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Rebelión policial con apoyo popular contra el gobierno de Moise en Haití

América/Haití/26/02/2020/Autor y fuente: https://www.tercerainformacion.es

Reporte del militante haitiano Henry Boisrolin: «La grave situación que vive Haití hace más de un año se desbordó nuevamente. Hubo fuertes enfrentamientos entre los policías que apoyan la formación de un sindicato (Sindicato de la policía nacional de Haití), que ni el gobierno ni la dirección de la policía aceptan. Hubo fuertes incidentes el lunes y el miércoles donde fueron incendiados varios stands, preparados para el carnaval, en el Campo de Marte, y tambien cerca del estadio , el equipo de sonido y carros.

El gobierno respondió diciendo que eran terroristas y revocó a cinco miembros de la cúpula del sindicato que se quiere formar, entre los cuales la figura más visible es la agente en actividad, Yanick Joseph. La policía rechazó la revocación y ahora están exigiendo la renuncia del jefe de policía, la del presidente y del primer ministro. Entonces el gobierno se atrincheró en señalar «que va a haber carnaval lo mismo», pero la policia organizó una marcha hacia el Campo de Marte donde se suele desarrollar tal desfile. Hubo fuertes enfrentamientos y barricadas.

Los tiroteos se intensificaron y los policías atacaron un cuartel del Ejército dejando 2 muertos y una decena de personas heridas. El Ministerio de Defensa dijo que para evitar un baño de sangre cancelaba el carnaval del martes.

Mientras esto ocurría, se sumaron a la rebelión numerosos militantes de movimientos sociales y organizaciones populares, apoyaban así, en las calles, al movimiento de la policía contra el gobierno y la policía nacional. Jovenel Moise, el odiado presidente haitiano, había formado hace un tiempo un grupo especial represivo al que denomina como «el nucleo de las nuevas fuerzas armadas de Haití». Algunos de esa uniformados habían tomado en estos días de crisis, posición en una torre, y dispararon desde allí hacia la gente, que tuvo que desalojar la zona. Muchos empezaron a huir, y se hicieron con el dominio de los tanques, los carros blindados que son de una unidad especial que asegura la seguridad del presidente. Hay un vídeo en que se ve que rodean un carro, y hacen bajar a los ocupantes que son miembros de esa fuerza especial. Se reportan en la tarde del domingo enfrentamientos y se sienten disparos en distintas partes de la capital, hay barricadas de fuego y muchos manifestantes gritando por la caída del gobierno de Moise.

Eso se repite tambien en otras ciudades populosas del país. La situación cada hora se agrava cada vez más. El pueblo se está agrupando frente a las unidades de policía disidente para reforzar su apoyo a las mismas y exigir juntos la caída definitiva del gobierno. Moise estudia con sus allegados la alternativa de llamar a un toque de queda. No se sabe donde está el presidente, ni el primer ministro».

Reporte de Prensa Latina

Los policías, que desde octubre pasado piden aumentos salariales, sindicatos y mejores condiciones laborales, salieron este domingo a las calles, a los que se sumaron cientos de simpatizantes, para reiterar sus demandas y expresar su desaprobación a la celebración de los festejos populares en medio de la creciente inseguridad. Los enfrentamientos estallaron frente a la sede del ejército, cuyos efectivos intervinieron para asegurar, sin éxito, las gradas que debían alojar a los altos funcionarios del gobierno durante las festividades previstas a iniciarse esta noche. Al menos dos militares e igual número de policías resultaron heridos, indicaron varios medios de prensa. Los agentes fueron atendidos en el Hospital Estatal Universitario de Haití, principal institución de su tipo en el país. Aunque las exigencias de los oficiales no son nuevas, sus protestas se radicalizaron esta semana cuando efectivos y partidarios prendieron fuego a los stands de los carnavales en el Champs de Mars y a las carrozas resguardadas en el estadio Sylvio Cator.

También intercambiaron disparos frente a la sede de la Dirección General de la Policía, en Petion Ville, y prendieron fuego a las oficinas del abogado y presidente de la Fundación Je Klere, Samuel Madistin. Por su parte, las autoridades despidieron a cinco agentes implicados en las movilizaciones, entre ellos Yanick Joseph, coordinadora del sindicato policial, aún no autorizado. En las protestas de este domingo, policías exigieron la reintegración de los oficiales, y la autorización para la formación sindical. La víspera, el presidente, Jovenel Moïse, prometió mejorar las condiciones de vida de los agentes y anunció un aumento de cinco mil gourdes (poco más de 50 dólares) a las tarjetas de débito de los oficiales a partir de marzo. Instruyó asimismo, otorgar urgencia al proyecto de construcción de unas 600 viviendas y pidió calma al gremio. Sin embargo, no mencionó la sindicalización, uno de los puntos más álgidos de las demandas policiales.

