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Unicef: una de tres escuelas en Haití es blanco de violencia

La agencia de las Naciones Unidas indicó que una de cada cuatro escuelas es disfuncional​​​​

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ​​señaló que una de cada tres escuelas en el país es blanco de actos de violencia, afirmación contenida en un informe que analiza el impacto en el sector educacional de la guerra de pandillas por el control de barrios de la capital, Puerto Príncipe.

“Casi el ocho por ciento de las escuelas evaluadas todavía están ocupadas, en su mayoría, por bandas armadas y familias desplazadas. Debido a la inseguridad, el número de alumnos en las aulas cayó de 270.000 antes de la crisis de seguridad en abril a 218.000 en mayo. Cerca de 55.000 niños no han regresado a la escuela”, señaló el organismo.

La agencia de las Naciones Unidas indicó que una de cada cuatro escuelas es disfuncional​​​​ y subrayó que en barrios desfavorecidos dos de cada tres escuelas de las 290 centros evaluados sufrieron actos de vandalismo y se perdieron materiales escolares.

Por su parte, el representante de la Unicef en Haití, Bruno Maes, reflexionó sobre “la inseguridad que provocó el cierre de 1.700 escuelas, dejando a 500.000 niños sin educación, y la necesidad urgente de construir más escuelas en el suroeste de Haití”.

Asimismo valoró que las escuelas son templos del conocimiento donde miles de niños construyen su futuro y el de la nación. “Las escuelas no deben bajo ninguna circunstancia ser blanco de violencia o servir de base para grupos armados”, refirió.

La advertencia realizada por el funcionario de la ONU contempló que los niños son más vulnerables y están más expuestos al abuso, la explotación y el reclutamiento por parte de grupos armados cuando se cierran las instancias educativas.

“Es el círculo vicioso de violencia lo que conduce al cierre de escuelas, lo que empuja a los niños a las calles donde son fácilmente reclutados, lo que luego alimenta más violencia”, dijo Bruno Maes.

Fuente de la información e imagen: https://www.telesurtv.net

 

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Solidaridad más que nunca

Por: Dinorah García Romero

Superar una solidaridad coyuntural y con matices teatrales. Se ha de posibilitar una solidaridad pensada, que incida en la mejora de dimensiones sustantivas del desarrollo de la sociedad haitiana.

La República Dominicana se caracteriza por tener relaciones cercanas y solidarias con la mayoría de los países de la región y de otras esferas geográficas del mundo. Con los regímenes del continente que se inscriben en el círculo del socialismo, como el caso de Cuba, Nicaragua y Venezuela, la relación es más distante y fríamente calculada. La relación de la  República Dominicana con los tres países antes mencionados es frágil, comparada con la relación que los últimos gobiernos han exhibido con China. En el marco de las relaciones con otras naciones, se destaca la relación con Haití. Dos países en una misma isla, que, a pesar de las luchas históricas entre ambos, trabajan de forma continua para fortalecer sus respectivas identidades. Desarrollan esfuerzos para abrirle espacio al diálogo y ponerlo en ejecución en un clima de respeto y acogida. Esto ocurre a pesar de los esfuerzos de algunos sectores de las dos naciones por crear una relación tóxica entre el pueblo haitiano y el pueblo dominicano.

En este sentido, centramos nuestra atención en el momento que vive la sociedad haitiana. En el 2021, en un  corto período  se ha visto afectada por dos terremotos de gran magnitud: el terremoto político generado por el magnicidio del presidente de la República y el terremoto de magnitud 7,2 acaecido el 14 de agosto del año en curso.  Este último fenómeno agrava la situación de pobreza, de indefensión e inestabilidad política y social. A los acontecimientos actuales, se unen los problemas irresueltos generados por el terremoto de 2010. La herencia de este terremoto: alto índice de personas sin hogares e infraestructura pendiente de reparación.  Esta situación está por encima de las posibilidades del país afectado y requiere de la solidaridad de las naciones de América Latina y el Caribe.  Requiere, también, la colaboración de los países y de las personas que se han beneficiado de la riqueza natural y de la condición de empobrecimiento de ese país. Es necesario desplegar solidaridad más que nunca. Ya el discurso se agotó, ahora se impone la ayuda real aun en medio de los riesgos y de la peligrosidad presentes en el territorio haitiano.

