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China se afianza en primera línea educativa con una universidad de élite

China / 11 de marzo de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: El Economista

En 2016, había 2.880 instituciones de educación superior en China, incluyendo 2.596 colleges y universidades. El impulso de China para atraer a más estudiantes internacionales a sus universidades está dando sus frutos, con casi 400.000 estudiantes extranjeros estudiando en China en 2015, según cifras oficiales.

Asimismo, China sigue intensificando su campaña para atraer talentos extranjeros y anunció, entre otras iniciativas, nuevas medidas para permitir que los estudiantes extranjeros permanezcan en China trabajando después de estudiar y reducir la burocracia en torno a los permisos de residencia.En 2017, el Ministerio de Educación de China aprobó 2.539 proyectos de educación cooperativa chino-extranjera.

Ese número incluye 1.248 en el nivel de grado y 928 de vocacional superior. Cabe destacar la Alianza Universitaria de la Ruta de la Seda formada por la Universidad Xi’an Jiaotong, con el propósito de desarrollar la República Popular de China. El objetivo es construir una colaboración educativa y promover el crecimiento económico en los países a lo largo del cinturón económico de la Ruta de la Seda.

Estimaciones a 2020

Las cifras son notables, con estimaciones para las inscripciones de las matrículas para 2020, en más de 37 millones en China y más de 27 millones en India. De hecho, en 2014, 1,7 millones de estudiantes chinos se inscribieron en instituciones de todo el mundo. Sólo en ese año, 459.800 chinos abandonaron China para estudiar en el extranjero; un aumento del 11 por ciento con respecto al año anterior y como se ha podido ver, se ha incrementado ese porcentaje.

De esos estudiantes, la gran mayoría –alrededor del 92 por ciento– fueron autofinanciados. Los estudiantes chinos reconocen los desafíos habituales de vivir en el extranjero, como la barrera del idioma y las diferencias culturales, pero mencionan la presión académica como la causa más probable del estrés.Los estudiantes que ahora estudian en la región de Asia y el Pacífico tienen todo tipo de oportunidades de carrera.

Las universidades chinas han mostrado un desempeño más sólido y una competitividad creciente en Asia, representando la mitad de las diez mejores universidades, según los rankings.

El ranking de 2018 Asia University de The Times Higher Education (THE) muestra que el número de universidades chinas que ingresaron a la lista continúa creciendo, de 87 el año pasado a 101 en 2018, incluidas 39 entre las 100 mejores instituciones.Entre las 350 universidades en la lista, cinco de las diez mejores son de China continental y Hong Kong. La Universidad de Tsinghua ocupa el segundo lugar, después de la Universidad Nacional de Singapur.

La Universidad de Pekín ocupa el tercer lugar, seguida por la Universidad de Hong Kong y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong.El informe Open Door –que aborda cómo las universidades estadounidenses están obteniendo miles de millones de los más de un millón de estudiantes internacionales que estudian en diversas instituciones de educación superior en Estados Unidos–, indica que este país es el preferido por alumnos de Reino Unido, Italia, España, Francia y Alemania. Estados Unidos fue el hogar de 1,08 millones de estudiantes internacionales durante el año académico 2016/17. Esto es un aumento del 3 por ciento con respecto al año anterior.

Más empleabilidad

Los estudiantes internacionales que han estudiado en EEUU con frecuencia tienen ventaja sobre aquellos que permanecieron en sus países de origen para estudiar. Entre los estudiantes chinos que obtuvieron títulos de maestría en el extranjero, más del 60 por ciento había regresado a sus hogares y casi la mitad de ellos se encontraban en los principales municipios como Beijing, Shanghai y Guangzhou.

Las escuelas estadounidenses están orientadas hacia un pensamiento más creativo y una memorización menor que las escuelas tradicionales chinas.No obstante, las relaciones bilaterales entre EEUU y Reino Unido han hecho posible ya muchos intercambios.

Actualmente, hay siete universidades conjuntas chino-extranjeras, incluyendo la Universidad Xi’an Jiaotong-Liverpool, la Universidad Wenzhou-Kean y la Universidad de Nueva York-Shanghai, los estudiantes internacionales tienen varias opciones si están considerando ir a China (y viceversa) para una educación universitaria.

Cada vez se presta más atención a la calidad de las asociaciones transfronterizas, con el objetivo de mejorar el atractivo y la influencia del plan de estudios en China.A medida que el Gobierno chino avanza con una agenda de políticas proactivas, las instituciones del país mejoran los servicios de apoyo, como impartir clases de chino o aprobar programas en inglés, para acercarse a los jóvenes de todo el mundo.

 

Fuente de la Noticia:

http://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/8990217/03/18/China-se-afianza-en-primera-linea-educativa-con-una-universidad-de-elite.html

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Rusia: Putin propone crear condiciones para atraer a estudiantes extranjeros talentosos a Rusia

Europa/Rusia/01 Marzo 2018/Fuente: Sputniknews

El presidente ruso, Vladímir Putin, propuso en su tradicional mensaje al Parlamento crear las condiciones para que estudiantes talentosos de otros países vengan a estudiar a Rusia y los mejores graduados puedan quedarse para trabajar en ese país.

«Propongo crear las condiciones más cómodas y atractivas para que los jóvenes talentosos de otros países vengan a estudiar a nuestras universidades (…) debemos crear las condiciones para que los mejores graduados extranjeros de nuestras universidades se queden para trabajar en Rusia», dijo.

Añadió que lo mismo debe aplicarse a los científicos y especialistas cualificados extranjeros.

«Es necesario mejorar también considerablemente el procedimiento de naturalización», apuntó.

Según Putin, la atención de las autoridades rusas «debe centrarse en los que el país necesita: gente joven, sana y bien formada».

Hay que crear para esas personas, prosiguió, «un sistema simplificado para obtener la ciudadanía de Rusia».

El mandatario declaró que Rusia siempre será un país de oportunidades para aquellos que quieran trabajar y mostrar sus capacidades.

