¿Qué es esa cosa llamada Pedagogía?

Por: Miguel Ángel Pérez

A partir del mes de agosto hemos aperturado la licenciatura en Pedagogía al interior del sistema de Unidades de las Universidad Pedagógica Nacional en el estado de Jalisco, esto implica el compromiso de formar pedagogos para incorporarlos al sistema y en general al mercado laboral. Como parte de la formación y de otros compromisos éticos y profesionales, por lo tanto es obligado responder a la pregunta que le da título a este artículo ¿Qué es esa cosa llamada pedagogía?

¿La Pedagogía, es una ciencia, un arte,  una técnica, un oficio, una vocación, una pieza artesanal, algo que acompaña a los hechos educativos y que sirve para encontrarle sentido a dichos hechos, es la forma que nos sirve encontrarle fondo a los hechos, actos y datos educativos, no es nada, es un discurso que nunca concluye y que siempre se está replanteando nuevas elaboraciones…? La pedagogía no es nada de lo anterior o más bien es todo junto articulado, integrado y algo más. En todo caso la Pedagogía es un dispositivo que no tiene un método propio, ni se rige a partir der una rigurosidad científica pero que sirve para acompañar (como lo ha venido haciendo desde hace muchos años) a los fenómenos educativos para encontrarles su razón de ser, buscar nuevas formas pensadas para que los sujetos enseñen, aprenden y hagan uso de los saberes y conocimientos aprendidos en una sociedad que cambia a pasos agigantados.

La Pedagogía no es una cosa en todo caso son muchas. Para algunos colegas es ocioso pensar en este momento acerca del carácter científico de la Pedagogía, de su vocación y de tratar de encontrar mejores sustentos epistemológicos de su razón de ser. Para otros el debate está agotado, ya que la Pedagogía llegó a sus límites disciplinares en donde aparece la teoría educativa, la ciencia o las ciencias de la educación y será sobre todo el recurrir a los aportes psicológicos, sociológicos y antropológicos los que nutran esta pequeña cosa a la que desde el tiempo de los antiguos griegos se le ha dado por llamarle pedagogía.

Por otro lado también, es importante pensar en torno a la actual agenda académica, las nuevas demandas epistémicas y los desafíos en la sociedad del conocimiento, junto con la velocidad de la información, generan nuevas preguntas en el seno de lo que podríamos llamar la Pedagogías moderna aun en contextos postmodernos. ¿Por qué todo esto debería interesarles a los nuevos pedagogos y a todos aquellos que se encuentren en formación, ligados con asuntos humanísticos o educativos? Tal vez porque desde la sociología de las profesiones hay una exigencia cada vez más fuerte por intelectualizar el desempeño profesional, mientras que la empresa tiende a tecnificar y a artesanalizar a las profesiones, desde la academia y en el seno de las universidades, la exigencia es a intelectualizarlas. Esta contradicción se resuelve o debiera resolverse desde el sujeto que se forma, a partir de algo que también ha surgido en el seno de la pedagogía y que tiene que ver con la reflexión del quehacer profesional del pedagogo, junto con pensar acerca de las fronteras disciplinares con las ciencias afines.

Aunado a lo anterior, el estudio de la evolución del pensamiento pedagógico desde Gracia y Roma hasta nuestros días, también es una idea sugerente. Cada idea, cada propuesta, cada nuevo aporte, vacaciona al sujeto a entender a los autores en su contexto, lo importante es entendernos a nosotros mismos en el contexto actual en el que nos encontramos (saturados nuevas contradicciones)  con la exigencia también de exigirnos la producción de las ideas nuevas que habrán de darle sentido al desarrollo de esto a lo que le llamamos Pedagogía para los tiempos aquí vienen. Tiempos que todos sabemos son inciertos, impredecibles, líquidos y bajo un alto riesgo social y personal. Tiempos que estarán fuera de este tiempo como lo hemos aprendido hasta ahora.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/que-es-esa-cosa-llamada-pedagogia/

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Escuela Pública: Democracia y Aprendizajes

México / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

Aprender en la escuela pública permite a los ciudadanos el ejercicio pleno del derecho de todas las personas a la educación. Eso significa que las condiciones económicas, culturales, religiosas o sociales no deben ser obstáculo para que niños, jóvenes y adultos tengan acceso a la escuela. Por eso justamente se reconoce a la escuela pública como una de las instituciones más confiables para consolidar la democracia y alcanzar la justicia social.

