Argentina: Promueven ley de educación en la primera infancia, nutrición y estimulación temprana

Argentina/02 de Octubre de 2017/Parlamentario

La senadora Liliana Negre de Alonso organizó una jornada para presentar la iniciativa que busca resolver la desnutrición infantil y atacar en serio el tema de la pobreza.

Se desarrolló este martes una jornada organizada por la presidenta de la Comisión de Educación y Cultura del Senado, Liliana Negre de Alonso, y la Academia Nacional de Educación, que sirvió de marco para la presentación del anteproyecto de ley de “educación en la primera infancia, nutrición y estimulación temprana”, a partir del cual se busca generar “una política pública destinada a erradicar la desnutrición infantil y garantizar las etapas siguientes del desarrollo integral de la primera infancia”.

El encuentro académico se llevó a cabo en el Salón Illia y contó entre los oradores a Negre de Alonso; Avelino Porto, uno de los fundadores, expresidente de la Academia Nacional y actual rector de la Universidad de Belgrano; Abel Albino, pediatra y fundador de CONIN; Ramón Leiguarda, neurólogo; el docto en Psicología Social Julio César Labaké, y Beatriz Balian de Tagtachian, presidente de la Academia Nacional de Educación.

La legisladora puntana celebró “el honor de ser el vehículo para sancionar el proyecto de ley que se ha elaborado en el ámbito de la Academia de Educación y cuya fundamentación se debatirá en el curso de este encuentro”. En ese marco, anticipó que aprovecharía lo que queda de su estancia en el Congreso para discutirlo en la comisión que preside y auspiciar su sanción.

“Comparto las urgencias que la iniciativa atiende y también la necesidad de construir una política de estado, en cuanto a la educación y asistencia a la primera infancia”, subrayó Negre de Alonso.

Como dato duro de la realidad, la presidenta de Educación y Cultura de la Cámara alta remarcó que “el 40 % de los niños que nacen, lo hacen en condiciones de pobreza. Condiciones que sin duda habrán de asegurar que ese porcentaje pase a engrosar la masa de los excluidos, de los descartados, que quedan librados a la desnutrición y son fácil presa del paco y de la servidumbre de las adicciones”.

En la misma línea, en otro tramo de su exposición, sostuvo que “la exposición de nuestra infancia a los riesgos del descarte, no es tema de debate, no ocupa ni preocupa”. Y agregó: “Por eso hoy tratamos no solo de abrir un debate, sino también de despertar conciencias y de arrancar la maquina legislativa, para construir una política de Estado”.

Al cerrar su intervención, citó los dichos del papa Francisco, quien afirmó que “un pueblo que no cuida a sus ancianos y a sus niños no tiene futuro, porque no tiene memoria y no tendrá promesa. Los viejos y los niños son el futuro de un pueblo”.

Porto, presidente honorario de la Academia Nacional de Educación, fue el encargado de presentar la propuesta. Al respecto dijo: “La presentación de este anteproyecto de ley es un acontecimiento histórico para nuestra institución. Vamos a tratar de impulsar lo que ya existe y se multiplica en Argentina. Eso es CONIN que fue fundada en Mendoza el 4 de septiembre de 1993 por el doctor Abel Albino. Esta organización tienen 90 centros y atiende a más de 4500 niños, 3500 madres y beneficia más de 8000 personas”.

En otro segmento de su alocución resaltó que “lo significativo es la precisión de los campos a cubrir para resolver la desnutrición infantil y atacar en serio el tema de la pobreza que está en manos de quienes habitan este Poder Legislativo”. Añadiendo que “quisiera señalar que esta propuesta está destinada a generar una nueva población, nuevos grupos sociales del país que impulsarán a cumplir con los sueños de los fundadores de la República”.

En la continuidad de la jornada, se realizó la exposición de fundamentos de la iniciativa desde un enfoque interdisciplinario. En esa instancia, hicieron uso de la palabra Abel Albino, Ramón Leiguarda, Julio César Labaké y Beatriz Bailán de Tagtachian.

Albino hizo hincapié en lo que considera los ejes fundamentales para el desarrollo de los niños: nutrición, educación, cloacas, agua y luz. Y puntualizó que “la principal riqueza de un país es el capital humano y si ese capital humano está dañado el país no tiene futuro. La desnutrición genera debilidad mental. La única que se puede prevenir, la única que se puede revertir, la única que es creada por el hombre por lo tanto el hombre no solamente puede sino que debe quebrarla”.

