España: Trabajadoras de educación infantil en huelga contra el nuevo convenio colectivo

Europa/España/REDACCIÓN EL SALTO

Salarios por debajo del SMI, inestabilidad laboral, falta de correspondencia entre responsabilidad y categorías, exceso de horas de trabajo: las trabajadoras de educación infantil van a la huelga para decir basta a unas condiciones laborales precarias

Con su trabajo diario permiten que las familias con hijos menores de tres años acudan a sus empleos para acceder a salarios probablemente superiores al suyo, pues ellas difícilmente llegan a final de mes. Se encargan del cuidado, la alimentación y la seguridad de bebés de 6 meses a activos niños y niñas de tres años, pero también de la adquisición de habilidades y el desarrollo de competencias durante la primera infancia, una etapa de la vida que se considera fundamental en materia de aprendizaje. Trabajan en centros infantiles privados o de gestión indirecta, que son mayoría entre los que ofrecen educación infantil del primer ciclo, etapa educativa en la que los centros de gestión pública directa escasean. La central sindical Comisiones Obreras que ha convocado la huelga de hoy cifra en 80.000 las educadoras y educadores infantiles —es un gremio masivamente feminizado— que están hoy llamadas a secundar un paro a nivel estatal.

Se podría decir que la de las educadoras infantiles es una gran responsabilidad, una labor fundamental para la reproducción social, pero no lo parece cuando se miran sus nóminas: en virtud del convenio de 2010, el último vigente, las educadoras infantiles cobrarían una base de 813 euros mientras las auxiliares llegarían a 646. Sus salarios actuales superan en pocos euros esas cifras, pues llevan congelados desde 2012.Según CCOO, que convoca la huelga de hoy en solitario, las subidas que prevé el nuevo convenio —el número 12, que el resto de centrales sindicales y la patronal estarían por firmar este miércoles 22 de mayo— no alcanzarían los 1000 euros de salario base hasta 2021, incumpliendo los plazos anunciados por el gobierno, que con la subida del SMI apuntaba a que en 2020 no hubiese salarios por debajo de ese umbral. Además, no alcanzaría a compensar el poder adquisitivo perdido durante los años en los que los salarios se han mantenido congelados —que el sindicato cifra en un 9%— ni aportaría mejoras reseñables de las condiciones laborales. Sin embargo, para las centrales sindicales firmantes, el preacuerdo ya alcanzado constituye una mejora en las condiciones de las trabajadoras y un “ejercicio de responsabilidad sindical”, según argumenta la Federación de Servicios Públicos de UGT, que se ha opuesto a la huelga. El otro gran sindicato del sector, la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza, predominante en el sector privado, también ha defendido las virtudes del preacuerdo señalando que de no ser firmado, se condenará a las trabajadoras a cobrar solo el SMI.

“Esta huelga es necesaria, es imprescindible y tiene que ver con la dignificación de las profesionales de la educación infantil, y por la tanto con la dignificación de la educación infantil”, afirmaba ayer Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza CCOO, y añadía: “Nos sorprende que haya sindicatos que han firmado este mal convenio que consagra no solo la brecha salarial sino la doble escala salarial según trabajes en las escuelas infantiles de gestión privada, o en las de gestión directa, con diferencias salariales muy importantes”.

La patronal “está amenazando a las trabajadoras para que no secunden la huelga, lo están haciendo porque en las últimas semanas estamos viendo una fuerte movilización del sector, y es que la precariedad no entiende de siglas”, adviertió Ocaña

