el sexo con el que nacieron.

Perderle el miedo a desarmar los estereotipos, es avanzar a una igualdad en que ninguna persona necesitará identificarse con un género igual o distinto al suyo, porque como no habrá diferencias en el trato, roles y en el acceso a los que deseamos, no habrá tampoco necesidad de esto.

Por demás, si educamos a los varones, por ejemplo, dejándolos jugar con bebotes y a las mujeres con deportes y juegos de ingenio, las consecuencias más trágicas que podemos tener es que el varón “nos salga” un buen padre y la mujer ingeniera nuclear o astronauta.

4-La ESI promueve la homosexualidad

Falso. Uno de los lineamientos de la ESI es la no discriminación. Lo primero que tenemos que saber respecto a nuestra sexualidad es que la homosexualidad o heterosexualidad no se elige ni se enseña. ¿Quién en su sano juicio elegiría la homosexualidad sabiendo la condena social que implica o sabiendo que en su país por ejemplo, es considerado delito? Enamorarse o sentirse atraída por una persona de nuestro de su mismo género es algo que nos sucede, no es electivo, no es responsabilidad de nadie y por demás, no es algo malo o negativo. La ESI no nos enseña que “está bien ser homosexual o heterosexual”, sino que propone generar un espacio en donde no existan discriminaciones por nuestros deseos u orientación sexual y que ésta pueda ser expresada y tratada con respeto.

La orientación sexual no se aprende ni se enseña, es algo que simplemente es. Si esto no fuera así, las/os hijas/os de parejas heterosexuales jamás podrían ser homosexuales, y lo son.

Esto nos interpela como personas adultas para acoger a nuestros/as hijas/os y enseñarles que serán aceptados/as y que al mismo tiempo deben aceptar la diversidad para lograr una sociedad más sana.

5-La ESI enseña a masturbarse, tener sexo, facilita la promiscuidad y enseña pornografía.

Ya en la etapa de la adolescencia la ESI aborda temas como la sexualidad y las relaciones afectivas.

Que las/os adolescentes a cierta edad comienzan a explorar y masturbarse, sienten curiosidad por las relaciones sexuales y que las llevan a cabo, que acceden a material de contenido erótico y pornográfico en la web y las redes sociales etc, nos agrade o no, es un hecho. ¿Queremos intervenir y guiar este proceso o queremos negarlo como si no sucediera?

Un dato relevante es que de los estudios realizados hasta la actualidad, surge que en las escuelas secundarias con mayor recorrido e institucionalidad de la ESI se observa la postergación de la llegada de embarazos no intencionales y de las relaciones sexuales.

¿Por qué sucede esto?

Porque la ESI propone abordar las relaciones sexuales como vínculos de afecto, placer y responsabilidad. Hace especial hincapié en que nuestra sexualidad es una cuestión individual evitando presiones que todas las personas vivimos como: que ya tienes una edad para hacerlo, que todas tus amigas ya lo han hecho, que no me quieres lo suficiente, que tienes que demostrarme tu amor, etc. Se enseña a decir “no” frente a las presiones y se explican los procesos y cambios biológicos, sociales, psicológicos y afectivos en la pubertad y la adolescencia logrando que se sientan contenidos/as y evitando así decisiones impulsivas o apresuradas.

Asimismo, al despejar las relaciones sexuales de los tabúes y mitos asociados, las personas que decidan tenerlas, acceden a toda la información evitando enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

Al plantearse las relaciones sexuales en este contexto, es decir como una decisión individual y no social, y dotándolas de responsabilidad y contenido afectivo, se posibilita a que cada persona elija libremente y sea escuchada y respaldada en su elección de tenerlas o no.

No hablar de estos temas no evita que nuestros/as hijos/as tengan relaciones sexuales, sólo logra que las tengan a escondidas sin mediar la información y contención necesaria para que si así lo eligen, tengan una relación sana.

6-La ESI le quita a los padres la potestad de educar a sus hijos y la educación sexual debe darse en la casa.

La familia es la primera y principal fuente de educación. Las escuelas que actualmente implementan la ESI destacan la importancia de involucrar a las familias y por otro lo difícil que resulta hacerlo.

La ESI es una oportunidad para las familias de aprender, crear puentes y educar conjuntamente logrando así que el lenguaje sea coherente. ¿Por qué es una oportunidad?

Porque la ESI abre un espacio que las/os adultas/os no tuvimos, y que por tanto muchas veces no sabemos cómo hablar estos temas con nuestras/os hijos. Nos da la oportunidad de mediar los contenidos con nuestros valores familiares y abrir un espacio de consenso, un puente con la escuela para educar en valores conjuntamente.

¿Y si tenemos miedos legítimos a los contenidos que pueden darse? Con más razón, lejos de negarles a nuestros hijos/as el acceso a la información, la mejor opción que ocupar el espacio como familias y colaborar en la construcción de ese conocimiento.

En este sentido, la incorporación de la Esi no se propone como una cuestión autoritaria, sino que cada comunidad educativa debe incluir en su proyecto institucional la adopción de las propuestas a su realidad sociocultural e ir implementando progresivamente los contenidos de la ley de acuerdo a sus necesidades, circunstancias y respetando sus tiempos de incorporación

Con mis hijos no te metas vs. la Esi salva vidas.

Los miedos, soledades e incertidumbre que vivimos nosotros/as en la infancia y adolescencia nadie nos las cuenta. Cada una de las personas que hoy es adulta vivió en mayor o menor medida el terror a esa persona que en la calle, la escuela, el club o incluso la casa se nos acercaba con intenciones que no podíamos entender. Sentimos la vergüenza o la incertidumbre ante los cambios que se producían en nuestro cuerpo y deseos en la adolescencia. Sufrimos las discriminaciones por ser diferentes en algún momento de nuestro crecimiento e hicimos lo posible (incluso cosas contra nuestra voluntad) por ser aceptadas.

La Esi viene a explicarnos todo esto, a decirnos quienes y como somos en esta tierra, a explicarnos qué es íntimo y qué no, a que sepamos qué está pasando en nuestras vidas y nuestros cuerpos para que no sintamos incomodidad ante el mundo, a decirnos que no hay que ser igual a todos/as y que por eso tenemos derecho a tomar nuestras decisiones y no ser discriminados/as.

Finalmente ¿La educación sexual salva vidas? Quizás sí, si tenemos en cuenta que:

-El conocimiento por parte de nuestros/as hijos de su cuerpo, de la intimidad mismo y de las situaciones peligrosas por las cuales deben avisar a maestras/os y familia previene abusos sexuales

-El conocimiento de los procesos menstruales, el embarazo, los medios anticonceptivos, la enseñanza de que podemos decir no a las presiones y de que debemos tener relaciones sexuales consentidas y responsables previene embarazos no deseados.

-La enseñanza de que tenemos que vivir en la diversidad aceptando a otras personas sin discriminarlas, protege a todas las personas de sufrir todo tipo de acosos y rechazos en su vida.