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/2020/02/24/rebelion-policial-con-apoyo-popular-contra-el-gobierno-de-moise-en-haiti

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Libro(PDF): «La educación en Haití : del abandono al caos»

Reseña: CLACSO

Haití está en ruinas. Su sistema educativo se encuentra entre las instituciones más afectadas del país como consecuencia del reciente terremoto que dejó doscientos mil muertos y un vendaval de calamidad. La información que suministraron el gobierno local y las agencias internacionales da cuenta de la destrucción física de más de la mitad de los establecimientos educativos nacionales, la muerte de cientos de docentes y personal escolar, además de varios miles de alumnos y alumnas en todos los niveles del sistema. El Ministerio de Educación ha sufrido también severos daños y la pérdida de técnicos y administrativos que se desempeñaban en la gestión educativa.

Después del terremoto, la educación haitiana se encuentra, como el país, en el más absoluto caos. Antes, estaba simplemente abandonada

Autores (as): Gentili, Pablo

Editorial/Editor: Siglo XXI

Año de publicación: 2011

País (es): Argentina

Idioma: Español.

ISBN: 978-987-629-172-9

Descarga: La educación en Haití : del abandono al caos

Fuente e Imagen: http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?a=q&r=1&hs=1&t=1&q=Pedagog%EDa&j=dl&c=general&fqf=TX&Submit=buscar+en+CLACSO

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Gobierno de Haití apoya iniciativas para reanudar año académico

América Central/Haití/01-12-2019/Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu

El Gobierno de Haití reiteró hoy su apoyo a las iniciativas para reanudar el año académico, en pausa desde el debut de las protestas que protagonizaron cientos de miles de personas.
Eddy Jackson Alexis, secretario de Estado para la Comunicación, señaló que los profesionales del sector educativo desempeñan un papel fundamental en la lucha contra las desigualdades sociales.

Renovó el compromiso de las autoridades de trabajar para fortalecer la calidad de la enseñanza en el país, y anunció que se trabaja para permitir que los estudiantes recuperen los más de dos meses perdidos de clases.

Desde que iniciaron las protestas a mediados de septiembre, la educación es uno de los sectores más afectados, y se estima que unos dos millones de estudiantes, cerca de la mitad de los alumnos del país, no han podido asistir a clases.

Las manifestaciones que paralizaron a Haití piden un nuevo gobierno, que se centre en las necesidades de la población, así como critican la corrupción, impunidad y el poco acceso a los servicios universales.

Datos oficiales aseguran que el 60 por ciento de los ciudadanos haitianos viven por debajo de la línea de la pobreza y el 70 por ciento de la población activa está desempleada.

Las movilizaciones populares, a las que se unieron un amplio número de gremios y sindicatos, paralizaron las principales actividades económicas, comerciales y servicios, sin embargo el presidente Jovenel Moïse insiste en mantener su puesto.

Desde inicios de noviembre, el país experimenta una tensa calma, no obstante, muchas escuelas aún mantienen sus puertas cerradas.

La semana pasada, el Ministerio de Educación de Haití confirmó que aún no existe fecha para la reanudación de clases, y negó los rumores de un nuevo calendario escolar previsto a iniciarse el 2 de diciembre próximo, fuera presentado a la comunidad educativa.

‘Hay una reflexión en curso sobre los proyectos de ajuste del calendario escolar: uno que podría comenzar en diciembre y el otro en enero, pero ninguno de estos proyectos ha sido validado todavía’, expresaron las autoridades en un comunicado.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=324741&SEO=gobierno-de-haiti-apoya-iniciativas-para-reanudar-ano-academico
Imagen: georgephoto en Pixabay
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Haití, el país que necesita volver a sonreír

Por: Olga Regueira. 

 

Haití; bello país, lleno de buena gente, obligado a permanecer en estado de emergencia constante. Ahora vuelve a estar sumido en una gravísima crisis económica, política y social.

Vamos al contexto. En Haití la inflación mensual es de casi un 20% y pareciera no haber consenso político para crear gobierno (prueba de ellos es que van siete meses sin ratificar a un primer ministro). Como consecuencia, según la auditoría del Tribunal de Cuentas, 15 exministros y actuales funcionarios; así como la empresa AgriTrans, dirigida por Jovenel Moïse antes de ser presidente, estuvieron involucrados en la malversación de casi cuatro mil millones de dólares estadounidenses, originados de un préstamo del programa de PetroCaribe.

A ello se suma la devaluación de la moneda con respecto al dólar estadounidense, la mala gestión en el aprovisionamiento de combustible y el aumento de la actividad vandálica de grupos armados. Todo esto ha provocado que, desde hace más de un año, los episodios de manifestaciones violentas, cortes de carreteras y periodos de encierro en los domicilios sean recurrentes cada dos o tres meses, y últimamente casi a diario.