El fortalecimiento de la solidaridad no es algo fortuito. Ha de ser una solidaridad focalizada y acompañada de un interés por el bienestar de la población de ese país. Este requiere que sus amigos y aliados decidan, de una vez y por todas, un apoyo sistemático que les permita fortalecer la institucionalidad, la democracia y la atención a las necesidades de la población. Es preciso repensar la solidaridad con un país con un empobrecimiento estructural. No abogo por una sustitución pura y dura del trabajo y de los esfuerzos que les toca a los haitianos. No. Lo que planteo es que se ha de superar una solidaridad coyuntural y con matices teatrales. Se ha de posibilitar una solidaridad pensada, que incida en la mejora de dimensiones sustantivas del desarrollo de la sociedad haitiana. En el ámbito de la solidaridad, se ha de cambiar la misma práctica ante fenómenos críticos. Se espera que el componente creativo y el contexto favorezcan la búsqueda de estrategias de solidaridad más duraderas en el tiempo y más consistentes en las acciones. Es un imperativo cualificar la solidaridad. Esta se ha de acompañar de apoyo a programas y proyectos orientados al fortalecimiento de la madurez política, socioeducativa y económica de Haití. Solidaridad más que nunca, salvando la soberanía del país hermano y con perspectiva más integral e innovadora.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/solidaridad-mas-que-nunca-8975738.html

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Dolor y duelo en la isla

Por: Tahira Vargas García 

Debemos romper con nuestros prejuicios contra el pueblo haitiano y brindarle apoyo y solidaridad en todo momento.

Hace algunos días se repitió en Haití una situación dramática con un terremoto que sacudió el sur del país.

Miles de muertos, cientos de heridos y personas desaparecidas es parte del cuadro desgarrador que vive Haití en estos momentos. El dolor y el duelo se extiende a toda la isla y se siente en nuestro país. Miles de niños y niñas han quedado huérfanas, sin hogar.

Esta tragedia no es ajena a nosotros. Es totalmente cercana. El terremoto se convirtió en una gran tragedia humana por la situación social de desigualdad y miseria existente en Haití.

Haití y República Dominicana comparten la isla y cientos de años de historia común. Tenemos familias que tienen sus cimientos en la mezcla de ambos pueblos y mucha gente que trabaja en nuestro país realizando las labores más difíciles y peor pagadas son haitianos y haitianas.

Haití y República Dominicana comparten la isla y cientos de años de historia común.

La frontera que nos divide es más que artificial, es casi invisible. Las relaciones entre Haití y la Republica Dominicana han permanecido a través del tiempo y se mezclan en la cotidianidad.

La convivencia entre población haitiana y dominicana con la mezcla en la consanguinidad y en la vida cultural ha estado presente desde los inicios de nuestra República. En los momentos difíciles del pueblo dominicano como la guerra de independencia, la guerra restauradora, las distintas tormentas y ciclones que hemos sufrido recibimos el apoyo y la solidaridad del pueblo haitiano.

El duelo que sufren los haitianos hoy, es también nuestro duelo. Nuestro territorio está bañado de lágrimas y sufrimiento de miles de haitianos, haitianas y dominicanos de ascendencia haitiana que han sufrido la pérdida de hijos, hijas, hermanos y familiares en general.

Debemos romper con nuestros prejuicios contra el pueblo haitiano y brindarle apoyo y solidaridad en todo momento. Deben emprenderse hoy muchas acciones y muchas redes de solidaridad con Haití, con los niños y niñas huérfanos/as de esta tragedia y con todos los que viven en nuestro territorio con familiares allí. Varias organizaciones sociales, religiosas, instituciones no gubernamentales, organismos internacionales y gubernamentales están organizando acciones de solidaridad con Haití. Este esfuerzo debe ser una tarea y responsabilidad de todes.

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY

Fuente: https://acento.com.do/opinion/dolor-y-duelo-en-la-isla-8978350.html

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Haití: Aumenta el número de muertos por el terremoto

Fuentes: Página/12

El número de muertos en el poderoso terremoto de Haití se disparó a casi 1.300 el domingo mientras cuadrillas excavaban desesperadamente en edificios derrumbados en busca de sobrevivientes.