La Esi tiene mucho más virtudes que exceden esta nota. Sin embargo el objetivo es empezar a despejar o romper algunos mitos para poder acercarnos a ella. Mientras más nos acerquemos, nuestro lema cambiará, o entenderemos que la Esi y la educación familiar sirve justamente para que nadie pueda meterse con nuestros/as hijos/as en esta etapa tan vulnerable como son la infancia y la adolescencia.

Sólo si educamos y protegemos con información y espacios de confianza escolares y familiares a niños/as y adolescentes, podremos darles herramientas para decir de verdad “con mis hijos/as no te metas, porque no podrás hacerlo”.

Fuente del artículo: https://www.mdzol.com/sociedad/esi-rompiendo-los-mitos-20190818-40567.html

Comparte este contenido:

El Pensamiento Complejo y el Paradigma de la Modernidad (Más allá del materialismo de Edgar Morin)

Por: Prof. Gerardo Barbera.

RESUMEN

El estudio de las obras de Edgar Morin es un proceso de investigación que implica abarcar áreas como la ontología, antropología, sociología, ética y educación, como un sistema único y complejo de alternativas filosóficas, con implicaciones epistémicas, antropológicas,  sociales y educativas. Morin plantea un saber centrado en la complejidad ontológica y epistémica, como estructura sistémica de la conciencia del sujeto, comprendido en unidad  con todos los seres vivos del ecosistema planetario, y en unidad onto-cósmica con el universo.  Sin embargo, no obstante a presentar la Complejidad como alternativa al paradigma positivista, el problema del Ser Trascendente en su relación con el hombre, no ocupa lugar alguno en las propuestas de Morin, como dimensión esencial antropológica  del Pensamiento Complejo, lo cual  ha motivado a proponer la posibilidad de complementar lo inmanente de las alternativas morianas, desde una antropología trascendente abierta a la esperanza espiritual que se postula como sentido de la existencia.

Palabras Clave: Pensamiento Complejo; Paradigma Positivista; Materialismo; Trascendencia.

 

THE COMPLEX THINKING AND THE PARADIGM OF MODERNITY

(BEYOND THE MATERIALISM OF EDGAR MORIN)

SUMMARY

The study of the works of Edgar Morin is a research process that involves covering areas such as ontology, anthropology, sociology, ethics and education, as a unique and complex system of philosophical alternatives, with epistemic, anthropological, social and educational implications. Morin proposes a knowledge centered on ontological and epistemic complexity, as a systemic structure of the subject’s consciousness, understood in unity with all living beings in the planetary ecosystem, and in an on-cosmic unity with the universe. However, despite presenting Complexity as an alternative to the positivist paradigm, the problem of the Transcendent Being in its relationship with man does not occupy any place in Morin’s proposals, as an essential anthropological dimension of Complex Thought, which has motivated propose the possibility of complementing the immanent of the morian alternatives, from an open transcendent anthropology to the spiritual hope that is posited as the meaning of existence.

Palabras Clave: Complex Thought; Positivist paradigm; Materialism; Transcendence.

La insuficiencia epistémica del Positivismo

Estudiar las obras de Edgar Morin deja huellas  en la propia episteme de vida de quienes se acercan a las propuestas del Pensamiento Complejo. De hecho, la visión epistémica del paradigma científico de la Modernidad dejar de ser la misma, y la simplicidad ontológica del positivismo que se pretende imponer en el área de las investigaciones sociológicas, psicológicas y filosóficas se cuestiona de modo radical desde el Pensamiento Complejo.

Desde las alternativas presentes en el Pensamiento Complejo, se logra comprender un modo de investigar más acorde con la problemática de la existencia personal, sin quedar atrapado entre los límites de en un método analítico y castrante del paradigma positivista. El método experimental se entiende como lo que es: una herramienta, y no “La Herramienta”

Por un lado, en cuanto  al contenido académico, las nuevas posturas desde el Pensamiento Complejo invitan a cuestionar, desde lo epistemológico, los fundamentos de la lógica racional positivista en su pretensión de imponerse como único lenguaje académico; y, en consecuencia, se cuestionan aquellos diseños de investigación en el área humanista que no van más allá de los repetidos “pasos experimentales”: Planteamiento del Problema. Objetivos, Marco Teórico, Marco Metodológico, Aplicación de Técnicas de Recolección de Datos, Cuadro Estadísticos, Análisis de los Resultados, Conclusiones y Recomendaciones.

Además, cabe señalar, que desde el Pensamiento Complejo, se cuestionan las propuestas del estructuralismo  social, en cuanto pretenden ser el modo casi único de explicación del desarrollo histórico de la humanidad; una sociedad entendida como una gran maquinaria, donde cada ser humano solamente cumpliría una función impersonal, y la opción antropológica se reduciría al rol social,  tal como lo señala Blanquart (2011) al referirse a la ausencia de lo verdaderamente humano de la teoría estructuralista: “Aquí el hombre no es más que un lugar de paso de las fuerzas de un mecanismo a escala de una ciudad o de mundo” ( p. 451)

Desde las alternativas del Pensamiento Complejo toda propuesta ontológica, epistémica y antropológica; y sobre todo, educativa, propias del paradigma de la Modernidad, entran en crisis epistémica en su pretensión de convertirse en el único lenguaje científico-académico  posible.

Morin (2003), en una de  obras centrales, Introducción al pensamiento complejo, de modo realmente humilde, se propone a sí mismo como un iniciador, de lo que tal vez, llegue a ser con el tiempo, un paradigma epistémico: “el Paradigma de la Complejidad”, que se convierta en una verdadera  alternativa al dogmatismo epistémico del llamado Paradigma de la Modernidad, que sin duda, es realmente el modo cultural actual del saber en el ámbito académico y científico:

El paradigma de simplificación (disyunción y reducción) domina a nuestra cultura hoy, y es hoy que comienza la reacción contra su empresa. Pero no podemos, yo no puedo, yo no pretendo, sacar de mi bolsillo un paradigma de la complejidad. Un paradigma, si bien tiene que ser formulado por alguien, por Descartes por ejemplo, es en el fondo, el producto de todo un desarrollo cultural, histórico, civilizacional. El paradigma de la complejidad provendrá del conjunto de nuevos conceptos, renuevas visiones, de nuevos descubrimientos y de nuevas reflexiones que van a conectarse y a reunirse (p.110)

Desde la complejidad se puede hablar de la aventura del saber humano, de caminar por lo desconocido, de sorpresas, de irracionalidades, de acercamientos, de ciertas sombras, de procesos de investigación,  la pasión de los seres humanos se impone de modo complementario a la fría razón de individuos centrados en un yo-conciencia apartado del mundo-cosa. Se trata del libre juego de la libertad humana, resistiendo a los obstáculos impuestos por las reglas de la racionalidad lógica del positivismo.

