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Ecomasculinidades alternativas al patriarcado extractivista

Por: Andrés Kogan Valderrama

A propósito de una nueva conmemoración del día internacional de la mujer trabajadora, el 8 de marzo, se intentará realizar un repaso de como se ha construido una masculinidad hegemónica en todo el planeta, la cual ha sido heredera de un sistema patriarcal, nacido en Mesopotamia hace 10.000 años, que con la irrupción del capitalismo histórico ha colonizado globalmente la sexualidad humana y la manera cómo nos relacionamos con los territorios.

Es así como distintas investigadoras feministas han situado al periodo neolítico como el comienzo de un sistema patriarcal, que construyó una idea binaria de género (hombre-mujer), la cual ha sostenido por siglos unos roles específicos, que responden a la aparición de la agricultura y ganadería, que revolucionó completamente el modo como convivimos en el planeta, ya que al buscar controlar los ciclos, nos comenzamos a separar cada vez más de él. Esto a diferencia del periodo paleolítico anterior, en donde los seres humanos al ser nómades, nos relacionábamos de manera más dinámica e interdependiente con los ecosistemas.

No es casualidad entonces, que a partir de estos roles de género construidos con la aparición de la agricultura y ganadería, la mujer haya quedado reducida a una idea de naturaleza dominable, mientras que el hombre a una idea de cultura dominante, en donde la violencia física y sexual fueron las primeras formas de sometimiento hacia las mujeres. Es por esto que la prostitución aparece en aquel período de tiempo, ya que necesitó de una ontología binaria para sostenerse y justificarse históricamente. En consecuencia, el androcentrismo y el antropocentrismo aparecieron juntos en el periodo neolítico.

Es desde ahí en adelante, que el cuerpo de la mujer pasó a ser considerado un lugar en donde el hombre podía controlar y apropiárselo, así como con la naturaleza a través de la agricultura, pero también domesticarlo, como lo ha hecho con la ganadería, animalizando de esa manera lo femenino. Es decir, el cuerpo de la mujer pasó a ser un recurso natural a poseer y para satisfacer las necesidades de un hombre que poco a poco se fue apropiando de lo común.

A su vez, a partir de ahí se fue constituyendo una masculinidad hegemónica, la cual con el racionalismo griego, se fortaleció con la aparición de un nuevo binarismo, razón-emoción, heredero de la separación cultura-naturaleza, en donde el hombre tendría el privilegio de razonar, mientras que la mujer no. En otras palabras, el hombre pasó a tener el monopolio de la reflexión y la posibilidad de discusión en el ámbito público, en donde se tomaban las decisiones de la polis, siendo un espacio privilegiado solo para ellos.

Posteriormente, con la aparición de las grandes religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islamismo), la mujer pasó a inferiorizarse desde un punto de vista teológico, en donde Dios tomó la forma masculina hegemónica, así como también sus propios profetas (Moisés, Juan el Bautista y Mahoma). De ahí que por ejemplo con la formación de la cristiandad, se termina por reforzar más aún el sistema patriarcal, a través de un relato bíblico en donde la dicotomía alma-cuerpo volvió a profundizar la lógica binaria proveniente de Mesopotamia y Grecia.

No obstante, no sería hasta la invención de América en 1492, que el patriarcado se globaliza definitivamente, al insertarse en un nuevo sistema mundo moderno colonial capitalista, en donde los procesos de racialización y mercantilización del cuerpo de la mujer fueron claves para inferiorizar a millones de mujeres negras, indígenas, despojando a millones de ellas de sus territorios. Esto luego de la denominada caza de brujas, que significó también un genocidio intraeuropeo a miles de mujeres.

Es así como el patriarcado junto al extractivismo van entrelazados, ya que el cuerpo de la mujer es visto de la misma forma que los bosques, montañas, ríos, mares, al ser todo parte de la naturaleza, por lo que al hombre le da derecho conquistar y explotar sin ningún tipo de límite alguno, en nombre de categorías históricamente androcéntricas y eurocéntricas, como lo son el progreso, el desarrollo, la democracia, la revolución, etc.

Unas categorías que han colonizado incluso a muchos feminismos, los cuales siguen poniendo al movimiento feminista europeo como el más avanzado en la lucha contra el patriarcado, siendo que existen muchos otros tipos de feminismo invisibilizados, provenientes desde el sur global, los cuales entrelazan el patriarcado con el racismo y el antropocentrismo.

No es casualidad entonces que desde estos feminismos coloniales, se sostenga la idea del 8 de marzo como día internacional de la mujer a nivel universal, siendo que si bien responde a una experiencia trágica de muerte de 140 mujeres trabajadoras calcinadas en una fábrica textil en Estados Unidos, deja de lado otras experiencias de lucha fuera de occidente.

Ante este escenario, que los feminismos territoriales, ya sea decoloniales, poscoloniales, anticoloniales, anarquistas, comunitarios, ecológicos, tienen mucho que decir al respecto, al plantear todos ellos una defensa de los cuerpos-territorios. Es el caso de grandes pensadoras y luchadoras como Vandana Shiva, Silvia Rivera Cusicanqui, María Lugones, Silvia Federici, Rita Segato, Yuderkys Espinoza, Donna Haraway, Raquel Gutiérrez, Marisol de la Cadena, Isabelle Stengers, María Galindo, Adriana Guzmán, Alicia Moncada, Esther Pineda, Maristella Svampa, Máxima Acuña, Berta Cáceres, Francia Márquez, Yayo Herrero, Esperanza Martínez y tantas otras que han cuestionado el impacto del extractivismo no solo en los ecosistemas sino en los propios cuerpos de las mujeres, frente al patriarcado minero, patriarcado forestal, patriarcado petrolero, patriarcado energético, etc.

Sin embargo, estos feminismos territoriales no han ido acompañados mayormente de planteamientos críticos desde lo que podría llamarse como masculinidades alternativas, las cuales si bien en los últimos 20 años han tenido un fuerte desarrollo en todo el mundo, en tanto crítica a la construcción de una masculinidad hegemónica, dentro de un sistema hetero-patriarcal, no han cuestionado su relación con el antropocentrismo. En consecuencia, pareciera que en el campo de los estudios sobre masculinidades, se han quedado situados mayormente desde miradas de carácter eurocéntricas, las cuales no han permitido entrelazar la construcción del género con la construcción de la naturaleza.

En otras palabras, su crítica a una masculinidad hegemónica, en donde al hombre se le asocia con características como la agresividad, racionalidad, independencia, protección, éxito, virilidad, liderazgo, compañerismo, entretención, en desmedro de una idea de mujer emocional, frívola, manipuladora, sumisa, tierna, empática, intuitiva, sensible, aburrida, no ha ido acompañada con un cuestionamiento a otros procesos cosificantes, como lo son el antropocentrismo y el racismo, los cuales se vienen generando desde hace siglos también. Por consiguiente, el faloceno no se puede entender de manera separada a procesos cómo el antropoceno y capitaloceno, ya que todos ellos se sostienen de manera articulada.

En definitiva, se hace necesario generar eco-masculinidades alternativas que no solo cuestionen la violencia del género existente, sino también a un proceso patriarcal extractivista en curso No por nada las principales defensoras de los territorios son en la actualidad mujeres y no hombres, muchas de ellas asesinadas, por lo que la despatriarcalización en estos tiempos más que una opción se vuelve una necesidad para preservar la vida entre todas y todos.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=265381

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Contra todas las violencias de género

Por: Grupo de Feminismos de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía.

En Andalucía nos encontramos con un Gobierno que no solo no reconoce la violencia de género, sino que pretende desmantelar los derechos conseguidos por la lucha del movimiento feminista andaluz.

Un año más llega el 25 de noviembre, Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer. Y aparece una imagen en la que parece que todo el mundo está contra esta violencia y, con ella, la idea de que todo el mundo dice lo mismo, pero nos gustaría señalar, que ni todos están contra todas esas violencias, ni luchamos contra ellas de la misma manera. En este artículo nos gustaría plantear algunas reflexiones críticas al respecto, desde nuestra particular perspectiva, en defensa de los derechos humanos de todas las personas.

Pretenden situarnos en un discurso victimista y punitivo. Un discurso desde las instituciones, así como desde algunos sectores del feminismo institucional, que se pretende hegemónico, apareciendo como salvadores de las mujeres, que son tratadas como objetos de intervención, y no como sujetos autónomos e independientes, con plenos derechos de ciudadanía, en igualdad. Y sitúan el castigo como la solución a esta violencia. El victimismo y la utilización del sufrimiento de las mujeres no conducen a poner soluciones reales a su situación.

La violencia tiene muchas expresiones y es necesario visibilizarlas. Como la de las kellys cobrando sueldos de esclavitud, las trabajadoras domésticas, sin regulación laboral alguna, las mujeres porteadoras de la frontera de Ceuta, tratadas como animales de carga, las trabajadoras sexuales, estigmatizadas por una sociedad puritana e hipócrita, que niegan que tengan voz propia, podríamos seguir describiendo situaciones de violencias sobre todo en los colectivos más vulnerables.

Aunque es necesario denunciar todas las violencias, es necesario más que nunca que no olvidemos que más de 1.000 mujeres han sido asesinadas por sus parejas desde el 2003

Todas tienen algo en común y es que esta violencia que recibimos se asienta y se produce en la estructura capitalista y heteropatriarcal de la sociedad. Aunque es necesario denunciar todas estas violencias que recaen sobre nosotras, por el hecho de ser mujeres, es necesario más que nunca que no olvidemos que, más de 1.000 mujeres han sido asesinadas por sus parejas desde el 2003, y en este 2019 son ya 51 las mujeres asesinadas aumentando las cifras de los últimos cuatro años, datos que serían más abultados si se incluyeran otros casos que no son considerados violencia de género, como el de Paloma Barreto, transexual asesinada en Asturias hace dos meses y otras agresiones machistas que la ley no contempla como tal.

