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La educación en tiempos de crisis. La crisis en tiempos de educación

Por: Miguel Ángel Pérez.

Educación y crisis son dos figuras que en otro tiempo se les pensaba como incompatibles, hoy la educación ha servido para vincularse al desarrollo (económico y social) la crisis para para darle fuerza, potencia y sentido a la educación.

Hemos vivido desde mediados de la década de los setentas una profunda crisis (estructural y generalizada del sistema capitalista en su conjunto) junto con todos sus componentes, pero la educación nos ha servido para salir a flote, el sistema se cae y con sus caídas se ha llevado muchas cosas a su paso (incluyendo buena parte de la tarea educativa). El sistema es el conjunto de cosas que lo integran entre personas, instituciones y relaciones entre personas e instituciones. Ahí adentro hay un elemento que juega o que mueve las piezas se le llama poder. Aunque esto suena muy foucaultiano, Foucault tenía razón o cuando menos así me lo parece.

La educación en cambio es un motor que sirve para mover las piezas del sistema, cuando hay crisis sus movimientos son más lentos y sin claridad de hacia donde se dirigen, cuando hay auge se mueve más de prisa y cuando hay un clima estable se mueve normalmente por decirlo así.

La crisis y la educación son como puntos de encuentro, se enlazan en las puntas más delgadas de sus fronteras, son como el tránsito entre el día y la noche entre el sol y la luna, entre el amor y el odio, el punto de engarce es lo que está en el medio entre una cosa y la otra.

La crisis nos alerta, nos detiene, nos pone a pensar la educación en cambio nos reanima, nos regresa al camino y a la sabia mística de saberlo caminar.

La crisis nos lleva a un discurso pesimista en donde muchas cosas ya no se pueden y otras más ya se han perdido. La educación en cambio mantiene una postura realista, actúa sobre los problemas para solucionarlos, se hacen cosas para conseguir lo que no se tiene o rescatar lo que se ha periodo.

La crisis, divide a las personas las confronta, beneficia a unos pocos y perjudica y deja desamparados a miles. La educación en cambio, unifica crea una vida fraterna y solidaria, une a las personas sobre la base de saber actuar, el beneficio es colectivo y se castiga a los que quieren aprovecharse de lo que es de todos.

La educación y la crisis siempre van juntas la crisis y la educación casi siempre se encuentra aún sin buscar, no la mueve el amor pero tampoco el odio las mueve la necesidad de reafirmar nuestro sentido humano y de pensar en mejores escenarios posibles y deseables.

La crisis y la educación es otra de las asignaturas pendientes del currículo mexicano, no tiene contenidos a estudiar sino sólo procedimientos y compromisos hacia la mejora.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/la-educacion-en-tiempos-de-crisis-la-crisis-en-tiempos-de-educacio

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La Noción Elemental de la Teoría y los Derechos desde la Visión de un Niño.

Keyla Fernández de Ruiz

Las Primeras Pinceladas del Escrito…

Comenzar con una pregunta es algo inusual; pero en este caso me parece pertinente: ¿Puede decirse que el aprendizaje y el desarrollo cognitivo del niño se fundamentan de algún modo en los procesos de construcción de teorías individuales/colectivas? Estoy convencida que sí, el desarrollo cognitivo en el niño se funda en la construcción y el descarte de teorías individuales y colectivas, asimismo puede ser por admisión o por oposición a dichas teorías.

Remontando la historia, hace 25 años nace mi primer hijo, un niño rodeado de mucho amor e inmerso en un hogar conformado por sus padres y tíos, todos de una forma u otra inmersos en ONG relacionados con los derechos humanos, era común escuchar a su tía decir, ese es tu derecho sobrino, tienes que aprender cuáles son y cómo defenderlos, de la mano teoría y práctica para ti y para todos.

Cuando tenía cuatro años y medio, ya leía casi perfecto, todos estábamos inmersos en nuestras labores y él quería ir al parque, a su pregunta ¿mamá, podemos ir al parque? Y luego de mi respuesta casi inmediata: hijo hoy no podemos, mañana seguro vamos un rato, él se alejó sin respuesta alguna… lo observe y muy calladito se sentó frente a su biblioteca y empezó a revisar sus libros, sin pasar mucho rato me llamo y me pidió me sentara un momento junto a él, en sus manos se encontraba un libro de texto, con su voz suave y firme me dijo: mamá como dice mi tía de la mano teoría y práctica, este libro dice que yo tengo derecho a la recreación y a jugar y ustedes quieren que nos quedemos siempre en casa sin pasear, no entiendo, ¿ustedes entonces son pura teoría mamá?