«La cantidad de personas muertas por el terremoto subió a 1.297 el 15 de agosto», dijo el servicio que poco antes había reportado 724 decesos. También actualizó a más de 5.700 la cantidad heridos que era de 2.800.

Tras una angustiosa noche de réplicas, máquinas pesadas, camiones y retroexcavadoras se dedicaron a trasladar losas de cemento de los edificios derrumbados en la localidad de Los Cayos, cerca del epicentro del terremoto.

El sismo de magnitud 7,2 se produjo el sábado a las 8.29 (12.29 GMT) a unos 160 km de la capital haitiana, Puerto Príncipe. De la casa de dos plantas de Marcel François, en Los Cayos, solo quedan ruinas. «Es por gracia de Dios y también gracias a mi teléfono que estoy vivo, porque pude avisar a la gente de fuera dónde me encontraba», dijo a la AFP el joven de 30 años. Su hermano menor, Job, y los vecinos pasaron más de tres horas sacándolo de los escombros sin más herramientas que sus brazos. «Iba en el autobús al trabajo cuando ocurrió el terremoto. Pude localizar a Marcel por teléfono, pero me dijo ‘ven a salvarme, estoy bajo el cemento’», cuenta Job François.

Tras ser rescatado de entre los bloques de hormigón y los muebles rotos, con heridas en la cabeza, Marcel François fue trasladado inmediatamente al hospital en estado de shock, ya que no tenía noticias de su hija de 10 meses, que seguía atrapada entre las ruinas.

«Pensé que mi hija estaba muerta. Cuando llegué al hospital estaba llorando, estaba resignado», cuenta, conmovido, este hombre de 30 años. Gracias al trabajo en equipo de los residentes y de su tío, la pequeña Ruth Marlee Alliyah François fue sacada de la casa cuatro horas después del terremoto.

Marcel y Job François esperan que los equipos profesionales les ayuden el domingo por la mañana a sacar de entre los escombros el cuerpo sin vida de su inquilina, una mujer de 27 años que vivía en la planta baja de la residencia y que murió a los pocos minutos del terremoto.

Rescates bloqueados

Los esfuerzos para ayudar a las víctimas podrían verse obstaculizados a medida que se acerca la tormenta tropical Grace, con la posibilidad de que se produzcan lluvias torrenciales e inundaciones, según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.

El Ministerio de Salud envió personal y medicamentos a la península del suroeste, pero la logística de emergencia también se ve comprometida por la inseguridad que asola Haití desde hace meses. La única carretera que une la capital con la mitad sur atraviesa en poco más de dos kilómetros el barrio pobre de Martissant, que está bajo el control de bandas armadas desde principios de junio, impidiendo la libre circulación. Los pocos hospitales de las zonas afectadas tienen dificultades para prestar atención de urgencia. El papa Francisco expresó el domingo su «solidaridad» con el pueblo de Haití, diciendo que esperaba que la comunidad internacional se implicara en su favor. Muchos países, como Estados Unidos, República Dominicana, México y Ecuador, ya han ofrecido su ayuda enviando personal, raciones de emergencia y equipos médicos. El primer ministro Ariel Henry, que declaró el sábado el estado de emergencia durante un mes en los cuatro departamentos afectados por la catástrofe, agradeció el domingo a la comunidad internacional. «Queremos dar una respuesta más adecuada que en 2010 tras el terremoto. Toda la ayuda que venga del exterior debe ser coordinada por la Dirección de Protección Civil», exigió el jefe del gobierno, al tiempo que llamó a sus conciudadanos a la «unidad nacional». «Olvidemos nuestras rencillas», abogó.

El país más pobre de América aún guarda en la memoria el terremoto de magnitud 7 del 12 de enero de 2010, que dejó gran parte de Puerto Príncipe y las ciudades cercanas en ruinas polvorientas. Más de 200.000 personas murieron y otras 300.000 resultaron heridas, mientras un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar. Los esfuerzos del país por recuperarse de la catástrofe se vieron frenados por la grave inestabilidad política. Once años después, la isla sigue sumida en una aguda crisis sociopolítica, agravada por el asesinato del presidente Jovenel Moise el mes pasado.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/361800-haiti-aumenta-el-numero-de-muertos-por-el-terremoto

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Haitianos marchan contra la violencia y ocupación de EE.UU.

