Page 3 of 11
1 2 3 4 5 11

Elecciones intermedias y Cuarta Transformación

Por: Luis Hernández Navarro 

La magnitud del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018 hizo creer a algunos de sus simpatizantes en la inevitabilidad de una victoria apabullante en las elecciones intermedias tres años después. Aunque aún falta conocer los resultados definitivos de los comicios del pasado domingo, con la información disponible está claro que Morena no obtuvo la votación que esperaba y necesitaba.

La 4T ganó la mayoría de las elecciones estatales. Perdió en la Ciudad de México, su principal bastión desde 1988, al menos nueve de las 16 alcaldías (Xochimilco está en suspenso) y 12 distritos del Congreso local. Aunque en la Cámara de Diputados sigue siendo, sin duda, la principal fuerza política, no obtuvo la mayoría calificada ni absoluta que solicitó a los votantes en las campañas, y que requiere para seguir adelante con sus reformas.

Morena perdió, también, buena cantidad de las más importantes ciudades del país, a excepción de Tijuana y Acapulco. En Monterrey y Guadalajara ganó MC; en Querétaro el PAN; en Puebla, la alianza Compromiso por Puebla-Pacto Social de Integración; en Morelia, la Coalición PAN-PRD; Guanajuato, PAN; en Cuernavaca, la alianza PAN-PSD; en Hermosillo, Va Sonora; en Toluca, la convergencia PAN-PRI-PRD; en Veracruz, el panismo se hizo de Medellín, Alvarado, Boca del Río y el puerto.

La oposición partidaria, que fue reducida casi hasta la insignificancia por el tsunami de 2018, revivió fortalecida este 6 de junio, de la mano de la derecha empresarial. A pesar de los descalabros que sufrió en varios estados, emerge con fuerza suficiente para vetar iniciativas gubernamentales y conducir ella públicamente (y no sus intelectuales, las cámaras patronales o la prensa escrita) la verdadera oposición conservadora a la 4T. Cuenta, además, con una potencia en la Ciudad de México, de la que careció durante las últimas décadas.

Lo notable es que, a pesar de la pandemia, la crisis económica, la inseguridad y el descontento de las clases medias, la 4T sólo haya tenido derrotas contundentes en la capital de la República. No es poca cosa. El hecho muestra hasta dónde, la indudable aprobación que mantiene López Obrador en la opinión pública, sirvió de valladar para que esa desazón no se manifestara en las urnas más ampliamente.

Hay un malestar acumulado entre artistas, científicos, académicos, intelectuales, maestros, normalistas, feministas, ambientalistas, defensores de derechos humanos, asociaciones de víctimas que, salvo en la Ciudad de México, no se expresó electoralmente de manera directa en favor de algún partido o candidato, salvo anulando las papeletas o escribiendo en ellas consignas.

Una parte de ese enojo se difundió en las redes sociales, mostrando fotografías de boletas tachadas o con consignas como “Samir vive”, “¡En dónde está Wendy?”, “Viva Mactumactzá y Teteles”, “Tierra, agua y libertad”, “Vivan las autonomías y la libertad”, “Marichuy”, contra los feminicidios y las desapariciones y un largo etcétera. Medir la amplitud que alcanzó esta forma de protesta es casi imposible.

Los resultados electorales son malos para los dos principales aspirantes a la candidatura presidencial de Morena: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. Por el contrario, los resultados para el tercero en discordia, Ricardo Monreal, no son malos. Gabriel García cumplió como operador.

Claudia es la gran perdedora de la jornada. Puso al frente de los comicios a dos personajes de bajísimo nivel, a los que las tribus ignoraron permanentemente. Su política de alianzas fue fatal y muchos de sus candidatos quedaron a deber. El morenismo capitalino terminó hecho ciscos, peleado a muerte, disparando fuego amigo a mansalva.

Mario Delgado, el hombre de Marcelo al frente del partido, pactó innumerables candidaturas indeseables, tanto con poderes fácticos mafiosos como con viejos priístas o verdes, hasta hacer de Morena un organismo político igual a todo lo que los mejores militantes de ese partido combatieron durante décadas. Simultáneamente, incumplió una y otra vez acuerdos establecidos con sus militantes, y dejó fuera de las listas de aspirantes a puestos de representación popular a luchadores consecuentes e íntegros. Los resultados que entrega dejan mucho que desear. La exigencia de que renuncie corre como reguero de pólvora.

