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Opinión: El ritual educativo durante la pandemia

Por: Andrés García Barrios

Hoy han pasado a segundo plano los distintos modelos educativos para dar paso y protagonismo al único valor que siempre ha estado presente, aunque oculto: el carácter ritual de la comunidad escolar.

Recuerdo que al principio de la pandemia circulaban por el mundo mil ideas sobre las diferentes alternativas escolares que se podían tomar en el nuevo contexto. Unas proponían que los niños abandonaran los estudios y dedicaran su tiempo a aprender sobre las labores del hogar y la convivencia familiar. Los que por un momento coqueteamos con esa idea pronto fuimos rebasados por la iniciativa de las instituciones, que por fortuna reabrieron cursos y convocaron a la comunidad estudiantil a concluir el año escolar.

La sociedad entera se aprestó a continuar con la enseñanza regular. Sorteando la tentación de subvertirlo todo para mimetizarse con el caos de la pandemia, las instituciones educativas se aferraron a lo que venían haciendo, sobreponiéndose primero al imperativo de la sana distancia y después a la falta de herramientas técnicas y a las fallas continuas de aquellas con las que si contaban. Por televisión, radio, Zoom, Email y todo tipo de mensajería virtual, e incluso llevando personalmente a casa de los alumnos los materiales necesarios para continuar los cursos, millones de educadores sostuvieron sobre sus hombros la institución escolar, inspirados creo yo, en la intuición de cierto valor profundo al que podían y debían asirse en la crisis.

A mí me llevó tiempo identificar y dar nombre a ese valor profundo que flotaba en el ambiente; hoy creo poder referirme a él como “esencia ritual de la educación”, esencia que se remonta a la aparición misma de lo humano y que sigue presente hoy, debajo de la alta pila de “innovaciones” que la han venido cubriendo a lo largo de la historia. Como la princesa del cuento, que percibe el guisante debajo de decenas de colchones, los educadores del 2020 fueron capaces de distinguir ese elemento esencial para, como he dicho, asirse a él y sobreponerse al sismo mundial.

Fueron ciertos fragmentos del libro “La desaparición de los rituales”, del filósofo surcoreano Byung-Chul Han, lo que me permitió identificar la poderosa fuerza educativa que hay en el mero hecho de que como comunidad hayamos conseguido preservar eso que llamamos “la escuela”. Hoy han pasado a segundo plano los distintos modelos educativos de cada institución y se ha evidenciado el protagonismo del único valor que siempre ha estado presente, aunque oculto: el carácter ritual de la comunidad escolar.

Son los rituales, nos dice Han, los que configuran las transiciones de las fases de la vida, abriendo umbrales mágicos que nos llevan a lugares desconocidos (de la infancia a la juventud, de la juventud a la madurez, y así…).  De igual forma, me parece, el ritual escolar permite a los estudiantes y en buena medida a sus familias, ordenar lo que ocurre en el día a día y crear una narrativa de la vida diaria, sin la cual los días se volverían iguales y el tiempo pasaría sin que lo advirtiéramos. Por fortuna para nosotros, están ahí los horarios de clases, las diferentes materias, los recreos, las ceremonias, la celebración de las fiestas, los fines de semana, las vacaciones, las temporadas de exámenes y la tensión por aprobarlos, pasar de año y transitar a la siguiente etapa. “Magia de los umbrales” por la cual los seres humanos ―mágicamente, en efecto― nos vamos haciendo distintos: acaba el ciclo escolar y de un día a otro los niños ya son mayores; algunos se vuelven adolescentes; otros se ponen serios pues saben que han empezado a prepararse para la edad adulta, y unos más ingresan en ella por la puerta académica hacia una profesión. Mientras tanto, los docentes, como un ejército de virgilios, los van acompañando y soltando a la salida de las diferentes puertas llegado el momento.

Más allá de aspectos comerciales o de simple inercia, es el carácter ritual ―a mi parecer― lo que ha permitido que la institución escolar perdure bajo la tormenta. Por sobre las estrategias específicas que ha implementado cada institución, se impone el recuerdo de aquellas legendarias escenas en que uno de los sabios de la tribu reúne a los niños y jóvenes alrededor de una hoguera para contarles la historia de las pasadas generaciones, contagiándolos (o más bien, inmunizándolos) con la narración de las vicisitudes y hazañas que han permitido a su comunidad sobrevivir a los siglos. Nuestro ritual es así: está sustentado en cosas sencillas y profundas: asistir a clases, sentarse cerca de otros compañeros, calentarse con la llama del objetivo común (aunque esté apenas tibia en horas muy mañaneras), y mantenerse alerta y “presente” para escuchar y preguntar al maestro.

Hoy, la comunidad mundial erosionada por el miedo tiene la oportunidad de reparar sus contornos con el simple acto de repetir algo que el ser humano fraguó desde sus orígenes. Alrededor de esa especie de hoguera que es “la escuela” (virtual, desarticulada, como sea) se vuelven a reunir día a día los niños y jóvenes estudiantes, para preservar, aún en condiciones tan difíciles, uno de los ejes de nuestro mundo (lo mismo que una tribu que conserva su fuego ritual en situación de absoluta pobreza, con escasas ramas, bajo el frío y el viento).

Los rituales ―nos recuerda Byung-Chul Han― nos permiten percibir lo duradero y liberarnos de la contingencia. Curiosamente, esta palabra que él utiliza en sentido filosófico (lo contingente es lo accidental, lo accesorio), nosotros la aplicamos como sinónimo de la pandemia. Y es cierto: con toda su tragedia, está no deja de ser algo pasajero frente a lo esencial y permanente que los rituales nos permiten preservar. Entre ellos ocupa un lugar preeminente el ritual escolar.


Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ritual-educativo-pandemia

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Rosa M. Rodríguez-Izquierdo: Así es la pedagogía (aún muy desconocida) que sirve para enseñar al alumnado culturalmente diverso

La Educación Culturalmente Relevante (ECR) es una pedagogía que reconoce la importancia de incluir los legados culturales del alumnado en todos los aspectos del aprendizaje.

Se trata de un enfoque poco o nada conocido y constituye una oportunidad para potenciar significativamente el éxito de los y las estudiantes culturalmente diversos/as.

La cultura es fundamental para el aprendizaje. Desempeña un papel no solo en la comunicación y recepción de información, sino también en la configuración del proceso de pensamiento de grupos e individuos. Una pedagogía que reconoce las culturas presentes en el aula ofrece un acceso pleno y equitativo a la educación de todos el alumnado.

