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El patriarcado no es un señor viejo que me mira raro

Por Maria Acaso

Si en las escuelas pudiésemos analizar la realidad desde una perspectiva crítica, cuestionaríamos todos los mitos con los que nos seduce el romanticismo patriarcal. El objetivo es que nos creamos todo el cuento, y nos entretengamos en soñar un paraíso individual con el que olvidarnos del mundo.

Coral Herrera

Un buen día, mi hija de diez años me preguntó quién era el patriarcado. Me preguntó: «¿El patriarcado es un señor muy viejo que es cascarrabias y te mira con ojos raros?», y yo le dije que no, que el patriarcado éramos nosotras, porque había que diferenciar entre el patriarcado[1] y el sujeto patriarcal, ese sujeto que, tenga los genitales y las preferencias sexuales que tenga, subroga su tiempo de cuidados hacia aquellos que se ven en la obligación de cuidar, y que dispone de más tiempo y privilegios que quienes cuidan.

Estos días resuenan en los medios de comunicación, en las ciudades y también en nuestros cuerpos, los ecos de la lucha contra el proyecto patriarcal hegemónico. Voces como Yayo Herrero, Joan Tronto o Coral Herrera reivindican la educación como un eje fundamental para llevar a cabo esta lucha. Pero, dentro de este consenso, echo en falta el papel de la educación artística como una herramienta clave.

La educación artística es necesaria por varios motivos. Para empezar,es necesaria para aprender a trabajarnos el amor romántico y ser capaces de deconstruir los estereotipos sociales que nos rodean. Es necesaria para poner en funcionamiento procesos de autocrítica constructiva que nos lleven a detectar, analizar y transformar los relatos que construyen el ideal del amor romántico, como los cuentos populares, las letras de la música pop, el cine mainstream o la prensa del corazón, por citar solo algunos. La educación artística es la única asignatura del currículum formal que incluye objetivos relacionados con la alfabetización visual, razón por la que se ha visto reducida en la ESO y ha pasado de obligatoria a optativa en primaria.

En segundo lugar, para identificar los cuidados como un valor universal, y no como un valor exclusivamente femenino(http://www.eldiario.es/catalunya/barcelona/Cuidar-natural-mujeres-privilegio-hombres_0_564493953.html). En el terreno de la educación artística, especialmente en las instituciones culturales, es difícil encontrar puestos de trabajo ocupados por hombres heterosexuales, y esta realidad tiene que ver con lo que las anglosajonas llaman la continuación del caring and sharing, es decir, el erróneo entendimiento de la educación artística como un lugar donde se prolonga el cuidado infantil. Este error surge porque, en el imaginario social, la educación artística no se asocia con lo intelectual: son niños pintando, atendidos por una mujer o un hombre gay, que fabrican una obra de arte en 45 minutos. Desestabilizar el patriarcado pasa por reducir este desequilibrio y, sobre todo, por transformar un imaginario social que nos dice que es preferible que las profesiones poco intelectuales y sin consideración social −como las relacionadas con la educación− las ejerzan las mujeres.

En tercer lugar, una de las herramientas que ha utilizado el patriarcado para conservar sus privilegios es la invisibilización de los logros femeninos. Las mujeres poderosas siempre aparecen como las malas de la película y las malas de la clase: un niño inteligente y motivador es un líder; una niña inteligente y motivadora es una mandona (https://www.ted.com/talks/sheryl_sandberg_why_we_have_too_few_women_leaders?language=es). La educación artística nos enseña, desde el pensamiento crítico visual, a desenmascarar esta doble moral relacionada con el poder, y nos alienta a darle la vuelta.Porque si los trabajos en educación son mayoritariamente femeninos, ¿por qué los ganadores de los últimamente famosos «Nobel de la Educación» siguen siendo hombres?

En cuarto lugar, el sujeto patriarcal no necesita cosificarnos, ya nos cosificamos nosotras mismas. Somos nosotras las que nos ocupamos de depilarnos, de andar con tacones, de teñirnos y de pintarnos las uñas; de hacer dietas interminables y levantarnos cada mañana esperando perder esos cinco kilos que siempre nos sobran; de impedirnos respirar con unos vaqueros que nos asfixian y de pasar frío con una ropa que no nos abriga pero que nos sienta bien. Tenemos tan naturalizados estos sacrificios patriarcales que los vemos como gestos comunes, lógicos y razonables. Solo los procesos educativos que recuperen el cuerpo como un espacio de libertad, que identifiquen estos actos de autocosificación y los subviertan podrán llevarnos a la igualdad.