El fundador de CONIN sentenció que “el cerebro es el órgano que más rápidamente crece y la educación es una semilla maravillosa pero toda semilla para fructificar necesita un sustrato. Y el sustrato anatomofisiológico y funcional donde se siembra la educación es un cerebro intacto. Si no hay cerebros intactos no hay qué cosa que educar”.

Al finalizar su participación, recalcó que “hay que instalar cloacas y nos sacamos de encima los parásitos. Los hongos, virus y bacterias como causas de enfermedad son pobres causas al lado del daño gigantesco que produce la falta de cloacas. Agua corriente y caliente: dignidad y nos sacamos de encima las gastroenterocolitis. El agua es como la sangre de un cuerpo, decía Sarmiento. No hay derecho a que una persona no tenga agua corriente en su casa. Luz ecléctica: la luz es como la vista. No puede ser que alguien quede ciego después de las 6 de la tarde.

A su turno, Leiguarda hizo un recorrido minucioso sobre las etapas y los métodos de aprendizaje y enseñanza que hay que considerar para asegurar un buen futuro de la niñez. Y fundamentó sus dichos, entre otros puntos, recordando que “en 2004 en estudio PISA Internacional demostró claramente que una computadora en la habitación de un niño disminuye la performance escolar”. Y agregó: “Se ha demostrado que las intervenciones nutricionales, el ejercicio y el sueño mejoran los resultados educacionales”.

A su turno, Labaké hizo hincapié en la psicología y la educación y en la necesidad de “redimensionar la educación de la primera infancia”, algo que consideró “fundamental para el desarrollo de una persona ” porque “de la primera infancia se sale o enriquecido o empobrecido”. Y enumeró cuestiones que considera sustanciales: “La preparación y acompañamiento de la madre y de la madre y el padre para la fundamental tarea educativa que tendrán a su cargo. La extensión de la llamada “licencia por maternidad” que en algunos países se concede también para el padre. La creación de un centro de contención infantil para resolver el problema de las madres que trabajan, proveyendo personal capacitado para su atención lo cual demandará preparar a ese personal. La universalización de la educación inicial para los niños de entre 3 y 5 años”, entre otros.

Cerrando el tramo de exposiciones, Balián de Tagtachian plateó dos interrogantes: “¿Qué papel cumplen las familias en la primera infancia? Y si ¿podrían participar otras instituciones en el cuidado de la primera infancia?”. Y en ese sentido comentó que “lo que nosotros podemos ver es que la primera infancia es clave porque los primeros años son aquellos donde se dan las semillas principales para el desarrollo posterior porque el chico se abre hacia otras dimensiones humanas”.

Luego describió la situación social y familiar que vive nuestro país e hizo “propuestas para la atención de los niños” destacando que “nosotros planteamos que uno debería plantearse otros roles como para acompañar los procesos de los hogares informales o de las madres solas. Y ahí podemos pensar en, por ejemplo, considerar otras figuras como cuidadores, acompañantes, coach familiares externos o familiares, formando a las tías, a los abuelos, para acompañar en ese rol fundamental”.

Fuente: http://www.parlamentario.com/noticia-104442.html

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China: la tarea de sacar a 43 millones de personas de la pobreza en 2020

China/14 agosto 2017/Fuente: Telesurtv

Es requisito fundamental para alcanzar el socialismo, mejorar las condiciones de vida de la población y alcanzar la prosperidad de la sociedad en su conjunto.

Es requisito fundamental para alcanzar el socialismo, mejorar las condiciones de vida de la población y alcanzar la prosperidad de la sociedad en su conjunto.

Esta tarea pasa por la erradicación de la pobreza, un objetivo que China promete cumplir en 2020, año en el que aspira haber sacado a más de 43 millones de habitantes de la condición de pobreza, especialmente en las zonas rurales donde se concentra este flagelo.

Durante su intervención en un seminario de alto nivel preparatorio para el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) celebrado el pasado primero de agosto, el presidente Xi Jinping recordaba que para cumplir el compromiso de “Construir una sociedad moderadamente próspera para 2020” es necesario, entre otras cosas, reducir la pobreza y luchar contra la contaminación ambiental. El mandatario agregó que una vez alcanzado este objetivo, el Partido y el pueblo de las diferentes etnias del país (56 en total) estarán motivados para concluir la transformación en un país socialista moderno en 2049, centenario de la fundación de la República Popular China.