De este evento han pasado unos cuantos años, él por su parte construyó y mantiene la hipótesis de que la teoría no siempre va de la mano con la práctica. Asimismo Chacín, M. y Padrón, J. (1994) plantean que la plurivocidad o polisemia del término teoría depende de su uso en tres esferas: en la esfera de la vida cotidiana, se aplica a cosas distintas según la situación de habla. En la esfera de la ciencia, el significado varía según ciertas funciones operativas dentro del proceso de producción de conocimientos. Y, en la esfera de la epistemología o filosofía de la ciencia, las aplicaciones del término varían según el enfoque, postura o paradigma desde el cual se hacen los análisis.

La Teoría y sus Significados…

Durante varios minutos transcurrieron por mi mente y la de su tía varias formas de responder ante una pregunta contundente y de tanta seriedad, me permito responderla desde las tres esferas anteriormente nombradas:

Desde la esfera cotidiana: el niño a través del uso de los textos y el aprendizaje cotidiano logró realizar un proceso y establecer datos explicativos y así describir lo que para él era su derecho. Al indagar un poco más y saber que tan claro estaba el pequeño pregunté: ¿sabes qué es un derecho hijo? a lo cual él respondió: es algo que está en mí, que me pertenece mamá. El niño trató de conseguir su propia respuesta, de construir el significado de lo que para él estaba ocurriendo, se puede decir entonces que para esta realidad según el autor: teoría implica la definición de un “conjunto de medios de representación conceptual y simbólica” que permita transitar entre el esquema explicativo y los hechos singulares.

Desde la esfera de la ciencia: a través de la acción de corroborar lo que él intrínsecamente creía saber con lo planteado en los textos, se ubica en esta esfera, paso de ser un pensamiento y un aprendizaje sociable y cotidiano para convertirse en una teoría escrita y de peso.

Desde la esfera de la epistemología o filosofía de la ciencia: el pequeño supo manejarse en varias esferas desde su inocencia y su proceso innato de investigación, trató de buscar las bases epistemológicas y filosóficas del pensamiento que rodeaba el tema de sus derechos desde todo punto de vista, aquello que desde la cotidianidad le habíamos enseñado y cómo eso se puede sustentar con lo escrito y fundamentado en los libros. Para adentrar propiamente en el terreno de una epistemología o filosofía de la ciencia, el término varía según las ‘jergas’ correspondientes a los distintos paradigmas o enfoques; es así que para la fenomenología de Husserl y el sociohistoricismo de Dilthey, el término adquiere un sentido diferente para el caso de las “Ciencias del Espíritu”, donde lo que importa es la “comprensión” y ya no la “explicación”, tal como pasó con el pequeño. En la Escuela de Frankfurt postulan el carácter de “crítica social” que han de tener las teorías, al tiempo que las corrientes influidas por Schütz (interaccionismo simbólico, etnometodología, investigación-acción, observación participante, etc.) desechan el carácter universal de las teorías para centrarse en la interpretación de los casos y “escenarios”, llegando incluso a postular una “teoría de lo singular”.

Para concluir este apartado y citando a Padrón, J. (1994) se puede decir que: teoría implica la construcción de un “conjunto de reglas de inferencia que permitan la previsión de los datos de hecho”. Es decir, la elaboración de teorías, los cuales nos llevan a correlacionarlos con los datos de la experiencia, partiendo de los enunciados generales, de lo que se por el aprendizaje cotidiano lo corroboró con lo planteado por autores.

En el Mar del Conocimiento y del Aprendizaje… 

Es importante resaltar el papel que juegan las familias y los maestros en la generación del conocimiento en nuestros niños. Cómo desde edades muy tempranas los niños y niñas están en la capacidad de abarcar una serie de pasos de forma natural; describir, realizar hipótesis, pensar en cómo son las cosas y cómo pueden ser abarcadas y como lo conlleva al conocimiento descriptivo, hasta llegar a lo que para él es el conocimiento explicativo y trata de corroborarlo y contrastarlo con sus adultos significativos.

A partir de este hecho; el tema de los derechos en nuestro hogar permitió generar un conocimiento desde la cotidianidad, tal vez no hemos formulado ninguna teoría relacionada pero pudimos generar conocimiento y aprendizaje a través de lo sucedido y acercarnos a la construcción de una teoría singular, que ha persistido en el tiempo.

Es fundamental enaltecer la labor que se debe realizar el sistema educativo en todos sus niveles y modalidades, el ¿cómo enseñan y el cómo generan conocimiento? Nuestro sistema educativo debe ir en la vanguardia para lograr un conocimiento que permita el desarrollo integral del niño, el cual debería lograr el placer en el niño por descubrir, indagar, preguntar, formularse hipótesis, leer, determinar semejanzas y diferencias en su entorno más cercano, eso les permitiría acercarse a la teoría, las cuales sirven para organizar el conocimiento que se va produciendo a lo largo de nuestras vidas, generar caminos de búsqueda de soluciones ante los problemas que se pueden generar y poder actuar de forma adecuada ante ellos.

