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Guatemala Indignación selectiva

Por: Ilka Oliva Corado
Lo primero que uno se pregunta ante la situación crítica que vive el país, es: ¿hasta cuándo?, ¿hasta cuándo el pueblo seguirá soportando (solapando)? La respuesta, tristemente es: hasta siempre. En Guatemala la cosa es de tal sociedad, tales gobernantes.Hablar de la corrupción en Guatemala, del posicionamiento de la impunidad ante la justicia, del asalto de las clicas criminales al gobierno del país, es hablar del ADN de la sociedad en sí. En Guatemala estamos hechos de mediocridad, de hipocresía, de tibieza y de descaro.

Jimmy Morales no dio ningún golpe de Estado como el de Temer a Dilma en Brasil, ni engañó a las masas como el traidor Lenín Moreno en Ecuador, él fue puesto ahí por la mayoría de quienes fueron a manifestar por corrupción los sábados de ir a broncearse, cuando estaba la bullaranga de destituir al genocida Otto Pérez Molina. Es decir: los majeados por la oligarquía, el ejército y la embajada de Estados Unidos en el país. Fueron esas marionetas que son maniobrables para beneficio de quienes tienen el sartén por el mango en esa fincona que aún no llega a país, las que pusieron a ese truhán de presidente.

Analicemos a profundidad a esa parte de la sociedad que se ha resistido a la corrupción de Jimmy Morales. Hablo de esos ciudadanos cultos, preparados, dignos, trabajadores y honestos que se manifiestan en redes sociales y salen a manifestar los sábados de ir a broncearse (o mojarse ahora que es invierno) frente a la plaza central: ¿por qué no salieron a manifestarse cuando el gobierno de Jimmy Morales violó y quemó vivas a 41 niñas del Hogar Seguro? ¿Acaso la vida de esas 41 niñas no importa lo más mínimo como les importa la corrupción? ¿Qué es lo indignable entonces para esta parte de la población? ¿El robo de dinero pero no los feminicidios ni las violaciones sexuales que vivieron estas niñas? ¿Por qué no fueron capaces de reaccionar como lo hacen por la corrupción? ¿Por clasistas, homofóbicos, machitas, misóginos e indolentes? ¿Qué temática, qué hechos son los que tienen la capacidad de despertar en esta parte de la sociedad la indignación colectiva? ¿Solo cuando se ven tocados en sus bolsillos?

¿Por qué a esta parte de la población no le indignan las muertes de familias completas en los deslaves de los basureros? Que se alimenten de la basura, que viven en la basura, que mueren en la basura. ¿Por qué no les indigna ver en cada esquina del país, bares y casas de citas y que ahí se golpee, se viole sexualmente y se asesine a niñas, niños, adolescentes y mujeres?

¿Por qué no los indigna la existencia de maquilas donde se explota hasta despellejar a miles de parias? ¿Por qué no les indigna la cantidad de niños picando piedra para sobrevivir? ¿Los miles de niños lustrando zapatos en las calles y parques del país? ¿Las limpiezas sociales en los arrabales? ¿Por qué solo les indigna cuando un monigote como Jimmy Morales llega a robar y a solapar el saqueo de las clicas criminales?

¿Por qué no les indigna la explotación que viven miles de indígenas a quienes se les niega todo, hasta el derecho a la vida? ¿A los miles que se pudren en las fincas cortando café, caña, algodón, frutas y verduras? ¿No les indignan esos miles durmiendo en galeras, sin agua, sin luz, sin servicio sanitario, sin un pago laboral justo? ¿Los miles que se ven obligados a migrar sin documentos? ¿El abuso, la exclusión y las muertes de personas de la comunidad LGBTI?

¿Por qué si les indigna la injusticia, en plenas manifestaciones se apartan de los parias y de los Pueblos Originarios porque ni siquiera en la búsqueda de justicia quieren verlos? ¿Por qué no se unen a las manifestaciones entre semana que realizan los Pueblos Originarios? ¿Por qué no les indigna con el mismo fervor que la corrupción las cantidades de abusos sexuales, embarazos y partos en niñas y adolescentes? ¿Por qué no les indigna con la misma ira las cantidades de feminicidios en el país? ¿Por qué no les indigna que no exista una educación y un Estado laico en el país? ¿Por qué no les indigna el robo de mercadería, los golpes y el encarcelamiento de vendedores ambulantes por parte de la policía?

¿Por qué no les indigna que el Congreso busque criminalizar a las mujeres que abortan espontáneamente? ¿Por qué si odian la injustica no apoyan el derecho al aborto? ¿Acaso por cachurecos, machistas y misóginos? ¿Por qué es tan importante revolcarse y sacar espuma por la boca para llamar la atención frente a la cámara de un medio de comunicación en las manifestaciones? ¿Acaso para fingir decencia e indignación? ¿Por qué no se revuelcan de dolor y sacan espuma por la boca con la cantidad de niñas abusadas y embarazadas por familiares y desconocidos?

En Guatemala todo es oportunismo, hasta la indignación selectiva. Una llamarada de tuza que dura lo de un flash de fotografía. En donde todo seguirá tal y como está, porque la explotación del paria y mantener el sistema intacto beneficia a todo aquel que descansa placentero sobre los lomos curtidos de quienes aunque griten jamás serán escuchados. Pero llegará el día que esos miles de parias despertarán en rebelión y no habrá plaza de sábado de ir a broncearse ni indignaciones selectivas que puedan detenerlos: será la insurrección de la alcantarilla.

