Page 13 of 13
1 11 12 13

Como te ven te tratan, y si te ven mal…

Por: Esteban de Gori y Bárbara Ester

I
La belleza es uno de los horizontes estéticos de la globalización. El cuerpo colocado en el centro mismo de la escena contemporánea es un territorio para diversos business y expectativas. Si los futuristas soñaron con cuerpos integrados con materiales ultra tecnológicos –al estilo Terminator-, los posmodernos pensaron en un cuerpo bello, siempre potente, alejado de la muerte y de la erosión. Bien vestido, no solo como forma de distinción, sino como embellecimiento y potencia cultural. Il corpo eterno que se erige sobre el cuerpo real. Ser lindo o linda puede ser parte de un clima de época, una política de Estado e inclusive un recurso laboral para los sectores populares.

II

El ministerio de Desarrollo Social argentino lanzó un programa de capacitación “Belleza por un futuro” para que chicas y chicos de los sectores populares aprendan a maquillar y peinar. Un emprendimiento para épocas difíciles, para un Estado que no se ve “sosteniendo” trayectorias laborales, ni redes intensas ante el desempleo. Emprendedores que generan las culturas globales pero en el contexto argentino de reducción del poder adquisitivo del mercado interno. No solo es una propuesta de restitución o reconocimiento de las jerarquías sociales. Los jóvenes de los sectores populares pueden acceder a capacitaciones de salidas fastwork, para meterse en el mercado. No dar subsidios, sino dar saberes. No regalar pescado, enseñar a pescar, como repetían los viejos. Estas capacitaciones, de algún modo, se inscriben en una moral para los sectores populares que no es nueva. Lo innovador es la insistencia en el emprendedor o emprendedora individual que va en busca del mundo, que se mete en los nichos que abre la cultura posmoderna. Emprendedores de lo global.

III

Las fotos de inauguración del programa desbordan alegría. Clases populares pensadas para integrarse en formas del micro-emprendedurismo individual y que se desenvuelvan como puedan en el mercado. Rebusques de época para necesidades de época. La artista Noe Fois (Yegua y Groncha) posteó en su Facebook: “Acá en el curso de maquillaje de Stanley para negras pobres”. El gobierno macrista va en busca de los sectores populares, en ellos recrea una imaginación acerca de las relaciones laborales y de estos mismos sectores. ¿Qué hacer con las jóvenes y los jóvenes de clases bajas en procesos de reformulación del Estado, de sus instituciones y de algunas regulaciones que los sostienen? “Ubicarlos en su lugar” biográfico y social podría ser una estrategia. Abrirles un nicho laboral acorde a su condición. Recrear la desigualdad, indicarían los sociólogos.

IV

La acentuada disposición del macrismo para re-asignar un nuevo-viejo rol a la mujer en la sociedad se cristalizó en otras oportunidades. Desde la reinauguración de Tecnópolis la convocatoria a participar del Club de Estilo fue sumamente cuestionada. Una invitación para vivir la experiencia de una It girl –mujeres que ganan popularidad en redes sociales a través de la belleza, la vida saludable, el humor, etc.-en abierta consonancia con la reactualización de estereotipos de belleza acorde a las metáforas de belleza de la cultura global. Sexismo y consumismo, como forma de inscripción en el universo de mujer “exitosa”. Cambiemos no sólo carece de políticas públicas para erradicar la violencia de género, también desmantela las existentes y promueve iniciativas que refuerzan el sexismo en un contexto de ampliación del feminicidio.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=219096

Comparte este contenido:

Latinoamérica, tierra de feminicidas

Por: Ilka Oliva Corado
La violencia emocional y física que vivimos las mujeres es el pan nuestro de todos los días en Latinoamérica. Todos los días nos acosan, nos insultan, nos golpean, sufrimos violaciones sexuales, nos torturan, nos desmiembran y nos dejan tiradas en cunetas y campos baldíos, como desperdicios en bolsas de basura. Nos desaparecen en fosas clandestinas. Todos los días las mujeres latinoamericanas enfrentamos el miedo y tenemos que vencerlo para salir de nuestras casas e ir a estudiar y trabajar. Pensar que está latente que ése sea el último día que veamos a nuestra familia, porque algo nos puede suceder en el camino. Niñas y adolescentes están en peligro constante debido a la vulnerabilidad de la edad y, a la amenaza que representa una sociedad enferma de patriarcado e insensible ante la violencia de género.

¿En qué momento nos convertimos en ésta porquería de población? ¿En qué momento nos deshumanizamos así? ¿Cómo llegamos a sobrepasar los límites del respeto y hemos ahondado las raíces del patriarcado y la misoginia que nos exterminan a pasos agigantados?

