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Adiós a Sartori

Blanca Heredia

Cáustico y polémico, sin duda, pero también pensador lúcido, creativo y preciso, como pocos. Leí la noticia acerca de su muerte y sentí un quiebre interno con la historia. Con la mía, sí, pero también con la grande, con la de todos. Sartori, eminente politólogo e intelectual público italiano, encarnaba uno de esos goznes privilegiados entre el conocimiento acumulado de Occidente y la realidad presente, abarcada y escudriñada, desde una mirada filosa, ordenada, sabia e irreverente.

Giovanni Sartori nació en Florencia en 1924, estudió filosofía y ciencias sociales en Italia y fue el primer catedrático en ciencia política en ese país. Hacia mediados de los setenta, se mudó a Estados Unidos y fue profesor de esa misma disciplina en Stanford, Harvard, Yale y Columbia. En esta última, ocupó la Cátedra Albert Schweitzer para las Humanidades entre 1979 y 1994, y a su retiro fue nombrado profesor emérito.

Tras su retiro de la Universidad de Columbia, regresa a vivir a Italia, pero no para de viajar por el mundo (y de visitar, con frecuencia México y América Latina). En su tierra natal, sigue escribiendo y asume un rol crecientemente visible como intelectual público y como crítico de todo lo que ve como negador y empobrecedor de la razón y la democracia (Berlusconi, el multiculturalismo, el predominio de la imagen por sobre el pensamiento abstracto). Publica su último libro –El camino hacia ningún lugar: Diez lecciones sobre nuestra sociedad en peligro– en el 2015 y alcanza, en una entrevista en 2016, a referirse a la posible victoria de Trump como el augurio y símbolo de la “la consagración del homo cretinus”.

Sartori es especialmente conocido por sus contribuciones centralísimas al estudio de la democracia, los partidos políticos y la ingeniería constitucional comparada desde una perspectiva que, sin renunciar a los ideales, concentra su atención en analizar las realidades del poder y la política. Menos conocidas (especialmente en castellano), aunque igualmente significativas, son sus aportaciones sobre los aspectos metodológicos y conceptuales de la ciencia política, en particular, y de las ciencias sociales, en general.

Nuestro conocimiento de la realidad, señaló Sartori una y otra vez en su obra, está irremediablemente mediado por el lenguaje. Si el lenguaje que empleamos para preguntarnos sobre de qué está hecho y qué significa un determinado fenómeno es impreciso, el conocimiento resultante tenderá a ser, inevitablemente, deficiente. Coincido con Sartori: somos prisioneros del lenguaje. Sólo vemos y aquello para lo cual tenemos palabras y conceptos; sólo podemos pensar, en sentido fuerte, si contamos con términos y conceptos precisos. Sin ellos, no podemos ver ni entender nada.

Las palabras son como lentes: entre más borrosos y carentes de foco, menos útiles para orientarnos y para distinguir unas cosas de otras. La ambigüedad de un concepto o de un término puede resultar muy provechoso para el político que no tiene ninguna intención de comprometerse realmente con nada o para evitarnos a todos (en público o en privado) tener que fijar una posición y asumir la responsabilidad correspondiente. Para conocer la realidad y para intentar transformarla, así como para comunicarnos en serio con alguien con quien nos interese comunicarnos, el dejar en el aire el posible significado de un término no suele resultar especialmente útil.

Lo de Sartori eran la precisión conceptual, la claridad analítica y una capacidad inigualable para nombrar lo no nombrado y, en ese acto, organizarnos el mundo. A esa habilidad genial suya para conceptualizar y nombrar lo antes informe o invisible le debemos, entre otros, conceptos tales como “partido hegemónico” (el PRI) u “homo videns” (el que sólo puede aprehender lo que ve y es incapaz de pensamiento abstracto).

Hombre singularmente elegante y singularmente intolerante frente a la ignorancia y la tontería. Amante de la buena vida, conversador extraordinario y polemista brillante. Pensador, reitero, capaz de traer a colación, para iluminar el presente y el futuro de nuestra vida social y política, lo mejor de la tradición intelectual de Occidente (la duda metódica, el amor por las palabras bien definidas). Una mente poderosa en la que combinaban, de manera inusualmente clara y consistente, el rigor lógico, la crítica exigente y la creatividad a borbotones.

Una mirada valiente y ordenada, siempre abierta a las sorpresas y vicisitudes del presente. Una mirada abarcadora y aguda, comprometida con el valor de la libertad y la necesidad imperativa de hacerse cargo de las realidades luminosas y oscuras del poder político.