Se viven días complicados y difíciles, que están pasando factura al país. A la fecha las consecuencias inmediatas son 17 personas muertas, 189 personas heridas, la mayoría por bala. Además, se ha registrado un aumento exponencial de actos violentos e inseguridad ciudadana; la imposibilidad de acceso a los productos y servicios básicos (agua potable, gas, sanidad, educación), por no hablar de las pérdidas materiales por el pillaje de bienes tanto de instituciones privadas, como públicas.

La inseguridad y la escacez de servicios básicos son algunas de las consecuencias a la actual crisis.
La inseguridad y la escacez de servicios básicos son algunas de las consecuencias a la actual crisis. AMÉRICA SOLIDARIA

La capital, Puerto Príncipe, se convirtió ya hace tiempo en una ciudad difícil, dura y contaminada, pero en la que siempre será más fácil encontrar lo necesario respecto de otras localidades. En las zonas rurales, así como en el resto de ciudades, además de manifestaciones iguales o más violentas, están sufriendo un desabastecimiento general provocado por el estado de inseguridad en el que estamos inmersos, que impide el transporte y distribución de mercancías por los constantes cortes de carreteras (frutas, verduras, combustible, agua potable, papel del baño).

Estos cortes a veces son para todos. Otras para los que no quieren o pueden pagar el laissez-passer (cuota obligada determinada por las personas que cortan la carretera, la mayoría de las veces fuertemente armadas) para poder atravesar la barricada en cuestión. En ocasiones son capaces de hacer parar un camión, quedarse con la mercancía y atravesarlo en la vía para impedir el paso del resto de vehículos.

En las manos de los agricultores se están pudriendo las frutas y verduras preparadas para vender y que no pueden ya comer, esperando que en algún momento del día puedan ser distribuidas para así, cubrir necesidades básicas como el colegio de sus hijos e hijas, que llevan casi dos meses cerrados y amenazados por grupos armados. La mayor parte del profesorado cobra por horas lectivas, sus manos están vacías. Mientras, al resto de la población se les agrandan los huecos que ya tenían en el vientre y el corazón.

El desabastecimiento aumenta y los agricultores no logran conseguir dinero suficiente para mantener a sus familias
El desabastecimiento aumenta y los agricultores no logran conseguir dinero suficiente para mantener a sus familias AMÉRICA SOLIDARIA

Los famosos daños colaterales existentes en todos los conflictos van a hacer que Haití vuelva a romper las reventadas listas de los más pobres, indefensos y vulnerados. Los más graves efectos caerán de nuevo sobre los niños y niñas de este país que se quedan sin comer, sin aprender, sin sistema sanitario y con una dolorosa desesperanza en el futuro.

Citando una de las conclusiones de un breve informe presentado por OCHA (Office for the Coordination of Humanitarian Affairs) el 2 de octubre, podemos constatar lo siguiente: “La protección infantil, es una preocupación importante. Los servicios sociales básicos, como salud y educación, están interrumpidos en todo el país, dejando además a todos los niños, niñas y adolescentes, en riesgo de ser abusados o reclutados por pandillas. Miles de niños y niñas están seriamente afectados por la escasez de productos básicos”. Esta preocupación es compartida por otras muchas organizaciones de la sociedad civil, como América Solidaria, que trabajan apoyando la lucha por una sociedad más justa en Haití. El riesgo de crisis humanitaria del que algunas instituciones hablan, para nosotros ha dejado de ser «riesgo».

Diversas instituciones han manifestado la preocupación ante la vulnerabilidad de los niños y niñas debido a la violencia que los rodea.
Diversas instituciones han manifestado la preocupación ante la vulnerabilidad de los niños y niñas debido a la violencia que los rodea. AMÉRICA SOLIDARIA

Pero Haití; bello país, lleno de buena gente, sigue luchando para encontrar el país que quiere, el país que desea. Durante estos días decenas de miles de personas, pacíficamente, reivindican, claman y reclaman justicia. Haití lo conforma quienes creen que en la educación está el poder de la transformación y quienes buscan una vida digna. Son ellos y ellas, cientos de miles, quienes hacen de Haití un pueblo fuerte y valiente. Que se cura las heridas a base de humor, amor y solidaridad mutua.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/11/07/3500_millones/1573140937_827908.html

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Haití y la crisis sistémica

Por: Cristóbal León Campos.

