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Etiopía: La atención a las víctimas de desastres naturales y Guerras. Innovación filantrópica

Etiopía/17 de Marzo de 2018/La Vanguardia

Las Naciones Unidas hizo un llamamiento a finales del 2017 a la comunidad internacional para conseguir la cifra récord de 18.000 millones de euros destinados a atender durante este 2018 a los 91 millones de personas más vulnerables del mundo, las víctimas de guerras y de desastres naturales. Oenegés y agencias de la ONU se enfrentan al reto de explorar nuevos sistemas para captar fondos que algunos organismos y donantes ya supeditan a los resultados. En esta línea, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha sido pionero en lanzar los Bonos de Impacto Humanitario (BIH) por un valor de 22 millones de euros destinados a poner en marcha tres centros de ­rehabilitación física en zonas de conflicto de Mali, Nigeria y la República Democrática del Congo. Ignasi Carreras, director del ­Instituto de Innovación Social de Esade y miembro del consejo de Oxfam Internacional, pronostica que en un plazo de entre tres y ­cinco años, el canal digital será el más relevante a la hora de conseguir donantes. “Otra línea de trabajo es sumar activistas para las diferentes campañas a los que después se pide que se hagan socios. Asimismo, se está empoderando a los voluntarios y a la masa social para que también ellos consigan fondos. Un ejemplo es la caminata Trailwalker”, indica Carreras. Desde que en el 2011 se organizó este evento deportivo y hasta el 2017, Oxfam Intermón ha recaudado más de cinco millones de euros.

El sector privado ya ha aportado los 22 millones requeridos, que podrá recuperar con intereses si el proyecto cumple todos los objetivos, una vez esté a pleno rendimiento, en un plazo de cinco años. “Tenemos nueve inversores, el mayor de los cuales es Munich Reinsurance, mientras que los restantes cuentan con el apoyo de la banca suiza Lombard. Obtendrán unos beneficios del 7% anual si el programa funciona de manera excepcional, pero pueden perder el 40% de su capital si es un completo fracaso. Como en otras inversiones financieras los participantes han sopesado los riesgos y las potenciales recompensas”, explica Tobias Epprecht, jefe de esta iniciativa en el CICR, con base en Ginebra.

Los donantes pagarán por resultados en un proyecto de Cruz Roja para atender a heridos de guerra en África.

El tercer grupo de actores que entra en juego es el integrado por los donantes que, en este caso, son los gobiernos de Suiza, Bélgica, Italia y Reino Unido y la Fundació Bancària La Caixa, que ha comprometido un desembolso de un millón de euros en el 2020. Al finalizar el quinto año, los cuatro gobiernos pagarán al CICR en función de los resultados conseguidos.

Un equipo de auditores externos analizará la eficiencia del proyecto en base a “cuántas personas recuperan la movilidad, gracias a la implantación de prótesis, órtesis o sillas de ruedas, por cada trabajador”, detalla Epprecht. Los tres centros se prevé que empiecen a funcionar en el 2020 y cada uno atenderá a unos 2.000 pacientes.

El CICR es el principal proveedor de servicios de rehabilitación física en países en desarrollo o afectados por guerras. Los amputados por heridas de arma o por el impacto de minas antipersona son buena parte de las 330.000 personas que atendió esta oenegé en el 2016.

“Nosotros apostamos cada vez más por alianzas a medio plazo y no por programas puntuales, ir junto con otros actores que en esta ocasión son gobiernos. Y valoramos la idea de condicionar nuestra aportación a la eficiencia. Es necesario innovar”, opina Ariadna Bardolet, directora del departamento de Programas internacionales de la Fundació Bancària La Caixa.

Los precedentes de los BIH lanzados por el CICR son los bonos de impacto social (BIS) y al desarrollo (BID). La británica Children’s Investment Fund Foundation (CIFF), una de las principales organizaciones dedicadas a la infancia, está detrás de los primeros BID con un proyecto ejecutado por la oenegé india Educate Girls, encaminado a reducir la brecha educativa de género en un remoto distrito del estado de Rajastán. El inversor inicial es la fundación UBS Optimus, que aportó el capital necesario para implantar un plan a tres años para aumentar la escolarización de las niñas. Asimismo, otro de los retos es que tanto alumnos como alumnas de primaria obtengan mejores notas en las asignaturas de matemáticas, inglés y hindi.

A la espera del análisis final, que realizará a mediados de este 2018 un auditor externo, los resultados preliminares han sido positivos. Si se cumplen todos los objetivos, CIFF pagará la cantidad desembolsada por UBS Optimus con un plus del 15%. Cabe destacar que al gestarse este proyecto, en el 2014, en India había 3,7 millones de niñas sin escolarizar y en Rajastán el 40% de las estudiantes dejaba el colegio antes de llegar al quinto curso.