Los feminicidios son algo muy apartado de la violencia común. Son en específico misóginos y llevan intrínseco el odio hacia el género femenino. Muy de la mano van los transmicidios que llevan su fuerte dosis de homofobia, transfobia y lesbofobia agregada al odio hacia el género femenino; es alarmante la cantidad de asesinatos de personas transexuales que se dan en el continente y que al igual que los feminicidios quedan en absoluta impunidad. Y es que si nos va como nos va, a las mujeres transexuales la violencia del patriarcado y el machismo las invisibiliza aún más y en esa exclusión los abusos se multiplican, ajenos a nuestra insensibilidad como sociedad: podrida, patriarcal, misógina, fanática, carente de toda moral e inhumana.

Cada vez que nos enteramos de la desaparición de una niña lo que decimos es que tenía corta edad pero que se comportaba como una mujer vivida. Y con esto le restamos importancia a su desaparición. Si es adolescente o mujer, lo primero que decimos es que de seguro se fue a coger con el novio o el amante. Que de seguro era de cascos ligeros y que se fue huida con algún enamorado escondido que tenía. Que se fue por puta. Y todo el ataque es hacia su sexualidad, que dicho sea de paso tiene todo el derecho de disfrutar con libertad y no ser juzgada por eso. Si esa desaparición de por sí trágica, se convierte en la noticia de un feminicidio, entonces decimos que se lo tenía merecido por puta. -¿Desde cuándo ser puta es un delito? Todas las mujeres lo somos. Y vivir la sexualidad en plena libertad no es razón para ningún tipo de señalamiento y abuso, mucho menos para una violación y feminicidio.

Pero, ¿cómo llegamos a este nivel de violencia hacia la mujer?¿Dónde comienza? Desde el momento del nacimiento y cuando quien recibe a la criatura dice: “es una niña”. Y equivocadamente continuamos con los patrones patriarcales de los roles por género, y seguimos con las normas machistas y misóginas que rigen nuestra sociedad. Un papel primordial juega la iglesia en la violencia de género, la propaga, la apoya y la acredita.

La enorme irresponsabilidad de los medios de comunicación sensacionalistas que ayudan a propagar el machismo, la misoginia y el patriarcado. La pregunta es, ¿cuándo vamos a comenzar a cambiar los patrones y a erradicar el patriarcado y la cultura de la violencia de género? ¿Cuándo vamos a dejar de propagar y secundar el acoso callejero, la violencia emocional y física? ¿Los abusos sexuales y los feminicidios? ¿Cuándo vamos a dejar de castigar, señalar y desvalorizar a una mujer por vivir su sexualidad en plena libertad y con todo el derecho que tiene como ser humano?

¿Cuándo vamos a entender que cuando una mujer dice no es no y que no hay derecho a abusarla por eso?

¿Cuándo vamos a entender que una persona tiene derecho a elegir cómo vivir y no por eso tenemos el derecho a denigrarla, abusarla y asesinarla? Peor aún, solapar ese abuso amparados en religiones, patrones inhumanos y la doble moral.

¿En qué momento las mujeres vamos a dejar de atacarnos unas a otras, unas por santas y las otras por putas beneficiando con esto al patriarcado que nos oprime? ¿En qué momento vamos a dejar de ser esta porquería que infesta a Latinoamérica y nos vamos a convertir en seres humanos que se respetan unos a otros en la hermosa diversidad? ¿En qué momento hombres y mujeres vamos a dejar de ser machistas, misóginos y patriarcales? ¿En qué momento vamos a dejar de orar y dejarle todo a Dios y a exigir justicia por los abusos sexuales y feminicidios que se engavetan en absoluta impunidad?

¿Cuándo será el día en que nos liberemos del patriarcado y seamos por fin una sociedad que respeta las diferencias de género y de toda índole y que se acepte diversa? No esperemos a que la violencia, la tragedia y el dolor, nos toquen de cerca y se queden a habitar en nuestras vidas para siempre, empecemos hoy: erradiquemos la cultura de la violencia de género.

Fuente: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/10/08/latinoamerica-tierra-de-feminicidas/
Comparte este contenido:

Paraguay se unió al “Miércoles negro”

América del Sur/Paraguay/Octubre de 2016/Fuente: La Nación

Paraguay se unió al “Miércoles negro” al igual que otros países del mundo, al convocarse anoche cientos de mujeres de todos los estamentos sociales vestidas de negro, frente de la Plaza del Panteón Nacional de los Héroes. Llegaron desde diferentes puntos del país para sumarse a la movilización en contra del feminicidio.

“Vivas nos queremos Py” se denominó el evento de Facebook, a través del cual se convocó a toda la ciudadanía para demostrar solidaridad con la movilización que se realiza en el mundo. Durante el acto se conversó sobre el feminicidio en el país y hubo un minuto de silencio por las víctimas, además de un micrófono abierto para quienes llevaron música, poesía e historias sobre la violencia femenina.