La gravedad de estas violencias contra las mujeres nos indica una vez más, no solo que algo está fallando, sino que esta violencia no ocupa un lugar prioritario en las agendas políticas. El pasado octubre se declaró la “Emergencia Feminista”, pero a pesar de Pacto de Estado sobre la Violencia de Género, a pesar de tantos minutos de silencio y de tantas campañas institucionales, podemos llegar a la conclusión de que NO HAY VOLUNTAD POLITICA.

En Andalucía, en nuestra comunidad, con la llegada de VOX, junto a la complicidad de Ciudadanos y el PP, nos encontramos con un Gobierno que ya de manera abierta no solo no reconoce esta violencia de género, sino que pretende desmantelar los derechos y conquistas conseguidos por la lucha que, durante tantos años, ha llevado el movimiento feminista andaluz.

Al Gobierno de Andalucía le preocupa la violencia de género que hacen desaparecer el presupuesto destinado al Observatorio Andaluz de Violencia de Género

Este Gobierno ha hecho una labor de ingeniería presupuestaria para encubrir en los presupuestos de 2020, un recorte global en las políticas de igualdad de un 1.404.207 euros, según se extrae de la comparativa. Es significativo cuánto les preocupa la violencia de género, que hacen desaparecer el presupuesto destinado al Observatorio Andaluz de Violencia de Género.

Se recortan 625.000 euros en protección al asociacionismo de mujeres, se eliminan partidas específicas para la defensa legal en materia de igualdad entre hombres y mujeres y las partidas específicas de ayuda a menores víctimas de violencia de género.

No solo reducen los recursos en algo tan importante como es la prevención de los asesinatos a mujeres por sus parejas, en unos momentos de emergencia, sino que niegan que exista discriminación, que exista sobreexplotación, que exista violencia de género.

Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, exigimos urgentemente que se desarrollen auténticas medidas preventivas, así como recursos destinados a eliminar esta lacra. Es necesario medidas específicas para aquellos colectivos que se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad, como las menores agredidas, mujeres con diversidad funcional o intelectual, las migrantes, las refugiadas, las gitanas, las trabajadoras sexuales privadas de derechos fundamentales o las trabajadoras domésticas para quienes urge la ratificación del convenio de la Organización Internacional del Trabajo 189.

Exigimos la derogación de determinadas leyes, como la Ley Mordaza y las leyes de extranjería que suponen una violencia institucional sobre los sectores más vulnerables donde nos situamos las mujeres.

Exigimos que se reconozca y se respete la diversidad de orientaciones e identidades sexuales existentes, así como las diferentes formas de vivir la sexualidad a la vez que denunciar su persecución y todos los discursos que alimenten el odio contra la igualdad, la diversidad y la libertad.

Desde nuestra lucha por la defensa de los derechos humanos no podemos olvidar ni dejar de denunciar la situación que sufren miles de mujeres en distintas partes del mundo en defensa de sus derechos, que son sistemáticamente violados, en estos momentos muy especialmente a las mujeres indígenas de Bolivia y Ecuador, a las mujeres de Palestina, Chile, Argentina, el Kurdistán y el Líbano.

Desde la APDHA, queremos una sociedad que defienda los derechos humanos y una sociedad libre de toda violencia de género.

Haz posible un medio radicalmente diferente

Creemos que la única forma de hacer un periodismo diferente es funcionar de forma diferente.

Por eso, el 70% de nuestra financiación viene de las socias y socios. Y el resto, de publicidad ética y ventas. Por eso, no tenemos directores, nadie cobra más y no permitimos contenidos patrocinados. Por eso, la propiedad de El Salto es colectiva.

Somos un medio con principios. Y también con un fin: cambiarlo todo. Contigo podemos conseguirlo.

Fuente del artículo: https://www.elsaltodiario.com/opinion/violencia-machista-25N-contra-todas-violencias-genero

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Martha Márquez Garmendia: una pionera del derecho con perspectiva de género

Falleció a los 82 años; sus investigaciones fueron un aporte clave en materia de acoso sexual laboral.

America del Sur/Uruguay/feminismos.ladiaria.com.uy

Martha Márquez Garmendia fue una destacada abogada laboralista, pionera en posicionar la temática de género en el derecho y de incorporar este enfoque en la cátedra de derecho laboral.

Fue fundadora del Grupo Derecho y Género de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República y de la Red Temática de Género. Como investigadora, participó en el Instituto de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, y fue consultora externa de Organización Internacional del Trabajo.

Algunas de sus investigaciones más destacadas son sobre acoso sexual en el ámbito del trabajo. También sobre acoso moral laboral. Márquez Garmendia falleció el sábado, a los 82 años.

En una de sus investigaciones, que data de 2005, definía el acoso sexual en el trabajo como una figura cuyo tratamiento jurídico comenzó en la década de los 70 a raíz de las denuncias de los movimientos feministas y de trabajadoras sindicalizadas.

Decía que “si bien el acoso sexual constituye un tema de actualidad, su consideración es todavía muy incipiente en los países latinoamericanos: son numerosos los que carecen aún de legislación específica; los fallos de la jurisprudencia son escasos, y la negociación colectiva generalmente no lo incluye entre sus contenidos”. Ya en 2005, Márquez destacaba que “la actualidad que ha adquirido el tema no indica, sin embargo, que se trate de un fenómeno nuevo; por el contrario, sólo es moderna la denominación de “acoso sexual” para una realidad antigua y generalizada, que aparece desde la incorporación de la mujer al mercado de trabajo”.

La Facultad de Derecho emitió un comunicado para despedirla: “Nombrarla es decir humildad, humanidad, inteligencia puesta al servicio de quienes más lo necesitan, de los más olvidados entre ellas las mujeres trabajadoras. Testimonio de ello dan las diversas publicaciones que realizó en todos estos años de marcar un camino para quienes nos quedamos con el legado de su fuerza, de su compromiso, de su terquedad por afirmar que otro mundo es posible, un Uruguay donde se viva la igualdad y donde sea la humanidad de cada persona lo primero a reivindicar”.

Fuente: https://feminismos.ladiaria.com.uy/articulo/2019/9/martha-marquez-garmendia-una-pionera-del-derecho-con-perspectiva-de-genero/

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Gioconda Espina, Venezuela: Entre los polos enfrentados la única posibilidad es un diálogo auspiciado y supervisado por una instancia respetada por los dos lados.


En el marco del proyecto “Mujeres y Construcción de Cultura de Paz”  presentamos la entrevista a GIOCONDA ESPINA:

Profesora Titular de la UCV, cofundadora de la Coordinadora de ONG de Mujeres en 1985, del Centro de Estudios de la Mujer (1992) y de la Maestría en Estudios de la Mujer (2002). Se hizo feminista en México en 1978 y no ha dejado de militar en Venezuela desde entonces. Se considera de oposición al chavismo-madurismo desde siempre pero desde una oposición de izquierda socialdemócrata,  contraria a todo atajo al poder político y militar en su país.


 

Venezuela ha venido viviendo enfrentamiento y conflicto entre posiciones políticas que han conformado dos polos irreconciliables o aparentemente irreconciliables. ¿Cómo ves la etapa actual de ese conflicto o polarización?

GE: son polos que ahorita son irreconciliables. En este momento en que hablamos no veo ninguna posibilidad entre las dos posiciones que se ven, es decir,  por un lado el cogollo mandante militar-cívico encabezado por Nicolás Maduro pero sobre todo por Diosdado Cabello (yo diría que éste es el verdadero artífice de la conducción de la política contra el otro polo, que en este momento representa Juan Guaidó).  A pesar de lo que la gente pueda pensar Nicolás Maduro es el gordito bonachón que baila salsa y hace chistes malos; dice lo mismo que Diosdado pero de una manera menos hiriente, menos irritante. Pero lo que hace Diosdado diariamente: leer twitters y mostrar los videos, llamar a  personas del otro polo como  “María la loca” (Maria Corina Machado), por ejemplo, cuando  él es presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), insultar como si estuviera  en una partida de dominó… “María la loca”, “El jovencito éste” (Guaidó). También sugiere “mariconería” de varios dirigentes opositores (insultando así a sus propios “maricones chavomaduristas”…)  Sin son ni ton dice que la ANC va a expropiar la sede del diario  El Nacional.  Si tú estas hablando del allanamiento de la inmunidad parlamentaria del presidente (Juan Guaidó) de la Asamblea Nacional legítimamente electa en el 2015, cómo vas a decir acto seguido que “vamos a expropiar la sede de El Nacional para poner una universidad nacional de comunicación…popular, porque lo que les arde es eso, la palabra popular”. Eso no lo puede hacer; se perdieron las maneras, pero no ahorita, hace tiempo. Chávez hacía lo mismo, pero siquiera él había dado un golpe de estado, fue a las elecciones y ganó legítimamente el 98 y fue  el 2000 a la reelección y volvió a ganar. Entonces no es lo mismo que Diosdado en 2019, que insulta  a cuenta que fue electo por su partido y su gente y sus acólitos, presidente de la ANC. ¡Las cosas que dice de Luisa Ortega Díaz, bueno! Es que un pram en una cárcel no habla así, precisamente para seguir siendo pram cuida las palabras para poder seguir siendo el pram.

