ESI: rompiendo los mitos

Por: Emiliana Lilloy.

Bajo el lema “con mis hijos no te metas” se ha articulado una campaña que se propone que no se implemente la ley de educación sexual integral en Argentina. ¿Por qué hay tanta resistencia a su aplicación?

En la Argentina, la Ley 26.150 estableció la Educación sexual integral como un derecho de los/as niños/as y adolescentes ¿De qué se trata la Esi y cuáles son los mitos asociados a ella que asustan a nuestras familias?

Algunas aclaraciones previas para que podamos analizar los mitos y resistencias:

1-La ESI aborda cinco ejes conceptuales definidos a partir de los lineamientos curriculares: cuidado del cuerpo y la salud, género, derechos, diversidad y afectividad.

2-La educación se plantea de manera progresiva teniendo en cuenta el desarrollo y la edad de niños, niñas y adolescentes.

3- La ESI es acorde con el marco de los derechos humanos receptado por la argentina y es válida para todas las escuelas del país, sean de gestión estatal o privada, confesionales o laicas.

La demanda de que nuestra educación quedó obsoleta con la nueva sociedad en que vivimos y la sensación de que a nuestras generaciones la escuela nos brindó sólo información o herramientas técnicas pero que no nos enseñó a lidiar con nuestras emociones, a saber estar en el mundo, a construir relaciones sanas y sobre todo a ser felices, es algo en que todas las personas coincidimos.

¿Por qué ahora que hemos legislado sobre esta nueva forma de abordar la educación nos resistimos?

Una posibilidad es que lo hagamos porque no la entendemos. No sólo por no haber investigado a fondo de qué se trata la ESI, sino porque al no haber recibido esta formación nosotras/os mismas/os, nos asusta y da miedo lo que pueda surgir de ella en nuestros hijas/os.

El caso es paradójico: queremos un cambio porque sabemos que lo anterior no funciona, pero no queremos hacerlo por miedo a lo desconocido.

¿A qué tenemos miedo?

1-El nombre: Educación sexual integral

Si bien el nombre de la ley puede conducirnos a confusión, la ESI no es sólo “hablar de relaciones sexuales”. Esta educación se propone enseñarnos a expresar emociones y sentimientos, a reconocer y respetar valores como la solidaridad, el amor, la amistad, la intimidad propia y ajena y a cuidarnos y cuidar a los demás. En ella se habla de los derechos de las personas: a ser bien tratados/as, a no sufrir presiones para tener relaciones sexuales si es que no queremos, a que se trate de igual manera a varones y a mujeres, a ser respetados no importa cuál sea la orientación sexual, a detectar y evitar las relaciones de pareja violentas, entre otras cosas

2-La ESI dice que no existen varones ni mujeres.

Falso. La ESI explica a niñas y niños (proporcionalmente a su edad) justamente cuáles son sus diferencias corporales, su constitución, sus órganos y sobre todo (en la infancia) se hace especial hincapié en explicar la principal característica de sus órganos sexuales: la intimidad. La ESI plantea abandonar los tabúes y ficciones al respecto porque constituyen un terreno fértil para abusadores de todo tipo. Así, desde la infancia niños y niñas aprenden a identificar con nombres reales sus partes íntimas y de esta manera comprenden que ninguna persona extraña puede acceder a ellas. Al nombrarlas (abandonando denominaciones lúdicas como pajarito, chuchita) y darles el valor de la intimidad, se evitan confusiones (“mi pajarito quiere ver tu pajarita”) y logran identificar los hechos para poder avisar a maestras/os y familias.

Se trabajan además conceptos como el secreto, visibilizando que ellos/as pueden hablar con su familia sobre estos temas y que no deben guardarle ningún secreto a nadie respecto de estas partes.

Lejos de alertarnos porque a nuestras/os hijos/as les hablen de su constitución física y sus órganos sexuales, debemos comprender que esta es la forma de prevenir que sean engañadas/os; y sabiendo lo que realmente sucede, puedan comunicarlo.

3-La ESI promueve la ideología de género.

Falso. Lo que en realidad se busca es eliminar toda esas diferenciaciones que hacemos con nuestras/os hijas/os según hayan nacido con uno u otros sexo para evitar la reproducción de las desigualdades. Así, niñas y niños son tratados como iguales y pueden acceder a actividades y juguetes independientemente de su sexo.