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com

@ilkaolivacorado

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Las universidades ante la degradación moral

Por: Pedro Flores Crespo

La inhumanidad no es un retorno,
sino una degradación
—José A. Marina en Pequeño tratado de los grandes vicios

En cuarenta años —y salvo por la crisis de mitad de la década de los noventa—, no recuerdo otro momento de la vida pública tan grave como el de ahora. Incluso en su cartón del domingo pasado en el periódico Reforma, Calderón ilustró una amarga realidad que por su ingenio provocaba risa en primera instancia, pero después todo lo contrario.
El caricaturista dibujaba del lado izquierdo especies de animales en extinción y en el derecho a otros seres en expansión. Mientras el jaguar y el ocelote, pueden desaparecer, los gatilleros se pueden reproducir. Así como el lobo mexicano está en extinción, los coyotes que operan en los centros de verificación de la Ciudad de México están al alza y, finalmente, si el conejo teporingo va a desaparecer, tal pérdida puede compensarse con el aumento de las “ratas de dos patas” cargando sacos de dinero y musitando: “no es por joder, es cultural”. Esto último haciendo alusión a dos desafortunados comentarios del presidente Enrique Peña Nieto, quien a casi dos años de que acabe su mandato, registra las tasas de desaprobación más altas y, por cierto, muy bien ganadas.

Hechos para  joder a México
Los factores de cohesión social se nos desvanecen a diario por actos tan deplorables como la prepotencia con que vemos actuar, por ejemplo, a los lores y a las ladies que socialmente hemos construido y solapado. ¿Qué joven no quisiera manejar un Ferrari, Rolls Royce o Audi? ¿O qué jovencita no está tentada a llamar asalariado, naco, gato o loser a quien su esquema mental no tolera? ¿En qué escuela o universidad habrán estudiado estos “talentosos” sujetos?
Por otro lado, mucho preocupa que pese a la presión de las organizaciones de la sociedad civil —y en contadas ocasiones de las instituciones académicas—, el cinismo de la clase política no se atempera, sino al contrario. La última demostración de esto fue el nombramiento de Raúl Cervantes como Procurador General de la República y posible Fiscal General. Cervantes es priista y primo del consejero jurídico de la presidencia, Humberto Castillejos. Es tal el nivel de descomposición que ya en tono de sorna, Jorge G. Castañeda escribió: “¿Para qué tiene uno amigos, correligionarios y empleados si no para nombrarlos en puestos de confianza y que le cuiden a uno las espaldas?” Haber nombrado a Cervantes le asegura a Peña Nieto y a sus amigos, según el ex canciller, mayor impunidad cuando dejen el puesto (Milenio, 31.10.16). Si el presidente no se da cuenta de que sus acciones sí joden a México, es que ya perdió la conciencia.
Pero ante el cinismo del presidente y de algunos de sus colaboradores, tampoco se vislumbra una posición ética clara de parte del opositor. El nombramiento de Raúl Cervantes fue aprobado con el voto de 82 (¿83?) senadores. Bien dice Castañeda, “[c]on una oposición de esa naturaleza, la democracia no puede funcionar”. Se vale negociar puestos, matiza el comentócrata de Milenio, pero no en temas “tan sensibles para la sociedad” como la lucha contra la corrupción y la protección de los derechos humanos. Nada más para que usted se dé una idea de la crisis que tenemos en este terreno, vea estos datos: Desde 2007, inicio del sexenio de Felipe Calderón, han desaparecido 26,000 personas y de 2006 a 2015, 151,233 personas han sido asesinadas. Por si esto fuera poco, 95.5 de los delitos quedaron impunes (Encivica-INE 2017). Con estos datos, ¿puede ser Margarita Zavala de Acción Nacional una opción opositora confiable y convincente? ¿Juzgará a su marido por las atrocidades cometidas durante su mandato? ¡Claro que no! Hay que cuidar y proteger a la familia.
Pero las cosas no son mejores del otro lado del espectro político. Creyendo que él representa la verdadera y única oposición del país, Andrés Manuel López Obrador sigue dando muestras de inmadurez e intolerancia. Ahí está su enojo mostrado públicamente en Twitter ante la propuesta del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de postular a una candidata a la presidencia de la república en 2018 o su juego cotidiano entre hacerse por un lado la víctima y por otro, repartir descalificaciones a diestra y siniestra para luego proclamar que le hacen compló cuando alguien le responde o lo contraataca.
Falta de responsabilidad del opositor, impunidad transexenal, cinismo e inconsciencia del político y también por parte de la sociedad (“¡es México, güey, capta!”) nos hacen perder, por momentos, la esperanza de que nuestro país pueda salir airoso de esta crisis moral en la que está metido. En ello, la pregunta obligada es, ¿y qué función tiene la educación? ¿Qué debemos hacer desde las universidades para combatir la degradación social que vivimos? ¿O será que las instituciones de educación superior son parte también ya del problema?