 

La vuelta de hoja lleva otra vez a la urgencia de reconocer y difundir la extrema situación que se vive en Haití, meses de protestas y represión, años de manifestaciones cíclicas, siglos de olvido y negación. Haití es en América la crisis total del sistema capitalista y de la hegemonía imperialista de los Estados Unidos, es también, la crisis de la humanidad puesta en escena, es un grito cuyo eco no hemos alcanzado a escuchar y comprender por la ocupación en otros frentes de lucha y también por la ponderación de otras naciones como si fueran más relevantes, pero en Haití, se ponen de manifiesto no únicamente el real carácter del capitalismo por las condiciones de suprema de explotación, marginación, racismo y represión, se evidencia de igual forma, la aguda urgencia de la conformación de una alternativa de izquierda que alcance a aglutinar la esperanza en un sólo camino para dar salida a esta situación, las alianzas temporales que suelen presentarse en coyunturas particulares, en muchas ocasiones así como surgen se diluyen, dejando debilitado al movimiento o la implementación de las demandas, la insurrección tiene a los barrios populares organizándose, tomando las calles, montando barricadas, organizando marchas e incluso milicias, el pueblo está discutiendo las estrategias posibles para desafiar al régimen de Jovenel Moïse, presidente repudiado y cuya salida encabeza las demanda social. Los obreros, campesinos, estudiantes y demás sectores no han cesado en la resistencia, la profundidad de las heridas es equivalente al deseo de cambio y a la generación de conciencia proletaria que poco a poco va tomando mayor forma en el país caribeño.El actual ciclo de protestas comenzó el mes de julio de 2018, cuando el presidente, Jovenel Moïse, aumentó el costo de los productos petroleros siguiendo las indicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el descontento se incrementó al vincularse al presidente con actos de corrupción al malversar fondos por más de dos mil millones de dólares provenientes del programa Petrocaribe y por el consecuente desabasto de combustible causado por la crisis arrastrada. Altos precios, sub-ejecuciones, contratos yuxtapuestos, obras fantasmas, liquidación precoz de fondos, evasión fiscal, nepotismo y otras acusaciones caen sobre el gobierno, temas de los que países como México saben mucho. Haití presenta movilizaciones recurrentes, la dura realidad muestra el alza de la pobreza así como de la violencia de Estado, más de cuarenta personas han sido asesinadas por el terrorismo del poder, cientos encarcelas y torturadas, junto a esto, la ocupación imperialista y neocolonial que está presente desde años atrás, impide la generación de vías alternas democráticas para el pueblo, el manto de silencio que cubre lo referente a Haití, es la cúpula de una permanente agresión por varias vías. La inflación, el desempleo y la precariedad crecen abismalmente con gran rapidez, las fuerzas productivas en lucha resisten para superar la mayor de la crisis y poner abajo al gobierno “neoliberal, antipopular, ilegítimo y antidemocrático”, tal y como lo definen los haitianos.

Los sectores sociales en resistencia han firmado un acuerdo político para sentar las bases de un gobierno de transición una vez se logre la renuncia del presidente Jovenel Moise, el pasado 9 de noviembre, se congregaron con la mira común de salir de una vez y para siempre del pesado lastre que significa cargar sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras la crisis económica más larga de la historia latinoamericana, sin embargo, el presidente como es común, se aferra al poder y agudiza la represión, actitud compartida por ejemplo, con Sebastián Piñera, presidente de Chile. El acuerdo es en sí, una posible hoja de ruta, un camino que en realidad tendrá que buscar las diferentes veredas por las cuales andar, sin perder el rumbo pactado, en este proceso largo y complejo aún deben fijarse los tiempos de la transición, las estructuras y formas del gobierno futuro. Todo sin bajar la guardia en la lucha, sin dar oportunidad a qué el actual gobierno, las potencias que mantienen ocupación e intereses económicos, puedan desvirtuar el carácter emancipador de los acuerdos, la independencia de la resistencia como de la sociedad a construir es indispensable para garantizar que sean los haitianos quienes reciban los beneficios de cada uno de los logros consumados, como puede deducirse, la desconfianza de la población a las organizaciones tradicionales es alta, por ello, la independencia proletaria es indispensable para realmente hablar un nuevo gobierno y del establecimiento de las bases para reconstruir la nación.

La solidaridad internacional debe expresarse a favor del pueblo haitiano, por la salida del gobierno corrupto y opresor, por la unidad latinoamericana, en un contexto tan particular como el actual. Las luchas presentes no pueden entenderse en un contexto únicamente local o regional, la mirada global permite comprender que lo que se vive en Nuestra América y en todas las zonas en resistencia a nivel mundial, es sin dudas, la crisis final del capitalismo y del imperialismo estadounidense. La resistencia haitiana es síntoma y reflejo del nuevo mundo que habremos de crear, el proyecto socialista tiene que ponderarse como bandera, los pueblos latinoamericanos integrados deben contribuir a la reconfiguración de toda la humanidad.

Fuente del artículo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=262524

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Haití: Sociedad civil se moviliza por un cambio y contra la corrupción

Centro América/ Haití/ 12.11.2019/ Fuente: redclade.org.