Por el otro lado, el otro polo, el que se oye, el que es visible, es el polo que representa a lo más radical de la oposición, lamentablemente para la gente de la oposición de izquierda socialdemócrata como yo (que lo somos desde que Chávez ganó en el 98, por quien nunca votamos…tampoco votamos por Arias Cárdenas después, porque venía de lo mismo, no ibamos a cambiar a uno por su amigo y compadre, que venía de  la misma formación ante el mismo Samán de Güere, el mismo árbol de las tres raíces). Esta gente lamentablemente para nosotros la oposición de izquierda socialdemócrata, tanto de Chávez como de Maduro, aún es mayoría en la oposición y es de derecha,  siempre lo ha sido. En este orden  están los partidos a la derecha: primero “Vente Venezuela” que es el de Maria Corina Machado que ¡cómo será de derecha,  que ella se fue de la MUD porque no la aguantaba por izquierdista! En segundo lugar está “Primero Justicia” y en tercer lugar “Voluntad Popular”. Ellos tres forman la mayoría de la oposición venezolana. Cada vez que viene alguien y me dice: “es que ustedes de la oposición tienen que separarse… les recuerdo  que la aún minoritaria oposición de izquierda socialdemócrata siempre se ha separado de la mayoritaria de derecha. Yo fui una de las personas de la oposición que votó, en aquellas primeras  primarias que se hicieron, por Teodoro Petkoff (las ganó Manuel Rosales). En esa época, todavía los socialdemócratas teníamos algo de fuerza, fíjate que gana Manuel Rosales y Teodoro fue el primero que lo reconoció. Cuando uno pensaba que Teodoro podía llegar a ser el tipo de la oposición que podía hablar con el chavismo –era una cuestión lógica– perdimos. Fue lo mismo que hicimos con Henry Falcón el 20 M 2018 ¿por qué un millón y medio de venezolanos votamos por Henry Falcón? Precisamente porque él es una persona que viene de haber sido, en algún momento, chavista, por lo tanto es una persona  a la que tú no le puedes endosar una cuenta de Acción Democrática, Copei, etc. Votar por HF era como decir: “aquí no podemos ganar sólos, vamos a poner una persona que no será lo mejor del mundo, pero que puede conversar con los chavistas decepcionados, porque viene de ahí”. Además había sido gobernador de Lara  dos veces, la primera vez apoyado por Chávez y la segunda por su cuenta; también es  un tipo que sabe hablar con los militares. Esa oposición mediadora es una oposición que esta más cerca del chavismo disidente y crítico. Y sin embargo los abstencionistas de la mayoría de la oposición  nos dieron una paliza, esa es la verdad.

Por eso los polos que se ven en los medios y las redes son irreconciliables, porque no hay fuerza de la oposición de izquierda socialdemócrata suficiente. Uno ve por ejemplo la posición post 23 E 2019  de AD, UNT, ABP, todos esos que vienen de AD, estuvieron callados hasta que el 30 A 2019 que acompañaron a Guaidó en La Carlota. Antes no querían enfrentarse públicamente a la oposición que representa a Guaidó, aunque sabían que ese proyecto tenía piernas cortas. Porque aquí en Venezuela no hay ninguna posibilidad de gobernar si usted — llegado el momento–  no suma a los chavistas críticos y disidentes. Pero no “sumarlos” como quiere Maduro, sentados 4 años en una mesa mientras él sigue equivocándose, tiene que ser un diálogo que dure 4 semanas máximo, tiene que ser una cosa rápidaY no puedes hacer aquí una mesa de diálogo donde no esté desde el padre José Virtuoso, que es quien dirige de verdad el Frente Amplio, o  Nicmer Evans, a quien  Diosdado llama “el tipito ese”, cuando todos sabemos Nicmer Evans fue chavista hasta hace poco y sabemos que sigue viviendo en Catia, así que cómo le vas a decir por el Canal de todos los venezolanos, el Canal 8, “tipito vendío, cuánto te están pagando”, pero ¿qué es eso?

Entonces con Diosdado y María Corina no se puede hablar, esos no son interlocutores, son iguales, parecen que hubieran nacido de la misma madre y del mismo padre, así no se puede. Pero si se puede con los matices del chavismo y lo que yo llamo, en general, la oposición de izquierda  socialdemócrata. Ahí si hay posibilidades y yo creo que por eso… la paz es a largo plazo, o por lo menos a mediano plazo. A corto plazo se va a decidir de la peor manera, ya se vio ayer, a Guaidó le van a hacer lo mismo que le hicieron a Leopoldo y a Capriles: dejar que se desgaste en la calle, montarle expedientes e inhabilitarlo como candidato presidencial en una eventual elección. U obligarlo a irse del país dictándole auto de detención, como hicieron con  Julio Borges y Ledezma. O meterlo preso como Leopoldo López. Por supuesto que yo preferiría que lo sacaran, que se fuera, porque desde afuera él puede seguir haciendo lo que está haciendo.

Y esto que está esperando Guaidó, que las masas salgan a la calle y lo apoyen “hasta que cese la usurpación” tiene un tiempo que se agota. Una sabe muy bien que aquí los conflictos más grandes del mundo sacan a la calle a la gente mes y medio, dos meses máximo, luego la gente se pone a limpiar su poceta, a buscar el Ajax; ahora más, porque ahora hay que buscar primero la harina de maíz para las arepas del día. Una marcha un día, una semana, quizás un mes, pero llega un momento en que ya no sales porque la gente tiene que sobrevivir. Ya eso esta pasando, ya esta yendo menos gente y sobretodo la gente más política. Hay muchas cosas que Guaidó daba por sentadas el 23E que ya no son así, especialmente después del fracaso del 30 de abril frente a La Carlota.

Hay señores y señoras que creen en milagros y están esperando que EEUU haga más de lo que está haciendo. Personas que no se dan cuenta que el daño a las cuentas del gobierno venezolano en el exterior es mayor que si llegaran los marines, que la invasión ya comenzó pero on line, por la vía de los bancos, que es como se hacen las guerras modernas. Si tú le quitas al tipo petrodólares por la venta del petróleo y sigues recibiendo petróleo por Citgo ya está, no tienes que hacer mucho más, sólo tienes que esperar que la fuente económica del poder del gobierno cese. Es lo que está en marcha. Las amenazas de Trump, Pence, Pompeo, Abrams y Rubio sólo nos distraen de lo verdaderamente serio que ya comenzó.



En especial, el conflicto político cómo ha afectado a las mujeres y las sexualidades disidentes

GE: este conflicto no ha afectado en nada porque eso ya estaba mal. La polarización no comienza el 23 de enero de 2019 (cuando Guaidó se juramentó en plaza pública),  la polarización es antigua y se ha llevado por delante la posibilidad de que las mujeres de los dos polos se sienten a armar una agenda única, como hacíamos antes. Ya una vez te conté como Elizabeth Friedman hizo la historia del movimiento de mujeres venezolanas: asistiendo a discusiones donde estaban, por ejemplo,  María León (PCV. CUTV, CONGMujeres) y Mercedes Pulido (Ministra de Herrera Campins, COPEI);  las dos le abrieron las casas, las dos prestaron sus archivos porque lo que querían es que saliera la historia. María León decía horrores de lo que no le habían dejado pasar en su partido y Mercedes Pulido hacía lo mismo hablando del suyo y las dos acordaban—con 40 organizaciones más reunidas en la CONG de Mujeres, fundada en 1985)– una propuesta común. ¿Cuál fue la  estrategia para ganarse a la fracción parlamentaria de Copei, para que tomara la palabra un varón e hiciera la propuesta? Había que hablar con AD con el que Copei hacía mayoría parlamentaria. Así los cuatro gatos parlamentarios de izquierda sólo alzaron la mano apoyando la alianza que las mujeres habíamos forjado; eso se hizo con el Código Civil todavía vigente y con la Ley O. del Trabajo de 1990.

Por ahí me están invitando otra vez a una reunión de mujeres de los dos polos y ya les dije, no voy a ir porque no nos vamos a poner de acuerdo sobre intervención militar y económica o no intervención. Voy a perder el tiempo, más bien voy a sacar más enemistades de las que ya tengo ahí.

Yo diría que del 98 para acá las leyes (excepto la nueva ley de violencia) los reglamentos y los decretos a favor de las mujeres han salido de un sólo lado, nunca llamaron a las “escuálidas” cuando la historia del movimiento de mujeres en Venezuela demuestra que cuando tú haces eso, las “escuálidas” estarán en contra sin leerlas, porque no fueron consultadas (y tendrán razón). ¿Tú crees que cuando nosotras hacíamos esas reuniones aquí en el CEM, en 2006 por ejemplo, y hablaban las mujeres de AD o de Copei contra la despenalización del aborto no nos daban ganas de romper con ellas? Pero la historia nos decía que sin unidad no se avanza. Lo que hicimos en el documento a la AN solicitando despenalización del aborto (engavetado cuando Cilia Flores presidía la AN) fue agregar una nota al pie de página precisando que XyZ salvaron el voto, pero que lo aprobaban tantas organizaciones y tantas personalidades del sector salud. Siempre tiene que abrirse el espacio para las mujeres, incluso para que la copeyana o la evangélica oigan lo que proponen las otras y lo pueda contar en su partido o su iglesia. Esto nunca ha podido ser desde que Chávez tomo el poder, nunca.

