España / 25 de marzo de 2018 / Autor: Gema Lendoiro / Fuente: La Razón
Algunas pedagogías modernas sugieren que memorizar no sirve de nada. Suelen ser pedagogías más orientadas a que el alumno sea feliz porque, entienden, que si no lo es no será capaz de aprender. Otros tumban esos argumentos que consideran falaces. Alberto Royo escribió su libro Contra la Nueva Educación, precisamente para dar voz a lo que él considera la base del éxito: el esfuerzo. Memorizar cuesta, por eso a muchos no les gusta pero se hace impensable pensar que alguien pueda tener una cultura amplia si no le dedica tiempo y estudio a las materias. Algo que, sin duda, pasa por memorizar.
-Quienes defienden la inutilidad de la memorización suelen decir que no sirve de nada aprenderse la lista de los Reyes Godos
-Como estudiante, jamás tuve que aprenderme la lista de los reyes godos. Y hace muchísimo tiempo que no se enseña. Por lo tanto, recurrir a la lista de los reyes godos para denostar la memorización, aunque es habitual entre los que se dicen innovadores, tiene poco sentido. Sí recuerdo (y no tengo ningún trauma ni me han quedado secuelas) el alfabeto griego o la tabla periódica, aunque imagino que eso para algunos es perder el tiempo (hasta se cuestiona que haya que aprender el nombre de los ríos). Justificar que memorizar es bueno no debería ser necesario. Deberíamos apelar al principio jurídico delonus probandi, es decir: “lo normal se entiende que está probado, pero lo anormal se ha de probar”. Aplicado a la enseñanza: son aquellos que dicen que memorizar es un error quienes tendrán que demostrar por qué lo es, ya que ni la experiencia ni las evidencias nos indican que sea así. ¿Cómo vamos a leer música sin saber situar las notas en el pentagrama? Pero, ya que me pregunta, le diré que memorizar es bueno en sí mismo, ya solo por el ejercicio intelectual que supone.
-Igual la lista de los Reyes Godos no es muy útil pero muchos que defienden no memorizar dicen que tampoco aporta demasiado saberse las fechas de las guerras mundiales sino lo que pasó en ellas…
-Es imposible comprender un hecho histórico sin conocer datos o circunstancias concretas que uno, inevitablemente, ha de memorizar. Por otra parte, memorizar es, en realidad, fijar algo en la memoria. Y lo que no queda en la memoria es porque no se ha aprendido. No se trata de repetir de forma absurda datos inconexos sino de disponer de un armazón que permita contextualizarlos. Por ejemplo, aprender que Monteverdi nació en 1567,y no aprender nada más, no nos aportará demasiado, pero saberlo nos permitirá apreciar el carácter revolucionario de un compositor nacido en pleno Renacimiento que, sin embargo, no solo colaboró en el establecimiento de la llamada seconda prattica, sino que ha resultado ser tan avanzado, tan auténticamente moderno, como Caravaggio, Cervantes o Galileo. Lo que quiero decir es que hacen falta datos, fechas importantes, hechos históricos y nombres, pues de lo contrario no hay asideros firmes para comprender nada, igual que es imposible reflexionar sobre algo que se desconoce o que se conoce solo de manera superficial. El ejercicio de la memorización no va en detrimento de la reflexión. Al contrario: la primera es indispensable para la segunda. Vaya. Al final, he terminando justificando yo por qué hay que memorizar.
-Memorizar a veces en un rollo. ¿Existen técnicas para que esto sea más agradable?
-Se puede memorizar de muchas formas: repitiendo una y otra vez, buscando reglas nemotécnicas… Da igual, porque a cada uno le funciona una u otra estrategia. A mis alumnos de primer curso les hago memorizar las notas en el pentagrama mediante conjuros de Harry Potter. A algunos les va bien, otros prefieren simplemente repetir hasta tenerlas memorizadas. No tiene mayor importancia porque, en general, el método es menos determinante de lo que se dice.
– Usted es profesor. ¿Sabe distinguir un alumno que memoriza todo del que saca rendimiento real de aquello que se aprende de memoria?
-Sí. Enseguida se nota cuándo alguien ha aprendido algo sin comprenderlo y cuándo está demostrando que la comprensión ha sido óptima. Lo que los profesores debemos pedir es comprensión, memorización y reflexión.
-El sistema educativo ideal es aquel que…
-Aquel en el que todos los alumnos puedan desarrollar al máximo sus capacidades y encuentren aquellos conocimientos que la mayoría no podrán encontrar fuera. Un sistema que entienda que a través del saber y la cultura aprendemos a ser críticos, creativos y abiertos, que sirva para abrir horizontes a nuestros alumnos y para reforzar una serie de hábitos y valores que les serán muy beneficiosos. Que pueda ser una herramienta de mejora social.
UNESCO / 18 de marzo de 2018 / Autor: María Jesús Ibáñez / Fuente: El Periódico
Mmantsetsa Marope, responsable de educación de la Unesco, llama a la transformación pedagógica «en todos los niveles»
«Las escuelas no han de esperar a que los gobiernos actúen, pueden recurrir a empresas privadas», sugiere
Su agenda de estos días en Barcelona es intensa. Una conferencia en CosmoCaixa con maestros de infantil, primaria y secundaria; una reunión con responsables universitarios para ver cómo reformar el modo de impartir clases en los estudios superiores; sesiones de trabajo con organizaciones impulsoras de la innovación educativa en Catalunya… Y entrevistas con periodistas. La doctora en Educación por la Universidad de Chicago, Mmantsetsa Marope, actual directora de la Oficina Internacional de Educación de la Unesco, visita la capital catalana para explicar cuál es la prioridad del organismo que dirige: una reforma urgente para que las escuelas incorporen el aprendizaje basado en competencias.
– ¿Cómo le explicaría lo importante que es este cambio a una familia que esté buscando ahora escuela para su hijo?