«Quiero subrayar: para aquellos que quieren trabajar, mostrar sus capacidades, están listos a servir honradamente a la Patria y al pueblo, ser exitosos, Rusia siempre será un país de oportunidades», aseveró.

En su mensaje a los parlamentarios, el mandatario ruso llamó a incrementar la productividad del país y pidió a las pequeñas y medianas empresas un mayor aporte al PIB de Rusia.

En virtud de la Constitución rusa, el presidente de la Federación dirige un mensaje anual a los legisladores en el que hace balance de la situación del país y traza los principales lineamientos de la política interior y exterior.

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/rusia/201803011076665923-rusia-educacion-estudiantes/

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Más estudiantes panameños en universidades de Estados Unidos

16 noviembre 2017/Fuente: La Estrella

Panamá es el segundo mayor remitente en Centroamérica de estudiantes extranjeros al país norteamericano. La licenciatura es el nivel más estudiado.

Unos 1,588 estudiantes panameños se encuentran estudiando en centros de educación superior de los Estados Unidos durante el año lectivo 2016-2017,  lo cual representa un aumento del 3.3% en comparación con el periodo 2015-2016.

Lo anterior es según la última versión del informe Open Doors [Puertas Abiertas], que posiciona a Panamá como el segundo mayor remitente de estudiantes extranjeros a Estados Unidos en Centroamérica, sólo detrás de Honduras, con 2,046 estudiantes.

Para el periodo actual, el 69% de los estudiantes panameños en Estados Unidos cursan licenciaturas; el 14% cursa estudios de posgrado; el 9% se encuentra realizando prácticas profesionales y el 8% realiza cursos de inglés no conducentes a la obtención de títulos.

Sobre las carreras, por lo general, los estudiantes panameños optan por derecho, contabilidad, biología y estudios ambientales. Los estados que más reciben estudiantes panameños son Texas, California, Nueva York, Arizona y Massachusetts.

“Estoy sumamente complacido de enterarme del aumento en el intercambio de estudiantes extranjeros entre Panamá y los Estados Unidos. A mi llegada, uno de los primeros temas que el presidente Varela y yo discutimos fue precisamente la creación de más oportunidades para que nuestros jóvenes intercambien experiencias”, expresó el embajador de Estados Unidos en Panamá, John D. Feeley.

“A través de loables iniciativas como ‘Panamá Bilingüe’, Panamá prepara su próxima generación de líderes por medio de la educación internacional. La Embajada de Estados Unidos en Panamá está deseosa de ayudar a encontrar oportunidades para facilitar la movilidad de los futuros líderes de Panamá, jóvenes que estudian en el extranjero, aprenden otras lenguas, otras culturas y que desarrollan contactos que a menudo los llevan a tener una carrera exitosa. Este informe es una muestra de que nuestros dos gobiernos mantienen ese compromiso y, en consecuencia, todos salimos ganando”, subrayó el diplomático.

El resultado actual refleja el mayor número de estudiantes universitarios panameños inscritos en centros de educación superior de Estados Unidos desde que el informe Open Doors se comenzó a publicar.

Sobre el Informe Open Doors’

El Informe ‘Open Doors’ es publicado por el Instituto de Educación Internacional (IIE, por sus siglas en inglés) desde su fundación en 1919. El mismo publica una encuesta estadística anual sobre estudiantes internacionales que cursan en Estados Unidos. A partir de 1972, el informe se publica en asociación con la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado de Estados Unidos.

El informe registra el número de estudiantes internacionales en universidades de Estados Unidos, así como estudiantes extranjeros inscritos en programas pre-académicos de enseñanza del idioma inglés.

 

Fuente: http://laestrella.com.pa/panama/nacional/estudiantes-panamenos-universidades-estados-unidos/24033253

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Panamá: Educación superior, ¿igual para todos?

Panamá / 15 de octubre de 2017 / Autor: Keila E. Rojas L. / Fuente: La Estrella de Panamá

Las opiniones se han dividido frente al alza de la matrícula a los estudiantes no nacionales en la Universidad de Panamá. ¿Trato justo o discriminación?

Luego que el Consejo Administrativo de la Universidad de Panamá (UP) aprobara el aumento de matrícula, de $27.50 a $ 200.00, a los estudiantes no nacionales que cursen estudios de licenciaturas o estudios de carreras técnicas en la Universidad de Panamá; sectores en contra y a favor de la medida que dio a conocer el rector de la UP, Eduardo Flores a través de su cuenta de Twitter, levantaron su voz.

Frente la polémica que surgió, ¿cómo se pinta el panorama para los panameños que deciden formarse a nivel superior en el extranjero?.

Para Michael Redenbach, director Comercial y Encargado del sector Educación en la Embajada de Canadá, ‘que un nacional pague menos que los extranjeros es bastante común. Te puedo asegurar que en los Estados Unidos, Australia y otros países, no solo los panameños, los extranjeros siempre pagan un poco más’, dice Redenbach.

Aunque afirmó no conocer el monto exacto que pagan anualmente los canadienses en estudios superiores, dijo que en promedio un panameño debe pagar 16 mil dólares al año en estudios superiores (universidad).

‘En Canadá tenemos más de 100 universidades públicas. Se realizan estudios postsecundarios en universidades (carreras con duración de 4 años)e institutos técnicos (duración de 2 o 3 años). No conozco la diferencia en el pago entre canadienses y panameños pues mi trabajo es promover para los extranjeros, pero los nacionales pagan menos que los extranjeros, esto es algo común en diferentes países’, detalla el director Comercial y Encargado del sector Educación en la Embajada de Canadá.

ESTUDIANTES PROPONEN MEDIDA

La propuesta de aumentar la matrícula a los extranjeros en la UP, según conoció Rafael Rodríguez, presidente de la Asociación de Residentes Naturalizados de Panamá (Arena), llegó al Consejo Administrativo de la UP a manos de un grupo de estudiantes. ‘Y hay que reconocer que en la UP hay grupos de estudiantes que discriminan a los extranjeros’, dijo.