Pero ¿por qué debemos abordar la diversidad cultural en el aula? A medida que más y más estudiantes de diferentes orígenes pueblan las aulas y aumentan los esfuerzos para identificar métodos efectivos para enseñar a población escolar cultural y lingüísticamente diversa, se intensifica la necesidad de enfoques pedagógicos que sean sensibles a esa diversidad.

Las aulas culturalmente plurales requieren que los y las docentes enseñen a estudiantes de diferentes culturas, idiomas, habilidades y muchas otras características. No faltan, de ningún modo, argumentos que justifiquen la paulatina necesidad de un modelo pedagógico como este, a la luz de ciertas tendencias sociales y culturales de la modernidad, la creciente globalización económica, el desarrollo de la sociedad digital, la seducción por el impulso de las competencias individuales y la exclusión de colectivos y grupos cada vez más vulnerados en sus derechos.

Una pedagogía culturalmente sensible

Para enfrentar estos desafíos, los/as docentes deben emplear no solo una pedagogía teóricamente sólida sino también culturalmente sensible, creando una cultura en el aula donde todo el alumnado, independientemente de su origen cultural y lingüístico, sea bienvenido y apoyado y se le brinde la mejor oportunidad de aprender.

Para muchos estudiantes los comportamientos requeridos en la escuela (por ejemplo, sentarse en el asiento y solo hablar cuando se les solicita) y los tipos de discurso (directo o indirecto) contrastan con la cultura del hogar y con sus prácticas lingüísticas.

Para aumentar la calidad de la escolaridad del alumnado, y en concreto su éxito académico, es imperativo que los/as docentes ayuden a los estudiantes a superar esta discontinuidad entre el hogar y la escuela como medio para favorecer su inclusión social y educativa, en condiciones de igualdad y de ciudadanía.

Orígenes de la ECR en EE UU

La ERC apareció en Estados Unidos en los 90. Se trata de una estrategia pedagógica que contribuye a la literatura alrededor de la educación intercultural, recibiendo múltiples denominaciones, tales como “pedagogía culturalmente apropiada”, “congruencia cultural en la instrucción”, “educación culturalmente responsable/sensible” o “culturalmente sostenible”.

Pretende dar respuesta a la mejora en el rendimiento académico del alumnado culturalmente diverso y para ello cuestiona la enseñanza tradicional.

Propone aumentar la relación entre la cultura de la escuela, lo que se aprende en ella, y la cultura de los hogares, es decir, los conocimientos que se traen desde casa. La falta de conexión entre ambos podría explicar el fracaso escolar en determinados colectivos culturales por la infravaloración, incluso rechazo o desconocimiento, que tiene la cultura escolar sobre las múltiples formas de vida y cultura del alumnado.

Para ello, la ERC da espacio y tiempo en el currículum, incluyendo las experiencias y conocimientos del alumnado, y lo hace teniendo en cuenta su cultura y su identidad.

El supuesto es que, si la organización de la actividad escolar se acerca a la experiencia y formas de vida del alumnado, se reconoce su bagaje cultural, se facilita la conexión escuela, familia y entorno social, optimizando el compromiso y sentido del contexto educativo escolar y lo que en él se hace.

La ERC implica en el/la docente un cambio de mirada que lleva a cuestionarse sus actitudes: ¿Considera que el alumnado culturalmente diverso viene con un déficit cultural que la escuela debe cubrir, o valora el bagaje cultural/lingüístico del alumnado como una aportación al currículum? Además, debe reflexionar sobre su forma de enseñar, cómo planifica la actividad docente y cómo evalúa.

Las “madres” de esta pedagogía

En este campo de trabajo destacan principalmente dos investigadoras: Gloria Ladson-Billings y Geneve Gay. Para la primera, la ERC es aquella educación “que empodera intelectual, social, emocional y políticamente a los estudiantes mediante el uso en la enseñanza de sus referentes culturales”. Por eso, ponía énfasis en cómo y por qué las creencias del profesorado, su sentido ético y sus ideas sobre la docencia son factores sustantivos en la acogida que dispensan a los estudiantes culturalmente diversos.

En conclusión, la ECR plantea la necesidad de crear nuevos enfoques pedagógicos, éticos y de pensamiento didáctico sobre cómo la diferencia cultural debe transformarse en deferencia hacia el otro. Este enfoque supone ir más allá de la educación compensatoria y de la perspectiva del déficit al reconocer una riqueza intrínseca a las personas, más allá de su condición lingüística, económica, religiosa que, en ocasiones, suelen ser invisibles para la cultura escolar.

Además, la ECR es una invitación a romper el enfoque etnocéntrico de la enseñanza, a considerar que el alumnado aporta fondos de cultura y a empapar a la comunidad educativa de los mismos.

Fuente: https://theconversation.com/asi-es-la-pedagogia-aun-muy-desconocida-que-sirve-para-ensenar-al-alumnado-culturalmente-diverso-155169

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Libro (PDF): Estrategias de enseñanza : investigaciones sobre didáctica en instituciones educativas de la ciudad de Pasto

Reseña: CLACSO

La aparición de investigaciones rigurosas sobre el campo de la didáctica ha sido otra causa posible de su renacimiento. De trabajos anecdóticos y un tanto improvisados, se ha pasado –en los últimos años- a indagaciones que no solo describen, analizan e interpretan el quehacer de los docentes en el aula sino que, además, formulan propuestas para renovar las formas de enseñanza. Tales investigaciones han permitido apreciar la competa urdimbre de relaciones y situaciones en las que está inmerso el acto de enseñar. O si se prefiere, al colocar la lente investigativa sobre el acto educativo, han surgido nuevos interrogantes sobre una realidad que parecía sencilla o sin demasiados cambios en el tiempo. Con los aportes de estas investigaciones lo que parecía una labor saciada de certezas o un oficio ya sabido de antemano se transformó en un verdadero campo minado de preguntas. Precisamente, es en el campo de las investigaciones sobre didáctica en donde se ubica la presente obra. Un texto con múltiples miradas al quehacer de los docentes de la educación básica, media y universitaria. Como se podrá leer, esta obra recoge pesquisas adelantadas durante dos años en las formas de enseñanzas del lenguaje gráfico, la producción escrita del cuento, el proceso de integración escolar de niños y niñas con discapacidad cognitiva, la comprensión lectora de textos narrativos, la enseñanza de los deportes individuales y de conjunto, la producción escrita en la formación de maestros y en el componente metodológico investigativo de estudiantes, y las estrategias didácticas para asignaturas investigativas. Todas las investigaciones se realizaron en instituciones educativas públicas y privadas en la ciudad de Pasto.