También, aparte de constituir un derecho, sin duda, la escuela pública ofrece oportunidades para que las personas se desarrollen en lo individual y lo social, sin embargo, dichas oportunidades se ven eventualmente disminuidas en la medida en que los sistemas educativos, las entidades federativas, las regiones, las comunidades y, de manera más particular, las zonas escolares y las propias escuelas, realizan o no adecuadamente su trabajo en favor de ese desarrollo. Y ello no sólo es generado por la participación paralizante de los aparatos burocráticos, sino también por la propia organización (o desorganización) de la sociedad civil en los espacios educativos.

Por ello conviene detenerse a examinar algunas de las implicaciones que tiene la organización y el desenvolvimiento de la escuela pública, en la vida de las personas y de los grupos, por supuesto. Y precisamente en ello, juegan papeles esenciales la gestión educativa y la construcción de consensos escolares, en términos de los más recientes hallazgos de la investigación sobre la organización y el liderazgo educativos.

A propósito de lo antes dicho, un estudio reciente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) proporciona un análisis interesante al respecto. El estudio tiene por título: “La Educación Obligatoria en México. Informe 2017”.

Particularmente en el capítulo 2 del informe, se abordan las “Condiciones que influyen en las oportunidades para el aprendizaje”. Veamos a continuación un fragmento del texto que el INEE dio a conocer a la manera de “…síntesis de los resultados que arrojó el análisis realizado” (p. 74):

– Los alumnos de sexto de primaria que obtienen promedios más altos en Matemáticas consideran que sus maestros toman en cuenta sus opiniones durante las clases.

-Los niños de sexto de primaria cuya lengua materna es una lengua indígena obtienen resultados más bajos en Matemáticas y Lenguaje que aquellos cuya lengua materna es el español.

– Los resultados en Matemáticas y Lenguaje de alumnos de sexto grado son mejores en escuelas que tienen muebles para que todos los niños se sienten y escriban, libros de lectura y computadoras o tabletas para uso de los estudiantes.

– Los resultados en Matemáticas y Lenguaje de alumnos de sexto de primaria son mejores en escuelas públicas en donde los directores indican que durante el ciclo escolar se contó con la plantilla completa de profesores.

-El trabajo infantil vulnera los derechos de los niños y se relaciona negativamente con los aprendizajes. Los alumnos de sexto de primaria que trabajan tienen, en promedio, puntuaciones menores en Matemáticas y Lenguaje y Comunicación que los que no trabajan.

-La escolaridad de los padres influye también en los resultados de sus hijos en Matemáticas y Lenguaje: a mayor escolaridad de los padres, mejores resultados.

Estos resultados, derivados de la aplicación de cuestionarios sobre el contexto escolar, es decir, acerca de las condiciones en que se desarrollan las labores escolares (ambiente físico, presencia constante del docente, factores, socioculturales de padres y alumnos, preparación profesional de docentes y directivos, etc.), están sujetos a la interpretación y explicación de los estudiosos de los fenómenos educativos; sin embargo, es importante también ponerlos a la consideración de los lectores en general, para mostrar que las decisiones internas de la escuela pública y las que tienen qué ver con el entorno comunitario, son cruciales para abrir o cerrar las oportunidades educativas a los niños y jóvenes; dicho en otras palabras, la escuela pública es la unidad social que juega un papel esencial en los procesos de avance o retroceso de los niños y las niñas, los y las jóvenes, en edad de educación obligatoria (desde educación preescolar hasta media superior), con respecto a sus aprendizajes ahora y para la vida futura.

 

En las consideraciones finales del informe referido, el INEE afirma lo siguiente: “El análisis realizado sugiere que es necesario valorar el diseño y la implementación de distintas acciones e intervenciones en las escuelas públicas orientadas a: 1) la formación de los docentes y los modelos educativos; 2) la administración de recursos y personal en las escuelas; y 3) la identificación de estudiantes, escuelas y zonas que requieren más apoyo.”