Frente a este reduccionismo epistémico del positivismo, comienza el surgimiento de un Pensamiento Complejo, que se revela a los dogmatismos impuestos desde el paradigma de la Modernidad desde las llamadas ciencias exactas, que se levantan como modelos epistémicos desde lo analítico y aislable,  a todo conocimiento, tal como lo expresa Morin (1995) en su autobiografía Mis Demonios:

Mi singularidad estriba en haber querido vincular lo diverso, y haber levantado mi obra sobre este principio. Todo lo que he hecho a supuesto siempre la asimilación y la reunión de lo que estaba desencajado, informaciones e ideas compartimentadas. Mi sentido de las verdades contrarias y mi rechazo de las verdades aisladas suscitaron los principios de un pensamiento complejo, es decir de un pensamiento que relaciona lo que, de orígenes diversos y múltiples, forma un tejido único e inseparable: complexus. (p.273)

 La síntesis entre lo racional y lo pasional, como modo de acercarse a los textos de Morin, se hace  hilo hermenéutico de interpretación y comprensión de un pensamiento no encerrado entre los límites impuestos por un sistema lógico-positivista. Se propone un sistema de teorías  complejas, en el sentido de totalidad donde se conjugan lo intelectual, lo pasional y la vida misma del autor; o como lo expresa Sánchez (2010) al referirse a la naturaleza compleja de lo epistémico y ontológico del proceso de investigación:

Asumir este paradigma en sus dimensiones teórica, epistemológica y ontológica, implica que la naturaleza ontológica del hecho de estudio es indeterminada, incierta y contradictoria surge la dialógica entre lo simple y lo complejo, la unicidad y la diversidad, lo uno y lo múltiple de la docencia contenida en la investigación. (p.104)

 Así, pues, se recomienda que la obra de Morin ha de ser estudiada, no sólo en términos de su contenido; sino, del proceso productor, que incluye la historia de vida de alguien que ha transitado por vivencias del horror de la Segunda Guerra; y que ha vislumbrado la posibilidad de superar el horror de las guerras, hacia nuevas posibilidades de aprendizajes en función de  la sobrevivencia de la especie humana.

La experiencia de vida real de Morin, le lleva a la necesidad de aprender  de las cenizas de la muerte, de superar el odio, los conflictos, las irracionalidades, a través de la educación ecológica y del encuentro entre seres humanos que habitan el mismo planeta.  Sin embargo, desde las opciones trascendentales y espirituales de miles de millones de habitantes de este planeta, también es irracional imponer, al estilo de Morin, el materialismo radical como modo antropológico, y disimular la actitud antirreligiosa bajo el supuesto de que la religión no es un tema científico digno de los ámbitos académicos.

El  Pensamiento Complejo cobra su verdadero sentido en sus propuestas educativas hacia nuevos horizontes de paz y armonía, pero, con la alternativa de una trascendencia espiritual, que sigue ausente en Morin (2003), quien insiste en proponer una antropología donde el hombre tendría que reintegrarse a lo animal como su verdadera realidad ontológica:

La ciencia del hombre no tiene fundamento alguno que enraíce al fenómeno humano en el universo natural, ni método apto para aprehender la extrema complejidad que lo distingue de todo otro fenómeno natural conocido. Su estructura explicativa es aún la física del siglo XIX, y su ideología implícita es siempre el Cristianismo y el Humanismo occidentales. La sobre-naturalidad del Hombre: * Que se entienda desde ahora mi camino: es un movimiento sobre dos frentes, aparentemente divergentes, antagonistas, pero inseparables ante mis ojos; ciertamente, de reintegrar al hombre entre los otros seres naturales  para distinguirlos, pero no para reducirlo (p. 39)

 Sin embargo, en Morin, la producción teórica y académica es un proceso que, en su devenir histórico, marca un camino cognitivo desde el Pensamiento Complejo, con la finalidad de trascender el paradigma de la simplificación analítica del positivismo, tal como lo expresa Morin (1999) resaltando la necesidad de adecuación y asociación epistémica, antropológica, social, educativas  y ontológica del saber humano: “Existe una falta de adecuación cada vez más amplia, profunda y grave entre nuestros saberes disociados, parcelados, compartimentados entre disciplinas y, por otra parte, realidades o problemas cada vez más pluridisciplinarios, transversales, multidimensionales, transnacionales, globales, planetarios”.   (p. 23)

No se puede obviar que la historia propia del pensamiento y de la Cultura Occidental se ha basado casi exclusivamente en la epistemología racional, que responde desde la lógica a un paradigma de la simplificación. Ha sido un modo de conocer que se ha impuesto desde Parménides, Platón, Aristóteles y conforma  los sustentos teóricos de la Ciencia Clásica positivista y afecta otras áreas del saber humano: la Filosofía, la Ética, la Política y la Educación, la Psicología y la Sociología.

Al respecto Barbera (2001) señala la relación de la Cultura Occidental con la filosofía de la Antigua Grecia:

La Filosofía Occidental tiene su origen y sus raíces fundamentales en la Antigua Grecia, considerada como la cuna de nuestra cultura en general, y de manera especial, del eje ontológico, metafísico, antropológico y de la Ética. Sin embargo, el elemento básico de la filosofía griega, desde el cual se interpreta todo el sistema filosófico fue su concepción antropológica, centrada en la racionalidad como lo esencial de la naturaleza humana (p. 9)

La pretensión del paradigma racional ha sido el de idealizar, racionalizar, normalizar; en una especie de afán de reducir lo dado en la realidad a esencias conceptuales, encasillando al ser del ente en sí, entre las paredes de la conciencia subjetiva, perfilando la identidad entre Pensamiento y Ser, en una visión fragmentada de la realidad, compuestas  de elementos o eslabones,  comprensibles en sí mismos, sin relación a los otros elementos.

La tarea del conocer desde la racionalidad simplificadora, consistía en aislar cada elemento en su individualidad, sacarlo de su entorno, tenerlo ahí a la mano, para ser analizado como un ente particular. Es decir, concebir la realidad como esquemas o conceptos ordenados, dándoles un sentido lógico y definitivo que cuadre con la naturaleza lógica del pensamiento.

Por tanto, la búsqueda de la razón lógica como fundamento ontológico, ha sido el afán que impulsó los primeros esfuerzos del naciente paradigma de la racionalidad, que se fundamentó en una antropología del “animal racional”; y en una tarea filosófica basada en esencias abstractas correspondientes a un mundo entendido como el  conjunto de infinitos elementos o eslabones a los que habría que aislar para su adecuado conocimiento.