Curiosamente, y a pesar del reposicionamiento de sus partidos en el tablero político nacional, tampoco le fue muy bien a los dirigentes de PRI, PAN y PRD. Todo parece indicar que Alejandro Moreno perdió su bastión en Campeche, y lo único que le da un respiro dentro de sus filas, es que en Nuevo León, Adrián de la Garza, que amenazaba con rebasarlo, fue también derrotado. Los triunfos del PAN parecieran ser más obra de los gobernadores o de los propios candidatos que de Marko Antonio Cortés. Y en el sol azteca hace ya muchos años que su dirección, claudicante y corrupta, se suicidó.

Aunque en algunos estados sus resultados fueron mediocres, todo parece indicar que la apuesta de MC a ubicarse como partido bisagra entre los dos principales bloques parlamentarios le resultó exitosa. Su triunfo en la gubernatura de Nuevo León y en ciudades como Monterrey y Guadalajara, su competitividad en la de Campeche, le dan territorialidad y recursos.

Morena superó la prueba de las elecciones intermedias. Sin embargo, su triunfo está lejos de los resultados que necesitaba para seguir adelante con su apuesta de país. En el camino, ha perdido a parte importante de las clases medias. En la política nacional, se anuncian tiempos aún más complicados de los que hasta ahora hemos vivido.

Twitter: @lhan55

https://www.jornada.com.mx/notas/2021/06/08/politica/elecciones-intermedias-y-cuarta-transformacion/

Comparte este contenido:

Pedro Castillo lidera conteo de votos en Perú tras más del 96% de actas procesadas

Por: Telesur.tv

Con base en los resultados, la diferencia es a favor de Castillo por 0.47 puntos porcentuales.

Con el 95,25 por ciento de las actas electorales contabilizadas, el candidato a la presidencia de Perú, Pedro Castillo, aventaja el martes a su contrincante por Fuerza Popular, Keiko Fujimori, luego que el candidato le dio la vuelta a los resultados preliminares.

La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) de Perú presentó la actualización de los datos en un portal web para que la población pudiera hacer el seguimiento al escrutinio.

Con base en estos datos, el aspirante por Perú Libre, Castillo, obtuvo 8.584.187 sufragios válidos, equivalentes al 50,25 por ciento de los votos válidos.

Por su parte, Fujimori cuenta con 8.497.312 votos válidos, lo que representa un total de 49,74 por ciento de las boletas procesadas.

Tras la publicación de los nuevos resultados que favorecen al candidato por Perú Libre, la aspirante presidencial Fujimori expresó ante los medios su preocupación ante una supuesta «serie de irregularidades» en el proceso de escrutinio de las actas.

Asimismo, el candidato Castillo ratificó su compromiso de hacer respetar la voluntad del pueblo peruano e hizo un llamado a la cordura y tranquilidad. Destacó «la valentía de los héroes y heroínas de la democracia. Nuestro reconocimiento y saludo a esta vigilia ciudadana por la democracia».

En el primer corte de los resultados oficiales preliminares de la segunda vuelta electoral, ofrecido por el jefe de la ONPE, Piero Corvetto Salinas, cerca de la medianoche del domingo, se dio a conocer que Fujimori aventajaba a Castillo con apenas el 42 por ciento de las actas procesadas.

En su comparecencia, Corvetto aclaró que los primeros resultados ofrecidos correspondían a las actas cercanas de los centros de cómputo urbanos. «Aún falta por contabilizar las actas de la zona rural y del extranjero», agregó.

https://www.telesurtv.net/news/peru-castillo-reduce-ventaja-keiko-fujimori-elecciones-20210607-0002.html

Comparte este contenido:

México: Formación Ética, Cívica y Política

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

A pesar de que en nuestro país existe una intensa actividad política (en lo cotidiano y en lo no cotidiano), aún existen enormes vacíos en el ejercicio de los derechos políticos.

En ese terreno, una de las cuestiones que se preguntan las y los docentes, así como las y los especialistas y diseñadores de planes y programas de estudio, es: ¿Por qué no existe una asignatura o materia que se denomine: “Formación Ética, Cívica y Política”, desde la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria, es decir, desde la Educación Básica?