Nos quedan sus libros, sus entrevistas, su artículos académicos y los del Corriere della Sera. Se nos fue, sin embargo, ese hombre con porte de príncipe que reunía, en una misma persona, la honestidad intelectual a pruebas de balas; el crítico implacable de la democracia liberal y su defensor más denodado; el maestro inigualable; y esa presencia suya, fortísima, animada por la pasión no por glosar el devenir social y político, sino por entenderlo y hacer comprensible su arquitectura de fondo.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/adios-a-sartori.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/04/04/58e3e0a206693.jpg

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8 postulados que te pueden ayudar como profesor

Javier Tourón
Esta entrada será corta, en contra de lo que suele suceder. Y es así porque he decidido poner en práctica lo que digo con frecuencia: “que cada uno somos protagonistas de nuestro propio aprendizaje”; “nadie puede aprender por tí”. Por eso os dejo una tarea planteada para que cada uno reflexione por su cuenta.Sabéis que en los estudios internacionales de rendimiento se analiza la proporción de la varianza de las puntuaciones que es varianza entre centros y dentro de cada centro. La varianza entre centros (between) suele ser relativamente pequeña comparada con la varianza dentro de cada centro (within).“Dado que la variación en el rendimiento de los estudiantes entre las escuelas es pequeña en relación con la varianza dentro de las escuelas, es una locura creer que una solución reside en diferentes formas de escuelas”, escribe John Hattie en su nuevo informe. Dice que es “irónico” que los gobiernos traten de abordar las “escuelas que fracasan” creando nuevas formas de escuelas, como escuelas charter, escuelas con fines de lucro, escuelas faro, escuelas gratuitas, academias, escuelas públicas y privadas, cualquier otra cosa que una escuela publica”.

“Hasta la fecha, hay demasiada discusión que se centra en las diferencias entre escuelas, cuando el mayor problema son las diferencias dentro de las escuelas. La varianza entre las escuelas, basada en los resultados del PISA de 2009 para la lectura en todos los países de la OCDE, es de 36%, y la variación dentro de las escuelas es del 64%. Para Australia, es 18 y 72 por ciento; Canadá, 20 y 80 por ciento; Finlandia, 8 y 92 por ciento; Nueva Zelandia, 16 y 84 por ciento; El Reino Unido, 24 y 76 por ciento; Suecia, 9 y 91 por ciento; y los Estados Unidos, 30 y 70%”.

“Hay muchas causas de esta varianza dentro de las escuelas, pero una de las más importantes (y una que tenemos alguna influencia para reducir) es la variabilidad en la efectividad de los maestros. Esto no significa que todos los maestros sean malos. Significa que hay mucha variabilidad entre los profesores en el efecto que tienen sobre el aprendizaje de los estudiantes. Casi todos los maestros, líderes escolares, estudiantes y padres saben de esta variabilidad, aunque con demasiada frecuencia está ausente de las discusiones sobre política, enseñanza y escuelas”.

“Tal discusión significa hacer preguntas muy difíciles. Por lo tanto, la política de la distracción se invoca a menudo para evitar preguntar. Sólo podremos encontrar una solución cuando reconozcamos que las diferencias dentro de la escuela son las fundamentales. La evidencia de muchas décadas de investigación sobre lo que realmente mejora el aprendizaje de los estudiantes refleja esto, y apunta a soluciones tales como mejorar la experiencia de maestros y líderes escolares, asegurando que unos y otros trabajan juntos para llegar a un entendimiento común sobre el progreso y las altas expectativas para el impacto de su enseñanza; líderes escolares que se centran en el desarrollo de la experiencia colectiva entre sus profesores; sistemas que tienen sólidas discusiones para decidir el propósito y los resultados deseados de sus escuelas, y los estudiantes que quieren aprender las habilidades que necesitan para convertirse en sus propios profesores”.

Me parece que siendo muy cierto lo anterior, se olvida un factor imponente que es el de las diferencias entre los estudiantes, diferencias que los buenos profesores pueden paliar, pero nunca eliminar. Incluso me atrevería a decir que los mejores profesores las incrementarán, pues favorecerá el óptimo de cada escolar, de modo que los más capaces estarán cada vez más lejos de cualquier media (que como decía Eisner, subirá, pero también lo hará la varianza). Otra cosa es que comparemos las diferencias en situaciones de capacidades iguales. En fin, esto para otro día.

Dije que iba a ser corto y poner una tarea. Eso haré. A continuación inserto un vídeo en el que John Hattie establece ocho postulados. La tarea es sencilla: ¿a tí qué te dice cada uno de ellos?, ¿cómo influyen en tu práctica diaria? ¿qué implicaciones pueden tener para la mejora de tu trabajo?

Los ocho postulados son los siguientes:

1.- Mi tarea fundamental es evaluar el efecto de mi enseñanza sobre el aprendizaje y el rendimiento de los estudiantes.
2.- El éxito y el fracaso del aprendizaje de mis estudiantes tiene que ver con lo que hago o no hago. Soy un agente de cambio.
3.- Quiero hablar más sobre el aprendizaje que sobre la enseñanza.
4.- La evaluación es sobre mi impacto.
5.- Yo enseño a través del diálogo, no del monólogo.
6.- Me gusta el reto y nunca me rindo cuando se trata de “hacer lo mejor”.
7.- Mi papel es desarrollar relaciones positivas en las clases y en la sala de profesores.
8.- Informo todo sobre el lenguaje del aprendizaje
Recomendar ver el Video: https://youtu.be/6xpcXobZF1k
Fuente del articulo: http://blogs.larioja.com/talento-educacion-tecnologia/2017/03/29/8-postulados-que-te-pueden-ayudar-como-profesor/
Fuente de la imagen:
https://3.bp.blogspot.com/-U52YtSAbVbI/WNWdGdI_NOI/AAAAAAAAGKU/ZTaIGHVrwvAi0LsCSYdaJAs-12exSpWxACLcB/s1600/postulados%2Bhattie_javiertouronpg
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Entrevista Isabel Grana Gil: «La escuela se está quedando muy sola»

