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Educación crítica

Por: Leonardo Díaz 

Esta semana participé, a distancia, en un conversatorio académico sobre la función de las humanidades en tiempos de pandemia. Uno de los tópicos abordados fue la necesidad de replantearnos la finalidad de la educación en una sociedad democrática.

Durante décadas, muchos Estados asumieron el supuesto de que la educación tiene como fin la competitividad, adiestrar en una serie de habilidades necesarias para luchar por un puesto de trabajo en el mercado laboral.

Desde esta perspectiva, los sistemas educativos deben focalizarse en la enseñanza de una serie de competencias requeridas por el capitalismo corporativo, dirigidas a entrenar empleados generadores de riqueza para las grandes corporaciones y la industria del consumo.

No obstante, la realidad ha mostrado la insostenibilidad de un modelo semejante. El costo del daño al ecosistema, los ciclos periódicos de las crisis económicas -con sus secuelas de exclusión social e indignación-, el quiebre paulatino de las instituciones democráticas llamadas a sostener el modelo, así como el derrumbe del mito de que la apertura de los mercados lleva de modo inevitable a la apertura política, fuerzan a replantearse la necesidad de un tipo de educación dirigida a formar ciudadanos para una sociedad democrática sostenible.

El problema es que la democracia requiere de una ciudadanía informada, capaz de discriminar la información fidedigna de aquella que es falsa para la toma de decisiones prudente, especialmente en nuestra época, caracterizada por el ritmo avasallante de la información.

La pandemia que vivimos muestra, en toda su crudeza, las consecuencias de una educación que, durante años, se ha preocupado básicamente por servir al mercado, una educación que al marginar el cultivo de las actitudes democráticas, y de las disciplinas que las fomentan, se coloca al servicio de la barbarie, de las fuerzas del totalitarismo.

En un reseña reciente sobre la educación finlandesa, https://www.nobbot.com/educacion/finlandia-ensenan-defenderse-desinformacion-escuela/, Alberto Barbieri informa sobre el empleo de los saberes humanísticos con el fin de formar ciudadanos críticos. Es exactamente lo que considero necesario en un replanteamiento de nuestra educación. Podríamos aprovechar la actual situación para que nuestro estudiantado analice, en clase de Historia, otras pandemias del pasado y sus similitudes con el COVID 19. Podría incentivárselos a problematizar ¿Como se reaccionó ante pandemias de otras épocas? ¿Por qué se reaccionó de ese modo? ¿Qué similitudes y diferencias existen entre nuestras reacciones y las de otros períodos históricos? ¿Constituyen nuestras formas de ver el mundo concepciones más adecuadas para afrontar el COVID 19 que lo que representaron cosmovisiones pasadas para lidiar con otras pandemias?

Desde una clase de Artes, podrían analizarse las ideas del mundo expresadas en la historia, o como se representan nuestras fobias y esperanzas en las imágenes; una clase de Literatura puede proporcionar un magnífico escenario para contar y pensar los relatos o narraciones con las que intentamos dar sentido a nuestro mundo; las clases de Ciencias Sociales pueden servirnos para evaluar por qué una pandemia afecta de modo distinto a los grupos humanos si carece de intencionalidad.

En otras palabras, hablamos de fomentar una educación para la vida cuando la ilusión del mercado omnipotente se difumina. La palabra crisis proviene de un vocablo griego que significa “separar”, “punto de separación o de ruptura”. Si hay algo que esta crisis puede representar es un punto de inflexión en el modo de entender la finalidad de la enseñanza.  Podemos obviarlo y olvidarlo cuando la vida vuelva a la “normalidad”, o podemos aprovecharlo y comprender que una educación crítica no es un lujo para las clases acomodadas, sino la única vacuna efectiva contra las fuerzas del totalitarismo y la barbarie.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8808969-educacion-critica/

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España: Medidas para evitar una crisis educativa por el coronavirus

Europa/España/26-04-2020/Autor(a) y Fuente: www.educaweb.com

La Fundación Jaume Bofill lanza la iniciativa Obrim l’Educació con recomendaciones para afrontar la desigualdad en la educación a causa del COVID-19, entre las que destaca orientar a través de las TIC.

La crisis del coronavirus ha obligado a cerrar los centros educativos y acabar el curso 2019-2020 de forma online, lo que conlleva un aumento de las desigualdades educativas entre el alumnado. Así lo señala la Fundación Jaume Bofill, que recuerda que existen evidencias científicas que demuestran que la ausencia prolongada de clases presenciales provoca la pérdida del ritmo de aprendizaje y la desvinculación escolar. Esto, aunado al contexto crítico de hogares que padecen dificultades económicas y/o de salud, requiere de medidas de choque para afrontar los retos de la educación ante la pandemia.

