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Ministra mexicana de la Suprema Corte: la Constitución y las leyes deben hablarle a cada generación

Este 10 de marzo de 2022 es la primera vez que se conmemora el Día Internacional de las Juezas para promover la participación plena e igualitaria de las mujeres en todos los niveles de la judicatura, y para celebrar los avances y concientizar sobre los retos que quedan por delante.

La entrada de las mujeres en espacios de los que históricamente habían sido excluidas ha sido un paso positivo que abona a que los poderes judiciales sean percibidos como más inclusivos, transparentes y representativos para las personas en cuyas vidas inciden.

En este día entrevistamos a la ministra Margarita Ríos Farjat, ministra, desde 2019, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México.

Se llega con ilusiones y estudio constante

Al hablar con la ministra sobre su camino en el ámbito judicial, relata que decidió estudiar derecho por la influencia de su papá.

“Una circunstancia muy importante en mi vida fue la influencia de mi papá, un hombre muy orgulloso de haber estudiado la carrera de derecho. Él primero trabajó en fábricas, le nace el amor por esta carrera a partir de la búsqueda de la defensa de sus derechos. Siempre abrazó ese amor por la justicia”.

Ella es originaria de Monterrey, Nuevo León, egresada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Cuenta con una maestría en derecho fiscal por la misma universidad, y cursos de especialización impartidos por el Instituto de la Judicatura Federal y por la Bolsa Mexicana de Valores. Es doctora en política pública por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Al preguntarle cómo se llega a ser ministra del Máximo Tribunal del país, explica que en su experiencia fue a partir de ilusiones honradas con entusiasmo, con ética, con valores, con principios, con estudio constante y con dedicación, “pero depende de muchas circunstancias que no puedes planear a lo largo de tu vida”.

«Yo respeto mucho otras trayectorias, pero no puedo hablar de ellas.  Mi respuesta a esa pregunta es fluir, fluir, hacer lo que te va gustando, vivir lo que te va gustando. Decía Octavio Paz, ´lo que nos gusta, nos arrastra´. Fluir e ir intuitivamente hacia donde sientes que estás aportando, de acuerdo no nada más a tus conocimientos, tus valores y tu ética, sino también a partir de cómo has madurado errores, de cómo has madurado episodios que te han costado, de cómo has madurado cuestiones en las que tú te sentías ante obstáculos”.

“Por ejemplo, hubo un momento de mi vida en que me dediqué a mis hijos y llegué a pensar que mi vida profesional había terminado por todas estas circunstancias del techo de cristal”, dijo.

Cuando le comentó a sus compañeros de trabajo que se iba a retirar para cuidar de su hijo, se les hacía extraño que detuviera su carrera por un bebé, pero cuenta que ella intuitivamente sentía que eso era lo que tenía que hacer “porque eso era lo que yo quería hacer”.

Las mujeres no necesitamos parcelas, queremos poder de decisión

Hablando de la participación de las mujeres dentro del Poder Judicial la ministra asegura que todavía existe un techo de cristal.

“Pienso que estamos en un proceso social y antropológico muy importante de cambio. Creo que, si la mitad de la sociedad la integran mujeres, esto debe reflejarse en las instituciones, en todas las cúpulas de cualquier órgano, asociación o empresa que tome decisiones”.

Señala que, a lo largo de la historia, las mujeres han tenido que lidiar con fuertes estereotipos e incluso se han visto obligadas a renunciar, a dejar de soñar con algo porque no está a su alcance. Por ello, para la ministra, las cuotas de género siguen siendo muy importantes, “para que las mujeres puedan estar en más lugares de toma de decisión, ya que, sin ellas, las estructuras cierran la puerta”.

Ríos Farjat explica que cuando las mujeres llegan a compartir espacios con los hombres no siempre es en condiciones de igualdad, sino que tienen que hacer el doble de trabajo porque “primero tienen que hablar con el espejo, con lo que ellas esperaban de sí mismas, con todos sus sueños, después con su familia y sus amigos, y al final viene el trabajo”.

No obstante, hay un avance, “las mujeres están cambiando las estructuras y adaptándolas para que el día de mañana su inclusión en todas las áreas, sea sólo por un tema de capacidades”.