‘Definitivamente hay países que mantienen la igualdad entre nacional y extranjero, es decir, la misma cuota que paga el nacional la paga el extranjero’, dice Rodríguez, a la vez que reconoce que ‘hay otros lugares que le ponen un 10% más que los nacionales de manera que se sienta una diferencia entre nacional y extranjero’.

Según las estadísticas de la Universidad, actualmente existen aproximadamente 600 estudiantes extranjeros, en su mayoría venezolanos, colombianos, dominicanos y centroamericanos., quienes pagan la misma matrícula que los nacionales desde hace unos 80 años.

El documento firmado por el rector de la UP Eduardo Flores, como presidente de este organismo, y por Nereida Herrera, como secretaria, precisa que el incremento comenzará a regir a partir del primer semestre de 2018.

El escrito con fundamento de derecho: Art. 19.7 de la Ley 24, de 14 de julio de 2005 establece que se exceptúa del pago descrito a los estudiantes de países extranjeros con los que Panamá mantenga convenio de cooperación o entendimiento, caso en el que se aplicará un criterio de reciprocidad en el cobro de matrícula.

Para el presidente de Arena, la aprobación de dicha medida es ‘injusta’. ‘Nosotros tomamos en cuenta lo que señala la constitución de la República de Panamá. En los artículos 19 y 20 describe que no puedo haber discriminación por raza, nacionalidad, sexo y ningún tipo de discriminación entre nacional y extranjeros, por esta razón es nuestro reclamo que se haga por justo equilibrio de acuerdo a lo que señala la constitución de Panamá’.

PANAMEÑOS EN EL EXTRANJERO

Mientras un sector de la población manifiesta su descontento por la medida aprobada el 6 de septiembre del presente año, panameños que estudiaron en el extranjero dan a conocer su experiencia en cuanto al aspecto económico en la institución educativa a la que pertenecieron.

Maricarmen Castillo, quien recientemente se graduó de cineasta en la Escuela Internacional de Cine y TV (EICTV) Cuba, asegura que aunque los gastos de sus estudios fueron costeados a través de beca, el costo de ‘mi matrícula era más que el de los cubanos’.

Mientras que Ana Pinilla, panameña quien estudió en la facultad de periodismo y comunicación social de la Universidad Nacional de la Plata, Buenos Aires, apunta que la matrícula en esta institución es gratuita tanto para nacionales como extranjeros.

‘Había cuatro cupos para extranjeros por facultad en cada consulado, es decir si te inscribías en tu país en el consulado argentino. Pero si vivías en Argentina se anotaba gratuitamente sin pago de matrícula ni mensualidad cualquier persona que tuviera sus papeles (estatus migratorio legal) o estuvieran en trámite’, explica Pinilla.

Asegura que los istmeños también gozaban de los beneficios que ofrece la institución.

‘Había muchos beneficios, el mejor para mí era el comedor universitario que te facilitaban almuerzo de lunes a viernes por $1 peso por día, el equivalente en aquel momento a 33 centavos de dólar por día. La comida incluía carne, menestra fruta y pan. También ofrecían de forma gratuita servicio médico, salas de internet, y uso de libros fuera de bibliotecas’, señala.

Por su parte, Isabel De Gracia Rivera, productora y directora de cine y quien también estudió en Argentina, indica que al ser extranjera para poder inscribirse en la Fundación Universidad del Cine una universidad privada con sede central en el Barrio de San Telmo en la Ciudad de Buenos Aires, ‘a diferencia de los residentes tuve que pagar mil 500 dólares en un banco para poder matricularme’.

Para justificar el aumento, el rector de la UP manifiesta que los gastos de la entidad educativa que preside, son sufragados con los impuestos de los panameños, por lo que el precio especial debe ser para los estudiantes nacionales.

A pesar que Panamá no sería el único país en la región en aplicar una medida de esta índole, la junta del departamento de Sociología de la facultad de Humanidades de la UP a través de nota firmada por Néstor Mathieu, director de la junta, considera que la acción es ‘injusta y discriminatoria’.

‘La educación, incluyendo la universitaria, al igual que la salud, constituye un derecho humano; por ende es un deber del Estado garantizarla a todas las personas sin distingo de edad, raza, género, sexo o nacionalidad’, reza la nota.

‘No nos oponemos rotundamente al aumento, pero si señalamos que es desproporcionado aumentarle a unos jóvenes una diferencia de 728% por el simple hecho de ser extranjeros’, puntualiza Rodríguez.

Fuente de la Noticia:

http://laestrella.com.pa/estilo/cultura/educacion-superior-igual-para-todos/24027101

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Australia endurecerá los exámenes de inglés a los estudiantes extranjeros

Oceanía/Australia/14 Octubre 2017/Fuente: El diario 

El Gobierno de Australia anunció hoy que implementará a partir de 2018 nuevos estándares en las evaluaciones de los exámenes de inglés de los estudiantes extranjeros que aspiren a ingresar en universidades e institutos de educación superior.

El ministro australiano de Educación, Simon Birmingham, explicó que la medida se aplicará por primera vez a los institutos de educación vocacional y de capacitación profesional y que pretende mantener el nivel académico.

«Sabemos que los estudiantes no son capaces de participar plenamente en los grupos de trabajo o realmente las ven difíciles en los trabajos que les dejan en las clases», comentó el ministro en una entrevista con la radio ABC.

Los más de 150.000 estudiantes internacionales que recibe Australia cada año deberán aprobar los nuevos exámenes de inglés antes de inscribirse en sus cursos y asistir a clases presenciales de 20 horas por semana en cursos intensivos diseñados para aquellos que no hablen el idioma.

Los exámenes a estudiantes que postulen a las universidades, institutos de educación superior o de capacitación profesional estarán a cargo del programa Cursos Intensivos de Inglés para Estudiantes Extranjeros (ELICOS, siglas en inglés).