Para evitar los efectos del confinamiento en la educación y desarrollar soluciones que permitan aumentar las oportunidades educativas para todos y todas en tiempos de coronavirus, la entidad presidida por Ismael Palacín ha lanzado la iniciativa Obrim l’Educació, en la que destaca la importancia de la orientación para contener la desigualdad educativa.

Como parte de este proyecto, la Fundación promueve 30 medidas «de choque» para contener las consecuencias de la desigualdad educativa provocada por la ausencia de clases presenciales, así como 20 propuestas de reformas necesarias para impulsar la igualdad en la educación desde el curso 2020-2021 y que en tres años esta sea una realidad.

Si bien estas propuestas se han pensado especialmente para el ámbito educativo de Catalunya, estas podrían adoptarse en el resto de España.

Las medidas de choque para afrontar la crisis educativa por el COVID-19

Las 30 medidas de choque de la Fundación Jaume Bofill se han organizado en función de tres momentos y objetivos educativos: acabar el curso escolar con suficienciaenriquecer el verano con oportunidades educativas y garantizar la equidad en el curso 2020-2021.

La orientación, una de las medidas para finalizar el curso con suficiencia

Entre las propuestas relativas a la finalización del curso con garantías de suficiencia se encuentra evitar la brecha digital y social del alumnado vulnerable. Para ello, la Fundación Jaume Bofill recomienda que los centros desarrollen un registro fiable de familias y alumnado socialmente más vulnerables, y que las administraciones les proporcionen los medios técnicos que les permitan realizar las actividades o clases online (wifi, ordenadores, dispositivos móviles, etc.).

También resulta fundamental ofrecer orientación académica y profesional, vía telemática o telefónica, a todos los alumnos y las alumnas, sobre todo a los y las que finalizan cursos previos a las transiciones educativas relevantes como 6º de Primaria, 4º de la ESO o 2º de Bachillerato. De esta forma, se podrá garantizar que los y las estudiantes cuenten con toda la información y el acompañamiento necesarios para tomar decisiones sobre su proyecto de vida y profesional.

Promover la promoción automática de curso del alumnado, tanto de Primaria como Secundaria obligatoria y postobligatoria, constituye otra de las medidas que se incluyen en la iniciativa Obrim l’Educació para asegurar un fin de curso con las mismas oportunidades educativas para todos y todas.

Asimismo, la Fundación recomienda establecer acciones específicas de vínculo y acompañamiento educativo con los estudiantes con necesidades educativas especiales o en riesgo de exclusión social a través de figuras de referencia, como los tutores y las tutoras, y establecer contacto telefónico constante entre todos ellos.

Enriquecer el verano con actividades pedagógicas para garantizar la igualdad educativa

Para asegurar la igualdad en la educación también es prioritario que todo el alumnado, especialmente el más vulnerable, pueda participar durante el verano en actividades lectivas. Para lograrlo, será necesario que se ofrezcan suficientes programas de verano para todos y todas, así como becas del 100 % a las familias y estudiantes más desfavorecidos, con transporte y comidas gratuitos.

Asimismo, la entidad aboga por que estas actividades estivales tengan un carácter educativo, socioemocional y de enriquecimiento cultural, deportivo y lúdico. En el ámbito socioemocional en particular, resultará relevante que cada participante cuente con una figura de orientación o mentoría que actúe como tutor de referencia durante todo el periodo estival.

Establecer un sistema que permita valorar los aprendizajes y competencias adquiridas por el alumnado a lo largo de la participación de los programas de verano, así como ofrecer retroalimentación a los participantes y sus familias, es otra de las medidas que propone la Fundación Jaume Bofill a través de su proyecto.

Medidas para asegurar la igualdad educativa en el retorno a la escuela

En cuanto al retorno de los niños y niñas a la escuela en el próximo curso escolar, será necesario que los centros educativos dispongan de un plan de acogida post-crisis, que contemple acciones y dispositivos para facilitar que el alumnado se adapte de nuevo al ritmo y entorno escolar.

Para lograrlo, la Fundación propone ofrecer tutorías «en pequeños grupos e individualizadas». Además, considera necesario implementar espacios de trabajo socioemocional, para el debate y la reflexión, así como establecer planes concretos para luchar contra el absentismo escolar.