La pertinencia de un campo de formación con tales contenidos, estaría justificada al contestar algunas preguntas como las siguientes: ¿Nuestros jóvenes de 18 años entienden la diferencia entre elecciones federales y locales? ¿Cuáles son nuestros derechos y obligaciones políticos? ¿Identifican en qué consiste una curul ganada por medio del voto directo o de mayoría (simple) relativa y en qué una diputación obtenida por el procedimiento de representación proporcional?

El próximo domingo se llevarán a cabo elecciones constitucionales para elegir a los y las legisladores de la Cámara de Diputados Federal para el periodo 2021-2024. Además, en 15 entidades se elegirán a gobernadoras y gobernadores, también, diputadas y diputados de los congresos locales y presidentes municipales o titulares de las alcaldías. ¿Saben nuestr@s niñas, niños y jóvenes cómo está integrada la Cámara de Diputados federal? ¿O cómo se integra el congreso local en su estado o municipio (alcaldía), que son los órganos de representación política más cercanos a sus comunidades?

Las y los estudiantes de educación básica deben saber, a estas alturas, que este 6 de junio, 2021, se renovarán (o ratificarán, por vía de la reelección), a las y los 500 legisladores de la Cámara Baja (300 por votación directa o de mayoría relativa, y 200 por el criterio de representación proporcional o de partidos). Y que a partir del 1 de septiembre del 2021, estos representantes populares integrarán la LXV Legislatura del Congreso de la Unión de México. También habrán de estar enterados de que, durante esa jornada electoral, se elegirán a las y los diversos candidatos a ocupar los puestos de elección locales ya mencionados. Y si no lo saben o no lo manejan ¿de quién sería la responsabilidad de esta insuficiente educación política?

¿Saben nuestras y nuestros estudiantes que el padrón electoral del país (ciudadanos que se registraron ante el Instituto Nacional Electoral o INE) consta de poco más de 93 (casi 94) millones de mexicanas y mexicanos? ¿O conocen cuál fue el porcentaje de ciudadanas y ciudadanos que ejerció sus derechos políticos en 2018? ¿Cuál será el porcentaje estimado de participantes para la elección de este 2021?

Las movilizaciones de la sociedad civil y de las instituciones del Estado antes, durante y después de la jornada electoral, son y serán extraordinarias, en términos de la participación tanto en la organización como en la participación de votantes, pero no alcanzarán la magnitud de la participación cívica en las elecciones de 2018, en que se eligió, además de senadoras y senadores, al presidente de la República. Este año, sin embargo, se espera que en los estados del país donde haya contienda por la gubernatura, la participación se dé en forma numerosa (más del 50 por ciento del padrón electoral). Lamentablemente, en los estados donde no estará en juego esa posición política, el porcentaje de votantes será menor. Un tanto ello se debe al bajo atractivo que representan las elecciones intermedias, y otro tanto a las crisis sanitaria y económica que vivimos.

¿Por qué nuestras niñas, niños y jóvenes no alcanzan a distinguir, por ejemplo, entre un “voto útil” (o inútil) y la anulación del voto? ¿Saben los futuros ciudadanas y ciudadanos que las elecciones “intermedias” se llevan a cabo al tercer año del período sexenal, en funciones, del Poder Ejecutivo Federal?

Para much@s observadores y analistas del entorno político nacional, ésta será una especie de evaluación del ejercicio, como cabeza del poder público en el gobierno federal, del presidente Andrés Manuel López Obrador. ¿Acaso no sería un termómetro social interesante observar, con esa mirada, los resultados de las elecciones del próximo domingo? ¿Qué opinan las comunidades educativas al respecto?

Sin duda, antes de que los balazos le sigan ganando la partida a los abrazos; y antes de que tengamos ejércitos de sicarios que ocupen el lugar de millones de jóvenes becarias y becarios, será conveniente para el país que la sociedad involucrada en los asuntos educativos y las autoridades correspondientes, se pongan (nos pongamos) a trabajar sobre el diseño y operación de una materia o asignatura (o campo de formación) donde se revisen, estudien y confronten las ideas de las ciencias políticas (el Estado y sus múltiples ángulos de complejidad), así como de la sociología, la psicología y la antropología políticas, para que se reflexione y se pongan en práctica ejercicios didácticos que permitan a nuestra niñez y juventud crecer, desarrollarse y formarse como ciudadanos participativos, responsables y críticos.