 

 

Autor/a:                               Vásquez Rodríguez, Fernando 
Editorial/Editor: Kimpres
Universidad de la Salle
Año de publicación:  2010 
País (es):
Colombia
Idioma: Español
ISBN : 978-958-44-6638-9
Descarga:   Libro (PDF): Estrategias de enseñanza : investigaciones sobre didáctica en instituciones educativas de la ciudad de Pasto
Fuente e imagen:

 

http://biblioteca.clacso.edu.ar/

 

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México: Jornada Académica IEMS CDMX 12 de febrero de 2021 Grupo Autogestivo de Formación Docente

Grupo Autogestivo de Formación Docente «José Santos Valdés» del IEMS-CDMX Talleres sobre el uso básico de diversas herramientas tecnológicas aplicadas a la práctica educativa del IEMS-CDMX en el marco de las Jornadas Académicas correspondientes al semestre 2020-2021B Viernes 12 de febrero de 2021 Taller sobre algunos usos y utilidades educativas de Whatsapp y Telegram Ponente: Miguel Ángel Hernández Vázquez Docente de la Academia de Música del Plantel «Carmen Serdán» (Miguel Hidalgo) del IEMS-CDMX

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=LVsriNS7YVc&feature=youtu.be
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El castigo corporal aún se practica en escuelas de todo el mundo

Por: Fernanda Ibáñez

La compañía de salud y bienestar americana, Cigna, define los castigos corporales como “el uso intencional de la fuerza física para causar dolor o malestar corporal como castigo por una conducta inaceptable”, estos castigos se pueden llevar a cabo con diferentes instrumentos desde cañas, tablas de hasta 60 cm, o con la palma abierta de la mano. El castigo corporal se ha aplicado por muchos años dentro del aula cuando un estudiante no está mostrando un comportamiento “aceptable” para los ojos de los maestros, o cuando desafían a la figura de autoridad, y son practicados normalmente en los niveles básicos de educación, pero pueden ir desde preescolar hasta secundaria.

Los castigos corporales en la educación se practicaban desde los días del Imperio romano, la Edad Media y hasta el siglo XIX. Alrededor de 1800, los maestros comenzaron a justificar aplicar estas sanciones dentro del aula por una ley y doctrina llamada in loco parentis, que consideraba a los maestros como una figura de autoridad con los mismos derechos legales que los padres para disciplinar y castigar a los niños si es que ellos no se adherían a las reglas establecidas en el entorno escolar.

¿Cuáles son los países que aún aplican el castigo corporal en las escuelas?

Gracias a la aparición de la Declaración de los Derechos Humanos los castigos corporales comenzaron a prohibirse en diferentes ámbitos, como en las condenas para delitos o centros de entrenamiento militar, sin embargo, un lugar donde esto ha pasado desapercibido y no se condena aplicar estos castigos, es en las escuelas.

Estados Unidos

El New York Times publicó un artículo en el 2018 donde explican que este tipo de castigos físicos son aún legales en escuelas públicas de diecinueve estados y en escuelas privadas de 48 estados de Estados Unidos. El artículo indica cómo estados como Tennessee y Luisiana han traído luz al tema al modificar sus leyes en los últimos años, con el objetivo de proteger a los niños y niñas con discapacidades, ya que son los más vulnerables en estos estados. Muchos distritos escolares estadounidenses han votado para prohibir esta práctica, gracias a que las familias y comunidades de docentes han exigido un cambio y la prohibición de este tipo de castigos.  Sin embargo, aunque los distritos los hayan prohibido, estos siguen siendo técnicamente legales en 48 estados de este país.

África

La UNICEF realizó varias encuestas en 23 países del territorio entre 2005-2013 relacionadas con los castigos corporales en hogares e instituciones escolares. El estudio encontró que, en países como Botsuana, el 92 % de los alumnos había recibido algún tipo de castigo corporal, y gracias a otro estudio llevado a cabo en Gambia, encontraron que estos castigos se usaban en el 70 % de las instituciones del país. En Uganda encontraron que el 79 % de los estudiantes sentían miedo o inseguridad de asistir a clases debido a los castigos corporales que reciben los alumnos en las aulas. Hoy en día algunos países que han logrado prohibir legalmente estas prácticas son: Benín, Cabo Verde, Congo, República de Kenia, Sudán del Sur, Togo y Túnez (UNICEF, 2015). Muchas de las leyes y de los esfuerzos que se han hecho para erradicar estos castigos han sufrido retrasos gracias a los problemas políticos que enfrentan frecuentemente estos territorios, es por eso por lo que se busca ayuda y atención al tema por medio de iniciativas internacionales.

Latinoamérica y el Caribe

Según la UNICEF, en Latinoamérica y el Caribe 1 de cada 2 niños sufre de castigo corporal, y aunque diez países en este territorio ya han prohibido de manera legal este tipo de sanciones, la organización advierte que se requiere también de un cambio cultural para hacer que este tipo de conductas hacia los niños sea completamente inaceptable en cualquier ámbito. Venezuela, Costa Rica y Uruguay fueron los primeros países en tomar cartas en el asunto y prohibir estas prácticas en el hogar y en las instituciones educativas, seguido por Brasil, Bolivia, Honduras, Nicaragua y Argentina en años más recientes. En el caso de México, en el 2019 el senado aprobó una ley con 114 votos unánimes en donde se prohíben los castigos corporales para los niños y niñas en las instituciones públicas y privadas.

Sin embargo, la situación más alarmante se encuentra en el Caribe, donde “estas prácticas no son condenadas, pero son legitimadas en las escuelas y el hogar”, comenta la Asesora Regional de Protección de UNICEF Nadine Perraut en un artículo para la BBC. Algunos ejemplos de esta práctica son Jamaica, Guyana y Barbados, a diferencia de países en el mismo territorio como Haití o Belice que tienen prohibiciones claras para castigar a los niños físicamente en las instituciones escolares.

“Globalmente, solamente el 9 % de los niños viven en países donde están protegidos por la ley de asaltos punitivos de adultos”

— UNICEF

Pongamos fin a los castigos corporales

Las personas que argumentan a favor de estos castigos dicen que son una forma rápida y efectiva para lograr que el estudiante actúe de la manera deseada, además de que algunos padres y madres prefieren un pequeño castigo de este tipo que una suspensión. Sin embargo, el castigo corporal no es efectivo a largo plazo, además de que puede llegar a tener consecuencias psicológicas en la salud mental de las víctimas. Un análisis realizado por la UNICEF señala que los menores expuestos a castigos corporales severos tienen 2.4 veces menos probabilidades de tener un desarrollo adecuado en la primera infancia, y la exposición a la disciplina violenta aumenta 1.6 veces el riesgo de que un niño o niña muestre comportamientos agresivos hacia otros niños o adultos.