De recortes, viajes y salarios
En momentos en que se lucha por revertir los recortes presupuestales que el Ejecutivo propuso para las universidades públicas estatales, un grupo de rectores encabezado por Jaime Valls, Secretario General de la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior), viajó a Estados Unidos para tener algunas visitas de intercambio con universidades de Nueva York y Boston. Por la cuenta de Twitter de Valls —y no de la ANUIES— nos enteramos que el propósito era, entre otras cosas, fortalecer la “internacionalización de la educación superior”.
También nos enteramos que la ANUIES cerró, en la Maxwell School of Citizenship and Public Affairs de la Universidad de Syracuse en el estado de Nueva York, un seminario para profesionalizar a los rectores. Sí, el curso se llamó: “Los Retos del Rector frente a la Universidad del Futuro” que según Valls, sirvió para perfeccionar “su visión para lograr un mejor liderazgo en sus respectivas Instituciones”. Este seminario fue organizado por la Universidad Panamericana (UP), el IPADE y ANUIES, pero se realizó en su etapa final fuera de México. Por cierto, ¿habrá presumido la UP su “código” sobre el plagio a los rectores mexicanos y a sus contrapartes estadunidenses?
Ese mismo día, una nota en El Universal de Teresa Moreno causó polémica (24.10.16). El encabezado decía: “Rectores ganan más que gobernadores” y documentaba que 11 rectores de universidades estatales obtenían salarios que oscilaban entre 113 mil y 193 mil pesos. ¿Por qué Moreno seleccionó a ese número de rectores? ¿Son esas universidades públicas las únicas que tienen portal de transparencia? No es claro en su nota y valdría la pena que lo aclarara. La misma Moreno le dio seguimiento a su nota al entrevistar, un día más tarde a Enrique Graue, rector de la UNAM, quien ante la pregunta de cómo se determinó el monto de su salario y si era correcto que ganara más que Miguel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, dijo que “[d]esde hace mucho años el salario del rector está en transparencia y se puede consultar”. Sobre el punto de si era correcto, no hubo respuesta de Graue. Moreno fue más a fondo y le preguntó al rector de la UNAM si no sería momento de que los rectores se “solidarizaran” ante los recortes presupuestarios (El Universal, 25.10.16). El “jefe nato” de la Máxima Casa de Estudios respondió que eso se discutirá en las próximas reuniones que tengan en ANUIES – aunque habrá que esperar a que regresen de viaje, agregaría yo.
Para varios colegas, que los rectores y altos funcionarios universitarios se reduzcan el salario, prescindan del chofer, escorts, carga-portafolio o rechacen “compensaciones” y los gastos de representación es algo que no impacta significativamente en las finanzas de las universidades, por lo tanto, lo ven como un acto de pura demagogia. Yo pienso distinto, porque la señal que mandarían sería ética y ahí, no importa si no se disminuye significativamente el gasto; se puede, en cambio, empezar a construir una autoridad con legitimidad, confianza y aprecio social para conducir los cambios necesarios. Ese tipo de autoridad escasea cada vez más en la vida pública de México e insisto: un universitario debe pensar y actuar razonadamente distinto que el político, diputado, dirigente sindical o líder del partido, de lo contrario, queda poco espacio para sostener que la universidad pública mexicana es la consciencia crítica de la nación. Estamos en una aguda crisis y algunas universidades y la ANUIES no dan señales de sensibilidad.

Fuente: http://campusmilenio.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=5147:las-universidades-ante-la-degradacion-moral&Itemid=152

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Para que reine la paz hace falta una educación que transmita valores, principios y virtudes…

18 de octubre de 2016/Fuente: abc

Camilo Montoya Reyes, procurador del Tribunal Superior de Colombia y coordinador del programa Justicia para la Paz de la Cumipaz (Cumbre de Integración para la Paz), que se reunió esta semana en Asunción, profundiza sobre el significado de esa palabra simple pero tan trascendente que ha llevado a su presidente, Juan Manuel Santos, a ser galardonado el viernes con el Premio Nobel por sus esfuerzos a favor del desarme de las FARC.

–Justo le concedieron el Premio Nobel de la Paz a su Presidente en coincidencia con un congreso sobre la paz aquí en Asunción…

–El Premio Nobel al presidente Santos es un reconocimiento a todo el pueblo colombiano que ha estado luchando por la paz. A nosotros, particularmente, que formamos parte de la Cumbre de Integración para la Paz (Cumipaz) nos alienta a seguir trabajando en los foros para consensuar leyes internacionales que garanticen la paz..

–¿Fue una sorpresa?

–Pienso que es un estímulo para reforzar el proceso de paz con las FARC. El pueblo colombiano tiene observaciones, requiere algunas precisiones sobre esos acuerdos que deben ser escuchados y atendidos. Ante todo, ese premio es un compromiso para trabajar por la paz. Una cosa es cesar el conflicto y otra cosa es construir la paz. La paz se construye en un proceso, en el día a día…

–¿Lo conoce a Santos?

–Sí, lo conozco.

–¿Cómo lo describe?

–Me parece que es un hombre carismático que trabaja arduamente por la paz de Colombia. Es respetuoso de las instituciones, sobre todo un demócrata.

–¿No es una forma de deslegitimar el No, como votó la mayoría?

–El referéndum no fue una votación a favor o en contra de la paz. El pueblo colombiano está a favor de la paz. Nadie quiere más la guerra.

–Santos fue muy cuestionado por su rival, el expresidente (Álvaro) Uribe, por esos acuerdos.

–Tanto los que están a favor como en contra están haciendo bien las cosas. Unos consideran que el camino es este y los otros dicen: “sí, pero yo quiero enriquecer el discurso, quiero enriquecer la propuesta. Es bueno que miremos este tema de las víctimas, el asunto de los castigos a los que cometieron crímenes, los delitos conexos, pero yo creo que no conviene a veces polarizar diciendo que los unos no están con la paz y los otros sí. Yo creo que todos estamos comprometidos en construir una paz duradera, consensuada, no fragmentaria, una paz integral, y ante todo un compromiso de trabajo para garantizar que no se van a repetir estos crímenes y también que las víctimas van a ser reparadas y que habrá justicia sin impunidad.

