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Turquía, a la caza de los colegios del Movimiento Gulen en África

03 Diciembre 2017/Fuente:eldiario /Autor: Javier Biosca Azcoiti

Turquía presiona a gobiernos de todo el mundo para que cierren las escuelas de Gulen y entreguen su control al Ejecutivo turco

Varios profesores de esa red huyeron a España para solicitar asilo político: “Una semana después de que cerrasen el colegio, tuvimos que salir porque nos llegó la información de que iban a por nosotros”

Los esfuerzos se centran especialmente en África, donde el grupo está presente en 36 de los 54 países del continente

Quedan tan solo unos días para el inicio de curso y militares armados del Ejército de Malí entran en un colegio privado y bloquean la entrada. Los agentes armados destruyen y requisan documentos. A partir de este momento, el colegio, que lleva 15 años operando en el país, está cerrado. La escena se desarrolla a principios de octubre en uno de los múltiples colegios asociados con el denominado Movimiento Gulen.

Este no es más que otro caso en la extensa campaña del Gobierno de Turquía para cerrar las escuelas que el Movimiento Gulen tiene repartidas por el mundo. Turquía considera a este grupo una organización terrorista al que acusa de estar detrás del intento de golpe de Estado de 2016, en el que murieron más de 250 personas.  Su servicio de inteligencia estima que existen 1.000 escuelas e instituciones de educación superior en todo el mundo asociadas al movimiento.

La educación es una base fundamental en la red de seguidores del predicador Fethullah Gulen y los esfuerzos de Turquía se centran ahora especialmente en África, donde el movimiento tiene presencia en 36 de los 54 países del continente. También se ha procedido al cierre de otras escuelas fuera de África.

“Una semana después de que cerrasen el colegio, tuvimos que salir porque nos llegó la información de que iban a por nosotros”, cuenta Fatih, exdirector adjunto de una de las escuelas de Malí cerradas. Fatih huyó a España para pedir asilo: “Compramos un billete a Brasil con escala en España porque Brasil no exige visado para los turcos y en el transbordo nos quedamos aquí”, recuerda mientras bebe un café en la cafetería del albergue en el que reside temporalmente. Allí también están alojados otros profesores y sus familias en su misma situación, que ahora comentan lo ocurrido sentados alrededor de la mesa.

Los colegios son privados y de muy buena calidad. A ellos asisten los hijos de las élites gobernantes. Fatih asegura que fueron los padres de los alumnos los que les dijeron que estaban en peligro y que les podían detener o extraditar a Turquía, donde hay más de 100.000 personas detenidas acusadas de pertenecer al Movimiento Gulen.

El personal turco de la escuela conocía además otros casos anteriores en los que los gobiernos extranjeros habían decidido cooperar con Turquía y detener a sospechosos de pertenecer al grupo, como es el caso de un  director de una escuela de Gulen en Malasia, cuya detención por cuatro agentes vestidos de paisano fue grabada por una cámara de seguridad.

Onur se sienta al lado de Fetih. Era profesor de turco y psicólogo en el mismo colegio. “Turquía dice que somos terroristas, pero Malí, no. En 15 años no ha habido ningún problema. Incluso yo mismo he hecho un viaje escolar con tres hijos de un ministro del Gobierno de Malí a EEUU. Teníamos mucha confianza con algunos ministros, diputados y generales, hasta nos invitaban a sus casas”, asegura.

“Si no confías en mí, ¿por qué me entregas a tus hijos?”, salta Adem que, como sus compañeros, también ha pedido asilo en España. Adem era profesor de inglés en una escuela de Senegal que también ha cerrado el Gobierno a petición de Turquía. Sus hijas corretean por la cafetería y el albergue, se sientan en la mesa, se aburren y pronto vuelven a levantarse.

“El 13 de septiembre, abrimos la escuela. Una semana después, llegó la policía y bloqueó la entrada. La policía me vio y me llamó, pero yo salí corriendo. No sabía lo que podía pasar”, recuerda ahora sonriendo aliviado. “El ministro de Educación anunció en televisión que la escuela estaba cerrada y que no aceptaban sus títulos, pero el propio ministro de Educación tenía a sus hijos en el colegio y los sacó después de que el primer ministro adoptase el discurso de Turquía y nos llamase terroristas”, añade.

El embajador de Turquía en España, Omer Onhon, asegura a eldiario.es que estas escuelas “son solo un medio para infiltrarse en las instituciones”. “Estas escuelas son solo una fachada, son instrumentos de influencia para llegar a las familias poderosas y sirven también de fuente de financiación para la organización, porque son escuelas privadas y caras”.

El papel de la Fundación Maarif

Para alcanzar esta difícil misión de cerrar más de 1.000 colegios y universidades fuera de Turquía, el Gobierno cuenta no solo con su influencia, sino con la fundación pública Maarif. “Para compensar el cierre proponemos a estos países recuperar la escuela a través de la Fundación Maarif o, en su caso, abrir una nueva”, asegura el embajador Onhon.

A fecha del 21 de septiembre, Turquía, a través de Maarif, ha llegado ya a un acuerdo con 14 países africanos para desmantelar todas las escuelas vinculadas al grupo en estos países, que suman 81 centros. Además, ha cerrado todas las instituciones educativas del grupo en otros cinco países africanos –27 escuelas en Guinea, Níger, Congo, Somalia y Sudán con un total de 4.000 alumnos– y está en negociaciones con otros siete países africanos.

Gráfico elaborado por la agencia de noticias oficial de Turquía sobre el cierre de escuelas de Gulen en África a fecha de septiembre de 2017.
Gráfico elaborado por la agencia de noticias oficial de Turquía sobre el cierre de escuelas de Gulen en África a fecha de septiembre de 2017.

A finales de octubre, Turquía convocó en Estambul una conferencia con 27 ministros de Educación de países africanos. “Esta claro que estas estructuras dan financiación a la organización terrorista. Esperamos más cooperación de nuestros hermanos africanos en la lucha contra este grupo terrorista. Nos comprometemos a dar una educación de mayor calidad y con mayor igualdad de oportunidades a través de la Fundación Maarif”, explicó el ministro de Educación turco, Ismet Yilmaz.

Sentados en la cafetería, los tres solicitantes de asilo coinciden en que creen que Turquía está sobornando a los gobiernos africanos para que cierren las escuelas. Algo que niegan rotundamente desde la embajada: “Los que sobornan son ellos”. “Van a por los gobiernos africanos porque están necesitados y aceptan el chantaje”, opina Fatih. El embajador rechaza esta teoría y asegura que buscarán el cierre de estas escuelas en todo el mundo, incluido Estados Unidos, donde la red de Gulen tiene aproximadamente 140 colegios. “No estamos haciendo distinciones entre países, vamos a por todas las escuelas”, asegura.

Los profesores insisten en que hasta 2013, cuando Gulen y el gobierno de Erdogan rompieron relaciones, existía cierta cooperación entre los colegios y el Gobierno, algo que también confirman desde la embajada de Turquía. “El colegio en Malí se abrió en 2002 y la embajada llegó mucho más tarde, en 2010. Hemos llegado a muchos sitios antes que el Estado e incluso nos pedían ayuda cuando no estaban presentes en el país”, asegura Onur. Por su parte, el embajador de Turquía en España indica: “Se consideraban escuelas turcas, por eso estábamos en contacto con ellas cuando todavía no se les había caído la careta, pero esas afirmaciones de cooperación son solo exageraciones”.

Fuente de la noticia: http://www.eldiario.es/internacional/Turquia-colegios-Movimiento-Gulen-Africa_0_713228866.html

Fuente de la imagen: http://images.eldiario.es/politica/Turquia-EEUU-predicador-Gulen-intentona_EDIIMA20160913_0

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Libertad condicional en Turquía para un maestro en huelga de hambre

22 octubre 2017/Fuente: swissinfo/Autor: AFP

Un tribunal turco ordenó el viernes la libertad condicional de un maestro en huelga de hambre desde marzo para protestar contra su destitución en el marco de las purgas tras el golpe de Estado frustrado de 2016, anunciaron dos de sus abogados a la AFP.

El tribunal ordenó la liberación de Semih Ozakça, una medida a la que se agrega su arresto domiciliario asignación a residencia con brazalete electrónico, indicó uno de sus abogados, Faruk Eminagaoglu. Podrá salir de su domicilio para dirigirse al tribunal o recibir atención médica, según su abogado.

Sin embargo, el tribunal se pronunció a favor de que siga detenida la profesora universitaria Nuriye Gülmen, quien también se encuentra en huelga de hambre desde marzo, según sus abogados.

Los maestros fueron detenidos a fines de mayo, acusados de pertenecer a un grupúsculo de extrema izquierda, el DHKP-C, clasificado de «terrorista» en Turquía por la Unión Europea y Estados Unidos. Pueden ser condenados a 20 años de cárcel.