Cuando hablamos de género queremos decir algo muy simple: que hemos naturalizado que los varones jueguen con autitos, no llores, de defiendan físicamente para hacerse valer etc. A la inversa, que las niñas sean sensibles, jueguen con muñecas y no reaccionen físicamente ante las agresiones sino que lloren o acusen con la maestra. Esta simplificación de la cosa, por ser simple no deja de ser real. La ESI propone cosas tan básicas a este respecto, como que en los manuales de estudio en vez de poner “mi mama cocina y cuelga la ropa”, pondremos “Quiero a mi mamá porque sale a trabajar cada día al estudio contable”. Y como los ejemplos nunca sobran, agreguemos este: “Quiero mucho a mi papá porque me cuida en casa y me lleva todos los días al cole”

Se propone construir un mundo simbólico-educativo en donde por ejemplo, ser mujer no signifique estar en el hogar y cuidar niños/as y ser padre estar fuera del mismo y ganar dinero, sino que cada una de estas actividades sean llevadas a cabo los las personas de manera pactada y electiva sin tener en cuenta el sexo con el que nacieron.

Perderle el miedo a desarmar los estereotipos, es avanzar a una igualdad en que ninguna persona necesitará identificarse con un género igual o distinto al suyo, porque como no habrá diferencias en el trato, roles y en el acceso a los que deseamos, no habrá tampoco necesidad de esto.

Por demás, si educamos a los varones, por ejemplo, dejándolos jugar con bebotes y a las mujeres con deportes y juegos de ingenio, las consecuencias más trágicas que podemos tener es que el varón “nos salga” un buen padre y la mujer ingeniera nuclear o astronauta.

4-La ESI promueve la homosexualidad

Falso. Uno de los lineamientos de la ESI es la no discriminación. Lo primero que tenemos que saber respecto a nuestra sexualidad es que la homosexualidad o heterosexualidad no se elige ni se enseña. ¿Quién en su sano juicio elegiría la homosexualidad sabiendo la condena social que implica o sabiendo que en su país por ejemplo, es considerado delito? Enamorarse o sentirse atraída por una persona de nuestro de su mismo género es algo que nos sucede, no es electivo, no es responsabilidad de nadie y por demás, no es algo malo o negativo. La ESI no nos enseña que “está bien ser homosexual o heterosexual”, sino que propone generar un espacio en donde no existan discriminaciones por nuestros deseos u orientación sexual y que ésta pueda ser expresada y tratada con respeto.

La orientación sexual no se aprende ni se enseña, es algo que simplemente es. Si esto no fuera así, las/os hijas/os de parejas heterosexuales jamás podrían ser homosexuales, y lo son.

Esto nos interpela como personas adultas para acoger a nuestros/as hijas/os y enseñarles que serán aceptados/as y que al mismo tiempo deben aceptar la diversidad para lograr una sociedad más sana.

5-La ESI enseña a masturbarse, tener sexo, facilita la promiscuidad y enseña pornografía.

Ya en la etapa de la adolescencia la ESI aborda temas como la sexualidad y las relaciones afectivas.

Que las/os adolescentes a cierta edad comienzan a explorar y masturbarse, sienten curiosidad por las relaciones sexuales y que las llevan a cabo, que acceden a material de contenido erótico y pornográfico en la web y las redes sociales etc, nos agrade o no, es un hecho. ¿Queremos intervenir y guiar este proceso o queremos negarlo como si no sucediera?

Un dato relevante es que de los estudios realizados hasta la actualidad, surge que en las escuelas secundarias con mayor recorrido e institucionalidad de la ESI se observa la postergación de la llegada de embarazos no intencionales y de las relaciones sexuales.

¿Por qué sucede esto?

Porque la ESI propone abordar las relaciones sexuales como vínculos de afecto, placer y responsabilidad. Hace especial hincapié en que nuestra sexualidad es una cuestión individual evitando presiones que todas las personas vivimos como: que ya tienes una edad para hacerlo, que todas tus amigas ya lo han hecho, que no me quieres lo suficiente, que tienes que demostrarme tu amor, etc. Se enseña a decir “no” frente a las presiones y se explican los procesos y cambios biológicos, sociales, psicológicos y afectivos en la pubertad y la adolescencia logrando que se sientan contenidos/as y evitando así decisiones impulsivas o apresuradas.

Asimismo, al despejar las relaciones sexuales de los tabúes y mitos asociados, las personas que decidan tenerlas, acceden a toda la información evitando enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

Al plantearse las relaciones sexuales en este contexto, es decir como una decisión individual y no social, y dotándolas de responsabilidad y contenido afectivo, se posibilita a que cada persona elija libremente y sea escuchada y respaldada en su elección de tenerlas o no.