19 Febrero 2017/Fuente: diariodesevilla/Autor: Encarna Maldonado

  • Isabel Grana inició en 2001 en la Universidad de Málaga, junto a Carmen Sanchidrián y Francisco Martín Zúñiga, el estudio de la depuración de los profesores durante el franquismo.
  • El equipo ha revisado 2.445 expedientes de docentes de institutos de toda España que fueron investigados por el régimen para comprobar si eran afectos al sistema.
  • El 27% de ellos fueron sancionados, algunos, como Antonio Machado, incluso después de muertos. También ha analizado la depuración en las escuelas normales que formaban a los maestros a través de vías alternativas, porque esos archivos han desaparecido.

-¿Qué significa para un país depurar a sus maestros?

-Significa poner en tela de juicio su esencia y su historia, porque la educación es la transmisión de los valores que tenemos no sólo como personas, sino como unidad nacional.

-Ha estudiado durante años cómo el franquismo investigó a los profesores de instituto y de las escuelas normales que formaban a los maestros. ¿Qué es lo que más le ha impactado?

-Muchas cosas. De hecho, hemos dejado esta investigación por salud mental. Ya no podíamos más. Me ha llamado la atención el expediente a una profesora sancionada porque su marido era manifiestamente republicano. Finalmente la confirmaron con los mismos argumentos porque al ser mujer de tenía, como buena esposa, que seguir a su marido y hacer lo que él dijera. Otra profesora fue sancionada primero por la República por ser de derechas y católica. Al comenzar la Guerra Civil el Gobierno republicano también depuró porque no quería profesores que no fueran de su cuerda. Sin embargo, al terminar la guerra volvió a ser sancionada por haberse quedado en la zona republicana. Acabó en un sanatorio psiquiátrico.

-¿Maestros y profesores siempre bajo sospecha?

-Gil de Zárate, director general de enseñanza a mitad del siglo XIX, dijo en el Congreso: «Admitámoslo, quien controla la educación controla el país». Si te fijas, en Europa, donde no hay fronteras y donde las leyes permiten la libre circulación de estudiantes universitarios, cada país sigue teniendo leyes educativas propias, porque la identidad de un país se transmite a través de la educación obligatoria.

-¿Sigue el pulso Iglesia- Estado?

-Sí. La Iglesia se encargó de la formación hasta la mitad del siglo XIX cuando se conformaron los estados nación y los gobiernos quisieron el control de la educación. La Iglesia se negaba porque suponía perder influencia, y hasta hoy.

-¿Cuál es el problema actual de la enseñanza?

-Ser analfabeto ahora no es no saber leer y escribir, sino no saber interpretar lo que se lee y escribe. Nos falta que todos esos analfabetos dejen de serlo. Necesitamos una educación crítica que enseñe a pensar y es complicado sobre todo porque la escuela en este momento se está quedando muy sola. Las redes sociales, que tienen cosas buenas, aquí no hacen ningún favor. Si un niño lee algo en una red social y el maestro le dice lo contrario, él cree lo que ha leído en internet. La autoridad de la escuela se ha difuminado. Antes lo que decía un maestro iba a misa, ahora los padres le dicen al maestro lo que tiene que hacer. Por ejemplo, hay un movimiento contra los deberes.

-¿Es un desafío a la autoridad del maestro?

-De alguna manera. No quiero decir que los niños deban hacer cuatro horas de deberes al día pero tampoco los padres tenemos que decir a los maestros qué tienen que hacer.

-El fondo, entonces, es falta de reconocimiento social.

-La falta de reconocimiento está ahí. Aquí todo el mundo entiende de educación. El padre dice qué tiene que hacer el maestro, los niños deciden si el maestro tiene o no razón y la sociedad socava su autoridad, pero luego la culpa de todos los males sociales la tiene la escuela. Además, el niño está cinco de 24 horas en la escuela y, sinceramente, no se le puede pedir tanta responsabilidad. Los encargados de la educación son las familias. La escuela está apara ayudar.

-Los malos resultados que obtenemos en PISA, ¿deben preocupar?

-Sí, sobre todo porque las diferencias dentro de España son enormes. Madrid y Castilla y León son de los primeros de Europa, mientras Andalucía está casi a la cola.

-¿Esa heterogeneidad tiene razones socioeconómicas o políticas?