En comunicado público, la REPT se suma a las protestas que sacuden a Haití y exige la renuncia del presidente, afirmando que el sistema debe cambiar

 

Desde el último febrero, el pueblo de Haití ha tomado las calles, luego de que el Poder Judicial del país informó que funcionarios de alto nivel del gobierno haitiano habían utilizado indebidamente hasta 3.800 millones de dólares en préstamos. Así mismo, se informó que el presidente Jovenel Moïse había estado involucrado en estos casos de corrupción. Los problemas económicos, incluido el aumento del costo de vida en el país, también alimentaron las protestas contra el gobierno.

Desde el 15 de septiembre hasta principios de octubre, al menos 17 personas fueron asesinadas y casi 200 han sido heridas por balas y cuchillos, según la Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH). Hasta el 22 de octubre, 77 personas habían sido asesinadas durante las manifestaciones.

Ante este contexto, la Reagrupación Educación para Todos y Todas (REPT), miembro de la CLADE en el país, divulgó un posicionamiento público, en el cual insta las y los haitianas/os a mantenerse firmes en la lucha para cambiar y transformar la situación actual y las condiciones de vida de la población. “REPT da la bienvenida al sector educativo, sindicatos, docentes, profesores, otras personas que trabajan en las escuelas y universidades, madres y padres de familia por sus sacrificios para encontrar la solución que busca el pueblo haitiano”, afirma la coalición.

Además, exige la renuncia de Moïses. “Continuaremos luchando para cambiar el sistema: el sistema de corrupción, el sistema de impunidad, el gran sistema de privilegios de los empresarios, […] el sistema exprimidor de los campesinos y las campesinas sin darles nada de vuelta, los sistemas de explotación como la que sufren las trabajadoras y trabajadores de fábricas y otros trabajadores y trabajadoras”, afirma la REPT.

Entre los cambios en el país que señala como necesarios, la REPT menciona la privatización del Estado y de la educación en Haití. “En un país donde menos del 10% de las escuelas son verdaderamente públicas, la educación depende del dinero que se tiene”, explica la Reagrupación.

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/haiti-sociedad-civil-se-moviliza-por-el-cambio-y-contra-la-corrupcion/

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Haití: protestas interminables en una república olvidada

Por: Bárbara Ester.

Las protestas populares en Haití son un episodio de las consecuencias, cada vez más estructurales y catastróficas, de una historia de saqueo y olvido.

En Haití la crisis de régimen se agudiza luego de semanas de protestas ininterrumpidas. Los disturbios actuales son la culminación de más de un año de agitación y casi tres años de descontento con el actual mandatario, JovenelMoïse. Los manifestantes se aglutinan en el Palacio Nacional, en las oficinas de la ONU y en las calles para demandar la renuncia del presidente. La crisis política no es nueva sino que condensa, cuanto menos, los dos últimos gobiernos del Partido Haitiano TetKale (PHTK). Su fundador, Michel Martelly (2011-2016), al igual que su discípulo Moïse, son acusados de desviar los fondos de la ayuda internacional de las dos últimas catástrofes climáticas que azotaron la isla. Como consecuencia, la población fue condenada al hambre, la pandemia y el debacle de su economía. Lucrar con la desgracia de millones de compatriotas parece ser la receta del «capitalismo del desastre»[1]. Una vez más, tal como lo hiciera en su origen como «la otredad incómoda» de la Revolución Francesa, Haití muestra que, por encima de cualquier valor universal de humanidad, para la comunidad internacional los «negocios son negocios»[2].

Haití presenta uno de los mayores niveles de inseguridad alimentaria del mundo, con más de la mitad de la población -y el 22% de los niños del país- con desnutrición crónica. Su Índice de Desarrollo Humano la posiciona entre los últimos puestos, no sólo de la región sino del mundo: 168 sobre 189 países[3]. Los indicadores de la calidad de vida de la población son apabullantes y, además, Haití debe hacer frente a las catástrofes naturales que azotan el Caribe. El Índice de Riesgo Climático Global de 2019 coloca a Haití en cuarto lugar de entre los países más afectados por los desastres climáticos anuales, ranking que encabezan Puerto Rico -donde se logró en las calles la renuncia de su gobernador[4], también acusado de malversar fondos de ayuda- y Honduras, sobre cuyo presidente pesan graves acusaciones de fraude, corrupción y narcotráfico[5].

A casi diez años del terremoto más devastador y mortífero de su historia, Haití no sólo sigue sin recuperarse de esos destrozos, sino que sufre una nueva crisis política y social que se agravó desde mediados de septiembre. En un contexto de inflación del 15%, un déficit de $89,6 millones de dólares, y una moneda (gourde) en rápida devaluación, se espera que este año la crisis humanitaria solo empeore. Sumado a esto, la crisis del suministro de electricidad, debido a la falta de gasolina, terminó por desatar el descontento social frente a una cotidianeidad desbaratada: no funcionan el transporte público, el comercio ni las escuelas.