–Ahí está el problema, la impunidad…

–Lo bueno que se ganó de la votación del domingo es que se han reunido los promotores del Sí y del No, el presidente Santos y el presidente Uribe y otros líderes que planteaban la necesidad de revisar los acuerdos. Hablar del No, no es decirle no a la paz. El No sencillamente pide que se revisen los acuerdos. Yo estoy seguro de que todos los colombianos quieren que se consolide la paz.

–¿Qué cuestionan específicamente los partidarios del No?

–Se pide revisar el tema de las penas que parecen muy benignas y el tema de la impunidad… Quienes serán los beneficiarios finales de las tierras (los territorios que abandonarán las FARC) y también la consideración de algunos delitos que pueden ser conexos o no con delitos políticos como el narcotráfico. Hay un cuestionamiento también por el tratamiento que se le va a dar a los militares que cometieron delitos durante el conflicto, como el caso que se conoce como “falsos positivos”.

–¿Qué es?

–Los “falsos positivos” es un nombre que se le ha dado a los delitos de homicidio agravado. Se asesinaba selectivamente a ciertos jóvenes y se los hacía aparecer como miembros de la guerrilla. La justicia ordinaria investigó esas conductas e impuso las sanciones respectivas. Obviamente esto pasaría a ser competencia de una jurisdicción especial para la paz…

–¿Comprometerse con la paz es olvidar el pasado?

–Comprometerse por la paz no es olvidar el pasado. Es tener coraje y valentía para escuchar, consensuar fórmulas para detener la violencia, en definitiva, es construir cada uno en su ámbito, incluidos los ciudadanos. Es trabajar por la paz en el día a día…

–¿Cuántos muertos produjo esta guerra?

–Son más de 50 años. Es difícil precisar. (220.000 muertos, 25.000 desaparecidos y 30.000 secuestrados, según el informe “¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad”, elaborado por el Centro Nacional de Memoria Histórica en 2013). Fueron miles de víctimas de muerte, secuestros, extorsión y de muchos delitos asociados. Varios presidentes han buscado soluciones alternativas como la negociación, fórmulas distintas a las de repeler por la fuerza de las armas a los grupos al margen de la ley. También hizo esfuerzos por la paz el presidente Andrés Pastrana. Avanzó mucho el presidente Álvaro Uribe y ahora el presidente Juan Manuel Santos que produjo el acuerdo.

–¿Cómo se puede transmitir positivamente esta experiencia colombiana en los países conflictuados?

–Felizmente ya no hay guerrillas en el resto de América o si las hay no tienen la trascendencia como la de Colombia. Pero como pregonamos desde este foro Cumbre de Integración para la Paz, para que reine la paz hace falta crear una cultura de paz a través de la educación dirigida a niños y jóvenes, que no solo transmita conocimientos sino valores, principios, virtudes cardinales.

–¿Y desde el ámbito específico de la justicia?

–Aplicando una justicia pronta, imparcial, respetuosa de la dignidad y de la presunción de inocencia…

–¿Qué tema centró las discusiones de este foro que se hizo en Asunción?

–A mí me tocó participar en el panel sobre la tipificación del delito de genocidio, cómo ampliar su tipificación al politicidio y cómo considerar también el etnocidio como una forma de genocidio, que es la propuesta que tiene el embajador mundial de la paz, Dr. William Soto Santiago (de Puerto Rico)…

–¿Cómo se entiende?

–El genocidio es un crimen internacional que consiste en exterminar a un pueblo, grupo humano racial, religioso o nacional. La Convención del Genocidio data de 1948 y el Estatuto de Roma de 1998. Soto Santiago, que lidera este foro, propone que no solo se proteja de la conducta genocida a esos grupos sino que se incluya también, por ejemplo, a los grupos políticos, lo que se conoce como politicidio.

–¿De qué se trata?

–Un grupo político también puede ser exterminado. Ha ocurrido en Colombia y otras latitudes. También está el etnocidio, que ya no es exterminar a la etnia sino impedirle que exprese su cultura, su lengua, su fe religiosa y esa interacción con el territorio. Entonces, el etnocidio protege también a los grupos étnicos, pero no propiamente del exterminio sino de la pérdida de su identidad cultural como ha ocurrido a lo largo de la historia. La propuesta del Dr. Soto es que el etnocidio se califique como una forma de genocidio y que se tipifique en todos los países y a nivel internacional también…

–¿Dónde se castiga el etnocidio?

–En Ecuador se tipifica el etnocidio como un delito.

–¿Cuál es la experiencia que se puede mencionar?

–América Latina en especial sufre eso. Los pueblos originarios son desplazados. Se atenta contra su identidad cultural. Occidente, como decimos, les absorbe cada vez más sus costumbres, su lengua, sus creencias. Es como intentaron hacer en el genocidio nazi. A los judíos se les impidió reunirse en sus sinagogas. Les quemaron sus libros y les cortaron la barba. Se atentó contra su identidad cultural. Con esta ley, Hitler, si no hubiera matado un judío, ya habría cometido genocidio porque atentó contra la identidad cultural y la fe religiosa del pueblo judío.