Ozakça y Gülmen se convirtieron en símbolos de las 140.000 personas, entre ellos maestros, magistrados y militares, destituidos en el marco de las purgas lanzadas tras el golpe fallido del 15 de julio de 2016

Fuente de la noticia:https://www.swissinfo.ch/spa/libertad-condicional-en-turqu%C3%ADa-para-un-maestro-en-huelga-de-hambre/43614822

Fuente de la imagen: https://www.swissinfo.ch/image/43614824/3×2/640/426/56293d29c058a635215e7608dcb4d586/Ow/imag

 

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Venezuela: La oposición redobla la apuesta

Por: Atilio Boron

Sólo espíritus ingenuos pueden desconocer que la oposición venezolana está instrumentando una estrategia a dos puntas para derrocar al presidente constitucional de ese país. Un sector optó por desatar la violencia en sus variantes más aberrantes como forma de instalar la imagen de una “crisis humanitaria” -producto del desabastecimiento planificado de productos de primera necesidad y la orgía de ataques, saqueos, “guarimbas”, incendios a personas vivas y atentados con “bombas molotov” a escuelas y hospitales- que sirva como preludio a una invasión no menos “humanitaria” del Comando Sur y, aplicando la receta utilizada en Libia para derrocar y linchar a Gadafi, producir el ansiado “cambio de régimen” en Venezuela. Hay un sector de la oposición que no concuerda con esa metodología porque barrunta que el final puede ser una guerra civil en donde las masas chavistas, quietas por ahora, salgan a dar batalla y pongan fin al enfrentamiento infligiendo una aplastante derrota a los golpistas. Pero esta ala de la oposición, llamémosla institucional o dialoguista (aunque en realidad no sea ni lo uno ni lo otro) estuvo durante estos meses sometida a la intimidación o lisa y llana extorsión de la fracción violentista que juzgaba como una incalificable traición el sólo hecho de sentarse a negociar con el gobierno una salida no violenta a la crisis.

Pero ahora las cosas parecen cambiar, y para mal. ¿Por qué? Porque al parecer las estrategias de ambas fracciones se han unificado bajo la batuta que desde Estados Unidos lleva el Comando Sur (el binomio terrorista formado por el Almirante Kurt Tidd y la ex embajadora en Paraguay y Brasil en tiempos de golpe de estado Liliana Ayalde). Debido a ello los sectores “dialoguista” han convocado, para este próximo domingo 16 de Julio, a un plebiscito o «consulta soberana» que no es otra cosa que la antesala de un golpe de estado porque en dicho ejercicio se le preguntará a la ciudadanía si quiere o no un cambio total e inmediato de gobierno y, simultáneamente, decretar la ilegitimidad de la legal y legítima convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente programada para el día 30 de Julio y que ha registrado ya más de cincuenta y cinco mil candidaturas en todo el país. Pero la oposición no quiere esperar todo ese tiempo y mucho menos competir en una elección con todas las reglas. Por eso montó este ejercicio absolutamente informal, sin ningún tipo de garantías ni registros; ni padrones electorales ni normas de recuento y fiscalización pública, en un país en donde, según lo asegurara el ex presidente James Carter, el sistema electoral es más transparente y confiable que el de Estados Unidos. Es más, según lo afirmara Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, una vez que las improvisadas mesas receptoras de votos terminaran su recuento y se proclamara el resultado del plebiscito –que obviamente darían el triunfo a quienes votaron derogar de inmediato al gobierno de Maduro – las actas serían quemadas para evitar futuras represalias del chavismo y, de paso, cualquier tipo de verificación independiente. Además, dijo que “el único requisito para poder emitir su opinión en la consulta popular es presentar su cédula de identidad, vencida o no, en cualquiera de los puntos soberanos” y, sin decirlo, dejó entrever que los ciudadanos podrán votar cuántas veces quieran y donde deseen. [1] Va de suyo que el gobierno bolivariano, como cualquier otro, desconocerá esta patética pantomima lo cual provocará la furiosa protesta de los antichavistas que, atizados por la propaganda de la derecha golpista, se sentirán estafados en su voluntad escalando a nuevos niveles de violencia la confrontación que ya azota al país. [2] 

Los autoproclamados defensores de la democracia y la república en nuestros países (así como el impresentable Secretario General de la OEA) han expresado su simpatía ante este estallido anómico que celebran como si fuera un venturoso florecimiento del protagonismo de la sociedad civil en Venezuela siendo que no es más que una siniestra maniobra para desatar una crisis que abra la puerta a una invasión del Comando Sur, eventualidad que es reconocida explícitamente por algunos personajes más moderados de la MUD, como el ya mencionado Ochoa Antich. Habrá que ver qué sucede este próximo domingo [nota escrita antes del 16 de julio] en Venezuela, y también cuál podría ser la repercusión en nuestros países. Quienes han manifestado su complacencia con esta iniciativa golpista de la oposición antichavista –políticos del establishment latinoamericano y la “prensa corrupta”, como la designara el ex presidente Rafael Correa- harían bien en pensarlo dos veces. No vaya a ser que aparezcan quienes, inspirados en el ejemplo venezolano, decidan también ellos convocar a una “consulta soberana” para preguntarle a la ciudadanía, ante la grave crisis que afecta a nuestros países, si Mauricio Macri, Michel Temer o Enrique Peña Nieto deben o no continuar ejerciendo la presidencia.

Si los sempiternos custodios de la democracia y las instituciones republicanas en Argentina, Brasil o México convalidan –sea abiertamente o con su silencio cómplice- la payasada que se escenificará este próximo domingo en Venezuela no deberían sorprenderse si al cabo de un tiempo una iniciativa similar fuese propuesta para ser llevada a la práctica en estos países. Para nadie es un misterio que la legitimidad de sus gobiernos está profundamente cuestionada –la estafa post electoral del macrismo, el golpe de la cleptocracia en el Brasil, la abismal crisis política y social en México- y que la crisis económica y las políticas de ajuste han intensificado a tal extremo la explotación y los padecimientos de las masas populares que sería temerario descartar una violenta irrupción de rebeldía plebeya, misma que encontraría en una “consulta soberana” como la que próximamente se realizará en Venezuela, el pretexto ideal para tratar de poner fin, antes de tiempo, a gobiernos repudiados por la gran mayoría de sus ciudadanos.

Notas:


[1] Ver las declaraciones de Borges en http://www.notiminuto.com/noticia/cuadernos-electorales-seran-quemados/#

[2] Esto motivó la reacción de un dirigente de la MUD, Enrique Ochoa Antich, quien hizo pública su negativa a participar de la consulta porque, según sus palabras, desencadenaría “más fractura y más violencia, incluso una guerra civil, financiada desde el exterior e incluso con una intervención extranjera.” Ver su reveladora nota titulada “Por qué no votaré el 16” en http://puntodecorte.com/no-votare-16/

Fuente:https://www.rebelion.org/noticia.php?id=229210

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El pathos trágico de Venezuela en su laberinto (I)

Por: Fernando Esteche

¿Qué pasó (pasa) en Venezuela? 1) La ontología chavista

Chávez fue el mejor hijo de Bolívar, el dilecto. De eso nadie puede tener dudas. Por audacia histórica, por patriotismo nuestroamericano, por generosidad. Fue un estadista con la singular capacidad no sólo de comprender el tiempo histórico en el que vivió, sino de trazar una prospectiva que le permitió comprender cada sutileza de la política internacional. En el marco de un juego geopolítico entendió el antiimperialismo como necesidad casi existencial, como única posibilidad de realización de Nuestra América, por aquello que no se cansó de traernos al presente en cada intervención: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miseria en nombre de la Libertad”.

La Venezuela Bolivariana fundó un proceso de singular riqueza en su intento titánico por desembarazarse de los cepos que el liberalismo occidental le imponía a las formidables fuerzas revolucionarias del bravo Pueblo.

Así surgió una forma de producción política que es justo definir como Proceso Constituyente Permanente , y que nosotros hemos señalado como Revolución Permanente . [1] De eso se trata la ontología del chavismo en su producción histórica y política.

Revolucionar, superar los escollos, adecuarse a las nuevas realidades e incorporar al pueblo en un proceso constituyente; ir construyendo más y mejores herramientas y canales de representación y de democracia popular que se van superando conforme se constituyen, se recorren, se transitan y permiten nuevos estadios en el camino a la democracia directa. Esto, nada tiene que ver con el canon hegemónico de democracia que se nos propone desde las codificaciones de Filadelfia para acá.

Lo que de ninguna manera puede cuestionarse en Venezuela es que no haya sido sometido al escrutinio de la voluntad popular cada uno de los pasos que se fueron desarrollando. Es de una impertinencia descarada que países con bajísimos niveles de participación política se permitan cuestionar la calidad democrática del proceso bolivariano, que, entre todos los países del globo, es el que más elecciones (20 en total) ha concretado en los últimos tres lustros. Elecciones monitoreadas y sometidas a la inspección de las usinas homologadoras de occidente como la Fundación Carter y demás.