Es increíble ver que, si nos observáramos en un espejo como sociedad, existen profundas carencias en nuestra cultura política y democrática; hay una especie de “analfabetismo político” en la sociedad, que se refleja desde las relaciones entre vecinos en nuestras colonias, barrios, unidades habitaciones o fraccionamientos, hasta la organización en las redes sociales más cercana o lejanas, es decir, familiares, de trabajo, en la escuela o en las organizaciones o asociaciones civiles de diversa naturaleza.

Los impulsos autoritarios, centralistas, antidemocráticos se disparan con suma facilidad en los diferentes círculos sociales o ámbitos de organización de la sociedad civil. La deplorable actitud de la mayoría de los partidos políticos (recordemos cómo son elegidas –antidemocráticamente- sus dirigencias), y la selección y actuación lamentable, pobre (política y culturalmente hablando) de las y los candidatos a puestos de elección, parecen estar diseñados para que la ciudadanía se desmotive, se vea desencantada y pierda simplemente el interés por la vida pública y política.

La elección de gobernantes o legisladores es un derecho de todas y todos los mexicanos, el cual se encuentra establecido en nuestro marco constitucional ¿Por qué habría de negarse el ejercicio de este derecho fundamental (y su estudio elemental o durante los primeros años de vida) desde la educación básica?

Fuente e imagen: www.sdpnoticias.com

Comparte este contenido:

El maestro rural Pedro Castillo y una luz hacia “el Perú de todas las sangres”

Por Gerardo Szalkowicz – Editor de NODAL

Los gurúes de la encuestología y el marketing 2.0 deberían estar quemando algunos manuales. En la previa de las elecciones, Pedro Castillo figuraba séptimo en los sondeos con menos del 6% y tenía apenas 2.172 seguidores en Twitter, 2.027 en Instagram y 567 en TikTok. Pero a la escasa presencia mediática y la casi nula influencia en el mundo las redes sociales, le contrapuso la mucha influencia en las redes reales del mundo andino-amazónico, y desde el Perú profundo se gestó la sorpresa que depositó a este maestro rural y líder sindical de izquierda en el primer lugar con el 19% a la espera de un rudo balotaje contra el fujimorismo.

Castillo llegó al centro de votación cabalgando una yegua por las calles de Cajamarca, con su sombrero de paja típico de los campesinos de esa región. Declaró: “El pueblo peruano se acaba de quitar la venda de los ojos. La segunda vuelta será una competencia entre ricos y pobres, entre la opulencia y el mendigo Lázaro, una lucha entre el patrón y el peón, entre el amo y el esclavo”. Las primeras encuestas lo dan con ventaja frente a Keiko Fujimori para el balotage. Y la pregunta del millón recorre el mundo: ¿quién es este tal Pedro Castillo?

Ni calco ni copia

Su primer antecedente de liderazgo fue en 1990. Tenía 21 años y comenzaba a alzar la voz como líder estudiantil en el Instituto Superior Pedagógico “Octavio Matta Contreras” en la provincia de Cutervo. Después de recibirse, empezó a ejercer la docencia en escuelas primarias y luego también se graduó como magíster en psicología educativa en la Universidad César Vallejo. Desde 1995 da clases en quinto y sexto grado de una escuela rural, en un caserío de su natal Tacabamba, provincia de Chota.

Pocas veces interrumpió su labor docente por grandes periodos. La reciente, para la campaña presidencial, y en 2017 cuando encabezó una histórica huelga de maestras y maestros por más de dos meses. Aquella larga lucha fue un parteaguas en su vida: saltó al centro de la escena nacional y se desafilió del partido Perú Posible, del ex presidente Alejandro Toledo, donde había tenido una militancia bastante pasiva (sólo un intento fallido a la alcaldía de Anguía en 2002). Tercero de nueve hermanos, inició su activismo en la adolescencia en las Rondas Campesinas –extendida organización comunal de las zonas rurales–, desde donde forjó su camino como dirigente comunitario y sindical.