– Pues supongo que esa familia lo que querrá es encontrar un lugar en el que el niño adquiera conocimientos y habilidades, querrá que domine la tecnología y que sepa analizar los datos y la información y querrá, por supuesto, que tenga una buena actitud y unos valores. Y seguro es que esa familia desea también que su hijo sea capaz de utilizar todas esas competencias, ese saber, para realizar unas determinadas tareas, que sea creativo y autónomo a la hora de aplicar todo eso en el terreno práctico. Todo eso es aprender por competencias: la integración del conocimiento (que es básico y muy importante), de las habilidades, de la tecnología, de los datos y la información y de las actitudes y la disposición del alumno. ¿Qué le diría yo a esa familia que busca escuela? Que piense que su hijo no solo debe aprender, sino que también ha de saber cómo usar lo que aprende.
– Pero eso, al menos en Catalunya, ya lo están haciendo muchas escuelas, sobre todo en las etapas de infantil y primaria. Quizás donde está costando más es en secundaria.
– Este modelo de aprendizaje por competencias debería implementarse en todos los niveles. Y muy particularmente en la universidad, porque no es una metodología que solo sirva para los niños más pequeños. También debería utilizarse para formar a lo largo de la vida a los adultos que se reciclan profesionalmente.
– ¿Y cree que podrá convencerlos?
– Es que es necesario que vean que no es suficiente con dar al alumno un montón de conocimiento, un montón de información, hay que ofrecerle también los medios para que lleve todo eso a la práctica. No solo por su propio bien, sino también por el bien colectivo, por el de la sociedad en la que, en un futuro, va a desarrollarse como persona.
– Va a encontrar resistencias…
– Bueno, no estamos diciendo que se deba arrinconar ninguna disciplina, ni conocimiento, como algunos docentes y algunas familias temen. Es un error pensar que el aprendizaje por competencias desprecia los conocimientos tradicionales. ¡Al contrario! Esta metodología implica que su adquisición debe ser más profunda si cabe, porque luego se han de saber aplicar. Eso supone también una mayor carga para los profesores.
– Pero los profesores, que son los responsables de llevar a cabo esa transformación, soportan ya una sobrecarga de trabajo o les falta tiempo, muchas veces.
– Desde luego los profesores son claves en este proceso y necesitan recursos y mecanismos para reducir el tiempo que dedican a actividades rutinarias o no directamente relacionadas con la docencia. Creemos que aquí la tecnología debe tener un papel importante para ayudarles, por ejemplo, en el seguimiento o la evaluación continua. Existen ya plataformas que ayudan a los niños cuando empiezan a leer y permiten que el maestro vea cómo progresa.
– Y eso facilita entonces que el aprendizaje sea individualizado.
-¡Claro! Si el profesor ve que un niño avanza más rápido que otros, puede darle más contenido, enriquecer su aprendizaje. Y si ve que va más lento, puede prestarle mayor atención.La tecnología no sustituye la docencia, pero ahorra tiempo al profesor. Eso permite también que el profesor pueda hacer informes singularizados de cada alumno, en lugar de poner notas numéricas a partir de exámenes iguales para todos los alumnos.
-¿Pero los padres quieren saber qué nota saca su hijo?
– Sí, sí, lo comprendo, los padres quieren saber si su hijo es el primero de la clase. Eso requiere de un cambio cultural, por supuesto. Lo que ha de preocupar a los padres es saber cómo mejora su hijo, no cómo se encuentra respecto al resto de su clase.
– ¿Falta también formación para los profesores?
– Sí, también es muy importante. Necesitan formación, necesitan apoyo profesional de la Administración, no han de ver a los inspectores como alguien que viene a fiscalizar su trabajo, sino como alguien que viene a ayudarles. Y sobre todo, han de aprender de sus iguales, de las prácticas de otros profesores como ellos. Hay países, como la India, donde se han desarrollado aplicaciones para móviles en las que los docentes hacen consultas didácticas o plantean problemas del día a día y que son respondidas por otros profesores que se pueden haber encontrado en su misma situación. Es una comunidad de prácticas en la que los maestros se dan apoyo los unos a los otros, están interconectados. Esto es muy útil, por ejemplo, en áreas rurales, donde los docentes pueden sentirse muy solos.
– Aquí tenemos aún mucho camino por recorrer…
– No se trata solo de introducir tecnología. También puede haber apoyo personal, más tradicional. O con incentivos para que se reciclen, para que se tomen periodos de formación profesional.
– O sea, que los gobiernos deberían ponerse también las pilas.
– Bueno, no solo es tarea de los gobiernos. También el sector privado podría contribuir. Evidentemente lo público tiene un papel muy central, pero por qué una compañía tecnológica no puede crear una plataforma para profesores y, una vez creada, dejar que sean los profesores quienes la manejen, quienes la vayan ajustando a sus necesidades. Para estas cosas, no hemos de esperar a que los gobiernos actúen, las empresas y los propios profesores y las escuelas deben tomar la iniciativa.
Entrevista a Marta Ferrero, maestra e investigadora
Marta Ferrero es maestra e investigadora, es autora del imprescindible blog “Si tu supieras” donde aboga también por una pedagogía basada en pruebas. En su perfil de twitter pide que se paren las pseudociencias referentes a la eduación. Charlamos con ella sobre la importancia de la memorización en la época en la que se desprecia.
-¿Por qué es importante la memoria?, ¿podemos aprender sin memoria?, ¿qué tipo de contenidos cree usted que son innegociables a la hora de memorizar?, ¿qué importancia tiene en primaria?, ¿qué puede decir ante esto?
-La memorización es imprescindible para lograr que los alumnos aprendan. Todo aprendizaje implica memoria. De hecho, si como maestros aspiramos a que nuestros alumnos puedan realizar tareas complejas, de orden superior, como la resolución de problemas o el pensamiento crítico, antes tenemos que lograr que memoricen, que automaticen, una serie de conceptos, de procesos. Por ejemplo, durante la etapa de primaria, para que un alumno pueda alcanzar una comprensión lectora óptima, que es el fin último de la adquisición de la lectura, antes tiene que leer palabras de forma automática y, para ello, previamente necesita memorizar la asociación de todas las letras del alfabeto con sus sonido. De la misma forma, para que un estudiante pueda razonar y resolver problemas matemáticos, es preciso que antes haya memorizado (automatizado) operaciones aritméticas básicas, como por ejemplo, las tablas de multiplicar. Y lo mismo ocurre con el resto de materias. La evidencia demuestra que cuánto más conocimientos tiene una persona, más fácil le resulta aprender nuevos contenidos y habilidades.
– ¿La memoria es un tipo de inteligencia?