Y, en quinto lugar, otros imaginarios de la sexualidad son necesarios. El porno mainstream es la herramienta del sujeto patriarcal que, desde las políticas de la vergüenza, suprime la posibilidad del placer femenino. Un placer que empieza a tornarse en un sentimiento vergonzoso en la adolescencia de las mujeres, mientras que, en la adolescencia masculina, es alentado y está bien considerado. ¿Dónde están las mujeres que visibilizan su placer y que demuestran su deseo? Es urgente y necesaria una programación curricular que incluya la deconstrucción del porno e incorpore el posporno y otros imaginarios de las sexualidades.

Además de como contenido, la educación artística es necesaria como metodología, dado que las artes ofrecen una forma de hacer que las convierte en la herramienta metodológica perfecta para despatriarcalizar la educación. Incorporan el pensamiento divergente frente al pensamiento lógico, positivista, convergente, y sus lógicas heredadas del sujeto patriarcal. Las artes llevan de fábrica el pensamiento crítico, ese que nos invita a reflexionar sobre lo establecido, sobre lo duro, sobre lo que siempre hemos pensado que tiene que ser.

La artes, desde la importancia que otorgan a la experiencia estética,demandan el placer, el extrañamiento, procesos de adquisición del conocimiento cargados de retórica, de ficciones, de subjetividades, desde la intuición y lo poético, y se encuentran en otros lugares alejados de aquellos normalizados por el sujeto patriarcal, tan defensor de la ciencia y de las demostraciones científicas.

Las artes se producen desde lo común, lo colaborativo y la sororidad; huyen tácitamente de lo individual, que es uno de los sinsentidos del proyecto de la genialidad masculina, un proceso de creación que nos creemos que no necesita de nada ni de nadie, que emerge mágicamente en determinados sujetos virtuosos y que imposibilita las prácticas artísticas a todas las demás, cuando todas sabemos que la inteligencia es colectiva, la creatividad es social, y el remix es la única forma de creación de conocimiento.

El patriarcado no es un señor viejo que nos mira raro, el patriarcado somos nosotras, las ideas que nos construyen, la cultura que nos moldea. Solo si aprendemos a desaprender seremos capaces de derribarnos, de construir otras ideas y otras culturas dentro de nosotras. La educación es la herramienta clave para avanzar en nuestra lucha, y la educación artística −el área más arrinconada y menospreciada de la educación−, la herramienta de trabajo más potente y transformadora para llevarla a cabo.

[1] El «Patrix», como lo llama Rosario Hernández Catalán en el prólogo del libro Maternidades subversivas de María Llopis.

*Todas las fotos de este artículo representan diferentes experiencias de la Escuela de Art Thinking 2017/18 y están realizadas por Borja Llobregat

Fuente: http://www.mariaacaso.es/patriarcado-no-senor-viejo-me-mira-raro/

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Informe Latin America in a Glimpse: Género, feminismo e internet en América Latina

Fecha de publicación:  Noviembre 2017

Author:  Derechos Digitales
Publicado por:  Derechos Digitales con apoyo de APC

Durante los últimos tres años, Latin America in a Glimpse ha funcionado como un recuento anual de lo más relevante ocurrido en América Latina en materia de tecnología y derechos humanos, un resumen que permite a quien lee hacerse una idea del panorama en la región: cuáles fueron los temas más relevantes, cuáles son las amenazas emergentes, de qué manera las políticas públicas están respondiendo (o no) a los desafíos propuestos por la tecnología y cuál es el rol que las organizaciones de la sociedad civil están jugando en esos escenarios.

Hemos querido también destacar la labor que cada una de las organizaciones de la sociedad civil están realizando en sus respectivos países y zonas de interés, tanto a través del reporte, como del evento anual realizado el día previo al Foro de gobernanza de internet, con la intención de establecer un puente entre América Latina y otras regiones del globo, para facilitar la interacción con financistas, aliados, compañeros y compañeras de trabajo.

En esta cuarta edición de Latin America in a Glimpse nos interesaba continuar con esta labor, pero quisimos darle un giro. Siguiendo una tendencia mundial, nos preguntamos específicamente por el intrincado vínculo entre género y tecnología, y las respuestas que, desde esta parte del mundo, distintos grupos de mujeres han dado a esta relación compleja, problemática y difícil.

