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María Victoria Abregú: El alumno en el centro de la escena, el desafío para mejorar la calidad educativa

En el marco del programa “Líderes para el Aprendizaje” de la Fundación Banco Entre Ríos, dialogamos con la Lic. María Victoria Abregú, Magister en Educación,  acerca del rol actual de los directivos y la construcción de una gestión orientada a la mejora en la calidad educativa.

Hacer foco

Existen múltiples aspectos que deben ser considerados a la hora de diagramar e implementar un  plan que contribuya a la mejora en calidad educativa. En opinión de la experta en Educación, María Victoria Abregú “una buena gestión es aquella que puede lograr focalizar en el rol pedagógico de los equipos directivos y poner al alumno en el centro de la escena. Es todo un aprendizaje porque en general en las escuelas trabajamos reactivamente, atendiendo lo que el afuera demanda (que es mucho) y tratando de transitar el contexto que nos atraviesa,  del mejor modo posible”.

Con ese acontecer del contexto interno y externo, muchas veces lo importante queda relegado. En este sentido, la especialista sostiene que “en ese atajar todo, lo importante tendrá que ver con construir experiencias de aprendizaje dotadas de sentido, con mirar lo que acontece dentro del aula, con acompañar a los docentes dentro y fuera de la clase: en la revisión de sus prácticas, en la mejora de sus planificaciones, en la reflexión colectiva. Como dice Alfredo Vota, un buen director  para la Argentina del siglo XXI es un  director enfocado en lo que el alumno necesita para aprender más y mejor”.

La clase de hoy

“Ser director hoy es más complejo que hace 10 o 20 años. Los docentes estamos formados en paradigmas que han caducado, porque las tecnologías han llegado para quedarse y porque, por suerte y gracias a políticas educativas que lo han favorecido, el acceso a la escuela es un derecho de todos y no solo de algunos”, reflexiona la especialista sobre la experiencia de la escuela actual.

Por eso, hay varios desafíos que tienen que afrontar tanto directivos como  docentes para fortalecer su rol. La Lic. Abregú destaca que “un primer paso es hacernos tiempo para mirar y acompañar lo que acontece dentro del aula. Y el otro aspecto que considero fundamental es la formación en estrategias que sentimos que nos faltan para dar respuesta al alumno actual y a la clase que hoy encontramos en las escuelas.  Es decir, estrategias ligadas al enfoque de aulas heterogéneas, a los modos de enseñar, al rol de las tecnologías como potenciadoras de aprendizajes significativos y modos de evaluación que busquen generar aprendizajes y no solo la acreditación”.

En cuanto  al lugar del saber en la escuela, la especialista expresa que “todavía es una deuda pendiente de nuestro sistema (sobre todo en el nivel secundario) que los alumnos, además de estar en la escuela, aprendan contenidos socialmente significativos”.

Una mejora auténtica

“Solemos decir que no existe el plan de mejora perfecto. Un buen plan de mejora es aquel que la escuela hace suyo, que se lo apropia. Cuando deja de ser un requisito a cumplir (cumpli-miento) y se transforma en una auténtica herramienta de gestión”.

También sostiene que una mejora es auténtica “cuando se centra en la dimensión pedagógica y en las condiciones necesarias para lograr aprendizajes genuinos, buscando respetar trayectorias reales de los alumnos y reflejando la profunda confianza en que todos los alumnos pueden aprender. Cuando con sus acciones busca, como dice Philippe Meirieu (investigador y pedagogo francés) ‘que el futuro de nuestros alumnos, no sea un destino’”.

Acerca de “Líderes para el Aprendizaje”

Fundación Banco Entre Ríos, en alianza con el Consejo General de Educación de la Provincia, Universidad de San Andrés, y Asociación ORT Argentina, implementó jornadas de capacitación destinadas a la formación  de rectores y vicerrectores de escuelas secundarias públicas, de gestión estatal y gestión privada, de la Provincia.

Las jornadas de capacitación tuvieron el fin de generar en los directivos nuevos significados y nuevas prácticas para la gestión de las escuelas en la actualidad.