Reformas educativas para asegurar la igualdad en la educación

La Fundación Jaume Bofill también plantea reformas educativas que se podrían implementar en los próximos tres años para asegurar la igualdad de oportunidades en educación. Entre ellas se encuentra incluir las tecnologías digitales como contenido básico y troncal de los programas de formación inicial y de desarrollo profesional de los y las docentes.

Asimismo, considera que es necesario abrir un proceso de debate y consultas entre la comunidad educativa que finalice con una propuesta curricular y de evaluación actualizada en clave competencial, de «básicos e imprescindibles» y de personalización.

También sugiere dotar de más recursos a los centros de alta complejidad y ofrecer unas «becas salario» al alumnado de 16 a 18 años de hogares desfavorecidos para que sigan estudiando.

Retos y soluciones de la educación en época de coronavirus

Obrim l’Educació incluye también un «mapa» de retos educativos a resolver de forma abierta y colaborativa para que la crisis sanitaria no derive también en una crisis educativa. Para ello, la Fundación Bofill hace un llamamiento a diferentes agentes relacionados con la educación para que compartan soluciones y lideren propuestas para resolver los problemas educativos que la crisis del coronavirus ha dejado al descubierto.

«Ninguna organización por sí misma puede resolver el problema de la desigualdad educativa, pero juntos podemos hacerlo», señala la entidad, que también ha abierto en la web del proyecto un espacio para compartir reflexiones, aprendizajes y recursos sobre lo que se está haciendo y se puede hacer a nivel educativo para afrontar los retos de la crisis sanitaria.

Y es que las desigualdades educativas en época de coronavirus «solo pueden compensarse abriendo la educación para generar condiciones de posibilidades y oportunidades para todos», asegura la Fundación.

Si quieres conocer en detalle las medidas y reformas que propone la Fundación Jaume Bofill para afrontar la crisis educativa ante la pandemia, o bien compartir tus opiniones y soluciones, puedes acceder a través de la web de Obrim l’Educació.

Fuente e Imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2020/04/21/medidas-evitar-crisis-educativa-coronavirus-19156/

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República Dominicana: Pruebas nacionales se adaptarán a un año escolar condicionado por COVID-19

América Central/República Dominicana/26-04-2020/Autor(a) y Fuente: acento.com.do

El Ministerio de Educación (Minerd) informó este miércoles de que los contenidos de las próximas pruebas nacionales serán «flexibles y ajustados» a la realidad del presente año escolar, condicionado por la pandemia de coronavirus, que impide la asistencia de los alumnos a los centros educativos.

La directora de Evaluación de la Calidad del Minerd, Ancell Scheker, aseguró en un comunicado que las pruebas nacionales, mecanismo de evaluación del sistema educativo dominicano, serán ajustadas a la realidad que afecta ese sector.

Desde hace varias semanas, y para salvar el año escolar, el curriculum educativo se ha desarrollado a distancia a través de diversas plataformas puestas en funcionamiento por el Ministerio de Educación y por los colegios privados en respuesta el estado de emergencia nacional que vive el país a consecuencia del coronavirus.

La funcionaria garantizó que en las pruebas programadas para los próximos meses los contenidos se ajustarán a los temas que maestros y estudiantes han trabajado, y el Minerd les estará dando seguimiento para que el proceso sea justo para todos los estudiantes.

Así, el Ministerio tomará en cuenta los contenidos impartidos durante el último ciclo y, de manera prioritaria, los de las clases presenciales, indicó.

Agregó que un equipo pedagógico se encuentra dando seguimiento a lo que se ha avanzado tras a la suspensión de docencia presencial mediante informes en base a los cuales «se tomarán las decisiones y se adaptarán las pruebas nacionales».

El Minerd estará dando apoyo a los estudiantes a través de las distintas plataformas: educando.edu.do e iq.edu.do, así como otras medidas pertinentes para asegurar que el proceso transcurra sin inconvenientes.

La directora de Evaluación de la Calidad del Ministerio de Educación, recordó que las pruebas nacionales son vinculantes para la certificación final de los estudios secundarios y para acceder a los estudios superiores, por lo que se mantiene su aplicación para los niveles básico de adultos, medio y de secundaria en todas sus modalidades.