Poco a poco van aflorando alternativas a la filantropía clásica con el denominador común de condicionar los aportes económicos a la eficiencia de los programas de desarrollo o humanitarios. En definitiva, pagar si las cosas funcionan. Y premiar si se alcanza la excelencia. Si en Gran Bretaña y en Estados Unidos esta es una fórmula que se observa con interés, en España es un modelo todavía incipiente. “Hay proyectos a largo plazo, en los que donantes como la Unión Europa supeditan sus desembolsos al cumplimiento de una serie de objetivos. Pueden rescindir el contrato y pedir la restitución del dinero si se falla. Ahora estamos trabajando con otras dos oenegés en la escolarización de niños en Tanzania bajo esta fórmula”, explica David del Campo, director de cooperación internacional de Save the Children.

En España, uno de los principales sistemas para ganar socios sigue siendo el de captadores cara a cara.

La crisis económica, que ha restado año tras año las aportaciones de las administraciones a las oenegés, ha invitado a recorrer otros caminos y buscar fuentes de finan­ciación diversas. Actualmente, alrededor del 55% de los recursos de estas organizaciones proceden del sector privado, mayoritariamente de los socios y de donantes pun­tuales, y el resto del ámbito público, según datos facilitados por Fernando Morón, director de la Asociación Española de Fundrainsing (AEFr), entidad sin ánimo de lucro especializada en la filantropía y la captación de fondos en España. Las aportaciones de los socios han ido aumentando desde el 2011 y en el 2016 suponían el 37,8% de los ­ingresos de 16 oenegés analizadas por la AEFr.

El sector ha sufrido un duro revés tras hacerse público, el pasado febrero, el caso de los trabajadores de Oxfam Gran Bretaña que, en el 2011, contrataron a prostitutas en un Haití devastado por el terremoto. Oxfam y las grandes entidades que trabajan en acción humanitaria todavía están cuantificando el impacto del es­cándalo en la pérdida de confianza por parte de la ciudadanía. Poco a poco, las oenegés intentan recuperar la normalidad y los captadores de socios salen a las calles de las principales ciudades buscando apoyos. Morón confirma que el denominado “cara a cara” sigue siendo uno de los principales canales para sumar socios, mientras que en otros países ya se denota un cierto cansancio ante un método que puede resultar invasivo.

“Cada vez más se tiende a ver al socio no sólo como un donante sino también como un aliado, involucrándolo en las campañas y estableciendo vínculos. El tener una importante base social legitima a las oenegés en sus causas”, opina Fernando Morón.

En un sector en el que disponer de fondos y utilizarlos bien contribuye a salvar vidas es relevante apostar por sistemas en los que se pueda medir la eficacia. Y más en estos momentos en que confluyen numerosas crisis, desde la guerra en Siria, que ya suma siete años y 5,6 millones de personas refugiadas, hasta las amenazas de hambruna en zonas de Sudán del Sur, Nigeria, Etiopía, Yemen o Somalia. Sólo en este último, azotado por una grave sequía y un endémico conflicto armado, 6,2 millones de personas, la mitad de su población, precisan ayuda de emergencia, como alimentos y agua.

Micromecenazgo: De Sierra Leona a Liberia en bici

Street Child sugiere sumarse a una travesía en bici de 300 km entre Sierra Leona y Liberia para conocer de primera mano el trabajo de esta oenegé especializada en facilitar la escolarización de los niños más vulnerables. También a maratones en Sierra Leona y en Nepal. Además de pagar los gastos, los participantes deben organizar campañas de micromecenazgo (crowdfunding) para recaudar 1.200 euros en el caso del maratón y 1.500, en el de la ruta en bicicleta, destinados a apoyar los proyectos en estos países. Con estas iniciativas se ingresaron 540.000 euros en el 2017. Esta oenegé nació en el 2008 para apoyar a menores de la calle en Sierra Leona.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20180316/441551816071/financiacion-ong-resultados-objetivos-proyecto.html

 

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Infancias robadas, silencios vergonzosos

Por: Jaume Carbonell

Las guerras se normalizan y olvidan. Este es el caso de Siria, donde la infancia lanza un SOS para romper el silencio.

“De todo…. Me acuerdo de todo….Recuerdo que los adultos decían: ‘Es demasiado pequeño, no lo entiende’. Yo me sorprendía, pensaba ¡Qué extraños  son los adultos! ¿Que los hace pensar que no entendemos  nada, cuando en realidad lo entendemos todo? Incluso tenía la impresión que entendía más cosas que ellos, porque yo no lloraba y ellos sí”.