Hay numerosas doctrinas de diplomacia que reivindicarán el principio de “no intervención” y de respeto de la voluntad soberana de los pueblos. Doctrinas que debieron, desde finales del siglo XIX en adelante, esgrimirse y sostenerse frente al recurrente y arrogante injerenismo norteamericano en la región.

El pueblo venezolano consagró legal y legítimamente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que determina en su articulado al Presidente de la Nación y su Consejo de Ministros en condiciones de convocar al poder constituyente:

Art. 347 – El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución .

Art. 348 – La iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrán tomarla el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; los Concejos Municipales en cabildo, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos; o el quince por ciento de los electores inscritos y electoras inscritas en el Registro Civil y Electoral.

De esta manera, la impugnación de la eufemísticamente llamada “oposición” a la convocatoria presidencial para una Asamblea Nacional Constituyente, cuestiona a la mismísima Constitución del estado. La reivindicación del esencialismo republicano que promueven se desbarata y no hay mueca mediática que pueda disimularlo. Lo que se está cuestionando no es la administración de gobierno, sino la República Bolivariana. No se trata de Maduro sino de todos los derechos y deberes que se construyeron a través del proceso constituyente durante el chavismo.

2) El golpe de Estado de la Asamblea Nacional

Para comprender mejor el proceso de inestabilidad institucional como golpe de Estado continuado, es dable recorrer cómo se desarrolló el encaramamiento de la derecha fascista en el poder institucional.

En diciembre de 2015 la derecha, articulada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se impuso en las elecciones legislativas para la Asamblea Nacional. Sin embargo, previo a la publicación de los resultados finales desconocían los comicios, tal como desconocieron todos los resultados electorales entre 1999 y 2015 y la propia Asamblea Nacional. Sin embargo, al conocer su victoria, la derecha aceptó plenamente los comicios.

El antecedente del desconocimiento del triunfo de la elección presidencial de Nicolás Maduro Moros y la violencia impuesta a través del plan “La Salida” (2013, 2014), [2] permiten comprender el desarrollo de una maniobra para la deslegitimación del gobierno y de la República Bolivariana. Ya hemos señalado en artículos anteriores en este mismo portal [3] lo infundado de los argumentos de estos sectores que pretenden impugnar y cuestionar la transparencia democrática y la legitimidad del presidente Maduro.

Producto de una reforma electoral pensada en realidad por la administración Maduro como picardía para sostener una mayoría ficticia, con un volumen de votos absolutos ajustadamente mayor al del oficialismo, la oposición fascista logra mayor cantidad de representantes a la Asamblea.

Numerosos fueron los caminos que la oposición pro-imperialista. Como una Hidra de Lerna , pergeñó para provocar el golpe de Estado continuado. Pensaron en exigirle al presidente la renuncia, en realizar un juicio por insania contra Maduro, en mentir sobre su nacionalidad; intentaron promover una enmienda constitucional para acortar el mandato, convocar una constituyente para volver al esquema representativo de la IV República; las guarimbas ; el referendo revocatorio, entre las más destacadas.

A finales de abril de 2016 decidieron activar el proceso para solicitar el revocatorio. Para concretar dicha convocatoria debían presentar el 1% de las firmas registradas electoralmente -con el objetivo de legitimar a las organizaciones políticas promotoras de dicho proceso- y posteriormente debían recoger el 20% de firmas del padrón electoral.

Este proceso, cuando presentaron el primer 1%, se vio abortado ante la evidencia de por lo menos 600 mil firmas apócrifas entre las que se hallaban 11 mil personas fallecidas, 53 personas no registradas en el padrón, más de 3 mil menores de edad, 1500 privados de su libertad por delitos graves como violaciones u homicidios, con más de 10 mil denuncias por usurpación de identidad. Pese a las advertencias del caso, el Consejo Nacional Electoral-CNE (que según la Constitución Venezolana es un poder autónomo equivalente al legislativo, judicial y ejecutivo) autorizó a que se recolectaran el 20% de las firmas empadronadas. Sin embargo, fueron numerosos juzgados los que plantearon recursos de amparo y suspensión del proceso ante la masividad de las denuncias por usurpación de identidades. La oposición responsabilizó a Maduro de esta situación con el objetivo de ir produciendo un imaginario de inestabilidad institucional.

El 23 de octubre de 2016, la Asamblea Nacional sesionó bajo el ordenamiento de la oposición nucleada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y se declaró en abierta rebeldía. Acordaron los siguientes puntos:

  • Declarar que el Presidente Maduro dio un golpe de Estado y que, por lo tanto, quebró el orden constitucional.
  • Solicitar a todos los organismos internacionales la aplicación de sanciones contra Venezuela. Es menester contemplar que sobre los cinco poderes constitucionales, los organismos internacionales atenderán sólo los requerimientos de la Asamblea Nacional desoyendo a los otros poderes legal y legítimamente constituidos.
  • Denunciar ante la Corte Penal Internacional los rectores del CNE y a los jueces que suspendieron el proceso revocatorio.
  • Destituir a los rectores del CNE como así también a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia.
  • Decidir sobre la supuesta doble nacionalidad del presidente Maduro a fin de destituirlo (al respecto, la Cancillería colombiana desestimó formalmente dicha posibilidad).
  • Decidir sobre el abandono del cargo de Maduro a fin de destituirlo (esto se produce cuando se encontraba de gira internacional en los países de OPEP para resolver la regulación del precio del petróleo).

Asimismo, la Asamblea Nacional resolvió desatender las sentencias del Tribunal Superior de Justicia que anulaban sus actuaciones por inconstitucionales además de declararlas “en desacato”, impugnando todas las acciones hasta tanto no se ajuste a derecho. De esta manera, lo que podemos observar es que uno de los poderes constitucionales -polémicamente constituido y con una legitimidad severamente cuestionada- desconoce otro poder (TSJ) e impugna a los dos restantes (Ejecutivo y Electoral) pretendiendo disolverlos.

Esto expone al sistema institucional venezolano a un Estado de excepción, si uno fuera contemplativo; aunque en realidad se trata de un poder en el cual se encaramó la derecha pretendiendo avasallar al resto de los poderes y con ello, a la propia República Bolivariana. Esto hace inevitable la referencia al ascenso del hitlerismo desde el Reichstag, donde la llegada al poder se dio mediante un proceso que desde el parlamento comenzó a impugnar los distintos poderes instituidos.

A pesar de todo lo expuesto, Maduro sigue convocando a la oposición abiertamente anti-republicana a discutir los caminos de resolución de la compleja situación a la que semejantes irresponsabilidades (e irresponsables) arrastraron a Venezuela. Para llevar adelante este diálogo, pidió la intervención de la UNASUR y de los ex presidentes Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos. Por su lado, la oposición pidió la intercesión del Vaticano, a lo que inmediatamente se accedió. Sin embargo, la Iglesia Católica Venezolana es abiertamente opositora y se ha encargado de sabotear este proceso.

El carácter “hidrático” o “multicefálico” de la oposición operada y monitoreada alternativamente por el IRI republicano o la NED demócrata, dificulta la posibilidad de previsibilidad de este sector y la concreción de acuerdos.

3) Quién es quién. De villanos y héroes

En esta tragedia hay algunos personajes interesantes a contemplar para imaginar las posibles resoluciones parciales y comprender las razones de algunos movimientos que, en apariencia asépticos, se encuadran en las distintas maniobras posibles sobre el futuro de Venezuela.

Es el caso de la fiscal General Luisa María Ortega Díaz, quien se encuentra en su cargo desde el año 2007 y fue confirmada por la Asamblea Nacional (pese a que se encontraba declarada en desacato por el TSJ y por lo tanto, sus resoluciones eran nulas). Sobre Ortega Díaz pesan decenas de señalamientos por su parcialidad política a favor del chavismo.

La fiscal es la esposa de Germán Ferrer, diputado del Gran Polo Patriótico. Su hermano es Humberto Ortega Díaz, protagonista junto al Comandante Hugo Chávez en el Movimiento del 4 de Febrero. Se desempeñó en diferentes cargos del gobierno chavista, incluyendo el directorio de la extinta CADIVI (Comisión de Administración de Divisas, actualmente Centro Nacional de Comercio Exterior o CENCOEX).

Ortega Díaz fue una de las que más fervientemente señaló la justeza de la detención del golpista Leopoldo López y ha tenido casos como aquel donde acusó a los miembros de la ONG SUMATE, conducida por la opositora María Corina Machado, por conspiración contra la Nación y por recibir dinero espurio. A su vez, figura entre los funcionarios que el Senado norteamericano señaló como involucrados en violaciones a los derechos humanos, desde la singular mirada que pueden tener desde el imperialismo sobre este tema y la situación venezolana en general.

