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Puerto Rico: Secretaria de Educación no descartó cerrar más escuelas por efectos del huracán María en la matrícula y presupuesto

Puerto Rico / 01 de noviembre de 2017 / Fuente: http://www.univision.com

Dijo que más de 14,000 estudiantes se han ido supuestamente del país y sindicatos alegaron que se aprovecha del desastre para privatizar el sistema.

La secretaria de Educación, Julia Keleher, no descartó este lunes el cierre de más escuelas públicas en Puerto Rico debido a la supuesta salida del país de unos 14,000 estudiantes tras el azote del huracán María y la potencial pérdida de parte del presupuesto del sistema.

Por su parte, la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR), que reclama que el Departamento de Educación (DE) puede abrir más escuelas que las 152 abiertas hasta este lunes tras más de un mes cerradas por María, acusó a Keleher de “aprovecharse” del desastre “para cerrar cientos de escuelas y arrastrar el sistema educativo a la privatización”, dijo su presidenta, Mercedes Martínez.

En una entrevista esta mañana con Rubén Sánchez por WKAQ 580 AM, Keleher dijo que “yo saqué un promedio, extrapolando de lo que me dijeron en una región (educativa), que es alrededor de 14,000 mil estudiantes de la isla que se han ido” del país tras el paso del huracán el pasado mes de septiembre, dejando a casi 200 escuelas (20% del total) con menos de 150 alumnos.

Ese supuesto éxodo, unido a que el sistema educativo público podría perder, según ella, parte de su presupuesto de 150 millones de dólares mensuales porque el Gobierno no ha podido recaudar impuestos tras el ciclón, ponen sobre la mesa la posibilidad de que se cierren más escuelas como venía ocurriendo incluso antes de que los huracanes Irma y María pasaran por el país.

Antes de los impactos de los huracanes Irma y María en la isla, el sistema de educación pública había sufrido la pérdida de 44,000 estudiantes, el cierre de 167 escuelas y fuertes recortes de presupuesto impuestos por la Junta de Control Fiscal que controla las finanzas del gobierno de Puerto Rico, que está en bancarrota con una deuda de 70,000 millones de dólares.

– “O sea, que aprovechando esta coyuntura de María y lo que María le ha dejado ver a usted del sistema ¿usted va a cerrar escuelas adicionales?”, le preguntó Sánchez a Keleher.

– “Hago la pregunta a todo el mundo para que alguien me explique cómo funciona la matemática cuando se te han ido, si es cierto, 14,000 estudiantes”, contestó la Secretaria.

“Tengo inseguridad mensual de 150 millones (de dólares) en términos del pago de un Gobierno para mantener operaciones de educación y los maestros se me han ido, y tengo escuelas, casi 200, que son menos de 150 estudiantes…hay algunas que tienen menos de 100…no sé es difícil, pero lo comparto”, agregó.

“Estoy compartiendo los datos según me lleguen para que nadie esté sorprendido con lo que está pasando en educación”, advirtió la Secretaria.

En tanto, padres, madres de estudiantes o maestros siguen reclamando al DE la apertura de más planteles que los 152 abiertos hasta ahora (13 por ciento del total de 1,113 escuelas) y afirman que los edificios están listos recibir a los alumnos y con el requisito mínimo de tener agua, no representar peligro para los jóvenes y tener algunos incluso electricidad.

El reclamo llevó este lunes a las comunidades de las escuelas Especializada Antonio S. Pedreira, en Puerto Nuevo, y Segundo Ruiz Belvis, en Santurce, a protestar en la calle esta mañana exigiendo la apertura de los planteles, que dicen están listos para recibir a sus estudiantes.

Haciéndose eco de los reclamos de la comunidad, el sindicato FMPR convocó a una manifestación el jueves 9 de noviembre, a las 11:00 de la mañana frente al Centro de Convenciones de San Juan, para exigir la apertura de más escuelas.

Martínez, la líder del sindicato, sostuvo que la apertura limitada de planteles es parte de un plan para cerrar escuelas, eliminar puestos de maestros e impulsar la privatización del sistema educativo.

Keleher “quiere cerrar escuelas y privatizar. Por eso hay planteles que no se han abierto a pesar de estar listos y otros no se han rehabilitado. Por eso el reinicio de clases se quiere hacer a cuentagotas. Por eso hay escuelas con agua, luz y aire acondicionado que no sufrieron daños y la secretaria Keleher se niega a abrirlas”, dijo Martínez.