Durante las capacitaciones, se combinaron instancias presenciales y virtuales, con una metodología participativa. Se trabajó con análisis de casos y ejemplos proporcionados tanto por los capacitadores como por los mismos participantes, abriendo espacios de intercambio y reflexión.

* María Victoria Abregú: Magister en Gestión Educativa, docente de la Universidad de San Andrés. Es también Lic. en Ciencias de la Educación (Universidad de Buenos Aires), y Profesora de Nivel Inicial (Instituto Sara Eccleston). Tiene un Diploma en Tecnología y Educación (Flacso). Se desempeña actualmente como asesora y capacitadora en temas de gestión institucional de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés.

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En esta escuela, los directores siguen dando clases. Estos son los beneficios

En la escuela Weilenmann School of Discovery, los directores siguen en las aulas. ¿Cómo lo logran y cuáles son los desafíos de este modelo? Descúbrelo aquí.

Escrito por: Camila Londoño 
 

Hay un detalle que hace que la escuela Weilenmann School of Discovery en Salt Lake City (Utah) sea diferente. Según cuenta en Edutopia la profesora Heather Wolpert-Gawron, este establecimiento, como muchos otros, es luminoso y tiene las paredes cubiertas con trabajos creativos de los estudiantes, sin embargo, algo cambia: la relación que tienen profesores y directores es distinta. En la escuela Weilenmann, el equipo directivo sigue trabajando al interior de las salas de clase. Según explica Cindy Phillips, directora de la escuela, la mayor contribución en un colegio es la enseñanza y la relación entre profesores y estudiantes. Por eso, ella y su equipo administrativo siguen siendo parte de eso. Esto incluye a el director de la secundaria, el asistente de ese director y el director de educación diferencial. Todos, dedican una parte de su día a dar clases.

Heather Wolpert-Gawron tuvo la oportunidad de conocer este establecimiento y cuenta que la directora y su equipo, efectivamente trabajan con otros profesores diseñando sus propias clases.

¿Qué es lo bueno de esto? Permitir que el equipo administrativo dicte clases, al menos en algunos periodos, según Jennifer Miyake-Trapp (asistente de profesor en la Universidad Pepperdine), tiene varios beneficios. Lo primero es que esto permite que los directores construyan su propia credibilidad como líderes demostrando que efectivamente ellos tiene experiencia dando clases, colaborando en iniciativas del currículo y promoviendo la cultura del aula que exigen en la escuela. Lo segundo es que a través de este modelos, los directores pueden construir una comunidad al participar abiertamente en los procesos reflexivos y compartiendo momentos de éxito en el aula y por supuesto, desafíos. Esto dice Miyake en Edutopia, crea una cultura donde la confianza es prioritaria. Tercero, seguir enseñando permite al equipo directivo seguir conectado con todo lo que sucede al interior de la escuela. Además esto disminuye la necesidad de buscar espacios para interactuar con los docentes lo que hace que el trabajo sea mucho más fluído. Por último, este modelo permite recargar baterías. La directora de la escuela explica que “no hay nada más asombroso que ir a la sala para enseñarle a esos estudiantes maravilloso después de hacer alguna labor exigida por el estado. Entras en esa habitación y le enseñas a algunos niños algo sobre su tema favorito; eso es simplemente increíble”.

Los beneficios son varios pero obviamente también hay desafíos.

El primero es el tiempo. Para los docentes el tiempo es limitado, pero algo similar le ocurre a los equipos directivos. Miyake-Trapp asocia este problema a la concepción tradicional del director como administrador. Esta visión dice ella en Edutopia, limita los roles que son híbridos y por esta razón, los tiempos permanecen protegidos y no se alteran. La directora de esta escuela admite que equilibrar ambos roles es complejo pero no imposible. Lo más importante es entender que si bien es un modelo que busca que el liderazgo sea transparente y transversal, hay momentos en lo que se deben tomar decisiones.