El ministro espera que los cambios refuercen la reputación de Australia como un destino de gran calidad para los estudiantes internacionales, un sector que registró ingresos de 21.887 millones de dólares (18.430 millones de euros) en el año fiscal 1026-17.

Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/Australia-endurecera-examenes-estudiantes-extranjeros_0_696430416.html

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Deudas y vanas esperanzas de los estudiantes extranjeros: el oscuro trasfondo de las escuelas de japonés

Japón/28 agosto 2017/Fuente:

Cada vez hay en Japón más escuelas de japonés para extranjeros. Llegan ya a las 600. El autor del artículo pone el dedo sobre la llaga al señalar que muchos de los alumnos de estas escuelas llegan engañados con falsas promesas de grandes ingresos y que su verdadero objetivo no es estudiar sino trabajar. Una denuncia de los retorcidos métodos que está adoptando el “negocio de la educación”.

100.000 estudiantes extranjeros más en cuatro años

El número de los estudiantes extranjeros matriculados en instituciones de enseñanza japonesas marcó a finales de 2016 su máximo histórico: 277.331, con un aumento de unos 100.000 en los últimos cuatro años. Es muy probable que durante este mismo año se alcancen los 300.000 que establecían como meta para 2020 los planes gubernamentales.

Casi nadie pone objeciones a este aumento. Hasta quienes se declaran contrarios a que Japón acepte más trabajadores extranjeros o inmigrantes, cuando oyen hablar de “estudiantes” lo ven como algo positivo, como cuando se enteran de que está creciendo el volumen de turistas que llegan al país.

Pero, ¿cuál sería la postura de estas personas si supieran que, en su mayoría, estos extranjeros no vienen a Japón tanto para estudiar como para conseguir algún trabajo? Si resultase que extranjeros que, en rigor, no deberían recibir autorización para entrar en Japón, están entrando en el país y cayendo en la ilegalidad o incluso en la delincuencia después de haber sido objeto de explotación, ¿seguirían diciendo que debemos aumentar aún más el número de estudiantes extranjeros?

Países emergentes asiáticos, origen del rápido crecimiento

Examinando por nacionalidades esta masa de estudiantes extranjeros, vemos que hasta hace unos pocos años los chinos representaban cerca del 60 % del total. Sin embargo, últimamente su número apenas crece. Ahora los aumentos más rápidos se registran entre los procedentes de Vietnam, Nepal y otros países asiáticos emergentes. El aumento es particularmente agudo en el caso de los vietnamitas, que en cuatro años se han multiplicado por cuatro, hasta los 62.422 estudiantes.

Países/territorios con más estudiantes extranjeros en Japón a finales de 2016

Total 277.331
China 115.278
Vietnam 62.422
Nepal 22.967
Corea del Sur 15.438
Taiwán 9.537
Indonesia 5.607
Sri Lanka 5.597
Myanmar 4.553
Tailandia 4.376
Malasia 2.925

Unidad: personas. Fuente: Estadísticas de los estudiantes extranjeros en Japón, del Ministerio de Justicia.

Cuando se pregunta por las causas que explican este fuerte incremento, suele aducirse que al ser mayor ahora el número de empresas japonesas implantadas en dichos países, también son más los estudiantes que desean aprender el idioma japonés. Pero nada más lejos de la realidad. Lo que los trae a Japón es el deseo de encontrar aquí un trabajo para ganar algún dinero.

A los estudiantes extranjeros registrados en escuelas japonesas se les permite trabajar durante un máximo de 28 horas semanales. Conocedores de este hecho, las agencias que promueven su llegada consiguen atraer cada vez a más jóvenes con reclamos como “gánate 200.000 o 300.000 yenes mensuales mientras estudias en Japón”.

Jóvenes endeudados conducidos a Japón por agentes sin escrúpulos

El salario medio de un trabajador vietnamita es, al cambio actual, de entre 10.000 y 20.000 yenes mensuales. No es de extrañar que, oyendo cifras como las del reclamo, los interesados acudan en tropel a estas agencias. Se ha producido así un verdadero boom de los estudios en Japón. Mi impresión personal de estos cuatro años de seguimiento del tema es que la mayor parte de los jóvenes llegados de Vietnam y Nepal son falsos estudiantes.

La puerta de entrada para estos falsos estudiantes son las escuelas o academias de japonés para extranjeros. En 10 años han nacido más de 200 nuevas escuelas de este tipo, que suman ya en total más de 600. El boom de los estudios en Japón ocurrido en Vietnam y otros países ha inflado en Japón la burbuja de las escuelas de japonés.

El costo total del primer año de estudios en una de estas escuelas, incluyendo las comisiones que se llevan las agencias y otros gastos, viene a ser de 1,5 millones de yenes, una cifra descomunal para el común de los vietnamitas o nepaleses. Pero ellos se las ingenian para conseguir ese dinero, hipotecando su vivienda o sus campos. El crecimiento económico experimentado por los países emergentes no evita que la vida de la gente común sea muy dura. Las familias envían a sus jóvenes a Japón depositando en ellos todas sus esperanzas de progreso.

Por su parte, el Gobierno de Japón impone como requisito a los aspirantes a estudiar en el país la capacidad de costear sus estudios y su estancia. Los visados se expiden, en teoría, a aquellos extranjeros capaces de pagar todo eso sin necesidad de ponerse a trabajar en Japón. Sin embargo, en los países emergentes solo las clases más privilegiadas pueden permitirse esos gastos. Por eso, algunos aspirantes pagan sobornos a bancos o a órganos de la Administración para hacerse con los documentos que les permitirán obtener un visado. Para hacer ver que la familia en cuestión es solvente, se apañan certificados que contienen datos falseados sobre saldos de cuentas bancarias o ingresos anuales de los padres. Son los propios agentes los que se encargan de los trámites.

