El menosprecio a los edutubers

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

«Sin regatear la importancia de la formalidad en la transmisión de instrucciones u orientaciones, ni mucho menos la calidad profesional de los expertos y sus actividades formativas, los canales de comunicación oficiales deberían reflexionar sobre las condiciones para generar una mayor fluidez y calidad de la información.»

Tres de los líderes académicos con mayor presencia en la introducción del nuevo marco curricular de educación básica han emitido comentarios despectivos, algunos en tono sarcástico, aludiendo la labor realizada por los autodenominados edutubers, profesores que a través de canales de YouTube y otras redes sociales brindan información y asesoría sobre diversos temas educativos: desde los procesos de ingreso y promoción, hasta los relativos a la capacitación del nuevo marco curricular y el desarrollo de las sesiones de Consejo Técnico Escolar, entre varios asuntos más. De manera específica, se les acusó de obtener beneficios económicos a partir de sus creaciones en la plataforma de distribución de videos.

Quizá faltó matizar la crítica hacia estas figuras: ¿basta condenarlas por hacer dinero? ¿No es en todo caso la fortaleza de los edutubers reflejo de las debilidades del mismo aparato educativo en áreas como comunicación y orientación? ¿Por qué será que si, como dijo uno de los críticos, la SEP ofrece lo mismo que los edutubers, muchos maestros voltean a ver más a éstos últimos?  ¿No fue una salida fácil el acusarlos de ser “mantenidos” por el magisterio?

Es notable el alcance que canales de YouTube tienen para difundir información educativa. Usuarios identificados como @SoyDocente.JaimeUchiha, @Profr.SantosRivera, @alex-duve y @EdgarValladares suman, al momento en que se escriben estas líneas, 1,370,000 suscriptores, seguramente en su gran mayoría docentes. Para poner la cifra en perspectiva, el canal oficial de la SEP tiene 95,400 suscriptores. La importancia de estas vías de comunicación va más allá de la cantidad de seguidores.

En los canales de Youtube de los usuarios mencionados se observa un lenguaje cercano a los profesores (los emisores son, precisamente, docentes en servicio), abordando asuntos de interés de manera oportuna e informada. La orientación ofrecida va desde temas laborales hasta didácticos. Sin afán de demeritar el esfuerzo de los titulares de estos canales, no se puede negar que parte de su fuerza radica en debilidades del mismo aparato educativo: circuitos de información excesivamente lentos y burocratizados, orientaciones deficientes, vacíos de información, procesos desordenados y confusos, etc. Es natural entonces la búsqueda y el surgimiento de alternativas.

No sólo la aparición, sino la predilección por canales de comunicación no oficiales se deriva del cambio en los hábitos de producción del conocimiento y difusión de la información en todos los campos, no únicamente el educativo.  Atrás van quedando los planos rígidos y verticales para dar paso a planos flexibles y horizontales, donde la información fluye de par a par y la reflexión no necesariamente es conducida por la figura habitual del experto o autoridad. Las capacitaciones “en cascada” y los oficios con sellos de acuse de recibo de múltiples dependencias llegan muy tarde a donde pronto llegaron otros portadores de información.

Los edutubers pudieran ser vistos como la punta de un iceberg de un fenómeno en cuya base radican comunidades, desde escolares hasta regionales, de intercambio de información, páginas web donde se comparte y en algunos casos se comercializa material didáctico, grupos de mensajería instantánea, tutoriales en línea, etc. Esta forma de compartir información no se puede detener ya. Sería aventurado apostar por la calidad de todas las opciones, pero la tendencia es innegable.

Se ha cuestionado, aunque no queda clara la razón, el hecho de que la gran audiencia que tienen estos canales genere beneficios económicos a sus creadores. ¿Cuál sería el problema si esta labor se realiza de manera legal y responsable? ¿Cómo condenar la socialización o, en su caso, la compra y venta de recursos didácticos cuando las horas no lectivas, en las que los profesores tendrían que crear estos materiales, son invisibilizadas en el horario y el pago quincenal? ¿Cómo menospreciar opciones de orientación de particulares cuando frecuentemente hay poca claridad en los medios oficiales? ¿Cómo hablar con sarcasmo de “mantenidos”, cuando buena parte del profesorado tiene que complementar sus ingresos con otras actividades y cuando no se avista que la revalorización magisterial llegue a los sueldos de los maestros?

La existencia debe ser motivo de reflexión para quienes controlan el aparato educativo. Sin regatear la importancia de la formalidad en la transmisión de instrucciones u orientaciones, ni mucho menos la calidad profesional de los expertos y sus actividades formativas, los canales de comunicación oficiales deberían reflexionar sobre las condiciones para generar una mayor fluidez y calidad de la información. Pareciera que la disputa no tendría ni razón de ser. Antes de acusar a los edutubers, quizá la SEP debería encuestar a los docentes del país sobre su satisfacción en cuanto a los procesos de formación y actualización, así como de comunicación; preguntarse, en todo caso, el motivo por el que los edutubers tienen tanta aceptación. Mofarse de ellos quizá esconda, en el fondo, el intento de ocultar defectos propios del aparato educativo.

Fuente de la información e imagen: : http://proferogelio.blogspot.com/

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SEP vs. EDUTUBERS. Una confrontación falaz, pero reveladora

Por: Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal, Marcelino Guerra Mendoza

«El sainete SEP-edutubers no suma, al contrario, polariza, divide y vacuna contra el cambio.»