Sorpresivamente, fue esta funcionaria la que le otorgó cierta legitimidad a las infundadas denuncias de la Asamblea Nacional sobre el “autogolpe” de Nicolás Maduro, desconociendo las propias sentencias de los tribunales venezolanos y cuestionando la decisión del CNE. Comienza así, un curioso derrotero que irá sintonizando cada vez más finamente con la idea de guerra híbrida.

En estos dos meses, donde se pueden identificar un recrudecimiento de las protestas y guarimbas callejeras, fue Ortega Díaz quien ofició de vocera e informante sobre las trágicas muertes que se fueron sucediendo. Sin plantear ningún tipo de control o supervisión de los acontecimientos desde su fiscalía, sino simplemente como cronista de los mismos, responsabilizó al gobierno de Maduro con los mismos argumentos que utilizó la oposición. Además, ha quedado en evidencia la “inacción” que ha mostrado la fiscalía ante las protestas y cómo esta situación propicia un clima de impunidad.

El 19 de mayo, excediendo nuevamente sus funciones de Fiscal General, ya no sólo ofició de vocera del relato opositor, sino que además impugnó la convocatoria a la Asamblea Constituyente. Esto lo hizo, no desde el punto de vista del derecho, sino como valoración política, lo que la convierte, por si ya no lo era, en un actor central que se pretende en una equidistancia –a todas luces desigual- entre el chavismo y la oposición. La señora se va probando el traje para ponerse a la cabeza de un eventual gobierno de transición.

Para el coordinador general del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA), Rafael Uzcátegui, “la Fiscalía vive un proceso de reinstitucionalización”. Por otro lado, Lilian Tintori, esposa del encarcelado dirigente opositor Leopoldo López, celebró el accionar de Ortega Díaz: “Se pasó al lado correcto ¡Celebro que la fiscal se pasó al lado correcto!”.

El TSJ en ejercicio de sus incumbencias, con una minoría disonante de su lógica política, es quién ha señalado la gravedad institucional de desacato de parte de la Asamblea Nacional. No parece ser este cuerpo colegiado, como poder independiente, un ariete de la política imperial y de la operacionalización de Guerras de Cuarta Generación o golpe blando como hemos visto en Honduras, Paraguay y como operaron en Argentina y Brasil. De ahí se comprende la cooptación de la fiscal general en la construcción de una legitimidad que exceda la autolegitimación de un propio cuerpo como la AN.

Lo mismo, tanto el CNE y los rectores que lo integran, y el TSJ, han sido cuestionados e impugnados por parciales y por haber sido constituidos bajo la hegemonía chavista. Es claro que lo que están cuestionando es la República Bolivariana con toda la institucionalidad que esto importa.

4) El golpe blando. La violencia, Sharp y Nye.

La evidente maniobra desestabilizadora, que se encuadra en las teorías y manuales de Gene Sharp y Joseph Nye e intenta promover nuevas formas de dominación sobre los pueblos, ha sido profusamente explicitada y denunciada por el mismo gobierno bolivariano.

Las grandes cadenas noticiosas ofrecen la imagen de una Venezuela en rebelión, con un gobierno dictatorial y tambaleante, mal informando sobre hechos trágicos y ocultando la realidad de las agresiones a la República.

Simultáneamente, el inefable Luis Almagro como Secretario General de la OEA, (definida por el canciller de la Dignidad, el cubano Raúl Roa, como Ministerio de las Colonias) impulsa sanciones contra el gobierno del presidente Maduro respondiendo a los reclamos de la derecha anti-republicana. Promueve la aplicación de la Carta democrática y tiene como trágodos y coreutas solícitos al gobierno de Argentina y al gobierno usurpador de Brasil. Asimismo, se suspende a Venezuela del MERCOSUR en atención a la Carta Democrática, con maniobras descaradas y jurídicamente inconsistentes.

Lo que enfrenta Venezuela es un golpe de Estado continuado o ahora llamado golpe de Estado blando. Se trata de una guerra abierta híbrida impulsada por el imperialismo que conjuga tácticas de Guerra de Cuarta Generación con pre-insurgencia callejera combinado con maniobras de aislamiento internacional, a fin de asfixiar y deslegitimar al gobierno.

Las masacres sobre dirigentes y militantes que en Honduras o Paraguay se perpetraron a expensas de lo que ellos llaman golpes blandos, sin mencionar las revoluciones de colores del Magreb, contrastan con la idea que pretende restarle contundencia a los golpes. Se trata sin más de una usurpación del legítimo poder y de una guerra contra los sectores populares.

El eufemismo de golpe blando o golpe suave fue pergeñado por el estadounidense Gene Sharp, a finales del siglo pasado, y ha cobrado singular vigencia en la última década a expensas del redespliegue imperialista en distintas regiones del globo.

Sharp señala que “la naturaleza de la guerra en el siglo XXI ha cambiado (…) Nosotros combatimos con armas psicológicas, sociales, económicas y políticas”. Con sintética elocuencia define las nuevas tácticas que se fueron tomando en guerras de baja intensidad, de cuarta generación, o híbridas.

Sharp plantea un repertorio que abarca desde el debilitamiento del gobierno hasta la fractura institucional. El autor del polémico ensayo titulado “De la dictadura a la democracia” describe 198 métodos para derrocar gobiernos mediante “golpes suaves”. Russian Today las sintetizó en cinco etapas:

  • Promover acciones no violentas para generar y promocionar un clima de malestar en la sociedad, destacando entre ellas denuncias de corrupción, promoción de intrigas o divulgación de falsos rumores.
  • Desarrollar intensas campañas en “defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos”, acompañadas de acusaciones de totalitarismo contra el Gobierno en el poder.
  • La lucha activa por reivindicaciones políticas y sociales y en la manipulación del colectivo para que emprenda manifestaciones y protestas violentas, amenazando las instituciones.
  • Operaciones de guerra psicológica y desestabilización del Gobierno, creando un clima de “ingobernabilidad”.
  • Forzar la renuncia del Presidente de turno, mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene la presión en la calle. Paralelamente, se prepara el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil prolongada y se logra el aislamiento internacional del país.

Gene Sharp remite inmediatamente a Joseph Nye y su teoría de poder blando y poder inteligente.

Lo cierto es que en su momento el Comandante Chávez al ver el accionar que a través de la NED se operaba en el Magreb, hizo la primera advertencia que se volvió grito desesperado ante el mundo frente a los acontecimientos de Libia y el asesinato de Gaddafi y sus hijos. En soledad, denunció el magnicidio y advirtió sobre la operación destituyente y disolvente que se había realizado. No le costaba imaginarse en el lugar de Gaddafi. Esta operación se llevó adelante siguiendo puntualmente el protocolo propuesto por Sharp.

Primero en Libia, sin considerar cada una de las revoluciones de colores del Magreb, luego en Siria. Operaciones de falsa bandera, montajes de enfrentamientos de tropas gubernamentales contra manifestaciones desarmadas, aislamiento internacional, gran campaña mediática, disputa de sentidos y luego guerra abierta.

Esta situación llega al extremo cuando vemos que el alcalde David Smolansky, integrante del partido Voluntad Popular, escribió en su cuenta personal de la red social Twitter que el gobierno de Maduro estaba utilizando armas químicas contra la población “como está ocurriendo en Siria”.

También en Honduras, Paraguay y Brasil se desarrollaron y desarrollan procesos de guerra híbrida y se trabaja con el protocolo destituyente. Pero Venezuela es sin dudas, el escenario privilegiado de dicha maniobra.

Quien esto escribe ha podido ver personalmente en Caracas el accionar de grupos juveniles, generaciones que crecieron en el chavismo, de sectores medios y medios altos, perfectamente organizados, coordinados, pertrechados con máscaras anti-gas, cascos y armamento casero; con nociones bien claras de movimiento insurgente y urbano; con jefes de grupos, orden cerrado y orden consecutivo de mando. Esto en medio de masivas concentraciones de sectores del mismo rango social pero absolutamente desentendidos de estas operaciones, aunque les dan contexto.

Ataques a escuelas públicas, a un hospital materno infantil; invasión de bibliotecas estatales con quema de mobiliario; destrozos de señalizaciones urbanas y luminarias; obstrucción de vías de transporte y derribe de árboles sobre calles; saqueos a comercios y ataques a locales partidarios u oficinas gubernamentales; emboscadas a personal de las fuerzas de seguridad, incendios de transportes que no acatan el paro. Guarimbas que empiezan a controlar zonas de acceso a urbanizaciones y cobrar peajes. Quema masiva de vehículos. El paroxismo fue la toma de la sede del TSJ, hecho que expone un grave y delicado ataque a uno de los poderes constitucionales y que ningún medio internacional cuestionó, sino que festejaron.

De eso se tratan las movilizaciones “no violentas” de la oposición anti-republicana de Venezuela. Uno no sabe si ya han pasado a otra etapa de guerra abierta en las calles o a la no violencia del protocolo Sharp, que en este caso se viste de vandalismo y sabotaje.