Que estos documentos contienen falsedades es algo que tanto las escuelas como el Departamento de Inmigración de Japón, encargado de expedir los visados, conocen. Pero a las escuelas les interesa ampliar sus negocios y el Departamento de Inmigración lo que quiere es alcanzar la cifra de 300.000 estudiantes extranjeros, aunque sea a costa de hacer ingresar en el país a personas que en realidad no tienen solvencia.

Trabajos simples en lugares discretos

Una vez en Japón, estos “falsos estudiantes” se convierten en una codiciada mano de obra. Japón sufre actualmente una gran carencia de mano de obra en trabajos físicos, pero el Gobierno no permite la entrada de aquellas personas cuyo objetivo sea realizar trabajos simples o no cualificados.

A título de “cursillistas en programas de capacitación técnica”, se ha permitido la entrada de 210.000 obreros manuales, limitando su presencia a pequeñas y medianas empresas de los sectores textil y de confección, maquinaria y transformación del metal, etc, a obras de construcción y a plantas de procesado de productos agrícolas o marinos, hasta un total de 74 tipos de ocupación. Pero las necesidades de mano de obra se extienden por otros muchos sectores. Y para estos, los estudiantes extranjeros son un preciado tesoro.

Cuando oímos hablar de estudiantes que encuentran en Japón trabajos ocasionales, pensamos automáticamente en los que se emplean en las tiendas de 24 horas (tiendas de conveniencia) y en las grandes cadenas de restaurantes. Pero los sectores más dependientes de ellos son los que desarrollan su labor en lugares más apartados de las miradas: empresas que elaboran comidas preparadas y bentō (comida para llevar) para supermercados y tiendas de 24 horas, plantas donde se clasifican los envíos de las empresas de mensajería o reparto a domicilio, limpieza de habitaciones y lavandería de los hoteles, reparto de periódicos, etc.

Son todos ellos trabajos físicos, realizados en horario nocturno, que los japoneses rehúyen, y que además están entre los peor pagados. Aunque el estudiante tenga varios de estos trabajos y transgreda el límite de las 28 horas semanales que señala la ley, es improbable que llegue a ganar, como pregonan las agencias, 200.000 o 300.000 yenes mensuales. Pero para cuando descubren el engaño es ya demasiado tarde. Si vuelven a su país sin haber pagado sus deudas, llevarán a su familia a la bancarrota. El único recurso de estos pretendidos estudiantes es permanecer en Japón trabajando hasta devolver todo lo que deben.

Un estudiante extranjero puede estar matriculado en una escuela de japonés durante un periodo máximo de dos años, terminado el cual sus dos únicas opciones serán ingresar en alguna universidad o escuela técnica (especializada). Tanto las universidades como las escuelas técnicas cifran precisamente en los estudiantes extranjeros sus esperanzas de viabilidad.

Debido a la escasez de nacimientos, cerca de la mitad de las universidades privadas del país no están consiguiendo el mínimo de alumnos que necesitan para sobrevivir. Y la situación es todavía más grave entre las escuelas técnicas. Es muy fácil encontrar escuelas de este tipo que aceptan a cualquier extranjero, sea cual sea su nivel de japonés, con tal que pague la matrícula y las tasas académicas. De esta forma, los falsos estudiantes pueden “comprar” su visado pagando sus estudios, lo que los acredita para seguir trabajando en Japón.

Apertura de escuelas en las provincias para captar mano de obra

En otros tiempos, las escuelas de japonés abundaban sobre todo en las áreas urbanas, donde sus alumnos podían encontrar trabajo fácilmente. Pero hoy en día se están implantando también en regiones que están perdiendo población. En 2015 se abrió una escuela en Amami Ōshima y en 2016 en Sado. Ambas son pequeñas islas donde nadie pensaría que pueda sobrevivir una escuela de japonés para extranjeros. En el otoño de 2017, el edificio de una escuela abandonada de secundaria situado en el pequeño municipio de Okutama, en la parte más recóndita de las montañas de la prefectura de Tokio, será rehabilitado y convertido en escuela de japonés. En la pequeña ciudad de Setouchi (prefectura de Okayama) existen planes para abrir en 2018 una escuela técnica orientada a captar estudiantes extranjeros, que tendrá su sede en una escuela abandonada, en este caso de primaria.

Setouchi es mi lugar de nacimiento. Su envejecida población ya no supera los 38.000 habitantes y sigue en descenso. Los criaderos de ostras, uno de los productos típicos de esta zona, no encuentran mano de obra. Por eso tratan de captar estudiantes extranjeros, para utilizarlos como fuerza laboral. Si las viviendas vacías, cada vez más numerosas, se usan a modo de dormitorio estudiantil, se habrán matado dos pájaros de un tiro. Por eso, parece ser que el Ayuntamiento, a fin de revitalizar la economía local, está dispuesto a ceder la antigua escuela por un alquiler muy modesto.

Todo indica que cada vez serán más los ayuntamientos de todo el país que traten de sacar adelante su municipio atrayendo a estudiantes extranjeros. Otra cosa muy diferente es que estos planes se vean coronados con el éxito.

El visado caduca pero el extranjero se queda: el peso de las deudas

El número de residentes extranjeros que han pasado a la ilegalidad al permanecer en Japón una vez caducado su visado era, a 1 de enero de 2017, de 65.270. Es el tercer año consecutivo de ascenso en la estadística. Por nacionalidades, es llamativo el caso de los vietnamitas, que ha marcado un aumento del 35 % con respecto al año anterior para situarse en las 5.137 personas. Por ocupaciones, los extranjeros llegados como estudiantes que se quedan sin visado aumentan en un 11 % y se sitúan en 3.807 personas. De estas dos cifras se deduce que el aumento en el número total de extranjeros sin papeles es consecuencia principalmente del aumento del número de estudiantes vietnamitas.