El pasado 19 de marzo se decretó el estado de emergencia en el país frente al coronavirus, lo que supuso, entre otras medidas, la suspensión de la docencia en todos los niveles educativos, del básico al universitario. EFE

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/2020/actualidad/8809004-pruebas-nacionales-se-adaptaran-a-un-ano-escolar-condicionado-por-covid-19/

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República Dominicana: Expertos aseguran año escolar avanza a pesar de crisis sanitaria por COVID-19

Centroamérica/República Dominicana/23 Abril 2020/elnuevodiario.com.do

La suspensión de docencia presencial en el país, debido a las medidas de aislamiento impuestas por el Gobierno para contrarrestar la propagación del Coronavirus (COVID-19), ha roto con la percepción de que el sector educativo no estaba preparado para educar de manera virtual, afirmó Antón Tejeda, presidente Asociación de Instituciones Educativas Privadas (AINEP).

Al participar en el webinar “Implicaciones de COVID 19 para el sistema de educación dominicano”, organizado por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Tejeda consideró que la pandemia ha producido un proceso de desarrollo de un sistema de educación virtual en las instituciones de educación privada y estos aprendizajes pueden colocarse al servicio del sistema educativo público propiciando que niños, adolescentes y jóvenes, de provincias con menor desarrollo económico, accedan a educación de mayor calidad de forma virtual.

“Los colegios privados estamos en la disposición de compartir mejores prácticas, tecnologías, entrenamientos de profesores, lo que sea necesario para que podamos desarrollar esa educación virtual y tenerla ahí, aunque sea un 10, un 15 o un 20% del sistema educativo dominicano, tanto público, como privado para atender esas zonas rurales que no tienen profesores e instalaciones educativas”, expresó Tejeda.

Además, consideró que se necesita que varios actores se involucren, entre ellos el sector de las telecomunicaciones, República Digital, instituciones líderes como INICIA, y así será una forma de disminuir la inequidad educativa de República Dominicana”, argumentó.

De su lado, Antonio Caparrós, director ejecutivo de Fundación INICIA Educación, aseguró que las escuelas son mucho más que infraestructura y que esta es solo una variable de la ecuación que no define la calidad de lo ofrecido por los centros educativos.

Caparrós resaltó que, a su consideración, a pesar de las múltiples dificultades la educación ha continuado y lo que ha sucedido es una suspensión de asistencia a los centros educativos, pero la educación ha continuado desde múltiples maneras y el sistema educativo está entrando en un periodo de mejoras.

“El desafío principal debe ser mantener el interés de los niños y los jóvenes, mantener cualquier herramienta que tengamos a mano para su motivación, y tener la esperanza de que esto es una etapa que va a pasar y de la cual se aprenderá muchísimo”.

Apuntó que un gran aprendizaje que deja la pandemia del coronavirus COVID-19, es que, a pesar de la importancia de la infraestructura, la educación no se circunscribe a ella y esto es una demostración de que la educación continua.

En ese sentido, la rectora del Instituto Superior de Estudios Educativos Pedro Poveda, Dinorah García Romero, consideró que el sistema educativo dominicano está inmerso en un sistema de aprendizaje, que incluye aprender a gestionar contextos complejos.

“Estamos dando pasos en cómo educar en tiempos difíciles y también tomando conciencia de que al hablar de educación se debe hacer de manera integral. Nos interesa mucho el desarrollo de los estudiantes, de los docentes, gestores y el desarrollo del personal de apoyo”, apuntó García.

Para la rectora, la misión y las practicas del sistema educativo deben ser mucho más integrales y mirar más ella de lo inmediato, de la cotidianidad escolar o de la universidad. “Este tiempo nos dice que el sistema educativo dominicano y la sociedad tienen que moverse, porque nosotros de prácticas tradicionales y habituales tenemos que avanzar hacia otra manera de pensar la educación, de hacerla y de sentirla”.

En el encuentro virtual participaron, además, Xiomara Guante, presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y Víctor Sánchez, viceministro de Planificación del Ministerio de Educación (MINERD), y estuvo moderado por Elisa Elena González, directora del Centro de Estudios Educativos del INTEC.

Evaluación estudiantil y aprendizajes

La presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Xiomara Guante, dijo que los docentes conocen a sus estudiantes y las evaluaciones, aunque son un requisito no son determinantes. “Como maestra de aula les puedo decir que cada docente sabe cuál es el estudiante que está preparado para hacer su promoción, la prueba es más bien un requisito que es importante, pero no es determinante”.

Guante dijo que el sistema está en capacidad de que este año escolar siga avanzando y darlo por concluido sin suspender el acompañamiento que puede jugar un papel fundamental. Además, resaltó que otro desafío es el inicio del próximo año escolar, porque se debe pensar en un propedéutico que permita tomar las cosas a modo de repaso, de retroalimentación y replantearse el reenfoque de República Digital, para optimizar los recursos.