“La guerra es mi manual de historia. Mi soledad. No tuve infancia… me la robaron, no forma parte de mi vida. Soy un hombre sin infancia, su lugar lo ocupó la guerra. Después sólo el amor me marcó hasta este punto. El día que me enamoré… que descubrí el amor”.

¿Qué no van a entender? Este texto, al igual que otros muchos de similar  dramatismo, está sacado de Últimos testimonios. Un solo de voces infantil, de la Premio Nobel de Literatura Svetlana Aleksiévitx, en la que se entrevista a  niños y niñas de 2 a 12 años que sobrevivieron durante la Segunda Guerra Mundial que, en la Unión Soviética,  causó millones de víctimas infantiles. Historias de orfandad, dolor y desplazamientos en la hasta entonces mayor crisis humanitaria de la historia.

Parecía que, al término de este conflicto, que se saldó con 60 millones de víctimas, el deseo de paz se instalaría definitivamente. Así ha sido en muchos países pero la geografía de la guerra se ha mudado a otros territorios donde los conflictos bélicos internos cuentan con estrechas complicidades de las potencias extranjeras más poderosas. Los beneficios económicos de la industria armamentística y el control geoestratégico  del  mundo son demasiado tentadores y jugosos para no sacarle tajada. Y así nos va.

Hace un par de décadas el horror se instaló en los Balcanes y hoy está en Siria: una guerra que ha entrado ya en su séptimo año y que parece enquistada y “normalizada”. Sí, porque a pesar de la retórica de las palabras, parece que la muerte masiva no se vive como una excepción sino como una normalidad, rodeada de silencios y olvidos (véase en este mismo blog Siria en la escuela:, tan lejos, tan cerca).

Los datos son estremecedores. Aparte de la sangría de muertos y heridos, 11 millones de personas -2,3 son niños y niñas- se han visto obligadas a desplazarse forzosamente, dentro de la propia Siria o buscando refugio en otros países. Y son bien conocidos los obstáculos que se encuentran en algunos de ellos para ser aceptados como refugiados, por no hablar de las pésimas condiciones en que viven en los llamados campos de refugiados -porque algunos lo son de concentración- a pesar de los esfuerzos heroicos de ciertas organizaciones humanitarias para brindarles el sustento alimentario y sanitario mínimo, e incluso algo de instrucción. También se sabe del incumplimiento del compromiso europeo firmado hace un par de años: aprobaron acoger a 160.000 refugiados bajo diferentes formas (reubicación y reasentamiento) y hasta la finales de septiembre tan solo habían llegado 27.695, el 17,5%. Aunque la cuota española es aún más baja: el 11,4%.

Entretanto, los niños de Siria, a través de textos y canciones, se preguntan: “Mundo, ¿Qué está pasando? ¿Qué te hemos hecho, porque nos asesinan?”. Denuncian las masacres, matanzas, desahucios, bombardeos de casas y escuelas, y el miedo que los domina y que no les deja vivir. Y lanzan un SOS para proteger su seguridad, libertad y dignidad: para proteger su infancia. Para vivir como seres humanos y poder dibujar sus sueños. “Mundo, ¿dónde estás? ¿Por qué no nos hacéis caso? ¿Os satisface ver como el ejército asesina a los niños pequeños? Mundo, basta ya de tanto silencio”.

El silencio sigue en los parlamentos y en nuestras pantallas. Es cierto que a la escuela le incumbe un mayor protagonismo en la educación por la paz, más allá de la celebración de efemérides puntuales, creando espacios específicos de reflexión y aprovechando todas las áreas del currículo y actividades del centro. Porque, en definitiva, la paz tiene que ver con la convivencia y con el respeto escrupuloso de los Derechos Humanos y de la Infancia. Algo que se visualiza en nuestra vida cotidiana y que por aquello de la solidaridad también contempla otras realidades. Pero el reclamo de paz ha de estar presente en todos los espacios de comunicación, socialización y decisión. Hay un dato preocupante que no invita al optimismo: “El porcentaje destinado a la cooperación ha ido menguando en los últimos años. ¿Cuál será en los próximos presupuestos del Estado?”.

Pero la vida sigue. Pronto llegarán las Navidades y las calles y comercios se llenarán de bellas y luminosas palabras de Paz, mientras  las guerras siguen ahí, bajo el vergonzoso silencio de los gobiernos y la falsa pero arraigada sensación de normalidad. Cada vez se globaliza más el consumo pero la globalización de la solidaridad pasa por horas bajas.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2017/11/22/infancias-robadas-silencios-vergonzosos/

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País Vasco: Escolares refugiados en Loiola

País Vasco/25 de Septiembre de 2017/Noticias de Gipuzkoa

Desde el lunes y a lo largo de los dos próximos cursos, más de 3.000 alumnos de 29 colegios vascos realizarán estancias de tres días en el santuario azpeitiarra. Durante ese tiempo, se pondrán en la piel de los refugiados y desplazados forzosos.