 Dentro de este contexto, Condillac (2010) defenderá el proceso analítico al referirse al modo de conocer lo dado en la realidad: “El análisis es el único método para adquirir conocimientos como lo aprendemos de la misma naturaleza” (p. 28)

En este sentido, Fraile. G (1990) en su Historia de la Filosofía I, presenta un comentario acerca de esta búsqueda; que ya en los primeros presocráticos, llamados “Naturalistas”, se convirtió en la tarea filosófica  por excelencia, la naturaleza era el desde donde encontrar sentido lógico racional a todo lo existente, a todo el saber en su totalidad:

Las especulaciones de los primeros filósofos griegos se inician en torno al hecho de la mutación. Les impresionan los cambios cíclicos de las cosas, la regularidad de los movimientos celestiales, el orden y la belleza del Cosmos, los fenómenos atmosféricos, la generación y corrupción de los seres. Pero en contra de lo que hubiera podido esperarse en la aurora misma de la Filosofía, su actitud no es de realismo ingenuo y directo, más que las cosas particulares les preocupa la Naturaleza. No se preguntan simplemente qué son las cosas, sino que tratan de penetrar más adelante, inquiriendo de qué están hechas, cómo se hacen y cuál es el primer principio de donde todas provienen. Esto equivale a contraponer el ser al aparecer, las esencias a los fenómenos, lo cual les lleva a preguntarse si por debajo de las apariencias sensibles existe alguna realidad estable, algún principio, permanente a través de las mutaciones incesantes de las cosas” (p. 138)

El paradigma positivista de la Modernidad se apoya en conceptos que suponen la existencia real de sustancia universales presentes en los objetos particulares, que están más allá de los fenómenos, más allá de las apariencias. Según el racionalismo lógico,  detrás del caos existe el orden, a semejanza de las realidades lógicas del pensamiento humano. De modo, que al estilo aristotélico, aun no superado en el positivismo racional del paradigma de la Modernidad, lo universal, en cuanto soporte ontológico, se encuentra presente en cada objeto; y, por tanto, puede ser descrito y descubierto por la subjetividad humana.

De hecho, el ideal epistemológico del positivismo lógico, se caracteriza por suponerse no afectado por las vicisitudes de la subjetividad. Así, las esencias abstractas serían atemporales, eternas, invariables, iguales siempre a sí mismas. Dentro de este contexto, la conciencia sería observadora neutral de la realidad externa, la cual estaría compuesta por sustancias simples e individuales. En consecuencia, el saber consistiría en la elaboración de un sistema lógico de conceptos abstractos, sin importar su relación con lo vivido en lo personal, comunitario o social.

Se elabora un conocimiento científico de contenidos abstractos y no de relaciones; se describe generalmente lo referente al ente en sí reflejado en la subjetividad como abstracción universal. Referente a este tema, Sánchez (2010) refuerza la necesidad de centrarse en lo humano como razón de ser  del saber humano en su totalidad:

De allí que propone que un currículo humanista que responda a los resultados afectivos más que a los cognitivos, se conciba al salón de clase como centro clave para construir a partir del entorno social como contenido, donde las voces de los estudiantes sean para diagnosticar y avalar modelos de criticismo, lo relevante no es lo que uno sea sino lo que crea, para que haya tolerancia en ambiente democrático de socialización del conocimiento, para problematizar los contenidos preestablecidos y generar conocimiento escolar cada vez más humanos. (p. 85)

Desde el paradigma de la Modernidad, el conocimiento de estas sustancias abstractas sería positivo, simple y objetivo; lo que se traduce, en un conocimiento científico universal, objetivo y analítico; y en un proceso educativo, todos los alumnos aprenderían los mismos contenidos conceptuales, ya sean matemáticos, físicos, biológicos, comunitarios, humanitarios. Se hace pertinente la advertencia de Morin (2003) sobre la necesidad de trascender lo simplificador del positivismo hacia un Pensamiento Complejo:

Pero si los modos simplificadores del conocimiento mutilan, más que lo que expresan, aquellas realidades o fenómenos de los que intentan dar cuenta, si se hace evidente que producen más ceguera que elucidación, surge entonces un problema: ¿cómo encarar la complejidad de un modo no-simplificador?  (p. 21)

Desde el Pensamiento Complejo propuesto por Morin, se cuestiona la episteme  clásica de orden universal, propio de la Modernidad,  y se erosiona la idea de objeto sustancial y de esencia universales  de la filosofía positivista, desde la cual ha fundamentado la razón lógica-positivista su mundo de verdades universales, absolutas y eternas. El Pensamiento Complejo, por el contrario, es un proceso que plantea nuevas alternativas ontológicas, antropológicas, educativas y sociales, distintas al positivismo clásico.

El Pensamiento Complejo como alternativa

Con las alternativas epistémicas de la Complejidad, Morin inicia una nueva comprensión de lo ecológico, como propuesta educativa del nuevo milenio de paz mundial. Desde el Pensamiento Complejo se sostiene, que  el mundo no es solamente lo que se consume para sobrevivir como animales salvajes, donde el más apto lograría la permanencia; por el contrario, se busca una educación desde el compartir; y no aceptar la imposición de una educación para éxito personal como fundamento educativo único, que la cultura consumista propone  como finalidad misma de la vida; y, como razón del sistema educativo. Desde la cultura del éxito, el otro se concibe como la competencia a vencer; en el fondo, se insiste en la antropología de la violencia a través de una educación en función del logro.

Desde la cultura del éxito, lo que valdría sería la medalla de oro, el triunfo, la victoria; entonces, desde la educación para el éxito individualista o eres el ganador, o eres el perdedor. Pero, desde el Pensamiento Complejo, el mundo es el hogar de todos, como lo advierte Morin (2002) en su llamado sobre la necesidad de asumir, desde la política, el problema de la muerte, que se hace real y palpable en el sufrimiento cotidiano de los más débiles y en la amenaza de la aniquilación total de la raza humana:

Al convertirse en mundial, la política no sólo se ha ampliado a horizontes planetarios: se ha dejado invadir por los problemas primeros, fundamentales, de la vida y la muerte de la especie humana. La irrupción del Tercer Mundo en la escena mundial ha hecho que el hambre, los alimentos, la salud o la natalidad surjan como problemas clave de la política mundial. En el otro extremo de la política mundial, en el polo del desarrollo técnico, el armamento termonuclear plantea el problema de la vida o la muerte de la especie, y esta alternativa de vida o muerte plantea al modo político el hasta ahora problema filosófico del hombre. (p. 17)

Desde la perspectiva del conocimiento y sus fundamentos epistémicos, el Pensamiento Complejo se propone como alternativa de comprensión de una realidad que lleva en su seno confusión, incertidumbre, desorden. La realidad en sí misma es un sistema de relaciones complejas. Por tanto, la complejidad ontológica no puede ser reducida a una idea simple: “sistema”. Según Morin, lo complejo no puede resumirse a nivel de comprensión epistémica en el término “complejidad”, o ser interpretada objetivamente mediante alguna “ley de la complejidad”. La complejidad no sería definible de un modo simple para tomar el puesto de la simplicidad sustancial del positivismo lógico. La complejidad en cuanto  paradigma epistémico demanda la necesidad de una metodología alterna, que acerque a la complejidad ontológica de lo real, que no obvie el misterio de la realidad  y del sentido de la existencia  personal y social.