De acuerdo con cifras publicadas en octubre de 2016 por la Oficina de Información del Consejo de Estado en su informe «China’s Progress in Poverty Reduction and Human Rights”, desde que se instauró la política de Reforma y Apertura en 1978, más de 700 millones de habitantes rurales salieron de la pobreza, 70% de las cifras globales de reducción de este flagelo. La reducción, entre 2013 y 2016 en las áreas rurales, alcanzó un total de 55.64 millones de habitantes.

No obstante, aún la sociedad china tiene el reto de elevar el nivel de vida a más de 43.35 millones de personas en las zonas rurales, aún bajo el umbral de la pobreza.

Primeros pasos de la Revolución contra la pobreza

Históricamente, la población pobre en China se ha concentrado en el campo. Al triunfo de la Revolución, en 1949, las necesidades económicas y el analfabetismo caracterizaban a una sociedad rural de 500 millones de personas. Previo a la Reforma y Apertura de 1978, entre el 40 y el 50% de los residentes rurales no contaba con una nutrición adecuada, situación que afectaba a las regiones centrales y occidentales del país.

Con el fin de resolver este problema, en 1986 el Gobierno avanzó en un plan de alivio de la pobreza mediante planes de desarrollo centralizados, con fondos dirigidos a apoyar el avance económico y social en las zonas empobrecidas, regiones fronterizas y territorios habitados por minorías étnicas, mediante políticas de apoyo financiero. Estas medidas facilitaron el incremento del ingreso neto per cápita a la población elevando la calidad de vida, por lo menos a niveles de satisfacción de las necesidades de subsistencia elementales entre la población campesina más pobre. Los resultados fueron notables, de 125 millones de pobres en 1985, se pasó a 60 millones en 1993 y a 32 millones de habitantes en al año 2000 (8,9% de la población).

Eliminar la pobreza absoluta en las zonas rurales

En noviembre de 2015, el Comité Central del PCCh y el Consejo de Estado emitieron la “Decisión para ganar la batalla de la lucha contra la pobreza”, para erradicar la pobreza rural en 2020. Para ello afinaron varias estrategias que incluyen aspectos económicos-financieros como la exención global de impuestos a los agricultores, la implementación subsidios para los sectores empobrecidos como campesinos, mujeres, minorías étnicas, personas de la tercera edad y niñez en condición de pobreza o abandono.

Las personas necesitadas en zonas con entornos desfavorables, ecosistemas frágiles, o que carezcan de condiciones para producir y subsistir, son trasladadas a regiones más idóneas para salir de la pobreza. Esta relocalización, traslado, hacia nuevas ubicaciones urbanas o periurbanas, incluidas dentro de los planes de desarrollo locales, regionales y nacionales, en 2016 beneficiaron a 2,49 millones de personas.

En materia de empleo, la población pobre, especialmente los jóvenes, reciben ayuda para encontrar empleos en los sectores secundario y terciario que incluyen formación técnica y profesional. La administración pública en todos los niveles ha mejorado el acceso a la educación a los sectores de menores ingresos, asignando recursos para infraestructura educativa, preferencias y subsidios para estudiantes de zonas rurales, remotas o de difícil acceso, que benefician a hijos de campesinos, mujeres, personas con alguna discapacidad y minorías étnicas.

En vista de la incidencia de los costos de los servicios de salud en el retorno de la población vulnerable a la pobreza, el gobierno optó por un sistema de seguro médico cooperativo que abarca al 97% de los residentes rurales con cobertura plena en caso de enfermedades graves. El gobierno central ha asignado recursos destinados al mantenimiento de 110.000 instituciones rurales de salud, construcción de infraestructura y mejoras en el servicio de salud.

Otra experiencia útil ha sido el apoyo de distritos, municipios y provincias con mayor desarrollo e ingresos (fundamentalmente del este) a sus pares menos desarrollados o con altos índices de pobreza del centro y el este. Se trata del aporte de recursos financieros, técnicos o profesionales (que incluyen traslado de recursos humanos) para el desarrollo de las potencialidades comparativas en sectores como el turismo, la agricultura, la manufactura, entre otros. A este programa se ha sumado el sector empresarial que ha puesto a disposición de la iniciativa sus plataformas productivas para derrotar la pobreza a nivel nacional.