-¡Ojalá lo supiera!, aunque creo que responde sobre todo a diferencias socioeconómicas. Navarra tenía un 50% de alfabetización cuando en Andalucía íbamos por el 10%. La mitad de la población del País Vasco y Navarra va a la universidad y en Andalucía no pasamos del 25%. Ese lastre lo llevamos. Además, al tener más problemas socioeconómicos la comunidad andaluza tiene que hacer un esfuerzo mayor en el nivel primario de la educación, mientras otras comunidades ponen el esfuerzo en secundaria y la universidad.

-Un rector acusado de plagio, un catedrático condenado por abuso… ¿Qué pasa en la universidad?

-Empieza a resquebrajarse su prestigio… Pero si ciertas cosas, que posiblemente siempre han ocurrido, salen ahora a la luz es porque la universidad se ha democratizado y se ha hecho más transparente.

Fuente de la entrevista: http://www.diariodesevilla.es/entrevistas/escuela-quedando-sola_0_1109889033.html

Fuente de la imagen: http://images.diariodesevilla.es/2017/02/17/entrevistas/escuela-quedando-sola_1109899049_65191332_667x375.jpg

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República Dominicana: Política y educación dominicana en el Siglo XXI

Centro América/República Dominicana/22 Enero 2017/Fuente: noticiassin/Autor:Frank Núñez

Vinicio Guzmán Luciano es un joven educador nacido en Restauración, municipio de la fronteriza provincia de Dajabón, que ha recogido en un volumen sus escritos donde plantea las deficiencias del sistema educativo dominicano y lo que cree conveniente para su transformación de modo que pueda contribuir efectivamente con una mejor sociedad, a tono con las exigencias de un mundo globalizado, y por tanto, cada vez más interdependiente.

Con el título de Apuntes de política y educación dominicana en el Siglo XXI, Guzmán Luciano observa que es mucho lo que le falta a la escuela dominicana en lo que tiene que ver con la toma de conciencia sobre la conservación del medio ambiente, ante las amenazas de fenómenos surgidos por la agresión a la naturaleza, como el calentamiento global, con secuelas perniciosas que con el paso de los días se vuelven más evidentes.

Temas como República Dominicana en la política, Educación: el cambio hacia el desarrollo de la República Dominicana, El Medio Ambiente, Municipalidad, Sobre la Constitución, Cotidianidades, La Biblia: fuente de riqueza por excelencia, República Dominicana en l internacional, además de Patria y Efemérides, el autor enfoca un amplio espectro de realidades que ameritan una atención inaplazable en el agitado devenir de la dominicanidad.

Dolly Gil, prologuista de la obra, resalta el esfuerzo de Guzmán Luciano “en la búsqueda de dar una respuesta lógica y alentadora a los sucesos y a las noticias hoy, es para que las personas que lean este texto observen la explicación detallada de lo que el autor pretende”.

La sentencia de Wayne Dyer de que no se puede “descubrir la luz analizando la oscuridad”, revela el interés de los trabajos, publicados originalmente en La Información de Santiago, por cambiar la cultura pesimista dominicana por una mística emprendedora “en base a lo que tenemos y lo que somos”, con pasos seguros hacia el progreso económico, social y espiritual.

Fuente de la noticia: http://noticiassin.com/2017/01/politica-y-educacion-dominicana-en-el-siglo-xxi/

Fuente de la imagen: http://noticiassin.com/wp-content/uploads/2017/01/Frank-Nu%C3%B1ez2.jpg

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Libro: A-Educación o Educación

A-Educación o Educación

  • Año:    2014
  • Editor:    Autoedición
  • Páginas:    213 páginas
  • Idioma:    español
  • Desde:    24/06/2015
  • Tamaño:    800 KB

Sinopsis:La función del presente esbozo lleva la intención que el lector pueda formar su propio «modelo mental contextualizado» a partir del planteamiento de factores adjuntos, siempre presentes en el acto educativo, pero muchas veces abandonados por el educador de la escuela moderna o tradicional.

Lleva, además, la pretensión que cada parte o tema pueda ser leído e interpretado tanto de manera independiente e individual como conjunta y armónica, con la premisa de adecuarse a nuevas técnicas de redacción y nuevas formas expositivas.

Al redactar, pretendimos enfocar la educación desde una perspectiva clara y concisa:

  • El contexto en sus aspectos macro y micro.
  • La ubicuidad del individuo en él (teoría ubicua).
  • El desarrollo de la conciencia que conduce a la adquisición de valores y la discriminación entre las distintas categorías de valores.

Tratamos de contemplar dos puntos de vista:

  • El educando.
  • El Educador.

La educación solo puede ser adquirida mediante un acto de comunicación capaz de provocar una «vivencia» en el aspecto teórico y práctico. Es necesario atender las competencias del emisor y receptor para desarrollar el sentido de ubicación dentro del contexto en que se efectúa. Pero también es imprescindible que la estructura de conocimientos así formada pueda ser útil en otros contextos.