Cuando un niño tiene la oportunidad de generar conocimiento de sus propias interrogantes aprenderá a buscar soluciones con fundamento, con base y con criterio.

 Terminando las Pinceladas…

 Para finalizar estas pinceladas y luego de buscar respuestas durante años con este episodio, logró disipar muchas de ellas por no afirmar que todas, el mayor aprendizaje, conocimiento y acuerdo y como elementos fundamentales de vida en nuestro hogar; el respeto, la tolerancia, la igualdad en la diferencia y la democracia en su máxima expresión son la base para generar conocimiento, tenemos implícita una teoría que puede ser una teoría singular: si cada uno de nosotros respeta el derecho propio y el colectivo podremos entonces colocar nuestro grano de arena para cambiar la sociedad.

Comparto y concluyo las pinceladas con esta cita de Chacín y Padrón (1994): “las teorías científicas no son algo absolutamente extraño a nuestras propias experiencias cotidianas, en cuyas estructuras cognitivas encontramos el germen de las mismas estructuras de la ciencia.

Referencias Bibliográficas…

Chacín, M. y Padrón, J. (1994). Investigación y Docencia. Caracas: USR.

Fernández, K. (20 de mayo de 2014) Producción Intelectual en el marco del Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Formación Docente. [Entrada en un blog]. [Blog]. Recuperado de https://keylafernandez.wordpress.com/2016/12/17/

 

Fuente de la imagen:http://www.icbf.gov.co/portal/pls/portal/docs/1/3192048.PNG

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Reflexión educativa de final de ciclo escolar

Miguel Angel Pérez

Aquí sentado frente al procesador, trato de mirar hacia atrás, con la intención de hacer un recuento puntual de lo que ha pasado en el este ciclo escolar. No soy tan sistemático ni tan ordenado como debiera, no tengo a la mano las piezas que necesito para hacer un balance. Me detengo en la última imagen la que sirve para “cerrar” este año escolar. Un grupo de niños y niñas como de quinto o sexto grado de primaria, de la escuela Rosario Castellanos de Tapachula Chiapas hacen a muchas voces severas críticas al secretario de Educación Aurelio Nuño y al gobernador del estado, ellos y ellas cuestionan y al final dicen “que las autoridades cumplan con su deber para que nosotros podamos cumplir con estudiar ya que nosotros somos el futuro democrático de un pueblo” (Periódico digital Sin Embargo, miércoles 12 de julio de 2017).

Hay otra imagen que brinca por mi cabeza, cuando el Secretario de Educación invita a los niños a ler y Andera le corrige seria y categórica le dice: “no se dice ler, se dice leer”.

Esto es parte del recuento del año escolar, los desaciertos del secretario que van a la par de los desaciertos de su jefe político el presidente de este país. Desaciertos a todas horas, en todas partes, de distintas formas, ¿será ese el verdadero rostro de la reforma educativa, que nos quieren imponer a toda costa? Desaciertos sin auto-critica, ni corrección en las acciones.

En cada ciclo escolar se trazan compromisos, ninguno es igual a otro, hay retos y desafíos que mueven nuestras acciones, prometemos acércanos a los niños y niñas invisibles que nadie mira con la intención de visibilizarlos, prometemos entrenar mejor la escucha y ser mesurados en nuestras palabras y nuestras acciones, prometemos, atender de mejor manera el contexto social del que provienen los niños y niñas, prometemos atender  a los niños y niñas que se les dificulta aprender o que se rezagan y les cuesta un poco concluir con sus trabajos dentro y fuera del aula de clase. Prometemos muchas cosas pero qué es lo que hemos cumplido y cómo lo documentamos al final del ciclo escolar.

Cabrían la preguntas ¿Cuál es el estado final que guarda la conclusión del ciclo escolar 2016-2017, qué avances verdaderos hemos obtenido, somos mejores hoy en día estamos mejor educados, nos vamos adaptando en esto a lo que los especialistas le llaman la sociedad del conocimiento? Me parece que no, que cerramos con déficits, pero tampoco tengo constancia de ello sólo algunos murmullos, algunas voces que por la calle hablan mal de la educación que hoy brinda el gobierno. Me quedo con la severidad de los niños y niñas de Tapachula Chiapas, no para quedarnos ahí, sino más bien para que sirva como acicate y pensar en cómo hacer para mejorar el servicio educativo y que llegue a todos los rincones del país, a todas las aulas, a cada corazón de niño y niña mexicanos. Me quedo con eso.