–El ecocidio es algo más nuevo…

–Sí, son delitos nuevos. Es el atentado contra las reservas naturales y el atentado contra el ecosistema. Es una propuesta que se entregó al secretario general de la OEA (Luis Almagro) aquí en Asunción para que se estudie la tipificación de esa conducta también. Se atenta contra la Madre Tierra a través de la contaminación, la minería ilegal, la deforestación sin control y las conductas que destruyen los ecosistemas, las reservas naturales y atentan en general contra el planeta. Queremos que se tipifique la conducta y que se cree un tribunal regional de investigación…

–¿Cuál es su especialidad y su cargo?

–Soy especialista en derecho penal: criminología, victimología… Soy miembro del Consejo Superior de la Judicatura (que penaliza mala conducta de jueces y fiscales), enseño en varias universidades.

Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/para-que-reine-la-paz-hace-falta-una-educacion-que-transmita-valores-principios-y-virtudes-1526245.html

Imagen: https://s3-sa-east-1.amazonaws.com/assets.abc.com.py/2016/10/08/camilo-montoya-reyes-comprometerse-por-la-paz-no-es-olvidar-el-pasado-es-tener-coraje-y-valentia-para-escuchar-_695_573_1415467.jpg

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El bocado más apetecible

Por Carolina Vásquez Araya

En un juego de suposiciones, hagamos uso de la imaginación.
“La trata de personas con fines de explotación sexual es un drama humano y social, una violación a los derechos humanos y un delito. Es una práctica ilegal que afecta especialmente a las niñas, niños y adolescentes, robándoles su inocencia y dignidad. Constituye un crimen inaceptable que conculca derechos fundamentales, mientras los victimarios se benefician, lucran, torturan y truncan vidas a costa del sufrimiento de otros más vulnerables.” Iván Velásquez, Cicig, 2016. Informe sobre Trata de Personas con fines de Explotación Sexual en Guatemala.
Las características de la trata son muy variadas, dependiendo de los fines para los cuales se obliga a una persona a someterse a la esclavitud. Las redes criminales dedicadas a esta actividad suelen preferir como víctimas a niñas, niños y adolescentes para explotarlos sexualmente o para trabajos forzados, dentro o fuera del territorio.
El impacto emocional, psicológico y físico para una niña o una adolescente, derivado de la separación de su familia, de su hogar y de su ambiente cotidiano, es difícil de imaginar. La sensación de impotencia, pánico y el dolor de saberse incapaz de escapar del cautiverio ha de desembocar en un quiebre emocional de enormes dimensiones. Si eso es duro para un adulto, imaginemos por un momento cómo ha de ser para una niña de 5 o 9 años destinada a servir de juguete sexual a hombres que las consideran un bocado apetecible, carentes de escrúpulos y calidad humana.
Lo descrito en el cuadro anterior es, aunque parezca difícil de digerir, uno de los destinos más recurrentes de la trata de niñas y adolescentes. Servidoras sexuales en antros de prostitución en donde incluso las obligan a trabajar en el servicio doméstico y les impiden todo contacto con el exterior. Mientras tanto, sus padres se enfrentan a un sistema insuficiente de búsqueda de personas desaparecidas y a una actitud muchas veces negligente por parte de agentes policiales poco empáticos con la familia de las víctimas y mal capacitados para hacer frente a ese tipo de situaciones.
Guatemala es uno de los países más afectados de la región, con cerca de 50 mil víctimas de trata con fines de explotación sexual. Pero aun cuando existen avances en el abordaje del problema, son miles las niñas, niños, adolescentes y mujeres cuyo destino se desconoce. Las organizaciones criminales dedicadas al mercado de venta y explotación de personas han fincado su fortaleza en el tráfico de influencias, la violencia homicida y la intimidación, especialmente en comunidades de las regiones más apartadas del país, en donde casi no existe presencia del Estado.
Si piensa en cuán dramática es la desaparición de un familiar, ahora suponga que esa niña de 5, 7 o 12 años es su hija y un día, jugando con sus amiguitos de la cuadra, desapareció. Suponga que usted, en estado de absoluta desesperación, acude a la policía. Le prometerán buscarla. Le pedirán paciencia, porque su caso es uno más de otros muchos parecidos o idénticos, de niñas y niños ausentes de su hogar porque alguien se los llevó con engaños o simplemente a la fuerza.
Suponga que, finalmente, esa espera se convierte en la angustia permanente y sin esperanzas de nunca más saber, como la de tantas madres y padres cuyos seres más queridos les fueron arrebatados por las redes de trata para convertirlos en esclavos sexuales, someterlos a trabajos forzados o quitarle órganos vitales. Como parte de esta sociedad, usted puede dejar la indiferencia a un lado para propiciar el cambio y salvar la vida de miles de niñas y niños que lo demandan, incluyendo a los suyos.
elquintopatio@gmail.com
@carvasar
Blog de la autora: http://www.carolinavasquezaraya.com

Imagen de uso público tomada de: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/eb/Trata_23.jpg

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Entrevista a Víctor López Villafañe: El plagio no es un error de estilo

América del Norte/México/02 de Septiembre de 2016/Autor: Martín Catalán Lerma/Fuente: Rebelión

Entrevista a Víctor López Villafañe, uno de los autores plagiados por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, para titularse como licenciado
«El plagio no es un error de estilo»

En un país en el que prevalece la corrupción y la impunidad, es poco probable que haya alguna consecuencia para Enrique Peña Nieto al evidenciarse que plagió 10 autores en la elaboración de su tesis de licenciatura, afirmó Víctor López Villafañez, investigador cuyo libro «La Formación del Sistema Político Mexicano», fue uno de los plagiados por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

Desde su punto de vista, el plagio no se justifica en ningún caso y mucho menos si involucra a funcionarios de alto rango, pero «desgraciadamente en México nos hemos acostumbrado a dejar pasar cosas muy graves de todo tipo y no pasa nada, hay una enorme impunidad».