“Yo lo veo más como lograr una igualdad constitucional, más que como una lucha donde un género predomina sobre otro.  Creo que esta cuestión de los géneros debería dejar de ser tema, el ideal es que se nos incluya porque somos personas”.

La ministra explica que estamos a mitad del camino y hoy en día sí se requiere poner mucha atención al género, al lenguaje, a los estereotipos y se necesitan cuotas, no parcelas separadas. “Las cuotas de género permiten que las mujeres lleguen a auténticas posiciones de poder y toma de decisiones”, subraya.

El derecho debe ser un mapa que esté fincado sobre la realidad

Actualmente la desigualdad en el acceso a la justicia sigue vigente. Ella relata que en la Corte resuelven todos los días situaciones de bigamia, de mujeres engañadas, de feminicidios, de niñas ultrajadas, de violencia sexual, de violencia política, de situaciones que vulneran de diversas formas los derechos de las mujeres y las niñas.

Adicionalmente, persisten las leyes discriminatorias y sus interpretaciones.

“Esa es una de las razones de ser de un Tribunal Constitucional, mientras existan leyes, existirá un órgano revisor que va a mirar con nuevos ojos esas regulaciones porque se trata de que el derecho sea como un mapa que esté fincado sobre la realidad. No manda el mapa, manda la realidad.  Si no coinciden el mapa y el terreno, el mapa está mal, entonces hay que ajustarlo y lo interesante es que tenemos una realidad cambiante. La sociedad cambia, entonces es justo para cada generación que la Constitución y las leyes le hablen a las personas que forman parte de ella”, dice.

Y agrega: “las estructuras de Estado son para para organizarnos buscando el bien común, la armonía entre todas las personas. Hacia allá se encamina todo el orden jurídico mexicano en la Constitución”.

La mirada sensible debe tenerla cualquier ser humano

Finalmente, para la ministra, el hecho de que lleguen más mujeres al Poder Judicial es indispensable, como lo es la obligación de juzgar con perspectiva de género, pero recalca que esta obligación no sólo corresponde, ni debería sólo corresponder a las juezas, magistradas o ministras, sino a todas las personas que procuran e imparten justicia.

“No soy de la idea de que las mujeres vamos a aportar un “lente rosa” o que debemos aportar una mirada más sensible a los lugares a donde lleguemos, creo que la mirada sensible la debe tener cualquier ser humano”.

Fuente: https://mexico.un.org/es/174389-margarita-rios-farjat-la-constitucion-y-las-leyes-deben-hablarle-cada-generacion

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Presidente pide a los panameños unir esfuerzos para mejorar educación

Centro América/ Panamá/ 01.03.2020/ Fuente: ecotvpanama.com.

A pocas horas del inicio del año escolar, el presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, hizo un llamado a todos los panameños a unir esfuerzos para mejorar la calidad de la educación pues es una tarea de todos.

El mandatario destacó que particularmente hay que prestar atención a los niños del Panamá rural, el agrícola, el de los barrios y de las comarcas por la ayuda que necesitan.

“No estamos satisfechos con el resultado de que niños de tercer Grado no comprenden lo que leen», dijo el presidente, por lo que hizo un llamado a unir fuerzas de todos los panameños para que el país supere está situación.

«Tenemos que hacer un esfuerzo como panameños y no seguir echando cuentos ni filosofando», indicó Cortizo Cohen en un acto en Penonomé donde hizo entrega de las llaves de 87 viviendas a humildes familias que no tienen acceso al crédito bancario y 135 bonos del Fondo Solidario para que familias puedan acceder a una vivienda.

Cortizo Cohen reconoció que los retos de la educación son una tarea que no se resuelven en un año ni durante un gobierno, sino que abarcan toda una generación.

El gobernante agradeció a los miles de voluntarios de todas las entidades del Estado que trabajaron para tener la mayoría de las escuelas listas y reparadas para el inicio del año escolar este lunes, pero insistió en que es un trabajo que todavía no termina.

Explicó que este Gobierno recibió varias escuelas, cuyos contratistas se habían retirado hace 3 años. Informó que todas esas escuelas serán entregadas y culminadas en esta administración.