Llegarán al albergue ubicado en las proximidades del santuario azpeitiarra de Loiola y durante tres días dejarán de ser Eli, Ihintza y Eneko para ponerse en la piel de Anais, Fatiha y Amed; integrantes de una familia siria a la que la guerra ha obligado a tener que abandonar su hogar.

Son solo tres de los 3.135 alumnos de 29 centros educativos vascos que desde el 25 de septiembre y a lo largo de los dos próximos cursos escolares participarán en Mugetatik haratago-Más allá de las fronteras; una novedosa propuesta educativa promovida por la ONG Alboan y el Santuario de Loiola con el objetivo de que los escolares de 2º de ESO (excepcionalmente también de 3º) “conozcan la realidad y cambien su mirada sobre el refugio y la migración”.

Organizada con la colaboración de la Fundación Ellacuría, Loiolaetxea, la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo y la Diputación Foral de Bizkaia, Mugetatik haratago-Más allá de las fronteras pretende “acercar a la comunidad educativa la realidad de aquellas personas que llegan a nuestro entorno tras haberse visto obligadas a abandonar sus hogares como consecuencia de las guerras, la pobreza, el hambre, los desastres naturales o la desigualdad”.

Para ello, la propuesta, que se presentó ayer en el santuario azpeitiarra con un amplio respaldo institucional, contempla diferentes dimensiones como “la formación del profesorado en interculturalidad, migración y refugio o la implicación de la comunidad educativa en actividades de sensibilización y movilización”.

Sin embargo, la más llamativa será la dimensión que ofrecerá al alumnado un “aprendizaje vivencial” sobre la realidad de las personas refugiadas y migrantes.

Para que los escolares puedan experimentar esa difícil experiencia vital ha sido necesario acondicionar diferentes estancias del santuario de Loiola, que han sido dotadas de vallas con concertinas, puestos fronterizos y hasta de un auténtico campo de refugiados con sus correspondientes sacos, tiendas de campaña o bidones de agua. Eso sí, ese campo de refugiados, habilitado en un patio abierto interior, también cuenta con una carpa para los días de mal tiempo.

Ni que decir tiene que durante las estancias del alumnado los citados enclaves permanecerán custodiados por agentes de diferentes cuerpos policiales; “algunos de ellos sobornables, como sucede en la realidad”. Ese papel lo desempeñarán “unos 150 educadores y educadoras”.

Y tiempo de reflexión

Repartidos en grupos de “unas 60 personas”, los escolares que acudirán a Loiola “experimentarán de manera vivencial lo que supone ser una persona migrante o refugiada en las distintas etapas del proceso migratorio: el desplazamiento forzoso, el tránsito y el paso por las fronteras y la llegada al país de acogida”.

Al igual que Eli, Ihintza y Eneko, cada uno de los alumnos deberá asumir el rol “de una persona menor, adulta o anciana que se ve obligada a abandonar su casa de Siria, Afganistán, Ruanda o cualquier otro país en conflicto para poder sobrevivir”.

Los chavales apenas tendrán tiempo para asumir su nueva identidad temporal; toda vez que el sonido de una sirena les hará salir del albergue “con lo que puedan coger” para iniciar la huida, que se llevará a cabo “por los jardines y huertas del santuario, donde se encontrarán con puestos fronterizos y otras muchas trabas” antes de pasar un control de acceso al campo de refugiados.

El segundo día, los escolares verán cómo son expulsados del campo, por lo que deberán seguir adelante en un tránsito que les llevará a tener que superar puestos fronterizos y vallas. Claro está, durante ese tránsito “algunas familias se separarán y habrá personas que desaparecerán o morirán”. De hecho, “apenas unos pocos miembros de cada grupo conseguirán superar las vallas. De nada les valdrá tener todos los sellos en orden”.

Tras esa fase, que se realizará “a modo de gynkana” y servirá “para que los jóvenes sientan la incertidumbre y la frustración de no saber dónde están ni a dónde van”, se llegará al tercer día, en el que se representará la acogida; esto es, “la llegada a Europa”. En ese punto, los alumnos “verán cómo se rompe la imagen ideal que tenían y sentirán la realidad con la que se encuentran las personas migrantes que llegan aquí”.

Lógicamente, en cada jornada habrá “diferentes momentos para reflexionar sobre lo vivido”.