Un artículo publicado en Psychology Today, dice que los castigos corporales son el resultado de sentimientos de frustración e impotencia de parte de los padres o docentes, que lleva a este resultado. Además de que invitan a aquellos docentes de cualquier contexto, a educar mediante las palabras, en lugar de acciones violentas, ya que esta es una manera más efectiva de alcanzar un desarrollo saludable para los niños. ”Si un niño verbaliza sus sentimientos, aprenderá a retrasar sus acciones”, señala Anny Katan, incrementando la capacidad de que el niño o la niña pueda ponerle palabras a sus sentimientos y acciones resultará en una disminución y regulación de tensión, además de una conciencia de sí mismo que le llevará a  practicar la toma de decisiones consciente.

¿Por qué es importante erradicar este tipo de prácticas en el siglo XXI? Muchos estudios han demostrado, como ya se mencionó anteriormente, que los castigos corporales son contraproducentes para el resultado que se busca llegar en los pequeños, que es tener su atención y que el docente se mantenga como figura de autoridad. Una de las estrategias que recomienda un artículo de la Revista Digital de Psicología y Mente, es que hay que trabajar las habilidades socioemocionales. Estas se definen como “las habilidades más básicas y complejas” y resulta más productivo desarrollarlas y trabajarlas durante la infancia, ya que ayudarán a que las personas cuando sean adultas desarrollen esta guía que funciona como un vínculo entre la regulación de las emociones y la comunicación. Algunos ejemplos de estas habilidades son la resiliencia, autoconocimiento, tenacidad, conciencia social, colaboración, empatía, autogestión, etcétera.

Hace unos días se celebró el Día Internacional de la Educación (24 de enero), en el que la UNESCO conmemora el “papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo”. Sin embargo, en pleno siglo XXI este tipo de castigos disciplinarios siguen aplicándose en escuelas de todo el mundo. Las niñas y niños tienen el derecho no sólo al acceso a la educación sino a un ambiente de aprendizaje libre de violencia de todo tipo. Recordemos que el desarrollo de los niños y niñas está en nuestras manos, y que de nosotros depende a quiénes queremos moldear para que puedan escribir el futuro cuando llegue su turno.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/castigos-corporales-escuelas

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Reflexiones sobre la enseñanza de las matemáticas en bachillerato en tiempos de virtualización educativa.

Autor: Saúl Elizarraras Baena

Resumen

Se presentan reflexiones y aportaciones para desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo en el marco de la pandemia actual, misma que ha traído como consecuencia que se cierren las escuelas y con ello, se ha instrumentado la virtualización educativa para dar continuidad al proceso educativo con todo y las limitaciones en infraestructura tecnológica.

Se introduce una descripción general de las acciones que se llevaron a cabo por parte de las autoridades educativas de todo el país (locales y federal); principalmente, se enuncian sus efectos en los procesos de gestión educativa, así como de la enseñanza y del aprendizaje de las Matemáticas en función del sentir de la comunidad estudiantil y del propio magisterio.

A continuación, se presentan algunas reflexiones sobre la experiencia de enseñanza, así como testimonios de un reportaje periodístico y resultados de investigación educativa bajo la modalidad de aula invertida.

Posteriormente, se describen algunos referentes teóricos que permiten la advertencia de los usos perniciosos que se puede hacer con la tecnología educativa, así como aportaciones teóricas pertinentes para conceptualizar el pensamiento crítico y la educación popular con fines de transformación social.

Finalmente, se interpretan las respuestas proporcionadas en un cuestionario aplicado a un grupo de treinta y dos estudiantes, quienes enviaron sus respuestas vía correo electrónico.

Los resultados obtenidos apuntan a la necesidad de garantizar las condiciones mínimas para el adecuado desempeño de estudiantes y docentes, también es imprescindible que haya acuerdos y compromisos compartidos de parte de autoridades educativas, administradores escolares, docentes, padres de familia y estudiantes, con la finalidad de que el proceso educativo pueda mejorarse.

Palabras clave: pensamiento crítico, virtualización educativa, aprendizaje, enseñanza, matemáticas, bachillerato.

Introducción

La pandemia actual, obligó a las autoridades educativas de México a poner en práctica acciones que permitieran salvar el ciclo escolar 2019-2020. Así, la dinámica del trabajo docente se vio irrumpida por la necesidad de hacer uso de diversas plataformas tecnológicas para mantener contacto con la comunidad estudiantil.

En particular, al principio se pidió que se diseñarán por lo menos dos actividades semanales con la finalidad de garantizar los aprendizajes de los estudiantes; tal parecía que lo preocupante era que las (os, es) docentes mostraran evidencias de trabajo, pues su salario estaba garantizado.

Paralelamente, desde los mandos medios de las autoridades educativas de varios estados de la República Mexicana, por ejemplo, se promovía el uso de Google y sus aplicaciones para mantener comunicación con la comunidad estudiantil.

Martínez (2020a) describía algunas de las vicisitudes que se presentaban tanto para estudiantes como para docentes, aludía a las carencias económicas de las familias y de infraestructura en regiones rurales en las que no se contaba con acceso a internet, esto propiciaba que se acrecentara la desigualdad social.

Al regreso del periodo vacacional del mes de abril, las autoridades de salud del gobierno federal declaraban estado de emergencia por la pandemia y con ello, la imposibilidad de regresar a clases presenciales.

Muchas voces se manifestaban para criticar lo que estaba haciendo el gobierno federal para que el proceso educativo no se viera interrumpido. Por ejemplo, mexicanos primero a través de David Calderón decía entre otras cosas que los maestros no sabían aterrizar contenidos en un aula digital (Martínez, 2020a).

Curiosamente, la preocupación de las autoridades educativas se había convertido en garantizar la acreditación y erradicar la deserción escolar.

Al mismo tiempo, el Secretario de Educación Pública se presentaba ante los medios para defender la educación en línea y para dar palabras de aliento tanto a estudiantes como a docentes. Este tipo de reportajes en los periódicos de circulación nacional eran acompañados de críticas y poniendo en entredicho la educación en línea en función de la voz de algunos expertos (Velázquez, 2020).

Los colectivos docentes también se manifestaban en las redes sociales y solicitaban la clausura anticipada del ciclo escolar por no contar con la infraestructura necesaria y, sobre todo, porque consideraban que la crisis económica derivada de la contingencia sanitaria impedía a los estudiantes el cumplimiento de las tareas.