Agregó que la FMPR respalda las distintas movilizaciones de las comunidades escolares defendiendo sus planteles y llamó a los educadores, padres, madres y a los trabajadores y trabajadoras a que exijan que se abran las escuelas en horario limitado donde no se haya repuesto los servicios de agua y luz.

“Debe establecerse un programa acelerado de reparación de las escuelas que aún no están listas para que reabran y den servicios a nuestros niños”, señaló Martínez.

Fuente noticia: http://www.univision.com/puerto-rico/wlii/noticias/huracan-maria/secretaria-de-educacion-no-descarto-cerrar-mas-escuelas-por-efectos-del-huracan-maria-en-la-matricula-y-presupuesto

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Puerto Rico: Departamento de Educación prevé cancelar contratos transitorios

Puerto Rico/31 de octubre de 2017/Por Wilma Maldonado Arrigoitía/Fuente: https://www.elnuevodia.com

La agencia abrirá mañana, martes, 33 escuelas en las regiones de Ponce, San Juan y Bayamón.

Con un estimado de 14,000 estudiantes menos y cientos de solicitudes de traslados por emergencia de maestros, el Departamento de Educación (DE) evalúa, como una opción, la cancelación inmediata de contratos a maestros transitorios.

La secretaria de Educación, Julia Keleher, señaló ayer que aún no ha determinado si esperará por la expiración de los contratos transitorios o si les pondrá fin antes de que acabe el semestre escolar.

Lo que sí dejó claro en entrevista con este diario es que, ante la salida de estudiantes del sistema público de enseñanza tras el huracán María, tendrá que reducirse la cantidad de maestros en algunos planteles.

De igual manera, Keleher reafirmó que, por esa misma razón, será necesaria la consolidación de escuelas. La secretaria señaló que se publicará una lista con los planteles que tienen menos de 150 estudiantes.

“Con menos estudiantes, hace sentido la consolidación de escuelas”, dijo la titular de Educación. “Pueden salir a la calle a protestar, pero no cambia el hecho que no podemos volver a tener la misma vida que teníamos antes del huracán”, agregó.

La secretaria explicó que la cifra de 14,000 estudiantes menos es un estimado a partir de 2,000 bajas que se reportaron en una región educativa. La isla tiene siete regiones educativas: Arecibo, San Juan, Ponce, Mayagüez, Humacao, Caguas y Bayamón.

Reabren escuelas

Mañana, martes, el DE reanudará las clases en 33 escuelas que se mantenían cerradas desde el huracán María. Se retomará el semestre en dos escuelas de San Juan, 10 en Ponce y 21 en Bayamón. La semana pasada, reabrieron las primeras escuelas en las regiones de San Juan y Mayagüez.

Ninguna de estas escuelas fue consolidada con otras.

La funcionaria dijo que la agencia no dispone de fondos para contratar directamente a peritos que certifiquen la seguridad en las escuelas por lo que dependen de las inspecciones que haga el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos y de que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en ingles) les autorice fondos adicionales para subcontratar los expertos.

“Nosotros hemos hecho todo lo posible pidiendo que se añadan más recursos”, dijo Keleher.

Aunque reconoció que es frustrante la espera para que se continúe el semestre escolar, pidió al país que asuma esta situación como una oportunidad para mejorar las estructuras de las escuelas públicas.

“A nosotros nos conviene ir con paciencia porque la oportunidad de reconstruir el Departamento de Educación con fondos federales es única”, manifestó Keleher.

https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/departamentodeeducacionprevecancelarcontratostransitorios-2370097/
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Puerto Rico: Secretaria de Educación solicita paciencia

Puerto Rico / 25 de octubre de 2017 / Por: Alex Figueroa Cancel y Gabriela Saker Jiménez / Fuente: https://www.elnuevodia.com

Las comunidades han sido clave en habilitar los planteles escolares

Quedó en manos de la comunidad. En la Escuela Juan Ponce de León en Guaynabo, un ejército de voluntarios se encargaron, día a día, de recoger escombros, limpiar el plantel, fumigar.

“Al ser escuela de la comunidad, la comunidad participó”, dijo el maestro Luis Pabón.

El personal que labora en el comedor escolar ofreció almuerzo a los cientos de voluntarios, unos 400 maestros, empleados, estudiantes y vecinos. Y el interior de ese espacio escolar también ha sido centro de acopio y de actividades para niños.