La directora de Alboan, María del Mar Magallón, el Superior del Santuario de Loiola, Juan Miguel Arregi, el director de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo, Paul Ortega, la directora de Igualdad, Cooperación y Diversidad de la Diputación de Bizkaia, María Guijarro y el director del Servicio Jesuita a Refugiados en Europa, Juan Ignacio García, fueron las personas encargadas de presentar la propuesta pedagógica Mugetatik haratago-Más allá de las fronteras en un acto que, entre otros, también apoyaron el director general de Cooperación para el Desarrollo de la Diputación de Gipuzkoa, Fernando San Martín, el alcalde azpeitiarra, Eneko Etxeberria, y el director de la Fundación Ellacuría, Miguel Ángel González.

Todos ellos destacaron el potencial que la iniciativa puesta en marcha tiene “para cambiar percepciones sobre el refugio y la migración”.

Fuente: http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/09/21/sociedad/escolares-refugiados-en-loiola

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Invasiones y terrorismo, 5.000 soldados para las guerras ajenas

Por: Manuel Humberto Restrepo Domínguez

Las elites de la clase política global, estudian, diseñan, formulan y trazan la política a seguir en cada nueva intervención político-económica-militar. La elite, situada en el Pentágono, la Casa Blanca, la Torre Trump, el G-7, configura ideológicamente el plan a seguir. La base de esta planeación estratégica, con análisis de escenarios, alianzas, costos y beneficios, distribución de poder y proyecciones, se resume en definir al enemigo de la seguridad y la paz global al que hay que combatir. El paso dos del proceso de planeación se orienta a comprometer a otros, al lobby diplomático, las visitas in situ (como la reciente de vicepresidente Mike Pence el 13 de agosto para hablar entre otros de Venezuela, Irán, Rusia y pedir que se corten relaciones con Corea del Norte), a crear vínculos con gobiernos, formaciones políticas (especialmente de derechas), trasnacionales, organizaciones multilaterales o incluso ONU, OEA, medios de comunicación y grupos de opinión, sobre los que se descarga la idea de que en la siguiente etapa de destrucción se hará lo que la opinión pública quiere que se haga porque la democracia lo exige y la seguridad lo necesita.

La siguiente etapa que es de destrucción, inicia con la injerencia de la matriz mediática insistente, incisiva, redundante, imparable, y la ocupación del terreno en todos sus componentes (político, social, económico, cultural), nada distinto al proceso de invasiones a América con conquista, evangelización y colonización. La tarea queda a cargo de ejércitos, tropas y novedosos aparatos asesinos no tripulados, que componen la intervención militar, en la que a las elites les resulta útil comprometer a un buen numero de países, gobiernos y estados que cumplan tareas directas, se hagan visibles, atiendan ordenes de campaña y extiendan el marco de posibilidades para que las consecuencias ya previsibles de retaliación con acciones terroristas sean también redistribuidas.

La tercera etapa es de reconstrucción, en la que se juega a fondo el orden económico global estrechamente vinculado al capital financiero. El modelo de invasión se termina interpretando como de guerra asimétrica, en aplicación de la Ley Patriot de 2011 y de la guerra preventiva que derrumba las barreras y limites entre lo civil y lo militar, entre lo político y lo económico, entre la vida y la muerte, que a la vez destituyen el orden legal del DIH y de los derechos humanos y termina por imponer la premisa de que no hay derechos ni garantías de protección para los declarados enemigos sean pueblos o personas. El objetivo de las elites globales y en escala locales, de su metódica planeación, destrucción y reconstrucción, es obtener el control total de la población, el territorio y las riquezas, cambiar reglas y someter al orden hegemónico ideológico y cultural.

Los invasores, que impiden cualquier expresión de levantamiento p

opular de resistencia, esperan una contraparte que les permita legitimar y mantener sus acciones de guerra, y empujan para obtener respuestas de tipo terrorista, de cuya existencia son sus responsables. De esta manera los civiles dejan de existir y con ellos el sentido del sufrimiento de las victimas. El agresor puede ser cualquiera y la victima también, los mercenarios se llaman ahora contratistas y los contratistas no entienden de ética ni legitimidad. Las invasiones y las acciones de respuesta asimétrica de tipo terrorista, llevan implícito el regreso de la ley del talión, en tanto que si un país ataca a otro, queda expuesto a ser atacado con la misma ferocidad por quien quiera proclamares representante de una comunidad, pueblo, minoría o grupo y puede también o no tener conexiones globales.