¿Qué es lo que han hecho en lugar de buscar la unidad de las mujeres? Algunas chavistas de mente abierta han llamado a las otras en calidad de asesoras. Por ejemplo, cuando Marelis Pérez Marcano estaba luchando en la AN por las leyes de seguridad social, para que se incluyera la implementación del art. 88 de la Constitución, que es el del valor económico del trabajo en el hogar, me contrató a mí de asesora por seis meses. Entonces yo era profesora del Postgrado en Seguridad Social y lo que yo había dicho y escrito para esa área lo llevaba en papel, se paraba en el Parlamento y lo decía. También cuando se redactó la ley de violencia vigente, después de derogada la anterior, Gabriela del Mar Ramírez (presidenta de la Comisión Mujer, Familia y Juventud de la AN, mi ex tesista de la UCV)  se comunicó con el CEM de la UCV – donde se había redactado la primera ley de violencia—y contrató a su directora como asesora, que era Magdalena Valdivieso, quien llevó las opiniones de las feministas que habían redactado la primera ley, como Ofelia Alvarez, ex directora  del CEM.

Fíjate que no eran mesas políticas para negociar entre todas unanimidad de criterios. El chavismo usó la vía de la contratación de asesores o de la invitación. Una vez me invitaron a mí también para hablar del nombre de la ley de violencia, el nombre que le iban a poner. Discutí el punto con Al Aissami pero Gabriela y las demás de la comisión apoyaron mi propuesta.

Sin unidad las mujeres nunca han logrado algo duradero. En la discusión del Código Civil vigente, a comienzos de los 80, los medios de comunicación  estaban siempre afuera del Parlamento y nos decían: “¡ay, otra vez Argelia Laya, Isabel Carmona, Mercedes Pulido y Marianela Salazar (consejala de AD en Petare, que entonces tenía un programa de TV que se veía mucho) con la “cosa” del Código Civil!”. Y los hombres de los partidos decían “¿pero ustedes van a seguir con ese piquete allí afuera, qué es lo que ustedes quieren?”. Entonces, cual “loras”, les repetíamos los objetivos, una y otra y otra vez. Y la reforma  salió por unanimidad sin un voto salvado. Así se aprobó también la Ley Orgánica del Trabajo, sin un voto salvado, este último fue un trabajo que hizo la Coordinadora de ONG de Mujeres que fundamos en 1985 en la Sala E de la UCV. Siempre nos reuníamos con Virginia Olivo, ministra de familia de Lusinchi y siempre estuvimos de acuerdo.

Hay quienes consideran que la violencia puede incrementarse bien sea por una invasión o por abierta guerra civil, ¿qué impactos tendría esto en la vida de las mujeres y las sexualidades disidentes?

GE: bueno el impacto sería igualito para hombres y mujeres, heterosexuales o sexodiversos. En una guerra civil se pospone la vida pública, la ciudadanía, hasta nueva orden. Está visto que nadie en EEUU está interesado en esto seriamente. ¿Qué es lo que ha hecho Trump, que es el gringo  malo  (Obama es el gringo bueno, que hace poco estuvo en Sevilla y tenía paralizadas las calles por donde pasaba dando autógrafos)? Pues enseñar los dientes y ordenar  a sus perros chiquitos que hagan lo mismo, mientras él llega a acuerdos con Putin, China, Irán y los países de la zona que conforman el Grupo de Lima. Enseñan los dientes pero no muerden. Por suerte. Y es que, paralelamente, la propia legitimidad del triunfo de Trump está en entredicho desde el primer día de su presidencia, el no puede ir a una reelección en el 2020 lanzando una invasión en Venezuela. La invasión la están haciendo, como te decía, en los bancos; quitando las visas a la claque del alto gobierno de Maduro, congelándoles bienes personales y, más recientemente, prohibiendo llegar o salir de EEUU todos los helicópteros YV que es el código venezolano. La estrategia de EEUU es una estrategia de guerra, pero no de guerra convencional como la que estamos acostumbrados a ver en la películas de Coppola: los helicópteros bajando en Vietnam en los arrozales, eso no va a pasar. En el Grupo de Lima está EEUU y ese grupo decidió que la estrategia militar no era adecuada en este momento, que eso no le conviene a nadie. Uno de los que protestó más contra una intervención militar fue, precisamente, Duque, porque está en frontera y no le interesa tener un conflicto encima;  ahora está protestando porque hay unos aviones rusos aquí,  que es lo mismo que hizo Chávez cuando Uribe, supuestamente, intentó autorizar una base militar gringa en Colombia. Bueno, Duque le está pagando a Venezuela con la misma moneda que Chávez a Colombia cuando Uribe. Pero si EEUU y otros países que reconocen como presidente legítimo a Juan Guaidó le congela a Venezuela los pagos por petróleo o compra cada vez menos  ¿qué va a pasar cuando el Estado-gobierno ya no pueda pagar sueldos, salarios y  bonos de los que sacaron el  carnet de la patria, los Clap, las pensiones, cuando no se pueda seguir ofreciendo Misión Vivienda y Barrio Adentro a nadie, como –por cierto— viene pasando hace años, desde que cayó el precio del petróleo y la corrupción se extendió por toda la administración pública?

La historia del movimiento de mujeres en Venezuela muestra que siempre, cuando hay una situación política extrema,  la discusión específica se para. Se convierte todo en comité de mujeres solidarias con los presos políticos, con los desaparecidos, búsqueda de desaparecidos, atención a las viudas de los muertos. Es decir, se vuelve al rol original de la mujer maternal, protectora, caritativa, que hace ollas populares, esa es la historia. Y sobre la sexodiversidad, despenalización del aborto, etc nada que ver. Ya mismo, sin que haya pasado más, se considera casi “obsceno” tratar estos temas (derechos sexuales y reproductivos).

Antes del primer apagón del 9 de febrero de 2019,  fui invitada por Las Comadres Púrpuras al Celarg para hablar de la historia del movimiento de mujeres en Venezuela; eran 15 minutos y yo iba a empezar diciendo que lo mejor sería que, si alguien presente quería saber algo del movimiento de mujeres de Venezuela,  me lo preguntara en el espacio de preguntas y respuestas, porque eso está muy dicho, muy escrito, y que más bien habláramos de qué se puede hacer en este momento. Eso es lo que pasa en las coyunturas, basta que se pare una y diga “¿qué piensan usted de la falta de agua, de luz, de café, leche y harina?” y ahí se acaba la conversa histórica, con toda razón. A menos que vayas a proponer una estrategia de alimentación colectiva, como las ollas populares o la distribución a través de las organizaciones internacionales de caridad y ayuda humanitaria; a menos que vayas a proponer esto, todo lo demás no tiene sentido. Tiene sentido para los tesistas que están ahí, para las que escriben. Esto es lo peor que está ocurriendo hoy (17-5-2019): que la realidad te aplasta y hace obscena cualquier reflexión que vaya más allá de la sobrevivencia.

Cuando en noviembre 2018 fui a dar la clase inaugural de la I Jornada de la Historia Feminista de Venezuela  en el Consejo Nacional de Historia, había muchísima gente afecta al gobierno y algunas feministas que fueron solo a oírme, pero en total había mucha gente. A la salida se me acercaron dos señoras, las típicas señoras amiguitas de iglesia o de barrio, que no van a esos foros académicos solas y siempre llegan tarde; pero llegaron con un grabador y me dijeron que ellas venían de un periódico comunal y que les resumiera las 20 páginas de mi ponencia “en relación a lo que se está discutiendo ahorita” me dijeron. Les respondí “Ustedes conocen las consignas que las feministas chavistas están discutiendo ahorita: despenalización del aborto, contra la violencia de las mujeres y matrimonio de personas del mismo sexo… pero yo no hablé de eso, yo hablé de la historia de las mujeres y cuándo esas consignas habían entrado en la agenda venezolana”. Sin oirme insistían: “ajá, resuma, pero rapidito”… Esa es para mí el ejemplo de la desinformación general de las mujeres que están tomadas por la sobrevivencia cotidiana. Estoy segura de que no pudieron escribir nada sobre eso que les resumí “rapidito” en dos minutos. Imagínate un auditorio lleno con gente que se ha movilizado de su barrio para sentarse ahí, a oír qué le van a decir las mujeres en relación a sus problemas. O le das los teléfonos de la línea para el aborto seguro, o un teléfono similar para violencia, o le dices dónde están unos puntos libres de wifi, o puntos de agua, lo demás está de más. Ahora imagínate una guerra civil o una invasión… ahí las llamadas van a ser para preguntarte: “¿me puedes esconder?”.

¿Ves incidencia de la geopolítica en el conflicto venezolano, cuál y cómo sería?

GE: ya lo estamos viendo. Por ejemplo un hecho nuevo, que Colombia y Brasil tengan presidentes que no sólo ganaron las elecciones sino que arrasaron en las elecciones. Lo de Bolsonaro es vergonzoso: arrasó con el voto joven de las favelas. Un hombre que piensa así de los extranjeros, de los homosexuales, de las mujeres; es igualito a Trump hasta en la gesticulación, hace y dice  muchas cosas como él. Es capitán del ejército como Diosdado. Sabe de lo que habla cuando justifica el uso de armas y esa es la gente que tenemos en la frontera. Por supuesto le da mucha fuerza a Trump en la zona y es por eso que puede enseñarnos los dientes: Trump enseña los dientes ahorita y a los 10 minutos está Duque y a los 20 está Bolsonaro enseñándolos.