Sé que las vacaciones es un receso corto que en agosto las escuelas volverán a abrir sus puertas y regresará el clásico bullicio estudiantil el olor a escuela, y el deseo latente de millones de enseñar bien y de aprender mejor. Pero las imágenes dan vuelta este ciclo escolar ha concluido y pareciera que más que ganar en la historia educativa de nuestro país seguimos perdiendo.

 

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/reflexion-educativa-de-final-de-ciclo-escolar/

Fuente de la imagen:http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/04/escuelas-tiempo-completo-e1428942342271.jp

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La cultura de la reflexión y la planificación del currículum

Fernando Hernández

Reflexión sin acción es verbalismo, y acción sin reflexión es activismo.

Paulo Freire

Una historia para comenzar

En Estados Unidos, los años 60 representan una época intensa de innovaciones en educación. Era una forma de enfrentarse con los problemas sociales que estaban emergiendo y se pensaba que podrían solucionarse si se aplicaban una serie de reformas escolares.

La primera propuesta de innovación se planteó a mediados de los años 50 y la realizó la National Science Foundation. Reunió a científicos, psicólogos y pedagogos con el fin de transformar de manera radical la enseñanza de las ciencias y las matemáticas. La innovación consistió en sustituir la necesidad de enseñar un corpus de conocimientos científicos por un nuevo enfoque centrado en la búsqueda y el descubrimiento por medio de la experimentación. Esta orientación pretendía formar a los estudiantes tanto para que fueran buenos científicos como para acceder a carreras técnicas, promover una alfabetización científica y preparar a cada individuo para que actuara de forma más efectiva en una sociedad cada vez más tecnologizada. Con estos objetivos se llevaron a cabo una serie de programas, se escribieron nuevos libros de texto y el gobierno dedicó a todo ello más de 300 millones de dólares. Influidos por el efecto de este movimiento comenzaron a plantearse también reformas en la enseñanza de las ciencias sociales y de la lengua inglesa.

Lo que vino después de todo este flujo de dinero para la educación (quizá fue éste el hecho más innovador) fue la necesidad de evaluar lo que se había llevado a cabo. Con la evaluación se evidenció que la mayor parte de las innovaciones habían fracasado y que los profesores, algunos años después, no las llevaban a la práctica. Las razones que explicaban este fracaso fueron las siguientes:

1. La noción de innovación curricular que se adoptó seguía un modelo de cambio demasiado simplista y no hacía justicia a la complejidad de las escuelas y de las relaciones entre profesores y alumnos. Se pensaba que una innovación, una vez se decidía adoptarla, inmediatamente iba a encarnarse en la práctica diaria de las escuelas, lo que presuponía que una innovación en educación tenía que funcionar igual que en la industria o en la agricultura.

2. El cambio cultural planteado con estas innovaciones fue también otro factor decisivo. Hasta entonces, las innovaciones estaban en manos de los profesores. Los cambios en el currículum se plantaron de «arriba a abajo», cuando los cambios ocurren de forma bien distinta en las escuelas.

3. No sólo por las razones apuntadas fracasaron la mayor parte de las innovaciones, sino porque los planificadores no tuvieron en cuenta la idea de que el profesorado tiene una función fundamental en las innovaciones que se llevan a cabo en las escuelas. Esto hizo que a partir de los años 70 se comenzara a tener en cuenta al profesor al diseñar, planificar y ejecutar innovaciones, pues, como ha señalado Fullan (1982), «el cambio en educación depende de lo que los profesores hagan y piensen; es tan simple y complejo como esto».

Las coincidencias en un proceso de innovación curricular

¿Qué tiene que ver toda esta historia con nuestra realidad educativa, con la tarea que los profesores han de realizar en torno al Proyecto Curricular de Centro o a su planificación en el aula? Hay un fuerte paralelismo. El Diseño Curricular se le ha presentado al profesorado como una importante innovación educativa, que le ofrece un nuevo enfoque psicopedagógico que explica de forma científica los procesos de enseñanza y aprendizaje, y desde el cual ha de organizar la práctica en el centro y en la clase. Seguir esta innovación y las aplicaciones que la desarrollan, como la organización y secuenciación de los contenidos en el Proyecto Curricular de Centro, va acompañado del mensaje de que todo ello contribuirá a mejorar el aprendizaje de los alumnos y la calidad general de la enseñanza. Ejemplos de cómo llevar a cabo esta tarea están llegando estos días a los centros y la obligación de definir el mencionado Proyecto Curricular ha sido regulado en fecha reciente por un Real Decreto. Todo lo cual muestra un cierto paralelismo, en cuanto la voluntad y la forma de promover una reforma educativa, en relación con la anteriormente descrita.