Lo más clave para adoptar este modelo es que las escuelas diseñen un calendario más flexible. Otro punto fundamental es permitir que los profesores desarrollen sus habilidades de liderazgo, pues de esta forma, si un director está enseñando, los profesores podrán tomar medidas y manejar problemas. Obviamente hay desafíos en implementar esta medida pero al final, los resultados son muy positivos tanto para el equipo como para los estudiantes quienes harán parte de una comunidad donde todos trabajan en equipo. Heather dice: “cuando una escuela se acerca a la misión de enseñar con creatividad y flexibilidad, como se ve en la Weilenmann School of Discovery, algo mágico puede suceder”.

Fuente: http://www.eligeeducar.cl/esta-escuela-los-directores-siguen-dando-clases-estos-los-beneficios

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En Sevilla-España: Aspirantes a directores de centros educativos deberán superar curso de formación

Europa/España/Sevilla, (EFE).-

El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el decreto que regula el procedimiento para la selección, nombramiento y evaluación del personal de dirección de los centros docentes no universitarios, que entre otras novedades exige un certificado de haber superado un curso de formación sobre la función directiva.

Así, entre los requisitos de los aspirantes para acceder a la dirección, el nuevo texto añade el de estar en posesión de la certificación acreditativa de haber superado un curso de formación o de actualización sobre el desarrollo de la función directiva.

La norma, que deroga la vigente de 2007 para adaptarse a la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) y a los nuevos retos del sistema educativo andaluz, incluye también como novedad la relativa a la composición de la Comisión de Selección, que estará formada por nueve miembros, de los que cinco corresponden a la Administración educativa y cuatro al centro docente.

Sobre esta cuestión, el portavoz del Gobierno, Juan Carlos Blanco, preguntado en rueda de prensa por las críticas en el sector educativo sobre la composición de la Comisión de Selección, ha señalado que dicha decisión está amparada por las leyes educativas de la comunidad autónoma y del Estado, que «hay que cumplir».

Tras asegurar que las «vías de comunicación» de la Consejería de Educación con los sindicatos «están siempre están abiertas», ha subrayado que «el margen de discrecionalidad es muy pequeño» y ha insistido en que se ha seguido el «dictado de la ley, como no puede ser de otra forma».

«La comunidad educativa tiene mucho peso en la decisión de la elección y eso es una buena noticia», ha resaltado, pues el decreto «devuelve» a los centros docentes la capacidad de decisión sobre la selección de la dirección, que la Lomce había «limitado».

El decreto establece que la selección de la dirección de un centro público se llevará a cabo por un concurso de méritos entre docentes funcionarios que impartan alguna de las enseñanzas del centro y de conformidad con los principios de igualdad, publicidad, mérito y capacidad.

Una vez admitidas las candidaturas, se aplicará un baremo para valorar tanto los méritos académicos como profesionales de los aspirantes.

El nombramiento será por un periodo de cuatro años renovables por otro, previa evaluación positiva del trabajo desarrollado.

La nueva norma se dirige, entre otros objetivos, a favorecer la profesionalización y actualización de la dirección escolar y a incrementar la eficacia de los procesos educativos, según el portavoz.

El decreto mantiene los demás requerimientos para poder desarrollar la función directiva, como tener una antigüedad de al menos cinco años como funcionario de carrera en la función pública docente, haber impartido docencia directa como funcionario durante al menos cinco años en alguna de las enseñanzas de las que ofrece el centro al que se opta y presentar un proyecto de dirección.

Dicho proyecto debe recoger, entre otros aspectos, el conocimiento del centro y su entorno; la gestión de la organización, de los recursos y de los equipos humanos; medidas encaminadas a potenciar la participación de las familias, o líneas específicas de actuación para la mejora de la calidad y la equidad de la educación.

Este proyecto, que supone el 50 % del total de la valoración de la candidatura, deberá ser presentado ante la Comisión de Selección, el Claustro de Profesorado y el Consejo Escolar.

El profesorado que reúna estos requisitos podrá presentar en cada convocatoria una o varias candidaturas para acceder a dirigir uno de los centros docentes públicos por los que opte.

Al finalizar el mandato, el personal directivo será evaluado por una comisión que se constituirá en cada delegación territorial de Educación.