Hay un cambio muy claro del panorama geopolítico en relación a Venezuela. Agravado por el hecho que tenemos un gobierno desgastado por su incompetencia y 20 años en el poder, Venezuela no está acostumbrada a tener 20 años en el poder a nadie, porque antes cambiábamos cada 5 años, se alternaban AD y Copei. Luego está el fracaso del modelo económico, que es una cosa que no tenían prevista. Antes el ensayo estaba, pero había petróleo que lo aguantara. Fue un ensayo de satisfacción de las necesidades básicas de 30 millones de venezolanos que se fue al traste con la caída del precio del petróleo y con la polarización política. Porque se ha usado lo que tenía que ser para 30 millones para paliar necesidades básicas de los adeptos. Tú ves en una misma familia como llegan los que tienen la bolsa Clap a intercambiar productos con los que no la reciben por otra cosa. O a venderlos (“bachaquearlos”). Se tergiversó todo el asunto de la necesaria asistencia a los más pobres. La necesaria asistencia a todos los pobres mutó a la necesaria asistencia a mis adeptos para seguir manteniéndome 20 años más en el poder y así enfrentar a los “escuálidos” que ojalá –como dicen siempre– se acaben de ir. En cualquier discusión familiar te dicen “¿pero cuándo te vas? ¡vete pues, vete!” esa es la idea principal  del discurso del subsidiado: “sino te gusta, vete”.

La crisis es tan grave y tan difícil de manejar para este gobierno, que es obvio para todo el que se relaciona con jóvenes. Gran parte de los jóvenes se están yendo, pero esto arreció del año 2017 para acá, no es de 20 años, tampoco desde el 2014. Desde el 2017 para acá y con mayor contundencia desde el 18, una enorme cantidad de jóvenes chavistas también se ha ido, por las mismas razones de los no chavistas: búsqueda de mayor calidad de vida en un país con moneda fuerte. Yo lo puedo ver en mis estudiantes y en mis pacientes, diría que se dividen en dos: los que tienen clarísimo que se quieren ir “a lo que sea” y los que están resistiendo para irse de la mejor forma, porque no se quieren ir de forma definitiva, sino que quieren salir para hacer postgrados o ganarse una plata para ayudar a los que se quedan y luego volver. Y hay una gran cantidad de jóvenes chavistas que se han ido y tienen argumentos políticos para hacerlo: “¡yo no trabajé para esto!”… Lo que más me conmueve a mi de los jóvenes chavistas es la edad en que se hicieron chavistas, eso es para ponerse a llorar, muchachos que tenían 10 años, que apenas iban a entrar a primer año de bachillerato cuando ganó Chávez y a sus 18 votaron por primera vez por él porque estaban emocionados por lo que estaban viviendo y ahorita, en medio del fracaso del proceso, tienen 30 años. Se sienten usados, traicionados, ellos no fueron “enchufados”, aunque algunos son funcionarios de gobierno pero sin prebendas, no les han dado altos cargos, ni carro, ni chofer-escolta, ni apartamento, nada de eso. Siempre les pregunto cómo llegaron ahí siendo niños, adolescentes. Siempre ha sido una maestra o un profesor o pasaron por una plaza y vieron un montón de jóvenes vestidos de rojo y se acercaron, vieron la figura del Ché y ese ícono los atrajo. Sufren una mezcla de culpa, dolor, sentimiento de tiempo perdido. Cuando yo los oigo me digo que una está mejor, porque a mi todo el “proceso” me agarró en una edad en la que había vivido eso que ellos están viviendo pero breve, porque la guerrilla aquí duró 8 años y pasado ese tiempo supimos que nos habíamos metido en un callejón sin salida; dolió pero pudimos pasar rápido de Alí Primera a los Rolling Stones. Pero estos tienen 20 años en esos años 60 eternos y ahora el “proceso” los tiene varados  esperando la caja Clap que tienen que compartir porque el resto de la familia no la recibe. O pasan meses o años esperando cupo para su hijo en el Simocito de su barrio, después de haber fundado el concejo comunal  de su zona.

Hay posibilidades de diálogo entre los polos enfrentados, en todo caso, que elementos serían necesarios para concretar la posibilidad de diálogo.

GE: entre los polos enfrentados la única posibilidad es un diálogo auspiciado y supervisado por una instancia respetada por los dos lados. En este momento en que se ha tomado posiciones internacionalmente (54 países reconocen a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela) esa instancia podría ser  la ONU. Porque aunque la OEA no ha tomado posición — porque no puede hacerlo estatutariamente–  Almagro lo ha hecho todo a titulo personal como secretario general y así se ha borrado como mediador posible. En cambio Guterres ha dejado claro que la ONU no puede tomar posición entre los dos presidentes de la Venezuela actual: Maduro y el presidente de la AN considerado legítimo por 54 países.

La oposición minoritaria ha mantenido silencio sin negar apoyo a Guaidó. El mismo 23 E al concluir la manifestación a la que asistí, fui sorprendida como otros miles por la autojuramentación en plaza pública. Escribí en mi muro de FB que eso no tenía vida, lo conversé con varias personas que estuvieron ahí también, como Magdymar León de AVESA, Andrea Pacheco de Marea Socialista, Anaís López, algunas Comadres Púrpuras, feministas que respeto mucho porque hay que ver lo que es venir de donde vienen y ser ahora de la oposición a Maduro. Todas las que te acabo de nombrar son feministas anti-intervencionistas y esa es la posición de la izquierda socialdemócrata, la oposición que no puede estar de acuerdo con ninguna intervención. Igualito digo si los rusos no se acaban de ir; si vinieron en una misión oficial, bien, que se vayan ahora o que se queden haciéndole mantenimiento a sus aparatos pero nada de establecer una base. Aquí no debe haber bases militares ni chinas, ni rusas, ni de Estados Unidos, esto no es territorio para montar bases, así como no aceptamos que Duque las monte en Colombia. Esta es la primera declaración del Documento que firmamos hace poco cientos de venezolanos antimaduristas pero también no intervencionistas.

Ayer ví a María León en la ANC, algunos pidieron paredón para Guaidó y ella estaba hablando en el podio. La denuncié en mi muro hoy, porque no me lo podía creer. Recibí un mensaje que decía “ahí está tu amiga pidiendo paredón”. Busqué el video: no había sido ella, pero ella tenía que haber dicho  cuando pidieron paredón: “no compañeros, paredón no, porque yo soy feminista y las feministas siempre hemos estado en contra de la pena de muerte”. Siempre, porque la pena de muerte  ha sido usada políticamente, también contra las feministas, como Olimpia De Gouges a comienzos de la Revolución Francesa. Es la manera de castigar a la disidencia y espantarla: de ahora en adelante si Indhira hace algo que me moleste, le monto un expediente y la paso por el paredón. Fue lo que hicieron en la revolución francesa y en la cubana también. A Robespierre le pidieron que no aceptara que le cortaran la cabeza a Danton, se envalentonó porque los jacobinos eran mayoría y poco después se la cortaron a él. Por eso es que la pena de muerte no puede ser una opción, en los casos de los mayores criminales de la historia está la máxima duración o la cadena perpetua.  María oyó y se rió y entonces pidió “tribunales populares”, para llevar a Guaidó por todos los estados para que el pueblo decida;  ¡imagínate! el pueblo puede decidir empalarlo ¿entonces lo vas a empalar? La ANC coincidió ayer con el Sultán de Brunéi que hoy aprobó pena de muerte (apedrear y lapidar hasta la muerte) para los homosexuales y para las adúlteras, así como cortarle la mano derecha a los ladrones. Como todas las feministas árabes han dicho, cuando un hombre se quiere quitar una mujer de encima dice que su hermano o un vecino le dijo que se había acostado con él.

Y cuáles serían los temas que a tu juicio, deben incluirse en la agenda para el diálogo

GE: el primer tema es llamar a elecciones cuanto antes, no tiene que ser mañana, ponerle una fecha. Para lo cual se necesita, que el CNE recompuesto un día diciembre 2014 en la madrugada por Diosdado Cabello (cuando era presidente de la AN)  sea sustituido temporalmente por otro elegido por acuerdo de las partes, que  llame a elecciones generales (presidenciales y del parlamento que le tocaría después designar a un CNE y otros poderes por mayoría de votos). Para esto debe garantizar que no haya inhabilitaciones para candidatos y partidos y una actualización del REP. La lista de inhabilitados en los últimos años es un horror. Yo que vengo del MAS que ahora son cuatro gatos no puedo entender que el CNE le diera habilitación y no a “Primero Justicia” que es mayoría en la oposición, aunque me duela.  Esa fue una decisión política más del actual CNE ¿por qué?  porque el MAS no es un peligro electoral pero sí PJ. En unas elecciones libres de verdad habría que elegir también a gobernadores y concejales, pues la oposición mayoritaria fue a la abstención y también desconoce esos cargos unilateralmente electos. No puede tener legitimidad ganar con la abstención de tu principal opositor, es como amarrarle las manos al hombre que está en el ring frente a tí.

Después de las elecciones libres, el tema será el reacomodo del tablero político con la participación de los dos lados que se midieron con igualdad de condiciones en elecciones libres de Tibisay Lucena y compañía de militantes del PSUV que cínicamente aseguran que son ex militantes.  Elecciones libres de un CNE que ha permitido – y esto lo impuso desde el comienzo el propio Chávez, no es un abuso del madurismo— que el Ejecutivo durante meses antes del período oficial de campaña se haga  propaganda gratuitamente por los muchos medios de comunicación del Estado, mientras que la oposición debe pagar cada minuto que salga su propaganda al aire en el breve período de campaña.  Un CNE que impida (no sugiera) los puntos rojos a las puertas de los centros electorales, donde  escanearon el carnet de la patria para luego darle un bono que, abiertamente, Maduro anunció en cadena nacional de radio y TV.  El costo económico para la disidencia en las campañas es imposible de pagar.