Sin duda iniciativas como la Franja y Ruta de la Seda, el impulso a la innovación, el establecimiento de nuevas áreas de desarrollo, junto con una férrea lucha contra la corrupción contribuirán a cumplir el ambicioso plan de la dirigencia china de alcanzar un nivel de vida modestamente acomodado en las zonas rurales. Entonces la tarea será enfrentar la disparidad de ingresos entre regiones, la brecha económica urbano-rural y la pobreza relativa, es decir, amainar o erradicar desigualdades, en una sociedad definida como Socialismo de Mercado.

Fuente: http://www.telesurtv.net/opinion/China-la-tarea-de-sacar-a-43-millones-de-personas-de-la-pobreza-en-2020-20170814-0015.html

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Unesco: La pobreza en el mundo podría reducirse a la mitad si todos los adultos terminaran la educación secundaria

24 Junio 2017/UNESCO 

Un nuevo documento de política de la UNESCO muestra que la tasa de pobreza mundial podría reducirse a la mitad si todos los adultos terminaran sus estudios secundarios. Sin embargo, nuevos datos del Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU) muestran tasas persistentemente altas de personas no escolarizadas en muchos países, lo que hace probable que los niveles de finalización de la educación secundaria permanezcan muy por debajo de dicho objetivo para las generaciones venideras.

El documento, titulado Reducir la pobreza mundial a través de la educación primaria y secundaria universal, se publica antes del Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas(link is external) (10-19 de julio), que se centrará en la erradicación de la pobreza en pos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible(link is external). El documento demuestra la importancia de reconocer que la educación es clave para acabar con la pobreza en todas sus formas y en todas las latitudes.

“El nuevo análisis sobre los beneficios de gran alcance de la educación publicado hoy debería ser una buena noticia para todos aquellos que trabajan en el Objetivo de Desarrollo Sostenible para erradicar la pobreza de aquí a 2030”, dijo Irina Bokova, Directora General de la UNESCO. “Esto demuestra que tenemos un plan concreto para garantizar que la gente no tenga que vivir con apenas unos pocos dólares al día, y que la educación es una parte central de ese plan”.

El nuevo análisis del impacto de la educación sobre la pobreza realizado por el equipo del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la UNESCO se basa en los efectos promedio de la educación sobre el crecimiento y la reducción de la pobreza en los países en desarrollo de 1965 a 2010. Muestra que cerca de 60 millones de personas podrían escapar de la pobreza si todos los adultos tuvieran tan solo dos años más de escolaridad. Si todos los adultos terminaran la educación secundaria, 420 millones de personas podrían salir de la pobreza, reduciendo el número total de personas pobres en más de un 50% a nivel mundial y en casi dos tercios en África Subsahariana y Asia Meridional.

Los estudios han demostrado que la educación tiene repercusiones directas e indirectas tanto en el crecimiento económico como en la pobreza. La educación proporciona habilidades que aumentan las oportunidades laborales y los ingresos, al tiempo que ayuda a proteger a las personas de vulnerabilidades socioeconómicas. Una expansión más equitativa de la educación reduciría la desigualdad y elevaría a los pobres del peldaño más bajo de la escala.

A pesar del potencial de la educación, los nuevos datos del IEU indican que prácticamente no ha habido progreso alguno en la reducción de las tasas de las personas no escolarizadas en los últimos años. A nivel mundial, a un 9% de todos los niños en edad de escolarización primaria todavía se les niega el derecho a la educación, con tasas que alcanzan el 16% y 37% para los jóvenes en edad de acudir a la secundaria inferior y superior, respectivamente. En total, 264 millones de niños, adolescentes y jóvenes no asistieron a la escuela en 2015.

África Subsahariana todavía es la región con las tasas más elevadas de personas no escolarizadas en todos los grupos etarios: más de la mitad (57%) de todos los jóvenes de entre 15 y 17 años no asisten a la escuela, así como más de un tercio (36%) de los adolescentes de entre 12 y 14 años y más de una quinta parte (21%) de los niños de entre 6 y 11 años. Seis países albergan a más de un tercio de los niños que no asisten a la escuela primaria: Etiopía, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán y Sudán.

Si persisten las tendencias actuales, de los 61 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria que actualmente no lo hacen, 17 millones nunca acudirán a un aula. Esto afecta a uno de cada tres niños no escolarizados en África Subsahariana, Asia Occidental y África Septentrional, y a más de uno de cada cuatro en Asia Central y Asia Meridional.