No cabe duda, las redes sociales son, hoy por hoy, una arena de lucha política, un espacio de disputa en el que se despliegan un sinfín de argucias y estrategias para imponer percepciones, narrativas y supuestas verdades sobre cuestiones de interés general para la polis. El proceso de adopción de un nuevo marco curricular que viene impulsando la SEP desde hace poco más de un año, no es la excepción.

En medio del adormecimiento de las resistencias magisteriales contra las reformas educativas y el silenciamiento de una crítica otrora feroz, ahora domesticada y complaciente, la lucha parece haberse desplazado hacia dos grupos que en realidad no son opuestos; ni lo serán, a menos que la SEP se empeñe. Nos referimos al sainete de este fin de semana protagonizado por funcionarios con cara académica y edutubers de alto impacto entre el magisterio – a juzgar por el número considerable de seguidores en sus redes sociales-.

  1. Los hechos

Angel Díaz Barriga, investigador emérito de la UNAM, máxima autoridad académica de la SEP en el proceso de cambio curricular, dictó una conferencia sobre el nuevo plan de estudios y el lucro que los youtubers han hecho, en la Escuela Normal de Tlaxcala, “no podemos seguirlos fortaleciendo”, comentó en su intervención. La diapositiva a propósito de la cual tocó el asunto llevaba por título: “Los maestros saben, los youtoubers (sic), hacen dinero” (https://www.youtube.com/watch?v=sT51TN5fwHc, minuto 1:13:57).

No quedó ahí la cuestión. En el marco de la semana académica La nueva Escuela Mexicana organizada por la SEP de Baja California Sur, se dictaron las conferencias El codiseño: Proceso que visibiliza las necesidades educativas. Autonomía profesional y el proceso de construcción dialógica y horizontal, la primera a cargo de Rosa Ma. Torres Hernández, rectora de la UPN y la segunda por Rodrigo Castillo Aguilar, director general de Formación Continua a Docentes y Directivos de la SEP.

En su intervención, Rosa María Torres señaló que no existían formatos preestablecidos para el diseño de programas analíticos; de la nada remató: “si se los quieren comprar a los youtubers yo no me opongo, cada quien mantiene a quien quiere, yo mantengo a mi hijo porque quiero, si ustedes quieren mantener a un youtuber manténganlo, cada quien es libre de mantener a quien quiera”.

Luego vino el turno de Castillo Aguilar, quien se subió al tren de las denostaciones contra “los mantenidos”, al comentar que, en ejercicio de su autonomía profesional, los docentes “diseñarán, construirán, o incluso mantendrán a los youtubers”; la alusión fue breve, pero el tono de burla fue evidente.

Con estas intervenciones fuera de lugar, los académicos-funcionarios no hicieron sino evidenciar su ignorancia sobre el funcionamiento de las redes sociales, las formas de comunicación digital, los modos de facturar en youtube, la relación entre comunicación y consumo en canales educativos y la existencia de edutubers aquí y en todo el mundo como parte del proceso de reconfiguración de los modos de enseñar, surgidos a partir del uso de plataformas digitales y demás recursos tecnológicos. Que simpaticemos o no con estos cambios es otra historia.

Más grave que la ignorancia, es la soberbia y el tufo clasista detrás del desafortunado mote de mantenidos adjudicado a los youtubers. Es además un contrasentido inadmisible por parte de quienes encabezan un proceso que pretende ser transformador, inclusivo y basado en el pensamiento crítico. En el caso de Rosa María Torres, es doblemente grave e inadmisible por el tono pendenciero que utiliza, indigno de alguien que ostenta el cargo de rectora de una institución de educación superior. Si tiene un ápice de autocrítica, debería disculparse públicamente.

Evidentemente, sin mucho pensarlo y sin medir las consecuencias, ambos funcionarios secundaron la postura del investigador emérito; al parecer ninguno se ha enterado de que el lucro que critican no surgió con la reforma curricular que encabezan.

La reacción no se hizo esperar. De inmediato, tres creadores de contenido que se sintieron aludidos, y son, por cierto, los que cuentan con el mayor número de seguidores en redes sociales -el que menos cien mil, el que más ochocientos mil-. grabaron sendos videos expresando su disgusto.

Juzgaron los comentarios como desafortunados, ofensivos, un insulto a la inteligencia no únicamente de los edutubers, como se autodenominan, sino a la del magisterio también. Resulta inadmisible que académicos a cargo de conducir el proceso de cambio curricular, se refieran de esta manera a ellos y su trabajo.

En su defensa, afirmaron que ha sido la ineficiencia de la SEP y la escasa actualización recibida por los maestros sobre el nuevo plan, lo que los ha llevado a subsanar las fallas aclarando dudas del magisterio. “No somos la SEP”, pero a diferencia de las cápsulas deficientes que producen teniendo toda clase de recursos a su alcance, los donativos de quienes los ven les han permitido adquirir equipo profesional para producir contenidos informativos de mayor calidad.