La ciencia y todo el saber humano se hace vida y no contenidos abstractos; o si se prefiere, todos los contenidos abstractos aprendidos cobran verdadero sentido desde la complejidad de la realidad y de la vida humana trascendente. La existencia en su complejidad se convierte en retos de compromisos morales y éticos donde el compartir con la comunidad, la sociedad y el bienestar del planeta Tierra se hace un modo de vida de convivencia y de conciencia humana, que deberían estar presentes en todos los diseños curriculares para iniciar el camino de paz y hermandad entre todos los pueblos de la Tierra.

Desde paradigma de la ontología mecanicista de la Modernidad, que entendería la realidad social como si se tratase de una colonia de hormigas, cada individuo se reduciría a la función, y la personalidad existencial desaparecería en una realidad totalitaria e impersonal, la meta sería la producción de bienes de consumo a través de las industrias, empresas, mercado y de la tecnología, tal como lo expresa Morin (2003)  en su artículo ¿Sociedad mundo, o imperio mundo?,  desde las propuestas para una nueva Era Planetaria, desde una educación ecológica para la paz :

La idea de desarrollo ha llevado consigo siempre una base tecno-económica, mensurable por los indicadores de crecimiento y los de renta. Supone de manera implícita que el desarrollo tecno-económico es la locomotora que tira adelante, naturalmente, de un “desarrollo humano” cuyo modelo acabado y exitosos es el delos países llamados desarrollados, es decir, occidentales. Esta visión supone que el estado actual de las sociedades occidentales constituye la meta y finalidad de la historia humana. (p 21)

Morin se muestra partidario de un concepto complejo de educación, de persona y de sociedad, que visualiza la heterogeneidad como  característica de lo humano, lo educativo, lo social, lo económico, la tecnología, la empresa, la industria y de la política; pero sin fe religiosa, sin esperanzas espirituales, lo que indica que se tiene que trascender el Pensamiento Complejo propuesto por Morin hacia un modo de Pensamiento Complejo Trascendental; y no materialista y nihilista.

La sociedad comprendida desde el Pensamiento Complejo no puede ser reducida a uno de sus rasgos dominantes, ya sea el económico, el cultural, la violencia, la paz, el político, todos los elementos pertenecen de igual modo al hombre y a la sociedad. Desde la complejidad, la sociedad no se entiende  sólo como capitalista o liberal, industrial o consumista. Éstas serían definiciones unidimensionales, que responderían a intereses de grupos dominantes, y no a lo que realmente sería en sí misma: la complejidad humana y social.

Desde el Pensamiento Complejo se comprende la realidad social como el hogar  comunitario  donde se desarrolla la historia de vida  de las personas de un mismo hogar planetario; se procura educar al ser humano como  habitantes desde una conciencia ecológica y de hermandad.

Mientras más compleja es una sociedad, mientras más antagonismos, desórdenes y conflictos la conformen en su historia,  entonces, mayor deben ser sus relaciones comunitarias de fraternidad, libertad y crecimiento; mayor debe ser el énfasis en un proceso educativo que hermane, que una, que lleve al compromiso, al encuentro; por lo menos en cuanto a ideales y horizontes éticos de compromisos personales y sociales centrados en lo que Morin (2003) llama lo irreductible del individuo ante el peligro de los totalitarismos sociales:

El individuo es irreductible. Cualquier tentativa de disolverlos en la especie y en la sociedad es aberrante. Es el individuo humano, repitámoslo, el que dispone de cualidades de la mente;  dispone incluso de una superioridad sobre la especie y sobre la sociedad porque sólo él dispone de la consciencia y de la plenitud de la subjetividad. La posibilidad de autonomía individual se actualiza en la emergencia histórica del individualismo, al tiempo que sigue siendo inseparable del destino social histórico.  (p. 78)

Sin embargo, Morin sigue las huellas teóricas-filosóficas del materialismo dialéctico del marxismo en su visión ontológica y antropológica. En lo referente al problema del hombre, ya en su obra , El Paradigma perdido (1973), Morin señalaba que, al intentar constituir el campo de estudio antropológico, son indispensables analizar  las interacciones, interferencias y actividad del ser humano de la actual sociedad, en por lo menos  cuatro dimensiones sistémicas y complementarias, a la vez que competitivos y antagónicos: (1) el sistema genético (código genético, genotipo), (2) el cerebro, (3) el sistema sociocultural y (4) el ecosistema, en su carácter local de hogar ecológico, y en su carácter global de medio ambiente.

Todas estas dimensiones son de un sujeto radicalmente biológico, cuyo aporte cultural sería como la energía lumínica que produce una lámpara; simplemente, para Morin, no hay ninguna posibilidad de un Yo espiritual que trascienda la muerte biológica del sujeto. La pérdida del valor del ser humano como persona siempre es una tentación  propia del marxismo y de las opciones materialistas, y de la misma antropología biológica-cultural de Morin, todo es materia, ya sea física o biológica, tal como lo advierte Gevaert (2014) al referirse a la antropología marxista, que en el caso de Morin, siempre está subyacente cuando se refiere a la relación hombre-humanidad:

Para Marx el individuo no es más que un eslabón de la colectividad. La persona pierde valor y significado porque depende totalmente de la colectividad, esto es, del partido que se presenta como encarnación y expresión de la colectividad. El individuo, en línea de principio, puede ser sacrificado a las exigencias del colectivo; hay ciertas exigencias totalitarias frente a las cuales el respeto a una persona no es más que un sentimiento burgués (p. 40)

En el Pensamiento Complejo propuesto por Morin (2002), lo central no es la persona, lo individual, sino, la supervivencia de la humanidad, iniciando desde lo físico, lo biológico hacia lo cultural, la persona no existe; sino, que está, ahí arrojado sin personalidad, como un sistema tan físico como el sol, así lo afirma, cuando reduce a lo físico todo cuanto existe:

Mi insistencia en inscribir físicamente el concepto de máquina no tiende en absoluto, el lector debe comenzar a saberlo, a reducir lo que es biológico a lo físico: tiende por el contrario a rehabilitar el concepto degradado de físico; tiende a comprender cómo lo que es biológico, humano y social puede y debe ser al mismo tiempo necesariamente físico. Y esto no solamente porque todo lo que es biológico, humano y social está constituido por materia física. Sino sobre todo porque todo lo que es biológico, humano y social es organización activa, es decir, máquina. (p. 202)

            Ahora bien, no resulta nada claro desaparecer y tranquilizarse existencialmente racionalizando la muerte: “somos parte de una realidad física y biológica, y tenemos que morir como cualquier célula, o desaparecer como una molécula que se desvanece”. El problema de la muerte como trama existencial, perturba el sentido  mismo de la vida; y no es tan sencillo, no desaparece en cuanto trama existencial. No es común y fácilmente aceptable que la persona se conciba a sí misma como una molécula del universo, o como una célula de la humanidad. Este modelo antropológico de Morin no resulta tan convincente desde las perspectivas de la existencia personal, problema que Barbera (2001)  enfoca desde la trascendencia del hecho físico de la muerte:

El problema del hombre en particular es el mismo de la humanidad en general. Es decir, si la vida de un hombre no tiene sentido; entonces, la historia de la humanidad no tiene sentido. El problema es el mismo: la muerte como único dato ontológico inevitable, como el mensaje más terrible que nos llega desde el exterior, como dato que la racionalidad no logra convertir satisfactoriamente en acontecimiento común en lo personal. La muerte se convierte en el rompe sentido. La tarea humana está planteada: la superación de la muerte. El camino es a través de la esperanza, un camino entre la angustia y la libertad. (p. 179)

Lo sistémico en lo físico, biológico y antropológico, permite y hace necesaria  la complejidad del pensamiento; y en consecuencia, las alternativas educativas parten desde la posibilidad del Pensamiento Complejo, en este aspecto se comparte el ideal de Morin, pero se insiste en la insuficiencia y se propone la visión de una antropología trascendental, que permita la posibilidad de un Pensamiento Complejo Trascendental realmente humano desde la vivencia de lo espiritual, Barbera (2006) en su texto Reflexiones elementales en torno a la ética, plantea el conocimiento como saber humano e integral:

Solamente desde una ontología y una metafísica como fundamento del saber, tiene coherencia la epistemología, la antropología filosófica, la ética, la lógica, la filosofía de la educación, y cualquier área del conocimiento filosófico; y, en consecuencia, cualquier conocimiento alcanzado por el ser humano, ya sea filosofía, ciencia, o religión; todo el saber humano se fundamenta en una ontología y en una metafísica determinada, que plantea una forma de vida específica, ya sea explícita o implícita, sea consciente o no la persona de la metafísica y de la ontología con la que fundamenta sus opciones epistemológicas y existenciales. (p. 10)

Este modo antropológico alternativo basado en la episteme de la complejidad, exige la capacidad de aprender desde lo existencial, ya que la educación sin lo humano, se convierte en un proceso de consumo de información analítica o sistémica, tal como lo señala Barbera (1987) al indicar que en los procesos masivos de educación impersonal, se corre el riesgo de desnaturalizar lo humano del proceso de aprendizaje:

Cuando la institución escolar consigue que el hombre identifique su necesidad de aprender con la demanda de la escolaridad como un hecho aparte de su vida familiar y espiritual, el proceso de educación deja de ser natural y se transforma en un producto de contenido abstracto y universal, totalmente impersonal, medible y elaborado profesionalmente con anterioridad. El aprender se convierte en un problema de cantidad de consumo. (p. 98)

El desarrollo del Pensamiento Complejo, siempre y cuando no se convierta en un “taller de habilidades del pensamiento”   facilitaría el  desarrollo de la creatividad, la cual adquiere hoy una singular importancia, pues permite la construcción de nuevos modos de entender el conocimiento y la enseñanza más allá del pragmatismo tecnológico como único resultado válido del saber científico; o del lenguaje “académico-científico”, como modo de exponer el proceso de investigación en el área de las ciencias sociales, y de modo específico en el campo de las investigaciones educativas.

Para que un discurso de investigación en las ciencias sociales sea válido, no es cierto que se requiera de un lenguaje técnico, como quien dice “hablar en tercera  persona”, o solamente de hechos comprobables, lejos de temas filosóficos, o de las reflexiones teológicas. Esto sería la negación más absoluta de la posibilidad de investigar desde el Pensamiento Complejo.

El conocimiento desde el Pensamiento Complejo, desde la apertura a lo trascendental se hace vida, capaz de combinar numerosas cualidades racionales, emotivas, afectivas, espirituales en torno a los problemas y situaciones de la historia de vida que desarrolla cada persona.  La educación es vida, y la vida trasciende lo informático, lo físico y lo biológico. El Pensamiento Complejo como propuesta epistémica supera los límites impuestos por el materialismo inmanente de Morin.

El centro de la antropología de la complejidad, lo plantea Morin desde lo ontológico. Entonces, es la propuesta ingenua de un manual, sino, que la complejidad de la inteligencia humana es un hecho, el hombre es complejidad en sí mismo, su hacer personal, comunitario y social es complejidad, su modo de pensar es complejidad; este es precisamente lo obviado por la epistemología positivista de la Modernidad.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Barbera, G (1987) Críticas socio-educativas de Ivan Illich. En revista Anthropos Nº 15. Instituto Superior Salesiano de Filosofía y Educación. Caracas- Venezuela.

Barbera, G (2001) Aproximaciones al problema del sentido de la vida. En Revista Ciencias de la Educación Nº 17. Universidad de Carabobo. Valencia-  Venezuela.

Barbera, G (2006) Reflexiones elementales en torno a la ética. Ed. Universidad de Carabobo. Valencia- Venezuela.

Blanquart, P (2011) Ateísmo y Estructuralismo. Ed. Cristiandad. Madrid- España.

Condillac, E (2010) Lógica. Ediciones Orbis. Barcelona- España.

Fraile, G (2010) Historia de la Filosofía  I. Biblioteca de Autores Cristianos (BAC). Madrid-España.

Geveart, J (2014) El Problema del Hombre. Ed. Sígueme. Barcelona-España.

Morin E. (1973) El Hombre y la muerte.  Ed. Kairos. Barcelona-España.

Morin, E. (1995) Mis Demonios. Barcelona- España: Cairos.

Morin, E. (2002)  Introducción a una política del hombre. Barcelona-España: Gedisa

Morin, E (2002) El Método  II (La vida de la vida)    Madrid-España.   Ed.  Cátedra

Morin E (2003) Introducción al pensamiento complejo. Ed. Gedisa. Barcelona-España.

Morin, E (2003) ¿Sociedad mundo, o imperio mundo? En Revista Gazeta de Antropología Nº 19 París- Francia.

Sánchez, B (2010) Praxis pedagógica y construcción del conocimiento. Un concretum integrador en la educación básica venezolana. Tesis Doctoral en Educación, presentada a la Universidad de Carabobo- Venezuela.

Fuente del artículo: http://www.eleutheria.ufm.edu/Articulos/180321_GBarbera_Pensamiento_Complejo_Paradigna_Modernidad.htm

Comparte este contenido:

La educación en valores

Por: Eduardo Daniel Ramírez Silva. 

La necesidad de una educación en valores es evidente. Vivimos una crisis social, en la que problemáticas como la violencia, la inseguridad, la desigualdad socioeconómica, la corrupción y la discriminación se han apoderado de nuestra cotidianidad. Se manifiestan en diferentes contextos sociales, en las calles, dentro de los mismos hogares e incluso en las instituciones educativas. Pese a ello, desde diversas orientaciones se percibe la convicción de implementar acciones concretas en torno a estas problemáticas.