Una profusa campaña mediática presenta la situación con mayor gravedad y masividad de la que realmente tiene. No hay que dejar de contemplar que estos movimientos de insurgencia callejera atacan al corazón del funcionamiento urbano normal, perjudicando al comercio, al trabajo, la educación, principalmente. Incluso impacta sobre la cotidianidad de la propia base social en que se sustenta.

Un parágrafo singular merecen las trágicas muertes de cuarenta y dos venezolanos en lo que va desde el 3 de abril al 16 de mayo. Sobre esto que se presenta idéntico al caso sirio (como un gobierno asesinando a sus ciudadanos) vale la pena señalar que 25 personas de esas fueron asesinadas por opositores, por ser chavistas o policías. Es decir, más del 60%. Dos motorizados fallecieron por accidentes provocados por trampas y barricadas colocados en rutas por los opositores. Nueve enrolados en la oposición murieron electrocutados al querer saquear un freezer de una panadería.

Hasta la fecha se cuentan tres muertes por acción policial, razón por la cual una docena de funcionarios involucrados han sido detenidos y procesados. Otros tres casos se están investigando, pero son elocuentes las imágenes que los muestran con vida cuando son rodeados por otros opositores y caen exánimes con el resultado trágico de su muerte producida por armas caseras a muy corta distancia. Se investiga si se trata de asesinatos de falsa bandera para acusar al gobierno de los mismos tal como también se probó que ocurrió en Siria.

5) La guerra económica

Hiperinflación, internacionalización de precios, desabastecimiento. Largas colas para conseguir algún producto de la canasta básica. Asignación por libreta de identidad del día para poder hacer compras con precios controlados. Bancarización.

La guerra económica es el plafón en el cual se desarrolla el golpe de Estado continuado y busca generar descontento, desabastecimiento programado e hiperinflación provocada. Claro que hay responsabilidades de impericia gubernamental, de corrupción enquistada en sectores claves del Estado, pero no puede dejar de verse el sabotaje y boicot deliberado por parte de las clases dominantes que controlan el 92% de la producción y el abastecimiento de productos básicos. Fedecamaras-Venamcham es uno de los principales integrantes de lo que llaman “la oposición” y como tal, actúa de manera criminal contra su pueblo.

Por eso hay que señalar que si bien la crisis de precios del petróleo en una economía que el chavismo no supo o no pudo reconvertir y superar impactó de lleno en la vida cotidiana de los venezolanos, hoy que los precios internacionales del petróleo tienden a estabilizarse arrecia la carestía de la vida hacia el interior de Venezuela. Esto se explica principalmente por la guerra económica.

Desarrollan esta guerra las clases empresariales privadas de la derecha anti-republicana, en combinación con la gran banca internacional. Por eso Venezuela ha sido sometida al bloqueo financiero con muy malas calificaciones de las agencias de riesgo (Standar & Poor’s, JP Morgan) siendo este país uno de los más puntuales pagadores de deuda. Se ha montado un cerco, un bloqueo y un boicot de la banca internacional para el acceso a créditos y divisas.

Esto se expresa en acciones pérfidas denunciadas por Maduro, como el abandono de los compromisos contraídos por el City Bank, a través del cual el estado venezolano pagaba todas las cuentas del país para las transacciones en Estados Unidos y en el mundo, lo que demoró la posibilidad de que el gobierno pudiera resolver la importación de alimentos y medicamentos.

El descalabro del mercado cambiario para agudizar la inflación, acciones que sólo pueden realizar grupos poderosos financieros, y la manipulación del mercado cambiario empujando la inflación, ataca de lleno a las políticas de readecuación salarial que define el gobierno.

Así se produce una suerte de vasallaje en el monopolio de esta divisa extranjera a los comerciantes, productores e importadores quienes trasladan el precio al consumidor y al usuario.

6) La posibilidad de la Paz

Según pudimos observar y conversar con distintos analistas políticos en tierra de Chávez, la República Bolivariana de Venezuela enfrenta el desafío de superar esta guerra híbrida planteada desde las necesidades del redespliegue imperialista en la región en combinación con las clases dominantes venezolanas.

El gran desafío es construir la tregua, conseguir la pacificación, en la que no merece hacerse ilusión alguna nadie de que será total, en tanto exista el imperialismo como sistema de producción histórica social.

Hay por lo menos cuatro caminos o planes de construcción de una paz medianamente estable que permitan desarrollar medidas de normalización de la vida cotidiana de los venezolanos.

Uno es el Plan Destituyente, es decir, la culminación del golpe de Estado continuado mediante la renuncia de Nicolás Maduro a la presidencia pero que no resolvería el problema del chavismo en el poder porque debería sucederlo el vicepresidente. Además, los poderes constitucionales CNE y TSJ son definidos por el anti-republicanismo como parte del sistema chavista bolivariano. Es decir, lo que haría falta es la renuncia en masa de los funcionarios del Estado, los cuales esperan poder someterlos a una Justicia readecuada y aggiornada al tiempo de revancha que añora la derecha escuálida. Este Plan no contempla a los sectores populares, no considera a los dignatarios directos de la Revolución Bolivariana que hasta aquí, por prudencia, no han ganado masivamente las calles para defender la República Bolivariana.

Porque si bien es cierto que en comunas populosas como el 23 de enero se han perdido elecciones, no es menos cierto que los cerros y los barrios víctimas directas de la guerra económica tienen muy clara la naturaleza política de la propuesta de la oposición con la que nunca podrían conculcar más allá del descontento que pueda sucederse producto de la carestía de la vida.

Sectores que se reivindican chavistas pero critican a Maduro por su impericia en resolver la crisis y su incapacidad en combatir la corrupción de las propias filas, o eventualmente por haber acertado en combatirla, están pensando en que una posible pacificación venga de la mano del Plan Zamora.

El “Plan Estratégico operacional Zamora” fue presentado en abril por el propio presidente Maduro quien sostuvo que “El Departamento de Estado (EEUU) ha dado la luz verde y el visto bueno para un proceso golpista descarado para la intervención de Venezuela, así lo digo y así lo enfrentaré (…) Frente a este escenario he decidido activar el plan estratégico especial cívico militar para garantizar el funcionamiento de nuestro país, su seguridad, el orden interno, y la integración social, Plan Zamora que me ha sido presentado por el comando estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)”.

El presidente anunció activación de la Fase Verde de dicho Plan. Hay quienes piensan en una conmoción interna y una amenaza externa muy grave y sueñan con superar las fases subsiguientes hasta alcanzar el control por parte del Jefe Operacional del Plan, el General Vladimir Padrino López, actual Ministro de Defensa, que desplazaría al presidente Maduro. Cuartelero con terreno, no es un general de escritorio; querido por las tropas y alineado a Diosdado Cabello, quien parecería encarnar mejor que el propio Maduro la herencia de Chávez y que expresa al ala militar de la Revolución Bolivariana.

El General Padrino López se ha mostrado como uno de los más leales al presidente, por lo cual la idea de ser vector de su desplazamiento aparece medio reñida con la realidad, pero en la conmocionada tierra de Bolívar todo es posible desde Páez en adelante.

La implementación radicalizada de dicho plan podría plantearse como una posibilidad transicional con el reaseguro de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. Claro que semejante situación es imposible de concebir sin un acuerdo de algún tipo con los Estados Unidos; de lo contrario sería profundizar la inestabilidad y excepcionalidad institucional para ofrecer una excusa al intervencionismo.

La aplicación de dicho plan con o sin Maduro y sin acuerdo con los Estados Unidos redunda en la profundización de la guerra que pasaría ya a un estadio de defensa nacional del tipo sirio.

La otra posibilidad, plantada por quienes piensan en salidas y transiciones, se articula en torno de la Fiscal General y la posibilidad de que encabece una transición que contenga al chavismo y ordene la hidra opositora en una solo lógica institucional.

La propuesta del presidente Maduro ha sido la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.

Ante la ficción del reclamo opositor por democracia, el presidente pergeñó la maniobra ofreciendo más democracia. Así se le arrebató de un saque una de sus principales banderas, que se la ve en figurillas para explicar por qué no acuden al llamado a Asamblea Constituyente.

Algunas críticas que plantearon tienen que ver con que una asamblea no resolverá los problemas estructurales de Venezuela, lo cual es indudablemente cierto. No puede resolver ni la guerra económica, ni el redespliegue imperial ni el sabotaje institucional interno; pero ofrece un escenario democrático de construcción de marcos generales legitimados para intentar resolver estas cuestiones. Como sea, aparece como la propuesta más sensata en el intento de pacificación parcial del país.

7) La imposibiidad de la Paz

“ La Paz en Colombia es la Guerra en Venezuela” nos decía una fuente altamente calificada para el análisis de este proceso de doble impacto.