Acusaron desconocimiento de los académicos-funcionarios sobre las problemáticas reales de las escuelas, incapacidad para dar respuesta a preguntas concretas; uno de ellos le envió a la rectora de la UPN este mensaje: “si no sabe cosas, investíguelas” Exhibieron los más de cien mil pesos mensuales netos que reciben e incluso recordaron sus antecedentes de colaboración con administraciones pasadas, igual que declaraciones de Díaz Barriga en medios afirmando que el anuncio del Nuevo Modelo Educativo 2017 era ambicioso y llegaba tarde. “Hoy lo que se propone, ¿no es demasiado ambicioso también? ¿no llega peor de tarde? Hay que cambiar la estructura de la SEP, ¿por qué no empiezan por ahí?. Cuestionaron que “cuando te contratan y hay dinero de por medio tu discurso va a cambiar mientras más te paguen, y mientras estés bajo el cobijo o a las órdenes del gobierno…”

Obviamente, recibieron el apoyo abrumador de sus seguidores, docentes también, como ellos.

  • Lo que revela el sainete

Todas las reformas educativas suelen estar acompañadas y ser respaldadas por expertos, especialistas reconocidos por el poder como portadores del saber legítimo. A diferencia de procesos anteriores, hoy domina entre ellos un perfil pedagógico-didáctico carente de pericia técnica y perspectiva política. Quizá por eso no logran entender y ni siquiera se preguntan por qué los docentes gastan parte de su reducido salario en comprar planeaciones, exámenes, formatos e incluso constancias de cursos.

Estas prácticas mercantiles existen desde hace tiempo, han sido promovidas por el mismo sistema educativo en el transcurso de las sucesivas reformas. Su continuidad muestra los efectos subjetivos que la narrativa neoliberal produjo e instaló en el magisterio. Desde hace tiempo la educación pública está regida por una racionalidad en la que el conocimiento es visto como una mercancía más, que se vende a quien pueda adquirirla. Los docentes pagan por tener acceso a cursos de actualización y posgrados, por prepararse para las evaluaciones de USICAMM, para obtener constancias que acrediten cursos tomados; en resumen, hay demanda creada, y ésa demanda mantiene vivo el mercado de las credenciales.

Por otra parte, y como ha advertido Ball, la trayectoria de la política está determinada por múltiples influencias; hoy una de ellas es la de los docentes edutubers, a estas alturas protagonistas importantes de la puesta en acto del nuevo plan. Surgieron al inicio de la reforma anterior para difundir información oficial y orientar a los docentes sobre los procesos de evaluación docente.

Estos edutubers son docentes o asesores técnico pedagógicos en activo; aparte de cubrir su jornada laboral, crean contenidos, difunden toda clase de información oficial y facturan por ello (Shakira dixit), nadie los mantiene. Es decir, reinterpretan, traducen, resumen, digieren los textos de la política en todas sus modalidades y a su vez los hacen digeribles a sus colegas, que son quienes los siguen. De modo que hacer comentarios con tufo clasista en su contra, no impedirá que continúen haciendo este trabajo, pero sí, en cambio, abonará a la falta de credibilidad y motivación en el proceso de cambio.

Todo esto forma parte de los problemas de instrumentación comunes en este tipo de procesos, y seguirán ocurriendo, sin duda alguna. No por ello dejaremos de subrayar lo que a nuestro entender, constituyen cuestiones sustantivas que poco a poco han quedado al margen, fuera del debate público.

  • La reforma educativa de la 4T que prometía una transformación radical de la educación, la escuela y el sistema educativo, se fue desdibujando poco a poco. No es gratuito que todas las discusiones, incluso por parte de quienes inicialmente criticaron la propuesta, hoy estén enfocadas en los aspectos más instrumentales: programas sintéticos y analíticos, codiseño, recontextualización, campos formativos.
  • Hace un año, el planteamiento conocido como “Marco Curricular”, ni siquiera mencionaba a la Nueva Escuela Mexicana -aportación del neoliberal Esteban Moctezuma Barragán, amigo cercano del empresario televisivo Salinas Pliego-; en la primera versión, se partía de un diagnóstico que señalaba como problema principal la desigualdad económica, social, racial, de género, cultural y educativa en todas sus formas. Retomaba el concepto de lo común en su versión radical, es decir, como praxis social de lucha para convocar a transformar la educación de acuerdo con principios como solidaridad, colaboración, apoyo mutuo. Ciertamente el documento era indigerible por su estructura y lenguaje, pero tenía como característica el empleo de un discurso distinto. Del Marco Curricular circularon 5 versiones, pero ya desde la segunda se incorporó todo un apartado sobre la NEM; el documento finalmente aprobado se llenó de farragosas alusiones al artículo 3°, a la Ley General de Educación y al derecho humano a la educación.
  • Otro punto al que parecemos habernos acostumbrado, es que se optó por la filtración de documentos inacabados como estrategia política para acercar la propuesta al magisterio, bajo el argumento de que se trata de una propuesta en construcción. Para les profes a ras de tierra, esto ha provocado desconcierto, inconformidad y confusión. Con todo a su favor, la SEP ha desaprovechado su enorme capital político, ha cometido pifias, demoras inexplicables que envían un mensaje de desconocimiento, desorden y falta de seriedad gubernamental.