Para descargar: https://openlibra.com/es/book/download/a-educacion-o-educacion

Fuente de la reseña: https://openlibra.com/es/book/a-educacion-o-educacion

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Libro: Educación Expandida

Educación Expandida

  • Año:    2012
  • Editor:    ZEMOS98
  • Páginas:    388 páginas
  • Idioma:    español

Sinopsis:Puede que existan muchas personas que piensen que publicar un libro sobre educación expandida sea una tremenda contradicción… y lo es. Básicamente porque el adjetivo «expandida» es un término que alude a la exploración de los límites más allá de lo que hoy conocemos como educación. Es evidente que parte de la crisis que representa la educación como sistema de pensamiento está condensada en el objeto libro (sobre todo en el «libro de texto» o «manual»), pero nosotros hemos decidido asumir esa contradicción y explorarla. Y no ha sido fácil. Editar un libro sobre educación expandida significa intentar llevar los límites de lo que conocemos por educación y situarlos un poco más lejos. Hermanar lo con prácticas y disciplinas que probablemente en un futuro sí terminen formando parte de nuestras escuelas, institutos o universidades, pero que ahora mismo se encuentran fuera.

Y precisamente el libro debe ayudar a instituir esas prácticas, más como libro de recomendaciones que como un manual de instrucciones, para empoderar a las personas que se arriesgan a hacer educación desde los márgenes y para pensar en que el dentro y el fuera de la educación a veces tiene los muros muy finos y otras muy densos. A quiénes tratan de cuestionar la educación -ya sea desde una posición exógena o endógena-, esperamos que les venga bien este objeto.

Para descargar: https://openlibra.com/es/book/download/educacion-expandida

Fuente de la reseña: https://openlibra.com/es/book/educacion-expandida

Fuente de la imagen: https://olcovers2.blob.core.windows.net/coverswp/2013/09/Educacion-Expandida-OpenLibra-300×424.png

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«No estoy segura de que la humanidad quiera sobrevivir» Entrevista a la escritora y activista india Arundhati Roy

Asia/India/29 octubre 2016/Autor: Joseph Confavreux/Fuente: Rebelión

La novelista, activista y ensayista india Arundaty Roy, prosigue en su intento de «despertar nuestra imaginación» contra el chovinismo, el capitalismo y los procesos en apariencia inofensivos que les permiten prosperar. Arundhati Roy, autora de El dios de las pequeñas cosas acaba, 20 años después, una nueva novela que se publicará en inglés el año próximo y en francés a comienzos de 2018. Mientras tanto, publica dos obras que se inscriben en el combate contra los nacionalistas hindúes y el capitalismo voraz. El primero, Espectros del capitalismo (Capitán Swing), en realidad, es una recopilación de artículos centrada en las tensiones de Cachemira y la forma en las que las ONG, las fundaciones filantrópicas, las becas de estudio, los discursos tranquilizadores sobre la diversidad y el arte sirven de vehículo para el acaparamiento de tierras y la destrucción de los imaginarios en una India donde el desarrollo económico exponencial es compatible con el hecho de que «más del 80% de la población vive con menos de 50 céntimos al día». Frente a esto, Arundaty Roy da cuenta de las luchas que intentan resistir a estos rodillos financieros e ideológicos. Si el análisis es oscuro sobre la suerte que espera una humanidad que ha aniquilado las formas de pensar diferente, suprimiendo unas formas de vida para imponer otras, Arundaty Roy sigue exigiendo el «derecho a soñar en un sistema que ha intentado transformar a todos los individuos en zombis hipnotizados hasta el punto de confundir el consumismo irreflexivo con la felicidad y la plenitud». El segundo se titula Que devons-nous aimer? (Gallimard). Firmado junto con el actor y realizador John Cusak, es el resultado de un encuentro con Edward Snowden y Daniel Ellsberg, el antepasado de los «denunciantes», en el origen de la filtración de los «Papeles del Pentágono» durante la guerra de Vietnam. Fundamentalmente, consiste en una reflexión sobre el patriotismo, en nombre del cual dicen haber actuado Ellsberg y Snowden mientras que Arundaty Roy llama a redefinir nuestras prioridades: «un bosque virgen, una cadena de montañas o un valle fluvial son más importantes y sin duda, más dignos de amor que cualquier país jamás llegará a serlo. Podría llorar por un valle fluvial, y eso ya me ha sucedido. ¿Pero por un país?”

Escribe que India es actualmente una superpotencia como las otras, «con bombas nucleares y una escandalosa desigualdad»… En 1988, en El fin de la imaginación, ya había declarado:»Si protestar contra la instalación de una bomba nuclear en mi cabeza es antihindú y antipatriótico, entonces yo me separo. Por la presente me autoproclamo república itinerante independiente». Casi 20 años después, ¿cómo es su relación con India?

–En India, el discurso nacionalista se ha convertido en terrorífico; eso ha desembocado en ensayos nucleares. Quienes no han celebrado esto como una señal de una gran nación han sido acusados de traición. La diferencia es que quienes estigmatizaban como antihindú a los pocos que no comulgaban con el culto de la gran potencia nuclear hoy están instalados en el poder y atrincherados detrás de sus convicciones de extrema derecha. Claro, la región está lejos de la situación siria o iraní, pero un gobierno con Modi a la cabeza, azuzando el conflicto en Cachemira y la tensión con Pakistán, ofrece razones para inquietarnos porque ahí se habla de potencias que poseen bombas nucleares.