“Sabemos que van a venir con mucho ánimo; ya nos han expresado que quieren volver”, aseguró el maestro de educación física.

Así, con la ayuda de la comunidad, la escuela guaynabeña está lista para abrir sus salones hoy con el reinicio de clases en los primeros 119 planteles anunciados por el Departamento de Educación, ubicados en las regiones educativas de San Juan y Mayagüez.

“Todo el mundo, al ver la situación, se ha enrollado las mangas”, reconoció la secretaria de Educación, Julia Keleher, quien espera impactar, de entrada, a unos 36,000 a 40,000 estudiantes.

La funcionaria ha enfrentado críticas -como las de la Federación de Maestros-, por dilatar el comienzo de las clases en planteles que, a juicio de empleados y comunidades, ya están habilitados.

“Hemos recibido llamadas y peticiones individuales y de escuelas que quieren que su escuela abra, (pero) hay que asegurar que ninguna corre ningún riesgo… No puedo ir por encima de lo que es una evaluación de seguridad”, subrayó Keleher, y pidió paciencia.

Se refería a escuelas que “no están listas para abrir porque, por ejemplo, hay cables tendidos en el piso”, dijo. A la par, la funcionaria reconoció que hay poco personal para certificar los 1,113 planteles.

Además, Keleher anticipó que identificará los servicios que no se proveyeron en este período, como “gastos evitados”, en aras de que “los servicios de educación especial, que se sufragan con fondos estatales, no se vean afectados”.

Por último, la funcionaria dejó entrever su visión de que la secuela de la crisis beneficie el futuro de la educación pública.

“Una cosa es tratar de reponer (daños), y otra es rediseñarlo por completo (para que) no tengamos planteles con problemas de planta física… Es transformar el sistema y aprovechar la oportunidad, no cerrar y consolidar por hacerlo”.

Fuente noticia: https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/secretariadeeducacionsolicitapaciencia-2368366/

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Los niños de Puerto Rico siguen sin escuela desde el huracán

Puerto Rico/19 octubre 2017/Fuente: 20 Minutos

Alanys Arroyo y sus hermanos pequeños llevan semanas refugiados en una escuela, pero no han ido a clase. Viven en un campus convertido en albergue en el oeste de Puerto Rico desde que el huracán María inundó su casa y destruyó sus pertenencias, intentando pasar el tiempo mientras su familia espera ayuda para sustituir el apartamento que perdieron en la tormenta.

Arroyo, de 15 años, lee o ayuda a su madre a limpiar el aula donde duermen. Los chicos juegan con un balón de fútbol y corren por los pasillos. Están aburridos y cada vez más frustrados, una combinación muy extendida entre los jóvenes de Puerto Rico, que sigue congelada en el tiempo casi un mes después del huracán.

La mayoría de las escuelas siguen cerradas y los chicos pasan el tiempo jugando en árboles derribados o utilizando la valiosa batería de los celulares para jugar, esperando a que la vida regrese a la normalidad mientras los adultos a su alrededor luchan por recomponer sus vidas.

“Los días son largos”, dijo Alanys mientras lavaba lo que quedaba de la ropa de la familia en un cubo de basura de plástico. “Extraño estudiar”.

No es más fácil para su madre, Yahaira Lugo, que empieza a desesperarse en su intento de mantener ocupados a sus cuatro hijos.

“¿Qué hago con ellos todo el día? No hay nada. Ni televisión, ni internet. No tenemos libros, se perdieron. No hay ningún sitio para ir”, dijo.

Los niños son niños y muchos parecen estar aprovechando lo que parecen unas vacaciones ampliadas. Pero Andy Gualdado, de 15 años, dijo que la novedad se ha pasado y extraña a los amigos con los que solía hablar todos los días.

“Ahora me gustaría ir a la escuela”, dijo, tomándose un descanso de su jornada de montar en bicicleta entre tendidos eléctricos derribados y ramas de árboles en San Juan.

La tormenta arrasó la isla el 20 de septiembre causando al menos 48 muertes, según el conteo oficial. Provocó inundaciones generalizadas y desbarató toda la red eléctrica en un territorio de 3,4 millones de personas.

Las 1.113 escuelas públicas siguen cerradas, aunque 167 sirven como centros comunitarios para que niños y ancianos pasen allí parte del día y reciban desayuno y almuerzo. Otras 99 escuelas se utilizan como refugios para unas 5.000 personas que duermen en salones como la familia Arroyo.

