Casi 40 % de estudiantes universitarios de China insatisfecho con su gestión del tiempo, según encuesta

Asia/China/21-08-2020/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com

Casi el 40 por ciento de los estudiantes universitarios de China se siente insatisfecho en relación a su gestión del tiempo, según una encuesta reciente del periódico China Youth Daily.

De los 2.004 estudiantes encuestados, el 98,2 por ciento atribuye importancia a la gestión del tiempo. Alrededor del 32 por ciento planifica regularmente sus días, mientras que el 5,24 por ciento rara vez lo hace.

Al administrar su tiempo, alrededor del 60 por ciento de los estudiantes universitarios espera completar de manera eficiente una tarea a corto plazo, mientras que casi el 66 por ciento quiere tomarse la vida y el trabajo con calma.

Sin embargo, el mayor obstáculo que encontraron es la incapacidad, a causa de la pereza, de seguir los horarios que programaron. Además, una organización del tiempo poco razonable y no saber cómo hacer una agenda de horarios también son factores que dificultan la administración del tiempo.

«Desde un punto de vista psicológico, la principal razón de la pereza es la falta de objetivos específicos», sostuvo Zhao Xiuping, consejero psicológico de Yantai, en la provincia oriental china de Shandong.

Zhao sugirió que los estudiantes deben establecer metas claras y hacer un plan detallado al administrar su tiempo, así como conocer sus prioridades para ser más eficientes.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-08/17/c_139297107.htm

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Olvidemos eso de no tener tiempo

Liliana Arroyo

No nos equivocaremos mucho si decimos que al menos la mitad de los que estáis leyendo esto vivís con la sensación permanente de correr  y nunca llegar. Ser (y no estar) estresados es la nueva norma, ir cortos de tiempo y siempre con la lengua fuera es lo que se lleva. Confieso que cada vez que pregunto «¿qué tal, cómo estamos?», me preparo para recibir un «uf, sin tiempo de nada». Admito que yo era de estas, hasta que llegué a la absurdidad del ‘burn-out’. Desde entonces, busco maneras de vivir a buen ritmo, pero lejos de la tiranía del «quiero, pero no llego». No hay recetas mágicas pero, con permiso, lanzo tres ideas.

La vida es como una mochila. Si la medimos a peso y nos obsesionamos con el ‘cuánto’, nos acabará doliendo la espalda. Lo importante no es la cantidad, son con qué la llenamos y cómo. Es interesante revisar nuestro día un par de minutos antes de ir a dormir. Poner en una balanza lo que nos llena, lo que no, así como lo que querríamos cambiar y qué podemos hacer. Eso sí, hacen falta ganas. Ganas de entender que la mochila es de quien la lleva, y por tanto tuyo es el derecho de escoger y llenarla. No dejes que nadie ponga ‘piedras’ que no quieres: ni jefes, ni hijos, ni familia, ni amigos.

Estamos atrapados entre lo que tenemos que hacer, lo que querríamos hacer y lo que terminamos haciendo. Vivir corriendo tras el reloj nos acerca cada día al abismo de la ansiedad, la zanahora que no alcanzamos nunca y la insatisfacción permanente. Desde que lo descubrí, llevo reloj por respeto a la puntualidad y el tempo de los otros, pero en lugar de un reloj de agujas me inspiro en el de arena. Es la metáfora del ‘paso a paso’: cada granito pasa, uno tras otro, y al final todos terminan en el otro lado. La cuestión es centrarse en lo que tengas entre manos ahora y aquí. Y si hay demasiadas cosas llamando a la puerta -o en la bandeja de entrada-, toca hacer una lista y decidir de forma realista qué ponemos, qué dejamos y por dónde empezamos.

LA MEJOR EXCUSA

Decir «no tengo tiempo» es la mejor excusa para no encontrarlo. De forma universal, los días tienen 24 horas. O sea, todos disponemos del mismo tiempo, pero no todo el mundo lo aprovecha por igual. Si realmente queremos hacer una cosa, debemos buscarle el espacio. Así que sustituí el «no tengo tiempo» por: no encuentro (o no busco) el momento de hacerlo. Si no hay espacio, no será tan urgente ni importante. Pero si lo es realmente, toca priorizar, una vez descontadas las obligaciones y las restricciones horarias que cada uno se sabe.

Así, llamando a las cosas por su nombre, llegamos a ideas simples -que no fáciles – para que a partir de mañana o del próximo minuto, olvidemos que “no tenemos tiempo” y llenemos esa mochila del día a día a conciencia y con las cosas necesarias, las obligatorias y las que nos hacen vibrar. Para que la próxima vez que te lo pregunten, puedas sonreír y decir “bien, disfrutando del trayecto”.

Fuente del articulo: http://www.elperiodico.com/es/opinion/20170523/olvidemos-eso-de-no-tener-tiempo-6013620

Fuente de la imagen: http://estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/8/9/1492790476298.jpg

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Entrevista: Es imposible enseñar a un niño la correcta gestión del tiempo si su propio colegio no la aplica

Entrevista a José Luis Casero Gimón
Presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles y de ARHOE

¿En qué consiste la racionalización de los horarios españoles? ¿Cuál es el principal problema que tenemos?

