Sudáfrica: All pupils are not heading to tertiary education institutions, and they need technical and ‘soft’ skills for the service sector and Fourth Industrial Revolution. – Ramaphosa

All pupils are not heading to tertiary education institutions, and they need technical and ‘soft’ skills for the service sector and Fourth Industrial Revolution.

President Cyril Ramaphosa has called for a skills revolution, beginning with the altering of South Africa’s secondary education to enable it to meet the skills needs of the Fourth Industrial Revolution.

According to Ramaphosa, teachers need to be skilled to function in the modern economy. “Many of our teachers were taught in the old system of rote learning, often, they are not able to use advanced tools of the trade such as computers. Most were not trained to apply knowledge but were taught to accumulate knowledge. In today’s world, information and knowledge is abundant,” he said.

The president cautioned against the assumption that every pupil was destined to enter tertiary institutions, saying this must change and secondary education system restructured in favour of technical education, which he said empowered young people at a time when they are most hopeful, experimental and flexible in their lives.

“And we should embrace this life stage as one to empower young people to take charge of their lives and our collective future,” Ramaphosa said.

Skilling the youth would help to fight unemployment among the youth.

“Secondary education occupies a crucial role in our effort to set the people of our continent on a path to sustainable and inclusive development that will benefit all of humanity. Secondary education intervenes in young people’s lives at a time when they are most energised but also most vulnerable to adverse social influences,” Ramaphosa said.

The president, who was opening the ADEA Annual Policy Dialogue Forum on Secondary Education in Africa, at Emperor’s Palace at Kempton Park on Monday, said countries in which 50% of their pupils entered technical colleges to develop artisan skills, had lower youth unemployment rates than where the overwhelming majority entered tertiary educational institutions.

“The assumption we often make that every learner is destined to enter a tertiary institution needs to be re-examined, and our secondary education systems restructured accordingly. Our schools need to form part of a comprehensive society-wide response to the challenges and opportunities of the Fourth Industrial Revolution,” Ramaphosa said.

Rapid technological advances are already having significant consequences for workers and communities, with digitisation and mechanisation of work processes giving rise to increased insecurity and job losses. The Fourth Industrial Revolution is our current reality and it waits for no man, woman, government, pupil, student, employer or trade union.

“As we respond to the challenges of the Fourth Industrial Revolution, we should – as a continent and as a global community – put people at the heart of economic and social policy and business practices. There are remarkable opportunities – but also challenges – emerging from the dynamic forces that are transforming the world of work. To help global society navigate these challenges and opportunities, we need to invest in the capabilities of people,” Ramaphosa said.

As research indicated that 37% of the 600 million labour force in Sub-Saharan Africa was under 25 years old, Africa had great advantage, considering that most developed countries were ageing.

“They need young people to work and grow their economies while contributing to taxes to subsidise social programmes for the elderly. We in Africa can use this demographic dividend if we develop education systems that are capable, accessible and focused,” he said.

The economies of most Africa countries were unable to absorb a significant proportion of young people, mainly because their education systems were not aligned to the needs of the economy. The unemployment rate among young people was around twice that of older adults and most of the unemployed youth across the Africa were those who have completed secondary or tertiary education.

“Unemployment is lower among those who have little to no education,” he said.

The president suggested that South Africa’s secondary schools must focus on agricultural technology, considering that 205 million people on the continent were in the farming sector. The World Bank estimated the country’s agricultural market would be producing food and beverages worth $1 trillion by 2030.

“We need to ensure that young people can both read to understand and apply knowledge in the areas of agro-processing, beneficiation of fresh produce and the standards required for food export. Young people must have skills focusing on the agricultural value chain,” Ramaphosa said.

The president also mentioned the service sector as Africa’s second-largest source of jobs, employing over 100 million people in 2015. He said areas such as information, communication and technology, customer services, sales and human resources including entertainment, restaurants, tourism and transport were likely to grow in future.

“Therefore, young people need both technical skills and ‘soft’ skills. We need to overcome some barriers if Africa wants to create future jobs,” he said.

Fuente de la Información: https://citizen.co.za/news/south-africa/education/2160828/secondary-education-must-change-to-teach-pupils-skills-ramaphosa/

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«El modelo educativo está obsoleto y no es culpa de los docentes»: Manuel Castells

Entrevista a Manuel Castells

El líder mundial en sociología de la información y la comunicación, habló de cómo la memoria humana ya no juega un papel primordial en los procesos de creación. Para él, la escuela ya no responde a las necesidades de los niños y niñas.

SEMANA: ¿Cuál es el papel de las nuevas tecnologías en el modelo educativo de hoy?

Manuel Castells (M.C.): Las nuevas tecnologías permiten un potencial extraordinario en todos los ámbitos, están reestructurando las empresas, la comunicación y por supuesto la educación, que es la función más importante de la sociedad. Ahora bien, las tecnologías no puede ser la panacea del sistema educativo si no hay otras condiciones como la capacidad de los educadores para orientar a los alumnos en la utilización y práctica de estas tecnologías orientadas dentro del currículo escolar.

SEMANA: ¿Qué problemáticas se presentan en el camino de la implementación de las nuevas tecnologías?

M.C.: Lo que no funciona es que el currículo y las formas de organización de las escuelas son las mismas desde hace cien años, si esto no se reestructura  la tecnología ahí no sirven para nada, por el contrario restringe el proceso de enseñanza.

SEMANA: ¿Qué se debe cambiar?