En conclusión: el sainete SEP-edutubers no suma, al contrario, polariza, divide y vacuna contra el cambio. Pero todavía más preocupante es la evidente dificultad de la SEP para explicar con claridad lo que se pretende. Y si algo no se puede o no se sabe explicar, y cientos de miles de destinatarios de las políticas optan por recurrir a los edutubers que digieren y resumen la información oficial, es que hay problemas graves que no tienen que ver con la comunicación, tampoco con que los docentes no leen -que si a esas vamos, la SEP es la primera en desincentivar el estudio con las actividades de CTE que propone-, sino con el modo de entender los problemas y la claridad respecto al punto de llegada. Como siempre, el principal problema es el problema, lo demás es consecuencia. Entonces: ¿estamos frente a un proceso de cambio transformador? Eso es lo que está en duda.

Fotografía: villaeducacion

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Escuela y covid-19: llega la hora de los ‘edutubers’

Por: Nacho Meneses

La incertidumbre que rodea la vuelta a clase en medio de la pandemia favorece un perfil de docente más innovador y participativo: el de los profesores ‘youtubers’

Incorporar la tecnología en el aula dejó de ser una opción el pasado mes de marzo, cuando la pandemia de coronavirus provocó el cierre repentino de los centros educativos en España y en muchos otros países. Con más o menos fortuna, y en cuestión de días, los docentes tuvieron que encontrar la mejor manera de seguir dando clase a distancia, echando mano de las herramientas tecnológicas a su alcance: plataformas como Zoom, Google Classroom, Microsoft Teams… y YouTube, un recurso recurrente en el aprendizaje de los internautas. Según datos de Google, siete de cada diez usuarios de la plataforma la utilizan para aprender, y si en enero y febrero se subieron 300 vídeos en todo el mundo con las palabras “enseñanza a distancia” en el título, solo en marzo ese número superó los 23.000. Meses después, y cuando arranca el año académico en medio de fuertes medidas de seguridad para contener el número de contagios, la tecnología es ya una herramienta esencial para los educadores, los alumnos y sus familias.

En este contexto de incertidumbre por cómo se desarrollará el nuevo curso, la figura de los edutubers, o educadores por YouTube, cobra una relevancia especial. Canales educativos con años de experiencia como Unicoos, del profesor David Calle (1,4 millones de seguidores que aprenden con él matemáticas, física, química y tecnología); La cuna de Halicarnaso, del profesor de Historia y Geografía José Antonio Lucero (150 mil) o AntonioProfe, del andaluz Antonio Pérez (26.900 estudiantes de Física y Química), marcan el camino de un estilo de enseñanza interactivo y participativo, basado en un modelo de aula invertida (o flipped classroom) que se adapta sin problemas al tipo de enseñanza que se necesite en cada momento, ya sea cara a cara, semipresencial o a distancia.

“Ahora todo el mundo está preocupado por una vuelta segura a las clases, y eso está genial, pero no se está hablando de qué cambiamos, de qué forma diferente debemos afrontar las lecciones, o de cómo conseguir que los alumnos se impliquen y participen en las videoconferencias”, reflexiona Calle en voz alta. Para este profesor, falta tanto formación como recursos por parte de las administraciones educativas, para que los docentes puedan abordar su docencia digital con todas las garantías.

No se trata solo de mandar vídeos

Todos los docentes consultados coinciden en un punto: dar clase por Internet no es simplemente mandar una lista de 50 o 100 vídeos a tus alumnos, ni conectarse a una videoconferencia para hacer exactamente lo mismo que harías en el aula. “Hay que cambiar el qué se enseña y el cómo se enseña, tratando de introducir dinámicas diferentes para motivarles e implicarles en otras iniciativas que les interesen, porque si no… Si ya en clase se te duermen, imagínate a las nueve de la mañana en su casa”, sostiene Calle. En el modelo de aula invertida, los estudiantes ven el contenido por su cuenta antes de clase, de manera que el tiempo que pasan con el profesor se emplea para contestar preguntas y realizar actividades colaborativas.

“Yo no explico en el aula”, confiesa Antonio Pérez, profesor de Física y Química de ESO y Bachillerato en Los Barrios (Cádiz). “Las clases las dedicamos a resolver dudas, al igual que hicimos durante el confinamiento: ellos veían la teoría en casa y las preguntas las resolvíamos por videoconferencia. Por eso es una metodología tan interesante, porque atiende perfectamente a la diversidad. Como la clase está grabada, el alumno al que le cuesta más puede verla tantas veces como necesite, de manera que cuando volvemos a clase ya estamos todos al mismo nivel”, asegura. Pérez, que es finalista al Gobal Teacher Prize 2020 y que protagoniza el documental Soy EduTuber, que se verá próximamente en el festival de cine documental Alcances, en Cádiz, ha acumulado en su canal casi 500 vídeos que cubren todo el temario de Física y Química desde 2º de la ESO hasta 2º de Bachillerato, con los ejercicios más importantes de cada tema. “A mí me gusta ser innovador, y probar cosas nuevas; y la verdad es que, cuando empiezas a usar metodologías activas como esta, los resultados mejoran, y mucho”.