Destacó el aporte de los educadores en este proceso de organización del año escolar y los exhortó a que «comencemos a enseñar a los estudiantes a pensar y no a memorizar».

Pidió a que en las aulas se enseñe a los estudiantes a razonar, trabajar en equipo y a resolver problemas. Ese es el triángulo del triunfo, agregó el presidente.

Fuente de la noticia: https://ecotvpanama.com/actualidad/presidente-pide-a-los-panamenos-unir-esfuerzos-para-mejorar-educacion_0_49854/

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Nicaragua impulsa revolución solar y mejora acceso a salud y educación en el Caribe

Centro América/ Nicaragua/ 17.02.2020/ Fuente: energialimpiaparatodos.com.

Nicaragua espera avanzar en la transformación de su matriz energética para garantizar precios más competitivos, mayor eficiencia y menor contaminación ambiental. Datos de Energía Limpia XXI destacan que el gobierno esta invirtiendo US$30 millones de dólares la instalación de 10 mil kits solares en la Costa Caribe Norte, Sur y Río San Juan.

Esta semana se dieron cita en Nicaragua funcionarios del Sector Eléctrico centroamericano, México, Colombia, Italia y España que forman parte del proyecto Sistema de Interconexión Eléctrica para América Central (SIEPAC), a través de los entes y empresas que lo conforman.  Energía Limpia XXI destaca que el plan integral de inversiones del gobierno de  Nicaragua contribuye a mejora acceso a salud y educación en el Caribe, gracias a un sistema eléctrico más accesible para todos.

El Ministro de Energía Salvador Mansell explicó “hemos tenido la oportunidad de compartir experiencia con los especialistas en cómo estamos avanzando como país y región en los diferentes proyectos, además ellos han sostenido reuniones con organismos financieros, que han destacado la forma en que Nicaragua ha venido ejecutando las obras más en lo que se refiere a cobertura eléctrica y cambio de la matriz de generación, y para nosotros como Gobierno nos llena de orgullo y satisfacción que nos tomen como ejemplo”, apuntó el alto cargo del sector eléctrico de Nicaragua.

Fuente de la noticia: https://energialimpiaparatodos.com/2020/02/16/nicaragua-impulsa-revolucion-solar-y-mejora-acceso-a-salud-y-educacion-en-el-caribe/

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Libro: Millennials. La generación emprendedora Millenialls

Por: educared. 

 

En este libro se analizan diversas características de la generación Millennial, desde sus hábitos de consumo de información, su nivel de formación, su actitud ante el desempleo y la nueva forma de trabajar, su capacidad de adaptación, etc. y se presta especial atención a la creciente corriente emprendedora que muestran los miembros de esta generación. Para ello, se analizan los factores del entorno, y se determina si este efecto podía ser coyuntural o si viene influido por un cambio estructural, y también aspectos intrínsecos de la propia generación.Como recurso adicional se incluye una entrevista con Henry Jenkins, que ofrece una perspectiva más internacional de una generación que entra en su madurez y que será de vital importancia para entender la evolución del presente siglo.

Fuente de la reseña: http://educared.fundaciontelefonica.com.pe/wp-content/uploads/2018/04/Millennials_lageneracionemprendedora.pdf

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Ni vagos ni incultos: por qué los millennials no son peores (ni mejores) que sus padres

Por: Marta Ley y Paula Guisado

Los datos desmienten el tópico de los ‘millenials’ como una generación malcriada: leen más libros, visitan más museos y votan más que sus mayores a su misma edad

Sí que hay una diferencia: al ser los más afectados por la crisis, ha crecido su implicación en huelgas y manifestaciones, además de su interés por el ensayo político

Un día Matilda acompañó a su padre al trabajo. Cuando la protagonista del cuento de Roald Dahl cuestionó la forma de trabajar de su progenitor, éste le espetó: «Yo soy listo, tú tonta; yo soy mayor, tú pequeña; yo tengo razón, tú no. Y no puedes hacer nada por evitarlo».