Por todo ello, el rescate de la escuela pública es una prioridad y una enorme responsabilidad para cualquier sociedad que se diga “justa y democrática”. De ahí la importancia de colocarla en el centro de las políticas públicas nacionales y regionales, para fortalecerla. Esto no deberá ser minimizado en los debates políticos y en la toma de decisiones nacionales que se avecinan para el 2018.

En México todavía estamos a tiempo de revalorar y reposicionar a la escuela pública, como una de las instituciones clave del Estado mexicano, que a la vez constituye una organización sui generis del mapa institucional, porque está nutrida en su vida cotidiana y soportada, sostenida, a la vez, por la sociedad civil.

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2017/09/11/escuela-publica-democracia-y-aprendizajes

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México: Nuevo modelo educativo con grandes carencias pedagógicas: Investigadores

México/19 de agosto de 2016/insurgenciamagisterial.com/Por:  Erick Juárez Pineda. Educación Futura

En el nuevo modelo educativo presentado por el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, no se ve un entusiasmo real por querer transformar la educación en nuestro país, pues sus propuestas carecen de elementos pedagógicos que ayudarían a su mejora.

Esto lo señaló Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México y Director Académico de Educación Futura durante su participación en el Foro “La transformación educativa necesaria: debates desde la investigación educativa”, organizado por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE).

Ante ello, Gil Antón afirmó que la educación es un fenómeno social y no una ciencia exacta, por lo que se deben estudiar y aplicar diversas técnicas y teorías que ayuden a mejorarla.

En este sentido, explicó que a partir de la investigación en la materia, se deben desarrollar las políticas educativas, sin embargo, advierte que esto aún no sucede en nuestro país.

“La ética de la investigación educativa es incompatible con la ética de la política”, advirtió.

Finalmente, señaló que lo peor que le puede pasar a la educación mexicana es pensar que “aquel que sabe hacer política, pretenda saber de educación. Son destrezas muy diferentes.”

“La investigación debe generar un análisis crítico de los fenómenos educativos y la política debe generar posibilidades de cambio. Eso aún no pasa”, concluye.

Por su parte, Hugo Casanova, investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, advierte que el gobierno federal culpa a los maestros, en especial la disidencia, de los problemas educativos del país.manuel gil

Sin embargo, agrega, el problema va más allá de la CNTE, pues han demostrado una gran ineficiencia y desprecio hacia la sociedad, el presente y el futuro.

Respecto al modelo educativo, señaló que al analizarlo se encuentran grandes deficiencias en términos de contenido pedagógico, “sin ideas claras, objetivos opacos y sin propósitos bien definidos.

Mientras tanto, Francisco Miranda, titular de la Unidad de Normatividad y Política Educativa del INEE, pidió revisar a fondo el nuevo modelo educativo y eliminar los grandes vacíos donde excluyen a grandes minorías y sectores más vulnerables.

“Un ejemplo de ello son las escuelas multigrado, las cuales no deberían de existir, y que en ningún momento abordan los documentos las formas en que ayudan a mejorarlas. Existe un gran histórico de exclusión”, advierte.

Por último, Gloria del Castillo, investigadora de FLACSO México, dijo que este nuevo modelo tiene un bajo componente pedagógico, así como toda la reforma educativa.

Finalmente,  exhortó a las autoridades a hacer un uso correcto de las diversas evaluaciones educativas, para crear políticas públicas que vayan acorde a las necesidades del país.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/nuevo-modelo-educativo-con-grandes-carencias-pedagogicas-investigadores/?platform=hootsuite

Fotografía: educacionfutura

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Los Sacrificios Humanos, El Calmécac y el Telpochcallial Servicio de la Pedagogía Maldita.

Otra Forma de Entender algunos Fenómenos Educativos del Siglo XXI

Dra. María Guadalupe Barradas Guevara

(CINCO DE SEIS PARTES)

Como ya se ha venido apreciando,esta teoría de la Pedagogía Maldita que he estado planteando, y la cual será descrita en el siguiente artículo, especifica el hecho educativo a través de las relaciones de ésta con otros fenómenos; tratando de ordenar y clarificar los estilos culturales de cada época y cultura; indagando ciertos factores que los determinan, así como los fines que se persiguen. Estableciendo que cada proceso educativo remite o está determinado por los objetivos de cada sociedad, instaurando técnicas apropiadas para obtener resultados que se dirijan a la conclusión de algún ideal perseguido.