Mientras las autoridades buscan la forma de reabrir las escuelas, deben afrontar la realidad de que unas 70 quedaron demasiado dañadas en la tormenta para reabrir, algunas vieron sus cimientos afectados por aludes de tierra y muchas no tienen agua corriente. Pocas, si es que hay alguna, tienen electricidad.

Se suponía que los profesores debían presentarse el lunes en sus centros asignados para preparar el reinicio de las clases la semana que viene, pero la secretaria de Educación, Julia Keleher, admite ahora que eso fue demasiado ambicioso. El inicio se ha demorado para algún momento a partir del 30 de octubre.

No se trata solo de las escuelas primarias y secundarias. Las universidades y centros de formación profesional también están cerradas o abren con horario reducido, obligando a los jóvenes a dejar su vida en suspenso o mudarse al territorio continental de Estados Unidos para perseguir sus sueños.

Luis Sierra, un joven de 19 años que estudia para convertirse en chef, pasó una tarde reciente sin camiseta bajo el sol de la tarde, vigilando las cosas de su familia en otra escuela convertida en refugio en Toa Baja, al oeste de San Juan. La escuela donde estudia no reabrirá hasta agosto. “Este año yo lo perdí”, comentó.

Algunas de las escuelas públicas en mejor estado se utilizan como centros comunitarios donde los estudiantes pueden ir a jugar y comer una comida caliente preparada por el personal de la cafetería de la escuela.

En los oscuros salones de la escuela primaria Ramón Marín Solá, varios niños de cuarto grado se entretenían con juegos de mesa mientras llovía en el exterior. Otros trabajaban en un diario sobre el huracán María, escribiendo sobre lo que habían comprado antes de la tormenta y lo que perdieron, y en qué les gustaría tener para sus casas.

“Estamos tratando de enseñarles cómo volver a ser felices”, comentó la directora del centro, Zoraya Cruz. “En este momento, no estamos preocupados por el currículo. Queremos que se sientan cómodos y seguros”.

Celiz Torres, de nueve años, dijo que ayudaba a su madre para intentar limpiar su casa y pasar el rato hasta que empezara la escuela, pero que se entusiasmó ante la oportunidad de volver a las aulas aunque fuera por unas horas.

“Extrañé a mis amigos y maestros”, dijo.

Muchos estudiantes y jóvenes se han marchado al territorio continental, aunque se desconoce el número exacto. Como la tormenta llegó poco después del huracán Irma, que rodeó la isla sin un impacto directo, los alumnos solo han tenido unas seis semanas de clase desde el inicio del curso académico el 14 de agosto.

La secretaria de Educación, que gestiona un sistema con 345.000 alumnos, querría tener a los niños en clase tan pronto como sea posible. Pero es una cuestión de necesidades que compiten entre sí, dijo Keleher. Sí, los niños necesitan recibir una educación y los padres necesitan enviarlos a la escuela para poder volver a trabajar. Pero hay que reparar y limpiar los campus, y en torno al 10% sigue sirviendo de refugio.

“Una se pregunta: ¿Es mi prioridad sacar a esa familia? Porque si esa familia es la familia del niño al que estoy educando, ¿a quién ayudo al sacarlos antes?”, explicó Keleher en una entrevista con The Associated Press. “Tenemos el objetivo, pero no es el objetivo a costa de seres humanos afectados por el camino”.

El distrito ya ha retrasado el final del curso del 31 de mayo al 15 de julio y podría tener que ampliarlo más y alargar las jornadas académicas.

Cuando vuelvan a clase, muchos niños sufrirán el estrés de haber perdido sus hogares y todas sus pertenencias en las inundaciones registradas en amplias zonas de la isla. Algunos profesores y empleados lidian con los mismos problemas, explicó Damarys Collazo, directora de la escuela Eleanor Roosevelt en el distrito Hato Rey de San Juan.

Collazo dijo que intentará actuar con normalidad, pero es consciente de que podría no ser posible.

“La realidad es que enfrentamos una crisis como habíamos experimentado nunca”, dijo.

Jennifer Rodríguez, de 33 años y que tiene dos hijos de siete y un año, ha intentado mantener ocupado al mayor con juegos y libros de colorear. El niño ha jugado con sus amigos en el refugio en la escuela de Toa Baja, a la que acudieron cuando las aguas crecidas destrozaron el interior de su casa y todas sus pertenencias. Su hijo mayor está triste, dijo, pese al tiempo extra para juegos.