José Antonio Lucero creó La cuna de Halicarnaso en 2015 para ofrecerle a sus alumnos un contenido audiovisual que ellos pudieran usar para estudiar o repasar en casa. Pero, como en el caso de Calle y de Pérez, lo que empezó como un pequeño proyecto adquirió gracias a Internet un alcance inesperado que traspasó fronteras, especialmente el curso pasado. Y, también como ellos, adoptó el mismo modelo de clases invertidas. “Yo les pido que vean un vídeo a la semana, que ellos tienen que trabajar en casa tomando apuntes según un modelo (el de las notas Cornell) que les enseño a principios de curso. Y luego, lo que se genera en clase es tiempo para reflexionar sobre la cuestión histórica que estamos planteando, mediante tareas cooperativas o proyectos. Generar un debate es fundamental no solo para el aprendizaje, sino para desarrollar el espíritu crítico”.

Entre las actividades que emplea tras el visionado de los vídeos, Lucero cita algunas como un análisis de imágenes, la realización de preguntas y respuestas para otros compañeros o investigaciones en el aula, usando recursos informáticos. Pero insiste en un punto: estos recursos son muy válidos, pero no lo son todo: “Para mis alumnos, el vídeo puede significar entre el 10 y el 20 % de lo que aprenden. Debe combinarse con otras actividades y metodologías activas en el aula, que sirven para reflexionar y aprender de muchas maneras”. Y Calle recuerda que “los profesores ya no somos la única fuente de conocimientos. Por eso es imprescindible guiarles, enseñarles qué tipo de cosas deben ver y que puedan discriminar las fuentes fiables de las que no lo son; plantearles preguntas; trabajar en equipo con ellos; debatir; conocerles un poco más…”

Además de cubrir el temario de Historia, La cuna de Halicarnaso aborda también, desde un punto de vista objetivo, cuestiones de actualidad no exentas de polémica para explicárselas a un alumno de Secundaria: ¿por qué me dicen facha si llevo la bandera de España? ¿Por qué tenemos un rey? ¿Por qué no aparecen tantas mujeres como hombres en los libros de texto? Una iniciativa que pretende desmentir la impresión generalizada de que la Historia es solo una materia para memorizar hechos pasados: “Yo creo que la Historia sirve, sobre todo, para comprender y reflexionar sobre nuestro presente”, afirma Lucero.

¿Son entonces los vídeos todo ventajas?

No del todo. Para este docente, presentan el inconveniente de que el profesor no está delante para responder las dudas que puedan surgir en los estudiantes, y por eso intenta que las apunten para luego formularlas en clase; y siempre sin olvidar que puede haber alumnos que no tengan un buen acceso a Internet o que a lo mejor tienen un solo ordenador para varias personas, y para ellos ha de preparar otras estrategias.

“Es muy común que al alumno que estudia en casa le surja una duda, pero que cuando regresa a clase ya se le ha olvidado”, cuenta Pérez. Para evitarlo, él los anima a que dejen sus dudas o preguntas en los comentarios del vídeo o a través de las redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter, en las que el docente mantiene un contacto directo con sus alumnos. “En Instagram, por ejemplo, suelo subir fotos de las prácticas que hacen ellos en sus casas; o me mandan una foto de un problema que no les sale, y si yo en ese momento estoy en casa, trabajando en algo de eso, les resuelvo la duda en el acto. O la tenemos ahí y al día siguiente, en clase, abrimos esa red social y la contestamos”.

Conservar la pasión por aprender

“Tal vez, lo que en muchas ocasiones ha generado este sistema educativo es una desilusión por aprender, y ha hecho que poco a poco pierdan esa curiosidad e ilusión que los niños sienten a los tres, cuatro, cinco años”, reflexiona Lucero. “Al final, de lo que se trata es de generar amor por el conocimiento, sobre todo en Secundaria. Porque cuando a un chaval se le transmite ese amor por aprender, eso nunca se le va. A mí no me importa que mis alumnos salgan de la ESO conociendo un montón de fechas, nombres y hechos históricos; sino que no pierda su amor por mi materia, por seguir aprendiendo historia”. Para este experto, estamos acostumbrados a un sistema conductista en el que el profesor conduce y el alumno va sobre raíles; así que, al final de su etapa educativa, “es como si hubiera estado todo el rato sentado en el tren de la bruja, recibiendo. Eso genera en muchos alumnos la sensación de que ellos no construyen su propio aprendizaje, sino que se les impone, y genera desconexión porque no ven el atractivo al sistema”.

Si se consigue generar esa pasión por aprender, los resultados no solo serán mayores, sino también más duraderos. Los estudiantes se implicarán más y tomarán una mayor responsabilidad sobre su propio aprendizaje. Algo en lo que coincide también Antonio Pérez, que a la hora de hacer prácticas da total libertad a sus alumnos: “Ellos pueden hacer la que quieran. Te pongo un ejemplo de segundo de la ESO. Un día me vino uno de ellos y me dijo: “¡Antonio, yo quiero hacer un cohete!” “¿Un cohete, chiquillo?”. “Sí, sí”. “Pues nada, métete por ahí, busca la información, dime lo que quieres hacer y yo te ayudo”. Ellos hacen todo el proceso completo: buscan la información, los materiales, hacen el experimento, explican lo que ha pasado… Como están siguiendo todo el método científico, desde la observación hasta la obtención de resultados, es válido para cualquier asignatura”. Y añade: “A lo mejor no está relacionado directamente con lo que estás dando en ese momento, pero ese contenido se les queda, es un aprendizaje significativo que además cumple con el propósito de las prácticas, que es que conozcan cómo funciona la ciencia”.