“Lo que se va a firmar es una perpetuación de la precariedad”, insistía en la misma dirección Pedro Ocaña, secretario de Privada y Servicios Socioeducativos de la Federación de Enseñanza de CCOO, quien señaló que detrás de las malas condiciones laborales hay una cuestión de género, el hecho de que se trate de una profesión feminizada, relacionada con los cuidados y por tanto percibida como algo que las mujeres realizan de manera connatural sin merecer por ello una retribución económica a la altura. El sindicalista se auguraba una alta participación en la convocatoria a pesar de las amenazas y dificultades que enfrentarán las trabajadoras para unirse al paro. La patronal “está intentando meter miedo a las trabajadoras, está amenazando a las trabajadoras para que no secunden la huelga, lo están haciendo porque en las últimas semanas estamos viendo una fuerte movilización del sector, y es que la precariedad no entiende de siglas”, advirtió.La educación infantil “es la etapa educativa más innovadora, estamos luchando porque se nos vea, porque se nos escuche, porque se sepa lo que hacemos”, dijo por su parte la educadora de primer ciclo de infantil Tamara García, quien lamentó que, lejos de reconocerse la responsabilidad que asumen como trabajadoras, sean las profesionales de la educación que trabajan en peores condiciones laborales: “Cuidamos a personas totalmente dependientes, pero nuestro valor no radica solo en el cuidado, no basta con que los niños estén limpios, durmiendo, vigilados, va mucho más allá, nosotras potenciamos sus capacidades para que su progreso psicomotriz, afectivo, intelectual y social consiga el mayor avance”, reivindicó García, que es también delegada sindical en su centro.Un trabajo complejo y difícil de desempeñar cumpliendo las ratios máximas oficiales, que con leves variaciones según la comunidad autónoma, son los que se fijaron en 2010, ocho por educadora para los niños de cero a un año, 14 para los niños de uno a dos, y 20 para los niños de dos a tres. “Con estas ratios este trato individualizado que se nos exige es muy difícil, y además no todos los centros lo cumplen”, denunciaba Maribel Madera, también educadora infantil y delegada sindical en su centro. Además, subrayó, las educadoras infantiles trabajan 39 horas en contacto directo con las niñas y niños, así, a diferencia de lo que ocurre en otras etapas educativas, en general no tienen un tiempo no lectivo para completar otras tareas. “Preparar programaciones, entrevistas con las familias, informes trimestrales, lo hacemos muchas veces fuera del horario laboral ”, explica esta trabajadora.

Ejerciendo como auxiliar “ganaba 767 euros netos con las pagas prorrateadas. ¿Cómo podía llegar a fin de mes? Pues porque vivía con mis padres”, relató una joven educadora

Maribel Madera es buena conocedora de la precariedad del sector pues, como la mayoría, aún teniendo el título que le habilitaba para ser educadora, inició ejerciendo como auxiliar “ganando 767 euros netos con las pagas prorrateadas. ¿Cómo podía llegar a fin de mes? Pues porque vivía con mis padres”, relató esta joven. Y es que las educadoras denuncian la precariedad en la que se ven sumidas con salarios que en el mejor de los casos superan apenas los 900 euros, salarios con los que “acabas por pasar de depender de tus padres a depender de tu pareja, si tienes la suerte de que ésta tenga un empleo mejor retribuido”.Desde CCOO consideran que es necesario ir más allá en la equiparación de los salarios de las educadoras con otras categorías similares, como la de las maestras —que cobran hasta 300 euros más al mes— pero también con los salarios que se perciben en los centros de gestión pública, que son sensiblemente superiores a los del sector privado o de gestión indirecta. Por otro lado, si bien coexisten en los centros educativos categorías diversas que responden a distintos mínimos de formación: maestras tituladas en magisterio infantil, educadoras con un ciclo superior en educación infantil, o auxiliares que cuentan con un título de grado medio, denuncian que son muchos los casos en los que el nivel de formación exigido no se corresponde con la categoría que figura en el contrato, requiriéndose además cada vez con más frecuencia un B2 en inglés. Señalan también que las contrataciones de auxiliares se hagan para cubrir huecos, lo que lleva a jornadas cortas y discontinuas, que se traducen en ocasiones en nóminas de poco más de 300 euros.Aunque la situación sea insostenible para muchas de estas educadoras, no les resultará fácil ir a la huelga. Según contaba Tamara García, han sido muchos los mensajes recibidos en los que compañeras de profesión citaban amenazas y coacciones por parte de las empresas. El miedo a represalias que implican la posibilidad de un despido, puede ser claramente disuasorio. Por otro lado, la fijación de unos servicios mínimos elevados puede llevar a que en escuelas pequeñas no haya gente suficiente para cubrir estos servicios. Por ello García cuestionaba ayer la necesidad de fijar servicios mínimos como deciden algunas comunidades autónomas, pues esta medida, sobre todo en escuelas donde el número de trabajadoras está muy ajustado a las ratios, incidiría sobre el derecho a huelga de las compañeras. Por eso esta educadora social anima a madres y padres a no llevar a los niños al colegio en muestra de solidaridad con quienes se encargan cada día de sus hijos por un sueldo insuficiente.

