México: Exhorta al Congreso de la Unión que aumente el presupuesto para educación en el 2018

México / 29 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Periódico Express

El presupuesto nacional asignado a la educación disminuye, frente a las crecientes necesidades de la población. La respuesta de los diputados de la XXXII Legislatura se hace escuchar. Aprobaron por unanimidad un acuerdo que exhorta a la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión para que aumente los recursos asignados a la educación en el Presupuesto de Egresos de la Federación del ejercicio Fiscal 2018.

Al presentar este acuerdo, el diputado Ignacio Alonso Langarica Ávalos explicó: “en educación la situación es preocupante, se asignaron 267 mil 655 millones de pesos, 14.49 por ciento menos respecto al año anterior; la participación de la educación en el presupuesto total fue de 6.4 por ciento en 2016, mientras que para el presente año solo es de 5.5 por ciento. Vamos a la inversa; la aspiración es del 8 por ciento del PIB”.

Precisó que “se han tenido ejercicios presupuestales con indicadores a la baja, lo que ha mermado la capacidad de movimiento y ejercicio presupuestal. México demanda la prestación de servicios públicos educativos de calidad con las premisas de eficacia, eficiencia, pertinencia y equidad que las nuevas generaciones de mexicanos requieren”.

Finalmente, el legislador por el Partido Nueva Alianza indicó que la educación básica, media superior y superior requiere de la inversión decidida de las instituciones públicas para contar con ciudadanos competitivos y capacitados en materia tecnológica, científica y profesional.

Ante esta propuesta, la presidente de la Comisión de Educación y Cultura, diputada Marisol Sánchez Parra, comentó que los recortes presupuestales al rubro educativo han originado deterioro e insuficiencia de la infraestructura, equipamiento educativo, falta de mantenimiento, reducción de cobertura de la calidad educativa, razón de más para solicitar que se incremente el presupuesto federal en bien del desarrollo educativo, enfatizó.

A su vez, la legisladora Julieta Mejía Ibáñez, del Partido Movimiento Ciudadano, mencionó que “debemos exigir un presupuesto de altura y acorde a lo que necesitamos; no estamos de acuerdo en que se asigne más recurso para gastos de publicidad y se disminuya el recurso que va para la educación en México y por ende a Nayarit, por lo que respaldo esta propuesta”.

El legislador Pedro Roberto Pérez Gómez lamentó que se estén cancelando proyectos educativos de excelencia en el país: “participamos en el encuentro internacional de educación inicial y preescolar en el que asistieron más de 30 países y ahí cuestionaban porque el gobierno mexicano está desmantelando proyectos educativos de excelencia en lugar de protegerlos; por ello estamos a favor de que se aumente el presupuesto para la educación”.

Cabe mencionar que uno de los artículos transitorios de este acuerdo señala que se informará a los legisladores federales elegidos en Nayarit para que apoyen esta petición del Congreso local.

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Exhorta al Congreso de la Unión que aumente el presupuesto para educación en el 2018

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Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (8)

Uruguay / 15 de octubre de 2017 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador

Los cuatro bloques de competencias mencionados en el artículo anterior –esto es, alfabetizaciones fundamentales como base imprescindible de todo aprendizaje, herramientas metodológicas para responder a desafíos de situaciones de vida, cualidades de carácter de la persona para actuar en contextos de cambio exponencial y bases para un ejercicio global y local de la ciudadanía– son la brújula del marco curricular propuesto para la educación de 3 a 18.

Esencialmente, el marco curricular es un instrumento de la política educativa que responde en los conceptos y en las prácticas a la pregunta qué educación y qué tipo de sistema educativo, para qué sociedad, ciudadanía, persona y comunidad. A escala mundial, dichos marcos son crecientemente utilizados por países con grados diferentes de desarrollo, para articular e implementar propuestas de transformación educativa, y en particular para asegurar que el centro educativo, el currículo y la pedagogía estén al servicio de la singularidad y la progresión de los aprendizajes de cada alumna/no evitando las rupturas entre niveles. La OIE-Unesco ha identificado más de un centenar de documentos curriculares de unos 80 países que van en esta dirección (Unesco-IBE & GEMR, 2016; Opertti, 2016).

El marco curricular 3-18 que comprende a la educación básica 3-14 y de jóvenes 15-18 reviste seis características principales (Eduy21, 2017).

En primer lugar, se promueve la participación activa y plural de actores e instituciones de dentro y fuera del sistema educativo en la definición de las orientaciones medulares del marco curricular con el objetivo de generar una propuesta anclada en el crisol de visiones, afiliaciones, identidades y sensibilidades de la sociedad. El marco curricular congenia una mirada transformacional del sistema educativo como tal, transversal a los niveles educativos, con capacidad de escucha y de diálogo plural e inclusivo, con actores de la política, la educación y la sociedad. No puede ni debe ser un proceso endógeno al sistema educativo.