¿Está personalmente en el punto de mira de los nacionalistas hindúes?

–El gobierno opera subcontratando su descontento frente a las voces divergentes a la gente. Así se organizó una manifestación delante de mi domicilio organizada por el ala femenina del BJP, pidiendo mi detención. Y en el último abril, los estudiantes de la universidad Nerhu organizaron una discusión por el ahorcamiento del cachemir Afzal Guru, sobre el que escrito varios textos. Algunos grupos increparon a los estudiantes y un periodista de una cadena en continuo preguntó: ¿Quién está detrás de todo esto? ¿Por qué está aún en libertad? Los medios de comunicación propiedad de grandes empresas intiman a las voces independientes a callarse y el gobierno subcontrata la censura a la multitud encolerizada.

¿Cómo explicar que el crecimiento exponencial de India haya desembocado en una situación en la que las 100 personas más ricas del país detentan más de un cuarta parte del PIB? ¿Por qué la teoría del «trickle don», según la cual el crecimiento permite que la riqueza «gotee» hacia las clases desfavorecidas, se ha revelado falsa y, al contrario, hemos asistido a un masivo «gushup»(literalmente, surgimiento), proceso por el cual la concentración de la riqueza opera en detrimento de las clases pobres?

–Eso ocurre en todo el mundo; eso se llama capitalismo; no es necesario tener un diploma en economía para comprenderlo. Pero en India, este fenómeno es doble porque, al contrario que el desarrollo chino permitido por la producción y exportación de bienes manufacturados, el crecimiento indio se basa enteramente en la extracción de recursos naturales y minerales. Históricamente, los británicos y los franceses han colonizado el mundo para extraer sus preciados recursos. Hoy, en India, una elite está colonizando su propio país. Además, el capitalismo indio es especial en esto ya que las grandes empresas, como Tata por ejemplo, abarcan todos los campos de la vida, de la extracción minera a la educación o ¡los cosméticos! No son solo los pobres los que son rechazados por este sistema, sino también los pequeños comerciantes o los agricultores, entre los que los suicidios son frecuentes, mientras India se ha convertido en una economía muy potente.

¿En qué sería el capitalismo, como escribe, una «historia de fantasmas?

–Me refiero a una cita de Marx que juzgaba que el capitalismo «de unos medios de producción e intercambio tan potentes, parece un mago que no sabe dominar las fuerzas infernales que ha convocado». Las fábricas han cerrado, los empleos han desaparecido, los sindicatos se han evaporado. Se ha dirigido a las personas que integraban el proletariado las unas contra las otras: hindúes contra musulmanes, castas contra castas, regiones contra regiones… Pero el capitalismo se ha convertido en una religión sin ninguna lógica. Ha desencadenado una psicosis colectiva. Sabemos que seguir viviendo como lo hacemos acarreará el fin del mundo y de la humanidad. Sabemos eso. Pero saber no es suficiente para cambiar el curso de las cosas.

¿Por qué piensa que las viejas recetas que han permitido al capitalismo superar las crisis pasadas, por ejemplo, «la guerra y el mercado» sencillamente no van a funcionar?

–La fuerza del capitalismo reside en su creatividad y su capacidad de adaptación… Sí, es creativo. Es suficiente para ver hasta qué punto mientras el capitalismo supuestamente tiene por principio la competencia, y el comunismo estaría basado en la unidad, los capitalistas están unidos mientras que los comunistas están completamente divididos y son incapaces de ponerse de acuerdo. Pero estamos en una situación en la que la rapidez de circulación del dinero y del capital, altera los parámetros de la comprensión humana y hunde nuestra alma de tal manera que somos incapaces de entender. Estamos en un gran problema como especie.

Tiene palabras muy duras para las fundaciones filantrópicas y las ONG. ¿Por qué?

–Sin duda, algunas ONG hacen un excelente trabajo pero la «onegización» de todo, permitida por la financiación «filantrópica» de algunas empresas, plantea problemas. Cuando el Estado se retira de la educación, la salud, la mayoría de los espacios que deben ser considerados como derechos inalienables, a partir de ese momento, hay que recurrir a la caridad de estos filántropos y a la acción de estas ONG. Es una quimera. Otro problema de las ONG se debe a que describen el mundo de una determinada manera. Toma a las ONG feministas, por ejemplo. Son importantes para luchar contra la mutilación sexual o los estereotipos de género. Pero la lucha de las mujeres de Chhattisgarh contra el acaparamiento de sus tierras o la de las mujeres de Orissa contra la construcción de una presa no se consideran como combates feministas dignos de ser financiados como tales. La lucha de las mujeres contra la agenda imperialista y capitalista jamás ha sido considerada como una lucha feminista digna de apoyo. Lo que es financiado por las ONG no es malo pero es fundamental mirar qué es financiado en relación con lo que no lo es. Empresas como Rockefeller o Carnegie que tienen beneficios descomunales tuvieron la idea a comienzos del siglo XX, de reservar un pequeño porcentaje de sus beneficios para las obras filantrópicas y asegurarse de esta forma un control menos visible de la elaboración de políticas que les son útiles. Mire la manera en la que estas grandes fundaciones -Gates, Ford, Carnegie, Rockefeller- invirtieron en la industria de la educación y transformaron la idea misma de la pedagogía.