En 2020 aceptó el desafío de la candidatura presidencial por Perú Libre, un partido que se define de izquierda, marxista y mariateguista, con gran arraigo territorial y gestión en algunos gobiernos locales.

Su plan de gobierno contiene una batería de transformaciones estructurales como la convocatoria a una Asamblea Constituyente para crear una nueva Carta Magna que reemplace a la fujimorista de 1993. Propone “un Estado socialista”, la nacionalización de los recursos estratégicos, una ley que regule a los medios de comunicación, elevar del 3,5 al 10% del PBI el presupuesto educativo, crear el programa Perú Libre de Analfabetismo, “desactivar” la Corte Suprema y conformar una elegida por el pueblo, y bajar a la mitad el sueldo de ministros y congresistas. Busca además deslastrarse del karma de los últimos seis presidentes peruanos (todos destituidos y/o presos) repitiendo como un mantra que “la corrupción es el nuevo terrorismo de Estado”.

Pero a la vez que promete una ruptura radical con el sistema político-económico que reinó las últimas décadas, y que dejó al Perú al borde del abismo con una crisis mutidimensional dantesca, Castillo porta un fuerte conservadurismo en materia de derechos sociales: se opone a la enseñanza con enfoque de género, al matrimonio igualitario y al aborto (aunque aclaró que trasladaría su debate al proceso constituyente). Acá es donde aparece una preocupante coincidencia anti-derechos con las derechas latinoamericanas, incluida su rival Keiko Fujimori. De todas maneras, es necesario contextualizar su figura, como representante y emergente del mundo rural de las serranías peruanas, donde esa mirada es hegemónica y la religiosidad –sobre todo evangélica– tiene una fuerte influencia.

Algunos apresurados ya hablan del “Evo Morales peruano”. Por lo pronto, el ex presidente boliviano le tiró un centro: “Hemos perdido en Ecuador pero ganamos en Perú. Castillo es del mismo linaje (…) El modelo del MAS es el que ha ganado en el Perú». Tanto su partido Perú Libre como su referente Vladimir Cerrón nunca dejaron de reivindicar al proceso bolivariano y al cubano, y recientemente Castillo se negó a calificar a Venezuela como “una dictadura”, cosa que sí concedió la candidata del progresismo Verónika Mendoza. Además, en su plataforma propone “la integración del Perú a la UNASUR y el abandono de la OEA”.

Un fantasma recorre el Perú

Se viene un largo y áspero combate hacia el balotaje del 6 de junio. Caerá sobre Castillo una implacable campaña de satanización: lo acusarán de “terruco” (terrorista) y le seguirán inventando vínculos con Sendero Luminoso, operarán con el cuco del comunismo y el castro-chavismo para impedir que logre capitalizar el hastío de la población hacia la clase política.

Sin que nadie lo viera venir, cabalgando las sierras peruanas con su sombrero cajamarquino y cargando siempre un lápiz gigante (como símbolo de su profesión y logo de su partido), irrumpió este personaje difícil de encasillar que sacudió el escenario y puso en jaque al establishment. Por ahora encierra más enigmas que certezas, pero no deja de ser una luz de esperanza para que por primera germine un proyecto de izquierda plebeya, que incluya la compleja variedad racial, regional y cultural, que contenga a lo que el novelista peruano José María Arguedas llamó “el Perú de todas las sangres”.

El maestro rural Pedro Castillo y una luz hacia “el Perú de todas las sangres» – Por Gerardo Szalkowicz

Comparte este contenido:

América Latina con los ojos puestos en Ecuador

Por: Emir Sader
Fuentes: Alainet [Imagen: Andrés Arauz con Evo Morales y el presidente de la CONAIE, Jaime Vargas, en Bolivia]

En caso de que triunfe Arauz, se consolida el segundo ciclo de gobiernos progresistas en la región, si gana Lasso, Ecuador vuelve a estar aislado, dando continuidad al desastroso gobierno de Moreno.

La primera década del siglo XXI estuvo marcada por los gobiernos antineoliberales en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador. Los únicos gobiernos en el mundo que han puesto en práctica programas antineoliberales, disminuyendo las desigualdades en el continente más desigual del mundo.