-Las baterías de evaluación de la inteligencia sí incluyen tareas destinadas a medir la memoria de trabajo. Desde esta perspectiva, sí podemos decir que la memoria es una parte integrante del intelecto. Ahora bien, lo interesante aquí es el uso que se hace de la facultad de memorizar y no la memoria en sí. Podríamos decir lo mismo del lenguaje. Todos los seres humanos tenemos esta capacidad pero, claramente, las diferencias entre cómo nos expresamos unos y otros son enormes.
-Usted no cree en las pseudociencias. Como profesora y en su opinión, ¿cómo se consigue que un alumno tenga un buen nivel si de ello depende el profesor?
-No se trata de lo que yo crea sino de qué prácticas están respaldadas por la evidencia y cuáles no. La pseudociencia, como su propio nombre indica, es una «falsa ciencia». Esto es, no sigue un método científico válido y, por tanto, las afirmaciones que de ella se desprenden no deben ser tomadas como fiables. En educación hay muchas teorías, y métodos que de ellas se desprenden, que no cuentan con respaldo científico y que, sin embargo, gozan de gran aceptación en el ámbito escolar. Por ejemplo, la teoría de los estilos de aprendizaje y su aplicación en el aula. De acuerdo con esta teoría, si se adapta la forma de enseñar del maestro a los estilos de aprendizaje de los alumnos (por ejemplo, auditivo, visual o cinestésico), el rendimiento de éstos mejora. De forma similar, la teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner sostiene que las personas no tenemos una sino ocho inteligencias diferentes (lógico-matemática, lingüística, interpersonal, visual-espacial, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal y naturalista). Al igual que en el caso anterior, su aplicación en el aula pasa por adaptar las enseñanzas del maestro a las inteligencias de sus alumnos. Sin embargo, ninguno de los dos métodos ha demostrado tener efectos positivos en el aprendizaje.
El aprendizaje de un estudiante depende de múltiples factores y muchos de ellos no están en manos del maestro. Sin embargo, los profesionales de la educación sí pueden y deben tratar de usar metodologías que cuenten con pruebas sólidas sobre su eficacia siempre que sea posible. Me refiero, por poner algunos ejemplos, al método alfabético de enseñanza de la lectura o la instrucción directa en aprendices nóveles en una materia. Sin duda, esta medida no va a resolver todos los problemas que presenta nuestro sistema educativo actual pero es un paso crucial para caminar hacia una educación de calidad. Las metodologías infundadas suponen un coste de tiempo y de recursos personales y materiales muy alto. Y, en ocasiones, pueden incluso ser perjudiciales para los alumnos, especialmente para aquellos más desaventajados. Ante esta realidad, el profesorado debe aspirar a una educación basada en la evidencia, alejada de modas, corazonada, ideologías o experiencias aisladas, y que dote al oficio de autoridad y autonomía.
– Y ahora hablemos de los padres. Si los padres son….los hijos serán….y la contra.
-La investigación demuestra que el nivel socio-económico de las familias (la educación de los padres y madres, sus ingresos, su ocupación) tiene un impacto notable en el rendimiento académico de los hijos. Ante esta realidad, el papel fundamental de la escuela es democratizar la educación, hacerla accesible a todos los niños, brindarles las mismas oportunidades de desarrollar su potencial, con independencia del hogar del que procedan. Y de ahí la imperativa necesidad de emplear metodologías eficaces que maximicen los efectos de la escolarización.
Ahora bien, también hay abundantes estudios que muestran cómo la implicación de las familias en la educación de los hijos tiene un fuerte efecto en su rendimiento académico, incluso controlando su puesto laboral o su nivel de estudios. En concreto, las familias pueden crear una cultura de conocimiento dentro del hogar que favorezca la educación ¿Cómo? estimulando intelectualmente a los hijos (acudiendo a exposiciones, museos, compartiendo el placer por la lectura con ellos, etc.), participando en las actividades escolares y manteniendo un contacto fluido con los profesores o mostrando un interés y unas expectativas altas por sus logros académicos.
-¿Qué le parecen los sistemas pedagógicos nuevos que buscan que el niño sea feliz en el colegio?
-No creo que nadie cuestione la importancia que los niños crezcan felices, tanto dentro como fuera del aula. De hecho, ¿quién no desea eso para cualquier ser humano? Ahora bien, aquí me uno a las palabras del profesor Alberto Royo: la principal tarea de una maestro es enseñar a sus alumnos, dotarlos de conocimientos que, por cierto, además de autonomía y libertad, los van a dotar de felicidad. El interés, la pasión por lo que sucede en el mundo crece a medida que se sabe más sobre él, y no al revés. El profesor tiene que apostar por despertar el interés del niño, por lograr que éste acuda al aula motivado pero, no nos engañemos, en muchas ocasiones habrá aprendizajes que al niño no le interesen, que incluso le disgusten, y no por ello el maestro ha de evitarlos. Es más, lejos de evitarlos, está ampliamente demostrada la conveniencia de que el profesor introduzca ciertas «dificultades deseables» durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, como por ejemplo, la evaluación frecuente de los conocimientos o la sustitución de la práctica masiva por una práctica distribuida a lo largo del tiempo. De esta forma, se promueve un aprendizaje más duradero en los alumnos que es, al fin y al cabo, la misión de cualquier maestro.
– ¿Qué le falla al sistema educativo español para que haya tanto fracaso escolar?
-Me temo que no tengo una respuesta firme para esta pregunta. Como decía antes, son muchas las variables que entran en juego durante la etapa escolar de una persona y, por tanto, son muchos los motivos que pueden conducir a su fracaso. A lo largo de los años, se ha apuntado a diferentes razones como el recorte en personal docente, la cada vez mayor diversidad de alumnado en las aulas, la insuficiente formación del profesorado, el uso de métodos obsoletos para las nuevas generaciones de estudiantes, la falta de una cultura de conocimiento en nuestra sociedad, la pérdida de respeto hacia la figura del maestro… Desde luego, la educación en España puede y tiene que mejorar. Sin duda, la sucesión de una ley educativa tras otra, a menudo bajo el único deseo por parte de los partidos políticos de turno de dejar su impronta, sin evaluar los efectos que sus medidas han tenido en las aulas, no ha contribuido nada a avanzar en materia educativa. En mi humilde opinión, hace falta un diagnóstico riguroso de nuestro sistema educativo, alejado de intereses políticos, que permita determinar cuáles son los puntos fuertes y débiles, qué cambios se deben introducir y cómo y cuándo se va a evaluar su efecto. Y para todo ello hace falta tiempo y mucho conocimiento.