Posiblemente, estos acontecimientos hayan sido la causa por la que la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunciaba la terminación del ciclo escolar 2019-2020 antes de lo establecido en el propio calendario escolar. No obstante, seguía permeando en el ambiente la idea de que debía asignar calificaciones aprobatorias.

Con base en lo expuesto, nuevamente las críticas de Mexicanos Primero se escuchaban, ahora tocaba el turno a Ruiz (2020), quien ponía en duda la efectividad de la educación en línea y anticipaba que la mayoría de los docentes optarían por liberarse de la presión y calificar de forma inercial para encubrir el rezago educativo.

Así, el autor demandaba que se extendiera el calendario escolar para que cada docente pudiera tener un contacto personalizado con cada estudiante, tomaba en cuenta que cada docente atendía 30 estudiantes (promedio por grupo), en alusión a lo que constantemente declaraba el secretario de educación pública.

De forma complementaria, demandaba a la SEP que planteara con mayor claridad la acreditación universal y que incorporara en los lineamientos normativos medidas para que los maestros valoraran las necesidades reales de la comunidad estudiantil antes que asignar una calificación.

Casualmente, para darle mayor formalidad al cierre del ciclo escolar, la SEP publicó el acuerdo número 12/06/20 de fecha 5 de junio de 2020, en el cual se precisaron disposiciones para evaluar el ciclo escolar 2019-2020 en los niveles de Educación Básica, Media Superior y para las Escuelas Normales Públicas.

A pesar de que la propia SEP había dado a conocer el éxito de la educación en línea, cuyo soporte eran los resultados de una encuesta (Unión, 2020), en el acuerdo 12/06/20 se anunciaba la impartición de un curso remedial para el mes de agosto, muy probablemente por las presiones recibidas de parte de los empresarios.

Antecedentes

Sin duda que los retos y desafíos educativos para esta década se han incrementado significativamente debido a que se encuentra en marcha la Cuarta Revolución Industrial; por lo que las acciones de parte de los sistemas educativos de los países de América Latina se deberán enfrentar con mayor voluntad (Elizarrarás, 2020a).

Se reconoce la importancia de la sistematización de la planificación docente o bien, de modo específico para el diseño de situaciones de aprendizaje que puedan resultar del interés de los estudiantes y a la vez, que les permitan interactuar con otras disciplinas científicas sin menoscabo de la interacción con su entorno social.

Sin duda que las TIC representan una gran oportunidad para explorar y comprender los fenómenos sociales y naturales en función de la modelización matemática. En este sentido, es imprescindible el análisis permanente de los contenidos y sus propósitos que se deben incluir en los programas oficiales (Elizarraras, 2020a).

Elizarraras (2020b) considera trascendental la incorporación de la tecnología en el proceso educativo y de modo particular, para desarrollar el pensamiento crítico en aras de la constante transformación de la sociedad y la erradicación de las desigualdades e injusticias sociales.

El autor precisa que, el planteamiento de alternativas debe ser en función de la praxis de cada docente, es decir, a partir de los resultados obtenidos de investigación educativa y de experiencias de enseñanza, sólo así se podrán dimensionar sus alcances y limitaciones.

Martínez (2020a) recabó testimonios de estudiantes que reconocían mayores dificultades para aprender matemáticas en línea en comparación a otras materias. Por ejemplo, una estudiante de la Preparatoria 3 de la Universidad Nacional Autónoma de México manifestó que la maestra les facilitó unos apuntes que ella hizo con ejemplos para los ejercicios, pero que, si con la explicación de la maestra no entiende, en forma escrita menos.

Por su parte, un estudiante del Instituto Superior de Huichapan (Hidalgo) de la carrera de Ingeniería en energías renovables anticipó que sufrirá el semestre venidero con Cálculo vectorial, pues su aprendizaje depende de Cálculo Integral, cuya materia está llevando en el presente semestre.

No obstante, Benítez y Grajeda (2020) reportaron el impacto favorable con la metodología pedagógica denominada aula invertida en un curso de Matemáticas II para estudiantes de licenciatura del Tecnológico de Monterrey, la cual consiste en que los estudiantes estudien un tema previo a la clase y socializa sus saberes bajo la guía del docente. Su trabajo de investigación lo llevaron a cabo conforme a los pasos siguientes:

  1. Creación de material audiovisual. Los videos fueron subidos a la plataforma de YouTube y consistían en explicar la resolución de ejercicios diversos sobre Matemáticas.
  2. Implementación del aula invertida en un grupo experimental. Las (os, es) estudiantes consultaban los videos, tomaban notas, hacían resúmenes. En clase, se atendían dudas y se les resolvían ejercicios complementarios. El tiempo restante, las (os, es) estudiantes practicaban lo aprendido y profundizaban en el tema.
  3. Contraste entre el aprovechamiento del grupo experimental frente al grupo de control. Se utilizó un examen de conocimientos cuyo rango era de 0 a 100 y la calificación mínima aprobatoria era de setenta puntos porcentuales.

Los resultados obtenidos por parte de los estudiantes fueron los siguientes:

  • 50% de las mejores calificaciones obtenidas por los estudiantes en el grupo experimental son mejores que el 50% de las mejores calificaciones obtenidas por los estudiantes en el grupo de control quienes aprendían en forma tradicional.
  • 39% de los alumnos del grupo experimental llegaron aprobados al examen final mientras que en el grupo de control tan solo del 21%.

En términos generales, los autores refieren que los resultados no fueron muy significativos, lo cual se pudo deber a que el examen final representaba el 20% de la calificación y, por lo tanto, se presentaron actitudes de relajamiento o desconcentración en quienes ya habían obtenido una calificación aprobatoria.

Estas reflexiones y aportaciones teóricas permiten tener una idea sobre el balance que se hace sobre las expectativas y limitaciones que se tienen sobre la tecnología educativa en tiempos de pandemia e incluso, sobre los alcances que en algunos casos se han logrado con este tipo de modalidad educativa en instituciones educativas de alto prestigio y con la infraestructura idónea para tal efecto.

Con base en lo anterior, se hace necesario el planteamiento de una perspectiva teórica que permita dar luz a las posibilidades reales de la virtualización educativa y sobre todo, cuáles deberían ser los usos que se le pueden dar desde la postura de la Educación Popular para el desarrollo del pensamiento crítico.