Siempre se entendió como verdad de perogrullo que la insurgencia colombiana operaba como una suerte de retaguardia estratégica de la Revolución Bolivariana y como contención del injerencismo norteamericano.

Paul Coverdell, relator legislativo ante el Congreso Norteamericano, cuando se presentaba el Plan Colombia definía explícitamente que el objetivo del mismo tenía que ver directamente con el control de Ecuador y Venezuela, dos de las principales (sino las principales) cuencas petrolíferas del planeta.

Cuando los más destacados articuladores de la geopolítica norteamericana definen la etapa de “guerra infinita”, lo que nos están anunciando es justamente que la principal forma de producción política es la guerra, y que eventualmente la política, contrariando en 180º a Clausewitz, aparecerá como continuación de la misma, como momento extraordinario.

Por esto, y porque entendemos que lo que sucede en Venezuela es un plan sistemático de desestabilización en el marco de una guerra de cuarta generación y eventualmente de guerra híbrida, pensar la paz es pensar sólo un momento posible de la política. Se trata de una guerra no declarada por parte de los Estados Unidos, cuya posibilidad de retracción en su redespliegue, es el fracaso continuado que viene sucediéndose de su proyecto de fin de ciclo y de construcción de alternativas de dominación con las (nuevas) derechas.

Hay que entender la victoria de Lenin Moreno en Ecuador a partir de los estragos de la restauración neoliberal que el macrismo operó en Argentina. Del mismo modo, la victoria de Lenin Moreno provoca la agudización de la ofensiva contra Venezuela en la desesperación por contener la reversión del cambio de correlación de fuerzas internacional que habían conquistado. El inminente fracaso de la operación en Brasil, con los escándalos de Temer y la acometida de Lula, son también elementos de contextualización para el aceleramiento del estrangulamiento sobre el proceso bolivariano.

Es una bomba de tiempo y el tiempo corre a favor de los Pueblos. Sólo así se explica la desesperación y urgencias por definir los procesos abiertos.

La posibilidad de intervención extranjera parecería imposible si seguimos pensando en la primavera postneoliberal y fácilmente olvidamos la larga y trágica historia de intervencionismo norteamericano en Nuestra América.

Las nueve bases norteamericanas desplazadas en Colombia configurando un cinturón contrarevolucionario, sumadas a las bases de OTAN en el Caribe -puntualmente las bases de F15 y F16 de Curazao y Aruba a 40 Km de la Península de Paraguaná donde se concentran las mayores refinerías venezolanas-. Son sugestivas las disposiciones, lo que no puede entenderse sino fuera a través de un plan injerencista invasor y apropiador de dicha península en atención a la doctrina de defensa de los intereses vitales ante posibles situaciones de alta inestabilidad política.

Insistimos en que se están subestimando las reservas de subjetividad revolucionaria del Pueblo Bolivariano y de los pueblos todos de Nuestra América. Las demostraciones de las Fuerzas Armadas Bolivarianas comprometidas en el antiimperialismo -milicias de defensa bolivarianas donde se enrolan centenas de miles de venezolanos-, son solo muestras parciales de la enorme capacidad de resistencia que nuestro continente posee para enfrentar una agresión injerencista.

Sostenemos, sin temor al error histórico, que Caracas puede convertirse en la Madrid americana. No nos caben dudas que contingentes de revolucionarios nuestroamericanos están dispuestos a auxiliar al bravo pueblo bolivariano ante un ataque invasor norteamericano.

La gran diferencia es que aquella heroica Madrid luchaba desesperada contra una tendencia histórica que la enterraba. En este caso, la heroica Caracas se mantiene firme a favor del tiempo histórico, que ya está sepultando la era del imperialismo. ¡El mundo ha cambiado, por eso nos vestimos con el optimismo histórico que nos advierte que Venezuela vencerá!

[1] “Revolución Permanente es Proceso Constituyente Permanente. Una mirada de la situación de la política revolucionaria en la Argentina”. Ponencia presentada en el XIII Seminario Internacional “Los partidos y una nueva sociedad”, México DF marzo 2009.

[2] Presentado por Leopoldo López en Estados Unidos el 31 de octubre de 2013, en un restaurante llamado El Arepazo, en compañía de representantes de la organización golpista Fundación Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex). Puesto en marcha luego de las elecciones de 2014.

[3] “Quieren desbolivarianizar Venezuela”. Noticias PIA. 14 de junio 2015. Disponible en http://www.noticiaspia.org/

Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/06/05/el-pathos-tragico-de-venezuela-en-su-laberinto/

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Brasil, democracia de luto, nossa América na luta (Port. / Esp.)

Por Adolfo Pérez Esquivel

Problemas da educação não são resolvidos com menos educação, problemas de transparência não são resolvidos com menos transparência, os da igualdade não resolvidos com menos igualdade, nem os problemas da democracia se resolvem com menos democracia.

Um punhado de parlamentares acusados de corrupção pré-condenou discursiva e midiaticamente uma presidenta – eleita pelo voto majoritário de seu povo – por atos de corrupção que não foram comprovados. Como não podiam removê-la do cargo por esta razão, criminalizaram atos de governo públicos e publicados, que já foram usados por governos anteriores e de outros países, estabelecendo um grave precedente jurídico para os atos de governo de administrações atuais e futuras da região.

Então, por que a presidente Dilma Rousseff não é mais presidente do Brasil? Sim, porque houve um golpe parlamentar.

Falei na reunião de 28 de abril no Senado do Brasil, disse aos senadores que o País estava caminhando para um “golpe de Estado”. A verdade envergonha alguns e fortalece outros. Não é por acaso que, depois de minhas palavras, senadores da oposição exigiram censurar minha frase no registro taquigráfico.

Se já era questionada a democracia representativa por deixar as pessoas em um quase-estado de desamparo, no qual os governantes podem fazer o que querem e não o que devem. Com este golpe no maior país da América do Sul, nem mesmo a democracia representativa está garantida. Ou seja, no momento em que 51 senadores podem votar contra 54 milhões, a democracia entra em luto.

Alguns governos latino-americanos retiraram seus embaixadores como um sinal de compromisso com o futuro das nossas democracias. E os órgãos regionais deveriam exigir que o governo usurpador convoque novas eleições.

Enquanto isso, o povo brasileiro tem o nosso apoio nesta fase de resistência para a defesa das nossas democracias. Não é a primeiro golpe brando neste século e não será o último, pois há muitos muitos embaixadores do golpismo.

Esta é uma operação regional que não para no gigante do sul, e logo vai para a Venezuela, Equador, Bolívia… para o futuro de todas as alternativas políticas que não querem abaixar a cabeça. A esperança é sempre nos povos, que são os fiadores para democratizar as democracias, para converter o luto em vida, o luto na luta.


Brasil, democracia de luto, nossa América na luta

Los problemas de la educación no se resuelven con menos educación, los problemas de la transparencia no se resuelven con menos transparencia, los de la igualdad nunca se resuelven con menos igualdad, así como tampoco los problemas de la democracia se resuelven atacando la democracia.

Un puñado de parlamentarios acusados de corrupción, precondenó discursiva y mediáticamente una presidenta electa por actos de corrupción que no fueron comprobados. Pero como no podían desplazarla de su cargo por este motivo, criminalizaron actos de gobierno públicos y publicados, que ya habían sido usados por gobiernos anteriores y de otros países, sentando un grave precedente jurídico para los actos de gobierno de administraciones actuales y futuros de la región.

Entonces, ¿Que pasó? ¿porqué la Presidenta Dilma Rousseff ya no és Presidenta de Brasil? Sí, porque hubo un golpe de Estado parlamentario.

La verdad avergüenza a algunos y fortalece a otros. Yo hablé en la sesión del día 28 de abril del Senado de Brasil, les dije a los senadores que el país se estaba encaminando a un “Golpe de Estado”. No es casualidad que luego de mis palabras los senadores opositores exigieran censurar mi frase en la versión taquigráfica.

Si ya era cuestionada la democracia delegativa por dejar a los pueblos en un cuasi-estado de indefensión, donde los gobernantes pueden hacer lo que quieren y no lo que deben. Con este golpe al país más grande de sudamérica, ya ni siquiera la democracia delegativa está garantizada. Así es, en el momento en que 51 senadores pueden votar contra 54 millones, la democracia entra en luto.

Algunos gobiernos de América Latina retitarán sus embajadores en señal de compromiso con el futuro de nuestras democracias. Y los organismos regionales deberían exigir que el gobierno usurpador convoque a nuevas elecciones.

Mientras tanto el pueblo brasilero cuenta con todo nuestro apoyo en esta etapa de resistencia para la defensa de nuestras democracias. No es el primer golpe blando en este siglo y no será el último, hay muchos embajadores del golpismo. Esta es una operación regional que no se detiene en el gigante del sur, luego irán por Venezuela, Ecuador, Bolivia… por el futuro de todas las alternativas políticas que no quieran agachar sus cabezas. La esperanza siempre está en los pueblos, son ellos los garantes de democratizar las democracias, de convertir el luto en vida, el luto en luta.