No hablar de estos temas no evita que nuestros/as hijos/as tengan relaciones sexuales, sólo logra que las tengan a escondidas sin mediar la información y contención necesaria para que si así lo eligen, tengan una relación sana.

6-La ESI le quita a los padres la potestad de educar a sus hijos y la educación sexual debe darse en la casa.

La familia es la primera y principal fuente de educación. Las escuelas que actualmente implementan la ESI destacan la importancia de involucrar a las familias y por otro lo difícil que resulta hacerlo.

La ESI es una oportunidad para las familias de aprender, crear puentes y educar conjuntamente logrando así que el lenguaje sea coherente. ¿Por qué es una oportunidad?

Porque la ESI abre un espacio que las/os adultas/os no tuvimos, y que por tanto muchas veces no sabemos cómo hablar estos temas con nuestras/os hijos. Nos da la oportunidad de mediar los contenidos con nuestros valores familiares y abrir un espacio de consenso, un puente con la escuela para educar en valores conjuntamente.

¿Y si tenemos miedos legítimos a los contenidos que pueden darse? Con más razón, lejos de negarles a nuestros hijos/as el acceso a la información, la mejor opción que ocupar el espacio como familias y colaborar en la construcción de ese conocimiento.

En este sentido, la incorporación de la Esi no se propone como una cuestión autoritaria, sino que cada comunidad educativa debe incluir en su proyecto institucional la adopción de las propuestas a su realidad sociocultural e ir implementando progresivamente los contenidos de la ley de acuerdo a sus necesidades, circunstancias y respetando sus tiempos de incorporación

Con mis hijos no te metas vs. la Esi salva vidas.

Los miedos, soledades e incertidumbre que vivimos nosotros/as en la infancia y adolescencia nadie nos las cuenta. Cada una de las personas que hoy es adulta vivió en mayor o menor medida el terror a esa persona que en la calle, la escuela, el club o incluso la casa se nos acercaba con intenciones que no podíamos entender. Sentimos la vergüenza o la incertidumbre ante los cambios que se producían en nuestro cuerpo y deseos en la adolescencia. Sufrimos las discriminaciones por ser diferentes en algún momento de nuestro crecimiento e hicimos lo posible (incluso cosas contra nuestra voluntad) por ser aceptadas.

La Esi viene a explicarnos todo esto, a decirnos quienes y como somos en esta tierra, a explicarnos qué es íntimo y qué no, a que sepamos qué está pasando en nuestras vidas y nuestros cuerpos para que no sintamos incomodidad ante el mundo, a decirnos que no hay que ser igual a todos/as y que por eso tenemos derecho a tomar nuestras decisiones y no ser discriminados/as.

Finalmente ¿La educación sexual salva vidas? Quizás sí, si tenemos en cuenta que:

-El conocimiento por parte de nuestros/as hijos de su cuerpo, de la intimidad mismo y de las situaciones peligrosas por las cuales deben avisar a maestras/os y familia previene abusos sexuales

-El conocimiento de los procesos menstruales, el embarazo, los medios anticonceptivos, la enseñanza de que podemos decir no a las presiones y de que debemos tener relaciones sexuales consentidas y responsables previene embarazos no deseados.

-La enseñanza de que tenemos que vivir en la diversidad aceptando a otras personas sin discriminarlas, protege a todas las personas de sufrir todo tipo de acosos y rechazos en su vida.

La Esi tiene mucho más virtudes que exceden esta nota. Sin embargo el objetivo es empezar a despejar o romper algunos mitos para poder acercarnos a ella. Mientras más nos acerquemos, nuestro lema cambiará, o entenderemos que la Esi y la educación familiar sirve justamente para que nadie pueda meterse con nuestros/as hijos/as en esta etapa tan vulnerable como son la infancia y la adolescencia.

Sólo si educamos y protegemos con información y espacios de confianza escolares y familiares a niños/as y adolescentes, podremos darles herramientas para decir de verdad “con mis hijos/as no te metas, porque no podrás hacerlo”.

Fuente del artículo: https://www.mdzol.com/sociedad/esi-rompiendo-los-mitos-20190818-40567.html

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Emiliana Lilloy

Directora de la Diplomatura en Género e Igualdad (UCH-Fundación Protagonistas). Directora en IGUALA Consultora