Columna sobre educación. Titulo «La educación es tarea de todos, no solo de docentes». Domingo de 6 a 9 AM, junto a Daniel Revol, Mirta Cardelo, Juan Carlos Fola, Gustavo Michienzo, Fanny Vega, Elizabeth Ocampo, Sergio Alfonzo y la actualidad de noticias y servicios del SIC con Juan Pablo Zanotto… Gente de Radio.
España / 11 de marzo de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Tiching
Los valores, ¿se pueden aprender en el aula?
Yo creo que en parte sí se pueden aprender, pero no se puede restringir su aprendizaje a las aulas. Por ejemplo, podemos aprender a dialogar con los compañeros de clase sobre cosas que nos pasan, conflictos que tenemos en el colegio o fuera y nos preocupan. También se aprende a convivir, a trabajar en equipo, etc. Pero hay otras cosas que no se pueden aprender en clase porque las aulas no son espacios que proporcionen ciertas vivencias y experiencias.
¿Es una tarea específica de la escuelas la de trabajar los valores con los alumnos?
No, en absoluto, hay más actores implicados en ello. Es cierto que el aprendizaje “reglado” ha reservado tiempo para trabajar en el aula ciertos valores, como ya comentábamos: escuchar, dialogar, buscar soluciones, resolver conflictos… en definitiva, aprender a convivir. Lo que es evidente es que no podemos conformarnos solo con este trabajo.
¿El trabajo de los valores es un aspecto bien integrado dentro del currículum educativo de las escuelas?
El vaso se puede mirar medio lleno o medio vacío. Medio vacío porque estamos muy limitados en muchos aspectos, pero también medio lleno porque hay mucho profesorado que va integrando poco a poco el trabajo en valores dentro de sus materias y en el trabajo cotidiano de clase. Lo que nos preocupa especialmente en este momento es el tema legislativo. La actual legislación presenta un planteamiento de los valores que va fatal porque se hace escoger a los alumnos entre valores o religión, y esto es totalmente inadecuado. Tenemos una situación compleja que debe resolverse y blindarse, no puede ser que a cada cambio de gobierno se dicten unas normas distintas.
¿Son los profesores los que por iniciativa propia trabajan valores en el aula o son los currículums los que dictan el contenido en este sentido?
Hay mucho profesorado que está haciendo muy buen trabajo en el ámbito de los valores, al margen del currículum. Ya hemos dicho que este debería superar los problemas que tiene de una forma definitiva a nivel legislativo. La educación en valores debería ser una actividad para todos los chicos y chicas de la escuela y que quede bien incrustada en el día a día de los centros. Esto, hoy por hoy no es así. En estos momentos hemos retrocedido en un debate entre religión y valores que no nos lleva a ningún lado. Es un desconcierto que, aparte de ser impertinente, desanima bastante. La escuela debería ser laica, abierta a unos valores comunes a toda la ciudadanía.
¿Qué ejes cree que deberían trabajarse en la escuela?
Para empezar el diálogo sobre lo que nos pasa dentro y fuera del aula. También es importante transmitir consideración y respeto por los derechos humanos y, sobre todo, trabajar en favor de la comunidad. En este sentido trabajan muy bien los docentes que aplican el aprendizaje-servicio. También pienso que debería impartirse una asignatura sobre religiones, sobre todas las confesiones, para así aprender a respetarlas a todas, incluidas las posturas no creyentes. La formación y el trabajo confesional estricto debería estar fuera del tiempo curricular legal.
¿Qué implicación deben tener las familias y la sociedad en general sobre el trabajo en valores?
Los valores no son algo que se deba trabajar en exclusiva en un sitio u otro. La escuela tiene su trabajo, la familia tiene otro, y hay otros ámbitos que también trabajan en pro de valores y que realizan un trabajo de valores impagables. Otro ámbito que a veces lo hace es el deporte, el escolar y el no escolar, y es un espacio de educación en valores de primera. Esto es un trabajo de todos que necesita que se involucre toda la sociedad.
¿La sociedad está suficientemente implicada en la educación?
Suficientemente implicada no, pero hay de todo. No debemos imaginarnos que la sociedad y todas sus instituciones un día funcionarán bien, esto no sucederá nunca. A la sociedad se le debe pedir implicación, en las escuelas y desde las familias se debe fomentar el espíritu crítico respecto a cosas que se ven en televisión o en Internet.
Nos ha hablado del aprendizaje-servicio, ¿Es un buen sistema para trabajar valores?
Hablamos de aprendizaje-servicio como de prácticas de la ciudadanía. La escuela es un espacio de diálogo y de consideración de las cosas que nos pasan, y de movilizar a los chicos y chicas hacia la comunidad. Una forma de hacerlo es a través de los proyectos de aprendizaje-servicio. A la vez que haces un servicio cívico y participas en la vida comunitaria, hay que atarlo con el contenido del currículum. De esta manera ligamos aprendizaje curricular con aprendizaje de competencias. Yo creo que es una herramienta muy potente de contenidos y valores atados al currículum.
¿Cuál es la clave del éxito?
El profesorado debe hacer las cosas con pasión, ¡como siempre! Pero creo que hay algunos aspectos clave, más allá de técnica y metodología. La escuela y las entidades sociales que pueden ofrecer espacios de proyectos deben saber trabajar juntos. En la mayoría de los casos supone que la escuela se debe vincular con una entidad de la comunidad, una ONG, una asociación, etc. En esta vinculación está en juego la calidad del proyecto que llevarán a cabo los niños y niñas. Hay un camino importante aún por recorrer en este aspecto.
¿Qué pautas daría a los profesores que quieren iniciarse en este tipo de proyectos con sus alumnos?