Esta frase de la versión cinematográfica de la historia explica el escenario más radical del choque entre generaciones. El desencanto con los que llegan después se parece a la aversión irracional al pueblo de al lado. Vagos, quejicas, egoístas, acomodados… son algunos de los adjetivos con los que se ha definido a sucesivas camadas: los baby boomers, la generación X y, ahora, los millennials. Las críticas le llegan a cada uno cuando le toca y, por lo general, parten de personas con la superioridad que les otorga la experiencia de haber vivido más años.

No hay datos de en cuántas ocasiones un millennial ha escuchado eso de «yo a tu edad ya…», pero quizás no diste mucho de las veces que lo escucharon sus padres o abuelos a su edad. «Parece que a cada generación se le adjudica una narrativa poco halagüeña cuando es joven», reflexionaba Heidi Shierholz, especializada en mercado laboral y directora de políticas en think tank estadounidense Economic Policy Institute(EPI), en The Washington Post.

Con todo, la también llamada ‘generación Y’, enmarcada entre 1981 y 1996, tampoco difiere tanto de la anterior. Ante el mito del millennial como sujeto que acabaría con la cultura, los que llegaron después compran más libros y visitan más museos de lo que sus predecesores lo hacían a su edad. Aunque se ven menos jóvenes en las salas de cine, éstos lideran el consumo del séptimo arte en internet. Frente a la imagen del sujeto sin valores, es la generación que mayor interés muestra por la política en la juventud. Y pese al estereotipo del joven desinformado, leen periódicos o escuchan la radio en niveles similares a los de la anterior generación y dedican menos tiempo a la televisión.

Un ejemplo. En abril de 2016, el New York Post señalaba a los millennials por matar el negocio cinematográfico. «Los niños simplemente van menos al cine», explicaba la autora del artículo haciéndose eco de la preocupación creciente en Hollywood. La encuesta de hábitos y prácticas culturales cifraba en 10 puntos menos la asistencia al cine de los jóvenes de entre 25 y 34 años en comparación con quienes tenían esa edad en 2002, de la generación X. Y sí, van menos a las salas, pero consumen cine en plataformas como Netflix, que supera los 100 millones de suscriptores en todo el mundo, y es la opción preferida por los millennials para ver la televisión.

La lectura de prensa sí ha caído, no obstante, entre los millennials más jóvenes. Según el análisis a partir de datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en 1996 hasta un 45% de la población de entre 18 y 24, miembros de la generación anterior, leía alguna noticia en el periódico de forma diaria. En 2013, para la misma franja de edad, la cifra se había desplomado al 31%. Las diferencias se recortan cuando se acerca la treintena, aunque la tendencia es a la baja: en 1996 el 47,4% de los españoles mayores de 25 y menores de 34 leían prensa habitualmente, en 2001 la cifra bajó al 45,1% y en 2013, cuando la generación Y llegaba a esa franja de edad, se quedó en el 44,4%.

Sin embargo, pese a su aparente apatía ante las noticias, esta generación tiene un mayor interés por la política de lo que en su día mostraron generaciones anteriores. En los últimos años se han sucedido muestras de actividades políticas protagonizadas por jóvenes, con el 15-M como máximo exponente. Los datos del CIS que recoge el libro El muro invisible (Ed. Debate) revelan que la participación de los jóvenes en huelgas y manifestaciones ha aumentado igualmente, aunque su explicación, en este caso, puede estar más en el contexto que en la generación.

A la hora de votar, que los millennials se abstengan más que sus mayores no es nuevo, sino un comportamiento sistemático de los jóvenes que cambia según cumplen años. De hecho, las encuestas preelectorales del CIS revelan cómo la intención de renunciar al voto disminuyó entre 2008 y 2015 para los jóvenes de entre 18 y 34 años. Esta mayor conciencia política tiene su reflejo en los libros. En los últimos 20 años, aquellos sobre ciencias políticas y economía son los que más han crecido: en 2015 se editaban 2.653 títulos, prácticamente el doble que en 1995, según se extrae de la estadística de producción editorial.

Para el desarrollo de este artículo, aceptamos desde el principio que los millennials son aquellos nacidos entre 1981 y 1996, siguiendo al centro de estudios sociológicos Pew Research Center (EEUU). Sin embargo, la línea de tiempo varía según a quién se le pregunte y puede abarcar desde los nacidos en 1980 hasta los de 2000.