Es un tema transversal que incumbe a todos los ciudadanos y a sus representantes, fuerzas sociales y Administraciones. No nos referimos exclusivamente a equipararnos con los países de Europa en materia horaria. Hablamos también de lograr un entorno que permita mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. De mejorar las condiciones de trabajo optando por la flexibilidad horaria y de desterrar la cultura del presentismo en el ámbito laboral para lograr mayor eficiencia, productividad e implicación de los trabajadores y así conseguir una auténtica conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

Tal vez el principal problema, entre otros muchos, sería que en nuestro país no se respeta un lema que entendemos está en la base de nuestra peculiaridad horaria: ocho horas para trabajar, ocho horas de descanso y ocho horas para el ocio, la familia, etc. El día tiene 24 horas que dan para mucho si se sabe gestionar el tiempo, una asignatura por desgracia aún pendiente en nuestro país.

¿Qué acciones están llevando a cabo desde la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles?

Resulta difícil detallarlas todas pero el arco abarca desde labores de concienciación ante la opinión pública hasta la colaboración para el logro de iniciativas parlamentarias referidas a la racionalización. En los sucesivos Congresos Nacionales que llevamos haciendo desde hace diez años, contando con el aval y colaboración de numerosas empresas, fuerzas sociales y entidades oficiales, se han llevado a cabo estudios muy serios sobre la problemática horaria en España. Campañas para retomar el huso horario que nos corresponde, para la racionalización de los horarios de las televisiones, publicaciones, ciclos sobre horarios racionales, concursos escolares, y un largo etcétera son otras de nuestras actividades.

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España, que ha comparado los horarios escolares en diversos países de la UE y concluye que España e Italia son los únicos países de la Unión Europea en los que los niños realizan jornada partida. ¿De qué forma perjudica a los estudiantes?

Entendemos que con la jornada partida el niño puede disponer de menos tiempo para sus deberes escolares y, no menos importante, para sus actividades lúdicas. Teniendo en cuenta que los padres, por desgracia, muy frecuentes sufren jornadas laborales maratonianas, el caso se complica aún más.

¿Qué pros y contras tiene la jornada continua en los centros educativos?

Esta cuestión no tiene respuesta fácil, máxime cuando en el ámbito educativo y entre los propios padres existen posturas encontradas. Parece evidente que con este tipo de jornada los niños dispondrían de mayor tiempo para sus trabajos en casa y para actividades extraescolares, pero por el contrario puede abocar en el fenómeno de «los niños de la llave», es decir, niños solos en casa sin control por parte de sus padres. Que en otros países exista este tipo de jornada es un hecho que está en relación directa con los horarios laborales de sus padres que al disponer en general de horarios más racionales (fin del trabajo a las 17 o 18 horas, medidas de flexibilidad horaria, etc.) pueden dedicar más tiempo a sus hijos.

¿Cómo se vincula la racionalización de los horarios escolares con la eficiencia académica?

No existen diferencias entre la racionalización de horarios escolares y los laborales ya que en ambos casos hablamos de gestionar el tiempo de forma lo más correcta posible. Por más tiempo que se esté sentado en una silla ante la mesa de trabajo o de estudio no se garantiza una mayor eficiencia ni productividad. La cuestión estriba en organizar el trabajo de acuerdo a unas estrictas pautas temporales teniendo en cuenta los objetivos a lograr; y esto es aplicable en ambos ámbitos, el laboral y el escolar.

¿Es necesario racionalizar los horarios escolares para evitar que el alumnado tenga «horas muertas»?

Parece evidente que sí. Desde ARHOE abogamos, en el ámbito laboral, por suprimir las largas comidas ajustándolas a un tiempo «racional» o por abreviar las largas reuniones de trabajo que en la mayoría de los casos exceden en mucho el tiempo necesario. En base a estos ejemplos, en el mundo educativo no tiene por qué ser distinto; es imposible enseñar a un niño la correcta gestión del tiempo si su propio colegio no la aplica.

Algunas familias se muestran disconformes con la jornada continua en los centros escolares. ¿De qué forma se puede compaginar con los horarios laborales de los padres y madres?

Puede que éste sea el gran dilema. Lograr una coordinación entre los horarios escolares, laborales, y comerciales es una de nuestras reivindicaciones. No es posible conseguir ese objetivo si los padres salen de trabajar a las 20 horas, agotados e incapaces de dedicar a sus hijos el tiempo que merecen. En ese caso poco importará si la jornada es continua o partida, sólo será una fuente de frustración para padres e hijos.

Además de la flexibilización horaria, otra de nuestras reivindicaciones es que la jornada intensiva, que muchas empresas aplican en los meses de verano sin menoscabo de la productividad, se amplíe a todo el año.

Resumiendo, hablar de la jornada escolar a espaldas de la jornada laboral de los padres es complicado si no se adoptan medidas de racionalización de los horarios laborales de nuestro país.

Fuente: http://www.educaweb.com/noticia/2015/11/25/entrevista-jose-luis-casero-gimon-presidente-arhoe-9133/
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