Entre ellos, no son pocos los que trabajan ilegalmente en Japón para pagar las deudas adquiridas en su país. Y no se sale de lo previsible que algunos de ellos recurran a delitos como el robo o el hurto en tiendas para engrosar rápidamente sus ganancias antes de caer en alguna redada del Departamento de Inmigración. De hecho, por el número de delitos que cometen en Japón, los vietnamitas encabezan ya la lista de nacionalidades, superando, por ejemplo, a los chinos, que los cuadruplican en número.

¿Es necesaria la mano de obra extranjera? Actuemos en consecuencia

Las situaciones que viven estos falsos estudiantes extranjeros son una desgracia tanto para ellos mismos como para Japón. Ellos llegan a Japón cargados de deudas y aquí se ven obligados a trabajar día y noche para pagar esas deudas y los gastos de estudios. Y los japoneses acaban viéndose afectados también por los delitos que cometen algunos de ellos.

Hay que empezar, en primer lugar, por frenar esta corriente de falsos estudiantes. Basta con inspeccionar debidamente los documentos que portan y denegar el visado cuando sea evidente que los datos de solvencia están falseados. Pero hay que decir que la actual tendencia es precisamente la inversa.

En el mes de mayo, a través del Centro para la Promoción del Compromiso Activo de Todos los Ciudadanos, el gobernante Partido Liberal Democrático emitió directrices para dar un nuevo impulso a los citados planes de elevar hasta los 300.000 el número de estudiantes extranjeros. Según leemos en el documento titulado Una propuesta orientada a la creación de una sociedad que promueva el compromiso activo de todos los ciudadanos, este órgano apuesta por la “activa utilización [de los estudiantes extranjeros] como mano de obra para suplir la carencia de fuerza laboral [japonesa]”. Se prevé una relajación en las restricciones impuestas al trabajo de los estudiantes extranjeros, que en el futuro podrán trabajar incluso más de 28 horas semanales.

Si falta mano de obra y se pretende recurrir a los extranjeros para solucionar el problema, lo correcto sería debatir el tema abiertamente y establecer un sistema adecuado. Lo que se está haciendo ahora es permitir el ingreso en el país de jóvenes endeudados para utilizarlos en los trabajos que los japoneses rehúyen, y recuperar en forma de matrículas o tasas académicas el dinero que se les paga por su trabajo. Con este método, es comprensible que en muchos de ellos nazca un sentimiento de rechazo hacia Japón.

Abrir las puertas a los estudiantes extranjeros debería ser una medida para aumentar el número de extranjeros que, por medio del aprendizaje de la lengua y la cultura japonesas, puedan hacer en el futuro una aportación a nuestro país. Lo que se está consiguiendo con los métodos actuales es exactamente lo contrario. Por consiguiente, el plan para elevar hasta los 300.000 el número de estudiantes extranjeros, incluso si lo tomamos como una política de Estado, debería ser suspendido inmediatamente.

Fuente: http://www.nippon.com/es/currents/d00340/

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Japón: Las escuelas nocturnas revelan carencias en la atención a los extranjeros

Por: Yoshida Norifumi

Las escuelas nocturnas, que en el pasado dieron una segunda oportunidad a las personas que durante el caos que acompañó al fin de la Segunda Guerra Mundial no pudieron completar su educación secundaria, prestan ahora un importante servicio a los residentes extranjeros, cuyo número está creciendo últimamente. Son estos centros, creados y gestionados por voluntarios, los que están integrando a muchos extranjeros en sus ambientes escolares o laborales.

Esta primavera, la Junta de Educación de la ciudad de Kawaguchi (prefectura de Saitama) ha anunciado la creación, para abril de 2019, de una escuela nocturna municipal de secundaria (12-15 años). La iniciativa surge en consideración a una serie de situaciones, como las de los alumnos que, por razones económicas, circunstancias familiares o por haber sufrido acoso escolar, se ven imposibilitados de asistir a las clases de los centros diurnos, pero también responde al aumento del número de extranjeros que requieren un apoyo especial en idioma japonés.

Desde los años 80 existe en dicha ciudad la Escuela Secundaria Nocturna Independiente de Kawaguchi, regentada por un grupo de voluntarios. Pero la entidad que, manteniendo vínculos desde hace años con la primera, ha venido tratando de que el Gobierno municipal de Kawaguchi estableciera un centro público de esas características ha sido la Escuela Secundaria Nocturna Independiente de Matsudo (ciudad de Matsudo, prefectura de Chiba), una de las pioneras en este sector de la enseñanza en el que convergen actualmente más de 300 escuelas en todo el país.

En este momento en que las miradas se centran otra vez en estas escuelas, visité la referida de Matsudo.

Aumento del número de niños de nacionalidad extranjera

Enomoto Hirotsugu, presidente de la organización sin ánimo de lucro “Asociación Cívica para la creación en Matsudo de una escuela secundaria nocturna”.

Son las 5.45 de la tarde de un viernes de mediados de mayo cuando llego al Kinrō Kaikan, un edificio que da cabida a diversas actividades cívicas, educativas y culturales. En la primera planta hay cuatro aulas, ante las cuales sendos letreros indican que se trata de la escuela que busco. Sale a recibirme Enomoto Hirotsugu (67 años), responsable de la organización sin ánimo de lucro “Matsudo-shi ni yakan chūgakkō wo tsukuru shimin no kai” (“Asociación Cívica para la creación en Matsudo de una escuela secundaria nocturna”), entidad que regenta la escuela. Enomoto sostiene que el número de niños de nacionalidad extranjera que asisten a las clases de las escuelas nocturnas tiende a aumentar.

“Cuando inauguramos la escuela, en 1983”, explica Enomoto, “entre los alumnos había muchas personas oriundas de las dos Coreas, así como japoneses criados en China tras haber perdido contacto con su familia en la confusión del final de la Segunda Guerra Mundial, todos los cuales tenían entre 50 y 70 años aproximadamente. Con el correr del tiempo, algunos de ellos ya han fallecido. Últimamente vienen a nuestras clases nocturnas muchos niños nacidos y criados en el extranjero que han llegado a Japón con sus padres y que asisten a clases de primaria, secundaria o bachillerato en Matsudo o en municipios vecinos. En los picos llegamos a tener aquí en torno a los 20 alumnos. Tenemos chinos, surcoreanos, vietnamitas, filipinos, nepaleses, bangladesíes y de otras nacionalidades, 10 en total”.