A lo largo de la segunda década, la derecha ha logrado recuperar fuerza, retomando gobiernos en Argentina –mediante elecciones-, en Brasil y en Bolivia – mediante golpes– y en Ecuador, mediante la adhesión del presidente elegido, Lenin Moreno,  con un  programa antineoliberal, al neoliberalismo.

Moreno ha fracasado, como todos los gobernantes latinoamericanos que han intentado implementar ese modelo.

El neoliberalismo ha revelado que tiene corto aliento, porque responde a los intereses del capital financiero, no tiene políticas sociales y así no logra conquistar bases sociales de apoyo que le permitan estabilizar sus gobiernos. El caso de Argentina fue ejemplar, con una victoria eufórica de Mauricio Macri, que se agotó rápidamente, por que su gobierno retomó el mismo modelo neoliberal que ya había fracasado no solo en Argentina, sino también en Brasil, Uruguay, Bolivia y Ecuador. La victoria reciente de la derecha en Uruguay,  promete tener un destino similar.

La tercera década está marcada por un segundo ciclo de gobiernos antineoliberales en la región, con la victorias de Alberto Fernández en Argentina, de López Obrador en México, de Luis Arce en Bolivia. Victorias con gran apoyo electoral, porque se fundamentan en políticas sociales, en políticas económicas antineoliberales, en la retomada de los procesos de integración latinoamericana.

Los ojos del continente se vuelven ahora sobre Ecuador, donde un presidente elegido por la continuidad del gobierno antineoliberal de Rafael Correa –el gobierno más importante de la historia de Ecuador– lo traicionó e hizo exactamente lo que proponía la derecha, pasando a gobernar con la derecha, retomando el modelo neoliberal. Ha fracasado, como habría fracasado Guillermo Lasso, si hubiera ganado.

La primera vuelta de las elecciones presidenciales ha confirmado el favoritismo de Andrés Arauz, candidato apoyado por Rafael Correa;  el segundo lugar fue para Guillermo Lasso, uno de los más grandes banqueros del país que fue  derrotado ya en las elecciones anteriores. Yaku Pérez, del movimiento Pachakutik, llegó en tercer lugar.

La disputa está cerrada entre los primeros. Yaku mantiene una posición crítica a los dos. Lasso defiende, como siempre, una versión ortodoxa del modelo neoliberal. Desecha todo lo conquistado por el gobierno de Rafael Correa, propone privatizaciones, un Estado mínimo, la centralidad del mercado. Pretende volver a los gobiernos anteriores a Correa, que solamente han multiplicado la crisis entonces permanente de Ecuador.

Mural en una calle de Quito

Andrés Arauz recoge las experiencias positivas del gobierno de Rafael Correa y se presenta como la expresión ecuatoriana como otros gobiernos antineoliberales, como los de Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Pepe Mujica, Evo Morales, López Obrador y el propio Rafael Correa. En caso de que triunfe Arauz, se consolida el segundo ciclo de gobiernos progresistas, antineoliberales, sumando Ecuador a los gobiernos actuales de Argentina, México y Bolivia. En caso de que gane Lasso, Ecuador vuelve a estar aislado, dando continuidad al desastroso gobierno de Lenin Moreno.

Por ello,  los ojos y el corazón de América Latina están puestos en Ecuador.

Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/211671

Comparte este contenido:

Chile: Colmed, universidades y ex ministro presionan para postergar elecciones y Gobierno sigue resistiéndose a esa posibilidad

Dada la compleja situación sanitaria que enfrenta el país producto de la pandemia, varios expertos en medicina han sugerido postergar los comicios del 10 y 11 de abril, entre ellos el ex ministro de Salud Jaime Mañalich y el rector de la Universidad de Chile Ennio Vivaldi. Sin embargo, el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, insistió esta mañana en que «es parte de nuestra ocupación diaria dedicarnos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que se puedan realizar las elecciones el 10 y 11 de abril, en eso estamos». Ayer, el Ministerio de Salud reportó la segunda cifra más alta de contagios diarios desde el inicio de la pandemia, y 14 comunas de la Región Metropolitana retrocedieron a cuarentena. Con esto, la capital del país en su totalidad entrará en confinamiento a partir del sábado.