En Estados Unidos, existen excelentes universidades, con una verdadera diversidad de procedencia del alumnado que captan al conjunto de las elites del Tercer Mundo, esgrimiendo esta bandera. Pero en estos lugares, no se cuestiona en profundidad la desigualdad, el funcionamiento del capitalismo, la lucha de clases. Es una forma de adoctrinamiento perfecta porque no se parece a un miembro de la KGB que viene a buscarte y te amenaza con un arma para enviarte a un campo de reeducación. Pero sigue siendo una reeducación suave. De las filas de las grandes universidades británicas o norteamericanas, han salido buenos investigadores y universitarios pero también los primeros ministros, ministros de economía, economistas y banqueros que han contribuido a abrir la economía de su país a las corporaciones mundiales. Se ignora y se olvida a todas aquellas personas que plantean cuestiones molestas y se atemperan las formas de pensar. Se ha hecho desaparecer toda una parte de nuestra posibilidad de imaginar un mundo diferente. La manera como han sido destruida la gente que tenía imaginarios distintos, como los pueblos de los valles de Chhattisgarh o de Orissa, es catastrófica. Pensando sin duda en desprenderse del pasado, en realidad, han destruido el futuro.

¿Hay ejemplos de la desactivación de protestas radicales debidas a la financiación de las fundaciones?

–Esto se vio durante el movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos, cuando las fundaciones Ford y Rockefeller financiaron con becas, subvenciones o formación, a organizaciones negras «moderadas». Más recientemente, en África del Sur, las fundaciones norteamericanas, para contrarrestar la influencia de la URSS en la ANC, decidieron financiar esta organización permitiéndole eliminar a organizaciones más radicales como el Black Consciousness Movement, de Steve Biko. Y cuando Nelson Mandela se convirtió en el primer ministro negro de África del Sur, se plegó completamente al consenso de Washington e hizo desaparecer cualquier rastro de socialismo del programa de la ANC. Incluso dio la más alta distinción honorífica de África del Sur al general indonesio Suharto que mató a centenares de miles de comunistas en Indonesia… Hoy, África del Sur está gobernada por antiguos militantes que se mueven en Mercedes, pero esto es suficiente para mantener el mito de la liberación de los negros. En India, al menos transcurrieron 50 años entre la descolonización y el neoliberalismo capitalista que es una forma de colonización de su propio país por las elites. En África del Sur, no hubo ninguna transición entre estas dos dominaciones. La revolución no puede ser financiada por las ONG o por empresas que tienen interés en el statu quo y se acomodan fácilmente a una existencia domesticada y suavizada.

Igualmente, es severa con las políticas llevadas a cabo en nombre de los Derechos Humanos. ¿Por qué?

–Es necesario matizar respecto a esta cuestión. No digo que la de los derechos humanos sea una mala política; muchos de mis mejores amigos son activistas de los derechos humanos. Pero digo que esto no es suficiente. Cuando debían constituir nuestros derechos mínimos, se han convertido en la única cosa que tenemos derecho a reclamar. El capitalismo ha reducido la idea de justicia únicamente a estos derechos mientras que el sueño de la igualdad se convertía en blasfemia. Sin embargo, los derechos humanos pueden ser un límite a nuestra imaginación política. El concentrarse estrechamente en esta cuestión permite también el interesarse solo en la violencia y las atrocidades, reprender de la misma forma a las dos partes de un conflicto así sean los maoístas y el gobierno indio o el ejército israelí y Hamas. En India, en el estado de Cachemira, de Orissa o de Chhattisgarh, existen movimientos de resistencia que no son pacifistas sino armados porque no tiene otra opción para luchar contra el saqueo de sus recursos. Pero aunque sus reivindicaciones son justas, no obtienen el apoyo de la clase media porque practican una «violencia» pretendidamente incompatible con los derechos humanos…

¿Qué se puede hacer frente a esto?

–No es como si nada se hubiera hecho. Se han llevado batallas. Los pobres han logrado parar a poderosas compañías mineras. Ha habido victorias pero a menudo se quedan sin visibilidad y no son famosas…

¿Se definiría como comunista?

–No. Pero pienso que las clases sociales son un dato esencial para comprender cómo funciona el mundo y analizarlo de forma justa. No pensar en términos de clase es como un cuerpo sin esqueleto ni estructura. Pero también creo que pensar solo en términos de clase, como lo hacen ciertos comunistas, es como un esqueleto sin cuerpo.

¿De qué puede estar formada esta «nueva imaginación» de la que escribe que necesitamos? ¿Se puede describir?

–Sí, se puede pero no en cuatro frases. Es lo que he intentado hacer en la nueva novela que estoy terminando.