Nos propusimos entonces averiguar qué proyectos se han desarrollado durante 2017 en América Latina en materia de género y tecnología. Cuáles son las áreas críticas en las que se está trabajando, cuáles son las principales problemáticas y, sobre todo, quiénes son las personas detrás de cada uno de estos proyectos, cuáles son sus motivaciones y de qué manera su trabajo se enmarca en un panorama mayor de luchas por la equidad de género. Un entorno digital cada vez más violento y hostil hacia las mujeres, la falta de participación en las distintas capas del ecosistema de internet, sumado a un panorama generalizado de oportunidades escasas, injusticias multidimensionales e invisibilización, ha generado una serie de respuestas diferentes, pero con un objetivo común: una internet digna para las mujeres, donde puedan ejercer sus derechos libremente y desarrollarse de manera íntegra y autónoma; donde las tecnologías digitales sean una herramienta para la realización personal y colectiva, y no un arma del status quo machista.

Lo que encontramos fue una comunidad altamente activa de organizaciones y “colectivas” que abarca prácticamente todo el espectro de nodos en los entornos digitales, desde la creación de “servidoras” feministas, hasta la ocupación discursiva de internet a través de medios autogestionados. Mujeres que han decidido perderle el miedo al error y han descubierto el goce del aprendizaje, la experimentación y la sororidad. Ante unas estadísticas desoladoras, las iniciativas acá listadas son poderosamente inspiradoras. Y esa es precisamente la idea, lograr generar puentes entre las mujeres acá mencionadas y las que –por falta de tiempo, conocimiento o torpeza nuestra- no lo están; las mujeres realizando trabajos similares en otras regiones del planeta y, sobre todo, las que después de leer las siguientes páginas se animen y se unan a la lucha. Esas que aparecerán en la próximas ediciones de este informe.

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Libro: Feminismos, pensamiento crítico y propuestas alternativas en América Latina

Feminismos, pensamiento crítico y propuestas alternativas en América Latina

Montserrat Sagot. [Coordinadora] 

Montserrat Sagot. Alba Carosio. Magdalena Valdivieso. Ana Silvia Monzón. Alicia Girón. Eugenia Correa. Elisa Alejandra Valdivieso Ide. Susana Rostagnol. Maria Betânia Ávila. Verônica Ferreira. Norma Vasallo Barrueta. Alejandra Arroyo Martínez Sotomayor. Laiany Rose Souza Santos. Josefa de Lisboa Santos. Lucy Ketterer Romero. [Autoras de Capítulo]

Colección Grupos de Trabajo. 
ISBN 978-987-722-258-6
CLACSO. CIEM. Universidad de Costa Rica.
Buenos Aires.
Agosto de 2017

Los diferentes trabajos aquí reunidos realizan aportes desde la perspectiva feminista a la construcción de alternativas en América Latina y el Caribe, y posicionan al feminismo como una forma ineludible de pensamiento crítico. Los textos muestran cómo el feminismo sirve como herramienta analítica para abordar problemas macrosociales e interseccionales, pero también para pensar las realidades locales. La compilación es también un reflejo del trabajo interdisciplinario promovido por los Grupos de Trabajos de CLACSO que busca producir conocimiento relevante para comprender y ayudar a transformar la realidad.

De la Presentación de Montserrat Sagot Rodríguez.

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1270&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1213
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En México: Oportunidad de participar en Coloquio sobre feminismo y marxismo

América del Norte/México/michoacantrespuntocero.com

Con un cierre de registro previsto para el 17 de septiembre, las facultades de Filosofía “Dr. Samuel Ramos” en coordinación con la de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, invitan a estudiantes, pasantes y académicos, al Coloquio Internacional “Feminismo y marxismo: ¿un matrimonio mal avenido?

“El evento busca crear un espacio de reflexión y debate sobre las relaciones, problemáticas, entre ambas corrientes ideológicas, con una reflexión basada en la autocrítica”, señala un comunicado de la UM.

El Coloquio se desarrollará del 8 al 10 de noviembre del 2017 en las instalaciones de la Facultad de Filosofía de la Casa de Hidalgo; la recepción de propuestas se encuentra abierta y concluye el próximo 17 de septiembre, los resultados de las ponencias aceptadas se darán a conocer el 2 de octubre.