Ahora, el profesorado ha de explicitar y secuenciar las diferentes áreas curriculares en relación con las que aparecen en el Currículum Oficial. Pero, ¿qué idea de currículum tiene el profesorado, cómo lleva a cabo la adaptación de la propuesta oficial, cuál es el papel de la planificación en la práctica, cómo se relaciona todo ello con la realidad del centro y del aula?

El currículum desde la práctica

Las investigaciones sobre la práctica curricular en los centros han puesto de manifiesto que los docentes organizan su práctica profesional sobre todo mediante un currículum funcional, es decir, mediante un sistema organizativo repleto de concepciones subyacentes, que guían la planificación diaria de clase, pero que no siguen las pautas organizativas que previamente han planificado.

Para el profesorado, apuntan McCormick y James (1983), el currículum en la práctica comprende sobre todo: a) el horario y distribución de las diferentes materias; b) los objetivos de cada una de ellas y las intenciones generales, con frecuencia no explicitadas, sobre lo que se pretende que los alumnos aprendan y/o los resultados del aprendizaje, reflejado sobre todo en los exámenes, que tratan de recoger lo que el alumno recuerda, lo que ha comprendido y las actitudes que ha desarrollado.

El currículum oficial es una referencia, un lugar al que mirar y al que se toma o no como guía en las decisiones que han de organizar la práctica. El currículum real no es planificado de manera sistemática, basándose en decisiones racionales, y por supuesto, alejado de un planteamiento crítico que fundamente o ponga en cuestión las decisiones que se toman sobre la enseñanza de una materia o su organización a lo largo de la escolaridad.

Lo que suelen plantearse los profesores son los temas que van a explicar, las actividades que van a llevar a cabo los alumnos y el orden en que las van a realizar. Todo ello guiado, la mayor parte de las veces, por los libros de texto o por materiales, sobre todo en las diversas modalidades de fichas, que favorecen la ejecución de tareas y que se obtienen mediante la recopilación de diferentes fuentes agrupadas por un profesor o entre un grupo de docentes de una misma área curricular. El resto de los procesos que tienen lugar en la clase, los intercambios que en ella se producen y que favorecen el aprendizaje, suelen ser fruto del azar, la casualidad, la inercia o la costumbre. Se basa en la intuición de lo que ya ha funcionado en otras ocasiones y no en una actividad planificada y racional.

Todo ello resulta hasta cierto punto normal, pues en contra de lo que propugnan los modelos neotecnológicos, la enseñanza y las complejas relaciones y dotaciones de significados que se producen en torno a unos conocimientos escolares, no pueden traducirse en un «PERT» empresarial, pues supondría aceptar que existe un modelo único, válido, fiable, que pueda reducir esta complejidad a una secuencia algorítmica. Lo mismo sucede con la planificación de un área curricular. No puede sostenerse que existe un criterio único de ordenación, pues depende su secuenciación de la «representación» epistemológica y metodológica que del conocimiento y su aplicación en actividades de aprendizaje tiene cada especialista, y supondría que las disciplinas son campos de saber unificados, y no agrupaciones de individuos que se rigen por criterios ideológicos, representaciones sociales o intereses gremiales. Los conocimientos que se enseñan en la escuela, aunque se presenten bajo el paraguas de su cientificidad, van a ser reinterpretados desde múltiples significados, no sólo por quien los elabora y los presenta desde el currículum oficial, sino por el profesor o profesora que desde su bagaje profesional ha de traducirlos para que sean «conocimiento de otros» en la actividad diaria de la clase.

¿Cómo se sitúa el profesor ante el currículum que ha de planificar?

Pérez Gómez (1987) señala que, por lo general, los profesores comienzan con una idea difusa de la actividad que pretenden desarrollar en la práctica. En el proceso de planificación, dicha idea se va elaborando y adaptando a los intereses y necesidades del alumno y del profesor, a la orientación implícita del proyecto curricular, a los medios y recursos didácticos disponibles, a la configuración del espacio y del tiempo, al clima psicosocial del aula.

Por esta razón, cuando se plantea un modelo único de planificación, con la idea de que es posible y conveniente predeterminar de forma pormenorizada cuántos contenidos deben enseñarse y los métodos y técnicas que deben utilizarse e incluso la propia secuencia de cada actividad, el profesor circunscribe su atención a un conjunto reducido de acontecimientos. Conlleva, además, constreñir la vida del aula impidiendo la expresión y aparición de acontecimientos no previstos, e ignorar la riqueza de los procesos reales que se producen entre las propuestas de enseñanza y el proceso de aprendizaje en el aula.

De aquí viene que tratar de que el profesorado unifique bajo un esquema común la organización del currículum en una escuela o la planificación de un área curricular o de lo que ha de suceder en una clase, no deja de ser una ilusión basada en el idealismo de que el conocimiento tiene «una» forma de representación y planificación, y que como tal puede ser captada y traspasada por el profesorado.