El que ataca como parte de un ejercito de invasión, no recibe ordenes directas si no que cumple misiones y entenderá que la destrucción es un daño colateral necesario, sea de vidas humanas, bienes culturales o infraestructuras y el que ataca en acción terrorista entenderá que responde a una venganza. El que ataca como parte del ejercito invasor representa a su país de origen sobre el que recaerán las retaliaciones por donde menos lo espere. Un soldado en guerra ajena inscribe el nombre de su país como territorio próximo de la retaliación. Cuando la acción terrorista no se hace posible en el lugar geográfico del invasor, el ataque podrá producirse en cualquier parte con alguna representación global donde se junten nacionales de distintos países, como sitios de peregrinación, grandes superficies, parques públicos, sitios turísticos, centros culturales o deportivos, calles, avenidas, fiestas populares, iglesias, mezquitas, sinagogas. Basta que haya escarnio y el dolor genere mas rabia y menos tolerancia, que despierte pasiones y desate lo menos humano de los humanos, que active el imaginario de que en cualquier lugar hay un enemigo anunciando que el que ataque también será atacado, a su tiempo, en el momento preciso.

Son guerras inventadas, planeadas para mantener al mundo bajo estado de excepción, (estado de sitio del que Colombia es su precursor en democracia), para acelerar la velocidad de expansión del capital triplicado en papeles especulativos; desestabilizar independencias; sostener la desigualdad global y local que muestra a menos de millón de humanos dueño de mas de la mitad de todo lo que existe incluida la profundidad de los mares y la inmensidad del infinito ante varios miles de millones que sobreviven con hambre, sufrimientos y carencias. La desigualdad acoraza a la arrogancia del poder que queda libre para extender el capital especulativo, los nuevos instrumentos financieros, las tecnologías y el despojo de las riquezas materiales que sostienen la vida humana y del planeta.

Las de hoy son invasiones asimétricas, guerras inútiles alimentadas con odios, con mitos morales y discursos espurios de buenos y malos, con mentiras, con falsos temores que provocan miedo y hacen que las mismas victimas se encarguen de pedir mas control, mas seguridad, aunque esta traiga consigo socavar derechos y eliminar libertades. Los cambios en la morfología de la economía y la política globales, ponen al descubierto un modelo ideológico que promueve la guerra cotidiana, que desestabiliza la idea de que “para alguien pueda existir lo cotidiano fuera del espacio y el tiempo de la guerra” (Appadurai, 2007). Lo inalcanzable y despiadado de las fluctuaciones del capital resulta tan lejano y tan solido en su capacidad de controlarlo todo, que desborda los antagonismos que antes lo enfrentaban y eliminan los espacios para confrontarlo y ponerlo a debate. Es en la mitad de estos cierres e intolerancia que surge el terror celular, individual o colectivo con capacidad de globalizarse y reemplazar por violencia cualquier salida de paz como pilar de la vida cotidiana. El terrorista reclama representar la incapacidad de los pueblos para resistir tanta muerte y humillaciones.

La terrible noticia para Colombia, es que aparte de incumplir la palabra empeñada para responder al compromisos de la paz firmada, de soslayo abra las posibilidades para participar en otras guerras del lado de los invasores y se disponga a enviar 5000 soldados como carne de cañón y a costa del erario a perseguir enemigos señalados así las elites de la clase política global, que con xenofobias, discriminaciones y odios extienden una política de ultraderecha global basada en intervención, injerencia y violación de la soberanía y libre autodeterminación de otros pueblos. Quizá rememorando el envió de tropas en 1951 para empezar la guerra fría, Colombia envió a corea a casi 5000 soldados a impedir la expansión del comunismo, aunque no sabían donde quedaba, sin embargo entre el casi cercano medio millón de victimas murieron 196 y mas de 400 quedaron heridos y olvidados. Resulta poco comprensible que el presidente Santos que ha cosechado logros políticos y sociales en nombre de la paz y obtenido un premio nobel dedicado a las victimas y ofrendado a la vida, incentive, promueva y conduzca soldados campesinos a guerras ajenas de las que no todos regresarán, en las que hay destrucción, muerte, sufrimiento y también retaliación terrorista. ¿Cual democracia hay que defender en territorios ajenos, si aquí todavía no funciona?, ¿cuales derechos hay que devolverle a otros pueblos si aquí todavía no es clara la idea de ser humano que estamos construyendo y que no dejamos de violentar?, ¿Cual terrorismo hay que salir a combatir, si aquí la barbarie supera lo imaginable y borra sus huellas con nueva barbarie?.