Refirió que la Secretaría de Educación Pública (SEP) cuenta con un reglamento que prohíbe y castiga el plagio y México está suscrito a muchos tratados en los que se protege la propiedad intelectual, por lo que el hecho que el presidente haya obtenido su licenciatura gracias a una tesis cuya tercera parte fue plagiada, «es muy grave».

En ese sentido, descartó iniciar algún procedimiento legal en contra del presidente, pues «la institución más agraviada es la Universidad Panamericana, porque presentó un trabajo que aparentaba ser original, cuando en realidad fue un trabajo que mostraba enormes plagios. Entonces creo que la universidad, desde el punto de vista legal, es la que tiene la mayor responsabilidad».

Para López Villafañez, quién es profesor en la Unidad Académica de Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), «sería prudente que el presidente asumiera su responsabilidad, aunque no se la puede pasar pidiendo perdón o disculpas con cada escándalo que se le acumula».

Comentó que en México ha habido casos de plagio similares y se han retirado los títulos, por lo que la Universidad Panamericana es la que debe proceder legalmente al ser engañada para obtener un grado, pero «en países como este no se ejerce la ley o el Derecho».

«El delito que no se castiga, se repite, y eso es lo que ha pasado en el país: desaparecidos, masacres, crímenes, romos al erario, y nadie es castigado. Hay mucha facilidad para ser corrupto y para hacer ese tipo de cosas en México».

Afirmó que «el plagio no es un error de estilo (como lo justificó la presidencia)» y en su caso, Peña Nieto reprodujo un fragmento del libro «La Formación del Sistema Político Mexicano» en el que aborda el tema del Presidencialismo.

En ese parte del libro, López Villafañez aborda el Presidencialismo como la cúspide de una serie de intereses que se formaron alrededor «de los que dominan este país desde hace décadas», y que el presidente, desde antes, era un personaje supeditado a los empresarios nacionales y extranjeros.

Al cuestionarse el motivo por el cual Peña Nieto solo plagió una página de su libro, dijo que una posible causa es que la tesis se orienta a la imagen del Presidencialismo en la que se percibe al presidente como alguien con total autonomía.

Describió su libro como una obra que ha resistido la prueba del tiempo, siempre ha sido muy citado y se encuentra en prácticamente todas las bibliotecas del país y en otras partes del mundo, incluso en la biblioteca de la Universidad de Harvard.

«Era un libro que no necesitaba publicidad, una obra con muchas ediciones, pero un efecto colateral de esta situación es que más gente tendrá acceso al libro y leer las ideas que hay en él. En ese sentido, le damos la vuelta a lo que hizo Peña Nieto, porque al final él mismo contribuye a la crítica de todo lo que está pasando en el país».

Informó que el libro «La Formación del Sistema Político Mexicano» data de 1986, pero recientemente ha lanzado una reedición que lleva el subtítulo «De la hegemonía posrevolucionaria a la hegemonía neoliberal» y que además cuenta con un nuevo prólogo, un nuevo capítulo y un epílogo.

Según expuso López Villafañe, el libro reeditado que ahora incluye «nuevos ingredientes como la inserción de los grupos criminales, de los cárteles de la droga y la violencia, como parte de esa nueva hegemonía neoliberal», será presentado en Zacatecas el 4 de octubre próximo y posteriormente en Monterrey, Nuevo León, el 27 de octubre, y la Ciudad de México el 8 de noviembre.

«Yo me animé a hacer una actualización de este libro por la gravedad de las cosas que pasan en el país, porque hay una enorme impunidad y nadie es castigado, y que por lo menos dentro de 40, 50, 80 o 100 años, haya otra generación de mexicanos que conozca el desastre que fue esta clase política para el país», agregó.

Al enterarse que uno de sus libros estaba entre las 10 obras que el presidente plagió en su tesis para obtener el grado de Licenciado en Derecho, dijo que le resultó paradójico que el escándalo haya coincidido con la reedición de su obra, además que el contenido refleja casi con exactitud el ascenso al poder de Enrique Peña Nieto.

También le pareció interesante la reacción de los medios de comunicación, porque hasta el momento no ha sido buscado por las empresas oficialistas como Televisa o Tv Azteca, solo por el equipo de investigación de Carmen Aristegui, Univisión, entre otros.

Por último, López Villafañe señaló que el escándalo se presentó «en sincronía perfecta con la aparición de mi nuevo libro, en el que hago una crítica de todo lo que está pasando», a la espera que la Universidad Panamericana retire el título de licenciatura al presidente, aunque «viendo cómo pasan las cosas en México, no creo que suceda».

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=216118

Fuente de la imagen: https://universoabierto.com/2016/05/09/como-funciona-la-deteccion-de-plagio/

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Los mitos sobre el proceso de paz

Por. Oto Higuita

Los diálogos de La Habana para la terminación del conflicto armado, han por fin calado y se han convertido en parte aguas de la historia reciente del país. Se ha avanzado tanto, que estamos ad portas de la firma del Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. Asimismo, el Presidente convocará un plebiscito para la refrendación de los mismos, donde podremos expresar a través del voto por el Sí, nuestro apoyo a los acuerdos alcanzados que pondrán fin a la larga guerra entre hermanos que tanta tragedia, dolor y muerte ha causado.