Bonifacio Barba señala que desde “un sentido formativo de la escuela y de su eficacia, tanto social como pedagógica, la educación es por naturaleza, una cuestión de valores, un proceso de formación moral” (Barba: 2005; p. 9). Los esfuerzos que en México se han realizado para mejorar la calidad de vida y el acceso a la educación desde su políticas públicas no es suficiente. El porcentaje de personas entre 25 y 34 años de edad sin educación secundaria, cayó un 13 % entre 2007 y 2017, para convertirse en un 52 % de nuestros jóvenes adultos, lo que sitúa a México como el país con mayor proporción de esta población sin estudios, según datos de la OCDE. Esto propicia una mayor inmovilidad social.

“Los esfuerzos que en México se han realizado para mejorar la calidad de vida y el acceso a la educación desde su políticas públicas no es suficiente”

Requerimos pensar la educación de una forma diferente. Para ello, se torna necesario establecer una definición de valores que permita llevar a cabo el proceso de formación moral que señala Barba. La axiología, desde la escuela objetivista, sostiene que los valores existen objetivamente; que son entidades externas e inmateriales, independientemente de si el hombre los percibe o no (Rodríguez, Frade y Albelo: 1995; p.22). Esto quiere decir que los valores se conocen por intuición o, mejor dicho, por la capacidad cognoscitiva que se afina en los contextos familiares y escolares. Estos valores se relacionan con los derechos naturales del ser humano que en teoría son inquebrantables, inalienables y universales. Hablamos de la dignidad, la libertad, la equidad, el respeto y el amor que nos son innatos, por lo que una educación en valores debe estar dirigida siempre en pro del bien común basada en la inteligencia, en la consciencia y en la voluntad.

Ante esta condición, contrastan considerables dificultades que se manifiestan al momento de establecer un eje de trabajo, una dirección universalmente legítima. Hay quienes mantienen que ello se debe a lo peculiar del terreno educativo, en el que por supuesto convergen diferentes visiones del mundo, múltiples ideologías políticas, creencias religiosas, estilos de vida y en general culturas. Por ello, conviene determinar si es posible construir desde lo común y unificar las diferencias considerando marcos referenciales para el colectivo que construye comunidad.

En ese sentido, fijamos dos postulados que nos pueden orientar a ese punto: el primero de ellos es lo que señala Serafín Antúnez: “La educación en valores se justifica por la necesidad que tenemos los individuos de comprometernos con determinados principios éticos que nos sirvan para evaluar nuestras propias acciones y las de los demás” (Antúnez: 2009; p. 15); por otro lado, Gerardo Barbera nos dice: “La educación en valores supone acciones ontológicas y axiológicas trascendentes que la fundamenten como propuesta ética y política, y así se hacen vida en una comunidad existencial concreta e histórica” (Barbera: 2008; p. 111). Ambas posturas nos indican que las necesidades humanas generan derechos para satisfacerlas, por lo que emergen deberes naturales para atender estas necesidades por medio de los valores que se traducen en derechos naturales.

De esta manera, nos aproximamos a lo que probablemente sea ese eje de trabajo que son los valores traducidos en derechos naturales que fortalecen la vida social en comunidad.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible de 2015 planteó 17 Objetivos de desarrollo sostenible, que conllevan un espíritu de colaboración para elegir las mejores acciones con el fin de mejorar la vida, de manera sostenible, para las generaciones futuras. Proporcionan orientaciones y metas claras para su adopción por todos los países en conformidad con sus propias prioridades y los desafíos sociales y ambientales del mundo en general. Por lo que los gobiernos deben diseñar sus políticas públicas basadas en estos 17 objetivos, y los pueblos deben respetar y realizar estos lineamientos siempre y cuando, dentro de estas agendas se apele fuertemente a la educación en valores ya descrita, con la que nos quite la venda de los ojos para dejar de concebir una vida desde el individualismo y protejamos el bienestar de todos.

La educación en valores es trascendental para que nuestra libertad no sea contemplativa únicamente, sino que actúe en nosotros mismos para alcanzar un estado justo y equitativo.

Invito a todos los profesores a compartir su opinión así como sus experiencias pedagógicas a través del Observatorio de Innovación Educativa.

Referencias 

Antúnez, S. (2009). Cómo educar en valores. Madrid: Nárcea.

Barba, B. (2005). Educación y valores. Una búsqueda para reconstruir la convivencia. En Revista Mexicana de Investigación Educativa (pp. 9-14). Ciudad de México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C.

Barbera, G. (2008). Educación en valores. En Revista La Educación en Valores (pp. 110-118). Universidad de Carabobo. Venezuela.

Rodríguez Lozano V., Frade Perdomo P. y Albelo Martín L. (1995). Conceptos fundamentales de la moralidad. En Ética (pp. 19-31). Ciudad de México: Alhambra Mexicana.

Comparte este contenido:

Argentina: Educación sexual integral, desafíos y avances reales en las aulas

América del sur/ Argentina/ 19.08.2019/ Fuente: www.nuevodiarioweb.com.ar.

 

El Programa Nacional de Educación Sexual Integral, Ley 26.150, promulgada en 2006, establece que los alumnos tienen derecho a recibir educación sexual, tanto en la escolaridad pública como en la privada. Si bien se trata de un tema complejo, es necesario —desde el lugar de la familia— poder acompañar estos procesos.
Los especialistas afirman que una adecuada implementación de la educación sexual integral previene hechos de abuso sexual; integra la diversidad y permite la expresión de género y orientación sexual propia de cada chico; previene los embarazos adolescentes, las ETS y los noviazgos violentos (entre otras muchas cuestiones).

Consultados docentes santiagueños sobre el desarrollo de la implementación en nuestra provincia, expresaron que se van logrando avances, pero de manera lenta.
Docentes del Nivel Primario manifestaron que “es importante las capacitaciones que se vienen llevando a cabo para que cada docente vaya adecuando sus contenidos a los ejes que la ley propone”.
En este sentido, es importante destacar que la ley contempla un abordaje integral en todas las materias que se dictan en los programas educativos.
En donde la implementación parece avanzar de manera diferente es en el Nivel Secundario, aquí es donde los docentes afirman que “la temática parece estar mucho más latente y por consiguiente los contenidos deben abordarse con más celeridad y respondiendo a las demandas de los jóvenes, pero trabajando según lo diagramado por los programas nacionales que la ley contempla”.
Por último, los docentes remarcaron la necesidad “de lograr un consenso con las familias para lograr mejores resultados en ESI”.

Identificación de los espacios de diálogo de acuerdo a la edad

El refuerzo de la educación sexual integral desde las familias, puede atender los siguientes ejes de acuerdo al nivel de educación.

Nivel inicial: En este momento es importante habilitar mucho espacios de circulación de afecto en forma de miradas, escucha, juegos, disponibilidad de los cuerpos y del sentido de validación emocional, para acompañar a los chicos con conciencia y revisar qué se moviliza dentro nuestro cuando se nos interpela con preguntas, situaciones y con los temas específicos.