Todos éstos no son argumentos en contra de la planificación, sino una llamada a hacerle perder su rigidez y su carácter normativo, es decir, una voz para que vuelva a la realidad. La planificación es importante, porque cuando el profesor la realiza, e intenta especificar desde una actitud flexible la concreción de la actividad didáctica, esto puede favorecer el análisis de los objetivos, de los procesos que trata de favorecer y las consecuencias que de unas determinadas decisiones pueden derivarse, lo que confluye en una confrontación de alternativas en el proceso de la acción. En definitiva, como señala el mismo Pérez Gómez, conducen a la reflexión sobre la práctica, y con ello al perfeccionamiento profesional del profesor, derivado de su comprensión de los procesos y consecuencias que sus decisiones y propuestas desencadenan, y de la interpretación que realiza tanto de su actuación como de la de los alumnos.

¿Que encontramos cuando el profesorado lleva a cabo la planificación curricular?

La forma de llevar a cabo la planificación curricular sigue en la práctica del centro recorridos diferentes, constatados en tareas de asesoría sobre el desarrollo del currículum en los centros.

1. Hay grupos de profesores para quienes la planificación curricular supone, siguiendo el modelo que hasta ahora han llevado a cabo con la explicación de los objetivos de conducta, una plasmación de los contenidos curriculares, a modo de listado, con el que se cumple con el requisito de adecuarse a la reforma, para luego archivarlos y continuar la práctica de forma similar.

2. En otros casos se parte del estudio de las propuestas curriculares oficiales y en función de ellas comienza a revisarse y adecuarse las planificaciones que ya existían en el centro, con la finalidad de «cubrir lagunas» y ajustar los contenidos.

3. También se ha observado que hay grupos que comienzan explicitando los objetivos que pretenden cubrir en cada área al final de cada ciclo y luego los contrastan con los contenidos propuestos por el currículum oficial y proceden a explicitar lo que corresponderían a cada una de las áreas.

4. Otros parten de la revisión de los contenidos de un área curricular. En función de esta intención se toma algún contenido y se analizan todos sus componentes en función de las actividades que se llevan a cabo cuando se pretende transmitirlo en cada nivel. La explicitación exhaustiva de los diferentes componentes de cada contenido, así como las actividades que permiten enseñarlo, van permitiendo revisar toda la práctica del centro.

5. Hay quien parte, por ejemplo, de los contenidos procedimentales y trata de encontrar su sentido desde un área y en relación con las actividades que los profesores llevan a cabo en cada clase.

6. Hay quienes pretenden adaptar la práctica del centro las concepciones psicopedagógicas del DCB (por ejemplo, el enfoque constructivista, la actitud globalizadora). Para ello revisan la forma de llevar a la práctica los contenidos de cada una de las áreas, en función de lo que significaría una concepción constructivista. Esto conlleva la revisión de la práctica y el inicio de una nueva forma de plantear las relaciones entre enseñanza y aprendizaje.

7. En otros casos se parte de la revisión de actividades concretas de un área y se analizan sus intenciones educativas: qué es lo que se pretende enseñar y cómo se piensa que el alumno lo aprenderá. A su vez, se contrasta esta explicitación con el currículum oficial y se redacta el resultado de tal elaboración de investigación sobre la práctica.

Estos recorridos, que a su vez adquieren una dimensión temporal diferente, muestran la variedad de interpretaciones que el profesorado otorga al significado «realizar el proyecto curricular» y abre la necesidad de plantearse la actitud de encararlo, cualquiera que sea la trayectoria que se adopte.

Del seguimiento de unas directrices a su revisión reflexiva

El profesor, tomando el planteamiento de Giroux (1990), es o podría llegar a ser un intelectual comprometido con el conocimiento, que investiga y experimenta, y que utiliza el conocimiento para comprender los términos de la situación social del contexto, del centro, del aula, de los grupos y de los individuos, así como para diseñar estrategias flexibles adaptadas a cada momento, cuya eficacia y bondad experimenta y evalúa de forma permanente, y que comparte todo este proceso con otros colegas.

El profesor no es un mero transmisor de contenidos y un evaluador de resultados, ni un técnico que aplica métodos y rutinas, elaboradas por otros desde fuera de su propia práctica y derivadas de un conocimiento científico existente y con la finalidad de lograr determinadas metas preestablecidas.

Esto supone plantearse, ¿qué fundamenta la práctica?, ¿qué miradas (epistemológicas, ideológicas, pedagógicas) la guían?, ¿qué relación se puede establecer entre el pensamiento y la acción?, ¿el reconocimiento cambia la práctica?, ¿qué hacer con las diferentes interpretaciones que surgen en torno a un procedimiento, o al valor que se le da a un concepto, o como éste se detecta en la práctica de la clase?