Calificó de “una envestida muy fuerte” el impacto de COVID-19 en la población docente e informó que 11 maestros han fallecido en el país por Coronavirus, entre ellos cuatro jubilados, y otros 22 casos confirmados. Indicó que aparte hay otra cantidad que no especificó que presentan síntomas muy marcados de la enfermedad, pero que espera por la analítica que confirme o descarte la infección.

De su lado, Víctor Sánchez, viceministro de Planificación del Ministerio de Educación (MINERD), resaltó que los gobiernos han optado por establecer respuestas alternas a la educación durante el periodo de distanciamiento social, las cuales apuntan hacia las TICs y la virtualidad. Puntualizó que se ha creado el portal enlinea.minerd.gob.do, a través de República Digital se asignará un computador a cada estudiante de secundaria y se han distribuido 300 mil notebooks y unos 27 mil laptops a profesores, además se avanza la licitación para dotar de conectividad a 800 centros educativos que reciben a 880,000 alumnos de secundaria.

Resaltó que la idea es convertir la crisis sanitaria en una oportunidad para superar los problemas que aquejan el sistema educativo y asegurar el desarrollo de oportunidades de aprendizajes efectivas para los niños, niñas y adolescentes.

“Además, y esto debe ser objeto de mayor estudio, se observa mayor nivel de autonomía por parte de los estudiantes para gestionar su propio aprendizaje; tenemos mayor conocimiento en la brecha que existe sobre el acceso, la conectividad en el país, y estas brechas sino son atendidas de forma apropiada pueden convertirse en amplificadores de las desigualdades y limitantes a las oportunidades de aprendizajes de nuestros estudiantes”, consideró Sánchez.

Fuente e imagen tomadas de: https://elnuevodiario.com.do/expertos-aseguran-ano-escolar-avanza-a-pesar-de-crisis-sanitaria-por-covid-19/

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Nicaragua: Ministerio de Educación busca estrategia para enfrentar ausencia escolar

Centroamérica/Nicaragua/23 Abril 2020/confidencial.com.ni

Maestros: Tras dos semanas de vacaciones, la asistencia escolar subió un poco respecto a la semana previa a Semana Santa, pero sigue siendo poca.

Aunque el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo insiste en aparentar que la pandemia del coronavirus no ha tenido ningún impacto en Nicaragua, el Ministerio de Educación (Mined) ya está preparando la estrategia a implementar si los estudiantes continúan faltando a clases en los colegios públicos, mientras los colegios privados continúan con sus clases en línea, tras las extendidas vacaciones de Semana Santa.

Una maestra de primaria consultada por CONFIDENCIAL afirmó que en el regreso a clases, este lunes, después del periodo de vacaciones de Semana Santa, la asistencia en colegios públicos no llegó ni a la mitad, aunque sí fue algo mayor a la semana previa a las vacaciones, cuando la mayoría de los padres de familia dejaron de enviar a los estudiantes a la escuela.

La fuente aseguró que, si las inasistencias continúan, los maestros “no van a poder desarrollar los planes de clases”. Actualmente el Mined se encuentra en una disyuntiva porque existe la posibilidad de implementar clases en líneas, como se está haciendo en los colegios privados, pero los colegios púbicos no están preparados para eso.

Un documento del Mined, filtrado al medio digital Artículo 66, dice que las herramientas que podrían utilizarse serían: WhatsApp, para organizar grupos de aprendizaje; Facebook y Twitter para “asignar a cada estudiante una cantidad de tweets semanales donde compartan con sus compañeros enlaces interesantes”, y el Canal 15 de TV, en el que transmitirán clases en vivo.

Por otro lado, la fuente explicó que también existe la posibilidad de “anticipar las vacaciones intercemestrales y de fin de año”, de forma que tengan sus vacaciones mientras dura la emergencia sanitaria causada por el coronavirus.

Hasta el momento el régimen no ha implementado medidas de distanciamiento social como recomienda la Organización Mundial de la Salud para frenar la infección por coronavirus. Este lunes la mayoría de los estudiantes que regresaron a las aulas lo hicieron sin medios de protección, como mascarillas o guantes, según constató la agencia.

El asesor presidencial en temas de educación, Salvador Vanegas, dijo a medios oficiales que en los colegios públicos activaron los protocolos del Ministerio de la Salud relacionados con las medidas de prevención ante la covid-19, entre ellos el lavado de manos.

Una cantidad considerable de estudiantes no acudieron al reinicio de clases por decisión de sus padres, que prefieren que sus hijos pierdan clases en vez de exponerlos a un posible contagio del coronavirus.