Respecto al reconocimiento del ejercicio de la función directiva, el nuevo decreto mantiene que el cargo será retribuido de forma diferenciada en consideración a la responsabilidad y dedicación exigidas. EFE

bfv/vg

Fuente: http://www.lavanguardia.com/politica/20170926/431577048064/aspirantes-a-directores-centros-educativos-deberan-superar-curso-de-formacion.html

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El futuro de la escuela. La visión de tres transformadores

Por Graduate SXXI

Para mirar el futuro quizás hay que comenzar por quienes lo están “practicando”, transformando sus escuelas en espacios educativos fascinantes para los alumnos. Ese es el caso de Jorge Yzusqui, de las Innova Schools en Perú, y Mónika Horch, del Colegio Monserrat en España. Un tercer invitado a la conversación fue Alfredo Hernando Calvo, autor del libro Viaje a la escuela del Siglo XXI (con más de 200 mil descargas), luego de recorrer escuelas innovadoras de todo el mundo.

Los entrevistamos en un encuentro de innovadores educativos organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo en San Francisco. Sus visiones mezclan realidades posibles con sueños en construcción. Son parte de una nueva conversación educativa que cruza la tecnología, la pedagogía y la escuela del futuro. Así inauguramos una serie de entrevistas con actores decisivos del mundo de la innovación educativa en este blog.

¿Cuáles deberían ser los fines, la dirección que priorice la educación escolar en los próximos años?

Alfredo: La clave pasará por poner al alumno en el centro de la educación. La gran pregunta que se hacen las escuelas que han logrado transformarse a sí mismas para crear un ambiente educativo donde los alumnos disfrutan aprender es: ¿cómo hacemos para que la escuela ponga en disposición todos sus recursos para que cada alumno se desarrolle en todo su potencial? En esas escuelas el objetivo central no es repetir contenidos sino ampliar el horizonte de cada alumno.

Jorge: Mi primera pregunta siempre es ¿cómo va a ser el mundo dentro de 15 años para saber cómo preparo a los alumnos para ese mundo? Como no sabemos cuál es la respuesta, pese a que tenemos muchos indicadores, lo que tenemos que hacer es preparar al alumno para adaptarse a un mundo cambiante y que sepa administrar el conflicto del cambio constante.

Un desafío cada vez mayor es preparar a los alumnos para enfrentar nuevos dilemas éticos, que van a venir de la tecnología de las ciencias, de la genética. La escuela tiene que acentuar más que nunca la formación de valores y principios. Tenemos que preparar a los alumnos para situaciones nuevas que todavía no existen.

Mónika: Hay que prepararlos para convivir en un mundo globalizado y multicultural. Hoy todo el mundo es tu casa en cierto sentido. Hay que vivir en la diversidad y aprender de la diversidad. A esto se suma la incertidumbre sobre el futuro: como no sabemos lo que vendrá tenemos que generar la motivación de querer aprender toda la vida, no sólo durante la escuela.

¿Qué deberían cambiar las escuelas para viajar en esta dirección? ¿Hasta qué punto se necesitan ciertas disrupciones para lograr esos fines? ¿Cuánto hay que crear un cambio profundo?

Alfredo: Hay un falso debate entre escuelas innovadoras y escuelas tradicionales. En realidad hay escuelas en proceso de crecimiento, que van a distinta marcha. La innovación es una forma más de crecimiento, como muchas otras maneras de mejorar.

Jorge: Yo veo la creación de un caldo de cultivo, no es una disrupción, es un cambio de época que se va materializando en innovaciones. Creo que estamos en un tipping point donde hay escuelas eficientes pero ineficaces: están haciendo bien lo que tienen que hacer pero no están haciendo lo que deberían hacer. Hay escuelas que enseñan bien los contenidos tradicionales, pero ya no es eso lo que debería definir el rol de una escuela, sino la formación de las competencias del siglo XXI.

Mónika: La tecnología ha cambiado todo: el conocimiento está a la mano y las neurociencias nos han mostrado una revolución del campo científico de la educación. No es suficiente mejorar sino transformar la escuela, de manera sistémica, toda la escuela entera. Hay que combinar el cambio en currículum, pedagogía y evaluación. Esto cambia por completo el rol del docente y el rol de la escuela. Cambian los tiempos, los ritmos y los espacios, incluyendo los espacios digitales.