M.C.: El principal cambio de la escuela es que cada estudiante tenga su computador conectado a internet en su pupitre, y eso hoy en día es muy factible. Por otro lado es un despilfarro de recursos los programas que se han implementado en Latinoamérica de entrega de aparatos electrónicos sin tener en cuenta una estructura para ello. De la misma manera en que se crean proyectos para la entrega de libros, también se deberían entregar computadores que tengan garantizado el acceso a internet en las aulas. Los libros de texto son una aberración, porque están anclados en el tiempo; el cambio cultural, tecnológico y pedagógico que estamos viviendo es tan acelerado que cuando el libro llega al alumno, ya ha pasado, los niños estudian en casa por medio de internet.

SEMANA: La tecnología debería ser utilizada para generar espacios colaborativos y  propiciar un ambiente de mayor libertad para la innovación…

M.C.: Esto es posible pero no sin antes enseñar a los estudiantes los buenos usos de esta, hay que innovar la pedagogía, no hay que ser rigurosos y serios reconociendo que el internet solo sirve para tareas escolares, se puede jugar con internet,  se aprende mucho jugando, pero ahí hay que diseñar modelos educativos de trasmisión de contenidos y colaboración en base a juegos pedagógicos.

SEMANA: ¿Qué inconvenientes puede generar el tránsito libre de la información en internet?

M.C.: La información es libre porque las redes informáticas de comunicación son libres, y no se puede detener el proceso, se puede censurar en la escuela pero no en la sociedad. La cuestión no es restringir el acceso a la información, sino educar en valores y guiar a los niños y jóvenes desarrollando sistemas de colaboración entre ellos. La restricción de libertad no funciona en un mundo donde hay acceso libre a toda la información del planeta y por consiguiente hay que adaptar a los sistemas pedagógicos y de educación a esa orientación. Hacer que se desarrolle una moral en ellos.

SEMANA: Existe aún una resistencia a las nuevas tecnologías, ¿qué se evidencia desde las escuelas?

M.C.: Los paradigmas educativos están basados en la idea de que la multitarea distrae a los estudiantes, pero los jóvenes de hoy en día viven en multitarea, hacen varias cosas al mismo tiempo, se dice que por esto han perdido la capacidad de focalizarse, sin embargo, la multitarea diversifica los contenidos a los cuales los jóvenes están expuestos y multiplica la capacidad combinatoria porque automáticamente el cerebro combina distintas fuentes. La capacidad de la combinatoria es la base de la innovación, porque es exactamente tomar distintos elementos y crear otro producto a base de esta combinación.

 

SEMANA: ¿Cómo se sigue educando desde las escuelas?

M.C.: Por medio de la memorización y esta es cada vez más irrelevante porque las máquinas tienen mucho mejor memoria que nosotros y procesan mucho más rápido la información. Por tanto lo que le queda al ser humano es la capacidad combinatoria, la generación de nuevas ideas, de nuevos proyectos. Todo el modelo educativo está obsoleto, porque está basado en los modelos de trasmisión de información y al contrario, la innovación, la experimentación, la autonomía del estudiante era siempre vista como un peligro, y no es culpa de los docentes, que están mucho más dispuestos a la innovación, es culpa de la organización de la escuela, de la burocracia del sistema educativo.

SEMANA: ¿Quiénes están más rezagados a la nueva era del internet?

M.C.: Los que más odian internet son los gobiernos porque han perdido el monopolio de la información, y los segundos que odian internet son los intelectuales, porque eran los depositarios de la capacidad de hacer entender, de interpretar y de escribir, pero ahora el sacerdocio del intelectual está siendo desintermediado con el internet, ese es el gran problema.

SEMANA: ¿Cuál sería la reforma más importante en educación?

M.C.: El cambio fundamental no es tecnológico, es social institucional, de cómo se articula una escuela cooperativa. Que la educación se organice en torno a la libertad de experimentación, a la libertad constante de los mensajes que llegan de la sociedad y de la tecnología. La educación como experimentación continúa.

SEMANA¿En qué se debe invertir?

M.C.: Lo primero es dar prioridad a la inversión en educación sobre cualquier otra cosa, porque es potenciar la capacidad humana, en ella es relevante la inversión en términos pedagógicos, es decir inversión para los docentes, educadores mucho mejor formados, con mejores carreras, mejores pagados. Una inversión que permita a los estudiantes la autonomía y reorganización tecnológica de la escuela en base a redes de comunicación.

Le recomendamos: “Todo partido político debería saber que el desarrollo en redes de educación es un activo para el país”

SEMANA: ¿Y desde las aulas?

M.C.: Una pedagogía nueva es utilizar la riqueza extraordinaria de medios de expresión cultural para presentarlo en las clases y discutir sobre ellos, con libertad, sin imponer una autoridad. Al cerebro hay que amueblarlo con cosas básicas de relación con este mundo.

SEMANA: ¿Cómo debe ser la relación entre el desarrollo de habilidades técnicas y creación de pensamientos argumentativos?

M.C.: Lo que se desarrolla a partir del internet no son solo capacidades técnicas, al contrario, internet es un instrumento de información y comunicación cultural, lo que es cierto es que en la nueva generación hay mucha más capacidad tecnológica de acceder rápidamente a la información, pero eso no les quita la capacidad de argumentación, lo que ocurre es que depende de lo que se quiere argumentar y para qué. Los jóvenes de hoy no siguen modelos de lo que tienen que hacer con esa información, van generando sus propios proyectos, son más autónomos.

*Manuel Castells, un líder reconocido a nivel mundial en temas de investigación en sociología de la información y la comunicación estuvo en la conferencia Educación y Desarrollo en el marco del evento de instalación de la sede de la Universidad Oberta de Cataluña en el país. SEMANA habló con él.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/entrevista-con-manuel-castells-sobre-educacion-y-crianza/561097

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