Los canales abiertos que no se pagan son todos del Estado-gobierno. Los talibanes de la oposición (que, repito, son mayoría)  hablan pésimo de Globovisión y de Televen, pero a mí me parece que siguen siendo los únicos dos canales donde yo puedo oír ambas posturas. Las oigo en Vladimir a la Una,  Con Todo y PenziniEsta es la claveBrújula Internacional, etc Y en los noticieros de los dos canales. No comparto la opinión talibana de la oposición de que son dos “canales chavistas vendidos”. Si así piensan que vean a cualquier hora el Canal 8 (el canal de todos nosotros) para que sepan lo que es el Gran Hermano de George Orwell en la novela 1984. O Tves o los otros canales del Estado-gobierno (menos talibanes que el 8 pero igual de “cuadrados con el “proceso”).

El Instituto Universitario de la Paz y los Conflictos de Granada sostiene «Existe la paz negativa (hay paz cuando no hay violencia), la paz positiva (hay paz cuando hay justicia) y la paz imperfecta” ¿Cómo aplicarías esta afirmación a Venezuela?

GE: En este momento se están definiendo muchas cosas en Venezuela y creo que hay una paz negativa, la paz de la crispación. Es una paz que se impone porque hay una situación cotidiana de sobrevivencia que no permite ir más allá de marchar o teclear para las redes. Y lo peor es que puede poner más crispada desde el fracaso del golpe de Estado el 30 de abril, el allanamiento de la inmunidad parlamentaria y orden de detención a 20 diputados de la AN. Sin olvidar  a los jóvenes que cayeron muertos, heridos o detenidos en las protestas después del 23 de febrero, cuando se intentó que entrara la ayuda humanitaria internacional por las fronteras.

Yo no fuí a la marcha del 23 de enero para llegar a esto. La decisión de juramentarse presidente encargado conforme al artículo 233 de la Constitución sí la oí en aquella marcha maravillosa, por entusiasta y  multitudinaria; al oírla pensé: “¡no! estos no se van a tirar esa parada así”… pero se la tiraron. Me dicen que cerca de la tarima, alrededor de Guaidó, sólo había jóvenes de “Vente Venezuela”, “Primero Justicia” y “Voluntad Popular.

El 23 E escribí –como te decía al comienzo— que lo bueno de la sorpresa que nos dio Guaidó, es que le había dado un palo a la piñata. Eso sin duda estuvo muy bien. Fue un palo a la piñata porque se abrió con una interpretación que un montón de constitucionalistas famosos habían hecho del artículo 233 de la Constitución. El artículo prevé en ausencia del Presidente de la República (que no se había juramentado el 10 de enero ante la AN sino ante el TSJ, lo cual no contempla el artículo). Pero el mismo art. 233 dice que en 30 días hay que llamar a elecciones y Guaidó no lo hizo. En ese momento un pocotón de gente como yo reculó, porque para anticonstitucionalista ya tenemos a Nicolás Maduro que se ha pasado la constitución por arriba y por abajo. Nada más que ordenara que el TSJ declarara en desacato a la AN por los tres diputados indígenas del Amazonas que daban mayoría calificada a la oposición en la AN y luego impidiendo que el CNE llamara de inmediato a elecciones de los sustitutos, reanudó la violación que había comenzado –como precisó la Fiscal L.Ortega Díaz– con aquellas resoluciones del TSJ que le quitaban todas las atribuciones a la AN constitucionalmente consagradas. Y que hubiera apoyado, como la misma Fiscal LOD ha denunciado, que Diosdado rehiciera “entre gallos y medianoche” no sólo un CEN a la medida del PSUV sino que nombrara Contralor y Procurador, así como magistrados sin credenciales en un recompuesto TSJ.

La piñata se rompió el 23 de enero, fue un palo efectivo, porque al otro día los países en cascada comenzaron  a reconocer a Guaidó y a desconocer a Maduro. Hoy es 17 de mayo  de 2019 y esos países siguen manteniendo su posición, al tiempo que participan en varios escenarios de negociación entre las partes. Pero los gobiernos de esos 54 países deben estar un poco como estoy yo. Diran, ok,  “ya lo  reconocimos ¿y ahora qué hacemos?”, porque algunos ya no tienen embajada aquí y los negocios con Venezuela están frenados. La verdad más notable es que Guaidó no tenía los militares que se suponía que tenía el 23 de enero en la Av. Francisco de Miranda de Caracas. Que no los tiene se demostró el 30 de abril frente a La Carlota. La oposición sigue ganando internacionalmente, pero aquí adentro va ganando Maduro apoyado por los militares, que  recordemos que no están en los cuarteles, sino en las oficinas, de PDVSA para abajo. Cualquier que viva aquí lo sabe. Hay una amalgama de intereses de militares y chavistamaduristas que hacen difícil pasarse de un polo al otro.

Reconocí desde el 23 E tres errores fundamentales de esa juramentación. Primero: uno no debe juramentarse si no tienes bajo la manga una lista de generales y almirantes asegurados. Cuando el 23 de enero de 1958 se derroca a Pérez Jimenes quien da la cara desde el primer día fue Wolfang Larrazabal y otros uniformados. No salió Argelia Laya a pedirle a la Armada “que se colocara en el lado correcto”. Gente más cercana a Guaidó me dice que él fue engañado y es probable: a Chávez también lo engañaron, el 4F tenía una lista de generales de alto rango y se rajaron, él lo dijo, incluso dio algunos nombres. Esos militares que están asegurados son esos que nuestra historia dice que tocan la puerta del despacho en Miraflores y le comunican: “Presidente, con todo respeto, usted esta depuesto” (así le hicieron a Chávez en 2002). Pero  Guaidó no los tenía y ningún uniformado tocó la puerta del despacho de Maduro. Pero además, esa “estrategia” tenía que habérsela consultado o al menos informado al resto de la oposición. Por eso no vimos ahí a Henry Ramos Allup (AD) en la tarima ni a Omar Barboza (UNT), tampoco al Frente Amplio que ha desplazado a la MUD. No los invitaron, estaban como yo en la masa viendo a ver qué pasaba. Este fue el segundo error.

El tercer error es que si tú eres mayoría indiscutible en la AN, no tienes porque hacer en plaza pública lo que podías hacer en el recinto bajo techo, para  así tener la legitimidad de estarlo haciendo en cámara y contando los votos después de oír las opiniones de todas las fracciones ahí representadas. Creo que se quisieron evitar los discursos de AD, Copei, MEP, MAS, etc que probablemente hubieran estado contra una parada así. O –por lo menos– hubieran recordado que se corría  “el riesgo de que en 30 días hay que llamar a elecciones” y perderlas. Yo  hubiera hecho esta pregunta: “¿tienes al menos unos militares del alto mando decentes seguros?”.  Se lanzaron solos y eso hizo que los otros estén viendo recoger los juguetes y dulces de la piñata, pero a distancia, porque ellos no fueron consultados en la AN y por tanto no son responsables de una mala estrategia.

Para mi Juan Guaidó, igual que su mentor Leopoldo López (ambos fundadores de Voluntad Popular) están siendo los perfectos chivos expiatorios de una estrategia que se les fue de las manos y ahora está en manos de Putin y Trump y los países aliados de ambos.  Se han “puesto para que les den”, confiando en que las masas los van a sacar de las cárceles o de las embajadas, no sé de dónde han sacado eso. Quizás cuando lleguemos a elecciones libres ellos ni siquiera sean los candidatos presidenciales que ganen en unas primarias en la que ya se vislumbran varios candidatos.

¿Cuál sería el rol de las organizaciones sociales en la construcción y sostenibilidad de una cultura de paz para Venezuela?

GE: Muchas de las organizaciones sociales que existían en la IV República existen todavía y están haciendo su trabajo. A una puede gustarle o no el sesgo ideológico que sus coordinadores tengan, porque también algunos están muy polarizados, pero lo importante es que siguen haciendo su trabajo social y las comunidades lo reconocen.  En una situación en la que ya se haya superado la polarización por la vía de un diálogo forzoso de todas las partes (incluso partes que no son visibles ahorita) auspiciado por una instancia internacional (o más de una) si se puede construir y sostener una cultura de paz. De nuevo la historia universal nos lo demuestra.

Hay que volver al inicio de las organizaciones sociales: quien está trabajando con los indígenas no puede andar vestido de rojo, la que está trabajando con las mujeres no puede decir que no quiere oír a la compañera Gioconda Mota porque viene del chavismo. El rol de las organizaciones sociales es impedir eso, decir “un momentico, esta es una organización de mujeres: aquí estamos hablando de la despenalización del aborto ¿cómo que no puede hablar Gioconda Mota?”. Ese es el trabajo, retomar las reivindicaciones específicas de esas organizaciones de mujeres.

Una de las organizaciones que ha funcionado mejor es ACCIS, que lucha por los derechos a la salud de los y las VIH positivo. Fíjate: hicieron alianza con el departamento de infectología del Ministerio de la Salud y solicitaron a las instancias  internacionales los retrovirales que esa población requiere. Como está prohibido en Venezuela que las organizaciones sociales los reciban directamente, los recibe el ministerio de salud y ACCIS va con ellos y ambos deciden la mejor distribución gratuita.

Ahorita esta dando una lección también la Cruz Roja Internacional, cuando vieron que se estaba politizando la cosa ellos dijeron que no recibirían nada. Cuando eso pasó a mayores el presidente de la Cruz Roja Internacional dijo: “nosotros si vamos a recibir la ayuda humanitaria a Venezuela siempre y cuando no veamos ni un papelito de propaganda política de nadie”. Así, trajeron en caravana lo que estaba desde el 23 de febrero en la frontera con Brasil y Cúcuta pero ni Guaidó, ni Maduro pudieron decir que eso se estaba haciendo por ellos ni aparecieron entregando paqueticos y besando viejitas y muchachitos. Así que ese es el papel, trabajar impidiendo que se repolarice la construcción de paz.