En segundo lugar, el marco curricular abarca los aspectos medulares de la educación estableciendo las orientaciones para la gestión, las prácticas pedagógicas, los resultados de aprendizaje esperados en cada ciclo y la evaluación, asegurando que las trayectorias de cada alumno converjan hacia el perfil de egreso de 3 a 18 (Eduy21, 2017). Asimismo, incluye orientaciones para alinear la formación y el desarrollo profesional docente con las nuevas modalidades educativas, así como una serie de cuestiones relacionadas con infraestructuras, equipamientos y materiales educativos requeridos para su efectiva implementación (Unesco-OIE, 2013).

En tercer lugar, el marco curricular congenia principios y criterios universales de formación, sólidos, claros y escuetos, que son la norma garante de igualdad de oportunidades y resultados de aprendizaje para todos, con flexibilidad para que cada centro educativo tenga capacidad de forjar un currículum localizado en su contexto. Esto implica apelar a la autonomía y diversidad de las propuestas pedagógicas, munidas de la soltura necesaria para atender de manera personalizada las motivaciones, preferencias y fortalezas de cada alumno en un ambiente colectivo de aprendizaje abierto al mundo. Se asumen las oportunidades y también las tensiones entre la importancia de localizar el conocimiento, validándolo desde cada entorno particular, con la necesidad de un sistema educativo nacional que asegura equidad, certifica y valida los saberes generados en distintas partes de su territorio (Eduy21, 2017).

En cuarto lugar, el marco curricular se complementa con lineamientos curriculares específicos para la educación básica y de jóvenes que contribuirán a localizar la propuesta en el centro educativo (Eduy21, 2017). Un punto crítico radica en cómo las áreas de aprendizaje/asignaturas van a contribuir a los temas transversales de formación priorizados por el marco curricular –por ejemplo, si son, entre otros, los casos de educación para la ciudadanía y educación para estilos de vida sustentables– y de qué modo lo van a hacer– ya sea colaborando con otras asignaturas, formando parte de nuevas asignaturas y/o abordando temas a través de proyectos interdisciplinarios o espacios similares-.

Un ejemplo interesante a compartir es el nuevo currículo de Finlandia 2016 que introduce los módulos de aprendizaje interdisciplinarios. Según señala la experta curricular Irmeli Halinen, dichos módulos se desarrollan durante todo el año lectivo en la educación básica y tienen por objetivo orientar a los estudiantes en aplicar sus conocimientos y en generar experiencias de participación en la construcción comunitaria del conocimiento. Asimismo, les ayudan a percibir la relevancia de temas que se aprenden en los centros educativos, para su propia vida y comunidad, la sociedad y la humanidad (Unesco-OIE & UCU, 2016).

En quinto lugar, el marco curricular facilita espacios y oportunidades para que, desde el Estado, la sociedad civil y el sector privado, se articulen diversidad de propuestas alineadas con el perfil de egreso de 3 a 18 años y bajo diversas modalidades. No se trata de respuestas más o menos oficiales, hoy rotuladas –y muchas veces segmentadas como instituciones públicas, habilitadas y autorizadas–, sino diversidad de propuestas, igualmente legítimas, que se complementan y se diferencian a la vez sobre cómo implementan el marco curricular de 3 a 18 años que tendrá sí carácter vinculante para todas las ofertas y los ambientes de aprendizaje. El Estado en su rol de garante asegura que ese abanico de propuestas contribuya efectivamente a universalizar oportunidades educativas de calidad para todos y todas.

Por otra parte, el marco empodera a los centros educativos para que con los debidos apoyos de un sistema educativo pensado para apoyar a los alumnos/as, asuman plenamente la responsabilidad de seleccionar las estrategias pedagógicas más eficaces para igualar en los resultados (Eduy21, 2017).

En sexto lugar, los trazados programáticos fundamentales del marco curricular podrán estar refrendados por el Parlamento en una normativa que defina esencialmente el para qué y el qué de la educación. La experiencia internacional indica que los marcos curriculares son inscriptos en políticas educativas de largo aliento que superan largamente un periodo de gobierno y que requieren alta sostenibilidad política. El esfuerzo de preparación, desarrollo y aplicación inicial del marco curricular demanda más que un período de gobierno y sus impactos más duraderos podrán calibrarse adecuadamente en un plazo de por lo menos una década (Unesco-OIE, Stabback et.al., 2016).

En definitiva, el marco curricular es un instrumento que entendemos como esencial para concretizar una educación de 3 a 18 que personalice las trayectorias educativas y apele a diversidad de estrategias para igualar en oportunidades y resultados de aprendizaje.

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