Nada justifica las acciones orientadas a producir terror y todas son condenables, repudiables. Tampoco nada justifica las intervenciones abiertas y encubiertas que desestabilizan la vida, provocan la muerte y alientan que la intimidación, el temor y el miedo se apoderen de las vidas y las mentes de los inocentes. Es por lo menos incoherente con la paz en construcción llevar soldados de estas tierras a combatir en tierras ajenas, porque mañana vendrán los expulsados de allá y crecerá la xenofobia, la rabia, el odio y entonces basta con una acción terrorista. Ese es el plan, el circulo vicioso que crea el capital con soldados que matan y mueren, con terroristas que envilecen y también son asesinados, civiles expuestos de lado y lado y elites que distribuyen réditos políticos y riquezas, impidiendo entender que no puede seguir siendo cierto que los buenos sean buenos porque matan a los malos. La lucha hay que ganársela a toda intervención, a toda violencia, a toda agresión imperial y de venganza.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=230496&titular=invasiones-y-terrorismo-5.000-soldados-para-las-guerras-ajenas-

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UNICEF dice que la falta de fondos amenaza la educación de nueve millones de niños y pide al G-20 que ayude

UNICEF/ 18 de julio de 2017/ Autor: Europa Press/Fuente: http://www.lainformacion.com

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha advertido este viernes de que la falta de fondos amenaza la educación de más de nueve millones de niños en zonas en conflicto y desastre, pidiendo al G-20 que «inviertan en el futuro de los niños».

En un comunicado publicado en vísperas de la cumbre del G-20 en la localidad alemana de Hamburgo, que se celebra este viernes y este sábado, la embajadora de Buena Voluntad de UNICEF Muzoon Almellehan ha afirmado que «sin educación, los niños crecen sin el conocimiento y las habilidades necesarias para contribuir a la paz y el desarrollo de sus países y economías, agravando una situación que ya es desesperada para millones de niños».

«Para los millones de niños que están creciendo en zonas de guerra, estas amenazas son aún más sobrecogedoras: al no ir a la escuela los niños son más vulnerables ante el matrimonio y el trabajo infantil, y frente al reclutamiento por parte de grupos armados», ha subrayado Almellehan, enviada del organismo a la cumbre.

UNICEF ha cifrado el 932 millones de dólares (unos 818 millones de euros) los fondos que necesita este año para sus programas de educación en países en situación de emergencia, de los que hasta ahora sólo ha recibido menos de 115 millones de dólares (cerca de 101 millones de euros).

El déficit de fondos para los programas de educación de UNICEF en algunos lugares de conflicto del mundo varía desde el 36 por ciento en Irak hasta el 64 por ciento en Siria, el 74 por ciento en Yemen y el 78 por ciento en República Centroafricana (RCA).

En este sentido, Almellehan ha recordado su experiencia tras escapar de Siria en 2013, afirmando que cuando llegó a Jordania se dio cuenta de que había una escuela en el campamento de refugiados y agregando que ello la hizo «sentirse aliviada y esperanzada».

«La escuela ofrece a niños como yo esperanza y la oportunidad de un futuro positivo y en paz», ha sostenido.

En este sentido, UNICEF ha destacado que «la búsqueda de oportunidades de educación es una de las razones que impulsan a las familias y niños a huir de sus hogares, muchas veces arriesgando sus vidas».

Así, cita una encuesta realizada a refugiados y migrantes en Italia que reveló que el 38 por ciento de ellos se dirigió a Europa para acceder a oportunidades de formación, un resultado similar a otro estudio llevado a cabo en Grecia.

«Insto a los líderes del mundo a que inviertan en el futuro de los niños que viven en situaciones de emergencia. Al hacerlo estarán invirtiendo en el futuro de nuestro mundo», ha remachado Almellehan.

Fuente de las Noticia:

http://www.lainformacion.com/disturbios-conflictos-y-guerra/UNICEF-amenaza-educacion-millones-G-20_0_1042395858.html

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UNICEF: Falta de fondos amenaza la asistencia humanitaria para 9 millones de niños sirios

Nueva York/19 de Junio de 2017/El Mundo

Varios programas del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) que benefician a más de 9 millones de niños en Siria y los países vecinos están a punto de ser cancelados por falta de fondos.

La agencia dijo que la brecha es de 220 millones de dólares.

 “Este es el peor déficit que ha tenido UNICEF desde que comenzamos a responder a la crisis en Siria, una de las operaciones humanitarias más grandes de la historia del Fondo. Las necesidades continúan creciendo en esta nación y en los países vecinos”, declaró el director regional de UNICEF para Oriente Medio, Geert Cappealere.

En Siria, 6 millones de niños necesitan ayuda y otros 2,5 millones viven como refugiados fuera del país.

UNICEF advirtió que si de no contar con esos fondos, algunas actividades vitales corren el riesgo de ser canceladas, lo que conllevaría terribles consecuencias para los niños sirios y las comunidades de acogida.

La agencia provee agua potable y servicios de saneamiento, acceso a tratamiento médico y nutricional, además de apoyo en dinero en efectivo para las familias. También, servicios educativos, así como mantas y ropas para los meses de invierno.

La guerra en Siria entró a su séptimo año y aún no se avista un fin del conflicto. Es la peor crisis humanitaria y de desplazamiento desde la segunda guerra mundial.