La crisis sanitaria en Chile producto de la segunda ola de covid-19 está en un punto crítico. En el reporte de ayer, el Ministerio de Salud reportó la segunda cifra diaria más alta desde el inicio de la pandemia con 7.023 casos, lo que obligó a decretar cuarentena total en la Región Metropolitana y otras comunas del país, provocando que alrededor de 13 millones de personas estén confinadas.

Esta situación ha puesto sobre la mesa la posibilidad de postergar las elecciones del 10 y 11 de abril. Expertos médicos consideran que se deben postergar. Por ejemplo, El jefe de la Unidad de Pacientes Críticos de la Clínica Indisa, Sebastián Ugarte, dijo a T13 que «de acá a una semana vamos a tener nuevas cifras que indiquen el resultado de las medidas», En ese sentido, sostuvo que si las cifras siguen al alza, «sería prudente postergar este proceso eleccionario».

«Idealmente la cifra de camas críticas deberían estar muy por debajo de las cifras actuales, por debajo del 85%», sostuvo el experto.

En la misma línea, el jefe de Urgencias del mismo recinto hospitalario, Leonardo Ristori, comentó a CNN Chile que «la situación actual es tremendamente preocupante», argumentando que es incluso más complicada que el panorama de mayo del año pasado. «Este es el momento más crítico de la pandemia», aseguró.

«La ocupación de camas con gente joven es mucho más larga que la que teníamos con gente de mayor edad y eso hace que tengamos menos posibilidad de hospitalizar», agregó el experto, y advirtió que «si no se toman medidas y sobre todo, si la población no las acata, podríamos llegar al dilema de la última cama».

Bajo ese contexto es que Ristori se mostró a favor de postergar las elecciones , argumentando que «ya hay suficientes antecedentes para posponer las elecciones y diría que hace una semana atrás ya había suficientes antecedentes para hacerlo. La curva de progresión de los contagios y lo que se veía venir eran razones más que suficientes para haber postergado las elecciones en una decisión tomada hace por lo menos una semana atrás».

Mañalich: Hay «factores suficientes» para postergar la elección

El ex ministro de Salud Jaime Mañalich también manifestó su postura a favor de postergar los comicios de abril, argumentando que hay «factores suficientes» para tomar esa decisión. «Cantidad de camas críticas, casos positivos, positividad del test, casos activos, tendencia, etcétera. Los factores son suficientes para tomar una decisión, en el sentido de modificarlas», dijo a El Mercurio.

«Pensemos muy en serio, con responsabilidad social y política, si es prudente o no mantener este acto eleccionario», agregó la ex autoridad del Ministerio de Salud.

El ex secretario de Estado consideró que «se ha dicho que el lunes se tomaría una decisión y es tarde. Estamos en una situación sanitaria donde es poco probable que el escenario cambie radicalmente, a pesar de las medidas tomadas ayer».

El ex secretario de Estado también dijo que «si va el 50 por ciento del padrón, como en el Plebiscito, bien, pero si va el 30 por ciento, que es posible, dadas las medidas de confinamiento y temor de las personas, la validez de los resultados, sobre todo de la Convención, puede entrar fácilmente en discusión».

«Lo que corresponde es que se haga una reunión entre los distintos poderes del Estado y se tome una decisión. Puede ser postergar las elecciones o mantener una de ellas, como la de constituyentes, y dejar las otras para después», propuso Mañalich.

Por otra parte, el vicepresidente del Colegio Médico, Patricio Meza, también manifestó que la situación por el covid-19 en el país «es compleja» y señaló que «hay indicadores que llaman poderosamente a suspenderlas».

Rector Vivaldi: «Es más prudente postergar»

En conversación con Radio ADN, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, dijo que muchos votantes podrían abstenerse de participar en las elecciones de abril producto de la segunda ola de covid-19, y en esa línea, dijo que «la evidencia dice hoy día que es más prudente postergar».

«Yo aconsejaría prudencia y postergarlas», agregó el médico cirujano.

Gobierno insiste en mantener la fecha de las elecciones

Pese a las advertencias de expertos que sugieren que lo mejor es postergar las elecciones, el Gobierno se ha mantenido firme respecto a que se realicen el próximo 10 y 11 de abril. Es así como entrevista con T13, el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, dijo que «es parte de nuestra ocupación diaria dedicarnos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que se puedan realizar las elecciones el 10 y 11 de abril, en eso estamos. Si los datos cambian, será en su momento».