Las líneas temáticas sobre las cuales se desarrollará el coloquio son: Límites de los feminismos corporativos; Relaciones entre raza, clase y género; División sexual del trabajo; Producción y reproducción: el papel del sistema a sexo/género; Patriarcado y capitalismo; Maternidad: ¿enaltecimiento o subordinación de las mujeres?; La sexualidad como resistencia política; Función del Estado a la problemática del aborto; El género como una estructura ideológica; Participación de las mujeres en los movimientos revolucionarios; Intersección de género y clase en los problemas ambientales; así como Pedagogía crítica frente a las temáticas de género.

Los interesados en participar deberán enviar sus propuestas al correo electrónico feminismomarxismo2017@gmail.com, en formato word, letra times new  roman a 12 puntos, a espacio interlineado anexando los siguientes datos: nombre completo y grado académico, correo electrónico, número telefónico, institución a la que pertenece, título de la ponencia, línea temática en la que se inscribe, currículum vitae, así como un resumen de máximo 300 palabras.

“Cabe señalar que no se aceptarán propuestas que no se apeguen a las líneas temáticas o que no muestren un conocimiento auténtico tanto de las posturas feministas como de las marxistas”, destaca la convocatoria.

Mayores informes en la Facultad de Filosofía al teléfono: (443) 322 3500 extensión 4148, así como al correo electrónico: feminismomarxismo2017@gmail.com .

Fuente: http://michoacantrespuntocero.com/oportunidad-participar-coloquio-feminismo-marxismo/
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El Feminismo en las FARC-EP

Por Mujer Fariana/Victoria Sandino Palmera, Delegación de paz de las FARC-EP

El proceso de paz ha significado para las guerrilleras una oportunidad en varias dimensiones: Una, responder a los ataques mediáticos dirigidos contra la organización, pero de manera especial contra las mujeres, desvalorando su papel en la organización, su condición de insurgente y de sujetos políticos.

Dos, ha sido un espacio para la reflexión y el intercambio de opiniones con representantes de organizaciones femeninas frente a la situación de las mujeres en Colombia, sobre sus problemáticas y agendas, con quienes tendemos puentes de unidad para el logro de la paz con justicia social y de la materialización efectiva de sus derechos humanos. A partir de nuestras experiencias colectivas, podemos afirmar que la organización ha venido asumiendo el principio de igualdad de oportunidades en sus filas, mucho antes de que de ese discurso se posesionara como una necesidad para la sociedad colombiana.

Y tres, ha sido una oportunidad para la reconstrucción de una mirada histórica de las luchas de las mujeres, en la búsqueda de la igualdad con equidad. En tal sentido reivindicamos los aportes de todas las corrientes feministas revolucionarias tanto en sus avances teóricos como en sus luchas antipatriarcales.

Por ello hemos asumido la tarea de formular, a partir de la observación de nuestra práctica y del estudio de las teorías e historia feminista, una línea política de genero propia de nuestra organización.

Desde las herramientas marxistas de análisis, el feminismo fariano no puede ser sino profundamente clasista, antipatriarcal, emancipador, impulsor de la igualdad de oportunidades y en especial, por la garantía de los derechos de las mujeres como principio revolucionario y organizativo; con el compromiso explícito de luchar por su materialización en el seno de la sociedad y de nuestra misma organización a plenitud.

El feminismo insurgente es una construcción colectiva que formulamos desde nuestra práctica cotidiana, en interacción con teóricos y teóricas, militantes y representantes de organizaciones de mujeres.

Partimos de la consideración que el feminismo no es solo cosas de mujeres, ni mucho menos es una lucha contra los hombres por ser hombres; sí es contra los roles que le dan una posición superior y ventajosa a los varones con respecto a las mujeres por el solo hecho de ser hombres. La lucha antipatriarcal debe ser asumida por el conjunto del movimiento revolucionario. Ese feminismo insurgente que proponemos, debe empeñarse en la construcción de nuevas masculinidades, fuera de las relaciones de poder propias de los roles de género, que liberen a hombres y mujeres del peso del patriarcado.

Esa lucha se dirige a la potenciación de las capacidades de las mujeres en el ámbito público, en la participación política y la toma de decisiones, en el respeto y garantía de sus derechos, en la no violencia contra las mujeres, en la igualdad de oportunidades, en la identidad propia.

Las insurgentes en el post-acuerdo:

El compromiso de las insurgentes para la construcción de la paz es absoluto. Así como hemos aportado en la resistencia armada, en consecuencia con los principios de las FARC-EP, estamos comprometidas con los cambios que requiere Colombia para una paz estable y duradera, con justicia social.