En primer lugar les diría que miren lo que hacen, porque a veces ya se llevan a cabo proyectos en el aula que tienen que ver con el aprendizaje-servicio. A partir de estas actividades, desarrollándolas y mejorándolas pueden obtener resultados muy positivos vinculados a esta práctica. Esto del aprendizaje servicio no es un invento del que se parte de cero, tenemos tradición y experiencias difundidas. Por otro lado, es importante no trabajar solo. Es necesario trabajar en equipo, porque facilita el desarrollo y el arraigo en la propia escuela de este tipo de prácticas. Por último, que implique tanto como pueda a los alumnos.
¿Qué resultados se obtienen?
Lo que más destaca es que es una magnífica manera de trabajar competencias: es un instrumento perfecto para ello. Es imposible hacer aprendizaje servicio sin movilizar competencias. Otra cosa importante es la enorme satisfacción que aporta a todos los que intervienen en esta experiencia: a los profesores les da coraje; a los alumnos, aprendizaje; a las entidades, difusión. Todos los actores salen muy satisfechos. Los profesores son los que suelen valorar más positivamente estas actividades, ya que pese a que implica más trabajo para ellos, el resultado es satisfactorio para todas las partes.
¿Y para las entidades?
Cuando las entidades descubren que los alumnos pueden ayudar de verdad en su tarea, descubren posibles futuros voluntarios, jóvenes que difunden sus ideas, etc. Todo son ventajas. También implica un trabajo extra para ellos, puesto que deben desarrollar actividades en las que puedan participar los alumnos y no siempre es fácil. Ahí radica la necesidad de que la relación entre entidad y escuela sea estrecha y de confianza.
España / 4 de marzo de 2018 / Autor: Guillermo Rodríguez / Fuente: Huffpost
El escritor publica su nueva novela, ‘Un andar solitario entre la gente’.
Levantar la vista del móvil. Caminar, ver, observar, escuchar. Mirar. Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956) se arma en Un andar solitario entre la gente de lápiz, libreta, ojos, nariz y olfato. Y cuenta lo que ve: unas veces la contemplación le sirve para celebrar la vida y otras para denunciar los males que nos aquejan.
El escritor camina por Madrid y Nueva York y crea un mosaico narrativo de una sociedad enfebrecida en la caza de Pokémons, consumida por el consumismo y adicta a la pantalla del teléfono móvil. Premio Príncipe de Asturias de las Letras, pide cinco minutos de descanso antes de empezar la entrevista para, paradójicamente, consultar su teléfono móvil y hacer una llamada.
Aboga por la mirada pero está con el móvil.
[Ríe] Todo es lo mismo, no podemos no vivir en el mundo en el que vivimos. En el libro también está muy presente el iPhone que tengo, en el que tengo grabadas todas las conversaciones que he espiado en el autobús, con el que he hecho fotos de gente, carteles y anuncios.
El móvil como una evolución de la libreta…
Todo es lo mismo, una cosa no quita la otra. A mí me gusta mucho ir en bicicleta, pero también caminar. Uno tiene muchas posibilidades. La cuestión no está en elegir una cosa o la otra, sino en tener la capacidad de disfrutarlo todo.
¿Qué nos está pasando como sociedad para tener que escribir un libro en el que se interpele a mirar, a caminar, a escuchar y a observar?
Hemos vivido una fascinación, una hipnotización hacia las nuevas tecnologías que, por una parte, es comprensible porque te permite cosas muy interesantes; pero, por otra, es una fascinación exagerada y religiosa. Todo tiene que estar subordinado a la tecnología y todo aquel que diga cualquier cosa negativa hacia ella es una especie de hereje. La tecnología se ha convertido en una religión. Yo he visto a gente en Nueva York en una noche a 15 bajo cero cómo hacía cola para comprarse un iPhone que es exactamente igual al anterior. Eso es religión, como los que están esperando que se licúe la sangre de San Genaro en Nápoles, ¿no?
«La tecnología se ha convertido en una religión»
Ahora ya hay una actitud de decir que cada cosa debe ponerse en su sitio. Es como cuando llegaron los coches y todo se tenía que sacrificar al coche. Puede haber un sitio para los coches, pero las ciudades no pueden ser destruidas a base de ensanchamientos para que pasen más coches. Ha llegado un momento en el que la gente está redescubriendo y reivindicando nuevas cosas. Hace diez años los periódicos publicaban artículos hablando del éxito del libro electrónico y de la desaparición del papel. Los mismos que en las secciones de Cultura escribían artículos así ahora los escriben sobre cómo el libro de papel ha resistido. Una tecnología no tiene por qué anular otra. No son movimientos geológicos.
Usted lee en papel y en kindle.
Hombre, claro.
De hecho, fue uno de los primeros escritores españoles que reivindicó el libro electrónico.
Sí. Tengo la suerte de tener hijos muy lectores y muy de su tiempo y tienen una relación con el libro de papel que es tan poderosa como la que tienen con sus elementos tecnológicos. El problema es el papanatismo y las enormes fuerzas económicas que quieren llevarte en una dirección.
¿Pero qué parte de responsabilidad recae sobre la sociedad y qué parte sobre unas fuerzas económicas que nos están inoculando el virus de compra, consume…?
El nivel de propaganda que recibimos a diario es muy superior al que recibía un súbdito de la Alemania nazi o de la China de Mao. Hablo de la fuerza de la propaganda, de la propaganda como una forma de vida. Desde el momento en el que nos levantamos estamos sometidos a cosas hechas con una sofisticación y una categoría estética y de persuasión que es muy poderosa porque hay mucho talento detrás. De siempre, los artistas trabajaban para el que pagaba más: Miguel Ángel estaba a sueldo del Papa, no era un artista solitario. Ahora mucha gente de mucho talento narrativo, plástico o visual, trabaja para las empresas de publicidad que hacen las campañas de todas estas compañías.
«El nivel de propaganda que recibimos a diario es muy superior al que recibía un súbdito de la Alemania nazi o de la China de Mao»
Habla de estar a sueldo de alguien. En su momento se le criticó mucho por publicar una novela, El dueño del secreto, por encargo de la Fnac.
Cuando ya tienes cierta experiencia has visto tantas cosas… Un librero me dijo entonces que iba a quitar todos mis libros de su tienda y yo le respondí que podía perfeccionar la cosa quemándolos. Por cierto, la persona que más agitó la campaña en mi contra entonces, que fue un momento muy amargo para mí, me pidió perdón al cabo del tiempo.
¿Quién fue?
Bueno, eso ya da igual.
¿Y qué le dijo?