La convocatoria se realizó por todas las mujeres asesinadas y desaparecidas, contra la violencia, el terrorismo machista, la impunidad, el encubrimiento y la inacción.

El colectivo Acción Directa Caracolito y feministas autoconvocadas realizaron esta actividad en solidaridad con el paro de mujeres que se está gestando en Argentina y México, luego de darse a conocer el feminicidio de la adolescente de 16 años, Lucía López, en Mar del Plata, Argentina.

El colectivo estudiantil “Educación de luto” también se unió para “lamentar y repudiar la violencia que sufren las mujeres, la cual tiene una evidente relación con las falencias del sistema educativo actual, machista y excluyente”. En San Lorenzo también hubo movilización.

EN EL PAÍS

Desde el año 2010 a junio del 2015 el total de feminicidios fue de 359 casos en nuestro país. El 2015 terminó con el registro de 23 casos. En lo que va del año 2016 se cuentan 22 casos registrados de mujeres asesinadas a manos de su pareja o ex.

Según datos del sitio Mujeres Libres de Violencia, que reúne a diversas organizaciones, en lo que va del año 2016, existen 27 casos de feminicidio publicados en prensa. Más de dos mujeres por mes y 6 partos de niñas de entre 9 y 15 años en el 2015, según datos oficiales.

Fuente: http://www.lanacion.com.py/2016/10/20/paraguay-se-unio-al-miercoles-negro/

Foto de archivo

Comparte este contenido:

Argentina: 19 de octubre paro nacional de mujeres

América del Sur/Argentina/16 Octubre 2016/Fuente y Autor: sinmordaza

A menos de una semana del Encuentro Nacional, Foros de mujeres convocan a una medida de fuerza para el miércoles 19 de octubre, consistente en no asistir a los lugares de trabajo.

El brutal femicidio de Lucía Pérez, una adolescente de 16 años, en la ciudad de Mar del Plata expone, una vez más, la crueldad y la violencia a la que están expuestas las mujeres. A menos de una semana del Encuentro Nacional que convocó 70 mil participantes en Rosario, mujeres autoconvocadas y militantes independientes lanzaron un paro nacional para el próximo 19 de octubre, sin asistencia a los lugares de trabajo.

«La convocatoria se realiza bajo la consigna «Si mi vida no vale, produzcan sin mí», y tiene la intención de visibilizar el reclamo colectivo de poner freno a la violencia hacia las mujeres y, al mismo tiempo, generar un choque con el estereotipo de objeto productivo», explicaron referentes del foro Hermanas Rosarinas Autoconvocadas, uno de los espacios donde se replica el anuncio de la medida.

Agregaron que la idea empezó a dar vueltas este miércoles por la noche, en foros de mujeres de las que son partícipes y surgió de integrantes «hartas de marchar y no ser escuchadas, la idea de tomar el ejemplo de las mujeres polacas que paralizaron el país, en su lucha por el aborto».

«El Femicidio de Lucia Pérez, bestial y sumamente perverso, es otra instancia diaria de las que vive una mujer cada 30 horas», expresaron y convocaron a la concentración en Rosario, evento que se realizará a las 16 en la Plaza San Martín, Dorrego y Córdoba.

«Porque estas lágrimas no lavan la rabia. Porque solas no podemos ni queremos. #NiUnaMenos #VivasNosQueremos», puede leerse en los foros de mujeres que convocan al paro y también en los muros de Facebook de quienes espontáneamente adhieren a la medida.

Fuente de la noticia: http://www.sinmordaza.com/noticia/386952-19-de-octubre-paro-nacional-de-mujeres-.html

Fuente de la imagen: http://www.sinmordaza.com/imagesnueva/noticias/grandes/153098_nacionales.jpg

Comparte este contenido:

La cultura de la violencia de género

Ilka Oliva Corado

Existe,  lo vemos todos los días, está enraizada en los patrones de crianza, en el sistema patriarcal, en los factores socioculturales: la violencia contra las mujeres es real y también se acepta algo  como natural en  nuestra sociedad misógina y machista. Para la violencia de género no existen fronteras territoriales ni distinción de clase social, color, credo y grado de escolaridad. Es imperceptible debido a que es  solapada.

Una violencia que se ejerce a todo nivel,  que es ilimitada y que no sorprende. Que no  asombra, no indigna, no encoleriza. La cultura de la violencia de género tiene sus cuñas en los estereotipos, en las religiones creadas para oprimirla, en una educación patriarcal, en un sistema que  invisibiliza a la mujer como ser humano y la denigra constantemente: que la abusa en sus derechos y la excluye de la justicia.