Las niñas de países pobres siguen enfrentando obstáculos particularmente fuertes para educarse. Según los datos del IEU, en los países de bajos ingresos, más de 11 millones de niñas de edad escolar primaria están fuera de la escuela, en comparación con casi nueve millones de niños. La buena noticia es que las niñas que sí logran comenzar la escuela tienden a completar el ciclo primario y continuar sus estudios en el nivel secundario.

Para maximizar sus beneficios y reducir la desigualdad de ingresos, la educación debe alcanzar a los más pobres. Sin embargo, el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo muestra que es ocho veces más probable que los niños de las familias más pobres (-20%) estén fuera de la escuela que los niños más ricos (+20%) en los países de ingresos medios bajos. Es nueve veces más probable que los niños en edad escolar primaria y secundaria en los países más pobres estén fuera de la escuela que sus pares en los países más ricos.

Al tiempo que pide a los países que mejoren la calidad de la educación, el documento hace hincapié en la necesidad de reducir los costos directos e indirectos de la educación para las familias. Los nuevos datos del IEU confirman que muchos hogares todavía deben sufragar los gastos relacionados con la educación, que en total representan 87 dólares estadounidenses por niño para la educación primaria en Ghana, 151 dólares por niño en Côte d’Ivoire y 680 dólares en El Salvador.

Fuente:  http://es.unesco.org/news/pobreza-mundo-podria-reducirse-mitad-si-todos-adultos-terminaran-educacion-secundaria

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La universidad frente a la crisis social

Por: Juan Carlos Yáñez Velazco

Los problemas de la sociedad interpelan a las universidades. Que las universidades se sientan aludidas es cosa distinta.

En las décadas recientes, la mayor resonancia de ese imperativo quizá brotó de París en 1989, durante la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior. El artículo 6 de la Declaración emitida el 9 de octubre es un mandato inapelable; transcribo casi completos los cuatro incisos que lo componen, por su urgencia en una sociedad convulsionada por los lacerantes problemas de violencia, inseguridad, fragilidad económica e impunidad.

  1. a) La pertinencia de la educación superior debe evaluarse en función de la adecuación entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. Ello requiere normas éticas, imparcialidad política, capacidad crítica y, al mismo tiempo, una mejor articulación con los problemas de la sociedad y del mundo del trabajo, fundando las orientaciones a largo plazo en objetivos y necesidades societales, comprendidos el respeto de las culturas y la protección del medio ambiente.
  2. b) La educación superior debe reforzar sus funciones de servicio a la sociedad, y más concretamente sus actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades, principalmente mediante un planteamiento interdisciplinario y transdisciplinario.
  3. c) La educación superior debe aumentar su contribución al desarrollo del conjunto del sistema educativo, sobre todo mejorando la formación del personal docente, la elaboración de planes de estudio e investigación educativa.
  4. d) La educación superior debería apuntar a la creación de una nueva sociedad no violenta y de la que esté excluida la explotación, formada por personas cultas, motivadas e integradas, movidas por el amor hacia la humanidad y guiadas por la sabiduría.

Además de la necesaria revisión de prioridades, políticas y actuaciones, las universidades públicas, cada una y en su conjunto, deben examinar con rigor cada peso ejercido en sus instalaciones y programas, sea para investigación, docencia, difusión de la cultura o la administración. El tema de fondo es muy relevante, por eso complejo; en Estados Unidos, según ilustra Philip G. Altbach, forma parte de un debate álgido: ¿cuál es la mezcla adecuada entre autonomía académica y responsabilidad social?

Nunca hubo tiempo ni dinero que perder en las universidades; jamás se justificó una universidad de espaldas a la realidad social, pero hoy, menos que nunca. Y como nunca, se vuelve un grito potente lo declarado por el rector honorario de la Universidad de Lisboa, António Nóvoa: es impensable la universidad sin el ejercicio del pensamiento crítico. Y ese ejercicio solo puede realizarse con autoridad moral desde la coherencia, conjugada con rigor y transparencia.

Las universidades públicas no son negocios privados o de grupos, y su trascendencia en países como el nuestro es máxima cuando la sociedad enfrenta niveles mayores de turbación. Es de las universidades de donde cabe esperar siempre las luces de la inteligencia y la cultura, aunque la historia no siempre les dé la razón, ni respalda esa ilusión.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-universidad-frente-a-la-crisis-social/

Imagen:www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/04/alumnos_universidad-e1440082428209.jpg

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