Unicoos, de la crisis a la pandemia

Cuando en 2011, y por la crisis económica, la pequeña academia que David Calle tenía en Velilla de San Antonio (Madrid) se quedó sin la mitad de sus estudiantes, le dio tanta pena que decidió superar su miedo escénico y comenzó a grabar vídeos para ayudar a sus estudiantes. Iba a ser algo para una treintena de estudiantes… Y hoy, nueve años después, Unicoos es ya una comunidad virtual de casi un millón y medio de estudiantes, docentes e incluso padres, tiene su propia web e incluso una app para Android, y ha superado los contenidos de matemáticas, física, química y tecnología para abordar todas las asignaturas, con el proyecto BeUnicoos. Le han comparado con Salman Khan, creador de la web Khan Academy y recipiente del Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2019, “con una pequeña diferencia: que él recibe 100 millones de dólares al año en subvenciones y nosotros ni 100 euros… Ojalá pudiera yo tener también 200 empleados, y hacer muchas más cosas con Unicoos. Porque no dejan de pedírnoslas”, confiesa.

Tanto ha crecido que ahora, además de casi 900 vídeos gratuitos, incluso tienen una parte premium “con toda la teoría que necesitan, exámenes que se corrigen solos, ejercicios resueltos, un chat y un foro de preguntas y respuestas que, en dos años, ha resuelto ya 600.000 dudas”, explica Calle, e incluso han desarrollado algunas herramientas para profesores, como BeCam, una plataforma de videoconferencias que tiene una pizarra multiusuario en la que profesor y alumno pueden pintar a la vez, o BeQuest, una aplicación para ludificar las clases a través de un juego interactivo de preguntas y respuestas.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/economia/2020/09/16/actualidad/1600249878_557809.html

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Los edutubers, las nuevas estrellas de YouTube: cuáles son los canales más populares para estudiar durante la cuarentena

Por: Clarín. 

Con el cierre de centros educativos en Argentina como medida para prevenir el contagio del nuevo coronavirus, los alumnos se quedaron en sus casas y no podrán ir a clase al menos hasta el 31 de marzo, pero son muchos los denominados edutubers que crean contenido sobre diferentes materias a través de su canales de YouTube.

De esta forma, los estudiantes de Primaria y Secundaria pueden complementar desde casa la asignatura que sus profesores les mandan de una forma más divertida y entretenida a través de videos de YouTube.

Los creadores de este tipo de videos educativos son conocidos como edutubers y estos son algunos ejemplos de los canales con los que los niños pueden aprender desde casa.

Math2me

Math2me es un canal de YouTube de origen mexicano dedicado a publicar videos de matemáticas y cuyo objetivo es que los estudiantes dejen de «tener miedo» a esta asignatura. También se encargan de dilucidar problemas de física.

En sus videos José Alejandro Andalón da clases de matemáticas de todos los niveles, desde Primaria hasta inicio de la Universidad, y en ellos explica temas como multiplicaciones, ecuaciones, fracciones e incluso consejos para exámenes de admisión a la universidad.

Este canal comenzó en 2009 y ahora cuenta con 1,93 millones de suscriptores. Además, es uno de los quince canales educativos más importantes en YouTube.

Derivando

Este canal de YouTube fue creado por el matemático, ingeniero y profesor de la Universidad de La Rioja (España) Eduardo Sáenz de Cabezón.

En su canal, que cuenta con cerca de un millón de suscripciones y fue creado en 2015, Sáenz de Cabezón enseña matemáticas mediante curiosidades que rodean esta materia.

«En realidad, yo no enseño matemáticas. No hago matemáticas para clases, de resolver ejercicios. Cuento más bien anécdotas, curiosidades», indicó el edutuber en una entrevista a Europa Press.

Aula365

 

Video: Aula365, el canal argentino para estudiar a través de YouTube

El canal argentino ofrece clases de todo tipo de materias, entre ellas matemáticas, lengua, inglés, ciencias naturales y sociales.

Aula365, que tiene más de 700.000 suscripciones, se dirige a padres, profesores y niños de Educación Primaria mediante unos dibujos llamativos y divertidos, que hacen que la «clase» sea más entretenida.

Smile and Learn

Para niños de entre 3 y 12 años, el canal Smile and Learn tiene videos con contenidos didácticos de todo tipo de materias, como matemáticas, historia, geografía, ciencias y letras.

Sin embargo, Smile and Learn, que tiene cerca de 400.000 suscriptores, también tiene videos en los que sus creadores hablan sobre las emociones o incluso el yoga.

La Eduteca

Con videos de menos de 10 minutos, La Eduteca es un canal dirigido a niños y estudiantes de Primaria para complementar su educación en materias como matemáticas, ciencia e historia.

Los videos de este canal, que tiene 150.000 suscriptores, pueden servir tanto para aprender desde casa como para que los profesores complementen las clases.

Unicoos

Unicoos es un canal creado en 2006 por David Calle, un ingeniero de telecomunicaciones, que tiene 1,3 millones de suscriptores. Desde entonces sube videos dirigidos a estudiantes de Secundaria, Bachillerato y universitarios.

En este canal Calle trata materias de ciencias, como matemáticas, física, química, dibujo técnico o tecnología. Además cuenta con su propia página web e incluso una aplicación disponible tanto en iOS como Android.