Esa cultura que va desde la negación a  los derechos laborales, a la igualdad social, al aborto. A la educación, salud, progreso.  Que a la víctima la re victimiza, que al victimario lo aplaude por macho alfa. Normas establecidas que tienen que ver con la doble moral, hipocresía,  miedo y el vivir de apariencias. Razones por las cuales no se denuncian los abusos emocionales, físicos, sexuales y en consecuencia los  feminicidios.

Y cuando una víctima se atreve a denunciar resulta siendo juzgada por la sociedad que la acusa de culpable. Ni qué decir de un sistema de justicia que la sentencia y deshonra acusándola de mentirosa, dejando libre al agresor. Mismo agresor que en venganza va y la asesina en los terribles e innumerables feminicidios que a ninguna sociedad importan.

La cultura de la violación sexual, también naturalizada que como toda respuesta nos dice: es mujer. Es mujer no pasa nada, es tan solo una mujer: un objeto, un rastrojo, una esclava.  Esa cultura que va desde la asignación de roles, colores. Que nos dice cómo debemos pensar,  cómo comportarnos, qué sí y qué no hacer conforme a nuestro género. Y que si nos salimos de la norma entonces lo que nos suceda es completamente nuestra culpa. Aún viviendo bajo los parámetros marcados por el patriarcado también nos acusa y nos culpa. A nivel mundial la existencia de leyes que esclavizan a la mujer.

La cultura de la violencia de género que nos dice que las mujeres somos el sexo débil, que no podemos practicar deportes asignados para hombres, que no podemos ejercer profesiones  u oficios que milenariamente han sido asignados a hombres. Que nos dice que nuestro rol en la vida es el de ser madres, limpiar la casa y cuidar de nuestros hijos. Satisfacer sexualmente a nuestros hombres. Vivir para ellos.  ¡Y pobre de la que decida salir de la norma y amar a otra mujer! Porque se le denigra, se le golpea, se le viola y asesina. Y peor aún: era tan solo una lesbiana que no llegaba siquiera a ser mujer. Caso cerrado desde que entra el cuerpo a la morgue.

Esa violencia que está en la escuela, en la televisión, en la radio, en el arte, en todo. En todo lo que nos rodea.

La forma en que los noticieros manejan la información en casos de violencia de género: con sesgo, estereotipos y patriarcado. Mujeres que a conveniencia personal apoyan el patriarcado, decidiendo con esto vivir en la sumisión de por vida y en las sombras.

Esa cultura que nos niega la realización personal y a vivir en nuestro propio albedrío.

Hay mucho qué decir de la cultura de la violencia de género desde cualquier plataforma, y sus razones y sus consecuencias y a quiénes beneficia. ¿Qué es lo que no nos permite reaccionar ante esta atrocidad? ¿Qué es lo que no nos permite denigrarnos y despertar en masa cada vez que se viola a una niña, adolescente o mujer? ¿Cuando se le golpea y asesina? ¿Qué es lo que no nos permite crear la cultura de la prevención? ¿La reestructuración de la sociedad y de los patrones? ¿Qué es lo que no nos permite respetarnos? ¿Valorarnos como seres humanos iguales en derechos?

¿Qué tan profunda es nuestra indiferencia que no nos duele y  no nos enfurece cada vez que sabemos de un feminicidio? ¿De una mujer agredida? ¿De una injusticia en los derechos laborales? ¿De un Estado que no invierte en políticas de desarrollo para la mujer? ¿Cuándo dejaremos de vivir con estereotipos, con religiones misóginas y opresoras?  ¿Cuándo vamos a cambiar normas patriarcales para criar niños sanos que no violenten en ninguna de las etapas de su vida?

 ¿Cuándo vamos a vernos con la certeza de ser tan solo una partícula en la inmensidad del tiempo? ¿Y que tan fugaz es nuestro paso por la tierra que vamos a poner todo nuestro empeño en que la equidad y el derecho a ser y a vivir en el libre albedrío no se castiguen?  ¿Cuándo tendremos la entereza para cambiar la cultura de la violencia de género por la  del respeto?

Son tantas las maneras, los arquetipos en que todos ejercemos la violencia de género que muchas veces no nos damos cuenta que lo estamos haciendo, porque es algo que está ahí de planta,  tan naturalizado como el aire que respiramos, como el pulso cardiaco, el parpadear.  Pero la violencia de género es  algo aprendido por lo tanto se puede cambiar.  Por supuesto que tenemos la capacidad para  eliminar el patriarcado, el machismo, la misoginia y la indiferencia. La pregunta es: ¿cuándo lo haremos?

Fuente del articulohttps://cronicasdeunainquilina.com/2016/06/02/la-cultura-de-la-violencia-de-genero/

Fuente de la imagen: http://tribunainterpretativa.com/wp-content/uploads/2013/11/violencia-de-g%C3%A9nero_elefectogalateacom.jpg

Comparte este contenido:
Page 13 of 13
1 11 12 13