Universitarios también

Los estudiantes de las universidades públicas también fueron citados por el Consejo Nacional de Universidades (CNU) para reanudar las clases este lunes.

Los estudiantes de Nicaragua, en todos sus niveles, salieron de vacaciones el pasado 3 de abril, con motivo de la Semana Santa, y la mayoría fue citada para regresar este lunes, sin embargo, los alumnos de diferentes facultades de universidades estatales advirtieron que no harían presencia hasta que la pandemia esté controlada.

La actitud de los estudiantes ha sido tomada por las autoridades del CNU como un acto de rebeldía política, según han advertido algunos integrantes de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), compuesta por alumnos que exigen se respete la Ley de Autonomía Universitaria frente a los intereses del presidente Daniel Ortega en los centros de estudio.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos, así como médicos y otros científicos, han expresado su preocupación por la forma en que Ortega maneja la crisis sanitaria, con base en que no es posible que el coronavirus SARS-coV-2, que causa la enfermedad de covid-19, se comporte en Nicaragua de una manera distinta a la del resto del mundo.

El régimen de Ortega hasta ahora únicamente reconoce diez casos de covid-19, incluyendo dos muertos, niega que haya transmisión local comunitaria y sigue sin precisar el número de pruebas que ha realizado hasta ahora.

Nicaragua, a diferencia del resto de países de Centroamérica, no ha decretado ningún tipo de emergencia por la pandemia, ni ha ordenado la suspensión de las clases.

Tampoco ha restringido de forma oficial la entrada ni movilidad en su territorio a ningún viajero y sus autoridades han dicho que no establecerán ningún tipo de cuarentena.

Fuente e imagen tomadas de: https://confidencial.com.ni/ministerio-de-educacion-busca-estrategia-para-enfrentar-ausencia-escolar/

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El confinamiento escolar en México

Por: Juan Carlos Yáñez

Las semanas previas, como sucedió en otras partes del mundo, vivimos y, en algunos casos, sufrimos una situación inédita, con la transformación de los hogares en espacios de la escolarización formal, mientras, madres y padres tenían que continuar su vida normal o laborar desde casa.

No tengo elementos para juzgar la experiencia colectiva, más allá de comentarios en redes sociales: oscilan desde el reconocimiento al trabajo de los educadores, hasta las críticas a los niveles de exigencia con los estudiantes.

Es evidente que el sistema educativo no estaba preparado, como tampoco lo estamos en casa para enfrentarnos a una forzosa reclusión colectiva. Las primeras semanas de la contingencia sanitaria han dejado enseñanzas de lo bueno, posible y reprobable.

Hay tiempo, creo, para que los sistemas educativos en sus distintos niveles aprendan y no perdamos el ciclo escolar en línea con tareas repetitivas e intrascendentes, fastidiando a los estudiantes con actividades planeadas al vapor, sin probarse, sin acompañamiento efectivo y sin la atención debida en casa, porque ahí la vida no se volvió más relajada y sí complicada.

Es oportunidad, también, para formular diagnósticos sobre las falencias del sistema educativo ante las transformaciones sociales y las nuevas realidades del siglo XXI. Falta observar la voluntad de las autoridades para aprovecharlo. Lo más terrible sería, después de estos meses de espanto, que la escuela pretendiera regresar como si nada dramático hubiera sucedido.

Por ahora, con el confinamiento en casa y la continuación del ciclo escolar que debería terminar en junio, la preocupación pedagógica se dividió en dos prioridades: una, cumplir el calendario y los programas oficiales; para algunas escuelas, dejar tareas y tareas hasta agotar los temarios. La segunda, en las antípodas, consiste en procurar una experiencia distinta para aprender en escenarios inimaginables.

Se podría recuperar el programa burocráticamente, aunque se aprenda poco, o bien, los niños podrían aprender que, en algunos momentos, hay que hacer tareas y actividades porque es obligación y nada más. Otros costos ya son altos en México: millones de niños que recibían un desayuno escolar, no lo tienen; en muchos casos, en zonas pobres, el único alimento nutritivo del día.

Las tareas escolares

El análisis de la contingencia y sus implicaciones educativas podría comprender varios temas; entre ellos, las tareas. Debate antiguo pero vigente, polémico en distintos países que lo han discutido en las más altas tribunas políticas: ¿es recomendable encargar tareas para casa?, ¿sí?, ¿cuántas?, ¿qué relevancia tienen esas tareas?, ¿cuál es la calidad de la retroalimentación que hacen los maestros? Y la crucial: ¿qué aprenden los niños con tareas?

