15 de noviembre de 2017 / Fuente: https://www.unicef.org
Las tasas de desnutrición aumentan, especialmente entre los niños, y el periodo de escasez amenaza con adelantarse
La temporada de cosecha en Sudán del Sur no terminará con la crisis alimentaria mientras continúe el conflicto en el país y la hiperinflación deje los alimentos fuera del alcance de muchos. Así lo revela la Fase de Clasificación de Seguridad Alimentaria Integrada (IPC por sus siglas en inglés) lanzada hoy por el gobierno de Sudán del Sur, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otros aliados humanitarios.
Es probable que el número de personas en situación de inseguridad alimentaria grave descienda a 4,8 millones entre octubre y diciembre, frente a los 6 millones de junio. Sin embargo, estos 4,8 millones de personas son 1,4 millones más que el mismo periodo del año pasado, y gran parte de este aumento se ha dado en la categoría de emergencia (fase 4 –de 5- en la escala del IPC).
“La época de cosecha no ha traído demasiado alivio a los millones de personas en Sudán del Sur que no tienen alimentos suficientes. El cinturón verde del país ha sido devastado por los combates, y encontrar una solución pacífica a esta tragedia creada por el hombre debería ser prioritario. Si no, esta situación será incluso peor el año que viene”, asegura Serge Tissot, representante de la FAO en Sudán del Sur.
Se prevé que la situación de inseguridad alimentaria empeore a comienzos de 2018, y que el periodo de escasez –cuando normalmente los hogares se quedan sin alimentos antes de la siguiente cosecha- empiece tres meses antes de lo normal. Mucha gente tiene muy pocos medios para afrontar el periodo de escasez, y se espera que la situación sea cada vez más inestable.
“Una respuesta humanitaria contribuyó a detener la hambruna en algunas partes del país este año. Pero incluso en el periodo de cosecha, millones de personas necesitan ayuda de manera sostenida para sobrevivir”, explica Adnan Khan, representante del PMA en Sudán del Sur. “Es estremecedor ver que, en el peor de los escenarios, se podrían producir situaciones similares en muchos lugares durante el periodo de escasez en 2018”.
Los equipos que han realizado el análisis han identificado dos condados –Wau y Ayod-, donde 25.000 personas se enfrentan a un estado catastrófico según la escala del IPC. Preocupa especialmente en Gran Baggari, subdistrito del antiguo Wau, donde al menos el 15% de la población afronta una situación similar a la de hambruna debido a que la inseguridad ha limitado seriamente las actividades de subsistencia y la ayuda humanitaria.
Se necesita urgentemente un corredor de ayuda humanitaria entre Wau y la zona de Gran Baggari para que las agencias puedan proporcionar una atención integral.
Niveles críticos de desnutrición
La desnutrición también ha empeorado respecto al mismo periodo del año pasado. Las encuestas muestran que las tasas de desnutrición en la mayoría de comunidades están por encima del umbral de emergencia, que la OMS establece en el 15%. Más del 30% de la población sufre desnutrición en varios condados.
Más de 1,1 millones de niños menores de cinco años podrían sufrir desnutrición en 2018, incluidos 300.000 gravemente desnutridos y en alto riesgo de morir.
“Demasiados niños pasan hambre en Sudán del Sur. Más de uno de cada cinco niños que luchan por poder alimentarse tienen menos de cinco años”, lamenta Mahimbo Mdoe, representante de UNICEF en Sudán del Sur. “Esto ha creado una crisis de desnutrición que está poniendo muchas vidas en riesgo”.
Aumento del precio de los alimentos
La inseguridad sigue dificultando la producción alimentaria y perjudicando a los mercados. Esto, unido a una crisis económica, ha llevado a precios extremadamente altos. Básicos como el sorgo, maíz o la harina de trigo han aumentado su precio hasta un 281% más que el año pasado, y llegó a ser hasta un 560% más alto en mayo, en el pico del periodo de escasez.
En Juba, un saco de 100 kilos de sorgo cuesta 11.285 libras sur sudanesas, frente a las 4.314 de hace un año; esto va mucho más allá de lo que la mayoría de las familias se pueden permitir.
Millones de personas dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir en Sudán del Sur, pero si las condiciones de seguridad amenazan aún más las operaciones de las organizaciones, la situación empeorará rápidamente.
El informe alerta de que el conflicto permanente, unido a las limitaciones de acceso a la ayuda y a una inestabilidad económica, derivará en un deterioro de la ya desesperada situación en muchos lugares de Sudán del Sur durante 2018.
Respuesta rápida
Los equipos humanitarios se enfrentan a unos retos logísticos y de seguridad enormes para llegar a las comunidades que lo necesitan.
La FAO ha proporcionado kits de pesca, de cosechas y de cultivo de verduras a más de 4,2 millones de personas, muchas de ellas en zonas en conflicto o difíciles de alcanzar, para ayudarles a cultivar o cazar su propio alimento. Además ha vacunado a más de 4,8 millones de animales para protegerlos, ya que son el medio de subsistencia de las familias vulnerables.
UNICEF y sus aliados han tratado a más de 160.000 niños con desnutrición severa aguda en lo que va de año. El objetivo para todo el año era llegar a 207.000 niños desnutridos en todo el país. Como parte del planteamiento multisectorial para abordar este asunto, UNICEF ha proporcionado agua potable a más de 750.000 personas y acceso a instalaciones de saneamiento a otras 230.000.
El PMA y sus aliados han entregado en lo que va de año ayuda en efectivo o alimentos a 4,6 millones de personas en Sudán del Sur, incluyendo apoyo nutricional para niños menores de cinco años.
Los equipos móviles de emergencia, que han realizado 135 misiones, la mayoría en helicóptero, en zonas aisladas por el conflicto, han dado apoyo a 1,8 millones de personas este año.
Fuente noticia: https://www.unicef.org/spanish/media/media_101452.html