América Central/Haití/30-07-2021/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Los ciudadanos exigen un cambio de modelo que permita salir de la profunda crisis económica y social que padece el país.

Centenares de haitianos marcharon este miércoles en Puerto Príncipe (capital) en repudio a la situación de violencia existente, así como de la ocupación de Estados Unidos (EE.UU.) en el país que suscitó hace 106 años.

Diversas organizaciones políticas y sociales exigieron Justicia, en medio de la marcha, a las víctimas de la masacre en Delmas el pasado 29 de junio y que dejó como resultado 20 víctimas mortales, el episodio es catalogado como «la noche oscura».

En el marco de la masacre, entre los asesinados figuran el periodista Diego Charles de Radio Visión 2000 y creador del sitio en línea La Ripiblik, así como la activista feminista Marie Antoinette Duclair, quien criticaba la gestión gubernamental en medio de la crisis.

Las autoridades haitianas aún no brindan información sobre la investigación de dicha masacre, más allá de que la Policía inculpó a la facción disidente Fantom 509, nacida en el ambiente de protestas de 2019, y cuyo fin era propiciar mayor acceso a seguros de salud y primas económicas a los oficiales.

En cambio, la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos destacó el posible vínculo del suceso con las llamadas bandas G-9 de presuntos vínculos con el Gobierno, y luego de que algunos testigos identificaran a miembros de la misma tras el incidente.

La manifestación de este miércoles se inició en la Plaza de Constitución en Champs de Mars y terminó frente a la Embajada de EE.UU. en Puerto Príncipe, debido a que el Gobierno interino solicitó nuevamente a Washington asistencia militar para estabilizar la crisis social y violencia, agravadas por el asesinado del presidente Juvenel Moise el pasado 7 de julio.

Moise, de 53 años, fue asesinado durante un ataque en su residencia, y fue sepultado el pasado viernes en medio de un clima de violencia. Hasta la fecha 26 personas han sido arrestadas, incluyendo 18 colombianos, dos policías haitianos y seis civiles, algunos de ellos de nacionalidad estadounidense.

El 28 de julio es recordado en Haití como el día de inicio de la primera ocupación militar estadounidense, la cual dejó cerca de 30.000 muertos en sus 19 años de duración.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/haiti-marchan-contra-violencia-ocupacion-eeuu-20210728-0035.html

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Haití, miseria y política en el Caribe

Por: Juan J. Paz-y-Miño Cepeda

La República de Haití, en la parte occidental de una de las grandes islas del Caribe (su vecino oriental es la República Dominicana), es el tercer país más extenso de la subregión (27.750 km2), con una población que ya superó los 11 millones de habitantes (90% de origen africano) y entre la cual más del 80% vive en la absoluta pobreza.

Su realidad económica, social y política, tanto como su historia, son normalmente desconocidas en la misma América Latina, lo que acentúa el aislamiento del que ha sido víctima el país desde la época de la colonia.

En 1492 Cristóbal Colón llegó a la isla, a la que bautizó como La Española. Iniciada la conquista, la escasa población nativa fue devastada, por lo cual, desde los primeros años del siglo XVI, comenzó la importación de esclavos, literalmente cazados en África. Cuando los españoles dejaron de interesarse en esa porción del territorio, a mediados del siglo XVII la zona fue ocupada por Francia, que estableció uno de los más brutales sistemas coloniales esclavistas, que marcó el origen de la miserable condición humana de la población de la isla por entonces llamada Saint-Domingue. Se convirtió en la colonia más famosa y valiosa.