Las clases comienzan a las 6.00 de la tarde y terminan a las 9.00 de la noche.

Matsudo, situada a unos 20 kilómetros del centro de Tokio, viene desarrollándose como ciudad-dormitorio, pero en los últimos años su población apenas crece. Aun así, el censo municipal de 2016 reveló que por primera vez se han superado los 490.000 habitantes. El motor de este crecimiento está en los residentes extranjeros.

Según estudios realizados por la propia ciudad a fines del año pasado, los residentes extranjeros eran 14.120 (frente a los 12.966 del año anterior). Por países, el de mayor representación es China, con 5.998 personas (5.576 en 2015), seguido por Vietnam con 2.039 (1.828), Filipinas con 1.653 (1.590) y las dos Coreas con 1.651 (1.603).

Importante apoyo en el paso a los institutos de bachillerato

Entre los alumnos de la escuela nocturna hay quienes se expresan en japonés con fluidez. Pero tampoco ellos son capaces de captar con precisión las explicaciones de los profesores de su escuela primaria o secundaria, ni los contenidos de los libros de texto. Las asignaturas que más se les resisten suelen ser Lengua Japonesa, Sociedad y Geografía.

Llama la atención la presencia de alumnos extranjeros que quieren prepararse para los exámenes de ingreso en institutos de bachillerato. Comienzan a aumentar en junio o julio y para el otoño se llega a los 20 o 25. Hasta la fecha señalada para su examen, que suele ser en febrero o marzo, acuden a la escuela nocturna casi todos los días. Enomoto señala que la tendencia es ya fija todos los años. “Menos los días de Año Nuevo, se aplican al estudio con tesón todos los días. Y nosotros, como ellos, rendimos al límite de nuestras fuerzas para conseguir el aprobado”.

En la prefectura de Chiba, explica Enomoto, existe un sistema denominado “Gaikokujin no tokubetsu nyūgakusha senbatsu” (“Selección especial de aspirantes extranjeros a plaza escolar”). Según explica la Junta de Educación, pueden beneficiarse de este sistema los jóvenes extranjeros que vivan o tengan previsto vivir con sus padres o cuidadores en la prefectura de Chiba, siempre que no hayan transcurrido más de tres años desde su llegada a Japón.

Si cumplen dichos requisitos, estos muchachos pueden optar a una plaza en alguno de los institutos prefecturales o municipales homologados por la Junta Prefectural de Educación para implementar dicho sistema, simplemente mediante una entrevista y un ejercicio de redacción (composición) que podrán ser bien en japonés, bien en inglés. No se les exige que aprueben ninguno de los exámenes que deben pasar los aspirantes japoneses (Lengua Japonesa, Matemáticas, Lengua Inglesa, Sociedad y Ciencias). La selección se hace juzgando en conjunto los resultados de la entrevista y la redacción, el informe sobre el aspirante presentado por la escuela de secundaria donde cursó estudios y algunos otros documentos, como la solicitud escrita que debe presentar el aspirante para que a su expediente se le aplique la tramitación especial para extranjeros.

Así pues, las escuelas nocturnas se están convirtiendo en academias de refuerzo para que estos jóvenes extranjeros estén en condiciones de aprovechar estos mecanismos.

En pos de una escuela nocturna de carácter público

Como he dicho más arriba, la escuela nocturna de Matsudo fue fundada en 1983 por un grupo de voluntarios. Durante su etapa inicial, la mayor parte de su alumnado eran personas que, en aquellos años caóticos de la guerra y la posguerra, por una u otra razón no habían podido completar su educación secundaria. Entre ellos, muchos eran oriundos de la península coreana. Otros, niños nacidos en familias de colonos japoneses en China que, para evitar que corrieran la incierta suerte de sus padres que trataban de regresar desesperadamente a Japón siendo hostilizados por el camino, fueron confiados a familias chinas y generosamente criados por ellas, tras lo cual pudieron regresar a Japón. Posteriormente, el perfil del alumnado fue cambiando, aumentando la proporción de alumnos japoneses con problemas de integración en la escuela (acoso escolar, etc.) y personas con alguna discapacidad. Hasta el momento, han pasado por sus aulas un total próximo a las 1.700 personas. En mayo de 2017, la escuela contaba con 50 alumnos, de ellos 10 o 15 extranjeros.

Su personal está formado por 30 personas, algunas de ellas con experiencia docente en primaria o secundaria, aunque también hay exempleados de empresas privadas y exfuncionarios. Normalmente, suele haber una veintena impartiendo las clases. Los alumnos eligen una asignatura o campo de estudio y acuden a un profesor que puede ayudarles en esa área. Los alumnos combinan clases en grupo, particulares y de aprendizaje libre, en un horario que se desarrolla entre las 6.00 de la tarde y las 9.00 de la noche.

Para ingresar no es necesario pasar exámenes ni pagar matrícula. Tampoco se establecen tasas académicas mensuales. Normalmente, el alumno deja la escuela después de permanecer en ella durante dos o tres años. Los fondos necesarios para su gestión proceden de las aportaciones de los socios, que son unos 250, y se complementan con el producto de las ventas de takoyaki y otras especialidades culinarias en el puesto que lleva la organización en un mercadillo del área.

Según un estudio del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, a 1 de mayo de 2014 existían en Japón 307 escuelas nocturnas independientes, casi todas ellas sostenidas por voluntarios. Desde 1979, la asociación que regenta la escuela nocturna de Matsudo viene pidiendo a las autoridades educativas municipales que establezcan una escuela secundaria nocturna de carácter público, que pueda ofrecer titulación en ese ciclo escolar. No se trataba de erigir una nueva escuela, sino de conseguir que en una escuela municipal de secundaria de las ya existentes se ofrecieran clases en horario nocturno.