Fuente; https://www.elsaltodiario.com/laboral/trabajadoras-de-educacion-infantil-en-huelga-contra-el-nuevo-convenio-colectivo
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España: Las educadoras de escuelas infantiles en manos privadas, en huelga por unos sueldos que rozan la pobreza

Europa/España/23 Mayo 2019/Fuente: El país

64.000 profesionales con una FP Superior ganan el salario mínimo, 12.600 euros brutos al año

La mayoría de los expertos educativos —amparados por la OCDE o la Unesco— insisten en la importancia de la escolarización temprana. No solo por lo que en el aula se aprende, sino porque se socializa y potencia el éxito académico y el ascenso social, al frenar las desigualdades. Aun así, el 62% de los menores de tres años no están escolarizados. Por eso, los partidos llevan en sus programas para las elecciones de este domingo la universalización de las escuelas de 0 a 3 años —gratuidad en centros públicos o cheques escolares en la concertada—. Pero ninguno entra al debate de las condiciones laborales de quienes trabajan en escuelas privadas de barrio (antes guarderías) o centros públicos de gestión indirecta, que son propiedad de Ayuntamientos, Diputaciones o comunidades autónomas pero que están administrados por empresas. Cuando se firme este miércoles el convenio del sector, los educadores infantiles van a pasar de ganar 790 euros netos al mes a 830 euros si trabajan en un centro privado, y de 810 euros netos a 900 euros cuando se vuelva a licitar el contrato si el empleo es en un centro público externalizado.

Desde que se aprobó el salario mínimo interprofesional en diciembre, a estos educadores infantiles de la privada les ingresan un pequeño complemento para cumplir con los 12.600 euros anuales a los que obliga ahora la ley. Las Administraciones públicas pagan mejor a sus plantillas dedicadas a la educación infantil.

“El 90% de las trabajadoras [el 95% son mujeres] pueden ser consideradas como pobres, según la Carta Social Europea. Su retribución apenas supera el salario mínimo interprofesional y no alcanza el 60% del salario medio nacional”, denuncia Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario, que ha convocado este martes una huelga en el sector a la que no se han adherido otras asociaciones. Hay 80.000 empleados en la educación de 0 a 3 años en centros de gestión privada, de los que 8.000 son maestros (10%), otros 8.000 trabajan en la cocina, el mantenimiento y la limpieza (10%). El otro 80% (64.000) son educadores infantiles, según los datos ofrecidos por el sindicato.

La Asociación Española de Centros Privados de Enseñanza (Acade), la patronal que agrupa al 40% de las escuelas en manos privadas, sostiene que es una huelga «improcedente, inoportuna y completamente injustificada» y asegura que la han secundado solo un 2% de sus trabajadores, mientras que Comisiones se felicita por la participación, que cifra en más de un 80%, pese a las «amenazas explícitas de despido». Este diario no ha logrado conocer la opinión de la otra patronal mayoritaria, la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), cercana al Opus Dei.

Tamara García es educadora y tutora de un aula en una escuela de conciliación familiar en una multinacional madrileña muy grande, con 18 aulas. Solo se ha quedado personal de servicios mínimos. Gana 975 euros en 12 pagas y trabaja oficialmente de ocho a cinco con 20 alumnos de dos a tres años. Cada dos aulas hay una persona auxiliar a jornada completa, con la misma formación que ella, que ayuda en todo: los cambios de pañal, las comidas, los relevos para comer… “Nosotros dentro de lo que cabe tenemos suerte porque la multinacional es fuerte e impone unos mínimos laborales”, cuenta García, que, como delegada sindical de CC OO, relata las carencias del sector.