El sentido de la reflexión no es una actitud dentro de un sistema de pensamiento psicológico, sino que está en relación con un modo de pensamiento crítico, es decir, que tiene libertad para cuestionar el sistema de valores que puede ofrecerle el propio DCB.

Marsick (199 1) señala que ser críticamente reflexivo significa buscar las presunciones, valoraciones y creencias que subyacen en las acciones. No todo aprendizaje en la escuela requiere esta profundidad de análisis, incluso no siempre es recomendable o incluso aceptada por el profesorado. Ser críticamente reflexivo, ya requiere haber aprendido cierto nivel de reflexión por simple que sea, es decir, requiere ser capaz de examinar de forma regular la propia experiencia, en aras de asegurar su propia efectividad. Cuando el aprendizaje del profesorado incluye reflexión crítica, puede ser más fácil examinar los fenómenos allí donde se producen, es decir, en el contexto de la propia práctica de trabajo.

Todo ello supone que el profesorado ha de disponer de una información que traspase el ámbito de su área de especialización disciplinar, para actuar como profesional capacitado para tomar decisiones sobre su planificación y puesta en práctica, en las diferentes situaciones que pueda encontrarse en su trayectoria profesional. Lo que implica también decidir qué fundamentación sobre el enseñar y el aprender orientará dicha práctica. Sólo así la obligación de llevar a cabo la planificación curricular dejará de vivirse como una imposición de la administración y se transformará en una necesidad de la propia actitud profesional del profesorado.

Hemos hablado de: 
Educación
Centro escolar
Planificación del currículum
Proyecto curricular de centro

Bibliografía

Fullan, M. (1982): The Meaning of Educational Change. Ontario. Oise Press.

Giroux, H. (1990): Los profesores como intelectuales. Barcelona. Paidós.

Marsick, V J. (1991) : «Aprendizaje en el centro de trabajo: el caso de la refexividad y de la reflexividad crítica». Revista de Educación, 294,141154.

Mccormick, R;James, M. (1983): Cumculum Evaluation in Schools. London. Croom Helm.

Pérez Gómez, A. (1987): «El pensamiento del profesor vínculo entre la teoría y la práctica.» Revista de Educación, 284, 245-272.

Fuente del articulo:

http://guix.grao.com/mmd/NzAzNDQ0NzQtZjgxMDBiY2IzNTQzNjVkODBiZTJlY2EzYjgwYzBhY2EtQVUtRVM=

Fuente de la imagen: https://wokomedia.com/wp-content/uploads/2016/08/planificacion-de-contenidos-eficaz.sv

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Argentina: Convocan a participar en el Congreso Internacional de Educación

Comunicaciontucuman.gob.ar/16-06-2017

El 14, 15 y 16 de septiembre se llevará adelante el I° Congreso Internacional de Educación. El evento busca consolidarse como un espacio de reflexión conjunta en el que diversos actores del mundo educativo intercambiarán experiencias y nuevos saberes sobre las exigencias, transformaciones y emergencias de los sistemas educativos mundiales.

Los expositores proporcionarán una mirada múltiple y compleja de la realidad actual. Mediante conferencias y mesas paneles sobre las principales ideas respecto a cambios y desafíos educativos, se edificarán las bases que permitirán construir una educación de calidad que garantice igualdad de oportunidades para todos.

Hasta el 20 de junio, sigue abierta la convocatoria para participar como expositores del Congreso. Podrán presentarse profesionales, docentes de todos los niveles y modalidades del sistema educativo y miembros de ONGs que deseen presentar trabajos de investigación, divulgación científica o relatos de experiencia. Los resúmenes se envían al correo congresoedutuc@gmail.com.

Ejes del encuentro

El I° Congreso Internacional de Educación “Innovación y Calidad. Desafíos y Oportunidades” abordará cinco ejes temáticos. Cada uno de ellos presenta temas asociados que profundizan las propuestas de análisis.

– Eje 1: Políticas educativas e igualdad de oportunidades. Problemáticas y perspectivas (Gobierno, políticas y prácticas de inclusión educativa; Políticas y prácticas de convivencia escolar; Representaciones sociales, subjetividad y educación; Perspectivas sobre “Calidad Educativa”).

– Eje 2: Innovación y Calidad: nuevos modelos y enfoques educativos (Construcción de la identidad corporal: enfoques multidisciplinares en tiempos de virtualidad; Experiencias innovadoras con enfoque tecnológico; Experiencias no formales en educación; Corrientes y técnicas artísticas en educación).