Los mitos sobre el proceso de paz

La lucha por alcanzar este acuerdo definitivo ha sido ardua, y llevado a que se conformen dos posturas, una por el Sí y otra por el No. También se han difundido mitos, tergiversaciones y mentiras sobre los acuerdos de paz que es importante desenmascarar, si queremos un debate informado y objetivo sobre los mismos, y así impedir que fuerzas oscurantistas de extrema derecha que se oponen a los Acuerdos con el No, ganen espacio con propaganda negra, metiendo miedo y generando dudas infundadas sobre lo acordado.

Uno de las grandes mitos que se han difundido por quienes se oponen al fin del conflicto armado, con el objetivo de infundir miedo en la población, es que el país se le va a entregar a las FARC y al Castro-Chavismo. Quienes difunden esta gran farsa no han explicado de qué forma se va a entregar el país, custodiado y vigilado por medio millón de soldados y policías, a un movimiento armado que no fue vencido ni tampoco derrotó al Estado, que no supera los 20.000 hombres y que además va a dejar las armas, tal y como lo estipulan los acuerdos en el punto 3, Fin del Conflicto, en tres plazos y porcentajes a fuerzas de la ONU que serán las encargadas de recibirlas y custodiarlas hasta el día 180, después que se firme el Acuerdo General para la terminación del conflicto. Si Santos no se aceptó llevar a la mesa de discusión de La Habana el modelo económico, la política extractivista, ni el papel de las Fuerzas Armadas en el posacuerdo, ¿por qué razón va a entregar el país a las FARC? Nada más ingenuo y ridículo la idea de que Colombia caerá en manos del Castrochavismo.

Otra mentira que se difunde es que habrá impunidad para los que cometieron crímenes de lesa humanidad y violaciones graves de Derechos Humanos. Los crímenes de guerra no quedarán impunes, eso es completamente falso. La Jurisdicción Especial para la paz, que contará con Salas de Justicia y un Tribunal para la paz, se creó precisamente para que los que cometieron graves crímenes de guerra o de lesa humanidad no quedaran impunes. Todos los que hayan cometido crímenes de esta naturaleza, tendrán que contar la verdad, reparar a las víctimas, resarcirlas, y tendrán una pena restrictiva de la libertad que tendrán que pagar con trabajo social, ayudando en obras públicas, y resocializándose. Sean agentes del Estado, guerrilleros o civiles. Habrá penas entre 5 y 8 años para quienes confiesen la verdad, y hasta de 20 años en prisión ordinaria para quien no lo hagan. El objetivo de la Jurisdicción Especial para la paz o Justicia Transicional, es reafirmar y restablecer la dignidad de millones de víctimas del conflicto armado, que haya verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.

Que los jefes guerrilleros no podrán ser elegibles a cargos públicos. Falso, precisamente el Acuerdo para la terminación del conflicto se hace para que una vez las guerrillas dejen las armas y haya garantías de participación, los jefes guerrilleros puedan participar en política y ser elegibles a cargos públicos que ganen en elecciones libres, sin coacción armada, sin ser asesinados sino respetadas sus vidas como voceros o líderes políticos de la organización o partido legal que creen, tras la dejación de armas. Para eso es que se van a convertir en un movimiento político legal, para participar en política pero esta vez sin el uso de las armas. En eso consiste el Acuerdo. Pero muchos en la extrema derecha tienen miedo del nuevo actor político que surja de los Acuerdos, porque si bien es cierto dejarán las armas, seguirán con sus ideas de cambio para Colombia.

Que a los guerrilleros se les pagará un salario de 1.800.000 pesos. Falso, no hay en ninguna parte de los acuerdos un solo renglón que diga eso. Los sectores de extrema derecha quieren hacer creer esta mentira cuando en realidad en todo proceso de paz, amnistía, desmovilización y dejación de armas se acuerdan proyectos y procesos de reinserción y reconciliación que brinden seguridad jurídica, política, social y económica a quienes pasen a ser parte de la vida civil, es decir, los combatientes.

Los que promueven estos mitos y mentiras sobre los acuerdos, no aceptan que la solución al largo conflicto armado que ha sufrido en carne propia los más pobres, sea por medios pacíficos y el diálogo. No aceptan por nada del mundo, que al opositor que estaba alzado en armas, se le den garantía para la participación política y entre en el juego democrático en igualdad de condiciones. Quienes esto temen son los mismos que han explotado, corrompido, abusado y utilizado el poder del Estado para preservar sus intereses capitalistas y la acumulación de tierras y riquezas. Ese es el verdadero miedo de los señores de la guerra: que de los acuerdos surja un movimiento político legal, que les dispute el poder con el apoyo del pueblo para producir los grandes cambios que necesita el país. Temen perder sus grandes privilegios, las enormes extensiones de tierras arrebatadas en la guerra a los campesinos, y se les acabe la mermelada, la corrupción y la vida de grandes magnates que siempre han llevado. Es la hora de la esperanza y la paz, las mentiras y los mitos sobre los Acuerdos no les alcanzará para continuar una guerra que parecía imposible finalizar, porque un nuevo día ha empezado a descollar.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Los-mitos-sobre-el-proceso-de-paz-20160822-0003.html

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Consternarse no es suficiente

Por Ilka Oliva Corado

Cada vez que nos enteramos de una noticia desagradable, (una violación sexual, de un feminicidio, de una masacre, de un acto terrorista)  nuestra primera reacción y última  es consternarnos y quedarnos ahí; como si con eso cumpliéramos con nuestra cuota de conciencia social como muestra de nuestro compromiso colectivo.   Con toda la injusticia y  dolor que a través de la historia ha hecho este mundo pedazos, nosotros seguimos refugiándonos en nuestra egolatría. Hasta que el dolor no nos toque de cerca y nos rasgue la piel en carne viva, nosotros seguiremos ajenos, inhumanos e insensibles a la desgracia ajena.