«Necesitamos cuanto antes bajar la cantidad de contagios, continuar con la campaña de vacunación y bajar la movilidad, especialmente en las ciudades más grandes», agregó.

Fuente: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2021/03/26/colmed-universidades-y-ex-ministro-presionan-para-postergar-elecciones-y-gobierno-sigue-resistiendose-a-esa-posibilidad/

Comparte este contenido:

Organismos Constitucionalmente Autónomos, sí, pero no así

Por: Manuel Gil Antón

Ante el blanco y negro: grises intermedios. Frente al juicio sumario que los descalifica de manera absoluta, no es adecuada una actitud que los defienda de la misma manera. Discrepar de la desautorización que, sin matices, ha expresado el presidente a los Organismos Constitucionalmente Autónomos (OCA), no debe conducir a entronizarlos como indispensables tal y como ahora operan sin un ejercicio crítico de sus características. El argumento de su idoneidad ha de eludir tropezar con la misma piedra de quien los considera inútiles per se: una generalización tosca e inválida.

Valga un ejemplo: luego de la experiencia (durante décadas) de lo pernicioso que era que los gobiernos organizaran las elecciones y realizaran el conteo de los votos en las que está de por medio su continuidad, no dudo – ni dudé – que era necesaria una entidad pública sin relación orgánica con el gobierno en turno, que se encargara de esas funciones para que el voto contara y fuera bien contado. La creación del Instituto Federal Electoral, IFE, como OCA al frente de los procesos electorales, fue una demanda de la generación a la que pertenezco. Es indispensable porque en esa tarea el poder constituido no debe ser juez y parte. ¿Se sigue de esta convicción apoyar, sin más, su forma de organización, la manera en que se conforma el conjunto de los consejeros, el tamaño de su burocracia o las tareas que las sucesivas leyes le han asignado, por mencionar algunos aspectos? No. Lo que pedimos y por lo que nos esforzamos fue por contar con una institución autónoma que organizara la renovación de los distintos poderes por medio del voto. Exigimos eso, de lo que no se sigue que tengamos que defender, por ello, la manera en que a lo largo del tiempo se ha legislado y opera el actual Instituto Nacional Electoral (INE).

Por eso, considero vital que defendamos su existencia sin confundir, por esta razón, que equivale a preservar, sin revisión, la estructura, procedimientos, costos y demás aspectos del INE como está ahora. ¿Este organismo es indispensable? Sí, sin duda, pero no necesariamente así. Y la crítica a esos aspectos es, aunque a algunos les parezca paradójico, la mejor manera de defenderlo frente a una tendencia gubernamental que, alegando aspectos criticables en su organización (que los hay, y muchos), estima que debe desaparecer.

Como en otros casos, aunque el ejemplo sea el INE, urge analizar, entre otras cosas, si la manera de elegir a sus directivos es la más adecuada. La injerencia de los partidos en esos nombramientos ha sido muy clara. ¿Evitarla es posible? ¿Cómo? ¿Es factible diseñar formas de elección de sus integrantes que no pasen por la criba oportunista de los partidos en el Congreso? ¿Tiene que ser el ejecutivo quien haga las ternas de quienes conduzcan este y otros OCA y una cámara ser la electora? ¿No podría ser esta tarea encomendada a un conjunto de personas que, de manera transparente y con conocimiento de causa, las integren? En todos los casos en que sea necesario evitar que el gobierno sea juez y parte – como en los derechos humanos, el acceso a información completa o la generación confiable de estadísticas y datos mediante los cuáles se pueda conocer el estado que guardan asuntos que nos importan – es imprescindible la existencia de OCA. Ese es, si no yerro, el valor a defender, y otro, igual de importante, es reivindicar el derecho a debatir si la manera en que se constituyen esos organismos y cómo operan hoy es la adecuada. Ambos, sí, son necesarios.

Fuente:  http://www.educacionfutura.org/organismos-constitucionalmente-autonomos-si-pero-no-asi/

Comparte este contenido:
Page 3 of 11
1 2 3 4 5 11