“Mi niño de siete años es bien inteligente. Él sabe que hay una crisis y me pregunta mucho cuándo se va a terminar ya la crisis. Cuándo va a dormir en su casa”, dijo Rodríguez.

En el refugio de la escuela secundaria Padre Aníbal Reyes Belén, en Hatillo, Gloria Román hacía pasatiempos con sus hijos cuando no estaban jugando al fútbol. “No es fácil para nadie”, dijo sobre su vida allí.

Alanys Arroyo está en 10mo grado. Su padre dice con orgullo que es una estudiante brillante. Quiere volver a clase, pero todos sus uniformes quedaron arruinados por el agua que inundó su apartamento en una planta baja en Arecibo y destruyó casi todas sus pertenencias. Fueron trasladados desde otro refugio y están lejos de sus amigos. Ella dijo que intenta mantenerse al día con sus estudios leyendo sobre la historia de Estados Unidos y Puerto Rico, pero le resulta difícil concentrarse.

Su hermano de nueve años, Nataniel, que es diabético, dijo que se siente raro vivir en una escuela pero sin ir a clase.

“No sabía que me gustaba mucho la escuela hasta que no pude ir”, dijo.

Fuente noticia:http://www.20minutos.com/noticia/98481/0/los-ninos-de-puerto-rico-siguen-sin-escuela-desde-el-huracan/

Fuente imagen: http://eldia.com.do/wp-content/uploads/2017/10/portada.jpeg_594723958.jpeg

 

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Crisis en la colonia puertorriqueña

Por: Hedelberto López Blanch

Puerto Rico está envuelto en un enorme laberinto pues por ser colonia de Estados Unidos solo puede aspirar a que la metrópolis le ayude a salir de la desastrosa situación que padece tras el paso de los huracanes Irma y María. Los dos fenómenos atmosféricos han posibilitado que muchos habitantes de la Isla y numerosos países del mundo comprendan realmente las grandes ataduras que la nación caribeña padece con respecto a la metrópolis desde que en 1898 Washington se adueñó de ese territorio y lo controla política, económica y financieramente.

Antes del paso de Irma y María, la colonia estadounidense ya padecía una enorme crisis económica-financiera que Estados Unidos no ayudó a resolver.

Hace unos seis meses este país se declaró en una especie de quiebra, pues la deuda exterior se fijaba en más de 73.000 millones de dólares y el gobernador, Ricardo Rosselló, declaró que tomó la decisión de solicitar a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) impuesta por el Congreso de Estados Unidos desde el 30 de junio de 2016, que se acogiera a la protección del Titulo III para trabajar en forma estructurada e intentar cancelar los pagos bajo los parámetros del plan fiscal.

La JSF fue creada por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, debido a la crisis de la deuda pública puertorriqueña con el objetivo de reestructurar las cuentas de la colonia, denominada eufemísticamente Estado Libre Asociado (ELA).

El Título III de la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico, preveía el inicio de un proceso supervisado de reestructuración en caso de que los acreedores y el Gobierno no lograran acuerdos para los pagos de deuda.

Como esa solución no se logró porque tras terminar la congelación de litigios varios inversionistas de bonos demandaron al ELA, el Estado deberá reestructurar parte de su deuda en los tribunales.

Un 45 % de los ciudadanos vive por debajo de la línea de pobreza y sólo el 40 % de la población adulta trabaja o busca empleo, el resto no aporta o lo hace en la economía sumergida.

El cerco colonial es tan férreo y amplio que a las autoridades, sin ningún poder, y al pueblo puertorriqueño se les prohíbe pertenecer a cualquier organización regional, como por ejemplo la Asociación de Estados del Caribe (AEC).

Tras los desastres provocado por María el 20 de septiembre y con los servicios eléctrico y telefónico caídos en casi toda la isla, con carencia de agua potable, combustible y alimentos, más de 15.000 evacuados, aumento de los saqueos y la criminalidad, varios países y organizaciones internacionales manifestaron el interés de enviarles suministros, pero todos se han enfrentado con un insólito obstáculo: sus barcos no pueden atracar en la isla.

En 1920 el Congreso norteamericano aprobó la Ley de la Marina Mercante, conocida como Ley Jones, la cual estipula que únicamente los barcos estadounidenses pueden llevar mercancías y pasajeros de un puerto a otro de Puerto Rico.