Un siglo atrás, Adolphe Ferriére, uno de los creadores del movimiento de la Escuela Nueva, escribió un texto provocador: «Y según las indicaciones del Diablo, se creó el colegio. El niño amaba la naturaleza: lo recluyeron en salas cerradas… Le gustaba moverse: lo obligaron a quedarse quieto. Le gustaba manejar objetos: lo pusieron en contacto con las ideas. Le gustaba usar las manos: solo pusieron en funcionamiento su cerebro. Le gustaba hablar: lo relegaron al silencio. Quería razonar: lo hicieron memorizar… Le hubiese gustado entusiasmarse: inventaron los castigos. Entonces los niños aprendieron lo que nunca hubiesen aprendido sin esto: supieron disimular, supieron hacer trampa, supieron mentir».

En nuestro contexto, con un sistema educativo altamente escolarizado, la cuarentena nos tomó en fuera de lugar y la improvisación entró a la cancha para tratar de rescatar el partido. Se vuelve más imperativo preguntarse por la relevancia de las tareas, es decir, de las actividades que hoy tienen los niños en el hogar.

Cuando abordo el tema con educadores siempre repito: una tarea del alumno equivale a muchos deberes para el maestro. Es una perogrullada: el profesor que deja una tarea a 30 estudiantes, luego se convierte en 30 tareas, porque el maestro tiene la obligación profesional y ética de revisarlas una por una. Si tiene tres grupos, o cuatro, sus tareas se vuelven 90 o 120. Y si en cada una invertirá, pongamos, cinco minutos, entre la lectura y los comentarios que debe hacerle a cada uno, entonces, debe invertir 450 o 600 minutos, es decir, un montón de horas.

Es preferible una tarea significativa, que produzca aprendizajes, a cinco por día para tenerlos ocupados, agotándolos y enseñándoles que la escuela, así sea en casa, es una institución de trabajos estériles e injustificados.

Frente a estas discusiones, me resuenan las palabras de Paulo Freire: la educación debe ser un desafío intelectual, no canción de cuna. Para que ocurra, debe replantearse el sentido de la educación aquí y ahora, así como las posibilidades que ofrecen en un momento donde la escuela necesita más participación de la familia, pero de formas menos autoritarias y más plenas.

Francesco Tonucci, entrevistado por El País, introduce otro elemento punzante frente a la pandemia; parafraseo: a los psicólogos se les piden consejos para los padres; a los pedagogos, consejos para los maestros; pero nadie piensa en los niños, y no les preguntan tampoco.

Es un momento imperativo para establecer un nuevo contrato pedagógico entre la escuela y la familia y de colocar a los niños, de verdad, en el centro de la escuela. ¿Lo aprovecharemos?

Escuelas que preguntan, padres que participan y se comprometen de otras formas, niños que aprendan felices podría ser la gran lección de este año funesto.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/04/23/el-confinamiento-escolar-en-mexico/

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Entrevista a Edna Bonilla la Secretaria de Educación de Bogotá : «Me preocupa la deserción escolar por la cuarentena»

Entrevista/23 Abril 2020/Autor y fuente: Semana.com

SEMANA Educación habló con la secretaria de Educación de Bogotá, Edna Bonilla, sobre lo que ha pasado y lo que viene con el estudio virtual en casa.

En Colombia, el número de jóvenes que no tienen clases presenciales a causa del coronavirus es de alrededor de 11 millones y según el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE), de la Pontificia Universidad Javeriana, el 96 % de los municipios del país no cuentan con herramientas para poder implementar lecciones virtuales.

Debido a este panorama, la implementación de la educación en casa ha sido todo un reto en las diferentes regiones del país. En el caso de Bogotá, no interrumpir el calendario escolar de más de 780 mil estudiantes de colegios públicos ha sido un reto para la alcaldía, dado que cada joven tiene un contexto completamente diferente, y algunos no tienen acceso a computador o internet.

Además, se debía buscar una estrategia para seguir dando la alimentación escolar, ya que muchos estudiantes y familias cuentan con que recibirán esta comida.

En diálogo con SEMANA Educación, la secretaria de Educación Edna Bonilla dio un balance de la implementación de la educación en casa y de lo que se avecina para los estudiantes de la capital.

SEMANA EDUCACIÓN (S.E.): ¿Por qué en Bogotá decidieron darle continuidad al calendario escolar a diferencia de todo el país que salió a vacaciones?