Perspectiva teórica

Para Bonilla-Molina (2020a) la escuela es un espacio para el desarrollo de la educación integral y para cumplir con este propósito de hace necesario reformarla. En este sentido, la prioridad son las escuelas encargadas de la formación docente, alimentadoras de la máquina capitalista, toda vez que forman administradores del currículo con funciones de supervisión y fiscalización.

El autor señala que la escuela como máquina capitalista ha fracasado al resolver los problemas de desigualdad social, por lo que es insostenible continuar utilizándola con fines de control de los sujetos de aprendizaje.

Por su parte, Huerta (2020) refiere que las escuelas no son solo lugares para aprender a leer, escribir y hacer matemáticas, sino que en estos se debe aprender a ser activistas por la justicia social. También considera importante que se puedan ofrecer elementos para la formación docente sobre el desarrollo del pensamiento crítico y el despliegue de la praxis respectiva.

Bonilla-Molina (2020b) considera que la virtualización educativa tiene como pretensión la eliminación de los recesos que son tan necesarios para reflexionar sobre el propio ser y hacer de la práctica educativa, para el esparcimiento y el encuentro con la familia.

Estos cambios implican el planteamiento de alternativas contrahegemónicas al capitalismo cognitivo del siglo XXI que se basan en teorías del capital humano y de las competencias. en este sentido, se hace necesario conceptualizar el pensamiento crítico porque su desarrollo en el aula debe permitir el desarrollo integral de la comunidad estudiantil.

Martínez-Escarcega (2020) enfatiza que la práctica del educador debe ser predominantemente política y, en consecuencia, enfocar todo su trabajo y esfuerzo en conseguir que la educación sea un acto político con sentido ético, esto significa quitarse la idea de que el marxismo es la única perspectiva teórica, ya que de no hacerlo se estaría adoctrinando a las personas.

El autor argumenta que Marx tenía la pretensión de liberar al ser humano de las nuevas formas de esclavitud. Por el contrario, el pensamiento crítico no sabe lo que quiere y desde una perspectiva de lo complejo, se debe considera que el mundo diferente al que se aspira deberá ser producto de lo dialógico, es decir, una construcción de todos y no de uno sólo.

Ahonda sus reflexiones en cuanto al pensamiento de Freire a quien concibe como un cristiano pacifista y puntualiza que tampoco debe ser el único pensamiento que prevalezca en la búsqueda de la conformación del pensamiento crítico. De forma complementaria, Martínez-Escarcega (2020) refiere que la educación popular tiene un papel destacado para lograr su propósito, a saber:

  1. Problematiza para transformar condiciones y situaciones injustas y opresoras que impiden la vida digna de las personas y comunidades.
  2. Sus perspectivas políticas son emancipadoras (anti-capitalistas, ecologistas, feministas, decoloniales, interculturales, …).
  3. Reconoce a los estudiantes y educadores como sujetos (personas y colectivos).
  4. Contribuye a la formación de conciencia, pensamiento y subjetividades críticas.
  5. Utiliza metodologías y didácticas, contextuales, dialógicas, participativas, inter-activas que articulan, acción, conocimiento y emocionalidad.

Por su parte, Mejía (2020) señala que son muchas educaciones populares y no sólo una, todas en constante construcción. Se les define por la condición ética política y, por ende, su pretensión es la transformación de las condiciones de dominación, exclusión y abandono.

El autor, puntualiza que los seres humanos son diferentes, por lo que plantea de forma alternativa un horizonte ético, es decir, se opone a lo patriarcal, a lo colonial y al clasismo. Establece mediaciones como el diálogo de saberes y la interculturalidad; no obstante, requiere la confrontación y la conversación para construir proyectos de transformación social.

Argumenta que estamos viviendo un cambio de época, es decir, estamos transitando de la tercera a la cuarta Revolución Industrial. En este sentido, se debe considerar que las tecnologías convergentes funcionan en la Física cuántica o en la Microbiología, por tal razón, sugiere algunas pistas que pueden ser estudiadas en el marco de la Cuarta transformación de la vida, a saber:

  1. a) Conocimiento, información y tecnologías de la inteligencia artificial. En este sentido, debe coexistir una integralidad entre lo humano y el conocimiento e incluso, una valoración flexible del aprendizaje entre teoría y práctica
  2. b) Nuevos lenguajes de la tecnología. Su propósito es la construcción de un lenguaje muy diverso e incluyente para nuevas culturas.
  3. c) Innovación. Se debe distinguir del emprendimiento, pues le quita el aspecto político y se promueve lo miserable del capitalismo cognitivo. Además, la necro política incide en el patrón de acumulación económica
  4. d) Comunicación y currículo disciplinario. Se debe estudiar el discurso del capitalismo cognitivo para comprender su fundamento antropocéntrico, colonial, racista y patriarcal. Indudablemente, la disputa es contra la producción con fines de explotación laboral, por lo que se debe cambiar el enfoque de las competencias por capacidades ya que estas últimas se encuentran más cercanas a lo humano.
  5. e) Cultura del trabajo colaborativo. El conocimiento es de comunidades interdisciplinarias y transdiciplinarias. Por ejemplo, los premios nobeles se han otorgado en forma conjunta.

Mejía (2020) refiere que la crisis sanitaria puso en evidencia la crisis educativa, misma que se quiso ocultar con la virtualización educativa. La causa principal fue el efecto ideológico de las teorías del capital humano y de las competencias como única alternativa. En suma, la virtualización educativa ha visibilizado lo invisible.

Agrega que la realidad virtual se soporta a través de imágenes, pero esto no significa que la educación digital se reduzca a dar un seminario con zoom o meet. Se deben construir nuevas mediaciones, reinventar el mundo y la escuela. El maestro debe hacer política de la pedagogía, construyendo alianzas con los padres de familia.

El autor refiere que nativos de redes sociales no es lo mismo que nativos digitales, los primeros sólo son consumidores de información, por lo que es menester desintoxicar a la juventud de ahora de las redes sociales y que la comunidad docente no asuma el papel de modernizadores del capitalismo con tecnología, sino que utilice la tecnología para la transformación social.

Enfoque metodológico

Torres (2020) enfatiza que la investigación social debe instituir el cuestionamiento de las injusticias y de la opresión social, de tal manera que se pueda responder a las necesidades de los más vulnerables. Hasta ahora lo que se ha visto es la subordinación al sistema capitalista, colonial y patriarcal, carente de toda visión política con sentido ético.

Además, en toda investigación, se debe asumir que el investigador produce conocimientos en un diálogo de saberes, esto implica la consideración como sujetos en lugar de objetos tanto a los investigadores como a los investigados, por ser estos últimos, poseedores de saberes.