Fruto de este esfuerzo, la Junta Municipal de Educación hizo públicos en febrero de este año sus planes de establecer un horario alternativo nocturno en una de las escuelas municipales de secundaria. Sin embargo, según los datos del censo nacional de 2010, el número de personas que no se habían graduado de una escuela secundaria, es decir, que no habían cumplido el ciclo completo de la educación obligatoria, ascendía todavía a 128.000. Entre ellos, hay también extranjeros. No puede decirse que la Administración esté haciendo todo lo que debería para hacer frente a esta situación. Las escuelas nocturnas de carácter público, que en 1954 eran 89, se han reducido a 31 y además están concentradas en solo ocho de las 47 prefecturas del país. El ministerio de Educación sostiene que su intención es crear las suficientes para que haya al menos una por prefectura, pero no se aprecian avances significativos en estos planes.

Un apoyo que no termina con el ingreso en el instituto

El día de mi visita advertí que en un rincón de una de las aulas, alrededor de una mesa larga, dos madres con sus respectivos hijos recibían de un profesor septuagenario una lección de lengua japonesa. Los cuatro habían llegado a la ciudad en febrero de este año procedentes de la provincia china de Shandong. Eran un niño de sexto de primaria con su madre, y una niña de tercero con la suya. Los dos niños asistían a las clases de una escuela primaria de la ciudad.

La madre del niño habló conmigo en japonés. “Me resulta difícil usar el japonés. Tampoco entiendo bien las fotocopias (deberes) que trae mi hijo a casa. Pero aquí, en esta escuela nocturna, los profesores me explican esas cosas. Son muy amables y les entiendo muy bien. Me gustaría que mi hijo aprendiera bien el japonés e hiciera muchos amigos. Y sería estupendo si la escuela primaria le diera más oportunidades para aprender mejor la lengua”.

Su marido, que trabaja en una empresa cerca de Matsudo, llegó a Japón hace ocho años y vivió durante algún tiempo apartado de su familia. En febrero de este año llegaron su esposa y su hijo, y este entró en el sexto grado de primaria de una escuela local. La otra mujer presente en el aula llegó también a Japón en circunstancias similares, trayéndose a su hija. Su marido lleva seis años en Japón.

Entre los voluntarios que imparten las clases hay muchos con experiencia docente en primaria y secundaria, así como exempleados de empresas privadas y exfuncionarios.

En otra de las aulas, cuatro extranjeros aprendían japonés. Tres de ellos, mediante la referida “Selección especial de aspirantes extranjeros”, habían obtenido plaza e iniciado sus estudios en abril en institutos de bachillerato prefecturales o provinciales de Chiba, pero seguían asistiendo a las clases de esta escuela nocturna.

Uno de ellos era un muchacho filipino de 16 años llegado a Japón con sus padres tres años atrás. “Quiero estudiar la asignatura de Sociedad Contemporánea y conocer Japón más en profundidad. Pero no puedo mantenerme al nivel de las clases del instituto. Por eso vengo aquí para estudiar y tratar de no perder el ritmo”. Los otros dos son chinos. Uno de ellos llegó a Japón hace tres años con sus padres, procedentes de Shanghai. La familia se estableció en Matsudo. “No entiendo la clase de Ciencias (del instituto)”, confiesa uno de ellos. “No capto lo que dice el profesor. Ahora estoy asistiendo también a un juku [academia de refuerzo]. Ya sé que no estudio lo suficiente. Y las cosas no me entran en la cabeza”. El otro alumno chino llegó a Japón con su madre hace dos años. Su padre ya vivía en Matsudo. “No entiendo las clases del instituto. No sé lo que están diciendo los profesores”.

Extranjeros en programas de capacitación técnica

Parece ser que estas escuelas nocturnas de secundaria están sirviendo también para enseñarles japonés a los extranjeros que llegan a Japón con programas de capacitación técnica. Según datos sobre empleo de extranjeros en Japón hechos públicos en enero de 2017 por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, a finales de octubre de 2016 se superó por primera vez el millón de extranjeros empleados en Japón, situándose la cifra en cerca de 1,08 millones. Especialmente significativo fue el aumento de quienes llegan con programas de formación técnica, cuyo número ascendió un 25 % hasta los 210.000 aproximadamente. Los jóvenes chinos, vietnamitas, filipinos, tailandeses, indonesios y de otros países que llegan a Japón con el sistema de internado en prácticas técnicas para extranjeros (Gaikokujin ginō jisshūsei seido), organizado por el Gobierno de Japón, obtienen puestos de trabajo en la industria manufacturera o en otros sectores que, como la agricultura, la pesca o la construcción, sufren una grave carencia de mano de obra. La creciente presencia de estos trabajadores extranjeros en formación tiene mucho que ver con el asunto de la creación de una escuela nocturna municipal de secundaria en Kawaguchi, a la que me he referido al principio de este artículo.

La ventaja para las empresas que participan en este sistema es que pueden pagar salarios inferiores a los que pagarían si tuvieran que contratar a japoneses para esos mismos trabajos. Pero surgen muchos problemas. Algunos extranjeros se enzarzan en conflictos laborales con su empresa por cuestiones como la cuantía del salario, el pago del mismo o la extensión de la jornada laboral. Dicen que algunos extranjeros se desesperan sin saber qué hacer cuando ven que su empresa les retiene el pasaporte. Es probable que, entre los trabajadores extranjeros en prácticas que acuden a las escuelas nocturnas, muchos de ellos estén afrontando este tipo de conflicto con un conocimiento insuficiente de la lengua japonesa. Detrás de iniciativas como la creación de una escuela nocturna de secundaria asoman problemas directamente emanados de la forma de entender la misión del Estado.

(Escrito el 5 de junio de 2017 y traducido al español del original en japonés)

Fuente: http://www.nippon.com/es/currents/d00327/

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