La paz no es un ámbito específico del género femenino, ni las mujeres poseen una predisposición natural para la misma, sino que su construcción es una tarea que concierne a ambos sexos por igual. Sin embargo, es innegable el hecho de que las movilizaciones de mujeres han incluido muy a menudo la paz entre sus reivindicaciones, tal y como puso de manifiesto la alianza entre el sufragismo y el pacifismo primero, y las uniones recurrentes entre feminismo y pacifismo después. En conflictos que han ocurrido en AL y el Caribe, los colectivos de mujeres han jugado un papel importante para la paz ¿crees que en Venezuela sería posible replicar esas experiencias? ¿Quiénes serían las sujetas de esas experiencias? Qué condiciones deberían cumplirse?

GE: en el caso de los movimientos de mujeres las sujetas serían todas aquellas organizaciones que habiendo estado polarizadas, nunca han discriminado las consignas específicas feministas. Estoy en contra y siempre lo he estado contra esas “asociaciones de damas de no sé que”… porque, como sabemos todas las feministas que en el mundo hemos sido, tener vulva no es ser feminista. Cada vez hay más hombres feministas, aunque no tantos como a algunos les encanta decir. Sujetas serían, pues,  aquellas organizaciones que han sostenido por décadas o se han sumado recientemente por la lucha por las reivindicaciones específicas de las mujeres, independientemente de su orientación sexual. ¿Quien me va a decir que no son feministas las mujeres de la Línea Aborto Seguro o del Entrompe de Falopio? En cambio, yo dudo de otras, por ejemplo de muchas de las parlamentarias de la ANC que estaban ayer aplaudiendo y pidiendo paredón, yo no creo que sean feministas. Y me duele, porque algunas lo fueron (María León, Marelis Pérez Marcano).

Dentro de las organizaciones de la oposición que han sostenido más allá de la polarización su bandera feminista, está AVESA, particularmente Magdymar León. Y recientemente Marea Socialista — particularmente Andrea Pacheco— que no le saca el cuerpo a los temas feministas, como aborto, prostitución infantil, prostitución en la frontera, trata de blancas, esos son sus temas. Me encantan otras feministas chavistas disidentes como  Las comadres púrpuras y especialmente mi alumna Kika Martorell. Y las mujeres del Entrompe de Falopio porque sabiendo que yo iba a responder lo que he respondido te enviaron a ti, que también fuiste mi alumna, a entrevistarme sobre la paz hoy en Venezuela. Gracias por eso. Seguimos en contacto.

F

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Libro: ¿Qué quiere el movimiento feminista? Reivndicaciones y Razones

Licencia: CC BY-NC-ND
ISBN: 978-84-12-04782-0
Coleccion del libro: Lemur
Idioma: Castellano
Número de páginas: 71
Dimensiones: 150×200

Fecha edición:20/05/2019

Materia:  Feminismo
Reseña: El 8 de marzo de 2019 miles de mujeres tomamos las calles. Fue un grito global que nos unía a mujeres de otras tierras. Precedida de las revueltas de años anteriores, la huelga fue también resultado de un proceso colectivo de las mujeres y grupos que formamos la Comisión Feminista del 8M de Madrid. Durante meses debatimos y analizamos los objetivos y las razones que cada una tenía para hacer esa huelga y lo recogimos en este documento. No es, ni pretende ser, un inventario de las reivindicaciones feministas, pero sí un reflejo de nuestros consensos. No están todas, pero todas las reivindicaciones que están forman parte de una agenda feminista imprescindible y siempre abierta. Porque sabemos desde dónde hablamos: desde un feminismo internacionalista, antirracista, anticapitalista, que lucha contra la heteronormatividad. Ojalá sirva para animar
muchas más revueltas feministas.
Descargar: https://www.traficantes.net/sites/default/files/pdfs/LEM9_8M_web.pdf
Fuente: https://www.traficantes.net/libros/%C2%BFqu%C3%A9-quiere-el-movimiento-feminista
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¿Por qué lo llamamos amor si es acoso sexual?

Por María Acaso

Imagina que estás tumbada o tumbado tranquilamente en el espacio público. Tus ojos están cerrados, tus brazos reposan a ambos lados del cuerpo, estás quieta, eres vulnerable. Puede que estés dormida o dormido, o puede que no. Pero, evidentemente, estás en un proceso de introspección. De repente, sin tu consentimiento, un desconocido o una desconocida te besa en la boca… ¿Cuál sería tu reacción?

En mi caso, desde luego, la primera reacción sería de perplejidad, seguida de la furia que nace de la indignación. Me sentiría absolutamente indignada si un ser humano, sea del género que sea, se tomara la libertad de ejercer en mi cuerpo un gesto que, en la cultura a la que pertenezco, se entiende como un signo de máxima intimidad que inicia el proceso del ritual sexual y autoriza la continuación hasta el coito; un gesto muy diferente al de un beso en la frente o en la mejilla, ya que frente y mejilla no son orificios, y la boca sí.

Un beso en la boca es un acto sexual; un beso en la mejilla o en la frente no lo es. Culturalmente, para la mentalidad europea, el inicio de muchas relaciones sexuales se sella con un beso en la boca. Por lo tanto, si un desconocido, sin mi autorización explícita (me pregunto cómo voy a rechazar algo explícitamente si estoy dormida), me besa en la boca, estamos hablando abiertamente de acoso sexual, entendiendo el acoso sexual, según la RAE, como el «Tipo de acoso que tiene por objeto obtener los favores sexuales de una persona cuando quien lo realiza abusa de su posición de superioridad sobre quien lo sufre». Además, mi quietud se entiende como disponibilidad, y la ausencia de resistencia (recordemos que estoy con los ojos cerrados) impide que el acto sea calificado de violento. ¿Os suena?

No es ninguna justificación que el cuento de Blancanieves sea del siglo XVIII ni que la película de Disney se estrenase en 1937: los temas que tratan tanto el cuento como la película son absolutamente actuales y están en conexión con los hechos de #lamanada que están removiendo profundamente las conciencias patriarcales de nuestro país.

En realidad, todo el cuento de Blancanieves (qué casualidad este nombre, ligado por dos veces a la pureza, máxima virtud femenina en la cultura judeo-cristiana) gira en torno a los diferentes periodos del ciclo sexual femenino. Recordemos que la madrastra (que no ha tenido hijos y es, por lo tanto, una reina inútil casada en segundas nupcias con un padre ausente, un tema muy interesante que dejamos para otro post) está entrando en la menopausia y perdiendo a la vez su belleza y su fertilidad, muriéndose de celos ante las transformaciones de Blancanieves, quien está entrando en su periodo fértil y ha tenido su menarquia (su primera regla, para los que desconocen este término).

En el momento en que Blancanieves, la legítima heredera del trono, es capaz de engendrar descendencia, ha de ser recluida en un lugar seguro donde no pueda ser fecundada por alguien que no pertenezca a su clase social. Por esa razón, su existencia se ve reducida a vivir con siete «enanitos», seres aparentemente asexuales que la protegen de la cultura de la violación en la que todas nosotras vivimos y en la que los cuentos nos educan para que nos defendamos en vez de dedicarnos a erradicarla entre todos y todas.

La entrada de nuestra protagonista en coma, debido a las pérfidas estrategias de la madrasta menopáusica, solo finaliza cuando un desconocido, sin su consentimiento, la besa en la boca, lo que produce su despertar y su entrada en un matrimonio heterosexual monógamo con alguien de su clase y raza. Fin de la historia.

Blancanieves recibe el beso en la boca de un extraño que se considera legitimado para llevar a cabo un gesto que debemos empezar a identificar como acoso, porque lo es. Realmente, la función de la cultura popular es sostener el statu quo político en cuestiones de género, raza y clase. Por lo tanto, el problema es que no identificamos este gesto como un acoso precisamente por el proceso de normalización que han desplegado los cuentos populares, primero, y las películas basadas en dichos cuentos, después.

Esta secuencia del cuento de Blancanieves o la aparición del lobo en el de Caperucita Roja (cuento que normaliza la cultura de la violación, enseñando a las niñas a tener miedo de los varones desconocidos una vez que han tenido su primera regla, representada en su capa roja) son representaciones que poco a poco, gota a gota, cuento a cuento, visionado tras visionado de películas de Disney, generan procesos que, cuando los deconstruimos, los descontextualizamos y los analizamos, empezamos a entenderlos como lo que son: micro acosos sexuales (como los piropos o los chistes) que consiguen, con la fuerza irrebatible de la repetición, que el caso de #lamanada haya concluido con una sentencia de abuso y no de agresión.

Esta cadena de normalización de los #microacosos nos lleva a normalizar los #macroacosos (es decir, las agresiones y las violaciones), a quitarles importancia y a soportar una cultura de la violación que es la base del patriarcado y del sistema capitalista, puesto que provoca el miedo que nos sitúa a las mujeres en unos lugares determinados.

Pero vayamos a lo que ocurrió el pasado sábado 12 de mayo. Ese día tenía la responsabilidad de dar una charla ante mil profesoras (90%) y profesores (10%) de Castilla-La Mancha. Empecé por visibilizar que, debido a que en la sala había un mayor número de mujeres, hablaría en plural femenino; después visibilicé que, en el vídeo de bienvenida al congreso, ninguna de las grandes frases sobre educación que se habían escogido pertenecía a una mujer; y, para terminar, también hice notar que el ponente que me había precedido, de las cuarenta figuras que expuso en su presentación, solo visibilizó a cuatro mujeres, y para situarlas a todas en situación de mofa.