Pew revela, además, que los millennials rechazan el término con el que se les agrupa. Sólo el 40% de las personas que por edad se enmarcan en esta generación se identifican a sí mismas como millennials. Según el mismo estudio, el arraigo generacional es superior en la generación X (58%), los nacidos entre 1965 y 1980, y aún mayor para los babyboomers (79%), fruto del pico de nacimientos tras la Segunda Guerra Mundial. Es difícil saber si estos grupos, que han tenido más tiempo para acostumbrarse a sus etiquetas, estaban conformes con la catalogación cuando los jóvenes eran ellos.

Dentro de cada grupo, y en esto tampoco son distintos los millennialsun amplio porcentaje se identifica con generaciones distintas a la que le corresponde. Dicho esto, la siguiente pregunta es inevitable: ¿tiene sentido hablar de millennials? ¿Tiene sentido, en fin, hablar de generaciones?

Los límites, en cualquier caso, no son arbitrarios. Cuestiones como los momentos históricos o la relación con la tecnología ayudan a determinar dónde se pone la línea. En palabras de Malcom Harris, autor del libro considerado como la mayor aportación sobre esta generación, Kids these days: human capital and the making of millennialslo que caracteriza a una generación son las crisis. Y, en este caso, la economía lo ha marcado todo.

«Cada generación se enfrenta a sus propios retos. Siempre es difícil ser joven, y más en momentos de crisis», explica María Ramos, investigadora postdoctoral en la Universidad Carlos III de Madrid y especializada en el estudio del mercado laboral. «Pero han pasado diez años y todavía no se han recuperado los niveles de empleo de previos a la crisis«, añade. Ramos es también editora de Politikon y coautora del último libro del grupo de académicos y profesionales, El muro invisiblesobre la brecha generacional.

En España, la tasa de paro para los jóvenes en los 90 era prácticamente la misma que hoy, la edad de emancipación no ha variado en 20 años y los hijos se tienen prácticamente a la misma edad, según datos del INE y Eurostat. Eso sí, los millennialsasalariados son menos y sus sueldos, teniendo en cuenta la variación del IPC, están cerca de 2.000 euros anuales por debajo de lo que sus predecesores inmediatos cobraban a su edad, según datos de la Agencia Tributaria. Además, ha sido también el grupo de edad más afectado por la crisis en términos de empleo.

«Es el mercado, amigo». Fue la frase que empleó el ex vicepresidente del gobierno y de Bankia, Rodrigo Rato, condenado por delito de apropiación indebida en el caso de las tarjetas ‘black’, cuando a principios de este año declaró ante el Congreso de los Diputados, en la comisión de investigación de la crisis bancaria. La excusa de Rato sí podría explicar qué define no solo a los millennials, sino a todas las generaciones: la coyuntura económica.

Aunque algunos autores minimizan el impacto del mercado y hablan de una generación cuyo problema, argumentan, es la falta de problemas, Shierholz apunta a un contexto de inestabilidad en cuanto al empleo como un inconveniente a largo plazo. También la economía es determinante para Harris, nacido en 1988. El autor centra sus tesis en el capital humano, aunque su generación sea ‘la más preparada’ en términos educativos, vive más endeudada y con menos perspectivas de trabajo estable que las generaciones anteriores.

¿Y los que siguen? La denominación grupal de los nacidos después del 2000 -o de 1995, o de 1997- está aún por consensuar. A principios de este año, The New York Times les preguntó a ellos mismos cómo les gustaría llamarse. Era el mismo experimento que había realizado en 1997 ABC News para saber con qué nombre preferían ser llamados la entonces generación más joven y que en aquel entonces tuvo como segunda respuesta más frecuente un incuestionable «no nos etiquetéis».

En la consulta más reciente las contestaciones siguieron la misma línea y una de las respuestas más habituales fue «¿Por qué?». «No nos llaméis nada», espetó un joven a The New York Times. «El concepto de generación cohesionada no tiene sentido».

Quizá es pronto para adjudicarles una etiqueta definitiva. Quizá la sociedad debe acabar de descifrar a los millennials antes de intentar entender a un nuevo grupo. Sólo una cosa está clara: la nueva, también, será la peor generación de la historia.