O sea, en el estado de desastre que vive esa nación toda ayuda debe llegar primero a territorio continental de Estados Unidos para, una vez allí, ser transportada en barcos con bandera estadounidense hasta esa isla.

El presidente Donald Trump, que ha sido fuertemente criticado por la desidia demostrada hacia el pueblo puertorriqueño, al que muchos afirman lo considera como ciudadano de segunda clase, autorizó eximir a Puerto Rico de la Ley Jones durante solo 10 jornadas para facilitar la llegada de recursos.

Además el presidente se regodeó con la asfixiante situación que viven los habitantes de la isla al lanzar varios de sus acostumbrados tuits.

En el primero, después de cinco días del desastre natural, escribió que Puerto Rico está en graves problemas y sus miles de millones de dólares en deudas con los bancos de Wall Street deben ser afrontados.

A todas luces, primero esta el señor dinero en el sistema capitalista y después la atención de las personas afectadas y desesperadas ante la tragedia.

La realidad es que las subsidiarias norteamericanas han extraído del país, solo en la última década, 330.000 millones de dólares anuales, prácticamente sin pagar impuestos.

Un informe preparado por la Junta de Planificación boricua asegura que esas corporaciones prestaron dinero al Gobierno, mediante bonos, en el mercado de Wall Street que conllevó a la deuda.

El documento explica que desde 1972 hasta la fecha las subsidiarias de las corporaciones estadounidenses se han llevado de la Isla más de 716.000 millones de dólares de los cuales el 46 % ha sido repatriado en los últimos 10 años.

Trump, a través de otro tuit, volvió a la carga el sábado 29 de septiembre a pocos días de su anunciado viaje a San Juan, y criticó a las autoridades puertorriqueñas por su “pobre liderazgo” en la respuesta al paso del huracán y enfatizó: “quieren que se les haga todo y no logran que sus trabajadores ayuden”.

Al fin, el pasado 3 de octubre, a casi dos semanas de que el huracán María devastara Puerto Rico, llegó Trump a ese país y lo primero que dijo fue: “Han desquiciado nuestro presupuesto… Gastamos mucho dinero”, en relación al costo de los trabajos de emergencia, que ha incluido el envío de miles de marines, personal de la Administración Federal de Manejo de Emergencias e ingenieros.

Además, señaló que lo ocurrido no podía llamarse catástrofe pues solo murieron 16 personas. Al final de su efímera jornada, realizó un recorrido aéreo y aterrizó en el buque USS Keasarge para saludar al personal militar.

Los pobladores comprenden que por varias semanas no dispondrán de servicio eléctrico ni de agua potable, dependerán de poco combustible y de alimentos, pero sí dispondrán de numerosos militares estadounidenses en el territorio y una enorme deuda financiera que no podrán pagar.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano, especialista en política internacional. 

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=232405&titular=crisis-en-la-colonia-puertorrique%F1a-

 

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Puerto Rico: Llamado de la UPR a la reconstrucción

Centro América/Puerto Rico/01 Octubre 2017/Fuente:elvocero /Autor: Perla Rodriguez

Desde la administración central en el Jardín Botánico, hasta los rectores en los recintos del sistema, la Universidad de Puerto Rico (UPR) está haciendo un llamado para que los docentes y los estudiantes participen de la reconstrucción de la institución.

Quieren reiniciar el semestre lo más pronto posible.

“Todos los estudiantes pueden estar seguros que con los cambios requeridos, se completará el semestre en curso en todos los recintos del sistema”, sentenció el presidente interino de la UPR, Darrel Hillman, en una comunicación oficial para la comunidad universitaria.

Por otra parte, el rector del recinto de Río Piedras, Luis Ferrao Delgado, destacó que “estamos comprometidos con mantener los esfuerzos concentrados en rehabilitar el campus y atender las áreas críticas”.

Los trabajos de limpieza en el recinto de Río Piedras comienzan a las 8:00 de la mañana y terminan a las 11:30 de la noche. Los voluntarios deberán reportarse en la Oficina para la Conservación de Instalaciones Universitarias (OCIU), que está al lado del primer portón de la avenida Barbosa.

Las personas que participen del esfuerzo deberán llevar sus guantes, escobas, rastrillos, agua potable o cualquier otro material que estimen necesario.

Estudiantes urgen la participación

El estudiante de Derecho, Ricardo Raola, señaló a EL VOCERO que participará de la reestructuración que comenzará la próxima semana, aunque no es la primera vez que va al recinto riopedrense después del paso del huracán María.