Hoy tienden puentes de identidad y unidad con las mujeres colombianas, con aquellas que han sido históricamente excluidas, con esas mujeres de los sectores populares: campesinas, indígenas, afrodescendientes, pobres de las ciudades. Nos proponemos construir conjuntamente iniciativas que permitan alcanzar de manera definitiva, el fin del conflicto armado, implementar los acuerdos y poder avanzar en la emancipación de las mujeres y de la sociedad.

Las mujeres insurgentes sabemos que la sociedad colombiana está lejos de garantizar los derechos adquiridos en la organización político-militar, con respecto a la práctica de igualdad de condición para desarrollar nuestras vidas. Como colombianas e insurgentes que venimos de una experiencia participativa propia de nuestro colectivo, no volveremos a los hogares con los roles tradicionales; queremos ser motor de cambios y ejemplos de liberación.

Vemos el post-acuerdo como la oportunidad de demostrar con el ejemplo, la factibilidad de construir una sociedad justa en armonía con sus congéneres y la naturaleza, con un nuevo modelo económico que redistribuya la riqueza, haga viable el buen vivir y posibilite la emancipación de las mujeres. Por lo que le apostamos a conservar un modo de vida colectivo y organizado, esta vez, alrededor de formas de producción colectivas y formas de organización social basadas en la solidaridad y la equidad. No está en nuestro léxico la palabra desmovilización; ante la posibilidad de la firma de un acuerdo de paz a las mujeres farianas nos espera la mayor movilización de nuestras fuerzas para continuar la lucha por la emancipación.

Ponemos al servicio de toda Colombia nuestra fortaleza como luchadoras, nuestra experiencia organizativa, y nuestra disposición de trabajar por la justicia y la paz.

Fuente: http://www.mujerfariana.org/vision/663-el-feminismo-en-las-farc-ep.html

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Libro: Representaciones, emergencias y resistencias de la crítica cultural

Representaciones, emergencias y resistencias de la crítica cultural

Mujeres intelectuales en América Latina y el Caribe

Nelly Prigorian. Cármen Díaz Orozco. [Editoras] 

Beatriz Sarlo. Marta Traba. Márgara Russotto. Mirla Alcibíades. Sara Castro-Klaren. Sylvia Molloy. Beatriz González-Stephan. Josefina Ludmer. Marilena Chaui. Miriam Muñiz Varela. Nelly Richard. [Autoras de Capítulo]

Colección Antologías del Pensamiento Social Latinoamericano y Caribeño. 
ISBN 978-987-722-256-2
CLACSO.
Buenos Aires.
Julio de 2017

Las mujeres que traemos a colación en este volumen −algunas más conocidas que otras y muchas marcadas por la persecución política, el exilio y otras experiencias de represión y desarraigo− despliegan una reflexión crítica potente acerca de problemas neurálgicos de la cultura en América Latina y el Caribe, desde una conciencia lúcida y manifiesta de su propia condición de mujeres en la lucha por un espacio de enunciación −e interpretación− singular en la cultura. Muchos de los nombres que consideramos al respecto no son ni extraños, ni desconocidos en el campo del pensamiento latinoamericano contemporáneo. No podríamos tampoco afirmar que el de estas mujeres haya sido un pensamiento `sumergido´ o `silenciado´, en los términos en los que se suele asumir esta categoría. Sin embargo, queremos recuperar de ellas los trabajos por los que merecieron una distinción ineludible en el campo donde se abrían paso con no pocas dificultades: sus producciones más relevantes, sus momentos más significativos y de ruptura: la singularidad de su estilo.
Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1261&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1198
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Feminismo campesino y popular

Por Silvia Ribeiro

De más de setenta países y 164 organizaciones llegaron mujeres campesinas a la Asamblea de Mujeres de La Vía Campesina (LVC) en el País Vasco, este 17 y 18 de julio.  Con perspectivas y propuestas que sacuden lo establecido, no sólo en el injusto mundo que vivimos, también dentro de su propio movimiento. Feminismo campesino y popular llaman a esta identidad en construcción, que desafía al capitalismo y al patriarcado al mismo tiempo, rechaza todos los racismos, violencias, discriminaciones y xenofobias.

Es la quinta vez que se reúnen como mujeres de este movimiento –la articulación campesina global más extensa que haya existido– que del 19 al 22 de julio sostiene también su séptima conferencia mundial.  Tanto jóvenes como mujeres han ido construyendo su espacio propio, convocándose en asamblea los días anteriores a la Conferencias de todo el movimiento. Desde allí discuten colectivamente sus aportes específicos, antes de integrarse como delegadas y delegados a la Conferencia general.