Fuente: http://www.elmundo.es/papel/historias/2018/04/26/5adf54baca4741ce088b4627.html

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Que la educación no sea una deuda impagable

Por Gabriel J. López Arrieta

Siempre que recuerdo cuando estudié en la universidad, es notable mi nostalgia, orgullo y deseos de regresar, por ser de los momentos más importantes, especiales y enriquecedores que he vivido (por supuesto, luego del nacimiento de mi hija). Y desde mi punto de vista, por más extraordinaria que fue la universidad en mi crecimiento personal y profesional, al igual que a muchos otros estudiantes, fue una experiencia que estuvo llena de satisfacciones y frustraciones.

Para ponerles en contexto, y para los que somos parte de la generación “X”, que nacimos entre los años 1965 al 1979, y que nos encontramos como el “jamón del sándwich”, entre la generación de los “baby boomers” que nacieron entre los años 1946 y 1964 y la generación “Y” o “millenials” que nacieron entre los años 1980 al 1999; llegar a la universidad era la aspiración más importante, y hasta casi por obligación, que tenía cualquier estudiante de cuarto año o grado 12.

En gran medida, esto se debía a la cultura laboral del momento, y que aún permea, de obtener un trabajo “inmediato” luego de graduarte ante la necesidad que existía de suplirle en gran parte la empleomanía al sector de la manufactura. Este sector representó, según el estudio Encuesta de Establecimientos que realizó el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (período: 1990 a 2014), sobre 160,000 empleos directos y hasta 200,000 empleos, incluyendo los indirectos. Sin duda, la generación de los “baby boomers” fue la “zapata” en el crecimiento económico que tuvo Puerto Rico por casi 20 años.

¿Pero era la realidad de nuestra generación “X”, es la realidad de los “millenials” o será la realidad de los “Z”, de los “alfa” y demás generaciones que continuarán surgiendo, el graduarte de la universidad, pública o privada y tener “seguro” un empleo en lo que estudiaste? Estoy convencido que no fue así, ni es, y mucho menos será. Seguro, esta es la mayor frustración de un estudiante universitario, y me incluyo, que con ilusión y sacrificio y entre becas, préstamos y hasta tarjetas de crédito, se han pagado y continúan costeando sus estudios. Sin pasar por alto a los padres de muchos otros estudiantes universitarios, que igualmente hicieron y hacen grandes sacrificios económicos con préstamos personales y hasta refinanciando las hipotecas de sus hogares para asumir dicha carga económica.

Es importante que sepamos que, de acuerdo con el Consejo de Educación de Puerto Rico, cada año entre las universidades públicas y privadas se gradúan aproximadamente 50,000 estudiantes. Conociendo este dato, tenemos que cuestionarnos y repensar si dicha oferta responde a la demanda laboral, ante el escenario actual que atraviesa el país de un proceso de quiebra con $72 mil millones en deuda pública y una emigración anual a Estados Unidos que continúa en aumento entre 114,000 a 213,000 puertorriqueños (fuente: Estimates of Post-Hurricane Maria Exodus from Puerto Rico por el Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College de City University of New York), la cual se agudizó con la devastación que dejó el huracán María de categoría 5. Evidentemente esto provoca la continua fuga del talento joven, que a su vez se convierten en la diáspora, pero por obligación.

Los invito a reflexionar ya que nos encontramos en una coyuntura difícil, compleja e histórica en Puerto Rico, donde precisamente se está discutiendo con pasión el tema de la educación. Es momento de analizar de manera responsable, sensata y prudente, un cambio en la dirección que se le ofrece al estudiantado en todos sus niveles. Necesitamos que tanto el sistema público como el privado integren en sus currículos de enseñanza el tema del emprendimiento y empresarismo de manera permanente y consistente desde los años preescolar, superior y universitario. De igual manera, se deben reforzar las disciplinas de ciencias, matemáticas y tecnología, pero más importante aún, lo que no sea necesario en ese currículo descartarlo, y así, no resulte engorrosa y frustrante la preparación académica de cualquier individuo.

Por todo esto y mucho más, es que los sistemas de educación público y privado tienen que adelantarse a la historia, y no permitir que la historia se les adelante. Puerto Rico lo necesita con urgencia, para que la educación no sea una deuda impagable.