Esta semana fue junto a un grupo de la Escuela de Derecho y señaló que es imprescindible que participen más personas del esfuerzo.

El portavoz del movimiento estudiantil en Río Piedras, Mario González, también urgió la participación masiva, particularmente la de los llamados “profesores de blanco”, quienes se manifestaron a favor de la reapertura del recinto durante la huelga universitaria.

“El llamado debe ser a todas las personas que protestaron para abrir el recinto para que participen de la reestructuración, porque los estudiantes ya estamos en la calle autogestionados para apoyar los esfuerzos de reconstrucción de Río Piedras”, explicó el estudiante graduado de Arquitectura.

El portavoz de la Juventud Hostosiana, Francisco Santiago, se unió al llamado de sus compañeros y agregó que –más que un esfuerzo por la universidad– debe ser una unión por la comunidad.

“El llamado debe ser de ayuda y esfuerzo por las familias puertorriqueñas que fueron víctimas del huracán. Esto no se debe tratar solo de un esfuerzo por la universidad, esto tenemos que verlo como una cuestión de comunidad”, resaltó el también estudiante de Derecho.

Una semana de reconstrucción

Este lunes, 2 de octubre, la comunidad universitaria concentrará sus esfuerzos en las facultades de Ciencias Naturales, Administración de Empresas, el Decanato de Estudiantes, el Teatro, el Museo, la Escuela Superior, la Escuela Elemental, el Centro Preescolar y las oficinas adscritas a la rectoría.

El martes se concentrarán en las facultades de Educación, Humanidades, Ciencias Sociales, Estudios Generales y la Escuela de Comunicación. Mientras tanto, el miércoles estarán limpiando las escuelas de Planificación y de Ciencias y Tecnologías de la Información.

Se supone que el recinto de Río Piedras termine su semana el jueves, 4 de octubre, con las labores de recogido de escombros en los estacionamientos de las escuelas de Derecho y Arquitectura.

“Agradecemos a todas las personas que han mostrado su interés en colaborar en la recuperación del recinto”, explicó el rector interino de la institución en la comunicación escrita.

Fuente de la noticia: http://www.elvocero.com/educacion/llamado-de-la-upr-a-la-reconstrucci-n/article_1c528e6a-a578-11e7-acb8-0712819c7028.html

Fuente de la imagen:

https://bloximages.newyork1.vip.townnews.com/elvocero.com/content/tncms/assets/v3/editorial/0/00/00020de2-9e4a-11e7-bc25

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De huracanes y solidaridad, unas décimas de Nicolás Guillén

Por: Pedro de La Hoz

En estos afiebrados días de restañar las heridas del potente huracán Irma y sin perder pie ni pisada a la temible María que vuelca su furia de viento y agua sobre las castigadas Antillas, Nicolás Hernández Guillén, nieto de nuestro inmenso poeta Nicolás, puso ante mí estos versos: «En este camaronero / Máximo Gómez llamado, / hacia un pueblo desdichado / va el auxilio compañero. / No importa el chubasco fiero / que altera y pica la mar, porque no podrá apagar / el ansia que el pueblo siente / de llevar rápido a Oriente / lo que allá pueda faltar».

Fueron escritos por Nicolás Guillén en la noche del 17 de octubre de 1963 a bordo de una embarcación que surcaba el Golfo de Guacanayabo desde Santa Cruz en dirección a Manzanillo, para llevar vituallas a los damnificados por el huracán Flora.

Experiencia dura aquella que segó vidas, desbordó ríos y arrasó viviendas y plantaciones en su enrevesada trayectoria, pero de la que la Revolución extrajo lecciones permanentes, decisivas para la prevención de las situaciones y la mitigación de los daños derivados del embate de los organismos tropicales que se han sucedido en el tiempo.

De Guillén es bien conocida la definición del Mar Caribe registrada en su ingeniosa colección de viñetas poéticas titulada El gran zoo: «… este animal / marítimo y enigmático / tiene una gran cresta de cristal, / el lomo azul, la cola verde, / vientre de compacto coral, / grises aletas de ciclón. / En el acuario, esta inscripción: / Cuidado, muerde». Con ese original bestiario lírico publicado en 1968, el poeta renovó ímpetu y lenguaje para sorpresa de muchos, como lo hizo poco después con El diario que a diario al cumplir 70 años.