«Quizás sea el tiempo de retomar la noche» escribe. ¿Qué significa este proyecto?

–Esta frase es una referencia al gigantesco edificio de Antilia, situado en Bombay, que pertenece al hombre más rico de India, Mukesh Ambani. Es la casa más cara jamás construida, con 27 pisos, tres helipuertos, seis plantas de parking, 600 empleados domésticos… Los vecinos se quejan de que este monstruo con todas sus luces les ha robado la noche. Pero reapropiarse de la noche es también una antigua reivindicación feminista y se inscribe en la necesaria recuperación de la naturaleza violentada sea el aire o el agua…

¿Su propuesta de suprimir la herencia le parece realista?

–La herencia es solo bienes financieros o materiales. Cuando se observa la imposición del sistema de castas en India, se comprenderá hasta que punto la herencia es también una cuestión de posición, de estatus, de derechos. Si se quiere cambiar las cosas, me parece importante empezar a pensar una forma de no perpetuar los privilegios y los bienes adquiridos.

¿A qué llama las «guerras del modo de vida» en el libro consagrado al encuentro que tuvo con Edward Snowden en compañía de Daniel Ellsberg, otro lanzador de alertas, responsable de la filtración de los «Papeles del Pentágono» durante la guerra del Vietnam?

–El modo de vida norteamericano se ha convertido en el modo de vida europeo y el modo de vida de la elite india. Snowden y Ellsberg tuvieron razón al denunciar la crueldad de la guerra de Vietnam o la vigilancia de la NSA pero sigue siendo necesario comprender por qué Estados Unidos hace estas guerras, tanto ayer como hoy. La razón es, antes que nada, el control de los recursos y la voluntad de aprovecharlos lo más rápidamente posible. Para ello, hay que preconizar un determinado modo de vida particular basado en un apetito de consumo infinito y desenfrenado.

Es Edward Bernays, el sobrino de Freud, uno de los primeros en cambiar la forma de vender estos productos insistiendo no en la necesidad de poseer esto o aquello sino en conseguir hacer creer que tal o cual producto participaban de tu propia personalidad, de tu necesaria realización. Es el imaginario de un consumo sin límites, esa idea de que la felicidad pasa por la posesión de más y más objetos, esa forma mediante la cual creemos que la civilización y el capitalismo son una sola y misma cosa es lo que hay que volver a plantear si queremos tener una posibilidad de supervivencia. Pero no estoy segura de que la humanidad quiera sobrevivir…

En este encuentro que tuvo con Edward Snowden y Daniel Ellsberg, se percibe que sigue reticente a los motivos patrióticos de su acción. Dicen haber actuado en nombre de cierta idea de Estados Unidos que la guerra de Vietnam o la vigilancia de NSA «traicionan». Rechaza desde hace tiempo el chovinismo pero, si este causa algunas guerras, ¿los hombres, sin embargo, no han alcanzado los estados-nación para combatirse mutuamente?

–Yo no digo que no tengan que existir países o naciones sino que no deberían estar provistos de semejante poder esotérico como en Francia o en India, donde mucha gente estima que sus países encarnan una superioridad cultural o civilizadora. No es ninguna tontería. Hay que relajarse. ¿Cómo explicar el fracaso de escritores y artistas que proporcionan un imaginario menos mortífero que el de la bandera? Es muy frecuente que artistas y escritores se plieguen a las demandas del mercado incluso teniendo el deseo de experimentar, porque se espera de ti que experimentes pero dentro de ciertos límites. Cuando escribí mi primera novela, El dios de las pequeñas cosas, fui bien acogida; sentí que se esperaba que yo publicara, dos años después, otra novela y así sucesivamente. Pero si yo hubiera querido satisfacer esa demanda, no hubiera podido participar en ninguna de las luchas en las que he participado, ni escribir los ensayos que he escrito. Cuando he publicado, en lugar de una nueva novela, El fin de la imaginación, quienes me habían alabado sintieron una rabia loca y me detestaron. El imaginario de consumo infinito ha penetrado en el mundo artístico y asistimos a formas de «cultural washing» lo mismo que vimos con el «green washing». El mayor festival de literatura mundial se encuentra hoy en India, en Jaipur. Todo el mundo va allá, los editores, los escritores… Se habla de la libertad de expresión, del arte, mientras que las personas que financian el festival destruyen los pueblos de los bosques y apoyan un gobierno en el que el simple hecho de no ser hindú y nacionalista es considerado un crimen. Las compañías mineras financian festivales de cine o de literatura con gentes maravillosas que hablan bajo vigilancia de libertad de expresión mientras sus patrocinadores destruyen el mundo.

¿Qué debemos amar entonces para retomar el título de su libro?

–Hay que reflexionar mucho, es por lo que he terminado de escribir una nueva novela sobre ese tema. Pero creo que debemos acabar con la idea de que la naturaleza debe ser sojuzgada y dominada por los seres humanos. Debemos acabar con la convicción de que el ser humano debe estar en el centro del mundo y con todos los relatos que la atraviesa.

 

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