Una vez explicada mi posición, continué mi charla defendiendo el papel crucial de las artes en la educación, especialmente en lo relativo al desarrollo del pensamiento crítico visual, y analicé la imagen del beso del príncipe a Blancanieves como ejemplo de acoso sexual.

Tras mi charla, una congresista pidió a la organización el micrófono para, desde el escenario, elogiar y defender la charla del ponente anterior, lo cual provocó una gran ovación en la sala. Cuando otro congresista cogió ese mismo micrófono para hacer la réplica, ya no le dejaron seguir.

El sujeto patriarcal no tiene sexo: puede ser un hombre o una mujer, y en este caso fue lo segundo. Yo había desarrollado mi deconstrucción de la presentación del docente anterior desde el máximo respeto, simplemente citando la evidencia de las cantidades y la selección de esas cuatro mujeres en situación de mofa. Pero cuando las mujeres visibilizamos estas cosas siempre se entienden como agresiones.

Todo lo que ocurrió el sábado merece ser leído y deconstruido en el contexto que estamos viviendo. De los miles de artículos que han tratado el tema de #lamanada, hay uno que me llamó poderosamente la atención, el publicado por eldiario.es el 2 de mayo. En él podíamos leer que dos mil psicólogos y psiquiatras habían criticado la sentencia y habían firmado una carta para mostrar su apoyo a la víctima, al tiempo que reclamaban formación en perspectiva de género. La carta firmada por estos profesionales terminaba de la siguiente manera: «Por último, añadimos la urgente necesidad de la prevención, incluyendo desde la infancia una educación sexual no patriarcal, con perspectiva de género, transversal y estructural».

De la misma manera que, tras muchos años de trabajo en la intersección de las artes, la cultura visual y los feminismos, he sido capaz de detectar en el discurso visual de mi compañero ponente un discurso invisible que muestra a las mujeres en una posición que las ridiculiza, o que problematizo (como muchas otras teóricas, y no tan teóricas) el beso de Blancanieves mirándolo desde una perspectiva situada y no tan amable, creo que es urgente y necesario que la educación artística vuelva a ser obligatoria en la educación primaria.

Hacer desaparecer del currículum oficial el único grupo de asignaturas que son capaces de desarrollar de manera profunda el pensamiento crítico visual es una decisión claramente política para que sigamos pensando, todas y todos, que ciertos actos no son acoso sexual, sino amor verdadero.

Fuente_ http://www.mariaacaso.es/lo-llaman-amor-acoso-sexual/#more-1904

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El patriarcado no es un señor viejo que me mira raro

Por Maria Acaso

Si en las escuelas pudiésemos analizar la realidad desde una perspectiva crítica, cuestionaríamos todos los mitos con los que nos seduce el romanticismo patriarcal. El objetivo es que nos creamos todo el cuento, y nos entretengamos en soñar un paraíso individual con el que olvidarnos del mundo.

Coral Herrera

Un buen día, mi hija de diez años me preguntó quién era el patriarcado. Me preguntó: «¿El patriarcado es un señor muy viejo que es cascarrabias y te mira con ojos raros?», y yo le dije que no, que el patriarcado éramos nosotras, porque había que diferenciar entre el patriarcado[1] y el sujeto patriarcal, ese sujeto que, tenga los genitales y las preferencias sexuales que tenga, subroga su tiempo de cuidados hacia aquellos que se ven en la obligación de cuidar, y que dispone de más tiempo y privilegios que quienes cuidan.

Estos días resuenan en los medios de comunicación, en las ciudades y también en nuestros cuerpos, los ecos de la lucha contra el proyecto patriarcal hegemónico. Voces como Yayo Herrero, Joan Tronto o Coral Herrera reivindican la educación como un eje fundamental para llevar a cabo esta lucha. Pero, dentro de este consenso, echo en falta el papel de la educación artística como una herramienta clave.

La educación artística es necesaria por varios motivos. Para empezar,es necesaria para aprender a trabajarnos el amor romántico y ser capaces de deconstruir los estereotipos sociales que nos rodean. Es necesaria para poner en funcionamiento procesos de autocrítica constructiva que nos lleven a detectar, analizar y transformar los relatos que construyen el ideal del amor romántico, como los cuentos populares, las letras de la música pop, el cine mainstream o la prensa del corazón, por citar solo algunos. La educación artística es la única asignatura del currículum formal que incluye objetivos relacionados con la alfabetización visual, razón por la que se ha visto reducida en la ESO y ha pasado de obligatoria a optativa en primaria.

En segundo lugar, para identificar los cuidados como un valor universal, y no como un valor exclusivamente femenino(http://www.eldiario.es/catalunya/barcelona/Cuidar-natural-mujeres-privilegio-hombres_0_564493953.html). En el terreno de la educación artística, especialmente en las instituciones culturales, es difícil encontrar puestos de trabajo ocupados por hombres heterosexuales, y esta realidad tiene que ver con lo que las anglosajonas llaman la continuación del caring and sharing, es decir, el erróneo entendimiento de la educación artística como un lugar donde se prolonga el cuidado infantil. Este error surge porque, en el imaginario social, la educación artística no se asocia con lo intelectual: son niños pintando, atendidos por una mujer o un hombre gay, que fabrican una obra de arte en 45 minutos. Desestabilizar el patriarcado pasa por reducir este desequilibrio y, sobre todo, por transformar un imaginario social que nos dice que es preferible que las profesiones poco intelectuales y sin consideración social −como las relacionadas con la educación− las ejerzan las mujeres.

En tercer lugar, una de las herramientas que ha utilizado el patriarcado para conservar sus privilegios es la invisibilización de los logros femeninos. Las mujeres poderosas siempre aparecen como las malas de la película y las malas de la clase: un niño inteligente y motivador es un líder; una niña inteligente y motivadora es una mandona (https://www.ted.com/talks/sheryl_sandberg_why_we_have_too_few_women_leaders?language=es). La educación artística nos enseña, desde el pensamiento crítico visual, a desenmascarar esta doble moral relacionada con el poder, y nos alienta a darle la vuelta.Porque si los trabajos en educación son mayoritariamente femeninos, ¿por qué los ganadores de los últimamente famosos «Nobel de la Educación» siguen siendo hombres?

En cuarto lugar, el sujeto patriarcal no necesita cosificarnos, ya nos cosificamos nosotras mismas. Somos nosotras las que nos ocupamos de depilarnos, de andar con tacones, de teñirnos y de pintarnos las uñas; de hacer dietas interminables y levantarnos cada mañana esperando perder esos cinco kilos que siempre nos sobran; de impedirnos respirar con unos vaqueros que nos asfixian y de pasar frío con una ropa que no nos abriga pero que nos sienta bien. Tenemos tan naturalizados estos sacrificios patriarcales que los vemos como gestos comunes, lógicos y razonables. Solo los procesos educativos que recuperen el cuerpo como un espacio de libertad, que identifiquen estos actos de autocosificación y los subviertan podrán llevarnos a la igualdad.

Y, en quinto lugar, otros imaginarios de la sexualidad son necesarios. El porno mainstream es la herramienta del sujeto patriarcal que, desde las políticas de la vergüenza, suprime la posibilidad del placer femenino. Un placer que empieza a tornarse en un sentimiento vergonzoso en la adolescencia de las mujeres, mientras que, en la adolescencia masculina, es alentado y está bien considerado. ¿Dónde están las mujeres que visibilizan su placer y que demuestran su deseo? Es urgente y necesaria una programación curricular que incluya la deconstrucción del porno e incorpore el posporno y otros imaginarios de las sexualidades.

Además de como contenido, la educación artística es necesaria como metodología, dado que las artes ofrecen una forma de hacer que las convierte en la herramienta metodológica perfecta para despatriarcalizar la educación. Incorporan el pensamiento divergente frente al pensamiento lógico, positivista, convergente, y sus lógicas heredadas del sujeto patriarcal. Las artes llevan de fábrica el pensamiento crítico, ese que nos invita a reflexionar sobre lo establecido, sobre lo duro, sobre lo que siempre hemos pensado que tiene que ser.

La artes, desde la importancia que otorgan a la experiencia estética,demandan el placer, el extrañamiento, procesos de adquisición del conocimiento cargados de retórica, de ficciones, de subjetividades, desde la intuición y lo poético, y se encuentran en otros lugares alejados de aquellos normalizados por el sujeto patriarcal, tan defensor de la ciencia y de las demostraciones científicas.

Las artes se producen desde lo común, lo colaborativo y la sororidad; huyen tácitamente de lo individual, que es uno de los sinsentidos del proyecto de la genialidad masculina, un proceso de creación que nos creemos que no necesita de nada ni de nadie, que emerge mágicamente en determinados sujetos virtuosos y que imposibilita las prácticas artísticas a todas las demás, cuando todas sabemos que la inteligencia es colectiva, la creatividad es social, y el remix es la única forma de creación de conocimiento.

El patriarcado no es un señor viejo que nos mira raro, el patriarcado somos nosotras, las ideas que nos construyen, la cultura que nos moldea. Solo si aprendemos a desaprender seremos capaces de derribarnos, de construir otras ideas y otras culturas dentro de nosotras. La educación es la herramienta clave para avanzar en nuestra lucha, y la educación artística −el área más arrinconada y menospreciada de la educación−, la herramienta de trabajo más potente y transformadora para llevarla a cabo.

[1] El «Patrix», como lo llama Rosario Hernández Catalán en el prólogo del libro Maternidades subversivas de María Llopis.

*Todas las fotos de este artículo representan diferentes experiencias de la Escuela de Art Thinking 2017/18 y están realizadas por Borja Llobregat

Fuente: http://www.mariaacaso.es/patriarcado-no-senor-viejo-me-mira-raro/

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