Así, las habituales catástrofes naturales han terminado por naturalizar las consecuencias sociales de los problemas políticos, los cuales involucran a actores locales que de ningún modo lograrían sortear la crisis sin la venia de los intereses internacionales y la invisibilización de la crisis por parte de sus vecinos latinoamericanos, concentrados en la situación venezolana.

Un presidente ilegítimo, el origen de la crisis actual

Moïse llegó a la política como un outsider[6], representando a la elite agraria gracias a su rol como dirigente de Agritrans, una empresa bananera del nordeste. Su experiencia política previa era nula, pero fue escogido por Martelly (PHTK) como su sucesor. En las elecciones primarias de octubre de 2015 Moïse obtuvo el primer lugar con un 32,81%. Sin embargo, los comicios estuvieron signados por las denuncias de fraude, intimidación de votantes y protestas callejeras, por lo que finalmente fueron anulados. Martelly, con el apoyo de los Estados Unidos (EE. UU)., la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de otros gobiernos extranjeros, quería cuanto antes resolver el traspaso del Gobierno a su sucesor. Sin embargo, los funcionarios electorales -debido a las persistentes protestas sociales y una nueva catástrofe, el paso del huracán Matthew- demoraron en tres oportunidades consecutivas una nueva votación ante la amenaza de violencia incontenible[7].

El malestar social que aglutinó al arco opositor, líderes religiosos y empresariales, así como miembros de la diáspora haitiana y organizaciones de derechos humanos, se condensó en la falta de transparencia de los procesos electorales y la necesidad de reformar el proceso de votación. Entre febrero de 2016 y febrero de 2017 se estableció un Gobierno interino a cargo de JocelermePrivert, quien fue electo por la Asamblea Nacional para llenar el vacío de poder tras la finalización del mandato de Michel Martelly. Unas nuevas elecciones se desarrollaron en noviembre de 2016 y, a contrapelo de la coyuntura, Moïse resultó electo en primera vuelta con el 55,67% de los votos[8]. Nuevamente, la denuncia de fraude empañó unos comicios que demoraron más de un mes en ser validados.

Sumada a la escasa legitimidad de origen, el incremento de la conflictividad social y la crisis política tienen tres elementos clave: (1) la crisis del combustible; (2) un gran recambio institucional y (3) la manifiesta corrupción de sus funcionarios.

En cuanto al precio del combustible, desde 2005 el Gobierno de Hugo Chávez creó el Programa Petrocaribe, el cual permitió a Haití comprar, desde 2006, petróleo a precio subsidiado. Los fondos liberados por este beneficio permitían favorecer al desarrollo de infraestructura y programas sociales, de salud y educación. Producto del bloqueo y la crisis económica que atraviesa, en marzo de 2018 Venezuela detuvo los envíos de barriles a precio subsidiado. Sumado al fin del beneficio, el Gobierno haitiano anunció en julio del mismo año la eliminación de los subsidios a la energía. Esta impopular medida estuvo en consonancia con lo acordado en febrero de 2018 con el Fondo Monetario Internacional (FMI): un paquete de reformas estructurales a su economía, eufemismo utilizado para nombrar el ajuste. A cambio, el organismo prometió préstamos financieros por 96 millones de dólares para ayudar al país a pagar su deuda[9]. El ciclo de una nueva crisis política comenzó con el aumento del petróleo y sus derivados: 38% la gasolina, 47% el diesel y 51% el kerosene[10]. Frente a ello, la calle volvió a estallar, las protestas se masificaron y la policía reprimió, generando más muerte y más caos. Finalmente, la medida fue derogada.

Como consecuencia del ajuste impulsado por el FMI, se agudizó la crisis institucional caracterizada por un recambio permanente de funcionarios, especialmente del primer ministro, cargo que tiene como función la mediación entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo para lograr gobernabilidad y consenso. Luego de la oleada masiva de protestas de julio de 2018, Jack GuyLafontant presentó su renuncia. Moïse, entonces, buscó reemplazarlo con un conocido abogado y exrival presidencial, Jean-Henry Céant, intentando de esta forma lograr la unidad con la oposición. Tan sólo seis meses después, Céant fue removido. Su sucesor fue Jean-Michel Lapin, quien duró apenas cuatro meses en el cargo para finalmente presentar su renuncia proclamando la falta de acuerdo entre los actores políticos. Horas más tarde, el presidente Moïse nombró a su cuarto primer ministro, Fritz-William Michel, portador de un perfil más tecnócrata y hasta entonces funcionario del Ministerio de Economía y Finanzas. A diferencia de sus antecesores, Lapin ni siquiera consiguió la ratificación de su cargo por parte del Senado -no porque el oficialismo careciera de mayoría sino debido a los disturbios ocasionados-, por lo que formalmente todo el Gabinete carece de institucionalidad. La última intentona de lograr la designación de Lapin, en septiembre de este año, culminó con un senador del oficialismo, Jean-Marie Ralph Féthière, descargando un arma de fuego contra los manifestantes en el Parlamento con el saldo de un fotógrafo y un guardaespaldas heridos[11].