*Adolfo Pérez Esquivel, activista de derechos humanos argentino, fue Premio Nobel de la Paz en 1980.

Fuente: http://www.adolfoperezesquivel.org/?p=3974

Imagen tomada de: http://contropiano.org/img/2016/09/brasil.jpg

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La deuda del feminismo latinoamericano con Cristina y Dilma

Ilka Oliva Corado

He buscado hasta por debajo de las piedras, algún comunicado expresamente feminista y burgués, donde se manifieste el rechazo al Golpe a Dilma y la persecución política que sufre  Cristina ( y con ella Las Abuelas y Madres de la Plaza de Mayo y Milagro Sala, entre tantos otros) pero,  o yo no he buscado bien o no existen. Feministas manifestándose individualmente sí he visto, pero ése es otro paisaje. Hablo del conglomerado que para otros trámites firma inmediatamente.

Por el contrario, organizaciones de mujeres se han pronunciado abiertamente desde las barriadas, y han sido miles las que han tomado las calles de Argentina y Brasil para mostrar respaldo a ambas presidentas. Lo hemos visto también en Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Perú, Colombia  y Venezuela. A esas mujeres de periferia, las feministas burguesas las llaman fanáticas e idealistas. Ignorantes. Porque no tienen un título universitario que les permita el mote de intelectuales. Porque hacen visible en la práctica lo que otras se acomodan en la teoría.

El gran vacío en este momento de la historia  es el del feminismo latinoamericano. Y lo encabeza el feminismo burgués, por supuesto. El feminismo de vitrina. El que es excelente plataforma para pronunciamientos desde la intelectualidad y la comodidad de clase, que eleva y galantea  en lisonjas a quienes saben de memoria la teoría pero que son incapaces –por hipócritas y aprovechadas- de volverla acción en la práctica.

Me refiero con esto, a quienes van y vienen recitando  Una habitación propia, de Virginia Woolf pero que jamás bajarían a la alcantarilla para decirle a la mujer obrera cómo liberarse de un sistema patriarcal que la abusa y la invisibiliza. A hablarle de políticas de inclusión, de sus derechos. A compartirle un libro.  Me refiero a aquellas que van partiendo plaza con su “yo, feminista” y que son adeptas de Simone de Beauvoir pero que le tienen pavor a Rosa Luxemburgo, Clara Campoamor o a Dolores Ibárruri “La Pasionaria”. Pero eso sí, que conmemoran cada año a Las 13 Rosas. Para que vean… Y que degradan a mujeres como Evita y Bartolina Sisa, una por indígena y la otra por paria e iletrada. Pero eso sí, van por el mundo dictando conferencias  con una su chalina típica, para que digan… Pero en sus casas a las mismas indígenas y parias de las que hablan, las tienen trabajando de lunes a domingo sin derechos laborales. De ese feminismo hablo, del que abunda por doquier.

Hablo del feminismo donde se tiran flores  unas a otras, con baños de intelectualidad.

Del que permite entrar a las universidades, embajadas y centros culturales para recitar textos y obtener diplomas de participación, fotografías y contactos; pero que no va a hablar de derechos humanos, derechos laborales, violencia género y equidad de género  a la vendedora de mercado, a la panadera, a la tortillera, a la mujer que limpia casas: porque ahí no hay de dónde sacar ventaja.

A la maquiladora, a la que se pudre 18 horas en las fábricas.  Simple, la razón es simple: porque para pasar de la teoría a la acción se necesitan arrestos y éstos no los tiene cualquiera. Lo mismo sucede con los intelectuales y los de la ultra izquierda.

Ahí entran Dilma y Cristina que son aborrecidas por este tipo de feminismo, porque demuestran todos los días con acción que la teoría  puede ir muy bien a los cañales, a los campos abiertos, a las fábricas y a las periferias. No solo eso, ellas demuestran que sí son posibles las políticas de inclusión social y de equidad de género y que pueden ir de la mano.  No por gusto una es perseguida política y la otra acaba de recibir un Golpe traidor.  ¿Cuántas niñas, adolescentes y mujeres pudieron ir a la escuela en sus gobiernos?

¿A cuántas niñas y adolescentes se les sacó del trabajo forzado, de la explotación infantil? ¿Del tráfico para explotación sexual?  ¿A cuántas se les dieron derechos laborales? ¿A cuántas Dilma y Cristina han permito la expresión y el sustento? ¿Cuántas han tenido educación  gratuita y lograron graduarse de la universidad? ¿Cuántas han tenido acceso al sistema de salud? ¿A cuántas se les quitó una bolsa de pegamento de las manos y se les puso una computadora, un pincel, un uniforme deportivo?

Y no es teoría porque los cambios son palpables y visibles y lo sabemos todos, aunque algunos pretendamos no conocerlos porque nos va mejor personalmente y para nuestros proyectos   particulares.

Al feminismo latinoamericano burgués, al de la lisonja, al feminismo de lociones finas y micrófonos apartados, al que nunca ha sido político, porque para ser político se necesita entereza,  a ese feminismo Dilma y Cristina les quedan grandes. Ese feminismo no merece congéneres como ellas. No se lo ha ganado. No lo ha luchado. Y su silencio en este momento de la historia  lo evidencia.

Ese feminismo viene siendo entonces una copia de la ultra izquierda latinoamericana que también las aborrece  y las apuñalada. Porque el silencio otorga, el que guarda silencio solapa. Es en estos momentos en los que el feminismo debe pronunciarse y no por pasión, por idealismo, por fanatismo. Debe pronunciarse porque debería ser su obligación moral y humana para con dos mujeres que han cambiado la historia de América Latina, les guste o no.

Y deben pronunciarse por agradecimiento, por lealtad y por consecuencia política, porque fueron millones de mujeres en los más bajos estratos de la sociedad las que se beneficiaron con las políticas de inclusión de ambas. Esas miles de mujeres que nunca han visto a una feminista burguesa ir a sus lugares de trabajo, saludarlas en la calle, invitarlas a un café y conversarles, como hacen con intelectuales y gente de clase social holgada donde sí se pueden obtener beneficios personales por el contacto.

Probablemente muchas feministas me llamarán ignorante, idealista y fanática. Me dejarán infinidad de mensajes con insultos, como regularmente sucede cuando cuestiono al feminismo, y me dirán machista. Y me desmenuzarán la teoría. O simplemente me llamarán loca, como sucede con frecuencia.

Muchas tal vez saquen a relucir el tema del aborto y la corrupción de las que se les acusa (sin prueba alguna) para defender su negativa a apoyarlas y así lavarse las manos.  Jamás mencionarán que estas dos mujeres han sido insultadas, menospreciadas y que han sufrido violencia de género desde los medios de comunicación hasta del esposo de la feminista burguesa que nunca ha alzado la voz en su comodidad; y la han sufrido por mujeres consecuentes con la acción que es la única que cambia los patrones y que libera sociedades.

No hay punto de comparación con el feminismo burgués y todos los que de ahí nacen, con su “yo, feminista” pero que guardan silencio ante este nivel de violencia que  están viviendo Dilma y Cristina, solo queda agradecer el respaldo de  las mujeres que sin etiquetas y sin aires de intelectualidad; agradecidas y consecuentes y sobre todo políticas han dado la cara en defensa de semejantes mujeres de Latinoamérica.

Por supuesto, no soy feminista, no pertenezco a ningún gueto o jauría; a mí si me quieren etiquetar me llaman como lo que soy: paria y estoy con Cristina y Dilma. Por amor y agradecimiento, de ahí pal real…

Y si sueno populista es porque en absoluto lo soy.

Fuente del articulo:  https://cronicasdeunainquilina.com/2016/09/15/la-deuda-del-feminismo-latinoamericano-con-cristina-y-dilma/

Fuente de la imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1473975235740/sites/telesur/img/blog/2016/09/15/cfk-dilma.jpg_916636689.jpg

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Atilio Borón analiza semejanza entre el Chile de 1973 y el Brasil de 2016

Por: Atilio Borón

El pensador argentino analiza los limites do Estado burgués en América Latina y las semejanzas entre ambos golpes

Después de 43 años del golpe de Estado en Chile que derrocó al gobierno de Salvador Allende, el pensador latinoamericano Atilio Borón conversó conBrasil de Fato para leer, a la luz del proceso chileno, los recientes acontecimientos que violentan el orden democrático en América Latina.

Según el sociólogo argentino, los cambios constitucionales emprendidos por los gobiernos de Hugo Chavez, en Venezuela; Evo Morales, en Bolivia; y Rafael Correa, en Ecuador, crearon un nuevo orden institucional que permitió a los lideres hacer las reformas necesarias para mejorar la calidad de vida de la población.