Sin duda que, la investigación educativa debe dar fundamento a toda idea o intento de transformar la realidad social. Las prácticas educativas deben incorporar tanto las experiencias como las teorías, toda vez que la praxis le permite al profesor comprender la realidad educativa en la que se desenvuelve para que pueda incidir en la transformación social.

Torres (2020) propone algunos principios metodológicos que deberían ser considerados o tomados en cuenta cuando se lleva a cabo una investigación participativa en el contexto latinoamericano y en el marco de las pedagogías críticas y las educaciones populares:

  • Asumir de manera auténtica el compromiso de transformar la realidad de los sujetos populares con quienes dialoga.
  • Sensibilizarse ante los problemas que viven los sujetos investigados para que, en el diálogo de saberes, puedan disponer de otros elementos que les permitan dar respuesta a sus problemas.
  • Reconocer saberes, sentires y pensares. Esto significa que el investigador debe ser empático con los sujetos investigados y sobre todo, respetar sus posturas, pues son ellos quienes han padecido los estragos de las condiciones de desigualdad y pobreza en la que el Estado los tiene inmersos.
  • Asumir una posición liberadora y emancipadora libre de todo tipo de dogmas.
  • Llevar a cabo la investigación participante debido a que también influyen las creencias y las vivencias del propio investigador, esto implica que se incluya la auto investigación, la reflexividad y el control colectivo.
  • Reconocer que las técnicas de investigación cuando son sencillas también permiten la recolección y análisis de información, su validez no se encuentra en su grado de dificultad ni necesariamente tienen que apegarse al método científico.
  • Considerar al informante con sentido de igualdad y pertenencia, dado que el investigador se realimenta de los propios hallazgos y es en ese momento cuando se presenta una devolución sistemática, dialogo y comunicación simétrica.

Por su parte, Camacho (2020) describe las características de una metodología enmarcada en la teoría fundamentada cuya didáctica debe ser con enfoque crítico para construir educación propia y sistematizar las experiencias. Como resultado de sus hallazgos pudo dar cuenta de resistencias que son manifestadas por los distintos sujetos que intervienen en el proceso educativo.

En este sentido, enfatiza que una primera dificultad a la que se enfrentó fue que el alumno está condicionado a ser enseñado y se niega a documentarse para informarse. Otra de las dificultades a las que se enfrentó fueron las resistencias que los maestros ponen de manifiesto para desarrollar su proceso de enseñanza, mismas que se describen a continuación:

  1. a) Racionalidad instrumental. Se niegan a abandonar el libro de texto o a planificar sin los programas de estudio.
  2. b) Fragmentación del conocimiento en disciplinas. Tienen la creencia y el mito de que el conocimiento es universal, es decir, prevalece su visión eurocéntrica.
  3. c) Baja expectativa sobre las capacidades de los estudiantes. Consideran demasiado complicado que la comunidad estudiantil pueda aprender bajo las condiciones que institucionalmente son normalizadas.

Para contrarrestar estas dificultades, la autora junto con sus colegas, propusieron un elemento clave para lograr el cambio en el marco de una educación alternativa, tal es el caso de un tópico generador, conceptualizado como una idea que desequilibre lo que se sabe de algo y movilice o detona la heurística del aprendizaje en términos de la contradicción (explícita o implícitamente).

El tópico debe ser abarcador y considera al aprendizaje crítico como disruptivo y transdisciplinario para preservar la vida en el marco de una cultura hibrida. En este sentido, permitieron a la comunidad estudiantil elegir libremente un tema y desarrollarlo en ambientes de colaboración, haciendo uso de sus conocimientos previos y mediante la búsqueda de información fidedigna.

De forma complementaria, la perspectiva tomó en cuenta que la evaluación es un proceso formativo de cavilación que debe tomar en cuenta la respuesta a las preguntas siguientes: ¿qué se aprendió? ¿para qué aprende? ¿cómo aprende? Esto implica una deliberación argumentativa de lo que ha realizado el estudiante.

La experiencia con la virtualización educativa: la voz de los estudiantes

Durante la contingencia sanitaria se propusieron diversas actividades en forma virtual para dar continuidad al proceso de aprendizaje de las matemáticas de estudiantes de bachillerato general del municipio de Chicoloapan, Estado de México; de igual manera, se utilizaron distintos medios de comunicación para establecer contacto con la comunidad estudiantil.

Las actividades propuestas se apegaron a los contenidos que se estaban tratando antes de iniciado el confinamiento. Se les pidió la entrega de una actividad por semana y la contestación de cuatro cuestionarios. El primero tuvo la finalidad de mejorar la calificación del primer parcial que se había concluido antes de iniciada la contingencia sanitaria.

Luego de doce semanas de trabajo continuo, se pidió a los estudiantes que manifestaran su opinión respecto a los recursos de internet que fueron utilizados para mantener comunicación. De modo específico, se les solicito que de forma complementaria a una actividad extra que se les propuso con el uso de juegos de azar disponibles en internet, describieran su experiencia con cada uno de los recursos y enunciaran algunas propuestas para mejorar la práctica educativa.

Este cuestionamiento, tenía dos intenciones: por un lado, que se pudiera conocer el sentir y pensar de cada uno de los integrantes de la comunidad estudiantil ante la virtualización educativa debido a la contingencia sanitaria y, por el otro, valorar su impacto con fines de mejorar la praxis en caso de que la pandemia se prolongara o incluso, de forma posterior a la pandemia.

Debido a que se requería disponer de conexión a internet, la actividad fue opcional y con valor de hasta un punto extra para su calificación final. La actividad citada fue enviada por cuarenta estudiantes de un total de doscientos, pero sólo se tomaron en cuenta las respuestas de treinta y dos estudiantes dado que se pudieron identificar respuestas repetidas en el caso de las ocho restantes.

Como se indicó en párrafos precedentes, las actividades de aprendizaje retomaban de forma predominante los temas que ya se habían visto antes de iniciada la contingencia, cuya finalidad era su reafirmación para avanzar gradualmente al estudio de otros, siempre relacionando con lo aprendido.

En la secuencia didáctica, en principio, se movilizaban los conocimientos previos de los estudiantes; después, se sugería la visualización de videos en YouTube y finalmente, se proponía la resolución de otros casos para evaluar el aprendizaje. A este respecto, veinte estudiantes manifestaron su aceptación y doce su rechazo.

En el caso de los videos de YouTube, veintiún estudiantes manifestaron que fueron favorecidos y once que no les ayudó. Mientras que, para el caso de los interactivos de internet, la mitad manifestó su aceptación y la otra mitad, su desacuerdo.