Nivel primario: En la primaria se agudizan las violencias grupales, el bullying, y urge ahondar en las prácticas que como sociedad tenemos (denigración, incomprensión de las diferencias y maltrato). La cultura y sus productos simbólicos avalan la violencia de género, la xenofobia, la competencia exacerbada, la opresión de la diversidad en todas sus expresiones posibles, la hipersexualización, la autoestima degradada, los parámetros corporales estrictos. Es de suma necesidad lograr un diálogo basado en el entendimiento del otro.

Nivel secundario: En la secundaria es más compleja la participación de las familias, pero se hace necesario cada vez más un diálogo abierto, desprejuiciado, acompañado de afecto y abrazos, de mirada, de encontrarle otra forma al vínculo que genere entendimiento mutuo.

Aquí es donde aparece la sexualidad en toda su amplitud, y junto con ella el amor, la intimidad, los sentidos de pertenencia.

Fuente de la noticia: http://www.nuevodiarioweb.com.ar/noticias/2019/07/30/205925-educacion-sexual-integral-desafios-y-avances-reales-en-las-aulas

Comparte este contenido:

Maestros del patio y de EE.UU. piden derogar la reforma educativa

América del Norte/ México/ 19.08.2019/ Fuente: www.primerahora.com.

“Hemos visto que usan el mismo discurso en todas partes, que hay que hacer algo por los niños, que las escuelas están subutilizadas, que las escuelas están fallando», dijo Jitu Brown, director nacional del Journey for Justice Alliance.

Los esfuerzos para impedir el cierre y privatización de escuelas en la Isla han encontrado nuevos aliados más allá de nuestras costas, anunciaron el domingo en la tarde varias organizaciones sindicales y comunitarias en la Escuela Rescatada Lorencita Ramírez de Arellano, en Toa Baja.

El anuncio se dio luego del Encuentro Transnacional en Defensa de la Educación Pública, del que participaron organizaciones como la Federación de Maestros de Puerto Rico, el Journey for Justice Alliance, Agitarte, el Programa de Egresados y de Educación de la Universidad de Puerto Rico (UPR), el Movimiento al Rescate de Mi Escuela, el Colectivo ILE, entre otras.

Los participantes catalogaron el encuentro como “un acto de solidaridad entre maestras y maestros de Puerto Rico y diferentes ciudades de los Estados Unidos”, con un mensaje claro contra la privatización y con la exigencia de “que se derogue la Ley 85 de falsa reforma educativa que abrió paso al desmantelamiento de cientos de escuelas, la privatización por medio de las charter y los vales educativos, y a incrementar la ya entronizada corrupción”.

Jitu Brown, director nacional del Journey for Justice Alliance, una red de organizaciones comunitarias con presencia en más de 30 ciudades de los Estados Unidos, aseguró que habían acudido a Puerto Rico porque saben que lo que está ocurriendo con las escuelas en la Isla también “está pasando en Chicago, Ditroit, Filadelfia, Pittsburgh, Nueva York, Oakland, Nueva Orleans, Mississippi y todos los Estados Unidos, donde hay gente que trata de decirnos que, de alguna forma, cerrar nuestras escuelas desplazar a nuestros niños va a resultar en beneficio para nosotros”.

“Hemos visto que usan el mismo discurso en todas partes, que hay que hacer algo por los niños, que las escuelas están subutilizadas, que las escuelas están fallando. Pero la verdad es que nos han fallado a nosotros. La verdad es que estamos ante sistemas escolares que ven a los niños a través de un lente de odio”, expresó Brown, quien agregó que en cuanto supieron del Encuentro decidieron unirse al mismo.

“Aquí el lenguaje que hablamos no es español ni inglés. Aquí el lenguaje común es libertad. Y cuando nos unimos, sabemos lo que podemos. Así que creemos que al venir aquí a Puerto Rico a estar con nuestras hermanas y hermanos hace nuestra unión más fuerte, porque ya no estamos solo conversando, ahora también estamos demostrando. Y esta es una relación para rato. Así que el mensaje para aquellos que buscan destruir nuestras escuelas y comunidades es que les vamos a dar problemas, les vamos a dar problemas. Y la voluntad del pueblo puede opacar a aquellos cuya agenda es solo de ganancias. Nadie tiene que convencernos de que estamos en lo correcto, porque sabemos que estamos en lo correcto”, agregó Brown.

El líder del Journey agregó que como personas de raza negra se sintieron sumamente bien al ser acogidos como gente que traía valor consigo. “Eso significó mucho más que cualquier premio. Así que nos sentimos honrados de estar aquí”.

Jorge Díaz Ortiz, de Agitarte, agregó que el encuentro era una muestra de solidaridad luego de “años defendiendo la educación pública en nuestras comunidades”.

“Hemos visto como las mismas políticas públicas que han fracasado en los Estados Unidos nos las han vendido aquí como si fuesen la solución para la educación del país. Y estamos claras y claros que esa no es la solución. La solución es mantener las escuelas abiertas, como esta grandiosa escuela. Para que la gente de la comunidad pueda venir, para que puedan participar, puedan educarse. Y abrirlo a que ocurran más oportunidades de desarrollo”, afirmó Díaz Ortiz, señalando la escuela rescatada, donde se ofrecen clases de teatro, capoeira, artesanía, manualidades, esgrima, baloncesto, voleibol, así como tutorías y estudios supervisados, todo con voluntarios.

Por su parte, la maestra Lourdes Torres Santos, miembro de la Federación de Maestros, llamó a las maestras y maestros a unirse al esfuerzo. “Si nos juntamos, podemos tener las mejores condiciones y el mejor sistema educativo. Pero eso está en nuestras manos. No está en manos del secretario de Educación, ni la gobernadora nueva, ni la Junta de Control (Supervisión) Fiscal. Crear las condiciones para que tengamos lo que nos merecemos, está en manos de todos. Este es el momento. Tenemos la capacidad de transformar el país para nuestras mejores condiciones de vida”, afirmó.

Brown comentó que durante el encuentro presentaron “un modelo que ha funcionado en muchas de nuestras ciudades”, donde se ha podido reunir las demandas de la gente e ir por encima de los intereses corporativos y levantar escuelas comunitarias sostenibles, como es el caso de Cincinnati, donde el 90 por ciento de las escuelas son escuelas comunitarias sostenibles en “un modelo que funciona”.

“Es un momento en el que realmente se está haciendo historia. Así que es un verdadero honor haber sido invitados a ser parte de esto”, insistió Brown, quien destacó que las protestas que acabaron con la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló son motivo de inspiración y “una lección para todos nosotros de que cualquier cosa es posible. Ver toda una nación alzarse, unida y disciplinada, te dice que cualquier cosa puede lograrse”.

El grupo aseguró que los encuentros en favor de la educación pública y el rescate de escuela continuarán, y además trabajarán en entrenamientos y adiestramientos sobre las mejores prácticas.

Fuente de la noticia: https://www.primerahora.com/noticias/gobierno-politica/nota/maestrosdelpatioydeeeuupidenderogarlareformaeducativa-1359059/

Comparte este contenido:
Page 740 of 2587
1 738 739 740 741 742 2.587