Por último, en febrero de 2019 estalló el escándalo de corrupción popularizado como #PetroCaribeChallenge. El hashtag se originó mediante un tweet que preguntaba en creole: ¿Dónde está el dinero de PetroCaribe? Desde entonces comenzaron el activismo por una auditaría colectiva y una nueva oleada de movilizaciones contra el Gobierno haitiano, acusado de malversar miles de millones de dólares provenientes del subsidio venezolano. Como corolario de la gran movilización ciudadana, a fines de mayo el Tribunal de Cuentas entregó al Senado un informe mediante el cual concluyó que al menos 14 exfuncionarios malversaron más de 3.800 millones de dólares del programa Petrocaribe entre 2008 y 2016. Sobre el actual mandatario, el informe detalla que Agritrans fue adjudicataria de contratos para construir proyectos bananeros y carreteras que jamás fueron realizados, a pesar de recibir el dinero para tales fines[12].

¿Ayuda o injerencia internacional?

¿Es Haití un Estado fallido? Desde su independencia y su primera Constitución, en 1804, Haití pasó por 30 golpes de Estado y tuvo 20 constituciones. Actualmente, vive una de sus mayores crisis sociopolíticas desde la ocurrida en su bicentenario (2004) con el golpe a Jean Bertrand Aristide, luego de que éste manifestara que Haití exigiría una reparación histórica a Francia, su exmetrópoli. Finalmente, Francia tomó la iniciativa en la solución de la crisis haitiana y forzó la dimisión de Aristide. En febrero de 2004 el mandatario abandonó Haití en un avión estadounidense, escoltado por militares de ese país. Desde entonces y hasta octubre de 2017 el país fue intervenido por la ONU (Organización de Naciones Unidas) mediante la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas para Haití (MINUSTAH)[13]. Posteriormente, se adoptó la forma de Misión de las Naciones Unidas de Apoyo a la Justicia en Haití  (MINUJUSTH), una misión que buscó estandarizar el sistema de administración de Justicia de Haití a los modelos implementados en las últimas dos décadas en la región. La MINUJUSTH garantizó un contingente policial como forma de «alivianar» el uso de la fuerza. No obstante, con la tendencia regional de militarización de las fuerzas de seguridad esto se traduce en el mantenimiento de la ocupación y la represión. La prórroga de existencia de la misión concluyó su mandato el 15 de octubre de 2019, lo que no implica que la ONU abandone Haití sino, más bien, que busque nuevas formas de injerencia[14][15].

Si bien la ayuda humanitaria tiene como objetivo proporcionar alimento, asistencia sanitaria y psicológica con aprobación del Gobierno y sin violar su soberanía -especialmente frente a catástrofes naturales- en la práctica ha sido desvirtuada para intervenir militarmente naciones, derrocar gobiernos y apoderarse de su riqueza natural[16]. Luego del terremoto de 2010, la MINUSTAH «colaboró» con una comisión de 7 mil soldados y policías. El saldo: cientos de denuncias de abusos sexuales y una epidemia de cólera causada por quienes fueron a brindar «asistencia»[17][18].

De acuerdo al exdirector del Fondo de Asistencia Económico y Social (FAES) de Haití entre 2012 y 2015, Klaus Eberwein, sólo el 0,6% de las donaciones internacionales terminó en manos de organizaciones haitianas, un 9,6% en manos del Gobierno haitiano y el 89,8% restante fue canalizado a organizaciones no haitianas. Lamentablemente, Eberwein fue hallado sin vida con un disparo en la sien en un hotel en Miami antes de comparecer frente a una comisión anticorrupción del Senado haitiano sobre los fondos de Petrocaribe y las malas prácticas de la Fundación Clinton[19].

Los fondos se tradujeron en la proliferación de ONGs que comenzaron a proveer funciones que solía cubrir el Estado, consolidando una nueva etapa en la agenda del sistema neoliberal. Mientras las ONGs avanzaban el Estado se retraía, incidiendo tanto en la soberanía como en la autodeterminación del país[20]. La intermediación de las organizaciones permite que quienes las financian, como el Banco Mundial, el Gobierno de EE. UU. , el Fondo Monetario Internacional o empresas transnacionales, obtengan la liberación de las barreras arancelarias, lo que termina por devastar la producción interna y, por tanto, la economía del país mediante la privatización de los servicios públicos y la contratación de empresas privadas internacionales para ofrecerlos. Este mapa configura lo que la economista Naomi Klein ha denominado como «capitalismo de desastre», que opera junto con la «doctrina del shock». Según su tesis las crisis derivadas de catástrofes, como en el caso de Haití, habilitan oportunidades de negocios para la inversión privada, así las potencias y los intereses de las multinacionales consiguen anclarse en el territorio arrasado de la mano de las ONGs.