Dicho de otra forma, la práctica de la Pedagogía Maldita como parte de la educación del hombre, siempre ha estado presente, pero no sólo en la Cultura de Occidente u Oriente, sino también en la de México, un ejemplo de ello en la educación de los aztecas, como a continuación veremos.

Kobayashi, en su libro: La educación como conquista, nos dice que es posible que el origen de los dos tipos de escuelas se remonte a los tiempos gentílicos de los mexicas, en donde estos estaban dedicados a dos dioses distintos:

  1. El Calmécac, una institución consagrada al dios Quetzalcóatl, quien era considerado por los pueblos nahuas el dios origen de la cultura, puesto que él habría creado al hombre con su propia penitencia y sacrificio, descubierto el maíz para el sustento de éstos y, también el algodón, la calabaza y otras plantas provechosas, así como los metales y las piedras preciosas y el arte de trabajarlos,  asimismo había descubierto el arte de criar aves y el de trabajar sus plumas preciosas; había enseñado a su gente cómo había de hacer la penitencia y el sacrificio. “La finalidad de la escuela estribaba en formar personar hábiles y competentes en el buen ejercicio de los cargos de alta responsabilidad de la nación en los tres ramos siguientes: la gobernación, la milicia y el sacerdocio” (Kobayashi, 1985, p. 62 y 63).
  2. El Telpochcalli(casa del dios Tezcatlipoca), tenía como objetivo principal formar jóvenes altamente adiestrados en el arte de guerrear. El ingreso de un muchacho remitía a cumplir la promesa que los padres de éstos habían hecho previamente a la deidad. El voto de ofrecimiento del hijo por sus padres, consistía en la preparación de un banquete al que venían invitados los maestros del telpochcalli, llamado telpochtlatoque, “caudillos de mancebos”, de acuerdo a la traducción de Torquemada (citado por Kobayashi, 1985, p. 73), en los siguientes términos:

Aquí os ha traído nuestro señor, creador del cielo y de la tierra; os hacemos saber que nuestro señor fue servido de hacernos merced de darnos una criatura, como una joya o pluma rica que nos fue nacida; por ventura se criará y vivirá; y es varón, no conviene que le mostremos oficio de mujer, teniéndoles en casa. Por tanto os le damos por vuestro hijo, y os le encargamos, porque tenéis cargo de criar a los muchachos y mancebos, mostrándoles las costumbres para que sean hombres valientes y para que sirvan a los dioses Tlaltecuchtli y Tonatiuh, que son la Tierra y el Sol; [y para que sirva] en la pelea, y por esto ofrecémosle al señor dios todopoderoso Yáolt o por otro nombre Titlacahuan o Tezcatlipoca (…) (Kobayashi, 1985, p. 73 y 74),

Como se observa, lo anterior refiere a la educación de los varones, puesto que las mujeres, en ambas escuelas,  nacían, ante todo, para el hogar y el matrimonio y fuera de éste se limitaban a las órdenes religiosas y sociales, aunque en los pochtencalas había dedicadas al comercio, al igual que los hombres. Entre las faenas más importantes eran hilar, tejer y coser; moler maíz, hacer tortillas y preparar la comida, así como limpiar y barrer su casa. También se comenta, que las jóvenes tenían la opción de  escoger por una vida religiosa realizando los mismas labores, pero en lugar de ser para su familia, trabajaban al servicio del templo y de sus dioses.

Es interesante observar, que la vida en el Telpochcalli el amancebamiento es un acto ilícito, y los jóvenes al igual que el Calmécac, al cumplir los 15 años debían ser preparados para la vida militar. Andrés de Olmos, describe la enseñanza del arte militar de la siguiente manera:

Cuando han comido, comienza otra vez a enseñarles:

a uno cómo usar las armas, a otros cómo cazar,

cómo hacer cautivos en la guerra,

cómo han de tirar la cerbatana o arrojar la piedra.

Todos aprenden a usar el escudo, la macana,

cómo lanzar el dardo y la flecha mediante la tiradera y el arco.

También cómo se caza con la red y cómo se caza con cordeles (citado en León Portilla, 1958, 77).