Como periodista de raza, seducido desde la niñez por el olor a tinta de imprenta y el laboreo entre linotipos y chibaletes –no llegó a vivir la era de las computadoras personales y la comunicación digital–, el poeta, nunca dejó de ejercer el oficio en diversos medios de prensa, tanto en su condición de redactor de planta como en el de asiduo colaborador.

Por ello, convocado por las autoridades del Gobierno Revolucionario para recorrer los sitios devastados por Flora y llevar asistencia a familias y comunidades del Oriente cubano, Guillén, no puede renunciar a compartir sus vivencias con los lectores del diario Noticias de Hoy (faltaban dos años justamente para que, por iniciativa de Fidel, ese periódico se fundiera con Revolución para dar cauce a Granma). Publica cuatro crónicas los días 24, 25, 29 y 31 de octubre, en las que cuenta sus impresiones sobre las huellas del cataclismo, pero también da cuenta del empuje y la unidad de la población en el enfrentamiento a las secuelas del huracán. Pueden leerse en el tercer volumen de Prosas de prisa, compiladas posteriormente por su colega, biógrafo y amigo Ángel Augier.

Por cierto, al llegar al central azucarero antiguamente nombrado Elia (hoy Colombia, municipio perteneciente a Las Tunas tras la división político-administrativa de 1976), advierte la peligrosa asociación del río Tana con la comunidad en tiempo de ciclones. Domar el río será la solución, en palabras del poeta cronista, «hacerlo inofensivo, más aún, hacerlo útil». ¿Acaso no fue esta una anticipación visionaria de la voluntad hidráulica que a partir de Flora y bajo la inspiración de Fidel, ha prevalecido en la Isla?

Abocado muchos años después a hilvanar sus memorias –más bien crónicas concebidas desde una perspectiva autobiográfica, editadas en 1982 por Nancy Morejón, bajo el título Páginas vueltas–, Guillén regresó a los días del huracán para hablar no solo de aquella puntual circunstancia sino también para ofrecer su punto de vista acerca de la convivencia histórica de los cubanos con los ciclones.

Revive entonces lo que en su tiempo y el nuestro, salvando distancia, ocurre ante la inminencia del paso de un meteoro: «La radio entra en funciones. Toda la actualidad, por grávida que sea, se desplaza y cede el primer sitio al estado del tiempo. Este sigue empeorando. En la calle, en cada casa, en cada café, la radio funciona a todo volumen y los partes meteorológicos, repetidos con una frecuencia de ametralladora, nos persiguen implacablemente. El ciclón se convierte en un ser animado…».

Pero lo que seguramente motivó el viaje de Guillén al pasado fue el hallazgo a unas décimas olvidadas, o mejor dicho, puestas a bien recaudo, si tomamos en cuenta su propia percepción sobre la calidad de los textos revisitados. En Páginas vueltas nos dice: «Puedo contar que por aquellos días viajé al lugar de los hechos y hasta escribí unas décimas populares relativas a aquel brutal topetazo con la naturaleza. A pesar de su escaso mérito literario, estos versos –estas memorias– son un documento de cierto interés, pues fueron escritos in situ, al lado del timonel, en un pequeño arco y bajo la mirada no del todo tranquila del hombre, que tenía más de un motivo para pensar que yo había enloquecido, o por lo menos no tenía muy en su sitio el tanque de pensar».

Ochenta versos, ocho décimas escritas de un tirón entre el oleaje y la noche. Dos de ellas, particularmente, parecen haber sido compuestas para días como los que corren:

Pues como este barco fiel
cien barcos vienen y van:
el amor es capitán
y la vida timonel.
Aquí vio el propio Fidel
cómo se abre el corazón,
cómo es ancha la pasión
y serena la esperanza
de un  pueblo cuya confianza
es más fuerte  que un ciclón.

Adelante, compañeros,
que ningún ciclón nos mata
mientras vuele una fragata
y corran camaroneros.
Con campesinos y obreros
nuestra Patria se mantiene,
y si otra desgracia viene
la sabremos afrontar…
¡Patria o Muerte! A trabajar
¡Comandante en Jefe, ordene!

Una corrección al poeta: no importa sea menor el mérito literario; grande es, y alentador y necesario, el valor humano de una poesía solidaria.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-09-21/de-huracanes-y-solidaridad-unas-decimas-de-nicolas-guillen-21-09-2017-21-09-05

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