A modo de conclusión

El PHTK es el actual garante de los negocios del capital internacional, fundamentalmente mediante el traspaso de tierras campesinas a transnacionales estadounidenses. Para ello sólo cuenta con un escueto sector de la oligarquía local, quien se beneficia con una parte del desvío de fondos a expensas de la mayoría de la población. La exacerbación de la dependencia de la ayuda internacional combina el tradicional colonialismo con una nueva fase del neoliberalismo como gestor del desastre. La influencia norteamericana consolidó una economía haitiana predominantemente extractiva -aproximadamente 2.000 millones en depósitos minerales explotados principalmente por corporaciones estadounidenses y canadienses-[21]. Actualmente, dicha influencia es el único sostén de un presidente impopular, cuya dimisión sigue exigiendo el pueblo en sus protestas masivas.

Mientras los líderes de la oposición llaman a los manifestantes a no claudicar hasta obtener la renuncia de Moïse, la consigna se hace carne: «les estamos diciendo a las personas que viven en el área de Cité Soleil y a la población haitiana que se levanten para derrocar a este Gobierno» afirmó FrancoisPericat, un participante en las protestas del 27 de septiembre a TheAssociatedPress en alusión a un barrio pobre y sobrepoblado de Puerto Príncipe.»El presidente JovenelMoïse no está haciendo nada por nosotros, sólo nos está matando»[22]. Moïse asumió la Presidencia un 7 de febrero, fecha emblemática que recuerda el final de casi 30 años de dictadura (1957-1986) de la familia Duvalier, François (Papa Doc) y su hijo Jean-Claude (BabyDoc), quien finalmente huyó de la isla producto de las protestas generalizadas. Luego del anuncio del cierre de la MINUJUSTH, Moïse ha afirmado que no presentará su renuncia y dice no querer tener otro 1986[23]; sin embargo, la sublevación popular está cada vez más cerca de repetir la hazaña.

Notas:

[1] Naomi Klein, La doctrina del shock. El auge del capitalismo de desastre, Paidós, Argentina, 2008.

[2] https://www.celag.org/haiti-herida-abierta-de-america-latina/

[3]https://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/Haiti%20Country%20Brief_%20August_2019.pdf

[4] https://www.celag.org/puerto-rico-afilando-cuchillos/

[5] https://www.celag.org/honduras-una-decada-de-golpes-e-inestabilidad/

[6] https://www.voanoticias.com/a/haiti-presidente-moise-investidura-trump-eeuu/3705034.html

[7] https://www.nytimes.com/es/2016/02/06/editorial-haiti-democracia-en-pausa/

[8] https://www.celag.org/informe-electoral-haiti/

[9] https://www.nodal.am/2019/10/decadas-de-neoliberalismo-neocolonialismo-e-injusticia-climatica-han-llevado-a-haiti-al-limite-por-keston-k-perry/

[10] https://pulsonoticias.com.ar/8911/el-fmi-agita-las-llamas-de-la-insurreccion-en-haiti/

[11] https://www.ap.org/ap-in-the-news/2019/ap-photographer-wounded-in-haiti-shooting

[12] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-48711839

[13] http://www.ieee.es/Galerias/fichero/cuadernos/CE-131.pdf

[14] https://news.un.org/es/story/2019/10/1463911

[15] https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201910161088993267-mision-de-paz-de-la-onu-concluye-mandato-en-haiti-sin-impedir-brotes-de-violencia/

[16] https://www.theguardian.com/world/2019/oct/11/haiti-and-the-failed-promise-of-us-aid

[17] https://www.celag.org/haiti-resultado-intervencion-humanitaria/

[18] https://www.nytimes.com/2017/06/26/world/americas/cholera-haiti-united-nations-peacekeepers-yemen.html

[19] http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/08/08/hallan-muerto-a-un-funcionario-de-haiti-que-iba-a-denunciar-a-la-fundacion-clinton/

[20] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37614689

[21] https://www.nodal.am/2019/10/decadas-de-neoliberalismo-neocolonialismo-e-injusticia-climatica-han-llevado-a-haiti-al-limite-por-keston-k-perry/

[22] https://www.nytimes.com/2019/09/28/world/americas/haiti-protests-moise.html

[23] https://www.jornada.com.mx/2019/10/16/mundo/026n4mun

Fuente del artículo: http://www.bitacora.com.uy/auc.aspx?10922,7

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