Que me habían utilizado, que se habían equivocado al creer que la Fnac los iba a arruinar, cosa que no pasó, y que me habían tomado a mí como chivo expiatorio.
«Soy una persona que dice lo que quiere decir»
Esa polémica coincidió con una serie de artículos de opinión que escribió sobre los nacionalismos que generaron otra aún mayor.
Yo era, y lo sigo siendo, una persona que dice lo que quiere decir.
Pero ahora parece que está más tranquilo, ¿el exilio en Nueva York y la distancia respecto a España ha contribuido a ello?
No, no es eso, es que era otra época, ahora todo es más cruel.
¿Más cruel?
Sí, porque los medios son más crueles. Pero bueno, yo he escrito siempre lo que he pensado y a veces lo que piensas va en contra de lo que toca pensar. Hay una cosa que tengo muy clara: yo nací en una dictadura y viví con ella hasta los 20 años. Sé lo que es vivir sin libertad de expresión y lo que es tenerla. Por eso no estoy dispuesto a renunciar a la libertad de expresión, por nada del mundo.
Aun así no utiliza canales como Twitter, donde tanta opinión se da.
Twitter en sí propicia lo peor. Es un medio que no me gusta, no me gusta nada. Por eso intento mantenerme al margen.
Parece que Muñoz Molina es más de Wikipedia que de Twitter, de bucear en la información más que lanzar el mensaje rápido. Es lo que se planeta en el Un andar solitario entre la gente, pasear, mirar, ver… Es un libro que transmite nostalgia de un pasado.
No es nostalgia, es la condición humana.
Nostalgia porque muchas de las cosas que reivindica, como mirar o escuchar, parece que han dejado de hacerse.
Pero es que tiene que hacerse. Si no lo haces, no vives. No puedes formar parte del mundo, disfrutar de la vida o tomar decisiones racionales si no miras.
Ya, pero ahora la gente prefiere que le miren a mirar.
Es que es una época en la que cuanto menos importancia tienen las personas más se halaga y alimenta el narcisismo. Todo el mundo está viviendo constantemente momentos memorables. Qué le vamos a hacer. Es el narcisismo, pensar que el mundo gira en torno a ti. Y eso no es verdad.
No es verdad, por mucho que nos duela a veces.
No es que te duela, es que el narcisista, el que vive sin control, enloquece sin la respuesta del otro. El ser humano necesita la realidad física, tangible, la necesita mucho.
Es una tarea de depuración. Para conseguir un cierto efecto tienes que controlar los materiales que usas. Vas adquiriendo una idea de cómo debe ser el libro y procuras darle la forma más adecuada. Es verdad que este es un libro abierto, que podría haber sido más corto o largo. Hay materiales que creo que me podrán servir para otros libros. Y hay libros completos en esos cuadernos. Pero se trataba de encontrar el equilibro entre esa sensación de desorden y la forma, porque el desorden sin más carece de interés. Pero si se encuentra la forma de dar una idea de desorden y fluidez e improvisación, y al mismo tiempo tener una forma sostenida, ahí está el truco, es a lo que uno aspira: a retratar lo inmediato y a que eso quede en una forma hecha, igual que un fotógrafo.
¿Dónde ha quedado el Muñoz Molina autor de ficción?
Está aquí. Aquí hay elementos de ficción muy contenidos y calculados. No se trata tanto de la ficción o no ficción, sino de contar historias. En este caso la ficción te da una organización del materiales, unos personajes y un argumento. No necesitaba un argumento, porque era la vida que iba pasando, como de diario. El libro empieza un día antes del atentado de Niza y termina en primavera del año pasado, eso ya le da una cierta unidad. Entonces llega Pokemon Go, Alepo, la elección de Trump… Y luego las historias no son las que yo me invento, sino las que me va contando la gente o que voy encontrando por ahí. Es la voz de ese chico que cuenta cómo su madre se ahogó en la playa o la voz del científico que me relata historia de la ballena que apareció varada con 30 kilos de cocaína en el estómago. O el pintor amigo mío que tiene 80 años y se levanta a las cuatro de la mañana para pintar… Son historias que se van hilando en el tiempo.
«‘The New York Times’ también tiene lo suyo, ha escrito tonterías sobre Cataluña»
Muñoz Molina mira. ¿Qué ve cuando observa a la sociedad española?
Todavía tiene valores muy poderosos comparada con otras sociedades, como la americana. Pero es una sociedad que tiene un grave problema con la educación y la cultura, en la que no hay la menor consideración social ni pública hacia el conocimiento, el saber, ni hacia la ciencia ni nada… Es un precio muy alto el que se paga. Es una sociedad, como sabemos por desgracia, con mucha corrupción, y no sólo en lo político sino en muchos otros ámbitos de la vida. Pero un sistema democrático que funciona puede ser autocorrectivo. Se trata de que el Sistema sea lo suficientemente fuerte como para que no lo corrompa el dinero o el fascismo político.
Visto en el contexto del mundo, España no es un mal sitio para vivir, dentro de que hay injusticias terribles y sobre todo un avance de la desigualdad que puede acabar con el sistema democrático. La falta de oportunidad para que la gente desarrolle sus mejores capacidades, el despilfarro de talento, de creatividad y de fuerza vital que está permitiéndose esta sociedad me parece… Hay una gran diferencia entre los que se han formado bien y los que no han podido hacerlo, y esa diferencia viene marcada por el dinero. Y luego el problema de que no sólo es difícil que la gente se forme bien, es que el que se forma bien en el campo que sea tiene muy pocas posibilidades de desarrollar esas capacidades.
¿Su mirada sobre la izquierda?
Eso es muy complicado. Sinceramente no tengo una opinión autorizada. Me parece que la izquierda no ha encontrado la manera de mantener el núcleo fundamental de su mensaje, que es la búsqueda de la libertad y la igualdad universal. Eso es la izquierda, que todas las personas tienen los mismos derechos y las mismas libertades. No se ha conseguido poner eso en práctica en un sistema democrático.
«En muchos hombres hay como un desconcierto ante la presencia creciente de las mujeres.»
¿Y sobre el feminismo?
En muchos hombres hay como un desconcierto, un desasosiego, ante la presencia creciente de las mujeres. Eso lo creo. Yo tengo la suerte de estar casado con una mujer muy feminista, muy lúcida y nada dogmática y aprendo mucho de ella.