“La precarización no solo está en el sueldo. Las ratios son abusivas, creemos que una educadora no puede abarcar todas las necesidades que tiene un niño. Y no solo las básicas, que estén limpios, que estén vigilados, sino la estimulación y el trabajo educativo”, cuenta la sindicalista. “Siempre que vas a trabajar estás con los niños. Toda la organización, informes trimestrales, reuniones con los padres… va fuera de tu horario. Por suerte, las compañeras se han dado cuenta de que hay que dar un poco de guerra, porque si no vamos a peor”, prosigue García.

Una madre, Tamara González, que trabaja en casa, cuenta que su hijo Hugo, de dos años y alumno de la escuela Nemomarlin, en Madrid, se ha quedado con ella. Busca así solidarizarse con las educadoras del centro, algunas de las cuales cobran lo que indica el convenio y otras por encima, según afirma la dirección. «Funciona igual que un colegio, no te guardan el niño. Tenemos una reunión al trimestre en la que nos cuentan lo que van a hacer, tienen sus temarios…», cuenta la madre. La profesora llega a las ocho, una hora antes de que lleguen los pequeños, y prepara las clases o tutorías. «Ayer, por ejemplo, se fue a las ocho porque había claustro», dice González.

“Con todo el respeto para quien limpia o cocina, no tiene sentido que las educadoras que tienen una formación [son técnicos superiores en Educación Infantil] solo ganen 30 euros más cuando tienen la responsabilidad de formar y cuidar a niños muy pequeños”, se queja Pedro Ocaña, secretario de Enseñanza Privada de CC OO. «Eso es por la percepción que ha habido siempre de que se guarda a los niños mientras los padres trabajan», prosigue. Si esta etapa de 0 a 3 años se imparte dentro de un colegio subvencionado, los educadores ganan un 20% más porque se les aplica el convenio de la enseñanza concertada.

«Educamos, no guardamos»

En Barcelona, unas 200 personas se han manifestado este martes a las puertas de la patronal Foment del Treball para reclamar un convenio laboral digno, informa Jessica Mouzo. Las trabajadoras han exigido una subida salarial “digna” tras “años con los sueldos congelados”. El nuevo convenio “contempla una subida salarial de entre siete euros y, como mucho, 50 euros al mes”, ha explicado Manel Pulido, portavoz de la Federación de Educación de CC OO Cataluña. En la comunidad hay, según el sindicato, 700 escuelas municipales externalizadas y otras 800 privadas.

Ingrid Cabada lleva 10 años como educadora. Ahora, cobra 1.300 euros mensuales en una guardería municipal de gestión privada en Cornellà. “No puede ser que estemos dispuestas para las familias y nadie nos valore”, lamenta. El sueldo de Ingrid es, sin embargo, muy superior a la media, pues, según Mireia Domínguez, portavoz de CC OO del sector en Cataluña, una educadora suele cobrar 930 euros mensuales. “Y no se habla de las jornadas directas e indirectas, porque nosotras la formación la hacemos los sábados, y los claustros y las reuniones con los padres, fuera del horario laboral”, agrega Domínguez. Al grito de “educamos, no guardamos” o “queremos un convenio digno”, los manifestantes han cortado durante unos minutos la Via Laietana de Barcelona, una de las principales arterias de la capital catalana.

El sueldo de los educadores de Infantil lleva congelado siete años. En julio de 2018, la CEOE y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) firmaron con UGT y CC OO un acuerdo para que en 2020 no hubiese salarios por debajo de los 1.000 euros. “Para más del 90% de las personas de este sector no será así”, recuerdan en Comisiones. UGT se muestra en desacuerdo con la protesta. «Quienes convocan la huelga han estado conformes con los contenidos que se han estado negociando del convenio hasta la decimoquinta reunión el 25 de abril, decidiendo en el último momento salirse de la negociación, a pesar de no haber cambios significativos», lamentó UGT en un comunicado.

Una de las irregularidades constantes, según el sindicato convocante de la huelga, es que se contrata a empleados con título de maestro (su salario oficial son 1.100 euros netos) pero con las condiciones laborales de educadores. Además, asegura el sindicato, se despide los meses de verano o los profesionales tienen “retribuciones parciales totalmente insuficientes para cubrir las necesidades básicas, emprender proyectos vitales con autonomía o garantizar una pensión digna”.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/05/20/actualidad/1558377993_182370.html

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