Producida la Revolución Francesa (1789) y proclamada por la Convención Nacional la libertad de los esclavos (1794), estalló en la isla la rebelión anticolonial liderada por Toussaint Louverture, que el 1 de enero de 1804 proclamó la independencia. Fue la primera revolución mundial de negros y mulatos por la libertad nacional y contra la esclavitud, además de pionera en Latinoamérica. Tan idílica situación fue novelada por Alejo Carpentier en El reino de este mundo (1949). En la realidad, para someter a los luchadores independentistas, Napoleón envió un ejército de cerca de 25 mil soldados, que finalmente fue derrotado (1803), incluso por la muerte debida al acelerado contagio de enfermedades tropicales.

La vida de la naciente república transcurriría bajo la permanente inestabilidad interna, el cerco de las grandes potencias y el asedio de los EE.UU. Francia impuso a los haitianos el pago de 150 millones de francos-oro como indemnización por la independencia, que Jean-Bertrand Aristide, primer presidente electo en la historia (1991, 1993 y 2001) reclamó, exigiendo la devolución de 21 mil millones de dólares, monto al que ascendía, en términos actuales, aquella infame reparación pagada. Tampoco puede dejar de considerarse que los EEUU intervinieron directamente con sus tropas en Haití en 1915 y que se apoderaron de la isla Navaza, del archipiélago haitiano. Imposible no hacer referencia al domino del corrupto y perverso régimen de los Duvalier (François Duvalier alias “Papa Doc”, entre 1957-1971 y su hijo Jean-Claude, entre 1971-1986), quienes establecieron un dominio terrorista interno, sostenido por los sanguinarios Tontons Macoutes. Al escapar del país, Jean-Claude Duvalier se apoderó de 900 millones de dólares que se llevó a Francia, donde se instaló y garantizó su impunidad.

Las dos obras que han marcado la historiografía sobre el Caribe y que igualmente sirven para tomar dimensión de lo que significa Haití en la geopolítica del capitalismo en América Latina, pertenecen a dos ilustres escritores y políticos: una es la de Juan Bosch y se titula De Cristóbal Colón a Fidel Castro: el Caribe, frontera imperial; otra es la de Eric Williams, titulada From Columbus to Castro: The History of the Caribbean 1492-1969. Bosch fue el primer presidente electo de República Dominicana (1962-1963) después del dominio brutal de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961). Sus posiciones progresistas y anticolonialistas siempre despertaron inquietud, de modo que en 1963 fue derrocado, siguiendo luego la invasión norteamericana (1965). Williams fue Primer Ministro de Trinidad y Tobago (1962-1981) después de la proclama de independencia de la isla (1962) y también fue anti colonialista.

La coincidencia de los títulos entre esos dos autores (además sus obras se publicaron en 1970) no descarta la igual coincidencia que tuvieron en múltiples interpretaciones. Siguiendo a Juan Bosch, España y Portugal triunfaban en el continente haciéndose de amplios territorios coloniales, mientras en el norte se establecían los ingleses (Estados Unidos) y en parte los franceses (Canadá); pero el Caribe fue, desde la llegada de Colón, la región de disputa entre todas las grandes potencias coloniales del mercantilismo de la época, que tampoco dudaron en establecer allí sus bases para llenar los mares con piratas, bucaneros o corsarios, que actuaron bien en beneficio propio o como intermediarios alentados y protegidos por los Estados colonialistas. Eso explica que las diversas islas de la subregión se caractericen por haber sido territorios colonizados por España, Francia, Inglaterra, Holanda y que en el siglo XX sean objetivos del “americanismo” estadounidense, que logró incorporar a Puerto Rico como “Estado Libre-Asociado”, largamente impuso sus intereses en Cuba e intervino directamente allí, como lo hizo en Centroamérica, para edificar el traspatio de su dominación.

De modo que Haití es un producto histórico de esa cadena de dramas y vorágines. En 2004 incluso revestida como intervención “humanitaria”, las NNUU crearon la MINUSTAH, que llegó a Haití y tampoco sirvió para la estabilidad gubernamental. Puerto Rico se mantiene vinculado a los EE.UU.; y el bloqueo más escandaloso de la época contemporánea sigue manteniéndose contra Cuba, a pesar de que las NNUU, en su reciente y última Asamblea (junio 2021), resolvió por 184 votos a favor y 2 en contra (EEUU e Israel) más 3 abstenciones (Colombia, Ucrania y Emiratos Árabes Unidos) pronunciarse por el fin de ese bloqueo que lleva décadas (se suma a las 28 resoluciones adoptadas anualmente desde 1992, https://bit.ly/2T8Aezm), que es el causante final del estrangulamiento económico de Cuba y que origina las dificultades sociales de la isla, en la que, contrariamente a lo que se cree, es precisamente gracias al socialismo que se ha impedido un deterioro mayor.