UNICEF hizo un llamamiento financiero de 1.400 millones de dólares para sus operaciones de emergencia en Siria, Líbano, Jordania, Turquía, Iraq y Egipto. Hasta la fecha se ha recibido menos del 25%.

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Argentina impulsa la protección de escuelas en tiempos de guerra

Argentina/05 de Junio de 2017/Télam

La Declaración sobre Escuelas Seguras, una iniciativa liderada por el país y Noruega, apunta a que las instituciones educativas no sean objetivos de ataque ni utilizadas con propósitos militares.

Al menos en 21 países con conflictos armados las escuelas fueron objetivos de ataque y en unos 24 fueron utilizadas con propósitos militares, como ser convertidas en cuarteles o centros de detención, según la ONG llamada Coalición Mundial para Proteger a la Educación de Ataques. Con estas estadísticas, que solamente toman datos desde 2013 hasta la fecha, es que hace exactamente dos años se decidió redactar la Declaración sobre Escuelas Seguras, una iniciativa internacional liderada por Argentina y Noruega.

«Los ataques contra escuelas, estudiantes y maestros en tiempos de guerra son un problema mundial que necesita desesperadamente una respuesta global. Estas prácticas ponen en peligro la seguridad y la vida de los estudiantes y profesores, y restringen su derecho a la educación», explicó a Télam Bede Sheppard, subdirector de Derechos del Niño de Human Rights Watch.

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El papel del país fue clave en la redacción de la iniciativa en Ginebra en 2015, su presentación en Oslo, la búsqueda de firmas del resto de los países y en marzo de este año Buenos Aires fue sede de la II Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras, una actividad organizada por Cancillería y el Ministerio de Defensa y a la que acudieron representantes de 85 naciones.

En el marco de esa reunión, el Colegio Nacional de Buenos Aires fue señalizado con el Escudo Azul de la ONU, que implica su protección especial en situación de conflicto armado y desastre por formar parte del patrimonio cultural e histórico del Estado Nacional.

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También apunta contra “la intolerancia y la exclusión” en el ámbito educativo como es “fomentar la discriminación de género mediante la prohibición de la educación a las niñas, perpetuar el conflicto entre ciertas comunidades, restringir la diversidad cultural y negar la libertad académica o el derecho de asociación”.

Un caso conocido sobre esto último es el de Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz (obtuvo el galardón con solo 17 años) por su lucha a favor del derecho a la educación. La activista fue baleada por el régimen talibán por promover el acceso a la escuela de las mujeres en su natal Pakistán, algo prohibido por esa facción fundamentalista islámica.

Sheppard afirmó que el documento “ya está haciendo más seguros” los colegios y enumeró algunos ejemplos para argumentarlo: “En Afganistán, el Ministerio de Educación utilizó el hecho de que su gobierno se unió a la declaración para abogar por la eliminación de los puntos de control militares y las bases en las escuelas; Nigeria está mejorando la seguridad escolar; el Ministerio de Defensa de Somalia amplió su unidad de protección infantil y la encargó de garantizar la seguridad de los estudiantes”.

“En la República Democrática del Congo la supervisión y la presentación de informes sobre los ataques contra las escuelas ha mejorado; las fuerzas de paz de la ONU en la República Centroafricana comenzaron a presionar a los militantes que ocupan y utilizan escuelas con fines militares para desalojarlos para que los niños puedan volver a estudiar; los grupos rebeldes e insurgentes de África, Asia y Medio Oriente recibieron capacitación sobre cómo proteger a las escuelas del uso militar, siguiendo los lineamientos establecidos en la Declaración”, continuó.

“Desde que se unió a la Declaración sobre la seguridad en las escuelas, varios países han compartido planes para actualizar su doctrina militar, sus entrenamientos y sus prácticas para abstenerse de utilizar escuelas con fines militares, tales como Italia, Nueva Zelanda, Eslovenia, Luxemburgo y Suiza”, completó.

El directivo de HRW resaltó que el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, instó la semana pasada a que todos los países adhieran a la iniciativa y manifestó que desde la organización en la que trabaja “estarían particularmente interesados en que Colombia, Perú, Pakistán, Nepal, Estonia, Arabia Saudita, Yemen y Japón sean los próximos a unirse”.

Los gobiernos que se suscriben la declaración hacen un compromiso que incluye: mejorar el informe sobre ataques contra la educación; investigar y procesar posibles crímenes de guerra que involucran escuelas; y restaurar, rápidamente, el acceso a la educación cuando las escuelas sufren ataques.

Fuente:  http://www.telam.com.ar/notas/201705/190726-declaracion-escuelas-seguras-argentina-conflictos-armados-guerras-educacion.html

 

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