Sobre el concepto que tenían los mexicas del hombre como persona, nos dice Kobayashi, era expresado por dos frases del náhuatl: in ixtli, in yóllotl, lo cual significa: en el rostro y el corazón, en donde el primero (el rostro), era aquello con lo que el hombre se enfrentaba al mundo exterior, era lo que manifestaba su yo interior, mientras que el segundo (el corazón), era el manantial de toda acción y movimiento, por lo que el sacrificio ritual era practicado, ofreciendo al dios Sol el corazón como alimento divino, lo más precioso que el hombre podía darle.  Sin embargo, este tipo de hombre remitía en gran medida en el Calmécac: “el rostro sabio y el corazón firme como la piedra”, por el contrario de la Telpochcalli que no aspiraba a tal realización bidimensional, sino, a la educación de hombres ante todo: “valientes, obedientes y útiles para la guerra”.

Dicho lo anterior, y retomando el tema de los sacrificios humanos, podemos observar que no sólo en la educación formal se encuentran formas de una pedagogía maldita, por el contrario, tenemos la educación de corte informal, aquella que es llevada fuera de cualquier institución educativa, aquella que engloba las creencias, necesidades, hábitos y valores aportados por la sociedad o la religión.

De acuerdo a Michel Graulich, los sacrificios humanos, fue una forma de utilizar los posibles sentidos de la muerte, es entendido como un ritual para mantener la vida y prolongarla después de la muerte y tener la impresión de controlar de controlar un universo que se percibía como inestable (2010). Pero, ¿esto es suficiente para justificar estas matanzas que en muchas ocasiones se hicieron en gran escala a mujeres, hombres y niños? ¿Acaso estos tipos de homicidios pueden ser argumentados como válidos y humanos? ¿En dónde queda la libertad del hombre y el respeto de su vida?

Aunque los sacrificios humanos de estas culturas en muchas ocasiones son entendidos como aspectos históricos y culturales, manifestados por comunidades primitivas desde antes de Nuestra Era, se entienden como prácticas o rituales para ofrendar a los dioses, como formas de agradecimiento, de humildad, de devoción e incluso de súplica.

Ya sea en la cultura de occidente u oriente, e incluso en la mesoamericana, estos tipos de ritos fundamentados por creencias erróneas, temores irracionales, vanas esperanzas es lo que conduce al fracaso de la humanidad, puesto que transmiten el miedo, la desolación y la desesperanza de la construcción del hombre ideal, del hombre bueno, del hombre humano.

La Pedagogía Maldita, nos lleva a entender un aspecto de la historia educativa, del fracaso de la construcción de hombres buenos, generado, en muchas ocasiones por la sinrazón de las personas fortalecida por el temor a los dioses o por la ambición de los gobernantes. Pensar en una educación ideal o integral, es apostar por una humanidad fehaciente, y no por el adiestramiento dejóvenes fundamentado por el dolor, el mal, el castigo, el miedo, la emancipación, establecido por pueblos siempre sedientos de poder y de conquista, los cuales al oprimir e ignorar, forman hombres serviles, sumisos, sin libertad y faltos de autoestima; hombres quebrantados y marginados,que siempre están a merced de una divinidad o de cualquiera,  pero nunca dueños de ellos mismos.

                        FIN DE LA QUINTAPARTE

Referencias

Graulich, Michel. (2010). El sacrificio humano en Mesoamérica. Recuperado de: https://jorgecaceresr.files.wordpress.com/2010/04/el-sacrificio-humano-en-mesoamerica.pdf

Hernández Escoto, Garza de la Huerta y Mandujano Tenorio. (s. f). Transversalidad en la educación de los aztecas. Recuperado de: http://www.tutorias.ipn.mx/memorias/Documents/6to-web/mesas-redondas/eje1-elementos-que-fortalecen-la-funcion-tutorial/mesa-25/E15T74R883A.pdf

Kobayashi, José María. (1985). La educación como conquista. México: El Colegio de México.

León-Portilla, Miguel. (1958). Siete ensayos sobre la cultura náhuatl. México: UNAM.

Artículo remitido por su autora, a la redacción de Otras Voces en Educación.

Fuente de la imagen: https://lolitasandoval.com/2014/10/29/calavera-no-llora/

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