El asesinato del presidente Jovenel Moïse en Haití, ocurrido el pasado 7 de julio (2021), nuevamente se une a los episodios del escándalo, entre miseria social e inestabilidad política, que caracteriza a una república sin paz ni desarrollo. Tampoco se trata del primer episodio y la BBC recordaba, al respecto, en un interesante artículo (https://bbc.in/36tv18e), el magnicidio de Vilbrun Guillaume Sam, ocurrido en 1915, que derivó en la intervención con los marines norteamericanos y que duró 19 años. Lo que alarma en la actualidad es que la muerte de Moïse sea obra de un comando mercenario, integrado en su mayor parte por colombianos contratados por varias compañías (https://lat.ms/3AObyNn). Un hecho inquietante para América Latina, región en la cual las luchas políticas parecen “internacionalizarse” por todos los medios. No ha habido empacho alguno en proveer de armas al régimen de Jeanine Áñez en Bolivia, un asunto que involucra a los gobiernos de Mauricio Macri en Argentina y Lenín Moreno en Ecuador (https://bit.ly/3htJo2K); no hay alarma sobre la reunión del director de la CIA con el presidente Jair Bolsonaro y su gabinete en Brasil (https://bit.ly/3k7FKx8) y la abierta preocupación despertada por la “ola progresista” (https://bit.ly/3yLYXIY).

Desde luego, también se conforma plenamente una “internacional neoliberal”, impulsada por Mario Vargas Llosa a través de la “Fundación Internacional para la Libertad” (https://bit.ly/3yPwHVR) que logró reunir, hace poco, a reconocidas figuras políticas y también a los presidentes Iván Duque (Colombia), Sebastián Piñera (Chile), Guillermo Lasso (Ecuador) y Luis Lacalle Pou (Uruguay), bajo la predisposición de frenar la “pandemia populista” (https://bit.ly/3e2vD8P).

Blog del autor: http://www.historiaypresente.com/haiti-miseria-y-politica-en-el-caribe/#prettyPhoto/0/

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Denuncian torturas contra 25 prisioneras en Haití

América Central/Haití/12-03-2021/Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu
Organizaciones feministas de Haití denunciaron hoy las torturas e intimidaciones a las que fueron sometidas 25 prisioneras de la cárcel civil de Jacmel, al sudeste de esta capital.
Pascal Solages, cofundadora de Neges Mawon, confirmó que cinco agentes de dicho centro penitenciario golpearon y maltrataron a las reclusas el lunes y martes últimos, y luego las acusaron de un intento de robo.

Por su parte, Marie Ange Noël, coordinadora de la organización Fanm Deside, precisó que los hechos ocurrieron tras los reclamos de la detenida Claudine Philippe, quien lleva ocho años de prisión preventiva prolongada en espera de juicio.

La también activista por los derechos humanos pidió una investigación para identificar a los agresores y exigió sancionar a los culpables.

De igual manera, seis organizaciones feministas y el Ministerio de la Condición Femenina reclamaron a las autoridades solucionar la problemática de la prisión preventiva prolongada que afecta a más del 80 por ciento de los reos del país.

A inicios de este año, un informe de Naciones Unidas reveló que las cárceles operan al 316 por ciento de su capacidad, lo que genera hacinamiento y puede conducir a crisis sanitarias.

En noviembre de 2019 al menos 12 mujeres fueron violadas en la prisión civil de Gonaives, a unos 140 kilómetros al noroeste de esta capital, en medio de un intento de fuga.

Plataformas sociales cuestionaron entonces el encarcelamiento de mujeres y hombres en el mismo centro y pidieron al Estado asumir sus responsabilidades.

car/ane

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=435225&SEO=denuncian-torturas-contra-25-prisioneras-en-haiti
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