– Eje 3: Gestión escolar y actores institucionales (Formatos escolares y nuevas experiencias educativas; Vinculación escuela/sociedad/comunidad; Experiencias institucionales para la inclusión/integración; Evaluación Institucional. Proyecto Educativo Institucional – Proyecto Curricular Institucional).

– Eje 4: Formación docente y formación técnico-profesional (Continuidades y transformaciones en la Formación Docente, Prácticas docentes y profesionales: representaciones en la formación; Educación técnica y sector socio-productivo; Educación No Formal y Formación Continua).

– Eje 5: Sujetos y prácticas educativas (Los nuevos sujetos y las trayectorias estudiantiles; Atención a la diversidad. Integración Escolar. Análisis y propuestas; Construcción de ciudadanía: Estado, democracia y derechos humanos; Prácticas estudiantiles, manifestaciones culturales y desarrollo de potencialidades).

*Fuente: Comunicacion tucuman.

 

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Crítica y ética, una alianza favorable

Yasel Toledo Garnache

Algunos la hacen por impulsos, porque algo les molesta, por simularse valientes… La percibo en parques, guaguas, coches, en barrios y centros laborales.

Nace de la mente de muchos o todos, porque criticar es inherente al ser humano y hasta saludable, cuando no significa excesos ni “malaleche”.

Alguien me dice que implica conocimiento y responsabilidad, y tiene razón. Sin embargo, eso no significa que esté prohibido decir simplemente “no me gusta”.

El momento, el lugar, la forma y la función social del emisor son determinantes. Suele provocar dolor y baja autoestima, manifestados en llantos y aislamientos.

Con frecuencia, repetimos que debemos ser “críticos y autocríticos”, hasta constituye una especie de elemento para la evaluación en asambleas estudiantiles, y se incluye en avales, con el sonido imaginario de los aplausos en el fondo. Es favorable que en verdad lo seamos, para avanzar y disminuir errores.

Sin embargo, requiere mesura, aunque haya por ahí quien repita “soy tan feo como tan franco”. Siempre recordaré a un compañero de aula que, después de llegar a la beca, lloró durante varios minutos, por la dureza de ciertas expresiones.

Algunos andan siempre con los ojos bien abiertos, para ver, en especial, los “grises”. Entonces apuntan con el dedo y disparan balas verbales, que intentan convertirlo casi todo en negro.

Critican a uno y a otro, a esto y aquello, al jefe y al seleccionado como mejor trabajador…, pero nunca hablan de frente. En las reuniones, “cuchichean” algo al de al lado, y jamás alzan la mano. A veces, hasta mandan papelitos, firmados por Anónimo, un ser indefinible que, con frecuencia, solo quiere dañar.

Juzgar implica un alto grado de subjetividad y, en ocasiones, no conocemos cuántos problemas personales o de otro tipo sufre quien, en determinado momento, es blanco de los disparos de palabras.

Tampoco se trata de asumir personajes de víctimas cada vez que nos señalen. Las deficiencias y otros aspectos mejorables se deben asumir con valor y conciencia, sin pretextos ni máscaras. Hay que decir: “Es cierto”, y lo más importante: caminar hacia la eterna superación. Es preciso que nadie la “coja” contra el emisor, sino contra el problema.

Confirmo: criticar es una actitud favorable para todos, cuando pretende ayudar y empujar hacia el bien individual y colectivo, no destruir ni herir sensibilidades.

Los estudiosos refieren que su origen está en el latín  criticus y constituye una opinión, examen o juicio formulado en relación con una situación, servicio, propuesta, persona u objeto.

Tal vez, usted imagine a una vecina, colega de trabajo o amiga (puede ser del sexo masculino), que emite sus criterios de forma espontánea y parece traer una cuchilla en la lengua, siempre enunciando los defectos de otros. Esas personas casi nunca ven la paja en sus ojos, y no comprenden que su actitud es también reprochable.

Quienes tienen la posibilidad de difundir sus opiniones en publicaciones impresas, por micrófonos, cámaras…, deben ser exigentes con ellos mismos en cuanto a su ética profesional, sin influencias emocionales, aunque resulte bastante difícil.

Deben privilegiar la ecuanimidad y el respeto a lo juzgado y a sus autores. Se recomienda reconocer también lo positivo y fundamentar cada dificultad con argumentos sólidos, sin dogmatismos y conscientes de que expresan sus percepciones y no una verdad absoluta.

Jamás renunciemos a la crítica constructiva. Com­pren­damos que su mejor compañera es la ética, siempre con valor profesional y personal, con espíritu constructivo y deseos de aportar desde la utilidad.

Fuente del articulo:http://www.granma.cu/opinion/2016-06-03/critica-y-etica-una-alianza-favorable-03-06-2016-01-06-47

Fuente de la imagen:http://letralia.com/209/etica.jpg

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