Sin embargo, la victoria electoral de Mauricio Macri, en Argentina, y el reciente impeachment de la presidenta Dilma Rousseff, en Brasil, marcan las flaquezas de los procesos de estos países, que mantuvieran la estructura del Estado burgués. Esas fragilidades fueron aprovechadas por los Estados Unidades en la tentativa de recobrar su posiciones en el escenario internacional.

“Yo creo que Lula cayó víctima de su postura tecnocrática. Él mandó al pueblo a sus casas y, cuando los lobos fueron a atacar a Dilma ella abrió la ventana y no tenia a nadie. Confió e hizo alianzas con sectores del poder que claramente iban a traicionarlo. Hasta un ciego podría verlo”, evaluó.

Brasil de Fato – ¿Qué enseñanzas dejo el golpe en Chile en septiembre de 1973? ¿Cómo la experiencia chilena nos ayuda a pensar el proceso actual que vivimos en América Latina? ¿Y como los procesos de hoy nos ayudan a repensar nuestra historia como pueblo latinoamericano?

Atilio Borón – Yo creo que el golpe en Chile fue una tragedia que de alguna forma anunció lo que sucedería después en la mayoría de los países de América Latina. Brasil ya había tenido el golpe en 1964, Argentina también, en 1966. Pero el de Chile, en 1973, fue otra cosa. Fue un experimento radical de terapia de “shock” que sería aplicado en el resto de los países de América Latina y, también, en algunos países del capitalismo avanzado.

La experiencia chilena fue una experiencia muy desigual, en relación a otras regiones. El gobierno de Salvador Allende fue manteniendo el marco institucional del Estado burgués. O sea, no hubo reforma de la Constitución. Simplemente hubo un debate en torno de la posible interpretación de ciertas clausulas de la Constitución que le impidió al gobierno de Allende avanzar en políticas de nacionalización, control de precios e intervenciones de los mercados.

Pero [Allende] no hizo lo que hicieron los venezolanos, los bolivianos y ecuatorianos. Ellos crearon un nuevo orden constitucional, una nueva institucionalidad, introduciendo las reformas necesarias para mejorar la calidad de vida de la población.

¿Qué podemos aprender? En principio, un Estado burgués con una Constitución burguesa, con relaciones capitalistas de producción, con fuerte peso de grandes corporaciones y con la presencia de grandes empresas multinacionales y trasnacionales, impone límites mucho estrechos. Y, cuando los cambios trascienden, van más allá de los límites, el proceso democrático entra en una zona de riesgo y rápidamente es eliminado por los agentes de la conservación social, o sea, de las clases dominantes.

En contextos económicos muy complejos, inevitablemente, se generan esos procesos, porque la burguesía provoca sabotajes permanentes, las “huelgas de la burguesía”. Ellos dejan de invertir, comienzan las fugas de capitales y se entorpece el proceso productivo en todo los niveles, provocando un gran malestar de la población. Eventualmente, se prepara la base social para una revuelta fascista.

Esa fue la reacción chilena en 1973. Y yo creo que fue aprendida por Chávez y, después de él, por Evo y por Correa. Porque la primera cosa que ellos hicieron fue ampliar el marco institucional de los procesos transformadores en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Fue muy significativo, muy importante. Introdujeron innovaciones que potenciaron el protagonismo popular, el refrendo revocatorio, hasta el reconocimiento, en el caso de Bolivia, de formas de gobierno de los pueblos originarios.

Entonces, yo creo que sí, hay un cierto aprendizaje. Pero no en todo lo países. Argentina, Brasil y Colombia continuaron transitando por las vidas de la institucionalidad democrática propia del liberalismo. Y esa es la fuente de muchos problemas.

Entonces, ¿en términos regionales, podemos decir que este avance de la derecha, desde el golpe el Honduras hasta el reciente impeachment de Dilma, nos encuentra mejor posicionados?

Mira, la experiencia chilena fue única, porque, en aquel momento, Argentina estaba regresando al peronismo, que tuvo corta vida y terminó en un gran cataclismo. Hubo un repique en Bolivia – recuerde que, en el año 1971, Bolivia inauguró un breve proceso de radicalización popular sobre el comando de Juan José Torres y de la Asamblea Popular Boliviana, pero Torres terminó depuesto rápidamente y fue asesinado en Buenos Aires. También mataron al general Carlos Prats Gonzalez en Chile. O sea, era un contexto muy diferente al actual.

Los procesos actuales se dan en un momento en que se acentuó el proceso de decadencia del imperialismo norteamericano. En la segunda mitad de la década de 1990, algunos hablaban del inicio de un nuevo siglo americano. Y, lejos de eso, fue el inicio de una lenta y persistente decadencia de los Estados Unidos.

Algunos de nosotros advertimos esta decadencia, pero éramos dejados de lado por cuestiones ideológicas. Hoy, cuando se consulta la literatura especializada de los geoestrategas, de los pensadores del imperio, entre los cuales los más importantes son [Henry Alfred] Kissinger y [Zbigniew Kazimierz] Brzezinski, los dos argumentaron que los Estados Unidos ya no son la potencia que fue en el pasado.

Los pronósticos económicos llevan a concluir de que en 2030 la economía norteamericana representará apenas el 18 % del producto bruto mundial, y la de china, el 28%. Y esta decadencia se ve también en la creciente impotencia de los Estados Unidos. Eso se muestra cuando un pequeño país de América del Sur, como Ecuador, da asilo diplomático a Julian Assange, de Wikileaks, y, además de eso, obliga la salida de las tropas inglesas de su embajada!

En el pasado, eso habría provocado la invasión de los marines en Ecuador, y habría detenido y asesinado al presidente Rafael Correa, como hicieron en 1982, com Maurice Bishop, en la Isla de Granada.

Después, el debilitamiento de los Estados Unidos es un dato inocultable. Hoy, ellos tienen enemigos tan fuertes como la URSS – Rusia por una lado y China, por el otro. Entonces, ¿qué sucede? Cada vez que los Estados Unidos se encuentran problemas en el contexto mundial, ellos retroceden para reafirmar su dominación sobre América Latina. Eso acontece en los años 70 y está sucediendo ahora.

Los Estados Unidos quieren frenar el ciclo de los gobiernos progresistas y avanzar en la conformación de una nueva América Latina, totalmente blindada, donde no exista ningún gobierno que dispute su hegemonía. Mientras tanto, los pronósticos del Pentágono se preparan para 20 o 30 años más de guerra. Está asegurada la retaguardia.

Y, por eso, se lanzó a fomentar la destitución de esos gobiernos, a crear una nueva derecha en América Latina. En Argentina, lo hizo muy claramente, y, en Brasil, han fortalecido los vínculos con el PSDB [partido de derecha]. En este proceso, Fernando Henrique Cardoso tuvo un papel fundamental.

¿Cuál es el significado de Brasil en términos geopolíticos? ¿Por que este último golpe fue en Brasil?

Por varios motivos. Primero, Brasil es el país que mayor peso en la región de América Latina y el Caribe, y eso nos permite decir que, para donde se inclina Brasil, se inclina América Latina.

En segundo lugar, porque Brasil siempre fue aliado estratégico de los Estados Unidos. No se olvide que Brasil fue elegido por los Estados Unidos para desarrollar empresas siderúrgicas después de la Segunda Guerra Mundial, con crédito aprobado por ellos.

Y, en tercero, porque Brasil es un emporio de recursos naturales. Los Estados Unidos tienen mucho interés en controlar la Amazonia y el acuífero Guarani y, para eso, precisan tener presencia en el país. Ahora, también van a tener presencia en Argentina y desde allí pretenden controlar la parte sur del acuífero Guarani.

Sin contar con el petróleo. ¿Sabes cuándo se movilizó la 4º Tropa de los Estados Unidos, que estaba desactivada desde hacia más de 50 años? Dos semanas después de Lula anunciar el descubrimiento del pré-sal. ¿Usted cree que eso es casualidad? No! Es reacción. Entonces, claro que Brasil es muy importante.

Y, además, preservaron las riquezas del consenso progresista, o sea, los errores cometidos por los gobiernos del PT [Partido de los Trabajadores] que, por ejemplo, no avanzaron en la profundización de la reforma agraria en un país con una estructura agraria absolutamente anacrónica. Fueron gobiernos que desmovilizaron su base popular.

[Nicolás] Maduro [presidente de Venezuela] no cae simplemente porque cuando él grita tiene un montón de gente en las calles. Y eso es una situación económica mucho más compleja que la de Brasil.

Yo creo que Lula cayo víctima de su postura tecnocrática. Él mandó al pueblo para sus casas y, cuando los lobos fueron a atacar a Dilma, ella abrió la ventana y no tenía a nadie. Confió e hizo alianzas con sectores del poder que claramente iban a traicionarlo. Hasta un ciego podría verlo.

Fuente: http://brasildefato.com.br/2016/09/12/atilio-boron-analiza-semejanza-entre-chile-de-1973-y-brasil-de-2016/

Traducción: María Julia Giménez

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