Canta y aprende

Daniel Pattier es un maestro de Educación Primaria que une la música y la educación en los videos de su canal Canta y Aprende. Pattier compone canciones para aprender cualquier tipo de contenido, como los ríos de España, los planetas o incluso la tabla periódica.

Canta y Aprende tiene 20.900 suscripciones y está dirigido a estudiantes de Jardín de Infantes y Primaria, aunque también incluye videos para estudiantes de Secundaria.

ExpCaserosKids

Mayden y Natalia son los protagonistas del canal ExpCaserosKids y en él hacen experimentos y retos para enseñar a los más pequeños nociones básicas de física y química.

En sus videos también hacen experimentos y el canal tiene más de tres millones de suscriptores.

Fuente de la reseña: https://www.clarin.com/tecnologia/edutubers-nuevas-estrellas-youtube-canales-populares-estudiar-cuarentena_0_zcaPVZcFB.html

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Edutubers, una alternativa para estudiar en tiempos de coronavirus

Noticia/19 Marzo 2020/semana.com

A pesar de que el imaginario es que YouTube es un espacio para el ocio de los jóvenes, estudios y expertos coinciden en que esta plataforma es cada vez más popular para aprender desde cualquier lugar y de diferentes temáticas.

Daniel, quien actualmente va a mitad del pregrado de ingeniería mecatrónica en la Universidad Piloto, recuerda que en su época del colegio estaba lejos de ser el estudiante más destacado en las clases de álgebra y trigonometría. Por el contrario, era usual asistente a las jornadas de recuperación. “No entendía nada de lo que veíamos en clase, no me concentraba, no cogía una sola ecuación”, dice.

Sin embargo, recuerda que en las recuperaciones no tenía problema alguno para resolver las ecuaciones. ¿Por qué? Su preocupación por no rezagarse de los demás y la presión por obtener mejores calificaciones lo llevaron a buscar en internet explicaciones a los vacíos que tenía en clase. Fue así que encontró al hoy ya reconocido youtuber Julio Profe, que para 2012 era casi un desconocido.

Relata que en la tranquilidad de su casa encontró videos en los que explicaban cómo resolver una ecuación lineal o una factorización. “Solo necesitaba avanzar a mi propio tiempo, repetía los videos muchas veces hasta que entendía”, cuenta.

Fue así que pasó de perder todos los periodos del colegio álgebra, a estudiar una carrera con una alta exigencia de conocimiento no solo de matemáticas, sino de física y electrónica, entre otras habilidades específicas.

Pero la experiencia de Daniel no es un caso aislado. La tendencia de utilizar una plataforma como YouTube para el aprendizaje es cada vez más común entre los jóvenes, a pesar de que en el imaginario de muchos esta herramienta solo se usa para el ocio.

Aprender a resolver una ecuación algebraica, encontrar un análisis detallado de un libro, aprender historia, recetas de comida o incluso técnicas de jardinería japonesa y maquillaje, son solo algunos de los usos que le dan las personas a YouTube, especialmente los nativos digitales.

Algunas de las claves del éxito de este nuevo formato de aprendizaje son la narración oral, un lenguaje coloquial, el uso de la primera persona para explicar la experiencia o el conocimiento propio. A todos estos factores, que distan del formato de enseñanza de los colegios o tutorías clásicas, se le suma el alto consumo que los jóvenes hacen de las redes sociales cada día.

Un estudio de Google sobre YouTube indica que el 47 % de la generación Z (nacidos desde 1995) pasa más de tres horas en YouTube y el 22% de los mileniales (nacidos entre 1980 y 1990) también.

La preferencia de aprender con YouTube también se evidencia en el estudio de Pearsons Education, que revela que el 59 por ciento de los estudiantes de la Generación Z prefiere aprender de YouTube, mientras que solo el 41 por ciento prefiere un libro de texto. En el caso de los millennials, el 55 por ciento prefiere YouTube y un 45 por ciento los libros. 

Este panorama ha generado que cada día se produzcan mil millones de visitas con contenido relacionado con el aprendizaje y se compartan más de un millón de videos, precisa el informe.

Es tal el auge de aprender por esta plataforma de videos que en 2018 pusieron en marcha YouTube Learning, en la que se ha invertido alrededor de 20 millones de dólares para ofrecer soportes a todas las personas que usan YouTube para compartir sus conocimientos con el resto del mundo.

El objetivo es mejorar el servicio que se ofrece tanto a los educadores como a los estudiantes. Para ello, se abrió un Learning Fund para apoyar financieramente a los creadores que elaboran algunos de los mejores contenidos de aprendizaje en la plataforma, incluyendo videos que abarcan una amplia gama de temas, desde habilidades profesionales (como técnicas de entrevistas y diseño de CV) a ciencia informática (como codificación para desarrollo de juegos y conocimientos básicos de JavaScript).

“Los videos educativos en YouTube son un formato muy interesante para el usuario, resultan cercanos, son audiovisuales, tienen un estilo fresco y ameno, permiten empatizar con el youtuber y el hecho de que se pueda consultar el video todas las veces que se quiera es una ventaja”, explica José J. Priego, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la la Universidad Abierta de Cataluña.

Y es que al igual que Daniel, para muchos usuarios ver un video es la manera más efectiva de entender o conocer un tema, y las opciones de contenidos en YouTube son infinitas y muy diversas. Un 86 por ciento de los usuarios afirma que entra a menudo para aprender algo nuevo, indica el mismo estudio.