EDNA BONILLA (E.B.): En Bogotá actuamos muy rápido. Cuando el virus comenzó a llegar, en el país decidimos empezar a prepararnos junto con los maestros para una eventual cancelación de las clases presenciales. Al momento, gracias a la estrategia que adoptamos el 93 por ciento de los estudiantes no ha visto interrumpido su proceso pedagógico. Sin embargo, y a pesar de las estrategias que adoptamos, la calidad se va a ver afectada, pero es una decisión en la que prima la salud pública y se mantiene la jornada pedagógica utilizando los diferentes medios que tenemos, ya sea con el portal y los recursos que dispusimos en internet, franjas en televisión y radio, así como las guías físicas. Decidimos que lo mejor era mantener el calendario académico, aunque eso trajera consigo retos importantes como mantener la alimentación escolar y el hecho de que en las zonas rurales llevar a cabo la estrategia es más complicado.

S.E.: Ya cumplimos más de un mes sin clases presenciales, ¿cuál es el balance de la educación en casa y qué problemáticas han afrontado en materia de conectividad?

E.B.: Con la estrategia «Aprende en casa», que se complemente con radio, televisión e internet, hemos podido llegar a los estudiantes, a pesar de que algunos no tengan acceso a internet. Además, se ha hecho entrega de las guías físicas en los casos que ha sido necesario. Tenemos en este momento un reporte de 305 colegios vinculados a la estrategia. Más o menos el 37 por ciento de los niños no tiene acceso a internet en Bogotá y por eso se complementó con los diferentes canales. Esto no es educación virtual, aunque es un paso que estamos dando en ese camino.

S.E.: ¿Cómo será el calendario escolar en Bogotá por el resto del año?

E.B.: A diferencia de otras regiones, nosotros mantuvimos el mismo calendario escolar; por el momento seguiremos con la estrategia de clases no presenciales hasta el 31 de mayo y se evaluará dependiendo de cómo evolucione la situación.

S.E.: ¿Qué hacer para que esta situación no afecte de manera tan grave la calidad?

E.B.: Por esta situación habrá un impacto en calidad y en evaluación. La evaluación tiene que estar, pero tiene que cambiar y nos tenemos que preparar. Cuando regresemos a clases presenciales no podemos llegar como si aquí no hubiese pasado nada. Durante estas semanas los niños, niñas y jóvenes han hecho un gran esfuerzo por seguir con la jornada escolar. Se han presentado todas las situaciones. Algunos padres dicen que no les han dejado tareas, otros que les dejan en exceso. Tendremos que hacer un balance para que no repitamos contenidos que ya han hecho en casa con el modelo de tutoría. Sin embargo, en estos momentos, más allá de los retos en calidad, mi mayor preocupación es la deserción escolar que pueda generar la cuarentena. Tenemos que enfocarnos en que no nos abandonen los cursos.

S.E.: ¿Cómo ha sido la entrega de la alimentación escolar? Hace algunos días hubo quejas de aglomeraciones para redimir los bonos…

E.B.: Durante la primera semana de clases no presenciales se entregaron 646.832 complementos alimenticios a 187 mil estudiantes. Con el inicio de la cuarentena, definimos la entrega de bonos por 50 mil pesos para redimir únicamente en alimentos. Inicialmente definimos 93 establecimientos donde podían redimirlos. Cada persona tuvo asignada una hora para acercarse al supermercado. El problema fue que muchos no respetaron ese horario, lo que generó las aglomeraciones que vimos en redes sociales. En estos momentos ya hay 400 establecimientos donde las personas pueden cambiar el bono y la situación se ha normalizado.

S.E.: Es partidaria de que en las excepciones de la cuarentena se incluya una que permita que los niños salgan en algún momento del día, tal y como sucede en algunos países de Europa.

E.B.: La situación para los niños sin duda ha sido difícil. Aquí lo que toca es aceptar lo que las autoridades médicas reconocen y es que los niños también se enferman. Por eso debemos tomar las medidas preventivas necesarias. Cuando los expertos nos digan que los niños pueden ir saliendo, seremos los primeros en facilitarlo.

S.E.: ¿Qué tareas deja al sistema educativo esta pandemia?

E.B.: Tenemos que tener claro que esta situación a futuro va a dejar cosas positivas. La virtualización la veíamos como algo lejano, como algo a lo que en algún momento iba a llegar la educación. Ahora es una realidad. Con ello debemos mirar el rol de maestros, directivos y familias. Yo he insistido en que el colegio aporta entre el 30 y el 35 por ciento en la formación de un niño. El resto depende de las familias, que son a las que tenemos que acompañar el proceso formativo.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/me-preocupa-la-desercion-escolar-que-pueda-generar-la-cuarentena/664762

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