Fuente del Artículo:

https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/quelaeducacionnoseaunadeudaimpagable-columna-2403072/

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El yoga y otras nuevas formas de enseñar

Semana Educación

En la Institución Educativa Pedro Antonio Molina, en Cali, los estudiantes de transición empiezan todos los días con una jornada de meditación en la clase. Victoria Quiñones, la profesora, toca el gong para guiar a los menores en el proceso de regular el ritmo de su respiración. Hace dos años que en este colegio empezaron a aplicar lecciones de mindfulness, que traduce algo así como “conciencia plena”, y, según los docentes, los resultados son muy positivos: los alumnos son más disciplinados, se concentran más y escuchan más a sus profesores.

Cada experto tiene su propia manera de explicar esta metodología de origen budista (es uno de los elementos del Noble Camino Óctuple), pero Jon KabatZinn, quien en los años setenta la adaptó a la tradición científica occidental como técnica para reducir el estrés, la describe como “la conciencia que surge de prestar atención sin prejuicios a lo que sucede en el presente”. El objetivo es lograr que el practicante esté plenamente consciente de lo que sucede dentro de su mente para entenderse mejor y regular sus emociones. Desde entonces, el mindfulness ha venido adquiriendo cada vez más adeptos.

Steve Jobs la usaba para tomar decisiones. El director de cine David Lynch dice encontrar creatividad y felicidad en ella y el periodista Anderson Cooper habla de cómo le cambió la vida. Además, gigantes empresariales como Google o Apple imparten talleres de esta técnica para sus empleados. Y aunque la mayoría de practicantes son adultos, los más jóvenes  tampoco son ajenos a esta tendencia. En países como Estados Unidos, Reino Unido o Australia muchas escuelas lo incluyen dentro de su programa educativo.

En Colombia, además del Colegio Pedro Antonio Molina, otras 31 instituciones en todo el territorio han trabajado con la fundación Respira, que fomenta la práctica de mindfulness en el aula. La fundación trabaja con los profesores de las es- cuelas que quieran participar en el pro- ceso y los acompaña para que sean ellos mismos quienes luego trabajen la técnica con sus alumnos y también, muchas veces, con los padres de familia. La Universidad del Rosario tiene un Centro para Mindfulness, que surgió como cursos para los estudiantes de Medicina por “la importancia que tiene para los médicos el manejo del estrés y la necesidad de formar profesionales más cercanos a sus pacientes”, asegura Alexander Streubel, director del centro. Actualmente, los cursos se extendieron a todos los miembros de la comunidad, incluyendo docentes y empleados administrativos.

El aquí y ahora

No es solo el mindfulness; en el mundo están de moda las pedagogías que promueven la introspección del alumno, la meditación y trabajar en su felicidad. Es lo que muchos llaman las técnicas de “el aquí y ahora”, que pretenden concientizar a las personas de su propio cuerpo y emociones. Desde una perspectiva psicológica, la idea es “que los jóvenes se enfoquen en el presente, pues cuando piensas mucho en el futuro o en las cosas que no logras, solo aumentas tus respuestas emocionales”, cuenta Tabata Cuervo, especialista en psicología clínica y coordinadora de Tu Línea Amiga, de la Universidad de La Sabana.

Algunos colegios usan el yoga, por ejemplo, como técnica para mejorar la concentración y la convivencia. El año pasado, Alexander Rubio, docente del colegio Rodrigo Lara Bonilla, fue uno de los 50 nominados al Global Teacher Prize por su trabajo de yoga con estudiantes de Ciudad Bolívar. En esta institución, los alumnos de bachillerato tienen cuatro horas semanales de yoga como parte integral de su currículo. De hecho, el año pasado rompieron el récord Guinness  de la clase de yoga más larga del mundo, con 36 horas seguidas.

Esto ha logrado, primero, fomentar el sentimiento de pertenencia de los estudiantes, como cuenta Rubio. “Cuando se habla de los estudiantes de un colegio público en Ciudad Bolívar, muchas veces el rótulo que reciben es de ‘ñeros’. Pero el récord se ha vuelto un factor de orgullo para los chicos, e incluso una opción de vida: muchos se han convertido en instructores de yoga”.