¿Cómo ve el sector cultural?
El principal problema es que el Estado, incluyendo autonomías y ayuntamientos, no tiene el menor interés por la educación y la cultura. Cero. Sólo les interesa aquello que tenga que ver con el adoctrinamiento, con el tráfico de intereses o con el nacionalismo de cualquier tipo. Los poderes públicos y los partidos no tienen el menor interés, el menor, en favorecer el conocimiento, la cultura, la escuela. Cero.
¿Por qué?
Porque venimos de una sociedad en la que el saber no tiene ningún prestigio. Fíjate el modo en el que son tratados los profesores por los padres de los alumnos, no te digo ya por las autoridades educativas, que procuran hacerle todo el daño que pueden. Es una sociedad en la que no se valora el conocimiento, el saber, la delicadeza. Sin embargo hay mucha gente que lee, que llena los museos y las bibliotecas. Hay una necesidad y un ansia de disfrute de la cultura que es saboteada por los poderes públicos. Mira, el actual ministro de Educación y Cultura, que dicen que es una persona que lee y que va a conciertos, para hablar del nombramiento del director de un museo del Festival de Música y Danza de Granada dijo que fichar a ese director era como fichar a Messi… Es una tragedia. A pesar de todo eso hay conciertos, se pintan cuadros. En este país hay que moverse contracorriente. Y algunos nos movemos.
«Venimos de una sociedad en la que el saber no tiene ningún prestigio»
¿Su mirada sobre los medios de comunicación? Cuando estaba en Nueva York parecía que mantenía algo de esperanza hacia The New York Times.
Bueno, The New York Times también tiene lo suyo, porque las tonterías que ha escrito de Cataluña… El caso es que ha conseguido salvarse porque hacer algo que hay que hacer: cobrar.
Pero no todos son The New York Times.
Hombre ya, pero hay que hacer el esfuerzo. Si tú conviertes tu periódico en una versión de pago de un diario gratuito, para eso te coges el gratuito. A veces leo algunos titulares en periódicos serios que recojo en el libro y pienso, Dios mío. Nunca imaginé que leyendo la prensa seria me podía enterar de la vida de Isabel Pantoja. En el libro recojo un titular que me fascinó de no sé qué periódico: Scarlett Johannson abre una tienda de palomitas gourmet en París.
En el libro también lanza la mirada más personal al hablar de la depresión.
Todos tenemos que vivir la vida, todos nos tenemos que levantar por la mañana, hacer frente a las enfermedades, a las desgracias, al paso del tiempo… Todos somos muy vulnerables, tengamos más éxito o menos.
España / 4 de marzo de 2018 / Autor: Adriana Bianco / Fuente: Periodistas en Español
Discovery Channel fue lanzado el 17 de junio de 1985 por su fundador, John Hendricks, quien lo concibió como un canal televisivo de cultura, ciencia, tecnología y naturaleza. Actualmente abarca 431 millones de suscriptores acumulados en más de 220 países y territorios, ofrece 45 marcas de televisión en 45 idiomas diferentes.
Llega a toda Europa, África, Asia, Estados Unidos y Latinoamérica donde cumple una función educativa de primer nivel con su programa educativo: “Discovery en la Escuela” que comenzó en Costa Rica en 1997 y luego se extendió a toda Hispanoamérica. En Latinoamérica, la iniciativa educativa “Discovery en la Escuela” proporciona a los maestros contenidos didácticos diseñados para mejorar el rendimiento de los alumnos.
Discovery Networks Latina American/Us Hispanic (DLA/USH) distribuye 13 canales con programación adaptada en tres idiomas que llega a 361 millones de subscriptores de 47 países y que incluye dos marcas dirigidas a la audiencia hispano parlante de los Estados Unidos, y alcanza a 12 millones de televidentes.
Discovery ha creado a su vez, Discovery en Español y Discovery Familia, ambos canales de televisión por cable para la comunidad hispana, de Estados Unidos. En Latinoamérica, cuenta, con al menos trece canales, con una programación de excelencia en áreas de ciencia, tecnología, naturaleza, cultura e historia, motores, estilo de vida, salud y bienestar.
“Discovery en la Escuela”, es una serie que se trasmite por el canal Discovery en toda América Latina. Esta serie surgió con un enfoque especialmente para la escuela, auxiliando a maestros en sus tareas educativas, con contenidos didácticos y una programación de temas diversos, apropiada para la enseñanza.
Para conocer sobre “Discovery en la Escuela” y el impacto que ejerce en la región, hablamos con María Teresa Velasco, gerente de Educación y Relaciones Institucionales, Fundadora y Administradora de Discovery en la Escuela, Discovery Networks Latin American/Us Hispanic.
María Teresa tiene estudios académicos en México, Cambridge y Estados Unidos, una amplia carrera docente y ha recibido numerosos premios, entre ellos John Hendricks Innovation Award. Ha participado en foros internacionales de educación y televisión y es conferenciante en diversas universidades. Nos recibe en su despacho del edificio de Discovery en Miami.
María Teresa Velasco: Tengo el honor de dirigir el programa educativo “Discovery en la Escuela”, que llega a toda América Latina, a través del canal Discovery.
“Discovery en la Escuela” esta diseñado para que a través de la industria de cable, que es a la que pertenecemos, puedan llegar los programas a los hogares, y a las escuelas.
Con las escuelas tenemos una relación muy especial porque el operador de cable conecta la escuela para poder recibir la señal de Discovery y con ello la programación del canal, dentro de la cual esta “Discovery en la Escuela”.
Adriana Bianco: Ustedes tiene una estrategia pedagógica y preparan módulos educativos para apoyar el aprendizaje y ayudar a los maestros.
MTV: Si. Vimos que entregar material videográfico a las escuelas no era suficiente. Los maestros quieren ver algo mas tangible, entonces, nos dimos a la tarea de crear material de apoyo, para esos programas. Creamos una metodología única que le permite al docente emplear un programa en diferentes materias y ocasiones para enriquecer su propio material. Antes, los maestros que usaban un video, lo presentaban en el aula y luego le preguntaban a los niños que habían aprendido, pero didacticamente se perdía mucha información. Ahora, lo que diseñamos le permite al maestro aprovechar el contenido de las series educativas, y extraen de un programa la información necesaria. A través de las imágenes hay una comprensión más apta, sencilla y directa de la idea.