Priego considera que la gente mira videos en línea para aprender nuevas habilidades, aprender cosas, perseguir pasiones o consultar dudas, lo que les da seguridad y confianza en los diferentes escenarios de su cotidianidad.

Ante este escenario, no es de extrañar que hayan surgido nuevas figuras divulgativas como los edutubers, youtubers especializados en educación y divulgación. Algunos son seguidos por comunidades de cientos de miles de personas, por ejemplo, Julio Profe tiene 3.6 millones de suscriptores en YouTube.

Julio Alberto Ríos Gallego, caleño de 45 años, profesor de matemáticas y física, creó su canal de YouTube en 2009 con el fin de ayudar a los estudiantes del colegio y la universidad en el que daba clase en ese momento. Esta iniciativa nació para servir de apoyo a sus estudiantes que no entendían algún tema específico y sobre todo para no dejarlos “atrasar” cuando ellos no asistían a clase. Al ver gran acogida de su canal en YouTube, su objetivo principal se convirtió en llegar a cada rincón donde la población quisiera aprender a través de internet y esta plataforma facilita esto.

Bajo la misma premisa que ‘Julio Profe’ hay cientos de canales como ExpCaseros, Unicoos, Date un Vloge, CdeCiencia, La Gata de Schrödinger o Ciencias de la Ciencia, entre otros.

“Somos creadores de contenido que utilizamos el video y la plataforma YouTube para hacer divulgación y enseñar gratuitamente a cualquier persona historia, matemáticas, música, marketing o cualquier otro tema”, afirma el profesor Priego, autor del canal Ciencias de la Ciencia. 

Aunque YouTube es el gran referente, también Instagram se ha abierto a esta tendencia. El nutricionista Carlos Ríos, con 1.300.000 suscriptores, habla diariamente en su cuenta sobre educación nutricional y saludable para los más pequeños. “Hace cinco años en YouTube solo había canales de divulgación en inglés, ahora están creciendo mucho y creo que es una manera de democratizar la educación”, concluyó Priego.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/edutubers-una-alternativa-para-estudiar-en-tiempos-de-coronavirus/657237

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YouTube educativo: una herramienta para los alumnos

Por: Paulette Delgado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

YouTube, la conocida plataforma social de video, ha revolucionado la manera de aprender debido a su facilidad para compartir contenidos educativos. La plataforma ofrece tutoriales de maquillaje, cocina, matemáticas, manualidades y muchos temas más.

Estos tutoriales se volvieron muy populares debido a su lenguaje sencillo e instrucciones paso a paso, sin caer en tecnicismos. Es por eso que para muchos jóvenes, la plataforma se ha vuelto un método más de enseñanza desde la comodidad de sus hogares. En América Latina, por ejemplo, el 80 % de los usuarios acuden a YouTube como su primera opción al querer aprender algo nuevo.

Aunque YouTube existe desde 2005, y se volvió parte de Google en 2006, no fue hasta el año 2014 que la plataforma decidió darle un espacio especial a la educación y crear YouTube Edu, una sección dedicada a tutoriales y contenido educativo.

Aunque no se trata de reemplazar el aprendizaje en el aula, esta red es una gran manera de apoyar a los alumnos fuera del salón de clases. Por eso, es cada vez más común que los docentes suban contenido a YouTube, convirtiéndose en “edutubers”.

En el INCmty 2019, Norma Angélica Lara Uribe y Perla Téllez Garza, expertas en contenido digital del Tecnológico de Monterrey, hablaron sobre cómo ser un “YouTuber educativo”. Explicaron que los alumnos del Tec buscaban aprender más y querían material de apoyo, por lo que recurrían a YouTube y fue ahí donde surgió la idea de VideoLab, un espacio que ofrece artículos, videos y más información para cualquiera que esté interesado en crear recursos de calidad para sus alumnos. También sirve como plataforma para visualizar a los maestros de la institución que ya cuentan con su canal.

VideoLab Tec es un espacio digital en donde encontrarás artículos, videos e infografías que te explican todo lo que necesitas saber para crear un recurso de calidad y atractivo para tus alumnos. Además, podrás conocer algunas de las iniciativas que ya se están llevando a cabo en el Tec de Monterrey.

Su ponencia se enfocó en ofrecer una guía para crear contenido, enfatizando la importancia de tener claro para qué se crea el canal, para quién, por qué y cómo. Además, explicaron que es importante ser consistentes y disciplinados, subiendo contenido de manera constante para tener el canal activo, así como seleccionar el tipo de video educativo que se necesita: ¿es más como una clase?, ¿un repaso?, ¿un tutorial? Y muy importante, producir un material de calidad.

En la plática, Norma Lara comentó que “el perfil de los profesores ha cambiado tremendamente. La tendencia de innovación los ha llevado a hacer otras cosas […] cada maestro tiene su propio estilo y manera de enseñar”. Irving Oziel Cruz, docente, comentó al Observatorio que crear contenidos en video es una buena forma para apoyar al alumno ya que puede acceder al recurso cuando lo necesite y la experiencia del maestro se queda grabada en video y a su alcance. “Es lo que viene” comentó el maestro.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/edutubers

Imagen: Tymon Oziemblewski en Pixabay

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