También ha incidido directamente en la mejora de la convivencia sana y pacífica en el colegio. “Nosotros les enseñamos a tomar decisiones diferentes por medio de la respiración. Acá, el medio les impone que sean violentos, pero con este tipo de trabajo les enseñamos a ser muy sensibles, pacíficos y tranquilos”, agrega el profesor. De esta manera, el bien- estar interno de los alumnos los ayuda a afrontar la vida más relajados.

Una generación hiperestresada

Varios estudios apuntan a que en los últimos años ha crecido la tasa de depresión, ansiedad y suicidios entre los niños y jóvenes de todas partes del mundo. En Colombia, el 44,7 %  de los menores entre 7 y 11 años tienen por lo menos un síntoma de un trastorno mental, según la Encuesta Nacional de Salud Mental 2015. Los síntomas más reportados son: lenguaje anormal (19,6 %), asustarse o ponerse nervioso sin razón (12,4 %), presentar cefaleas frecuentes (9,7 %) y jugar poco con otros niños (9,5 %).

“Lo que está pasando actualmente es que el mundo tecnológico te lleva a que no tengas que hacer un esfuerzo. Antes, para conseguir una información, necesitabas ir por el libro, averiguar dónde encontrarlo, leerlo; ahora todo está en internet. Se ha descubierto que los celulares generan un bienestar inmediato, por lo que los nativos digitales no aprenden a vivir un proceso para conseguirlo”, dice Tabata Cuevo.

El problema con esta autopista de satisfacción inmediata es que las nuevas generaciones se estrellan cuando encuentran una barrera y no saben cómo manejar esa frustración. No en vano las universidades en Estados Unidos están creando cursos, talleres y programas para compartir experiencias vergonzosas, disminuir la presión por sacar notas perfectas y enseñarles a los jóvenes cómo enfrentar el fracaso.

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“Puede haber una cuestión de insatisfacción. La ciencia y la tecnología han avanzado mucho y, aún así, no sentimos que seamos más felices. Todo eso que hemos creado no nos da más tranquilidad”, opina Matthias Rüst, cofundador de Respira en Educación. “Ahí es donde desempeñan un papel fundamental estas técnicas de conciencia plena, porque aquí la satisfacción viene de adentro, no depende de lo exterior”.

De hecho, usar técnicas como el mindfulness o el yoga en el colegio ha demostrado mejorar las competencias socioemocionales de los estudiantes y varios estudios apuntan a esta dirección. Por ejemplo, una investigación publicada por Clinical Child Psychology asegura que el yoga mejora la autoestima, la relación con los padres, los problemas para enfocarse y la ansiedad de niños con déficit de atención. Otro artículo del Journal of Child and Family Studies subrayó que el mindfulness aplicado a niños de entre 9 y 13 años disminuye los problemas de concentración, de ansiedad y de comportamiento. Más allá de los datos científicos, son los profesores los que avalan estos beneficios que han podido comprobar en el interior de sus clases. En el colegio Pedro Antonio Molina, cuando el salón está muy “alborotado”, la profesora pone a los niños a meditar, aunque ya han logrado que ellos mismos lo hagan solos para tranquilizarse. Los que están inquietos o deprimidos se sientan a ver una botella de agua revuelta con tierra o con escarcha —un ejercicio tradicional del mindfulness—. Esta es la representación de su mente, turbia y agitada. Y se quedan callados, controlando su respiración, mientras la escarcha se asienta y el agua que estaba oscura empieza a aclararse. Como su mente cuando se calman y empiezan a tener más claridad. Así hasta que se tranquilizan, sin que nadie les diga nada.

Este artículo hace parte de la edición 28 de la revista Semana Educación. Si quiere informarse sobre lo que pasa en educación en el país y en el exterior, suscríbase ya llamando a los teléfonos (1) 607 3010 en Bogotá o en la línea gratuita 01 8000 51 41 41.

Fuente del articulo: http://www.semana.com/educacion/articulo/nuevas-alternativas-de-ensenanza-que-se-crean-en-el-aula-yoga/554485

Fuente de la imagen: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2018/1/22/554477_

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