Cabe señalar que los interactivos recomendados tenían como finalidad que los estudiantes pudieran explorar las propiedades de las funciones en forma gráfica. Por su parte, los cuestionarios en línea fueron avalados por doce estudiantes y rechazados por veinte.

Se utilizó un micrositio de Google para mantener comunicación con los estudiantes (treinta lo consideraron adecuado y sólo dos dijeron lo contrario), el cual ya era del conocimiento de los estudiantes desde que inicio el ciclo escolar.

Adicionalmente, se creó una página de Facebook para subir la actividad semanal y sobre todo para que la comunidad estudiantil estuviera informada haciendo uso de su teléfono sin necesidad de salir de su casa. En este sentido, veinticuatro lo consideraron de mucha ayuda y ocho opinaron lo contrario.

Adicionalmente, se les pidieron comentarios generales para que manifestarán en forma libre, su sentir sobre la experiencia que tuvieron con la virtualización educativa a causa del confinamiento voluntario. Tal petición se enmarcaba en la indicación inicial de mejorar la práctica educativa en función del uso que hicieron con los medios de comunicación.

Al igual que, como sucedió en muchos lugares de la República Mexicana, hubo quienes manifestaron de manera implícita o explícita las inconformidades que les había ocasionado el trabajo escolar a distancia. Muy parecido a una investigación periodística que se había publicado en un periódico de circulación nacional (Educación en línea, llena de obstáculos).

E5: Uno como alumno investiga por su cuenta y adquiera un poco más de conocimiento, los videos de YouTube me parecen una forma fácil de enseñar ya que es un lugar donde todos no la pasamos. A mí me pareció que se excedían en trabajos y tareas.

E7: Pues esto va para largo, las “clases en línea” es mandar trabajos sin explicar el tema, es un medio para que los estudiantes puedan seguir aprendiendo pues lo único que existe. Es complicado, es difícil organizarse bien, las actividades con fechas distintas y diferentes horas.

E19: En lo personal casi no me gustó esta manera de enseñar en línea ya que casi muchos de nosotros no aprendimos como cuando tienes clases normales, porque así el profesor nos aclara nuestras dudas y nos la repite otra vez para que quede claro el tema.

En los comentarios generales proporcionados, se podía identificar la dependencia al maestro que suele ocurrir en el aula física. A continuación, se muestran algunos ejemplos de este tipo de manifestaciones, se destaca el caso de E4 que, de forma adicional, externó la falta de concentración debido a la crisis sanitaria y económica.

E1: Pues fue un buen intento de clases en línea ya que no entendimos muchas cosas como en las clases presenciales ya que ahí el profesor nos explica una y otra vez hasta aclarar todas nuestras dudas …

E2: Sin duda es más complicado estudiar y llevar a cabo tus actividades en línea, ya que no cuentas con esa asistencia de un profesor que te pueda explicar detalle a detalle.

E4: Es demasiado complicado estudiar así para empezar de ver videos te quedas con varias dudas y no hay quien te las resuelva, me parecieron complicados porque aun así no entendía o no explicaba lo suficiente. Además, con esta crisis es difícil concentrare para poder realizar las tareas.

También hubo comentarios que reconocían las oportunidades de aprendizaje que se les habían brindado habían sido las adecuadas, pero al mismo tiempo, también manifestaban un posicionamiento de solidaridad para aquellas (os) compañeras (os) que carecieron de conectividad o de los recursos necesarios para realizar los trabajos solicitados.

E11: Durante esta cuarentena fue muy cómodo trabajar con su micrositio y su página de Facebook, son buenas herramientas de divulgación que sin duda recomiendo seguir utilizando durante los ciclos escolares que vienen.

Como propuesta seria buscar la forma de apoyar a aquellos compañeros que por diversas situaciones no pueden tener acceso a internet o poder realizar las tareas por situaciones externas a él, también determinar un listado de sitios web para la realización de tareas y búsquedas de información.

Hubo casos que también aludieron, a título personal, a las complicaciones que se generaron para ellos, simplemente por carecer de los recursos tecnológicos

E32: Fue dinámico, pero es algo estresante ya que no todos tenemos las herramientas necesarias, es mucho más entretenido en físico.

E35: Mi comentario de esta contingencia y como estamos trabajando yo siento que es algo incompleto ya que no sé cómo hacer algunos documentos… en mi casa no tengo las posibilidades de Internet no tengo ni computadora entonces se me complica lo único que si estoy dispuesta a entregar todo y hacer mucho esfuerzo.

Una situación que no se puede negar es el hecho de que hubo quienes reconocieron de forma indirecta la falta de honestidad y compromiso con su propio (o ajeno) desempeño académico; principalmente, mediante los exámenes que se aplicaron en línea. En este sentido, se debe señalar que es una debilidad de la virtualización educativa.

E17: Realizar exámenes en línea me parece una buena opción, pero es fácil distraerse y es sencillo copiar. Por lo que los resultados no pueden ser fidedignos.

En menor medida, hubo dos estudiantes quienes pidieron la impartición de clases en línea o previamente grabadas, pues de esa manera podían compensar el apoyo que recibían en forma presencial antes de iniciada la contingencia.

E34: Que de vez en cuando mande clase en video o que de clase en línea como algunos otros maestros. Los trabajos que entregamos son temas de la rúbrica, pero es mejor aprender físicamente.

A modo de conclusiones

Es indudable que esta experiencia educativa ocasionada por la pandemia del COVID 19, debe servir de punto de partida no sólo para la continuidad de la educación en línea que se avizoraba para el inicio del ciclo escolar 2020-2021 sino también para que se puedan realizar los ajustes correspondientes.

Es urgente que los gobiernos locales y federal puedan dar todos los apoyos para que estudiantes y docentes puedan desempeñarse disponer de las condiciones mínimas.

Uno de los aspectos que debe garantizar la parte gubernamental es la conectividad para todos los mexicanos independientemente de que haya o no confinamiento, sólo así se podrán contrarrestar la desigualdad social.

Estipulación de reglas claras para la evaluación de los aprendizajes desde antes de iniciado el ciclo escolar 2020-2021 con la intención de que se cuidara la dignidad del magisterio, aunque lo más recomendable es que se suspendiera la evaluación con fines de acreditación en tanto la virtualización educativa se mantuviera.

Instrumentar acciones tendientes al verdadero acompañamiento pedagógico en el marco de una flexibilidad curricular versus fiscalización educativa. Sin duda que el compromiso de estudiantes y docentes depende en gran medida del nivel de responsabilidad y formalidad que emana de las autoridades educativas.

Referencias

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Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

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