¿Cuáles son las claves, los elementos decisivos, los secretos de sus escuelas que son tan transformadoras?

Jorge: Un ejemplo lo tenemos con la clase invertida, donde los alumnos ven un video sobre contenidos y luego trabajan en clase sobre ese material. El principal problema que teníamos cuando empezamos es que algunos profesores no lo aguantaban, porque no sabían qué responder a los alumnos. Entonces los acompañamos y ellos se empezaron a preparar más, se pusieron a estudiar para poder responder a las nuevas preguntas que traían los alumnos. El cambio empieza cuando generamos en los mismos alumnos mecanismos para que ellos generen la demanda de conocimiento, de nuevas formas de enseñanza.

Mónika: En nuestro caso no hay dudas que es una combinación. Por un lado es un liderazgo, que en nuestra escuela tiene Monserrat del Pozo, pero es también el equipo docente que está con la cabeza mirando el mundo. Es un equipo que se interroga, que se hace preguntas, que lee, que busca nuevas respuestas. Es antes que nada cambiar el orden quieto de la cultura escolar y crear una espiral de crecimiento continua. Es crear la capacidad de dudar de lo que uno hace y mirar al mundo, entender qué está pasando.

Jorge: Un disparador del cambio educativo es el director. Un director activo es un transformador, necesitamos líderes pedagógicos que puedan impulsar cambios sin imponerlos, inspirando y motivando a los demás.

Mónika: Para nosotros han sido equipos directivos que muestran a partir del ejemplo. Ellos son los primeros que hacen innovaciones en el aula y demuestran que se puede y no alguien de afuera que viene de la teoría. El equipo directivo lo demuestra en la práctica y arrastra a los demás de esa manera.

Alfredo: Hay líderes colectivos, que se sienten parte de una trasformación que excede a la escuela: tienen la idea de que el mundo puede ser modificado. Eso genera una búsqueda, la necesidad de transformar el mundo desde el aula, se activa en ellos la pregunta de qué están haciendo otros, qué es lo nuevo, qué funciona. Así se genera una actividad constante de mejora basada en la evidencia y en buenas prácticas.

¿Cómo se imaginan que serán las escuelas en 10 años? ¿Habrá un cambio profundo de las escuelas, vendrán cambios por fuera de las escuelas, serán unas pocas las que generarán transformaciones? ¿O se irán los alumnos de las escuelas hacia el aprendizaje digital?

Alfredo: Yo tengo una visión optimista que las escuelas se irán transformando. Las escuelas faro, las que están conduciendo los cambios, serán claves para mostrar caminos. Pero en el medio habrá dilemas porque vendrá un posible choque entre la introducción exitosa de la tecnología para aprender y la resistencia de parte de las escuelas a repensar su modelo.

Jorge: No sé si en 10 años América Latina va a tener un cambio importante. Creo que va a cambiar mucho la escuela secundaria porque allí la tecnología va a aumentar mucho y no tanto en jardín de infantes o en la primaria. Un cambio radical que veo venir es la ruptura de las disciplinas como compartimentos estancos con horarios cerrados. Yo me imagino en 10 años una escuela donde un alumno llega a la escuela y tiene 10 proyectos para hacer y van a trabajar en grupos interdisciplinarios con distintos modelos, no encerados en aulas, con diversos horarios y formatos, como lo está haciendo el Colegio Monserrat y muchos otros.

Mónika: Yo me imagino las escuelas del futuro como lugares de encuentro. Quizás en el futuro no desaparezca la escuela pero sí el aula, como un lugar encerrado. La escuela debe ser un espacio completo, un espacio vivo, donde todo el tiempo se están desarrollando proyectos.

Jorge: En última instancia en el futuro, cuando cambien los trabajos porque se va a automatizar mucho de lo que hacemos hoy, ¿qué es lo que va a quedar para formar desde la escuela? Las cosas que las máquinas no podrán reemplazar: las artes, la sensibilidad, el amor, la empatía, la comunicación humana, las facultades que forman la cultura. Quizás eso pase a ser el centro de la escuela del futuro.

Fuente: http://futuroeducativo.com/el-futuro-de-la-escuela-la-vision-de-tres-transformadores/

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