Vamos mas allá del aprendizaje, no es solamente aprender el concepto, asimilarlo, sino ponerlo en práctica en la vida. Llegar a la “metacognición”. Esto es muy importante.
En muchas ocasiones oimos: “¿Para qué voy a estudiar ésto? ¿De qué me sirve?” Por ejemplo, cuando vamos en el auto y frenamos porque vemos que se acerca otro, nuestros ojos están calculando las distancias que tenemos incorporadas, y frenamos para evitar el impacto. Nosotros, tenemos un programa maravilloso que se llama: El cuerpo humano al límite: “la vista”, que explica cómo funciona el cerebro a través de la vista para llegar a esos cálculos y frenar. En este caso vemos la matemática aplicada. O sea, lo que “parece que no sirve”, tiene diversas aplicaciones.
AB: En educación todas las materias se interrelacionan de una u otra manera.
MTV: Exacto. Ponemos énfasis no solo en el conocimiento, sino en la aplicación del conocimiento en la esfera práctica. Todo esta involucrado en nuestra vida diaria. Cuando preparamos una taza de chocolate o café hay química involucrada.
AB: Además de los aspectos geográficos sociales, históricos o del mundo rural.
MTV: Por supuesto. Por ejemplo, a partir del café, vemos: Cómo llega el café a nuestra mesa, qué tipo de tierra es necesaria, los cultivos, el grano, el tiempo de cosechar, el proceso de elaboración, el tostado, la comercialización y distribución…. Lo mismo con el chocolate, que tiene larga tradición mexicana, la palabra “chocolate” viene del nahuatl.
AB: Los aztecas, lo convidaron a Hernán Cortés con chocolate… (risas). Gracias a “Discovery en la Escuela”, los niños también tienen una concienciación de la cultura del trabajo…
MTV: Por otra parte, hay una aportación para que el conocimiento del docente sea cada vez mayor. Le ofrecemos al docente la posibilidad de escoger los documentales que pueden enriquecer su clase, para llegar al Metacognocimiento: “Saber para ponerlo en Práctica.”
AB: ¿A cuántos países de Latinoamérica llega Discovery en la Escuela?
MTV: Nuestra trasmisión llega a todos los países de América Latina. Tenemos convenios, ya sea a través de los Ministerios de Educación, o de las Secretarias de Educación de cada Estado o de los operadores de cable y de satélite donde hay un compromiso de llegar con la señal.
También, tenemos fundaciones que nos piden que los apoyemos, como Armando Paz de la OEA, cuando dimos un taller de video para los niños de zonas vulnerables de Centroamérica. Discovery hace muchas investigaciones, hay varios proyectos y hay un compromiso del Canal para hacer una labor educativa y social importante.
En “Discovery en la Escuela” hay también programas de capacitación y actualización para maestros donde les enseñamos a utilizar la tecnología, las computadoras, los dispositivos móviles, el mundo de la internet, etc.
Al niño que tiene un celular lo ayudamos a que participe y que aprenda con el celular. Las habilidades del siglo XXI, exigen la colaboración con las nuevas tecnologías, queremos que los niños desarrollen pensamiento crítico para llegar al metacognición, que pongan en práctica sus conocimientos.
AB: ¿Cuál es el desafio educativo mayor en nuestra Latinoamérica?
MTV: Por un lado, que nuestros docente tengan clases cada vez mas participativas. Por otro, que el alumno aprenda a preguntar, desarrolle niveles de pensamiento. La metodología de Discovery en la Escuela incorpora esas nuevas técnicas.
AB: ¿Cómo se comunica una escuela que desea los servicios de ustedes?
MTV: Puede hacerlo por internet, discoveryenlaescuela@discovery.com. Yo recibo email de muchas escuelas que quieren integrarse al programa. Está todo en nuestra página web. Queremos que nuestro material lo utilicen, y lo aprovechen. Por ejemplo, tenemos un programa en Puerto Rico donde estamos apoyando a escuelas que le dan servicio a niños con discapacidades sensoriales.
AB: ¿Quiénes preparan los contenidos de los módulos y programas educativos?
MTV: Los producimos en Discovery, con grupos de maestros que trabajan en mi equipo en Argentina, México, Colombia, hacemos una curaduría de contenidos y tenemos programas que vienen de otras fuentes de Discovery: del canal de ciencia, Animal Planet, en fin, incorporamos todo lo que ayude al objetivo educativo.
Todos los programas son interesantes pero hay una tendencia actual hacia los programas del Universo, y tenemos producciones donde el científico Stephan Hawking nos habla y comenta sus teorías sobre el universo.
AB: En Latinoamérica tenemos observatorios importantisimos en Chile y Argentina.
MTV: Justamente, nosotros hicimos un programa sobre cómo se construyó el Observatorio en Chile.
AB: ¿Discovery tiene contactos con la Nasa?
MTV: Discovery tiene contacto con grandes instituciones, una de ellas: la NASA. Hacemos acercamiento a los expertos. También, trabajamos con República Dominicana, con la Fundación FUNGLODE del doctor Leonel Fernández, quien, cuando fue presidente, propuso a República Dominicana como país Digital. En México, acabo de hacer una presentación en la Fundación Rescatemos de Baja California, en una escuela con niños en situaciones vulnerables. En Centroamérica, por medio de organizaciones, estamos trabajando en un programa: la relación del tiburón con la electricidad.
Otro aspecto a recalcar, Discovery tiene un programas sobre los puentes, que muestra desde el punto de vista de la ingenieria, la ciencia, la tecnología, la importancia de los puentes, pero también muestra las personas que mantienen el puente vigente. La persona que sube a lo más alto del puente para revisar los cables…
AB: Este concepto pone en relevancia que todo trabajo, aún el más modesto, es importante. Pone en relevancia la Cultura del Trabajo.
MTV: Todo trabajo dignifica. Además, sabemos que van a crearse nuevos trabajos en las próximas décadas. Así, como se inventan nuevas tecnologías y plataformas, tendremos necesidades de nuevos trabajos y hay que preparar los jóvenes para ese futuro maravilloso de nuestra América Latina y Discovery está presente.
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