Muchas llegaron a esta V Asamblea de Mujeres por primera vez. La expectación y el entusiasmo se sienten a flor de piel. La dedicación, casi magia, del colectivo autogestionario de intérpretes COATÍ, hizo posible la traducción simultánea en 11 idiomas: árabe, bahasa indonesia, castellano, coreano, euskera, francés, inglés, japonés, portugués, ruso y tailandés. Entre muchas otras cosas, esta arquitectura que hace posible tender puentes solidarios de comunicación entre tantas lenguas, permite una diversidad de miradas y experiencias que nutre y fortalece no sólo a las mujeres, sino a toda la Vía Campesina.

Son mujeres de todas las edades, campesinas, indígenas, trabajadoras del campo, pescadoras, pastoras, artesanas, migrantes.  Todas trabajan por la soberanía alimentaria, todas tienen que luchar contra la discriminación y la violencia, que se manifiesta de muchas maneras. Desde los salvajes feminicidios y ataques a las campesinas que resisten en Honduras –8 muertas en la lucha y 1800 criminalizadas, detenidas, violentadas en los últimos años– a la discriminación laboral y política en Europa, el silencio impuesto a muchas mujeres en regiones enteras, la persecución y desposesión de tierras, cultivos y casas a las mujeres en Palestina; el arco de injusticias se expande globalmente. Es una situación que afecta a las mujeres, no sólo campesinas.

Pero aquí la particularidad es la construcción de un feminismo campesino y popular, que por primera vez plantean asumir como tal en toda LVC. Un feminismo desde las mujeres del campo, con identidad campesina y desde la identidad y luchas de los pueblos.

Varias de las fundadoras de la Vía Campesina, recuerdan que al origen, hace poco más de 20 años, había una sola mujer en el comité coordinador internacional (CCI).  Era Nettie Wiebe, de la National Farmers Union de Canadá, con la energía de las muchas que la apoyaban. Llegó a la V Asamblea, a compartir su experiencia y también lo que considera los mayores desafíos. Recuerda que comenzaron pidiendo “mayor participación” para las mujeres en todas las instancias de La Vía Campesina. Los compañeros fueron más allá y acordaron que las mujeres debían ocupar el 50 por ciento de los lugares en las instancias de coordinación y decisión (porque en LVC el cuerpo colectivo y pensante es mucho más que la suma de sus partes, muchas de las cuáles aún siguen en proceso de entender y asumir las reivindicaciones de género). La regla de paridad se hizo rutina en toda la organización. Sin embargo, debaten en esta Asamblea, la paridad no era una meta, apenas un camino. A muchas aún les cuesta ocupar los espacios que reclamaron, porque para poder hacerlo se requiere que todo el trabajo, tanto productivo como reproductivo y las tareas militantes sean compartidas, algo que muchas organizaciones locales y nacionales campesinas necesitan entender, integrar y apoyar. Entre los grandes desafíos, plantea Nettie Wiebe, está definir posiciones comunes frente al poder, definir más profundamente entre todas las regiones y diversidades de LVC qué es el feminismo campesino y qué tipo de lucha eligen como mujeres.  Perla Álvarez de la organización de mujeres campesinas e indígenas Conamuri de Paraguay agrega “el patriarcado repliega nuestro trabajo al ámbito privado, el capitalismo no lo reconoce, el racismo niega todas nuestras identidades”. Por eso, continúa, “no es posible separar la lucha contra el capitalismo de la lucha contra el patriarcado y el racismo.”

Una lucha que parte de reconocer las diversidades, geográficas, culturales, de género, por eso ya hay también sectores LGBTI en varias organizaciones campesinas, como el MST de Brasil y organizaciones de Vía Campesina en Europa. La diversidad sexual y de género también tuvo su espacio en el programa de la VII conferencia de LVC.

Las asambleas anteriores de mujeres de la Vía Campesina establecieron campañas globales por las semillas y contra la violencia, campañas que siguen y donde los ataques en éstos y otros temas recrudecen todo el tiempo. La V Asamblea de Mujeres decidió llamar a la primera conferencia internacional de mujeres del campo, no sólo para organizaciones de la Vía Campesina sino para establecer lazos de análisis, alianzas y caminos de lucha con muchas más mujeres rurales.  Será todo un reto, que desde ya asumen con la misma energía, cariño y rebeldía que cultivan en este espacio.

http://www.alainet.org/es/articulo/187011

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