Desgracia que es resultado  de nuestro silencio, dejadez e inconsecuencia política. Defender la alegría, decimos, como escudo para no vernos en la necesidad de convertir el pensamiento en acción. Miedo de armarnos de valor y pelear por lo que es justo, porque mientras no seamos nosotros los mancillados, todo está bien.

Consternarnos, con un grito de espanto, en una oración, en una misa de cuerpo presente. Consternarnos en una alabanza, en una corona de flores. En un instante de sosiego que nos apacigua  y nos excluye de la realidad. Y nos vestimos de galas y brindamos y osamos festejar la dicha y el privilegio de nuestra felicidad.  De tener un jardín propio mientras miles se mueren de hambre en las calles. De tener amueblado de comedor mientras miles comen de los basureros. De tener agua caliente y bañera, mientras miles se mueren de sed.

Y festejamos esa loción fina que nos acabamos de comprar, el par de zapatos nuevos que hace juego con nuestra colección, el cambio de teléfono inteligente y nuestros viajes vacacionales que necesitamos exponer al mundo a través de las redes sociales, para que nos vean pues; placenteros de nuestra dicha. ¡Privilegiados!

Y mostramos al mundo los reconocimientos que nos dan, inmersos en la vanidad que nos hace sentir únicos, inmortales, importantes. ¡Sobresalientes!  Mientras el mundo se desmorona a la velocidad de la luz. Mientras miles perecen en las fauces del capital, mismo  que nos convierte en esclavos del consumismo y nos aparta de la realidad y nos mantiene en un perenne estado de shock que nos manipula como juguetes de cuerda, como marionetas.

Y la vida es otra cuando estamos lejos del dolor, por eso le huimos, no lo encaramos. Por eso fingimos no verlo, nos damos por desentendidos cuando la vida nos pide a gritos que reaccionemos, que tomemos acción.  Y por eso las muertes de miles de niños por hambruna nos consternan  momentáneamente y oramos para que sus almas encuentren refugio en  algún lugar. ¿Qué causan en nuestra conciencia los niños que mueren víctimas de genocidios? ¿Ellos también importan? ¿Qué tanto? ¿Qué es un genocidio para nosotros? ¿Cuál es el significado de una guerra? ¿De una invasión?

Pero la vida sigue, decimos, y nos escudamos en el mundillo ese de la indolencia y de nuestra alegría y felicidad, que pregonamos por doquier.  Ahí estamos a salvo, ahí podemos vivir a nuestras anchas, sin que un ápice de nuestra conciencia nos encare. Y nos muestre nuestra podredumbre humana, nos haga sentir el hedor que expele  de nuestra piel moribunda.  Nos acomodamos para que sean otros los que vayan a la línea de fuego. Pobres diablos soñadores de mierda.

Y nos duele la vida solo cuando el agua caliente se acaba, cuando se va la luz, cuando se nos acabó el champú, o cuando por culpa del tráfico llegamos tarde a una cita. Y nos sentimos las personas más infelices del mundo cuando llegó Navidad y no tuvimos para comprar estreno o para hacer la cena esa de gala, al estilo burgués.

Y curiosamente no se nos va la vida cuando  vemos que en Siria la invasión y el genocidio está acabando con la belleza de la primavera que siempre ha florecido en la sonrisa de los niños. Lo que está haciendo Israel con Palestina, ese genocidio, ese robo de tierras, esa usurpación. O Cuando el mar se traga a quinientos refugiados por semana. O cuando el desierto diseca a docenas de inmigrantes indocumentados que buscan llegar a Estados Unidos. No nos duele la vida cuando un gobierno neoliberal  por el que votamos, muele a palos a los más mancillados del sistema y de la impunidad.

Nos duele sí,  y nos consternamos para toda la vida cuando la tragedia toca a la puerta de nuestra casa y la habita.  Y nos consternamos cuando el reconocimiento y el aplauso no llegan, entonces sí nos deprimimos, nos dejamos caer a causa de nuestro narcicismo.

Y mientras nosotros estamos deprimidos por banalidades, (porque no tenemos para teñirnos el cabello o comprarnos esa botella de ron de exportación) la vida en otras latitudes del planeta, o la vuelta de la esquina, está pidiéndonos a gritos que la volteemos a ver. Si tan solo tuviéramos la entereza de  mirar, de escuchar, de sentir, todo lo que el mundo nos dice constantemente, seríamos otra humanidad, no la porquería que habita este planeta.

Consternarnos no es suficiente. El mar no sería mar sin la fuerza de las olas y la tempestad.

Audio: https://soundcloud.com/ilka-oliva-corado/consternarse-no-es-suficiente

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/08/18/consternarse-no-es-suficiente/

 Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunainquilina.com

18 de agosto de 2016, Estados Unidos.

Imagen de Roberto Huarcaya, tomado de la página: http://psiquiatria-residente.blogspot.com/2010/07/exilio-interior-ideario-de-un-viaje.html

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